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TEMA 14: “CONTRATOS DE SEGUROS”

I. CUETIONES GENERALES.

CONCEPTO DEL CONTRATO DE SEGURO:

El Seguro es el contrato por el cual el asegurador, mediante la percepción de una prima, se obliga frente al
asegurado al pago de una indemnización, dentro de los límites pactados, si se produce el evento previsto.

Admitido que todo contrato de seguro tiene como finalidad económica la satisfacción de una futura necesi-
dad pecuniaria y que esa necesidad económica equivale a una futura necesidad pecuniaria y que esa nece-
sidad económica equivale a una provocación de un daño, podemos reconocer que todo contrato de seguro
tiende a resarcir un daño eventual y es necesaria la existencia de un interés para validez del contrato de se-
guro durante toda su vigencia.

CLASIFICACIÓN DEL CONTRATO:

Podemos señalar como división más importante la que distingue entre:

- Seguros de daños en sentido estricto (de concreta cobertura de necesidad o con función indemni-
zatoria efectiva).

A su vez se distingue entre

a. Seguro de cosas
b. Seguro de crédito
c. Seguro de beneficio esperado.
- Seguros de personas o de sumas (de indemnización presunta o de abstracta cobertura de necesi-
dad).

Dentro de esta clasificación tenemos:

a. Seguros de accidentes
b. Seguro de enfermedad
c. Seguro de vida.

CARACTERISITICAS DEL CONTRATO:

- Es un contrato aleatorio, ya que las partes ignoran en el momento de su conclusión si se verificará


el siniestro.

- Es siempre un contrato oneroso y además las prestaciones de las partes son correlativas (por lo que
se dice que el contrato es bilateral y sinalagmático)

- Es un contrato de duración (o de ejecución continuada) y único, aun cuando se subdivida en perío-


dos.

- Es un contrato consensual, del que deriva la obligación del asegurador de entregar un documento
probatorio del mismo al tomador del seguro.

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- Normalmente es un contrato de adhesión, ya que el asegurador predispone las condiciones genera-
les.

II. TEORÍA GENERAL. ELEMENTOS PERSONALES, REALES Y FORMALES. LA PÓLIZA. CON -


TENIDO.

ELEMENTOS PERSONALES, REALES Y FORMALES.

A. ASEGURADOR

Es la persona que asume la obligación del pago de la indemnización cuando se produce el evento
asegurado.

El ejercicio de la actividad aseguradora está reservado a las sociedades anónimas, sociedades mu-
tuas, mutualidades de previsión social y sociedades cooperativas, que la ley agrupa bajo la rúbrica
genérica de “entidades de seguros”, que deben estar inscritas todas ellas en el Registro Mercantil.
Las entidades aseguradoras deben obtener previamente la oportuna autorización administrativa y
estar inscritas en el Registro especial que se lleva en el Ministerio de Economía y Hacienda.

B. TOMADOR DEL SEGURO Y ASEGURADO.

La persona que es titular del interés asegurado y que, por consiguiente, está expuesta al riesgo.

Es posible que quien realice el contrato con el asegurador, actuando en su propio nombre, sea una
persona diversa del asegurado. En este caso, aparece la distinción entre contratante (o tomador
del seguro), que toma parte en el contrato, y el asegurado, que es el titular del interés asegurado.
El tomador del seguro puede contratarlo por cuenta propia o ajena, si bien la ley presume, en caso
de duda, que actúa por cuenta propia. El tomador del seguro queda obligado con el asegurador al
cumplimiento de los deberes y obligaciones que derivan del contrato, salvo aquellos que por su na-
turaleza se deben cumplir por el asegurado.

C. POSICIÓN DEL AGENTE DE SEGUROS.

El agente de seguros no es parte en el contrato, pero tiene una cierta intervención en el mismo.

Si es un agente afecto (está vinculado con el asegurador por medio de un contrato de agencia) in-
terviene en la conclusión del contrato de seguro en nombre y por cuenta del asegurador, aun cuan-
do sólo vincula a éste si tienen poder de representación. Por otro lado, las comunicaciones y pago
de primas que efectúe el tomador del seguro al agente surtirán los mismo efectos que si se hubiese
realizado directamente al asegurador. Asimismo, el pago de los recibos de la prima efectuado por el
tomador del seguro al agente de seguros se entenderá realizado a la entidad aseguradora, salvo
que ellos se haya excluido expresamente.

