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La extinción del contrato de seguro y la prescripción de

sus acciones

Extinción del contrato de seguro

Las causas que recaen sobre el contrato para despojarlo de todos sus efectos
se dividen en dos grandes grupos: las que vulneran el contrato en su origen (la
inexistencia o ineficacia, la nulidad absoluta y la relativa) y las que lo vulneran
en su vigencia (terminación, renovación, extinción, disolución y expiración).

I. Causales que vulneran el contrato en su origen

Su denominador común es la incidencia retroactiva sobre el contrato para


despojarlo de sus efectos.

A. La ineficacia o inexistencia

Es ineficaz de pleno derecho, sin


necesidad de declaración judicial,
aquel acto que no produce
efectos, e inexistente cuando falte
alguno de los elementos
esenciales del negocio jurídico. El acto inexistente tampoco produce efectos.

B. La nulidad absoluta

Sólo es procedente para el seguro de responsabilidad profesional. Es nulo un


seguro de este tipo cuando la profesión y su ejercicio no gozan de la tutela del
Estado, o cuando al momento de celebrarse el contrato, el asegurado no sea
legalmente hábil para ejercer la profesión.

Esta nulidad puede ser solicitada


por toda persona que tenga
interés en ella e incluso declararse
oficiosamente por un juez, así, no
es necesario que una de las partes
involucradas en la relación formule una demanda para que se declare la
nulidad absoluta, simplemente el juez, atendiendo a la necesidad general de la
buena fe y en aras de preservar el orden, puede, una vez observados ciertos
formalismos, declarar la nulidad absoluta del contrato.

C. La nulidad relativa

Como ya se ha explicado
ampliamente, presupone vicio del
consentimiento del asegurador, de
ahí su carácter de relativa. Como tal
esta nulidad sólo puede ser declarada por el juez, a petición de las personas en
cuyo beneficio han sido establecidas y puede ser saneada por la ratificación
expresa o tácita de las partes o por el transcurso del tiempo.

II. Causales que vulneran el contrato en su vigencia

Presuponen la existencia de un contrato válidamente celebrado y producen su


extinción de pleno derecho (finalización de sus efectos hacia el futuro) sin
necesidad de declaración judicial.

Es la consecuencia legal del incumplimiento por parte del tomador o del


tomador-asegurado, de las obligaciones o cargas que le impone el contrato,
excepto solo aquellas que debe acatar con ocasión del siniestro.

1. Causales de terminación:

a. Facultativa: que no operan inmediatamente por el solo hecho de la


infracción, sino que están subordinadas a una declaración de voluntad del
asegurador, como el incumplimiento de garantías.

b. Causales automáticas: que operan de inmediato al producirse la


infracción, aún sin conocimiento del asegurador. Son ellas: mora en el pago de
la prima, defecto de notificación de la agravación del estado del riesgo, defecto
de aviso al asegurador de la suscripción de un seguro coexistente, suscripción
de seguros sobre las cuotas o deducibles a cargo del asegurado, inhabilitación
legal del profesional asegurado en el seguro de responsabilidad civil.
A. Revocación unilateral

Es una facultad que la ley confiere a cada una de las partes de emitir
unilateralmente su declaración de voluntad sobre la suerte futura del contrato
de seguro válidamente celebrado entre ellas.

Es un mecanismo por el cual la ley le permite al tomador no mantenerse atado


a un asegurador en el cual ha perdido la fe por su solvencia técnica, moral o
financiera. Y al asegurador, si la buena fe del tomador le genera sospechas
durante la vida de la relación contractual.

Sus efectos son la terminación del contrato y la devolución al tomador de la


prima no devengada; ésta devolución es proporcional, teniendo en cuenta el
período pendiente de vigencia entre el día en que la revocación se hace
efectiva y el de expiración del contrato (Art. 1071 C. de Co).

La ley no subordina los efectos de la revocación unilateral a la recepción o


conocimiento de la parte del documento enviado, por lo que basta prueba del
envío de la noticia escrita a la última dirección conocida del asegurado o de la
aseguradora. Sin embargo, por motivos de claridad, sugerimos que la
Compañía realice estas notificaciones mediante la entrega personal del escrito,
debiendo quedar la respectiva constancia de recibido, o por correo certificado.

Cuando quien revoca unilateralmente el contrato es la aseguradora, éste sólo


se entiende extinguido transcurridos diez (10) días hábiles después de la fecha
de envío de la comunicación al asegurado (no de su recepción). Estos días son
hábiles (no días calendario), por lo tanto debemos tener en cuenta para tal
efecto, los días que para la Compañía, como aseguradora, son hábiles (los
sábados, por no laborar la Compañía, no se cuentan como días hábiles).

Pero si quien hace la revocación es el asegurado, la revocación produce efectos


inmediatos (Art.1071 C de Co).

