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ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA DE PRODUCCIÓN:


UNA REVISIÓN DE LOS MÉTODOS Y LA EVIDENCIA EMPÍRICA PARA LA
ECONOMÍA ESPAÑOLA

Article · June 2012

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Jose Manuel Ordóñez-de-Haro


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JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y


BRECHA DE PRODUCCIÓN: UNA REVISIÓN DE LOS
MÉTODOS Y LA EVIDENCIA EMPÍRICA PARA LA
ECONOMÍA ESPAÑOLA*

José Manuel Ordóñez de Haro∗∗

RESUMEN***
En este trabajo llevamos a cabo una revisión de la literatura, tanto teórica como
empírica, en relación a la estimación de la producción potencial y la brecha de la
producción, con especial referencia a las estimaciones realizadas para la economía
española. En primer lugar, presentamos los diferentes enfoques, tanto estadísticos como
económicos, usados en la literatura para estimar el nivel de producción potencial de
una economía, a través de la separación del componente tendencial o de largo plazo,
del componente cíclico o de corto plazo. La correcta estimación del nivel de producción
potencial de una economía y, de la consiguiente brecha de la producción, resulta de
gran importancia para la instrumentación de las políticas económicas, así como para la
medición de la posición fiscal estructural de la economía. En segundo lugar, realizamos
una exhaustiva revisión de la literatura empírica aplicada a la economía española,
mostrando tanto las diferentes técnicas utilizadas como los resultados alcanzados.

PALABRAS CLAVE: Producción potencial, brecha de producción, metodos alternativos


de estimación.

Códigos JEL: C22, C32, C53, E32, E37.

ABSTRACT
In this work we provide a review of the literature, both theorical and empirical,
on the estimation of potential output and the output gap, with special reference to the
estimates for the Spanish economy. First, we examine different approaches, both statistical
and economic, that have been used in the literature to estimate the potential output by
separating the trend (or long un) component form the cyclical (or short run) component.
The correct estimation of the potential output of an economy, and the resulting output
gap, is particulary important for the implementation of economic policies and for mea-
suring the structural fiscal position of the economy. Second, we present an extensive
review of the empirical literature that is focused on the Spanish economy, highlighting
the different techniques used and the results achieved in this context.

KEYWORDS: Potential output, output gap, alternative estimation methods.

(*) Original recibido en diciembre de 2011 y revisado en abril de 2012.


(**) Profesor del Departamento de Teoría e Historia Económica de la Universidad de Málaga.
(***) El autor agradece los comentarios y sugerencias de José Luis Torres a una versión preliminar del trabajo. Asimismo,
el autor agradece la financiación recibida de la Junta de Andalucía a través del proyecto de investigación SEJ-122 y de
la Fundación Centro de Estudios Andaluces (CentrA). Cualquier error es responsabilidad exclusiva del autor.

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ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

1. INTRODUCCIÓN
La medición de la brecha o gap de la producción de una economía constituye
un elemento fundamental para la adopción, análisis y evaluación de las políticas
macroeconómicas. La brecha de la producción representa las fluctuaciones transi-
torias en torno a su nivel potencial y se obtiene a partir de la diferencia porcentual
entre la producción efectiva u observada y la potencial de la economía.
La brecha de la producción proporciona información clave para determinar las
presiones inflacionistas y contractivas, así como la posición cíclica de una economía.
En particular, si la producción efectiva es mayor que la potencial podría indicar que
la economía está experimentando presiones de demanda. Esta situación se considera
frecuentemente como una fuente de presiones inflacionistas y exige políticas que
desalienten la demanda agregada. La situación contraria, es decir, una producción
efectiva menor que la potencial, supondría la existencia de un exceso de capacidad
productiva que requeriría políticas de estímulo de la demanda.
Dado que la aplicación y puesta en funcionamiento de estas políticas es
un proceso que necesita tiempo, la información que proporcione la brecha de
producción sobre la posición cíclica actual de la economía y sobre las presiones
inflacionistas que se producirían en un futuro inmediato, sería de gran ayuda para
los responsables de adoptar las decisiones de política económica. En el mejor de
los casos, la brecha de producción, junto con una estimación de cómo afectan a
la producción las políticas de estabilización, podrían utilizarse como un indicador de
qué política de estabilización y con qué intensidad debería aplicarse en cualquiera
de las fases del ciclo económico, al objeto de acercar los niveles de actividad
económica y empleo a sus valores potenciales.
La estimación de la brecha de producción constituye además la primera etapa
en el cálculo del saldo presupuestario ajustado al ciclo. Un saldo presupuestario
cíclicamente ajustado se alcanza corrigiendo los efectos cíclicos, representados
por diferencias entre la producción efectiva y potencial, en el saldo presupuestario
y, en consecuencia, proporciona una medida de la posición fiscal estructural del
gobierno. Tal como señala Donders y Kollau (2002), una producción observada
mayor (menor) que la potencial contribuye a un saldo presupuestario positivo (ne-
gativo) mediante un mayor (menor) crecimiento de los ingresos y menor (mayor)
de los gastos. Este comportamiento de los componentes del presupuesto público
atenúa las fluctuaciones cíclicas de la economía, de ahí que reciban el nombre de
“estabilizadores automáticos”. No obstante, las variaciones del saldo presupuestario
también pueden explicarse por el efecto de las políticas económicas discrecionales
de los gobiernos. De hecho, Corrales et al. (2002) demuestran que las variaciones

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más importantes en los componentes del presupuesto, que se han producido en la


economía española durante las últimas décadas, tendrían su origen en la aplicación
de medidas discrecionales de política fiscal.
El uso de un saldo presupuestario ajustado al ciclo ocupa en la actualidad
un papel primordial en el contexto de la Unión Monetaria Europea, como indicador
de la situación subyacente de las finanzas públicas y del cumplimiento de los
requisitos establecidos por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Por esta razón,
la correcta construcción de los niveles de producción potencial o tendencial y sus
correspondientes brechas de producción, como base para la posterior medición de
los componentes estructural y cíclico del saldo presupuestario, permite afrontar con
mayor fiabilidad el proceso de estimación del saldo presupuestario ajustado al ciclo
y las conclusiones e iniciativas que se desprenderían de sus resultados.
No obstante, a pesar de su importancia, no existe en la literatura una única
definición para el concepto de producción potencial, pudiendo encontrar dos acep-
ciones distintas para este mismo término. Por un lado, más acorde con el enfoque
keynesiano, la producción potencial se definiría como aquel nivel de producción
máximo, utilizando los factores productivos y tecnología disponibles, que no genere
tensiones inflacionistas (De Masi, 1997). Según esta primera definición, las desviacio-
nes de los niveles de producción efectivos respecto al nivel de producción potencial
estarían explicadas por las fluctuaciones cíclicas de la economía cuyo origen se
encontraría, principalmente, en las variaciones de la demanda agregada.
Por otro lado, un enfoque alternativo, más próximo a la corriente de pensa-
miento neoclásica, considera que la producción potencial se ve afectada por las
perturbaciones exógenas en la productividad de la oferta agregada que determinan
tanto la tendencia de crecimiento a largo plazo y, en gran medida, las fluctuaciones
a corto plazo que tienen lugar en la producción a lo largo del ciclo económico.
Por tanto, desde esta última perspectiva la producción potencial se equipara a la
tasa de crecimiento tendencial de la producción observada. En definitiva, el objetivo
básico en la medición de la producción potencial sería distinguir entre fluctuaciones
permanentes en la producción potencial y fluctuaciones transitorias en torno al nivel
potencial (Scacciavillani y Swagel, 2002).
El problema fundamental al que hay que hacer frente cuando se pretende
analizar la producción potencial de una economía es que esta variable no es
directamente observable, lo que implica asumir con cierta cautela los resultados
obtenidos en su estimación y, usualmente, recurrir a más de una técnica para
comprobar la robustez de los mismos. En la literatura, la medición de la producción
potencial y la brecha de producción se asocian generalmente con los métodos

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de descomposición del ciclo económico. Estos métodos permiten separar en una


serie temporal el componente permanente o tendencia de su componente cíclico o
transitorio. No obstante, las diferencias existentes en los estimadores dependiendo
del método aplicado, añaden mayor incertidumbre a la hora de recomendar polí-
ticas económicas basadas en dichos valores. Además, no parece haber ninguna
razón a priori para descartar ninguna medida puesto que, a menudo, suelen ser
complementarias.
Este trabajo presenta en el siguiente apartado una revisión de los métodos de
estimación de la brecha productiva, prestando mayor atención a aquellos que se
aplican con más frecuencia en la literatura científica y en organismos nacionales
e internacionales. La tercera sección proporciona una exposición de los principales
resultados y métodos aplicados para obtener los componentes cíclicos, estimar la
producción potencial, y su respectiva brecha de producción, tanto para la economía
española en su conjunto como a nivel de comunidades autónomas. Finalmente, la
sección cuarta presenta las conclusiones más relevantes que pueden obtenerse
de la revisión realizada.

