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Investigación en discapacidades del desarrollo 31 (2010) 995–1001

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Investigación en discapacidades del desarrollo

Análisis espectral de la voz en Síndrome de Down


G. Albertinia, S. Bonassib,*, V. Dall'Armib, I. GiachettiC, S. GiaquintoC, M. Mignanoa
aDepartamento de Discapacidades Congénitas y del Desarrollo, IRCCS San Raffaele Pisana, Via della Pisana 235, 00163 Roma, Italia
bEpidemiología Clínica y Molecular, IRCCS San Raffaele Pisana, Via di Val Cannuta 247, 00166 Roma, Italia
CDirección Científica, IRCCS San Raffaele Pisana, Via di Val Cannuta 247, 00166 Roma, Italia

INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO ABSTRACTO

Historial del artículo: La calidad de la voz de las personas con síndrome de Down (SD) generalmente se describe como ronca,
Recibido el 22 de abril de 2010 monótona y estridente. Por otro lado, la voz de los niños con síndrome de Down se caracteriza por
Aceptado el 28 de abril de 2010
respiración entrecortada, aspereza y nasalidad y, por lo general, tiene un tono bajo. Sin embargo, la
investigación sobre la fonación y la entonación en estos participantes es limitada. El presente estudio fue
Palabras clave:
diseñado para proporcionar datos del análisis espectral de la voz humana en personas con síndrome de
Síndrome de Down
Down. Se aplicó un diseño observacional transversal. Treinta adultos con SD y 48 niños con SD se
Discurso
inscribieron después de la evaluación clínica. Treinta hombres, 30 mujeres y 46 niños constituyeron el grupo
Parámetros de voz
Lanzamiento en tiempo real
de control. Los participantes tenían que repetir un conjunto de palabras en italiano dos veces. El software
praat Real Time Pitch fabricado por KayPENTAX grabó la voz. Para cada palabra se obtuvieron los siguientes
descriptores espectrales: Frecuencia media y desviación estándar, Energía, Duración, Jitter y Shimmer.
También se comprobó el rendimiento test-retest. La voz de los adultos con SD se caracterizó por una
frecuencia media significativamente más alta, particularmente en los hombres. (pag <0.0001), por una
variación menor (p =0.0044 en hombres yp =0.0046 en mujeres) y por un nivel significativamente más bajo
de energía (p =0.0037 en hombres yp =0,0025 hembras). Además, limitado a adultos masculinos, una
duración más corta (p =0.0156) y un valor menor de Shimmer (p =0.0014) fue observado. La diferencia entre
los niños con SD y los controles pareados por edad fue limitada, alcanzando significación solo para el
coeficiente de variación (CV) (p =0,031). La diferencia en la frecuencia media entre adultos y niños fue más
evidente en los machos de control que en todos los demás grupos. Los hallazgos destacan la ausencia de
una diferencia marcada entre las características de la voz de los niños con y sin síndrome de Down. Los
coeficientes de correlación de Pearson en producciones repetidas oscilaron entre 0,23 (Jitter) y 0,86
(Frecuencia media) en niños y entre 0,07 (Brillo) y 0,86 (Frecuencia media) en adultos. En el grupo control,
todos los coeficientes oscilaron entre 0,85 y 0,98. Como era de esperar, las mujeres tenían una frecuencia
media más alta que los hombres, pero el CV estaba alrededor de 0,1 para ambos. Por el contrario, los niños
tenían una frecuencia media significativamente más alta y un CV más bajo. En conclusión, se recomienda el
análisis espectral de la voz humana en cada laboratorio de rehabilitación del habla y el lenguaje para
explotar la precisión de los descriptores de voz.

- 2010 Elsevier Ltd. Todos los derechos reservados.

1. Introducción

Los estudios de percepción describen la calidad de la voz de las personas con síndrome de Down (SD) como ronca, monótona y estridente.
La voz de los niños exhibe más respiración entrecortada, aspereza y nasalidad, en comparación con las voces de la población general (
Montague y Hollein, 1973; Moran y Gilbert, 1982; Price, 1994; Oeste, Kennedy, Carr y Backus, 1947). Más temprano

* Autor correspondiente. Tel.: +39 06 52253418; fax: +39 06 52255668. Dirección de


correo electrónico:stefano.bonassi@sanraffaele.it (S. Bonassi).

