Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
RESUMEN
ÍNDICE GENERAL
Pág.
AGRADECIMIENTO
DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN..................................................................................................... 1
PARTE I
ASPECTOS METODOLÓGICOS
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA...............................................................4
1.1. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA..............................................................4
1.2. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN.............................................................5
2. JUSTIFICACIÓN...............................................................................................5
3. OBJETIVOS......................................................................................................6
3.1. OBJETIVO GENERAL................................................................................6
3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS.......................................................................6
4. DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA....................................................................6
4.1. DELIMITACIÓN TEMPORAL......................................................................6
4.2. DELIMITACIÓN ESPACIAL........................................................................6
4.3. DELIMITACIÓN TEMÁTICA........................................................................7
5. METODOLOGÍA............................................................................................... 7
5.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN.........................................................................7
5.2. MÉTODOS..................................................................................................8
5.2.1. EL MÉTODO ANALÍTICO.....................................................................8
5.2.2. EL MÉTODO INDUCTIVO....................................................................8
5.2.3. MÉTODO GRAMATICAL......................................................................9
PARTE II
DESARROLLO TEÓRICO PRACTICO
6. DESARROLLO TEÓRICO PRÁCTICO...........................................................10
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
PARTE III
PROPUESTA DE LA MONOGRAFÍA
7. PROPUESTA..................................................................................................39
7.1. FUNDAMENTO DE LA PROPUESTA......................................................39
7.2. PROPUESTA DE MODIFICACIÓN DEL ARTÍCULO 133 DE LA LEY
1970.......................................................................................................... 39
7.3. TEXTO PROPUESTO DEL DECRETO SUPREMO PARA LA
MODIFICACIÓN DEL ARTÍCULO 133 (DURACIÓN MÁXIMA DEL
PROCESO) DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL......................40
PARTE IV
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
8. CONCLUSIONES........................................................................................... 42
9. RECOMENDACIONES...................................................................................44
10. GLOSARIO...................................................................................................45
11. BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................47
ANEXOS................................................................................................................ 49
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
INTRODUCCIÓN
Ahora bien, uno de los más grandes problemas dentro del litigio penal
boliviano dentro de los tribunales, es la posibilidad de interponer la extinción
de la acción penal por duración máxima del proceso después de la sentencia
en primera instancia, es decir ante el tribunal de alzada y el tribunal supremo,
debate que abordamos a objeto de solidificar razonamientos del tribunal
constitucional, y la aplicación de reglas esenciales dentro de un proceso que
es la presunción de inocencia, pro actione, legalidad, seguridad jurídica, que
entran en juego al considerar el planteamiento del título a desarrollar.
Con el fin de exponer los fundamentos jurídicos que constituyan la base para
un planteamiento efectivo de la extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso incluso durante la tramitación de la apelación restringida
o recursos de casación, la presente monografía se desarrollo en tres partes
principales:
1
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
2
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
3
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
PARTE I
ASPECTOS METODOLÓGICOS
4
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
2. JUSTIFICACIÓN
5
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
3. OBJETIVOS
6
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
5. METODOLOGÍA
7
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
5.2. MÉTODOS
Consiste, en partir del estudio profundo del fenómeno particular hasta llegar
a las conclusiones, para el análisis de una amplia gama de fenómenos
generales. Por lo que la inducción puede aplicarse cuando se estudia un
conjunto de objetos relativamente pequeños porque pueden examinarse
todos y cada uno de ellos. (Hueso, 2012)
8
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
9
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
PARTE II
DESARROLLO TEÓRICO PRACTICO
10
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
11
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
6.2. PRESCRIPCIÓN
12
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
13
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
6.3.1. PRESCRIPCIÓN
– Cómputo de la prescripción.
14
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
15
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
16
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
17
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
18
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
19
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
El jurista argentino Eugenio Raúl Zaffaroni refiere sobre el tema que: “el más
importante y complejo de los impedimentos de perseguibilidad es la
prescripción de la acción. Si bien se trata de un instituto de esencia procesal,
comparte sus fundamentos con la prescripción de la pena, aunque
agregando a estos los específicamente procedimentales, entre los que
corresponde relevar fundamentalmente el derecho a un juzgamiento en un
tiempo razonable. Este derecho del imputado derivado del principio de
razonabilidad aparece afectado cuando el estado – por cualquier motivo –
viola los plazos máximo legales para la persecución punitiva, extremo que si
bien no debe confundirse con los límites que la ley impone a las penas
anticipadas por prisión preventiva, no deja de indicar que en parte se
superpone con la problemática de la prescripción penal”. (Zaffaroni, 2002)
20
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
21
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
22
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
23
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
Bajo este criterio, estimamos que la tramitación del proceso penal no debe
prolongar indebidamente el plazo de prescripción y con ello garantizar el
derecho del acusado a ser juzgado en un plazo razonable, criterio que debe
ser ampliado a través de la Ley 1173 para provocar la abreviación de los
plazos de prescripción, para quien es perseguido en un proceso penal, de
esta forma coincidir con instrumentos internacionales de derechos humanos
como son la Convención Americana de Derechos Humanos como el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
24
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
hacia los allegados o hacia las personas vinculadas a ese imputado, tal como
ocurría antiguamente.
El primero de ellos tiene que ver con el tiempo, es decir si la intervención del
Estado en la persecución penal requiere una justificación, también debe
formar parte de esa justificación el tiempo por el cual se da esa facultad al
Estado. Normalmente se admite, para la gran mayoría de delitos, que esta
facultad que se le da al Estado está limitada por el tiempo. La institución que
regula la limitación temporal se conoce como plazo de prescripción. El plazo
que se establezca para cada delito varía según la legislación. Sin embargo
como la prescripción es una garantía del imputado, no es un problema de la
acción, en realidad, sino del régimen de garantías. La prescripción entonces
es una institución jurídica que regula el tiempo por el cual se faculta al
Estado a ejercer la persecución penal… En fin, a través del régimen de la
extinción de la acción penal se están reconociendo en muchas ocasiones
que se han provocado soluciones para el caso, que son mucho mas
civilizadas que el ejercicio del poder penal, o permiten cumplir las finalidades
de la administración de la justicia de un modo mas acabado” (Binder, 2002).
25
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
II. Los derechos que proclama esta Constitución no serán entendidos como
negación de otros derechos no enunciados.
26
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
Artículo 14. I. Todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica con
arreglo a las leyes y goza de los derechos reconocidos por esta Constitución,
sin distinción alguna.
27
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
28
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
6.7.1. MÉXICO
6.7.2. ARGENTINA
Por la amnistía;
Por la prescripción;
29
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
6.7.3. ESPAÑA
d. Por el indulto.
30
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
6.7.4. CHILE
d. Por indulto.
31
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
32
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
33
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
Por su parte el art. 5 del CPP, párrafo segundo, dispone que: ‘Se entenderá
por primer acto del proceso, cualquier sindicación en sede judicial o
administrativa contra una persona como presunto autor o partícipe de la
comisión de un delito’; por consiguiente, considerando dicha normativa, el
cómputo de los tres años de duración del proceso penal previsto en el
art. 133 del CPP, se computa a partir de la primera sindicación
efectuada en sede judicial o administrativa contra una persona como
presunto autor o partícipe de la comisión de un delito; en consecuencia,
para computar la extinción de la acción penal por el transcurso máximo del
tiempo previsto en el referido art. 133 del CPP, es necesario considerar lo
manifestado” (Sentencia Constitucional 033/2006 de 11 de enero).
34
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
35
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
36
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
37
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
38
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
39
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
PARTE III
PROPUESTA DE LA MONOGRAFÍA
7. PROPUESTA
40
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
CONSIDERANDO:
41
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
EN CONSEJO DE MINISTROS,
D E C R E T A:
42
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
PARTE IV
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
8. CONCLUSIONES
43
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
sea precisa y describa ante quien debe plantearse este recurso y hasta que
momento es oportuno.
44
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
9. RECOMENDACIONES
45
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
46
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
10. GLOSARIO
47
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
48
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
11. BIBLIOGRAFÍA
Bustos Ramirez, J. (2005). Derecho Penal, Parte General (Vol. Tomo I).
Perú: Edit. ARA.
Muñoz Conde, F., & Garcia Aran, M. (2007). Derecho Penal, Parte General
(7ma ed. ed.). Valencia: Edit. Tirant lo Blanch.
49
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
50
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
ANEXOS
A través de la Disposición Tercera Transitoria del nuevo Código de procedimiento penal, (CPP), el
legislador estableció un corte en el tiempo al indicar que a partir del 31 de mayo de 2001, todos los
procesos del sistema antiguo deberían ser concluidos en el plazo máximo de cinco años bajo pena de
extinción. Asimismo, en atención al Régimen de Transición establecido en la parte final del indicado
Código de Procedimiento Penal, el legislador también determinó que el derecho a ser juzgado en un
plazo razonable se aplica a toda persona sometida a un proceso. Entendimiento ratificado y
convalidado por el Tribunal Constitucional en la SC 77/2002, de 29 de agosto, cuando señala que esa
Disposición responde a una determinación político-criminal que precautela la seguridad jurídica de los
contendientes y sobre todo de los encausados, ya que con ella, los encausados pueden tener la
certeza de que su proceso en el viejo sistema tendrá una duración razonable y no se extenderá por
tiempo indefinido.
La Ley 2683 impugnada que abroga la Disposición Transitoria Tercera del CPP, y determina que las
causas que se vienen tramitando bajo el anterior régimen procesal penal continuarán tramitándose
hasta la conclusión de las mismas, sin fecha límite, es decir con carácter indefinido, no solo viola el art.
8 numeral 1. del Pacto de San José de Costa Rica, sino los arts. 6, 9.1., 16.IV y 116.X de la CPE, y se
encuentra en contraposición con los arts. 100, 101, 102 y 106 del Código penal (CP), y 29 al 34 del
CPP, así como con la línea jurisprudencial sentada en las SSCC 77/2002-R, 647/2001-R, 340/2001-R
y 280/2001-R, entre otras, que establecen que los procesos no pueden tener una duración indefinida
pues ello significa violar los derechos humanos en lo que a las garantías judiciales se refiere. En
consecuencia, la derogatoria de la Disposición Transitoria Tercera impide la extinción de los procesos
que se tramitan con el Código de procedimiento penal de 1972, si consideramos que las normas
citadas del Código penal establecen la extinción de la acción penal por la prescripción, pero su
carácter indefinido se encuentra determinado por el art. 102 de ese cuerpo legal que dice que la
prescripción empezará a correr desde la medianoche del día en que se cometió el delito, siempre que
no se hubiera iniciado la instrucción correspondiente y en caso de que ya se hubiera dado comienzo,
el término de la prescripción de la acción se computará desde la última actuación. En mérito a esta
norma, el proceso en el sistema procesal anterior puede durar indefinidamente ya que con cada
actuación judicial se interrumpe el término de la prescripción de la acción y ésta se empieza a
51
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
computar nuevamente, existiendo por eso a la fecha procesos y detenidos en los penales del país
desde hace más de diez años sin la esperanza de obtener Sentencia ejecutoriada o de lograr su
libertad por retardación de justicia ó la extinción de sus procesos por prescripción.
