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Performatividad normada

Si recurrimos a su origen inglés podemos verificar que el


adjetivo "performative" tiene origen en el verbo "to perform",
que significa "hacer", "ejecutar", "realizar", que no tiene
equivalente español y que, a la vez, da origen al nombre
"performance", que significa "ejecución", "desempeño", etc.
(Aguilar, 2007, p. 5)

Performar es una acción que es realizada de acuerdo a un mensaje tanto por los
sujetos individuales como por los colectivos sociales, estos mensajes son impuestos
por la norma que dicta la forma en que se debe actuar en sociedad,

…es una forma de la imposición/instauración de su


condición particular y que es asumida desde una actitud
militante que configura dicha condición. En otras palabras,
"performance" es una forma de legitimación, afirmación y
construcción de la identidad. Y como tal, un instrumento
político al servicio de un grupo de personas que asumen su
condición precisamente desde esta performatividad.
(Aguilar, 2007, pp. 5)

Vivir en sociedad requiere de normas (pautas culturales) las cuales dictan que se
debe o no se debe hacer, en este sentido la norma es transmitida por mensajes y
replicada por el performance de los individuos, es decir validan el mensaje
mediante las acciones realizadas.

En vista de que para vivir en sociedad se posesiona una “norma” los actos
performativos responden a la repetición de un discurso hegemónico:

El performar es productor de resultados determinados, en otras palabras, el


mensaje es reemplazado por el acto, la sustitución del acto por el mensaje no será
aplicable si no existe la garantía de que el performar será seguida de un efecto
específico garantizado, “Esta garantía no se encuentra en la lengua, sino en las
instituciones. Por institución, entiendo la existencia de un poder normativo que
someta mutuamente a los individuos a determinadas prácticas bajo pena de
sanciones" (Barrendonner, 1987, 78 - 79 en Aguilar, 2007, p.4).

Las instituciones son las que crean los discursos y direccionan a los individuos a
pensar y actuar de formas determinadas, los individuos son los que aceptan el
discurso hegemónico y lo validan, es decir, lo hacen propio y lo reproducen sin
cuestionarlo, el discurso es internalizado a tal punto que su actuar (performar) es
naturalizado.

Hay un poder sobre las palabras. Para que un acto sea


sustituible, es necesario que exista, exterior a todo sistema de
signos, una garantía de que el resultado se preservará. Esta
garantía es un poder, una instancia de autorización, en suma,
lo que he denominado una "institución. (Barrendonner, 1987:
80 en Aguilar pp.5)

Es decir que el mensaje mandado por una institución es impuesto y este es


asumido por los individuos configurando su performar, como indica Aguilar: el
performance legitima, afirma y construye la identidad social al servicio de las
instituciones reguladoras, en otras palabras, los individuos asumen una condición
performativa desde una postura político-social aceptada.

Por su parte Butler entiende que los sistemas de dominación hegemónicos son
impuestos desde la repetición del discurso que se tornan permanentes, los
individuos son bombardeados continuamente con mensajes reiterativos que
constituyen su realidad a tal punto que los deja indefensos:

…la hegemonía política se crea a través de la vía discursiva y


se torna permanente mediante la repetición (iteratividad). En
esta misma medida el individuo tiene serias dificultades para
defenderse por sí mismo, pues no se puede separar de los
aparatos que lo constituyen. De ahí que el sujeto de la
propuesta de Butler pueda ser visto como un ser indefenso,
incapaz de enfrentar tales aparatos, sometido a la voluntad
de sus opresores. O, incluso, tan etéreo, dependiente del
contexto, carente de unidad y de concreción, que pueda ser
descalificado como sujeto. (Castelar 2007, p. 219)

En este entendido los individuos de despersonalizan siendo producto de la


normatividad hegemónica, respondiendo y actuando a través de ellas, es decir se
ponen al servicio de estas, dejando como única alternativa desafiar el sistema
hegemónico impuesto a través de un performar subjetivo y subversivo.

