Davies, William: El nuevo neoliberalismo, en New Left Review N°101, www.newleftreview.
es, noviembre – diciembre de 2016. Pasquale Lautaro, comisión 2.
El neoliberalismo siempre fue criticado por situar los juicios económicos de la
«eficiencia» o la «competitividad» por encima de los juicios morales de la justicia social. Sin embargo, eventual en la esfera del discurso público, aumenta que los gobiernos operan completamente fuera de las normas del juicio. Una pauta de ello es propia austeridad. Alesina planto que la «austeridad fiscal expansiva», postula que los recortes de gastos no tienen por qué provocar necesariamente una reducción del crecimiento. Sin embargo, no hay prueba empírica sobre las deficiencias de la austeridad. Esta tiene sus beneficiarios en las instituciones financieras y los Estados acreedores. La terminología «neoliberalismo» hace referencia a dinámicas políticas heterogéneas o contradictorias inútiles. Sin embargo, se infiere que la incongruencia interna del concepto puede contener algo real acerca del sistema que se propone captar. No obstante, en cada época, el mismo fue diferente. Hoy, parecería que el sistema ha entrado en una especie de fase poshegemónica, en la que los sistemas y las rutinas de poder sobreviven, pero sin autoridad normativa o democrática. Tal como sostiene, Neil Smith, el neoliberalismo «está muerto, pero sigue siendo dominante». Una nueva fase del neoliberalismo organizada en torno a unos valores y actitudes de castigo. El neoliberalismo, se puede dividir en dos épocas teniendo en cuenta las orientaciones éticas y filosóficas que las acompañan. Una época caracterizada a partir de aproximadamente 1979, liderada por partidos neoconservadores de la derecha. La otra época, se caracteriza por la aplicación del neoliberalismo, que duró casi dos décadas, los partidos progresistas y ex socialistas de centro izquierda lo fomentaron. Las ideas de los primeros neoliberales tenían aspectos del realismo político antidemocrático, para ellos «lo político estaba dominada por el problema de la decisión ejecutiva, que necesitaba aislarse de objetivos populistas a corto plazo. El acompañamiento del socialismo como representación del enemigo hizo que se fusionase como identidad política y proporcionaba un motivador. La década del 90 se la puede tomar como la edad de oro del neoliberalismo, una época donde de la hegemonía planetaria estadounidense, fue testigo de un modo de gobierno diferente. Ya estando marcado los horizontes de la esperanza política a un único sistema político-económico, el proyecto de modernización se volvió explícitamente normativo. La idea de capital «capital humano» apareció como nuevo visor por el cual analizar y calcular la toma de decisiones en contextos situados fuera del mercado. “La virtud de los mercados era su cualidad competitiva, que proporcionaba un procedimiento normativo a través del cual podían determinarse el valor y el conocimiento”. Bajo estos parámetros, toda actividad humana debería reconstruirse en torno a los criterios de la competencia, y así garantizar que los productos, los servicios, los instrumentos, las ideas y las personas valiosos fuesen descubiertos. Ahora el gobierno pasó a garantizar que los «ganadores» fuesen distinguibles de los «perdedores» y que el combate se percibiese como algo justo. Coyunturalmente, los cambios de las burocracias públicas pretendían inyectar un espíritu de empresa en el propio Estado dado que la practica implico una modernización de la administración, la gestión y la contabilidad. Se plantea que, por dos motivos, los gobiernos de centro-izquierda estaban mejor preparados para la búsqueda del neoliberalismo normativo. Uno porque, “como modo de gobierno dirigido a modernizar las instituciones públicas e intervenir en la vida social, esto exigía técnicas, instituciones y experiencia tradicionalmente más asociados con la socialdemocracia que con el conservadurismo”. El segundo motivo, era “la hegemonía economicista iba acompañada a menudo de un aumento de los niveles de gasto social. El centro izquierda veía la difusión de las auditorías económicas como el medio necesario para adquirir valor en servicios y programas públicos en una era postsocialdemócrata”. Sin embargo, ambas fases del neoliberalismo se pueden caracterizar por la acumulación de la deuda. Desde el combativo, hubo una fase de aumento de la deuda pública, seguida por una fase de aumento de la deuda privada, que coincidió con el normativo. Pese a ello, a medida que la financiarización iba en aumento, la deuda se confundía con otras formas de valor inmaterial, como la «creatividad» o el «conocimiento» lo cual ocultó su lógica política, pero que se hizo contundentemente manifiesta tras la crisis financiera global. Empero, se puede considerar una tercera fase del neoliberalismo, que se manifiesta con transferencias de deudas bancarias a los estados contables públicos, justificando la austeridad y que opera con valores de castigo fuertemente moralizado. Este espíritu del castigo refiere a una lógica de que el momento del juicio ya ha pasado y que las cuestiones de valor o culpa ya no están abiertas a deliberación. A diferencia con la sociedad fordista, el poder busca circunvalar la esfera pública, con el fin de evitar las restricciones de la razón crítica. Por debajo de ella, se busca evitar la ausencia de alternativas rentables al modelo de acumulación capitalista que se esfuerza en apuntalar.
La génesis de la idea neoliberal, “es el argumento planteado por Mises de que
no puede haber una explicación científica de la necesidad humana, sino solo de la preferencia del consumidor”. Es un sistema que no busca la legitimidad ya, mediante un cierto consenso cultural o normativo. El poder soberano hoy se encuentra en esferas técnicas y tecnocráticas: políticas, castigos, recortes y cálculos están siendo repetidos sin más, porque esa es la única condición de su realidad. Es irrefutable la incapacidad de lograr un modelo viable y rentable de capitalismo desde la desaparición del keynesianismo fordista.
CLASE 7- DE SOUZA LIMA, Kátia Regina y SILVA MARTINS, André (2010)_ “Presupuestos, principios y estrategias”. En WANDERLEY NEVES, Lúcia M. (org.)_ La nueva pedagogía de la hegemonía. Estrategias del capital para
La Agenda 2030 Al Descubierto 2021-2050: Crisis Económica e Hiperinflación, Escasez de Combustible y Alimentos, Guerras Mundiales y Ciberataques (El Gran Reset y el Futuro Tecno-Fascista Explicado)