En base al informe 20/2003 de 29 de septiembre, existirían en el país 4000 causas que llegarán hasta
mayo de 2004 a conocimiento de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, razón por la cual ésta
presentó al Parlamento Nacional un proyecto de Ley que una vez sancionado por ambas Cámaras del
Congreso, fue promulgado por el Presidente de la República y así publicada la inconstitucional Ley
2683 que dispone el plazo indefinido para los procesos que se vienen tramitando con el Código de
procedimiento penal de 1972, en contraposición al punto de vista jurídico de varias instituciones
judiciales y defensoras de los derechos fundamentales de las personas que fue dada conocer a la
Comisión de Constitución del Congreso Nacional.
I.1.2. Petición
Por AC 331/2004-CA, de 14 de junio (fs. 90 a 91), la Comisión de Admisión de este Tribunal admitió el
recurso planteado y ordenó que sea puesto en conocimiento de Hormando Vaca Diez Vaca Diez,
Presidente del Congreso Nacional, como personero del órgano que generó la norma impugnada.
Diligencia que se cumplió el 28 de junio de 2004 (fs. 111).
I.3. Alegaciones del personero del órgano que generó la norma impugnada
Por memorial presentado el 22 de julio de 2004 (fs. 122 a 126) Hormando Vaca Diez Vaca Diez,
Presidente del Congreso Nacional, se apersonó y formuló alegatos en los siguientes términos:
La cuestionada Ley 2683 de 12 de mayo de 2004 fue sancionada con el objeto de garantizar la
seguridad jurídica de las personas, que es la condición esencial para la vida y desenvolvimiento de
una nación en estado de derecho, pero adecuada a nuestra realidad social a fin de evitar el caos
procesal y la inseguridad jurídica que habría significado la aplicación del nuevo sistema procesal penal
a causas iniciadas con un sistema procesal y una lógica de funcionamiento diametralmente opuesta.
Asimismo, persigue evitar la impunidad de los delincuentes, ya que la extinción de la acción penal
pondría a los imputados (violadores, asesinos, narcotraficantes, etc.), fuera del alcance de la autoridad
judicial y podría conllevar a reiterar sus conductas delictivas.
52
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
En cuanto a la supuesta infracción del art. 8 numeral 1 del Pacto de San José de Costa Rica, en lo
referente a ser juzgado dentro de un plazo razonable, debe entenderse que dicho plazo razonable
puede ser interpretado de diversas maneras, y la razonabilidad debe apreciarse en su contexto
específico o propio, sin perjuicio de establecerse un plazo general más allá del cual la duración sea
considerada ilegítima, con la exigencia de que el mismo responda también a un contexto propio.
La aparente discriminación que establece la Ley 2683 no se funda en arbitrariedades ni atenta contra
la dignidad humana y menos otorga favores o privilegios, al contrario se trata de una imprescindible
diferenciación de trato, a fin de evitar el caos procesal y consiguientemente la inseguridad jurídica, por
tanto la Ley cuestionada no viola el principio de igualdad consagrado en el art. 6 de la CPE otra parte,
se hizo notar que la norma recurrida está vinculada con la duración del proceso penal y no tiene
ninguna relación con el art. 9.1 de la CPE, que se refiere al principio de legalidad de las medidas
cautelares. Tampoco viola el art. 16.IV de la CPE, ya que la norma impugnada no tiene en su
contenido ninguna disposición que vulnere la garantía del debido proceso, al margen que el recurrente
no toma en cuenta que esa disposición se refiere a la ley penal sustantiva y no así a la ley penal
adjetiva o procesal, correspondiendo dejar establecido que la retroactividad abarca únicamente a la ley
penal sustantiva más beneficiosa, sin que se haya violado tampoco el principio de retroactividad de la
ley penal más favorable. Respecto a la supuesta infracción del art. 116.X que reconoce el principio de
celeridad, tampoco es evidente, ya que no debe interpretarse como lo hace el recurrente, que la norma
impugnada estaría concretando la duración indefinida de los procesos penales del antiguo sistema,
toda vez que también aquellos trámites se encuentran sometidos precisamente a las normas relativas
a la prescripción previstas en los arts. 29 y siguientes del CPP, que impiden la duración ilimitada de
esos procedimientos.
Por último, sobre la supuesta contraposición de la norma legal impugnada con los arts. 100, 101, 102 y
106 del Código penal y 29 y 34 del CPP, se recuerda que conforme a la doctrina, el recurso directo o
abstracto de inconstitucionalidad constituye una acción remedial cuya finalidad consiste en el control
objetivo de las disposiciones legales ordinarias, para establecer su compatibilidad o incompatibilidad
con los principios, declaraciones, preceptos y normas de la Constitución Política del Estado, de lo que
se infiere que no procede en los casos de conflicto o incompatibilidad entre una ley infralegal con las
normas de una ley, ó la contradicción de las normas de dos leyes ordinarias de igual jerarquía, como
resulta ser en caso de la Ley 2683 impugnada y los preceptos del Código penal y de su procedimiento,
ya que su presunta incompatibilidad corresponde al ámbito de control de legalidad y no al control de
constitucionalidad.
Por lo señalado, pide se pronuncie Sentencia declarando constitucional la Ley 2683 de 12 de mayo de
2004.
II. CONCLUSIONES
1)Las causas con actividad procesal sujetas al régimen anterior continuarán tramitándose hasta su
conclusión”.
53
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
Art. 6.-
“I.- Todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica, con arreglo a las leyes. Goza de los
derechos, libertades y garantías reconocidos por esta Constitución, sin distinción de raza, sexo,
idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen, condición económica o social, u otra
cualquiera.
II.- La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas y protegerlas es deber
primordial del Estado”.
Art. 9.I.- “Nadie puede ser detenido, arrestado ni puesto en prisión, sino en los casos y según las
formas establecidas por Ley, requiriéndose para la ejecución del respectivo mandamiento, que éste
emane de autoridad competente y sea intimado por escrito”.
Art. 16.IV.- “Nadie puede ser condenado a pena alguna sin haber sido oído y juzgado previamente en
proceso legal; ni la sufrirá si no ha sido impuesta por Sentencia ejecutoriada y por autoridad
competente. La condena penal debe fundarse en una ley anterior al proceso y sólo se aplicarán las
leyes posteriores cuando sean más favorables al encausado”.
Art. 116.X.- “La gratuidad, publicidad, celeridad y probidad en los juicios son condiciones esenciales de
la administración de justicia…”
III.1. Sobre la competencia del Tribunal y la pertinencia del recurso.- El art. 120.1ª de la CPE establece
que es atribución del Tribunal Constitucional conocer y pronunciarse sobre la inconstitucionalidad de
leyes, decretos y cualquier género de resoluciones. Sobre la base de la normativa constitucional
referida, la Ley del Tribunal Constitucional ha desarrollado el contenido y alcances de los recursos a
que se refiere la Ley Fundamental del país. En este cometido, el Capítulo II del Título Cuarto de la Ley
del Tribunal Constitucional, establece el recurso directo o abstracto de inconstitucionalidad, señalando
en el art. 54 que este recurso “procederá contra toda ley, decreto o cualquier género de resolución no
judicial, contraria a la Constitución Política del Estado como acción no vinculada a un caso concreto”;
extremo que guarda coherencia plena sobre el carácter remedial al que la Constitución alude en el art.
120.1ª; de lo que se establece la competencia del Tribunal para conocer el presente recurso, así como
la legitimación activa del recurrente, comprobada en el trámite de admisión.
En atención a la conexitud de la norma impugnada con el art. 133 y la Disposición Transitoria Tercera,
ambos del CPP, corresponde, en aplicación del art. 58.IV de la LTC, extender el juicio de
constitucionalidad a las indicadas normas; precisando que si bien la última de las disposiciones
nombradas fue declarada constitucional, y según el art. 58.V, “La Sentencia que declare la
constitucionalidad de la norma legal impugnada, hace improcedente cualquier nueva demanda de
inconstitucionalidad contra ella”; ello no impide someter a la indicada norma a un nuevo juicio de
constitucionalidad, al ser distinto el fundamento en el que se basó tal análisis; dado que lo que la
norma prohíbe es un nuevo examen sobre un mismo fundamento.
54
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
En este cometido, se tiene que las normas objeto del juicio de constitucionalidad por conexión, tienen
el siguiente texto:
“Artículo 133°.- (Duración máxima del proceso). Todo proceso tendrá una duración máxima de tres
años, contados desde el primer acto del procedimiento, salvo el caso de rebeldía”.
“Vencido el plazo, el juez o tribunal del proceso, de oficio o a petición de parte, declarará extinguida la
acción penal.”
Disposiciones Transitorias
“Tercera.- (Duración del proceso). Las causas que deban tramitarse conforme al régimen procesal
anterior, deberán ser concluidas en el plazo máximo de cinco años, computables a partir de la
publicación de este Código.
“Los jueces constatarán, de oficio o a pedido de parte, el transcurso de este plazo y cuando
corresponda declararán extinguida la acción penal y archivarán la causa”.
III.2. Bolivia, como Estado Social y Democrático de Derecho. La auto- organización, como fuente de
legitimidad del poder y del Derecho, se visualiza de manera nítida en el acto constituyente. En efecto,
en este acto, el pueblo de manera soberana decide organizarse jurídica y políticamente, estableciendo
el modelo de Estado que mejor condiga con las aspiraciones comunes de sus miembros; decisión que
se plasma en una norma que tiene el carácter de fundacional y fundamental a la vez (su Constitución),
por conciliar en ella todo el plan de vida que el grupo social acordó realizar.
A esta altura del análisis, por su relevancia práctica, conviene precisar que la expresión Estado de
Derecho puede ser conceptualizada desde una doble perspectiva, con resultados diametralmente
opuestos o al menos inconciliables. Así, desde una primera postura, es aquel modelo de Estado en el
que impera la ley, o en el que rige formalmente el principio de legalidad o que funciona a través de los
cauces establecidos por la legislación vigente. Así, todo Estado sería de Derecho por el sólo hecho de
que la actividad estatal se desarrolle bajo cánones legales. Esta noción reduciría el concepto Estado
de Derecho a un simple sistema normativo, sin ninguna vinculación a principios y valores
fundamentales. Desde una segunda perspectiva, el Estado de Derecho no sólo se caracteriza por la
sujeción de los poderes públicos y los ciudadanos al ordenamiento jurídico vigente, sino por su
vinculación a un ordenamiento superior en que se consagran y garantizan unos valores (derechos y
55
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
libertades públicas) que, desde el punto moral y político, se consideran básicos para la convivencia
humana y la consecución de la paz social.
