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CIENCIA DE LA MORAL .
2
VALENCIA,
IMPRENTA DE J. FERRER DE ORGA,
CALLE DE BALLESTEROS, Nº 5.
DEONTOLOGÍA
CIENCIA DE LA MORAL,
OBRA PÓSTUMA
DE JEREMÍAS BENTHAM.
TRADUCIDA AL ESPAÑOL
POR D. P. P.
TOMO PRIMERO.
VALENCIA ,
LIBRERÍA DE MALLEN Y SOBRINOS ,
EN FRENTE DE SAN MARTIN.
-
1836.
V
chor de la humanidad .
VII
EL TRADUCTOR FRANCES .
Benjamin Laroche .
XI
PREFACIO.
los que nos tocan mas de cerca , y nos deben ser mas
queridos. ¿Y cómo se podrá trabajar mas eficazmen-
te en labrar su dicha ? ¿ Cómo , sino es por medio del
ejercicio de las virtudes , de estas cualidades cuya reu-
nion constituye la virtud? La virtud se divide en dos
ramas , la prudencia (1 ) y la benevolencia efectiva (2).
La prudencia tiene su asiento en el entendimiento ; la
11.
IV.
nestas.
Un placer es mas o menos puro , segun está mas ó
menos mezclado con penas que lo contrabalanzean ;
una pena es mas o menos pura , ségun va mas ó me-
nos acompañada de placeres que la equilibran.
En la suma del bienestar la pureza é impureza son
lo que el provecho y la pérdida en la balanza co-
mercial.
La pureza es el provecho , la impureza la pérdida.
Cuando la impureza predomina en un placer , es co-
65
mo cuando en un libro de cuentas cae la balanza del
lado de la pérdida.
Igualmente cuando la impureza predomina en una
pena , es como si en una cuenta estuviese la balanza
del lado de la ganancia. En práctica medical , en le-
gislacion doméstica , en gobierno político , cuando con
intencion de bien se produce una pena , es con el de-
signio , y haciendo de modo que sea lo mas pura que
pueda ser.
La primera idea de la pureza es la ausencia de to-
da otra sustancia , de la sustancia á la cual se quiere
conceder este atributo. Todo lo que difiere de ella ó
lo es estraño , produce la impureza. Por ejemplo , el
agua empleada como bebida ó en la preparacion de
los alimentos , puede combinarse con un gran número
de sustancias , de las cuales unas la hacen menos,
otras mas propia á este objeto. Su pureza será en
razon de la ausencia de aquellas. La harina se hará
impura por la mezcla del polvo de carbon , y el pol-
vo de carbon perderá de su pureza , si se le mez-
clan polvos de peluquero ú harina. La cualidad de
ser insalubre ó insípida , sea á los sentidos , sea á la
imaginacion , añade grados á la intensidad que se de-
signa á la impureza.
LO
TOM. I. 5
66
BIENESTAR Y MALESTAR.
VI .
apoyen, deja las cosas poco mas o menos como las en-
contró.
VII .
SANCIONES.
general.
No habiendo sido descubierta sino gradualmente la
constitucion del espíritu humano , se ha reconocido el
laberinto , se ha encontrado el hilo libertador , á sa-
ber , la influencia del interes ; no aquel interes parcial
y vil que avasalla las almas sórdidas , sino aquel in-
teres de miras grandes y bienhechoras , que reina en
todos los espíritus ilustrados . Este hilo anda ya en
manos de todos. Cada dia se ven esplicar cifras y re-
velar misterios , con los cuales quisiera la iniquidad
cubrir sus necios proyectos. Dejemos pasar algun tiem-
po , y no habrá enigmas,
¿ Quién sabe tambien , si el que ha escrito estos
renglenes no habrá contribuido con sus humildes tra-
bajos á adelantar esta obra gloriosa , y si esta profe-
cía no habrá , como otras muchas , ocasionado hasta
cierto punto su propio cumplimiento ?
4º La sancion política ó legal . Esta tiene dos ra-
mas, judiciaria y administrativa. Como judiciaria, obra
principalmente por via de castigo , como administrati-
va por via de recompensa. Esta sancion llega á ser lei,
y se aplica á todos los actos , contra los cuales la legis-
lacion pronuncia penas , ó que juzga dignos de recom-
pensas públicas. En otros términos , la sancion polí-
tica se aplica á aquellos vicios , que siendo considera-
dos como delitos ó crímenes , entran en el dominio
de las disposiciones penales , y son en consecuencia co-
locadas bajo la accion de la autoridad oficial ; aplíca-
se igualmente á aquellas virtudes que se denuncian
al estado como dignas de que las recompense .
88
El escándalo es á la sancion moral , lo que el per- 1
VIII .
IX.
X.
DEFINICION DE LA Virtud.
XI.
XII.
XIII. I
XIV.
XV.
d
XVI.
1 Y tambien en español.
197
tiva. En materias pecuniarias es prudencia , y en la
mayor parte de los actos prudencia personal. Es la
pesquisa que impide que los placeres que procura la
riqueza , se desperdicien en pura pérdida , ó se dis-
minuyan inútilmente. La frugalidad , como observa
Hume , toca á dos vicios : á la prodigalidad que es
imprudencia , y á la avaricia que es el opuesto á la
benevolencia efectiva.
XVII.
1
0
XVIII.
DE LAS PASIONES.
XIX.
XX.
