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XANTOLO, la Fiesta Grande de la HUASTECA

El Xantolo es una celebración en honor


a los muertos que festejamos en la
maravillosa región Huasteca de nuestro
amado México, es como otra versión
del Día de Muertos, menos conocida y
con más rasgos tradicionales de
nuestros antepasados indígenas.
La Huasteca se extiende por algunas
zonas de 6 Estados del país:

 Veracruz (Huasteca Veracruzana)


 Tamaulipas (Huasteca tamaulipeca)
 Hidalgo (Huasteca hidalguense)
 San Luis Potosí (Huasteca potosina)
 Puebla (Huasteca poblana)
 Querétaro (Huasteca queretana)
En Huastekoo.es vivimos o celebramos el Xantolo de la Huasteca Veracruzana,
sobre todo como lo celebran en Tantoyuca, donde tengo familiares muy queridos y
donde pasé muy bonitos momentos de mi niñez. Aunque también lo celebra en
otros municipios y comunidades de toda la Huasteca como Tempoal, Chicontepec,
Huejutla, etc.

Ahora bien, seguramente te estarás preguntando ¿En qué consiste el Xantolo?


Pero antes de responder dicha inquietud quiero comentar un poco sobre el origen
y la antigüedad de esta maravillosa celebración.

El Xantolo se pronuncia “Chantolo” y proviene de una mezcla de latín y Náhuatl,


significando “Día de todos los Santos”.

Esta festividad es una derivación del


Mijkailjuitl, el cual significa “Fiesta de
los muertos” y se celebraba
originalmente entre julio y agosto.
Según la mitología Azteca, los difuntos
se encuentran en el Mictlan
(inframundo) y Mictlantecuhtli (Dios de
los muertos y del inframundo) concede
el permiso para que los difuntos
vuelvan a visitar a sus seres queridos una vez al año, por ello se celebraba el
Mijkailjuitl en las fechas establecidas, sin falta.

Sin embargo, con la llegada de los españoles esta tradición se cambió para que
coincidiera con la fecha de todos los Santos, por lo que se terminó transformando
en el Xantolo y se cambiaron las fechas de su celebración.

Es por ello por lo que el Xantolo, al igual que la celebración actual del Día de
Muertos, es una celebración que en cierta forma representa la unión de dos
culturas: el catolicismo español y las costumbres indígenas, pero en la que
predominan más rasgos y expresiones de nuestros grandiosos y amados
indígenas.

En qué consiste en Xantolo, fechas y ofrendas


En el Xantolo (o Día de Muertos en la Huasteca) se
desarrollan distintas actividades que pueden a variar un
poco según las costumbres de los participantes, sin
embargo, siempre están presentes ciertas
características clásicas como las flores de Cempasúchil,
los caminos de pétalos, fotos de los difuntos, los arcos
de palma y las ofrendas en forma de comida, bebida u objetos que eran los
preferidos de nuestros seres queridos cuando estaban vivos.

A pesar de que la celebración se da a partir del 31 de octubre, esta tradición


mexicana comienza desde mucho antes.

Fechas Xantolo:

 24 de junio se comienza a cultivas la flor de Cempasúchil.


 29 de junio se adquieren cerdos y gallinas para engordar y utilizar en
la comida.
 29 de septiembre se da la primera ofrenda.
 18 de octubre se cortan plátanos verdes y se muele cacao para el
chocolate.
 29 de octubre se corta la flor de Cempasúchil.
 30 de octubre es el día de las flores (en algunos lugares es el
domingo previo al 31).
 31 se reciben a las almas de los niños que no nacieron.
 1 de noviembre llegan las almas de los muertos chiquitos (niños).
 2 de noviembre recibimos a las almas de nuestros seres queridos
adultos.
El 24 de junio se inician los preparativos de la gran celebración empezando a
cultivar la flor Cempasúchil, la cual servirá más adelante para adornar los altares y
demás.