Si es un corredor de seguros (agente libre), está vinculado con el tomador del seguro por medio de
un contrato de mediación o corretaje. Por ello, las comunicaciones efectuadas por un agente libre
al asegurador en nombre del tomador del seguro surtirán los mismo efectos que si las realizara el
propio tomador, salvo indicación en contrario de éste.

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LA PÓLIZA. CONTENIDO.

La póliza es el documento que recoge el contrato de seguro, que a efectos probatorios debe constar por es-
crito. La póliza debe contener una serie de menciones que recogen los elementos esenciales del contrato,
como las partes, el riesgo cubierto, el interés, la suma asegurada, el importe de la prima, etc. En ella se in-
cluyen también las condiciones generales del contrato, que en ningún caso podrán tener carácter lesivo pa-
ra los asegurados. Se han de redactar en forma clara y precisa y se destacará de modo especial las cláusulas
limitativas de los derechos de los asegurados, que deberán ser específicamente aceptadas por escrito.

En caso de extravío de la póliza, el asegurador, a petición del tomador del seguro o en su defecto del bene-
ficiario, tendrá obligación de expedir una copia o duplicado de la misma, la cual tendrá idéntica eficacia que
el original.

Los modelos utilizados por los aseguradores están sometidos a la vigilancia de la Administración Pública,
para impedir el empleo de cláusulas ilegales o lesivas para los asegurados. No es necesario, salvo en deter-
minados supuesto, la aprobación previa de esos modelos antes de su utilización, pero aún cuando hayan si-
do aprobados por la Administración Pública, las condiciones generales no se transforman en Derecho obje-
tivo y su licitud dependerá de que infrinjan la ley o no.

La póliza fijará la duración del contrato que – salvo en los casos de seguro de vida- no podrán fijar un plazo
superior a 10 años. Sin embargo, podrá establecerse que se prorrogue una o más veces que un período no
superior al año cada vez.

III. EL SEGURO CONTRA DAÑOS. PARTICULARIDADES EN MATERIA DE ELEMENTOS. CON -


TENIDO. EL CÁLCULO DEL DAÑO EN PARTICULAR. LA PÓLIZA ESTIMADA. SUPUESTOS
ESPECIFICOS.

EL SEGURO CONTRA DAÑOS.

Dentro de las dos grandes ramas en que se dividen los seguros aparecen, en primer lugar, los seguros de in-
demnización efectiva o de daños en sentido estricto. Estos seguros tienen como nota común que tienden al
resarcimiento completo del daño que efectivamente ha sufrido el asegurado. La estructura y el funciona-
miento de esa clase de contrato están dominados por el cálculo de la valoración del daño que efectivamen-
te produce el siniestro, que el asegurador tiende a indemnizar.

La efectividad de la indemnización por parte del asegurador tiene como límite el valor real del daño, de for-
ma que el asegurado no puede tener una situación patrimonial más favorable después de recibir la indem-
nización que antes de que se produjera el siniestro.

VALOR DEL INTERÉS Y SUMA ASEGURADA.

a. Relevancia del interés asegurado.

Aunque el interés es un elemento común a todas las clases de contrato de seguro, tiene singular relevancia
en los seguros de indemnización efectiva, dado que el interés no sólo es importante como presupuesto pa-
ra la validez del contrato, sino también para el cálculo de la indemnización cuando se produce el siniestro

b. Significado de la suma asegurada.

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La suma asegurada es el importe máximo del interés asegurado cubierto por el asegurador, o como la suma
asegurada “representa el límite máximo de la indemnización a pagar por el asegurador en cada siniestro”.
La suma asegurada es el importe que señala la cuantía por la que el interés es asegurado en el contrato. Es-
ta suma puede coincidir o no con el valor asegurable y esa suma asegurada representa, como se ha dicho,
la cantidad máxima que puede importar la prestación del asegurador.