Los mensajes mandados por las instituciones tienen la meta de naturalizar su


discurso de modo que estas instauran valores, definen los estratos sociales, las
posibilidades de desarrollo, las fuentes de conocimiento, en suma, definen la
experiencia de los individuos. En palabras de Grossberg: “Esas maquinarias nos
hacen experimentar el mundo desde una posición particular, pero además nos
parcelan el acceso a algunas de las experiencias disponibles” (Grossberg, 2003 en
Briones, 2007).

El exabrupto de la exterioridad a través de los mensajes, técnicas, hábitos, rutinas


y normas configura la forma de relacionarse y de performar de las colectividades:

la identificación, por su parte, concreta la narrativización de


esos plegamientos selectivamente visualizados como
biografía, por ello remite a formas de habitar, de aceptarse…
ligado a las posiciones del sujeto que advierte disponibles y
que socialmente aparecen significadas como identidades
sociales. (Briones, 2007, pp. 70)

Asimismo, el discurso repetitivo que es adoptado por los sujetos incluye una vasta
red de castigos y recompensas (leyes), es así que los actos performativos adoptan el
performar generalizado, es por este motivo que la hegemonía tiene un poder
vinculante. La performatividad reiterada por los individuos dota de poder a las
instituciones, la unión de performar estandarizado y discurso hegemónico es el
núcleo de la norma.
Como explica Butler: …no hay un término o afirmación que pueda intervenir de manera
performativa sin la historicidad del poder, una historicidad que se acumula y que se oculta.
La teoría de la performatividad implica que el discurso tiene una historia, que no solamente
lo precede, sino que condiciona sus usos contemporáneos y que descentraliza la idea
presentista del sujeto como origen y propietario (Butler;1998:59 en Aguirre, 2012, pp. 50
- 51).

Como enuncia Marx: “Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen
simplemente como a ellos les place; no la hacen bajo circunstancias elegidas por ellos
mismos, sino bajo circunstancias directamente encontradas, dadas y transmitidas desde el
pasado” (Marx, 1978. Pp. 595, en Briones, 2007, pp.59).

La historia configura la cultura, es transmitida (impuesta) a los individuos los


cuales se sirven de esta para poder establecer su existencia social, la forma de
comunicarse, pensar y performar está en relación a la herencia cultural hegemónica
impuesta por las instituciones.

De acuerdo con Butler el proceso y formas de performar en sociedad son


producidos a través de prácticas regulatorias iterativas que el proceso de
normalización las ha regulado a tal punto que las vuelve invisibles a los ojos de los
individuos (Tylor, 2001).

Toda acción en sí es performativa lo que significa que es real en la medida que se realiza
(Loxley, 2002), esta afirmación sugiere que la performatividad es anterior a la
actuación (dramatización), es decir que proviene de un discurso normado
impuesto por la historia heredada

es algo anterior a los diversos actos, posturas y gestos por los


cuales se dramatiza y se conoce; de hecho, (…) aparece en la
imaginación popular como un núcleo sustancial que bien
podría entenderse como el correlato espiritual o psicológico
estandarizado. (Loxley, 2002, pp. 118)
La performatividad desde el punto de vista hegemónico normado revela que el
individuo se compone a través de un discurso iterativo impuesto, se trata de una
concepción que traslada el énfasis al devenir de los individuos, es decir que las
categorías que conforman al sujeto son anteriores a su acción, y no causas de la
misma.

Para entender la normatividad de la performatividad es necesario comprender la


fuerza y el poder que caracterizan las relaciones sociales entre los cuerpos que hablan
(Loxley, 2007), desde esta perspectiva es necesario tomar en cuenta a Foucault y su
visión de poder: la fuerza no era ciertamente una cuestión de validez de criterio, pero
tampoco debería definirse como principalmente una cuestión de ley o gobierno, entendiendo
sus operaciones como la prohibición o contención de energías y posibilidades que surgen de
otras fuentes, como una represión.

