Está en la página 1de 13

Soto; El otro sendero

el proceso de la invasión violenta se inicia con la reunión de un grupo de personas identificadas


por pertenecer a una misma vecindad, familia o paisanía, con el interés común de procurarse
vivienda. (p. 20)

Elegido el terreno, el núcleo original trata de hacer ver a los interesados que están mejor
formando parte de una invasión, que actuando individualmente. Comienzan a reunir así la masa
crítica indispensable para lograr un tamaño óptimo de invasión que permita disminuir las
posibilidades de represión policial y evitar la “reinvasión” del asentamiento por nuevos
individuos que traten de ocupar las áreas libres. (p. 21)

En muchos casos, se negocia simultáneamente con el comité de microbuseros más cercano para
que extienda de facto su ruta hasta llegar al nuevo asentamiento, asegurando así la facilidad de
transporte de los invasores. Además, producida la toma del terreno, no tardan en aparecer los
ambulantes, que se encargan de aprovisionar a los pobladores de alimentos y demás vituallas, y
los vendedores de materiales de construcción, con todo lo necesario para edificar las primeras
viviendas.

conforman unos piquetes de defensa que están listos para repeler cualquier intento de desalojo
con piedras, palos y otros objetos contundentes, así como para castigar drásticamente la comisión
de cualquier delito. (p. 22)

Si las invasiones son deliberadas e implican negociaciones para llegar a ellas, suponen también
la existencia de un acuerdo previo entre los invasores. Es en ese sentido que podemos hablar de
un “contrato de invasión’’ como la fuente de la normatividad extralegal en los asentamientos
informales y el origen de la organización de los vecinos.

Los diferentes acuerdos necesarios para hacer una invasión vienen a ser las cláusulas de ese
contrato. Tales cláusulas pueden ser agrupadas en dos; las que se refieren a la creación,
demarcación y repartición del asentamiento mismo, y las que crean, determinan funciones y
asignan responsabilidades a la organización informal encargada de ejecutar los términos del
contrato.
los acuerdos que establecen los mecanismos para elegir a la dirigencia, le encargan la
negociación con las autoridades o eventualmente con los invadidos, le asignan presupuestos y
estipendios, le encomiendan la actualización de los padrones, le confían el cuidado del orden
público, la administración de justicia y aun la movilización de la resistencia. (p. 23)

la instauración de un derecho sobre el terreno, que carece de equivalente específico en el mundo


legal y al que hemos de nominado “derecho expectaticio de propiedad”

Tiene un carácter temporal, en espera de que alguna vez el gobierno confiera a los informales la
propiedad definitiva o de que, con el transcurso del tiempo, las organizaciones populares puedan
defenderlo tan efectivamente como el Estado.

la necesidad de una constante presencia física. Posteriormente, el derecho expectaticio se va


sustentando además en la propia actividad de las autoridades

en el momento en que queda claro que el Estado no erradicará el asentamiento, los invasores
comienzan a edificar con material noble. Estas edificaciones, a su vez, se convierten en un nuevo
y poderoso sustento para el derecho expectaticio (p. 23)

Eventualmente, cuando las autoridades otorgan derechos de propiedad definitivos a los


pobladores, se basan en la información contenida en este registro, de modo que la normatividad
extralegal logra satisfacer, a la postre, la expectativa de propiedad generada. (p. 26)

Organizaciones informales

en todos los asentamientos informales han existido siempre organizaciones de naturaleza


democrática, con un organigrama básico y nítido compuesto por una dirigencia central como ente
ejecutivo y una asamblea general como ente deliberativo.

Para este efecto desempeñan un conjunto de funciones consistentes en negociar con las
autoridades, defender el orden público, tratar de proveer servicios, registrar las propiedades
existentes en el asentamiento y administrar justi1cia por su cuenta. (p. 27)
Las negociaciones resultantes abarcan diferentes problemas, como el reconocimiento de los
derechos adquiridos, la provisión de servicios básicos y obras de infraestructura y las demás
contingencias.

estas organizaciones tratan de contar con una dirigencia competente y con los contactos políticos
o burocráticos suficientes como para poder conseguir apoyo

