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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS


CARRERA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA

“Relación entre patrones de impulsividad y conductas alimentarias típicas en pacientes con


obesidad pertenecientes al programa de Cirugía Bariátrica del Hospital “Carlos Andrade Marín”
de Quito”.

Informe Final del Trabajo de Titulación de Psicólogo Clínico

Autora: Ana Salomé Cárdenas Enríquez


Tutor: Msc. Alex Castro

Promoción:2014- 2015

Quito – 2016
ii

AGRADECIMIENTO

A todos los que han apoyado el cambio en mi vida y que junto con la demora que conllevó me
apoyaron siempre; los que estuvieron de a poco y los que definitivamente fueron imprescindibles
para que pudiera culminar con este trabajo.

A los participes principales de esta investigación así como al personal que contribuyó a diario con mi
quehacer investigativo, añadiendo alegría y amistad a este proceso.
iii

DEDICATORIA

El esfuerzo que ha significado cambios difíciles en torno a tiempo y prioridades se lo dedico al


pequeño Elías que es el sol de cada uno de mis días.
iv

DECLARATORIA DE ORIGINALIDAD

Quito, 10 de febrero 2016

Yo, Ana Salomé Cárdenas Enríquez, autora de la investigación, con cédula de ciudadanía No.
1721070314, libre y voluntariamente DECLARO, que el presente Trabajo de Titulación: “Relación
entre patrones de impulsividad y conductas alimentarias típicas en pacientes con obesidad
pertenecientes al programa de Cirugía Baríatrica del Hospital “Carlos Andrade Marín de Quito”,
es original y de mi autoría; de ser comprobado lo contrario me someto a las disposiciones legales
pertinentes.

Es todo cuanto tengo que decir en honor a la verdad.

Atentamente,

C.C. 1721070314
v

AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL

Yo, Ana Salomé Cárdenas Enríquez, en calidad de autor del trabajo de investigación o tesis
realizada sobre

“Relación entre patrones de impulsividad y conductas alimentarias típicas en pacientes con


obesidad pertenecientes al programa de Cirugía Baríatrica del Hospital “Carlos Andrade Marín de
Quito”.

por la presente autorizó a la UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR, hacer uso de todos los
contenidos que me pertenecen o parte de los que contienen esta obra, con fines estrictamente
académicos o de investigación.

Los derechos que como autor me corresponden, con excepción de la presente autorización, seguirán
vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5, 6, 8, 19 y demás pertinentes
de la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento.

Quito, a los 11 días del mes de enero del 2016.

C.C. 1721070314
vi

RESUMEN DOCUMENTAL

Trabajo de Investigación sobre Psicología Clínica, específicamente Impulsividad y conductas


alimentarias en obesos. El objetivo fundamental es identificar la relación entre patrones de
impulsividad y conductas alimentarias típicas en pacientes obesos parte del programa de cirugía
bariátrica. La hipótesis propone que las conductas alimentarias de los pacientes obesos dependen del
tipo de impulsividad que presentan. El fundamento teórico: impulsividad: tipos y conceptos,
impulsividad y adicciones, adicción a la comida, conductas alimentarias en obesos, obesidad:
conceptos y definiciones. La metodología se evidencia como una investigación de tipo correlacional
y no experimental. Como conclusión general se determinó la presencia en diferentes niveles de
impulsividad en los pacientes con obesidad parte del programa de cirugía bariátrica; lo que determina
en diferente grado el desarrollo de conductas alimentarias no saludables, especialmente aquellas
relacionadas con hábitos alimentarios, elección y consumo de alimentos, planificación de horarios y
consciencia del autocuidado del cuerpo. Y como recomendación se sugiere incluir a la evaluación de
impulsividad de manera cualitativa, individual y personalizada en cada paciente, sabiendo que con
mejores conocimientos de la problemática del paciente se puede obtener mejores resultados en el
cambio de conductas alimentarias.

CATEGORÍAS TEMÁTICAS

PRIMARIA: PSICOLOGÍA CLÍNICA

SECUNDARIA: IMPULSIVIDAD
CONDUCTAS ALIMENTARIAS

DESCRIPTORES
IMPULSIVIDAD-CUESTIONARIO
CONDUCTAS ALIMENTARIAS IMPULSIVAS
OBESIDAD

DESCRIPTORES GEOGRÁFICOS:
SIERRA, PICHINCHA, QUITO
vii

DOCUMENTARY SUMMARY

Research work on Clinical Psychology, specifically impulsivity and eating behaviors in obese people.
The main objective is to identify the relation between patterns of impulsivity and typical eating
behaviors in obese patients of the bariatric surgery program.
The hypothesis is that the eating behaviors of obese patients depend on the type of impulsivity
presented. The theoretical basis: impulsivity: types and concepts, impulsivity and addiction, food
addiction, eating behaviors in obese, obesity: concepts and definitions. Methodology: correlational
and not experimental research.
As a general conclusion, the presence at different levels of impulsivity in patients with obesity of the
bariatric surgery program was determined; what determinates at different degrees the development of
unhealthy eating behaviors, especially those related to eating habits, food choice and consumption,
scheduling, and self-consciousness of the body. As recommendation we suggest including qualitative,
individual and personalized assessment of impulsivity for each patient, knowing that with better
understanding of the problems the patient can get better results in changing eating behaviors.

THEMATIC CATEGORIES
PRIMARY: CLINICAL PSYCHOLOGY
SECONDARY: IMPULSIVITY
EATING BEHAVIOR

DESCRIPTORS
IMPULSIVITY-QUESTIONNAIRE
IMPULSIVE EATING BEHAVIORS
OBESITY

GEOGRAPHIC DESCRIPTORS:
SIERRA, PICHINCHA, QUITO
viii

TABLA DE CONTENIDOS

A. PRELIMINARES
Agradecimiento..................................................................................................................................... ii
Dedicatoria .......................................................................................................................................... iii
Declaratoria de Originalidad ................................................................................................................ iv
Autorización de la Autoría Intelectual .................................................................................................. v
Resumen documental ........................................................................................................................... vi
Documentary summary ....................................................................................................................... vii
Tabla de contenidos ........................................................................................................................... viii
Tabla de cuadros ................................................................................................................................... x
Tabla de figuras .................................................................................................................................... x

B. INFORME FINAL DEL TRABAJO DE TITULACIÓN


INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................ 1
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA .......................................................................................... 2
Preguntas .......................................................................................................................................... 3
Objetivos ........................................................................................................................................... 3
General.......................................................................................................................................... 3
Específicos .................................................................................................................................... 3
Justificación e importancia................................................................................................................ 4

MARCO TEÓRICO ........................................................................................................................... 6


TITULO I ............................................................................................................................................ 6
IMPULSIVIDAD.............................................................................................................................. 6
1.1 Enfoques teóricos de la Impulsividad .................................................................................... 6
1.1.1 Teorías cognitivo conductuales ......................................................................................... 7
1.1.2 Neurobiología de la impulsividad ..................................................................................... 8
1.1.3 Teorías de la personalidad. Modelos factoriales biológicos de la personalidad
que incluye a la impulsividad. ......................................................................................... 12
1.2 Correlación entre Impulsividad y adicciones. Impulsividad y conductas alimentarias en
obesos como adicción a la comida. ..................................................................................... 20
1.3 Adicción a la Comida .......................................................................................................... 22

TITULO II ........................................................................................................................................ 27
CONDUCTA ALIMENTARIA EN EL PACIENTE OBESO ........................................................ 27
2.1 La compulsión por comer como forma de alivio a la ansiedad. ........................................... 27
2.2 Trastorno por atracón en el paciente obeso. BED (Binge Eat Dissorder) ............................ 32
2.3 Reforzamiento conductual relacionado con la comida. ....................................................... 38
2.4 Apego del obeso por la comida, una visión desde el psicoanálisis. ..................................... 41

TITULO III ....................................................................................................................................... 46


OBESIDAD .................................................................................................................................... 46
3.1 Tipos y Conceptos ............................................................................................................... 46
3.2 Diversos enfoques sobre la obesidad ................................................................................... 50
3.2.1 Abordaje basado en el Sistema/Entorno, que incluye cultura, ambiente y entorno en el
que se desarrolla el individuo. ......................................................................................... 50
3.2.2 Enfoque conductual de la obesidad ................................................................................. 52
3.2.3 Génesis de la obesidad desde una perspectiva fisiológica. .............................................. 54
3.2.4 Bases moleculares de la obesidad. Etiología de la obesidad desde el funcionamiento
molecular de hormonas y proteínas. ................................................................................ 54
3.3 Psicopatología prevalente en pacientes con obesidad .......................................................... 60
3.4 Cirugía Baríatrica ................................................................................................................ 63
ix

3.4.1 Componentes conductuales en la cirugía bariátrica ......................................................... 66

MARCO METODOLÓGICO.......................................................................................................... 68
HIPÓTESIS .................................................................................................................................... 68
Definición Conceptual ................................................................................................................ 68
Definición Operacional ............................................................................................................... 68
Tipo de Investigación ...................................................................................................................... 69
Diseño de la investigación .............................................................................................................. 69
Población y muestra ........................................................................................................................ 69
Técnicas e Instrumentos .................................................................................................................. 70
Análisis de validez y confiabilidad de los instrumentos .................................................................. 74

RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN ................................................................................... 84


Presentación de (tablas y gráficos) .................................................................................................. 84
Comprobación de las hipótesis........................................................................................................ 99
Análisis y discusión de resultados ................................................................................................. 102

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ............................................................................ 104


Conclusiones ................................................................................................................................. 104
Recomendaciones ......................................................................................................................... 105

C. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Tangibles ...................................................................................................................................... 107
Virtuales ....................................................................................................................................... 109

ANEXOS ......................................................................................................................................... 111


Anexo A. Plan aprobado ............................................................................................................... 111
Anexo B. Glosario técnico ............................................................................................................ 125
Anexo C. Pruebas psicologicas. Instrumentos............................................................................... 128
Anexo D. Tablas cruzadas de cada patrón de impulsividad encontrado en esta investigación. ..... 131
x

TABLA DE CUADROS

Tabla 3.1 Clasificación de sobrepeso y obesidad como recomiendan las guias NHLBI. .................... 46
Tabla 1 Rango de edad al que pertenecen los pacientes investigados ................................................. 84
Tabla 2 Género al que pertenecen los pacientes investigados ............................................................. 85
Tabla 3 Presencia de comorbilidades médicas en los pacientes entrevistados ..................................... 86
Tabla 4 Nivel de impulsividad que presenta cada factor medido con BIS.11...................................... 87
Tabla 5 Comportamientos alimentarios que reflejan niveles de impulsividad. ................................... 89
Tabla 6 Diferentes patrones de impulsividad que presentan los pacientes investigados ..................... 91
Tabla 7 Relación Patrones de impulsividad y comportamientos alimentarios. .................................... 92
Tabla 8 Impulsividad medida con BISS-11....................................................................................... 100
Tabla 9 Relación impulsividad y comportamientos alimentarios en patrones 1,2,3,4 ....................... 102

TABLA DE FIGURAS

Figura 1.1 Factores de impulsividad propuestos inicialmente por Eysenck, re-propuestos


posteriormente donde establece que existen dos tipos de impulsividad que abarcarán todas estas
características, marcados en azul en este grafico (1987) citado por Squillace y otros ......................... 13
Figura 1.2 Subgrupos de impulsividad de Barratt y correlación con otros tipos de impulsividad
propuestos en el modelo multifactorial. .......................................................................................... 18
Figura 2.1 Comportamiento alimentario y los diferentes factores que influyen en la ingesta energética.
Tomando en cuenta factores fisiológicos y extra fisiológicos. Bell y Rolls. Regulación de la ingesta
de energía: factores que contribuyen a la obesidad. ............................................................................ 28
Figura 2.2 Criterios diagnósticos del TA según DSM-V.................................................................... 34
Figura 2.3 Trastorno por atracón como característica asociada a un trastorno primario. ..................... 36
Figura 2.4 Esquema del mecanismo de reforzamiento conductual producido por la comida. ............. 40
Figura 3.1 Clasificación de la obesidad por su etiologia. .................................................................... 47
Fuente 3.2 Tipos de obesidad. ............................................................................................................. 48
Fuente 3.3 Esquema 3-2 Historia de la obesidad................................................................................. 49
Figura 3.4 Actitudes influenciadas culturalmente generales y específicas del peso, y percepciones
pertinentes al manejo del peso. ........................................................................................................... 52
Figura 3.5 Esquema A-B-C de Ellis que muestra los factores que generan obesidad .......................... 53
Figura 3.6 Cambios moleculares que ocurren en la obesidad. ............................................................. 59
Figura 3.7 Criterios de selección del paciente para someterse a cirugía bariátrica .............................. 66
Figura A. Preguntas de encuesta de comportamientos alimentarios y la forma como reflejan o no
impulsividad según los factores de la teoría de Ernest Barratt. ........................................................... 81
Figura B. Equivalencia de encuesta de comportamientos alimentarios ............................................... 82
Figura C. Bibliografía consultada para el desarrollo de la encuesta sobre comportamiento
alimentario que refleje impulsividad en sujetos obesos ...................................................................... 82
Figura D. Factores sobre comportamiento alimentario que establecen algunos instrumentos
consultados ......................................................................................................................................... 83
Figura 1. Rango de edad de pacientes investigados ............................................................................ 84
Figura 2. Género al que pertenecen los pacientes investigados ........................................................... 85
Figura 3. Presencia de comorbilidades médicas en los pacientes entrevistados .................................. 86
Figura 4. Nivel de impulsividad que presenta cada factor medido con BIS.11 ................................... 87
Figura 5. Comportamientos alimentarios que reflejan niveles de impulsividad. ................................. 89
Figura 6. Frecuencia de patrones de impulsividad en pacientes investigados y sus porcentajes.......... 91
Figura 7. Impulsividad medida con BISS-11 .................................................................................... 100
Figura 8. Relación de patrones de impulsividad y conductas alimentarias ........................................ 101
Figura 9. Relación impulsividad y comportamientos alimentarios en patrones 1,2,3,4 ..................... 102
1

B. INFORME FINAL DEL TRABAJO DE TITULACIÓN

INTRODUCCIÓN

Los sujetos impulsivos se caracterizan por presentar conductas de respuesta rápida frente a diversas
situaciones, esto sin tomar en cuenta las consecuencias de lo realizado y sin una planificación
adecuada, lo que les lleva a ser catalogados como instintivos o agresivos a pesar de que no son
sinónimos; de allí se relaciona impulsividad con trastornos antisociales, consumo de sustancias y
trastornos alimentarios.

Se ha demostrado su presencia en sujetos con obesidad cuyo comportamiento alimentario casi


adictivo frente a la comida evidencia este “ser” impulsivo, y aunque no es definitoria para toda la
población obesa se brinda especial atención a la relación conductas alimentarias e impulsividad como
un factor desencadenante y mantenedor de un peso excesivo, evidenciado en la conducta del paciente
obeso y las consecuencias a nivel emocional, social, físico incluso económico.

Esta investigación buscó determinar la relación existente entre patrones de impulsividad y conductas
alimentarias en pacientes diagnosticados con obesidad por el área de cirugía general y que pertenecían
al programa de cirugía bariátrica del “Hospital Carlos Andrade Marín” de Quito, se trata de una
muestra de 128 pacientes hombres y mujeres que acudieron a la consulta de psicología como parte de
la evaluación necesaria para determinar su idoneidad frente a la realización de la cirugía que eran
parte del programa o que aspiraban a estarlo, cuyos estratos socioeconómico y educacional fueron
variables; reflejado como un trabajo que no se limito a la recolección de datos sino que incluye la
información cualitativa obtenida a lo largo de la interacción con estos sujetos y la investigación
bibliográfica, todo esto al realizarse el análisis e interpretación de los resultados.

La sección teórica contiene las revisiones hechas a partir de fundamentos tanto cognitivos
conductuales y psicoanalíticos como dos teorías muchas veces contrapuestas que en este caso
ayudaron a entender más claramente lo relacionado a impulsividad, su relación con las adicciones, la
adicción a la comida, las conductas alimentarias en sujetos obesos, el trastorno por atracón, la
obesidad su definición, tipos y etiología, junto con una breves explicaciones médicas de los
procedimientos bariátricos; también se incluye los elementos neurológicos de impulsividad y obesidad
como aporte a una comprensión más clara de estos fenómenos.

La metodología utilizada circunscribe tanto el campo cualitativo como el cuantitativo que procuró
aportar conjuntamente la información necesaria en esta investigación, de esta forma se realizó una
historia clínica a los pacientes incluidos en esta labor la observación y perspicacia propia del
psicólogo clínico, además se utilizó para la recolección de información sobre impulsividad y
2

conductas alimentarias el instrumento Escala de impulsividad de Barratt onceava versión (BIS-11)


que ayudó a establecer niveles de impulsividad y patrones de impulsividad a razón de estos niveles,
junto con la encuesta sobre comportamientos alimentarios relacionados con impulsividad en casos de
obesidad, creada por la autora para la determinación de conductas alimentarias impulsivas.

A partir de estos resultados se logró determinar la presencia de impulsividad en esta población y se


estableció la relación de impulsividad en el desarrollo de comportamientos alimentarios no saludables
que influyan en el mantenimiento de la obesidad, obtenidos del análisis comparativo de información
estadística y teórica junto a lo aprendido en la interacción con la población estudiada, esto constituye
un aporte personal y profesional para la comunidad científica interesada en la psicología y la
diversidad de temas que encierra.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La obesidad se considera en la actualidad como enfermedad de alta cronicidad que se propaga cada
vez más a lo largo del mundo y a pesar de que no se ha considerado aún en los manuales de
trastornos mentales (CIE-10, DSM-V) como un trastorno alimentario diferenciado, la repercusión de
la obesidad en la esfera psicológica dado el deterioro que genera a nivel social, emocional y físico
demuestra indiscutiblemente la relación de mente y cuerpo como un sistema dinámico que depende
de ambos aspectos.

Añadido a esto se presentan una serie de complicaciones frente al tratamiento sea por factores de
personalidad, entorno o culturales que inicialmente se establece como un conjunto de acciones que
buscan la disminución de peso en función de cambios de alimentación, actividad física y cambios
conductuales mismos que son percibidos como desagradables, la alta tasa de fracaso 90% (según
Golary) al intentar adelgazar tiene que ver con la poca adaptabilidad a estos cambios. En este caso se
considera la impulsividad como un factor negativo que contribuye al fracaso de programas de
reducción de peso previo y posterior al tratamiento quirúrgico de la obesidad, por lo que una correcta
identificación en los pacientes evidenciará mejores resultados.

Recordemos que la relación del ser humano con los alimentos no es únicamente por supervivencia
sino que tiene implícita el placer; sin embargo la parte nutrimental debe ser tomada en cuenta
indiscutiblemente pues esta contribuye al estado de salud o enfermedad en el sujeto.

El programa de Cirugía Baríatrica implementado por el Hospital Carlos Andrade Marín se establece
como una alternativa quirúrgica para bajar de peso en los pacientes con un IMC mayor a 40, sin
embargo, estos pacientes no poseen una problemática únicamente física, se trata de un síntoma
expresado en sus cuerpos, por ello si consideramos conjuntamente factores como la impulsividad y su
influencia en las conductas cotidianas entenderemos que esta representa una característica de interés
3

para el tratamiento de la obesidad, ya que el comer excesivo se convierte en un comer


compulsivamente equiparable a la adicción, por lo que debe considerarse a la impulsividad como una
característica que lleva a realizar conductas poco funcionales como el alimentarse excesivamente sin
pensar en los efectos sobre la salud a largo plazo.

A partir de este análisis se plantea esta inquietud:

¿Existe una relación entre patrones de impulsividad y las conductas alimentarias típicas del paciente
con obesidad parte del programa de cirugía bariátrica del Hospital “Carlos Andrade Marín” de Quito?

Preguntas

 ¿Existe un tipo de conducta alimentaria típica que indique la presencia de impulsividad en el


paciente obeso que es parte del programa de cirugía bariátrica del Hospital “Carlos Andrade
Marín”?
 ¿Qué nivel de impulsividad existe en el paciente obeso que es parte del programa de cirugía
bariátrica del Hospital “Carlos Andrade Marín”?

Objetivos

General

Identificar la relación de patrones de impulsividad y conductas alimentarias típicas de pacientes con


obesidad pertenecientes al programa de Cirugía Bariátrica del Hospital “Carlos Andrade Marín” de
Quito.

Específicos

 Determinar patrones de alimentación que indiquen presencia de impulsividad en los pacientes


con obesidad pertenecientes al programa de cirugía bariátrica
 Valorar el nivel de impulsividad presente en los pacientes obesos pertenecientes al programa
de cirugía bariátrica.
 Definir los comportamientos alimentarios típicos en los pacientes con obesidad pertenecientes
al programa de cirugía bariátrica.
4

Justificación e importancia

La diversidad de factores que influyen en el desarrollo de la obesidad no son únicamente de origen


físico, al vivir en una sociedad que incita al consumo y que pone a disponibilidad todos los recursos
para alimentarse excesivamente y que además vive para el momento normalizando un estilo cognitivo
que tiende a la frustración y a la búsqueda de sensaciones; aparece la obesidad como un signo y un
síntoma que refleja la dinámica del ser humano actual (actuar impulsivamente por las sensaciones del
momento), esta investigación determinó la repercusión de la impulsividad en la manera de alimentarse
en los pacientes con obesidad estableciendo ciertos comportamientos alimentarios típicos reflejados
como una característica de personalidad siendo que los programas como el de cirugía bariátrica
reflejan la necesidad del cambio de estilo de vida incluidos dieta, actividad física y conductas
alimentarias se entendió que la impulsividad se constituiría en uno de los factores que influyen
indiscutiblemente en la correcta adaptación a estos cambios necesarios para la pérdida de peso; todo
esto contribuirá a pronosticar una adecuada adherencia al cambio de estilo de vida necesario para
obtener resultados positivos previo y posteriormente a realizarse algún tipo de cirugía bariátrica
como parte de un esquema preventivo en trastornos de la conducta alimentaria.

La investigación no se limitó a la concepción tradicional de trastorno alimentario relacionado con el


ansia de delgadez extrema lo que estableció la importancia de entender a la obesidad como la
consecuencia de varios factores que confluyen en un consumo excesivo y patológico de comida
impulsivamente que generará efectos negativos en el bienestar del sujeto con obesidad.

A través de esta investigación se afirmó lo propuesto por la teoría cognitivo conductual como parte
del esquema A.B.C. de Ellis aplicado a la impulsividad y su relación en el desarrollo de conductas
alimentarias patológicas, como ocurre en algunos casos en el sujeto obeso entregado a la comida de
manera adictiva, entendiendo la relación entre los antecedentes sociales, familiares propios de cada
paciente la conducta cargada de impulsividad reflejada al comer y la consecuencia de la obesidad.
Constituye efectos beneficiosos para los pacientes del programa de cirugía bariátrica y el personal que
trabaja con ellos ya que se propone una variable más a ser considerada en su evaluación para un
correcto abordaje, que tome en cuenta los factores psicológicos y su influencia en la forma de comer
de estos pacientes, permitiendo tomar conciencia en los pacientes frente a aspectos que desconocen de
la obesidad. Es importante incluir los aspectos psicológicos al considerar el protocolo de tratamiento
para la obesidad pues son un aspecto clave como predictor de resultados. Esta investigación busca
integrar aspectos psicológicos influyentes en el desarrollo y mantenimiento de la obesidad de manera
explicativa para que quienes pertenecen a esta población y su entorno logren una especie de “insigth”
sobre el problema lo que les permita buscar alternativas de apoyo individualmente o con otras
personas en condicione similares para su mejor salud tanto física, social y mental.
6

MARCO TEÓRICO

TITULO I

IMPULSIVIDAD

1.1 Enfoques teóricos de la Impulsividad

“La impulsividad no está regulada por la conciencia, pero los actos impulsivos no son totalmente
inconscientes”; (Pérez A. , 2010) un acto que además despierta emociones y sentimientos en quien la
vivencia; la impulsividad puede llevar a una persona a manifestar conductas que sean catalogadas
como fuera de control, el paciente con obesidad suele tener en su personalidad rasgos impulsivos que
son parte de sus comportamientos alimentarios, sin embargo es necesario aclarar que estos rasgos no
pertenecen a la totalidad de la población obesa.

Este estudio pretende establecer claramente el concepto de impulsividad y la relación existente


con las conductas alimentarias de sujetos obesos, por ello se inicia con el análisis de algunas de las
teorías más aceptadas referentes a la impulsividad, y la caracterización de la impulsividad como parte
de las compulsiones alimentarias consideradas adictivas por algunos autores (Fernández, 2003; de
Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, 2013) similares a la drogodependencia y por ello mencionadas
en este capítulo.

Entendamos entonces que conductas diarias comunes para todas las personas como comer, aprender,
reproducirse o reconocer a su familia se van consolidando una vez que se les asocia experiencias
placenteras o la evitación de sensaciones negativas por lo que algunos comportamientos diarios
reforzados excesivamente pueden generar una adicción junto a conductas impulsivas.

La impulsividad con anterioridad ha sido señalada por Eysenck (1987) dentro de la propuesta de
un modelo de personalidad con bases psicobiológicas que se manifiestan en actitudes y conductas
especificas; a partir de esta propuesta aparecen variaciones generadas a través de estudios hechos por
Gray (1987), Cloninger y otros (1993), Zuckerman (1988), Dickman (1990) y Barratt y otros (1997).
Las tendencias actuales de la psicología buscan también involucrar el funcionamiento cerebral y
neurológico de constructos de interés para el mundo científico como la impulsividad, lo que nos
permite explicar más profundamente este fenómeno mediante estudios del cerebro y así determinar
cuáles estructuras intervienen en las conductas impulsivas.

La impulsividad está relacionada con un amplio espectro de condiciones psiquiátricas que incluyen
los síndromes de inatención e hiperactividad del niño y del adulto, trastornos de la conducta, trastorno
de personalidad limítrofe, trastorno de personalidad antisocial, abuso de sustancias, juego patológico,
7

trastornos de la conducta alimenticia como bulimia y consumo compulsivo de alimentos, y finalmente


trastorno bipolar (Moeller y otros., 2001 citado por de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, 2013)
Revisemos aspectos importantes del concepto impulsividad a continuación.

1.1.1 Teorías cognitivo conductuales

Iniciamos diciendo que en la actualidad la impulsividad es tomada en cuenta como la


característica central para el diagnóstico de algunas patologías entre ellas trastornos disruptivos, del
control de los impulsos y de la conducta , trastorno de personalidad límite y TDAH (DSM-V, 2014),
y considerada por de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, (2013) como antesala de adicciones a
sustancias y comportamentales, por ello es que desde esta propuesta se busca explicar la tendencia
a actuar de forma impulsiva como un factor conductual mencionando términos como reforzamiento
conductual, castigo y recompensa.

Añadido a esta visión se debe recordar que al incluirse a la impulsividad como parte de la
personalidad esta se manifiesta como diversas formas de actuar o como conductas rápidas, sin
premeditación sobre las consecuencias y enfocadas en obtener un refuerzo inmediato, así lo
mencionan (Moeller, Barrat, Dougerty, Schmitz y Swann, 2001 citados por de Sola Gutiérrez, Rubio,
& Rodríguez, 2013).

Algunas tendencias cognitivo conductuales (Koob 2011) hablan de mecanismos adaptativos


basados en dos características conductuales: sensibilidad al castigo o sensibilidad a la recompensa en
la cual “existe una urgencia positiva motivada por un estado de tensión que conduce a la acción y
gratificación o negativa derivada de un estado de stress o ansiedad en donde la acción conduce a la
relajación”, (Koob 2011 citado por de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, 2013,p. 146) habla de la
impulsividad como un factor predisponente para generar adicciones, y expresa dos características
importantes en su etiopatogenia el trastorno del control de los impulsos y la compulsión, el acto
impulsivo que es la conducta explicita está lleno de impulsividad y aparece, según este autor por la
búsqueda de placer o gratificación tras el aumento de una sensación subjetiva de tensión o arousal,
conductualmente hablamos de reforzamiento positivo, relacionado con la obtención de placer o
refuerzo positivo, esta idea es reforzada por lo que afirman de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez,
(2013) donde “la impulsividad es la resolución a la expectativa de refuerzo positivo, aunque éste sea
una evasión de un estado afectivo negativo” p. 149. El acto compulsivo al contrario se trata de un
refuerzo negativo que frente a un estado de estrés o ansiedad previos, genera disminución del estado
disfórico a través de la compulsión la cual está acompañada de una serie de conductas automáticas.

Hay una brecha muy delgada entre la impulsividad y la realización de actos compulsivos, dentro de
una adicción, que va desde la búsqueda de refuerzos positivos a la necesidad de disminuir los estados
8

displacenteros obteniendo refuerzos negativos; este es el “enganche” para mantenerse en un ciclo


adictivo. Por ello las conductas impulsivas y la repetición de las compulsiones propias de las
adicciones comportamentales son claramente mecanismos conductuales.

El comportamiento adictivo de reforzamiento explicado como parte de las adicciones


comportamentales, es equiparable a lo que sucede cuando se presenta el ‘síndrome de abstinencia’ a
una sustancia donde encontramos que se produce un estado emocional negativo asociado a disforia,
ansiedad o irritabilidad que motiva al individuo a la búsqueda y consumo de una sustancia ávidamente
(Koob y Le Moal, (2001), citado por de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, (2013)) este es un
fenómeno cuyas afectaciones se evidencian a nivel psicológico más que una dependencia física
propiamente. Se habla entonces de reforzamientos conductuales propios de las drogas que generan un
círculo adictivo donde el individuo se mantiene dentro del consumo para evitar estados negativos,
siendo que al inicio inicia el consumo en búsqueda de placer y bienestar.

También encontramos relación en cuanto a la fuerza de la recompensa en el reforzamiento en una


adicción y la realización del acto impulsivo como tal , generando un fenómeno conductual
claramente descrito por Fernández, (2003) “realizando el acto impulsional empujado por la
impulsividad propia del individuo con adicciones se obtiene un torrente de experiencias gratificantes,
descritas como premios, recompensas o reforzadores, designación esa última que obedece a la acción
reforzante ejercida por estas recompensas sobre la repetición del ciclo adictivo” (Fernández,2003,
p.18); de ahí que la impulsividad se vincule con la realización de actos repetitivos según las
asociaciones de bienestar que haya formado el sujeto a lo largo de su vida, se acostumbra a obtener
efectos positivos inmediatos con la realización de un acto, estos comportamientos son similares en las
adicciones a sustancias y las comportamentales, lo que habla del mecanismo reforzador que puede
ejercer una sustancia o una conducta.

1.1.2 Neurobiología de la impulsividad

Para un análisis más completo de la impulsividad se incluye explicaciones neurobiológicas de las


estructuras nerviosas que participan en el conjunto impulsividad, es decir, la parte conductual de
reforzamiento ya mencionada, la correlación en el estudio de las adicciones comportamentales, la
tendencia impulsiva relacionada con trastornos alimentarios como la BN a su vez relacionada con la
obesidad (como se explicará más adelante), así como los aspectos conductuales de la impulsividad en
sí misma. de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, (2013) sobre el tema de la impulsividad en las
adicciones comportamentales hablan de los circuitos neuronales involucrados en la toma de
decisiones, procesos ejecutivos y sistemas de neurotransmisión como elementos importantes en el
desarrollo de comportamientos impulsivos, recordemos que los circuitos neuronales están
9

conformados por los distintos tipos de sinapsis neuronales y que las sinapsis “son sitios de unión
anatómicamente diferenciados a través de las que se transmite y se recibe mensajes neurales”
(Cardinali, 2007, p.59); estas uniones se diferencian por el tipo de información que transmiten,
siendo químicas (diferenciación clara de las estructuras sinápticas y presencia de sustancias químicas
o neurotransmisores para transportar el mensaje, son las más comunes en el sistema nervioso),
eléctricas (las estructuras pre y post sinápticas no se diferencian por vesículas el mensaje puede ser
enviado bidireccionalmente, son menos frecuentes pero se encuentran diseminadas en el SNC ), o
mixtas (ubicadas específicamente en áreas pre sinápticas, zonas de vesículas y contiguas a aposición
de membranas). La función final de estos circuitos ampliamente distribuidos en el SNC será “la
ampliación de señales sinápticas débiles, la atenuación de señales demasiado intensas, la mayor
definición de contrastes y en general el mantenimiento de un nivel optimo de los grupos neuronales”
(Cardinali, 2007, p. 89)

El circuito cortico-estriado-tálamo-cortical es el de mayor relevancia dentro de los procesos


fisiológicos de la impulsividad y como parte de él, el circuito mesolímbico-cortical (una vía
dopaminérgica) llamado circuito del refuerzo, del que además se conoce intervención en conductas
cotidianas como el comer, beber y copular; se habla de su función incluida en procesos de castigo y
recompensa que se relaciona con la impulsividad ya que como menciona Ainslie, G., (1975) citado
por Orozco-Cabal & Herin, (2008) los sujetos con comportamientos impulsivos tienen preferencia
por recompensas pequeñas e inmediatas sobre aquellas que representen mayor magnitud pero que
sean tardías, asimismo se asocia positivamente con alteraciones en la atribución del valor emocional
y motivacional a estímulos ambientales internos o externos como parte de alteraciones en el área
fronto-estriatal (Jentsch, J. y Taylor J.,1999) presentando un menor volumen de materia gris, (Ersche
y otros, 2011 citado de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, 2013).

Por ello a partir de estos hallazgos neurológicos y su expresión en la conducta se deduce la


importancia de la impulsividad en las practicas alimentarias de los sujetos con obesidad si tomamos
en cuenta que esta particularidad conllevaría una mayor sensibilidad a las características
organolépticas de los alimentos y su consumo, conjuntamente, a estados emocionales que determinan
una forma de comer exagerada.

Específicamente como parte del circuito mesolímbico-cortical algunas estructuras que lo conforman
presentan alteraciones que se expresan como conductas impulsivas, de esta forma encontramos que el
córtex pre frontal muestra alteraciones que se manifiestan con una mínima inhibición comportamental
y una pobre discriminación a estímulos, especialmente hay deterioro en las áreas ventromedial y
orbito frontal encargadas de la planificación y el juicio.
10

Además alteraciones en el núcleo parte del estriado ventral estructura clave en el sistema de refuerzo
y finalmente anormalidades en la amígdala fuente de lo emocional y las respuestas (Ceravolo,
Frostini, Rossi, y Bonuccelli, 2009 citado por de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, 2013).

Hyatt C y otros (2012), mencionan desequilibrios en el mismo circuito mesolímbico-cortical una vía
dopaminérgica, que ha sido estudiado por su relación con impulsividad y adicciones; y dentro de él
específicamente alteraciones en el estriado ventral y dorsal, áreas orbitofrontales así como el
cingulado anterior donde se produce la toma de decisiones y que tienen especial importancia en el
mecanismo de refuerzo. Grant y otros (2008) encuentran que estas alteraciones en el área orbito
frontal se manifiestan en impulsividad motora y autoagresión. de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez,
(2013) así como Orozco-Cabal & Herin,(2008) hablan de la alteración del complejo amigdalino donde
la amígdala basolateral interviene en la regulación emocional frente a estímulos.

En cuanto a la función de los neurotransmisores dentro de comportamientos impulsivos encontramos


que hay alteraciones en los niveles de serotonina, dopamina y norepinefrina; donde una hipofunción
de la serotonina (que actúa como modulador de conductas) y una hiperfunción de dopamina en los
circuitos pre frontales, las áreas orbitofrontales y el cingulado anterior, manifestada además como
déficit de los receptores D2 y D3 en el estriado ventral generan alteración en la respuesta emocional
de inhibición y control determinando conductas impulsivas.

Se menciona además la importancia del factor liberador de corticotropina (CRF) en la regulación de


la actividad dopaminérgica dentro de los circuitos frontolímbicos conocida como la estructura
primordial para generar respuestas de ansiedad-miedo- defensa dentro del sistema amigdalar (Koob
et al., 2010). El CRF es conocido por su función como modulador cognoscitivo de los estímulos
ambientales potencialmente amenazantes (Orozco-Cabal, Pollandt, Liu, Shinnick- Gallagher, &
Gallagher, 2006) y es en las vías ejecutivas que el CRF y sus receptores afines modulan transmisión
excitatoria e inhibitoria mediada por el glutamato y el ácido gamma-aminobutírico (GABA)
elementos que tendría que ver con las respuestas parte de la impulsividad motora.

Además que la impulsividad motora se relaciona con alteraciones en la función de los receptores
para la norepinefrina, concretamente una disminución de la función de los receptores α2A o un
aumento de la función de los receptores α1 (Koskinen T., Haapalinna A. y Sirvio J. 2003). Existe una
compleja interrelación entre la función de estos transmisores y la manifestación de conductas
especificas parte de la impulsividad, no se trata de un solo elemento que las determine sino de la
coordinación entre estructura neural y neurotransmisor actuando de forma que se ve manifiesto en las
conductas.
11

Orozco-Cabal & Herin, (2008) hablan de la importancia del sistema que subyace la función ejecutiva
(lóbulos frontales en conexión con sistema límbico, SARA, zonas del córtex cerebral y otras
estructuras subcorticales, tales como los núcleos de la base, el núcleo amigdalino, el diencéfalo y el
cerebelo) estableciendo tres importantes características en individuos con comportamientos
impulsivos que además se pueden mostrar inflexibles y perseverativos:

1. Déficits de respuesta en el procesamiento de información presentada secuencialmente


que se ven más acentuados ante mayor información, menor tiempo y se le suma una carga
emocional negativa (Barratt E, Orozco-Cabal L., Moeller, F. 2004); al respecto de esta
última Hinshaw, S. (2003) citado por Orozco-Cabal & Herin, (2008) encuentra que
estados emocionales negativos aumenta el impacto de los estímulos en el comportamiento
de individuos impulsivos por el incremento de tensión que lleva a realizar un acto
impulsivo incluso como una forma de liberación de esta tensión.
Esta característica estaría formando parte de sujetos obesos que sucumben ante episodios
de atracones, que ya han sido valorados por la alta carga impulsiva en su realización (de
manera que se conoce su interrelación), además de esto se podría designar como
impulsivas a algunas prácticas alimentarias presentes en esta población específica, como
el comer compulsivamente o los atracones nocturnos.
2. Déficit atencional donde hay dificultad para sostener la atención en una tarea determinada
(Dougherty D., y otros (1999); Halperin J., y otros (1991))
3. Una pobre inhibición de respuestas aprendidas y procesos de programación motora
insuficiente. (Dougherty, D. y otros (1999); Barratt, E. y otros (2002)).