El aparato estatal, digamos, podría reprimir las energías carnavalescas de una población
ingobernable. De hecho, las diversas instituciones y discursos que constituyen lo social son
(…) instancias de un modo de poder productivo y en realidad sirven para constituir aquello
que simplemente dicen conocer (Foucault 1979, 1977 y 1980 en Loxley, 2007, pp. 121).

Esto no significa que el poder que se ejerce sea benevolente, si no, representan un
sistema que regula la forma de actuar de los individuos, en otras palabras, tratan
de adecuar y normar el performar del conjunto de individuos tratando de prevenir
los performances que van más allá del mismo sistema o que los traten de
sobrepasar.

En palabras de Foucault: “Nuestras identidades, por lo tanto, son el producto de estos


diversos procesos de disciplina y organización, de regulación y cultivo, a los que estamos
sujetos. La movilidad o fluidez en este modelo se deriva de la afirmación de que, aunque el
poder está en todas partes, no proviene de una sola fuente o centro. De hecho, no existe tal
cosa como "poder" en singular: solo hay una "multiplicidad de relaciones de fuerza"
(Foucault 1979 pp. 92 en Loxley, 2007, pp. 122).
Los individuos son los responsables de aceptar la normatividad de ese poder, es en
este sentido que la despersonalización y performatividad es aceptada y no
cuestionada logrando crear un sistema coercitivo donde los mismos individuos son
los encargados de reproducir y catalogar lo socialmente aceptado y lo
rotundamente negado.

“La norma se plantea como un elemento de circulación de lo disciplinario a lo


regulador, tanto en lo micro, como sería el cuerpo, como en lo macro, hablando de la
población. Ésta tiene también una función de comunicación, que hace los saberes y
los códigos intercambiables e inteligibles al regular de cierto modo los contextos
específicos donde estos aparecen” (Aguirre, 2012, pp. 59).

La estandarización de los saberes logra la comunicación mutua, es decir que el


mensaje es el mismo y como resultado tenemos performatividades coherentes
entre sí, como indica Aguirre (2012) genera espacios de circulación para una
determinada norma echando abajo las barreras geográficas haciendo
intercambiables los saberes.

Los individuos se constituyen antes que su performatividad, a causa de esto el


performar en la vida diaria está determinado por normas sistemáticas que
desarrollan la forma “correcta de actuar y ser”.

En otras palabras, los individuos y casi todas sus acciones son las que mantienen
las condiciones opresivas, este tipo de performar se los realiza de forma mecánica,
son actos que constituyen la realidad y la mantienen inmutable, motivo por el cual
el habitus está coartado a las normas impuestas por las instituciones.

Performatividad

Como se mencionó el performar está regulado por instituciones, siguiendo esta


lógica el sistema normado depende de las acciones realizadas en conjunto de los
individuos, sin embargo, son los individuos los que pueden pugnar la
normatividad coercitiva, es así que la transformación de las relaciones sociales se vuelve
entonces más una cuestión de transformación de las condiciones sociales hegemónicas que
de transformación de los actos individuales que generan esas condiciones (Butler, 1998,
pp. 305).

Entonces el performance son las acciones que se pueden realizar activamente


aportando nuevas significaciones culturales, son una experiencia compartida y
colectiva.

El acto que uno hace, el acto que uno ejecuta, es, en cierto
sentido, un acto que ya fue llevado a cabo antes de que uno
llegue al escenario… es un acto que ya estuvo ensayado, muy
parecido a un libreto que sobrevive a los actores particulares
que lo han utilizado, pero que requiere actores individuales
para ser actualizado y reproducido una vez más como
realidad. (Butler, 1998, pp. 306)

Como indica Butler un cuerpo produce significación cultural, sus actos son
performativos, cada vez que un individuo realiza un acto este performa
reafirmando su identidad, esto muestra dos formas de performar, obedeciendo a la
norma y confrontando la norma desde la apropiación corporal, es decir performar
como acción re significativa expresando nuevas formas identitarias.

