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El trabajo enajenado

Marx comienza realizando una crítica filosófica a las categorías de la economía política.
Comienza diciendo que el trabajador queda rebajado a mercancía, a la más miserable de todas las
mercancías, y que la miseria del obrero está en razón inversa de la potencia y magnitud de su
producción. La acumulación del capital queda en manos de unos pocos, por lo que la sociedad
queda dividida en dos clases: la de propietarios y la de obreros desposeídos.
Dice que la economía política parte del hecho de la propiedad privada, pero no la explica.
Tampoco proporciona una explicación sobre el fundamento de la división del trabajo, capital y
tierras. Competencia e intercambio (¿?). Fundamenta este tipo de cuestiones por el interés último
del capitalista, legitima el orden capitalista. En otras palabras, parte de aquello que debería
explicar.
Marx emprende la tarea de buscar la conexión entre todos estos conceptos, la enajenación que
conllevan. Y a su vez, vincularlo con el sistema monetario. Para ello, parte de un hecho
económico actual: El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce. En otras palabras, el
trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce.
El objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un
poder independiente del productor. El producto es la objetivación del trabajo (realización del
trabajo), el estadio de la Economía Política donde se produce la desrealización del trabajador
(pérdida del objeto y servidumbre a él). El trabajador se relaciona con el producto de su trabajo
como un objeto extraño.
El trabajador no puede crear nada sin la naturaleza, sin un mundo exterior sensible.
El trabajador se convierte en siervo de su objeto en un doble sentido: Puede existir como
trabajador y como sujeto físico. Pero la cuestión es que, solo como sujeto físico puede ser
trabajador, y solo como trabajador puede mantenerse como sujeto físico.
La economía política oculta la enajenación esencial del trabajo porque no considera la relación
inmediata entre el trabajador (trabajo) y la producción. Relación esencial del trabajo.
El extrañamiento también se da en la actividad productiva. La producción es la enajenación
activa.
El trabajo es externo al trabajador debido a que, la actividad del trabajador pertenece a otro. El
trabajador no tiene control sobre el proceso de producción y sus resultados. Se define al trabajo
como una “actividad alienante”, no solo por lo dicho anteriormente sobre el proceso y el
resultado como externos a él y a sus necesidades humanas, sino también por el hecho de que el
trabajador ha cosificado una parte de sí mismo en el producto. Se define como trabajo forzado,
no voluntario. Es un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo.
El trabajo enajenado, también convierte a la naturaleza en algo extraño para el hombre, siendo
que esta funciona como el cuerpo inorgánico, esto quiere decir que el hombre vive de la
naturaleza y es el medio y el instrumento de su actividad vital. Esta naturaleza (los medios de
producción, las herramientas) con la que trabaja, al pertenecerle a otro, se vuelve extraña.
Por lo tanto, este medio de producción, aleja al hombre de la posibilidad de realizarse de manera
plena con la naturaleza a través del trabajo (capacidad creativa que nos diferencia de los
animales). Vida genérica.
El trabajo enajenado, también priva a los hombres de llevar una vida comunitaria. En vez de
relacionarse los otros entre sí, cooperativamente, se relacionan competitivamente (modo de
producción egoísta, conflictivo y antagónico). Se enfrenta con el otro, con el trabajo y el
producto del trabajo del otro.
De la misma manera que hace de su propia producción su desrealización, su castigo; de su propio
producto su pérdida, un producto que no le pertenece, y así también crea el dominio de quien no
produce sobre la producción y el producto.
La propiedad privada: Es el producto del trabajo enajenado, de la relación externa del trabajador
con la naturaleza y consigo mismo. Suele aparecer como fundamento del trabajo enajenado, pero
es más bien una causa.
¿Solución?
● Abolir esta condición general, consecuencia de relaciones
y procesos sociales, para elevar a condición
verdaderamente humana.
● ¿Cómo? mediante de una manera práctica
«praxis» “Praxis Revolucionaria”.

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