0891-4222/$ – ver portada - 2010 Elsevier Ltd. Todos los derechos reservados.
hacer:10.1016/j.ridd.2010.04.024
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Las investigaciones indican que los niños con síndrome de Down tienen "voces característicamente de tono bajo", y que la calidad perceptiva de su voz
difiere significativamente de la de los niños con un desarrollo normal (Montague y Hollein, 1973; Moran y Gilbert, 1978; Pentz y Gilbert, 1983). El lenguaje
y la lectoescritura en niños con SD se han investigado extensamente, mientras que la investigación sobre fonación y entonación es limitada, con pocos
estudios generalmente caracterizados por un tamaño de muestra pequeño (Moran y Gilbert, 1978; Pentz, 1987; Price, 1994; Weinberg y Zlatin, 1970).
Estos hallazgos perceptuales son confirmados en cierta medida por los datos de los análisis acústicos que indican un aumento de las perturbaciones de
frecuencia (jitter), perturbaciones de amplitud (brillo) y relaciones de componentes de ruido espectral a armónicos en niños con síndrome de Down en
comparación con niños con un desarrollo normal (Pentz y Gilbert, 1983). La voz de los niños con SD reveló una disminución de la distinción entre las
vocales, lo que refleja la pérdida del procesamiento articulatorio. La relación funcional anatómica vocálica del SD representó el principal parámetro
distintivo en el grupo del SD (Mora et al., 2008). Los niños con síndrome de Down, de 4 a 13 años de edad, presentaban un retraso en el desarrollo del
habla. Sus inventarios fonológicos, ocurrencias de procesos fonológicos y proporción de puntajes de proximidad de palabras completas, indicaron
mayores retrasos en su desarrollo que los niños más jóvenes, con un desarrollo típico (Roberts et al., 2005).

Pocos estudios tratan con adultos. Morán y Gilbert (Morán, 1986; Morán y Gilbert, 1978) encontraron que la media armónica en adultos con SD era
significativamente más alta que en los controles emparejados. Se analizaron muestras del habla de 20 adolescentes y adultos con síndrome de Down y
se compararon con muestras del habla de 20 niños pequeños normales. Se estudiaron las producciones de consonantes, vocales y diptongos. Se
compararon la tasa de error, los sonidos con error, la naturaleza de los errores y las características fonéticas de los errores de ambos grupos. Sin
embargo, los sujetos con SD y los controles normales mostraron más similitudes que diferencias (Van Borsel, 1996). La falta de inteligibilidad puede
ocurrir incluso en la edad adulta, pero la producción del habla puede ser casi normal en algunos sujetos con síndrome de Down a pesar de las
diferencias anatómicas.Kumin, 1994; Miller, Leddy y Leavitt, 1999). De hecho, la evidencia disponible sobre el habla en SD es limitada y sigue siendo
controvertida.
Mejorar la calidad de la investigación y evaluar las pautas compartidas son temas prioritarios en el campo. Se recomienda el uso de
tecnologías de asistencia en el reentrenamiento del habla y el lenguaje (Wolfe, Fitch y Cornell, 1995). Hoy en día, las mejoras tecnológicas
ofrecen nuevas posibilidades. Una PC estándar con un reloj de 1 GHz puede administrar los mil millones de operaciones requeridas por el
análisis espectral en tiempo real (Real Time Pitch, RTP), basado en el algoritmo Fast Fourier Transform (FFT) (Boutsen, DeLassus Gress y
Deliyski, 1996; Deliyski & DeLassus Gress, 2007).
El presente estudio tiene como objetivo (i) describir parámetros espectrales de la voz en adultos y niños con SD, y en un grupo de
controles; (ii) identificar diferencias en las características de voz entre DS y controles tanto en niños como en adultos; (iii) monitorear el cambio
de estos parámetros en función de la edad.

