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gabriele.flamigni@sorbonne-universite.fr
Y a mi comprensión no escapa que es difícil aclarar en versos latinos los oscuros hallazgos de los
griegos, sobre todo cuando en muchos casos tenemos que manejarnos con palabras nuevas a causa de
la pobreza de nuestra lengua y la novedad de los temas. Pero tu [scil. De Gayo Memio, dedicatario
del poema] valía, pese a todo, y el gusto que espero de tu grata amistad me anima a sobrellevar
cualquier fatiga y me arrastra a pasar en vela noches despejadas, rebuscando las expresiones y los
versos con que poder abrirle por fin claras luces a tu mente para que un día contemples en su hondura
la realidad oculta. (traducción Socas)
2. Cicerón, Del supremo bien y del supremo mal (De finibus bonorum et malorum), libro 3,
párrafos 3-5
Stoicorum autem non ignoras quam sit subtile vel spinosum potius disserendi genus, idque cum
Graecis tum magis nobis, quibus etiam verba parienda sunt imponendaque nova rebus novis nomina.
Quod quidem nemo mediocriter doctus mirabitur, cogitans in omni arte cuius usus vulgaris
communisque non sit multam novitatem nominum esse, cum constituantur earum rerum vocabula
quae in quaque arte versentur. […] Quo magis hoc philosopho faciendum est; ars est enim
philosophia vitae, de qua disserens arripere verba de foro non potest. Quamquam ex omnibus
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philosophis Stoici plurima novaverunt, Zenoque, eorum princeps, non tam rerum inventor fuit quam
verborum novorum. Quod si in ea lingua quam plerique uberiorem putant concessum est ut doctissimi
homines de rebus non pervagatis inusitatis verbis uterentur, quanto id nobis magis est concedendum
qui ea nunc primum audemus attingere? Et quoniam saepe diximus, et quidem cum aliqua querela
non Graecorum modo sed eorum etiam qui se Graecos magis quam nostros haberi volunt, nos non
modo non vinci a Graecis verborum copia sed esse in ea etiam superiores, elaborandum est ut hoc
non in nostris solum artibus sed etiam in illorum ipsorum adsequamur. (edición Reynolds)
En cambio, sabes [scil. Marco Junio Bruto, dedicatario del diálogo] muy bien cuán sutil, o más bien
espinoso, es el modo de disputar de los estoicos, y no sólo entre los griegos, sino más aún entre
nosotros, que incluso tenemos que crear palabras y dar nuevos nombres a nuevas cosas. Nadie
medianamente culto se extrañará de esto, si considera que en toda ciencia cuyo uso no sea corriente
y popular hay muchos nombres novedosos por tener que establecer el vocabulario de las materias
propias de cada ciencia. […] Con mayor motivo tiene que hacerlo así el filósofo. En efecto, la filosofía
es la ciencia de la vida y no puede tomar de la plaza pública el lenguaje para expresar sus conceptos.
Pues bien, de todos los filósofos, fueron los estoicos los más innovadores, y Zenón, su jefe, fue
inventor no tanto de conceptos como de palabras. Pues si en esa lengua, que la mayoría considera
más rica que la nuestra, se ha permitido que hombres doctísimos, al tratar de cosas aún no divulgadas,
se sirvieran de términos inusitados, ¿con cuánta mayor razón se me debe permitir a mí, que soy el
primero que me atrevo a tratar estos temas? Y, puesto que he dicho muchas veces, y, por cierto, no
sin alguna protesta, no sólo de los griegos sino también de aquellos que prefieren pasar por griegos
más que por romanos, que los griegos no sólo no nos aventajan en abundancia de palabras, sino que
incluso somos nosotros en esto superiores, debemos esforzarnos para conseguir demostrarlo no sólo
en nuestras ciencias peculiares, sino también en las propias de ellos. (traducción Herrero Llorente)
mas, ¡por Hércules!, tu [scil. de Cicerón] disertación me ha resultado sumamente agradable. Pues lo
que yo creía que no podía decirse en latín, lo has dicho tú con no menor claridad que los griegos, y
en un lenguaje adecuado.
