CAMINANDO CON JESÚS – MANUAL DEL EQUIPO

08:00 – Llegada del Equipo

08:20 – Encuentro del Equipo – Oración a cargo del animador o asesor (buscar
meditación)
09:00 - RECIBIMIENTO –LLEGADA
09:30 – Desayuno (Equipo Externo preparar y colocar pensamiento – a elección)

Equipo Externo levanta la mesa.

10:30 - Leemos la oración para bendecir el encuentro de Parejas

(Preparar oración para cada pareja – Equipo Externo)
SEÑOR

Tú conoces el corazón de cada uno de nosotros

Y sabes las luchas, las pruebas y las heridas

Que han marcado la vida de nuestras parejas,

Entre las cuales nos contamos.

También conoces los fracasos del amor

Solo tú puedes medir

Lo que en nosotros hay de pecado

Y lo que hay también de generosidad y fidelidad

Y que ha marcado nuestras vidas.

Sólo tú puedes comprender el camino que,

Por encima del fracaso, nos ha llevado

A encontrar y acoger un amor auténtico.

Sabemos que tenemos necesidad

De tu misericordia

¿Quién puede creerse dispensado

De tender sus brazos hacia ti?

Y creemos que este Amor del que hoy vivimos

Es en verdad una parte,

Por muy pequeña que sea,

De tu propio Amor.

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Tenemos necesidad de compartir nuestra fe

Con nuestros hermanos.

Tenemos necesidad del pan

Que manifiesta nuestra esperanza

y da fuerzas para vivir conforme a tu palabra.

Te pedimos, Señor

Que nos hagas sitio en la mesa

En la que TÚ reúnes a tus amigos.

Tú que escuchaste el ruego de la cananea;

Tú que amas sin condiciones

Y no te vuelves atrás,

Tú… a quien queremos Amar Siempre. AMÉN

MENSAJE DEL GRUPO Y OBJETIVOS

Somos del grupo “CAMINANDO CON JESÚS” Los invitamos a dejar afuera las preocupaciones
(entre ellas la de los hijos), para que puedan trabajar y luego gozar de los frutos de esta jornada a
la que han llegado, ya que Dios, nuestro PADRE, hoy quiere congregarnos aquí y hacernos
descubrir el Amor y Cuidado que tiene por cada uno de nosotros.

A veces, pensamos en que Él está allá lejos…en el cielo vigilando para ver cuándo debe castigarnos
y sin embargo Dios camina siempre junto a nosotros y se presenta (si lo queremos ver!!!!!) en los
acontecimientos diarios, en nuestra pareja, en nuestros hijos.

Podríamos llamar a esta experiencia “Un viaje al interior de nosotros mismos” como personas;
como cónyuges y también como padres.

Para reflexionar, reconocer y embellecer nuestra convivencia

Cuando los padres se aman los hijos crecen con felicidad. He aquí el porqué de este encuentro,
que les pedimos vivan al máximo, recibiendo con entusiasmo cada tema propuesto, para poder
volver a casa plenos de Esperanza y Amor.

Nosotros a lo largo de esta les iremos proporcionando las pautas que los ayudaran a ver, rever,
ahondar y profundizar, problemas y circunstancias de la pareja y de la familia, para motivar a la
reflexión personal y conyuges.

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No esperen genialidades, es posible que lo que les digamos ya lo han oído o leído en algún lugar;
somos parejas como ustedes con virtudes y defectos. El objetivo principal es que se encuentren y
dialogando y vayamos creciendo para el bien de nuestra familia.

Si ustedes, delante de cada actitud o palabra, tienen buena voluntad y disponibilidad a un diálogo
sincero, conciso, concreto y sencillo, habremos logrado hacer de esta jornada una experiencia
enriquecedora.

Ésta es una oportunidad única en donde todos nosotros les hablaremos con el corazón, lo
profundo habla a lo profundo y en ese viaje a nuestro interior (que no será fácil) podremos
descubrir muchas cosas buenas… y otras no tanto.

Les voy a contar un cuentito:

Cierto día Dios, estaba cansado de las personas. Ellos siempre estaban pidiendo cosas.

Entonces dijo: Voy a irme a esconder por un tiempo.

Entonces reunió a sus concejeros y les dijo:

-Dónde debo esconderme?