2. Materiales y métodos

2.1. Participantes

Participaron 30 adultos SD (17 hombres y 13 mujeres). Su edad media fue de 28,7 años - 7,7 para los hombres y 23,2 años - 4,7
para las mujeres. La duración media de la educación fue de 9,1 años - 1,2. El estudio incluyó también a 48 niños con síndrome de
Down, 27 niños con una edad media de 9,6 años - 3,6 y 21 niñas con una edad media de 9,8 años - 2,9. Los sujetos con SD se
inscribieron en el Departamento de Rehabilitación Infantil del IRCCS San Raffaele Pisana. Los criterios de inclusión fueron los
siguientes: (1) diagnóstico citogenético de trisomía 21; (2) integración en escuelas generales, o al menos 5 años de educación y un
coeficiente intelectual superior a 40; (3) ausencia de pérdida auditiva significativa (umbrales inferiores a 40 dB para 500-4000 Hz); (4)
ausencia de patología nasal o laríngea; (5) cooperación adecuada; (6) consentimiento por escrito de los participantes o de sus
representantes legales. Diez temas más,
Como controles participaron 60 voluntarios adultos (30 hombres y 30 mujeres) pertenecientes al personal del hospital. Todos los
participantes tenían una audición normal y no fumaban (ya que este hábito podía alterar la voz). La edad media fue de 48,1 años -
8,1 en varones y 44,7 años - 10,3 en mujeres. Además, se inscribieron 46 niños de control, 28 niños (edad media 9,2 - 2,1) y 18 niñas
(edad media 9,4 - 1,7). Se integraron en las escuelas generales. Los criterios de inclusión para los controles fueron: (1) al menos 5
años de educación; (2) audición normal; (3) consentimiento por escrito de los participantes o de sus representantes legales.
Se obtuvieron así ocho grupos que representan diferentes poblaciones: Machos-control (MC), Hembras-control (FC), Niñoscontrol
(BC), Niñas-control (GC), Machos-Abajo (MD), Mujeres-Abajo (FD), Niños -Abajo (BD), Niñas-Abajo (GD).

2.2. Escalas y procedimiento

El test ENPA (Examen Neuropsicológico para la Afasia), adaptado a la población italiana, se utilizó para evaluar el lenguaje en adultos (
Capasso y Miceli, 2001). La prueba es breve y sencilla. La prueba de Fanzago se utilizó para evaluar el lenguaje en niños (Fanzago, 1983). Se
pidió a todos los participantes que repitieran las palabras escuchadas poco después de cada presentación. La intensidad de la voz era la de
una conversación habitual. La prueba se repitió después de un breve intervalo, pero solo se analizó la primera actuación. Todos los sujetos
utilizaron un micrófono que se colocó a una distancia de 20 cm de los labios y a 458ángulo.

2.3. Equipo

Se utilizó el Real Time Pitch modelo 5121 fabricado por KayPENTAX. El software genera un espectro de potencia discreto por
medio de FFT. El Energy Contour realiza el cálculo de la sonoridad en decibelios del nivel de presión sonora (dB SPL). El sistema
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fue operado por una PC Pentium IV con 256 MByte de RAM, 1 GHz, controladores de CD-ROM, una tarjeta gráfica y un monitor con soporte de
pantalla de 1200-1600 de resolución. Se utilizó el software Praat (Universidad de Ámsterdam, Países Bajos) para ver el contenido espectral de
los sonidos en función del tiempo.

2.4. Medidas

La voz se grabó digitalmente a una frecuencia de muestreo de 50 kHz. El espectro de cada palabra hablada se recortó y analizó
de la siguiente manera: (i) Frecuencia media en Hz y desviación estándar; (ii) Coeficiente de Variación (CV); (iii) Sonoridad en dB; (iv)
Duración en segundos. Además, la Perturbación Promedio Relativa (RAP%) evaluó el Jitter, lo que proporciona una indicación de las
perturbaciones de frecuencia. Las perturbaciones de amplitud se midieron a través del Shimmer.

2.5. métodos de estadística

Los análisis explorativos se basaron en estadísticas paramétricas. Se evaluó el grado de correlación lineal entre la edad y los demás
parámetros del estudio para cada combinación de sexo y SD/grupo de control. Las variables que caracterizan la voz en voluntarios sanos y en
afectados por SD se compararon mediante Student'st-pruebas para cada combinación de factores del huésped como se describe
anteriormente. Apag-Se fijó un valor de 0,05 como límite crítico de significancia. Se aplicó el coeficiente de correlación de Pearson para el
control de los valores test-retest. Todos los análisis estadísticos se realizaron con STATA 10/SE y SPSS 13.0.