En lo referente a la defensa del orden público, las organizaciones actúan contra los delincuentes
comunes en dos momentos definidos. En primer lugar, durante la invasión misma, a través de los
piquetes de autodefensa, vigilancia, seguridad y recepción cíe nuevos invasores; y en segundo
lugar, ya establecido el asentamiento, a través de los vecinos mismos o de comisiones
especialmente de signadas para el efecto.

las organizaciones informales buscan mejorar el nivel de vida de sus socios y acrecentar el valor
de sus propiedades, tratan también de proveer servicios públicos para los asentamientos. Para el
efecto, asignan responsabilidades entre los pobladores, formando comisiones que se encargan de
tareas específicas, como conseguir agua y desagüe, electricidad, pistas y aceras. Estas organizan
sus presupuestos tomando en consideración los ingresos por cotizaciones de los pobladores y los
egresos por concepto de estipendios a los dirigentes, realizaciones de obras, costo por trámites y
fondo para sobornar a funcionarios públicos, entre otros.

las organizaciones informales buscan mejorar el nivel de vida de sus socios y acrecentar el valor
de sus propiedades, tratan también de proveer servicios públicos para los asentamientos. Para el
efecto, asignan responsabilidades entre los pobladores, formando comisiones que se encargan de
tareas específicas, como conseguir agua y desagüe, electricidad, pistas y aceras. Estas organizan
sus presupuestos tomando en consideración los ingresos por cotizaciones de los pobladores y los
egresos por concepto de estipendios a los dirigentes, realizaciones de obras, costo por trámites y
fondo para sobornar a funcionarios públicos, entre otros. (P. 28)
Matos Mars

El migrante tuvo que adaptarse al contexto que le ofrecía la ciudad y encontrar soluciones dentro
de las posibilidades dadas por su experiencia previa. Tenía dos opciones: someterse al sistema
legal imperante aceptando la falta de techo o violentar los límites del sistema establecido. Su
origen, así como su situación frente a la estructura social urbana y los mecanismos existentes en
la "Ciudad Legal", que están ligados a un sistema de poder que se expresa a nivel político, social
y económico, determinó que decidiera por la segunda opción, es decir la invasión de áreas
marginales posibles de ser urbanizadas. A partir de esta decisión, tanto los migrantes como los
nativos que conforman los sectores populares urbanos, se convirtieron en invasores de terrenos,
llegando con frecuencia a apropiarlos por la fuerza. (p. 77)

emprendieron la construcción de sus viviendas, las mismas que irían paulatinamente


complicándose desde la estera hasta el ladrillo. Alcanzaron finalmente el reconocimiento legal de
sus conquistas y con ello los ansiados títulos de propiedad. Al final la barriada se hizo un barrio
como todos. (p. 78)

se practica en forma creciente sistemas de reciprocidad como la minka. Ceremonias asociadas a


la construcción andina de viviendas, se difunden y adoptan forma urbana: el techado de casas y
edificios se celebra agasajando a los que participaron del trabajo. (p. 81)

La acumulación de basura, la escasez de agua potable, la insuficiencia de los sistemas de


alcantarillado y el deterioro creciente en el abastecimiento de fluido eléctrico y en la red de
comunicaciones, afectan como nunca la vida de las mayorías urbanas.

Un nuevo personaje caracteriza la alambicada circulación: el microbús. Las rutas se alargan, se


complican y terminan en un laberinto interminable. Las calles y avenidas se estrangulan por la
fuerte congestión en los momentos de ingreso y salida de la desmesurada burocracia pública y
privada. La dispersión irracional de los locales escolares, caotiza aún más el transporte. (p. 87)

que antes se trataba de obtener un pedazo de terreno y una casa, proyectando y adaptando las
estrategias de la lucha comunitaria y sin reparo por leyes y formalidades ajenas al propio mundo;
ahora se trata de sobrevivir y alcanzar seguridad por vías de la propia iniciativa, individual o
colectiva, sin tomar en cuenta los límites impuestos por las leyes y normas oficiales.

