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1. Roma.

La civilización romana nació en la península itálica. En el siglo VIII a.

C., la península itálica estaba habitada por diferentes pueblos, entre los que destacaban los latinos,

en el centro, y los etruscos en el norte. Las costas del sur y la isla de Sicilia estaban dominadas por

los griegos (la Magna Grecia).

Los romanos explicaban la fundación de Roma por medio de la leyenda de Rómulo y Remo en el

753 a. C., pero la ciudad surgió de la unión de varias aldeas, habitadas desde mucho antes,

existentes en las colinas a orillas del río Tíber.

2. Etapas de la Historia de Roma.


La historia de Roma durará más de doce siglos y durante este tiempo conquistó las riberas del

Mediterráneo y se convirtió en el Estado más poderoso de su época. Desde el punto de vista político

Roma pasó por tres sistemas: la monarquía (753-509 a. C), la república (509-27 a. C.) y

el imperio (27 a. C. - 476 d. C.).

La Monarquía (753 - 509 a. C)


En principio el gobierno de Roma se organizó como

una monarquía, de cuyos primeros reyes apenas sabemos nada. Los primeros reyes romanos fueron
latinos, pero los últimos fueron etruscos, pueblo que había sometido el Lacio.

El rey era el Sumo Sacerdote y el general en jefe del ejército, estaba auxiliado por el Senado,

formado por entre 100 y 300 miembros de las familias patricias más ricas e influyentes.

La sociedad romana estaba compuesta en esta época por los patricios, familias descendientes de los

primeros pobladores, que controlaban la mayor parte de las tierras y el derecho de ciudadanía y por

los plebeyos, que eran campesinos, comerciantes y artesanos que carecían de poder político.

Los romanos no aceptaron con agrado la autoridad de los reyes etruscos, y consiguieron deshacerse

de ellos en el año 509 a. C. estableciendo una nueva forma de gobierno: la República.

La República (509 - 27 a. C.)

Las Instituciones.
Durante la República se crearon de forma gradual

una serie de instituciones de gobierno representativas. En principio las instituciones estaban

monopolizadas por los patricios, pero los plebeyos, que pagaban impuestos y servían en el ejército,

fueron exigiendo y consiguiendo derechos políticos y participar en el gobierno de la ciudad. En el siglo

V. a. C. lograron que un representante, el tribuno de la plebe, defendiera sus intereses en el Senado

y un siglo después los plebeyos podían ser magistrados y senadores.

Las instituciones principales fueron: los Comicios, las Magistraturas y el Senado.

Los Comicios: eran asambleas en las que se reunían los ciudadanos romanos para votar las leyes,

elegir, los cargos públicos y decidir la guerra o la paz. Estas asambleas populares se reunían siguiendo

distintos criterios y con funciones distintas:

 Comicios de las centurias: elegían los magistrados superiores (consules

pretores y censores) y declaraban la guerra.

 Comicios de las tribus, la unidad de voto era la tribu (distrito territorial),


eligen a ediles curules y cuestores, y legislaban.

 Comicios de las curias, administra justicia

 Comicios de la plebe, elige el tribuno de la plebe y el edil de la plebe.

Las Magistraturas eran cargos políticos con funciones específicas y que suponían toda una carrera

política. Estos cargos eran:

 colegiados: a fin de equilibrar el poder y evitar la corrupción, todos los

cargos se compartían con, al menos, otra persona.

 no se cobra un sueldo.

 anuales, de forma que todos los años había votaciones


 electos, excepto el cargo de senador, reservado para los antiguos cónsules

y con carácter vitalicio.

Todas las magistraturas eran ordinarias, sólo el cargo de dictador era extraordinario, propio de

épocas difíciles; se encargaba así, durante seis meses, de gobernar Roma y su ejército, y su poder

estaba por encima del de los cónsules. El dictador tenía, además, un ayudante, el jefe de caballería.

Seis eran las magistraturas, ordenadas de mayor a menor importancia política:

 Cónsul, siempre elegidos de dos en dos, y tan importantes que daban

nombre al año en el que gobernaban. Jefes máximos del ejército,

presidían las sesiones del Senado y se turnaban diariamente en el


ejercicio del poder.

 Pretor, en número de ocho, se encargaban de los tribunales de Roma.

 Edil; eran elegidos de cuatro en cuatro (dos patricios y dos plebeyos) y se

encargaban del gobierno de las ciudades.