Posteriormente, el 29 de junio se adquieren


cerdos y gallinas para engordar y utilizar, más
adelante, en los platillos como ofrenda y para
los que estamos vivos.

Ya para el 29 de septiembre, día de la fiesta de


San Miguel Arcángel, se da la primera ofrenda,
la cual consiste principalmente en comida en forma de ricos tamales huastecos y
café (a nosotros nos encanta el café cosechado en nuestro bello Estado de
Veracruz).

El 18 de octubre, día de la fiesta de San Lucas, se cortan los plátanos verdes para
que comiencen a madurarse y se muele cacao para hacer chocolate. Además, se
lleva a cabo una segunda “tamalada” y se ofrece mole de pollo o cerdo con arroz
en lo que es la segunda ofrenda, el 29 de octubre se corta el Cempasúchil, flor
que se sembró con anterioridad en el mes de junio, y el 30 de octubre, aquellas
personas que no cultivaron flores, salen a comprarlas, es por ello que a ese día,
en algunas ciudades, pueblos o comunidades, se le conoce como “Día de la Flor”.

También se compra todo lo que haga falta para la preparación de la comida, para
montar los altares y decorar las casas o cementerios. Ese mismo día también se
hacen los tamales y se comienzan a articular los arcos y los altares.

El 31 de octubre se disponen los caminos de pétalos y las ofrendas para las almas
de los niños fallecidos, las cuales consisten principalmente en chocolate, pan,
dulces y algunos platillos sin picante.

El 1 de noviembre las campanas indican la llegada de los muertos adultos, a


quienes se les coloca ofrendas que consisten en aguardiente, cigarrillos, mole de
guajolote, tamales, pollo y otros platillos picantes.

Ya el 2 de noviembre por la tarde es momento de despedir a los difuntos por lo


que se acostumbra a encender velas y compartir la comida de la ofrenda en honor
a aquellas almas olvidadas.
En algunas regiones, en estos días algunas familias se trasladan al panteón o
cementerio, donde comen y beben juntos en la tumba de su ser querido, pasando
un rato agradable, después de todo este es un día de alegría y celebración.

Es así como se da por finalizado el culto a los muertos, los cielos se iluminan con
cohetes y acompañados de música y un ambiente alegre se comienza a compartir
la comida entre familia, amigos y vecinos y se continúa compartiendo hasta llegar
a casa.

Después solo resta esperar al siguiente año para el próximo reencuentro con las
almas de nuestros seres amados.

Diferencias entre el Xantolo y el Día de Muertos


El día de muertos en la Huasteca y en otras partes de México es muy similar,
ambos tienen como objetivo celebrar y honrar la vida de los antepasados y seres
queridos, y coinciden mucho, como por ejemplo en colocar altares, flores, caminos
de pétalos y ofrendas.

Sin embargo, me parece que algunas de las principales diferencias son: las fechas
de las ofrendas y en las que se reciben a las almas, los tipos de ofrendas que se
caracterizan por lo auténtico de cada región o lugar y en las costumbres de cada
región.

Por ejemplo, en otras partes de México se reciben a los muertos desde el 1 de


noviembre, empezando por los niños, y el 2 de noviembre para los adultos,
mientras que en el Xantolo inicia sus ofrendas desde el 29 de septiembre y el alma
de los niños arriban desde el 31 de octubre.

Por otra parte, en el Xantolo es común ver costumbres de la región, como danzas,
gastronomía y música tradicionales indígenas. Además, tiene un orden y una serie
de actividades específicas las cuales no se llevan a cabo fuera de la región
huasteca.