Sin graves conflictos con el sistema de administración de obras y servicios, las poblaciones se
organizan espontáneamente para la solución de sus problemas de agua, alumbrado, asfaltado o
locales públicos. (p. 91)

La ilegalidad, la alegalidad, la clandestinidad y la semi clandestinidad se convierten en un estilo


dominante e invasor en el que cristaliza institucionalmente la nueva cultura y ante cuya
universalidad y omnipresencia el Perú Oficial sólo puede responder con el escándalo, la
indiferencia o intentos esporádicos y violentos para hacer sentir que continúa existiendo más allá
de los límites de la inmensa cashbah limeña. Hasta en el terreno de la organización política se
hace sentir la presión del nuevo estilo: formas inéditas de lucha popular se manifiestan e
imponen su presencia fuera del juego oficial de las izquierdas y derechas. Contra ellas todas las
tácticas y estrategias de represión convencionales se siguen mostrando inadecuadas. (p. 92)

Incapaz de asumir los costos de una plena operación dentro de los parámetros de la legalidad
tradicional, desborda -en un esfuerzo de parámetros de la legalidad tradicional, desborda -en un
esfuerzo de supervivencia- los límites impuestos por los códigos, reglamentos y supervivencia-
los límites impuestos por los códigos, reglamentos y procedimientos. La magnitud de este
desborde supera ampliamente toda capacidad de control de los órganos gubernamentales. Y lo
que, en un primer momento, tuvo un cauce, definido estrictamente por la crisis de vivienda, se
universaliza ahora, abriendo paso a nuevas "invasiones" de la cultura, la economía, la educación,
el gobierno y la política (p. 93)

La informalización de la economía y de las instituciones comienza a incorporar un número


creciente de representantes de la industria y el comercio formales, amenazados por la quiebra,
mientras que la complementación de ingresos de origen formal, por medio de actividades
informales paralelas, alegales o ilegales, se generaliza en las actividades informales paralelas,
alegales o ilegales, se generaliza en los sectores medios.

Lima, comienza a esbozar el nuevo rostro peruano, que pugna por lograr una forma definida y
que tratará de legitimarse jurídicamente lograr una forma definida y que tratará de legitimarse
jurídicamente venciendo toda resistencia opuesta por la ya debilitada maquinaria de la venciendo
toda resistencia opuesta por la ya debilitada maquinaria de la vieja República Criolla. Algunos de
los rasgos de este rostro novedoso, son ya suficientemente claros como para que podamos
imaginarnos su contenido final: se trata de una fusión interregional de culturas, contenido final:
se trata de una fusión interregional de culturas, tradiciones e instituciones, con fuerte
componente andino y dotada de tradiciones e instituciones, con fuerte componente andino y
dotada de un sentido propio de la ley y la moral, que depende más de los usos, un sentido propio
de la ley y la moral, que depende más de los usos, costumbres y decisiones colectivos y de las
necesidades del vivir costumbres y decisiones colectivos y de las necesidades del vivir cotidiano,
que de las fuentes teóricas de derecho que fundamentaron las constituciones y códigos del Perú
Republicano (p. 94)

El nuevo estilo aparece en un contexto de crisis. Sus manifestaciones se tiñen de la agresividad


que impone al esfuerzo por manifestaciones se tiñen de la agresividad que impone al esfuerzo
por sobrevivir en un medio hosti1. La reivindicación, la fragmentación y el desorden le imprimen
un fuerte matiz de emergencia y apremio. Su desorden le imprimen un fuerte matiz de
emergencia y apremio. Su desborde del molde legal no encuentra los límites entre el desborde
del molde legal no encuentra los límites entre la clandestinidad, la ilegalidad y el delito, mientras
que la organización clandestinidad, la ilegalidad y el delito, mientras que la organización
partidaria no alcanza a entender el fenómeno y el sindicalismo tradicional no llega a absorberlo.
Su nacimiento está preñado de escándalo y suscita el temor en los representantes del mundo
oficial. Aun así, podemos reconocer instituciones que nacen y modos en germen de la podemos
reconocer instituciones que nacen y modos en germen de la nueva representatividad popular.
Negar la potencialidad y el valor nueva representatividad popular (p. 95)