3. Resultados

El análisis de voz proporcionó una pantalla visual (Figura 1) junto con mediciones cuantitativas.
La descripción de los parámetros de voz tenidos en cuenta en el estudio, junto con los resultados del análisis univariado, se
resumen entabla 1.
La voz de sujetos adultos con SD se caracteriza por una frecuencia media significativamente más alta, especialmente en los hombres (MC:
119,05 - 11,04 Hz MD: 162,40 - 30,02 Hz;pag <0,0001), por un menor CV en ambos sexos (MC: 0,13 - 0,03, MD: 0,09 - 0,04; p =0,0044;
FC: 0,12 - 0,05, FD: 0,08 - 0,03;p =0,0046) y por un nivel de Energía significativamente menor también en ambos grupos de género
(MC: 63,21 - 2,49 dB, MD: 60,34 - 3,24 dB;p =0,0037; FC: 63,10 - 3,87 dB, FD: 59,10 - 3,49 dB;p =0,0025). Además, limitado a adultos
masculinos, una Duración más corta (MC: 1,17 - 0,01 s, 1,03 - 0,22 s;p =0.0156) y un valor menor de Shimmer (MC: 1.13 - 0.1, 0.91 -
0.23;p =0,0014) se observó en los participantes afectados por SD en comparación con los no afectados. La diferencia entre los niños
con SD y los controles de la misma edad fue mucho menor, y solo se encontró una diferencia significativa para el CV (GC:

tabla 1
Comparación de las características de la voz en participantes y controles con síndrome de Down, por clase de edad y género (*Valores de p significativos en negrita:pag <0,05).

Control S Síndrome de Down valor p*

norte Media (DE) norte Media (DE)

Frecuencia media (Hz) Adultos Hembras 30 193.13 (18.78) 13 213,58 (23,24) 0.011
machos 30 119.05 (11.04) 17 162,4 (30,02) <0.0001
Niños Hembras 18 242,5 (31,5) 21 241,57 (30,95) 0.9268
machos 28 249,27 (42,41) 27 224,67 (54,73) 0.0689

Coeficiente de variación Adultos Hembras 30 0,12 (0,05) 13 0,08 (0,03) 0.0046


machos 30 0,13 (0,03) 17 0,09 (0,04) 0.0044
Niños Hembras 18 0,06 (0,03) 21 0,08 (0,04) 0.031
machos 28 0,07 (0,04) 27 0,07 (0,03) 0.9746

Energía (dB) Adultos Hembras 30 63,1 (3,87) 13 59,1 (3,49) 0.0025


machos 30 63,21 (2,49) 17 60,34 (3,24) 0.0037
Niños Hembras 18 59.07 (2.11) 21 58,16 (2,3) 0.2039
machos 28 61,33 (5,36) 27 59,34 (2,98) 0.0934

Duración (s) Adultos Hembras 30 1,11 (0,1) 13 1,02 (0,15) 0.0544


machos 30 1,17 (0,01) 17 1,03 (0,22) 0.0156
Niños Hembras 18 0,87 (0,14) 21 0,93 (0,16) 0.177
machos 28 0,87 (0,12) 27 0,81 (0,13) 0.1248

Brillar Adultos Hembras 30 0,65 (0,07) 13 0,65 (0,11) 0.9935


machos 30 1,13 (0,1) 17 0,91 (0,23) 0.0014
Niños Hembras 18 0,61 (0,1) 21 0,64 (0,1) 0.4138
machos 28 0,66 (0,11) 27 0,72 (0,25) 0.2812

Estar nervioso Adultos Hembras 30 1,02 (0,73) 13 0,96 (0,32) 0.6961


machos 30 1,14 (0,85) 17 1,01 (0,49) 0.4947
Niños Hembras 18 0,88 (0,22) 21 1,08 (0,48) 0.0888
machos 28 1,04 (0,24) 27 1,43 (1,31) 0.1384
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Figura 1.Software Praat. Grabación de voz de un participante adulto normal (sección superior) y un participante adulto DS (sección inferior) pronunciando la palabra
''CAMPANE'' (traducción:campanas).Trazado superior: forma de onda. Trazado inferior: espectrograma.X-Eje: Tiempo en s;Y-eje: frecuencia en Hz (normal 122,
participante DS 152). El ancho de las barras se correlaciona con el volumen.

0,06 - 0,03, GD: 0,08 - 0,04;p =0.031) en niñas.higos. 2 y 3muestran la distribución de la frecuencia media (Hz) y la duración (s) de la voz, cuando se correlacionan con la
edad, en pacientes con síndrome de Down y controles, por clase de edad y género.
Figura 2muestra que la diferencia natural en la frecuencia media de la voz entre adultos y niños es más evidente en los machos de control
que en todos los demás grupos. La pequeña variabilidad de la Duración en los machos adultos de control (1,17 - 0,01 s) surge claramente
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Figura 2.Distribución de la frecuencia media de la voz (Hz) por edad (adultos8y niños*) en Síndrome de Down participantes y controles estratificados por género.