Una de las principales actividades que hacen


diferentes al Xantolo del Día de muertos, que es
muy divertida y pintoresca es “La Viejada”, que
es cuando grupos o “cuadrillas” de personas se
disfrazan y van por las calles bailando al ritmo de
la música, para ello, comienzan a practicar los
bailes y coreografías desde meses antes. Los
disfraces varían mucho, desde las máscaras de los tradicionales “ancianos”, que
se elaboraban artesanalmente, hasta disfraces más modernos y graciosos, no
falta la creatividad y ganas de pasárselo muy bien. En algunas ciudades o
pueblos, hay concurso de Viejadas o Cuadrillas, en donde se reúnen para disfrutar
de las danzas y pasar divertidos momentos con amigos y familia y decidir cuál fue
la mejor de ese año.

El Xantolo tiene más rasgos o características indígenas que el Día de Muertos,


aunque también depende de la zona del país y de las familias.

Personalmente me gusta más el Xantolo, mi ya que en mi opinión incluye todo lo


del Día de Muertos, pero con disfraces y danzas, y sobre todo con los elementos
indígenas

En ambas celebraciones lo que predomina es el amor, y las dos son maravillosas.

Mixquic en el día de muertos


La tradición continúa en Mixquic. Los pétalos de flor de cempasúchil empiezan a
deshojarse. Las ofrendas serán más o igual de vistosas que las de los años
anteriores, las velas y veladoras volverán, a encenderse en cada uno de los
hogares y tumbas del panteón, como cada año, para recibir a los que un día se
fueron y no volverán más.
Antecedentes
Mixquic: Significa lugar en donde hay mezquites; la fundación de esta comunidad
data aproximadamente dentro del periodo posclásico 1160 a 1168 d. C.
Mixquic fue un centro ceremonial de importancia, donde la celebración principal
fue el sacrificio de prisioneros capturados en las inmediaciones de Xochimilco.
Con el paso del tiempo, se han realizado excavaciones en donde se han
encontrado calaveras de piedra que adornaban las fachadas de algunas casas de
Mixquic, se cree que estas calaveras representaban las cabezas de los prisioneros
decapitados, mismas que eran depositadas en un altar denominado Zompantle.
Zompantle: Era un altar de calaveras, lo constituían las cabezas de los
sacrificados atravesadas por varas. La representación de este lugar estaba
originalmente en el extremo noreste del actual cementerio, formado por
numerosas piedras esculpidas con forma de calaveras.
La tradición cuenta que Mixquixtli fue el nombre de la Diosa de la vida y la muerte,
probablemente una de las deidades más importantes del lugar, pues en su honor
se realizaban cada 265 días sacrificios de los prisioneros capturados.
La ofrenda en el período prehispánico
Cuenta la tradición que los pobladores de Mixquic sepultaban a sus muertos en
chinampas a un lado de sus casas, donde se les ponían sus ofrendas, las cuales
probablemente consistían en agua, sal, rajas de ocote (esta era utilizadas en lugar
de las velas) y pescado fresco. La fecha en que se colocaba la ofrenda no era un
día determinada, sino al momento en que la persona fallecía. En los primeros
cuatro días después de enterrado, se le llevaban nuevas ofrendas, que es cuando
se consideraba que el alma del difunto caminaba hacia el Mitán, el mundo de los
muertos; posteriormente, a los ochenta y ciento sesenta días, se les ofrendaba de
nueva cuenta.
La ofrenda actual
La ofrenda que actualmente se coloca no es totalmente diferente de la
prehispánica; en realidad, sólo se transformó, por lo que podemos decir, que es el
producto del mestizaje. Debido a la influencia cultural del nuevo continente se
cambiaron los ídolos por las imágenes de los santos, el itacate por el pan y las
rajas de ocote por las velas o ceras, así como de otros productos que en la
actualidad son comerciales, haciendo más vistosas y costosas las ofrendas.
El concepto de muerte llegó al nuevo continente a través de los frailes misioneros
que vinieron acompañando a los conquistadores; por eso, nuestra cultura
ancestral tiene siempre presente a la muerte, se le espera, desde el momento en
que se nace, si bien es cierto que se llora y se entristecen los seres queridos,
cuando ven que alguien se le muere, pero también se le festeja y se sigue una
serie de prácticas, ritos y mitos que nos hacen recordar aquel ser querido que se
ha ido de este mundo terrenal.
Con el transcurso de la vida, estas conductas heredadas han permanecido en
nosotros, mismas que tienen gran arraigo a pesar del tiempo, la celebración de los
días de muertos tiene su lugar el 1 y 2 de noviembre.
Triste tu calavera