“Al igual que la performatividad es una repetición interiorizada de actos


hegemónicos, "actos estilizados" inherentes por el status quo, también puede ser
una repetición interiorizada de "actos estilizados" subversivos heredados por
identidades contestatarias” (Madison y Hamera, 2006, p.19 en Aguirre 2012, p. 49).

Se puede afirmar que existe dos tipos de performar, de acuerdo con Butler estas
son:

 La reiteración de la norma, performar bajo la estructura, esto indica una


repetición estilizada de actos.
 La performatividad subversiva, que irrumpe en lo normado, esta es
antiestructural, cuestiona lo estandarizado, es una acción más allá del
sistema rechazando las formaciones hegemónicas.
“En suma, performatividades son todas las inscripciones o marcas que sostienen
que todos nosotros seamos sujetos en un mundo de relaciones de poder” (Madison
& Hamera, 2006, p. 19 en Aguirre 2012, p. 48).

El performar está íntimamente ligado a dos componentes: al habitus 1 relacionado


con lo social, el campo en que se desenvuelve y relaciona con su entorno, este
espacio es el que se actúa aceptando lo socialmente impuesto. El segundo
componente es la subjetividad, esta es la forma en que un individuo llega a
cuestionar y analizar la norma socialmente impuesta y su realidad, este
componente se apropia del cuerpo y a partir de este se pueda actuar de forma
contestataria.

El performar de acuerdo con Tylor (2011) es el acto vital de transferencia mediante


el cual se transmite saberes sociales, memorias, historia, formas de ver el mundo e
identidades que son reiteradas.

“Por medio de la performatividad los individuos construyen su realidad y su


propia identidad mediante los actos que realizan, es entonces que los individuos
no poseen existencia previa a dichas acciones que lo conforman” (Aguirre, 2012, p.
53).

La norma le da sentido al performance de los individuos; los actos que se realizan


dentro de esta pueden romperla, cuestionarla, apoyarla, afirmarla, o simplemente
inscribirse en ella. La subjetividad de los individuos permite que su performar sea
entendido, analizado y realizado a partir de una significación propia.

El performance de la misma manera comparte discursos, saberes, historia oral, etc.,


la reiteración de la oralidad y el performar constituyen una tradición cultural, en
todo caso el performar es un fenómeno real y construido como una serie de
prácticas que aúnan lo que históricamente ha sido separado y mantenido como
unidad discreta, como discursos ontológicos y epistemológicos (Tylor 2001).

1
Definido como el conjunto de los rituales cotidianos inscritos en el cuerpo mediante los cuales una cultura
dada produce y sostiene la creencia en su propia necesidad (Navarro, 2004).
En palabras de Turner los performances revelan el carácter más profundo, genuino
e individual de una cultura, los grupos humanos pueden llegar a comprenderse a
través de sus performances.

La vida cotidiana es performativa, cada uno de los espacios crea y reproduce


roles/estatus para poder actuar de una forma determinada, es entonces que la vida
en todos sus aspectos es performativa, este actuar depende del espacio/lugar en
que nos encontremos.

Cada acto performativo es original e imitación a la vez, que


se da en un contexto específico, en condiciones espacio
temporales determinadas. No existiendo performances
originales... Cada performance es una imitación, que se
constituye en el contexto de ciertas relaciones de poder, una
forma de mimesis que elimina en cada repetición las huellas
de su producción. Una performance es siempre y sólo, una
imitación, una copia de una copia, por lo cual, no existen los
originales. (Butler, 1993 en Aguirre, 2012, pp.50)

Para Turner existe tres tipos de performance:

 Performance cultural: este posee un tiempo determinado, un


principio y un fin, tiene un programa organizado de
actividades, está compuesto de performances específicos,
además tiene una audiencia y un lugar definido.
 Performance social: son las interacciones diarias – cotidianas
y las consecuencias de estas dentro de la vida social.
 Drama social: son los procesos disonantes, situaciones de
conflicto, se da cuando una unidad social es alterada y las
partes involucradas se encuentran en desacuerdo.
(Turner, 1982 en Aguirre, 2012, p. 48)

Por consiguiente, los individuos están conformados por relaciones sociales, estas
son materiales, inmateriales y semióticas, es decir que se compone por una red de
subjetividades interconectadas que se definen por la norma, es entonces que los
individuos se configuran a través de sus relaciones performativas situacionales, en
palabras de Aguirre el “sujeto en tanto performativo produce un sin fin de modos
y formas de circular en la norma, lo que le permite ir modificando su trayectoria,
por medio de su repetición y su desplazamiento al interior de la norma” (Aguirre,
2012, pp. 60).

Por ende, performance describe cierto tipo de narrativa oral dramatizado por un
individuo o grupo, todo el acto está enmarcado a través del paradigma en cual se
realiza; Madison y Hamera (2006) entienden en este sentido el “performance a
través de los modos del lenguaje y acción generados a partir de los mundos
hablados” (Madison y Hamera, 2006 en Aguirre, 2012, pp. 42).

“… una acción social requiere una performance repetida. Esta repetición es a la vez
reactuación y reexperimentación de un conjunto de significados ya socialmente
establecidos; es la forma mundana y ritualizada de su legitimación” (Butler, 1997,
p. 307).

Butler asevera que la performatividad no es un acto aislado, por el contrario, es la


reiteración de los actos performados lo que logra su naturalización en un
determinado cuerpo, el poder reiterativo del discurso y de los actos produce los
fenómenos que regulan e imponen la norma.

La performatividad relacionada con la ritualidad festiva tiene efectos diferentes, la


música y el baile transmite sensaciones y emociones entre individuos (performers)
y sus semejantes, el compartir y replicar promueve emociones y significaciones
específicas (Citro, 2012).

…la música y la danza también pueden operar como índices


cuyo poder deriva de que “las relaciones signo-objeto están
basadas en co-ocurrencias dentro de las propias experiencias
de vida y, en consecuencia, resultan íntimamente ligadas
como experiencia”. Estas expresiones desarrollaron su propio
potencial especial para producir respuestas emocionales e
identificaciones sociales, debido a que “los índices
continuamente incorporan nuevas capas de significado
mientras que potencialmente también acarrean las primeras
asociaciones – una suerte de bola de nieve semántica.
(Turino, 1999, p. 227 en Citro 2012, p. 74)

La práctica ritual festiva tiene la capacidad de reconectar al sujeto con una serie de
afectos y significaciones específicas del grupo. El performance ritual festivo
constituye la comunión entre los individuos y el mundo percibido, existe mucha
más intensidad el momento de performar por la presencia sensorial y emotiva, a
esto se suma el performar colectivo creando mimesis y empatía grupal
relacionados al ritual (Citro, 2012).

Bourdieu explica la ritualidad performativa:

La eficacia ritual podría encontrar su origen en el poder sobre los


otros que proporciona, y especialmente, sobre su cuerpo y su
creencia, la capacidad colectivamente reconocida de actuar sobre los
montajes verbomotores más profundamente ocultos, ya sea para
neutralizarlos, ya para reactivarlos haciéndolos funcionar
miméticamente. (Bourdieu, 1991, pp. 118 en Citro, 2012, pp. 80)

El performance ritual está íntimamente relacionado a la percepción de emociones y


sensaciones corporales cohesionando al grupo mediante la mímesis performativa
la cual contiene una carga subjetiva con mucha emotividad.