A partir de esta revisión podemos establecer que los sustratos neurológicos más importantes que
participan en el comportamiento impulsivo son el eje corticoestriado-tálamocortical como sistema de
integración entre los procesos relacionados con la recompensa y el reforzamiento de conductas,
sistema clave en el desarrollo de conductas adictivas que tiene especial relevancia en este estudio si
tomamos en cuenta el comer compulsivamente como una adicción comportamental de la actualidad; y
la proyección de estas a estructuras subcorticales que intervienen en procesos afectivos, de regulación
de comportamientos, procesamiento de información y discriminación de estímulos para generar una
respuesta motora generando susceptibilidad a realizar conductas impulsivas por la presencia de
estados emocionales negativos, mínima inhibición conductual y escasa discriminación de estímulos
junto con la presencia de alteraciones en la neurotransmisión al ser una vía dopaminérgica las
principales anormalidades aparecen en los niveles de este neurotransmisor; generando así un
continuum de comportamientos impulsivos que se manifiestan a nivel ejecutivo, motor, atencional y
afectivo mediado por neurotransmisores y estructuras cerebrales complejas.
12

1.1.3 Teorías de la personalidad. Modelos factoriales biológicos de la personalidad que


incluye a la impulsividad.

1.1.3.1 Teoría de Eysenck

El modelo psicobiológico factorial de personalidad elaborado por Eysenck donde incluye a la


impulsividad se basa inicialmente en estudios correlaciónales que toman en cuenta planteamientos
hipocrático galenos, (Eysenck, 1959, 1982, 1987,1990, 1992); evolucionó gradualmente junto con el
factor al que asocia a la impulsividad, se tomará las referencias finales sobre esta dimensión y el
inicio de los planteamientos a partir del cual se genera su modelo final.

Eysenck habla de las diferencias individuales en las personas determinando que se dan según el
grado de presencia de uno de los tres factores que propone: Extroversión, Psicoticismo y
Neuroticismo con las cuales se genera una organización jerárquica de conducta y personalidad una
persona “normal” estaría ubicada en la media de los valores de cada factor, y la minoría
“patológica” sería la que se encuentra en los extremos.

En primer lugar está el factor extraversión, en el que las diferencias en la actividad cortical definirían
la búsqueda de estímulos determinando conductas introvertidas o extrovertidas y otros rasgos de
personalidad. El segundo factor de personalidad es el neuroticismo que tiene que ver con la
activación emocional y relacionado con el funcionamiento de los sistemas nervioso autónomo,
límbico e hipotálamo; altos niveles de neuroticismo provocan una tendencia al aumento de
determinadas conductas lo que genera también una mayor emocionalidad en el individuo (Cale, 2006;
Colom Marañon, 1998; Eysenck, 1978 citado por Squillace, Picón, & Schmidt, 2011) El tercer factor
propuesto por Eysenck cambia de ser llamado Psicoticismo por una supuesta relación como factor
predisponente a la psicosis, a ser tomada como una disposición a presentar “dureza emocional”
relacionada con comportamientos agresivos, egocéntricos, impulsivos y la falta de empatía.

La ubicación de la impulsividad en la teoría de Eysenck al inicio coincide con los dos factores antes
mencionados extraversión y psicoticismo por la característica de búsqueda de sensaciones que se
encuentra en sujetos extrovertidos (Eysenck, & Eysenck, 1977; Eysenck, 1987 citado por Squillace,
Picón, & Schmidt, 2011); después de investigaciones realizadas por el mismo Eysenck se lo termina
relacionando principalmente con el factor neuroticismo y conductas antisociales. Para Eysenck la
impulsividad puede evidenciarse en diversas conductas que corresponden a cuatro factores, cada uno
se expresa en determinadas características de la personalidad del individuo, indicados en la siguiente
figura, que modifica posteriormente afirmando que existen dos tipos de impulsividad que abarcarán
todas estas características: Búsqueda de Aventuras característica propia de la extroversión e
Impulsividad en sentido estricto relacionada con el psicoticismo “dureza emocional”. Así Eysenck
13

establece un constructo impulsividad parte de la personalidad que no siempre se manifiesta


negativamente, que determina comportamientos específicos y que se correlaciona con otras variables
también propuestas por él. En el gráfico 1.1 se muestran 1os factores de impulsividad propuestos
inicialmente por Eysenck, y re-propuestos posteriormente donde establece que existen dos tipos de
impulsividad que abarcarán todas estas características

Vitalidad que
tiene que ver con
la búsqueda de
sensaciones con la
ejecución de
BÚSQUEDA DE aventuras.
AVENTURAS

Impulsividad
propiamente dicha:
actuar rápido e
Toma de riesgos: irreflexivo con poca
búsqueda de atención a las
actividades que consecuencias a
conllevan mediano y largo plazo
recompensa o
castigo

Improvisación:
actuar sin IMPULSIVIDAD EN
Planificación
puede ser usado SENTIDO
positivamente en ESTRICTO
situaciones nuevas
que requieren
resolución de
problemas

IMPULSIVIDAD
Figura 1.1 Factores de impulsividad propuestos inicialmente por Eysenck, re-propuestos
posteriormente donde establece que existen dos tipos de impulsividad que abarcarán todas estas
características, marcados en azul en este grafico (1987) citado por Squillace y otros

1.1.3.2 Teoría de la personalidad de Gray donde incluye a la impulsividad.

Aunque posee una base biológica esta teoría enfatiza la sensibilidad del sistema nervioso ante la
recompensa o el castigo que claramente determinará un tipo de conducta frente a estímulos y el tipo
de personalidad extrovertido o introvertido, así, Jeffrey Gray (1987) propone una teoría de la
14

personalidad que se organizaría bajo el funcionamiento de dos sistemas: el sistema de inhibición


conductual y el sistema de activación conductual.

El sistema de inhibición conductual es activado frente a estímulos de no recompensa o castigos,


estímulos innatos de miedo y novedosos realizando una función inhibitoria de la conducta, este
nivel de sensibilidad puede variar de un individuo a otro y cuando es activado genera por sí mismo un
cambio de estado comprobador a estado de control mismo que inhibe conductas pero aumenta los
niveles de atención y activación. Mientras que el sistema de activación de la conducta responde frente
a estímulos condicionados de recompensa y de seguridad mediante el cual se contribuye al
aprendizaje de recompensa y mecanismos de evitación activas.

Según Gray, citado por Squillace, Picón, & Schmidt, (2011) la impulsividad está relacionada con las
características de la extroversión y surge gracias al funcionamiento del SAC, se relaciona con una
motivación dirigida por la sensibilidad a las señales de recompensa se encuentra presente en sujetos
con mayor actividad del SAC, a los comportamientos de aproximación conductual desencadenada
ante señales discriminativas de refuerzo tanto positivo como negativo (Gray 1987; Matthews et al.,
1999; Wallace, Malterer, & Newman, 2009, citado por Squillace, Picón y Schmidt 2011 )

Esta forma de actuar poco cautelosa se evidencia en conductas diarias de los sujetos impulsivos, nos
preguntamos si la impulsividad presente en los pacientes con obesidad están relacionados con
tendencia a desarrollar estados de bienestar provocados por la ingesta de alimentos generando un
efecto condicionado que se establece desde la niñez; comida igual bienestar, tomando en cuenta el
valor positivo que se le otorga culturalmente a la comida en sociedades no individualizadas del todo
lo que refuerza conductas en sujetos con presencia del sistema de activación conductual más
desarrollado. Donde la impulsividad se manifiesta como un conjunto de mecanismos para adaptarse
que tienen que ver con formas de respuesta diferentes, sea como sensibilidad al castigo o a la
recompensa, estas se manifiestan de forma observable en las conductas.

De esta forma, Gray (1987) postula una variación de la teoría de Eysenck tomando como punto clave
a la impulsividad, y la respuesta del sujeto.

1.1.3.3 Modelo tridimensional de Cloninger: una variación de los conceptos propuestos por
Gray

En un modelo tridimensional con clara tendencia biológica Robert Cloninger (1987) propone un
cuestionario de medida para los sistemas activador e inhibidor de la conducta que menciona Gray, las
mismas que corresponden a índices determinados de serotonina y dopamina, la predominancia o baja
concentración de estos neurotransmisores determinaran que rasgos de personalidad son característicos
de una persona. Los tres rasgos que propone son evitación de daño (ED), búsqueda de novedad (BN)
15

y dependencia de la recompensa, lo que nos habla de una característica heredable de estos rasgos
(Cloninger, 1987, citado por Squillace, Picón y Schmidt, 2011) este modelo es utilizado en la
actualidad para un mejor entendimiento de diferencias de aquellas personas con problemas de abuso
de alcohol.

Según lo propuesto por Cloninger el factor Evitación del daño se evidencia en individuos como una
predisposición a inhibir conductas como respuesta a signos de castigo o frustración, aquellos con
niveles altos de ED son individuos con tendencia a desarrollar preocupaciones fácilmente, se aíslan
frente a situaciones nuevas o en las que haya personas desconocidas y se fatigan con facilidad. Desde
la perspectiva biológica que presenta Cloninger los niveles de dopamina son altos y la emoción que
mayormente experimentan es la ansiedad. Mientras que las personas con niveles de ED bajos suelen
ser confiados, optimistas, vitales y despreocupados ante las señales de peligro (Cloninger, Svrakic, &
Przybeck, 1993 citado por Squillace, Picón y Schmidt, 2011).

El segundo factor presentado en la teoría de Cloninger se encuentra en directa relación con este
estudio, puesto que la Búsqueda de Novedad o BN se evidencia mediante conductas de aproximación
frente a estímulos que tienen significación de recompensa y ante la novedad así como evitación
activa de señales de frustración. Hablando de un patrón de conducta que tiende a las adicciones siendo
propensos a la impulsividad y el desorden, son individuos que buscan estímulos novedosos y tienden
a aburrirse con facilidad en situaciones rutinarias todo esto cuando el rasgo BN es predominante. Un
nivel bajo de BN determina características contrarias y con mayor estabilidad como mayor tolerancia
a la monotonía siendo más reflexivos. Impulsividad y exploración son los componentes de la BN lo
que es fundamental en el entendimiento de estas conductas ya que Cloninger (1993) define
impulsividad como un “actuar rápido, irreflexivo o no premeditado” que iría de la mano con la
exploración que se refiere a un refuerzo conductual cuando existen señales novedosas, podríamos
pensar que el sujeto obeso con altos niveles de impulsividad visto desde esta perspectiva actúa por
una serie de conductas reforzadas que le causan bienestar; relacionados con la presencia de dopamina,
niveles bajos de dopamina representan una constante búsqueda de estímulos.

La impulsividad está fuertemente ligada por este autor a la Búsqueda de novedad que mantiene a un
individuo en constante búsqueda de estimulación y por ello tenderá a aburrirse en situaciones
monótonas, un paciente obeso observado bajo esta perspectiva estará buscando constantemente la
estimulación externa por medio de la comida o lo relacionado a ella, bajo una constante estimulación
le será difícil mantener un patrón alimentario saludable y ordenado su impulsividad se manifiesta en
atracones o “pica” constante de alimentos que contribuyen al aumento de peso.
16

1.1.3.4 Teoría de Zuckerman

Nuevamente se propone un modelo multidimensional con características heredables (Zuckerman,


1994), los factores que lo componen son neuroticismo, extraversión, hostilidad, actividad y búsqueda
de sensaciones; la impulsividad forma parte del factor búsqueda de sensaciones que es uno de los
factores de mayor interés para Zuckerman tratando de demostrar las diferencias en la respuesta de los
individuos frente a deprivación sensorial ya que mientras que unos toleraban bien esta restricción
aquellos sujetos con niveles altos del factor búsqueda de sensaciones reaccionaban de forma negativa,
factor que determina una constante “necesidad de recibir sensaciones nuevas, variadas y complejas
provenientes de experiencias y la voluntad por sentir riesgos físicos y sociales” (Hernangómez &
Fernández, 2012, p.84)

Zuckerman habla del rasgo búsqueda de sensaciones en relación directa con la impulsividad que
además se constituye en factor determinante para predecir conductas, puesto que este rasgo estará
determinado en una conducta impulsiva o no impulsiva según la actividad que se realice, Zuckerman
establece una relación directa entre búsqueda de sensaciones e impulsividad ya que se puede entender
formas impulsivas: mediante la búsqueda de experiencia, desinhibición y susceptibilidad; y no
impulsivas: búsqueda de emociones y aventuras para buscar sensaciones.

Por el alto grado de heredabilidad comprobado en el factor búsqueda de sensaciones (Schneirla,


1959; citado en Zuckerman, 1990) sea o no impulsiva estaría reflejando una forma de adaptación a
ambientes nuevos en donde existe variedad de estímulos que significarían indicios de recompensa o
riesgo para el individuo (Zuckerman citado por Squillace, Picón, & Schmidt, 2011).

Asociado con conductas que podrían llegar a ser potencialmente peligrosas para el individuo o su
entorno Zuckerman propone al factor impulsividad como una forma de predecir conductas. Con un
tinte conductual Zuckerman entiende el factor búsqueda de sensaciones como una forma de
adaptación a los estímulos, mismo que podría determinar la susceptibilidad frente a recompensas o
castigos y junto a ello determinadas conductas en lo referente a comida, juego, adicciones, etc.
Mediante la búsqueda de sensaciones también se establece una funcionalidad en la impulsividad y
con los cuatro factores que Zuckerman le atribuye (Búsqueda de emociones y aventuras, búsqueda de
experiencia, desinhibición y susceptibilidad al aburrimiento) se logra determinar actitudes, interés,
hábitos y conductas presentándose positiva o negativamente en el desarrollo de una persona.
(Zuckerman citado por Squillace, Picón, & Schmidt, 2011).

Zuckerman caracteriza a la impulsividad como un componente de la búsqueda de sensaciones que


puede determinar una forma de vida de alto riesgo en diferentes ámbitos, de forma que se manifieste
17

como alguien ávido de conocimiento y sensaciones a nivel intelectual o como alguien intrépido y
muy afín a la experimentación de sensaciones corporales diferentes este ámbito no tan funcional se
relaciona con el consumo y abuso de drogas; si se establece el concepto de adicción a la comida el
componente búsqueda de sensaciones tendría un papel definitorio en el descontrol al ingerir comida
en demasía por las sensaciones que se produzcan en el cuerpo y así contribuyendo a la obesidad, por
lo que es importante que se le incluya en las variables de estudio sobre la obesidad.

1.1.3.5 Teoría de subgrupos de impulsividad de Barratt

La definición que le dan Barrat y sus colaboradores a la impulsividad es de carácter biopsicosocial y


nos habla de una predisposición a realizar acciones rápidas y no reflexivas en respuesta a estímulos
internos y/o externos a pesar de las consecuencias negativas que podrían tener éstas tanto para la
misma persona como para terceros. (Barratt, Stanford,1997)

Kent, & Felthous, 1997, citado por Squillace, Picón, & Schmidt, 2011) concluye que la impulsividad
es una tendencia psicobiológica que predispone a un espectro de comportamientos más que a una
acción en particular, la entiende como un componente permanente del ser humano que influye en su
comportamiento diario.

Compuesta por seis factores de primer orden, para Barratt & otros (1997) la impulsividad se
estructura así : a)La dimensión 1, definida como Atención, se relacionaría con la capacidad del
individuo para mantener su concentración durante la realización de tareas; b) La dimensión 2,
Impulsividad Motora, implica la tendencia a actuar según los estados emocionales transitorios o de
una orientación del sujeto a planear y pensar cuidadosamente las acciones antes de llevarlas a cabo; d)
La dimensión 4, Complejidad Cognitiva, implica el disfrutar de pruebas mentales que resulten
desafiantes para el individuo, tales como el cálculo mental, acertijos, etc.; e) La dimensión 5,
Perseverancia, trata de un estilo de vida consistente, con regularidad en las costumbres y hábitos; por
último f) La dimensión 6, llamada Inestabilidad Cognitiva, se refiere a la tendencia a la distraibilidad
que sufren los individuos debido a la interferencia de sensaciones y pensamientos intrusivos.
Posteriormente Barratt realiza un modelo factorial de segundo orden donde aparecen tres factores:

1. El factor I planteado como Impulsividad Motora IM, combina las dimensiones 2 (Motora) y 5
(Perseverancia), caracterizando una tendencia general a actuar motivado por las emociones del
momento.
2. El factor II definido como Impulsividad Atencional IA, combina las dimensiones 1 (Atención) y 6
(Inestabilidad cognitiva). Ambas refieren a un bajo control sobre la intrusión de pensamientos y
dificultades para la atención sostenida.
18

3. El factor III, llamado Impulsividad por Imprevisión, combina las dimensiones 3 (Autocontrol) y 4
(Complejidad cognitiva). Siendo este un estilo de procesamiento de la información apresurado que
lleva a tomar decisiones rápidamente, sin planear y con orientación hacia el presente. (Barrat 1997,
citado por Squillace, Picón, & Schmidt, 2011) la versión BIS-11. Esta nueva versión también consta
de tres factores: el primer factor incluye ítems del factor cognitivo y del factor impulsividad motora
del instrumento BIS-10, por lo tanto constituye un factor de tipo “ideo-motor”. El segundo factor fue
denominado “planificación cuidadosa” e implica prestar atención a los detalles, y el tercer factor fue
denominado “estabilidad en el afrontamiento” porque combina la orientación futura con la estabilidad
en el afrontamiento de las situaciones de la vida diaria (Barratt, 1994 citado por Morales, 2009)

SUBDIMENSIONES DE LA
IMPULSIVIDAD. Barratt.

existiendo mayor impulsividad


hay menos control de
comportamiento y estrategias de
control de la conducta

No planificada: procesamiento de
Cognitiva- Atencional: propensión
Motora. Actuar motivado por las la información apresurada que
a tomar decisiones rápidas; bajo
emociones, sin pensar, de forma lleva a tomar decisiones
control sobre intrusión de
súbita rapidamente sin planificar y con
pensamientos
orientación al presente

Equivale a IMPULSIVIDAD busqueda de sensaciones de


correlación con extraversipon del
DISFUNCIONAL DICKMAN Zuckerman donde elige estimulos
modelo de Eysenck tendencia a
donde: hay conductas aburrimiento y búsqueda de
externos que movilicen sus AUTOCONTROL
desordenadas e improductivas sin estimulos sensoriales y sociaIles
sensaciones
beneficios, no se tiene en cuenta (COMIDA)
todas las opciones ni las
consecuencias de los actos al no
poder preveerlos. correlacion con
Impulsividad en sentido estricto
de Eysenck. actuar rápido e
irreflexivo
COMPLEJIDAD
ATENCION
COGNITIVA

IMPULSIVIDAD
MOTORA
INESTABILIDAD
COGNITIVA

PERSEVERANCIA

Figura 1.2 Subgrupos de impulsividad de Barratt y correlación con otros tipos de impulsividad
propuestos en el modelo multifactorial.
19

1.1.3.6 Impulsividad para Dickman

En general la impulsividad para Dickman (2000), entendida como impulsividad superior, corresponde
a una forma de actuar rápida que difiere en las consecuencias de este actuar y en la funcionalidad que
significa actuar impulsivamente pues no siempre la impulsividad se liga a consecuencias negativas, la
impulsividad funcional se relacionaría con el entusiasmo, la toma de riesgos, altos niveles de
actividad y audacia (Dickman, 1990; Dickman 2000 citado Squillace, Picón, & Schmidt, 2011) al
contrario la impulsividad disfuncional se traduce en conductas que no llevan a ningún beneficio para
el individuo, desordenadas e inútiles; los rasgos principales de este tipo de conducta que asociamos
directamente con el comportamiento adictivo es la clara tendencia al desorden y comportamientos
precipitados en los que no tiene en cuenta la totalidad de opciones existentes en el momento que se
tomará una decisión, junto a lo cual se refleja una despreocupación por las consecuencias al no ser
capaz de predecir las posibles consecuencias. (Brunas- Wagstaff, Bergquist, Richardson, & Connor,
1995; Dickman, 1990).

En la conducta del obeso es común encontrar consumo compulsivo de alimentos, sin la necesaria
premeditación frente a las consecuencias, un actuar irreflexivo en palabras de Dickman, así lo refiere
Guisado, y otros, (2002) tomando en cuenta que el trastorno por atracón se identifica como un patrón
de alimentación presente en parte de la población con obesidad (y en individuos de diferente peso) y
que la impulsividad disfuncional genera propensión al aparecimiento de adicciones sociales y
químicas desde tres perspectivas : (1) como factor predisponente facilita la adquisición de la
conducta adictiva; (2) como condición que se exacerba en la fase de consumo; y (3 ) como
intermediario frente a otros factores de vulnerabilidad (Perry y Carroll, 2008 citado por (Squillace,
Picón, & Schmidt, 2011) , podemos concluir que el individuo que posee altos niveles de impulsividad
disfuncional tiene confluencia de factores de riesgo para generar conductas adictivas a la comida;
cuando existe conjunción de factores sociales, culturales y familiares.

La impulsividad, una forma de respuesta rápida a un estímulo, se manifiesta en ocasiones beneficiosa


y otras negativamente para quien la posee, está claro que se trata de dos facetas diferenciadas que se
evidenciara en dos diferentes tipos de personalidad y es mediante sus estudios correlaciónales que
Dickman establece estas diferencias; la importancia de los planteamientos de Dickman es que amplió
la visión de impulsividad como una característica negativa, aunque ya se había mencionado que
Eysenck (1987) y Barratt(1997) que establecen un carácter positivo de la impulsividad, es Dickman
quien lo hace claramente como una teoría que separa estos dos aspectos, al mismo tiempo la faceta
disfuncional es tomada en cuenta para establecer algunas características de la adicción.
20

1.2 Correlación entre Impulsividad y adicciones. Impulsividad y conductas alimentarias en


obesos como adicción a la comida.

Las condiciones de vida que hoy son producto de los procesos de producción y consumo, han
generado en los individuos predisposición a conductas impulsivas y la incapacidad de aplazamiento
del placer o recompensa, estamos inmersos en una sociedad que promueve un comportamiento
adictivo, así Camats i Guardia, (2012) establece una relación entre un modelo social y económico y
un comportamiento impulsivo que en la actualidad se ha convertido en carácter que es compatible
con el uso de sustancias adictivas afirmando que “durante el primer tercio del siglo pasado, la
sociedad occidental en la sombra del consumismo creó las condiciones que hoy se han vuelto
mundiales, de una socialización en los valores y costumbres del hedonismo y la impulsividad, una
sociedad que no espera y que educa individuos que tienen enormes dificultades en aplazar el placer,
recompensa o simplemente el alivio de una situación penosa o dificil”. (Camats i Guardia, 2012, p.1)
un claro ejemplo de la transformación de las conductas alimentarias con componentes impulsivos
generadas a partir del modelo económico se evidencia en la aparición de la obesidad como una
pandemia en los Estados Unidos, asi lo encontramos referido en el “Manual de Obesidad”, Bray &
Bouchard, (2011), cuando hablan de la influencia de la industrialización en la comercialización de
los alimentos y cómo a partir de ello aparece una tendencia al mayor consumo de alimentos con alto
contenido calórico y escaso valor nutricional que se ofrecen continuamente y a través de estrategias de
marketing en los supermercado que controlan el comercio mundial.

Este se muestra como un panorama complicado para quienes buscan mantener conciencia acerca de
su salud y reciben mensajes contradictorios constantemente sobre los modelos de figura esperados y
la disponibilidad de alimentos no saludables; parece ser que la civilización es causa de un comer
excesivo y sin conciencia de los riesgos y consecuencias de una posible obesidad, a futuro es posible
que se mantengan conductas que promueven adicciones y no solamente de sustancias sino que
aparecen, conductas adictivas relacionadas con lo cotidiano.

El autocontrol es una característica que no pertenece a los niños pequeños, por lo menos es de
esperarse que un niño en la etapa temprana de su niñez actúe impulsivamente y considerarlo normal,
este rasgo se modifica gradualmente con la educación; el actuar impulsivamente se caracteriza por
este escaso autocontrol donde no se mide las consecuencias negativas de los actos, pasa que la
“capacidad del individuo para ejercer el autocontrol se vuelve difícil por la recurrente tendencia a la
recompensa” (Wise 1980 citado por Pérez, Escotto, Arango, & Quintanar, 2014) tendencia a la
recompensa establecida por la repetición de la conducta y la obtención de reforzantes.

Freud citado por Fernández (2003) lo explica hablando de actitud de postura de apoyo en el objeto
propia de los niños y niñas refiriéndose a un apoyo demasiado intenso en un objeto (en sujetos obesos
21

hablamos de la el apoyo demasiado intenso en la comida), este patrón aparece en el sujeto con
adicción (adicción a la comida), que es un sujeto con cierto grado de regresión infantil frente a un
objeto o acto social, dependiente de éste para sentir bienestar; además menciona que la adicción posee
un factor instintivo (la pulsión) presente en la conducta adictiva, el llamado acto impulsional que
deriva en escaso autocontrol viéndose reflejado en el uso desmedido de una sustancia o una actividad.
El placer está directamente relacionado con el desarrollo de las adicciones, (placer por comer
preferencia por las características organolépticas de los alimentos más que por sus características
nutricionales) pues como explica Soto, (2006), “el placer juega un papel clave en la determinación
de nuestros actos, siendo que la adicción, en cierta forma, es el extremo de un proceso natural por
medio del cual se establece el gusto y las preferencias del individuo”. De hecho se ha propuesto que la
adicción forma el extremo de los procesos neuroquímicos presentes en el cerebro del ser humano,
donde actos normales como el comer se transforman en patologías ya que aparecen desequilibrios por
estimulación excesiva.

La relación de la impulsividad con las adicciones puede ser observada más claramente cuando
hablamos del proceso de dependencia que se crea a partir del uso de sustancias o de la realización de
una conducta, aquí ocurre un fenómeno de reforzamiento conductual positivo o negativo, fenómeno
que tiene que ver con características personológicas de los sujetos afirmando que “el alto grado de
sensibilidad y dificultad de aplazamiento de refuerzos positivos inmediatos, hace a los sujetos
impulsivos incapaces de retrasar o inhibir una respuesta. Por ello el sujeto impulsivo cuando se
enfrenta a la sustancia o la situación que está tratando de evitar, le es difícil o imposible poder decir
que no, inducen apetencia o craving de estimulación con dificultad de control” (Papachristou,
Nederkoorn, Havermans, Van Der Horst y Hansen, 2012 citado por de Sola Gutiérrez, Rubio, &
Rodríguez, 2013,p. 146)

Entendemos entonces que el proceso conductual de reforzamiento aparece en sujetos adictos cuando
han logrado obtener sensaciones placenteras con estas actividades o evitar los estados negativos
cuando el organismo se habitúa a niveles de neurotransmisores que generan estados positivos
(fenómeno de escalada, el cuerpo necesita cada vez más) y allí radica la dificultad de abandonar una
conducta que ha generado cambios neuroquímicos en el cuerpo a partir de sensaciones y estados
positivos, las adicciones comportamentales están incluidas en este abanico de posibilidades adictivas
que se le presentan al ser humano actual y generan igual o peores consecuencias que las adicciones
tradicionales.

Como menciona de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, (2013)al revisar los trabajos de Sussman y
Sussman (2011) la definición de adicción comportamental comparte criterios con la adicción a
sustancias; señalando que “toda adicción conlleva la capacidad para ‘engancharse’ en conductas de
22

las que se derivan consecuencias reforzantes; excesiva preocupación por el consumo o conductas de
las que se desprende un refuerzo positivo; tolerancia o nivel de saciedad temporal; pérdida de control
en donde la frecuencia de la conducta adictiva se incrementa haciéndose cada vez más automática; y
dificultad en detener o evitar dicha conducta a pesar de la existencia de consecuencias negativas”.
(Sussman y Sussman 2011, citado de Sola Gutiérrez, Rubio, & Rodríguez, 2013, p.149) los efectos
físicos de las drogas y de la conducta adictiva son distintos pero ambos producen una dependencia o
adicción, generalmente por los cambios a nivel neuronal y de neurotransmisión como afirma Holden
(2001) hay una neuroadaptación de los circuitos de recompensa que hacen que la conducta se
mantenga.

Por lo que podemos comparar los componentes de una adicción comportamental y de sustancias, cuyo
resultado final es la dependencia frente a la sustancia o la conducta y deterioro teniendo como uno de
sus factores predisponentes a la impulsividad como rasgo con el que se actúa frente a diversas
situaciones (Echeburúa, 2000) y como mecanismo de acción al reforzamiento conductual. Además la
impulsividad es considerada por Koob et al. (2011) citado por de Sola Gutiérrez, Rubio, &
Rodríguez, (2013) como antesala frente al desarrollo de un comportamiento adictivo que también
conlleva un proceso de reforzamiento de comportamientos y generación de una compulsión como se
menciona en el capítulo de impulsividad desde una propuesta conductual.

Al enfocarnos un poco más en la parte de adicciones comportamentales podemos establecer que la


fogoadicción o adicción a la comida comparte los criterios de impulsividad y refuerzo conductual para
considerarse una adicción, ambos criterios se reúnen en la investigación de Wang et al. (2001)
donde encontraron un déficit de dopamina en individuos obesos lo que puede perpetuar
patológicamente la tendencia a comer en exceso como medio de compensar la decreciente activación
de los circuitos de recompensa en el cerebro, esta condición es propia de los sujetos con trastornos de
personalidad límite o de control de los impulsos cuya característica definitoria es la impulsividad, esto
explica la conducta sin previsión de las consecuencias propia de estos sujetos. Los enfermos adictivos
experimentan una falta de control (impulsividad) ante la avalancha de la pulsión apetitiva, en sus
diferentes formas de comer, tener sexo, ver la televisión y demás. (Fernández, (2003).p 238)

1.3 Adicción a la Comida

Adicciones a sustancias y adicciones comportamentales que incluye la fogoadicción, surgen de


mecanismos de adaptación y su existencia es consecuencia natural de la operación de circuitos
neuronales relacionados con las motivaciones como menciona Soto, (2006) y las estructuras
cerebrales relacionadas con el aprendizaje y la recompensa, influenciados por factores sociales,
emocionales y psicológicos; ya que gracias a estas funciones realizamos comportamientos habituales
como alimentarnos, beber, procrear y relacionarnos socialmente.
23

La complejidad de las adicciones a sustancias y conductas, en etiología, factores mantenedores y


consecuencias es basta, por ello desde varias visiones se abordará lo relacionado a estos aspectos.

Así, desde una visión conductual Roberts & Koob (1997) citado Pedrero, (2009) habla de una
conducta adictiva cuando se mantiene constante una autoadministración de drogas incluso
conociendo las consecuencias sociales y médicas negativas y con intentos para abandonar el consumo,
la persona que llega a una adicción alimentaria de este tipo tiene conciencia de que causa daño a su
cuerpo sin embargo continua con un consumo compulsivo de comida, incluso observando efectos
negativos claros como daño en el sistema motriz, cardíaco, diabetes, presión alta, entre otros, el
consumo excesivo de alimentos se convierte en un hábito difícil de dejar.

Se establece que existen cambios a nivel cerebral, y nuevamente hablamos de fenómenos


conductuales en el que el mecanismo fisiológico producido por el consumo de sustancias tiene que ver
con mecanismos conductuales de reforzamiento, ya que influyen directamente pero de forma
anómala en el sistema mesoscorticolímbico dopaminérgico que está relacionado con la recompensa y
el aprendizaje para el consumo, este sistema actúa de forma natural con reforzadores naturales como
son bebida, comida o sexo.

Su activación mediante el consumo agudo induce un incremento en la tasa de liberación de dopamina


y una regulación al alza del adeninmonofosfato cíclico, en las estructuras neuronales ya mencionadas.
(Volkow y Fowler, citado por Monroy, 2014) las conductas reforzadas por una sustancia o una
conducta placentera se acostumbran a altas concentraciones de dopamina con la consecuente
elevación de ánimo (Echeburúa, 2000)

La repetición de una conducta por ejemplo comer o el consumo reiterado de sustancias producen
efectos en el mismo sistema a nivel cerebral, por ello se puede decir que una conducta normal con
reforzadores naturales (comida) al ser repetitiva y asociada con bienestar o evitación de malestar,
psicológicamente también generará dependencia característica vital para ser considerada adictiva,
como menciona Echeburúa, (2000) es necesaria la dependencia y la ausencia de control para
considerar la presencia de una adicción, así la sobreingesta compulsiva propia de las adicciones
alimentarias tiene como componente clave estas características. Esta idea es reafirmada por
Fernández,(2003) cuando habla de las características de la adicción tomando en cuenta la incapacidad
de controlar la apetencia por el objeto (en el caso de las nuevas adicciones alimento, sexo, compras,
alcohol) el deseo incontrolable sobre ello, desea excesivamente el objeto, este concepto coincide con
la etapa de craving en las adicciones a sustancias donde una vez iniciado el consumo aparece un
deseo o ansia de consumir drogas que se manifiesta como obsesiones ansia irresistible, ansia de
contrarrestar los efectos del síndrome de abstinencia.
24

Fernández, (2003) hablando de adicciones y la dinámica que funciona en el enganche adictivo desde
el psicoanálisis destaca la subordinación del individuo ante un objeto o la realización de una
actividad convertida en necesidad (comer en la adicción a la comida), como el factor principal de la
adicción volviéndose una vida polarizada sin libre voluntad y siendo feliz únicamente en la
vivencia adictiva; existe en la adicción y se entrega como el esclavo al amo frente a un objeto
químico o un acto social.

En el caso de una adicción alimentaria la sustancia que genera cambios a nivel cerebral se convierte
en el reforzador natural por excelencia para el ser humano, la comida, los estímulos asociados
reforzadores son el placer, bienestar o evitación de sensaciones negativas que hoy se han convertido
en características definitorias de los individuos, el reforzamiento que se produce al consumir un
alimento tiene que ver con niveles de dopamina que se elevan y la ya mencionada asociación a un
estímulo, que se convierte en un ciclo repetitivo donde el consumo se eleva y la dependencia se
genera de forma creciente. De esta forma está claro que “a medida que la exposición se repite, la
asociación se hace cada vez más fuerte y produce una respuesta conductual y neuroquímica cada vez
mayor, donde las sustancias y estímulos asociados adquieren cada vez mayor importancia
motivacional y conductual” (Robinson y Berridge, (2000) citado por Pérez, Escotto, Arango, &
Quintanar, (2014)).

Sumándole a esto se encuentra la disponibilidad de recursos y el estilo de vida basado en la


producción y consumo genera predisposición al uso excesivo (de comida, ropa, artefactos, etc.),
tomando en cuenta la menor prevalencia de condiciones como obesidad o enfermedades cardiacas en
países de África y subdesarrollados, condiciones que permiten se vuelva cada vez más común la
generación de un enganche a una sustancia o una conducta, en busca de placer inmediato o alivio de
malestar, reforzamientos conductuales propios de la naturaleza humana pues en la normalidad
encontramos que el cuerpo produce estados placenteros con conductas como el comer o copular, la
problemática aparece cuando el ser humano asocia conductas normales con situaciones emocionales
frente a circunstancias problemáticas, así pues, una persona podría encontrar placer únicamente en la
comida pues es esta la única situación en la que encontró bienestar frente a un sinnúmero de
dificultades sociales familiares, sociales o personales.

Deducimos entonces que una sociedad que promueve el consumo, en la que los recursos se
encuentran cada vez más disponibles y que acostumbra a sus ciudadanos a obtener al instante lo que
desean sin poder soportar situaciones negativas mostrando baja tolerancia a la frustración se hace
propicia la repetición de conductas excesivas que finalmente podrán convertirse en adictivas, se
vuelve cada vez más vulnerable a padecer de trastornos conductuales donde las conductas cotidianas
han sido llevadas a la exageración.
25

Fernández, (2003) nos habla de la similitud entre las adicciones químicas y el trastorno alimentario
convertido en adicción, tomando en cuenta que Yeary y Heck (1989) exigen abstinencia de ciertos
alimentos a los individuos que no pueden moderar su uso, parecido a la eliminación necesaria de la
droga psicoactiva en los drogadictos durante la rehabilitación; donde además recomienda atender al
trastorno y sus consecuencias igualitariamente, ya que las propiedades psicofisiológicas del alimento
afectan la química cerebral y modifican el estado mental.

La tendencia al consumo de cierto tipo de alimentos tiene que ver con estos procesos químicos, y sus
efectos en el cerebro así encontramos que los individuos con este trastorno realizan una mezcla
habitual de carbohidratos con lácteos, la caseína de la leche y el gluten del pan tienen un efecto
apaciguador en el cerebro al mezclarse como si se tratara de un coctel narcótico en busca de
resultados similares, así lo menciona Fernández en su libro las nuevas adicciones (2003).

Las adicciones alimentarias también se encuentran como parte de un síndrome adictivo donde
convive con otras enfermedades adictivas, aquí el individuo devora con avidez algunos alimentos que
le proporcionan una rápida elevación de la taza neuronal de endorfinas, de serotonina o de otros
neurotransmisores, Fernández, (2003) afirma que estas son enfermedades importantes, progresivas,
contagiosas con la convivencia causantes de sufrimiento y se convierten en un factor de riesgo para el
desarrollo de cuadros depresivos. La comorbilidad de este trastorno habla además de factores de
riesgo personológicos que podrían generar una predisposición a caer en una conducta adictiva, como
lo son la “impulsividad, la disforia, la intolerancia a estímulos físicos y psíquicos displacenteros y
la búsqueda exagerada de sensaciones” (Echeburúa, 2000, p. 25).