 Cuestor: se encargaban de las arcas y gastos del Estado.

 Censores, eran dos y su cargo duraba cinco años. Su trabajo era elaborar

las listas de ciudadanos (censos) y dictaminar quién podía pertenecer o no

a una clase social. Establecer la lista de

senadores y tachar de ella (nota censoria) a los que no fueran dignos.

 Tribuno de la plebe. Era una magistratura especial, ocupada siempre

por plebeyos. Tenían derecho de veto sobre las decisiones del Senado,

de forma que se encargaban de que estas no perjudicaran los derechos de

los plebeyos.

El Senado era la institución más importante. Era un consejo supremo encargado de asesorar a los
magistrados. Además establecia leyes y dirigía la política exterior. Sus miembros eran vitalicios, unos
300, y eran antiguos cónsules y magistrados, y personas que sobresalían por sus cualidades, su

fortuna y su posición social.

La expansión de la República.

Durante el periodo de la República, Roma consiguió conquistar muchos territorios gracias a su bien

organizado.

Primero, se impuso sobre los pueblos de lapenínsula itálica, venciendo a latinos, galos y griegos de

la Magna Grecia (siglos IV y III a. C)

En el Mediterráneo occidental, los romanos se impusieron tras un largo conflicto que les enfrentó a

los cartagineses en las guerras Púnicas (264 a. C - 146 a. C.). En la primera guerra púnica (264 a. C

- 241 a. C), Roma se hizo con Sicilia, Córcega y Cerdeña. En la Segunda (219-201 a. C) los romanos

extendieron su poder a la Península Ibérica y el Norte de África y en la tercera (149-146 a. C.),

Cartago dejó de existir y su territorio pasó a a ser una provincia romana.

En el Mediterráneo oriental derrotaron a los macedonios y conquistaron Grecia, parte de Asia Menor

y Siria. Más tarde se extendieron por Egipto y por todo el Norte de África.

César conquistó la Galia y ya en el Imperio se conquistó Britania (siglo II) y se extendió la frontera a

lo largo del Rin y el Danubio.

La crisis de la República.
En el siglo I a. C. comenzó un periodo de crisis y luchas

internas. Las conquistas habían proporcionado muchas riquezas (botín, esclavos y tierras) y se

formaron grandes propiedades agrícolas trabajadas por esclavos, que arruinaron a los pequeños

campesinos, que emigraron a las ciudades. Los más beneficiados fueron los patricios y los jefes

militares.

El aumento de las desigualdades sociales propiciaron las protestas de la plebe (intento de reforma

agraria por los hermanos Graco, tribunos de la plebe) y las revueltas de los esclavos (Espartaco).

La ruina de los pequeños propietarios agrícolas y su emigración a las ciudades (especialmente a

Roma) hizo que el número de personas apto para el éjercito bajó sensiblemente, por lo que fue

necesario profesionalizar el ejército (reforma de Mario). Estas legiones profesionales pasaron de ser

fieles a Roma a estar muy vinculadas a su jefe militar, que las utilizará para satisfacer su ambición

personal y política.

Los conflictos y divisiones internas propiciaron el abandono de los ideales republicanos (división del

poder) y la concentración del poder en manos de estos generales, que unas veces se aliaban para

compartir el poder (triunviratos) y otras se enfrentaban en entre ellos (Guerras civiles : Sila y

Mario, Pompeyo y César y Octavio y Marco Antonio).

La victoria de Octavio sobre Marco Antonio, marcó el final de la República. En el año 27 a. C. el senado

concedió a Octavio los máximos poderes (imperator, pontificex máximo ...) y así se convirtió en el

primer emperador romano.


El Imperio Romano.
El Imperio comienza en el año 27 a. C, cuando el Senado romano, reconoce el poder
de Octavio(vencedor en la guerra civil contra Marco Antonio), nombrándolo Augusto (elegido por los
dioses) y principe (el primer ciudadano); y se suele dar por finalizado en el año 476 d.
C. cuando Odoacro(general bárbaro al servicio de Roma) depone al último emperador de
occidente Rómulo Augustulo.

1. El gobierno imperial.
Los emperadores concentraron todos lospoderes : político, militar, legislativo y religioso.

Y aunque no desaparecieron ni el Senado, ni otras instituciones repúblicanas, como las magistraturas


y los comicios, estas estaban controladas por el emperador, que ocupaba el cargo de forma vitalicia y
nombraba a su sucesor, formándose dinastías.