El desarrollo acelerado de la infraestructura de comunicaciones, los cambios en la economía, la


reforma agraria y la modificación en la. estructura de la tenencia de la tierra, la expansión del
mercado interno, la explosión migratoria a las ciudades, han terminado. no solamente por
conformar la imagen de un nuevo Perú, sino por generar una nueva problemática. (p. 102)

al desborde multitudinario de las masas, que se organizan y rebasan toda capacidad de control
por parte de los mecanismos oficiales, creando las bases de una emergente estructura paralela.
Su respuesta a esta crisis del control social no hace sino agravar la situación. La complicación, la
rigidez de las reglamentaciones y los procedimientos burocráticos, la obsesión de una cada vez
más minuciosa normatividad legal y administrativa, sofocan y estrangulan la vida nacional y dan
lugar a la aparición de incoherencias y cuellos de botella que reducen aún más la eficiencia de
los aparatos de gobierno. La respuesta cultural complementaria, representada por la creciente
especialización tecnocrática de las élites y su aumento de sofisticación en el empleo de los
códigos culturales especializados de la sociedad post-industrial ha tenido la agravante
consecuencia de ahondar y abrir cada vez más la brecha que separa la cultura de las clases
gobernantes, de la cultura de las masas. (p. 105)

Los términos de interacción entre el Perú Oficial y la otra sociedad que emerge se modifican en
beneficio de esta última y sus representantes. De mala gana, gradualmente y como de soslayo, el
Estado, sus instituciones y los miembros de las élites gobernantes, se ven obligados a aceptar la
existencia de ámbitos de autogobierno en expansión: ambulantes y comercio extralegal;
industrias que no pagan impuestos ni patentes; guardias y rondas vecinales y campesinas,
"ajusticiamiento" por tribunales comunales; cultos populares y profetas vagabundos; droga y
prostitución; amplios mercados de reducidores de objetos robados; guerrilleros, terrorismo y
"zonas liberadas"; coimas y tramitadores. Los esfuerzos del Estado para restaurar el orden legal
en este ámbito invasor se dan en un contexto de triunfalismo público, que consigue ocultar a
duras penas el privado desaliento. El rechazo contra el orden que caduca se hace penetrante e
invade el campo mismo de la oficialidad (p. 106)

Giuseppe Dematteis

ciencia dirigida principalmente a la producción de planes, hacia una ciencia y una técnica de las
políticas territoriales, es decir, de los procesos interactivos que promueven y regulan la creación
y el incremento de los valores urbanos.

ciudades como agentes intermedios, sistemas territoriales locales, en los cuales los sujetos
sociales –individuos colectivos, públicos o privados– actúan como nodos de unas redes virtuales,
relacionando el medio físico local –ambiente de emplazamiento– con el ámbito más global –
relaciones e intercambios. (p. 54)
Henry Lefèbvre– que la ciudad es la sociedad trazada sobre el suelo, pero a mi modo de ver es
todavía más evidente lo contrario, es decir que la sociedad es la idealización de aquello que
ocurre en el territorio. (p.55)

territorialidad a la mediación simbólica, cognoscitiva y práctica que la materialidad de los


lugares ejerce sobre el comportamiento social (Raffestin, 1981; Turco, 1998)

ciencias territoriales, y de la urbanística en particular: de ser ciencias principalmente dirigidas a


la producción de planes –es decir, indicaciones y normas orientadas a fijar las reglas de uso de
los recursos disponibles (territorialidad del primer tipo)– pasan a ser ciencias y técnicas de las
políticas territoriales, o sea, de procesos interactivos que promueven y regulan la creación y el
incremento de los valores urbanos (territorialidad del segundo tipo). (p. 56)

tomar conciencia de que aquello que la distingue de otros conocimientos y técnicas sociales es el
hecho de operar sobre la territorialidad.

“otros” nos ven aún como aquellos que se limitan a estudiar y planificar la adecuación técnica –
formal y funcional– de la ciudad ante cambios que tienen lugar en otras esferas, mientras la
confrontación con las nuevas realidades urbanas nos obliga a afrontar problemas de la
territorialidad (p. 57)

individuos singulares, las relaciones sociales mediadas por el territorio se articulan en agregados
intermedios de distinto nivel territorial. Dicha articulación es territorial en el sentido de que está
en relación con la variación de las propiedades de los lugares y las regiones, y esto hace posibles
las múltiples formas de territorialidad distintas en el tiempo y en el espacio.

Como sistemas territoriales locales, las ciudades expresan formas de territorialidad distintas,
según las relaciones que sus propios sujetos establecen con el territorio que, entendido como un
milieu, es un conjunto de condiciones-vínculos-recursos potenciales ligados a la naturaleza de
los lugares y a su “patrimonio”, es decir, a las propiedades sólidamente adquiridas por estos en el
largo plazo histórico.