La adicción alimentaria toma diferentes enfoques al estar relacionada con el objetivo que busca el
individuo con la conducta adictiva, (Fernández, 2003) desde un enfoque psicoanalista menciona:

1. Anorexia bulímica o vomitadora (bulimarexia) donde la persona sucumbe ante el atracón


de comida “prohibida” por una restricción previa, sin embargo aquí encontramos como
objetivo primario la búsqueda de una figura ideal y la distorsión corporal que genera el uso de
medidas restrictivas para bajar de peso.
2. Bulimia adictiva o pura (con peso normal o sobrepeso) es catalogada como la adicción
alimentaria por excelencia y suele tener altos niveles de comorbilidad con trastornos
depresivos, además se acompaña de una pulsión incontrolable por devorar una gran cantidad
de alimento, se genera placer en quien come y no existen mayores preocupaciones
obsesivas, la ingesta es excesiva e incontrolable y cabe mencionar que como parte de la
bulimia pura pueden aparecer episodios de atracones de comida como aquí la plenitud que
26

genera el atracón de comida a su vez produce una sensación placentera, los sentimientos de
culpa y vergüenza llegan después de cada episodio cuando esta sensación se ha ido.
3. Hiperfagia adictiva depresiva, neurótica o psicosomática (con obesidad)
Hiperfagia pura
Hiperfagia con bulimia
4. Hiperfagia adictiva monoalimentaria sobretodo de chocolate (con peso variable)
Hiperfagia pura
Hiperfagia con bulimia

La adicción alimentaria no siempre se circunscribe al campo de la obesidad, pues es una problemática


directamente relacionada con la comida donde el peso de la persona varía ya que las construcciones
de pensamiento que se generan a partir de la comida, figura corporal y peso así como las estrategias
relacionadas para mantenerlo varían de la misma forma; el componente principal y determinante de la
adicción a la comida para este autor es la hiperfagia adictiva que se define por ingestión habitual de
alimento excesivo durante las comidas o en los intervalos junto con la entrega total a los alimentos
que se caracteriza por ser insaciable y continua.

En las ocasiones en que la adicción alimentaria se acompaña de obesidad existe según Fernández
(2003), tres modalidades de obesidad hiperfágica o polifágica; que son obesidad depresiva, neurótica
y psicosomática donde la ingestión excesiva de alimentos, o sea la sobreingesta, se distribuye en los
tres casos entre la hiperfagia prandial y la hiperfagia de picoteo o el comisqueo, entendido en picos
que pueden recordar los episodios bulímicos, los picos hiperfágicos verdaderos se caracterizan por
una ingesta voraz y rápida.

Desde cualquiera de las visiones al final podemos decir que cuando existe una adicción a la comida
existe la clásica ansia por ingerir alimento, parecida al craving por la sensación de falta de control y
la atracción irresistible por comer que como ya mencionamos tiene que ver con el reforzamiento
típico de las adicciones que cuando se frustra genera ansiedad o irritabilidad, por la necesidad de
altos niveles de dopamina, consecuencia del uso en escalada de estas sustancias. Aquí, la sobreingesta
compulsiva, reflejo de la adicción a la comida, supone la presencia regular de atracones sin control
por parte del sujeto, como menciona Fernández, (2003) y es definitoria de la adicción, asimismo es
dentro de la adicción a la comida que se puede observar la confluencia de factores psicopatológicos
como forma de exteriorización de una patología propiamente dicha, que por su complejidad incluye
diferentes visiones explicativas.
27

TITULO II

CONDUCTA ALIMENTARIA EN EL PACIENTE OBESO

La conducta alimentaria se define como el comportamiento normal relacionado con: los hábitos de
alimentación, la selección de alimentos que se ingieren, las preparaciones culinarias y las cantidades
ingeridas de ellos (Osorio, Weisstaub, & Castillo, 2002) en este proceso también intervienen señales
relacionadas con el hambre y el apetito que en el ser humano están influenciadas por factores
fisiológicos, cognitivos y ambientales; determinando una mayor o menor ingesta, (Castonguay,
(1984), citado Bell & Rolls, (2003)) Estudios realizados por Drewnowski, (2000) , sobre la
preferencia del sabor de las comidas y la ingesta afirman que sujetos con obesidad prefieren comidas
con alto contenido graso y consumen mayor proporción de energía proveniente de grasas que las
personas delgadas, lo que contribuiría a un aumento de ingesta calórica necesaria y consecuentemente
de peso. (Drenowski, (2000) citado por Bell & Rolls, (2003)). Proceso que se explica en el gráfico 2.

2.1 La compulsión por comer como forma de alivio a la ansiedad.

Tomando en cuenta que la mayor parte de personas obesas no deben su aumento de peso a problemas
endócrinos como lo afirma Martínez Fornés (1985), ni tampoco a condiciones genéticas cuya
sintomatología suele ser una causal de obesidad (por ejemplo síndrome de Prader Willi,
hipotiroidismo) ; se debe aceptar e indagar aquellos factores emocionales que favorecen al desarrollo
de la obesidad, podemos decir que “las perturbaciones de ánimo llevan a la obesidad por muchos
motivos” (Sánchez Ocaña, 1985, p.12). Como afirma este mismo autor se genera una especie de
compensación frente a fracasos en la vida en ámbitos laborales, familiares o sentimentales donde la
compensación es el comer en exceso y lo que se busca es obtener gratificación a nivel oral y como ya
se verá más adelante las fijaciones que provocan alimentación excesiva e incontrolada es en esta
misma etapa como- lo explica Reinoso,( 2014) ; diversos estudios han demostrado que las emociones
intervienen en las preferencias alimentarias de una persona como por ejemplo Minich, (2015)
nutricionista que habla de alimentos específicos como dulces, queso, café, picantes y helado cuya
preferencia determinará la emocionalidad y los conflictos de una persona.

La ansiedad una perturbación en el estado de ánimo puede aparecer en individuos cuyos mecanismos
de afrontamiento no funcionan con reiterados intentos de solucionar problemáticas o hacer frente a
situaciones ambientales que los estén alterando, Sidle y otros (1969) citado por González, (1992),
hablan de la relación entre el los mecanismos de afrontamiento ineficaces en a una situación de estrés
donde se trata de disminuir la tensión o ansiedad con actividades como el comer, beber o hacer
ejercicio excesivamente.
28
COMPORTAMIENTO
ALIMENTARIO

Ingesta energética

FISIOLÓGICA Regulación EXTRA-FISIOLOGICA

Estimulación Olor, apariencia Ambiente


sensorial Señales
interpretadas por Hábitos, creencias
el cerebro y actitudes
Distención gástrica=plenitud
vaciado gástrico=hambre
Señales Composición de
gastrointestinales los alimentos
RESPUESTA
Tipo de comida que se Salivación
ingiere tiempo de vaciado Apetito
Ingesta Disponibilidad de
comida
Velocidad de consumo de
glucosa-señal de hambre
Contexto
sociocultural
Glucemia

Insulina – ingesta
de energía

CCK- Péptido liberado tras


ingreso de grasa y proteínas=
Factores circulantes saciedad
y señales químicas

Léptina –control de ingesta

Figura 2.1 Comportamiento alimentario y los diferentes factores que influyen en la ingesta
energética. Tomando en cuenta factores fisiológicos y extra fisiológicos. Bell y Rolls. Regulación
de la ingesta de energía: factores que contribuyen a la obesidad.
29

Se entiende entonces que para afrontar una situación se producen estados de estrés en el individuo lo
que le permite actuar y resolver la problemática que se le presente, estas estrategias pueden ser
cognitivas y conductuales y generaran al mismo tiempo respuestas a nivel fisiológico y mental, la
ansiedad puede aparecer junto con las conductas que se esté realizando; al final estas estrategias serán
o no funcionales y permitirán la resolución de problemas.

La ansiedad está definida personológicamente como una respuesta fisiológica, conductual o cognitiva
que se caracteriza por presentarse ante una señal de peligro, más que un estado subjetivo se puede
decir que la ansiedad se evidencia de forma física y según la intensidad que presente también generará
cambios a nivel fisiológico, por lo que se debe entender que no siempre se trata de un síntoma
negativo, (Alzate, Orozco, & Ávila, 2013) La percepción del peligro puede ser subjetiva o real, y se
la distingue presentándose a partir de sensaciones objetivas, internas, subjetivas e incluso miedo, que
inicia los mecanismos de reacción para hacer frente a la amenaza.

Cuando estos mecanismos fallan aumentan los niveles de estrés y ansiedad junto con reacciones
desajustadas. Las estrategias que un individuo genere para manejar estos niveles de estrés junto con
estados de ansiedad son diversos; en el caso de aquellos que han desarrollado conductas compulsivas
y adictivas con la comida el comer o masticar, significa un gasto de energía implicando además un
acto agresivo mediante el masticar o desgarrar que disminuye la tensión y la ansiedad de forma rápida
y pasajera; que está al alcance de cualquier persona. En casos de obesidad encontramos correlación
alta frente a trastornos de ansiedad generalizada (TAG) donde existen niveles bajos de ansiedad de
forma permanente, en estos casos el comer se vuelve una forma habitual de disminución de ansiedad
que con el tiempo contribuye a un aumento de peso. (Guzmán, Castillo, & García, 2010)

Normalmente un ser vivo se alimenta para mantener el funcionamiento correcto de su cuerpo y se


trata de un proceso conductual de ingestión de comida dentro de un “ciclo en el que los organismos
alternan los estados de hambre o apetito y saciedad.” (Escobar & Aguilar, 2002 ,p. 67). De esta forma
los organismos generan estrategias para mantener constante el aporte de energía para su
funcionamiento, ciertamente es cuestión de supervivencia y está regulada fisiológicamente por
procesos digestivos, hormonales y neuronales (Escobar & Aguilar, 2002); sin embargo al ser
humano de la actualidad se le han facilitado el consumo y adquisición de toda clase de alimentos
junto con la influencia de factores sociales, culturales y familiares hábitos sociales, estados afectivos
o antojos aprendidos contribuyendo a comer por razones diferentes al hambre y en busca de
supervivencia, en ciertas patologías como la obesidad y la anorexia aparecen desequilibrios en el
desarrollo normal de este ciclo, “la persona obesa presenta una debilidad en cuanto a la comida”.
(Reinoso, M., 2014, p. 4).
30

De tal forma que la persona que come excesivamente para mejorar su estado de ánimo jamás logrará
alcanzar un equilibrio entre la saciedad y el seguir comiendo, se trata de una motivación a nivel
emocional en busca de sentirse mejor o de no sentir las emociones negativas que le rodean frente a
diversos aspectos, por ello se debe realizar una búsqueda de la motivación y la causalidad de que un
individuo mantenga practicas alimentarias destructivas para sí y que inevitablemente afectarán a su
entorno.
Además se presentan modelos teóricos psicológicos que explican la obesidad como una reunión de
factores emocionales que contribuyen al aumento de peso propio de esta patología. Se afirma que
frente a una activación emocional aparece la ingesta como respuesta, que aparecen fuera del horario
habitual de comida y es una conducta que generalmente se realiza a solas, por ello se trata de una
sobreingesta de alimentos frente a señales diferentes al hambre fisiológica, como menciona Lowe y
Fisher citado por García, (1996) estos individuos controlan sus estados de enojo, aburrimiento,
ansiedad o depresión comiendo.

Kaplan y Kaplan citado por García (1996) considera la sobreingesta como “una conducta aprendida
por el obeso como mecanismo para reducir la ansiedad”. Sucede también que “los obesos tienden a
confundir los indicadores de hambre con indicadores de ingesta inadecuada cuando están activados
emocionalmente”, (Brunch citado por García, 1996, p.34) considerando que la ingesta en obesos
es usada para la disminución de arousal que se presenta por estados emocionales internos; por ello no
existiría justificación fisiológica para la ingesta continua en este tipo de paciente, lo que se suele
encontrar son modificaciones en el tamaño del estómago que favorecen el comer excesivo tomando en
cuenta la característica de vaciado gástrico como una señal de hambre.

Desde una visión más psicodinámica se habla de una compulsión alimentaria que significa según
Freud (1825) citado por Reinoso, (2014), una forma de repetición inconsciente que se manifiesta
como “un signo y un sustituto de una expectativa de satisfacción de una pulsión o instinto, un
resultado del proceso de la represión”. Este tipo de conducta marcada por el malestar psicológico y la
ansiedad es propio de pacientes con un apego demasiado marcado hacia la comida ya que como lo
menciona la autora de la investigación de pregrado El acto impulsivo de comer como un síntoma en el
paciente obeso…. , “la comida se convierte en un sustituto de afecto dado que desde temprana edad
sus necesidades emocionales fueron satisfechas con comida, de alguna manera el sujeto obeso inicia
una asociación directa de alivio de ansiedad mediante comida” (Reinoso, 2014, p. ) por ello comiendo
excesivamente el obeso suple carencias de tipo afectivo, alivia tensiones, suple la satisfacción sexual
y es una conducta considerada como paliativo ante la ansiedad. (Fernández, 2003). Esta idea la
refuerza Richarson, (1946) cuando habla de la obesidad como una forma de neurosis donde el
individuo experimenta ansiedad, culpabilidad o depresión, y mediante el comer busca desaparecer
estas sensaciones. (Richarson, (1946), citado por Kern, (1975)
31

Aquella persona que ha mantenido un ciclo constante de alimentación excesiva y sufrimiento


psicológico tiene con ella arraigada estados de ansiedad mitigados con comida que preferentemente
son carbohidratos de metabolismo lento o rápido, de esta forma sucede que “los enfermos pueden
sentirse mejor después de esta ingesta, lo que se atribuye al incremento de la síntesis y liberación de
serotonina en el cerebro por la recepción de carbohidratos, este efecto aliviador sobre el sufrimiento
depresivo se mantiene durante cierto tiempo cuando se ha ingerido hidrocarbonados lentos, como si
este propósito hubiese obedecido al propósito de autoregular el humor hundido o de automedicarse
para poner remedio a su sufrimiento. En cambio el alivio producido por los hidrocarbonados
refinados da paso, con relativa rapidez a un fenómeno de rebote negativo, tal cual fuera una acción
bifásica.” (Fernández, 2003 ps. 105,106).

Hallamos que otros trastornos de la conducta alimentaria también se relacionan con hiperfagia o
sobreingesta de forma adictiva y tienen como factor clave la presencia de ansiedad en su
desarrollo;por ejemplo la bulimia pura, bulimia de peso normal o excesivo que menciona Fernández,
(2003) caracterizada por la pulsión incontrolable de devorar una gran cantidad de alimento, placer y
en la que el individuo no desarrolla grave preocupaciones obsesivas sobre la figura corporal; sucede
que la plenitud que genera el atracón de comida característico de este trastorno produce una sensación
placentera, los sentimientos de culpa y vergüenza llegan después de cada episodio cuando la
sensación placentera desaparece. Se trata de un comportamiento de descarga de ansiedad relacionado
con la patología que rodea a la bulimia como trastorno alimentario, la hiperfagia adictiva como ya se
menciono es parte de la bulimia pura y además se relaciona directamente con la obesidad y según
Fernández, (2003), aquí existe un consumo habitual y excesivo de alimento durante las comidas o en
intervalos, que se caracteriza por un deseo previo al consumo de alimento donde se dispara la pulsión
hiperfágica de hambre incontenible como mecanismo apaciguador de sentimientos desagradables
como la ansiedad. Las adicciones alimentarias también se encuentran como parte de un síndrome
adictivo donde convive con otras enfermedades adictivas, aquí el individuo devora con avidez algunos
alimentos que le proporcionan una rápida elevación de la taza neuronal de endorfinas, de serotonina o
de otros neurotransmisores, Fernández, (2003 ) afirma que estas son enfermedades importantes,
progresivas, contagiosas con la convivencia causantes de sufrimiento y se convierten en un factor de
riesgo para el desarrollo de cuadros depresivos. La comorbilidad de este trastorno habla además de
factores de riesgo personológicos que podrían generar una predisposición a caer en una conducta
adictiva, como lo son la “impulsividad, la disforia, la intolerancia a estímulos físicos y psíquicos
displacenteros y la búsqueda exagerada de sensaciones” (Echeburúa, 2000, p. 25).

La adicción alimentaria toma diferentes enfoques al estar relacionada con el objetivo que busca el
individuo con la conducta adictiva, (Fernández 2003) desde un enfoque psicoanalista menciona:
32

Tomando a la ansiedad como síntoma presente en las etapas de craving desarrolladas en las
drogodependencias es posible contrastarlo con lo que sucede en el individuo adicto a la comida ya
que como se mencionó la tendencia a ciertos alimentos como los lácteos y los carbohidratos establece
cambios químicos en el cerebro para manejar estados emocionales negativos incluida la ansiedad.
Este proceso también prodría asemejarse a una automedicación frente a niveles bajos de serotonina
siendo que su produccion se estimula por el consumo de carbohidratos y azúcares y otros hidratos de
carbono de consumo rápido. Sucede también que los sujetos obesos responden mayormente a
estimulos externos, su sistema sensorial es más sensible al tipo de señales organolepticas de los
alimentos y este consumo es reforzado por emociones negativas internas, por ello se menciona a las
adicciones comportamentales (adicción a la comida) por la similitud con adicciones químicas que
contribuye a la comprensión de la presencia de ansiedad así como su papel desencadenante en la
ejecución de conductas compulsivas y sin premeditación, efectuadas continuamente por
reforzamiento conductuales.

Equiparando la adicción a la comida y la de sustancias desde las características personológicas y


conductuales, también podemos comparar y encontrar similitudes en cuanto a los estados emocionales
que provocan el consumo excesivo de comida sin previa premeditación y como respuesta a diversos
estímulos, la ansiedad es una de las emociones que genera la dependencia a sustancias químicas, la
abstinencia y el “craving”; aquí encontramos a la ingesta excesiva y desordenada como respuesta a
estos estados emocionales negativos como la ansiedad. Por la diversidad de efectos que la comida
tiene en el ser humano en los ámbitos social, familiar, cultural, psicológico, físico y emocional debe
ser considerada en todos estos aspectos al analizar la obesidad y toda la etiopatogenia a su alrededor
ya que no es definitorio que todas las personas que comen excesivamente posean niveles altos de
ansiedad, ni que la comida sea la única estrategia que hayan aplicado los individuos con obesidad y
estados ansiosos para mejorar su estado de ánimo.

2.2 Trastorno por atracón en el paciente obeso. BED (Binge Eat Dissorder)

El estudio de la conducta alimentaria incluye la exploración de la obesidad como consecuencia de


una alimentación desordenada y con características emocionales diversas aquí se incluye al trastorno
por atracón, encontramos además que esta condición representa un factor de riesgo a padecer
adicciones de diferente tipo (Franco et al, 2004, MILDT, 2003 citado por Barriguete & Viladoms,
2008). Este trastorno ha sido incluido en la quinta edición del Manual de Desordenes Mentales DSM-
V; siendo que su prevalencia ha aumentado así como las consecuencias negativas en la vida de
quien lo practica, por lo que ha dejado de ser parte de los trastornos de la conducta alimentaria no
especificados.
33

El trastorno por atracón no es necesariamente una característica definitoria de la obesidad ni se trata


de la misma entidad patológica, sin embargo la prevalencia elevada en personas que se encuentran
siguiendo regímenes dietéticos restrictivos, siendo el caso de aquellas personas que buscan
realizarse una cirugía Baríatrica, hace necesario que se incluya en esta investigación. Además de que
la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de los TCA y que algunos de éstos a su vez
pueden favorecer el desarrollo y el mantenimiento de la obesidad. Así, en revisiones de Guisado y
otros, (2002 ) encuentran que Stunkard, (1959) fue el primero en detectar atracones en pacientes
obesos, concluyendo que este es un patrón distintivo de esta población. Describió episódicos
consumos de grandes cantidades de comida seguidos de sentimientos de culpa, malestar e intentos
para hacer dieta, todo ello sin conductas compensatorias (vómitos, laxantes, diuréticos, ejercicio
físico). Y previamente a ello Hamburger (1951) había descrito un tipo de hiperfagia en obesos
caracterizada por un deseo compulsivo por la comida (caramelos, helados y otros dulces) que eran con
frecuencia incontrolables. (Giner, 2011, p.30.)

Encontramos que los trastornos alimentarios tienen alta prevalencia en los sujetos con obesidad, así
encontramos patrones conductuales que claramente se asocian con sobrepeso y obesidad por las
características de ingesta, el trastorno por atracón es una de las modalidades alimentarias que pueden
ser causa de obesidad. (Delvin y otros, 2003 citado por Giner, 2011, p. 33) Las formas de comer que
desarrolla un obeso que come excesivamente no siempre son funcionales, por ejemplo encontramos
que un mecanismo alimentario importante en los obesos adictivos es la dificultad de parar cuando han
empezado a comer algo parecido a lo que les sucede a los AA expresado por Jellink en el “no poder
parar” , en este caso de comer hasta sentirse con gran plenitud o a punto de reventar, la ingestión
mucho más rápida de lo normal, el consumo de grandes cantidades de alimento sin sentir físicamente
hambre, de forma más inconstante encontramos que los sentimientos de culpa a la sobreingesta y el
preferir comer estando solo –para tener mayor libertad de devorar el alimento (Fernández, 2003,p.
101) características que son definitorias de un trastorno por atracón. El trastorno por atracón ha sido
identificado mayoritariamente en mujeres de mediana edad, con cierta preocupación por la comida, la
figura y el peso corporal, que no son obesos pero mantienen sobrepeso, que han llevado patrones
reiterados de dietas restrictivas sin supervisión durante toda su vida, este tipo de dietas auto
recomendadas contribuye a que se inicie un ciclo parecido al estado de apetencia excesiva previa o
“craving” de adicciones. (Saucedo & Pérez, 2010, p. 332) En ciertos aspectos la bulimia nerviosa se
asemeja al trastorno por atracón, por ejemplo algunos desencadenantes son similares, “son los
factores estresantes interpersonales, la restricción de la dieta, los sentimientos negativos acerca del
peso corporal, la constitución personal y los alimentos, el aburrimiento. Los atracones pueden
minimizar o mitigar los factores que precipitaron el episodio a corto plazo, pero a menudo producen
una autoevaluación negativa y disforia como consecuencia a largo plazo”. (DSM-V, 2015, p. 351)
Algunos estudios demuestran que, “cuando el grado de obesidad es severo, la ocurrencia de atracones
34

se asocia a un grado sustancial de alteraciones en la alimentación, de tal manera que los sujetos con
obesidad mórbida que presentan atracones, forman un grupo diferenciado dentro de la población
obesa” (Saucedo & Pérez, 2010, p.333). Este es un trastorno de alta importancia clínica por ello se
presenta los criterios para su diagnóstico, definidos por el DSM-V en la tabla 2.1. La sensación de
pérdida de control propia del trastorno por atracón se podría considerar como un acto impulsivo donde
no existe la conciencia clara de la acción pues se ha determinado en algunos individuos características
disociativas durante el episodio ( DSM-V, 2015, p.351), la conciencia llega tardíamente después de
terminado el episodio de atracón y como es de suponer se acompaña de un sentimiento que no
siempre es congruente con la utilidad derivada de la ejecución de la acción, claramente se trata de un
acto disfuncional con niveles de impulsividad, pero para profundizar nos debemos preguntar si el
comer en el TA es realmente un acto impulsivo frente a un estado displacentero o una de las
conductas impulsivas que se manifiestan como parte de un tipo de personalidad.

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DEL TRASTORNO POR ATRACÓN 307.51 F50.8


A. Episodios 1. Ingestión, en un tiempo determinado (dos horas) de una cantidad de
recurrentes de alimento que es claramente superior a la que la mayoría de las personas
atracones. Con las ingeriría en un período similar en circunstancias parecidas
siguientes 2. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio
características (p.ej. sensación de que no se puede dejar de comer o no se puede controlar
lo que se ingiere o la cantidad que se ingiere).
B. Los episodios de 1. Comer más rápido de lo normal.
atracones se asocian a 2. Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
tres (o más) de los 3. Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre
hechos siguientes: físicamente.
4. Comer solo, debido a vergüenza que se siente por la cantidad que se
ingiere.
5. Sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy
avergonzado.
C. Malestar intenso respecto a los atracones
D. Los atracones se producen, de promedio al menos una vez a la semana durante tres meses.
E. El atracón no se asocia a la presencia recurrente de un comportamiento compensatorio
inapropiado como en la bulimia nervioso y no se produce exclusivamente en el curso de la bulimia
nerviosa o la anorexia nerviosa.
Figura 2.2 Criterios diagnósticos del TA según DSM-V.

Fuente: DSM-V, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona Editorial
médica Panamericana, 2014
35

Delvin, Goldfein y Dobrow (2003) citados por Giner, (2011) proponen cuatro modelos donde
explican el Trastorno por Atracón, tomando en cuenta que pueden o no relacionarse con la obesidad.
A continuación se los presenta esquematizados, no se incluye el modelo donde se lo considera una
variante de bulimia nerviosa ya que ha quedado claro que es una entidad psicopatológica diferente
desde la propuesta del DSM-V. Los modelos A y B muestran los atracones como reflejo de la
psicopatología de la obesidad, la subyacen y aparecen como un signo que puede ser tomado en cuenta
para el diagnostico final, como los propone Delvin y otros en (2003) y citado por Giner,(2011)

Modelo 1- TA como entidad nosológica diferenciada


Modelo 2- TA con atracones como subtipo conductual de la obesidad
Modelo 3- TA como reflejo de la psicopatología de la obesidad

TRASTORNO Anorexia nerviosa


POR ATRACÓN Bulimia nerviosa

Parte de la OBESIDAD
en función de Comer frecuentemente (picoteo)
Consumo de alimentos y
los patrones de Sobrealimentación en la comida
sobrealimentación
Sobrealimentación no percibida

Comida nocturna

Atracón

A.

Obesidad (obeso Sicopatología


potencial) (diátesis depresiva)
36

B.

ATRACÓN
Obeso con TA Obeso
Sin TA

Angustia relacionada con el peso corporal o la morfología


Impulsividad

Figura 2.3 Trastorno por atracón como característica asociada a un trastorno primario.

Además de la visión diagnóstica que nos presenta el DSM-V, existen otras características que definen
el Trastorno por Atracón que han sido estudiadas a lo largo de los años conjuntamente con la
obesidad, se encontró por ejemplo que Wilson, G. y otros, (1993) en Bray & Bouchard, (2011)
hablan sobre la disfuncionalidad en cuanto a imagen corporal encontrando que pacientes con
trastorno por atracón tienen preocupaciones por el peso y la figura de manera similar a los pacientes
con Bulimia Nerviosa principalmente en cuanto a autoevaluación de la silueta y el peso, insatisfacción
con el peso corporal, evitación de ver su cuerpo y temor a engordar determinando una mayor
búsqueda de delgadez independientemente del grado de obesidad, en otro estudio sobre trastorno por
atracón referente a imagen corporal (Spitzer, Delvin & Walsh y otros 1992 citado por Latner &
Wilson, 2011) un alto porcentaje de pacientes mostraron una preocupación patológica de la figura y
peso que generaba alteraciones mas graves en la patología alimentaria, el estado de ánimo y el
autoestima. En cuanto a la historia del desarrollo de este trastorno se habla de importantes patrones de
alimentación compulsiva presente en la familia de origen, (Brody, Walsh,& Delvin 1998 citados por
Latner & Wilson, 2011) este aspecto debe ser considerado para el abordaje y tratamiento correcto de
la obesidad, tomando en cuenta si el entorno en el que se desenvuelve el paciente propicia
alimentación excesiva y aumento de peso que no represente una red de apoyo verdadera.

Se ha establecido que pacientes con trastorno por atracón y que son obesos poseen como
características rasgos psicopatológicos que influyen en el estilo y calidad de vida de estos pacientes.
Fassino y otros (2003); Telch& Stice (1998); Fontenelle y otros (2003); Jirik & Geliebter (2005),
Kolotkin y otros (2004) citados por Latner & Wilson, (2011) han determinado que comedores
compulsivos obesos tienen mayores niveles de depresión que pacientes obesos sin trastorno por
atracón. La psicopatología general que se puede encontrar en pacientes obesos con y sin trastorno por
atracón de forma diferenciada incluye mayores niveles de ansiedad, autoestima baja (Telch & Stice
37

1998; Jirik & Geilenberg citados por Latner & Wilson, 2011) junto con una pobre calidad y latencia
de presueño(Vardar y otros 2004); en la búsqueda de determinar psicopatología más prevalente en
comedores compulsivos se encontró que hay variedad de problemática como somatización, síntomas
obsesivos compulsivos, hostilidad e ideación paranoide (Spitzer, Yanovski & Wadden, 1993)
sensibilidad interpersonal (Vardar y otros 2004), la tendencia de expresar ira hacia el exterior
(Fassino y otros 2003), presencia de trastornos de personalidad paranoide, antisocial y borderline
(Van Hanswijck y otros 2003). Alrededor de estos estudios se ha ido determinando una gran
prevalencia de psicopatología emocional y psiquiátrica en pacientes con trastorno por atracón, así se
encuentra que hay un subgrupo distintivo de mujeres con trastorno por atracón, afectos negativos y
variaciones en el estado de ánimo cuyas características encierran alto grado de angustia,
preocupaciones por el peso y la comida, problemas sociales, trastornos de ansiedad y personalidad,
historia de trauma y abuso, baja autoestima y escasa respuesta al tratamiento (Stice y otros, 2001;
Peterson y otros, 2005)

La presencia de la variada y extensa psicopatología en pacientes que han sido diagnosticados con
trastorno por atracón y que además viven con obesidad genera cambios y complicaciones en su
calidad de vida y en la de quienes les rodean, la tendencia a la depresión y la baja autoestima puede
contribuir al aislamiento y la búsqueda de refugio en la comida, más aún si existen modelos familiares
comedores compulsivos, se debe prever las consecuencias de de la presencia de esta psicopatología
en el tratamiento para establecer un abordaje adecuado tomando inicialmente prioridad sobre esta
problemática antes que la pérdida de peso, lo que ayudará a mejores resultados en la pérdida de peso
y la salud mental de los paciente creo que es ahí donde radica la importancia de una labor
interdisciplinaria con evaluaciones psiquiátricas y psicológicas constantes.

Hay que destacar que se ha propuesto variedad de tratamientos para el trastorno por atracón en
pacientes con obesidad donde los objetivos propuestos por (Latner & Wilson, 2011) son (a)
atracones, (b) psicopatología especifica del trastorno alimentario (c) psicopatología general y (d)
obesidad en sí misma. Se ha propuesto abordaje psicológico junto con fármacos, únicamente
farmacológico y únicamente psicológico dando mejores resultados la psicoterapia constante como
parte del tratamiento psicológico, (Grillo y otros, 2007) así la terapia cognitivo conductual en
atracones y dirigida a la obesidad junto con autoayuda guiada y programas que incluyen psicoterapia
interpersonal son las predilectas al tratar este trastorno con TCC. El tratamiento farmacológico
utilizado para tratar este trastorno se ha enfocado en el uso de medicación antidepresiva en forma de
inhibidores de la recaptación de serotonina con resultados a corto plazo favorables (American
Psychiatric Association, practice guideline for treatment of eating disorders Am. Psychiatric Press.
2007;40.204-211) y pastillas placebo buscando reafirmar la utilidad del uso de antidepresivos;
conjuntamente la medicación anti obesidad como la sibutramina que actúa como supresor del apetito,
38

así como el orlisat un inhibidor de la lipasa y cuyo uso está aprobado por la FDA han mostrado
resultados positivos en la pérdida de peso comparativamente con uso de pastillas placebo.
(Appolinario y otros,2003; Grillo, Masheb & Salant,2005)

Este trastorno ha sido identificado como uno de los problemas que pueden aparecer tras la Cirugía
Baríatrica y nos llevan a cuestionarnos la dificultad para la adaptación a un cambio tan radical en los
comportamientos alimentarios, tomando en cuenta que los comedores compulsivos han mantenido
conductas de alimentación excesiva durante largos periodos y se ha convertido en un hábito difícil de
dejar, pues Green y otros, (2004) citados por Latner & Wilson, (2011) han identificado a la
presencia de trastornos alimentarios previo a la cirugía Baríatrica como un predictor de fracaso
observando ganancia de peso y recaídas en los episodios de atracones a largo plazo.

El tratamiento usado en la problemática de la obesidad ha es variado y se enfoca en terapias


cognitivos conductuales, farmacológicas y para la obesidad propiamente dicha, por ello la variedad de
estudios para comprobar su eficacia, este trabajo es favorable porque se está tomando en serio la
aparición de un componente clave en algunos pacientes con obesidad que no solo tienen un problema
físico sino también psicológico, esto permite que al ser bien identificado y tratado se logre resultados
positivos ya que el trastorno por atracón puede causar problemas más allá de la obesidad en sí.

2.3 Reforzamiento conductual relacionado con la comida.

Cualquier cosa que es capaz de aumentar una conducta se considera como un reforzador, y a pesar de
que un reforzador no siempre se considera recompensa debemos entender que la comida es por
excelencia un reforzador de conductas, así como sucede en la experimentación animal en búsqueda de
determinadas respuestas como señal de inteligencia, aprendizaje o adaptación, por ello se considera
este modelo en la presente investigación.

Un enfoque conductual positivista de estimulo respuesta no bastaría para describir la complejidad que
encierra a la obesidad como psicopatología, sin embargo, al relacionar hechos más simples como el
reforzamiento conductual usado para obtener conductas positivas en la TCC nos ayudará a
comprender lo que sucede con patrones conductuales de las personas obesas frente a la comida y la
dificultad que representa alejarse de una asociación de comida y bienestar para estos pacientes, esto
sin dejar de lado el componente cognitivo que contribuye a la realización de una conducta propio del
ser humano.

Se ha propuesto que, para los seres humanos, el acto de comer depende más de factores externos que
fisiológicos que representan una mayor influencia afectiva, social y cultural en el acto de comer
(Rowland NE, Morien A, Li B., 1996 citado por Bell, y Rolls, 2003) estos estímulos han generado
39

evolución y cambio del ciclo de hambre saciedad. Tomando en cuenta que los gustos básicos en el ser
humano son el dulce (asociado filogenéticamente a alimentos comestibles y placenteros) y el amargo
(asociado a alimentos no comestibles) observamos que los alimentos ingeridos en el primer año de
vida son de preferencia dulces, con una presencia ocasional del sabor ácido posteriormente se
introducen mezclas de sabores, integrados con señales olfatorias o de otro tipo (Drewnowski A.,
citado por Osorio y otros 2014). En el segundo año se saborea lo salado y en edades posteriores el
sabor amargo. Estas tendencias las estimula y exacerba la industria alimentaria, sabiendo que los
estímulos asociados con la ingestión de alimentos, tales como el olor y la vista de comida, pueden
estimular el apetito incluso más que el hambre (Weingarten, 1985 citado por Bell, E. y Rolls, B.,
2003) todo esto para favorecer la ingesta de sus productos (Olivares S, Albala C, García F, Jofré I.,
1999 citado por Osorio, J. , Gerardo Weisstaub, G. y Castillo C. 2014) En personas obesas, el sabor e
incluso los olores de alimentos desencadenan respuestas aumentadas de recompensa, motivación y
emoción, y memoria. (Bragulat et al., 2010; Rolls, 2010 citado por Tamayo D. y Restrepo M. 2014).
La conducta alimentaria de una persona se desarrolla a partir de la influencia familiar, iniciando por
la madre que transmite sus conocimientos, creencias, hábitos y costumbres desde la gestación y
continúa con la transferencia de lo que ella aprendió de su entorno y lo social; junto con los
contenidos afectivos, sociales y psicológicos que le corresponden. Son factores que influyen en la
ingesta y selección de alimentos el pacer que producen sus características organolépticas; estudios
demuestran que la grasa en las comidas, sobre todo la mezclada con azúcar y sal, mejora las
características organolépticas y favorece la elección de comidas con alto contenido graso
(Drewnowski, 1997 citado por Bell, E. y Rolls, B. 2003) así como factores ambientales como la
temperatura y el contexto social.

Frente a todo lo que significa la conducta alimentaria, los estímulos sensoriales representan uno de los
factores que en mayor grado determinan la ingesta sin embargo el hecho de que se vuelva compulsiva
y excesiva llevando a una persona al sobrepeso o la obesidad tiene que ver con valor cognitivo y
afectivo que cada persona le otorga a este estímulo otorgándole la capacidad de causar placer y
bienestar si le sumamos los efectos fisiológicos a nivel neuronal de ciertas comidas como ya se
mencionó anteriormente; explicándolo a continuación con un esquema de condicionamiento operante
donde la comida se convierte en el reforzador principal, incitando a la ingesta en busca de estados
positivos o para eliminar los negativos.
40

Condicionamiento
Operante

REFORZAMIENTO Repetición e incremento


CONDUCTUAL de la conducta

POSITIVO NEGATIVO

Presencia de estado
Reforzador Ingesta de emocional aversivo
primario comida

Reforzador
Recompensa Satisfacción
básica Placer
Ingesta de
Bienestar
comida

Elimina estados negativos.


Generando satisfacción,
placer, bienestar.

HABITO –APRENDIZAJE

Conducta de
ingesta se mantiene

ASOCIACIÓN
COMIDA =BIENESTAR

Figura 2.4 Esquema del mecanismo de reforzamiento conductual producido por la comida.

Otro factor que puede influenciar la ingesta excesiva es el grado de distensión estomacal, una gran
capacidad gástrica puede favorecer la ingestión de comidas copiosas porque los receptores de
estiramiento, que envían señales vagales relacionadas con la saciedad, no resultan completamente
estimulados hasta tanto el estómago no se haya distendido en determinada proporción a su capacidad
(Sánchez S., Weisstaub G., y Castillo C. 2014 citado por Osorio y otros). Esta, sería una respuesta
41

fisiológica automática a nivel de sistema nervioso, y se trataría de un mecanismo estimulo respuesta


donde no se inhibe la conducta de ingesta hasta que no se logre llenar el estómago a plenitud para que
se dé la respuesta de saciedad, siendo esta la causa de una ingesta excesiva. Algunos investigadores
propusieron que el principal factor relacionado con una capacidad gástrica mayor en los obesos reside
en el hecho de comer de más y no en la obesidad per se (Geliebter A, Hashim SA. Citado por Bell, E.
y Rolls, B. 2003).

Por ejemplo sucede un mecanismo de reforzamiento conductual con alta carga cognitiva y afectiva en
la condición que Fernández (2003), menciona como hiperfagia neurótica con obesidad donde el medio
familiar es el lugar donde prolifera esta condición, iniciando con un ambiente de sobreprotección que
dedica una particular atención al cuidado y la vigilancia de la alimentación de niños, niñas y
adolescentes precoces, prestando una atención especial hacia las comidas, el alimento toma un
significado simbólico espiritual. En este ambiente los niños y niñas son bombardeados de alimentos
como representación de amor al mismo tiempo se despreocupan de su peso personal, pensando que la
madre es la responsable, Fernández (2003) también asocia este tipo de conductas con hogares donde
existe una madre ansiosa posesiva y un padre débil, lejano o ausente. En este caso aparece la
asociación de comida y amor, el estimulo es la abundante comida ofrecida por la madre como
representación de amor este estimula una respuesta de ingesta excesiva ya que genera en quien come
un estado de bienestar, alejando tal vez así de la problemática del hogar.

