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INTRODUCCION

Guatemala como todo país se conforma de seres humanos, los cuales forman la
sociedad, en la cual por diferentes factores está se va deteriorando, y por lo
mismo se generan conflictos entre los mismos, como hechos delictivos los cuales
se encuentran regulados en el Código Penal Guatemalteco.
Cuando la acción delictiva encuadra en lo tipificado se convierte en un delito, el
cual se debe penalizar conforme a la ley. Es ahí donde se inicia un proceso Penal.
En este punto es donde nos atañe hablar de los Sujetos del Proceso Penal.
Como señala Miguel Fenech, que “el concepto de partes en sentido material,
como sujetos del hecho delictivo que da origen al proceso, es absolutamente
insuficiente, ya que aceptando esta concepción nos encontraríamos que solo
podrían ser parte en el proceso penal las mismas personas que intervinieron en el
hecho delictivo, es decir, el sujeto agente y el ofendido por acción antijurídica,
que , invertidos los términos de su papel, en aquel hecho serian en el proceso,
respectivamente acusador y acusado. La simple observación directa de un
proceso actual cualquiera nos hace ver que las cosas no ocurren así. El concepto
primitivo se desborda en más o menos, pero en manera alguna, salvo excepciones
muy restringidas que obedecen a razones de otra índole, podemos encontrar en
los ordenamientos actuales un proceso configurado, de tal manera que solo
intervengan y tenga consideraciones de partes las mismas personas que
intervinieron en el hecho material, con exclusión de otra”.

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EL JUEZ

Juez penal es el representante del poder judicial para el ejercicio de la función


penal, esto es la potestad estatal de aplicar el derecho objetivo a casos concretos.
Actúa en forma unipersonal o colegiada, en juzgados o en tribunales o cámaras.
Se separa la instrucción del juzgamiento (juicio) en instancia única. O sea hace
todo junto ante el juez.

INDEPENDENCIA DEL JUEZ: Sabemos que los jueces que se desempeñan en


los tribunales son los encargados de la realización del derecho penal material. La
realización de esta actividad exige que se encuentren libre de toda influencia de
los otros poderes del Estado y para ello se da vida al principio de independencia
de los jueces encontrando como única limitante la sujeción a la ley; y es que, no
puede ser de otra manera, es esta una actividad digna.
El principio de independencia de los jueces se garantiza aún más con los
principios de inamovilidad y estabilidad que la misma Constitución Política
garantiza en sus artículos 205 y 206. En ellos se establece la no remoción de los
magistrados y jueces de primera instancia, salvo los casos establecidos en la ley,
como es natural y el derecho de antejuicio; con ello se regula expresamente que
únicamente por motivos especiales y con un procedimiento especial, los jueces
pueden ser destituidos o suspendidos.

IMPARCIALIDAD DEL JUEZ: En sus decisiones sobre el objeto del proceso, el


juez debe ser preservado de influencias externas; únicamente así podrá realizar el
derecho. Debe agregarse además, que el juez debe estar exento de situaciones
internas que lo coaccionen. La independencia es el presupuesto o condición
indispensable de la imparcialidad. Solamente si es independiente e imparcial
podrá desempeñar la tarea que se le ha confiado. En consecuencia, son
necesarias las disposiciones que impiden la actuación de un juez parcial. A ese
respecto, la ley del Organismo Judicial en sus artículos del 122 al 125 establece
las causales de impedimentos, excusas y recusaciones que evitan que un juez
que podría considerarse parcial conozca de determinados asuntos. Son estos
postulados una garantía ciudadana más que causales de prohibición para evitar la
intervención de determinados jueces en determinados asuntos.

“En un pueblo culto, demócrata y respetuoso de los derechos humanos más


elementales, la administración de justicia debe ser serena, mediata, cautelosa,
desconfiada, libre de impulsos apasionados, emancipados de violencias y
aberraciones; debe ser pasada muy detenidamente por el tamiz de la conciencia y
vuelta atamizar, porque no hay más difícil que juzgar la conducta humana. Como
está en juego la vida, el honor o la libertad de un hombre, es preciso ser
cuidadoso. No basta tener la más absoluta certeza de la culpabilidad de un
delincuente y el íntimo convencimiento de que debe purgar su delito. Es preciso,
además, conocer la extensión de su culpa y determinar muy cuidadosamente la
medida de la expiación. Y ello requiere pruebas, confrontaciones, meditación,
estudio, análisis, tiempo... (Por que aquello de) vistos: fusílese y averígüese,
jamás podrá ser llamado justicia en el eminente sentido de esta noble palabra.
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MINISTERIO PÚBLICO

El Ministerio Público es una institución con funciones autónomas, promueve la


persecución penal y dirige la investigación de los delitos de acción pública,
además de velar por el estricto cumplimiento de las leyes del país. En el ejercicio
de esa función, el Ministerio Público perseguirá la realización de la justicia y
actuara con objetividad, imparcialidad con apego al principio de legalidad y los
términos que establece la ley.

ANTECEDENTES HISTORICOS: La actividad persecutoria o de acusación en los


delitos denominados de acción pública constituyen, en verdad un desarrollo
institucional actual; el oficio de “perseguir los delitos” es posterior a la
transformación de la inquisición histórica y, se dice, rebasa las propias idea de la
corriente del iluminismo.

En Italia existieron unos denunciantes oficiales llamados “sindici” o “ministrales”


que se hallaban a las órdenes de los jueces y que podían actuar sin la
intervención de estos. En las postrimerías de la edad media los sindici o
ministrales se revistieron de caracteres que los acercaban a la institución del
Ministerio Público francés. En esta época tomaron el nombre de procuradores de
la corona. Fue Francia la que a través de los años, llevo hasta el momento capital
la inquietud de poner en manos del Estado lo que vulgarmente se llama función
persecutoria. En un principio, el atender los asuntos personales de la corona; el
primero atendía los actos del procedimiento y el segundo, el sostenimiento de los
derechos del rey, o sea el alegato.

UBICACION INSTITUCIONAL: Mucho se ha discutido respecto a la posición


institucional adecuada que merece ocupar el Ministerio Público para un mejor
desarrollo de su actividad; para su estudio, la doctrina es conteste en agrupar el
mismo de la siguiente manera:

a. Dependencia Institucional del Poder Judicial: Quienes sustentan esta posición


expresan que estando el Ministerio Público al alero del Poder Judicial puede
lograrse un mayor grado de atribuciones en la investigación preliminar y posibilitar
condiciones mas favorables de imparcialidad en sus funciones. Contra esta
posición hay quienes afirman e indican que el hecho de que el Ministerio Público
dependa del poder judicial no le otorga independencia ni le hace menos
dependiente, si no, antes bien dependiente de una autoridad distinta de la que
tradicionalmente dependió. En consecuencia puede decirse que dependencia del
Ministerio Público del poder judicial no se ve por ningún lado como necesaria para
el mejor desenvolvimiento de su actividad, pues los principios de independencia,
imparcialidad y legalidad le son aplicables en la averiguación de la verdad así
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como el respeto de las garantías del imputado pueden positibisarlas desde otra
posición.

b. Dependencia Institucional del Poder Ejecutivo: Por su historia y genealogía es la


que correspondió siempre. En esta posición el Ministerio Público responde a un
sistema vertical buscando el fortalecimiento de principios esenciales a lo interno
de su organización.
Quienes se inclinan por esta posición sostienen que la única forma de contar con
un órgano útil para la implementación de las políticas sociales es situándolo a la
par del poder ejecutivo que es quien procura según el diseño, ejecutar la actividad
necesaria para la búsqueda del bien común.

c. Dependencia del Poder Legislativo: Sostiene que el Ministerio Público debe


depender del organismo legislativo quien debe designar a sus órganos de
dirección y ante quien se debe responder. Por supuesto que esta posición no ha
sido bien recibida.
Los opositores de esta posición invocan que la función del organismo legislativo es
eminentemente deliberativo y en consecuencia no puede garantizar criterios
unitarios y coherentes en el diseño de políticas de persecución penal.

d. Independiente o como órgano extra poder: Sostiene los precursores de esta


posición que el Ministerio Público es una institución que no debe depender de
poder estatal alguno; es decir, que debe organizarse con total autonomía funcional
y financiera para evitar interferencias en el desarrollo de su actividad.
En Guatemala, por mandato del artículo 251, primer párrafo, de la Constitución
Política de la República se establece que “el Ministerio Público es una institución
auxiliar de la administración pública y de los tribunales con funciones autónomas,
cuyos fines principales son velar por el estricto cumplimiento de las leyes del país.
Su organización y funcionamiento se regirá por su ley orgánica, (Decreto número
40-94 Ley Orgánica del Ministerio Público).