Esta noción de Estado de Derecho, responde a una determinada concepción filosófica del hombre y de
la comunidad política -el Estado como ente racional al servicio del individuo- que se constituye en un
sistema de vida en libertad, que se configura bajo la idea de: a) separación de los poderes estatales; b)
sometimiento de todos los poderes al orden constitucional y a las leyes; c) sujeción de la
administración a la ley y control judicial; d) reconocimiento jurídico formal de una serie de derechos,
libertades y garantías fundamentales . Esta segunda noción de Estado de Derecho es la que guarda
compatibilidad con el modelo de Estado diseñado por la reforma de nuestra Constitución; lo que
significa que el legislador a tiempo de crear normas legales, debe precautelar que éstas no
menoscaben los derechos y garantías fundamentales.
III.3. Principio de legalidad como pilar del Estado de Derecho y su proyección en materia penal. El
principio de sometimiento de los poderes al orden constitucional y las leyes, es una manifestación del
principio general de imperio de la ley, según el cual todos (gobernantes y gobernados), se encuentran
sujetos a la ley y únicamente en virtud de ella adquieren legitimidad sus actuaciones (principio de
legalidad). Conforme a esto, en el marco de nuestra Constitución, como en las otras de esta órbita de
cultura, el principio de legalidad se constituye en el pilar básico del Estado de Derecho y soporte del
principio de seguridad jurídica. Viene a sustituir el gobierno de los hombres por el gobierno de la ley.
Es por tanto un principio informador de todo el ordenamiento jurídico de la nación.
En este orden, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que tiene carácter vinculante general, ha
sentado un entendimiento firme sobre el principio de legalidad y como proyección de éste, del principio
de irretroactividad de las leyes penales desfavorables, al interpretar el contenido normativo de los arts.
16.IV y 33 de la CPE; así, en la SC 1030/2003-R, de 1 de julio, expresó:
“El art. 33 constitucional, consagra el principio general de irretroactividad de ley, en los siguientes
términos “La ley sólo dispone para lo venidero y no tiene efecto retroactivo…”; principio que en el
ámbito penal es una derivación del principio de legalidad, conforme al cual, ningún acto puede
considerarse como delito si una ley no lo ha descrito como tal con anterioridad a su ejecución. Por
tanto, aquí se está frente a una prohibición de retroactividad de toda ley penal desfavorable, que afecte
el ámbito de libertad del encausado”.
”III.2 El principio de favorabilidad, como excepción al principio de irretroactividad de la ley penal y sus
alcances.- La parte in-fine del art. 33 CPE establece el principio de retroactividad de la ley penal
favorable, en los siguientes términos: “La ley sólo dispone para lo venidero y no tiene efecto
retroactivo, excepto en materia social cuando lo determine expresamente, y en materia penal cuando
beneficie al delincuente.” (las negrillas son nuestras). Corresponde por tanto, por su pertinencia,
establecer cuáles son los alcances que la Constitución le asigna al principio”.
”Como ha quedado sentado, el precepto constitucional acoge el principio general de que la ley rige
para lo venidero, es decir mira al futuro; estableciendo de manera excepcional el principio de
retroactividad de toda norma penal que beneficie al delincuente (aquí utilizaremos el término
delincuente en el sentido genérico que le asigna la Constitución), del que nace también el principio de
ultraactividad de la ley derogada, que consiste en la aplicación de la ley vigente en el momento de la
comisión del delito, cuando el nuevo precepto penal resultare desfavorable”.
56
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
Con relación a la invocación por parte del órgano que generó la norma de que se trata de una ley
procesal y no sustantiva y que por tanto el principio de prohibición de irretroactividad de ley
desfavorable no sería aplicable al caso de autos, sobre el particular, la Sentencia que se glosa,
estableció que “ Si bien es cierto que un importante sector de la doctrina considera que el concepto
Derecho Penal, en sentido amplio, es comprensivo del sistema penal y, por tanto, abarca al Derecho
Penal sustantivo o material, al Derecho Penal procesal y al Derecho Penal de ejecución; sin embargo,
de ello no puede desprenderse que el legislador constituyente hubiera querido cobijar bajo el alcance
del principio de favorabilidad a todas las normas del sistema penal; empero, tampoco de ello puede
concluirse en sentido de que el principio sólo alcanzaría a los preceptos contenidos en el Derecho
penal material (Código penal y leyes penales especiales), por lo que conviene precisar lo siguiente:
1. El principio nace de la idea de que ley penal expresa la política de defensa social que adopta el
Estado en un determinado momento histórico, en su lucha contra la delincuencia. 2. Que toda
modificación de las normas penales expresa un cambio en la valoración ético-social de la conducta
delictiva, en el cómo y la forma en que ha de ejecutarse la acción represora del Estado frente a la
realización del hecho delictivo y en las reglas de ejecución de la consecuencia jurídica del delito; esto
es, la sanción penal.
1. La prohibición de aplicación retroactiva de la ley penal contenida en los arts. 16.IV y 33 de la CPE,
se extiende a las normas de contenido sustantivo que se encuentren en leyes tanto materiales como
procesales y de ejecución; 2. una norma tendrá carácter sustantivo, cuando afecte las esferas de
libertad del imputado o condenado, entendiéndose a la libertad aquí aludida, como la facultad de
autodeterminarse que tienen los hombres, sin sujeción a una fuerza o coacción proveniente del
exterior, en este caso, del sistema penal. Conforme a ello, aquellas normas contenidas en leyes
penales que afecten, restrinjan o limiten los derechos fundamentales de las personas, tendrán carácter
sustantivo.
III.4. Sobre el derecho a la conclusión de los procesos en un plazo razonable. Si bien nuestra
Constitución no establece de manera expresa el derecho fundamental del imputado a la conclusión del
proceso penal dentro de un plazo razonable, de manera implícita lo consagra al proclamar en forma
genérica que la “celeridad” es una de las “…condiciones esenciales de la administración de justicia”,
entendimiento que se extrae del contenido del art. 116.X Constitucional. Nos parece que una
57
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
interpretación en sentido contrario sólo podría tener sustento si se aceptara que tal proclamación
carece de significado, lo que no es posible tratándose de una norma jurídica, y aun más, de la norma
fundamental del país, siempre cargada de significado y fines.
A su vez, la normativa internacional sobre derechos humanos (los Pactos), que según la doctrina de
este Tribunal integran el bloque de Constitucionalidad y por tanto tienen rango constitucional (Así
SSCC 1494/2003-R, 1662/2003-R, 69/2004, entre otras), de manera expresa reconocen tal derecho,
conforme a lo siguiente:
1) Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 8.1) “Toda persona tiene derecho a ser oída,
con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por ley, en la sustanciación de cualquier acusación formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter”.
2)Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14.3) “Durante el proceso, toda persona
acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: c. A ser
juzgada sin dilaciones indebidas”
.
De lo anterior se extrae que la finalidad que persigue el legislador constituyente boliviano al introducir,
en concordancia con los preceptos internacionales aludidos, el derecho a ser juzgado dentro de un
plazo razonable, es que el imputado pueda definir su situación ante la ley y la sociedad dentro del
tiempo más corto posible, desde un punto de vista razonable; poniendo fin a la situación de
incertidumbre que genera todo juicio, y la amenaza siempre latente a su libertad que todo proceso
penal representa. Con esto se persigue evitar que la dilación indebida del proceso, por omisión o la
falta de la diligencia debida de los órganos competentes del sistema penal, pueda acarrear al
procesado lesión a otros derechos, entre ellos, el de la dignidad y la seguridad jurídica, que resulten
irreparables.
En coherencia con esto, la Disposición Transitoria Tercera del CPP, para dar concreción práctica al
derecho a que el proceso concluye dentro del plazo razonable a que aluden los Pactos, estableció el
plazo de cinco años para la conclusión de las causas bajo el régimen anterior (Código de
Procedimiento penal de 1972).
“…el legislador entendiendo la diferencia entre el sistema procesal penal antiguo y el actual, toda vez
que sus características son diametralmente opuestas, otorgó un plazo razonable de cinco años para la
conclusión de los juicios con el Código de Procedimiento Penal abrogado, a contar desde la
publicación del nuevo Código, permitiendo de esa manera, una etapa de transición necesaria donde
reconoce la coexistencia de los dos sistemas a fin de concluir las causas en trámite en el plazo
señalado, bajo pena de declararse su extinción, extremo que desde ningún punto de vista es arbitrario,
al contrario, responde a una determinación político-criminal que precautela la seguridad jurídica de los
contendientes y, sobre todo de los encausados que, con la Disposición Transitoria Tercera CPP,
58
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
pueden tener la certeza de que su proceso en el viejo sistema tendrá una duración razonable y no se
extenderá por tiempo indefinido”.
Como se ha señalado líneas arriba, la Disposición Transitoria Tercera del CPP fijó una duración de
cinco años de los procesos penales tramitados con el anterior régimen, estableciendo la extinción de la
acción penal si en ese tiempo no concluía el proceso; sin embargo, la Ley 2683 amplió indefinidamente
ese plazo, es decir, hasta la conclusión de esas causas.
Precisado esto, así como el alcance de las normas constitucionales antes referidas, supuestamente
violadas por la norma impugnada, corresponde analizar los siguientes puntos: 1. el contenido
sustantivo de la Disposición Transitoria Tercera del CPP; 2. si la Ley 2683 de 12 de mayo de 2004,
modificó desfavorablemente el contenido de la Disposición Transitoria Tercera del CPP y, en
consecuencia, si es constitucional o no su aplicación retroactiva.
Para realizar el análisis del primer punto, es preciso señalar que la Disposición Transitoria Tercera
establecía una forma de conclusión extraordinaria del proceso penal, cual es la extinción de la acción
penal, que conlleva la imposibilidad de continuar con el ejercicio de la acción penal, sea pública o
privada, por el cumplimiento del plazo máximo fijado por el propio legislador (cinco años) para la
culminación de los procesos penales tramitados con el anterior régimen. Consecuentemente, el efecto
inmediato de la declaratoria de extinción de la acción penal es la pérdida por parte del Estado de su
potestad punitiva; lo que implica que el proceso ya no puede desarrollarse más, extinguiéndose el
ejercicio del ius puniendi del Estado. Vistas así las cosas, la Disposición Transitoria Tercera del CPP,
tiene contenido sustantivo, porque afecta los derechos del imputado, entre los que se encuentra el
derecho fundamental a la libertad, que en materia penal, entre otros supuestos, puede ser restringido
en virtud de una Sentencia condenatoria con la imposición de la pena de reclusión o presidio; de lo que
se extrae que esa disposición, pese a estar inserta dentro del Código de procedimiento penal, en el
sentido analizado, contiene una norma de carácter sustantivo, pues afecta a las esferas de libertad de
los encausados.
