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TEOTIHUACANA

Costumbres :
Danza de los Alchileos
¿qué es la Danza de Alchileos? En pocas palabras, es una representación teatral que se acompaña de
música, la cual muestra una venganza divina por parte de la cristiandad por la muerte de Jesucristo en
Jerusalén; esta historia contiene algunos personajes como el apóstol Santiago acompañado de dos
gallines o asistentes, el procurador romano Pilatos junto con su capitán Savario y el Alchileo Mayor al
lado de las huestes paganas (los alchileos). Toda esta historia la utilizaron los frailes franciscanos para
evangelizar a las personas que poblaron esta comunidad en sus inicios, mezclándola con dos
instrumentos característicos de las danzas de la región, tales como el tlapitzalli o la chirimilla y el
huehuetl; con el pasar de los años se comenzó a relegar estos instrumentos y se cambiaron por una
flauta y una tarola.

Cada que se realiza esta danza, quienes vienen de lejos quedan extasiados por el espectáculo que
producen las máscaras, las casacas o los trajes, el sonido de los coyoles, el ritmo que toma cada una de
las partes o escenas que contiene esta tradición y la picardía de cada individuo que le da vida a estos
personajes al momento de reírse durante los pasos que hay que seguir. Me atrevo a decir que esta danza
se convierte en una fiesta por sí sola, esto a raíz de que, aunque se repiten los pasos a seguir y las
melodías no tienen variación alguna, el observar cómo cada integrante coloca su esencia durante la
puesta en escena provoca que esta tradición sea única en cada ocasión.

El resultado de toda esta puesta en escena es la preservación de una de las tradiciones más importantes
de la región teotihuacana, esto debido a que nos relata cómo ha sido una de las formas de
evangelización y sincretismo religioso de mayor impacto en las comunidades de la zona desde la Colonia;
así como también el amor que tiene la población de San Francisco Mazapa por su origen y su historia y la
unión que les caracteriza en cuestiones culturales.

Si bien es cierto que se procura preservar lo más posible esta danza y su contenido, el paso del tiempo
ha causado que se vayan perdiendo algunos aspectos, como las llamadas “relaciones” o diálogos en
náhuatl o los instrumentos musicales para interpretar las melodías. También existen otros factores como
la falta de interés por parte de las personas jóvenes de la comunidad por mantener viva esta tradición,
entre otros más; causando que quienes han participado en la Danza de Alchileos anteriormente, deban
continuar danzando aún cuando su edad sea avanzada o sufrieran alguna lesión previa que les
imposibilite continuar, sin embargo, es tanta su pasión por continuar con su herencia cultural, que estas
personas arriesgan su integridad física sin pensar antes en su bienestar.

Finalmente, aunque las generaciones actuales presentan dudas sobre si preservar o no las tradiciones de
la comunidad, algo es seguro: la población de San Francisco Mazapa ha trascendido gracias a sus
esfuerzos y contribuciones por mantener la Danza de Alchileos con vida hasta la fecha; tanta ha sido la
entrega de esta comunidad por su cultura que se ha ganado el nombre de San Francisco Mazapa, Cuna
de tradiciones.

“Temazcalli” es un término que viene del náhuatl, compuesto por “temaz” que es sudor y “calli” que es
casa, traduciéndose en “casa donde se suda”. Hay otros nombres que se utilizan para procedimientos
muy parecidos como “zumpul-ché” en maya y “ñihi” en mixteco.

Este baño de vapor es utilizado para elevar la temperatura y hacer sudar en exceso, aunque
encontramos métodos con el mismo resultado a lo largo de Mesoamérica y Norteamérica que
empleaban diferentes herramientas como ebullición de agua u otros para, igualmente, hacer sudar
prolíficamente a los participantes. En la cultura maya y náhuatl se hace uso de piedras calientes sobre las
cuales se vierten hierbas y agua.

Alonso de Molina, lexicógrafo español, habría de mencionarlo en el siglo XVI dentro de su Vocabulario en
lengua castellana y mexicana como “casilla como estufa, donde se bañan y sudan”.