2.4 Apego del obeso por la comida, una visión desde el psicoanálisis.

En búsqueda de una teoría explicativa que permita comprender cómo un ser humano alcanza un peso
el cual le hace casi imposible movilizarse y desenvolverse de forma autónoma, cuando ha perdido el
control sobre su alimentación y su cuerpo (como ocurre en la obesidad mórbida), nos encontramos
como alternativa teórica con explicaciones psicoanalíticas que le otorgan gran importancia al vinculo
madre –hijo resaltando la posible creación de traumas y fijaciones a nivel oral, así como deficiencias
en el cuidado y la respuesta de la madre (cuidador principal) ante las necesidades primarias del bebé.
Las fijaciones a nivel oral en el obeso se instauran en la etapa de lactancia, donde el vínculo madre-
hijo se desarrolla normalmente a partir de la alimentación, pero que por las características del
infante donde según explicaciones Kleinianas se establece una relación ambivalente frente al pecho
materno (inicialmente) y luego frente a la madre en la que la indiferenciación del bebé como
individuo separadamente de la madre genera angustia y sentimientos ambivalentes (agresión y ternura
al mismo tiempo) , a través de la que pueden aparecer fijaciones orales como menciona (Reinoso,
2014) sea como excedente de placer, presentándose en el adulto obeso que ha quedado extasiado por
esta experiencia como una necesidad de su primer objeto de amor y deseo de manera constante y
repetida (comer para sentirse a gusto); o por el contrario como un trauma donde esta experiencia no
resulto placentera y genera una fijación en la que con la repetición de la compulsión (comer) el obeso
42

busca revivir su trauma primario esto como forma de alivio de ansiedad. Reinoso (2014), también
hace referencia al concepto de lo canibalesco acuñado por Freud al hablar de la fase oral en la cual
existe una marcada necesidad de devorar el objeto de amor primario (el pecho de su madre) de tal
manera esta es entendida como la etapa determinante de las futuras relaciones que queda incrustada
en su psique en la que el niño por alguna razón y que en sujetos obesos por situaciones de fijación se
manifiesta como un síntoma, manifestado como la necesidad de “devorar todo lo que esta a su
alcance, como buscando incorporar a través del alimento ese objeto de amor perdido en su infancia
que dejó una falta”.(Reinoso, 2014, p.9)

Los conceptos utilizados en el psicoanálisis contienen referencias a las experiencias tempranas y le


conceden igual importancia al desarrollo sexual que se da a partir de ello, sin embargo es también
importante tomar estos conceptos y relacionarlos con lo que realmente significan como parte de la
psicopatología, a partir de lo se entiende que la etiología de la obesidad es multifactorial y que a
pesar de factores como vínculos afectivos ambivalentes o inseguros establecidos en la lactancia por
las respuestas de la madre (cuidador) además del significado que se le da a la alimentación no siempre
resultará un sujeto inseguro con obesidad, el análisis de variables de entorno social, familiar o cultural
es indispensable para tratar adecuadamente a la obesidad como un ente dinámico.

Moneta,(2005) también le da especial importancia al vinculo madre hijo cuando habla del nivel de
apego como un indicador de psicopatologías y alude los estudios de Rosenstein y Horowitz (1996);
Detke y Kobak (1996) y Patrick y Hobson (1994) que hablan de la relación entre trastornos de
exteriorización (trastornos alimentarios y de conducta) con estados de ánimo indiferente en los
cuidadores principales. De esta forma las huellas que quedan en el individuo desde su infancia como
parte del desarrollo de vínculos afectivos negativos o el desarrollo de un apego inseguro/ambivalente
pueden verse manifestados incluso como compulsiones alimentarias donde la compulsión como tal
(con su característica repetitiva e invasiva a nivel inconsciente en forma de obsesiones) se
relacionada con experiencias pasadas que quedaron fijadas en la psique del sujeto, se expresan para
aliviar la ansiedad y se constituyen en uno de los síntoma de la psicopatología más profunda relativa
a la obesidad. Es importante analizar lo que significa el desarrollo del apego y como se diferencia
tomando en cuenta la respuesta que da la madre (o el cuidador) al pequeño.

El apego entendido como “vínculo emocional entre el lactante y el proveedor de cuidados, en donde
ambos contribuyen a la calidad de la relación y hacen que dicho vínculo sea recíproco y duradero”.
(Papalia, Wenkos, & Duskin, 2004, p. 246) que evolutivamente es necesario para una adaptación
correcta sabiendo que a través de él se logra garantizar la satisfacción de necesidades físicas y
psicosociales del bebé y podría decirse que existe para promover la supervivencia del recién nacido.
(MacDonald, 1998 citado por Papalia, Wenkos, & Duskin, 2009), la calidad que tenga este vínculo
43

depende de la madre (cuidador) y el pequeño, formándose así apegos seguro y ansioso o inseguro
(evitante, ambivalente o desorganizado- desorientado) El apego inseguro desorganizado identificado
por Main y Solomon, (1986), se manifiesta en el bebé mediante conductas contradictorias, repetitivas
o desencaminadas (donde buscan la cercanía con el desconocido en lugar de con la madre frente a una
situación extraña, parecen confundidos y temerosos) es probable que este tipo de apego se dé en el
caso de bebés cuyas madres son insensibles, invasivas o abusivas o que sufrieron pérdidas no
resueltas (Papalia, Wenkos, & Duskin, 2009) , o se trate de poblaciones con alto riesgo al ser niños
prematuros, con autismo o síndrome de Down, y en aquellos cuyas madres abusan del alcohol o las
drogas (Vondra y Barnett, 1999 citado por Papalia, Wenkos, & Duskin, 2009) Este patrón de apego
parece representar un factor de riesgo para problemas conductuales posteriores, en especial conductas
agresivas (Van IJzendoorn y otros 1999), carencias en el desarrollo adecuado del apego también se
evidencia en el desarrollo de determinados comportamientos alimentarios y su posterior desarrollo
(Chatoor, I. y otros, 1984 citado por Papalia, Wenkos, & Duskin, 2009).

Rovira & Chandler, (2002) habla de esta relación, enfatizando la necesidad de una respuesta
adecuada ante las necesidades del infante durante las primeras etapas de la vida, donde la madre
deberá desenvolverse empáticamente y lograr comprender el lenguaje sin palabras propio de esta
etapa, establecen que la respuesta típica de madres que no han logrado establecer una relación
empática y un vínculo seguro, responden ofreciendo alimentos frente a los más diversos estados de
tensión interna del bebé. De esta forma se generan trastornos en el desarrollo del yo, mostrándose en
otras etapas como la incapacidad de identificar las propias emociones como patrón aprendido del
actuar poco empático y el vínculo inseguro o desorganizado que vivió el sujeto. En el caso del sujeto
obeso expresa esta incapacidad buscando calmar cualquier estado negativo interno mediante la ingesta
que por su naturaleza compulsiva y excesiva lleva a aumentar de peso y que se ha consolidado como
menciona este mismo autor en un trauma específico temprano. En la actualidad las características
del cuidador se han diversificado por no ser una función que le corresponda únicamente a la madre
quien se ha ido involucrando cada vez más en el rol profesional fuera del hogar, por lo que se debería
realizar estudios longitudinales que estudien las nuevas relaciones creadas al mismo tiempo con la
madre y el cuidador (parvularias/os, abuelas/os, padre entre otros) y sus consecuencias en el
desarrollo del vínculo y la consolidación del yo en los individuos actuales, así como la forma en que
esto incidirá en las nuevas sociedades en un futuro.

Budd, y otros (1992) citado por Osorio, Weisstaub, & Castillo, (2002) mencionan otras alteraciones
en la conducta alimentaria relacionadas con el tipo de vínculo que se desarrolle con los padres,
afirman que podrá observarse que en aquellos niños con trastornos alimentarios con falla del
crecimiento de causa orgánica (disfunciones orgánicas) existen padres con un mayor grado de
angustia emocional y mayor estatus social, comparados con niños con trastornos alimentarios con
44

falla del crecimiento no orgánica donde existen condiciones deprivadas en el hogar o inconsistentes
lazos parentales (apego desorganizado-inseguro).

De esta forma podemos evidenciar la importancia del desarrollo de un apego adecuado en el


desarrollo de la personalidad y las habilidades para un niño, las respuestas negligentes de un cuidador
también se manifiestan en las conductas alimentarias del sujeto con obesidad, pues es a partir del
desarrollo del apego de forma primaria con la madre o el cuidador principal que el sujeto desarrollará
vínculos con otras personas o con “objetos” internos o externos que determinarán su actuar y sentir
cotidiano en el futuro.

Las explicaciones psicoanalíticas acerca de las relaciones objetales, destacan la relación madre-hijo
como determinante en la formación de su comportamiento y por ser el alimento el objeto que
simboliza posteriormente el pecho materno entendemos que el vínculo que desarrolla el sujeto obeso
es principalmente con la comida (un objeto externo) por todas las características que esta representa.
Explicaciones de Pichón Rivieré (1985) sobre el vínculo hablan de una “estructura dinámica en
continuo movimiento, que engloba tanto al sujeto como al objeto, teniendo esta estructura
características consideradas normales y alteraciones interpretadas como patológicas”. (Pichón Rivieré,
1985 citado por Reinoso, 2014, p. 17). Sobre este aspecto es importante hacer referencia a la relación
del objeto (comida) en la conducta de no saciarse del obeso y de su vacío psíquico profundo donde el
saciarse “representa la separación del objeto anhelado, el comer de más y no sentirse nunca llenos, en
pacientes obesos que hemos estudiado, nos hizo pensar en su vano intento de llenar un vacío interior
sin límites, vacío que tiene su origen en dañinas e indelebles experiencias infantiles de soledad y
abandono” (Rovira & Chandler, 2002, p.4 ).

El vínculo patológico formado a partir de la falta de empatía del cuidador, se manifiesta igualmente en
su relación con objetos internos y externos principalmente la comida, su propio cuerpo y su entorno,
exteriorizada en un ciclo repetitivo entre deseo, placer y culpa (Reinoso, 2014) y que se muestra a
través de la compulsión alimentaria mediante atracones, depresión, ansiedad y sentimientos negativos.
Más adelante en la vida del infante inmerso en relaciones vinculares ambivalentes o inseguras
aparecerá un entorno que contribuye al desarrollo de psicopatologías como base de la obesidad,
como menciona Guillén, (2014) sobre la influencia de la familia en el desarrollo del/a niño/a citando
las ideas de Brunch sobre las características de la madre afirmando que presentan comportamientos
ansiosos, tienden a ser sobreprotectoras, hóstiles, rechazantes e inseguras y en ocasiones es común
que sean o hayan sido parte de entornos de pobreza, inseguridad o carencias afectivas, mostrando las
características del vinculo inseguro o desorganizado que ya se menciono; mientras que el padre sería
ausente, poco comunicativo, débil, distante en la relación con la familia. De esta forma el niño es
sobreprotegido por su madre se usa el alimento como una forma de compensar necesidades que no
45

fueron recompensadas o se convierte en una demostración de afecto, donde se establece una forma de
“espiritualización del alimento a nivel psíquicoregresivo donde se equipara el acto de comer con la
entrega amorosa al pecho materno” (Fernández, 2003, p.101), el alimento es usado en este tipo de
ambiente como estrategia para no centrarse en las situaciones tensas que generan ansiedad por
presencia de problemáticas familiares más profundas. Este mismo autor menciona que las
características de estos alimentos son generadores de obesidad ya que serían principalmente azúcar
procesado, carbohidratos y lácteos que por los efectos químicos que generan en el cerebro serían
potencialmente adictivos; otros autores igualmente hacen referencia a las carácteristicas simbólicas
que el ser humano le ha otorgado al alimento por ejemplo: “gratificación, premio, manifestación de
afecto, recuerdos infantiles, instriumento de comunicación o interacción familiar, conmemoración de
situaciones especificas, correlación cultural o religiosa, compañía, ente otros, a la cual es
especificamente suceptible” (Brunch (1973) y Le Bow (1986) citados por Guillén (2014),p.40)

Recordemos que el significado y simbolismo que se le ha otorgado a la comida es el resultado del


desarrollo de la cultura como tal junto a las diferencias entre el mundo cognitivo del ser humano y el
de los animales esta capacidad de otorgarle un valor placentero o aversivo al alimento es única y por
ello es tan diverso el uso que se hace de él, la génesis de la obesidad no solo depende del uso de la
comida como recompensa o el significado de unión pues estas características permiten el compartir y
la posibilidad de interrelacionarse; el aumento excesivo de peso consecuencia de un comer
compulsivamente está influenciado por una serie de factores en los que todos los seres humanos
estamos inmersos.
46

TITULO III

OBESIDAD

3.1 Tipos y Conceptos

Llegar a una definición única de lo que significa obesidad es complicado ya que se debería considerar
todos los factores que influyen en su aparición y mantenimiento, sin embargo para un mejor
entendimiento se presenta la definición dada por la OMS en 2013 y que se mantiene hasta hoy como
la “acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”, para el
diagnostico correcto de esta enfermedad se hace necesario realizar una evaluación clínica que
incluya medidas físicas (signos vitales e IMC), medidas del perímetro abdominal y test de laboratorio,
todo esto para corroborar la naturaleza de la patología así como su gravedad (Bray, Clasificación y
evaluación del paciente con sobrepeso, 2011). El IMC o Indice de masa corporal “representa una
relacion más o menos constante en los adultos del peso corporal expresado en kilogramos, dividido
entre la estatura representada en metros y elevada al cuadrado”( Valencia, M. et al, p. 666 (2008)).
Además afirma que este indice se ha convertido en una de las herramientas más utiles para determinar
la presencia de sobrespeso y obesidad, así como su prevalencia en la población pero que no es eficaz
al momento de evaluar la distribución de grasa corporal. A continuación se muestra la clasificación de
la obesidad basada en el IMC usado en la evaluación clínica de la obesidad.

IMC Clase de obesidad

Bajo peso < 18.5 -

Normal 18.5-24.9 -

Sobrepeso 25.0-29.9 -

30.0-34.9 1
Obesidad
35.0-39.9 2

Obesidad extrema ≥40 3

Tabla 3.1 Clasificación de sobrepeso y obesidad como recomiendan las guias NHLBI*fuente
p.18.

Esta clasificación no toma en cuenta las variaciones que pueden encontrarse en los diferentes grupos
étnicos, cuyo porcentaje de grasa corporal varia en torno al mismo IMC lo que supone un diferente
riesgo frente a la obesidad; ya que los datos recogidos para su realización fueron de caucásicos.
(Bray, Clasificación y evaluación del paciente con sobrepeso, 2011) Esto hace necesaria una
evaluación global de la obesidad, tomando en cuenta todos los recursos clínicos disponibles,
recordando que las alternativas de tratamiento van desde la terapia conductual, nutrición y los
procedimientos quirúrgicos según el caso y la comorbilidad presente. Sobre el curso y la etiopatogenia
47

con la que puede aparecer y desarrollarse la obesidad tenemos una propuesta generada por el
Departamento de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de
Nuevo León, que explica claramente cómo la obesidad tiene un período prepatogénico donde
intervienen las características predisponentes, potenciadoras y mantenedoras de la obesidad sobre un
individuo, que por problemas endógenos o al no poder equilibrar la ingesta y gasto de energía gana
peso, y si este no logra controlar estos aspectos terminará en una etapa patogénica de obesidad donde
su cuerpo podrá ser afectado por algunas enfermedades como diabetes, hipertensión, etc que se
muestran en el esquemas 3 Además de los tipos de obesidad en relación al IMC se muestran otras
clasificaciones en torno a diversos aspectos como menciona Sandoval, E. , (2010):

Según la
Etiología
Endócrino Obesidad ovárica se observa en el síndrome de Stein-Leventhal que se caracteriza
por amenorrea, hirsutismo, aumento excesivo de peso
Hiperinsulinemia se presenta en personas con diabetes tipo 2 que requieren de
insulina, la cual favorece a la síntesis de grasa y su tejido adiposo.
Hiperfunción suprarrenal se presenta un aumento de peso, con una distribución
característica en la región faciotroncular del cuerpo debido a la producción de
glucocorticoides
De origen Hipotiroidismo ocasiona el incremento de peso. Se presenta cuando hay un daño
hipotalámico en el hipotálamo, lo cual provoca hiperfagia y como consecuencia se genera la
obesidad.
De origen El incremento de peso, se debe a alteraciones cromosómicas. Como el Síndrome
genético de Prader Willi que se caracteriza por hipotonía, índices reducidos de actividad,
baja estatura, problemas respiratorios, dentales, ortopédicos y de la piel,
hipogonadismo e hipogenitalismo. Hiperfagia, búsqueda y obsesión por la
comida, llevando a la obesidad.
Genéticamente se manifiesta por la falta del gen paterno en el cromosoma
15q11-q13 recuperado de:
http://www.spine.org.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=6&Ite
mid
Por Se origina por la ingestión de algunos fármacos entre ellos se tiene los
medicamentos glucocorticoides, broncodilatadores, insulinas, antidepresivos
triciclicosfenotiacinas, estrógenos e hidracidas

Figura 3.1 Clasificación de la obesidad por su etiologia.


48

TIPOS DE
OBESIDAD

Según su Por su
origen etiología

A nivel
celular

Por la
topografía Hipertrófica: Hiperplasica:aument
regional del aumento de o de células adiposas
tejido adiposo volumen de los (durante el
adipocitos crecimiento)
Endógeno:
Exógeno: Ginecoide o Androide o
factores Visceral o
ingesta periférica: central: tipo
hormonales y generalizada:
excesiva. tipo pera se manzana se
metabólicos acumulación
presenta más presenta más de las grasas al Origen Origen Origen Por
Secundaria: en mujeres, en hombres se rededor de las
Primaria: endocrino hipotalámico genético medicamentos
enfermeda acumula acumula tejido visceras
desequilibr mayor tejido adiposo en
io entre des que
aumentan adiposo en cara, región
ingesta cadera, cervical, tronco
calórica y el tejido
adiposo. glúteos y y abdomen
gasto de muslos riesgo
energía depresentar
Genera
problemas enfermedades
articulares, crónicas
venosos o degenerativas
biliares

Fuente 3.2 Tipos de obesidad.


Fuente: Morales, J., “Obesidad: Un Enfoque Multidisciplinario”, primera edición 2010, Madrid España ISBN: 978-607-482-117-8 p. 147.
49

PERIODO PREPATOGÉNICO PERÍODO PATOGÉNICO

Individuo enfermo, desequilibrio

Medio ambiente: malos


hábitos alimenticios,
sedentarismo,tensiones
emocionales
MUERTE
sindrome
metabólico
(Diabetes,
aparecimiento hipertensión)
de
Huésped: niños,
enfermedades

ETAPA CLÍNICA
adolescentes, Aumento de no transmisibles
ancianos, adultos
peso,
aparición de
alteraciones
niveles altos de psicologicas y
trialgliceridos, conductuales.
agente: ganancia colestterol ,
de peso presión arterial,
glucosa

Susceptibilidad a la diabetes provocando enfermedades metabólicas

ETAPA SUBCLINICA
RECUPERACIÓN
Individuo sano, equilibrado

Reacción del huésped Interacción huésped-estímulo

Fuente 3.3 Historia de la obesidad.


Fuente: Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Departamento de Medicina Preventiva.
50

3.2 Diversos enfoques sobre la obesidad

3.2.1 Abordaje basado en el Sistema/Entorno, que incluye cultura, ambiente y entorno en el


que se desarrolla el individuo.

Desde una perspectiva cultural a partir de la que se afirma que las diferencias étnicas son un factor
diferenciador de prevalencia de la obesidad, siendo que las practicas alimentarias de Latinoamérica no
son las mismas que las de Estados Unidos o Europa debemos tomar en cuenta que mucha de la
literatura escrita en torno a la obesidad se basa en datos obtenidos en una población caucásica, a pesar
de ello por la globalización los modelos culturales ofrecen modelos de imagen corporal a seguir en
torno a esta perspectiva, por lo que debe ser tomada en cuenta tanto las diferencias en torno a
factores únicos de cada cultura como la información que se ofrece a nivel mundial que influye a toda
la población.

Es importante mencionar a Bouton sobre la dependencia de contexto de aprendizaje, aquí habla de


cómo el contexto influye sobre la adopción de una conducta y en el mantenimiento a largo plazo,
destaca el papel del aprendizaje frente a el fracaso en el cambio de conductas en lo referente al comer
y realizar actividad física, pues los comportamientos antiguos suelen prevalecer sobre los nuevos; por
ello un contexto culturalmente influenciado por formas alimentarias ricas en carbohidratos y grasas
como el Latinoamericano se convertirá en un espacio difícil para el cambio de hábitos referentes a la
alimentación.

Por ejemplo Kumanyika, S. (2010) afirma que las diferencias culturales deben ser tomadas en cuenta
en el abordaje y tratamiento de la obesidad, pues “las influencias culturales y contextuales acerca de
comer, actividad física y control de peso en la sociedad en general incluidos los medios de
comunicación, las actividades comerciales y estilos de vida influyen directamente en las actitudes y
comportamiento del individuo en torno a la adherencia al tratamiento de la obesidad”p.60. Siendo
que se habla de una posible predisposición biológica para ganar peso en los grupos étnicos como
mexicano-americanos, afro, e hispanos en comparación con la población blanca caucásica de E.U.A.
se podría explicar el exceso de obesidad en estas poblaciones. La visión de Latinoamérica y el Caribe
en torno a la imagen corporal también puede explicar la presencia de patrones de sobrepeso y
obesidad ya que es común que existan actitudes favorables frente a una imagen corporal más
voluminosa o que no apoya un fuerte deseo de estar delgado. (Couninah, (1997) citado por
Kuanyika,(2011)) y como ya se dijo estas actitudes influencian directamente en los comportamientos
alimentarios de una persona y por ende el desarrollo o no de sobrepeso y obesidad. Se puede decir que
en aquellas sociedades con alta prevalencia de sobrepeso y obesidad es una norma social serlo, o
simplemente es visto como saludable ya que se han desarrollado prejuicios en torno a la delgadez
relacionada con enfermedades como el cáncer o el SIDA; y sin el ánimo de ser discriminatorios
51

entendemos la relación de poblaciones desventajadas que poseen bajos ingresos económicos y baja
atención educacional en torno a hábitos saludables que no suelen responder positivamente ante
campañas de salud alimentaria con el desarrollo de costumbres no saludables en torno a los alimentos
y obesidad. Todos los factores mencionados anteriormente confluyen en un entorno mundial
promotor de la obesidad donde a nivel ecológico como menciona Kumanyika (2011), las normas
culturales y los factores sociales estructurales fomentan y mantienen un consumo crónico de calorías
y estilos de vida sedentarios, tendencias que se traducen en porciones cada vez más grandes de
comida, disponibilidad de comida alta en calorías pero pobre en valor nutrimental; así como el uso
excesivo de automóvil, ausencia de transporte público eficaz, formas sedentarias de recreación y uso
de tiempo libre en televisión y computadora. Socialmente vivimos en un entorno donde el mantener el
autocontrol sobre el comportamiento al comer y un estilo de vida equilibrado que posea actividad
física adecuada se convierte en un reto ya que la publicidad, el entorno y la cultura consumista que
aunque genera beneficios económicos para la población promueve patrones de conducta
contradictorios y a pesar que es claro que no es normal mantener sobrepeso u obesidad si es cierto
que la mayoría acepta y conserva comportamientos que afectan el peso adecuado, estos son entornos
obesogénicos que inciden directamente en la presencia de sobrepeso y obesidad, que varían de
cultura a cultura y que deben ser tomados en cuenta para el tratamiento y prevención de la expansión
de la obesidad como una epidemia mundial. Por ello factores que podrían ser considerados
predisponentes en etnias minoritarias como la hispana y los afro podrían estar reflejando creencias y
aspectos culturales que generan obesidad en Latinoamérica, entre ellos los medios de comunicación y
los modelos con sobrepeso u obesidad que se presentan reforzando prejuicios de obesidad como
norma en esta población; el papel social según la edad que limita en la realización de actividad física
y el peso que una mujer gana durante el embarazo tomado como difícil de perder . Algunos de estas
actitudes y creencias se muestran en la siguiente tabla, ya que estas afectan claramente al manejo del
peso y los comportamientos alimentarios. El individuo obeso es parte de un sistem- entorno en el que
recibe y expresa información por ello al hablar de su problemática el conjunto en el que se
desenvuelve también representa una problemática así como indica Rossi en 2011 cuando habla de
Indicadores del desequilibrio sistémico establecidos como Físicos, psicológicos y comportamentales,
al hablar de comportamentales se habla de los que involucran conductas de una persona como
discutir, aislamiento de los demás, absentismo de las clases, aumento o reducción del consumo de
alimentos y desgano para realizar las labores escolares.

” Este conjunto de indicadores se articulan de manera idiosincrática en las personas, de tal manera que
el desequilibrio sistémico va a ser manifestado de manera diferente, en cantidad y variedad, por cada
persona”. (Rossi, 2011) Por lo que se dice que la cultura y el entorno influyen indiscutiblemente en
los comportamientos alimentarios determinando que sean saludables o no.
52

Actitudes influenciadas culturalmente del peso Percepciones sobre el manejo del peso
Alimentación, actividad y salud en general Relacionados con el tamaño corporal y el peso
Propiedades de los alimentos medicinales o
Tamaño y forma corporal ideal, aceptable y
saludables; restricción de los alimentos
deseable
relacionados con la salud.
Significados simbólicos y sociales de los usos de
Definición de delgadez y gordura
los alimentos
Percepción de los factores determinantes de la
Alimentos y sabores preferidos y aversiones
condición de peso
Importancia del tamaño corporal y la forma y
Ayuno y deprivación de alimentos
relación con el concepto de sí.
Porciones de comida; dejar comida en el plato; Efectos funcionales y en la salud (positivo y
saciedad. negativo) de un determinado peso
Comida en exceso, alimento y modo de
Prioridad dada a la gestión de peso
afrontamiento
Maneras de ganar y perder peso o influencia de la
Efectos fisiológicos y beneficios para la salud de
forma del cuerpo, incluida el papel de la dieta y
la actividad física, ejercicio y descanso
el ejercicio.
Alimentos relacionados con los papeles sociales Normas de atractivo personal
Papel de las limitaciones relacionadas con el Percepción de la presión social para perder o
género, edad, posición social y trabajo ganar peso.
Inclinación hacia las dietas con bajo contenido de
Preferencia tipos de actividad de tiempo libre
grasa, pastillas adelgazantes o purgas.
Figura 3.4 Actitudes influenciadas culturalmente generales y específicas del peso, y percepciones
pertinentes al manejo del peso.

Fuente: Brays, G. y Bouchard, G, (eds) “Manual de Obesidad, aplicaciones clínicas” p64.

3.2.2 Enfoque conductual de la obesidad

El abordaje conductual es una visión teórica que abarca varios aspectos de la génesis y tratamiento de
la obesidad, en el que encontramos la propuesta de Wing, R., 2010 donde explica tres supuestos
importantes a tomar en cuenta en este estudio:

“(a) las conductas alimentarias y el ejercicio afectan el peso corporal; cambiando estas conductas es
posible cambiar el peso corporal; (b) los modelos alimenticios y de ejercicio son conductas
aprendidas y al igual que otras conductas pueden ser modificadas; y (c) para poder modificar estas
conductas a largo plazo es necesario cambiar el entorno/medio de influencia” Wing, R., 2010 p.239.
Este abordaje da la misma importancia a los antecedentes genéticos, familiares y culturales tomando
en cuenta que significan un fuerte predisponente y factor de riesgo para el desarrollo de obesidad, sin
embargo la presencia de estos factores no significa que obligatoriamente se generará obesidad; en
cuanto a los antecedentes familiares y culturales el factor predisponente tiene más fuerza ya que al
estar constantemente influenciados por un medio donde las preferencias alimenticias y la elección de
alimentos se encuentra constantemente reforzada por publicidad y factores ambientales normativos
el individuo bajo la presión social terminara siguiendo estas conductas que generan obesidad. A
pesar de que toma en cuenta estos factores este abordaje se centra en el trabajo con las conductas
53

actuales y el medio bajo el cual se desarrollan y es bajo estos parámetros que determina el trabajo en
torno a la obesidad que se debería hacer buscando un cambio de comportamientos. Esta propuesta
esta explicada por Wing, R. (2010) mediante el modelo A-B-C y en torno a ello se lo explica en la
figura n. Donde podemos explicar como si un individua ha estado acostumbrado a patrones
alimenticios no saludables, excesivos y desordenados, frente a estímulos como la presencia de otras
personas comiendo o la disponibilidad de alimentos no saludables, genere que coma excesivamente a
pesar de que no deba hacerlo o no sea saludable, sabiendo que las consecuencias serán la obesidad o
el sobrepeso más aún sabiendo que tiene predisposición a engordar o que tiene una enfermedad que le
predisponga a la obesidad. Estos factores hacen que sea más o menos complicado cambiar una serie
de hábitos alimenticios o conductas poco saludables. De esta manera encontramos que los
tratamientos en busca de disminución de peso en pacientes con obesidad y sobrepeso tienen un alto
componente conductual por ejemplo McREynolds, W., y otros 1976 citado por Wing R. 2010 habla
de programas donde se buscaba cambiar los modelos de alimentación (el lugar y el momento en el
que eran ingeridos) y en los que no se tomaba en cuenta ni el número de calorías ni el tipo de
alimento, encontrando resultados positivos. Los programas en la actualidad están enfocados en
obtener cambios conductuales donde se limite las señales asociadas con la comida entre los cuales se
usa estrategias de auto- monitorización, establecer objetivos, cambios en la nutrición y ejercicio,
control de estímulos, solución de problemas, reestructuración cognitiva, prevención de recaída aquí el
aprendizaje un elemento indispensable para el éxito de los programas significa aprender nuevos
hábitos necesarios para ser más activos y aprender cómo actuar en situaciones que hacen difícil
realizar comportamientos saludables como ejercicio y actividad física, estos programas buscan
enseñar a quienes buscan pérdida de peso a cambiar hábitos principalmente en su dieta y ejercicio.

A B C
ANTECEDENTES CONDUCTA
CONSECUENCIAS

Culturales COMER Obesidad


Familiares Sobrepeso
Genéticos TCA

Figura 3.5 Esquema A-B-C de Ellis que muestra los factores que generan obesidad
54

3.2.3 Génesis de la obesidad desde una perspectiva fisiológica.

El ser humano como todos los seres vivos requieren de energía para funcionar correctamente, y
mediante la ingesta de alimentos logra obtenerla, esta energía es usada para el funcionamiento
cotidiano se sistemas y órganos, además una porción es almacenada para ser utilizada posteriormente
en periodos de no ingesta, reposo, ayuno o situaciones extremas en las que no exista la posibilidad de
ingerir alimentos; en los seres humanos esta energía es almacenada en el tejido adiposo y el hígado
(también existen depósitos de grasa en áreas viscerales donde se constituyen un relleno y protección
de estas) como triacilgliceridos, en este proceso están implicados proceso hormonales de regulación
por lo que alteraciones pueden producir algunas patologías metabólicas, por ello se menciona aquellas
alteraciones hormonales que pueden aparecer, a partir de la infancia y predisponer al mantenimiento
de sobrepeso u obesidad en la adultez; su naturaleza es amplia y por ello se ha considerado que
existan alteraciones a nivel central del sistema nervioso principalmente en el hipotálamo lo que
genere cambios hormonales esencialmente en hormona del crecimiento GH, alteraciones de la función
hipofiso-gonadal y suprarrenal y secreción de prolactina causados como mencionan Gómez -Gila &
Del Valle Nuñez (2000) evidenciadas en el hipotiroidismo, déficit de hormona de crecimiento,
Síndrome de Cushing, Trastornos hipotalámicos, hipogonadismo, Síndrome de Mauriac e Insulinoma
que poseen componentes genéticos en su etiología.

3.2.4 Bases moleculares de la obesidad. Etiología de la obesidad desde el funcionamiento


molecular de hormonas y proteínas.

Algunos mecanismos subyacen el tejido graso que es el principal órgano que se modifica cuando
existe obesidad, de esta forma se mencionará la fisiología alrededor de este y las alteraciones que se
producen una vez que se ha desarrollado la obesidad.

A partir de esto se menciona a los triacilglicéridos como la fuente principal de energía obtenida del
tejido graso, mediante procesos de hidrolisis provenientes de la dieta o a partir del metabolismo de
otras sustancias como azúcares, así lo mencionan Lazo de la Vega- Monroy & Fernández-
Mejía,(2010) además hablan de los procesos de lipogenesis que se dan a partir de carbohidratos en la
glándula mamaria, el músculo, el hígado y tejido adiposo recalcando que en los dos últimos tejidos, es
donde esta vía tiene como fin la regulación del balance energético del organismo.Explicando que las
hormonas son indispensables en el almacenamiento y la utilización de lípidos incluyendo la condición
energética de la célula, mencionan a la insulina en el proceso de lipogénesis ya que esta ultima
favorece la captación de lipidos y la lipogénesis en sí; y contribuye a la inhibición de la
lipólisis.Finalmente las hormonas que contrarrestan la acción de la insulina, como el glucagón, los
glucocorticoides y las catecolaminas, favorecen la lipólisis y la β-oxidación.
55

Se habla de dos procesos indispensables en el funcionamiento del tejido adiposo; lipogénesis, lipolisis
y la β-oxidación como un proceso que se produce fuera del tejido adiposo subcutáneo. La lipogénesis
como el proceso mediante el que se produce a triacilgliceridos componente de las células adiposas que
contribuye a la producción y almacenamiento de energía, son sintetizados en el hígado y transportados
al tejido adiposo donde se almacenan según las necesidades. De esta forma “la lipogénesis se
encuentra activa después de la ingesta de alimentos, está favorecida por la insulina y por condiciones
celulares de aumento de ATP y por ende reducciones de las concentraciones de AMP y ADP” (Lazo
de la Vega- Monroy & Fernández-Mejía, 2010, p104.) La lipolisis un proceso mediante el cual se
desdobla los triacilgliceridos mediante hidrolisis en los adipositos en para obtener energía es mediada
por la lipasa. A estos procesos se añade la oxidación de ácidos grasos como fuente de energía para el
hígado, la corteza renal, el corazón y el músculo esquelético en reposo mediante la β-oxidación,
fracción de ácidos grasos, este proceso aporta el 70% de la energía durante el ayuno en los seres
humanos.

Para que se produzcan los procesos de lipogénesis, lipolisis y oxidación de ácidos grasos que facilita
la utilización de los lípidos en los diferentes procesos son necesarios mensajes hormonales y cambios
de carga energética que estan mediados por factores de transcripción y vías de señalización de
algunas hormonas, proteínas y carbohidratos.

La señalización de la insulina “favorece el transporte de glucosa en el adipocito y en el músculo


esquelético, favoreciendo la translocación del transportador de glucosa GLUT-4 del interior de la
célula hacia el citoplasma”. (Lazo de la Vega- Monroy & Fernández-Mejía, 2010, p. 106.), la insulina
es importante en los procesos de lipolisis, lipogénesis y el mantenimiento en el control metabólico.
Contrapuesto a la función normal de la insulina, puede aparecer alteraciones en su vía de
señalización donde la insulina no es capaz de ejercer sus efectos biológicos en concentraciones
plasmáticas que resultan efectivas en sujetos normales esto como consecuencia de la resistencia a la
insulina afectando las funciones del metabolismo produciendo alteraciones hipoglucémicas y
diabetes.

Lazo de la Vega- Monroy & Fernández-Mejía (2010) realizan una basta explicación de los factores
trascripcionales y sus funciones en el tejido adiposo que unicamente serán mencionados tomando en
cuenta que todos inciden directamente en el metabolismo de lipidos, así encontramos la vía de
señalización de la proteína cinasa (PKA) que favorece la lipólisis y las oxidaciones de los ácidos
grasos, intermediariamente por las hormonas glucagón, la adrenalina y la noradrenalina, SREBP-1c
(Sterol Responsive Element Binding Protein 1c) que se expresa como mediador de la insulina en la
expresión de genes del metabolismo de carbohidratos y lípidos; ChREBP (Carbohydrate Responsive
Element Binding Protein) que favorece principalmente la expresión de genes lipogénicos y el
56

Proliferador Activado por Peroxisomas (PPARs) que aumenta directamente la expresión de genes
participantes en el catabolismo de los ácidos grasos en el hígado (captación y oxidación).

