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Teoría de P.

Bourdieu sobre las Clases Sociales y habitus

Para entender a Bourdieu tenemos que saber que uno de sus más preciados conceptos es el
de “habitus” o habito internalizado: cuando se dice que una persona pertenece a una clase
social generalmente se toma en cuenta su forma de comportarse y su apariencia porque en
general en cada clase social existen patrones presentes. Esto es porque las personas desde
pequeñas son educadas de determinada manera y a partir de su entorno van construyendo
que conductas son aceptadas y que conductas no, que es bueno y que no e incluso que cosas
pueden ser graciosas y cuales no. Si bien cada personalidad es diferente el entorno social lo
hace parecerse lo más posible. Por ej. En una clase social se considera aceptable usar cierto
tipo de sombrero mientras que en otras ese mismo sombrero genera disgusto o es visto como
ridículo. Todo esto es a lo que Bourdieu llama “habitus” y la definición que nos da es: las
disposiciones del entorno social que llevan a las personas a comportarse de forma similar a los
que tiene cerca generan un habitus. Es un proceso no consciente y no voluntario por el que
pasan todos los sujetos. El habitus surge con la interacción que cada persona tiene con su
entorno e incluye tanto a las instituciones como a las relaciones interpersonales. El habitus es
tan importante que llega a definir la manera en que el sujeto se va a reír o el tono que usa al
hablar. Entonces a simple vista parece que la diferencia de clase se debe al capital económico
pero este concepto de habitus implica muchas más cosas por lo que Bourdieu dice que se
deben considerar otros capitales como el CAPITAL CULTURAL. Este se refiere tanto a la
manera de pensar y al comportamiento. Incluye conocer que modales son correctos para cada
ocasión, saber que clase de vestimenta corresponde a cada evento, conocer las palabras y
expresiones que encajan con el resto y además poder entretenerse con las mismas cosas.
Puede sonar complicado pero son cosas que todos hacemos diariamente. Mientras mas
acostumbrado se esté a las disposiciones mas se sentirá que se pertenece a una clase social o a
un entorno (también puede suceder lo contrario). También el autor nos habla del CAPITAL
SOCIAL: las conexiones o relaciones con otras personas. Ser conocido o amigo de determinada
gente puede generar beneficios como poder, dinero, oportunidades, etc. La red social que
creamos a lo largo es un capital que influye en gran medida nuestros caminos a seguir.

Así el capital económico, el capital cultural y el capital social para este autor son los que
definen a cada persona como miembro de un grupo en particular o clase social, pero hay más
capitales extras. Nos plantea el CAPITAL SIMBOLICO que es esencialmente el respeto y la
autoridad que cada persona recibe así como su fama y su reputación (prestigio positivo o
negativo. Muchas veces nuestra fama va a definir nuestras oportunidades). También nos habla
del CAPITAL LINGUISTICO que es la capacidad de convencer con las palabras. Los buenos
oradores pueden generar autoridad y convencer a partir de su forma de hablar. El poder de las
palabras para Bourdieu conduce al poder real. Este capital les permitió a grandes líderes para
bien o para mal mover a las masas. Por último desarrolla el CAPITAL POLITICO que se refiere a
la posición que tenga en el mundo de la política, pero también se refiere a la forma de pendar
respecto a los temas políticos.

Finalmente decimos que la combinación de estos seis capitales crean una amplia gama de
clases sociales que no siempre se relacionan con el capital económico. Bourdieu se centra en la
dinámica, la complejidad y las jerarquías y no define un numero o tipos de clases sociales en
especifico.

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