Estructura del Temazcal

El temazcal era realizado dentro de construcciones específicas que podían ser redondas, rectangulares o
cuadradas. Tienen siempre una gran cúpula, aunque en zonas arqueológicas encontramos también
techos planos. Sus dimensiones podían alojar hasta a 30 personas con su hornilla en el centro y la
entrada al temazcal. Todo era construido en emulación del vientre materno y se consagraba a la diosa
Toci, la señora de los temazcales.

Para su inauguración se realizaba una ceremonia donde se realizaba una ofrenda a esta deidad, se
nombraba al temazcal, se bautizaba con pulque e incluso se lanzaban cohetes antes del convivio donde
se celebraba que comenzaría a funcionar. En su elaboración y convivio ayudaban los padrinos, quienes
habían sido asignados con anterioridad.

Su significado y proceso

El baño de vapor y la limpieza, en general, eran costumbres diarias entre las poblaciones indígenas de
Mesoamérica. El temazcal, en específico, era utilizado para la limpieza diaria, tratar ciertas
enfermedades y como ceremonia ritual donde se hacía una purificación e iniciación.

Por medio del sudor que ocasionaban ciertas hierbas colocadas sobre las piedras calientes al centro de la
construcción, se buscaba la desintoxicación y al mismo tiempo conectar con la divinidad. Esto se
realizaba acostado boca arriba. Para poder encontrarse con esta divinidad el temazcal tiene una
metodología muy precisa. Por ejemplo, en algunas costumbres se colocan primero 13 piedras, con lo que
se abre una “primera puerta” y se abren, poco a poco, otras 3 puertas hasta completar las 52 piedras
que representan al sol.

En otras metodologías pueden llevar otra numeración o forma de acceder, pero el fin es el mismo:
conectar con la divinidad, purificarnos o tratar padecimientos mediante una metodología muy precisa.
El temazcal en la actualidad

Los vestigios de este baño de vapor muy utilizado diariamente y como medicina tradicional pueden ser
encontrados en Xochicalco, Palenque, Tlatelolco, Chichén Itzá y otros, donde encontramos
construcciones de mayores dimensiones que las actuales.

Sin embargo, hoy en día no es tan difícil acceder a ellos y en el Estado de México hay al menos poblados
donde se realizan con frecuencia como Temascalapa, Temascaltepec y Temascalcingo.

Además de ser higiénico, puede ser muy terapéutico en más de un sentido, pero, si se tiene alguno de
los siguientes padecimientos es importante comunicarlo a quien realizará el temazcal para saber si se es
apto para ello: glaucoma, padecimientos del corazón, insuficiencia venosa, várices agudas, problemas
circulatorios, presión arterial baja, hipertensión, glaucoma, hipertiroidismo, epilepsia, embarazo en su
fase inicial, embarazo con antecedentes de partos prematuros o enfermedades mentales como psicosis,
paranoia u otros.

Arte
Teotihuacán fue un centro comercial con importante producción de lo que hoy podríamos llamar arte.
Escultura, cerámica, pinturas mulares… se producían con abundancia y tenían un carácter propio con
representaciones estilizadas y minimalistas.

Máscaras

Las máscaras de piedra son características, realizadas en jade, basalto, granito (diorita) o rocas volcánicas
como la andesita. . Solían estar muy pulidas y para detalles como los ojos se usaban conchas u obsidiana.
También se han encontrado máscaras de arcilla. Estas máscaras servirían de adorno para momias o
elementos funerarios.

Pintura mural

Los murales decoraban los grandes monumentos de Teotihuacán, con motivos religiosos pero también
con imágenes de la vida natural, paisajes, ríos y fuentes. Se aprecian glifos o elementos de protoescritura
lo que denotaría la existencia de un lenguaje aunque de menor desarrollo que el maya. La técnica usada
era el frescom con un pulimentado final. Destacan los tonos de rojo, siendo los más intensos los
dedicados a la representación de dioses, sacrificios o luchas ceremoniales. En edificios más modestos la
pintura consistía en patrones geométricos.