EL IMPUTADO

El imputado es toda persona de existencia física que es indicada, en un acto del


proceso, como participe en el hecho que se investiga o se va investigar
nominándola o individualizándola de otro modo en los actos iniciales o
disponiendo contra ella medidas de coerción. Es aquella persona que ha sido
indicada como autor o participe de un hecho delictuoso.

ALCANCE DEL TERMINO IMPUTADO: Señala el artículo 70 del código procesal


penal “se denominara sindicado, imputado, procesado o acusado a toda persona a
quien se le señale de haber cometido un hecho delictuoso, y condenado a aquel
sobre quien haya recaído una sentencia condenatoria firme. Sujeto pasivo de la
relación procesal.

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ADQUISICION DE LA CALIDAD DE IMPUTADO: La calidad de imputado se
adquiere desde el momento en que el juez instructor dicta el auto de
procesamiento con base en el expediente del procedimiento preparatorio en
atención a indicios racionales de criminalidad.

CONDICION JURIDICA DEL IMPUTADO: Debe quedarnos claro que el imputado,


mientras no sea condenado o absuelto por una sentencia firme o se haya dictado
un auto de sobreseimiento, tiene la condición jurídica de mero sospechoso de
cometer un acto punible.

CESACION DE LA CALIDAD DE IMPUTADO: Si la condición de imputado se


adquiere por virtud del auto de procesamiento, es natural que desaparecido este,
desaparecerá también tal calidad.
IDENTIDAD DEL IMPUTADO: La calidad de imputado por ser personalísimo
requiere una identidad indudable en la persona que sufre la carga procesal. Se
trata de procurar una exacta correspondencia entre la persona, en su
individualidad física las particularidades externas que sirven para identificarla.
Artículo 72 del código procesal penal.

NECESIDAD DE LA PRESENCIA DEL IMPUTADO: Para el cumplimiento de los


fines que asigna el proceso penal, la presencia del imputado es indispensable; el
imputado es un sujeto procesal que entraña un eficaz órgano de prueba del que
no se puede prescindir, siendo necesario asegurar su presencia en el proceso.

PRESENCIA REAL Y JURIDICA DEL IMPUTADO: 1. Por presencia real se


entiende la asistencia de la persona física a un acto procesal. 2. Por presencia
jurídica, la posibilidad de asistir cuando el titular del órgano jurisdiccional lo
convoca por encontrarse el imputado a disposición del juzgador.

CONCUENCIAS DE LA AUSENCIA DEL IMPUTADO: En el proceso penal la


ausencia del imputado da lugar a su llamamiento y búsqueda y de persistir
ignorado su paradero produce, al darse los presupuestos que establece la ley, la
declaratoria de rebeldía.
Artículo 79 del código procesal penal.

INTERVENCION PROCESAL DEL IMPUTADO: Como sabemos, dentro del


garantismo penal que nos rige, son tantos los derechos que asisten al imputado.
Se inicia con los principios rectores y continúan dispersos a lo largo de las
instituciones de que se ocupa nuestra regulación procesal. Haremos referencia a
algunos de esos derechos sin menos cabo de otros.

a. Derecho a no ser detenido, Articulo 6 de la Constitución de la República de


Guatemala.
b. Derecho a entrevistarse con un abogado, Artículo 8 de la Constitución de la
República de Guatemala.
c. Derecho a presentación voluntaria, Artículos 28 y 29 de la Constitución de la
República de Guatemala.
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d. Derecho a libertad inmediata por detención ilegal.
e. Derecho a la libertad una vez rendida la primera declaración, Artículo 261 del
Código Procesal Penal.
f. Derechos en las diligencias de declaración, Artículo 16 de la Constitución de la
República de Guatemala.
g. Derecho a oponerse a preguntas capciosas y sugestivas, Artículo 86 Código
Procesal Penal.
h. Derecho a guardar silencio, Artículo 81 Código Procesal Penal.
i. Derecho a que se practiquen las pruebas que solicite, Artículo 315 Código
Procesal Penal.
j. Derecho a la legalidad de la prueba, Artículo 186 Código Procesal Penal.
k. Derecho a no ser torturado, Artículo 7, Pacto internacional de derechos civiles
políticos.

EL QUERELLANTE

Conceptos

Jorge R. Moras Mom: “Es un sujeto privado acusador que, sumiendo


voluntariamente el ejercicio de la acción penal emergente de un delito cometido en
su contra en forma directa, impulsa el proceso, proporciona elementos de
convicción, argumenta sobre ellos y recurre de las resoluciones en la medida que
le concede la ley”.

Miguel Fenech: “Aquella parte acusadora contingente que pide en el proceso


penal la actuación de la pretensión punitiva, bien como persona ofendida por el
delito, o bien en virtud de la facultad concedida por la lay”.

Jorge A. Clariá Olmedo: “Es el que ejercita la acción penal, constituyéndose en


parte en el proceso penal por él provocado con la querella”.

Guillermo Cabanellas: “Quien presenta una querella ante el fuero criminal. Se está
ante la parte acusadora en el proceso penal, por haberse solicitado por escrito, y
en la forma debida, ante el juez competente, la represión de un delito que hayan
sido víctima él o los suyos; y aun no habiéndole afectado, si se trata de delito
público, en que cabe ejercer la acción popular”.

Se ha vuelto costumbre en nuestro medio de hablar tan solo del querellante


adhesivo olvidándonos del estudio del querellante propiamente dicho en su
concepción original; sabemos que el querellante (a secas), es quien presenta la

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querella ante el órgano jurisdiccional; ese deseo de constituirse en parte dentro
del proceso constituye una expectativa de derecho que, en atención a la
regulación procesal, sufrirá a lo largo del mismo, un cambio en cuanto a su
denominación sin que por ello pierda su carta de naturaleza.

El Código Procesal Penal recepta la figura del querellante bajo distintas


denominaciones, así:

1. El querellante adhesivo

a) Querellante adhesivo individual

El agraviado con capacidad civil o su representante o guardador en caso de inca-


pacidad, puede provocar la persecución penal (querellante) o adherirse a la ya ini-
ciada por el Ministerio Público en los delitos de acción pública (querellante adhesi-
vo); igualmente tiene este mismo derecho cualquier ciudadano cuando se trate de
casos de violación de derechos humanos cometidos por funcionarios o empleados
públicos o bien cuando se trate de delitos cometidos por funcionarios que abusen
de sus cargos (ver artículo 116 del Código Procesal Penal).

b) Querellante adhesivo colectivo:

Las asociaciones de ciudadanos pueden constituirse en querellantes (simples) o


en querellantes adhesivos en los casos relativos a violaciones de derechos huma-
nos a condición de que los sujetos activos sean funcionarios o empleados públicos
y que estos directamente fueren responsables de tales violaciones o bien con oca-
sión o en el ejercicio de sus funciones o cuando se trate de funcionarios públicos
que abusan de sus cargos.

Estos sujetos procesales no pueden ejercer con entera autonomía sus pretensio-
nes dentro del proceso penal debido al principio de oficialidad; es decir, intervie-
nen como terceros coadyuvantes del Ministerio Publico. Vale señalar, van de algu-
na manera “detrás” de las acciones del ente oficial; no obstante una vez admitido
en el proceso, pueden intervenir en todas sus fases hasta que se dicte la senten-
cia definitiva.

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La solicitud para constituirse en querellante por adhesión debe efectuarse antes
de que el Ministerio Publico requiera la apertura del juicio o el sobreseimiento, se-
gún el caso; vencida esta oportunidad, el juez rechazara sin más trámite.

C) Querellante Exclusivo:

Es el titular del ejercicio de la acción penal en los casos en que la


persecución penal es de carácter privado; se rige por las reglas relativas a los
juicios por los delitos de acción privada. Al respecto, el artículo 122 del código
procesal penal establece: querellante exclusivo: cuando, conforme a la ley la
persecución fuese privada, actuara como querellante la persona que sea titular del
ejercicio de la acción.