Una de las leyendas que ha cobrado importancia en la actualidad dentro y fuera


de la comunidad de Mixquic, es aquella en donde los niños salen a "pedir
calavera", misma que se cree que su origen data de la época prehispánica, en
donde se cuenta que un niño macegual que al no tener que ofrendarles a sus
deudos (muertos) salía a "calaverear"; ésta consistía básicamente en recolectar
frutas, panes, dulces, comida, etc., en cierto modo, todo aquello que se pone en la
ofrenda.
Hoy en día esta tradición se ha hecho popular, pero los niños e incluso los jóvenes
de algunas comunidades cercanas al lugar de referencia no salen a colectar
frutas, sino más bien piden dinero, el cual será canjeado por dulces y/o licor, en
este caso para los jóvenes que piden sus calaveras; se puede ver también que la
calavera de chilacayote o calabaza se ha sustituido por una caja de cartón,
adecuándola para la ocasión o por aquellas comerciales.
Para que se reciba o de la calavera se tiene que seguir con ciertos ritos, los cuales
destacan los siguientes:
1 de noviembre. Para que se de la calavera, dice:
Si hay candela para las ánimas benditas; o bien
Si hay pan para el campanero.
2 de noviembre: Los que salen a calaverear en este día lo hacen acompañados de
guitarras u otros instrumentos musicales de cuerda y de viento, mismos que
después de rezar cantan alguna canción tradicional y dicen:
Ayer no venimos porque nos dormimos
Ahora si venimos porque no dormimos
3 de noviembre. En este día se hace el reparto de la calavera, consistente en
compartir la ofrenda que se puso en la mesa; entre familiares, compadres y
amigos, esto se hace en forma recíproca, la conversación que se da durante el
intercambio consiste generalmente en preguntar y/o comentar del como pasaron
estos días de fiesta.
La víspera
La inteligencia de uno, la belleza del rostro, la vivacidad, y esas espesas cejas y
largas pestañas que enmarcaron los ojos, así como la fuerza de aquellos
músculos desaparecen cuando la vida se va.
El 30 de octubre por la noche se hacen los preparativos para recibir a los niños
(difuntos) el 31, esto consiste en colocar una mesa que servirá de altar, en la cual
se pondrán las frutas de la temporada, los candelabros que llevan las velas
(recipiente hecho de barro en su mayoría), los floreros, la comida, dulces, elotes,
las bebidas (atole, leche, chocolate, refrescos, café, agua y el pan de muerto
hecho especialmente para esta fecha, etc.), sin faltar figuras de dulces, barro o
juguetes con los que jugaban los niños, un elemento que no debe carecer, es el
incienso o goma de copal que se quemará en el incensario o sahumerio que
servirá de relajante, pues se tiene la creencia de que el recorrido ha sido largo y
cansado, y para que los difuntitos no se pierdan de casa se pondrá en la entrada
(puerta) un farol o estrella con luz que los guiará, mejor conocida como la estrella
de las ánimas.
La ofrenda destinada a los adultos no variara mucho ya que a ésta se le pondrán
bebidas alcohólicas (pulque, tequila, cerveza, brandy, etc.) y cigarros, la comida
que se les ofrenda contendrá picante; esta se pondrá a partir de las 12 horas del
día 1º de noviembre, ya que se tiene la concepción de que los niños (angelitos)
regresan al Mitán para que los adultos lleguen por la tarde y noche y se retiren el
día 2. Cabe destacar que las ofrendas variaran de acuerdo con la posibilidad
económica de cada familia.
El oloroso humo que sale del sahumerio se eleva y se esparce por toda la casa
impregnando el ambiente, mezclándose el aroma en las frutas, flores y comida de
la ofrenda tradicional del día de muertos. Es de importancia señalar que los ramos
de flores de cempasúchil (flor de muerto) estarán presentes en todo momento, así
como las velas y veladoras encendidas; junto a estas se pondrá un vaso con agua
y un plato con sal que han de probar las ánimas durante su visita.
Aquí nos vemos el año que viene,
Ya que los muertos mueren hasta
Que nuestro olvido los sepulta.