Governa (Piroddi y otros, 1999), la territorialidad no depende únicamente del milieu (entendido
como un conjunto de condiciones necesarias pero no suficientes para determinar las formas
locales), sino ante todo de las relaciones intersubjetivas, por las cuales el milieu resulta ser un
conjunto de “anclajes”, “palancas”, medios para su concreción, en un proceso coevolutivo
complejo, en cuyo centro se sitúan las redes locales de sujetos que hacen de interfaz entre las
relaciones (p. 58)

son las relaciones específicas de las redes locales con el milieu las que dan estabilidad, límites (si
bien matizados) e identidad a las ciudades (p. 59)

Conflicto social y vínculo territorial

son imágenes mentales de redes sociales en gran parte por construir, teniendo muy presentes los
principios de la territorialidad local, esto es, de las posibles relaciones con los milieu.

los sujetos privados y públicos, individuales y colectivos que constituyen los nodos de estas
redes se caracterizan por su movilidad, multipertenencia y multiidentidad (Martinotti, 1993;
Hannerz, 1996).

la ciudad emergente puede ser considerada en la actualidad como el resultado de un conflicto


entre ciudad dominante, ciudad resistente y ciudad insurgente –de la que habla también A.
Magnaghi (1999)6–, es decir, entre los sujetos y los poderes dominantes promotores de un cierto
cambio, los sujetos que temen dicho cambio y aquellos que desearían un cambio distinto. (p. 60)

Por ello la ciudad emergente no representa solo la forma (simbólica, conceptual, física, social) de
los poderes fuertes que la dominan, sino que además es el resultado de resistencias e
insurgencias, sin las cuales el cambio sería diferente del que históricamente le corresponde de
aquel imaginable en el futuro. (p. 61)

Achi – ciudad sin fronteras

La función social de la propiedad impone al propietario una serie de restricciones y obligaciones


a su derecho de dominio en aras de la promoción/preservación de los intereses públicos y
sociales. La afirmación de una función social de la propiedad implica que el Estado se da una
misión de regulación del mercado y debe especificar mediante ley y normas su finalidad (los
intereses públicos y sociales) y las modalidades (impuestos, cesión o reversión al Estado, bancos
de tierras, etcétera) según las características de cada mercado y propiedad. El principio de
función social de la propiedad nace del abandono paulatino de la concepción absolutista de la
propiedad privada; fue forjado por un jurista francés, Léon Duguit, a comienzos del siglo XX
como una vía transaccional entre la ideología liberal de la Revolución Francesa y la ideología
marxista. En América Latina, la Constitución mexicana de 1917 le otorgó rango constitucional,
originando el “Constitucionalismo de los Derechos Sociales”, superando el “Constitucionalismo
Liberal” que configuraba solo un sistema de derechos y garantías individuales. (p.114)

regulación social del suelo (van der Haar 2000), entendemos que los procesos de regulación
(para el acceso, el uso y la gestión de la tierra) resultan de la interacción entre el sistema oficial y
varias capas de organizaciones sociales a diferentes niveles (los loteadores, las familias, las
juntas vecinales, los sindicatos agrarios, los movimientos de ocupación, etcétera). Esta
interacción concierne las reglas (el pluralismo legal), pero también los procedimientos para
concretar estas reglas y los actores que elaboran e implementan estas reglas.

Zapotocka

La regularización es un proceso de intervención pública que se desarrolla en áreas ocupadas


ilegalmente para sanear, de conformidad con las normas urbanísticas y legales vigentes, los
asentamientos producidos en ellas. Invariablemente implica la incorporación formal del
asentamiento en el área urbana. En algunos casos ello consiste en el reconocimiento del proceso
de urbanización del suelo, su fraccionamiento en lotes y la estructura urbana resultante, tal como
se dieron espontáneamente; ello siempre y cuando la situación existente no esté en contradicción
con las normas y estándares urbanísticos. En otros casos exige resolver previamente problemas
de incompatibilidad con la normativa urbanística que presentan algunos asentamientos,
generalmente respecto a la apropiación del espacio privado y su uso público. (p. 239)