Se debe mencionar que el tejido adiposo normal contribuye a la determinación de formas corporales
diferentes entre hombres y mujeres, a la regulación de la temperatura corporal y el tejido adiposo
visceral como relleno de espacios entre órganos para mantenerlos en posición adecuada; añadiendo
que el sujeto obeso posee una anatomía diferente en este aspecto y es a partir de ello que se generan
alteraciones en su salud y el funcionamiento adecuado de su cuerpo. Se menciona algunos de los
aspectos más importantes de este órgano y su repercusión en la génesis de la obesidad; la leptina
como un regulador de la ingesta de alimentos y el gasto de energía (desproporcionado en el sujeto
obeso) que tiene un efecto positivo sobre la sensibilidad a la insulina, favorece la oxidación de ácidos
grasos y reduce la acumulación de grasa ectópica en tejidos no adiposos, la resistina asociada con
efectos sobre la resistencia a la insulina (importante en la síntesis de lipidos y cuya alteración se
evidencia en sujetos con diabetes posiblemente obesos), la adiponectina que favorece la sensibilidad a
la insulina aumentando el gasto energético y la oxidación de los ácidos grasos, Proteína de unión al
retinol-4 (RBP4) , el angiotensinógeno cuyo efecto se ha estudiado en animales así la sobreexpresión
de angiotensinógeno produce un aumento de esta proteína en la circulación que va acompañada de
hipertensión y aumento de la masa adiposa lo que vincula molecularmente la incidencia de
hipertensión en la obesidad. A partir de estas bases moleculares y hormonales es que ocurren las
alteraciones propias de la obesidad en el tejido adiposo, entre ellas mayor propensión a la resistencia
de la insulina (hipoglucemia, diabetes), mayor liberación de ácidos grasos, inflamación en el tejido y
la acumulación de grasa del tejido adiposo en órganos como hígado, musculo, corazón e islotes
pancreáticos generando alteraciones graves en su funcionamiento. Este proceso se explica con mayor
presición en el gráfico 3.4 Sustratos genéticos de la obesidad

La predisposición de algunos sujetos frente a la acumulación de grasa, metabolismo lento y el


consecuente aumento de peso (en casos excesivo que es exacerbado por un sobre-consumo calórico y
sedenterismo) ha sido explicado mediante la hipótesis del genotipo ahorrador propuesta por James
Neel (1962) basada en estudios sobre la diabetes mellitus y el metabolismo de la insulina, se trata de
una perspectiva evolucionista donde se menciona la suceptibilidad a la obesidad como una
adaptación del ser humano con procesos que fomentan el ahorro energético, siendo una característica
útil para la supervivencia que otorgaba la capacidad de resistir largos períodos sin alimento y que
requerían alta actividad física, de esta forma se lograba regular el gasto energético para prevenir la
inanición que por su eficacia biológica representarian estrategias fijadas hasta hoy en el genoma.
Las condiciones actuales de sedentarismo y disponibilidad de todo tipo de alimentos añadidas a las
predisposiciones genéticas parte de un genotipo específico podrían ser las responsables del
57

aparecimiento de la obesidad donde esta condición que un día fue útil para la supervivencia se ha
convertido en una característica en contra predisponente a la obesidad. (Zafon Llopis, 2010)

Tomando en cuenta la complejidad de esta enfermedad es difícil otorgarle una sola causa, su etiología
está influenciada por factores genéticos, ambientales, psicológicos, sociales y neurológicos por lo que
deben ser tomados en cuenta. La influencia de los factores genéticos en el desarrollo de la obesidad,
ha sido estudiada a través del estudio de síndromes y desórdenes monogenéticos, estudios en familias
y gemelos idénticos con los cuales se ha logrado estudiar mecanismos de regulación de energía y
además concluir que del 40% al 70% de la variación en la adiposidad se debe a factores genéticos.
(Lazo de la Vega- Monroy & Fernández-Mejía, 2010). Estos autores mencionan los tipos de obesidad
desde una etiología genética:

a. Obesidad monogénica. Que se expresan como mutaciones en genes que codifican algunas proteínas
que participan en la regulación del apetito. Principalmente en el gen de leptina que causa
decrecimiento en su producción generando hiperfagia y obesidad severa de inicio temprano; Receptor
de leptina (LEPR) cuyas mutaciones causan obesidad mórbida de manera temprana, además de una
reducción en la secreción de hormona del crecimiento, tirotropina y una falta de desarrollo en la
pubertad; Pro-opiomelanocortina (POMC) cuya mutación afectan su traducción o su síntesis de sus
derivados,que resultan en un fenotipo obeso con deficiencia en la ACTH y pigmentación rojiza del
cabello; Prohormona convertasa 1 (PC1) mutación caracterizada por obesidad infantil extrema,
homeostasis anormal de glucosa, hipogonadismo hipogonadotrópico, hipocortisolismo y niveles
elevados de POMC y proinsulina, pero bajos niveles de insulina;Receptor de melanocortina 4
(MC4R) mutación que genera un incremento en la adiposidad y el crecimiento, las mutaciones
autosómicas dominantes para este gen son las causas más frecuentes de obesidad monogénica,
presentes en el 1% al 6% de la obesidad severa y temprana en distintas poblaciones.
b. Obesidad sindrómica.Donde la obesidad se expresa como parte de un fenotipo expresado cuando
existen anormalidades cromosómicas autosómicas o ligadas al cromosoma x, se asocia
frecuentemente con retraso mental ó anormalidades en el desarrollo de órganos. Se han asociado más
de 30 síndromes a anormalidades genéticas entre los más comunes el Síndrome de Prader Willi, el de
Barder-Biedl y el de Arstrom; junto con otras enfermedades y síndromes: Acondroplastia,
osteodistrofia hereditaria de Albright, síndrome de ovario poliquístico, síndrome mamario Ulnar,
Herencia autosomica recesiva y dominante. (Meléndez, 2008)
c. Obesidad poligénica u obesidad común. Que como un conjunto de genes presentes en un individuo
pueden influir como factor de riesgo para desarrollar obesidad, han sido identificados en familias con
fenotipo obeso y tienen que ver con mecanismos de regulación del apetito, la ingesta y la acción de la
insulina; además de genes causantes de obesidad monogénica y las funciones del tejido adiposo.
58

Es cierto que surgen alteraciones a nivel endócrino y metabólico que conviven con la obesidad, pero
más que causales de obesidad pueden ser consideradas consecuencias de la obesidad por el tipo de
alimentación y los cambios químicos que esta genera en el cuerpo. La visión médica resulta útil
cuando se busca comprender los procesos fisiológicos que se generan en el organismo de un sujeto
obeso además de proponer alternativas radicales cuando así se requiere, sin embargo también se debe
recordar que esa concepsión positivista de suponer a la obesidad como efecto del comer
excesivamente nada más está obsoleta y en este caso generar alternativas como la cirugía baríatrica
sin considerar las variables de fondo que han llevado a una persona al consumo excesivo de comida
no basta para generar cambios reales y ha sido documentado el fracaso de intervenciones donde no se
ha hecho verdaderas evaluaciones sobre el estado de la psiquis del individuo obeso tomando en cuenta
la complejidad que representa esta enfermedad multifactorial.
59

Figura 3.6 Cambios moleculares que ocurren en la obesidad.

Ingesta de alimentos con Aumento de Favorece expresión de


alto contenido calórico producción de insulina factores transcripcionales
(grasas-azúcares)

SREBP1-c. Principal ChREBP en dietas altas en


promotor de enzimas glucosa
lipogénicas.

Aumenta la presencia de
triacilgliceridos en la sangre

Mayor síntesis de lípidos que aumenta el


almacenamiento de triacilgliceridos.

Adipositos aumentan de tamaño= ALTERACIONES EN EL TEJIDO


adipositos hipertróficos ADIPOSO

Adipositos
rodeados por
Mayor propensión Liberan más Infiltración de macrófagos y macrófagos
da la resistencia de ácidos grasos adiposinas pro -inflamatorias muertos
insulina

Menor llegada de Aumenta la


ACUMULACIÓN DE GRASA sangre a células producción de leptina
FUERA DEL TEJIDO adiposas
ADIPOSO (HÍGADO,
MÚSCULO, CORAZÓN,
ISLOTES PANCREÁTICOS. Su transporte es ineficiente
Hipoxia en tejido y hay reducción en se
adiposo atenúa la sensibilidad de las
Daña funcionamiento de células hacia ella
las células.
Acumulación de
adipositos y
macrófagos muertos RESISTENCIA A LA
INSULINA Y DISMINUYE
SU EFECTO COMO
INHIBIDOR DE APETITO
PROCESOS
INFLAMATORIOS
60

3.3 Psicopatología prevalente en pacientes con obesidad

La problemática asociada con la obesidad no se limita únicamente al aspecto físico, las


psicopatología en la esfera emocional, de personalidad y otras es frecuente y dado que estos
influencian directamente en la calidad de vida y el entorno en el que se desenvuelve es necesario que
se las entienda tanto como causas, complicaciones o enfermedades intercurrentes y efectos de la
vivencia propia de la obesidad además de que se cataloga a la obesidad como un estigma social que
reduce las oportunidades laborales y sociales; (Lazarevich y otros, s.f.) además se considera a las
personas con obesidad mórbida como psicológicamente diferentes ya que esta enfermedad se asocia
directamente con consecuencias psicosociales debilitantes como depresión, ansiedad y baja
autoestima (Tamayo & Restrepo, 2014). Por ejemplo Brunch, (1966) habla de esta relación donde el
tamaño corporal excesivo es el síntoma observable o la manifestación de los conflictos internos que
atraviesa la persona con obesidad. Las principales psicopatologías relacionadas con la obesidad
también dependen del grupo al que se este estudiando, sin embargo numerosos estudios comparativos
y descriptivos hablan principalmente de la presencia de ansiedad, estrés y depresión, de manera
mmenos frecuente aparecen alteraciones en la imagen corporal, el autoestima, de personalidad y la
sexualidad, trastornos alimentarios, entre otros. La obesidad infantil vista como una problemática
física cada vez más frecuente, ha despertado el interés investigativo en torno a lo que significa la
presencia de ciertas psicopatologías, a partir de lo cual después de analizar niños entre 5 y 16 años con
obesidad crónica se encontró alta prevalencia de trastornos psiquiátricos, como el trastorno
negativista desafiante (Mustillo y otros 2003) en ambos sexos y el trastorno depresivo en varones.
Además como ya se menciono otros autores establecen la presencia de ansiedad en 55% de los casos;
en estudios de Vila y otros (2004), se asocio los frecuentes desórdenes mentales en niños obesos a la
presencia de psicopatología en los padres. Por la influencia directa de los padres y el hecho de que es
en el hogar que los niños aprenden sus prácticas alimentarias es útil incluir en el tratamiento y la
evaluación de la problemática obesidad a los padres y el entorno inmediato en el que se desenvuelve.
Estudios hechos al respecto hechos por Calderón, Forns, & Varea (2010) hablan de la correlación
entre dificultad de peso, indices altos de ansiedad y de depresión con problemática coexistente como
problemas de conducta y mayor psicopatología, mencionan que niveles altos de ansiedad y depresión
conllevan mayor riesgo de desarrollar trastornos de alimentación como bulimia o sindrome de
sobreingesta.

La obesidad en la población adolescente representa también alteraciones en salud mental como


menciona Brito y otros (2000) citado por Villaseñor, Ontiveros, & Cárdenas (2006) en un estudio
comparativo en adolescentes y adultos jóvenes de 15 a 21 años de edad se halló una mayor tasa de
padecimientos psiquiátricos en aquellos pacientes obesos, entre los que destacan: trastornos de
ánimo, ansiedad, alteraciones de la conducta alimentaria con pérdida de control, trastornos somáticos.
61

Otras investigaciones en torno a obesidad, ansiedad y depresión hechas por Ahlborg y otros (2002)
encontraron una relación positiva entre obesidad abdominal en hombres e índices de depresión y
ansiedad insinuando una asociación fisiológica entre estrés prolongado, niveles de cortisol altos que
estimularían la ingestión de alimentos, aumento de la grasa conjuntamente con la presencia de niveles
altos de depresión.

Un grupo de estudio de interés en lo que respecta a la obesidad es el asociado con la cirugía bariátrica
donde por ejemplo Delgado y otros (2002) encontraron antecedentes de depresión en un 37% de la
población candidata a la cirugía estudiada que se ha asociado con alta prevalencia de obesidad
82.5% como antecedente familiar conjuntamente se estableció la presencia de trastornos de la
conducta alimentaria como ingesta compulsiva y consumo excesivo de carbohidratos. Este patrón
psicopatológico también aparece en pacientes que ya han sido sometidos a cirugía bariátrica
principalmente trastornos que conllevan altos niveles de impulsividad entre ellos trastornos afectivos,
de ansiedad, trastorno compulsivo de la conducta alimentaria, anorexia nervosa, bulimia nervosa y
dependencia de alcohol, estos hallazgos pueden ser el resultado de una respuesta a la naturaleza
restrictiva de la cirugía como tal generando cambios demasiado bruscos en los hábitos por muchos
años establecidos en la vida la persona. Voznesenkaya y Vein (2002) también hallan esta correlación
al demostrarque 60% depersonas obesas expuestas al estrés psicológico sufren hiperfagia como una
forma patológica de defensa, acompañada de personalidades inmaduras, con rasgos ansiosos y
depresivo; y en esta misma línea correspondiente a cambios en la conducta alimentaria en los
pacientes obesos también se menciona a los trastornos compulsivo y nocturno de la conducta
alimentaria, bulimia nervosa y trastorno alimentario no especificado como una comorbilidad con alta
prevalencia en los sujetos con obesidad como factores que contribuyen a la causa, mantenimiento o
recaída de la obesidad, que al mismo tiempo se asocia con niveles altos de ansiedad.( Lazarevich y
otros, (s.f))

Comúnmente se menciona los efectos positivos de someterse a un procedimiento quirúrgico para bajar
de peso, es necesario establecer algunos de los efectos negativos de este en el estado de ánimo del
sujeto obeso tomando en cuenta que tras los cambios fisiológicos y consecuentemente una obligada
reducida ingestión suele aparecer la “depresión dietética” nombrada por Villaseñor, Ontiveros, &
Cárdenas (2006) dado que se ha demostrado los efectos de la comida en el cerebro al generar aumento
de serotonina y la consecuentemente establece una sensación de bienestar en quien se ha
acostumbrado a comer grandes cantidades de alimento para mejorar su estado de ánimo; este síntoma
afecta directamente a la adherencia al tratamiento de la obesidad siendo que aparecen ciclos de
pérdida-ganancia de peso donde el estado afectivo negativo disminuye el interés en el tratamiento y en
mantenerse apegado a las recomendaciones necesarias para conseguir este objetivo. En este ámbito es
necesaria una estrategia preventiva- investigativa de la presencia de algún trastorno emocional que
62

influya en la adherencia al tratamiento y de igual manera un abordaje interdisciplinario que contribuya


al manejo de síntomas psíquicos, sociales y físicos incluida la posibilidad de predecir los efectos de
los cambios de hábitos como las dietas hipocalóricas.

Tamayo & Restrepo, (2014) mencionan también la presencia de trastornos de estado de ánimo como
parte de la psicopatología característica del sujeto con obesidad, específicamente nombra la alexitimia
como un estilo cognitivo en el que se hace difícil verbalizar y discriminar entre sentimientos, esta
patología puede influir en el desarrollo de trastorno por atracón donde el paciente consumirá
ávidamente alimentos para mitigar estados emocionales negativos, además se relaciona con niveles
altos de neuroticismo y niveles más bajos de extraversión y apertura (Carano y otros, 2006; Pinna y
otros, 2011; Hosseinzade, Azizi, Mosazade, & Nikamal, 2013).

En menor grado podemos establecer la presencia de algunas alteraciones psicológicas en torno a la


obesidad, en lo relacionado con la imagen corporal que supone la representación propia del cuerpo en
cuanto a tamaño, contorno y forma junto con los sentimientos que genera (Slade, 1994 citado por
Silvestri & Stavile, 2005) así se indica que existe una imagen corporal distorsionada en cuanto a la
forma concretamente en el tamaño corporal existiendo infravaloración de las verdaderas dimensiones,
junto con alteraciones de la percepción interoceptiva donde hay dificultad en discriminar los registros
de hambre saciedad y finalmente la expresión de una excesiva preocupación (incentivada por
perjuicios sociales) por su atractivo físico así como la conducta que lo ha hecho llegar a esas
proporciones expresándose como retraimiento o exclusión social. Silvestri & Stavile (2005),
mencionan trastornos de la sexualidad formuladas en cuanto a insatisfacciones sexuales que se pagan
comiendo y miedo a las relaciones sexuales que se dificultan engordando, ambas a nivel inconsiente
manifestados como conductas secundarias que le llevan al sujeto obeso a mantenerse en un ciclo hasta
adictivo que se perpetua con el mantenimiento de conductas de ingesta compulsiva.

La alta prevalencia de psicopatologias relacionadas con la obesidad y al mismo tiempo aquellas que
generan alternativas de tratamiento, generan una perspectiva ambivalente en el sujeto obeso que
quiere cambiar su calidad de vida; esto despierta el interés en la realización de planes terapeuticos que
incluyan una etapa de evaluación psicológica y psiquíatrica con las cuales se pueda trabajar de manera
preventiva y si es necesario como un tratamiento conjunto al de la obesidad incluyendo las
manifestaciones negativas incluidas en su tratamiento, siendo que, el fracaso de los tratamientos para
mitigar la obesidad han tenido que ver con un enfoque unifactorial comprendiéndola como causa
efecto del comer por lo que no deben dejar de lado los aspectos emocionales, cognitivos y relacionales
que subyacen esta problemática es impresindible indagar profundamente en la raíz del trastorno para
llegar a las conclusiones verdaderas acerca de la motivación esencial del paciente para mantenerse en
condiciones de peso excesivo que afectan su salud mental y física, por esta razón muchas veces un
63

tratamiento psicológico junto al equipo interdisciplinario puede representar la diferencia en el éxito o


fracaso de este tipo de abordaje.

3.4 Cirugía Baríatrica

Siendo que la efectividad de programas preventivos, no quirúrgicos no han mostrado efectos positivos
en la pérdida de peso o son únicamente temporales se ha establecido al tratamiento quirúrgico como
una de las alternativas más usadas en caso de problemas de peso asociados con obesidad mórbida y
superobesidad, dislipidemias, diabetes o hipertensión, la cirugía o en las que otros tratamientos no han
sido efectivos. Este término se refiere a “la manipulación de un órgano normal o de un sistema
orgánico para lograr un objetivo metabólico” (Buchwald ,2010,p 506) en este caso la disminución de
peso . Los procedimientos que encierra esta alternativa son resultado de muchas experimentaciones
quirúrgicas con resultados positivos y negativos entendiendo que se ha logrado la reducción de peso
pero que conjuntamente han existido complicaciones que llegan a la muerte del paciente. Se ha
documentado esta evolución a partir de la cual se determinaron cuatro categorías de cirugía
bariátrica: procedimientos malabsortivos, malabsortivos/ restrictivos, restrictivos y otros cuya función
debe ser tomada en cuenta en torno a estos 8 puntos mencionados por Buchwald (2011) en cuanto a
lo que significa coste/beneficio de la eficacia de pérdida de peso: duración de la pérdida de peso
obtenida, mortalidad operatoria, morbilidad perioperatoria, morbilidad y mortalidad a largo plazo,
calidad de vida lograda, carga económica del procedimiento y reversibilidad para poder otorgar un
tratamiento seguro ante una potencial catástrofe iatrogénica. Tomando en cuenta que la cirugía
baríatrica influye directamente en el peso, ya que representan cambios a nivel de absorsión de
sustancias y tamaño estructuras del sistema digestivo que se encargan de esta función espeíficamente
encontramos que como señala Buchwald ( 2011), la malabsorción creada intencionalmente
observada en la derivación de la ingesta de alimentos y la reducción de las superficies digestivas /
absortivas puede causar desequilibrio en el nivel adecuado de nutrientes, se debe realizar evaluaciones
nutricionales durante el proceso de cirugía al que se someten los pacientes. Todos los procedimientos
mencionandos dan como resultado la pérdida de peso en el sujeto obeso, a pesar de ello, autores como
Brays & Bouchard, (2011), mencionan un fracaso en el 5% de pacientes sin que exista una causa
anatómica resultado del procedimiento quirúrgico en sí, dado que ciertos pacientes logran superar la
naturaleza restrictiva o malabsortiva de los procedimientos bariátricos repitiendo patrones de
conducta alimentaria negativos para la cirugía como el consumo frecuente de bebidas y alimentos con
altos niveles calóricos. Pacientes que poseen enfermedades como diabetes, hiperlipidemias,
hipertensión y apnea obstructuva del sueño estan en un grupo de mayor riesgo en cuanto a mortalidad
relacionada con el someterse a cirugía bariatrica, no obstante estos no son los únicos factores que
inciden,existe interés además en el factor humano e infraestructura al evaluar los riesgos de someterse
a esta práctica. Los resultados de la cirugía bariátrica son evidentemente favorables en la pérdida de
peso, además de los resultados en la disminución de comorbilidades como diabetes mellitus tipo 2,
64

hipertensión, dislipidemia, asma, reflujo gastroesofágico, alteraciones de la respiración en el sueño y


depresión y como conjunto se obtendrá resultados optimistas en la esperanza de vida y la
disminución de mortalidad en pacientes con obesidad que se someten a estos procesos. Tras la
revisión de la literatura se establece que en la actualidad en Europa y Estados Unidos el proceso más
recomendado en este tipo de procedimiento quirúrgico es la banda gástrica ajustable laparoscópica por
sus efectos y la poca evidencia de efectos secundarios que conlleva. Y a partir de los resultados
positivos que genera el someterse a la cirugía Baríatrica es significativo que los profesionales de la
salud física y mental se tracen como objetivo principal el mejorar la calidad de vida de estos pacientes
en sus entornos psicosocial, económico, mental y físico para lograr su inserción de forma funcional en
la comunidad, haciendo la valoración adecuada del tipo de procedimiento y el pronóstico de cada caso
en particular. Los criterios de selección para la realización de la cirugía bariátrica establecidos por la
Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y de la Sociedad Española de Cirugía de
la Obesidad (SECO) en 2004 son los indicados en la tabla 3.6, estos criterios son similares a los
establecidos como parte del protocolo dentro del Hospital “Carlos Andrade Marín” a los pacientes que
aspiran a realizarse la cirugía bariátrica, muchas de ellas derivadas por otras áreas del hospital
sabiendo que existen comorbilidades graves.

Durante la realización de las prácticas pre-profesionales se logró tener acceso a la población aceptada
como candidato idóneo para realizarse la cirugía bariátrica y aquella que busca ser aceptada, de esta
forma se convivió directamente observando la problemática y particularmente la evaluación y
seguimiento que se les realiza a estos pacientes; a partir de ello se logra establecer cuáles son los
protocolos a seguir dentro del área de Cirugía General específicamente aquellas personas con
obesidad consideradas para tratamiento quirúrgico. Se trata de un trabajo interdisciplinario en el que
se desarrollan varías estrategias en busca de resultados óptimos con el consentimiento adecuado y la
evaluación por parte del personal de los que se derivan los siguientes criterios:

I. Presencia de Obesidad mórbida (IMC mayor de 40 kg/m2), el cual deberá disminuir hasta
aproximadamente 35 o 36 kg/m2, esto como una fase preparatoria en donde se evalúa la capacidad
para adecuarse a nuevos hábitos alimenticios ya que a partir del seguimiento nutricional con
indicaciones específicas en la dieta se busca la adaptación y al mismo tiempo busca reducir el riesgo
operatorio por el excesivo peso corporal.
II. Conjuntamente se realiza el trabajo interdisciplinario de evaluación, a medida que se cumplan con
determinados objetivos de manera secuencial el paciente podrá recibir el pase para realizarse la
cirugía.

Este proceso consta de tres fases preoperatoria, operatoria y posoperatoria, cada una de ella con sus
respectivas indicaciones.
65

1.Fase preoperatoria: Evaluación por parte del personal de salud en diferentes ámbitos, así se evalúa
comorbilidades graves que puedan constituir mayor riesgo para la intervención para su respectivo
tratamiento, en cuanto a salud mental se evalúa que el candidato sea idóneo y que no posea
características de personalidad o conductas perjudiciales para la cirugía bariátrica como trastorno del
control de los impulsos, trastornos alimentarios o retraso mental que incapacitaría a la persona a
cumplir con las “reglas” acordadas.

Conjuntamente se realiza una evaluación-seguimiento del estado nutricional del paciente así como los
comportamientos alimentarios, indicando un plan dietético específico en cada caso, aquí se realizaran
pesajes mensuales para evidenciar la pérdida o aumento de peso y las estrategias a utilizarse según
sea el caso.

Se realiza seguimientos médico, psicológico y nutricional constante para identificar problemáticas y


trabajarlas hasta llegar al IMC esperado considerado como una “meta” a través de la que se logrará
recibir un pase quirúrgico para realizarse la cirugía de manera que se hospitaliza al paciente por lo
menos un día antes para evitar complicaciones y se analiza la mejor técnica en cada caso.

2. Fase Operatoria: Responsabilidad del personal médico de cirugía general donde habitualmente en la
historia del HCAM se ha usado bypass gástrico, manga gástrica o inserción de un balón intragástrico
como forma de habituarse a los nuevos hábitos o para corroborar la idoneidad de ciertos pacientes.

3. Fase Posoperatoria: en la que mayormente participan las áreas de psicología y nutrición,


considerando los cambios en la imagen corporal así como efectos secundarios en cuanto a estado de
ánimo se trabaja regularmente con estos pacientes hasta obtener estabilidad en su salud mental; en el
ámbito nutricional se evalúa la existencia de déficits o complicaciones para realizar los cambios
necesarios. De esta forma el paciente posoperatorio debe asistir de manera más ocasional a consulta
hasta 3 años después de la cirugía
66

Criterios de selección de la cirugía bariátrica en pacientes con obesidad mórbida


• Edad: 18-55 años.
• IMC: ≥ 40 kg/m2 o ≥ 35 kg/m2 con comorbilidades mayores asociadas, susceptibles de mejorar tras
la pérdida ponderal.
Que la obesidad mórbida esté establecida al menos 5 años.
• Fracasos continuados a tratamientos conservadores debidamente supervisados.
• Ausencia de trastornos endocrinos que sean causa de la obesidad mórbida.
• Estabilidad psicológica: - Ausencia de abuso de alcohol o drogas.
• Ausencia de alteraciones psiquiátricas mayores (esquizofrenia, psicosis), retraso mental, trastornos
del comportamiento alimentario (bulimia nerviosa).
• Capacidad para comprender los mecanismos por los que se pierde peso con la cirugía y entender
que no siempre se alcanzan buenos resultados
. • Comprender que el objetivo de la cirugía no es alcanzar el peso ideal.
• Compromiso de adhesión a las normas de seguimiento tras la cirugía.
• Consentimiento informado después de haber recibido toda la información necesaria (oral y escrita).
• Las mujeres en edad fértil deberían evitar la gestación al menos durante el primer año poscirugía.
Figura 3.7 Criterios de selección del paciente para someterse a cirugía bariátrica

Fuente: Documento de consenso sobre cirugía bariátrica. (Rubio, y otros, 2004,p. 226)

3.4.1 Componentes conductuales en la cirugía bariátrica

La cirugía bariátrica como tal representa un cambio en hábitos y conductas de quien busca reducir su
peso corporal, pues la persona de alguna forma se ve obligada a mantener un régimen alimentario y
especificaciones en cuanto a lo que puede o no comer, recibiendo a cambio efectos positivos como la
mejoría de problemas de salud, una mejor imagen corporal que consecuentemente genera mejor
autoestima e interrelación social; o al contrario si no cumple con estos requisitos se le llamará la
atención con lo que el tiempo de espera para acceder al procedimiento se alarga o se lo cataloga como
un paciente no apto.

Más concretamente existe dentro de la gama de procedimientos bariátricos uno que ejerce efectos
negativos como malestar físico si no se respetan las reglas en su uso, promoviendo hábitos adecuados
para evitar sensaciones negativas, es decir hablamos de un método conductual de castigo que obliga a
quien lo utiliza a seguir las indicaciones o recibir un “castigo”. Se trata de la Banda gástrica ajustable
laparoscópica (BGAL) que ha sido creada a partir de los nuevos descubrimientos en torno a la
fisiología de la ingesta, saciedad, apetito y las respuestas hormonales tras estas, es una banda colocada
justo debajo de la unión esofágica a la que se le inyecta laparoscópicamente solución salina cuyos
niveles son determinados por la pérdida de peso y la aparición de síntomas. La BGAL actúa en 3
67

mecanismos que regulan estos procesos fisiológicos del hambre- saciedad mismos que menciona
O´Brien (2011), la inducción de la saciedad como principal mecanismo donde se reduce el interés
por los alimentos y se disminuye el apetito, la saciedad temprana donde se logra la sensación de
saciedad después de una pequeña cantidad de alimento en la que se entrena al paciente a no comer
más de 3 veces al día y en una misma porción indicada por el nutricionista y la aversión que
conjuntamente a los dos procesos anteriores, si no son cumplidos tal como se recomienda surte
efectos negativos ya que el ingerir alimentos como carne roja o pan fresco suelen quedarse en la parte
baja del esófago siendo necesario vomitar o regurgitarlo, o el comer demasiado rápido grandes
cantidades de comida también genera este malestar, estos son ejemplos de conductas típicas en el
paciente obeso: comer exageradamente rápido, cantidades abundantes y alimentos altamente
calóricos. A partir de la investigación de esta serie de efectos negativos surtidos tras la no adecuada
adherencia a las recomendaciones se ha establecido 8 reglas para los cuidados y la evitación de
malestares como los mencionados anteriormente. De esta forma se recomienda como menciona
O´Brien (2011), p. 541

Comer 3 o menos veces al día.


No comer nada entre comidas principales
Comer despacio y parar cuando ya no se tenga hambre
Centrarse en alimentos adecuados
Evitar líquidos con alto contenido calórico.
Ejercicio durante al menos 30 minutos al día
Permanecer activo durante el día
Siempre estar en contacto con el médico tratante.

Así queda claro que el componente conductual forma parte de estos procedimientos, sobre todo a
nivel de entrenamiento en habilidades deseadas como el autocontrol sobre las comidas que se ingiere
y la capacidad de planificación en los horarios de alimentación, lo cual se busca lograr a través de la
obtención de recompensas o castigos, ya que como se observa si no se cumple con las indicaciones las
consecuencias negativas a nivel físico generan un condicionamiento a cumplir con las indicaciones en
busca de que el castigo (a nivel del sistema digestivo como vomito, dolor abdominal, diarrea,
meteorismo entre otros) no se repita. A partir de ello también se debe mencionar la importancia de la
evaluación de constructos de la personalidad como la impulsividad en quienes buscan realizarse este
procedimiento buscando determinar si podría o no adaptarse a la autorregulación, así como evitar
atracones de comida o picoteo, para la obtención de resultados positivos y evitar complicaciones
graves ya mencionadas
68

MARCO METODOLÓGICO

HIPÓTESIS

H1. “Los pacientes con obesidad parte del programa de cirugía bariátrica presentan impulsividad”.
H2. “La conducta alimentaria del paciente obeso depende del tipo de impulsividad que presenta”.

Definición Conceptual

Impulsividad: Barratt y otros investigadores la describen como la predisposición a realizar acciones


rápidas y no reflexivas en respuesta a estímulos internos y/o externos a pesar de las consecuencias
negativas que podrían tener éstas tanto para la misma persona como para terceros. (Barratt, Stanford,
Kent, & Felthous, 1997, citado por Squillace, Picón, & Schmidt, 2011)

Conducta alimentaria: entendida como una expresión del comportamiento normal y está relacionado
con los hábitos de alimentación, la selección de alimentos que se ingieren, las preparaciones
culinarias y las cantidades ingeridas de ellos (Osorio, Weisstaub, & Castillo, 2002) que además
fisiológicamente se determina por señales de hambre y saciedad, las diferencias en cuanto a mayor o
menor ingesta en el ser humano tienen un componente cognitivo, social y ambiental.(Castonguay,
1984 citado Bell & Rolls, 2003)

Definición Operacional

Variables Indicadores Medidas Instrumentos


Impulsividad Motora Sin impulsividad Escala de Impulsividad de
Impulsividad Cognitiva Baja Barratt, onceava versión
Impulsividad
Impulsividad No Media (BIS-11)
planificada Alta
Hábitos alimentarios Encuesta sobre
relacionada con comportamientos alimentarios
impulsividad motora relacionados con impulsividad
Elección de alimentos en casos de obesidad.
relacionada con Baja (ECAIO).
Comportamientos
impulsividad cognitiva Media
Alimentarios
Horarios y auto Alta
cuidado del cuerpo
relacionados con
impulsividad No
planificada
69

Tipo de Investigación

Correlacional: se trata de una investigación correlacional ya que se identificó la relación existente


entre las dos variables de estudios (impulsividad y conductas alimentarias) de los pacientes con
obesidad pertenecientes al programa de cirugía bariátrica; conjuntamente se realizo el trabajo
descriptivo de cada una de las variables determinando a través de los instrumentos aplicados los
niveles de impulsividad y los comportamientos alimentarios típicos en esta población mismo que
contribuyó a determinar esta relación.

Diseño de la investigación

No experimental: se habla de una investigación no experimental puesto que esta se limitó a la


recolección de información a través de los instrumentos aplicados a los pacientes, esto sin someter a
ningún cambio de ambiente o entorno a los estudiados, la manipulación de las variables de manera
intencional para observar reacciones en esta investigación es nula.

Población y muestra

Investigación realizada dentro del área de consulta externa de psicología perteneciente a Cirugía
General, destinada para la evaluación, seguimiento y tratamiento de pacientes parte del programa de
cirugía bariátrica del Hospital “Carlos Andrade Marín” quienes buscan realizarse un tratamiento
quirúrgico para la obesidad puesto que han sido diagnosticados y derivados por otras áreas ya que
manifiestan antecedentes de complicaciones médicas, son atendidos inicialmente por el área de
Cirugía General donde se ha establecido la posibilidad de realizarles este procedimiento.

Se trata de pacientes con obesidad grado 2 y 3, hombres y mujeres, cuyas edades se encuentran en un
rango de 18 y 60 años, su grado de escolaridad es variado y de igual manera su estatus socio-
económico de tal forma que este no ha constituido un criterio de exclusión para la investigación.

Diseño de la muestra: no probabilística ( U aprox. 1180 ptes. en 6 meses)


El criterio de exclusión propuesto es que sean pacientes que anteriormente no hayan tenido
intervenciones quirúrgicas para bajar de peso ya que el previo conocimiento del procedimiento como
tal podría influenciar en sus comportamientos alimentarios normales, por lo tanto esta muestra se
constituyo por pacientes ambulatorios en etapa de evaluación por parte de los servicios de cirugía
general, nutrición y psicología para establecer su idoneidad frente a este proceso, o que han sido
aceptados y se encuentran en la etapa previa a la operación.

Tamaño de la muestra: considerando la población que es atendida en la consulta de psicología


durante el mes de marzo- abril de 2015 es decir 180 personas, de las cuales por cuestiones propias de
la institución (cancelación de citas) o parte de los mismos pacientes (no asistencia a la consulta por
70

diversos motivos) se alcanzó un total de 128 pacientes, que además se les realizó una historia clínica
psicológica y seguimiento durante los meses de prácticas pre-profesionales en los que se pudo tener
acceso a la población lo que contribuyó a conocer más la problemática de estos pacientes más allá de
lo que evidenciamos en la medición con reactivos psicológicos.

Técnicas e Instrumentos

Técnicas
 Observación clínica
 Entrevista clínica
 Evaluación y exploración psicológica
La evaluación observacional y clínica constituyó uno de las principales estrategias para conocer más
profundamente la dinámica de los pacientes y sus conductas, no solo en torno a impulsividad y
comida sino también lo incluido en su cotidianeidad, los problemas emocionales; así como los
progresos y retrocesos propios de mantenerse en un régimen alimenticio restrictivo requeridos por
parte de los médicos para acceder a la cirugía bariátrica; y se puso en práctica durante la entrevista
clínica, la aplicación de instrumentos y durante el seguimiento en los casos que se pudo acceder a los
sujetos.

Durante la primera consulta se realizó la historia clínica de cada paciente que concurre a la consulta
de psicología como parte del programa de cirugía bariátrica, bajo la guía de la profesional psicóloga
encargada del área, se procuro indagar en aquellos puntos relacionados con el comportamiento
alimentario y las causas de la obesidad, y a cada paciente entrevistado se le asignó el correspondiente
turno para el mes subsecuente donde se aplica los reactivos. Con aquellos pacientes a los que se tiene
acceso se continuó con el seguimiento y evaluación de avances y dificultades que se presentaron lo
que ayudó a la contrastación de información estadística obtenida mediante los instrumentos aplicados
para la interpretación de resultados. Todo esto se realizó conjuntamente con la supervisión de la
psicóloga clínica encargada de este grupo de pacientes.

Instrumentos
Ambos instrumentos fueron aplicados a la totalidad de la población investigada (128 pacientes parte
del programa de cirugía bariátrica); a partir de la segunda cita asignada por parte del servicio de base
(psicología) durante el período marzo-abril 2015 a quienes con anterioridad se les realizo una historia
clínica psicológica. Se explicó la finalidad de la aplicación de cada instrumento y se solicitó la
colaboración de cada paciente.
71

1. Escala de Impulsividad de Barratt. 11ª versión. (BIS-11).


En la presente investigación se utilizó la versión en español adaptada y validada por Oquendo en
2001. Es un instrumento diseñado y revisado por Ernest S. Barratt y sus colaboradores en 1995, se
propuso para medir los niveles de impulsividad presentes en adultos, está compuesto por 30 items a
través de los que se evidencian 3 diferentes tipos de impulsividad: motora, atencional y no
planificada; ha sido ampliamente utilizada en la investigación clínica. Fue elegida como un
instrumento para la recolección de datos relacionados con impulsividad, por sus propiedades
psicométricas de validez y confiabilidad ampliamente probadas, además de que esta escala se ha
aplicado en casos de adicciones, y conductas antisociales o perjudiciales para la salud como el
tabaquismo. Se tomó en cuenta este punto de encuentro como aspecto conductual de la impulsividad
en el que se pierde el control sobre lo que se come llegando a una obesidad extrema generando efectos
negativos para la salud. Aunque no tiene un punto de corte establecido por sus autores Stanford y
otros (2009) señalan que en previos estudios han usado el puntaje de 74, el cual es una desviación
estándar por encima de la media reportada en Patton et al. (1995), para designar que un individuo
posee alta impulsividad, este criterio fue utilizado para la determinación del puntaje de impulsividad
global. Al calificar los factores de impulsividad que han sido más relevantes para esta investigación se
utilizo los puntos de corte que se mencionan en la tabla 3.1. El reactivo se aplicó individualmente a
cada paciente previo a su cita en psicología dentro de la sala de espera del área de cirugía general
donde se dispone de silencio y espacio adecuado para la evaluación. Inicialmente se explicó las
instrucciones para su aplicación, se disipó cualquier duda por parte del investigado y se asignó 15
minutos para completar el instrumento; a los pacientes que se encontraban acompañados se les pidió
que se acercaran de manera individual.

Las instrucciones de aplicación en la versión en español realizada por Oquendo (2001) son las
siguientes:

“Instrucciones: Las personas son diferentes en cuanto a la forma en que se comportan y


piensan en distintas situaciones. Ésta es un prueba para medir algunas de las formas en que
usted actúa y piensa. No se detenga demasiado tiempo en ninguna de las oraciones.
Responda rápida y honestamente. (Entrevistador: Lea cada oración al respondiente y marque
la contestación. Si la persona no entiende la pregunta, plantéela de la forma que está entre
paréntesis)”.