Los emperadores prosiguieron las conquistas y en tiempos del emperador Trajano (98-177) alcanzó su
máxima extensión. Los territorios conquistados se habían ido organizando en provincias desde la
República, pero su administración se perfecciona durante el Imperio. Las provincias se dividieron entre
las administradas por el Senado (las más pacificadas) y las imperiales. Los gobernadores, nombrados
por el emperador, recaudaban los impuestos, se encargaban del orden público y aseguraban la
defensa.
2. El Alto imperio (la pax romana).
Durante los siglo I y II, el imperio gozó de un periodo de relativa tranquilidad, que se le dió el nombre
de "pax romana". Durante este tiempo hubo un importante desarrollo de la economía, de la cultura
y de la vida ciudadana.

Los pueblos conquistados fueron adoptando la lengua (latín) y las formas de vida propias de los
romanos, las ciudades se llenaron de grandes construcciones y obras públicas y se extendió el derecho
de ciudadanía romana (en 212 el emperador Caracalla lo concedió a todos los hombres libres del
imperio), a este proceso se le denomina romanización.

El principal vehículo de la romanización fue la extensión de la vida urbana. El Imperio romano fue un
mundo de ciudades. Crecieron las ciudades viejas y se crearon otras nuevas. Pero los romanos
influyeron de manera diferente en Oriente y Occidente. En la parte oriental del Imperio, los antiguos
reinos helenísticos, no pudieron influir mucho, ni siquiera se impuso el latín sobre el griego. Sin
embargo, en Occidente, Roma creó la primera red de ciudades, las colonias. Las ciudades indígenas se
adaptaron y sus habitantes adoptaron la mueva civilización.

LECTURA:

El imperio había traído consigo una relativa paz civil, acompañada por un considerable
relajamiento de la política de conquistas. El cambio de política con respecto a las provincias
había hecho que la explotación de las mismas adquiriera un caracter organizado [...].
Muchos emperadores , especialmente los Antoninos, habían fomentado la actividad
municipal y se habían preocupado por el desarrollo de la vida cultural de las provincias. La
piratería fue liquidada [...]. Se había desarrollado una magnífica red vial y se había
introducido una moneda imperial única.

[...] En el Imperio de los dos primeros siglos se puede además notar el desarrollo de la
técnica [...], la evolución del artesanado, el impulso que la vida económica recibió en
muchas provincias [...]. La fortuna de las clases altas en las provincias había aumentado,
las ciudades provinciales habían logrado su autonomía y vivían una intensa vida económica
y cultural. Algunas ciudades antiguas, que a finales de la República habían comenzado a
decaer, renacían. En los confines del Rin y del Danubio, en África septentrional y en la Dacia
surgía una gran cantidad de nuevos centros urbanos.

S.I. KOVALIOV, Historia de Roma, Madrid, Akal, 1979.

3. La crisis del siglo III y el bajo Imperio.


La crisis del siglo III
A partir de finales del siglo II la paz y la prosperidad económica empiezan a desquebrajarse. Durante
el siglo III el imperio romano vivió una grave crisis política, militar y económica:

 Las dificultades hicieron saltar por los aires el ya conflictivo sistema de elección de los
emperadores. El ejército y la guardia pretoriana se creían con el derecho a imponer a sus jefes
como emperador, lo que ocasionó numerosos conflictos civiles que generaron el caos.

 Además, las fronteras del Rin y el Danubio fueron objeto de frecuentes ataques de pueblos
germánicos que penetraban en el imperio saqueando y destruyendo ciudades poniendo de
manifiesto la debilidad militar del mismo.

 Los problemas políticos y de seguridad, junto con la evidente crisis del sistema esclavistageneraron
numerosos problemas económicos: inflación y caos monetario (los emperadores acuñaban
moneda de mala calidad para hacer frente a los gastos), quiebra del comercio(producido por la
inseguridad), mayor presión fiscal y decadencia de las ciudades (que fueron muchas de ellas
poco a poco abandonadas, especialmente en occidente).