Algunos dijeron: Escóndase en la cima de la montaña. No van a hallarlo nunca allí.

Otros dijeron: No, escóndase en el fondo del mar (no lo van a encontrar nunca ahí; Otros dijeron
cerca de la luna.

Entonces Dios se volvió hacia el más inteligente de sus ángeles y le preguntó: ¿Dónde me
aconsejas Tú que me esconda?

El ángel le respondió –Escóndase en el corazón del hombre; ¡Es el único lugar dónde ellos nunca
van!

Y colorín… colorado… éste cuento se ha terminado.

Seamos capaces de llegar a lo más profundo de nuestros corazones y en ésta jornada, podremos
descubrir muchas cosas en las que hallaremos nuestra propia Realidad Espiritual. Mi corazón se
encontrará con el corazón de mi pareja.

Confiamos en que el esfuerzo de todos transformará este encuentro en el principio de una nueva
forma de vida.

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Trabajo Individual

Terminada la presentación se les pide a los caminantes que hagan una carta contando “LA
PELICULA DE MI VIDA” (Una mirada de nuestra historia antes y después de conocerse. Un retrato
de cómo nos encontramos ahora como pareja.)

Un retrato de su vida comenzando desde el momento que llegaron aquí, como se encuentran
ahora, como fue el camino recorrido, cómo y por qué decidieron dar este paso, que los motivó,
que esperan encontrar en éste retiro?

Terminan la carta se la entregan al auxiliar del grupo.

Trabajo grupal

Junto con el equipo de la mesa se charla sobre cómo les resulto éste primer trabajo.

El equipo auxiliar de cada mesa les pregunta si quieren comentar algo, charlar, si les resulto fácil
hablar de su vida.

Antes de retirarnos al almuerzo escuchamos una canción y nos unimos a cantarla.

Almuerzo
Invitamos a las parejas a que se laven las manos y se acerquen a la mesa.

bendición de los alimentos…

Se distribuye el equipo auxiliar entre las parejas así fluye la comunicación entre ellos.

Se termina el almuerzo; se invita a las parejas a volver al aula.

Encuentro con el otro – Diálogo y Confianza

(Tiempo estimado 40 min)
Finalidad:
Este encuentro será coordinado por un matrimonio en nueva unión, aunque, en caso de ser
necesario, podría ser un matrimonio sacramentado. Se podrán aportar experiencias vividas, para
que iluminen el trabajo y se torne más agradable, ya que la charla no debe ser ni ceremoniosa ni
catedrática.

El testimonio tiene que provenir de un matrimonio en nueva unión. Debe ser importante y con
ejemplos vividos en esta etapa del matrimonio, nunca anterior, tanto negativos como positivos,
con el fin de poner "en clima" apropiado a los asistentes, para que, durante el diálogo, pueda
surgir en ellos la verdad, la sinceridad, la confianza, el optimismo.

Objetivos:
Descubrir y comprender el valor y la importancia de la intercomunicación, en todos los niveles de
expresión, en la vida de pareja. Resaltar el diálogo, como medio de comunicación por excelencia, y

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la confianza como condición básica para hacerlo eficaz. Mostrar que el diálogo no es nada nuevo,
es algo que han estado usando y que sólo necesita orientación y desarrollo.

Vivir es comunicarse; la vida humana es vida de relación en el ámbito psicológico, espiritual, físico
y social. La necesidad primaria es ser aceptado por el otro en lo que hago, en lo que soy, en lo que
puedo ser. La comunicación frecuente permite satisfacer esas necesidades afectivas y pide
trasmitir al otro todo lo que siento, pienso y me motiva desde lo más hondo de mi ser.

La comunicación (poner en común) tiene multitud de formas de expresión, gestos, silencios,

miradas, caricias, diálogo, escritura, etc. La intercomunicación, como apertura recíproca y actitud
de entrega y acogida mutua, lleva a la pareja al conocimiento y aceptación, íntima y profunda. Es
amor con entrega. Una de las maneras más plenas y profundas es la relación sexual, por ser en sí
misma un compendio de todas las formas de comunicación.

Podemos hablar sin conocernos, pero no podemos conocernos sin dialogar.

Destacar que no es sólo la comunicación de las grandes cosas, es una recíproca y habitual
comunicación de los íntimos pensamientos, deseos, penas, alegrías, temores y pequeñas cosas de
cada día.