“…este tipo de intensidades sensorio--emotivas y “contagios” sólo serán posibles


cuando el fiel haya sido socializado el performance ritual sin esa reiteración
performativa, sin este habitus compartido, el ritual no podría alcanzar su eficacia”
(Citro, 2012, p. 84).

El performance ritual es una forma de pasar el conocimiento a los individuos


dentro de un grupo, de esta manera experimentan y conocen la cultura en la cual
están inmersos.
Performatividad subversiva

De acuerdo con Butler el individuo performa en tanto representa la significación


del entorno social (lo que se designa que “es”), son acciones repetidas y
reconocidas por la tradición o por convención social, por tal motivo dependiendo
del performance de un individuo este es encasillado en un determinado rol y
estatus social, “el individuo no precede a la ideología sino al contrario: es la
ideología la que da sustancia al individuo al reconocerlo de cierta forma” (Castelar,
2007, p. 218).

No obstante, existe una forma de performar cuestionando el discurso hegemónico


que constituye la realidad social:

En la medida en que un sujeto se percata de la farsa que es


aquello que tradicionalmente ha considerado natural,
transforma su mirada sobre lo que considera no natural o
antinatural. Más que decir “todo es válido porque todos y
todas somos seres artificiosos”, Butler invitaría a decir: me
atrevo a pensar, “todos podemos cuestionar lo que hemos
creído ser. (Castelar, 2007, pp. 220)

La subjetividad de los individuos en una primera instancia logra que se cuestione


el discurso hegemónico de dominación, la normatividad hace que los sujetos
acepten una forma de ver el mundo, realizando performances previamente
definidos, esta es una restricción en la producción social, esta limitante social da un
lugar determinado a los individuos en el sistema social, les otorga un libreto de
cómo actuar y qué decir, de acuerdo con Butler este discurso hegemónico produce
identidad con principios regulatorios de obediencia mediante el cual se apodera y
da coherencia a los individuos, en otras palabras determina la vida de los sujetos.

…la identidad (…) forma parte del dispositivo de control que


impone y al mismo tiempo regula aquello que se debe ser. Es
un dispositivo en la misma medida en que genera sus
propios sujetos y se naturaliza, es decir, es la ley la que
origina al hombre… (Castelar, 2007, pp. 221)

Es el cuerpo el que encarna de manera activa la cultura impuesta, este la reproduce


y se apropia del discurso. En base a que el cuerpo es el que internaliza el discurso y
lo reproduce mediante su performance, la repetición de las acciones impuestas, es
reproducir ideas históricas mediante expresiones concretas.

Desde otra perspectiva, el cuerpo no solamente reproduce un sistema coercitivo,


este no es una identidad en sí o una materialidad meramente fáctica,

el cuerpo es una materialidad que, al menos, lleva


significado, y lo lleva de modo fundamentalmente dramático
(…) (es) una continua e incesante materialización de
posibilidades (…) el propio cuerpo es un cuerpo que se hace
y, por supuesto, cada cual hace su cuerpo de manera
diversa... (Butler, 1998, p. 299)

Butler expone que el individuo es quien performa de forma reiterativa, este


individuo no pre-existe se construye a través de su performar; en este sentido se
llega a cuestionar lo normado

únicamente dentro de esas prácticas repetitivas de


significación que la subversión de las identidades se vuelve
posible, la capacidad de agencia no radica en negarse a
repetir, sino en repetir de manera tal que se vayan
desplazando las normas que regulan la repetición. (Briones,
2007, pp. 66)

La performatividad es una herramienta de acción política, esta debe ser aplicada en


nuevos sentidos cuestionando el mensaje hegemónico impuesto a través de la
producción de un conjunto de configuraciones performativas (discurso y acciones)
que desestabilicen los modelos de inteligibilidad cultural. La subjetividad y la
vivencia histórica de los individuos juega un papel determinante el momento en
que se enfrenta al sistema normativo ya que estos son los pilares fundamentales
que conforman una ideología subversiva. Los desposeídos, oprimidos,
desacreditados, juzgados, etc., conforman planteamientos que cuestionan la norma
que ejerció poder opresivo sobre ellos.