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4. Cicerón, Del óptimo género de los oradores (De optimo genere oratorurm), párrafo 14
Conuerti enim ex Atticis duorum eloquentissimorum nobilissimas orationes inter seque contrarias,
Aeschinis et Demosthenis; nec conuerti ut interpres, sed ut orator, sententiis isdem et earum formis
tamquam figuris, uerbis ad nostram consuetudinem aptis. In quibus non uerbum pro uerbo necesse
habui reddere, sed genus omne uerborum uimque seruaui. Non enim ea me adnumerare lectori putaui
oportere, sed tamquam appendere. (edición Yon)
Vertí juntas, pues, las nobilísimas oraciones, y entre sí contrarias, de los dos más elocuentes de los
áticos: Esquines y Demóstenes, y no las vertí como intérprete, sino como orador, con las mismas
sentencias y con las formas de ellas, como figuras, con palabras aptas a nuestra costumbre; en las
cuales, no tuve necesidad de devolver palabra por palabra, pero conservé todo el género de las
palabras y su fuerza. Pensé, pues, que para el lector no era oportuno que yo las contara, sino como
que las pesara. (traducción Reyes Coria)
Si yo expresara las oraciones de éstos así como espero, usando de todas sus virtudes, esto es, de las
sentencias y de las figuras de éstas y del orden de las cosas, siguiendo las palabras hasta tanto que
ésas no aborrezcan nuestra costumbre–las cuales, si no fueran vertidas todas de las griegas, sin
embargo hemos trabajado para que sean del mismo género–, será la regla según la cual sean dirigidas
las oraciones de los que quieran decir áticamente.
6. Séneca, Epístolas morales a Lucilio (Epistulae morales ad Lucilium), carta 58, párrafo 1
Quanta verborum nobis paupertas, immo egestas sit, numquam magis quam hodierno die intellexi.
Mille res inciderunt, cum forte de Platone loqueremur, quae nomina desiderarent nec haberent,
quaedam vero <quae> cum habuissent fastidio nostro perdidissent. Quis autem ferat in egestate
fastidium? (edición Reynolds)
Cuán grande sea la pobreza, más aún, la escasez de nuestro vocabulario, nunca lo he comprendido
mejor que el día de hoy. Hablando ocasionalmente de Platón, nos encontramos con innumerables
conceptos que reclamaban un término preciso y no lo tenían; otros, en cambio, habiéndolo tenido, lo
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habían perdido por descuido nuestro. Mas, ¿cómo soportar el descuido en medio de la escasez?
(traducción Roca Meliá)
[…] entonces Homero y Virgilio, que han merecido del género humano tanto agradecimiento como
tú has merecido de todos y también de ellos, que has querido que fueran conocidos para más gente
que para la que habían escrito, permanecerán largo tiempo a tu lado.