México se prepara para celebrar a sus muertos


La festividad indígena de Día de Muertos fue declarada en 2003 por UNESCO como Obra
Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad
Secretaría de Cultura | 30 de enero de 2013El olor a incienso y el color del cempasúchil colman
las ceremonias que comprenden todo el territorio nacional
El olor a incienso y el color del cempasúchil colman las ceremonias que comprenden todo el
territorio nacional
México se prepara para la celebración de una de las tradiciones más populares y de mayor
expresión de su riqueza cultural, el Día de Muertos, que se realiza el 1 y 2 de noviembre, en la
cual se agasaja a los difuntos con ofrendas que incluyen sus alimentos preferidos, agua, flores
de cempasúchil, velas, papel picado, pan de muerto y calaveritas de azúcar y chocolate, para
convidar a los seres queridos que ya no están.

El Día de Muertos es muestra de la gran riqueza cultural de México. La festividad indígena fue
declarada en 2003 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO) como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
De raíces prehispánicas, combinada con la celebración católica del Día de Todos los Santos, la
celebración busca rendir culto a los antepasados, pues se cree que los días 1 y 2 de
noviembre, las almas de los fallecidos regresan para convivir con los vivos.

Entre los lugares más emblemáticos en la celebración del Día de Muertos están Pátzcuaro, en
Michoacán, y San Andrés Mixquic, en el Distrito Federal, así como la Huasteca Potosina,
Huaquechula, Puebla y Ocotepec en Morelos, donde se ha logrado mantener esta tradición
ancestral de convivencia entre vivos y muertos en casas, calles y cementerios.

Ubicado al sur de la ciudad de México, Mixquic, en la Delegación Tláhuac, tiene una de las
celebraciones más impactantes, pues todo el pueblo participa en la fiesta recibir a las almas de
los difuntos. El 1 de noviembre llegan las ánimas de los niños y el día 2, las de los adultos, en
medio de ofrendas, oraciones y el repique de las campanas.

La alumbrada o noche de las velas es el evento más significativo de la celebración, ya que el 2


de noviembre, a partir de las 18:00 horas, los habitantes de Mixquic se encaminan hacia el
panteón con velas, incienso y flores. En el cementerio, todas las tumbas son iluminadas con
velas y se hace arder el incienso, lo que crea un ambiente místico, de comunión entre vivos y
muertos.

Durante esa noche, en medio de oraciones y cantos, los habitantes del pueblo de Mixquic
permanecen al lado de las tumbas de sus deudos. Mientras transcurre la noche, la luz de las
velas es la que alumbrará a las ánimas en su camino de regreso.

En el Lago de Pátzcuaro, la celebración está inmersa en la leyenda de la princesa Mitzita, hija


del último Caltzonci, y de Itzihuapa, hijo del señor de Janitzio, quienes profundamente
enamorados, no pudieron desposarse por la inesperada llegada de los conquistadores.

Para salvar a su padre de las torturas del conquistador de Michoacán Nuño de Guzmán, la
princesa ofreció, a cambio de la libertad del viejo monarca, el tesoro que se encontraba en las
profundidades del lago de Pátzcuaro, entre Janitzio y Pacanda.

En la noche del 1 de noviembre surgen las sombras de Mitzita e Itzihuapa en la isla de Janitzio
quienes, al tañer las campañas, suben la cuesta de la isla, se encaminan al panteón y reciben
ofrendas de los vivos.
Antes de la medianoche del día 1 de noviembre las mujeres y los niños se dirigen en silencio al
cementerio llevando las ofrendas para sus muertos. Sobre las tumbas se colocan ofrendas
florales y los alimentos que tanto gustaron en vida al difunto.