2. Facultades y deberes Procesales:

La calidad del querellante, en todos los casos, se ve legitimad, por la condición de


ser “el particular ofendido por el delito”. Señala el código procesal penal en el cuar-
to párrafo del artículo 116 que “el querellante podrá siempre colaborar y coadyuvar
con el fiscal en la investigación de los hechos”. Lo anterior es importante porque
nos aclara que los delitos de acción pública el querellante actúa al lado del fiscal y
ello apunta al alcance de sus facultades, las que desde luego, están limitadas
dado al monopolio que ostenta el ente estatal.

Sin embargo, en los delitos de acción privada, el querellante actúa como único
acusador; es el titular de la acción y responsable de su impulso por medio de una
permanente activación y sin intervención del Ministerio Publico.

Es de hacer notar que en la totalidad de los casos pueden actuar como querellan-
tes los representantes legales ante la eventualidad de que los ofendidos por el de-
lito sean incapaces civilmente. La solicitud de acusador adhesivo deberá efectuar-
se siempre antes de que el Ministerio Publico requiera la apertura a juicio o el so-
breseimiento. Vencida esta oportunidad, el juez la rechazara sin más trámite (ar-
tículo 118 del Código Procesal Penal).

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El juez que controla la investigación dará intervención al querellante que lo solicite,
o la rechazara si no la encuentra arreglada a la ley, notificando de ello al Ministerio
Publico, para que le otorgue la intervención correspondiente. Cualquiera de las
partes podrá oponerse a la admisión del querellante, interponiendo ente el juez las
excepciones correspondientes durante el procedimiento preparatorio y en el proce-
dimiento intermedio. La admisión o el rechazo será definitivo cuando exista oposi-
ción o no se renueve la solicitud durante el procedimiento intermedio (artículo 121
del Código Procesal Penal)

Vencido el plazo concedido para la investigación, el fiscal deberá formular la acu-


sación y pedir la apertura del juicio (artículo 33 ); al día siguiente de recibida la
acusación del Ministerio Publico, el juez señalara día y hora para la celebración de
una audiencia oral, la cual deberá llevarse a cabo en un plazo no menor de diez
días ni mayor de quince, con el objeto de decidir la procedencia de la apertura del
juicio. Para permitir la participación del querellante y las partes la celebración de la
audiencia, su deseo de ser admitidos como tales (artículo 340); en la audiencia, el
acusado, su defensor y las demás partes podrán oponerse a la constitución defini-
tiva del querellante y de las partes civiles e interponer las excepciones que corres-
pondan (artículo 339); al finalizar la intervención de las partes a que se refiere el
artículo 340, el juez inmediatamente decidirá sobre las cuestiones planteadas, de-
cidirá la apertura del juicio o de lo contrario, el sobreseimiento, la clausura del pro-
cedimiento o el archivo, con lo cual quedaran notificadas las partes (artículo 341).

Es importante destacar que el querellante podrá desistir o abandonar su interven-


ción en cualquier momento del procedimiento. En ese caso, tomara a su cargo las
costas propias y quedara sujeto a la decisión general sobre costas que dicte el tri-
bunal al finalizar el procedimiento. Se considera abandonada la intervención por el
querellante… (2) cuando no exprese conclusiones sobre el procedimiento prepara-
torio (artículo 119).

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Al dictar el auto de apertura del juicio, el juez citara a quienes se les haya otorgado
participación definitiva en el procedimiento, a sus mandatarios, a sus defensores y
al Ministerio Publico para que, en el plazo común de diez días, comparezcan a jui-
cio a tribunal designado y constituyan lugar para recibir notificaciones (artículo
344). Ya en la fase preparatoria del debate y una vez recibidos los autos por el tri-
bunal de sentencia, este dará audiencia a las partes por 6 días para que interpon-
gan las recusaciones y acepciones fundadas sobre nuevos hechos (resaltado
nuestro) (artículo 346); resueltos los incidentes las partes ofrecerán en el plazo de
ocho días la lista de testigos, peritos e intérpretes, con indicación del nombre, pro-
fesión, lugar para recibir citaciones y notificaciones, y señalaran los hechos acer-
ca de los cuales serán examinados durante el debate (artículo 346); en el debate
procederá al diligenciamiento de la prueba ofrecida y terminada la recepción de las
pruebas el presidente concederá sucesivamente la palabra al Ministerio Publico, al
querellante… para que, en ese orden, emitan sus conclusiones(artículo 382).

Como vemos, el querellante por adhesión interviene solamente en las fases del
proceso hasta el pronunciamiento de la sentencia, quedando excluidos del proce-
dimiento para la ejecución penal (artículo 120) no debemos olvidar que si no con-
curre el debate o se aleja de la audiencia se tiene por abandonada su interven-
ción, sin perjuicio de que puede ser compelido a comparecer como testigo (articulo
354).

En materia de impugnaciones el querellante esta en la misma posición que los de-


más sujetos procesales, debiendo tenerse presente que la facultad de recurir la
garantiza el Código Procesal Penal, en su articulo 398 ab initio al preceptuar; “las
resoluciones judiciales serán recurribles solo por los medios en los casos expresa-
mente establecidos. Pero únicamente podrán recurir quienes tengan interés direc-
to en el asunto”.

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Por último, si se ejercita conjuntamente la acción civil así deberá expresarse y
concretar la demanda con arreglo a las reglas que rigen la materia.

De las consideraciones anteriores advertimos que el querellante en los delitos de


acción privada es una parte acusadora autónoma con todas las facultades legales
a su disposición para lograr su cometido, en estos casos el acusador privado pue-
de iniciar el proceso hasta su terminación y si no ejercita sus derechos la acción
se extingue, por cuanto no interviene el Ministerio Publico.

A contrario, en los delitos de acción pública, cuando ya analizamos su labor corre


paralela a la actividad del ministerio público dependiendo en todo lo que vale del
fiscal a cargo del proceso.

EL ACTOR CIVIL

Conceptos

Miguel Fenech: “Es aquella parte acusadora contingente que ejercita en el proceso
penal la pretensión en reclamación de la restitución de la cosa, reparación del da-
ño o indemnización del perjuicio producido por el acto punible”.

Jorge R. Moras Mom: “Es un sujeto procesal que dentro del proceso penal juega
su rol accionario relacionado con el objeto de éste, como causa de obligación,
pero limitado al campo civil preparatorio e indemnizatorio”.

Ricardo C. Nuñez: “El actor civil en el proceso penal es la persona física o jurídica
que demanda en el, las reparación del daño causado por el hecho que se la impu-
ta a un tercero como delictuoso”.

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1. Títulos que acreditan la calidad de actor civil:

La calidad de actor civil en el proceso penal solamente puede ser invocada por
quien ostente la calidad de damnificado por el hecho punible; también puede invo-
carse por quien comparece a título de heredero del damnificado o como mandata-
rio judicial o representante legal del mismo.

En los casos en que el estado sea el damnificado tal calidad recae en la Procura-
duría General de la Nación.

2. Capacidad Procesal:

Son aplicables al actor civil, en todo lo que vale, las normas que regulan la capaci -
dad procesal civil. Así, el artículo 8 del Código Civil establece que “la capacidad
para el ejercicio para los derecho civiles se adquiere por la mayoría de edad. Sin
embargo, el código civil regula la situación de determinadas persona que a pesar
de ser mayores de edad, son denominadas incapaces para ejercitar sus derechos
civiles. Estas personas no pueden actuar como actores civiles si no son represen-
tadas con forme a la ley.

3. Representación:

La representación que nos interesa describir, es la representación legal para los


efectos procesales. A este respecto, el diccionario enciclopédico de Derecho usual
define la representación procesal como “la voluntaria o forzosa que una persona
ostenta para actuar en juicio en nombre de otra, ya por no litigar personalmente,
ya por requerirse la especial intervención de quien posee determinadas cualida-
des”.

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4. Representación necesaria o forzosa:

Se señala en el Diccionario referido, que esta representación es “la que el Dere-


cho positivo establece con carácter imperativo y complementario de la capacidad
de determinadas personas, sin posibilidades físicas o mentales plenas o por cau-
sas especiales.