Cerámica

Platos redondos decorados, vasijas bulbosas, quemadores de incienso y figuritas, componene el grueso
de la cerámica teotihuacana que se hacía en gran medida en masa. La más fina se hacía con estucos y
arcillas finas, se han encontrado ejemplos en zonas geográficas alejadas, lo que demostraría su demanda
y su comercio.
Escultura

Se hacía en todos los tamaños pero nunca se representaba a personajes individualizados, sino caras
genéricas y estilo convencionales, principalmente de dioses y diosas, con ejemplos grandiosos de
esculturas basálticas de más de 3 metros como la encontrada cerca de la pirámide de la luna. Se han
encontrado ejemplos escultóricos del dios Tlaloc, deidad de la lluvia, realizada con técnicas que no
usaban metales en su creación.

Religion
Los teotihuacanos cultivaron una religión politeísta y compleja. Posee muchos
puntos de contacto con las de otras culturas mesoamericanas, tanto previas como
posteriores, seguramente a través de dinámicas de herencia y de contagio
cultural.

El culto a la serpiente emplumada, Quetzalcóatl, por ejemplo, es frecuente en las


ruinas de otras culturas de la región. En Teotihuacán, Quetzalcóatl es venerado en
un impresionante templo, además de estar presente en forma de estatuillas y
murales.

Otros dioses importantes de su panteón fueron Tlaloc, dios de la siembra;


Huehuetéotl, dios del fuego; Tezcatlipoca, dios del cielo y la tierra. También
poseían un conjunto de animales míticos o sagrados: el búho, el puma, el águila y
la serpiente.

Es muy probable que sus ritos involucraran sacrificios humanos, cosa común en la
región. Los sacrificios eran llevados a cabo por una élite cerrada de sacerdotes o
chamanes.

LA ESCRITURA TEOTIHUACANA

Teotihuacan tuvo un sistema de escritura jeroglífica muy desarrollado. Es muy


probable que la mayoría de esos textos se escribieran en libros de piel de venado
o sobre papel, materiales que desaparecieron hace mucho. Sin embargo, se
conservan muchos textos en murales, cerámica monumentos labrados, los que
tienen aún mucho que decirnos sobre la escritura teotihuacana.

Los signos de la escritura teotihuacana denotan conceptos completos o palabras,


lo cual era una ventaja en una ciudad políglota y con lectores de diversos niveles.

Entre los rasgos más notables de la escritura teotihuacana se cuenta su vigorosa


cualidad bidimensional y el carácter emblemático de sus jeroglíficos.

Cada vez resulta más claro que Teotihuacan fue una ciudad verdaderamente
cosmopolita, con enclaves en los que residían personas procedentes de regiones
tan distantes como Veracruz, Oaxaca y el Occidente de México. Si bien aún no ha
sido posible documentar la existencia de un barrio maya en Teotihuacan, han
aparecido claros rasgos de esa cultura en cerámica importada y en vasijas de
fabricación teotihuacana se han encontrado motivos mayas.

La lengua de la cultura teotihuacana en compendio.

¿Sabías que la cultura Teotihuacana tenía una lengua propia? Esta civilización
prehispánica es conocida por su arquitectura monumental, como la Pirámide del
Sol y la Pirámide de la Luna, pero ¿qué sabemos de su lengua? En este artículo
exploraremos algunos datos curiosos sobre la cultura Teotihuacana y su lengua,
así como las investigaciones actuales sobre este tema.

La cultura Teotihuacana se desarrolló entre los siglos I y VII d.C. en lo que hoy es el
centro de México. Aunque se sabe poco sobre su lengua, se cree que era una
lengua aislada, es decir, no tenía relación con otras lenguas conocidas. Los
estudios sobre la lengua Teotihuacana son escasos, pero se han encontrado
inscripciones en los edificios y objetos de la época, lo que ha permitido a los
lingüistas estudiar algunos aspectos de esta lengua.