Fig. 3.Distribución de la voz Duración (s) por edad (adultos8y niños*) en Síndrome de Down participantes y controles estratificados por género.

deFig. 3. Esta característica es más evidente si se compara con la variabilidad de la Duración en participantes adultos con SD. La falta de una
marcada diferencia entre las características de la voz de los niños control y SD apoya la observación clínica. Los coeficientes de correlación de
Pearson de producciones repetidas en niños fueron 0,86 (frecuencia media), 0,23 (nerviosismo), 0,56 (energía), 0,50 (brillo) y 0,45 (duración).
Los valores correspondientes en adultos con SD fueron los siguientes: 0,86 (Frecuencia media), 0,76 (Jitter), 0,82 (Energía), 0,07 (Brillo) y 0,65
(Duración). En el grupo control todos los coeficientes oscilaron entre 0,85 y 0,98.

4. Discusión

El resultado más notable de la presente investigación es la similitud sustancial entre las características espectrales en niños normales y en
participantes con síndrome de Down de la misma edad. Nuestros hallazgos confirmaron que el perfil vocal de los niños normales es uniforme
en todas las niñas y niños antes de la pubertad.
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La frecuencia media es similar en ambos grupos de estudio (es decir, alrededor de 240 Hz). Por otro lado, la frecuencia de formantes permanece
relativamente sin cambios antes de los 24 meses de edad (Gilbert, Robb y Chen, 1997). Ni Energía, Duración, Brillo o Jitter difieren entre los dos grupos
de niños. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los sujetos con SD a menudo se ven afectados por pérdida de audición, retraso mental y
malformación severa. Estos problemas constituyeron criterios de exclusión, restringiendo así la conclusión de este estudio a un grupo seleccionado de
participantes del SD. Por el contrario, surgen grandes diferencias en las características espectrales cuando se comparan adultos normales y adultos con
síndrome de Down. La frecuencia media es mucho más alta en el grupo SD y la diferencia es especialmente evidente en los hombres. La energía es más
baja en los grupos FD y MD, mientras que la duración y el brillo son significativamente más bajos de lo normal solo en MD.

Investigaciones previas de nuestro grupo (Albertini, Giaquinto & Mignano, 2009) describió la confiabilidad del CV para caracterizar
patrones de voz. Por ejemplo, la frecuencia media en adultos normales depende del género, mientras que la CV proporciona una medida del
espectro de voz que es independiente del género. Un CV más bajo indica suavizado y filtrado del espectro de potencia independientemente de
la frecuencia media. Un CV más bajo se encuentra tanto en SD como en niños normales, cuando su espectro aún no ha ganado la riqueza de
frecuencias armónicas. Por otro lado, un CV mucho más alto indicaría una falta de melodía dentro de las palabras (voz chillona). CV también es
un marcador de cambios de voz en el cambio de la niñez a la edad adulta. De hecho, a los 12 años, los niños experimentan una clara
disminución de la frecuencia fundamental (Campisi et al., 2002).
En nuestro estudio se encontró una diferencia significativa de CV solo entre el grupo GD y el GC. Se encontró una diferencia mayor en los adultos,
con un CV medio más bajo tanto en MD como en FD que en los grupos de género de control correspondientes. El CV en adultos con SD no es muy
diferente al de los niños normales. Nuestros hallazgos nos permiten detectar cambios después de la pubertad en ambos grupos. El tono y la energía
fueron los parámetros más influenciados. La duración fue más corta en el grupo MD.
Después de la pubertad, los individuos con SD no lograron alcanzar un rendimiento espectral normal. Otros factores que tienen un efecto sobre la
evaluación perceptiva de los sujetos con SD pueden incluir la presencia de diferencias anatómicas y estructurales (Dellavia et al., 2007; Ferrario, Dellavia,
Serrao & Sforza, 2005; Montague, 1976; Sforza, Dellavia, Zanotti, Tartaglia y Ferrario, 2004; Sforza, Dellavia, Tartaglia y Ferrario, 2005). Las personas con
síndrome de Down tienen típicamente una bóveda palatina alta, lengua grande, hipotonía general, hipoplasia maxilar, crecimiento laríngeo reducido,
proporciones más grandes de ancho de oreja a largo de oreja, mayor convexidad facial, ángulos goniales de tejido blando reducidos, tercio medio facial
más hipoplásico con reducción de protrusión nasal y mandíbula reducida. Especialmente en los hombres, la longitud, el ancho y la altura del paladar
están significativamente influenciados. Todos los valores aumentaron significativamente en función de la edad.