2. MÉTODOS DE ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y LA BRE-


CHA DE PRODUCCIÓN
La necesidad e importancia de obtener una medida fiable de la producción
potencial, y su correspondiente brecha de la producción, ha motivado la construcción
de una amplia variedad de técnicas o métodos para su cálculo, así como distintos
estudios donde se pretenden demostrar las posibles ventajas o desventajas de cada
uno de ellos. En un principio, estas metodologías podían clasificarse de acuerdo a
dos grandes enfoques: económico y estadístico. Sin embargo, en la práctica, los
métodos aplicados suelen utilizar instrumentos pertenecientes a ambos enfoques.
De hecho, en la actualidad, más que el establecimiento de una tipología estricta
en dos categorías bien diferenciadas, se observa un elevado número de técnicas
que no pueden ser encuadradas objetivamente en distintos grupos. No obstante,
por simplicidad en la exposición nos remitiremos a la clasificación tradicional que
distingue entre métodos estadísticos y económicos.
El enfoque económico o estructural hace uso de la información que proporciona
la teoría económica para realizar la distinción entre tendencia y ciclo. Este enfoque
ha sido habitualmente utilizado por distintos organismos internacionales como el
Fondo Monetario Internacional (FMI) (Artus, 1977 y De Masi, 1997), la OCDE (Giorno
et al. 1995, Beffy et al. 2006) o la Comisión Europea (Comisión Europea, 2002,
Denis et al., 2002 y Denis et al. 2006) y se basa fundamentalmente en el uso de

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una función de producción para calcular la producción potencial y la brecha de


producción. Este enfoque abarcaría desde la utilización de la relativamente sencilla
función de producción del tipo Cobb-Douglas (Scacciavillani y Swagel, 2002) al uso
de modelos de ecuaciones simultáneas más complejos (Adams y Coe, 1990, Fagan
et al., 2001, Mc Morrow y Roeger, 2001).
Por otro lado, el enfoque estadístico o no estructural solo extrae información
de la propia serie temporal y determina la producción potencial y la brecha de
producción mediante la aplicación de métodos univariantes. Las técnicas univariantes
establecen una estructura estadística que descompone la serie básicamente en dos
componentes: uno con carácter transitorio que se identifica como la brecha de pro-
ducción y otro de carácter más permanente o de largo plazo que se correspondería
con la producción potencial. No obstante, estas técnicas univariantes han sido objeto
de numerosas críticas, cuestionando su capacidad para proporcionar información
sobre la importancia relativa entre los componentes permanente y transitorio de la
estructura económica subyacente en las series consideradas (Quah, 1992).
Las limitaciones puestas de manifiesto en estas técnicas estadísticas motiva-
ron en parte que se plantearan una amplia diversidad de métodos multivariantes
como alternativas de medición del producto potencial. Entre las diferentes técnicas
multivariantes existentes cabe destacar, entre otras, la extensión multivariante del
método Beveridge-Nelson, el modelo de vectores autorregresivos estructurales (VAR
estructurales) o el método de estado-espacio (State-Space) también denominado
de variables latentes o método de componentes no observados multivariante. Estos
métodos multivariantes son conocidos también como métodos semi-estructurales ya
que complementan explícitamente los filtros tradicionales con información económica
adicional (en la mayoría de las ocasiones una curva de Phillips que proporciona
información sobre la evolución del proceso inflacionista, la relación de Okun o
información sobre indicadores de actividad económica).
Una revisión de las aportaciones más recientes a la literatura empírica, relativa
a la estimación de la producción potencial y brecha de la producción en distintos
países, muestra como en los últimos años una serie de autores han considerado
en sus estudios tanto modelos multivariantes, modelos VAR estructurales, así como
otros modelos de función de producción para definir la producción potencial y la
brecha de la producción. Los resultados contenidos en dichos trabajos evidencian
la imposibilidad de deducir, para cada país considerado, una valoración general y
ajustada de la producción potencial y brecha de producción a partir de cada una
de las distintas medidas utilizadas. La razón fundamental para esta imposibilidad
se encuentra en las escasas similitudes entre los estimadores obtenidos mediante
la aplicación de distintas técnicas.

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Esta incertidumbre o indeterminación acerca del método más apropiado para


estimar la brecha de producción, ha promovido también distintos trabajos que
ponen de relieve los posibles inconvenientes o ventajas relativas de la aplicación
de estos métodos en diferentes contextos. Así, por ejemplo, Ross y Ubide (2001)
señalan que las técnicas estadísticas, como el filtro HP, proporcionan información
acerca de la confianza económica o utilización de la capacidad muy similar a la
que se obtendría por medio de encuestas y que los métodos económicos, como la
función de producción o la curva de Phillips, mantienen su relevancia para adoptar
un conjunto apropiado de medidas de política económica. No obstante, advierten
que no se debe depositar excesivo énfasis en la brecha productiva para analizar
las condiciones cíclicas en la zona euro.
Cotis et al. (2005), centrándose en el análisis del cumplimiento de una serie de
requisitos que considera básicos como, entre otros, la transparencia, la consistencia
interna, replicabilidad o la disponibilidad de los datos, señalan que los métodos
estadísticos de tendencia y univariantes parecen presentar más defectos que los
métodos estructurales y semiestructurales. Destacan, además, que la elección del
método dependerá de la información previa y prioridades del usuario.
En otro trabajo más reciente Billmeier (2009), considerando un método de HP
en tiempo real, un enfoque de función de producción, una técnica SVAR y un filtro
del dominio de frecuencia, demuestra que la brecha de producción no siempre es
una medida que permita calibrar las presiones inflacionistas internas, y que ninguna
medida específica domina de manera consistente al resto de medidas.
A continuación, vamos a realizar una revisión no exhaustiva de los métodos
de descomposición más representativos que se utilizan en la literatura para estimar
la producción potencial y la brecha de producción.1 En esta exposición especifica-
remos las principales características de dichos métodos, así como los principales
problemas que se pueden presentar en su utilización.
2. 1. Enfoque económico o estructural: método de la función de
producción
Este método modeliza el lado de la oferta de la economía donde la produc-
ción viene determinada por la tecnología disponible, considerando como factores
productivos el trabajo y el capital. En particular, esta técnica establece que la
producción se puede describir mediante una función de producción, Yt = (Lt , Kt ,
At ), donde Y es el nivel de producción total, L representa el factor trabajo, K es la

(1) Puede consultarse también Cerra y Saxena (2000), Mc Morrow and Roeger (2001), De Brouwer (1998), Chagny y
Döpke (2001), Orphanides y van Norden (2004), y Prioretti (2008).

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tasa de uso del stock de capital y A es la productividad total de los factores. La


producción potencial se puede interpretar como el nivel de producción resultante
en unas circunstancias en las que los factores productivos no están expuestos a
fuertes presiones ni están infrautilizados.
Una ventaja de este enfoque es que permite realizar una descomposición
explícita de los determinantes del crecimiento en términos de los factores que
contribuyen al mismo. Paralelamente, uno de los principales inconvenientes de esta
metodología es que, habitualmente, la información necesaria para la estimación de
la función de producción, como la relativa al factor capital, o como la productividad
de los factores que no es directamente observable, no se encuentra disponible.
Este problema exige recurrir en muchas ocasiones a algún método estadístico para
estimar dicho componente.
Desde un punto de vista empírico hemos de especificar una forma funcional
concreta para la función de producción, por ejemplo, una función Cobb-Douglas,
y el componente tecnológico que representa A se construye como un residuo
de Solow, es decir, descontando al nivel de producción la aportación directa que
supone el uso del resto de factores. En cualquier caso, existe una gran diversi-
dad de variantes sobre la metodología básica de la función de producción.2 Así,
por ejemplo, Menashe y Yahkin (2004) asumen que la función de producción
agregada de la economía puede expresarse mediante una función de producción
Cobb-Douglas, con rendimientos constantes de escala y diferenciación respecto al
tiempo, t, dada por:

Yt = At (Z t K t ) Lt 1

donde Z es el índice de utilización del stock de capital. Los coeficientes α


(elasticidad capital-producción) y (1-α) (elasticidad trabajo-producción) son las
participaciones de los factores trabajo y capital en la producción.
La anterior expresión también se puede escribir como

y t = at +  (z t +k t )+(1  ) l t 

donde todas las variables están expresadas en logaritmos (xt=log Xt ). De acuerdo


con esta formulación, la tasa de crecimiento de la producción se descompone en

(2) Entre otros autores que utilizan el método de la función de producción cabe destacar Martin (1989), De Masi (1997),
Bolt (1998), Senhadji (2000), Roeger (2001), Willman (2002), Menashe y Yahkin (2004) y Musso y Westermann (2005).

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el crecimiento de la productividad total de los factores y la suma ponderada del


crecimiento de los factores capital y trabajo.
De manera análoga, se puede definir la producción potencial o nivel de
producción de pleno empleo como:
y t* = at* +  (z t* +k t* )+(1  ) l t* 
donde el asterisco sirve para denotar las variables que se encuentran en su nivel
de pleno empleo. Si restamos las anteriores ecuaciones, la brecha de la producción
(en términos logarítmicos) viene dada por
y t  y t* = at at* +  (z t  z t* )+  (k t k t* )+(1  )(l t  l t* ) 
Suponiendo que el stock total de capital está disponible para su uso por parte
de las empresas, de manera que kt = kt*, cualquier desviación de la producción
potencial que tenga su origen en el capital sería como consecuencia de su no
utilización. Por tanto, la expresión anterior quedaría como sigue
y t  y t* = at at* +  (z t  z t* )+(1  )(l t  l t* ) 
Si se supone que la utilización del capital es la normal, es decir, el 100%,
z*t = log (Z*t = 1) = 0. Así, la brecha de producción viene expresada por
y t  y t* = at at* +  z t +(1  )(l t  l t* ) 
Según Menashe y Yahkin (2004) la productividad total de los factores (A) refleja
el lado de la oferta por lo que, después de detraer la tasa de utilización del capital,
no es necesario incluir el componente cíclico de la productividad en la brecha de
producción como un indicador de las presiones inflacionistas.3 En consecuencia, la
brecha de producción puede expresarse como la suma ponderada de las brechas
de la tasa de utilización del trabajo y el capital:
y t  y t* =  z t +(1  )(l t  l t* ) 

Frente a este enfoque donde sólo se utiliza una ecuación, cabe la posibilidad
de identificar los factores explicativos del crecimiento de la producción mediante la
estimación de un sistema de ecuaciones que incluiría también una función de pro-
ducción. La principal ventaja de este último enfoque reside en la incorporación en
el sistema de rasgos estructurales, por ejemplo, la estructura tributaria, la tasa de
sindicalización o las características demográficas que determinan la composición de la
fuerza laboral o la edad del capital (Fagan et al., 2001, McMorrow y Röger, 2001).

(3) En la muestra que utilizan estos autores el componente cíclico de la productividad se comporta como un ruido
blanco sin ningún tipo de ciclo.