Uno de los aspectos más interesantes de la lengua Teotihuacana es que no se


escribía con un alfabeto, sino con símbolos que representaban palabras o ideas
completas. Además, se cree que esta lengua tenía una gran importancia ritual y
que se utilizaba en ceremonias religiosas y en la comunicación con los dioses.
¿Pero cómo se hablaba realmente? ¿Cómo se pronunciaban las palabras? En el
siguiente apartado, exploraremos algunas de las hipótesis actuales sobre la lengua
Teotihuacana.

¿Cómo era su lenguaje? A pesar de que poco se sabe sobre el idioma que
hablaban los teotihuacanos, los expertos han encontrado algunos vestigios que les
han permitido hacer algunas hipótesis. Por ejemplo, se han encontrado
inscripciones en murales y objetos que parecen ser jeroglíficos, pero que aún no
han sido descifrados. Algunos investigadores creen que este lenguaje podría estar
relacionado con el náhuatl, el idioma de los aztecas.

¿Por qué la lengua de los teotihuacanos es tan importante para entender su


cultura?

La civilización teotihuacana es una de las más enigmáticas y fascinantes de la


historia de Mesoamérica. Su ciudad, ubicada al noreste de la Ciudad de México,
fue una de las más grandes del mundo en su tiempo y tuvo una gran influencia en
otras culturas de la región. Sin embargo, todavía hay muchos misterios por
resolver sobre esta civilización, y uno de los más importantes es el lenguaje que
hablaban.

Aunque se sabe que los teotihuacanos tenían un sistema de escritura, aún no se


ha descifrado completamente. Sin embargo, gracias a la investigación de los
lingüistas, se ha podido reconstruir en parte el idioma hablado por los
teotihuacanos. Según los estudios, esta lengua pertenece a la familia lingüística
uto-azteca, la misma que hablan los mexicas o aztecas.

El idioma de los teotihuacanos es fundamental para entender su cultura y su


forma de vida. A través de la lengua, se pueden conocer aspectos como su
organización social, su religión, su arte y su economía. Por ejemplo, los nombres
de los dioses y las deidades que adoraban los teotihuacanos se han podido
identificar gracias al idioma reconstruido.
Además, el estudio de la lengua también ha permitido conocer las relaciones que
los teotihuacanos tenían con otras culturas de la región. Se ha encontrado que
existían similitudes lingüísticas con otras culturas como la maya y la zapoteca, lo
que sugiere que había intercambio cultural y comercial entre ellas.

El desafío de reconstruir una lengua muerta

Reconstruir una lengua muerta como la de los teotihuacanos es un desafío


enorme para los lingüistas. No solo deben analizar los pocos textos que existen en
esta lengua, sino que también deben compararla con otras lenguas de la misma
familia y de la región.

A pesar de las dificultades, los avances en el estudio de la lengua teotihuacana son


importantes para entender mejor esta cultura y su legado. Como dijo el lingüista
español Francisco Rodríguez Adrados: «El estudio de las lenguas antiguas nos
permite acceder a un mundo que de otra forma estaría perdido para siempre».

a fin de cuentas, el idioma de los teotihuacanos es una pieza clave para entender
su cultura y su forma de vida. A través de la reconstrucción de esta lengua, se
pueden conocer aspectos importantes de su religión, su arte, su economía y sus
relaciones con otras culturas de la región. A pesar de las dificultades, el estudio de
la lengua teotihuacana sigue siendo un desafío apasionante para los lingüistas y
un camino hacia la comprensión de una de las civilizaciones más fascinantes de la
historia de Mesoamérica.

La lengua teotihuacana: una mirada a su gramática y vocabulario

La historia oficial nos dice que Teotihuacán fue una de las ciudades más
importantes de Mesoamérica durante el periodo Clásico. Sin embargo, ¿qué
sabemos realmente sobre la lengua que hablaban sus habitantes?
En primer lugar, debemos tener en cuenta que la lengua teotihuacana es una
lengua muerta, es decir, ya no se habla en la actualidad. A pesar de esto, gracias a
los estudios realizados por lingüistas y antropólogos, se ha podido reconstruir su
gramática y vocabulario.