Para determinar los resultados de esta investigación se procedió inicialmente a determinar los niveles
de impulsividad reflejados por BIS.-11, con los rangos establecidos por los puntos de corte,
determinando valor máximo y mínimo
72

TIPO DE IMPULSIVIDAD RANGOS ESTABLECIDOS NIVEL DE IMPULSIVIDAD


Impulsividad Motora 0-10 Sin impulsividad
11-20 Impulsividad baja
21-30 Impulsividad media
31-40 Impulsividad alta
Máximo= 40
Mínimo=0
Impulsividad Atencional 0-8 Sin impulsividad
9-16 Impulsividad baja
17-24 Impulsividad media
25-32 Impulsividad alta
Máximo= 32
Mínimo=0
Impulsividad no planeada 0-12 Sin impulsividad
13-24 Impulsividad baja
25-36 Impulsividad media
37-48 Impulsividad alta
Máximo= 48
Mínimo=0

2. Encuesta sobre comportamientos alimentarios que evidencian impulsividad en sujetos obesos.


Esta encuesta se propone como una alternativa para determinar el tipo de comportamiento alimentario
que expresa además un tipo claro de impulsividad en pacientes con obesidad o sobrepeso. El objetivo
de este instrumento es determinar comportamientos alimentarios que reflejen impulsividad, fue
pensado para aplicarse a poblaciones con obesidad y se diseño fundamentado en el enfoque teórico
de Barratt y Stanford (1995) sobre impulsividad, tomando en cuenta que la impulsividad planteado
por este autor como rasgo se evidencia de forma conductual y en el caso de sujetos obesos influencia
el comportamiento alimentario de manera no saludable, de esta forma se pretende determinar si las
conductas alimentarias son o no impulsivas y qué niveles muestra. Se entiende que las conductas
alimentarias impulsivas equivalen a conductas no saludables y afectan el comportamiento alimentario
de los pacientes con obesidad generando dificultad de adaptación cuando se busca la disminución de
peso y adaptación a mejores hábitos. Además se realizó una revisión bibliográfica para determinar los
factores que toman en cuenta otras investigaciones e instrumentos que miden comportamiento
alimentario, esto para la construcción de las preguntas que finalmente fueron seleccionadas y
aplicadas en la presente encuesta, referencias que se indican en el cuadro 0.3

Para determinar la comprensión de los ítems y la correcta estructura propuesta se aplicó el


instrumento a una pequeña muestra de pacientes con características similares y con nivel intelectual
normal (6 personas con cita asignada en un día ordinario de atención) también parte del programa de
cirugía bariátrica; sin que se encuentre dificultad en la comprensión de los ítems. Se procedió a
aplicar el mismo instrumento a la totalidad de pacientes investigados (128), se aplicó conjuntamente
73

con el BIS-11 para evitar que no se logre recoger la información a los mismos pacientes por no
asistencia o cancelación de citas, de igual forma se aplicó individualmente previo a su cita en
psicología en la sala de espera del área de cirugía general. Se explicó las instrucciones para su
aplicación, se disipó dudas por parte del investigado y se asignó 10 minutos para completar el
instrumento; a los pacientes que se encontraban acompañados se les pidió que se acercaran de manera
individual.

Las instrucciones para su aplicación son las siguientes:

 Lea detenidamente cada una de las preguntas que se presentan en la encuesta y establezca las
respuestas más cercanas a su realidad, entendiendo que estas preguntas buscan determinar
sus hábitos y comportamientos alimentarios de forma real y con total objetividad.
 Marque con una x la opción con la que se identifique
 No se permite más de una respuesta

El procedimiento de análisis de resultados se realizó con el programa Microsoft Excel 2010,


conjuntamente con la preparación de la información de manera sistemática en busca de obtener
resultados más claros respecto a las variables planteadas.

1. se determinó niveles de impulsividad a partir del BIS-11 y aquella relacionada con el


comportamiento alimentario de los pacientes
2. se estableció patrones de impulsividad comunes, a partir de las coincidencias de niveles en la
totalidad de la población
3. se estableció la relación de estos patrones con los niveles de impulsividad predominantes reflejados
en el comportamiento alimentario
4. se analizó la frecuencia y porcentaje de cada uno de estos comportamientos junto con los patrones
de impulsividad para establecer las conclusiones y verificación de hipótesis. Se determinó patrones de
impulsividad a partir de los niveles que presenta cada paciente en cada tipo de impulsividad.

Encontrando 22 diferentes patrones de impulsividad, y 13 patrones que comparten más de un


paciente. 7 patrones que presentan coincidencias en los niveles de impulsividad reflejados en el
comportamiento alimentario. De esta forma se establece que los patrones de impulsividad se
relacionan en mayor o menor medida a partir de las coincidencias en niveles de impulsividad en
ambos aspectos. . Los patrones encontrados se mencionan a continuación.
74

Análisis de validez y confiabilidad de los instrumentos

Escala de Impulsividad de Barratt. BSI-11


A partir de la revisión que hace Nicolás Chanín Pinzón (Ph. D. en la Universidad cooperativa de
Colombia) sobre las características psicométricas de la Escala de Impulsividad de Barratt. BIS-11, a
través de su historia y sus orígenes en 2015, logramos aclarar algunos aspectos importantes a tomar en
cuenta en esta investigación.

Es un instrumento de autoreporte al que se le ha dado especial importancia para la medición de


impulsividad en poblaciones adultas en el ámbito clínico e investigativo. Y ha sido ampliamente
utilizada para la medición de la impulsividad en relación con otros factores como: los relacionados
con trastornos en el estado de ánimo (Peluso, Hatch, Glahn, Monkul, Sanches, Najt, Bowden, Barratt
& Soares, 2007), agresión (Rodríguez, Fernández & Abilleira, (2013), déficit de atención e
hiperactividad (Malloy- Diniz, Fuentes, Leite, Correa & Bechara, 2007), juego patológico
(Rodriguez-Jimenez, Avila, Jimenez-Arriero, Ponce, Monasor, Jimenez, Araguees, Hoenicka, Rubio
& Palomo 2006), suicidio (Dougherty, Mathias, Marsh, Papageorgiou, Swann & Moeller, 2004),
delincuencia (Smith, Waterman & Ward, 2006) y trastornos de personalidad (Henry, Mitropoulou,
New, Koenigsberg, Silverman & Siever, 2001; Morgan, Gray & Snowden, 2001; Snowden & Gray,
2011). Además, se ha aplicado en investigaciones relacionadas con adicciones, como tabaco (Skinner,
Aubin & Berlin, 2004), alcohol (Dom, D’haene, Hulstijn & Sabbe, 2006), cocaína (Moeller,
Dougherty, Barratt, Schmitz, Swann & Grabowski, 2001) y éxtasis (Bond, Verheyden, Wingrove &
Curran, 2004). También ha sido parte de investigaciones que evidencian la relación de impulsividad
dentro de la población “normal” por ejemplo en Vitaro y otros (1999) que encuentran alta
impulsividad entre adolescentes que predice delincuencia y ludopatías y el consumo de cigarros
(Fields y otros, 2009). De igual manera se ha usado dentro del estudio de poblaciones clínicas, que
muestran resultados con puntajes altos en población con intentos suicidas y que abusan de sustancias
(Stanford y otros.2009). (Loyola, N., 2011).

Esta es una escala propuesta por Ernest S. Barratt, que ha tenido 11 revisiones, desde la primera en
1959 desde un principio, se utilizaron ítems originales de otras escalas, como la Thurstone
Temperament Schedule y la Guilford-Zimmerman Temperament Survey, luego el proceso se fue,
sobre todo porque se buscaba un instrumento que presentara bajas correlaciones con ansiedad.

En 1965, con un test más elaborado, el BIS-5, se encontraron cuatro factores: velocidad en la
respuesta cognitiva, pérdida de control del impulso, búsqueda de aventura o extroversión y toma de
riesgos (Barratt, 1965, 1994), en los años sucesivos el BIS tuvo otras revisiones
75

En 1983, se hipotetizó que la impulsividad estaba compuesta por tres factores: impulsividad motora,
que implicaba actuar sin pensar, impulsividad cognitiva, que se relacionaba con la toma de decisiones
rápidas, e impulsividad no planificadora, caracterizada por una orientación hacia el presente o una
falta de planificación hacía el futuro. Estas tres escalas se encontraban en la nueva versión del BIS-10,
que poseía 34 ítems: de impulsividad motora, 11 ítems, de impulsividad cognitiva, 11 ítems y de
impulsividad no planificadora, 12 ítems. Los coeficientes de fiabilidad estuvieron entre α = .89 y α =
.92 (Barratt, 1985, 1994); la estructura factorial del BIS-10 presentaba dificultades de replicación,
ante lo cual se realizaron varias investigaciones no publicadas. Uno de los análisis factoriales hechos
arrojó tres factores, el primero, ideo-motor, que contenía ítems de la anterior versión de las escalas
impulsividad cognitiva e impulsividad motora, el segundo, planificación cuidadosa, y el tercero,
estabilidad en el afrontamiento, que combinaba las escalas orientación futura y estabilidad de
afrontamiento en la vida diaria (Barratt, 1994; Parker & Bagby, 1997).

En una adaptación española del BIS-10, lo aplicaron a una muestra de estudiantes universitarios y no
pudieron identificar la estructura de tres factores, y además, hallaron coeficientes de fiabilidad
bastante bajos en todas las escalas, en especial para impulsividad cognitiva (Luengo, Carrillo de la
Peña & Otero, 1991). Sin embargo, otro estudio, que utilizó el BIS-10, sí pudo identificar el factor
impulsividad cognitiva dentro de una solución de 15 factores (Gerbing, Ahadi & Patton, 1987).

Finalmente se realiza una comparación con una nueva versión para revisar la estructura factorial del
BIS-10 y comparar los resultados con la versión designada como BIS-11, en tres muestras: estudiantes
universitarios (N = 412), pacientes psiquiátricos (N = 248) e internos penitenciarios (N = 164) (Patton
et al., 1995). Donde se eliminó del análisis los ítems que tuvieran una baja correlación ítem total o que
no contribuyeran a la diferenciación entre los rasgos extremos de los grupos. Retirando los items 19
(“tengo controles de salud regularmente”), 26 (“camino y me muevo rápido”), 27 (“Resuelvo
problemas con a partir de ensayo error”) y 29 (“hablo rápido”). Con los restantes 30 ítems se llevó a
cabo un análisis factorial exploratorio de componentes principales, y se identificaron seis factores de
primer orden

 El primero, atención, definido como centrarse en la tarea o actividad que se está realizando.
 El segundo, impulsividad motora, definido como actuar pensando en el afán del momento.
 El tercero, autocontrol, definido como planear y pensar con detenimiento.
 El cuarto, complejidad cognitiva, definido como disfrute de actividades que impliquen reto
mental.
 El quinto, perseverancia, definido como un estilo de vida consistente.
 Y por último, el sexto, inestabilidad cognitiva, definido como la tendencia a la distracción
debida a la presencia de pensamientos veloces o intrusivos (Patton et al., 1995).
76

Utilizando rotaciones oblicuas, los factores de primer orden dieron lugar a tres de segundo orden:

El primero, impulsividad motora, con 11 ítems, incluía impulsividad motora y perseverancia. El


segundo, impulsividad no planificadora, con 11 ítems, incluía autocontrol y complejidad cognitiva
(Patton et al., 1995), estos factores se encontraban relacionados con las dimensiones de impulsividad
propuestas por otros autores (Eysenck & Eysenck, 1977).

El tercero, denominado impulsividad atencional, con 8 ítems, comprendía los factores atención e
inestabilidad cognitiva. Este último no fue consistente con el BIS-10, que planteaba el factor
impulsividad cognitiva (Barratt, 1985). El hecho de que los ítems de este último factor tuvieran cargas
en todos los demás factores implica que el proceso cognitivo subyace a la impulsividad en general.
Hay algunas posibles razones que intentan explicar por qué no pudo ser identificado el factor
impulsividad cognitiva. La primera, que el aspecto cognitivo de la impulsividad no existe como tal, ya
que el proceso de pensamiento subyace a todo el rasgo de impulsividad. La segunda, es posible que
los sujetos en este instrumento no puedan medir independientemente el proceso de pensamiento
implicado en la impulsividad (Barratt, 1994; Patton & Stanford, 2011; Patton et al., 1995).

En la actual versión la BIS-11, el constructo planteado como impulsividad motora se mide con las
preguntas 4, 7, 10, 13, 16, 19, 24, 27; impulsividad atencional se mide con las preguntas, 2,6, 9, 12,
15, 18, 21, 23, 26, 29 e impulsividad no planificada se mide con las preguntas 1, 3, 5, 8, 11, 14, 17,
20, 22, 25, 28. Son un total de 30 preguntas cuyas respuestas pueden ser respondidas con las opciones
tipo Likert (1 = Nunca o raramente; 2 = de vez en cuando, 3 = a menudo y 4 = siempre o casi siempre)
en donde 4 indica una mayor impulsividad, conjuntamente aparecen preguntas inversas que ayudan a
evitar sesgos en las respuestas en las preguntas 1, 5, 6, 7, 8, 10, 11, 13, 17, 19, 22 y 30. (Patton et al.,
1995). La puntuación total se obtiene sumando todos los ítems y los puntajes obtenidos varían entre
30 y 120, además hay que mencionar que no hay un punto de corte establecido.

La correlación resultante entre los factores de primer orden estuvo entre r = .15 y r = .42, y en los de
segundo orden, entre r = .46 y r = .53. La correlación entre BIS-10 y el BIS-11 fue de r = .98. El
instrumento tuvo una buena consistencia interna total para las muestras de universitarios (α = .82),
drogadictos (α = .79), pacientes psiquiátricos (α = .83) e internos penitenciarios (α = .80). No se
encontraron diferencias entre las muestras estudiadas (F (3,657) = 27.49; p<.0001) y tampoco hubo
diferencias de sexo (F (2,348) = 17.58; p<.0001) (Patton et al., 1995).

Puede afirmarse, de manera general, que la escala impulsividad no planificadora es la que tiende a ser
encontrada más frecuentemente, seguida por la escala impulsividad motora (Chahín-Pinzón, 2015).
Por otro lado, la escala más inestable es impulsividad atencional, ya que sus ítems cargan,
77

generalmente, en otras dimensiones (Stanford et al., 2009; Vasconcelos et al., 2012). En cuanto a la
confiabilidad, en la mayoría de los casos la escala total presenta coeficientes entre aceptables y
buenos. No ocurre lo mismo cuando se han revisado las escalas propuestas por los distintos estudios:
aquí los coeficientes son contradictorios entre las muestras.

Desde el punto de vista clínico, posee mayor relevancia el valor cuantitativo de la puntuación total,
toma en cuenta el modelo multifactorial y precisamente por ello se establece estos tres factores de
segundo orden que conformarían la impulsividad. Este instrumento de medida fue elegido por las
numerosas investigaciones en las que se busca establecer la significación de la impulsividad en
adicciones y conductas agresivas, porque además de que la impulsividad se ha establecido como un
rasgo de trastornos de conducta alimentaria como la bulimia, además algunos autores (Brunch,
(1966); Echeburúa,(2000), Fernández, (2003);Reinoso, (2014)) mencionan la existencia de adicciones
comportamentales que en la actualidad se relacionan con patrones de conducta cotidianos que se han
convertido en verdaderas adicciones, este aspecto es considerado uno de los factores que llevan a la
obesidad, por lo que podríamos deducir que la impulsividad es una característica de las personas que
viven a la comida en forma de adicción y que además han alcanzado niveles de obesidad mórbida que
incide conjuntamente en la calidad de vida y salud de estas personas. Se tomó en cuenta cada uno de
los factores de impulsividad como relevantes puesto que de esta forma se logra analizar más
especificamente lo que significa tener cierto tipo de impulsividad y la forma como esta se evidenciará
en los comportamientos alimentarios.
78

Encuesta sobre conductas alimentarias que reflejan impulsividad para sujetos con obesidad

Esta encuesta se creó tras la necesidad de un instrumento que permita correlacionar dos aspectos
esenciales en esta investigación: impulsividad y conductas alimentarias, dado la relevancia de este
factor en el fracaso o éxito de programas de cirugía bariátrica. La impulsividad puede verse reflejada
en las conductas alimentarias de los pacientes con obesidad al encontrar alta prevalencia del trastorno
por atracón constantemente como menciona (Horcajadas, y otros, 2006) junto con la presencia de
psicopatologías emocionales; además (Gentry y otros citado por Sánchez Zaldívar, Arias, Gorgojo, &
Sánchez, 2009)29 identificaron la ansiedad por la comida como un factor predictivo negativo para la
pérdida de peso después de la cirugía, otro factor que podría incidir en las conductas alimentarias de
estos pacientes.

Tomando en cuenta que en el proceso salud-enfermedad influye “tanto la ingestión de ciertos


alimentos y nutrimentos, como la práctica de algunos comportamientos alimentarios, pueden
favorecer o prevenir alteraciones a nivel metabólico y, por lo tanto, contribuir al desarrollo o
prevención de enfermedades crónicas no transmisibles” (Dhingra y otros 2007; Duffey y otros 2009;
Smith y otros 2010, Ericson y otros 2013 citados por Márquez-Sandoval, y otros, 2014) como sucede
con el consumo excesivo, errático o sin planificación de comida como factor de desarrollo de
obesidad. Es necesario aclarar que ningún instrumento relativo a comportamiento alimentario en
población con sobrepeso y obesidad ha sido validado en nuestro país, y mucho menos uno que se
relacione con comportamientos alimentarios e impulsividad, por lo que se realizó una búsqueda de
bibliografía para la creación del presente instrumento principalmente factores que toman en cuenta y
propuesta de ítems para la medición; las investigaciones realizadas son mayormente hechas en España
y miden específicamente comportamientos alimentarios.

En primer lugar tomando en cuenta que existen instrumentos que evalúan patrones de conducta
alimentaria (EAT: eating attitude test, EDI: Eating dissorder inventory, BULIT: Bulimia Test, BITE:
bulimia test of Edimburgo; QEWP: questionaire of eating and weight patterns, EDE: Eating dissorder
examination self report questionaire, SCOOF) (Iñarritu, Cruz, & Morán, 2004); y uno de los
cuestionarios identificados para medición de comportamiento alimentario el Cuestionario de
alimentación de Stunkard y Messick (THREE FACTOR EATING QUESTIONNAIRE, TFEQ) cuya
utilidad al predecir el comportamiento alimentario de sujetos con obesidad ha sido altamente
cuestionado (Sánchez-Carracedo, Raich, Figueras, Torras, & Mora, 1999), además de que estos
únicamente se relacionan con trastornos de la conducta alimentaria como bulimia, anorexia o
trastorno por atracones; caracterizados por comportamientos compensatorios, distorsión de la imagen
corporal, actitudes de agrado o desagrado hacia la comida entre otros, que no siempre se presentan
en individuos con obesidad; estos instrumentos tampoco han considerado la repercusión de las
79

conducta alimentaria en el desarrollo y mantenimiento de sobrepeso y obesidad. En segundo lugar


por la necesidad de establecer la relación entre impulsividad (como la plantea Barratt) y los
comportamientos alimentarios cuyas características tendrían también componentes que no muestren
únicamente signo de patología, sino más bien la presencia de conductas típicas que contribuyan al
aumento excesivo de peso en pacientes con obesidad, que subyacen a la personalidad y se manifiestan
como conductas como el comer o beber desequilibrado. Se ha partido al mismo tiempo del
conocimiento empírico sobre los patrones de conducta alimentaria adquirido inicialmente al
interactuar con los pacientes que asisten al área de cirugía bariátrica; se conto con el asesoramiento de
la psicóloga clínica encargada de la evaluación de idoneidad y seguimiento de los pacientes que
pertenecen al programa de cirugía bariátrica cuya experiencia de interacción con esta población es de
más de 3 años lo cual ayudo a conocer su dinámica de comportamiento en diferentes aspectos.

Este cuestionario se formó a partir de la propuesta teórica sobre impulsividad dada por Ernest S.
Barratt que establece un modelo multifactorial, a partir del que se analizo cada uno de los factores
primarios y secundarios así como su correlación con factores de otras teorías, estableciendo
características específicas que se manifiestan en el tipo de comportamiento alimentario del sujeto, y
de esta forma pudiendo calificar las respuestas como conducta alimentaria impulsiva y no impulsiva,
generando la presencia de distintos niveles. Tomando en cuenta que al relacionar conductas
alimentarias saludables o no saludables junto a lo que significa actuar impulsivamente se entiende que
los sujetos impulsivos tenderán a mantener comportamientos alimentarios no saludables como exceso
de consumo de sal y grasas saturadas o azucares añadidos, teniendo preferencia por alimentos
procesados. El comportamiento alimentario establece ¿qué?, ¿Cómo?, ¿Por qué? Y ¿Para qué? se
ingieren determinados alimentos (Márquez-Sandoval, y otros, 2014), determinando la relación de
factores propios de cada ser humano en sus conductas como alimentarse. Además es importante
tomar en cuenta que un mejor abordaje psicológico del comportamiento alimentario y las dificultades
que se puedan presentar en pacientes que serán sometidos a cambios en este aspecto, requiere un
conocimiento previo amplio que incluya dificultades, factores de riesgo y practicas alimentarias de
riego que permitan el éxito o fracaso del tratamiento para la obesidad.

Se analizó los factores de primer y segundo orden propuestos por Barratt impulsividad motora y
perseverancia que forman Impulsividad Motora IM; atención e inestabilidad cognitiva forman
Impulsividad Atencional IA y Autocontrol y complejidad cognitiva que forman la Impulsividad por
Imprevisión o no planificada. A partir del análisis de ambas variables: impulsividad y
comportamiento alimentario se constituyeron las preguntas de esta encuesta que buscan establecer
si determinadas conductas alimentarias no saludables son impulsivas y así permitan determinar su
influencia en el desarrollo y mantenimiento de la obesidad en pacientes parte del programa de cirugía
bariátrica. Identificando los componentes conductuales que reflejen cada tipo de impulsividad y que
80

se encuentren en cada factor establecido como componente de comportamiento alimentario relevante


en sujetos con sobrepeso u obesidad se establecieron las preguntas en busca de comportamientos
alimentarios que reflejen impulsividad.

De esta forma se establecen 20 preguntas, cada una relacionada con un tipo de impulsividad, 4
preguntas sobre hábitos alimenticios que reflejen o no predominancia de impulsividad motora, 11
preguntas sobre elección de alimentos que expresen la presencia de impulsividad cognitiva-
atencional en la cual la pregunta “tipo de alimento que prefiere” está compuesta por 8 preguntas, y
finalmente 5 preguntas sobre horario de comida y estrategias de auto cuidado del cuerpo cuyas
respuestas expresan la presencia o no de impulsividad no planificada. La explicación individual de
cada una de estas preguntas respecto a por qué considerarlas o no impulsivas se presenta en la tabla
4.1.

Cada pregunta tiene tres opciones de respuesta basadas en la escala tipo Likert. En las preguntas 1, 2,
3,6, 16, 17, 18 la opción de respuestas siempre=2, a veces=1 ó nunca=0. En la pregunta 4 “Qué
estaría dispuesto a hacer por cuidar su salud?” con opción de respuesta: cuidar mi alimentación y
hacer ejercicio =0, opciones varias como tomar suplementos, disminuir azúcar en comidas =1, nada=
2.

En las preguntas 5 “Qué considera más importante al elegir sus alimentos?” con opción de respuesta:
sabor y que sea agradable a la vista=2, precio=1, contenido nutricional=0, y 7 “qué suele beber
durante el día?” agua mineral=0, jugos naturales=1, leche, jugos o tés industrializados=2.

Las preguntas de preferencias alimentarias 8y 9 con opción de respuesta me agrada mucho=0, me


agrada medianamente=1, no me agrada=2 son inversas en las preguntas 10, 11, 12, 13, 14,15.

En las preguntas 19 “Qué considera que le hace falta para mejorar sus alimentación?” con opción de
respuesta compromiso y motivación=2, información=1, nada mi alimentación es saludable=2, y 20
“Cree que es capaz de usar consejos nutricionales que impliquen planificación y renuncia a ciertos
placeres?” con opción de respuesta de acuerdo=0, ni de acuerdo ni en desacuerdo=1, en
desacuerdo=2.

Por lo que las preguntas 2, 3,4, 6, 7, 8,9, 16, y 20 tienen calificación inversa. Esta encuesta toma en
cuenta la calificación independiente de cada grupo de preguntas respecto a los tipos de impulsividad
de manera más relevante frente a la puntuación total, lo cual se muestra en la tabla 2, donde se
encuentran establecidas cada una de las calificaciones de cada grupo de preguntas.
81

Las instrucciones para la aplicación de esta encuesta se indican en las hojas presentadas a los
pacientes investigados, donde se indicaba como marcar las respuestas.

Pregunta Relación con el factor de impulsividad parte de la propuesta de


Barratt.
¿Cuando está satisfecho La IM se caracteriza por tener una respuesta inmediata frente a estímulos,
después de una comida puede seguir comiendo incluso si no existe hambre o comer sin control como
seguir comiendo? ocurre en los episodios de atracones
¿Cuando está comiendo Si come excesivamente rápido demuestra ese actuar rápido e irreflexivo
mastica más de 25 veces? Impulsividad motora IM de IM, aún sabiendo que esto es desfavorable para la salud además de que
son hábitos que contribuyen a la obesidad.
¿Quita la grasa de las carnes Se produce una respuesta inmediata, actuar sin pensar, tiene mayor
al comer o cocinar? relevancia el sabor otorgado por la sustancia grasa en la comida sabiendo
que es perjudicial para la salud y contribuye a la obesidad
¿Qué estaría dispuesto a La persona impulsiva suele tener conductas desordenadas e
hacer por cuidar su salud? improductivas y despreocupación por las consecuencias de los actos. El
obeso impulsivo mantiene hábitos poco saludables.
¿Qué factor considera más Relacionado con la búsqueda de sensaciones. Elige estímulos externos
importante al elegir un que mantiene niveles de estimulación sensorial y social es decir las
alimento? características organolépticas de los alimentos.
Impulsividad Cognitiva o

¿Lee las etiquetas La falta de atención en aspectos nutricionales de los alimentos, por parte
nutricionales de los alimentos de personas obesas que requieren mantener control sobre lo que comen,
que consume? muestra toma de decisiones rápidas y distraibilidad.
¿Qué suele beber durante el La elección de bebidas también tiene que ver con la capacidad de una
Atencional. IC

día? persona para discernir entre lo que es o no saludable para sí mismo.


Tipo de alimento que prefiere Respuestas con altos niveles de impulsividad se verían reflejadas en la
y consume inestabilidad cognitiva, donde no reflexiona sobre el tipo de comida que
debe preferir en su dieta dejando de lado los deseos de comida no
saludable.
¿Tiene un horario La escasa o nula planificación en los horarios de alimentación, pueden
establecido para cada establecer un factor predictivo frente a los requerimientos del programa
comida? de CB. También se puede evidenciar la presencia de picoteo, conducta
que contribuye a la obesidad.
¿Con que frecuencia come Una alimentación saludable parte del programa de CB debe tener ciertas
alimentos preparados fuera de características como la porción adecuada y los componentes adecuados.
casa? Los alimentos preparados no siempre cumplen con estas características
poseen altos niveles de grasa, sal y carbohidratos, esto requiere
planificación frente a horarios, preparación y compra de lo necesario.
¿Con que frecuencia como La alimentación excesiva no es compatible con la CB, la persona que lo
Impulsividad no planificada. INP

alimentos en exceso? hace demuestra que no prevé las consecuencias negativas para su salud.
Si se trata de una conducta habitual nos da indicios de atracones que
contribuyen a la obesidad.
¿Qué considera que le hace La falta de “compromiso” y “motivación” en los pacientes que buscan
falta para mejorar su realizarse la CB comprueba, esa falta de previsión de las consecuencias
alimentación? negativas y la mayor preocupación por el presente que por el futuro
propia de las personas impulsivas.
¿Cree que es capaz de usar Si el paciente obeso piensa que no puede abandonar ciertos hábitos no
consejos nutricionales que saludables que contribuyen a su obesidad muestra también, una escasa
impliquen planificación y planificación frente a su futuro y las consecuencias negativas en todos los
renuncia a ciertos placeres? ámbitos de su vida.
Figura A. Preguntas de encuesta de comportamientos alimentarios y la forma como reflejan o
no impulsividad según los factores de la teoría de Ernest Barratt.
82

Tipo de impulsividad con Equivalente de


Factor que mide Calificación
la que se relaciona impulsividad
Sin Impulsividad
0-2 (min.)
Hábitos alimentarios Impulsividad motora 2,1-4 Baja
4,1-6 Media
6,1-8 (máx.) Alta
0-5,5 Sin Impulsividad
5,6-11 Baja
Elección de alimentos Impulsividad atencional
11,1- 16,5 Media
16,6-22 Alta
0-2,5 (min.) Sin Impulsividad
2,6- 5 Baja
Horario de comida y estrategias
Impulsividad no planificada 5,1-7,5 Media
de auto cuidado del cuerpo
7,6- 10
Alta
(máx.)
Figura B. Equivalencia de encuesta de comportamientos alimentarios

Bibliografía consultada para el desarrollo de la encuesta


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cuestionario de hábitos alimentarios para pacientes con sobrepeso y obesidad. Elseiver Doyma. [revista en la
Internet]. 2010 Abril [citado 2016 Ene 09] ; 57 (4): 130-139
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Pardo A., Ruiz M., Jódar E., Garrido J., De Rosendo J. M., Usán L. A.. Desarrollo de un cuestionario para la
valoración y cuantificación de los hábitos de vida relacionados con el sobrepeso y la obesidad. Nutr.
Hosp. [revista en la Internet]. 2004 Mar [citado 2016 Ene 09] ; 19(2): 099-109. Disponible en:
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=&pident_revista=12&ty=142&accion=L&origen=zonadelectura&web=www.elsevier.es&lan=es&fichero=12v
53n07a13091731pdf001.pdf
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Squillace, M., Picón, J., & Schmidt, V. (2011). Concepto de la impulsividad y su ubicación en las teorías
psicobiológicas de la personalidad. Revista Neuropsicología Latinoamericana, 9-18.

Figura C. Bibliografía consultada para el desarrollo de la encuesta sobre comportamiento


alimentario que refleje impulsividad en sujetos obesos
83

FACTORES SOBRE COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO QUE ESTABLECEN ALGUNOS


INSTRUMENTOS CONSULTADOS
Contenido energético o calórico de la dieta (cc). Cuestionario para la valoración y
Práctica habitual o sistemática de ejercicio físico cuantificación de los hábitos de vida
Cumplimiento de ciertas normas dietéticas básicas relacionados con el sobrepeso y la
relacionadas con una alimentación saludable (as) obesidad.
Consumo de alcohol (ca). Pardo E., Garrido J., De Rosendo J., Usán,
Ingerir alimentos por bienestar psicológico (bp). L. (2004).
Deshinibición y hambre

Autodominio cognitivo de la ingesta TEFQ


Desinhibición del control de la ingesta
Susceptibilidad al hambre.
Cuestionario de hábitos alimentarios para
Ejercicio físico pacientes con sobrepeso y obesidad
Bienestar psicológico
Consumo de azúcar
Alimentación saludable
Contenido calórico
Conocimiento y control
Tipo de alimentos
Consumo de alcohol
Tiempos de comidas
Cuestionario para evaluar el
Preferencias de consumo de alimentos y bebidas comportamiento
Forma de preparación de los alimentos alimentario en estudiantes mexicanos del
Lectura de etiquetas nutricionales área de la salud
Consumo de alimentos fuera del hogar
Saciedad
Seguimiento de dietas terapéuticas o especiales
Percepción de una alimentación saludable
Barreras al cambio y creencias.
Figura D. Factores sobre comportamiento alimentario que establecen algunos instrumentos
consultados
84

RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

Presentación de (tablas y gráficos)

Tabla 1

Rango de edad al que pertenecen los pacientes investigados

Intervalo de clase Numero de clase Fi Fi


Límite inferior Límite superior
Adulto joven 18 34 26 29 33
Adulto maduro 35 60 50 99 128
Total 128

adulto joven 18-35 adulto maduro 36-65

23%

77%

Figura 1. Rango de edad de pacientes investigados

TOMADO DE: Entrevista personal


REALIZADO POR: Salomé Cárdenas
ANÁLISIS: la mayor parte de pacientes investigados (77%) se sitúan en un rango de edad de 35-
60años es decir pertenecen a la población de adultos maduros mientras que el restante 23% son
adultos jóvenes que comprenden las edades de 18 a 34 años, tal como establece Erickson en las
etapas del ciclo de la vida humana.
85

Tabla 2

Género al que pertenecen los pacientes investigados

Frecuencia Porcentaje Porcentaje Porcentaje


válido acumulado
Válido F 87 68,0 68,0 68,0
M 41 32,0 32,0 100,0
Total 128 100,0 100,0

Figura 2. Género al que pertenecen los pacientes investigados

TOMADO DE: Entrevista personal


REALIZADO POR: Salomé Cárdenas

ANÁLISIS: más de la mitad (68%) de la población investigada perteneciente al programa de cirugía


bariátrica del HCAM (87 pacientes) son mujeres, lo que puede establecer de igual manera un mayor
número de pacientes femeninas con obesidad y comorbilidades a nivel global dentro del programa de
cirugía bariátrica. Los datos recogidos a nivel nacional a través de la Encuesta Nacional De Salud Y
Nutrición ENSANUT (2011-2013) por el INEN hacen evidente la alta prevalencia de obesidad a nivel
global (4876.076 adultos entre 20 y 60 años con obesidad) en los cuales las mujeres se ven afectadas
mayormente por obesidad en diversos aspectos.
86

Tabla 3

Presencia de comorbilidades médicas en los pacientes entrevistados


Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje
acumulado
Válido NO 66 51,6 51,6 51,6
SI. DM 1 ,8 ,8 52,3
SI. RM 1 ,8 ,8 53,1
SI.CALCULOSBILIARES 1 ,8 ,8 53,9
SI.DM 11 8,6 8,6 62,5
SI.DM.HTA 1 ,8 ,8 63,3
SI.DM.SOP 1 ,8 ,8 64,1
SI.GCM 2 1,6 1,6 65,6
SI.GCM.HEPATITISAUTOINMU 1 ,8 ,8 66,4
NE
SI.Hipotiroidismo 9 7,0 7,0 73,4
SI.Hipotiroidismo.OA 1 ,8 ,8 74,2
SI.HTA 23 18,0 18,0 92,2
SI.HTA.DM 5 3,9 3,9 96,1
SI.HTA.DM.Hipotiroidismo 1 ,8 ,8 96,9
SI.HTA.MIGRAÑAS 1 ,8 ,8 97,7
SI.OA 1 ,8 ,8 98,4
SI.OA,HTA 1 ,8 ,8 99,2
SI.OA. HTA 1 ,8 ,8 100,0
Total 128 100,0 100,0

Figura 3. Presencia de comorbilidades médicas en los pacientes entrevistados

TOMADO DE: Entrevista personal


REALIZADO POR: Salomé Cárdenas

ANÁLISIS: a partir de las entrevistas realizadas a los pacientes participantes de esta investigación se
encontró que más de la mitad no posee comorbilidades médicas que contribuyan como un factor físico
para el desarrollo de obesidad (únicamente 10 participantes presentan hipotiroidismo un conocido
desorden endocrinológico que aumenta las posibilidades de sobrepeso y obesidad), sin embargo la
población restante presenta comorbilidades médicas que evidencian en la mayoría de los casos el
deterioro físico provocado por una mala alimentación, sobrepeso y obesidad como mencionan algunos
estudios (Gómez -Gila & Del Valle Nuñez, 2000); (Rubio, y otros, 2004).
87

Tabla 4

Nivel de impulsividad que presenta cada factor medido con BIS.11

IMPULSIVIDAD MEDIDA CON BISS-11


MOTORA Porcentaje ATENCIONAL Porcentaje NO Porcentaje
PLANIFICADA
ALTA 3 2,3 5 3,9 0 0
BAJA 48 37,5 60 46,9 11 8,6
MEDIA 50 39,1 49 38,3 111 86,7
S.I. 27 21,1 14 10,9 6 4,7
TOTAL 128 100,0 128 100,0 128 100,0

FACTORES DE IMPULSIVIDAD MEDIDOS CON BIS-11


120

111

100

80

MOTORA
60 60
ATENCIONAL
50
49 NO PLANIFICADA
48
40

27
20
14
11
53 6
0 0
ALTA BAJA MEDIA S.I.

Figura 4. Nivel de impulsividad que presenta cada factor medido con BIS.11

TOMADO DE: Escala de impulsividad de Barratt 11ª versión. (BIS-11)


REALIZADO POR: Salomé Cárdenas

ANÁLISIS: Según los datos obtenidos a través de BIS-11 aplicada a los pacientes con obesidad se
determina la prevalencia de niveles de impulsividad en cada factor de la siguiente forma
88

Impulsividad motora: la mayoría de los pacientes presentan niveles bajo (37.5%) y medio (39.1%)
de IM, el porcentaje restante no muestra IM y un mínimo porcentaje evidencia niveles altos de IM
(2.3%)

Impulsividad atencional: se evidencia un mayor porcentaje de pacientes con IA baja (46.9%),


seguida de un 38.3 con IA media y el menor porcentaje presenta IA baja (3.9) .o no la presenta
(10.9%)

Impulsividad no planificada: un alto porcentaje (86.7%) la mayoría de pacientes presenta niveles


medios de INP y los restantes evidencian niveles bajos (8.6%) o nulos (4.7%) de INP.

Por lo que se concluye que la prevalencia más notable de impulsividad en esta población tiene que
ver con NIVELES MEDIOS DE IMPULSIVIDAD NO PLANEADA, 111 pacientes (87.6%) de un
total de 128 la presentan.
89

Tabla 5

Comportamientos alimentarios que reflejan niveles de impulsividad.

COMPORTAMIENTOS ALIMENTARIOS QUE REFLEJAN NIVELES DE IMPULSIVIDAD

NIVEL HÁBITOS- Porcentaje SELECCIÓN Porcentaje HORARIOS Y Porcentaje


IM DE AUTOCUIDADO-
ALIMENTOS- INP
IA
ALTA 8 6,3 15 11,7 44 34,4
BAJA 49 38,3 44 34,4 25 19,5
MEDIA 36 28,1 62 48,4 55 43,0
S.I. 35 27,3 7 5,5 4 3,1
TOTAL 128 100,0 128 100,0 128 100,0

FRECUENCIA COMPORTAMIENTOS ALIMENTARIOS


RELACIONADOS CON IMPULSIVIDAD
70

60 62
55
50 49
HÁBITOS-IM
44 44
40
36 35 SELECCIÓN DE ALIMENTOS-
30 IA
25
HORARIOS Y
20 AUTOCUIDADO-INP
15
10
8 7
4
0
alta baja media s.i.