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De hecho, en la mayoría de las ocasiones el enfoque de la función de produc-


ción es un método que combina varias técnicas, considerando tanto las relaciones
económicas (por ejemplo, un modelo de filtro de Kalman para construir la tasa de
desempleo tendencial) como mediante filtros univariantes (generalmente, el filtro HP)
una tendencia exógena para la variable de la que se dispone menos información.
Proietti et al. (2007) estiman la brecha de producción para la zona euro utilizando
modelos bivariantes de producción e inflación y un modelo multivariante basado
en implementaciones del enfoque de la función de producción. Demuestran que la
brecha productiva desempeña un papel relevante en la determinación de la inflación
subyacente y constituye un predictor útil. Señalan que el enfoque de la función
de producción en el contexto considerado proporciona una aportación valiosa a la
literatura acerca de la estimación de la brecha de producción.
En otro trabajo más reciente, Lemoine et al. (2010) consideran una nueva
versión del método de la función de producción para estimar la brecha de producción
también en la zona euro. Suponen una tecnología con elasticidad de sustitución
constante y utilizan un filtro de Kalman para estimar simultáneamente el progreso
técnico, la elasticidad de sustitución trabajo-capital y el componente cíclico de la
productividad del trabajo, así como para obtener simultáneamente la NAIRU con la
curva de Phillips. Destacan que este modelo parece separar mejor los componentes
cíclico y estructural de la producción, permitiendo realizar un análisis aceptable de
los ciclos económicos.
No obstante, el método de la función de producción presenta el inconveniente
de decidir la forma específica de la función de producción y escoger la formula-
ción para estimar la NAIRU y la curva de Phillips. Además, la gran cantidad de
información que se requiere para su aplicación y la dificultad para obtenerla, así
como la necesidad de que las relaciones de comportamiento que se estimen sean
estables, restan atractivo a esta alternativa.
2. 2. Enfoque estadístico: técnicas de tendencia y filtros univa-
riantes
El enfoque estadístico está compuesto por una serie de técnicas, tanto uni-
variantes como multivariantes, que tienen por objetivo la descomposición de una
serie económica temporal en dos componentes: uno cíclico y otro tendencial. Este
último componente se interpreta, en el caso del nivel de producción, como el nivel
de producción potencial.

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2.2.1. Técnicas de tendencia


Tendencia lineal
Este constituye el método más sencillo para estimar la producción potencial
y supone que el componente tendencial de la producción es una función lineal del
tiempo. Por tanto, conlleva realizar una regresión lineal del logaritmo de la producción
efectiva (yt) sobre una constante (β0) y una tendencia temporal de la forma:
y t = 0 + 1 t +et 
El supuesto básico sobre el que se construye este método es que la pro-
ducción se puede descomponer en un componente de tendencia determinístico y
un componente cíclico. La producción potencial vendría dada por el componente
de tendencia (β0 + β1t). Esta técnica no contempla la existencia de cualquier tipo
de shock de oferta y asume una tasa de crecimiento de la producción potencial
constante que vendría dada por el estimador de β1. Dado que a lo largo de la
muestra suele variar el nivel de empleo y capital, este supuesto resulta bastante
cuestionable. Además, las brechas resultantes no siempre podrían ser estacionarias
(ya que la tendencia estocástica no se elimina totalmente). Como consecuencia,
la tendencia lineal puede sesgar la brecha de producción asignando parcialmente
componentes de tendencia al componente cíclico. Una alternativa a la tendencia
lineal sería la tendencia cuadrática, que permite variaciones en la tasa de creci-
miento de la producción potencial.
Tendencia segmentada
En este caso, la tendencia de la producción se calcula para cada ciclo, de-
finiendo ciclo como el periodo entre picos del crecimiento económico:
n
y t = 0 +  i t i +et 
i =1

Esta especificación permite que cambie la tendencia estimada de crecimiento entre


ciclos pero no dentro de cada ciclo. Este método es bastante sencillo pero, en
la práctica, se puede complicar en la determinación de los picos que acotan los
ciclos. Además, supone que las brechas de producción son simétricas a lo largo
de cada ciclo completo.
2.2.2. Filtros univariantes
Filtro de Hodrick y Prescott (HP)
Este filtro extrae un componente de tendencia mediante la introducción de
un trade-off entre un buen ajuste a las series reales o efectivas y el grado de

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suavidad o alisamiento de las tendencias. De manera formal, este método minimiza


la siguiente función objetivo:
T T 1 2
minT ( y t
 y t* )2 +  ( y t*+1  y t* )( y t*  y t*1 ) 
y * 
 t  t =1 t =1 t =2

donde T es el número de observaciones, yt es el logaritmo de la producción efectiva,


y*t el logaritmo de la producción potencial y el parámetro λ es el multiplicador de
Lagrange.
Este problema de minimización implica cumplir, simultáneamente, dos objetivos
que están contrapuestos: por un lado, minimizar la distancia entre las series de
producción efectiva y tendencial y, por otro, minimizar el cambio en el valor de la
tendencia. La forma de ponderar cada objetivo viene determinada por el valor que
se escoge para el parámetro λ.
El multiplicador λ controla la suavidad de la tendencia resultante y la idonei-
dad de su valor depende del tamaño relativo de las varianzas de los shocks sobre
los componentes permanente y transitorio de la producción (Hodrick y Prescott,
1997). Un valor bajo de λ producirá una tendencia que sigue muy estrechamente
la producción efectiva, mientras que un valor alto de λ reduce la sensibilidad de la
tendencia a las fluctuaciones a corto plazo en la producción efectiva. Para valores
muy elevados de λ, el filtro convergerá al método de la tendencia temporal lineal,
con una tendencia temporal lineal próxima a la tasa de crecimiento medio del PIB
real a lo largo de la muestra. El parámetro λ determina la longitud resultante de
los ciclos. Una λ igual a 100 (para datos anuales) proporciona ciclos de hasta 15
o 16 años, mientras un λ igual a 10 se corresponde con ciclos de no más de 8
años. En la literatura se utiliza habitualmente un λ = 1600 para datos trimestrales
y un λ = 100 para datos anuales, lo que permitía eliminar el efecto sobre los datos
de producción de aquellos ciclos con frecuencias por debajo de ocho años.4
El estimador de la producción tendencial que ofrece el filtro HP puede que
no sea un estimador adecuado para la producción potencial. Este filtro adolece de
una serie de defectos que incluyen, entre otros, las elecciones en cierta manera
arbitrarias de la frecuencia del ciclo económico y del parámetro suavizante λ, no
tener en cuenta los cambios estructurales y de régimen, así como el inapropiado

(4) Inicialmente se escogió un valor λ = 1600 para datos trimestrales del PIB de la economía de Estados Unidos basado
en la evaluación que realizaron Hodrick y Prescott del tamaño relativo de los shocks de las series. No obstante, Ravn
y Uhlig (2002) demuestran que ambos criterios no serían consistentes y que al valor λ = 1600 para datos trimestrales
le correspondería mejor un valor de λ = 6,5 . Kaiser y Maravall (1999) proponen un valor λ = 8 para datos anuales,
mientras que Pedersen (2001) defiende un valor de λ entre 1000 y 1050 para datos trimestrales y de entre 3 y 5 para
datos anuales.

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tratamiento de las dinámicas no estacionarias. Otro problema es que este filtro


introduce importantes sesgos en los extremos de la muestra, lo que se conoce
comúnmente como el problema del punto final. Teniendo en cuenta que el proble-
ma de minimización anterior pretende penalizar las desviaciones de la tendencia
para suavizarlas, esta penalización no será factible en los extremos de la muestra.
Este hecho provocará que la tendencia reaccione más a los shocks transitorios en
los extremos de la muestra que en los valores intermedios, pues estos valores se
encuentran sobreponderados.
Mise et al. (2005) demuestran que el filtro HP es subóptimo en los extremos
de la muestra y, dado que los agentes encargados de adoptar las políticas econó-
micas estarían interesados en los componentes cíclicos más recientes, proponen
modificaciones en la construcción del filtro para mejorar los resultados y evitar
este problema. Sin embargo, Bouthevillain et al. (2001) subrayan que para valores
pequeños de λ (λ = 30 para datos anuales) es muy improbable que ocurra este
problema de punto final.
Asimismo, Cogley y Nason (1995) señalan que el filtro HP puede generar
ciclos económicos incluso cuando no existen dichos ciclos en los datos originales
(ciclos espurios) cuando se aplica a procesos integrados. Por tanto, la validez de
las conclusiones que se alcancen a partir de la aplicación del filtro HP dependerá
de la naturaleza de las series temporales originales. Otros autores como King y
Rebelo (1993) y Harvey y Jaeger (1993) también aportan evidencia empírica de
que la precisión de la descomposición varía en función de los distintos procesos
de generación de datos y los diferentes conjuntos de observaciones.
Como respuestas a estos inconvenientes se han desarrollado algunas técnicas
para mejorar la capacidad del filtro HP en la identificación de la producción potencial
y la brecha de producción. Un enfoque consiste en escoger el parámetro λ de
acuerdo con las creencias a priori acerca del ratio de los shocks de demanda y
oferta (Razzak y Dennis, 1995). Un enfoque alternativo completaría el filtro con un
número de relaciones macroeconómicas (Laxton y Tetlow, 1992). Por último, Butler
(1996) condiciona los estimadores del filtro para la producción potencial al final de
la muestra utilizando una restricción de la tasa de crecimiento a largo plazo sobre
la producción potencial para evitar el problema de punto final.5
La forma más habitual de evitar el problema de punto final ha sido ampliar
el conjunto de datos con predicciones. Mise et al. (2005) confirman el resultado
de Kaiser y Maravall (1999) quienes establecen que el uso de series aumentadas

(5) El filtro de Laxton, Rose y Xie (LRX) es una forma de aplicar estas restricciones.

