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AUTORA: Fatima Beatriz Barbery Ribera

TODOS SOMOS IGUALES

Debatir las diferencias de oportunidades para mujeres y hombres en pleno sigo


XXI, debería de ser parte de nuestra historia y no de nuestro presente, pues las
diferencias biológicas no son más que las características físicas internas y
externas; sin embargo en la actualidad todavía existen pensamientos retrogradas
referidos a la diferencia de ser hombre o mujer, lo cual generan comportamientos,
acciones, obligaciones, etc., desde el nacimiento, sin importar las capacidades
que ambos puedan desarrollar, haciendo notar con esto la desigual repartición de
poder, característico al desempeño de los roles, estereotipados de asumir el
género femenino y el masculino. Resulta importante esta temática para valorar los
esfuerzos que las mujeres han hecho en el transcurso del tiempo, debido a que
vivir en la desigualdad de género, puede impedir su desenvolvimiento personal,
encontrándose sometidas a ciertos patrones que tienen que cumplir por el simple
hecho de ser mujeres, por ejemplo los quehaceres del hogar, el cuidado de hijos e
hijas que aún son muy palpables en nuestra sociedad. En el transcurso de los
años, todos los esfuerzos que se han realizado hoy van dejando de lado ese temor
de enfrentar retos y desenvolverse en un trabajo, sin embargo, la incidencia
cultural en donde se dan muchos aspectos que provocan que la mujer sea sumisa,
dependiente y otorgadora a hacer todo lo que el hombre dice, sigue prevaleciendo,
aunque no en un mismo porcentaje que en 2 épocas pasadas en donde el hombre
era el único responsable del mantenimiento del hogar, considerando que era él
quien tenía la capacidad y el derecho a superarse. Por tanto, la ocupación del
tema corresponde a un buen porcentaje de la atención en nuestra sociedad,
debido a que la mujer ha demostrado capacidades para ser cabeza de hogar,
siendo a la vez portadora de los ingresos, reflejando con ello las capacidades que
tiene de superarse y de llevar las riendas del hogar. Aunque todavía falta mucho
por recorrer para dejar de lado todos los tabúes de discriminación que no permiten
un buen desenvolvimiento de la mujer que lucha por ganarse un lugar dentro de
un mundo de oportunidades; lo cual nos permite establecer expectativas que
valoren y consideren una propuesta, cubriendo con ello necesidades y
estableciendo compromisos entre quienes participan.

El Estado Plurinacional de Bolivia se rige por el Principio de Equivalencia "La


democracia boliviana se sustenta en la equidad de género e igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres para el ejercicio de sus derechos
individuales y colectivos, aplicando la paridad y alternancia en las listas de
AUTORA: Fatima Beatriz Barbery Ribera

candidatas y candidatos para todos los cargos de gobierno y de representación,


en la elección interna de las dirigencias y candidaturas de las organizaciones
políticas, y en las normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos"

Las leyes bolivianas que hablan de equidad de género son:


 Constitución Política del Estado
 Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia
 Ley Contra el Acoso y la Violencia Política hacia las Mujeres
 Ley Integral Contra la Trata y Tráfico de Personas
Estas leyes incorporan la equidad de género y garantizan los derechos de las
mujeres, incluyendo el reconocimiento del acoso político como delito electoral, la
prohibición de la conciliación en casos de violencia y la creación de juzgados
especiales de violencia intrafamiliar y pública.

Cada 8 de marzo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, y


cada año, millones de mujeres se reivindican de formas diferentes con un objetivo
común: lograr la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida.
Son muchas las personas y organizaciones que trabajan de manera continua para
conseguir que la igualdad de género completa sea una realidad. No es una tarea
sencilla, ya que las diferencias culturales, el difícil acceso a la educación o
antiguas creencias no contribuyen a facilitar esta tarea en todos los rincones del
planeta.

Hace más de cinco décadas la mujer carecía de derechos y el hombre era siempre
reconocido como proveedor, sin embargo, y con ayuda de toda la sociedad y las
legislaciones, que sin duda aportan carga cultural, también en la sociedad hoy
dejamos atrás los racismos y nos adaptamos a conceptos más profundos de
libertad y, por supuesto, verdadera democracia.

Se deben implementar políticas de sociabilización y capacitación orientadas a la


identificación y erradicación de las desigualdades de género. Asimismo, las
desigualdades de género no deben afectar el acceso, interpretación y aplicación
de los procesos a seguir en el proyecto de convertir una sociedad más justa y
equilibrada entre hombres y mujeres, tomando en cuenta que la búsqueda por la
equidad de género tiene como principal propósito cerrar las brechas de
desigualdad, social, económica, laboral, política y complejamente humanitaria que
ha existido en los intervalos hombres y mujeres que componen a la sociedad.

La equidad de género, sin lugar a dudas, es el principio de una consciencia


diferente; una verdadera consciencia humana. Una verdadera igualdad para
hombres y mujeres en general.
AUTORA: Fatima Beatriz Barbery Ribera

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