9. Cicerón, Cartas a Ático (Epistulae ad Atticum), libro 16, carta 11, párrafo 4
Haec ad posteriorem. τὰ περὶ τοῦ καθήκοντος, quatenus Panaetius, absolvi duobus. illius tres sunt;
sed cum initio divisisset ita, tria genera exquirendi offici esse, unum, cum deliberemus honestum an
turpe sit, alterum, utile an inutile, tertium, cum haec inter se pugnare videantur, quo modo
iudicandum sit, qualis causa Reguli, redire honestum, manere utile, de duobus primis praeclare
disserit, de tertio pollicetur se deinceps scripturum sed nihil scripsit. eum locum Posidonius
persecutus <est>. ego autem et eius librum arcessivi et ad Athenodorum Calvum scripsi ut ad me τὰ
κεφάλαια mitteret; quae exspecto. quem velim cohortere et roges ut quam primum. in eo est περὶ τοῦ
κατὰ περίστασιν καθήκοντος. quod de inscriptione quaeris, non dubito quin καθῆκον 'officium' sit,
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nisi quid tu aliud; sed inscriptio plenior 'de Officiis'. προσφωνῶ autem Ciceroni filio; visum est non
ἀνοίκειον. (edición Schackleton Bailey)
Ahora a la más reciente. ‘El Sobre los deberes’, hasta donde llega Panecio, lo despaché en dos. Los
de aquél son tres, pero tras dividirlos al principio señalando que son tres los tipos de la investigación
del deber, uno, cuando deliberamos si algo es honesto o vergonzoso; dos, si útil o inútil; y tres, cómo
hay que juzgar cuando los otros dos parecen pugnar entre sí (como el caso de Régulo: volver, honesto;
quedarse, útil), diserta brillantemente sobre los dos primeros y promete que escribirá sobre el tercero
más tarde, pero nada escribió. Es Posidonio quien llevó adelante este punto. Yo por mi parte he
encargado su libro y he escrito a Atenodoro El Calvo que me mande ‘el resumen’; estoy esperándolo.
Me gustaría que le des un toque y le ruegues que cuanto antes. En él hay un ‘Sobre el deber de acuerdo
con las circunstancias’. En cuanto a tu pregunta relativa al título, no dudo que kathêkon es «deber»,
salvo corrección por tu parte; y el título más completo ‘Sobre los deberes. Me dirijo’, por cierto, a mi
hijo Marco; no me ha parecido ‘inapropiado’. (traducción Rodríguez-Pantoja Márquez)
10. Cicerón, Del supremo bien y del supremo mal, libro 3, párrafo 5
Quamquam ea verba quibus instituto veterum utimur pro Latinis, ut ipsa philosophia, ut rhetorica,
dialectica, grammatica, geometria, musica, quamquam Latine ea dici poterant, tamen, quoniam usu
percepta sunt, nostra ducamus.
Aunque aquellas palabras que por tradición antigua usamos en lugar de las latinas, como la misma
«filosofía», la «retórica», «dialéctica», «gramática», «geometría», «música», que hubieran podido
decirse en latín, sin embargo, puesto que han sido recibidas por el uso, considerémoslas como
nuestras.
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entenderá la de quien no puede soportar ningún mal. Veas, por lo tanto, si no sería preferible hablar
de un alma invulnerable o situada por encima de toda pasibilidad. Ésta es la diferencia entre nosotros
y aquéllos; nuestro sabio supera sin duda toda molestia, pero la siente; el de aquéllos ni siquiera la
siente.
Pues por ti me pondré a disertar sobre el más alto fundamento del cielo y los dioses, e iré desvelando
los primordios de los seres, de dónde la naturaleza produce todos los seres y los agranda y sustenta,
y adónde a su vez esa misma naturaleza los reduce al desbaratarlos. A estas cosas nosotros solemos
llamarlas, al dar una explicación de la realidad, ‘simientes de seres’, y denominarlas a esas mismas
también ‘cuerpos primarios’, porque de esos cuerpos primarios derivan todos.
13. Cicerón, Cuestiones Académicas, primera redacción (Academica priora), libro 2, párrafo 17
[…] eosque qui persuadere uellent esse aliquid quod comprehendi et percipi posset, inscienter facere
dicebant, propterea quod nihil esset clarius ἐναργείᾳ ut Graeci, perspicuitatem aut euidentiam nos,
si placet, nominemus fabricemurque, si opus erit, uerba, nec hic sibi’ (me appellabat iocans) ‘hoc
licere soli putet—sed tamen orationem nullam putabant illustriorem ipsa euidentia reperiri posse,
nec ea quae tam clara essent definienda censebant. (edición Reinhardt)
y decían que los que quieren persuadirnos de que hay algo que puede aprehenderse y percibirse lo
hacen con ignorancia, porque nada es más claro que la enárgeia (como la llaman los griegos; nosotros,
si os place, denominémosla perspicuidad o evidencia; y, si fuere necesario, fabriquemos palabras,
para que no piense éste —se dirigía a mí [scil. Cicerón], bromeando— que sólo a él le es lícito esto).