76 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


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con predicciones puede reducir los errores de revisión al final de la muestra. La


cuantía de la reducción de los errores de revisión depende del valor del parámetro
λ. Esta solución sólo se garantiza cuando las predicciones que se usen sean su-
ficientemente fiables. La cuestión adicional que se plantea al utilizar predicciones
es cuál debe ser el número de observaciones que se deben añadir para evitar el
problema de punto final.
Filtro de Baxter-King
Este filtro desarrollado por Baxter y King (1995) parte del supuesto de que los
ciclos económicos se pueden definir como fluctuaciones de una cierta frecuencia.
Se trata de un filtro lineal que elimina los componentes correspondientes a fluctua-
ciones muy lentas, que se consideran movimientos en la tendencia o PIB potencial,
y aquellos con una alta frecuencia, que se atribuyen a fluctuaciones irregulares o
estacionales, mientras que mantiene los componentes intermedios (ciclo económico).
En la aplicación de este filtro, la banda de frecuencia crítica asignada al ciclo se
tiene que determinar exógenamente.
Cuando se aplica a datos trimestrales, el filtro de Baxter y King adopta la
forma de una media móvil de 24 trimestres:
12
y tf = a y h t h
= a (L )y t 
h=12

donde y ft es la serie una vez filtrada, L es el operador de retardos y ah son


las correspondientes ponderaciones de la función de respuesta de frecuencia, que
se pueden deducir a partir de la transformación inversa de Fourier. Baxter y King
ajustan este filtro band pass imponiendo que la amplitud de onda es cero cuando
la frecuencia es cero. Esta restricción implica que la suma de los coeficientes de
la media móvil debe ser igual a cero.
Este filtro, como ocurre con el filtro HP, representa un orden finito, y medias
móviles simétricas (ah = a-h ) y bilaterales capaces de eliminar las tendencias
estocásticas. La flexibilidad de este test es una de sus ventajas, ya que permite
cambiar la construcción del filtro cuando cambia la frecuencia. No obstante, el hecho
de calcularse mediante una media móvil implica que no pueda aplicarse para los
últimos trimestres. De hecho, se pierden observaciones en un número equivalente
al doble del número de retardos, que se corresponden con el principio y final de
la muestra. Este método, por tanto, conlleva un trade-off entre la calidad de la
aproximación y la capacidad para suavizar las series en los puntos extremos de la
muestra, puesto que cualquier retardo adicional que se emplee en el proceso de
estimación mejora el filtro pero, también, se traduce en la pérdida de una observación

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 77


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

a ambos extremos de la serie. Este inconveniente disminuiría el atractivo que podría


tener para los agentes interesados en el análisis de políticas económicas.
Murray (2003) demuestra que el filtro de Baxter-King, y de hecho todos los
filtros band pass, no aíslan el ciclo sino que pasa la primera diferencia de la tenden-
cia a través de las series filtradas. A estos problemas hay que añadir el hecho de
que el filtro Baxter-King puede exagerar la importancia de las dinámicas transitorias
en las frecuencias del ciclo económico. Según Guay y Amant (2005) tanto el filtro
HP como el filtro Baxter-King se comportan adecuadamente cuando el espectro de
la serie original tiene un pico en las frecuencias del ciclo económico. Sin embargo,
ambos métodos de filtrado proporcionarían un ciclo económico distorsionado si el
espectro está dominado por frecuencias bajas. Estos hechos sugieren que estos
filtros no serían apropiados para series con una forma típica de Granger.
Filtro de Beveridge Nelson
Beveridge y Nelson (1981) proponen una forma alternativa de extraer la
tendencia y el componente cíclico de una serie temporal dada. Este filtro se ca-
racteriza por basarse en dos supuestos concretos: la modelización de la tendencia
como un paseo aleatorio si la serie es estacionaria en primeras diferencias, así
como la existencia de correlación perfecta negativa entre los shocks de tendencia
y los ciclos. Más concretamente, este método consiste en dividir la serie en dos
componentes, uno que es el componente permanente (τt ), que es un paseo alea-
torio y desempeña el papel de una tendencia, y otro componente cíclico (ct ), que
se corresponde con la brecha de producción.
y t =  t +ct 
 t =  t 1 +et 
Dado que no se pueden observar directamente los componentes τt, ct y et, lo
que resulta difícil es, por tanto, su identificación. Utilizaremos un ejemplo sencillo
para explicar como funciona la separación de los dos componentes en el método de
Beveridge-Nelson. Supongamos el modelo ARIMA (0,1,2) de la siguiente manera:
y t = y t 1 +  + t + 1t 1 + 2t 2
Como el coeficiente que precede a yt-1 es igual a la unidad, una parte de esas
perturbaciones aleatorias debe tener un efecto permanente sobre la tendencia de
la serie. Según Beveridge y Nelson, esta parte se corresponde al elemento et de
la ecuación del paseo aleatorio. Pero como el modelo también contiene un proceso
de media móvil, otra parte de esas perturbaciones también debe tener un efecto
temporal sobre la variable yt. Esta última parte corresponde al elemento ct.

78 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

Beveridge y Nelson proponen una metodología que determine para cada


periodo aquella parte de los shocks aleatorios que afectan de manera permanente
a la variable yt y aquella otra parte que le afecta temporalmente. Su método se
aplica a todos los modelos ARMA(p,q) estacionarios. Por lo tanto, para encontrar
la brecha de producción que contiene una serie es suficiente seguir los siguientes
pasos. En primer lugar, se transforma la serie de la producción real en diferencias
para conseguir una serie estacionaria. A continuación, se selecciona el modelo
ARMA(p,q) que mejor describa la dinámica de la serie diferenciada. Esta elección
puede obedecer a distintos criterios. Una vez estimado el modelo ARMA elegido, se
proporcionan los valores futuros de la serie en primera diferencia sobre un horizonte
k para cada periodo t de la muestra, utilizando los parámetros estimados en el
ARMA. Así, definiendo wt = yt - yt-1, la brecha de producción para cada periodo
de la muestra t viene expresada por:
ct = E t (w t +k +w t +k 1 +…+w t +1 )k ˆ 
^
donde α es la constante estimada en el modelo ARMA.
Esta descomposición impone una forma funcional muy específica sobre el
componente tendencia y supone también que la tendencia y el ciclo están afectados
por el mismo shock. El filtro de Beveridge y Nelson extiende la serie hacia atrás de
manera que no se plantea el problema de punto final. A diferencia de lo que ocurre
con los métodos de la tendencia lineal, el filtro HP y el modelo de los componentes
no observados de Watson (1986), el filtro de Beveridge-Nelson asigna más variación
en el PIB a los shocks de tendencia cuando los ciclos son cortos y breves (Nelson,
2008). Además, este método puede generar ciclos con mucho ruido y podría haber
cierta correlación negativa entre el ciclo y el crecimiento del PIB efectivo.
Método de componentes no observados univariante
El enfoque del modelo de componentes no observados estimado con una
técnica de filtro de Kalman supone que las series temporales macroeconómicas
están compuestas de tendencia, ciclo y, en algunos casos, componentes erráticos
que no son directamente observables. Estos tres componentes se pueden identificar
imponiendo suficientes restricciones sobre la tendencia y el ciclo. Así, por ejem-
plo, en el modelo de Watson (1986), revisado por Cayen y van Norden (2002), el
componente permanente se especifica como
y tp = y tp1 + μt + t 
donde μt es la deriva (“drift”) del componente tendencial dada por μt = μt-1 +
ν t.

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 79


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

En este caso, la brecha de producción será en media igual a cero. Este mo-
delo se puede rescribir en forma estado-espacio6 y, por tanto, se puede analizar
utilizando el filtro de Kalman y estimar mediante el método de máxima verosimi-
litud.7 Esta técnica pone también de relieve una de las limitaciones del filtro HP.
Concretamente, el filtro HP sólo es óptimo si la producción potencial sigue un paseo
aleatorio en el que el término de deriva (drift) también sigue un paseo aleatorio,
y la brecha de producción es ruido blanco (King y Rebelo, 1993). No obstante, el
principal inconveniente de los métodos de componentes no observados, en gene-
ral, es precisamente la mayor complejidad de la estimación de las variables no
observadas y sus coeficientes.
2. 3. Enfoque semi-estructural: técnicas multivariantes
Método de Hodrick Prescott multivariante (HPMV):
Este método multivariante propuesto por Laxton y Teltow (1992) calcula la
producción potencial que minimiza una media ponderada de la desviación de la
producción de su nivel potencial, los cambios en la tasa potencial de crecimiento
y los errores en las tres relaciones condicionales estructurales. Esta técnica con-
diciona el estimador de la brecha de producción que proporcionaría el filtro HP a
información económica relevante para, de esta manera, aumentar la precisión del
estimador. Supongamos, por ejemplo, las siguientes ecuaciones que representan
las relaciones económicas condicionantes:
-. Una relación representada por la ecuación de la curva de Phillips ampliada
que establece que la tasa de inflación observada (πt) depende de las expectativas
de inflación (πet) y la brecha de producción actual y retardada (ψ(L)(yt-y*t) siendo
ψ (L) el operador de retardos),
 t =  te + (L )( y t  y t* )+e  ,t 
-. Una ecuación que muestra la relación de Okun por la que la tasa de
desempleo efectiva depende de la tasa de desempleo no aceleradora de la infla-
ción (NAIRU) que viene dada exógenamente y la brecha de producción actual y
retardada,
ut = NAIRU t +  (L )( y t  y t* )+eO ,t 

(6) Una representación estado espacio es aquella compuesta por ecuaciones de medición, expresando variables observadas
o señales como una función de variables no observadas o estado, y algunas ecuaciones de transición, controlando la
senda de las variables no observadas.
(7) El filtro de Kalman es un algoritmo recursivo que utiliza conjeturas para las variables no observadas y crea predicciones
para las variables observadas y posteriormente actualiza las conjeturas basándose en la predicción de errores.

80 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


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-. Y, por último, a partir de la información obtenida mediante datos de encues-


tas, una ecuación estructural que representa la relación entre la brecha productiva,
(yt - y*t), y la utilización del capital, (UC), de la siguiente forma
UCt =UCtT +  (L )( y t  y t* )+eUC ,t 
Dadas las relaciones anteriores, la producción potencial se define como la
serie que minimiza la siguiente función de pérdida:
T T 1 2 T T T
minT
y *
( y t  y t* )2 + ( y t*+1  y t* )( y t*  y t*1 ) +  t e  ,t +μt eO ,t +t eUC ,t 
 t t =1 t =1 t =1 t =1 t =1
t =1

donde eπ,t, eo,t y euc,t son respectivamente los residuos de la curva de Phillips, de la
relación de Okun y de la relación entre la utilización de la capacidad y la brecha
de producción. Existe una cuestión pendiente de resolver que se refiere al peso
asignado a varios de los componentes en la función de pérdida y las dificultades
para su cómputo dado el gran número de coeficientes. Aunque es posible estimar
todo los coeficientes del modelo, debido a la complejidad adicional que conllevaría
hacerlo, la literatura suele suponer que las ponderaciones de la influencia de las
ecuaciones estructurales, incluidas en el filtro, son conocidas.
Método de Beveridge Nelson multivariante
Esta técnica fue inicialmente desarrollada por Forni y Reichlin (1998). La ten-
dencia se supone también que es un paseo aleatorio, pero el shock estocástico que
lleva esta tendencia se supone que es una combinación lineal de innovaciones del
PIB y otras variables que contienen información útil para determinar el PIB a largo
plazo. Por ejemplo, un cambio en la producción correlacionado con un cambio en
el nivel de empleo indicaría un shock por el lado de la oferta y, por lo tanto, un
cambio en la producción potencial. Por el contrario, si el cambio en la producción
está correlacionado con una variación en el consumo, resulta más probable que
sea un shock de demanda (Dupasquier et. al, 1999).8
Esta técnica de descomposición proporciona un componente transitorio cuya
importancia aumenta con el número de series utilizadas. Además, las propiedades
de la tendencia son muy sensibles a las variables adicionales que se usen.