Figura 5. Comportamientos alimentarios que reflejan niveles de impulsividad.

TOMADO DE: Encuesta de comportamientos alimentarios que reflejan impulsividad para pacientes
con obesidad. ECAIO
REALIZADO POR: Salomé Cárdenas

ANÁLISIS: después del análisis de los datos obtenidos de la ECAIO se logró determinar la presencia
de comportamientos alimentarios que reflejan impulsividad en diferentes niveles.

Hábitos en relación con Impulsividad motora: Un alto porcentaje de los investigados evidencia
niveles bajos de impulsividad (38,8%), seguido de niveles similares impulsividad media 28,1% y que
no presentan impulsividad un 27,3%, únicamente el 6,3% de la población total presenta niveles altos
de IM reflejados en sus comportamientos alimentarios.
90

Selección de alimentos en relación con Impulsividad atencional: se logró establecer que casi la
mitad de la población estudiada 48,4% presenta niveles medios de IA que se muestra en la selección
de alimentos, el 34,4% presenta niveles bajos de IA respecto a la selección de alimentos, un 11,7%
evidencia niveles altos de IA que repercute en su forma de elegir alimentos y el menor porcentaje
5,5% no evidencia IA.

Horarios de comida y autocuidado del cuerpo en relación con impulsividad no planificada: el


43% de los investigados presentan niveles medios de INP relacionados con los horarios de comida y
autocuidado del cuerpo, seguido de un 34,4% que posee niveles alto, un 19,5% evidencia niveles
bajos y finalmente un pequeño porcentaje 3,1 % no muestra impulsividad en relación con sus
comportamientos alimentarios.

A partir de estos resultados podemos afirmar que los tres componentes de comportamiento
alimentario demuestran la presencia de niveles medios y bajos de impulsividad y significativamente
encontramos un alto porcentaje de pacientes, (48.4%) que presentan niveles medios de impulsividad
atencional que se relacionan con la forma como elijen y consumen los alimentos en casi la mitad de
la población investigada. Se realizó el cruce de variables individualmente tomando en cuenta cada
factor de impulsividad y de comportamiento alimentario. Relacionando IM a los Hábitos alimentarios,
IA a la elección y Consumo de alimentos, INP a Horarios y autocuidado del cuerpo. Por su amplitud
estas tablas se muestran como el ANEXO C; las variables se describen a continuación en el cuadro
4.8.
91

Tabla 6

Diferentes patrones de impulsividad que presentan los pacientes investigados

Tipo de impulsividad Impulsividad Impulsividad Impulsividad no Patrón de impulsividad


que presenta motora atencional planificada
Media Media Media P.1 29

Patrones que comparten más de


Baja Baja Media P.2 23
S.i. Baja Media P.3 17
NIVEL QUE PRESENTA CADA TIPO DE

Baja Media Media P.4 15


Media Baja Media P.5 12
S.i. S.i. Media P.6 4
S.i S.i. S.I. P.7 3
Baja S.I. Media P.8 3
IMPULSIVIDAD

Media Alta Media P.9 3

un paciente
Media Media Baja P.10 3
Media Baja Baja P.11 3
Baja Alta Media P.12 2
S.i Baja Baja P.13 2
Alta S.i. Media P.14 1
Baja S.i. Baja P.15 1
Alta Baja Media P.16 1
Baja Media S.i. P.17 1

No se repiten
Baja Baja Ba ja P.18 1
Baja Baja S.i. P.19 1
S.i. S.i. Baja P.20 1
Baja S.i. S.i. P.21 1
Media Media Baja P.22 1

P.1 P.2 P.3 P.4 P.5 comparten patrones de impulsividad

P.6 P.7 P.8 P.9 P.10 no comparten patrones de


P.11 P.12 P.13 otros impulsividad

2% 2% 2%
7%
2% 2% 7%
2% 23%
2%
93%
3%
10% 18%
12%
13%

Figura 6. Frecuencia de patrones de impulsividad en pacientes investigados y sus porcentajes

ANÁLISIS:

La encuesta realizada sobre comportamientos alimentarios nos permitió evidenciar la presencia de


patrones de impulsividad tomando en cuenta el nivel que puede presentar cada factor, ello es
interesante ya que además un número significativo de pacientes comparten las mismas características
en cuanto a estos patrones (93%), además permite que el análisis de estos patrones pueda expresar
diferentes conductas de los sujetos obesos, incluyendo los comportamientos alimentarios.
92

Tabla 7. Relación Patrones de impulsividad y comportamientos alimentarios.

PATRÓN DE CARACTERÍSTICAS # DE PACIENTES QUE CORRELACIÓN CONDUCTA ALIMENTARIA % DE


IMPULSIVIDAD COMPARTEN EL PATRÓN CORRELACIÓN
P1 IM: MEDIA 29 IM-HÁBITOS NIVELES MEDIOS: 41.4% (12 PTES.) 41.4%
NIVELES BAJOS: 31% (9PTES)
SIN IMPULSIVIDAD: 24,1% (7PTES)
NIVELES ALTOS: 3,4% (1PTE)
IA: MEDIA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES MEDIOS:69% (20PTES) 69%
NIVELES BAJOS: 20,7% (6PTES)
NIVELES ALTOS: 10,3% (3PTES)
INP: MEDIA INP-HORARIOS NIVELES MEDIOS: 48,3% (14PTES) 48,30%
NIVELES ALTOS: 41,4%(12PTES)
NIVELES BAJOS: 10,3%(3PTES)
P2 IM: BAJA 23 IM-HÁBITOS NIVELES BAJOS: 52,2% (12PTES) 52,20%
NIVELES MEDIOS: 21,7%(5PTES)
SIN IMPULSIVIDAD: 21,7% (5PTES)
NIVELES ALTOS: 4,3% (1PTE)
IA: BAJA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES BAJOS: 43,5%(10 PTES) 43,5
NIVELES MEDIOS: 30,4%(7PTES)
SIN IMPULSIVIDAD: 17,4% (4PTES)
NIVELES ALTOS: 8,7 % (2PTES)
INP: MEDIA INP-HORARIOS NIVELES MEDIOS: 43,5 (10PTES) 43,5
NIVELES ALTOS: 30,4% (7 PTES)
NIVELES BAJOS: 26,1% (6PTES)
P3 IM: S.I. 17 IM-HÁBITOS SIN IMPULSIVIDAD: 47,1 (8PTES) 47,70%
NIVELES BAJOS: 29,4% (5PTES)
NIVELES MEDIOS: 17,6% (3PTES)
NIVELES ALTO: 5.9% (1PTE)
IA: BAJA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES BAJOS:52,9% (9PTES) 52,90%
NIVELES MEDIOS: 41,2% ( 7PTES)
SIN IMPULSIVIDAD: 5,9% (1PTE)
INP: MEDIA INP-HORARIOS NIVELES MEDIOS: 47,1%(8PTES) 47,10%
NIVELES ALTOS: 23,5% (4PTES)
NIVELES BAJOS: 23,5% (4PTES)
SIN IMPULSIVIDAD: 5,9% (1PTE)
P4 IM: BAJA 15 IM-HÁBITOS NIVELES BAJOS: 53.3% (8 PTES) 53,30%
NIVELES MEDIOS: 20% (3PTES)
NIVELES ALTOS: 13,3% (2PTES)
SIN IMPULSIVIDAD: 13,3% (2PTES)
IA:MEDIA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES MEDIOS: 40% (6PTES) 40%
NIVELES BAJOS: 33,3% (5PTES)
NIVELES ALTOS: 20%(3PTES)
SIN IMPULSIVIDAD: 6,7% (1PTES)
INP: MEDIA INP-HORARIOS NIVELES MEDIOS: 46,7% (7PTES) 46,70%
NIVELES ALTOS: 26,7% (4PTES)
NIVELES BAJOS: 20%(3PTES)
93

SIN IMPULSIVIDAD: 6,7% (1PTES)


P5 IM: MEDIA 12 IM-HÁBITOS NIVTELES MEDIOS: 41.7% (5PTES) 41,70%
SIN IMPULSIVIDAD: 33.3% (4PTES)
NIVELES BAJOS: 16,7% (2PTES)
NIVELES ALTOS: 8,3% (1PTE)
IA: BAJA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES MEDIOS: 50% (6PTES) 33,30%
NIVELES BAJOS: 33,3% (4PTES)
NIVELES ALTOS: 16,7%(2PTES)
INP: MEDIA INP-HORARIOS NIVELES ALTOS: 50%(6PTES) 33,30%
NIVELES MEDIOS: 33,3%(4PTES)
NIVELES BAJOS: 16,7% (2PTES)
P6 IM: S.I. 4 IM-HÁBITOS NIVELES BAJOS: 75% (3PTES) 0%
NIVELES MEDIOS: 25% (1PTE)
IA: S.I. IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES BAJOS: 75% (3PTES) 0%
NIVELES MEDIOS: 25% (1PTE)
INP: MEDIA INP-HORARIOS NIVELES MEDIOS: 25% (1PTE) 25%
NIVELES BAJOS: 25%(1PTE)
SIN IMPULSIVIDAD: 25 % (1PTE)
NIVELES ALTOS DE IMPULSIVIDAD: 25% (1PTE)
P7 IM: S.I. 3 IM-HÁBITOS NIVELES BAJOS: 66,7% 33,30%
SIN IMPULSIVIDAD: 33,3% (1PTE)
IA: S.I. IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES MEDIOS: 66.7% (2PTE) 0%
NIVELES BAJOS: 33.3% (1PTE)
INP: S.I INP-HORARIOS NIVELES BAJOS: 33.3% (1PTE) 0%
NIVELES MEDIOS: 33,3% (1PTE)
NIVELES ALTOS: 33.3% (1PTE)
P8 IM: BAJA 3 IM-HÁBITOS NIVELES BAJOS: 33.3% (1PTE) 33,30%
NIVELES MEDIOS: 33,3% (1PTE)
SIN IMPULSIVIDAD: 33.3% (1PTE)
IA: S.I. IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES MEDIOS: 66,7% (2PTES) 0%
NIVELES BAJOS: 33,3%
INP: MEDIA INP-HORARIOS NIVELES MEDIOS: 33,3% (1PTE) 33,30%
NIVELES BAJOS: 33.3% (1PTE)
NIVELES ALTOS: 33.3% (1PTE)
P9 IM: MEDIA 3 IM-HÁBITOS NIVELES MEDIOS: 33,3%(1PTE) 33,30%
SIN IMPULSIVIDAD: 66,7% (1PTE)
IA: ALTA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES ALTOS: 33.3% (1PTE) 33,30%
NIVELES BAJOS: 66,7%( 2PTES)
INP: MEDIA INP-HORARIOS NIVELES MEDIOS: 33.3% (1PTE) 33,30%
NIVELES ALTOS: 66,7%
P10 IM: MEDIA 3 IM-HÁBITOS NIVELES BAJOS: 66,7% (2PTES) 0%
NIVELES ALTOS: 33,3% (1PTE)
IA: MEDIA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES MEDIOS: 100% (3PTES) 100%
INP: BAJA INP-HORARIOS NIVELES BAJOS: 33.3% (1PTE) 33,30%
NIVELES MEDIOS: 33,3% (1PTE)
NIVELES ALTOS: 33.3% (1PTE)
P11 IM: MEDIA 3 IM-HÁBITOS NIVELES MEDIOS: 66,7% (2PTES) 66,70%
94

SIN IMPULSIVIDAD: 33,3%


IA: BAJA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES ALTOS: 33,3% (1PTE) 0%
NIVELES MEDIOS: 33,3% (1PTE)
SIN IMPULSIVIDAD: 33,3% (1PTE)
INP: BAJA INP-HORARIOS NIVELES ALTOS: 33,3% (1PTE) 0%
NIVELES MEDIOS: 33,3% (1PTE)
SIN IMPULSIVIDAD: 33,3% (1PTE)
P12 IM: BAJA 2 IM-HÁBITOS NIVELES MEDIOS: 50% (1PTE) 0%
SIN IMPULSIVIDAD: 50% (1PTE)
IA: ALTA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES MEDIOS: 50% (1PTE) 0%
NIVELES BAJOS: 50% (1PTE)
INP: MEDIA INP-HORARIOS NIVELES MEDIOS: 50% (1PTE) 50%
NIVELES BAJOS: 50% (1PTE)
P13 IM: S.I. 2 IM-HÁBITOS SIN IMPULSIVIDAD: 50% (1PTE) 50%
NIVELES BAJOS: 50% (1PTE)
IA: BAJA IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS NIVELES BAJOS: 50% (1PTE) 50%
NIVELES MEDIOS: 50% (1PTE)
INP: BAJA INP-HORARIOS NIVELES MEDIOS: 50% (1 PTE) 0%
NIVELES ALTOS: 50% (1PTE)
OTROS IM: DIFERENTES 9 IM-HÁBITOS DIFERENTES 0%
IA: DIFERENTES IA-ELECCIÓN DE ALIMENTOS
INP: DIFERENTES INP-HORARIOS

TOTAL PACIENTES INVESTIGADOS 128


95

ANÁLISIS
Después de determinar la presencia de los diferentes patrones de impulsividad presentes en la
población investigada se procede a un análisis cualitativo de la relación de cada factor de
impulsividad con cada factor de comportamiento alimentario, buscando establecer la presencia de los
mismos niveles de impulsividad en cada factor (IM en hábitos alimentarios; IA en elección y consumo
de alimentos; INP en horarios y autocuidado del cuerpo). La relación existente en cada patrón se
determina como un porcentaje individual y por ello debe entenderse lo que conlleva la presencia de
cada nivel de impulsividad respecto al factor analizado de conducta alimentaria. De esta forma se
logro establecer en cada patrón lo siguiente:

EN EL PATRON 1
El 23% de pacientes que en su mayoría comparten características de impulsividad media en los
aspectos motor, atencional y de planificación también presentan en un 41,4% de la población en
hábitos alimentarios, un 69 % en elección de alimentos y un 48,3% en horarios y autocuidado del
cuerpo respectivamente niveles medios de impulsividad, esto demuestra la relación significativa
entre niveles de impulsividad y la capacidad de mantener hábitos alimentarios adecuados , una
elección saludable de alimentos y planear los horarios así como tomar en cuenta los efectos de un
comportamiento alimentario saludable a futuro.

EN EL PATRON 2
El 18% de la población que presenta niveles bajos de impulsividad motora y atencional junto con
niveles medios de impulsividad no planificada muestra similares características al analizar el
comportamiento alimentario, ya que un 52,2% de la población posee niveles bajos de IM
evidenciados en sus hábitos alimentarios, un 43,5% posee niveles bajos de IA evidenciados en la
elección y consumo de alimentos y un 43,5% posee niveles medios de INP evidenciados en su los
horarios. Por los bajos niveles de impulsividad esta población podría adaptarse mejor a los cambios
en su alimentación parte del tratamiento de la obesidad.

EN EL PATRON 3
El 13% de la población que no muestra impulsividad motora, tiene niveles bajos de impulsividad
atencional y medios de impulsividad no planificada posee similares niveles al analizar el
comportamiento alimentario; en un 47,1 % de los pacientes los hábitos alimentarios no muestran
impulsividad, el 52,9% muestra niveles bajos de IA en elección y consumo de alimentos, junto con un
47,1% que muestra niveles medios de INP en horarios y autocuidado del cuerpo. Lo que pronosticaría
una buena adaptación a los cambios en el comportamiento alimentario.
96

EN EL PATRON 4
El 12% de la población que tiene niveles bajos de impulsividad motora y medios de impulsividad
atencional y no planificada presenta similares niveles en su comportamiento alimentario; en un 53,3%
de los pacientes tienen niveles bajos de IM en sus hábitos alimentarios, el 40% de los pacientes tiene
niveles medios de IA respecto a la elección y consumo de alimentos y un 46,7% de niveles medios de
INP frente a horarios y autocuidado del cuerpo. Esto pronosticaría dificultades medias frente al
cambio a un consumo de alimentos saludables y adaptación a horarios y planificación necesarios para
el tratamiento de la obesidad.

EN EL PATRON 5
El 9% de la población que presenta niveles medios de impulsividad motora y no planificada, y bajos
de impulsividad atencional, muestra cambios en los niveles de impulsividad relacionados con la
conducta alimentaria; un 41,7% tiene niveles medios de IM relacionados a los hábitos alimentarios,
mientras que el 50% posee niveles medios de IA relacionados con elección y consumo de alimentos
diferente de lo encontrado con BIS-11, y niveles altos de INP relacionados con los horarios y
autocuidado del cuerpo en el 50% de la población. Esto significaría dificultades frente al tratamiento
principalmente en lo que se refiere a la planificación, cuidado del cuerpo y respeto a los horarios de
comida.

EN EL PATRON 6
El 3% de la población que no presenta impulsividad motora ni atencional, y niveles medios de
impulsividad no planificada, muestra cambios en los niveles de impulsividad relacionados con la
conducta alimentaria y una relación baja de ambas variables; toda la población muestra niveles medio
bajos de IM e IA, solo un 25% de los estudiados con este patrón presentan también niveles medios de
INP en relación a los horarios y autocuidado del cuerpo.

EN EL PATRON 7
El 2% de la población que no muestra impulsividad, muestra baja relación frente a la impulsividad
presente en los comportamientos alimentarios; ya que la mayoría de los pacientes presenta niveles
medio bajos de IM e IA, y entre bajos y altos de INP relacionados con los horarios y la planificación.
Este grupo debería se tomado en cuenta ya que los pacientes con niveles medios y altos podrían
presentar dificultades frente al tratamiento.

EN EL PATRON 8
El 2% de la población que presenta niveles bajos de IM, no presenta IA y posee niveles medios de
INP muestra cambios en los niveles de impulsividad relacionados con la conducta alimentaria; un
33,3% de la población también presenta niveles bajos de IM relacionados con los hábitos, el 100%
97

posee niveles medio bajos de IA a diferencia de lo medido con BIS-11; y solo un 33,3% presenta
niveles medios de INP relacionados con los horarios y autocuidado del cuerpo.

EN EL PATRON 9
El 2% de la población que presenta niveles medios de impulsividad motora y no planificada junto con
niveles altos de impulsividad atencional, muestra cambios en los niveles de impulsividad relacionados
con la conducta alimentaria; donde la mayoría de los pacientes un 66,7% no presenta IM relacionada
con los hábitos alimentarios, y se evidencia la presencia de niveles bajos de IA en un 66,7%
relacionados con la elección y consumo de alimentos; finalmente tampoco coinciden los niveles que
se presenta en la mayoría de la población cuando analizamos INP relacionada con los horarios y la
planificación de la alimentación ya que un 66,7% muestra niveles altos.

EN EL PATRON 10
El 2% de la población que presenta niveles medios de impulsividad motora y atencional, junto con
niveles bajos de impulsividad no planificada, muestra cambios en los niveles de impulsividad
relacionados con la conducta alimentaria, únicamente se observa la relación de IA con elección y
consumo de alimentos donde todos los investigados con este patrón presentan niveles medios de
impulsividad.

EN EL PATRON 11
El 2% de los pacientes que presentan niveles medios de impulsividad motora junto con niveles bajos
de impulsividad atencional y no planificada, muestran cambios en los niveles de impulsividad
relacionados con la conducta alimentaria, ya que únicamente se halla relación en los niveles de IM
presentes en los hábitos alimentarios pues un 66,7% presenta también niveles medios.

EN EL PATRON 12
El 2% de los pacientes que presentan niveles bajos de IM, altos de IA y medios de INP, muestran
cambios en los niveles de impulsividad relacionados con la conducta alimentaria, ya que únicamente
hay relación de INP con los horarios y planificación de la alimentación en la mitad de pacientes
donde presentan niveles medios.

EN EL PATRON 13
En el 2% de la población que presenta niveles bajos de impulsividad atencional y no planificada
además de no presentar impulsividad motora, los pacientes comparten medianamente las mismas
características de IM e IA en relación con las conductas alimentarias ya que la mitad presenta los
mismos niveles. INP no comparte las características ya que pacientes presentan niveles medio altos.
98

EN EL 7% DE LOS PACIENTES QUE NO PRESENTAN PATRONES COINCIDENTES DE


IMPULSIVIDAD TAMPOCO SE ENCONTRÓ RELACIÓN CON LOS NIVELES DE
IMPULSIVIDAD RELACIONADOS CON LA CONDUCTA ALIMENTARIA.
99

Comprobación de las hipótesis

Hipótesis
“Los pacientes con obesidad parte del programa de cirugía bariátrica presentan impulsividad”.
Se aplicó la Escala de Impulsividad de Barratt (BIS-11) a 128 pacientes obesos pertenecientes al
programa de cirugía bariátrica y se halló los siguientes resultados:

Al analizar IMPULSIVIDAD MOTORA:


El 78,9% de pacientes presentan impulsividad motora y el restante 21,1% no muestra presencia de
impulsividad motora. Donde:
39,1% presenta niveles medios
37,5% presenta niveles bajos
Y solo un 2,3% presenta niveles altos.

Al analizar IMPULSIVIDAD ATENCIONAL:


El 89,1% de pacientes presentan impulsividad atencional y en el restante 10.9% no se evidencia
impulsividad atencional donde:
46,9% presentan niveles bajos
8,6% presentan niveles medios
Y el menor porcentaje 3,9% presenta niveles altos.

Al analizar IMPULSIVIDAD NO PLANIFICADA:


El 95,3% de pacientes presentan impulsividad no planificada y en el restante 4,7% no se evidencia
impulsividad no planificada donde:
86,7% presentan niveles medios
38,3% presentan niveles bajos
La mayoría de los pacientes investigados muestran niveles medios de impulsividad principalmente en
el área de impulsividad no planificada un total de 86,7%; también es representativo el porcentaje de
pacientes que presenta niveles bajos de impulsividad atencional con un 46,9% e igualmente niveles
medios de impulsividad motora con un 39,1%.
100

Resultados que se presentan en la siguiente tabla:


Tabla 8

Impulsividad medida con BISS-11

IMPULSIVIDAD MEDIDA CON BISS-11


MOTORA Porcentaje ATENCIONAL Porcentaje NO Porcentaje
PLANIFICADA
ALTA 3 2,3 5 3,9 0 0
BAJA 48 37,5 60 46,9 11 8,6
MEDIA 50 39,1 49 38,3 111 86,7
S.I. 27 21,1 14 10,9 6 4,7
TOTAL 128 100,0 128 100,0 128 100,0

FACTORES DE IMPULSIVIDAD MEDIDOS CON BIS-11


120
111
100

80
MOTORA
60 60
ATENCIONAL
48 50
49
40 NO PLANIFICADA
27
20
11 14
53 6
0 0
ALTA BAJA MEDIA S.I.

Figura 7. Impulsividad medida con BISS-11

Hipótesis

“La conducta alimentaria del paciente obeso depende del tipo de impulsividad que presenta”.

Se realizo un análisis cualitativo y cuantitativo de las variables después de aplicar los reactivos (BIS-
11) y ECAIO para determinar su relación tomando en cuenta los niveles de impulsividad presentes en
cada paciente. A partir de ello se logró establecer que:

La presencia de IMPULSIVIDAD MOTORA medida con BIS-11 se relaciona con los HÁBITOS
ALIMENTARIOS de los pacientes de diferente forma en cada patrón y esta relación aumenta en
razón del número de pacientes que compartan el patrón.
101

La presencia de IMPULSIVIDAD ATENCIONAL medida con BIS-11 se relaciona con la


ELECCIÓN Y CONSUMO DE ALIMENTOS de los pacientes de diferente forma en cada patrón y
esta relación aumenta en razón del número de pacientes que compartan el patrón.
La presencia de IMPULSIVIDAD ATENCIONAL medida con BIS-11 se relaciona con la
ELECCIÓN Y CONSUMO DE ALIMENTOS de los pacientes de diferente forma en cada patrón y
esta relación aumenta en razón del número de pacientes que compartan el patrón.

En los patrones 1, 2, 3 y 4, la mayoría de pacientes comparten los mismos niveles de impulsividad


motora, atencional y no planificada. Así, la relación de impulsividad en los comportamientos
alimentarios de 84 pacientes (66%) es significativa, el 27% no presenta una relación significativa
y el restante 7% no presenta ninguna relación.

Relación de patrones de impulsividad y conductas


alimentarias

RELACION SIGNIFICATIVA NO RELACION SIGNIFICATIVA


NINGUNA RELACIÓN

7%

27%

66%

Figura 8. Relación de patrones de impulsividad y conductas alimentarias

En los pacientes que presentan una relación significativa los niveles de impulsividad según el factor se
distribuyen de la siguiente manera.

La mayor prevalencia en cuanto a niveles se encontró en:

 18 pacientes obesos con IM baja, también presentan niveles bajos de IM en relación con
sus hábitos alimentarios.
 26 pacientes que poseen niveles medios de IA medios también presentan niveles medios de
IA en relación con la elección y consumo de alimentos.
102

 39 pacientes con niveles medios de INP también presentan niveles medios de INP en
relación con los horarios de alimentación y autocuidado del cuerpo.

Tabla 9

Relación impulsividad y comportamientos alimentarios en patrones 1,2,3,4

Relación impulsividad y comportamientos alimentarios en patrones 1,2,3,4


IM HÁBITOS IA ELECCIÓN INP HORARIOS
Sin impulsividad 17 8 0 0 0 0
Niveles bajos 38 18 40 19 0 0
Niveles medios 29 12 44 26 84 39

100
80
60
40 Sin impulsividad
20 Niveles bajos
0 Niveles medios Niveles medios
Sin impulsividad

Figura 9. Relación impulsividad y comportamientos alimentarios en patrones 1,2,3,4

Análisis y discusión de resultados

Análisis

En la actualidad el comportamiento alimentario de un ser humano es claramente influenciado por más


de un factor que la simple idea de supervivencia, vivimos en una sociedad de consumo donde la
comida se convierte en una fuente de placer a la que se puede acceder fácilmente cada vez que así se
desee; como consecuencia de este consumo excesivo y hasta inconsciente han aparecido verdaderas
epidemias de enfermedades crónicas, entre ellas la obesidad y no son las causas biológicas las que
determinan la prevalencia tan alta de esta enfermedad a nivel mundial. Por otro lado la impulsividad
parece ser una de las características de la época, el actuar rápidamente sin tener en cuenta las
consecuencias en busca de recompensa o simplemente para evitar algo desagradable, esta es la
103

sociedad de lo inmediato y frente a ello es previsible que una persona sea o no sea obesa pueda
presentar características de personalidad impulsivas, sin embargo el sujeto obeso demostraría haber
perdido el control sobre lo que come, la sobreingesta se puede evidenciar en diferentes
comportamientos y se manifiesta como un peso excesivo.

Esta investigación profundiza el efecto de la impulsividad en el comportamiento alimentario y la


relación con la comida de personas que viven con obesidad; por ello planteó las hipótesis de que los
sujetos obesos muestran presencia de impulsividad y se presumía que ésta determinaría el
comportamiento alimentario típico de estos pacientes.

Aunque se ha demostrado la relación de impulsividad y comportamientos alimentarios esta


generalmente ha aparecido como característica de poblaciones con los considerados trastornos
alimentarios como AN, BN, TA; (Espina, 2007; Guisado, y otros, 2002), la presencia de impulsividad
en personas con obesidad se presenta en estudios de comorbilidades (Berrocal & Modesto, 2002)
(Giner, 2011) y otros, por ello se establecio la importancia de establecer la presencia de impulsividad
en sujetos obesos sin comorbilidad de TCA y la relación con el comportamiento alimentario ya que se
entiende que este es un factor desicivo en la correcta adherencia frente a un tratemiento de pérdida de
peso como la cirugía bariatrica. Por ello se ha partido de la propuesta teorica de Ernest S. Barratt
sobre la impulsividad y sus diferentes factores, por tratarse del autor de uno de los instrumentos más
utilizados al medir impulsividad, aplicado a diversidad de poblaciones pero esencialmente en sujetos
con trastorno de control de los impulsos o abuso de sustancias. (Loyola, 2011;Camats i Guardia,
2012)
Se estableció que más de la mitad de los pacientes con obesidad pertenecientes al programa de cirugía
bariátrica si presentan impulsividad como rasgo, y al examinar la presencia de cada factor
encontramos que es prevalente la presencia de niveles medios de impulsividad no planificada en un
86,7% de los pacientes, comprobándose la hipótesis planteada.

Además se establece que hay una alta relación de impulsividad frente a los comportamientos
alimentarios ya que un gran número de pacientes investigados comparten niveles medios y bajos de
impulsividad medidos con BIS-11, evidenciándose los mismos niveles en sus comportamientos
alimentarios, tomando en cuenta que los niveles de impulsividad establecen también conductas
alimentarias impulsivas y poco saludables. La presencia de niveles altos de impulsividad es escasa,
sin embargo existen pacientes que presentan niveles altos sobretodo de impulsividad no planificada en
lo relacionado a horarios y autocuidado del cuerpo.
104

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusiones

A partir de la investigación realizada se determinó que la mayoría de los pacientes obesos


pertenecientes al programa de cirugía bariátrica del HCAM presentan impulsividad en diferentes
niveles de acuerdo al factor que se analice.

Se estableció que en la población estudiada es más representativa la presencia de niveles medios de


impulsividad no planificada; conjuntamente se encontró en un menor porcentaje niveles bajos de
impulsividad atencional y la presencia de niveles medios de impulsividad motora en un
porcentaje mínimo de la población.

El alto porcentaje de pacientes obesos pertenecientes al programa de cirugía bariátrica del HCAM en
los que se evidencia niveles medios de impulsividad no planificada establecerá que regularmente
presenten comportamientos alimentarios sin planificación hacia el futuro, lo que implica que los
pacientes pierdan la capacidad para evaluar las consecuencias de sus actos y esto impactará
negativamente en el estilo y calidad de vida y podría perpetuar su condición de obesidad.

Se estableció la relación de impulsividad en los comportamientos alimentarios de los sujetos con


obesidad pertenecientes al programa de cirugía bariátrica, principalmente con la presencia de niveles
bajos de impulsividad motora en parte de la población, además de niveles medios de
impulsividad atencional y no planificada en un porcentaje importante de la población, tanto en
la medición con BIS-11 y la ECAIO.

La relación de los hábitos alimentarios y niveles bajos de impulsividad motora, son un


predictivo favorable en los pacientes con obesidad, quienes a pesar de poseer impulsividad logran
mantener hábitos alimentarios adecuados que contribuirán a un manejo saludable del peso a largo
plazo.

Los niveles medios de impulsividad atencional relacionados con la elección y consumo de


alimentos determinan en estos pacientes propensión a perder fácilmente el foco de atención, a
menudo no consideran las características nutricionales de los alimentos que eligen y consumen,
determinando una tendencia a elegir rápidamente alimentos no saludables, aunque sepan que es
perjudicial para ellos.

Los niveles medios de impulsividad no planificada en relación con los horarios de alimentación y
autocuidado del cuerpo incidirán en la conducta del paciente obeso generando dificultades para la
105

planificación de horarios, preparación de alimentos y consciencia de mantener conductas que


contribuyan a un estado de salud equilibrado.

Se concluye que la presencia de impulsividad atencional y no planificada en niveles medios, sería un


indicador negativo para realizarse la cirugía bariátrica, por las dificultades que se presentan en el
comportamiento alimentario principalmente al tratar de instaurar una alimentación adecuada y
también en la distribución del tiempo para lograr establecer horarios y planificación.

Al ser analizados los resultados obtenidos podrán contribuir a la evaluación de la idoneidad del
paciente aspirante a la cirugía bariátrica, de forma que se eviten intervenciones quirúrgicas
innecesarias en sujetos con rasgos impulsivos.

Recomendaciones

Los pacientes obesos que van a someterse a procedimientos bariátricos que muestran impulsividad
deberían mantener controles psicológicos antes, durante y después, determinando los riesgos que
pueda significar para una correcta adherencia al tratamiento.

La presencia de niveles medios y altos de impulsividad no planificada en pacientes obesos debe ser
manejada conjuntamente por los profesionales psicólogo y nutricionista al establecer, horarios de
alimentación, así como una planificación adecuada para cumplirlos, junto con un cuidado consciente
de su salud, ya que la INP determinara un déficit de la capacidad de planificación y previsión de
consecuencias de los actos a futuro.

La presencia de niveles medios y altos de impulsividad atencional en pacientes obesos también


requiere trabajo conjunto del psicólogo y nutricionista en cuanto a una educación preventiva de una
alimentación saludable al elegir y consumir los alimentos.

Al ser la conducta alimentaria un factor importante en el desarrollo de obesidad y al demostrarse su


relación con la impulsividad debe ser estudiada más ampliamente tanto en la evaluación como en el
seguimiento, trabajando individualmente con cada paciente según la dificultad que presente.

El área de Cirugía General que interviene a los pacientes con obesidad debería ampliar la atención
psicológica que se brinda a esta población, sin limitarse a una evaluación psicométrica estadística y
buscando profundizar en la problemática que encierra la obesidad, dado que una intervención personal
predice resultados positivos en cuanto a disminución y mantenimiento de peso y evitando
complicaciones a futuro.
106

El trabajo grupal con pacientes con obesidad es útil para trabajar una mejor adherencia y continuación
de estilos de vida saludables, mismos que se requieren para mantener un peso adecuado, por ello se
recomienda incentivar a los pacientes parte de este programa a compartir sus experiencias.

Dirigidas a la Universidad Central del Ecuador y a la Facultad de Ciencias Psicológicas

Como parte del avance científico de la psicología, la Facultad de Ciencias Psicológicas debe
incentivar a las nuevas generaciones de estudiantes de psicología conjuntamente a la investigación
cuantitativa un trabajo investigativo cualitativo preparándoles adecuadamente, dejando a un lado la
tendencia actual de generar resultados a partir de estadísticas en salud mental, sabiendo que se trata de
procedimientos complejos pero que determinan resultados más ricos a nivel científico.

La Universidad Central del Ecuador debería establecer líneas más amplias de investigación en
psicología promoviéndola a partir de la contribución de material bibliográfico diverso y más amplio,
ya que un catalogo bibliográfico también refuerza el conocimiento de los estudiantes e impulsa la
búsqueda y creación de conocimiento.
107

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111

ANEXOS

Anexo A. Plan aprobado

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR


FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN DE FIN DE


CARRERA

Período
Octubre 2014- Marzo 2015
112

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR


FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

 Carrera: PSICOLOGÍA CLÍNICA

 Línea de Investigación: Psicología Clínica y de la Salud

 Nombre del estudiante: Ana Salomé Cárdenas

 Nombre del Supervisor: Msc. Alex Castro

 Año lectivo: 2014- 2015


113

1. Titulo: Relación entre patrones de impulsividad y conductas alimentarias típicas en


pacientes con obesidad pertenecientes al programa de Cirugía Baríatrica del Hospital
“Carlos Andrade Marín” de Quito.

2. JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

El modelo biomédico que ha sido base del tratamiento de las diversas enfermedades acostumbrado a
utilizarse en las últimas décadas ya ha sido cuestionado con anterioridad, desde Engel en 1997
cuando propone un modelo biopsicosocial para el manejo de la enfermedad tomando en cuenta “que
la simple anomalía biológica no arroja ninguna luz sobre la significación última de los síntomas para
el paciente”.

En la actualidad el ser humano ha cambiado totalmente su estilo de vida y con ello la forma de
alimentación se ha transformado, a medida que nos convertimos de cazadores nómadas a sedentarios
hombres de grandes ciudades nuestras preferencias alimenticias ya no tienen que ver con la
supervivencia sino con un apego por un efecto placentero en nuestro cerebro, por ello la dificultad de
ciertas personas para cambiar hábitos alimenticios. El problema de este tipo de alimentación hoy se
evidencia claramente a través de la creciente morbilidad de obesidad en el mundo, en Latinoamérica
una de cada dos personas tienen sobrepeso. El uso únicamente de soluciones médicas como la cirugía
bariátrica para detener el avance de la obesidad, necesita de un abordaje bio-psico-social, ya que la
obesidad podría ser síntoma de causas médicas, endocrinológicas o emocionales que necesitan un
abordaje integral.

La presente investigación busca determinar la correspondencia de impulsividad presente en casos de


adicciones con la alimentación , tomando en cuenta el efecto que el azúcar tiene en el cerebro,
además establecer si la impulsividad al comer determinaría un tipo de alimentación característico del
paciente con obesidad y algunas de sus implicaciones emocionales, los resultados de esta
investigación son útiles para pronosticar una adecuada adherencia al cambio de estilo de vida
necesario para obtener resultados positivos al realizarse la cirugía bariátrica, y podrían ser indicadores
de problemas emocionales subyacentes que necesiten de un abordaje psicológico. Con una adecuada
valoración de elementos como la impulsividad y su correlación con la conducta alimentaria de
pacientes obesos que se encuentran en el plan de cirugía bariatrica ofrecido por el HCAM, se podrá
realizar un abordaje correcto de las posibles complicaciones en el curso del proceso, evitando realizar
esta cirugía a pacientes que tiene altos niveles de impulsividad y que les es difícil adaptarse a una
alimentación correcta. Es importante incluir los aspectos psicológicos al considerar el protocolo de
tratamiento para la obesidad pues son un aspecto clave como predictor de resultados.
114

3. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

3.1 Formulación del problema.


¿Existe un tipo de conducta alimentaria típica que indique la presencia de impulsividad en el
paciente obeso que es parte del programa de cirugía bariátrica del Hospital “Carlos Andrade Marín”?

3.2 Preguntas

¿Qué nivel de impulsividad existe en el paciente obeso que es parte del programa de cirugía bariátrica
del Hospital “Carlos Andrade Marín”?

¿Existe un tipo de conducta alimentaria típica del paciente obeso que es parte del programa de cirugía
bariátrica del Hospital “Carlos Andrade Marín”?

3.3 Objetivos

 General:
Identificar la relación de patrones de impulsividad y conductas alimentarias típicas de pacientes con
obesidad pertenecientes al programa de Cirugía Baríatrica del Hospital “Carlos Andrade Marín” de
Quito.

 Específicos:
Determinar patrones de alimentación que indiquen presencia de impulsividad en los pacientes con
obesidad pertenecientes al programa de cirugía bariátrica

Valorar el nivel de impulsividad presente en los pacientes obesos pertenecientes al programa de


cirugía bariátrica.