Ahora bien, la Ley 2683 de 12 de mayo de 2004, al establecer que “Las causas con actividad procesal
sujetas al régimen anterior continuarán tramitándose hasta su conclusión”, eliminó la posibilidad de
que se declare la extinción de la acción penal en los procesos tramitados con el anterior régimen y,
como resultado de ello, prolongó de manera indefinida el plazo para su conclusión; en consecuencia,
resulta ser una norma penal desfavorable.
De lo anterior se concluye en sentido de que la norma impugnada colisiona de manera inadmisible con
las garantías constitucionales de irretroactividad de ley penal desfavorable, consagrada por los arts.
16.IV y 33 de la CPE, así como el derecho fundamental a la seguridad, consagrado por el art. 7 inc.a)
Constitucional y, en consecuencia, las bases sobre las que se asienta el Estado de Derecho
consagrado por el art. 2.II de la misma Ley Fundamental; pues la antinomia existente entre la creciente
necesidad de eficacia de la persecución penal del Estado y el respeto por los derechos y garantías
procesales que proclama la Constitución, debe ser afrontada con especial mesura por parte del
legislador, evitando toda fisura con el catálogo de valores proclamados por la Ley Fundamental del
país, al que -como quedó expresado- está vinculado por mandato constitucional.
59
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
De lo anterior resulta claro que cuando las normas que se analizan por conexión establecen que:
“Art. 133.- (Duración máxima del proceso). Todo proceso tendrá una duración máxima de tres años,
contados desde el primer acto del procedimiento, salvo el caso de rebeldía”.
“Las causas de suspensión de la prescripción suspenderán el plazo del duración del procedimiento.
Cuando desaparezcan éstas, el plazo comenzará a correr nuevamente computándose el tiempo ya
transcurrido”.
Disposición Transitoria “Tercera. (Duración del proceso). Las causas que deban tramitarse conforme al
régimen procesal anterior, deberán ser concluidas en el plazo máximo de cinco años, computables a
partir de la publicación de este Código”.
están guardando plena compatibilidad con la Constitución; sin embargo, cuando en la última parte de
ambos preceptos, de manera lisa y llana, es decir sin discriminar si la demora en la tramitación del
proceso es atribuible a los órganos estatales competentes de la justicia penal o a las partes,
establecen:
Artículo 133.-
“Vencido el plazo, el juez o tribunal del proceso, de oficio o a petición de parte, declarará extinguida la
acción penal”.
Disposición Transitoria Tercera “Los jueces constatarán, de oficio o a pedido de parte, el transcurso de
este plazo y cuando corresponda declararán extinguida la acción penal y archivarán la causa”.
no guardan plena compatibilidad con el sentido del orden constitucional y de los pactos sobre derechos
humanos aludidos, pues tal extinción sólo puede ser conforme a la Constitución, cuando se constate
que la no conclusión del proceso dentro del plazo máximo establecido por ambas disposiciones es
atribuible a omisiones o falta de diligencia debida de los órganos administrativos o jurisdiccionales del
sistema penal y no a acciones dilatorias del imputado o procesado.
Pues, debe tenerse presente que en el sentido de la Constitución, se vulnera el derecho a la celeridad
procesal y, dentro de ello, a la conclusión del proceso en un plazo razonable, cuando los órganos
competentes de la justicia penal del Estado omiten desplegar, injustificadamente, la actividad procesal
dentro de los términos que el ordenamiento jurídico establece; por tanto, en sentido del orden
constitucional, no habrá lesión a este derecho, si la dilación del proceso, en términos objetivos y
verificables, es atribuible al imputado o procesado. Un entendimiento distinto no guardaría
compatibilidad ni coherencia con las exigencias de seguridad jurídica que la Constitución proclama [art.
7 inc. a)] así como el deber del Estado de proteger de manera eficaz, toda lesión o puesta en peligro
concreto, de los bienes jurídicos protegidos por el orden penal boliviano.
Lo señalado concuerda con lo expresado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que
considera que el concepto de “plazo razonable” al que hace referencia el art. 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, debe medirse de acuerdo a los siguientes criterios: “…la
complejidad del litigio, la conducta de los demandantes y de las autoridades judiciales y la forma cómo
60
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
Este también es el criterio del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que ha señalado en reiterados
fallos que para considerar la duración razonable de un proceso penal, debía considerarse la
complejidad del caso, la conducta del imputado y la manera en que el asunto fue llevado por las
autoridades administrativas y judiciales.
Esta doctrina ha sido asumida por el Tribunal Constitucional de España que entre los criterios para
establecer el derecho a tener un proceso sin dilaciones indebidas, ha considerado a “…las
circunstancias del proceso, su complejidad objetiva, la duración normal de procesos similares, la
actuación procesal del órgano judicial en el supuesto concreto y la conducta del recurrente al que le es
exigible una actitud diligente…”(Sentencia 313/1993).
Resulta claro que en el marco de nuestra legislación, que a diferencia de las líneas arriba aludidas, ha
establecido un plazo máximo general para la conclusión de los procesos tanto del régimen anterior
como del establecido por la Ley 1970, no es posible considerar factores como la complejidad del
asunto y sus circunstancias, que han sido asumidas dentro del plazo global establecido, sino la
actuación del Ministerio Público (en los Actos Iniciales y la Etapa Preparatoria), del órgano judicial y la
conducta del imputado o procesado.
Que, el art. 4 de la LTC faculta a este Tribunal que: “En caso excepcional de que una ley, decreto o
cualquier género de resolución admita diferentes interpretaciones, el Tribunal Constitucional en
resguardo del principio de conservación de la norma adoptará la interpretación que, concuerde con la
Constitución”.
Que, en este sentido, como ha quedado establecido precedentemente, las disposiciones legales objeto
del presente juicio de constitucionalidad sólo pueden ser compatibles con los preceptos
constitucionales referidos, en la medida que se entienda que, vencido el plazo, en ambos sistemas, en
lo conducente, el juez o tribunal del proceso, de oficio o a petición de parte, declarará extinguida la
acción penal, cuando la dilación del proceso más allá del plazo máximo establecido, sea atribuible al
órgano judicial y/o, al Ministerio Público, bajo parámetros objetivos; no procediendo la extinción cuando
la dilación del proceso sea atribuible a la conducta del imputado o procesado.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 120.1º de la
CPE, 7 inc. 1), 54 y siguientes de la LTC, resuelva declarar:
1º La INCONSTITUCIONALIDAD de la Ley 2683 de 12 de mayo de 2004, con los efectos establecidos
por el art. 58 de la LTC.
2º La CONSTITUCIONALIDAD del último párrafo del art. 133 y segundo párrafo de la Disposición
Transitoria Tercera, ambos del Código de procedimiento penal; únicamente en el sentido establecido
en el último párrafo del FJ III.5.2 de la presente resolución.
61
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
62
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
63
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
en cuyo mérito el término de tres años era computable a partir de dicha declaratoria, que data del 20
de agosto de 2002, conforme lo establece el art. 31 del CPP concordante con el art. 133 del mismo
Código, puesto que en virtud de dicha normativa, la declaratoria de rebeldía interrumpe el término de
prescripción y de la duración máxima del proceso y además se constituye en el acto a partir del cual
ambos términos (prescripción y duración máxima) comienzan a computarse nuevamente, por lo tanto,
los tres años de duración máxima del proceso llegaban a su vencimiento el 20 de agosto de 2005.
Con estos fundamentos, el 7 de octubre de 2005, a tiempo de llevarse a cabo la audiencia de
prosecución del juicio oral, planteó la excepción de extinción de la acción penal por vencimiento del
término de duración máxima del proceso, amparándose en los artículos 308 inc. 4) y 27 inc. 10) del
CPP, la que fue resuelta en la misma audiencia por la Jueza de la causa mediante Resolución E-
45/2005, de 7 de octubre, declarando improcedente la excepción planteada, con el argumento de que
el plazo de tres años de duración máxima del proceso debería computarse desde actos posteriores,
esto es, desde el Auto de Vista 164/2002 de 24 de diciembre, puesto que dicha resolución dispuso la
anulación de todo el proceso. Ante esa errónea interpretación, solicitó enmienda y complementación
haciendo notar que El Auto de Vista 164/2002, sólo dispuso la anulación de la sentencia y la
realización de un nuevo juicio oral y no la tramitación de todo el proceso desde su inicio; sin embargo,
la jueza recurrida persistió en su decisión, ratificando la improcedencia de la excepción planteada.
Ante dicha decisión, interpuso recurso de apelación incidental el 8 de octubre de 2004, que fue
resuelto por los Vocales recurridos, quienes emitieron la Resolución 14/2006 de 20 de enero por la que
se declaró improcedente el recurso, confirmándose la Resolución E-45/2005 de 7 de octubre, bajo
argumentos injustos y equivocados, esto es, que no procedía la extinción de la acción penal por
vencimiento del término de duración máxima del proceso, porque los tres años de dicho término
deberían computarse a partir de la segunda acusación particular presentada por Ramiro Suárez Loza
el 12 de mayo de 2003, ya que ese acto, al ser la acusación particular debería considerarse el primer
acto del procedimiento, señalando que el origen lógico de aquella segunda acusación particular fue el
Auto de Vista 164/2002 que dispuso la anulación de la sentencia, afirmación que tergiversa la realidad,
por cuanto dicho auto no dispone en ninguna parte que el querellante presente una segunda
acusación, el que se limitó a disponer se realice un nuevo juicio en virtud de la anulación de la
sentencia.
Por otra parte, en la misma Resolución, los Vocales afirmaron que los tres años de duración máxima
del proceso se computan a partir del primer acto del procedimiento, salvo el caso de rebeldía, así
como el Auto de Vista que anula la sentencia; es decir, que hicieron las veces de legisladores al
modificar arbitrariamente lo dispuesto en los arts. 31 y 133 del CPP, generando una segunda causa de
interrupción de la prescripción y de duración máxima del proceso.
I.1.2. Derechos y garantía supuestamente vulnerados
Considera lesionados sus derechos a la seguridad jurídica, a la defensa y la garantía del debido
proceso, previstos en los arts. 7 inc. a) y 16.II y IV de la CPE.
I.1.3. Autoridades recurridas y petitorio
El recurso se interpone contra Carlos Jaime Villarroel Ferrer y Blanca Isabel Alarcón de Villarroel
Vocales de la Sala Penal Tercera; y Susana Leytón de Quiroga, Jueza Cuarta de Sentencia,
solicitando sea declarado procedente y se disponga la extinción de la acción penal por vencimiento del
término de duración máxima del proceso y sea de conformidad a lo dispuesto por el art. 133 del CPP
concordante con los arts. 27 inc. 10) y 31 del mismo Código.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de amparo constitucional
64
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
Efectuada la audiencia pública el 22 de marzo de 2006, según consta en el acta de fs. 141 a 143 vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación del recurso
El abogado del recurrente ratificó y reiteró el contenido de su demanda.