(8) Un nuevo desarrollo del método de Beveridge-Nelson multivariante lo constituye el modelo de series temporales
estructurales con vector Beveridge-Nelson de innovaciones propuesto por De Silva et al. (2009). Según estos autores,
esta formulación constituye una especificación más sencilla que los enfoques convencionales de estado espacio y
cointegración.

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 81


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

VAR estructurales (SVAR)


Blanchard y Quah (1989) desarrollaron este método que se basa en un
modelo estructural autorregresivo que estima la producción potencial y la brecha
de producción haciendo uso de supuestos estructurales acerca de la naturaleza
de las perturbaciones económicas. El modelo SVAR utiliza información procedente
del mercado laboral (nivel de empleo) y la utilización de la capacidad para ayudar
en la descomposición de la producción efectiva en un componente permanente de
tendencia (oferta) y un componente cíclico temporal (demanda). La tendencia se
interpreta como una medida de la producción potencial y el ciclo como una medida
de la brecha de producción.
En la primera etapa del proceso de estimación, las relaciones se capturan
regresando cada una de las variables en el sistema sobre sus propios retardos y
los retardos de otras variables. La forma reducida de los shocks se compone de
los shocks de oferta y demanda que afectan, respectivamente, a la producción
potencial y la brecha de producción. Para recuperar estos shocks estructurales se
impone en el sistema un conjunto mínimo de restricciones de identificación. Las
restricciones de identificación claves son que los shocks de demanda no afectan
a la producción a largo plazo mientras que los shocks de oferta sí afectan. Una
vez que se han recuperado los shocks estructurales, las variables del sistema se
pueden expresar mediante la suma de las realizaciones actuales y pasadas de
estos shocks.
Este enfoque proporciona argumentos sólidos para descartar la utilización de
las técnicas univariantes y destaca los principales inconvenientes del uso de filtros
univariantes. En el método SVAR la brecha de producción viene dada por la propor-
ción de las fluctuaciones del PIB explicadas por los shocks nominales. Esto significa
que el PIB potencial viene dado por el componente determinístico del modelo y por
el impacto de los shocks de oferta. Esta consideración permite aclarar por qué las
técnicas univariantes pueden inducir a error en determinadas circunstancias. Así,
si se produce un shock de oferta que afecta a la economía, los filtros univariantes
lo interpretarán como una variación de la brecha de la producción cuando, por
definición, los shocks de oferta no deberían incluirse en la brecha.
El método SVAR frente a los método multivariantes posee la ventaja de imponer
una determinada dinámica al proceso de difusión de los shocks permanentes, sin
exigir que el producto potencial siga una estructura de paseo aleatorio. Esto permite
formalizar en el modelo la intuición de que los shocks permanentes se difunden
en un proceso que abarca desde su aparición hasta su incorporación definitiva en
el producto potencial. No obstante, este enfoque presenta una posible limitación,

82 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

ya que supone que los shocks de larga duración tendrían su origen en el lado de
la oferta y los transitorios en la demanda. Además, el intervalo de confianza que
se obtiene para la producción potencial puede considerarse demasiado amplio, y
muy sensible a la muestra así como a las variables que se consideren. Cooley y
Dwyer (1998) señalan también que los resultados del método SVAR son sensibles
a los supuestos de identificación que no se pueden testar.
Método de componentes no observados multivariante
Esta extensión del caso univariante introduce ecuaciones adicionales basadas
en relaciones económicas (Kuttner, 1994). Así, por ejemplo, Gerlach y Smets (1999)
añaden las siguientes relaciones: (i) la producción potencial se supone que sigue
un paseo aleatorio con deriva constante; (ii) la inflación se vincula a la inflación
pasada y a la brecha de la producción retardada; y (iii) una forma reducida de la
ecuación de demanda agregada que relaciona la brecha de producción con sus
propios retardos y el tipo de interés real (it - πt). Concretamente, dada la definición
de la producción efectiva como suma de la producción potencial y la brecha de
producción (yt = ypt + yct), las anteriores relaciones vendrían expresadas por:
(i) y tp+1 = y tp + μ + ty+1
(ii)  t +1 =  (L ) t +  y tc + t+1
c
(iii) y tc+1 = 1y tc + 2 y tc1 +  (i t   t )+ ty+1
En cualquier caso, los modelos multivariantes del método de componentes no
observados se pueden especificar de muchas maneras. Kichian (1999), por ejem-
plo, modifica el modelo de Gerlach y Smets para estimar la producción potencial
en Canadá, planteando un modelo que guarda ciertas similitudes con el modelo
de Clark (1987), al que añade una ecuación de la curva de Phillips que relaciona
la brecha de producción con la inflación. Apel y Jansson (1999) especifican un
sistema para estimar la brecha de producción y la NAIRU al mismo tiempo. Las
ventajas de este enfoque se basan en una correcta especificación de las ecuacio-
nes adicionales. Flaig y Ploetscher (2000) señalan que la estimación de la brecha
de producción es mucho más eficiente si se añade una ecuación al modelo que
describa el desarrollo de los datos obtenidos a través de encuestas acerca de la
utilización del capital.
Camba et al. (2003) estudian la fiabilidad estadística de distintas medidas
de la brecha de producción para datos relativos a la producción observada en la
eurozona y en los Estados Unidos. Este trabajo considera métodos multivariantes
de componentes no observados, de Beveridge-Nelson y SVAR que incluyen las va-
riables de inflación, producción y desempleo, construidas a partir de las relaciones

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 83


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

económicas de la ley de Okun y la curva de Phillips. Su definición de fiabilidad


engloba tres criterios: el poder de predicción sobre la inflación futura; consistencia
entre los estimadores secuencial y final de la brecha de producción; y la existencia
de una correlación positiva entre la brecha y las medidas tradicionales de la utili-
zación de la capacidad productiva como indicadores directos de las fluctuaciones
cíclicas. Estos autores comprueban que un modelo multivariante de componentes
no observados de la brecha productiva proporciona estimadores secuenciales y
finales consistentes y, que esta consistencia, también se cumple en términos de
su correlación positiva con los indicadores directos del comportamiento cíclico de
las series. No obstante, encuentran que los dos modelos contemplados de com-
ponentes no observados poseen menor poder de predicción para la inflación que
un modelo autorregresivo arbitrario.
Como resumen de este segundo apartado, cabe destacar la importancia que
tiene la inclusión de información económica relevante para mejorar las estimaciones
que se obtendrían utilizando únicamente sencillos métodos estadísticos. Por tanto,
los estimadores obtenidos mediante métodos estructurales o semiestructurales,
muy probablemente, proporcionarían aproximaciones más precisas de la brecha
de producción. No obstante, en la mayoría de ocasiones, la elección del método
está sujeta a la disponibilidad de los datos necesarios para su construcción y a
las necesidades del usuario, por lo que no siempre es factible o deseable utili-
zar métodos excesivamente complejos. En el siguiente apartado se realiza una
exposición de la evidencia empírica en la estimación de los componentes de la
producción española, tanto a nivel nacional como regional, el estudio de sus ciclos
económicos y la utilización de distintos métodos de descomposición de las series
macroeconómicas.

3. MODELOS Y EVIDENCIA EMPÍRICA EN LA MEDICIÓN DE LA PRODUC-


CIÓN POTENCIAL Y BRECHA DE PRODUCCIÓN PARA ESPAÑA
La literatura empírica que aborda la estimación de la producción potencial de
España, y su correspondiente brecha de producción, así como el comportamiento
y peculiaridades de los ciclos económicos, se puede agrupar atendiendo al ámbito
supranacional, nacional o regional para el que se realiza el análisis.9

(9) Existe otra serie de trabajos menos numerosos que estudian los componentes cíclicos a nivel de las ramas de
actividad o sectores de la economía española, entre los que se encuentran Raymond (1995), Cuadrado y Ortiz (2001)
y García-Carro Peña et al. (2007).

84 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

En un primer grupo estarían aquellos trabajos que analizan los componentes


cíclico y de tendencia para un conjunto de países entre los que se encontraría
España. Estos trabajos pretenden principalmente, a partir de la comparación de los
diferentes estimadores obtenidos, destacar rasgos característicos o similitudes para
los ciclos económicos que siguen cada uno de los países considerados.10 En este
grupo cabe citar el análisis pionero de la caracterización del ciclo económico español
desarrollado por Dolado et al. (1993). Estos autores descomponen los componentes
de tendencia y cíclico mediante la aplicación de un filtro univariante de HP para
describir empíricamente el ciclo económico español, y compararlo con el obtenido
para algunos de los países más importantes de la OCDE (Alemania, Francia, Italia,
Reino Unido y Estados Unidos). El objeto de este artículo es determinar una serie de
regularidades empíricas para el caso de España para su comparación, en términos
de movimientos y movimientos conjuntos, con las fluctuaciones experimentadas por
los países de la OCDE seleccionados. Los autores ponen de manifiesto una serie
de hechos estilizados para España, que han sido verificados en trabajos posteriores
sobre el ciclo económico español, entre los que se encontrarían, entre otros, la
menor volatilidad en la producción y mayor en el consumo, gasto público, empleo
y volumen de comercio en comparación con la mayoría de países de la OCDE;
en términos de movimientos conjuntos, observan un comportamiento procíclico de
todos los componentes de la demanda agregada; y, respecto a consideraciones de
política económica, un elevado grado de intervención en la economía española.
Gardeazábal e Iglesias (2000), sin embargo, se plantean un objetivo diferente a
la comparación de regularidades empíricas entre diferentes países. Más específica-
mente, su análisis persigue comprobar la existencia de una relación de causalidad,
mediante un modelo VAR, entre los componentes cíclicos del PIB para cada uno
de los países que integran el G7 y el correspondiente a España. Para extraer el
componente cíclico de las series, estos autores utilizan una serie de métodos es-
tadísticos univariantes y uno multivariante. En particular, los filtros univariantes que
consideran son: el filtro de HP, el filtro resultante de aplicar primeras diferencias
a la serie, el alisado por medio de Medias Móviles y el filtro de Baxter y King. En
cuanto a la técnica multivariante de descomposición del ciclo y la tendencia, emplean
el método de Vahid y Engle (1993) que consiste en un test de ciclo común para

(10) En este primer grupo también podríamos incluir las estimaciones para España que, con carácter periódico, llevan
a cabo organismos e instituciones supranacionales. Así, tanto la Comisión Europea (Denis et al. 2002, Roeger, 2006)
como la OCDE (Giorno et al. 1995) utilizan el método de la función de producción para obtener la producción potencial
a partir de los niveles de tendencia de sus determinantes estructurales. En esta metodología la función de producción
Cobb-Douglas forma parte de un sistema de ecuaciones que incluye también la curva de Phillips para identificar la
NAIRU. En el proceso de extracción de los componentes estructurales también se aplican métodos estadísticos como
el de HP univariante para separar el componente tendencial de la fuerza laboral y filtrar el residuo de Solow, así como
el filtro de Kalman para estimar la NAIRU en la ecuación de la curva de Phillips.