Las velas se encienden para transformar al oscuro cementerio en un jardín de luces


misteriosas. Con el tañido de las campañas en memoria de los muertos, en toda la isla también
se escucha el eco de los cantos en purépecha, que imploran el descanso eterno para las almas
de los ausentes y la felicidad para quienes aún están vivos.

En la Huasteca Potosina, se realiza el Xantolo. Cinco días de regocijo y bienvenida para los
Fieles Difuntos que, a pesar de la solemnidad del ambiente, se convierte en un evento festivo,
que arranca el 31 de octubre, cuando las almas de los niños llegan a visitar a sus familiares.

Música, danzas, cantos y comida, marcan el ritmo de la vida de los habitantes de la Huasteca
Potosina que se combina con velaciones, rezos y alabanzas que se realizan el 1 de noviembre,
mientras que el día 2 se llevan ofrendas a los panteones, se adornan las tumbas con flores, las
cuales son renovadas hasta el último día del mes para despedir a las almas que han venido de
visita.

En Huaquechula, Puebla, la celebración está marcada por la elaboración de los altares de


“cabo de año”, dedicados a aquellos individuos de la comunidad que fallecieron durante los
meses previos a la celebración del 1 de noviembre.

Estos altares son estructuras piramidales de tres o cuatro niveles, semejantes a un pastel de
bodas, erigidas generalmente en el recibidor de las casas, a donde han de llegar las ánimas
para disponer del banquete que se les ofrece.

A las 14:00 horas del día 1 de noviembre suenan las campanas del templo para anunciar el
arribo de los muertos, los cuales son guiados por veredas hechas con flor de cempasúchil
dispuestos desde la base del altar hasta la mitad de la calle. Así, se hacen procesiones para
visitar los diferentes altares que, al caer la noche sólo son iluminados con velas. El 2 de
noviembre, se acude al cementerio a limpiar y adornar las tumbas y acompañar a los fallecidos.

En el poblado de Ocotepec, Morelos, también se lleva a cabo una peculiar celebración, pues se
colocan en las casas “ofrendas nuevas” con caminos de flores desde el altar hasta la calle,
para quienes fallecieron durante el último año, así como procesiones las noches del 31 octubre
y 1 de noviembre, donde todo el pueblo acude al panteón, llevan ofrendas a sus difuntos y más
tarde se sientan todos a comer a un lado de las tumbas.

Sin embargo, además de estas emblemáticas celebraciones, el Día de Muertos también incluye
una serie de festivales por todo el país, a fin de retomar esta tradición.

Del 30 de octubre al 3 de noviembre, se llevará a cabo el Festival de Tradiciones de Vida y


Muerte, en el Parque X’caret en Playa del Carmen, Quintana Roo, que en su octava edición
contará con la presencia de Susana Harp, Regina Orozco, el grupo Los Folcloristas, así como
la Orquesta Sinfónica y el Gran Ballet de Campeche.

El XIX Festival de Calaveras de Aguascalientes convertirá, del 1 al 10 de noviembre a esa


ciudad, en una pintoresca celebración a los difuntos, para rendir homenaje a José Guadalupe
Posada, ilustre grabador y dibujante nacido en ese estado, creador del personaje conocido
como la Catrina.

Los asistentes podrán disfrutar de conciertos con Robi Draco Rosa, Ana Moura, Bajofondo,
Ximena Sariñana, Luis María Pescetti y Óscar Chávez, así como del encuentro de pirotecnia y
del desfile de calaveras.