3.4. Delimitación espacio temporal:

La presente investigación se realizara en el periodo octubre 2014-marzo 2015 en la Consulta Externa


de Cirugía General del Hospital Carlos Andrade Marín con los pacientes pertenecientes al Programa
de Cirugía Bariátrica.
115

4. MARCO TEÓRICO

4.1. Posicionamiento teórico

La impulsividad entendida como la dificultad para inhibir ciertos comportamientos desde una visión
conductual, o contrastada con el concepto de la impulsividad vista como rasgo de personalidad que
nos habla de una disposición para la acción que tiene como fin aliviar la tensión generada por la
urgencia de satisfacer un instinto o cualquier otro tipo de necesidad, el umbral entre la impulsividad
patológica y la adaptativa a una circunstancia eventual puede determinarse en el efecto negativo que
tiene a nivel biopsicosocial; se habla en el caso de la obesidad de acciones impulsivas que tienen
consecuencias relacionadas directamente con la comida y la significación que la persona le da a ella,
explicado así por Hutcheson, Everitt, Robbins y Dickinson, 2001;

Desde varios puntos de vista la impulsividad puede ser rasgo dominante de personas que poseen
algún tipo de adicción, es ese deseo incontrolable de realizar una acción para descargar ansiedad, una
forma de manejar estados emocionales displacenteros o un apego a respuestas placenteras inmediatas.

La visión cognitivo conductual habla de adicciones como procesos y mecanismos de aprendizaje que
pueden ser positivos: generando placer tras el consumo; o negativo: de alivio tras la evitación que se
experimenta emocionalmente tras el consumo; teorías explicativas psicoanalíticas toman la
impulsividad como un factor relacionado a comportamientos obsesivos compulsivos parte de la
ansiedad generada por asuntos no resueltos o conflictos creados en las fases oral y anal de los sujetos
que son obesos, recordemos que la personalidad desde la visión psicodinámica esta “Los patrones
estables de personalidad no sólo empiezan a formarse en la niñez, sino que las experiencias
tempranas tienen un fuerte efecto en el desarrollo de la personalidad.”

Desde cualquiera de estos dos puntos de vista encontramos que la obesidad podría considerarse como
la consecuencia de una adicción a la comida, impulsividad incontrolable que genera compulsiones
por disminuir la ansiedad. Conductas que se generan a partir de experiencias que han sido asociadas
con anterioridad a determinados estados de ánimo, como lo explica el esquema ABC de Ellis.

4.2 Plan Analítico

CAPITULO I: IMPULSIVIDAD
1.1 Enfoques teóricos sobre la impulsividad
1.1.1 Teorías Cognitivo Conductuales
116

1.1.2 Neurobiología de la impulsividad


1.1.3Teorías de la personalidad. Modelos factoriales biológicos de la personalidad
que incluyen a la impulsividad
1.2 Correlación entre impulsividad y adicciones. Impulsividad y conductas alimentarias en
obesos como adicción a la comida.
1.3 Adicción a la comida
CAPÍTULO II: CONDUCTA ALIMENTARIA EN PACIENTES OBESOS
2.1 La compulsión por comer como forma de alivio a la ansiedad.
2.1.2 Trastorno por atracón en el paciente obeso
2.2 Reforzamiento conductual relacionado con la comida.
2.3 Apego del obeso por la comida, una visión desde el psicoanálisis.
CAPÍTULO III: OBESIDAD
3.1 Tipos y Conceptos
3.2 Diversos enfoques sobre la obesidad
3.2.1 Abordaje basado en el Sistema/Entorno, que incluye cultura, ambiente y
entorno en el que se desarrolla el individuo.
3.2.2 Enfoque conductual de la obesidad
3.2.3 Génesis de la obesidad desde una perspectiva fisiológica.
3.2.4 Bases moleculares de la obesidad. Etiología de la obesidad desde el
funcionamiento molecular de hormonas y proteínas.
3.3 Psicopatología prevalente presente en pacientes con obesidad
3.4 Cirugía Baríatrica
3.4.1 Componentes conductuales de la cirugía Baríatrica
CAPÍTULO IV: ESTRATEGIA METODOLÓGICA
4.1Descripción de la Muestra

4.2 Instrumentos de medida


4.2.1 Escala de Impulsividad de Barrat. BSI-11
4.2.3 Encuesta sobre comportamientos alimentarios relacionados con impulsividad en
casos de obesidad. ECAIO

4.3 CAPÍTULO V: PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN Y RESULTADOS DE LA


INVESTIGACIÓN

4.4 CAPÍTULO VI: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES


5. ENFOQUE DE LA INVESTIGACIÓN
Esta investigación tendrá un enfoque mixto cuanti- cualitativa ya que se realizará un análisis de
impulsividad como parte de ciertas personalidades lo que determina conductas impulsivas,
determinada también por estados emocionales que tienen un componente subjetivo, y se aplicarán
117

escalas y test para hacer objetivas estas variables que generaran resultados estadísticos que
posteriormente serán analizados para la comprobación de las hipótesis planteadas.

6. TIPO DE INVESTIGACIÓN
Correlacional

7. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
Diseño de investigación no experimental, se realizará el levantamiento de información
correspondiente a impulsividad y conductas alimentarias que permitirán la comprobación de hipótesis
sobre obesidad.

8. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS
8.1. Planteamiento de hipótesis

H1. “Los pacientes con obesidad parte del programa de cirugía bariátrica presentan impulsividad”.
H2. “La conducta alimentaria del paciente obeso depende del tipo de impulsividad que presenta”.

8.2. Identificación de variables

Variable dependiente: conductas alimentarias.


Variable independiente: impulsividad.
Variable interviniente: estados emocionales ansiosos o depresivos

8.3. Construcción de indicadores y medidas

Objetivo Hipótesis Variables Indicadores Instrumentos Técnicas


General
Identificar la La V1.
relación de impulsividad es Impulsividad Impulsividad como rasgo. Escala de Psicometría
patrones de parte de las Impulsividad como estado. Impulsividad de Cuestionario
impulsividad y conductas Impulsividad como proceso. Barrat BSI-11 Entrevista
conductas alimentarias de Dimensiones principales:
alimentarias los pacientes Atención
típicas de con obesidad. Impulsividad motora
pacientes con Autocontrol
obesidad Complejidad cognitiva
pertenecientes al Perseverancia
programa de Inestabilidad cognitiva
Cirugía Baríatrica Factores secundarios:
del Hospital Impulsividad motora
“Carlos Andrade Impulsividad atencional
Marín” de Quito. Impulsividad por imprevisión

Factores relacionados:
Apetito
Estados emocionales
Experiencias previas
118

Hábitos
Vínculos psicológicos, físicos
y socioculturales
V2. Contexto sociocultural Encuesta sobre Psicometría
Conductas Contexto familiar comportamientos Cuestionario
alimentarias alimentarios Entrevista
relacionados con
impulsividad en
casos de obesidad.
ECAIO
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Establecer el Podemos V1.
grado de encontrar Impulsividad Impulsividad como rasgo Escala de Psicometría
impulsividad niveles medio Impulsividad como estado Impulsividad de Cuestionario
presente en los altos de Impulsividad como proceso Barrat BSI-11 Entrevista
pacientes obesos impulsividad Dimensiones principales:
pertenecientes al en los Atención
programa de pacientes con Impulsividad motora
cirugía bariátrica. obesidad. Autocontrol
Complejidad cognitiva
Perseverancia
Inestabilidad cognitiva
Factores secundarios:
Impulsividad motora
Impulsividad atencional
Impulsividad por imprevisión

Sobrepeso
Según IMC:
Grado I
Grado II
Grado III
Grado IV, extrema.
Según distribución de grasa
V2. Obesidad en el cuerpo: androide, Calculo IMC Entrevista
ginoide y de distribución
homogénea.
Según causa:
Genética
Dietética
Por desajuste
Nerviosa
Por medicamentos
Cromosómica
Determinar un Los patrones V1.
patrón de de Alimentación Basales Encuesta sobre Psicometría
alimentación que alimentación Hipercalóricas comportamientos Entrevista
predomine el los en los Con largos periodos de no alimentarios Cuestionario
pacientes con pacientes con ingesta relacionados con
obesidad obesidad se Terapéuticas: impulsividad en
pertenecientes al relación 1. Hipocalórica casos de obesidad
programa de directamente 2. Hiperprotéica ECAIO
cirugía bariátrica. con conductas 3. Hipoprotéica
impulsivas para 4. Sin gluten
disminuir la 5. Baja en índice
ansiedad. glucémico
6. Alta en fibra
7. Sin residuos
8. Hipo sódica
Sobrepeso
Según IMC:
V2. Obesidad Grado I Entrevista
Grado II
Grado III Cálculo IMC
Grado IV, extrema.
Según distribución de grasa
119

en el cuerpo: androide,
ginoide y de distribución
homogénea.
Según causa:
Genética
Dietética
Por desajuste
Nerviosa
Por medicamentos
Cromosómica

9. DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO

9.1 Población y muestra: esta investigación se llevará a cabo con los pacientes pertenecientes al
programa de Cirugía Bariátrica del Hospital Carlos Andrade Marín.

9.1.1 Características de la población y muestra

Los pacientes que son parte del programa de Cirugía Bariatrica que acuden al servicio de Consulta
Externa poseen niveles de sobrepeso y obesidad en sus tres grados han sido valorados por la
especialidad y se les ha recomendado realizarse la Cirugía Bariátrica por presencia de otras
enfermedades, son pacientes que acuden a valoraciones por parte del servicio de base y además
cuentan con un control periódico del área de nutrición y psicología, son de diversos niveles
socioeconómicos y su lugar de origen varía ya que ha muchos los han enviado de otros sectores del
país. Se posee fácil acceso a esta población ya que se los valora en la Consulta Externa de Cirugía
General, por la escasa conciencia que muchos de los pacientes tienen de la enfermedad y la poca
motivación de realizarse el procedimiento existen casos en los que no asisten a la valoración y
seguimiento por lo que puede existir una variación en el numero establecido como población mensual
mencionado. Este procedimiento se realiza a pacientes en el rango de edad determinado desde los 18 a
los 59 años, pertenecientes a ambos sexos.

9.1.2. Diseño de la muestra

No probabilístico

Al área de consulta externa de cirugía general acuden mensualmente alrededor de 180 pacientes con
obesidad o sobrepeso pertenecientes al programa de Cirugía Baríatrica un tratamiento alternativo
realizado a pacientes con obesidad que tienen dificultades para bajar de peso en el que se realizan
diferentes tipos de procedimientos con el objetivo de disminuir la capacidad de contener alimentos,
retrasar el tiempo de absorción o crear sensación de saciedad con pocas cantidades de alimento, todo
esto mediante bypass gástrico, uso de balón intragástrico o gastroplastia con disminución de tamaño.
120

Dentro de esta población existen algunos pacientes que buscan ingresar y otros que ya se encuentran
dentro del programa.

9.1.2 Tamaño de la muestra

Para mejores resultados trabajaremos con la población total que acude a la consulta de cirugía general
en el lapso de un mes.

10. MÉTODOS, TÉCNICAS E INSTRUMENTOS A UTILIZAR

MÉTODOS:
Método Científico: Es el método o procedimiento que nos permite realizar una investigación mediante
la observación, medición y experimentación, y la formulación, pero también este método nos guía
para formular hipótesis que luego serán sometidas a prueba.

Método Estadístico: Este método nos permite realizar un análisis cuantitativo para una futura
interpretación de las variables o valores numéricos de un estudio o investigación, y de esta manera
maximiza el carácter objetivo del proceso llevado a cabo.

Método Observacional: Es una aplicación del método científico, el cual se realiza mediante un
registro sistemático y objetivo de la conducta, para luego someter a prueba las hipótesis y llegar a
resultados válidos que contribuyen al estudio realizado y a la ciencia.

Método Inductivo: Es el método en el cual se parte de una premisa o enunciado menor para
generalizar y llegar a las premisas globales o generales, es decir pasa de lo particular a lo general.

Método Deductivo: Es el método que se utiliza para generar conclusiones a partir de premisas
generales, es decir se pasa de lo general a lo específico mediante el uso de instrumentos necesarios
para ello. Tomado de Picerno, (2012)

TÉCNICAS:

Entrevista Clínica: Es una técnica mediante la cual un profesional de salud mental instaura un proceso
de comunicación entre él y los pacientes con la finalidad de obtener información relevante acerca de
su vida para luego tomar decisiones acerca de la problemática, incide mucho la capacidad del
psicólogo para la obtención de información realmente útil.
121

Observación Clínica: Esta técnica se la realiza de una manera objetiva, con intención y consiste en
observar la conducta manifiesta de las personas desarrollando la capacidad de recolectar datos
importantes y registrarlos.

Evaluación y Exploración Psicológica: Esta técnica es exclusiva en la Psicología, ya que el


profesional realizará procedimientos a fin de recabar datos para corroborar sus hipótesis acerca del
estado de salud mental del paciente, mediante instrumentos de evaluación o pruebas psicológicas.

INSTRUMENTOS:

La escala de Impulsividad de Barrat BSI-11, es un instrumento diseñado para evaluar el constructo


impulsividad en tres dimensiones: atencional, motora y no planeada. La escala ha sido aplicada en
pacientes con diferentes diagnósticos, en los cuales la sintomatología de impulsividad es
característica. Consta de un grupo de 30 preguntas que el sujeto tiene que responder con opciones de
respuesta posible se puntúan de la siguiente manera (excepto algunos items que tienen una puntuación
inversa, es decir que Raramente o Nunca se puntuaría con 4): - Raramente o Nunca= 0 -
Ocasionalmente= 1 - A menudo=3 - Siempre o casi siempre= 4.

La Encuesta sobre comportamientos alimentarios relacionados con impulsividad en casos de obesidad


es un instrumento que se creó por la necesidad de un instrumento que permita evidenciar el tipo de
comportamiento alimentario en el sujeto con obesidad específicamente comportamientos impulsivos
al alimentarse que no serían saludables y que incidirían directamente en su peso. Se trata de una
encuesta de 20 preguntas que toma en cuenta tres aspecto de la conducta alimentaria: hábitos
alimentarios, elección y consumo de alimentos, horarios de alimentación y autocuidado del cuerpo;
estableciendo que en estos aspectos se evidencia la presencia de impulsividad motora, atencional y no
planificada. Se mide a través de escala tipo Likert cuyas respuestas varían según la pregunta.

11. FASES DE LA INVESTIGACIÓN DE CAMPO

 Fase 1: Revisión Bibliográfica: durante la cual se realizará la búsqueda y


recaudación de datos claves e información relacionada con la temática, además de la
búsqueda y selección de instrumentos necesarios para la evaluación de variables a
investigar.
 Fase 2: Desarrollo del Marco Teórico: una vez acumulada la información necesaria
se procede a fundamentar teóricamente el tema de investigación seleccionando el
material más relevante que ayudará al desarrollo de cada capítulo, como parte del
marco teórico se citará algunas referencias de teóricos importantes.
122

 Fase 3: Operativización: en la que se realiza la aplicación y evaluación de las


baterías de medición de cada una de las variables.

 Fase 4: Análisis de Resultados: finalmente como parte de la que se analiza los


resultados y se somete a prueba las hipótesis, culminando con la realización de
informes finales sobre la investigación.

 PLAN DE ANALISIS DE LOS RESULTADOS

Que se presentará junto con el informe final al terminar la investigación.

12. RESPONSABLES

 Alumno – investigador Ana Salomé Cárdenas Enríquez , estudiante del décimo


semestre de la facultad de Ciencias Psicologicas de la Universidad Central del
Ecuador
 Supervisor de Investigación. Msc. Alex Castro docente de la facultad de Ciencias
Psicologicas de la Universidad Central del Ecuador.

13. RECURSOS
13.1. Recursos Materiales
Cuadernos
Esferográficos
Lápices
Hojas de papel Bond
Libros

13.2. Recursos Económicos

Presupuesto Propio
Movilización 50
Alimentación 240
Papelería 50
Libros 100
Internet 120
Vestuario 30
Otros 90
Total 680

13.3 Recursos tecnológicos


123

CDs
Flash Memory
Laptop o computador
Copiadora
Impresora

14. CRONOGRAMA DEL PROCESO DE INVESTIGACIÒN

MESES
Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo
Revisión X X X X X X
Bibliográfica

Elaboración y X
presentación del
plan.
Diseño de la X
muestra
Selección de X
instrumentos
Intervención con X X X
la población
Procesamiento de X
la información
Prueba de X
hipótesis
Informe final X

15. BIBLIOGRAFÍA.

Carrasco, P. (1992), Personalidad e impulsividad: un estudio de la actividad monoaminooxidasa


plaquetaria (tesis doctoral). Universidad Autónoma. Madrid. 1992.

J. Salas-Salvadó: Nutrición y dietética clínica. Barcelona: Masson, 2008; ISBN 978-84-458-1843-5.

Picerno, P. (2012). Las ciencias psicológicas y la investigación científica. Quito: CMYK Digital.

Ramos, J. (2010). Un estudio de la relación entre impulsividad y obsesividad en la población general.


Inconsistencia de la idea del espectro. Madrid.

Reinoso, M. (2014) Tesis: El acto compulsivo de comer como síntoma adictivo del paciente obeso.
Universidad Politecnica Salesiana. Sede Quito.
124

Ruiz, R. (2007). El método científico y sus etapas. México: Anagrama

Torregrosa, L. (2006) Cirugía Bariátrica una alternativa en el tratamiento a la obesidad mórbida.


Tesis doctoral.

Revista Neuropsicologia Latinoamericana SLAN, (2011) El concepto de impulsividad y su ubicación


en las teorías psicobiológicas de la personalidad.
125

Anexo B. Glosario técnico

Adicciones comportamentales: dependencia que resulta imperiosa o urgente y es dificil de eliminar


que se refiere a la realización de algunos comportamientos como comer en exceso, o los juegos de
azar. (Cosacov, 2007)

Alexitimia: Incapacidad por parte de un sujeto para expresar sus estados emocionales internos. (APA
Association, 2014)

Aplanamiento emocional: ausencia o casi ausencia de cualquier signo de expresión afectiva. (APA
Association, 2014)

Apnea obstructiva del sueño: forma de apnea del sueño en la que existe una obstrucción física en las
vías respiratorias superiores. Se caracteriza por interrupciones recurrentes del sueño y por series de
bocanadas al despertar. http://www.iqb.es/diccio/a/ap.htm

Arousal: nivel de activación fisiológica y psicológica de un cuerpo, según el cual podemos predecir
el desempeño de un sujeto. Es importante en la regulación de la consciencia, atención y
procesamiento de la información y es imprescindible para motivar ciertos comportamientos. (Ikis,
2012)

Caseína: (del latín caseus, "queso") es una fosfoproteína (un tipo de heteroproteína) presente en la
leche y en algunos de sus derivados (productos fermentados como el yogur o el queso). En la leche, se
encuentra en la fase soluble asociada al calcio (fosfato de calcio), en un complejo que se ha
denominado caseinógeno. La tabla 1 recoge el contenido de esta proteína en la leche de distintas
especies de mamíferos. (wikipedia)

Compulsión: tendencia irresistible a realizar cierta conducta, tras la cual hay una falla en el sistema
de control e inhibición de impulsos. (Cosacov, 2007)

Condicionamiento: aplicación de las leyes de aprendizaje en la adquisición, mantenimiento y


extinción de ciertas conductas. (Cosacov, 2007)

Craving: sensación subjetiva (deseo, necesidad, Arousal físico, Arousal emocional) por conseguir el
estado psicológico inducido por las drogas. (Sánchez, Molina, Tomás, & Morales, 2001)

Depresión dietética: síntoma que aparece después de someterse a cambios alimentarios que tienen
que ver con la adaptación del cerebro a recibir torrentes de serotonina tras grandes ingestiones
alimentarias que han sido modificadas. (Cosacov, 2007)

Disfórico: estado de ánimo desagradable como la tristeza, la ansiedad o la irritabilidad. (APA


Association, 2014)

Fijación: término introducido por el psicoanálisis para referirse a la posibilidad que la líbido o
impulso sexual quede ligada a un modo de satisfacción infantil, prefiriéndose este al modo de
satisfacción adulto. (Cosacov, 2007, p.143)

Juego Patológico: modalidad de las adicciones psicológicas caracterizada por la incapacidad del
sujeto para controlarse y por las alteraciones que se producen en áreas significativas de su vida. El
juego se convierte en el centro de la vida de la persona. (Echeburúa, Adicciones....sin drogas? Las
nuevas adicciones: Juego, sexo, comida, compras, trabajo, internet..., 2000)

Organoléptico: son todas aquellas descripciones de las características físicas que tiene la materia en
general, según las pueden percibir los sentidos, por ejemplo su sabor, textura, olor, color. (Wikipedia,
2013)
126

Relaciones objetales: término propuesto por Melanie Klein al referirse a la relación con los objetos,
a partir de la cual se establecen los primeros intercambios del niño con el mundo, constituyendo el
esbozo de su futura socialización, tomando en cuenta que desde el sentido psicoanalítico el objeto es
aquello gracias a lo cual la pulsión puede ser satisfecha. (Guimón, 1993)

Síndrome del comedor nocturno: episodios recurrentes de comer por la noche, manifestándose por
el consumo de alimentos tras el despertarse de un sueño o por el consumo de alimentos después de la
cena. Existen la consciencia y el recuerdo de la alimentación. DSM5 (APA Association, 2014)

Sobrealimentación: comer demasiada comida muy rápidamente.DSM5 (APA Association, 2014)

Trastorno de la personalidad antisocial Se manifiesta como un patrón de desprecio y


violación a los derechos de los demás. (APA Association, 2014)

Trastorno de la personalidad límite: manifestado como un patrón de inestabilidad en las relaciones


interpersonales, de la imagen de sí mismo y de los afectos, con impulsividad marcada. DSM5 (APA
Association, 2014)

Trastorno de atracones: trastorno de ingestión de los alimentos cuya característica principal son los
episodios recurrentes de atracones que deben producirse, de promedio, al menos una vez por semana
durante tres meses. DSM5 (APA Association, 2014)

Trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de la conducta: trastornos que se manifiestan
con problemas del autocontrol del comportamiento y las emociones, se traducen en conductas que
violan los derechos de los demás. DSM5 (APA Association, 2014)
127

SIGLAS Y ACRÓNIMOS

AMP: Adenosín mono fosfato


ADP: Adenosín di fosfato
AN: Anorexia Nerviosa
ATP: Adenosín tri fosfato
BED: Binge edge disorder
BN: Bulimia Nervosa
BN: Búsqueda de novedades
BGAL: Banda gástrica ajustable laparoscópica
CRF: Factor liberador de Corticotropina
BIS: Escala de impulsividad de Barratt
ED: Evitación del daño
ECAIO: Encuesta de comportamientos alimentarios que reflejan impulsividad en pacientes con
obesidad
GABA: ácido gama amino butírico
GH: Hormona del crecimiento
HCAM: Hospital Carlos Andrade Marín
IA: Impulsividad Atencional
IM: Impulsividad Motora
IMC: Índice de masa corporal
INP: Impulsividad No planificada
LEPR: Receptor de leptina
OMS: Organización Mundial de la Salud
PKA: proteína cinasa
POMC: Pro-opiomelanocortina
PC1: Prohormona convertasa 1
SAC: Sistema Activador Conductual
SARA: Sistema Reticular Activador Ascendente
SEEDO: Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad
SECO: Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad
SNC: Sistema Nervioso Central
TAG: Trastorno de Ansiedad Generalizada
TDAH: Trastorno de déficit de atención e hiperactividad
128

Anexo C. Pruebas psicologicas. Instrumentos

Anexo C1. Escala de impulsividad de Barratt. 11ª versión


129

Anexo C2. Encuesta de comportamientos alimentarios que reflejan impulsividad

ENCUESTA DE COMPORTAMIENTOS ALIMENTARIOS


Lea detenidamente cada una de las preguntas que se presentan en la encuesta y establezca las respuestas más cercanas a su
realidad, entendiendo que estas preguntas buscan determinar sus hábitos y comportamientos alimentarios de forma real y
con total objetividad.
Marque con una x la opción con la que se identifique
Debe marcar una sola respuesta
1. Cuando está satisfecho después de una comida puede seguir siempre
comiendo? a veces
Nunca
2. Cuando está comiendo mastica más de 25 veces siempre
a veces
Nunca
3. Quita la grasa de las carnes al comer o cocinar? siempre
a veces
Nunca
4. Qué estaría dispuesto a hacer por cuidar su salud? cuidar alimentación y hacer ejercicio
opciones varias(tomar suplementos, disminuir
azúcar en comidas)
Nada
5. Qué considera más importante al elegir sus alimentos sabor y que sea agradable a la vista
Precio
contenido nutricional
6. Lee la información nutricional de los alimentos que consume? siempre
a veces
Nunca
7. Qué suele beber durante el día? agua mineral
jugos naturales
leche, jugos o tés industrializados
Tipo de alimento que prefiere y elige para comer
8. Frutas y verduras me agrada mucho
me agrada medianamente
no me agrada
9. Carne, pollo, pescado me agrada mucho
me agrada medianamente
no me agrada
10. Productos lácteos me agrada mucho
me agrada medianamente
no me agrada
11. Granos secos y tiernos, cereales Y frutos secos me agrada mucho
me agrada medianamente
no me agrada
12. Pan, fideos, papas me agrada mucho
me agrada medianamente
no me agrada
13. Alimentos dulces me agrada mucho
me agrada medianamente
no me agrada
14. Alimentos empaquetados me agrada mucho
me agrada medianamente
no me agrada
15. Bebidas alcohólicas me agrada mucho
me agrada medianamente
no me agrada
16. Tiene un horario asignado para cada comida en el día siempre
a veces
Nunca
17. Con qué frecuencia come alimentos preparados fuera de casa? siempre
a veces
nunca
18. Con qué frecuencia come alimentos en exceso siempre
a veces
nunca
130

19.Qué considera que le hace falta para mejorar su alimentación compromiso y motivación
información
nada, mi alimentación es saludable
20. Cree que es capaz de usar consejos nutricionales que impliquen de acuerdo
planificación y renuncia a ciertos placeres? ni de acuerdo ni en desacuerdo
en desacuerdo
131

Anexo D. Tablas cruzadas de cada patrón de impulsividad encontrado en esta investigación.

PATRÓN 1
Tabla cruzada P1IM*P1HABITOS
P1HABITOS
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P1IM MEDIA Recuento 1 9 12 7 29
% dentro de
100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
P1HABITOS
Total Recuento 1 9 12 7 29
% dentro de
100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
P1HABITOS
Tabla cruzada P1IA*P1ELECCION
P1ELECCION
ALTA BAJA MEDIA Total
P1IA MEDIA Recuento 3 6 20 29
% dentro de
100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
P1ELECCION
Total Recuento 3 6 20 29
% dentro de
100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
P1ELECCION
Tabla cruzada P1INP*P1HORARIOS
P1HORARIOS
ALTA BAJA MEDIA Total
P1INP MEDIA Recuento 12 3 14 29
% dentro de P1INP 41,4% 10,3% 48,3% 100,0%
Total Recuento 12 3 14 29
% dentro de P1INP 41,4% 10,3% 48,3% 100,0%

PATRÓN 2
Tabla cruzada P2IM*P2HABITOS
P2HABITOS
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P2IM BAJA Recuento 1 12 5 5 23
% dentro de P2IM 4,3% 52,2% 21,7% 21,7% 100,0%
Total Recuento 1 12 5 5 23
% dentro de P2IM 4,3% 52,2% 21,7% 21,7% 100,0%
132

Tabla cruzada P2IA*P2ELECCION


P2ELECCION
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P2IA BAJA Recuento 2 10 7 4 23
% dentro de P2IA 8,7% 43,5% 30,4% 17,4% 100,0%
Total Recuento 2 10 7 4 23
% dentro de P2IA 8,7% 43,5% 30,4% 17,4% 100,0%
Tabla cruzada P2INP*P2HORARIOS
P2HORARIOS
ALTA BAJA MEDIA Total
P2INP MEDIA Recuento 7 6 10 23
% dentro de P2INP 30,4% 26,1% 43,5% 100,0%
Total Recuento 7 6 10 23
% dentro de P2INP 30,4% 26,1% 43,5% 100,0%

PATRÓN 3
Tabla cruzada P3IM*P3HABITOS
P3HABITOS
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P3IM S.I. Recuento 1 5 3 8 17
% dentro de P3IM 5,9% 29,4% 17,6% 47,1% 100,0%
Total Recuento 1 5 3 8 17
% dentro de P3IM 5,9% 29,4% 17,6% 47,1% 100,0%
Tabla cruzada P3IA*P3ELECCION
P3ELECCION
BAJA MEDIA S.I. Total
P3IA BAJA Recuento 9 7 1 17
% dentro de P3IA 52,9% 41,2% 5,9% 100,0%
Total Recuento 9 7 1 17
% dentro de P3IA 52,9% 41,2% 5,9% 100,0%
Tabla cruzada P3INP*P3HORARIOS
P3HORARIOS
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P3INP MEDIA Recuento 4 4 8 1 17
% dentro de P3INP 23,5% 23,5% 47,1% 5,9% 100,0%
Total Recuento 4 4 8 1 17
% dentro de P3INP 23,5% 23,5% 47,1% 5,9% 100,0%
133

PATRON 4
Tabla cruzada P4IM*P4HABITOS
P4HABITOS
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P4IM BAJA Recuento 2 8 3 2 15
% dentro de P4IM 13,3% 53,3% 20,0% 13,3% 100,0%
Total Recuento 2 8 3 2 15
% dentro de P4IM 13,3% 53,3% 20,0% 13,3% 100,0%
Tabla cruzada P4IA*P4ELECCION
P4ELECCION
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P4IA MEDIA Recuento 3 5 6 1 15
% dentro de P4IA 20,0% 33,3% 40,0% 6,7% 100,0%
Total Recuento 3 5 6 1 15
% dentro de P4IA 20,0% 33,3% 40,0% 6,7% 100,0%
Tabla cruzada P4INP*P4HORARIOS
P4HORARIOS
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P4INP MEDIA Recuento 4 3 7 1 15
% dentro de P4INP 26,7% 20,0% 46,7% 6,7% 100,0%
Total Recuento 4 3 7 1 15
% dentro de P4INP 26,7% 20,0% 46,7% 6,7% 100,0%

PATRÓN 5
Tabla cruzada P5IM*P5HABITOS
P5HABITOS
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P5IM MEDIA Recuento 1 2 5 4 12
% dentro de P5IM 8,3% 16,7% 41,7% 33,3% 100,0%
Total Recuento 1 2 5 4 12
% dentro de P5IM 8,3% 16,7% 41,7% 33,3% 100,0%

Tabla cruzada P5IA*P5ELECCION


P5ELECCION
ALTA BAJA MEDIA Total
P5IA BAJA Recuento 2 4 6 12
% dentro de P5IA 16,7% 33,3% 50,0% 100,0%
Total Recuento 2 4 6 12
% dentro de P5IA 16,7% 33,3% 50,0% 100,0%
134

Tabla cruzada P5INP*P5HORARIOS


P5HORARIOS
ALTA BAJA MEDIA Total
P5INP MEDIA Recuento 6 2 4 12
% dentro de P5INP 50,0% 16,7% 33,3% 100,0%
Total Recuento 6 2 4 12
% dentro de P5INP 50,0% 16,7% 33,3% 100,0%

PATRON 6
Tabla cruzada P6IM*P6HABITOS
P6HABITOS
BAJA MEDIA Total
P6IM S.I. Recuento 3 1 4
% dentro de P6IM 75,0% 25,0% 100,0%
Total Recuento 3 1 4
% dentro de P6IM 75,0% 25,0% 100,0%

Tabla cruzada P6IA*P6ELECCION


P6ELECCION
BAJA MEDIA Total
P6IA S.I. Recuento 3 1 4
% dentro de P6IA 75,0% 25,0% 100,0%
Total Recuento 3 1 4
% dentro de P6IA 75,0% 25,0% 100,0%

Tabla cruzada P6INP*P6HORARIOS


P6HORARIOS
ALTA BAJA MEDIA S.I. Total
P6INP MEDIA Recuento 1 1 1 1 4
% dentro de P6INP 25,0% 25,0% 25,0% 25,0% 100,0%
Total Recuento 1 1 1 1 4
% dentro de P6INP 25,0% 25,0% 25,0% 25,0% 100,0%

PATRÓN7
Tabla cruzada P7IM*P7HABITOS
P7HABITOS
BAJA S.I. Total
P7IM S.I. Recuento 2 1 3
% dentro de P7IM 66,7% 33,3% 100,0%
Total Recuento 2 1 3
% dentro de P7IM 66,7% 33,3% 100,0%
135

Tabla cruzada P7IM*P7HABITOS


P7HABITOS
BAJA S.I. Total
P7IM S.I. Recuento 2 1 3
% dentro de P7IM 66,7% 33,3% 100,0%
Total Recuento 2 1 3
% dentro de P7IM 66,7% 33,3% 100,0%

Tabla cruzada P7INP*P7HORARIOS


P7HORARIOS
ALTA BAJA MEDIA Total
P7INP S.I. Recuento 1 1 1 3
% dentro de P7INP 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%
Total Recuento 1 1 1 3
% dentro de P7INP 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%

PATRON8
Tabla cruzada P8IM*P8HABITOS
P8HABITOS
BAJA MEDIA S.I. Total
P8IM BAJA Recuento 1 1 1 3
% dentro de P8IM 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%
Total Recuento 1 1 1 3
% dentro de P8IM 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%

Tabla cruzada P8IA*P8ELECCION


P8ELECCION
BAJA MEDIA Total
P8IA S.I. Recuento 1 2 3
% dentro de P8IA 33,3% 66,7% 100,0%
Total Recuento 1 2 3
% dentro de P8IA 33,3% 66,7% 100,0%
Tabla cruzada P8INP*P8HORARIOS
P8HORARIOS
ALTA BAJA MEDIA Total
P8INP MEDIA Recuento 1 1 1 3
% dentro de P8INP 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%
Total Recuento 1 1 1 3
% dentro de P8INP 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%
136

PATRÓN 9
Tabla cruzada P9IM*P9HABITOS
P9HABITOS
MEDIA S.I. Total
P9IM MEDIA Recuento 1 2 3
% dentro de P9IM 33,3% 66,7% 100,0%
Total Recuento 1 2 3
% dentro de P9IM 33,3% 66,7% 100,0%
Tabla cruzada P9IA*P9ELECCION
P9ELECCION
ALTA BAJA Total
P9IA ALTA Recuento 1 2 3
% dentro de P9IA 33,3% 66,7% 100,0%
Total Recuento 1 2 3
% dentro de P9IA 33,3% 66,7% 100,0%
Tabla cruzada P9INP*P9HORARIO
P9HORARIO
ALTA MEDIA Total
P9INP MEDIA Recuento 2 1 3
% dentro de P9INP 66,7% 33,3% 100,0%
Total Recuento 2 1 3
% dentro de P9INP 66,7% 33,3% 100,0%
PATRON10
Tabla cruzada P10IM*P10HABITOS
P10HABITOS
ALTA BAJA Total
P10IM MEDIA Recuento 1 2 3
% dentro de P10IM 33,3% 66,7% 100,0%
Total Recuento 1 2 3
% dentro de P10IM 33,3% 66,7% 100,0%
Tabla cruzada P10IA*P10ELECCION
P10ELECCIO
N
MEDIA Total
P10IA MEDIA Recuento 3 3
% dentro de P10IA 100,0% 100,0%
Total Recuento 3 3
% dentro de P10IA 100,0% 100,0%
137

Tabla cruzada P10INP*P10HORARIOS


P10HORARIOS
ALTA BAJA MEDIA Total
P10INP BAJA Recuento 1 1 1 3
% dentro de P10INP 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%
Total Recuento 1 1 1 3
% dentro de P10INP 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%

PATRON11
Tabla cruzada P11IM*P11HABITOS
P11HABITOS
MEDIA S.I. Total
P11IM MEDIA Recuento 2 1 3
% dentro de P11IM 66,7% 33,3% 100,0%
Total Recuento 2 1 3
% dentro de P11IM 66,7% 33,3% 100,0%
Tabla cruzada P11IA*P11ELECCION
P11ELECCION
ALTA MEDIA S.I. Total
P11IA BAJA Recuento 1 1 1 3
% dentro de P11IA 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%
Total Recuento 1 1 1 3
% dentro de P11IA 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%
Tabla cruzada P11INP*P11HORARIOS
P11HORARIOS
ALTA MEDIA S.I. Total
P11INP BAJA Recuento 1 1 1 3
% dentro de P11INP 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%
Total Recuento 1 1 1 3
% dentro de P11INP 33,3% 33,3% 33,3% 100,0%

PATRON12
Tabla cruzada P12IM*P12HABITOS
P12HABITOS
MEDIA S.I. Total
P12IM BAJA Recuento 1 1 2
% dentro de P12IM 50,0% 50,0% 100,0%
Total Recuento 1 1 2
% dentro de P12IM 50,0% 50,0% 100,0%
138

Tabla cruzada P12IA*P12ELECCION


P12ELECCION
BAJA MEDIA Total
P12IA ALTA Recuento 1 1 2
% dentro de P12IA 50,0% 50,0% 100,0%
Total Recuento 1 1 2
% dentro de P12IA 50,0% 50,0% 100,0%
Tabla cruzada P12INP*P12HORARIOS
P12HORARIOS
BAJA MEDIA Total
P12INP MEDIA Recuento 1 1 2
% dentro de P12INP 50,0% 50,0% 100,0%
Total Recuento 1 1 2
% dentro de P12INP 50,0% 50,0% 100,0%

PATRON13
Tabla cruzada P13IM*P13HABITOS
P13HABITOS
BAJA S.I. Total
P13IM S.I. Recuento 1 1 2
% dentro de P13IM 50,0% 50,0% 100,0%
Total Recuento 1 1 2
% dentro de P13IM 50,0% 50,0% 100,0%
Tabla cruzada P13IA*P13ELECCION
P13ELECCION
BAJA MEDIA Total
P13IA BAJA Recuento 1 1 2
% dentro de P13IA 50,0% 50,0% 100,0%
Total Recuento 1 1 2
% dentro de P13IA 50,0% 50,0% 100,0%
Tabla cruzada P13INP*P13HORARIOS
P13HORARIOS
ALTA MEDIA Total
P13INP BAJA Recuento 1 1 2
% dentro de P13INP 50,0% 50,0% 100,0%
Total Recuento 1 1 2
% dentro de P13INP 50,0% 50,0% 100,0%

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