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 85


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

series que están cointegradas. Estos autores encuentran evidencia empírica de una
causalidad instantánea entre los ciclos español y los ciclos francés e italiano. Sus
resultados también señalan que sólo los ciclos de Reino Unido e Italia causan en
el sentido de Granger a los ciclos de España. Además, al aplicar un método de
descomposición multivariante observan que el componente cíclico del PIB español
es débilmente exógeno respecto a los ciclos comunes de los países del G7.
Hay también una amplia literatura que analiza el comportamiento cíclico sólo
en el contexto de los países pertenecientes a la Unión Europea abordando, entre
otras cuestiones, el papel desempeñado por los ciclos económicos en el cumpli-
miento de los criterios de convergencia europea, las similitudes y divergencias
entre componentes cíclicos de diferentes países europeos, así como la existencia
de correlación entre los mismos. Alonso y Cendejas (2006) estudian la impor-
tancia de los efectos de los ciclos económicos sobre los saldos presupuestarios
correspondientes a los paíse de la UE-15 y la Eurozona, así como su repercusión
en el cumplimiento de los criterios de convergencia, establecidos por el Pacto de
Estabilidad y Crecimiento, para el período comprendido entre los años 1990 y 2004.
Plantean una metodología distinta a la utilizada por la Comisión Europea consistente
en calcular, en primer lugar, los componentes cíclicos del PIB de los países de la
UE-15 y, posteriormente, calcular de manera similar dichos componentes en los
ratio de déficit y deuda. Esto permite comparar las variables fiscales con el ciclo
económico para cada país. Los métodos utilizados para descomponer las series del
PIB están basados en los métodos univariante y multivariante de componentes no
observados suponiendo que el componente tendencial (no estacionario) acumula el
componente cíclico (estacionario), así como un crecimiento medio tendencial que
estaría representado por un parámetro de deriva. En otras palabras, parten de la
hipótesis, acorde con la concepción clásica, de que el ciclo está relacionado con el
crecimiento del PIB, no con su nivel. Según los resultados obtenidos en este trabajo,
este concepto de ciclo determina las variaciones de los saldos presupuestarios, por
lo que el cumplimiento de los requisitos establecidos por el Pacto de Estabilidad y
Crecimiento no estaría supeditado a impedir una brecha productiva negativa, sino a
la consecución permanente de altas tasas de crecimiento del PIB y a la aplicación
de medidas fiscales apropiadas para cada fase del ciclo.
En otra línea de investigación dentro de este apartado, se encuentran los
trabajos que siguen a la publicación del artículo de Artis y Zhang (1997). El objetivo
de estos estudios es, una vez aislado el componente cíclico del componente ten-
dencial en las series temporales, medir el grado de sincronización entre los ciclos
económicos de los distintos países europeos. La posibilidad de encontrar evidencia
empírica sobre esta sincronización resulta de crucial importancia para la adopción

86 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

de políticas económicas de ámbito comunitario.11 Este es el objetivo del artículo de


Borondo et al. (1999a) en su estudio de España y los países que, en el período
1970-1996, formaban parte de la Unión Monetaria Europea. Estos autores aplican
una metodología VAR y utilizan los filtros HP y el de Baxter y King para extraer el
componente cíclico de las series. Su principal resultado es la existencia de una
gran semejanza entre los comportamientos cíclicos de los distintos países de la UE,
incluyendo España, mostrando una mayor sincronía para países de nuestro entorno,
como Italia y Francia, lo que les permite augurar el éxito de la posterior incorporación
de España a la UME. Gouveia y Correia (2008) proporcionan una revisión de esta
literatura y un análisis descriptivo de la asociación entre los ciclos económicos para
el agregado de la zona euro y los ciclos de nueve estados miembros (Alemania,
Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos y Portugal) en el
período 1980-2004. Para separar los componentes cíclico y tendencial de las series
del PIB utilizan el filtro de Baxter y King. En la evaluación del grado de sincroni-
zación entre los ciclos económicos del agregado de la zona euro y sus miembros
consideran dos medidas: el coeficiente de correlación de rango de Spearman y los
índices de concordancia, estos últimos representan medidas complementarias de
los coeficientes de correlación. Los resultados obtenidos señalan la existencia de
un grado de sincronización positivo y estadísticamente significativo entre los ciclos
económicos de los estados miembros citados y el correspondiente al agregado
de la zona euro. No obstante, basándose en una división entre estados miembros
grandes (Alemania, España, Francia e Italia) y pequeños (Bélgica, Finlandia, Grecia,
Países Bajos y Portugal), destacan que desde el inicio de la Unión Económica y
Monetaria Europea (UEM) los países más grandes, a excepción de España, parecen
haber aumentado el grado de sincronización de sus ciclos económicos con el de
la zona euro. Este hecho difiere de los valores obtenidos en el caso de los países
más pequeños, que muestran una clara disminución de la sincronización de sus
ciclos con el de la zona euro. Según estos autores, estos resultados respaldarían la
hipótesis de que la UEM puede haber incrementado la convergencia cíclica de sus
miembros más grandes y, por el contrario, puede haber motivado una divergencia
cíclica de los más pequeños respecto al ciclo del agregado de la zona euro.
Las anteriores conclusiones contrastan con las alcanzadas por Camacho et
al. (2006). Estos últimos autores, siguiendo el trabajo de Stock y Watson (2002),
utilizan series desestacionalizadas del logaritmo del índice de producción industrial
para construir un índice compuesto de difusión para cada país mediante el uso de

(11) Böwer y Guillemineau (2006) más que analizar la existencia o no de sincronización se proponen investigar los
factores que subyacen a esa posible sincronización entre los ciclos económicos de los países pertenecientes a la zona
euro, utilizando el filtro Band-Pass de Baxter y King para descomponer las series del PIB.

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 87


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

un filtro de Kalman en las series del índice de producción, ventas totales, empleo
y renta. Proponen tres medidas de movimientos conjuntos: estimaciones empleando
un modelo VAR, un análisis espectral en el que aplican un filtro HP para reducir el
efecto de las frecuencias bajas, y un modelo que está basado en la introducción de
variables dummy del ciclo económico. Sus resultados indican que el grado de sincro-
nización del ciclo económico para los miembros más antiguos de la Unión Europea,
entre los que estaría España, es mayor que para los países que se incorporaron más
recientemente. Sin embargo, destacan que el establecimiento de la moneda única no
supuso un aumento en la sincronización de los miembros más antiguos. Por lo tanto,
sugieren que habría que adoptar con ciertas reservas las conclusiones a las que llega
la literatura previa sobre la sincronización de los ciclos europeos.12
En el segundo grupo de estudios estarían aquellos que se concentran en el
análisis de la producción potencial y el comportamiento del componente cíclico de
la economía española en su conjunto, presentando una modelización más específica
que, en algunos casos, introduce ciertas características propias del funcionamiento
de esta economía. Puch y Licandro (1997) plantean un modelo de ciclo económico
real, incorporando tanto las indivisibilidades del factor trabajo como los shocks de
demanda que conllevan los cambios estocásticos en el gasto público. De esta forma,
se pretende explicar correctamente el comportamiento cíclico de España y señalar
ciertas características particulares señaladas en literatura como, por ejemplo, la alta
volatilidad del consumo agregado en comparación con la volatilidad de la producción
o el comportamiento contracíclico de las exportaciones. En este trabajo se considera
una función de producción Cobb-Douglas y se emplea un filtro de HP para eliminar
el componente tendencial de las series macroeconómicas. Al igual que Puch y Li-
candro, el trabajo de Lores (2001) también destaca los hechos estilizados del ciclo
económico y crecimiento del PIB español. Este autor comprueba que la utilización
de distintos métodos de filtrado (primeras diferencias, HP y filtro de Baxter King) no
altera cualitativamente las conclusiones acerca de esos hechos estilizados.
García-Ferrer et al. (2001) proponen una metodología alternativa a la utilizada
por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para estimar el componente cíclico y
destacar los hechos estilizados de la economía española que señala la literatura.13

(12) Estos mismos autores, en otro artículo más reciente (Camacho et al., 2008), consideran otros aspectos, distintos a
la sincronización, como la longitud, profundidad y forma de los ciclos económicos de los países europeos para poner
de manifiesto posibles similitudes y diferencias entre ellos.
(13) La estimación de la señal cíclica que realiza el INE se basa en un proceso bietápico que combina la metodología
ARIMA de descomposición con la utilización de filtros de Butterworth en el dominio de la frecuencia, como aproximación a
un filtro ideal de band pass. Los filtros Butterworth son estructuras lineales, racionales (ARMA) que permiten incorporar de
forma sencilla las consideraciones previas sobre el ciclo. Estos filtros incluyen al de Hodrick-Prescott como caso particular
y, al adoptar la forma de un modelo ARMA, son más eficientes que el de Baxter-King (Bógalo y Quilis, 2003).

