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Lo Fundamental Cristiano
¿Qué es el cristianismo? Todos nos hacemos la misma pregunta. Y es muy bueno que nos
la hagamos. Es la pregunta que se hace toda persona común y corriente al oír hablar de
Jesucristo y de su mensaje.
“A Jesús de Nazaret, el hombre que Dios acreditó ante ustedes realizando por su
intermedio los milagros, prodigios y signos que todos conocen, a ese hombre que había
sido entregado conforme al plan y a la previsión de Dios, ustedes lo hicieron morir,
clavándolo en la cruz por medio de los infieles.
Pero Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque no era posible que
ella tuviera dominio sobre él.
A este Jesús, Dios lo resucitó, y todos nosotros somos testigos.
Exaltado por el poder de Dios, él recibió del Padre el Espíritu Santo prometido, y lo ha
comunicado como ustedes ven y oyen.
Por eso, todo el pueblo de Israel debe reconocer que a ese Jesús que ustedes crucificaron,
Dios lo ha hecho Señor y Mesías.” (Hch 2,22-23; 32-33.36)
No es una idea inventada. Sino una experiencia personal, un encuentro vivencial con la
persona de Cristo. Implica una convivencia con ese Cristo místico que es la Iglesia. El
kerigma se da, se anuncia desde la propia vida. Supone poder poner en palabras
(testimonio) el paso de Dios por la propia historia personal.
Vertebrar Cristiandad
3. Cumpliendo con sus compromisos temporales con una nueva actitud cristiana en lugar de
aumentar el número de compromisos.
El cuerpo humano depende de su esqueleto para sostener su forma. Los huesos le prestan
cierta rigidez y lineamento; sin su esqueleto el cuerpo sería solo una masa de carne, sin
poder moverse. Y además, lo que mantiene a todos estos huesos en unidad en la espina
dorsal. Solo cuando hay vértebras articuladas entre sí para formar la columna vertebral, es
cuando el cuerpo humano pude sostenerse y moverse para ser eficaz.
El Aluminé busca despertar justamente a esa vértebra que está adormecida. La metodología
del Aluminé cuenta con los recursos necesarios no sólo para despertar a la Vértebra, sino
para que se descubra parte activa del Cuerpo Místico.
Tenemos que poner la vida al servicio de Dios, para que los criterios de Jesucristo y del
Evangelio penetren en la sociedad y ésta se renueve.