El interés se mide a través de la asignación de un valor al bien asegurado. Este valor, que ha de ser calcula-
do con relación al bien y a la naturaleza del interés, puede sufrir modificaciones a lo largo del contrato. Se
distingue a estos efectos entre valor inicial (el valor del interés en el momento del contrato) valor sucesivo
(el que tiene el interés en cualquier momento de la vida del contrato) valor final (el valor del interés en el
instante inmediatamente antecedente a la verificación del siniestro) y el de residuo (que es el valor del in-
terés asegurado después del siniestro).

c. Relación entre interés y la suma asegurada.

Se dice que existe seguro pleno cuando el valor del interés asegurado coincide con la suma asegurada, de
manera que si esa situación se conserva en el instante en que se produce el siniestro el asegurado podrá
obtener un resarcimiento completo del daño.

Si la suma asegurada es inferior al valor del interés asegurado entonces nos hallamos ante un seguro parcial
o infraseguro, y el asegurador deberá resarcir el daño teniendo en cuenta la proporción existente entre la
suma asegurada y el valor de interés, salvo que las partes hayan pactado otra cosa.

Una tercera situación es la del sobreseguro, que se produce cuando la suma es superior a este valor. (Este
caso se ha considerado peligroso ya que existe un incentivo para que el asegurado provoque dolosamente
el siniestro).

DETERMINACIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN:

El cálculo de la indemnización está predeterminado sustancialmente por tres factores:

- el valor del interés asegurado

- el importe del daño

- la suma asegurada.

El valor del interés asegurado relevante a estos efectos no es el valor del momento de la conclusión del
contrato (el inicial), sino el inmediatamente precedente a la realización del siniestro (final).

La suma asegurada opera como límite de la indemnización.

Indemnización = (suma asegurada x daños indemnizables)/valor del interés

REFERENCIA A DISTINTOS TIPOS DE SEGUROS DE DAÑOS:

- Seguro de cosas.

o Seguro de incendios

o Seguro contra el robo

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o Seguro de transporte

- Seguro de lucro cesante.

- Seguros de créditos.

o Seguro de crédito

o Seguro de caución

- Seguro de deudas.

o Seguro de responsabilidad civil

o Régimen especial del seguro de responsabilidad civil del automóvil.

o Reaseguro

o Seguro de defensa jurídica

IV. EL SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL. SEGURO DE RESPONSABILIDAD AUTOMOVI -


LÍSTICA.

SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL.

Este seguro tiene una importancia creciente. Se caracteriza porque el asegurador se compromete a mante-
ner indemne al asegurado, dentro de los límites del contrato de seguro, cuando el patrimonio de éste se
vea gravado por el nacimiento de una deuda de la que es responsable. La deuda puede proceder de una
responsabilidad extracontractual o contractual.

El siniestro en este seguro se determina por el nacimiento de la deuda de responsabilidad, lo que quiere
decir que el asegurador ha de hacer frente a los siniestros ocurridos en el tiempo de duración material de la
relación jurídica aseguradora.

SEGURO DE RESPONSABILIDAD AUTOMOVILISTICA.

Dentro de los seguros obligatorios destaca el de la responsabilidad civil derivada del uso de vehículos de
motor (seguro de automóviles), que tiene un régimen especial, que se completa con las normas de la L.C.S.
Está regido por Ley “sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos de motor”. Las líneas
esenciales de esta regulación son las siguientes:

a. El seguro cubre la responsabilidad del conductor del vehículo, tanto por los daños que cause a las
personas con motivo de la circulación como a las cosas. Pero aparece un régimen diverso de la res-
ponsabilidad civil según se trate de daños causados a las personas o a las cosas.

b. El propietario del vehículo está obligado a suscribir un contrato de seguro que cubra, hasta la cuan-
tía del aseguramiento obligatorio. El incumplimiento de la obligación de asegurarse prohíbe la cir-
culación del vehículo por el territorio nacional y se sanciona administrativamente con multa.

c. El contrato de seguro comprende la cobertura de los daños de las personas y a los bienes causados
a los perjudicados por hechos de la circulación, sin perjuicio de ciertas exclusiones. El asegurador,

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dentro del ámbito de la cobertura, habrá de satisfacer al perjudicado, o a sus herederos, el importe
de los daños sufridos dentro de los límites fijados, los cuales tendrán acción directa frente al asegu-
rador para exigir la indemnización. Acción frente al asegurador que prescribe por el transcurso de
un año.