Establece el Código Procesal Penal en su artículo 130, primer párrafo, el siguien-


te: “Representación. Por las personas que carezcan de capacidad para compare-
cer en el proceso, actuaran sus representantes legales”. Por aparte, el Código Ci-
vil en su artículo 14 preceptúa: los incapaces pueden ejercitar sus derechos y
contraer obligaciones por medio de sus representantes legales”.

Puede advertirse, que la representación a que la ley hace referencia tiene una
orientación específica. Está dirigida a las personas a quienes la ley civil y procesal
penal veda la posibilidad de ejercer por sí misma la acción preparatoria. Esas per-
sonas pueden efectivamente ejercer la acción civil derivada del delito pero única-
mente representadas legalmente del modo que se prescribe en las leyes civiles.
En ese sentido, deberán actuar “representadas” las siguientes personas:

a) El que está por nacer; (Se le considera nacido para todo lo que se le favorece,
siempre que nazca en condiciones de viabilidad) articulo 1 del código Civil.

b) Los mayores de edad que le adolezca de enfermedad mental que los priva de dis-
cernimiento artículo 9 del código civil.

c) Declaradas en estado de interdicción como consecuencia del abuso de bebidas al-


cohólicas o estupefacientes artículo 9.

d) Las que padezcan de ceguera congénita o adquirida en la infancia y los sordomu-


dos, cuando no puedan expresar su voluntad de manera indubitable artículo 13 del
Código Civil.

e) Las personas jurídicas artículo 15 – 32 del Código Civil.

Se caracteriza esta representación por el hecho de que el representante

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manifiesta su voluntad y no la del representado, que es incapaz de formular en
Derecho, o sin poder para obligar en forma alguna a quien obra en su nombre. Es
además de necesaria, inexcusable e irrevocable por el representado.

5. Representación voluntaria

La representación voluntaria es la actuación jurídica de una persona que tiene su


origen en la declaración hecha por otra.

Traviesas, citado por Cabanellas, señala que esta representación se caracteriza


“Por la dinámica y la trascendencia de la representación, en virtud de la cual una
persona sustituye a otra, de modo que los derechos y obligaciones que resultan
del negocio celebrado en nombre de la última, se adquieren por ella y jamás por
quien sustituye”.

A este respecto, el Código Procesal Penal en su artículo 130, segundo, tercero y


cuarto párrafos, establece: “Las personas que no puedan o no quieran actuar en el
proceso, podrán hacerse representar por medio de mandatorio judicial debidamen-
te facultado. Los mandatarios podrán deducir la acción civil por sus mandantes.
Los representantes y mandatarios para intervenir, justificarán su representación
con copia legalizada del respectivo documento”.

Debemos señalar, por último, que la ley del Organismo Judicial en su articulo 188
establece quienes puedan comparecer a juicio por mandatario judicial establecién-
dose igualmente en el artículo 189, que el mandato debe conferirse en escritura
pública debiéndose registrar el testimonio correspondiente en el Archivo General
de Protocolos de la presidencia del Organismo Judicial.

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6. Constitución del actor civil

Al plantearse la acción reparadora en el proceso penal, el juez de primera instan-


cia debe calificar la demanda y en caso de llenar los requisitos que la ley estable-
ce, debe dictar la resolución correspondiente concediendo la intervención solicita-
da. La Emisión del decreto debe regirse por lo establecido por la Ley del Organis-
mo Judicial: “Las providencias o decretos deben dictarse a más tardar al día si-
guiente de que se reciban las solicitudes) articulo 142.

La resolución que acuerda la constitución del actor Civil debe notificarse a los inte-
resados a más tardar al día siguiente de dictada, salvo que la ley o tribunal dispu-
siere un plazo menor artículo 160 Código Procesal Penal. La notificación deberá
ser practicada por el oficial notificador, o en su caso defecto, por el secretario ar-
tículo 161 del Código Procesal Penal. Se hará entregando al interesado una copia
autorizada de la resolución, donde conste la identificación del proceso en que se
dictó artículo 165 del Código Procesal Penal, sin embargo, si el interesado no es-
tuviere, la cedula de notificación podrá entregarse a cualquier persona mayor de
18 años que resida en la casa, refiriéndose a los parientes del interesado, o a sus
dependientes. Si no se encuentra a nadie la cedula podrá ser entregada a un ve-
cino que acepte la obligación de hacerla llegar inmediatamente al interesado, ad-
virtiéndole de la responsabilidad en que incurre por falta de cumplimiento. Si nada
de eso puede lograrse, el notificador fijara la cedula en una de las puertas de la
casa en el lugar más seguro y protegido. El notificador ara constar esas circuns-
tancias en la diligencia de notificación articulo 167 Código Procesal Penal.

7. Oposición a la intervención del actor civil

Los sujetos pasivos de la acción civil pueden oponerse a que el que pretende
constituirse en actor civil como tal en el proceso. La oposición, es decir los motivos
que invoque el opositor, deben de circunscribirse a la legitimidad de la
intervención, ergo, a la presencia del actor civil en esa calidad.

Esos motivos pueden obedecer a circunstancias que vuelvan inadmisible la


solicitud de constitución, por ejemplo, en los casos de prescripción de la
responsabilidad civil (artículo 1513 del Código Civil) o cuando no concurre la

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denominación la denominada legitimario ad procesum en quien produce el acto de
instancia, por ejemplo, no ser el interesado en obtener la calidad de actor civil
sujeto pasivo del delito; no invocar uno de los títulos que autorizan a ejercer la
acción civil en el proceso penal o no ser un damnificado directo por el hecho
delictivo (artículos 129 y 130 del Código Procesal Penal).

La oposición debe plantearse por escrito, y si fuere el caso, deben


proponerse las pruebas necesarias para fundamentarlas. La interposición de
excepciones se tramitarán en forma de incidente, sin interrumpir la investigación
(artículo 295, primer párrafo, del Código Procesal Penal) y serán resueltas con
arreglo a la Ley del Organismo Judicial (artículos 138, 139 y 140). El derecho a
oponerse a la constitución de los actores civiles responderá a la exigencia de
nuestro medio, tiempo y necesidad social y no encuentra limitaciones a lo largo del
procedimiento penal en sus fases instructora e intermedia, pues nuestro
ordenamiento procesal penal establece: “Las excepciones no interpuestas durante
el procedimiento preparatorio podrán ser planteadas en el procedimiento
intermedio” (artículo 295, segundo párrafo del Código Procesal Penal).

Nuestra ley procesal penal enumera taxativamente las excepciones susceptible de


interponerse, estableciéndose en el artículo 294 lo siguiente: “Las partes podrán
oponerse al progreso de la persecución penal o de la acción civil, por los
siguientes motivos: 1. Incompetencia; 2 Falta de acción; y 3 Extinción de la
persecución penal o de la pretensión Civil.

8. Facultades procesales del actor civil

Las facultades del actor civil en el proceso penal encuentran algunas limitaciones.
Si el objetivo de éste es lograr a través de una sentencia de condena la restitución,
la reparación de los daños o la indemnización de los perjuicios ocasionados por el
hecho punible, todo lo que abandone esta orientación le estará completamente
vedado.

Los recursos susceptibles de ser interpuestos por la parte civil en el proceso penal
se circunscriben con exclusividad a las decisiones que se tomen con respecto a la
pretensión resarcitoria. Con ello se aclara que la parte civil no está facultada para

16
impugnar aquellas decisiones que sean favorables a la situación Jurídica del
proceso a lo largo del proceso.