88 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

En particular, formulan un modelo de paseo aleatorio integrado (IRW) en el que,


una vez estimado el componente tendencia del ciclo mediante un método de com-
ponentes no observados univariante, considerando un ratio de varianza del ruido
(NVR) igual a 0’1, calculan el crecimiento del ciclo aplicando primeras diferencias
al componente previamente estimado. Según los autores, este método evita la
pérdida de información al principio y final de las series y, en consecuencia, tiene
un coste, en términos de información, menor que el asociado al método empleado
por el INE.
Giménez y Martín-Moreno (2002) se basan en el modelo de Correia et al.
(1995) al que añaden el dinero mediante una restricción de efectivo por adelantado
(cash in advance constraint). La extracción del componente de tendencia de las
series temporales se realiza aplicando un filtro de HP, lo que les permite evidenciar
algunas características de las variables consideradas. Concretamente, resaltan la
mayor volatilidad del consumo privado en relación al PIB, la correlación negativa
entre horas trabajadas y salarios, así como el comportamiento acíclico del dinero
y los precios. Concluyen que la introducción en el análisis tanto de una restricción
de liquidez como un shock en la tasa de crecimiento monetaria contribuye nota-
blemente a explicar los hechos estilizados de la economía española.
En un artículo más reciente, Ferraz y Ortega (2007), una vez considerados los
cambios metodológicos introducidos en la Contabilidad Nacional en el año 2005,
comprueban la vigencia y relevancia de estos hechos estilizados o regularidades
del ciclo económico español para el período 1980-2005. El componente cíclico
de las series en logaritmos se obtiene mediante la aplicación del filtro Band-Pass
de Baxter y King. En general, las diferencias que se introducen en los resultados
con respecto a trabajos previos, y que serían atribuibles a los cambios en la
metodología de la Contabilidad Nacional, no resultan importantes. En cualquier
caso, son los aspectos que caracterizan las regularidades del componente cíclico
español frente al obtenido para otros países, es decir, las mayores fluctuaciones
del consumo privado y el empleo con respecto a la producción, los valores que
se ven más incrementados con el cambio metodológico. Por el contrario, serían
las exportaciones y la inversión total las que presentarían una menor variabilidad
relativa con la nueva metodología, que en el caso de la inversión se explicaría por
la disminución en la volatilidad de la inversión residencial.
Más interesados en proponer un procedimiento de estimación del producto
potencial de la economía española que en contrastar los hechos estilizados, Es-
trada et al. (2004) aplican un método de función de producción para el período
1980-2003. Aunque parten de la metodología estándar de dicho método, incor-

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 89


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

poran algunas modificaciones que pretenden recoger determinadas características


específicas de la economía española. El procedimiento propuesto se describe en
el siguiente esquema.

E s quema es timac ión del c rec imiento potenc ial. Metodología de func ión de produc c ión
(E s trada et al. 2004)

P IB E conomía de Mercado
F unción de P roducción C obb Douglas

E mpleo P roductividad total de los factores (P T F ) C apital

P oblación en T as a de participación
edad de
trabajar
NAIR U

Agregación
T as a de participación potencial

NAIR U E mpleo potencial P T F potencial C apital potencial

F unción de P roducción C obb Douglas

Output potencial E conomía de Mercado

Output obs ervado E NM Output potencial

Output obs ervado Output gap

Fuente: Estrada et al. 2004.

Para obtener la NAIRU utilizan dos procedimientos, en primer lugar, un VAR


estructural similar al estimado en Estrada et al. (2002); y, en segundo lugar, una
estimación de la curva de Phillips con parámetros variables. Señalan que, indepen-
dientemente de la definición de la NAIRU utilizada, la correlación entre la brecha de
producción y la brecha de la NAIRU es negativa y muy elevada, lo que confirma la
importancia de la ley de Okun. Sin embargo, la correlación positiva entre los cambios

90 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

en la inflación con la brecha de producción es poco significativa. Con respecto al


ciclo económico español, resaltan que su variabilidad se redujo considerablemente
en la década de los noventa, a lo que habría contribuido la adopción de políticas
económicas más adecuadas en ese periodo, así como la integración de España en
un área caracterizada por una mayor estabilidad macroeconómica.
Izquierdo y Jareño (2007) utilizan la misma metodología que Estrada et al.
(2004) para estimar el producto potencial español y su brecha productiva en el
periodo 1990-2005, teniendo en cuenta los cambios metodológicos en la Conta-
bilidad Nacional efectuados en el año 2005. Además de los procedimientos que
utilizan Estrada et al. para calcular la NAIRU, emplean también un filtro estadístico
Band Pass.14 En lo relativo al gap de la producción, observan una brecha positiva,
independientemente del método para obtener la NAIRU, a partir del año 2000,
consecuencia muy probablemente de las fuertes presiones inflacionistas por el lado
de la demanda. Esta evolución tiene sus orígenes en la recuperación económica
que experimentó la economía española a partir de la segunda mitad de la década
de los noventa.
Domenech y Gómez (2005) proponen un nuevo modelo de descomposición del
PIB en sus componentes estructural y cíclico mediante un método de componentes
no observados. Este método utiliza la información relevante, que proporcionan la
tasa de desempleo y la tasa de inversión, acerca del comportamiento cíclico de
la economía española. Estos autores subrayan que la principal ventaja del método
de componentes no observados es que sus estimaciones están sujetas a meno-
res revisiones, lo que aconsejaría su uso para identificar la posición cíclica de la
economía española en tiempo real, permitiendo adoptar las medidas de política
económica apropiadas con mayor celeridad.
En un artículo posterior, Domenech et al. (2007) analizan las implicacio-
nes que supone la posición cíclica de la economía española en la adopción de
medidas de política fiscal encaminadas a estabilizar la economía. Estos autores
demuestran que los resultados, que se obtienen en la estimación de la brecha
productiva mediante la aplicación del método de la función de producción, son
similares a los que proporcionan otros métodos de descomposición univariantes
(filtro de HP, filtro Band-Pass de Baxter King y filtro de Cogley) y multivariantes
(el método de componentes no observados propuesto por Domenech y Gómez
(2005), la estimación de las probabilidades de recesiones basadas en cadenas de
Markov y el método de márgenes y brechas de ineficiencia propuesto por Galí et

(14) Esta es la metodología que utiliza en la actualidad el Banco de España para estimar el producto potencial, su
crecimiento, y la correspondiente brecha productiva (Banco de España, 2007).

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 91


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

al. (2007)). La robustez de sus resultados les permite concluir que la mayoría de
la información referente al ciclo económico se encuentra en el componente cíclico
del desempleo. También establecen que existe menor grado de incertidumbre acerca
de las estimaciones obtenidas para periodos cortos y concretos. Periodos en los
que la economía española ha estado claramente en una profunda recesión o en
una acusada expansión, donde tendría más sentido llevar a cabo políticas fiscales
discrecionales de estabilización.
Castañeda Fernández (2009) estudian el seguimiento por parte de los gobier-
nos españoles en el periodo 1981-2007 de las nuevas reglas fiscales. Los objetivos
de estas reglas fiscales son equilibrar el presupuesto y minimizar la brecha de
producción a lo largo de las distintas etapas del ciclo económico. En la estimación
de la tendencia del PIB, y la correspondiente brecha productiva, se utilizan tres
filtros estadísticos univariantes diferentes: la tendencia de crecimiento medio, la
tendencia de crecimiento lineal y la resultante de la aplicación del filtro HP. A partir
de sus resultados, concluye que si la política fiscal se hubiera adoptado siguiendo
una función de reacción fiscal activa estabilizadora de la brecha de producción,
España no habría cumplido en el año 1998 el límite para el déficit público del 3
% del PIB, especificado en los criterios de convergencia para acceder a la zona
euro, ni la mayoría de objetivos en materia fiscal fijados por el Pacto de Estabilidad
y Crecimiento, y habría conducido a una situación de déficit permanente.
En otro trabajo relacionado con la efectividad de la política fiscal, Ramajo
Hernández (2009) investiga los efectos dinámicos de la política fiscal sobre la
actividad económica en España para el periodo 1970-2006. Este autor aplica una
serie de modelos SVAR que incluyen las principales macromagnitudes, así como las
variables fiscales básicas como son los ingresos y los gastos públicos. Su trabajo
proporciona una discusión detallada de las funciones de respuesta ante diferentes
shocks imprevistos en las variables fiscales.
Para terminar este epígrafe nos referiremos a una tercera línea de investigación
que incluiría aquellos trabajos que estiman la brecha de producción o el compor-
tamiento cíclico de una región concreta o del conjunto de regiones que integran
España. Así, por ejemplo, Cuadrado et al. (1998) comprueban la asociación entre
el ciclo económico de la economía española, en su conjunto, y el de las distintas
regiones para el período comprendido entre los años 1980 y 1995. El proceso de
filtrado de las series y extracción del componente cíclico consiste en la aplicación
de un test univariante HP. En este artículo se encuentra una mayor evidencia de
asociación para la mayoría de regiones cuando se considera sólo el periodo a partir
de la incorporación de España a la Comunidad Europea (1986-1995).