Por norma general, se puede ejercer la facultad de revocar toda clase de


seguros pero existen disposiciones legales que consagran algunas excepciones
como en el seguro de transporte (Art. 1125 C de Co), en los seguros de
cumplimiento y las cauciones judiciales; no pudiendo ser revocados por
ninguna de las partes. Otra excepción son los seguros de vida, individuales o
de grupo; los cuales sólo pueden ser revocados por el asegurado (Art.1159 C
de Co), diferente a los amparos de Accidentes Personales y Salud que se
realicen al seguro de vida; los que si pueden ser revocados por cualquiera de
las partes siguiendo el procedimiento señalado en el párrafo segundo.

1. Titulares del derecho: El contrato de seguro


puede ser revocado unilateralmente por los
contratantes, que son el asegurador y el
tomador. En el seguro en nombre de tercero sin
poder para representarlo, el tomador provisional
o suscriptor del seguro puede ejercer la facultad
revocatoria hasta el momento en que interviene
el tercero para declarar su voluntad frente a la
continuidad del contrato. Si lo ratifica, asume con
su calidad de tomador, la facultad de revocarlo en el futuro; su rechazo
en cambio, debe entenderse como una revocación virtual.

En el seguro por cuenta de tercero, mientras no intervenga la aceptación


expresa o tácita de éste, es revocable el contrato por la sola voluntad de
las partes que concurrieron a él, en todo momento es unilateralmente
revocable por cada una de los contratantes.

2. Seguros irrevocables: El contrato de seguro es revocable por voluntad


unilateral de las partes, excepto en los siguientes casos:

a. Seguros de transporte: La
facultad de revocación es improcedente
una vez han irrumpido los riesgos sobre
los intereses asegurados, durante su
vigencia técnica y aún después de que el
contrato ha quedado perfeccionado y
asegurada su vigencia formal.

b. Seguros de trayecto: No funciona el


concepto de individualización temporal
del riesgo, pues la vigencia técnica no
aparece determinada por una fecha de
iniciación y una de expiración, como es
el caso de los seguros de viaje.

c. Seguros de cumplimiento: No
admiten la revocación unilateral al ser
partícipes de la naturaleza de la fianza.
El asegurador no puede declarar
intempestivamente su voluntad de
eximirse frente al asegurado, de la
responsabilidad que tiene contraída.
Seguros de vida: Son irrevocables por el
asegurador, siendo esta la garantía que ofrece la ley
al asegurado en seguros que, como estos, implican
protección a sus beneficiarios contra un riesgo
creciente como la muerte, cuyo gradual y
permanente proceso de agravación es ineludible.

Sin embargo, son revocables por el tomador, quien no tiene por qué causar
detrimento alguno a los intereses del asegurador, a cuyo cargo corre tan sólo
la devolución del saldo del valor de cesión o rescate.
d.

1. Forma: Tanto la declaración del


asegurador como la del tomador deben
expresarse por escrito y enviar a sus respectivas
direcciones.

Efectos: siempre se dará por terminada la relación


contractual que une a las partes a través del seguro.
Los efectos accesorios son diferentes si vienen del
asegurador o del tomador.

En el caso del asegurador, el contrato sólo debe


entenderse extinguido como fuente de derechos y
obligaciones, transcurridos diez días hábiles después de la fecha de envío de su
declaración.

La devolución al tomador, de la prima no devengada debe determinarse


mediante su evaluación estrictamente proporcional, teniendo en cuenta el
período pendiente de su vigencia entre el día en que la revocación se hace
efectiva y el de expiración del contrato.

En el tomador la revocación está llamada a producir un efecto inmediato. Su


declaración puede producirse en cualquier momento. La devolución a que este
tiene derecho, previo pago de la prima a favor del asegurador, debe calcularse
teniendo en cuenta la tarifa de seguros a corto plazo.

Revocación especial: El asegurador tiene una


facultad especial de revocar unilateralmente el contrato
en caso de agravación del riesgo asegurado.

Dicha revocación es especial porque está subordinada a


una causa específica y porque, si se admite la
naturaleza imperativa de esa disposición, es
irrenunciable, no admite pacto en contrario, pues quien
asegura está en la libertad de evaluar el estado de riesgo y definir si es o no
conveniente asegurarlo.

B. La extinción

Se entiende básicamente vinculada a la


desaparición durante su vigencia de alguno de
los elementos esenciales del contrato de seguro,
más concretamente a la del interés asegurable.
Como efecto principal de la extinción el contrato
queda despojado de su existencia para el futuro.
Pero la extinción puede ser parcial si parte del
interés subsiste como sustento jurídico del
mismo.