Es preciso insistir en que la confianza y el diálogo en la pareja son dos aspectos vitales en donde
hay que poner nuestro mayor esfuerzo. Hay que realizarlo con decisión y tenacidad, para lograr
que Dios nos ayude en cuanto a lo humano; trataremos, además, de convencer a los asistentes de
que no nos estamos refiriendo a una utopía, sino a algo factible.

Desarrollo de la charla:
Cada persona siente en su interior la necesidad imperiosa de ser comprendida y aceptada.
Debemos ayudarnos mutuamente, a fin de comprendernos y conocernos bien. La fórmula se basa
en el diálogo y la confianza.

DIÁLOGO: Es la forma humana de comunicación por excelencia. *En su sentido más auténtico,
propicia la expresión directa de: pensamientos, inquietudes, sentimientos, penas, deseos, alegrías,
sueños, fracasos, etc. Lo abarca todo, sin reservas indebidas o cálculos egoístas. Debemos
procurar que se convierta, en nosotros, en algo habitual como prueba del verdadero amor y
alimento de éste.

En la comunicación, el yo se entrega a un tú, y el yo que regresa desde el tú nunca es el mismo,

porque vuelve transformado por el amor del otro.

También nos podemos comunicar a través de nuestro cuerpo, porque la unión sexual ha de ser un
lenguaje de amor, culminación de un diálogo afectivo, pleno de ternuras, gestos, caricias, y no lo
que desgraciadamente suele ser en muchos casos: una unión física sin más, sin vivir y sin valorar
paso a paso las etapas de la unión sexual.

En la convivencia, el diálogo y la confianza, se fundamentan en que:

 Yo tengo o conozco algo que el otro no posee o ignora.

 En el conocimiento diferente que cada uno tiene de una misma realidad.

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 Y en la forma particular que tienen cada hombre y cada mujer de interpretarla.

Obstáculos en el diálogo y la confianza: Conocer las dificultades es ponerse en camino, para

superarlas. Estas pueden ser de muy variada índole:

TEMPERAMENTO: Por naturaleza, algunas personas son muy reservadas, introvertidas. Por el
contrario, hay otras que hablan tanto, que no dejan hablar al otro ni tienen tiempo para
escucharlo. Estas tendencias pueden y deben corregirse.

Diferencia de educación: Por diversos motivos, nos hemos acostumbrado a guardar los secretos
del propio yo, pues provenimos de hogares distintos con formación diferente.

La rutina: Es una de las principales dificultades cuando se llevan muchos años juntos. Se piensa
que ya lo han dicho todo, que ya se conocen de memoria y olvidan que siempre se presentan
situaciones nuevas, ante las cuales hay que reaccionar según las necesidades del momento.

Ritmo de vida: Vivimos tan aturdidos, que, en los momentos propicios para la comunicación,
preferimos la evasión (superficialidad).

Miedo a tener que cambiar: Miedo a ser transformado por las razones del otro. Pues nos sentimos
a gusto con nuestros propios criterios y estamos a la "defensiva", preparando las respuestas,
mientras el otro nos habla. Impedimos, así, a nuestra mente, el recibir e interpretar su mensaje.

El prejuicio: Tenemos ya una imagen definida y subjetiva de cómo es el otro, y nos cuesta aceptar
que el juicio que nos hemos hecho es equivocado. Esperamos, continuamente, que sus
comportamientos vengan a confirmar la idea ya preconcebida que de él tenemos.

Por profesión: El secreto profesional puede ser respetado sin inhibir la comunicación.

Otras dificultades pueden entorpecer la comunicación a nivel profundo:

 Temor a ser heridos por falta de confianza en nosotros mismos.

 A ser incomprendidos o desenmascarados.
 Intromisión de terceras personas.
 Falta de sencillez y sinceridad.
 Desconocimiento de la eficacia del diálogo, etc.

Situaciones ante el diálogo

Expresar al otro aquello que se siente requiere una práctica. Recibir y comprender el mensaje del
otro requiere igualmente un aprendizaje. Pero la base de todo este esfuerzo consiste en descubrir
aquello que uno mismo siente. Desde este punto de vista, cada uno de los esposos puede
encontrarse en alguna de las siguientes situaciones:

Las emociones que se sienten no se manifiestan claramente.