Tecate, Baja California, es sede del 13 Festival de Día de Muertos “Al rescate de nuestras
tradiciones en una región fronteriza”, el cual arrancó el 24 de octubre y que, hasta el 3 de
noviembre, contará con procesiones, obras de teatro, presentaciones artísticas, exposiciones,
altares, verbenas populares, bazares de artesanías y de antojitos mexicanos.
La Calaca Festival tendrá lugar del 31 de octubre al 3 de noviembre en San Miguel Allende,
Guanajuato, donde arte y cultura se integran a la celebración de la vida y la muerte para
explorar las tradiciones del Día de Muertos. Esta ocasión será para honrar la memoria de
Chavela Vargas.

San Juan del Río, Querétaro, también tiene su Festival de Día de Muertos. Del 31 de octubre al
3 de noviembre, celebrará con concursos nacionales de plañideras, catrinas y grabafantasmas
y concursos de altares y calaveritas, además de la procesión al Museo de las Muerte, recorrido
con leyendas por la Casona de Camino Real y el paseo de La Llorona por el Río de San Juan.

Por otro lado, son más de 60 las actividades que incluye el programa del Festival Cultural de
Muertos 2013 que se realizará en diferentes municipios de Oaxaca del 31 de octubre al 2 de
noviembre, a fin de dar continuidad a la preservación, promoción y difusión de las festividades
de Día de Muertos en ese estado.

Conciertos, exhibiciones de danza, comparsas, zanqueros, actividades teatrales, exposiciones


de máscaras y los infaltables altares se podrán disfrutar en espacios abiertos para el goce de la
población oaxaqueña y sus visitantes.

Zacatecas no tendrá uno, sino dos festivales. Del 25 de octubre al 2 de noviembre, el segundo
Festival de Día de Muertos “Fray Joaquín Bolaños”, que contará con intervenciones escénicas,
literarias, académicas, cinematográficas, así como el espectáculo multidisciplinario Posada 100
años, para conmemorar el centenario de la muerte del autor de la Catrina.

Asimismo, tendrá lugar el segundo Festival de Día de Muertos Zacatecas 2013, los días 1 y 2
de noviembre, organizado por la Cámara Nacional de Comercio de ese estado y que contempla
concursos de altares de muertos, calaveras literarias, carros alegóricos y disfraces.

El Sexto Festival Cultural de Día de Muertos de San Luis Potosí tendrá lugar este fin de
semana en el Cementerio Jardines Perpetuos con conciertos de huapango, danza folclórica,
cuentacuentos, leyendas potosinas y concurso de dibujos de la Catrina.

El Parque Ecológico Xochitla, en Tepotzotlán, Estado de México, tendrá el Festival de Noche de


Muertos el 2 de noviembre, donde se recreará el Mictlán azteca, habrá una feria con juegos
populares, concurso de disfraces y la presentación de la obra Truppus Calacus de la compañía
La Trouppe.

En el Distrito Federal se realizará el XVI Festival Universitario de Día de Muertos Mega Ofrenda
2013, bajo el lema “50 años sin Remedios Varo”, organizado por la UNAM, donde la
comunidad de esa casa de estudios crea altares y ofrendas para rendir culto a los que han
partido.

Se llevarán a cabo distintas actividades en cada una de las 16 delegaciones que incluyen
conciertos en la Plaza de la Constitución el 1 y 2 de noviembre, donde se presentará Óscar
Chávez, el primer Festival de Día de Muertos de la colonia Roma con exposiciones de libros,
talleres y conciertos del 31 de octubre al 3 de noviembre en el camellón de la Avenida Álvaro
Obregón, sí como la visita a los diferentes panteones que existen en la Ciudad de México.

Los días 1 y 2 de noviembre el Centro Nacional de las Artes abrirá sus puertas para celebrar en
sus distintos foros y espacios abiertos la 13 Feria de las Calacas, que ofrecerá exposiciones,
narraciones orales, talleres, actividades multimedia, proyecciones, conciertos, teatro, pasajes
sonoros y una ofrenda tradicional maya. El encuentro es organizado por el programa Alas y
Raíces del Conaculta.

Información: AGB

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