CONCLUSION.
correspondientes,
Los hombres han conocido que tales y tales accio .
nes eran útiles , y que tales y tales otras dañosas. Han
tomado una accion particular de la especie dañosa,
por ejemplo; y despojándola de las circunstancias es-
peciales de tiempo , lugar y partes , han formado una
idea general. Á esta idea general han dado un nom-
bre ; este nombre ha constituido un género , al cual
se han referido generalmente los actos de la misma
naturaleza. Cuando al tomar en consideracion este
SOBRE EL PRINCIPIO
DE LA MAXIMIZACION DE LA DICHA ,
SU ORÍGEN
Y DESARROLLO.
259
OJEADA
SOBRE EL PRINCIPIO
DE LA MAXIMIZACION DE LA DICHA,
SU ORÍGEN Y DESARROLLO.
1
259
CIENCIA DE LA MORAL .
VALENCIA,
IMPRENTA DE J. FERRER DE ORGA,
CALLE DE BALLESTEROS, Nº 5.
DEONTOLOGÍA
CIENCIA DE LA MORAL,
OBRA PÓSTUMA
DE JEREMIAS BENTHAM .
TRADUCIDA AL ESPAÑOL
POR D. P. P.
TOMO SEGUNDO.
VALENCIA ,
LIBRERÍA DE MALLEN Y SOBRINOS,
EN FRENTE DE SAN MARTIN.
1836.
V
PREFACIO .
se han de aplicar .
El legislador debe ser impasible como el geóme-
tra. Ambos resuelven sus problemas con el ausilio
de cálculos tranquilos. El deontologista es un arit-
1
mético , cuyos guarismos son las penas y placeres.
Él tambien suma , resta , multiplica y divide , y es-
ta es toda su ciencia. Y ciertamente la apacible in-
fluencia de pensamientos tranquilos facilitará el re-
sultado de sus trabajos , mejor que pudieran hacerlo
los estravíos de la imaginacion y los raptos de la
pasion.
Para facilitar la inteligencia de la materia , y ayu-
dar á la memoria , no será inútil calificar los princi-
pios deontológicos bajo diferentes divisiones , dándo-
les la forma de axiomas.
Puédese definir la dicha , la posesion de los place-
res con esencion de penas , ó la posesion de mayor
suma de placeres que de penas.
El bien y el mal divididos en sus elementos se
componen de placeres y de penas.
Estos placeres y estas penas pueden ser negativos
15
1.
PRINCIPIOS GENERALES,
T
33
II.
PRUDENCIA PERSONAL.
1
77
To this hour
Had still been falling.
III .
PRUDENCIA ESTRAPERSONAL.
las cosas, que las relaciones del padre con su hijo real
y supuesto sean menos intensas que las de la madre .
Sir Roberto Filmer , cuyo nombre no nos es co-
nocido sino por haber tenido á Locke por antago-
nista , presenta el poder necesario y absoluto del pa-
dre sobre sus hijos , como el fundamento , orígen y
causa justificativa del poder monárquico en el estado
político. Hubiera podido con mayor razon conside-
rar el poder absoluto de la mujer como la sola for-
ma legítima de gobierno.
En el reino de los Ascantes en África , el sucesor
del rei es el primogénito de los hijos de su herma-
na mayor. Si la certidumbre de ser el heredero de
la corona el mas cercano pariente del monarca di-
funto , constituye un derecho de sucesion convenien-
te y eficaz , es preciso confesar que en África se han
acreditado y acreditan de mas sábios los consejeros
TOM. II. 11
158
IV.
f
187
la idea del sufrimiento de este individuo. 3° Un mal
V.
y dados oportunamente ,
Hai en el mundo cierta clase de gentes detestables,
importunas , hipócritas , sin pudor , descaradas é in-
solentes , que bajo la máscara de consejeros afectuo-
sos , producen grandes males.
Jamás se halla el vicio mas á su sabor , jamas es
mas tiránico y ambicioso , que cuando cree haber ha-
llado una máscara bajo la cual pasar por virtud, Hai
en efecto máscaras , que á vezes llegan á engañar hasta
á los mismos que las llevan . Es una ilusion de que
se dejan llevar voluntariamente , y en la que hallan
estímulo á hacer osadas esperiencias á costa de la
credulidad , timidez ó flaqueza de los demas.
El mejor medio que tiene un hombre de acomo-
darse á la flaqueza de las personas con quienes tra-
ta , y de valerse del entendimiento de las mismas pa-
ra subyugar su voluntad , es hacer el papel de dador
de avisos útiles .
sin
* reflexion , y comunicado inconsideradamente , pue-
de no obstante deber su orígen á la simpatía , y ser
en realidad señal de buen querer.
Pero estos son casos escepcionales. El egoismo sin
mezcla de simpatía inspira habitualmente al con-
sejero benévolo. El egoismo puro es mas que su-
ficiente para producir este carácter. Y sino hai ra-
zones poderosas para poner la intervencion á cuen-
ta de la benevolencia , puede atribuirse sin temor de
equivocarse , á alguna cualidad de diferente natu-
raleza.
Exige pues la moralidad que nos abstengamos de
la costumbre de dar consejos ; no obstante si hai ur-
gencia manifiesta , necesidad evidente é incontestable,
acompañadlos con razones y motivos que los justifi-
VI.
CONCLUSION.
propagacion á su zelo .
Entre las esperanzas del deontologista , hai sobre
todo una mas elevada y brillante que las demas ; y
es que trabaja con suceso en apresurar el dia en que
la opinion dará al principio de la maximizacion de
la dicha toda su espresion y efecto. Porque hasta en-
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PREFACIO .. • · Pág.
INTRODUCCION . • • 1
CAP. I. Principios generales. • • • 21
CAP. II. Prudencia personal.. 68
CAP. III. Prudencia estrapersonal • 111
13020100004727
BIBLIOTECA
DE
MONTSERRAT
Armari B
XXX
Prestatge
nu