El bajo Imperio (siglo IV)

A finales del siglo III se produce una cierta recuperación.En el 284 Diocleciano implanta la

llamada tetrarquía, intentando contener la desintegración del Imperio. La


tretarquía repartía el imperio entre cuatro gobernantes. Además se fortificaron las ciudades, se
fortaleció el ejército (reforma militar, fiscal y monetaria), hubo una reorganización administrativa en
diócesis (12) y provincias (unas 100) y se trasladó la capital a Nicomedia.
La tretarquía no sobrevivió a Dicleciano. Cuando este dejó el poder, la
lucha por el mismo desenvocó en una guerra civil que dió la victoria a Constantino.En 323 se
convirtió en soberano único. Antes había en 313 (Edicto de Milán) había reconocido el cristianismo y
le había dado una posición de religión dominante. Continuó las reformas de Diocleciano y trasladó la
capital a Bizancio (Constantinopla) a orillas del Bósforo.

Teodosio el Grande, de origen hispano, consagró la división del Imperio en dos: el de Occidente, con
capital en Roma, y el de Oriente con capital en Constantinopla. Además este emperador convirtió en
religión oficial el cristianismo (Edicto de Tesalónica, año 380). La presión de los pueblos
bárbaros fue cada vez mayor sobre las fronteras. El empuje de los hunos obligó a los Visigodos y
otros pueblos a refugiarse en el imperio. En 406 varios pueblos entran por la frontera del Rin. Los
bárbaros dejaron sentir su presencia por todas las provincias, se asentaban, pactaban con la Iglesia,
con el ejército y con los propios provinciales. Roma había desaparecido como centro del poder. En 476
Odoacro, caudillo germano, depone al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. El imperio
de Oriente resistió a las invasiones y se mantuvo hasta 1453 (Bizancio).
1. La actividad económica

La agricultura, era la actividad básica, se basó en el cultivo


de cereales, vid, olivo, frutas y hortalizas. Los romanos construyeron embalses y acequias para el
riego, usaron el arado con reja de hierro y el barbecho. Para obtener la harina utilizaron molinos de
agua y prensas para el vino y el aceite.

En los inicios de Roma la propiedad de la tierra estaba en manos de pequeños propietarios libres y
de algunos grandes propietarios en cuyos latifundios utilizaban esclavos. Con la expansión los
grandes latifundios proliferaron por los territorios conquistados por Roma, mientras que fueron
desapareciendo los pequeños propietarios. El centro del latifundio era un conjunto de edificaciones
llamado villa. Muchas de estas villas a partir del siglo III se hicieron residencias permanentes de
grandes familias ricas que construyeron en ellas suntuosas mansiones.

En la época alto imperial (siglos I y II), el cese de las guerras de conquista, provocó la escasez de
esclavos y muchos propietarios debieron recurrir a colonos libres que recibían la tierra en arriendo.

La producción artesanal era otra actividad económica importante. Se desarrollaba en las ciudades,
donde se encontraban los talleres, y sorprende la gran variedad: talleres de tejidos, joyerías,
perfumerías, panaderías, talleres de vidrio, herrerías, cuero, de eleboración de objetos de bronce,
cerámicas... Esta actividad artesanal se extendió por todas las ciudades del Imperio, que se fueron
especializando en determinados productos y permitieron un floreciente intercambio.
La organización de la producción se basaba en el pequeño
taller artesano. En la mayoría de los casos trabaja el dueño del taller, generalmente liberto, con uno o
dos esclavos. Pero también había numerosas empresas de tipo medio que ocupaban entre cinco y diez
hombres. El taller (officina) servía también de tienda (taberna) y era una estancia de la casa del
artesano abierta a la calle.

En algunos casos, especialmente en la cerámica, los talleres eran más grandes y algunos contaban
con más de cien artesanos y obreros.

El comercio se intensificó en el Imperio gracias a la puesta en explotación y al aumento de la


producción provincial, al desarrollo del transporte marítimo y a la red de calzadas.

Los intercambios eran numerosos entre Italia y las provincias, e incluso entre estas. Y no solo el
comercio interrregional se centraba en productos de lujo. Los productos más importantes objeto de
comercio eran: vidrio, vajillas y objetos de cerámica, utensilios de bronce, vino, aceite, trigo,
esclavos...

Además existia un importante comercio fuera de los límites del


Imperio. A destacar las importaciones de Asia (Arabia, India y China), de donde se traían especias
(pimienta), sustancias aromáticas, piedras preciosas y tejidos finos (musalinas indias). También,
aunque con carácter más casual tuvieron relaciones comerciales al sur del mar Rojo en la costa de
África. Algo más frecuente fue el comercio con los pueblos septentrionales de Europa (pieles, ámbar).

2. La sociedad romana
La sociedad romana se fue transformando a lo largo del tiempo, pero siempre se fue desigual y
esclavista.