I.2.2. Informe de las autoridades recurridas
Carlos Jaime Villarroel Ferrer y Blanca Isabel Alarcón de Villarroel, Vocales de la Sala Penal Tercera
de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, en el informe cursante a fs. 140 vta., aseveraron lo
siguiente: 1) el 7 de octubre de 2005, pronunciaron la Resolución 14/2006 de 20 de enero, declarando
improcedente el recurso de apelación interpuesto por el recurrente y confirmando la Resolución E-
45/2005 de 7 de octubre de 2005, dictada por la Jueza Cuarta de Sentencia en lo Penal que a su vez
rechazó el incidente de extinción de la acción penal suscitado por el imputado dentro del proceso en el
cual ya se había dictado sentencia condenatoria, la que fue anulada por Auto de Vista, disponiendo se
realice un nuevo juicio; 2) en ejecución de la Resolución 164/2004 que dio lugar a la realización de un
nuevo juicio y con una nueva acusación presentada el 12 de mayo de 2003, ante solicitud expresa, se
pronunció la Resolución E-45/2005 de 7 de octubre, rechazando el incidente de extinción de la acción
penal interpuesto por el imputado; apelada que fue, se dictó la Resolución sin vulnerar ningún derecho
constitucional del recurrente, quien por la vía del amparo pretende eludir sus responsabilidades de
haber girado un cheque al descubierto por la suma de $us26000.- (veintiséis mil 00/100 dólares
estadounidenses); 3) el recurso de amparo, se funda en que el término de tres años para disponer la
extinción de la acción penal prevista por el art. 133 del CPP se computa a partir de su declaratoria de
rebeldía de 20 de agosto de 2002, sin considerar que por Auto de Vista 164/2002 de 24 de diciembre
se anuló la sentencia disponiendo la realización de un nuevo juicio que originó la nueva acusación
particular de 20 de agosto de 2003, a partir de cuya notificación corre el término, según la
jurisprudencia constitucional.
Rubén Ramírez, Juez suplente de Susana Leytón de Quiroga, Jueza Cuarta de Sentencia correcurrida,
en el informe prestado en la audiencia pública de amparo cursante de fs. 142 y vta. señaló lo
siguiente: a) dentro del proceso penal seguido por Ramiro Suárez Loza contra el recurrente se dictó
sentencia la cual fue apelada y posteriormente anulada, devueltos los antecedentes e interpretado el
Auto de Vista 164/2004, se dio inicio al proceso penal dando lugar a que el querellante, como acusador
particular, pueda formular una nueva demanda; habiendo el recurrente suscitado diferentes incidentes
de nulidad, tales como la suspensión de audiencias procesales; b) si tomamos en cuenta el criterio de
la parte recurrente, conforme establecen las normas previstas en los art. 27 y 29 del CPP, la causa se
extinguiría recién el 20 de agosto de 2007; c) teniendo en cuenta el entendimiento asumido por la SC
0101/2004, de 14 de septiembre y su Auto complementario, se establece que el recurrente ha venido
sometiendo su comportamiento a constantes suspensiones.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Rodrigo Suárez Monje, en la audiencia de amparo, señaló que la presentación de la nueva querella el
12 de mayo de 2003 no obedece a un caso atípico conforme sostiene el recurrente sino al
cumplimiento del Auto de Vista emitido por la Sala Penal Segunda que dispuso anular la sentencia
disponiendo la realización de un nuevo juicio por otro Juez de Sentencia que cumpla con las normas
de procedimiento extrañadas en el presente fallo; por lo que una vez devuelto el expediente al juzgado
de origen, se dispuso su remisión al sistema IANUS para su nuevo sorteo, habiendo la Jueza recurrida
providenciado en sentido de que en mérito a la Resolución 164/2002, de conformidad con lo dispuesto
por el art. 340 del CPP, se corra traslado a Ramiro Suárez Loza para que presente su querella y
acusación particular y ofrezca pruebas de cargo, es decir, que para la realización de un nuevo juicio
es base fundamental la presentación de una querella, por cuanto el juez no podía haber dictado una
65
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
sentencia con los antecedentes y la acusación particular anulada; en cuyo mérito, no corresponde
analizar si corresponde o no la extinción de la acción penal, por cuanto no se vulneró ningún derecho.
I.2.4. Resolución
La Resolución 009/06-SSA-I de 22 de marzo de 2006, cursante de fs. 144 a 145 denegó el recurso, sin
multa, por ser excusable, con los siguientes fundamentos:
a) La Sala Penal Segunda, al pronunciar el Auto de Vista 164/2002 de 24 de diciembre, anulando la
sentencia apelada y ordenando la realización de un nuevo juicio por otro juez de sentencia, lo hizo en
resguardo de los derechos constitucionales que asistían al imputado, ahora recurrente, al no haber
sido notificado conforme a las normas procesales en vigencia.
b) La nulidad declarada, de acuerdo a la teoría de los actos jurídicos, acarrea la inexistencia del acto,
alcanzando la nulidad de la sentencia a todo el juicio, habiendo la Sala Penal aplicado el art. 413 del
CPP disponiendo que “cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de la ley o su
errónea aplicación, el tribunal de alzada anulará total o parcialmente la sentencia y ordenará la
reposición del juicio por otro juez o tribunal”. En el presente caso la nulidad fue total por haber incurrido
en vicios procesales como ser la falta de notificación personal al imputado, por consiguiente los actos
procesales tenían que producirse de inicio; toda vez que la anulación tiene como consecuencia la
realización de un nuevo juicio por otro juez, no se puede computar el tiempo para la petición de
extinción de la causa desde la primera acusación particular.
c) La jueza que intervino en el pronunciamiento de la Resolución E-45/2005 de 7 de octubre, actuó
con criterio certero al fundamentar que el cómputo se inicia a partir del 2003, es decir, desde la
segunda acusación particular, en cuyo mérito no operó la extinción de la acción penal. A su vez, la
Sala Penal Tercera recurrida al pronunciar la Resolución 14/06 de 20 de enero de 2006 con el
argumento de que el plazo no podía ser computado desde la declaratoria de la rebeldía, esto es desde
el 20 de agosto de 2002, por cuanto el primer proceso fue anulado, tampoco vulneró los derechos
fundamentales y garantías constitucionales del imputado y menos infringió normas procesales; en cuyo
mérito, es innecesario realizar mayor análisis sobre a cual de las partes era atendible la retardación o
si provenía de las autoridades jurisdiccionales según el entendimiento asumido por el Tribunal
Constitucional en la SC 0101/2004 y Auto Constitucional 0079/2004-ECA.
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional
A pedido de la Magistrada Relatora, a efectos de contar con mayores elementos de juicio para la
dilucidación del presente recurso, mediante Auto Constitucional 603/2006-CA, de 1 de diciembre, la
Comisión de Admisión solicitó al Tribunal del recurso de amparo constitucional remita la
documentación allí detallada, suspendiéndose el cómputo del plazo para la dictación de la Resolución.
Habiéndose reanudado el cómputo del plazo mediante decreto de 19 de diciembre de 2006, por lo que
la presente Sentencia esta dentro del plazo de ley.
II. CONCLUSIONES
Del análisis del expediente y de la prueba aportada, se concluye lo siguiente:
II.1. El 10 de diciembre de 2001, Ramiro Suárez Loza presentó acusación particular contra Alfred Rolf
Wietholter -ahora recurrente- (fs.17 y vta.) por la supuesta comisión del delito giro de cheque en
descubierto.
II.2. Según el acta de juicio oral de 20 de agosto de 2002 (fs. 18 y 19), el Juez Tercero de Sentencia,
en cumplimiento de lo dispuesto por los arts. 87 y 89 del CPP declaró rebelde al recurrente y dispuso
se expida mandamiento de aprehensión en su contra; así como se proceda a su arraigo, designando
como abogado defensor de oficio a Felipe Jiménez Galvez.
II.3. El mandamiento de aprehensión fue ejecutado el 29 de agosto de 2002, y en la misma fecha se
llevó adelante la audiencia de juicio oral, en la que participó el ahora recurrente y en la que se dispuso
66
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
como medida cautelar, la presentación del imputado en el juzgado los días lunes y miércoles (fs. 68 a
71).
II.4. El 14 de septiembre de 2002 (fs. 20 a 21) el Juez Tercero de Sentencia pronunció la Sentencia
20/2002, declarando autor del delito de cheque en descubierto, previsto y sancionado por el art. 204
del CP, condenándolo a sufrir la pena privativa de libertad de cuatro años a cumplir en el Penal de San
Pedro de la ciudad de La Paz, más costas y daño civil que se calificará en ejecución de sentencia.
II.5. El 26 de septiembre de 2002 (fs. 22 a 31) el recurrente planteó recurso de apelación restringida
contra la Sentencia 20/2002, que fue resuelto por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del
Distrito Judicial de La Paz mediante Auto de Vista 164/2002 de 24 de diciembre (fs. 32 a 33),
disponiendo lo siguiente: “ANULA totalmente la sentencia apelada dictada en la presente acción penal
por el Juez de Sentencia Tercero, disponiendo la realización de un nuevo juicio por otro Juez de
Sentencia que cumpla con las normas de procedimiento extrañados en el presente fallo”. Los
argumentos esgrimidos en dicho fallo, son los siguientes:
a) Se provocó absoluta indefensión en el imputado por cuanto al no habérsele notificado en su
domicilio real, éste desconocía de la existencia de la acusación penal presentada en su contra, de tal
manera no se le permitió asistir a la Audiencia de Conciliación, no se le permitió ofrecer sus pruebas
de descargo en el plazo de los 10 días que se le concedió, no tuvo la posibilidad de oponer
excepciones y recursos que la Ley le franquea, conduciéndolo en calidad de aprehendido directamente
al juicio oral.
b) No obstante que contra dichas ilegalidades el imputado planteó incidente de nulidad de obrados;
sin embargo, el Juez ilegalmente rechazó tal incidente, subsanando lo insubsanable ya que las
notificaciones con los diferentes actuados realizados antes de ingresar al juicio oral, eran nulas por
existir error en el lugar de la notificación al tenor del art. 166 inc. 1) del CPP. Asimismo el Juez no
subsanó la falta de notificación del Defensor de Oficio, así como con las actuaciones posteriores a su
declaratoria de rebeldía, permitiendo que el imputado sea aprehendido y conducido directamente a la
audiencia de juicio oral.
II.6. El 12 de mayo de 2003, Ramiro Suárez Loza presentó acusación particular por el delito de giro
de cheque en descubierto (fs. 34 a 35); la que fue radica por resolución de 13 de mayo (fs.36) en el
Juzgado Cuarto de Sentencia.