Gramática teotihuacana

La lengua teotihuacana es una lengua aglutinante, lo que significa que las palabras
se forman a partir de la unión de diferentes raíces y sufijos. Además, presenta una
estructura sintáctica SOV (sujeto-objeto-verbo), lo que la diferencia de otras
lenguas mesoamericanas como el náhuatl o el maya, que presentan una
estructura sintáctica distinta.

En cuanto a su sistema de escritura, se cree que los teotihuacanos utilizaban un


sistema de escritura logográfico, es decir, que los símbolos representaban palabras
o ideas completas.

Vocabulario teotihuacano

A pesar de que no se ha logrado descifrar completamente el sistema de escritura


teotihuacano, se han encontrado inscripciones en diferentes lugares de la ciudad
que nos han permitido conocer algunas palabras y expresiones.

Tlajtli: Pelota.

Yohual: Noche.

Teotl: Dios.
Xiuhtecuhtli: Dios del fuego.

Coatl: Serpiente.

A pesar de que aún queda mucho por descubrir sobre la lengua teotihuacana, su
estudio nos permite conocer un poco más sobre la cultura y la sociedad que la
hablaba.

¿Cómo el estudio de la lengua teotihuacana nos ayuda a entender mejor su


cultura y sociedad?

Teotihuacán fue una de las ciudades más importantes de Mesoamérica, y aunque


su civilización se desarrolló hace más de 2,000 años, todavía hay muchas cosas
que no sabemos acerca de su cultura y sociedad. Sin embargo, el estudio de la
lengua teotihuacana nos ha proporcionado información valiosa sobre su forma de
vida y organización social.

La lengua teotihuacana es una lengua prehispánica que se hablaba en la ciudad de


Teotihuacán. Aunque no se sabe mucho acerca de su gramática y vocabulario, los
estudiosos han podido deducir algunas cosas a partir de los pocos textos que se
han encontrado. Por ejemplo, se ha descubierto que la lengua teotihuacana era
una lengua aglutinante, lo que significa que las palabras se formaban añadiendo
sufijos a raíces básicas.

Uno de los textos más importantes que se han encontrado en lengua teotihuacana
es la Tabla de los Glifos, que es un calendario que muestra los ciclos cósmicos y
agrícolas. A partir de este texto, los estudiosos han podido deducir que la
sociedad teotihuacana estaba organizada en torno a la agricultura y la astronomía.
Además, se ha descubierto que la ciudad estaba dividida en barrios o distritos,
cada uno de los cuales tenía su propia deidad protectora.
en definitiva, el estudio de la lengua teotihuacana nos ha proporcionado
información valiosa acerca de la cultura y sociedad de Teotihuacán. Aunque
todavía hay muchas cosas que no sabemos acerca de esta civilización, el estudio
de su lengua nos ha ayudado a entender mejor su forma de vida y organización
social.

¿Existen registros escritos en la lengua teotihuacana?

No se han encontrado registros escritos en la lengua teotihuacana, ya que esta


cultura no desarrolló un sistema de escritura. Los arqueólogos y lingüistas han
estudiado los murales y objetos encontrados en la zona arqueológica de
Teotihuacán para entender su cultura y forma de vida. Además, se han encontrado
textos en lenguas mesoamericanas como el náhuatl que hacen referencia a
Teotihuacán y su influencia en la región.

¿Se sabe cómo se escribía la lengua teotihuacana?

No se ha encontrado evidencia de un sistema de escritura propio de la lengua


teotihuacana. Sin embargo, se han descubierto inscripciones en objetos como
cerámica y piedra que utilizan glifos y símbolos que podrían representar palabras
o conceptos. Los arqueólogos e historiadores han utilizado estos hallazgos para
intentar reconstruir la escritura de esta antigua lengua, pero no existe un
consenso sobre cómo se escribía exactamente. Es importante destacar que la
lengua teotihuacana no es la misma que la náhuatl, que sí cuenta con un sistema
de escritura propio.

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