d. El asegurador una vez efectuado el pago de la indemnización podrá repetir contra el conductor y el
propietario del vehículo causante del daño, si éste fuera debido a la conducta dolosa de cualquiera
de ellos, a la conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas o de drogas; también podrá repe-
tir contra el tercero responsable de los daños y contra el tomador del seguro o asegurado por cau-
sas derivadas del contrato de seguro. Está acción de repetición prescribe también al año contado a
partir de la fecha en que el asegurador efectuó el pago al perjudicado.

e. Cuando el daño sea causado por un conductor desconocido, por un vehículo robado, por un vehícu-
lo no asegurado, o asegurado por una entidad aseguradora declarada en quiebra, suspensión de
pagos o que haya sido disuelta, el perjudicado tendrá acción directa contra el Consorcio de Com-
pensación de Seguros.

V. EL SEGURO SOBRE LA VIDA. PARTICULARIDADES EN MATERIA DE ELEMENTOS. CON -


TENIDO. REDUCCIÓN Y RESCATE DE LA PÓLIZA. PLANES DE PENSIONES.

SEGURO DE VIDA.

El seguro de vida es aquel contrato en el que la prestación del asegurador consiste en el pago al asegurado
o al beneficiario de una suma, de una o varias veces, cuando se produzca un evento que se refiere a la du-
ración de la vida humana.

Las modalidades del seguro de vida son muy amplias. Además del criterio que tiene en cuenta la naturaleza
del riesgo asegurado (la muerte, la supervivencia o estos eventos de forma alternativa), la noción transcrita
quiere expresar de modo especial, que la prestación del asegurador puede ser no sólo un capital, sino una
renta. Por otro lado, tales riesgos pueden contratarse conjuntamente con otros complementos, como la in-
validez, muerte por acción, enterramiento, etc.

- Seguro para caso de muerte: en este seguro de vida la cobertura se realiza para el caso de muerte
del asegurado, de forma que la obligación del asegurador depende de este hecho.

Dentro de este tipo de seguro podemos distinguir el temporal y el de vida entera.

o En el seguro de vida temporal la obligación del asegurador al pago de las indemnizaciones


subordina al hecho de que la muerte del asegurado se produzca dentro de un determinado
período de tiempo.

o En el seguro de vida entera la cobertura de riesgo de fallecimiento se extiende a toda la vi-


da del asegurado.

Estos seguros de vida se realizan por regla general sobre “una sola cabeza”.

En la póliza se han de indicar expresamente los supuestos de muerte que están excluidos de la co-
bertura del asegurador.

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- Seguro para caso de vida: en este supuesto la obligación del asegurador está condicionada a la su-
pervivencia del asegurado en una determinada fecha, que se fija por medio de un plazo que se em-
pieza a contar a partir del momento de la celebración del contrato o bien con relación a la edad del
asegurado. El riesgo cubierto no es el fallecimiento del asegurado, sino el contrato de superviven-
cia, no siendo relevante a estos efectos la salud del asegurado. La necesidad o el daño que se cubre
en esta clase de seguro viene dado por la existencia de determinados gastos cuando la capacidad
de rédito del asegurado por causa de la vejez ha disminuido.

- Seguros mixtos: son aquellos seguros en los que el asegurador cubre alternativamente el riesgo de
muerte y el de supervivencia del asegurado, de forma que el asegurador queda obligado a abonar
una suma tanto si en una determinada fecha vive la persona asegurada como si falleciese antes de
esta fecha. La prestación del asegurador ha de efectuarse necesariamente, aunque no se sabe el
momento en que se realizará, por depender de la vida del asegurado. Los riesgos cubiertos no sim-
plemente son apuestos, sino alternativos.

ELEMENTOS PERSONALES DEL SEGURO DE VIDA.

- EL BENEFICIARIO:

En el contrato de seguro de vida una pluralidad de elementos personales que supera los normales del con-
trato de seguro, en especial cuando el seguro es para el caso de muerte, pues además del asegurador y del
contratante o tomador del seguro, surge la figura del BENEFICIARIO distinta del asegurado y del tomador
del seguro, al que corresponden los derechos que derivan del contrato.

En principio asegurado puede ser cualquier persona, siempre que tenga más de catorce años y no esté inca-
pacitado.