Programas de mejoramiento urbano e integrales, los primeros contemplan fundamentalmente la


provisión de los servicios básicos, mejoramiento de infraestructura y saneamiento ambiental -
agua y alcantarillado, pavimentación de calles, etc.-, mientras que los integrales incluyen además
aspectos como generación de empleo, establecimiento de mecanismos de acceso a crédito para el
mejoramiento de la vivienda, programas de salud y similares. Con estos programas se busca una
real integración social de la población en el espacio de la vida urbana, superando la exclusión
que la informalidad genera. (p. 240)

El mercado irregular del suelo produce un tejido urbano con serios problemas de conectividad
interna y externa, vialidades inadecuadas y muchas veces verdaderamente tortuosas, escasez de
áreas adecuadas para la localización de los equipamientos y en general para el desarrollo de las
funciones no habitacionales. Y, peor aún, en muchos casos implica la urbanización de áreas
irremediablemente inadecuadas, inundables, sujetas a riesgos diversos, con grandes pendientes.

El mercado del suelo. La regularización encarece el suelo; aún ante de concretarse, provoca el
aumento inmediato de los precios. Ellos impulsan la demanda por parte de las familias con un
nivel de ingreso superior al de los pobladores originales, ocasionando el surgimiento de un
mercado informal (secundario) y la especulación en el mismo por parte tanto de los
fraccionadores iniciales como de los residentes. Hay dos contraargumentos: uno, de que el
mercado secundario -en el cual se transmiten derechos informales de posesión- Existe
independientemente de la regularización; dos, lazo la introducción de servicios básicos general
mismo efecto en el precio del suelo y su comercialización.

En la consolidación de asentamientos y mejoramiento de la vivienda. Estos dos aspectos no


dependen de la regularización, sino de la “aceptación” del asentamiento. está puede dar por
implícita cuando se introduzca servicios básicos, se realiza obras de mejoramiento Urbano coma
construcción de Obras Públicas, etc.

En las condiciones de vida. La regularización induce el mejoramiento urbano y este contribuye


al mejoramiento de las condiciones de vida. Incrementa el valor mercantil del suelo y de las
viviendas debido al mejoramiento urbano y la existencia del título de propiedad.

(p. 244)

Durante la gestión 2016, de las 54.819 viviendas particulares que existían en el macrodistrito
Cotahuma, 53,0% eran casas, 22,8% departamentos, y 24.3% cuartos o habitaciones sueltas.
Para el año 2016, 57,5% de los hogares de este macrodistrito residió en vivienda propia, 16,6%
en alquiler y 14,1% en una vivienda prestada o cedida por parientes o amigos, porcentajes
similares a los del municipio. El distrito 3 tenía la mayor proporción de otro tipo tenencia
(20,7%)

En promedio, el material más utilizado en las paredes de las viviendas particulares fue el ladrillo
(73,0%), ligeramente inferior al promedio municipal.

Más de 86% de los techos de las viviendas particulares de Cotahuma eran de calamina,
porcentaje mayor al promedio del municipio (81,8%). El distrito 3 con techos de losa de
hormigón (13,6%).

En Cotahuma, 45,0% de las viviendas particulares contaba con piso de machimbre y 39,9%
presentaba piso de cemento. En los distritos 3 y 6, presentan los porcentajes más bajos de
residencias con piso de cemento, (16,4% y 25,0%, respectivamente) y los más altos
corresponden a los distritos 4 y 5 (56,9% y 53,1%).

El distrito 3 tuvo el mayor porcentaje con 2 o menos personas por dormitorio (85%).

Respecto a los servicios e insumos básicos, durante la gestión 2016 más de 88% de las viviendas
particulares de este macrodistrito contó con agua por cañería, promedio superior al del municipio
(81,3%); 97,8% de las residencias disponía de baño con desagüe a alcantarillado y 1,3% no
contaba con energía eléctrica.

Finalmente, la calidad de la vivienda se determinó a partir de tres componentes: calidad de los


materiales de construcción, condiciones de habitabilidad y disponibilidad de servicios básicos.
En este sentido, 30,2% de los hogares del macrodistrito Cotahuma habitaban en viviendas de
calidad muy buena, 65,6% en viviendas de calidad buena, y 3,3% en viviendas de calidad
regular. El distrito 3, es el lugar que presentó una mayor cantidad de viviendas catalogadas como
buena y muy buena (98,6%) y el distrito 3 contó con la mayor proporción de residencias de
calidad regular (6,9%).

También podría gustarte