Causales de extinción:

· Pérdida de la cosa asegurada


· Transferencia por acto entre vivos del interés asegurado
· Pérdida del interés asegurable en el seguro sobre la vida de tercero
· Transmisión por causa de muerte del interés asegurado
· Mora en el pago de las primas

C. La expiración

Es la extinción natural del contrato, que responde a la previsión de las partes


vinculadas a él, a la expresión de su voluntad espontáneamente manifestada.
Admite un triple enfoque:

1. Seguros temporales: Entre las condiciones


particulares del contrato, la ley exige su vigencia con
indicación de las fechas y horas de iniciación y
vencimiento o el modo de determinarlas.

Su vigencia suele ser de un año, aunque puede ser


mayor o menor y es fácil identificar su momento de
expiración, esté o no definido en la póliza. La solución
para evitar la expiración, es la renovación del contrato.

2. Seguros de trayecto: En el seguro de transportes


(terrestre o marítimo) lo que cuenta como momento de
expiración del contrato, es la entrega al destinatario de las
mercancías aseguradas. Ahí culmina el trayecto asegurado y
por tanto la vigencia técnica del seguro.

Sin embargo, la responsabilidad del asegurador puede


extenderse a voluntad de las partes, a cubrir la
permanencia de los bienes asegurados en los lugares
iniciales o finales del trayecto asegurado.

3. Seguros de vida: Pueden ser temporales y ajustarse


a sus mismos criterios en cuanto a su expiración. Los
seguros de vida entera, así los pagos de prima estén
limitados a un período determinado, tan sólo expiran
con la muerte del asegurado.

Prescripción de las acciones procedentes del contrato de seguro

La prescripción puede ser:

 Ordinaria: es de dos años, empieza a correr desde el


momento en que el interesado haya tenido o debido
tener conocimiento del hecho que da base a la acción.

 Extraordinaria: es de cinco años, corre


contra toda clase de personas y empieza a
contarse desde el momento en que nace el
respectivo derecho.

Estos términos no pueden ser modificados por las partes y todo contrato de
seguros está sometido a ellos.

La prescripción en los seguros de responsabilidad civil

Artículo 1131 del Código de Comercio: “En el seguro de responsabilidad civil se


entenderá ocurrido el siniestro en el momento en que ocurra el hecho externo
imputable al asegurado; fecha a partir de la cual correrá la prescripción
respecto de la víctima. Frente al asegurado ello ocurrirá desde cuando la
víctima le formula la petición judicial o extrajudicial.

Formas de interrupcion de la prescripción

 Civilmente: por la demanda judicial notificada


oportunamente.
 Naturalmente: por el reconocimiento de la
obligación por parte del deudor, expresa o tácitamente.

Los intermediarios de seguros

1. Agentes colocadores de seguros y titulos de capitalizacion

Es toda persona natural que promueve la celebración de contratos de seguros


y de capitalización y la renovación de los mismos en relación con una o varias
compañías de seguros o sociedades de capitalización.

Clases

a. Dependientes: son aquellas personas que han celebrado contrato de


trabajo para desarrollar la labor de agente colocador con una compañía
de seguros o una sociedad de capitalización.

b. Independientes: son aquellas personas que por sus propios medios, se


dedican a la promoción de pólizas de seguros y de títulos de
capitalización, sin dependencia de la compañía de seguros o sociedad de
capitalización.

Inscripción: está a cargo de la Compañía de Seguros o sociedad de


capitalización ante la Superintendencia Bancaria, acompañada del certificado
de idoneidad.

1. Agencias

Son personas jurídicas (sociedades colectivas, en


comandita simple o de responsabilidad limitada)
que representan a una o varias Compañías de
Seguros o Capitalización.

Facultades mínimas

 Promover la celebración de contratos de seguro


por sí misma o por medio de agentes
colocadores que la Compañía mandante ponga bajo su dependencia.
 Recaudar dineros referentes a todos los contratos o negocios que
celebre.
 Inspeccionar riesgos.
 Intervenir en salvamentos.

Certificado Público: es el reglamento elaborado por la agencia de seguros en


el que expresa sus facultades mínimas. Debe ser aprobado por la
Superintendencia Bancaria.

2. Corredores de seguros
Es la empresa constituida como
sociedad anónima, cuyo objeto social
sea exclusivamente ofrecer seguros,
promover su celebración y obtener
su renovación a título de
intermediarios entre el tomador y el
asegurador.

Desde la ley 389 de 1997 tienen la


facultad de vender títulos de
capitalización.

Régimen general de inhabilidades

 Ejercer cargos oficiales o semioficiales o pertenecer a cuerpos


colegiados, salvo que se trate de funciones docentes.
 Ser director, gerente, administrador o empleado de instituciones
bancarias o de crédito.
 Ser director, gerente, o empleado de Compañía de Seguros o de
Capitalización.
 Menores de edad y extranjeros no residentes en el país por más de un
año.

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