El beneficiario es la persona que tiene derecho a la indemnización pactada en el contrato. La designación


de este puede efectuarse sin que sea necesaria su aceptación, corresponde al tomador del seguro o contra-
tante

REDUCCIÓN Y RESCATE DE LA PÓLIZA.

El seguro de vida se inspira en el principio de la equivalencia de prestaciones de los contratantes. La falta de


pago de la prima convenida libera al asegurador del pago de la suma asegurad. Pero esta concatenación en-
tre las prestaciones de las partes también se manifiesta en ciertas modalidades del contrato de seguro so-
bre la vida en que si el contratante no puede o no quiere continuar con la vigencia del contrato, tiene dere-
cho a percibir una cierta compensación por parte de las primas pagadas que corresponden al asegurado en
estos casos. Pero estos derechos se reconocen normalmente sólo en los supuestos de seguros de vida para
caso de muerto cuando el contrato lo es sobre la vida entera.

El rescate tiene lugar cuando el contrato se resuelve por voluntad del tomador del seguro, una vez que ha-
ya pagado dos anualidades, y por supuesto no se haya producido el fallecimiento del asegurado. Si el toma-
dor ejercita la facultad de rescate, mediante la oportuna solicitud al asegurador, tendrá derecho a que éste
le entregue la cantidad que corresponda al tiempo transcurrido, conforme a la tabla de valores que figure
en la póliza.

La reducción implica una modificación del contrato, ya que el contratante se libera del pago de las primas
futuras, y el asegurador ve reducida la cuantía de su prestación a la parte que corresponda según la reserva

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matemática. La facultad de reducción del seguro podrá ser ejercitada cuando haya transcurrido desde la
conclusión del contrato un determinado tiempo previsto en la póliza, que podrá ser superior a dos años
desde la vigencia del contrato. Transcurrido ese tiempo, la reducción se produce no sólo cuando lo solicite
el tomador, sino también cuando se deje de pagar la prima. El asegurador en este caso queda obligado a la
reducción del seguro conforme a la tabal de valores inserta en le póliza. El tomador del seguro tiene dere-
cho a la rehabilitación de la póliza en cualquier momento antes del fallecimiento del asegurado, debiendo
cumplir para ello las condiciones pactadas.

VI. SEGURO DE ENFERMEDAD Y DE ACCIDENTES.

El SEGURO DE ACCIDENTES.

Es el contrato de seguro que cubre al asegurado contra una lesión corporal que deriva de una causa violen-
ta, súbita, externa y ajena a la intencionalidad del asegurado, que produzca invalidez temporal o perma-
nente o muerte. Si el accidente se provoca intencionadamente por el asegurado, el asegurador queda libe-
rado de su obligación.

Al margen del seguro voluntario de accidentes, aparece el obligatorio de accidentes de trabajo, que se rige
por una legislación especial.

El riesgo en el seguro de accidente se centra en la lesión corporal, que ha de tener una determinada causa
y unas consecuencias que necesariamente se han de producir para que el asegurador esté obligado a in-
demnizar.

El interés en este seguro se concreta en la relación económica existente entre el sujeto y su propio cuerpo.

El daño radica tanto en el que se produce al propio cuerpo como en su capacidad productiva y de rédito.

Al ser el seguro de accidente un seguro de sumas puede existir más de un seguro sobre un mismo interés.
En este caso el tomador del seguro debe de comunicar al asegurado la celebración de cualquier otro seguro
de accidentes que se refiera a la misma persona. El incumplimiento de este deber solo puede dar lugar a
una reclamación por los daños y perjuicios que origine, sin que el asegurador pueda reducir de la suma ase-
gurada cantidad alguna por este concepto.

EL SEGURO DE ENFERMEDAD Y ASISTENCIA SANITARIA.

En el seguro de enfermedad el asegurador se obliga al pago de ciertas sumas y gastos de asistencia sanita-
ria y farmacéutica.

En el seguro de asistencia sanitaria el asegurador se obliga a proporcionar al asegurado la asistencia médi-


ca y quirúrgica de toda clase de enfermedad o lesiones, pero no concede indemnizaciones en metálico que
sean optativas en sustitución de la prestación de los servicios de asistencia sanitaria.

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