II.7. Por Resolución 69-C/2003 de 26 de septiembre (fs. 107) se dispuso la apertura del juicio penal
contra el recurrente, señalando audiencia de juicio oral y público para el 19 de noviembre de ese año a
horas 15:00.
II.8. Según el acta de audiencia de prosecución de juicio oral de 7 de octubre de 2005, (fs. 44 y vta.)
el recurrente interpuso excepción de extinción de la acción penal en dicha audiencia, que fue
rechazada por Resolución E-45/2005 de 7 de octubre (fs. 45 a 46), con los siguientes argumentos:
a) “Que en la previsión del art. 29 num. 2 del CPP corresponde aplicar en el presente caso y teniendo
en cuenta que la causa se prosigue por la comisión del delito de giro de cheque en descubierto
previsto por el art. 204 del CP cuya sanción máxima es de cuatro años, se computa la prescripción de
la acción en 5 años posteriores al inicio del proceso”.
b) “Haciendo una ponderación de valores en todo caso que es lo que ordena el Tribunal
Constitucional con referencia a la extinción de la acción por el tiempo transcurrido se tiene que este
proceso ha sido anulado en su totalidad por Auto de Vista ya mencionado y que cobra un inicio o se
inicia a partir del año 2003 lo que corresponde que en derecho no operaría la extinción de la acción
penal por el transcurso del tiempo estando vigente en todo caso la acción penal para su tramitación”.
En la misma audiencia, la parte recurrente interpuso enmienda y complementación de la Resolución E-
45/2005, señalando que el Auto de Vista 164/2002 sólo dispuso la anulación de la sentencia y no todo
el proceso desde su inicio; solicitud que fue resuelta con el argumento de que debido a que el proceso
penal seguido contra el recurrente era un proceso por un delito de acción privada y que al tenor de lo
67
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
dispuesto por el art. 342 del CPP la acusación particular es la base del juicio oral, la repetición del
juicio al que hace referencia el Auto de Vista 164/2002 es desde la presentación de la querella.
II.9. Por memorial presentado el 8 de octubre de 2005 (fs. 37 a 40) el recurrente, interpuso apelación
incidental contra la Resolución E-45/2005, y el 20 de enero de 2006, la Sala Penal Tercera de la Corte
Superior del Distrito Judicial de La Paz, mediante Resolución 14/2006 de 20 de enero (fs. 1 a 2),
declaró improcedente la apelación incidental interpuesta por el recurrente y confirmó la Resolución E-
45/2005 de 7 de octubre, en todas sus partes, con costas, de conformidad con lo dispuesto por los
arts. 133, 265 y 406 del CPP; con lo siguientes argumentos:
a) “La Sala Penal Segunda de la R. Corte Superior ha pronunciado el Auto de Vista No 164/2002 de 24
de diciembre anulando la sentencia de instancia en la presente causa (fs. 108 a 109 originales)
disponiendo la realización de un nuevo juicio que ha dado lugar a la presentación de una nueva
acusación particular que lleva fecha 12 de mayo de 2003. La solicitud de aclaración y enmienda por el
imputado durante la audiencia de juicio (fs. 5) no afecta al fondo de la resolución”.
b) “La Resolución E-45/2005 pronunciada por el Juzgado Cuarto de Sentencia debidamente
fundamentada conforme dispone el Art. 124 del CPP funda entre otras razones a las claras
disposiciones del Art. 133 a la duración máxima del proceso con duración máxima de tres años
contados desde el primer acto del procedimiento, salvo el caso de rebeldía, así como el contenido del
A.V. No. 164 que motivó precisamente la segunda y nueva acusación particular del querellante”.
c) “Lo anterior permite inferir que la Resolución E-45/2005 apelada por el imputado, se halla en el
marco de la normatividad vigente, sin que sea necesario referirse a la línea jurisprudencia del Tribunal
Constitucional sobre la extinción de la acción penal”.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El recurrente alega que las autoridades judiciales recurridas vulneraron sus derechos a la seguridad
jurídica y a la defensa, así como la garantía del debido proceso, al haber rechazado ilegalmente su
solicitud de excepción de extinción de la acción penal, computando los tres años de duración máxima
del proceso desde que el querellante -a consecuencia de la nulidad de la sentencia dispuesta por Auto
de Vista 164/2002 de 24 de diciembre- presentó una nueva acusación particular el 12 de mayo de
2003, cuando ese término debió computarse desde la declaratoria de rebeldía que data del 20 de
agosto de 2002, conforme lo establece el art. 31 del CPP, concordante con el art. 133 del mismo
Código. En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si tales aseveraciones dan lugar o no a
brindar la tutela que otorga el art. 19 de la CPE.
III.1. Sobre el análisis de la interpretación de la legalidad ordinaria
Antes de ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada en el presente recurso,
corresponde hacer referencia a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre la interpretación de
la legalidad ordinaria, para determinar si en el caso analizado corresponde realizar el análisis de la
interpretación de los arts. 31 y 133 del CPP efectuada por los jueces ahora recurridos.
En ese cometido, a partir de la SC 1846/2004-R, de 30 de noviembre, el Tribunal Constitucional
estableció la línea jurisprudencial que señala que la interpretación de la legalidad ordinaria es
atribución de los jueces y de las autoridades administrativas; sin embargo, en la misma Sentencia se
estableció que compete a la jurisdicción constitucional “…verificar si en esa labor interpretativa no se
han quebrantado los principios constitucionales informadores del ordenamiento jurídico, entre ellos, los
de legalidad, seguridad jurídica, igualdad, proporcionalidad, jerarquía normativa y debido proceso;
principios a los que se hallan vinculados todos los operadores jurídicos de la nación; dado que
compete a la jurisdicción constitucional otorgar la protección requerida, a través de las acciones de
tutela establecidas en los arts. 18 y 19 de la Constitución, ante violaciones a los derechos y garantías
68
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
constitucionales, ocasionadas por una interpretación que tenga su origen en la jurisdicción ordinaria,
que vulnere principios y valores constitucionales”.
Siguiendo ese razonamiento, la SC 1917/2004-R, de 13 de diciembre, en su Fundamento Jurídico III.2,
puntualizó que: “…toda supuesta inobservancia o errónea aplicación de la legislación ordinaria, debe
ser corregida por la jurisdicción común a través de los recursos que establece el ordenamiento; y sólo
en defecto de ello, y ante la invocación de infracciones a las reglas de la interpretación admitidas por el
derecho, la jurisdicción constitucional puede ingresar a verificar si la labor interpretativa desarrollada …
cumplió o no con las reglas de interpretación y si a través de esa interpretación arbitraria, se lesionó
algún derecho fundamental, únicos supuestos que permiten al Tribunal Constitucional realizar una
verificación de la labor interpretativa de la jurisdicción común”.
Posteriormente, la SC 0085/2006-R, de 25 de enero, determinó que la jurisdicción constitucional le
compete, “…en los casos en que se impugne tal labor como arbitraria, insuficientemente motivada o
con error evidente, el estudio, dentro de las acciones de tutela, de la decisión impugnada, a los efectos
de comprobar si la argumentación jurídica en la que se funda la misma es razonable desde la
perspectiva constitucional -razonamiento que debe ajustarse siempre a una interpretación conforme a
la Constitución- o si por el contrario, se muestra incongruente, absurda o ilógica, lesionando con ello
derechos fundamentales o garantías constitucionales”. (las negrillas son nuestras).
Sin embargo, para que el Tribunal pueda realizar ese análisis, es indispensable que, en la
presentación del recurso, se cumplan ciertos requisitos que han sido sintetizados por la jurisprudencia
del Tribunal en la citada SC 0085/2006-R, determinando:
“…que el recurrente, en su recurso, a tiempo de cuestionar la interpretación de la legalidad ordinaria:
1. Explique por qué la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria,
incongruente, absurda o ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las reglas de
interpretación que fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo, y 2. Precise los derechos o
garantías constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, estableciendo el nexo de causalidad
entre éstos y la interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la problemática planteada
por el recurrente, tendrá relevancia constitucional.
Lo señalado implica que el actor, en su recurso, no debe limitarse a hacer un relato de los hechos, sino
que debe explicar no sólo por qué considera que la interpretación no es razonable, sino también cómo
esa labor interpretativa vulneró sus derechos y garantías”.
En el caso analizado, el recurrente cuestiona la interpretación que realizaron las autoridades judiciales
recurridas de los arts. 31 y 133 del CPP, al considerar que fue “forzada, temeraria, ilegal y arbitraria”,
por cuanto computaron el plazo de tres años establecido en el art. 133 del CPP a partir de la nueva
acusación presentada por el querellante, a consecuencia de la nulidad de la sentencia dispuesta por
Auto de Vista 164/2002 de 24 de diciembre, cuando ese plazo debió computarse desde la declaratoria
de rebeldía que data del 20 de agosto de 2002, conforme lo establece el art. 31 del CPP, concordante
con el art. 133 del mismo Código.
Así mismo, señala que con esa interpretación, las autoridades demandadas. lesionaron la garantía del
debido proceso, ya que pasaron por alto el plazo determinado por ley para la duración máxima de la
causa, generando la posibilidad de que un proceso dure eternamente; el derecho a la defensa, que no
se materializa por el sólo hecho de defenderse, sino, principalmente, por la obtención de las
consecuencias jurídicas que se encuentran legalmente establecidas cuando el medio de defensa es
utilizado correctamente; el derecho a la seguridad jurídica, al posibilitar la persecución penal de
manera indefinida, no obstante que los plazos máximos de duración de un proceso penal, son
limitaciones establecidas en respuesta a una política criminal que busca consagrar, en un Estado de
Derecho, el respeto a la seguridad jurídica.
69
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
70
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
A su vez, el derecho a la defensa se encuentra conectado con la seguridad jurídica, derecho que se
garantiza al evitar que se celebren procesos que no gozan de las mínimas garantías que permitan
obtener una sentencia justa y que ocasionarían lesión a la garantía del debido proceso.
De lo dicho se desprende que la prescripción sirve también para compeler a los órganos encargados
de la persecución penal, y a la misma administración de justicia penal, a resolver de forma rápida y
definitiva el ilícito que se ha cometido; combinándose, entonces, la necesidad de una justicia pronta y
efectiva (art. 116.X de la CPE), como garantía de la sociedad, y un debido proceso, como garantía del
imputado (art. 16.IV de la CPE), que a su vez precautele sus derechos a la defensa (art. 16.II de la
CPE) y a la seguridad jurídica (art. 7 inc. a) de CPE).
- Cómputo de la prescripción.
El art. 29 del CPP determina los plazos para la prescripción de la acción penal, atendiendo al máximo
legal de la pena privativa de libertad (presidio o reclusión) prevista para los distintos tipos penales
establecidos en el Código Penal. Los términos señalados en esa norma, de acuerdo al art. 30 del CPP,
empiezan a correr desde la media noche del día en que se cometió el delito o en que cesó su
consumación, y pueden interrumpirse por la declaratoria de rebeldía del imputado, como se analizará
posteriormente, y suspenderse en los siguientes casos previstos en el art. 32 del CPP:
1. Cuando se haya resuelto la suspensión de la persecución penal y esté vigente el periodo de prueba
correspondiente.