Durante la República la sociedad romana estaba dividida en dos grupos de ciudadanos, con diferente
origen: los patricios y los plebeyos.

 Los patricios eran los ciudadanos romanos en pleno goce de sus derechos, participaban en el
Senado y ocupaban los altos cargos políticos y militares. Su organización se fundaba en la gens
(familia extensa), vivían sobre la base del derecho patriarcal, poseían la tierra y solucionaban sus
problemas en los comicios curiales.
 Los plebeyos, en principio, estaban privados de derechos políticos, es posible que su origen
estuviera en poblaciones forasteras (etruscos, latinos...) establecidas en la ciudad. Eran pequeños
propietarios, campesinos, comerciantes y artesanos, que solo después de numerosas luchas
consiguieron magistrados que defendían sus intereses (Tribunos de la plebe), el acceso a los
comicios y al derecho al voto.

Los extranjeros, incluso los de ciudades sometidas por Roma, y las mujeres (ya fueran patricias o
plebeyas) eran considerados no ciudadanos, no podían participar en la vida política.

Además, como la gran mayoría de las civilizaciones antiguas, la romana era una sociedad esclavista.
Los esclavos eran prisioneros de guerra o hijos de esclavos. Se consideraban propiedad de su dueño
y caracían de derechos. Sin embargo, podían comprar su libertad o ser manumitidos por sus dueños y
pasaban a ser libertos.

En los inicios de la República los esclavos se usaban solo en las granjas, pero las guerras de conquista
supusieron un aumento espectacular del número de esclavos. En el siglo I a. C. el servicio doméstico,
el trabajo manual, las actividades comerciales, e incluso los trabajos cualificados estaban en manos de
esclavos y libertos.

Durante el Alto Imperio se produce la ampliación del derecho de ciudadanía entre los provinciales.
Se va produciendo un cambio en la sociedad y los antiguos ordenes pierden protagonismo ante nuevas
clases sociales.

En el Bajo Imperio, el trabajo esclavo entra en crisis por la disminución del aprovisionamiento con el
fin de las conquistas, al miedo a las sublevaciones y a la influencia del cristianismo. Los propietarios
ya en el siglo II comenzaron a liberar a los esclavos y les entregaron una parcela de tierra a cambio
de una parte de la producción. Esto se aceleró en el siglo III. Campesinos libres que no podían pagar
sus impuestos y habitantes de las ciudades que se trasladaban al campo en busca de sustento, se
pusieron bajo la protección de los grandes propietarios y se convirtieron en colonos, que
cultivaban una parcela a cambio de parte de la cosecha.

Con la ruralización y la extensión del colonato sugió una sociedad más polarizada. La nueva clase
poderosa eran los grandes terratenientes, que además de tierras disponían de ejércitos privados para
su protección, y por debajo de ellos estaban los campesinos libres empobrecidos, los colonos y los
esclavos.

3. La vida cotidiana.
a. Las ciudades y la vida urbana.
En el Imperio Romano las ciudades tuvieron gran
protagonismo. Roma llegó a tener más de un millón de habitantes. A lo largo del Imperio las
ciudades(unas antiguas y otras nuevas) fueron el centro político, económico y cultural.

Las ciudades de nueva fundación tenían una estructura en cuadrícula basada en los campamentos
militares. Estaban rodeadas de murallas, se organizaban a partir de dos calles, el cardo y el
decumano, y en su intersección se situaba el foro, donde se encontraban los principales edificios
públicos: el Templo, la Curia y la Basílica.

La vivienda romana.

El tamaño y la calidad de las viviendas dependía del


nivel de riqueza de los romanos. Los más adinerados disponían de viviendas individuales
llamadas domus y los más humildes vivían de alquiler en edificios de varios pisos llamados insulae.

La casa romana (domus) se organizaba al rededor de dos zonas: el Atrium, o patío interior, con un
apertura para recoger el agua de lluvia en una cisterna, y el Peristilo o jardín porticado, al que se
abren las habitaciones de la casa. También puede disponer de habitaciones abiertas al exterior y sin
comunicación con el interior dedicadas a tiendas.

La vida en la ciudad.
El centro de la vida de la ciudad estaba en el Foro con sus mercados y los pórticos para resguardarse
del calor o la lluvía, donde se compraba, se cerraban negocios, se realizaban gestiones administrativas
o se visitaba el templo.