Uno está triste, contento, agobiado, esperanzado, sin saber el porqué. Si uno pregunta al otro qué
le pasa, responderá con sinceridad que nada, porque ni él mismo lo sabe.

Se identifican las propias emociones, pero no se manifiestan.

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Uno está irritado, pero no dice la causa. Conoce sus sentimientos y también las causas, pero las
calla.

Identifican totalmente las propias emociones, las comunica, pero no son comprendidas.

Esto ocurre, o porque no nos expresamos bien, o porque el otro está tan preocupado por sus
propios problemas, que no hace ningún esfuerzo por comprender las emociones del otro.

Los cónyuges identifican las propias emociones, las manifiestan y se comprometen mutuamente.

Esta pareja es la única que está realmente en comunicación y comunión. Naturalmente, llegar a
esta situación es fruto de un largo esfuerzo y no se obtiene rápidamente, pero es la que
proporciona la alegría y la satisfacción más completa.

Condiciones para el diálogo

Amabilidad: No ha de ser orgulloso, ni punzante, ni ofensivo. Su forma de persuasión es intrínseca,

por la verdad que expone y, sobre todo, por el ejemplo que propone. No es un mandamiento, ni
una imposición. Es pacífico, evita las formas violentas. Es paciente, generoso y respetuoso.

Confianza: Debe haber confianza, tanto en la fuerza de la propia palabra, como en la actitud de
recibirla del otro. Promueve la seguridad y la amistad, une los espíritus en la búsqueda de la
verdad y del bien.

Disponibilidad: Escuchar receptivamente lo que el otro quiere comunicarme, dando a sus

argumentos el mismo valor que éste le da, e intentar entender más allá de las palabras.

Sinceridad: Franqueza. Evitando el disimulo o la mentira, pero cuidando la oportunidad y el

momento, pues puede haber intimidades y hechos cuya manifestación requiere una preparación
previa, y alcanzar un grado de confianza y comprensión por parte del otro.

Prudencia: Esto es adaptarse a las circunstancias y a las condiciones psicológicas, sociales,

ideológicas, culturales, etc. del cónyuge y a su yo, irrepetible. Evitarlos prejuicios, y los juicios
apresurados.

Claridad: Debe emplearse un lenguaje claro, comprensible, adaptado a la situación del otro. A la
vez, hacer preguntas para ayudarlo a explicar su mensaje.

Comprensión: Procurando adecuar la comunicación al otro, y situarse en su lugar y circunstancias.

Tiende a la objetividad y al respeto, pues hay más de un punto de vista admisible, y el propio no es
necesariamente el más exacto.

Dedicación: Es preciso un tiempo considerable para estar juntos, para hablar, para explorar
deseos, y, de ser posible, crear el clima propicio.

Se logra la confianza, ganándosela.

No puede exigirse ni esperar que el otro empiece, sino que debo comenzar yo: en la certeza de
que mi pareja me seguirá al ver mi disponibilidad y sinceridad. Hay que saber aceptar el ritmo
lento y progresivo que requiere la comunicación profunda, para que dé sus frutos.

 Fruto de la confianza: la unidad

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 Unidad, que quiere decir dos en uno sólo.

 Unidad en el terreno físico, que da felicidad.
 Unidad en las voluntades. Un sólo corazón, que es fuente de más felicidad.
 Unidad en las mentes. Un modo de pensar idéntico, armonizado. Mayor felicidad aún.
 Unidad de la vida sobrenatural. Una sola alma. Fuente de plena felicidad, sobre la que no
tiene influencia destructora el tiempo.
 Estar dispuestos a recomenzar siempre, en continua reconciliación con el otro.
 Reconocer las dificultades, porque ya el esfuerzo común para afrontarlas y superarlas nos
madura y une.
 Valorar cada meta alcanzada, como el fruto del mutuo empeño.
 Poner en oración conyugal, todos nuestros sentimientos y limitaciones.
 La confianza y la unidad son cualidades dinámicas.
 La unidad alcanzable en cada momento de la vida depende del desarrollo de ésta.
 Al crecer (física, intelectual o sobrenaturalmente) aumenta nuestra capacidad de unión
con el cónyuge. Da unidad.
 Que hoy alcancemos una meta, quiere decir que descubriremos horizontes más amplios.