Además de los problemas fonológicos, la construcción de oraciones, los niveles segmentarios y suprasegmentarios del habla pueden
dificultar la percepción y las expectativas de los oyentes (Kumin, 1994). Una investigación anterior encontró que los niños con SD son
inconsistentes en la producción del habla, con más de la mitad de todas las palabras pronunciadas de manera diferente en producciones
repetidas (Dodd y Thompson, 2001). Según nuestra experiencia, la Frecuencia Media espectral nunca cambia tanto en niños como en adultos,
siendo el coeficiente de correlación de Pearson igual a 0,86 (pag <0,0001). El mismo coeficiente fue menor en esas variables, que dependen
del flujo de aire en el aparato vocal. Parece existir una eficiencia reducida de la función respiratoria superior, lo que afecta la producción vocal
en personas con SD. De hecho, se ha planteado la hipótesis (precio, 1994) que la hipotonicidad del tracto supralaríngeo puede estar
relacionada con la calidad de la voz.
Los resultados de un estudio reciente de Lee et al. con siete adultos (Lee, Thorpe y Verhoeven, 2009), sugieren que los hablantes con SD (edad media
24,7 años) exhiben una capacidad respiratoria normal, un rango de tono orgánico reducido y un rango de tono lingüístico algo reducido. Se encontró
una frecuencia fundamental de habla media más alta con una interpretación generalmente menos melodiosa de la entonación. El análisis de la fonación
en adultos con SD indicó una reducción de Jitter, mientras que Shimmer no se desvió significativamente del grupo de control. Sin embargo, Shimmer fue
más alto que Jitter. Este hallazgo se confirma con los resultados de nuestro estudio, aunque solo se encontró una diferencia significativa en los hombres
adultos. Jitter y Shimmer fueron anormales en los participantes jóvenes con SD (Mora et al., 2008). Nuestros datos no están completamente de acuerdo
con estos hallazgos, posiblemente debido a los diferentes métodos de registro. Jitter y Shimmer muestran la mayor variabilidad en las investigaciones
publicadas.
Cabe recordar que la fonología es sólo la función más elemental del lenguaje. Léxico, gramática, sintaxis y discurso. Los niños encuentran
que la carga de procesamiento es significativamente mayor y puede resultar en una falla en la fluidez (bray, 2008). No está claro si una
dificultad motora del habla en lugar de un problema de programación lingüística puede ser responsable de los problemas del habla. El habla
se puede analizar en términos de su estructura segmentaria (la precisión y adecuación de las secuencias de sonidos producidos), pero los
aspectos suprasegmentarios, como el ritmo, la entonación y el acento, son igualmente importantes.
Otra fuente de heterogeneidad en nuestro estudio fue la menor edad media de los SD adultos, lo que se debe a una menor supervivencia de estas
personas. Los factores más importantes relacionados con la mortalidad son la demencia, las restricciones de movilidad, la discapacidad visual, la
epilepsia, la discapacidad intelectual y la institucionalización. Por el contrario, el riesgo cardiovascular es bajo (Coppus et al., 2008). Incluso a los 37 años
de edad, los participantes con SD pueden presentar un aumento en la latencia y una reducción en la amplitud de la respuesta P300, un componente
positivo tardío generado alrededor de 300 ms después de un estímulo poco frecuente.Blackwood, St. Clair, Muir, Oliver & Dickens, 1988). El participante
de mayor edad de nuestra población con síndrome de Down era un hombre de 41 años.
Se justifica una mayor investigación para el estudio de los problemas relacionados con la identificación y señalización de palabras y límites
de frases, una causa frecuente de supresión de sílabas en sujetos con SD. La rehabilitación se considera posible (Lee et al., 2009; Rondal, 1988)
y más estudios fonológicos ayudarán a la compilación de un programa adaptado a las personas con SD.

Conflictos de interés

Ninguno.
G. Albertini et al. / Investigación en discapacidades del desarrollo 31 (2010) 995–1001 1001

Referencias

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