Cerca estaban las termas o baños públicos, que eran mucho más que un centro de higiene: con sus
gimnasios, bibliotecas, saunas y jardines, las termas eran los grandes centros de ocio de la ciudad
romana.

Además una ciudad no estaba completa sin su teatro, su anfiteatro para gladiadores y su circopara
las carreras de carros. Las luchas de gladiadores, que durante la República habían tenido un carácter
ritual, se convirtieron en el Imperio en espectáculos de masas, sufragados por magistrados o el propio
emperador. Los gladiadores y los aurigas , se hicieron muy populares, aunténticas estrellas. Los
espectáculos eran gratuitos, financiados por el municipio o algún magistrado.

Además de estos espectáculos públicos, era frecuente que en las casas de los ricos, a la hora de la
cena (la comida más importante del día) se celebrasen banquetes con invitados y amenizados por
música y danzas.

La alimentación y el vestido.

La alimentación dependía naturalmente de la


situación económica.

Se tomaba un desayuno al salir el sol que solía consistir en pan seco o mojado en vino, y a veces se
añadía pasas, olivas o queso.

El almuerzo se hacia a las once y era una comida fria con pan, ensalada, olivas, queso, frutas, nyeces
y carne fria. No era muy elaborada.

La comida principal era la cena a media tarde y para las personas con cierto estatus social era el
acto de relaciones sociales más importante. Las cenas eran tan elaboradas como permitieran las
posibilidades.
La ropa de los romanos fue muy sencilla. Consistía en dos o tres prendas, además del calzado. Estas
prendas variaron en material, estilo y nombre pero apenas cambiaron durante toda la historia de
Roma.

b. La vida en el campo y las villas.

Aunque en épca romana las ciudades eran el centro de la vida económica la mayoría de la población
se dedicaba a la agricultura y vivia en el campo.

La tierras eran de pequeños propietarios libres , que sacaban los justo para subsistir; o de grandes
propietariosque explotaban sus tierras con esclavos y, desde el siglo II, por colonos. El centro de
estas grandes propiedades era lavilla.

La villa estaba formada por las dependencias de trabajo y la vivienda del


propietario.

Había establos, talleres, graneros, bodegas, dormitorios de los esclavos, almacenes para las
herramientas y los productos agrícolas....

La casa dependía de las posibilidades del propietario. En algunos casos imitaba las mansiones de la
ciudad y disponían de sus propias termas.
4. La Religión y la Cultura.

La Religión romana.

La religión romana consistía en un conjunto de cultos, especialmente de dos clases: privados


(doméstico) y públicos (relacionados con el Estado). Los romanos eran politeístas y asimilaron
numerosas religiones y dioses extranjeros.

El culto doméstico.

En cada familia se rendía culto a los dioses y espíritus protectores de la familia:

- Los lares eran dioses protectores de las familias, las casas y los campos.

- Los manes, protegían a los antepasados.

- Los penates eran los protectores de los alimentos y del fuego doméstico.

En las casas romanas había un pequeño santuario, llamado lararium, en el que el pater familias
dirigía las ceremonias y ofrendas.

La religión pública.

Los romanos acudían a los templos a ofrecer plegarias para solicitar algún favor a los dioses. Los
gobernantes también ofrecían sacrificios y ofrendas a los dioses capitolinos, presididos por Júpiter,
Juno y Minerva, en nombre del Estado o la ciudad.

Estos rituales los preparaban los sacerdotes o pontífices, organizados en colegios especializados. El
más importante era el pontífice máximo, que tenía una gran influencia. Los sacerdotes no formaban
una casta aparte, eran ciudadanos, generalmente políticos o militares, que ejercían esta función como
parte de su carrera política.
Algunos sacerdotes estaban especializados en adivinar el futuro, eran los augures. Antes de tomar
una decisión o emprender una empresa importante (por ejemplo una batalla), se consultaba al augur.

También había sacerdotisas, las vestales, elegidas entre las hijas de


las familias más ricas e influyentes. Su deber era mantener encendido el fuego sagrado del altar de la
diosa vesta.

La cultura.

Los romanos dejaron una herencia cultural que en muchos aspectos ha llegado a nuestros días.

La cultura romana fue el resultado de elementos procedentes de civilizaciones como Grecia, Egipto o
Mesopotámia que los romanos hicieron suyas y que transmitieron gracias a la difusión del Latín como
lengua común de todos los habitantes del Imperio.

5. El arte romano

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