2. Mientras esté pendiente la presentación del fallo que resuelva las cuestiones prejudiciales
planteadas.
3. Durante la tramitación de cualquier forma de antejuicio o de la conformidad de un gobierno
extranjero de la que dependa el inicio del proceso; y,
4. En los delitos que causen alteración del orden constitucional e impidan el ejercicio regular de la
competencia de las autoridades legalmente constituidas, mientras dure ese estado.
Ahora bien, de acuerdo a nuestra norma procesal, sólo esas causales suspenden la prescripción; en
consecuencia, fuera de ellas, la prescripción continúa corriendo, independientemente de que se
hubiera iniciado o no la acción penal correspondiente, lo que sin duda marca una clara diferencia con
la anterior normativa sobre el particular, que en el art. 102 del Código Penal (CP) establecía que la
prescripción se interrumpía con el inicio de la instrucción penal y se la computaba nuevamente desde
la última actuación que ésta registrara.
Efectivamente, el anterior sistema procesal, permitía la prolongación indefinida de los procesos y el
sometimiento del imputado a la exclusiva voluntad del Ministerio Público y/o del querellante, quienes,
de manera arbitraria, podían hacer abandono del proceso penal y reactivarlo después de mucho
tiempo, sólo con la finalidad de evitar la prescripción, lo que determinaba la constante zozobra del
imputado y la vulneración de sus derechos y garantías, fundamentalmente del derecho a la seguridad
jurídica.
El nuevo Código de Procedimiento Penal, conforme se tiene dicho, cambia radicalmente el sistema
anterior, puesto que no establece entre sus causales de interrupción o prescripción de la acción penal,
el inicio de la acción penal; consecuentemente, es posible interponer esta excepción en cualquier
momento del proceso, conforme ha quedado establecido en la jurisprudencia del Tribunal contenida en
la SC 1510/2002-R, de 9 de diciembre, que de manera expresa determinó que la denuncia no
constituye causal de interrupción o suspensión de la prescripción al no estar contemplada en los arts.
29 y 31 CPP. Entendimiento que fue reiterado en la SC 0187/2004-R, de 9 de febrero, en la que se
determinó que “…para la interrupción o suspensión de la prescripción, necesariamente tienen que
presentarse uno de los supuestos descritos, entre los que no se encuentra el inicio de la acción penal,
debiendo contarse el plazo desde el día en que supuestamente se consumó el delito, sin
interrupción.”. En similar sentido se ha pronunciado la SC 0101/2006-R, de 25 de enero.
- La rebeldía y su efecto en la prescripción
71
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
Como se tiene señalado precedentemente, el art. 31 del CPP determina que el término de la
prescripción de la acción se interrumpe por la declaratoria de rebeldía del imputado, momento desde el
cual el plazo se computa nuevamente.
Conforme a esa norma, la declaratoria de rebeldía tiene como efecto borrar el tiempo corrido de
prescripción y comenzar un nuevo plazo a partir de esa declaratoria; esto debido a que la rebeldía
tiene como fundamento el incumplimiento del imputado a disposiciones judiciales como la
incomparecencia sin causa justificada a una citación, la evasión del establecimiento donde se
encontraba detenido, el incumplimiento de un mandamiento de aprehensión y la ausencia, sin licencia
del juez del lugar asignado para residir (art. 87 del CPP) y, por lo mismo, el rebelde no puede ser
beneficiado con la prescripción del tiempo transcurrido hasta la declaratoria de rebeldía.
La interrupción de la prescripción por rebeldía, implica una sanción para quien desobedece órdenes
judiciales y se resiste al sometimiento a juicio, pues el cómputo del plazo se modifica sustancialmente
para el rebelde, quien tendrá que realizar el cálculo de la prescripción considerando el plazo íntegro de
los supuestos establecidos en el art. 29 del CPP a partir de la declaratoria de rebeldía.
Conforme a lo anotado, nuestro Código adopta una posición que responde al criterio mayoritario de la
doctrina y legislación comparada; pues, permite al rebelde acogerse al beneficio de la prescripción,
pero contando un nuevo término. La posición contraria afirma que el rebelde debe ser excluido de la
prescripción, puesto que en el proceso no se le ha causado indefensión: conocía la denuncia y el
proceso seguido en su contra y, pese a ello, no utilizó los medios de defensa previstos por el
ordenamiento jurídico; sin embargo, el grupo mayoritario de autores, sigue el criterio -al que se acoge
nuestro Código- que el rebelde puede ser incluido dentro de la prescripción, pues ésta no sólo se
funda en el derecho a la defensa, sino también en el derecho a la seguridad jurídica y en las múltiples
razones de orden subjetivo, objetivo, de política criminal, etc. descritas precedentemente.
III.2.2. La doctrinal constitucional sobre la extinción de la acción penal.
- Fundamento
La jurisprudencia del Tribunal Constitucional contenida en la SC 101/2004, sobre el derecho a la
conclusión de los procesos en un plazo razonable, ha establecido la siguiente doctrina constitucional:
“…Si bien nuestra Constitución no establece de manera expresa el derecho fundamental del imputado
a la conclusión del proceso penal dentro de un plazo razonable, de manera implícita lo consagra al
proclamar en forma genérica que la “celeridad” es una de las “…condiciones esenciales de la
administración de justicia”, entendimiento que se extrae del contenido del art. 116.X Constitucional.
Nos parece que una interpretación en sentido contrario sólo podría tener sustento si se aceptara que
tal proclamación carece de significado, lo que no es posible tratándose de una norma jurídica, y aun
más, de la norma fundamental del país, siempre cargada de significado y fines”.
'A su vez, la normativa internacional sobre derechos humanos (los Pactos), que según la doctrina de
este Tribunal integran el bloque de Constitucionalidad y por tanto tienen rango constitucional (Así
SSCC 1494/2003-R, 1662/2003-R, 69/2004, entre otras), de manera expresa reconocen tal derecho,
conforme a lo siguiente:
'1) Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 8.1) 'Toda persona tiene derecho a ser oída,
con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por ley, en la sustanciación de cualquier acusación formulada
contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter'.
'2)Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 14.3) 'Durante el proceso, toda persona
acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: c. A ser
juzgada sin dilaciones indebidas' .
'De lo anterior se extrae que la finalidad que persigue el legislador constituyente boliviano al introducir,
en concordancia con los preceptos internacionales aludidos, el derecho a ser juzgado dentro de un
plazo razonable, es que el imputado pueda definir su situación ante la ley y la sociedad dentro del
72
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
tiempo más corto posible, desde un punto de vista razonable; poniendo fin a la situación de
incertidumbre que genera todo juicio, y la amenaza siempre latente a su libertad que todo proceso
penal representa. Con esto se persigue evitar que la dilación indebida del proceso, por omisión o la
falta de la diligencia debida de los órganos competentes del sistema penal, pueda acarrear al
procesado lesión a otros derechos, entre ellos, el de la dignidad y la seguridad jurídica, que resulten
irreparables'.
'[…] en el sentido de la Constitución, se vulnera el derecho a la celeridad procesal y, dentro de ello, a
la conclusión del proceso en un plazo razonable, cuando los órganos competentes de la justicia penal
del Estado omiten desplegar, injustificadamente, la actividad procesal dentro de los términos que el
ordenamiento jurídico establece; por tanto, en sentido del orden constitucional, no habrá lesión a este
derecho, si la dilación del proceso, en términos objetivos y verificables, es atribuible al imputado o
procesado. Un entendimiento distinto no guardaría compatibilidad ni coherencia con las exigencias de
seguridad jurídica que la Constitución proclama [art. 7 inc. a)] así como el deber del Estado de proteger
de manera eficaz, toda lesión o puesta en peligro concreto, de los bienes jurídicos protegidos por el
orden penal boliviano”. (las negrillas son nuestras).
Conforme a lo anotado, el fundamento de la extinción de la acción penal por duración máxima del
proceso, prevista en el art. 133 del CPP se encuentra en el derecho del imputado a la conclusión del
proceso penal dentro de un plazo razonable, derecho que implica, como señala la jurisprudencia
glosada, que el imputado pueda definir su situación jurídica dentro del tiempo más corto posible,
desde un punto de vista razonable; poniendo fin a la situación de incertidumbre que genera todo juicio.
Ante la infracción a ese derecho, por sobrepasar el proceso penal el término razonable, que en
muchas legislaciones -como la nuestra- está previsto en la norma procesal penal, se impone,
entonces, la extinción de la acción penal ante la omisión o falta de diligencia de los órganos
competentes del sistema penal.
- Sobre el momento a partir del cual debe computarse el término previsto en el art. 133 del CPP en los
delitos de acción privada
De acuerdo al art. 133 del CPP, todo proceso tendrá una duración máxima de tres años, contados
desde el primer acto del procedimiento, salvo el caso de rebeldía.
En los delitos de acción privada, ese plazo se computa desde la notificación con la admisión de la
acusación particular presentada por el querellante, ya que se constituye en el primer actuado por el
cual se hace conocer al juez y al procesado de la existencia de una acusación.
En la práctica, pueden darse algunos casos en los que, como emergencia de nulidades dispuestas por
autoridades judiciales superiores, el querellante presente una nueva acusación particular; sin embargo,
ello no significa que nos encontremos ante un nuevo proceso penal, sino ante una fase del mismo que
tiene una fecha única de iniciación: la notificación con la primera acusación particular presentada. Ese
razonamiento se encuentra en la SC 0727/2003-R, de 3 de junio, que analizó el principio del non bis in
idem y la celebración de un nuevo juicio oral, a consecuencia de una nulidad dispuesta. En esa
Resolución se estableció el siguiente entendimiento:
“Bajo la rúbrica de 'Persecución penal única', el art. 4 CPP, consagra la garantía del non bis in idem,
cuando señala que "Nadie será procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho, aunque
se modifique su calificación o se aleguen nuevas circunstancias". Del contenido del precepto glosado,
se extrae que la norma no prohíbe el desarrollo de un nuevo juicio oral (en el caso de autos,
circunscrito a la determinación judicial de la pena) a consecuencia de la nulidad determinada por un
Tribunal Superior en la función de control de la correcta aplicación de la norma, que la ley le asigna;
dado que, la realización de un nuevo juicio oral no comporta la realización de un nuevo proceso, por
73
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
cuanto el primero es sólo una fase del segundo; consiguientemente, no se aprecia violación alguna a
la garantía invocada.”