Dentro de las facultades que goza, el actor civil en el proceso penal,


mencionaremos, entre otras, las siguientes:

a) Una vez constituido en el proceso, el actor civil y su abogado pueden examinar el


expediente de procedimiento preparatorio;

b) Tiene derecho a ser representado en el proceso por su abofado defensor, con la


sola excepción de las actividades estrictamente personales (por ejemplo, cuando
el actor civil es citado en calidad de testigo dentro del proceso penal);

c) A los fines del éxito de su acción, el actor civil tiene facultades probatorias para
acreditar el hecho generador del daño cuya reparación pretende, su existencia y
extensión y la responsabilidad civil del demandado (artículo 125 Código Procesal
Penal)

d) En el procedimiento preparatorio, el actor civil puede proponer al Ministerio Publico


diligencias probatorias relativas a los puntos consignados en la literal “c” anterior y
en caso de negativa, acudir el juez de la instrucción a efecto de que valore la ne-
cesidad de la diligencia (artículo 315 del Código Procesal Penal);

e) Intervenir en aquellas diligencias que por su naturaleza y características se deban


considerar definitivas o irreproducibles, así como a la declaración de los testigos
que por enfermedad u otro impedimento no podrá deponer durante el juicio (Articu-
lo 317 del Código Procesal Penal);

f) Asistir a las diligencias que se desarrollen en el procedimiento preparatorio que


puedan vincularse con la prueba referida al resarcimiento del daño demandado,
excepto cuando se trate de la declaración del imputado, salvo en que este lo per-
mita (artículo 84 segundo párrafo, del Código Procesal Penal);

g) En el procedimiento intermedio, solicitar por escrito al juez de primera instancia,


antes de la celebración de la audiencia de ley, su deseo de ser admitido como ac-
tor civil en forma definitiva (artículo 340, segundo párrafo, del Código Procesal Pe-
nal);

17
h) En la fase preparatoria del juicio, el actor civil y su abogado pueden examinar las
actuaciones e interponer las recusaciones y excepciones fundadas sobre nuevos
hechos vinculados con el ejercicio de su acción (artículo 346 del Código Procesal
Penal);

i) En la misma fase preparatoria del juicio, debe ofrecer la prueba en la que susten-
ta su derecho (artículo 347 del Código Procesal Penal);

j) En el desarrollo del debate, el actor civil (por medio de su abogado), puede plan-
tear cuestiones incidentales (artículo 369 del Código Procesal Penal);

k) Puede, igualmente, en el momento procesal oportuno, proponer al tribunal que se


introduzcan nuevas pruebas para esclarecer los asuntos de su interés (artículo
381 del Código Procesal Penal);

9. Deberes procesales del actor civil

a) El ejercicio de los derechos y facultades del actor civil y su abogado patrocinante


están supeditados a las condiciones legales que preceptúa la ley procesal penal.

b) El incumplimiento de dichas condiciones puede generar la inadmisibilidad de las


acciones planteadas, como sucede, por ejemplo, con la solicitud de constitución
como parte civil con posterioridad al requerimiento de apertura del juicio por el Mi-
nisterio Publico (artículo 131 del Código Procesal Penal)

c) El actor civil debe actuar necesariamente con patrocinio de Abogado. Este puede
ser solo un patrocinador (artículo 93 del Código Procesal Penal) o ser un repre-
sentante del actor civil, que actúa por el en el proceso (artículo 130 del Código
Procesal Penal y 188 de la Ley del Organismo Judicial). En ambos casos debe de
tratarse de abogados colegiados activos, quedando a salvo el derecho del actor ci-
vil de sustituirlos (artículos 93 y 99 del Código Procesal Penal).

d) Su intervención como sujeto procesal no lo exonera del deber de declarar como


testigo en el proceso penal (artículo 134, segundo párrafo, del Código Procesal

18
Penal) pues tal declaración deviene del interés púbico que origina el ejercicio de la
acción penal, pudiendo incurrir, incluso, en falso testimonio (artículo 460 del Códi-
go Penal).

e) El actor civil deberá responder por las costas procesales que generen su interven-
ción como tal, en los casos que su pretensión resarcitoria sea rechazada (artículo
520 del Código Procesal Penal)

EL ABOGADO DEFENSOR

Miguel Fenech: “ La persona que, teniendo la habilitación legal exigida para ello,
se dedica profesionalmente a la defensa técnico-jurídica de las partes que
intervienen en un proceso… esta definición se concentra a la consideración del
abogado, en su aspecto de defensor de la parte en el proceso”.

Vicenzo Manzini: “Es el que interviene en el proceso penal para desplegar en él


una función de asistencia jurídica a favor de los derechos y demás interés público
y no solamente para el patrocinio del interés particular”.

Jorge Clariá Olmedo: “Todo profesional del derecho que pone al servicio de
quienes tienen intereses comprometidos en un proceso, su actividad profesional y
sus conocimientos jurídicos”.

1. La defensa

Generalidades

En sentido lato se entiende por defensa, toda actividad que las partes realizan
para hacer valer en el proceso penal sus derechos e intereses, en atención a la
pretensión punitiva y la de resarcimiento, en su caso, o bien para impedirla, según
sea su posición procesal; desde esta perspectiva puede distinguirse dos clases de
defensa: la defensa genérica o material y la defensa especifica o procesal.

19
Señala Fenech que “se entiende por defensa genérica aquella que lleva a cabo la
propia parte por si mediante actos constituidos por acciones u omisiones, encami-
nados a hacer prosperar o a impedir que prospere la actuación de la pretensión …
junto (a la anterior) encontramos la defensa especifica o procesal, también llama-
da profesional, que se lleve a cabo no ya por la parte misma, sino por personas
peritas que tienen como profesión el ejercicio de esta función técnico-jurídica de
defensa de las partes que actúan en el proceso penal para poner de relieve sus
derechos y contribuir con su conocimiento a la orientación y dirección en orden a
la consecución de los fines que cada parte persigue en el proceso y en definitiva,
facilitar los fines del mismo”.

De las consideraciones anteriores puede decirse que la defensa en nuestro Dere-


cho Positivo es el resultado de mezclar los criterios expuestos por el tratadista es-
pañol; por un lado, la defensa especifica se representa como la actividad profesio-
nal de dirección de las partes privadas, sean acusadoras o acusadas a efecto de
conseguir los fines que se pretenden en el proceso penal y, por otro, la que a título
personal realiza la parte.

Lo anterior es receptado por el Código Procesal Penal en su artículo 71, primer


párrafo; “Los derechos que la Constitución y este Código otorgan al imputado,
puede hacerlos valer por sí o por medio de su defensor, desde el primer acto del
procedimiento dirigido en su contra hasta su finalización”.

2. El defensor

El defensor es el sujeto que realiza los actos propios de la defensa; en este senti-
do, es menester advertir que hablaremos del Defensor, refiriéndonos a las partes
privadas, con exclusión de las partes públicas, o sea del Ministerio Publico y de la
Procuraduría General de la Nación, que actúan por sí sin necesidad de asistencia
profesional exterior.

20
La regulación procesal expresa que “ el sindicado tiene derecho a elegir un abo-
gado defensor de su confianza” (el resaltado es nuestro); al respecto, Manuel Oso-
rio y Florit señala que “cuando una persona necesita el asesoramiento o la defen-
sa de un letrado y elige al que más le agrada entre los abogados que ejercen la
profesión, no hay duda de que le otorgan una confianza personal”.

Sin embargo, ese deseo del imputado en cuanto a la selección y designación del
“abogado de confianza”, debe coincidir con las condiciones legales exigibles para
el designado, es decir, debe tratarse de un abogado con título que lo habilite para
el ejercicio profesional y estar debidamente inscrito en el Colegio de Abogados y
en la Corte Suprema de Justicia, además, claro está, en cuanto a requisitos no for-
males, que cuente con conocimientos específicos, dedicación e idoneidad.

Al respecto, el artículo 93 del Código Procesal Penal establece: “solamente los


abogado colegiados activos podrán ser defensores. Los jueces no permitirán que
a través del mandato se contravenga esta disposición”. Por otro lado, el artículo 94
del mismo cuerpo de leyes, preceptúa: “Para el ejercicio de su función, los defen-
sores serán admitidos de inmediato y sin ningún trámite, por la policía, el Ministe-
rio Publico o por el tribunal competente, según el caso”.

Es de destacar que el imputado puede asumir su propia defensa a condición de te-


ner la capacidad para ejercerla siempre que con ello, a criterio del juez, no entor-
pezca el proceso; así lo establece la parte conducente del artículo 92: “… Si pre-
fiere (el sindicado) podrá defenderse por sí mismo, el tribunal lo autorizara solo
cuando no perjudique la eficacia de la defensa técnica y, en caso contrario lo de-
signara de oficio…”

Volvemos a insistir que no puede haber imputado sin defensa: los defensores pue-
den ser varios actuando como una sola defensa, por lo que la notificación hecha a

21
uno de ellos se tiene como efectuada a todos. Al respecto se establece en el ar-
tículo 96 de nuestra ley procesal lo siguiente: “El imputado no podrá ser defendido
simultáneamente por más de dos abogados durante los debates en un mismo
acto. Cuando intervengan dos defensores o más la notificación practicada a uno
de ellos bastara respecto de ambos, y la sustitución del uno por el otro no alterara
los trámites ni los plazos.