…la diferencia entre estar constituido por el lenguaje y estar


determinado por él, explora el doble aspecto de la
performatividad como mecanismo de normativización y
como condición de posibilidad de modos de repetición que
subviertan la propia norma cultural, esto es, modos de
resignificación. (Navarro, 2004, p. 157)

El individuo debe ser entendido como un espacio de resignificación, en él están


inmersas las estructuras de poder constituyéndolo sin determinarlo. Esta ausencia
de determinismo muestra la posibilidad de resignificación, de citar la norma
introduciendo alteraciones subversivas (Navarro, 2004).

La performatividad subversiva describe la relación que tienen los individuos de


estar involucrados en el sistema normado al cual se oponen y desde allí producir
modalidades alternativas de poder para establecer una disputa política que no es
netamente “pura” ni trasciende las relaciones actuales de poder, pero
indiscutiblemente las cuestiona y enfrenta (Butler 1993, 241 en Loxley, 2007, pp.
127).

…para Butler, lo que importa es una resistencia política al


proceso por el cual aquellos a quienes las normas excluyen
están condenados a vivir vidas imposibles. Para ella, la
performatividad es, por lo tanto, la fuerza a menudo
traumática de la normalización y la que la resiste. (Loxley,
2007, p. 137)

Performatividad desde declaraciones escritas


Los documentos que decretan performatividades específicas funcionan como
“declaraciones de independencia” (emancipación), son validadas por los actos
performativos de sus componentes que se someten a tal declaración.

Se crea un performar “libre” para un grupo específico, pero este performar está
jerárquicamente bajo el control de las reglas impuestas por el sistema normativo
hegemónico imperante, además esta forma “nueva” de performar con el tiempo se
convierte en poder coercitivo para las generaciones posteriores del grupo “libre
original”, norma y estandariza a la descendencia.

Para que esta nueva performatividad grupal pueda funcionar, el grupo ya debe
estar constituido previamente a nivel micro determinando roles y estatus con sus
respectivos performances a los individuos que la componen; en este caso la
declaración de independencia sería “asertiva”, la declaración refiere simplemente a
una entidad que ya existe, antes de la declaración sí misma.

No obstante, a nivel macro normativo el grupo para la sociedad en sí no existe


como tal antes de la firma de la declaración, entonces, el grupo se autoproclama
como “firmante” y se valida a sí mismo el momento que firma, en otras palabras,
se somete a la norma impuesta relegando la subversión primaria que lo impulsó a
liberarse, este se somete a la hegemonía para ser reconocido.

La declaración, es decir, en realidad produce a las personas


como una entidad: constituye el estado de los asuntos de los
que habla. Y es solo a través de esta declaración, este mágico
performativo (…) se convierten en personas "libres e
independientes" capaces de autorizar a los representantes a
actuar en su nombre. (Loxley, 2007, p. 103)

El “nuevo grupo” es creado por la declaración emitida, este momento fundacional


crea una institución, una entidad compuesta de reglas. Entonces la declaración
responde y se somete a una fuerza más grande que ella misma, está sometida a la
norma hegemónica que legisla la vida de los individuos en general.
Este nuevo performar grupal “libre” requiere de las autorizaciones de un
performar normativo hegemónico para validar su creación, es decir que una
performatividad originaria se ajusta a las condiciones preexistentes cuya fuerza de
ruptura produce una institución que performa mediante la ley misma impuesta.

Por lo tanto, tal performatividad "originaria" no puede


funcionar simplemente antes o más allá de la fuerza
ilocucionaria que depende de la regularidad de las
convenciones o procedimientos. Más bien, la habita: es la
apertura a la inventiva, a lo que está por venir, lo que está
funcionando en cualquier estructura convencional. (Loxley,
2007, p. 105)

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