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Escuelas de la administración

Todas las escuelas persiguen exactamente lo mismo: dar con la formulación ideal del hecho administrativo,
que permita perfeccionarlo y hacerlo cada vez más eficiente.

La escuela empírica
Esta escuela recibe su nombre de la doctrina filosófica del empirismo, la cual sostiene que
la experiencia es la mejor forma -si no la única válida- de obtener conocimientos y tomar así las
mejores decisiones.

Uno de los grandes teóricos empíricos de la administración fue el germano-estadounidense Ernest Dale
(1917-1996), uno de los pensadores que más aportó a la administración y la gerencia en el siglo XX.

La escuela científica
La escuela científica de la administración nació a finales del siglo XIX, cuando los ingenieros
e industriales comenzaron a interesarse en modelos administrativos que les permitieran
mejorar la producción.

Heredera del espíritu positivista de comienzos del siglo XX, esta escuela aspiraba a estudiar
la administración desde un punto de vista comprobable, objetivo, científico, que diera
con sus reglas universales, tal y como ocurre con las ciencias exactas.

El fundador de esta corriente fue el estadounidense Frederick W. Taylor (1856-1915), cuya


obra escrita giró en torno a la organización científica del trabajo, en libros como Shop
management de 1903 o Principios de administración científica de 1911. En dichas obras,
Taylor revolucionó el concepto tradicional de gerencia, asignándole a los administradores
una mayor cuota de responsabilidad en la producción.

La escuela clásica
Conocida también como la escuela “operacional” o “del proceso administrativo”, esta corriente considera que
en todos los hechos administrativos, por diferentes que sean, pueden identificarse más o menos las
mismas funciones y por lo tanto aplican ciertos principios universales.

Por ende, la labor del administrador ha de ser la identificación de dichas funciones y su adecuación a ciertos
patrones ideales, para lo cual clasifica las funciones de la siguiente manera:

 Funciones técnicas, que tienen que ver con la dinámica de producción de bienes;
 Funciones comerciales, que tienen que ver con las operaciones de intercambio (compra, venta y cambio)
de productos;
 Funciones financieras, que tienen que ver con la obtención y la aplicación de recursos financieros;
 Funciones contables, que tienen que ver con los inventarios, balances y estadísticas de funcionamiento del
sistema productivo;
 Funciones de seguridad, que tienen que ver con la protección de los bienes y las personas para preservar su
utilidad de cara al proceso productivo;
 Funciones administrativas, entendidas como una mezcla de prever, organizar, coordinar y controlar, todo
en manos de los administradores.

El fundador de esta escuela fue el francés Henry Fayol (1841-1925), razón por la cual a
menudo se la conoce como fayolismo. En su Administración industrial y general de 1916,
Fayol explica que la administración es tan antigua como la humanidad misma, pero que los
desarrollos modernos obligan a pensarla desde un punto de vista más técnico y
especializado.

La escuela humano-relacionista
La escuela humano-relacionista rompe con las vistas hasta ahora, ya que se centra en el elemento
humano de los procesos administrativos, haciendo énfasis en que no es lo mismo lidiar con gente
que con procesos automáticos.

Esta escuela nació a partir de los estudios del psicólogo australiano Elton Mayo (1880-1949) en los
Estados Unidos, quien buscó comprender el ausentismo, la deserción y la baja productividad de
muchas empresas. Así, demostró que es imposible esperar compromiso y colaboración de parte
de los trabajadores si estos se encuentran enajenados del proceso de producción mismo, sobre
todo si no son escuchados ni tomados en cuenta.

Mayo llevó a cabo cuatro estudios diferentes:

 El primero fue entre 1923 y 1924 en una textilera en Filadelfia,


 El segundo fue en 1927 en la Western Electric Company de Chicago

El tercer y cuarto estudios se llevaron a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, y tuvieron
que ver con el ausentismo en las empresas industriales.

La escuela estructuralista
También conocida como “escuela del sistema social”, propone un enfoque sociológico de la
administración, heredero en particular de los libros del sociólogo alemán Max Weber.

Un impacto que se podía rastrear no sólo en las organizaciones productivas, sino en las comerciales,
políticas, sociales, educativas, etc., y que conduce a la identificación de ciertas “estructuras” en toda
forma de organización humana, tales como:

 Estructura funcional, que hace referencia a la división del trabajo en cargos y delimitaciones
específicas, o sea, a cada cargo o peldaño de la estructura le corresponde
un comportamiento esperado.
 Estructura de autoridad, que hace referencia a la cadena de mando, esto es, la división entre
los que mandan y los que obedecen, o los que fiscalizan y los que actúan. Dicha autoridad puede
darse por costumbre, por carisma, por distinción honorífica, etc.
 Estructura de las comunicaciones, que hace referencia a las instancias de control de la
información, la cual puede fluir de manera horizontal (entre pares) o vertical (conforme a la
estructura de autoridad). Además, la comunicación puede darse de manera escrita, oral o gráfica.

La escuela humano-conductista
También llamada “escuela del comportamiento humano” o “neo-humano-relacionista”, trajo consigo
un nuevo enfoque al estudio de la administración desde una perspectiva humana, aunque
abordándola desde una perspectiva más amplia que las escuelas anteriores.

McGregor publicó en 1960 su libro El aspecto humano de las empresas, en el que proponía dos
enfoques diferentes al manejo de personal con fines productivos:

 La “teoría X”, el enfoque más tradicional y menos eficaz, que entiende al empleado como un
individuo negado al trabajo cuya única motivación laboral es recibir el dinero del salario.
 La “teoría Y”, el enfoque que tomaba en cuenta los hallazgos de la psicología moderna respecto
de la motivación y que por lo tanto propone un cambio en el modo de actuar de los
administradores.

La escuela matemática
También llamada “escuela cuántica” o “teoría decisional”, esta corriente centra su interés en el
estudio de la toma de decisiones dentro de una organización social, prestando menos atención al
resto de los aspectos.

Esta escuela fue propuesta por especialistas de la matemática y la economía como el economista y
politólogo estadounidense Herbert A. Simon (1916-2001) o su compatriota James Gary March (1928-
2018), experto en Teorías de la organización.

De acuerdo a esta escuela, lo importante de la administración es su pleno entendimiento de la


dinámica de toma de decisiones, lo cual involucra esencialmente tres puntos:

 La definición del problema, que consiste en la identificación de los inconvenientes a resolver y


de las necesidades existentes, así como de sus respectivos elementos constitutivos.
 El análisis de alternativas, que consiste en la búsqueda de caminos de acción para resolver el
problema, tratando de adelantarse a los posibles inconvenientes de cada uno.
 La elección de la mejor solución, que consiste en la investigación de operaciones, o sea, la
implementación de un método para escoger a través del método científico la mejor de las
alternativas. A esto último es, justamente, lo que estos autores denominan “ciencia de la
administración”.

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