Ambos, no obstante, conservaran sus facultades autónomas, salvo cando la ley


expresamente imponga una división de funciones”.

En este punto es de hacer notar, que el imputado puede contar con los defensores
que estime convenientes a lo largo del proceso; lo que no le es permitido es que
durante los debates, sea presentado por más de dos.

Por otro lado, la defensa común de varios imputados, puede estar a cargo de un
solo defensor, siempre y cuando no exista entre ellos intereses encontrados. Así lo
señala el artículo 95 del Código Procesal Penal: “La defensa de varios imputados
en un mismo procedimiento por un defensor común es, en principio, inadmisible”.

El tribunal competente, según el periodo del procedimiento, o el Ministerio Público


podrá permitir la defensa común cuando, manifiestamente, no exista incompatibili-
dad. Cuando se advierta la incompatibilidad, podrá ser corregida de oficio, prove-
yendo a los reemplazos necesarios, según está previsto para el nombramiento de
defensor”.

Ahora bien, el abogado antes de aceptar el cargo pude consultar el expediente del
procedimiento preparatorio, aun antes del vencimiento del plazo de reserva que
señala la ley, pues el Código Procesal Penal establece en su artículo 314, segun-

22
do párrafo que “las actuaciones solo podrán ser examinadas por el imputado, las
demás personas a quienes se les haya acordado intervención en el procedimiento,
los defensores y los mandatarios…” Pero, una vez que aceptado la obligación de
desempeñar el cargo, no puede separarse de él sino por razones que lo justifi-
quen.

Cualquier separación o suspensión en el cargo obliga a nombrar un defensor sus-


tituto o a un defensor de oficio.

Claro esta que esta situación no impide el normal desenvolvimiento del proceso. Al
respecto, el artículo 97 del Código Procesal Penal establece: “Cada defensor po-
drá designar un sustituto para que, con el consentimiento del imputado, intervenga
si el titular tuviere algún impedimento”. Por otro lado, el artículo 99 del mismo
cuerpo de leyes señala: “El imputado puede designar posteriormente otro defen-
sor, reemplazando al anterior que ya interviene en el procedimiento, pero este últi-
mo no podrá abandonar la defensa hasta que el nuevo defensor acepte el cargo.
El mismo derecho existe para reemplazar al defensor nombrado de oficio por uno
propuesto por el imputado.

Por último, los abogados defensores están sometidos a un régimen de responsabi-


lidad por demás estricto, estableciéndose en los artículos 104 y 105 del Código
Procesal Penal lo siguiente: “Se prohíbe al defensor descubrir circunstancias ad-
versas a su defendido, en cualquier forma en que las haya conocido”. “El aban-
dono de la defensa constituirá falta grave y obligará, a quien incurra en él al gasto
de las costas provocadas por el reemplazo, sin perjuicio de las sanciones corres-
pondientes. El abandono será comunicado inmediatamente al Tribunal de Honor
del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala”.

23
TERCERO CIVILMENTE DEMANDADO

Es aquella parte contingente frente a la que se pide en el proceso penal la


actuación de las prestaciones civiles de resarcimiento, cuando se trate de persona
distinta del imputado. Miguel Fenech.
El actor civil dirige su acción contra el imputado, pero puede convocar a la causa a
quien, según las leyes, tiene que responder por aquel a raíz del daño causado por
el delito, y ese responsable puede comparecer espontáneamente al proceso, al
cual podría ser convocado para qu se lo tenga en tal carácter y se le dé la
intervención que corresponda. Carlos Creus.
Las personas que respondan por el imputado del daño causado directamente por
el delito, en virtud de la ley civil, y no a consecuencia de un contrato, es decir, a la
personalidad por el hecho ajeno derivado de una presunción legal de culpa, in
vigilando o in negligendo. Alfredo Velez Mariconde.

1. INTERVENCION FORZOSA

A) Titular del derecho de citación

Establece el artículo 153, primer párrafo del código Procesal Penal que
“quien ejerza la acción reparadora podrá solicitar la citación de la perso-
na que, pro previsión directa de la ley, responda por el daño que el im-
putado hubiere causado con el hecho punible, a fin de que intervenga en
el procedimiento como demanda”. Traemos la disposición anterior apara
afirmar que la intervención en el proceso del tercero civilmente deman-
dado deriva de la solicitud formulada al juez instructor por el actor civil o
quien pretenda serlo. Naturalmente que si en el proceso existiesen dos
o más actores civiles, la intervención del tercero civilmente demandado,
solo tendrá lugar respecto de aquel que insto su citación de donde se
desprende que la titularidad del derecho de citación corresponde al ac-
tor civil.

B) Instancia de citación

Se establece en el segundo párrafo del artículo precitado que “ la solici-


tud deberá ser formulada en la forma y en la oportunidad previstas en
este código, con indicación del nombre, domicilio o residencia del de-
mandado y de su vínculo jurídico con el imputado”.

En atención a lo establecido en el código Procesal Penal diremos que la


convocatoria del tercero civilmente demandado debe formularse perso-
nalmente por el legitimado para reclamar por los daños y perjuicios oca-
sionados por el hecho punible, por sus representante legales o por un

24
mandatario judicial, es un escrito que debe contener el nombre y lugar
de residencia del solicitante y el nombre y lugar de la residencia de la
persona física o jurídica que se estima es civilmente responsable.
Debe consignarse, además, el vínculo jurídico de este con el imputado y
porque los daños y perjuicios debe ser responsable aquel.

El vínculo jurídico que es el presupuesto legal que origina la responsabi-


lidad civil del tercero civilmente demandado por el daño causado por el
autor del delito. La pretensión resarcitoria dirigida en contra el tercer, se
circunscribe a lo normado en el artículo 119 del código Penal, así como
lo relativo a las costas

Del proceso (artículos 507, 510 y 520 del código Procesal Penal) y
debe formularse en la oportunidad prevista en la ley (artículo 131 del
código Procesal Penal).

C) Resolución que ordena la citación

Establece el artículo 136 del Código Procesal Penal que “el juez que
controla la investigación decidirá sobre la solicitud; si la acoge, mandara
a notificar al tercero civilmente demandado. Notificara también al Minis-
terio Publico”

Es de advertir que con arreglo a lo establecido en el artículo 142 de la


ley del Organismo Judicial, el juez de primera instancia penal debe dic-
tar, el día siguiente de la respectiva solicitud, el correspondiente decreto
que resuelve el apartado de peticiones del accionante. En caso de de
ordenar la convocatoria al proceso del tercero civilmente demandado
deberá notificarle con arreglo a la ley procesal penal (artículos del 160 al
167 del Código Procesal Penal).

D) Rebeldía del tercero civilmente demandado

Es rebelde el que debidamente citado como civilmente demandado res-


ponsable no compareciera a estar a derecho en plazo de citación a jui-
cio. Señale Nuñez.

En este punto debemos de advertir que nuestra ley procesal penal invo-
cando la garantía del derecho de defensa no permite la declaratoria de
la rebeldía del tercero civilmente demandado como puede ocurrir con el
imputado penalmente de quien puede solicitarse a la respectiva declara-
toria a efecto de evitar consecuencias ulteriores, toda vez que la deduc-
ción de la correspondiente responsabilidad civil continua aun sin su pre-

25
sencia en el proceso; así, el artículo 137 del Código Procesal Penal es-
tablece lo siguiente:

“la falta de comparecencia del citado a su inasistencia a los actos no


suspenderá el trámite, pudiendo intervenir en cualquier momento del
procedimiento”. Del mismo modo, en el debate, el artículo 354, último
párrafo, preceptúa: “si el tercero civilmente demandado no comparece o
se aleja de la audiencia, el debate proseguirá como si estuviera presen-
te”. Por lo anteriormente consignado podemos concluir que para dedu-
cir la responsabilidad civilmente al tercero civilmente demandado no
hay necesidad de declararlo rebelde, teniendo, eso si, que cumplir la ju-
dicatura, con realizar los emplazamientos y notificaciones en los plazos
de la ley para evitar la actividad procesal defectuosa.