Pero, sin embargo, juzgaban que no podía encontrarse discurso alguno más luminoso que la evidencia
misma, y pensaban que no debían definirse las cosas que fueran tan claras. (traducción Pimentel
Álvarez)
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14. Cicerón, Cuestiones Académicas, última redacción (Academica posteriora), libro 1, párrafo
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Visis non omnibus adiungebat fidem sed iis solum quae propriam quandam haberent declarationem
earum rerum quae uiderentur. (edición Reinhardt)
No prestaba [scil. Zenón de Citio] fe a todas las representaciones, sino sólo a aquellas que tuvieran
un signo característico, propio de los objetos representados. (traducción Pimentel Álvarez)
Pero, un asunto a partir de otro, no me cabe duda alguna: lo que los griegos kathêkon, nosotros
«deber». Entonces, ¿por qué dudas tú de que iría estupendamente también a la vida pública?: ¿no
decimos «el deber de los cónsules, el deber del senado, el deber del general»?; encaja
estupendamente; o dame algo mejor.
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Correspondencias lexicales
• Lucrecio • Cicerón
adopinor (4.816) – προσδοξάζω (suponer) cognitio (Acad. pr. 2.17) – κατάληψις (acción
de conocer)
circumcaesura (3.219) – περικοπή / προτομή
(contorno) collatio rationis (Fin. 3.33) – ἀναλογία
(analogía)
concursus (2.1021) – σύγκρουσις (carrera en
masa) comprehensio (Acad. pr. 2.17) – κατάληψις
declino (2.221) – παρεγκλίνω (desviar) (corpus) individuum (Fin. 1.17, Acad. pr. 2.55)
– ἄτομος (átomo)
desipientia (3.499) – ἀσοφία (falta de
sabiduría) omnis sedatio perturbationum animi (Off.
1.93) – ἀπάθεια (liberación de toda pasión)
figura (2.1021) – σχῆμα (estructura,
configuración) perceptio (Acad. pr. 2.17) – κατάληψις
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Bibliografía esencial
Y. Benferhat, ‘Noua uerba. Réflexions sur la place des néologismes lucrétiens dans la création d’un
vocabulaire philosophique latin (1)’. Latomus 73 (3), 2014, p. 596-614.
M. Bettini, Vertere. Un’antropologia della traduzione nella cultura antica. Torino: Einaudi, 2012.
D. W. Clay, Lucretius’ Translation of Greek Philosophy (tesis de doctorado). Seattle WA: University
of Washington, 1967.
C. Lévy, ‘Cicero and the Creation of a Latin Philosophical Vocabulary’, in J. W. Atkins, T. Bénatouïl
(eds). The Cambridge Companion to Cicero’s Philosophy. Cambridge: Cambridge University Press,
2022, p. 71-87.
C. Moreschini, ‘Osservazioni sul lessico filosofico di Cicerone’. Annali della Scuola Normale
Superiore di Pisa. Classe di Lettere e Filosofia. Serie III 9 (1), 1979, p. 99-178.
J. G. F. Powell, ‘Cicero’s Translation from Greek’, in J. G. F. Powell (ed.). Cicero the Philosopher.
Twelve Papers. Oxford: Clarendon Press, 1995, p. 273-300.
B. Rochette, ‘Du grec au latin et du latin au grec. Les problèmes de la traduction dans l’antiquité
greco-latine’. Latomus 54 (2), 1995, p. 245-261.
D. N. Sedley, Lucretius and the Transformation of Greek Wisdom. Cambridge: Cambridge University
Press, 1998.
A. Setaioli, Seneca e i Greci. citazioni e traduzioni nelle opere filosofiche. Bologna: Pàtron, 1988.