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José Martín Ramos Ruiz.

Doctorado en Ciencias Jurídicas


UMSNH.
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La independencia judicial

La Independencia Judicial está en riesgo, ya que al Presidente le incomoda. Las

democracias son aquellas que tienen división de poderes y respetan los derechos

humanos. Para garantizarla, necesitamos jueces. Por tanto, para tener un México

democrático, debemos proteger la independencia de los jueces.

La Independencia Judicial es un término, que se forma con dos palabras con

significados diferentes que, al unirlos, nos dan un concepto diferente. La primera de las

palabras es “independencia” y tiene varios significados:

1. Cualidad o condición de independente.

2. Libertad, de un Estado que no es tributario ni depende de otro.

3. Entereza, firmeza de carácter.

Entonces por “depender” se debe entender que se encuentra subordinado o

condicionado a un tercero. Por otro lado, por “judicial” entendemos lo siguiente:

1. Perteneciente o relativo al juicio o a la administración de justicia.


Por tanto, podríamos concluir que lo judicial es lo relacionado como una institución

jurídica, una sanción o pena; o las partes de un proceso. Al conjuntar los términos de

“independencia” y “judicial” podemos concluir que se refiere a que la administración

de justicia no debe estar subordinada, condicionada ni estar regida a un tercero.

Entonces cuando hablamos de ellos nos preguntamos ¿independiente con

respecto de qué o quién? 1

La Independencia Judicial se entiende como el juez resuelve y decide un asunto;

no como una cuestión de cómo se organiza la estructura de los tribunales. Esto es

interesante, ya que está por encima el criterio del juez por encima de la estructura del

poder judicial, incluso sin una estructura robusta para el desempeño de la actividad

judicial, la independencia del juzgador puede prevalecer para dar una sentencia

justa. Pero, si no existe una adecuada estructura de los tribunales, es menos

probable que el juez haga correctamente su trabajo.

Cuando se habla de independencia judicial, debemos identificar si el juez es

independiente, pero de qué o de quién. Para dar respuesta a esta cuestión, existen

muchas posibilidades, ya que los motivos que pueden afectar el criterio de un juez

pueden ser muchos. Es decir que es necesario que se cumplan una serie de cosas

que le permitan al juez hacer su trabajo de manera correcta. Estas cosas van desde

la estructura del tribunal, hasta la relación con otros poderes, el papel del juez en la

opinión pública, o inclusive, su criterio personal. A esto le llamamos ecosistema

jurisdiccional sano y debe tener algunas cosas.

La primera de ellas es que no debe haber intervención de otros poderes, en la

1
Báez, C. (2007), Breviarios Jurídicos, La independencia judicial, Porrúa.
organización y funcionamiento de los tribunales.2 En la organización y

funcionamiento de los tribunales, no hay problema, ya que tales cuestiones le

corresponden al Consejo de la Judicatura. Miguel Revenga sostiene que para lograr

independencia es necesario que el poder ejecutivo este impedido para presionar al

juez.3 También hay que considerar presiones del crimen organizado, así como de

medios de comunicación. Pero no deben endentarse como presiones o interferencias

por parte del ejecutivo o del legislativo, los procedimientos jurídicos de colaboración

entre poderes, como el nombramiento de los ministros de la Suprema Corte.

En México, para nombrar los ministros de la Corte, se requiere la colaboración de

los poderes Ejecutivo Legislativo, ya que el primero propone y el segundo designa. 4

Así, esta colaboración no debe entenderse como una intervención que afecte la

Independencia Judicial, siempre y cuando, se respeten los requisitos establecidos en

la Constitución.5

La independencia interna se refiere a la independencia moral del juzgador. Para


2
Nosete, A., en Chaires, J. La independencia del poder judicial. Revista Mexicana de Derecho
Comparado. 110, 523-545.
3
Revenga, M. (1989). Función Jurisdiccional y Control Político. ¿Hacia una responsabilidad política
del Juez? Revista Española de Derecho Constitucional. 118-142.
4
Astudillo, C. (2019). Nombramiento de Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Porrúa.
5
Artículo 95.- Para ser electo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se necesita:
I.- Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno ejercicio de sus derechos políticos y civiles.
II.- Tener cuando menos treinta y cinco años cumplidos el día de la designación.
III.- Poseer el día de la designación, con antigüedad mínima de diez años, título profesional de
licenciado en derecho, expedido por autoridad o institución legalmente facultada para ello.
IV.- Gozar de buena reputación y no haber sido condenado por delito que amerite pena corporal de
más de un año de prisión; pero si se tratare de robo, fraude, falsificación, abuso de confianza y otro
que lastime seriamente la buena fama en el concepto público, inhabilitará para el cargo, cualquiera
que haya sido la pena.
V.- Haber residido en el país durante los dos años anteriores al día de la designación; y
VI.- No haber sido Secretario de Estado, Fiscal General de la República, senador, diputado federal,
ni titular del poder ejecutivo de alguna entidad federativa, durante el año previo al día de su
nombramiento.
Los nombramientos de los Ministros deberán recaer preferentemente entre aquellas personas que
hayan servido con eficiencia, capacidad y probidad en la impartición de justicia o que se hayan
distinguido por su honorabilidad, competencia y antecedentes profesionales en el ejercicio de la
actividad jurídica.
poder ser un buen juez, es necesario ser independiente ante sí mismo; de sus

creencias y sus miedos. Que estas cuestiones no afecten el criterio que tenga un

juez cuando resuelva un asunto específico.

Esto significa que el juez, no debe introducir sus convicciones religiosas o políticas

al momento de juzgar.6 Para ser un buen juez, se deben superar las limitantes de la

ignorancia, así como de las cuestiones como la raza, el género, facción, partido

político, religión y rechaza las presiones de la pasión, la venganza, el temor o la

codicia.7 La única manera de conocer qué tan independiente se puede ser, es

cuando un juez está en presencia de un asunto que reta sus propias convicciones.8

La independencia judicial es importante porque nos permite que cuando las

personas sean enjuiciadas sepan y tengan la confianza de que el juez que les vaya a

juzgar va a hacerlo sin criterios desconocidos y que se apegará a lo que dice la Ley.

Por ello, la independencia de los jueces debe ser defendida por todos, porque el día

de mañana cualquiera de nosotros puede estar en el banquillo de los acusados y lo

que cualquier persona desearía es que le sea juzgado justamente.

6
Tomas y Valiente, F. (1996). A orillas del Estado. Taurus.
7
García, S. (1996). Poder Judicial y Ministerio Público. Porrúa.
8
Rosenn, K. (1990). Teoría general del derecho y del Estado. UNAM.

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