2. INTERVENCION ESPONTANEA

A) Derecho a intervenir

Establece el primer párrafo del artículo 138 del Código Procesal Penal
que “cuando en el procedimiento se ejerza la acción reparadora, el ter-
cero que pueda ser civilmente demandado tendrá derecho a intervenir
en el, instando su participación”. En el sentido expuesto por la norma
procesal, señala Nuñez que “el derecho a intervenir voluntariamente
en el proceso penal que la ley le confiere al tercero que puede ser civil-
mente demandando por el resarcimiento del daño causado por el hecho
al imputado se funda en que como responsable in solidum con este últi-
mo por ese perjuicio, tiene interés en esa intervención porque después
de la condenación del acusado en el juicio criminal, se encontrara en la
imposibilidad de discutir en un juicio civil independiente las característi-
cas y circunstancias del hecho principal constitutivo del delito del que
debe reparar los perjuicios de impugnar la culpa de condenado en
puntos que atañan a su responsabilidad resarcitoria”.

Hay que advertir, sin embargo, que el hecho de que se ejerza la acción
reparadora en el proceso penal no deberá bastar a los efectos de la
constitución espontanea del tercero civilmente demandado; hay necesi-
dad de que el actor civil permanezca dentro del proceso para que
aquel tenga intervención. Al respecto el artículo 139 del Código Procesal
Penal establece “la exclusión, el desistimiento o el abandono del actor
civil, hará cesar la intervención del tercero civilmente demandado”.

26
B) Instancia de constitución

La instancia de constitución como tercero civilmente demandado debe


formularse por escrito. Se puede comparecer personalmente o por
mandatario judicial en un escrito que debe contener el nombre y el lugar
de residencia del solicitante; debe identificarse el proceso en el que se
solicita intervenir y señalar, expresamente, el deseo de ser admitido
como sujeto pasivo de la acción civil expresando los motivos en que se
basa su solicitud. Al respecto el segundo párrafo del artículo 138 del
Código Procesal Penal establece “la solicitud deberá llenar requisitos
que exige este código y ser admisible hasta la oportunidad prevista para
el actor civil”.

La resolución judicial que concede intervención espontanea al tercero ci-


vilmente demandado debe notificarse al Ministerio Publico y a las de-
más partes vinculadas al ejercicio de la acción civil a efecto de construir
la relación procesal de quienes tienen interés en la deducción de las
responsabilidad civil derivada del delito. Para los efectos de las notifica-
ciones correspondientes deberá observarse las regulaciones de los ar-
tículos del 160 a 167 del Código Procesal Penal.

C) Oposición a la constitución del tercero civilmente demandado

Los motivos para oponerse a la intervención del demandado civil, como


en el caso de a la oposición a la intervención del actor civil, son de na-
turaleza procesal. Señala Núñez.

Así, el segundo párrafo del artículo 133 del Código Procesal Penal con-
signa que “cualquiera de las partes podrá oponerse, interponiendo las
excepciones correspondientes, durante el procedimiento preparatorio y
en el procedimiento intermedio conforme a este código”.

De lo expuesto podemos advertir que dependiendo de la forma de inter-


vención del tercero, así será la facultad respectiva. Si se trata de inter-
vención forzosa, podrán oponerse el tercero civilmente demandado y
el imputado. Si se trata de intervención espontanea, podrá oponerse el
actor civil y en su caso el imputado. La oposición se plantea como se-
ñala el artículo precipitado, interponiendo las excepciones que tengan
lugar: incompetencia, falta de acción o extinción de la pretensión civil
(artículo 294 del Código Procesal Penal) y se tramitan en la vía inciden-
tal con arreglo a la Ley del Organismo Judicial (artículo 135 al 140).

27
D) Constitución definitiva del tercero civilmente demandado

El tercero civilmente demandado queda vinculado al juicio, en definitiva


al dictarse el auto de apertura del juicio penal, pues es en esta resolu-
ción (en el procedimiento intermedio) en donde se decide que sujetos
procesales deben comparecer a juicio ante el tribunal de sentencia asig-
nado.

3. FACULTADES DEL TERCERO CIVILMENTE DEMANDADO

El artículo 140 del Código Procesal Penal que “el tercero civilmente de-
mandado gozara de facultades y garantías necesarias para su defensa en
lo que concierne a sus intereses civiles”. En este punto diremos que el goce
del as facultades y garantías que la ley refiere cobran vida desde el mo-
mento en que el órgano jurisdiccional reconoce su constitución como suje-
to procesal. El paralelismo existe entre el responsable civil y el imputado
determina en cierta manera su equiparación procesal en cierto aspecto de-
fensivo y a la vez que en cierta manera gravosa.

En el aspecto gravoso si bien no pueden utilizarse contra el responsable


civil las medidas coercitivas que se utilizan contra el imputado por estar
exento de soportar los actos cautelares personales que impliquen una dis-
minución de sus derechos de libertad individual, le son aplicables las medi-
das de aseguramiento que no pueden utilizarse contra el imputado, como
son la obligación de prestar fianza y subsidiariamente de soportar el em-
bargo de sus bienes en la forma establecida por la ley.

Hay que destacar que tanto el imputado penalmente como al demandado


civilmente les está garantizando su derecho de defensa; así el artículo 12
de la Constitución política de la República establece “la defensa de la per-
sona y sus derechos son inviolables. Nadie podrá ser condenado, ni privado
de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en el proceso legal
ante el juez o tribunal competente y preestablecido”. Que en tanto el de-
mandado civilmente tiene como medida de su garantía de defensa en jui-
cio, el derecho de audiencia y prueba no restringida irrazonablemente, la
defensa penal imputado requiere eso y algo más, como es la imposibilidad
de que se lo someta al juicio en ausencia, incluso si es rebelde. Por el con-
trario el demandado civil puede ser sometido a juicio y condenado estando
rebelde si ha sido notificado legalmente del decreto de constitución. Señala
Nuñez.

28
Afirma lo anterior, el primero y quinto párrafo del artículo 354 del Código
Procesal Penal, así “el debate se realizara con la presencia ininterrumpida
de los jueces llamados a dictar sentencia, del Ministerio Publico, del acusa-
do, de su defensor y de las demás partes o sus mandatarios”. Si el tercero
civilmente demandado no comparece o se aleja de la audiencia, el debate
proseguirá como si estuviera presente.

Facultades y deberes del tercero civilmente demandado a lo largo del pro-


ceso:

1. FACULTADES

A) En el procedimiento preparatorio

a) Tiene derecho a ser representando en el proceso por su abogado defen-


sor, con la sola excepción de las actividades estrictamente personales.
Articulo 140 Código Procesal Penal, segundo párrafo.

b) Tiene derecho a sustituir el abogado que lo patrocina por otro de su


confianza personal. articulo 99 Código Procesal Penal.

c) Tiene derecho a solicitar, a su costa, fotocopias simples del as actua-


ciones sin ningún trámite. Articulo 150 Código Procesal Penal.

d) Una vez constituido en el proceso, el tercero civilmente demandado y su


abogado pueden examinar el expediente del procedimiento preparato-
rio. Articulo 314 Código Procesal Penal.

e) Tiene derecho a ser notificado de las resoluciones judiciales en lo que


concernientes a sus intereses como demandado. Artículos 136 y del 160
al 169 Código Procesal Penal.

f) Puede interponer excepciones procesales en lo que respecta a la de-


ducción de la responsabilidad civil en su contra. Artículos 140 y 294 Có-
digo Procesal Penal.

g) A los fines del éxito de su acción, el tercero civilmente demandado pue-


de proponer al Ministerio Publico diligencias probatorias relativas a su
defensa como demandado civil y en caso de negativa acudir al juez
controlador de la instrucción a efecto de que alore la necesidad de la di-
ligencia. Articulo 315 Código Procesal Penal.

h) Intervenir en aquellas diligencias que por naturaleza y características se


deban considerar definitivas e irreproducibles, así como a la declara-
ción de los testigos que por su enfermedad u otro impedimento no po-

29
drán presumiblemente deponer durante el juicio. Articulo 317 Código
Procesal Penal.

i) Asistir a las diligencias que se desarrollen en el procedimiento prepara-


torio que puedan vincularse con la prueba referida al resarcimiento del
daño demandado, excepto cuando se trate de la declaración del imputa-
do, salvo que este lo permita. Articulo 84 Código Procesal Penal.