De lo anterior se concluye que el cómputo de los tres años de duración máxima del proceso penal,
tratándose de delitos de acción privada, en los supuestos en que existe un nuevo desarrollo del juicio
oral, debe realizarse desde la notificación con la inicial Admisión de la acusación particular presentada,
pues ese es el acto que marca el inicio del proceso penal; lo contrario significaría mantener al
imputado en un estado de zozobra e inseguridad jurídica no compatible con los valores y principios
que informan nuestra Constitución Política del Estado; pues sólo se atendería a la eficacia del Estado
en la persecución penal e imposición de una condena, más no al respeto de los derechos y garantías
del imputado, en una actitud propia de los Estados autoritarios (SC 1036/2002-R, de 29 de agosto).
Efectivamente, si se concebiría la posibilidad de que con cada nulidad dispuesta, se reiniciara el
cómputo del plazo previsto por el art. 133 del CPP, el imputado no tendría certeza jurídica sobre la
duración del proceso penal, que podría prolongarse de manera indefinida por posibles dilaciones
ocasionadas por las autoridades judiciales o por el propio querellante, lo que no se condice con el
derecho del imputado a la conclusión del proceso penal dentro de un plazo razonable.
Por otra parte, se debe precisar que de acuerdo al art. 133 del CPP, el plazo de duración del proceso
penal se suspende por las mismas causales establecidas para la prescripción de la acción penal, que
fueron analizadas en el Fundamento jurídico anterior, no contemplándose en ninguna de esas
causales la celebración de un nuevo juicio penal ni la presentación de una nueva acusación, y menos
la declaratoria de rebeldía, conforme se analizará posteriormente.
- La rebeldía y su efecto en la extinción de la acción penal.
El primer párrafo del art. 133 del CPP en forma expresa determina que: “Todo proceso tendrá una
duración máxima de tres años, contados desde el primer acto del procedimiento, salvo el caso de
rebeldía” (las negrillas son nuestras).
Como se puede apreciar, la norma transcrita excluye al declarado rebelde del plazo de duración
máxima del proceso, y esto se explica desde el propio fundamento de la extinción de la acción penal:
el derecho del imputado a la conclusión del proceso penal dentro de un plazo razonable.
Efectivamente, no sería compatible con el fundamento anotado, ni con la tendencia política criminal del
Código de procedimiento penal boliviano, el incluir al declarado rebelde en la extinción de la acción por
duración máxima del proceso dentro del plazo previsto por el art. 133 del CPP; toda vez que en el caso
de la rebeldía, es el propio imputado el que se coloca en estado de indefensión y provoca la dilación
en la tramitación del proceso, cuando conforme a lo sostenido por la SC 0101/2004, para que se
produzca la extinción de la acción penal, las dilaciones en el proceso deben ser atribuidas al órgano
judicial o al Ministerio Público, conforme al siguiente razonamiento:
"(..) el sentido de la Constitución, se vulnera el derecho a la celeridad procesal y, dentro de ello, a la
conclusión del proceso en un plazo razonable, cuando los órganos competentes de la justicia penal del
Estado omiten desplegar, injustificadamente, la actividad procesal dentro de los términos que el
ordenamiento jurídico establece; por tanto, en sentido del orden constitucional, no habrá lesión a este
derecho, si la dilación del proceso, en términos objetivos y verificables, es atribuible al imputado o
procesado. Un entendimiento distinto no guardaría compatibilidad ni coherencia con las exigencias de
seguridad jurídica que la Constitución proclama [art. 7 inc. a)] así como el deber del Estado de proteger
de manera eficaz, toda lesión o puesta en peligro concreto, de los bienes jurídicos protegidos por el
orden penal boliviano. "en este sentido, como ha quedado establecido precedentemente, las
disposiciones legales objeto del presente juicio de constitucionalidad [art. 133 y Disposición Transitoria
Tercera del CPP] sólo pueden ser compatibles con los preceptos constitucionales referidos, en la
medida que se entienda que, vencido el plazo, en ambos sistemas, en lo conducente, el juez o tribunal
74
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
del proceso, de oficio o a petición de parte, declarará extinguida la acción penal, cuando la dilación del
proceso más allá del plazo máximo establecido, sea atribuible al órgano judicial y/o, al Ministerio
Público, bajo parámetros objetivos; no procediendo la extinción cuando la dilación del proceso sea
atribuible a la conducta del imputado o procesado".
No obstante lo anotado precedentemente, es cierto que no es posible sostener, por el hecho de que el
imputado hubiera sido declarado rebelde, que el mismo queda sujeto de manera indefinida a la
tramitación del juicio, ya que esto no sería compatible con los valores, principios, derechos y garantías
que sustentan nuestra Constitución. Por ello, es necesario distinguir dos supuestos:
1. Situación del imputado rebelde que no comparece a juicio: Cuando el imputado declarado rebelde
no comparece a juicio, nos atenemos a la regla contenida en el art. 31 del CPP, antes analizado,
referido a la interrupción de la prescripción, entendiendo que desde la declaratoria de rebeldía se
computará un nuevo plazo, con la finalidad de determinar la extinción de la acción penal por
prescripción.
2. Situación del imputado declarado rebelde que comparece a juicio: Si el imputado declarado rebelde
comparece al proceso, el plazo de tres años previsto en el art. 133 del CPP tendrá que ser computado
desde ese momento, es decir desde que purga su rebeldía, pues con ese acto está demostrando su
voluntad de someterse al proceso y de llevar adelante el mismo sin dilaciones indebidas atribuibles a
su persona.
Si bien este extremo no está expresamente dispuesto por la norma procesal penal, no es menos cierto
que el mismo subyace en el fundamento de la duración máxima del proceso y de la extinción de la
acción penal, y lo sostenido por la jurisprudencia contenida en la SC 0101/2004, que -conforme se
tiene señalado- ha establecido que el art. 133 del CPP sólo puede ser compatible con los preceptos
constitucionales cuando la extinción de la acción penal sea dispuesta por dilaciones en el proceso
atribuibles al órgano judicial o al Ministerio Público, más no a la conducta del imputado o procesado.
III.3. La problemática planteada.
En el caso analizado, el recurrente señala que se vulneraron sus derechos a la seguridad jurídica, a la
defensa y la garantía del debido proceso, por cuanto las autoridades recurridas, en una interpretación
forzada, ilegal y arbitraria, computaron el plazo de tres años establecido en el art. 133 del CPP a partir
de la nueva acusación presentada por el querellante, a consecuencia de la nulidad de la sentencia
dispuesta por Auto de Vista 164/2002 de 24 de diciembre, cuando ese plazo debió computarse desde
la declaratoria de rebeldía que data del 20 de agosto de 2002, conforme lo establece el art. 31 del
CPP, concordante con el art. 133 del mismo Código.
De la revisión de los antecedentes del caso se constata que el 10 de diciembre de 2001, Ramiro
Suárez Loza presentó acusación particular contra Alfred Rolf Wietholter, ahora recurrente, por la
supuesta comisión del delito giro de cheque en descubierto, quien fue declarado rebelde el 20 de
agosto de 2002 por el Juez Tercero de Sentencia, disponiéndose la expedición del mandamiento de
aprehensión, que fue ejecutado el 29 de agosto de 2002. En la misma fecha se llevó adelante la
audiencia de juicio oral, en la que participó el ahora recurrente, interponiendo un incidente de nulidad
de la notificación con el Auto de apertura de juicio; incidente que fue rechazado por el Juez Tercero de
Sentencia.
Posteriormente, el 11 de septiembre de 2002 se dictó Sentencia que declaró al recurrente autor del
delito de cheque en descubierto, condenándolo a la pena “privativa de libertad” de cuatro años;
Sentencia que en apelación fue anulada por los Vocales de la Sala Penal Segunda, disponiéndose la
realización de un nuevo juicio por otro Juez de Sentencia. A consecuencia del Auto de Vista aludido, el
querellante formalizó nueva acusación ante el Juez Cuarto de Sentencia en lo Penal, el 12 de mayo de
2003, que fue radicada en ese juzgado el 13 de mayo del mismo año.
75
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
76
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
evidente, toda vez que el art. 31 del CPP está referido exclusivamente a la prescripción de la acción
penal (art. 29 del CPP), y no así a la extinción de la acción penal por vencimiento por plazo máximo del
proceso (art. 133 del CPP); institutos que, conforme se ha visto, están diferenciados nítidamente en el
Código de procedimiento penal y tienen normas específicas que los regulan.
Sin embargo, conforme se ha concluido en el Fundamento Jurídico III.2.2, el hecho que el imputado
hubiera sido declarado rebelde no significa que queda sujeto en forma indefinida a la tramitación del
juicio, sino que, una vez que el imputado comparece a juicio, el plazo de los tres años debe ser
computado a partir de esa actuación. En el caso analizado, el ahora recurrente, si bien fue declarado
rebelde por Resolución de 20 de agosto de 2002, se constata que compareció a juicio el 29 de agosto
de 2002, interviniendo desde esa fecha en el proceso penal seguido en su contra; consecuentemente,
es a partir de esa fecha que tendrían que computarse los tres años de duración, previstos en el art.
133 del CPP, con la interpretación realizada por este Tribunal en la SC 0101/2004.
Consiguientemente, se concluye que las autoridades judiciales recurridas, realizaron una interpretación
arbitraria del art. 133 del CPP, vulnerando con ello la garantía del debido proceso del recurrente, en su
componente del derecho a la culminación del proceso penal dentro de un plazo razonable, así como al
derecho a la seguridad jurídica; toda vez que con la interpretación realizada, además de no basar sus
decisiones en lo previsto por el Código de Procedimiento Penal y la Constitución Política del Estado,
crearon incertidumbre en el recurrente, al prolongar de manera arbitraria la duración del proceso, todo
lo que evidentemente determina que se brinde la protección que otorga el recurso de amparo
constitucional.
Por lo expuesto, el Tribunal de amparo al haber denegado el recurso no ha dado correcta aplicación al
precepto constitucional contenido en el art. 19 de la CPE.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que ejerce por mandato de los
arts. 19.IV y 120.7ª de la CPE y los arts. 7 inc. 8) y 102.V de la Ley del Tribunal Constitucional, en
revisión, resuelve:
1. REVOCAR la Resolución revisada y, en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada por el
recurrente.
2. Ordenar la nulidad de las Resoluciones E-45/2005 de 7 de octubre y 14/2006 de 20 de enero,
pronunciadas por la Jueza y los Vocales recurridos, respectivamente.
3. Disponer que la Jueza recurrida pronuncie nueva Resolución, conforme a los fundamentos de la
presente sentencia.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.
No interviene el Magistrado, Dr. Wálter Raña Arana, por no haber conocido el asunto.
77
FUNDAMENTOS JURÍDICOS PARA EL PLANTEAMIENTO DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR
DURACIÓN MÁXIMA DEL PROCESO DURANTE LA TRAMITACIÓN DE LA APELACIÓN RESTRINGIDA Y/O
RECURSOS DE CASACIÓN
78