92 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

En el análisis de los ciclos económicos regionales en España y su relación


con el ciclo a nivel nacional, Gadea et al. (2006) utilizan técnicas recientes de
régimen cambiante como son los modelos Markov-switching. A partir de la apli-
cación de estas técnicas, se evidencia que los modelos de dos regímenes que
contemplan únicamente fases de recesión y expansión no son capaces de recoger
apropiadamente el ciclo económico de todas las regiones españolas, por lo que
utilizan un tercer régimen que capturaría las etapas de un elevado crecimiento, y
que interpretan en términos de convergencia real. En particular, justifican que las
regiones con dos regímenes serían Andalucía, Islas Canarias, Castilla La Mancha
y Extremadura, y el resto se caracterizarían por tres. Los resultados indican que
el ciclo económico que posee cada región posee peculiaridades específicas. No
obstante, en un estudio del grado de sincronización entre regiones, estos autores
establecen grupos de regiones en base a la similitud de sus ciclos, concluyendo que
existirían tres grupos: un primer grupo, incluyendo un mayor número de regiones,
que exhibiría un ciclo económico caracterizado por un régimen más probable y de
más larga duración de crecimiento normal, así como dos regímenes con menor
probabilidad que representarían fases de recesión y elevado crecimiento, este pri-
mer grupo es el que presentaría mayores similitudes con el ciclo de la economía
española en su conjunto; el segundo grupo estaría formado por aquellas regiones
que tradicionalmente se consideran más pobres y experimentan tasas de crecimiento
más lento, habiendo sido tradicionalmente receptoras de fondos estructurales como
regiones pertenecientes al Objetivo nº 1 de la política de cohesión de la Unión
Europea; por último, el tercer grupo lo compondrían las regiones industrializadas
de la cornisa cantábrica que experimentaron un elevado crecimiento en los últimos
quince años.
Villaverde y Maza (2009), basándose en una especificación de la brecha pro-
ductiva, analizan el cumplimiento de la ley de Okun para las regiones españolas en
el período 1980-2004. En la extracción de la tendencia de las series temporales
emplean varias técnicas estadísticas univariantes: una tendencia cuadrática, el filtro
de HP y el filtro Band-Pass de Baxter y King. Los estimadores obtenidos demuestran
que la ley de Okun se cumple para la mayoría de regiones, así como para España
en su conjunto. Sin embargo, la respuesta de la producción al desempleo es muy
variada entre regiones, existiendo regiones con coeficientes de Okun bien muy altos
o bien muy bajos. Además, subrayan que los distintos valores del coeficiente de
Okun para cada región mostrarían cierta relación con las diferencias existentes en
los niveles de crecimiento de la productividad.
Mingorance Arnáiz (2009) destaca el proceso de convergencia de la economía
española y la distinta evolución seguida por cada una de las regiones españolas

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 93


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

para el periodo 1980-2000, lo que hace cuestionarse la aplicación de políticas


económicas comunes. Este trabajo complementa el análisis del grado de conver-
gencia entre comunidades autónomas con el estudio del comportamiento cíclico
de las mismas. Tal como expone la autora, este último análisis resulta relevante si
se tiene en cuenta que los incrementos en el componente tendencial del PIB per
cápita se traducen en etapas de convergencia. Asimismo, la eliminación o reducción
las divergencias entre los comportamientos cíclicos regionales representarían un
impulso adicional hacia el objetivo de la convergencia. Una vez calculado el com-
ponente, destaca la existencia de importantes diferencias en términos de la tasa
de variación de la brecha productiva para cada región. Si bien dichas diferencias
se han ido reduciendo con el paso del tiempo, cada comunidad exhibiría unos
distintos niveles de respuesta ante perturbaciones o hechos similares.
Entre aquellos trabajos que se centran en una región española particular, cabe
destacar el estudio de Borondo et al. (1999b) que analizan el ciclo económico de
Castilla y León y lo comparan con el correspondiente a la economía española. Para
extraer el componente cíclico de las series macroeconómicas, estos autores aplican
el filtro de HP y el de bandas de Butterworth. La comparación de la evolución
del PIB de Castilla y León y España no les permite establecer una sincronía clara
entre ambos ciclos. Las discrepancias en la evolución de los componentes cíclicos
de Castilla y León y España tendría su origen en la mayor sensibilidad a las per-
turbaciones que suelen experimentar una economía cuanto menor es su tamaño,
así como consecuencia de la existencia de un elevado grado de especialización
o mayor peso relativo de un sector económico específico, en el caso de Castilla
y León, el sector agrícola. Esta conclusión se ve confirmada en el análisis de la
correlación existente entre el PIB o VAB no agrario entre Castilla y León y España,
donde se observa una mayor sincronización. Borondo et al. destacan, también,
la mayor volatilidad de la variable consumo en Castilla y León comparada con la
correspondiente a la economía española en su conjunto, aunque la correlación
en el consumo es mayor que en el PIB. Consideran que este último resultado
podría explicarse por la homogeneidad de las preferencias, que implica que los
consumidores sigan un patrón de consumo intertemporal que no refleja cambios
sustanciales, ya que los individuos intentan no incurrir en excesivos riesgos, por
lo que las perturbaciones productivas no se trasladarían a la variable consumo, tal
como señalan los modelos de ciclos internacionales.
Lago Peñas (2001) estudian la evolución de la economía gallega en el período
1980-1999, así como las similitudes o diferencias con la seguida por la economía
española en dicho período. Para estimar la tasa de crecimiento tendencial del VAB
no primario utiliza el filtro estadístico de HP. En este trabajo se destaca una mayor

94 CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102


JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

simetría entre los ciclos de Galicia y España en los últimos años. Sin embargo,
los resultados ponen de manifiesto la existencia de diferencias en lo referente al
crecimiento tendencial del VAB, mucho menor para Galicia durante los años ochenta
como consecuencia de la repercusión que la crisis económica internacional de
mediados de los setenta tuvo sobre el tejido productivo de la economía gallega, y
mostrando una tímida convergencia hacia los niveles del conjunto de la economía
española a lo largo de los noventa.
Jorba (2007) realiza una primera estimación del PIB potencial de la econo-
mía catalana, en el período 1980-2007, mediante la aplicación de un filtro de HP.
Asimismo, compara los resultados alcanzados con los obtenidos para la economía
española y los establecidos a nivel de la Unión Europea. De acuerdo con los
resultados obtenidos, este autor señala que Cataluña experimentó una brecha de
producción negativa desde mediados de los noventa, cuyos valores se suavizan a
partir de 1999, probablemente como consecuencia de factores asociados con las
insuficiencias en la dotación de capital, un mayor grado de apertura al exterior
y una menor iniciativa privada. Esta evolución negativa del gap contrasta con lo
ocurrido en el periodo comprendido entre 1986 y 1991 donde la economía catalana
creció en más de un 1 % por encima de su nivel de producción potencial. Este
análisis destaca también una importancia cada vez menor del componente cíclico
del PIB catalán desde los años noventa, hecho que concuerda con lo resultados
que obtiene el autor para la economía española y lo establecido por la Comisión
Europea para la UE.
En relación al estudio de la evolución del ciclo económico de la comunidad
autónoma de Andalucía, podemos citar el trabajo de Leal et al. (2002) para el
período 1984-2001. Este trabajo utiliza un filtro de HP para la descomposición, en
sus componentes tendencial y cíclico, de las series del VAB trimestral, así como las
correspondientes a las variables del mercado de trabajo (empleo y desempleo). Los
resultados obtenidos en el estudio les permiten significar la mayor volatilidad cíclica
de la economía andaluza en relación al conjunto de España. El análisis de la exis-
tencia de movimientos conjuntos pone de manifiesto un alto grado de sincronización
entre los ciclos económicos de ambas áreas económicas tanto a nivel agregado
como sectorial, hecho apuntado previamente en el trabajo de Trujillo et al. (2000).
En lo que respecta a la evolución cíclica de la relación entre producción y nivel de
desempleo, evidencian una relación inversa entre dichas variables, aunque en el
caso de Andalucía observan una menor sensibilidad del desempleo a las variaciones
en la producción que sigue un comportamiento asimétrico dependiendo de la etapa
del ciclo, siendo más acusada la variación del desempleo, en términos absolutos, en
fases expansivas que en recesivas. Estos últimos resultados han sido confirmados,

CUADERNOS DE CC.EE. y EE., Nº 62, 2012, pp. 65-102 95


ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA... JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO

posteriormente, en el trabajo de Pérez et al. (2003), cuyo objetivo es el análisis de


la relación entre la actividad económica y las fluctuaciones del desempleo en torno
a su nivel estructural o de largo plazo para Andalucía y la economía española en
su conjunto. Estos autores plantean un análisis alternativo al planteado por Leal
et al., utilizando el índice de producción industrial como indicador de la evolución
cíclica de la actividad económica. En este trabajo, una vez extraído el componente
cíclico de las series mediante un filtro de HP, se utilizan una serie de modelos VAR
para contrastar la dinámica de las desviaciones de la actividad económica respecto
a su tendencia y del desempleo respecto a su nivel estructural.

4. CONCLUSIONES
La medición del nivel de producción potencial de una economía constituye un
elemento fundamental para la adopción de políticas macroeconómicas, dado que
permite obtener una estimación de la brecha o gap de la producción. La existencia
de fluctuaciones cíclicas, provoca que, en el corto plazo, la producción presente
desviaciones transitorias respecto a su tendencia de largo plazo. Estas desviacio-
nes proporcionan información relevante para la determinación de la posición de la
economía en el ciclo, así como sobre las presiones inflacionistas, la utilización de
la capacidad productiva y la obtención de componentes estructurales, como por
ejemplo en relación al saldo presupuestario del gobierno. Estos elementos han
motivado la existencia de un elevado interés en la literatura en la medición del
nivel de producción potencial de la economía.
El principal problema reside en que el nivel de producción potencial de
una economía no es directamente observable, por lo que hemos de recurrir a su
estimación. En la literatura encontramos una gran variedad de métodos para, a
través de los datos de producción, descomponerlos en un componente cíclico y
en un componente tendencia, que se correspondería con el nivel de producción de
largo plazo o potencial. En la práctica, existen dos enfoques diferentes: el enfoque
estructural o económico y el enfoque estadístico. El primer enfoque parte de la
definición de nivel de producción potencial como aquel en el cual se utiliza toda
la capacidad productiva de la economía. Para su estimación hemos de recurrir a
instrumentos teóricos, como la función de producción y la estimación de la NAIRU y
la curva de Phillips. Por su parte, los métodos estadísticos no requieren de ninguna
base teórica y consisten en técnicas de descomposición de una serie temporal. Así,
consiste en descomponer el nivel de producción de una economía en un componente
transitorio que estaría ligado al ciclo económico y otro componente permanente
que estaría asociado al nivel de producción de largo plazo de la economía o nivel

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JOSÉ MANUEL ORDÓÑEZ DE HARO ESTIMACIÓN DE LA PRODUCCIÓN POTENCIAL Y BRECHA...

de producción potencial. Ambos enfoques presentan ventajas e inconvenientes, al


tiempo que cada método da lugar a resultados que son diferentes. Esto provoca
que la literatura empírica ofrezca una gran variedad de resultados que en muchos
casos resultan contradictorios. En este sentido los últimos desarrollos tratan de
combinar los métodos estadísticos con los métodos estructurales, en un intento de
obtener estimaciones del nivel de producción potencial más robustas.

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