B) En el procedimiento interno

a) Tiene derecho a ser notificado de las conclusiones del Ministerio Publi-


co respecto del procedimiento preparatorio. Articulo 335 Código Proce-
sal Penal.

b) Igualmente puede consultar las actuaciones que fundamentan en el re-


querimiento del fiscal en el plazo de seis días. Articulo 335 Código Pro-
cesal Penal.

c) Puede, antes de la celebración de la audiencia de ley solicitar por escri-


to al juez de primera instancia su deseo de ser admitido como tercero
civilmente demandado en forma definitiva. Articulo 340 segundo párrafo
Código Procesal Penal.

d) En la audiencia en el procedimiento intermedio, tiene derecho de opo-


nerse a la constitución definitiva del actor civil e interponer las excep-
ciones que correspondan; igualmente puede presentar prueba docu-
mental que pretenda hacer valer por los efectos de la oposición. Articulo
339 Código Procesal Penal.

e) Al concluir la audiencia y dictarse la resolución correspondiente, tiene el


derecho si no está presente a que se remita copia escrita de la resolu-
ción judicial. Articulo 341 segundo párrafo Código Procesal Penal.

C) En la fase preparatoria del juicio

a) Tiene derecho de comparecer ante el tribunal de sentencia designado


para el juicio y constituir lugar para recibir notificaciones. Articulo 344
Código Procesal Penal.

b) Tiene derecho a interponer excepciones fundadas sobre nuevos hechos


vinculados con el ejercicio de su acción. Articulo 346 Código Procesal
Penal.

c) Ofrece la prueba en la que sustenta su derecho. Articulo 347 Código


Procesal Penal.

30
d) A ser notificado de la resolución que indica el lugar, día y hora en que
se realizara la audiencia de debate. Articulo 350 Código Procesal Pe-
nal.

D) En el debate

a) En caso de suspensión o postergación extraordinaria de la audiencia de


debate tiene el derecho de notificación. Artículos 373 y 381 Código Pro-
cesal Penal.

b) Puede plantear cuestiones incidentales. Articulo 369 Código Procesal


Penal.

c) Con la venia del presidente del tribunal, por medio de su abogado puede
formular preguntas a las partes, testigos, peritos e intérpretes en lo rela-
tivo a sus intereses civiles. Articulo 382 Código Procesal Penal.

d) Puede, igualmente en el momento procesal oportuno proponer al tribu-


nal de que se introduzcan nuevas pruebas para esclarecer los asuntos
de su interés. Articulo 381 Código Procesal Penal.

e) Está autorizado por la ley para emitir sus conclusiones sobre el mérito
de la causa en cuanto a la demanda de que ha sido objeto, no entiendo
el derecho de réplica. Articulo 382 Código Procesal Penal.

2) DEBERES
El tercero civilmente demandado está supeditado al igual que el actor civil, la
observancia de una serie de deberes en el curso del proceso. La inobservancia de
los mismos motivara al tribunal a ejercer el poder de disciplina correspondiente.
Así, el artículo 358 del Código Procesal Penal establece que “ el presidente del
tribunal ejercerá el poder de disciplina de la audiencia. También podrá…2)
corregir en el acto, con arresto hasta de cinco días o multa las infracciones que se
cometan, sin perjuicio de expulsar al infractor de la sala de audiencia. La media
será dispuesta por el tribunal si el infractor fuere representante del Ministerio
Publico, el acusado. Su defensor, el querellante, las partes civiles o sus
mandatarios, si los expulsados fueren las partes civiles o el querellante podrán
nombrar sustituto y si no lo hicieren se tendrá por abandonadas sus
intervenciones”.
Hay que tomar en cuenta en este punto, que la no presencia del tercero civilmente
demandado no interrumpe la continuidad del debate. Articulo 354 Código Procesal
Penal.
Por último el artículo 359 del mismo cuerpo de leyes establece que “quienes
asistan a la audiencia deberán permanecer respetuosamente y en silencio
mientras no estén autorizados para exponer o deban responder a las preguntas
que se les formulen. No podrán llevar cámaras fotográficas…”.

31
OTROS SUJETOS PROCESALES
LA POLICIA - ARTICULO 112. *Función
La policía, por iniciativa propia, en virtud de una denuncia o por orden del Ministe-
rio Público, deberá:
1. Investigar los hechos punibles perseguibles de oficio.
2. Impedir que éstos sean llevados a consecuencias ulteriores.
3. Individualizar a los sindicados.
4. Reunir los elementos de investigación útiles para dar base a la acusación o de-
terminar el sobreseimiento: y
5. Ejercer las demás funciones que le asigne este Código.
6. SI el hecho punible depende para su persecución de una instancia particular o
autorización estatal, regirán las reglas establecidas por este Código
7. Los funcionarios y agentes policiales serán auxiliares del Ministerio Público para
llevar a cabo el procedimiento preparatorio, y obrarán bajo sus órdenes en las in-
vestigaciones que para ese efecto se realicen.

EL ACTOR CIVIL, CONCEPTO Y PARTICIPACION EN EL PROCESO PENAL


Como consecuencia de la comisión de un delito, se generan dos acciones impor-
tantes. Por un lado la acción penal para castigar al imputado por el delito imputa-
do, y por otro, una acción civil, para ejercer la acción reparadora o restitución del
daño causado. La parte quien solicita esa reparación se le domina actor civil, y lo
puede hacer antes que el Ministerio publico requiera la apertura del juicio o en el
sobreseimiento. Vencida eta oportunidad el juez rechazara sin más trámite tal ac-
ción. La acción civil puede dirigirse contra el imputado y procederá aun cuando no
estuviera individualizado. Podrá también dirigirse contra quien, por previsión de la
ley, responde por el daño que el imputado hubiera causado con el hecho punible.
Conviene anotar, que en el proceso penal, el actor civil únicamente actuara en ra-
zón de su interés civil. Limitara su intervención a acreditar el hecho, la imputación
de ese hecho a quien considere responsable.

CONSULTORES TECNICOS
Articulo 141 Código Procesal Penal
Si, por las particularidades del caso, alguna de las partes considera necesario ser
asistida por un consultor en una ciencia, arte o técnica, lo propondrá al Ministerio
Público o al tribunal, quien decidirá sobre su designación, según las reglas aplica-
bles a los peritos, en lo pertinente, salvo que sea legalmente inhábil conforme a

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este Código. El consultor técnico podrá presenciar las operaciones periciales y ha-
cer observaciones durante su transcurso, pero no emitirá dictamen; Los peritos ha-
rán constar las observaciones. En los debates, podrá acompañar a quien asiste,
interrogar directamente a los peritos, traductores o intérpretes, y concluir sobre la
prueba pericial, siempre bajo la dirección de quien lo propuso.

LA VICTIMA PLENAMENTE IDENTIFICADA


Es aquella persona sobre el cual recaen directamente las secuelas del delito. Ar-
tículos 5, 117, 124 Código Procesal Penal.

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CONCLUSIONES

En conclusión podemos decir, que la estructura del sistema jurídico guatemalteco


específicamente en los sujetos del proceso penal, tantos los principales como los
indispensables se estructuran y organizan de una manera muy contundente para
respetar el debido proceso penal.

Estipulando dentro de los tres grupos principales de los sujetos procesales deter-
minando bien la función de cada uno dentro de dicho proceso penal.

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BLIOGRAFIA
1. Walter Paulino Jiménez Texaj, resumen de derecho procesal penal l.

2. Curso de derecho procesal penal guatemalteco Lic. Benito Maza.

3. Derecho procesal penal, concepto fundamental y principios procesales,


Bauman, Jurgen.

4. Elementos del derecho procesal penal, Florian Eugenio.

5. Lecciones de derecho procesal penal, Valenzuela Oliva Wilfredo.

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