Érase una vez una fábrica… 30 de diciembre de 1899

Érase una vez una fábrica…

Como le estaba diciendo –continuó la La calidad de un producto es la

mujer-, yo creo que es por la Calidad. percepción que el cliente tiene del
mismo, vine siendo una fijación mental
del consumidor donde asume una
conformidad con el producto.

-y ¿cómo definiría usted la Calidad? El jefe le consulta a la cliente que

La clave para mejorar la Calidad es
encontrar los errores en el momento
en que se presentan.
“La calidad se logra… ¡Esforzándose
más! y ¡Haciendo mejor el trabajo!
Pero no piensen ustedes que lo que
sus clientes les dicen carece de valor
sólo porque ellos no pueden hablar
con la debida precisión
Sentimos la necesidad de ser líderes,
de innovar.
Reconozco Calidad cuando la veo
Esto ocurría tanto en el idioma escrito
como en el hablado No había poesía
define por calidad, cosa que ella
simplemente contesta que la reconoce
cuando la ve, indicándonos que no
sabe la definición y solamente se guía
por cual producto le funciono mejor.
La empresa le dio la importancia a la
detección temprana para corregir los
problemas en los procesos para tener
una buena calidad para el cliente.
Me parece que resalta la importancia
de poner esfuerzo y dedicación en la
búsqueda de la calidad en cualquier
tarea o actividad que emprendamos.
Refleja una comprensión de la gran
importancia de escuchar los clientes y
valorar las opiniones que tienen y
esforzarse por darles la calidad que
solicitan.
Refleja una mentalidad proactiva y
ambiciosa que será esencial para el
éxito en cualquier empresa.
Los clientes al dar esta respuesta
reconocían la calidad por preferencias
personas y aprecio por la excelencia
en los productos, a veces la calidad
suele ser subjetiva, pero es muy
valiosa.
La persona creía que el idioma era
muy aburrido que no tenía vida,
funcionaba perfectamente sin embargo
le falta algo distintivo para que todas
las frases no sonarán igual.