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padece?
“Toda la creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente.”
(Romanos 8:22)
Nota: Los testigos de Jehová confiamos en la ayuda que Dios brinda, pero
Datos importantes
“Las enfermedades mentales afectan a cientos de millones de personas de todo el
mundo, así como a sus seres queridos. Una de cada cuatro personas sufrirá algún
trastorno mental en algún momento de su vida. La depresión es una de las principales
causas de incapacidad a nivel mundial. La esquizofrenia y el trastorno bipolar están
entre las enfermedades más incapacitantes que existen. [...] Aunque afectan a
muchísimas personas, las enfermedades mentales siguen recibiendo muy poca atención
y generando rechazo.” (Organización Mundial de la Salud [OMS].)
De acuerdo con la OMS, muchos afectados evitan buscar atención profesional por
vergüenza y miedo al rechazo.
Aunque las enfermedades mentales se pueden tratar, mucha gente se queda sin recibir
ayuda. Por ejemplo, el año pasado en Estados Unidos no recibieron atención profesional
el 60% de los adultos y casi el 50% de los niños de entre 8 y 15 años que las padecen.
(Datos de la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales.)
¿Qué son?
De acuerdo con los expertos, las enfermedades mentales son una alteración importante
de la facultad de pensar y de controlar las emociones y la conducta. Disminuyen la
capacidad de relacionarse con los demás y hacer frente a las situaciones normales de la
vida.
Las enfermedades mentales no son el resultado de alguna debilidad personal o defecto
de carácter
¿Cómo se tratan?
El primer paso es esencial: consultar a un profesional de la salud mental competente
para recibir un diagnóstico detallado.
Por supuesto, para que el paciente pueda sacar provecho de la consulta, tiene que
aceptar el tratamiento que le recomienden, y eso tal vez requiera vencer el temor a
abrirse y hablar. Las sesiones de charla con un especialista tienen el objetivo de
ayudarlo a comprender mejor su enfermedad, encontrar soluciones a los problemas de la
vida diaria y reforzar la importancia de no abandonar el tratamiento. La presencia de un
familiar o amigo en dichas sesiones puede ser un apoyo muy útil.
Una vez que la han entendido mejor y han recibido el tratamiento adecuado, muchas
personas han aprendido a vivir con su enfermedad. “Antes de que diagnosticaran a mi
esposa —recuerda Mark, de quien hablamos antes—, no sabíamos prácticamente nada
sobre las enfermedades mentales. Pero hemos aprendido a adaptarnos a la situación y a
manejarla poco a poco. Nos ayudó mucho contar con el apoyo de buenos profesionales
y de familiares y amigos.”
Claudia opina igual: “Cuando me dijeron lo que tenía, fue como si me hubieran
condenado a prisión. Pero aunque es cierto que ahora estamos más limitados, he
aprendido que es posible superar hasta los obstáculos más difíciles. Algo que me ha
ayudado bastante es colaborar con los médicos y especialistas, mantener buenas
relaciones personales y tomarme las cosas con calma”.
La salud espiritual es vital
La Biblia no dice que la espiritualidad sea el remedio para los problemas médicos.
No obstante, muchas familias de todo el mundo han obtenido fuerzas y consuelo de ese
libro. Por ejemplo, la Palabra de Dios nos asegura que nuestro cariñoso Creador desea
consolar a los que están “quebrantados de corazón” y “aplastados en espíritu” (Salmo
34:18).
Aunque la Biblia no es un manual de medicina, ofrece consejos prácticos que pueden
ayudarnos a sobrellevar las emociones negativas y las circunstancias angustiosas.
También nos da esperanza; nos asegura que en un futuro cercano, las enfermedades y el
sufrimiento desaparecerán de la Tierra. “En aquel tiempo los ojos de los ciegos serán
abiertos —promete la Biblia—, y los oídos mismos de los sordos serán destapados.
En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo, y la lengua del mudo
clamará con alegría.” (Isaías 35:5, 6.)
3. Manténgase activo.
4. Duerma lo suficiente.
8. No se aísle. Pase tiempo con personas de confianza que se preocupen por usted.
9. Cuide su salud espiritual.
Lo que les pasa a Anna y a Julia es muy común. La cantidad de jóvenes a los
que se les diagnostica depresión está creciendo a un ritmo alarmante. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), “la depresión es la principal causa de
enfermedad y discapacidad entre los adolescentes de ambos sexos de edades
comprendidas entre los 10 y los 19 años”.
POSIBLES CAUSAS
Según la OMS, “la depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores
sociales, psicológicos y biológicos”. A continuación veremos algunos.
Estrés. Aunque un poco de estrés no es malo, estar sometido siempre a una tensión
excesiva es muy dañino para el cuerpo y la mente, y puede acabar hundiendo en la
depresión a jóvenes más propensos a deprimirse. Claro está, como se ha mencionado,
aún se desconocen las causas específicas de la depresión, que pueden abarcar varios
factores.
no necesitan médico, pero los que se hallan mal sí” (Marcos 2:17). Y es que las
enfermedades pueden afectar cualquier órgano del cuerpo, y el cerebro no es
la excepción. Además, puesto que la salud mental y la física van de la mano,
conviene adoptar un estilo de vida más saludable.
Si sufres depresión, hay cosas que puedes hacer para cuidarte. Por ejemplo,
come sano, duerme lo suficiente y haz ejercicio con frecuencia. Al hacer
ejercicio, tu cuerpo libera sustancias que levantan el ánimo, te dan más energía
y te ayudan a dormir mejor. Por otra parte, trata de identificar en tu caso cuáles
son los desencadenantes y las primeras señales de tristeza, así podrás tener
un plan de acción. Habla con alguien de confianza. Contar con el apoyo de
familiares y amigos te ayudará a combatir la depresión y pudiera aliviar los
síntomas. Algo que ayudó a Julia fue anotar en un diario lo que pensaba y
sentía. ¿Por qué no lo intentas? Y sobre todo, atiende tus necesidades
espirituales. Verás cómo contribuye a que veas la vida con otros ojos. Jesús
dio esta garantía: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad
espiritual” (Mateo 5:3).
Sí, la Biblia asegura: “[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más,
ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor” (Revelación [Apocalipsis] 21:4). ¡Qué
animador! ¿No te parece? Si quieres saber más sobre lo que Dios hará por la humanidad
y la Tierra, visita nuestra página de Internet, jw.org. Ahí encontrarás una
excelente Biblia en línea y podrás consultar artículos sobre muchos temas, entre ellos la
depresión.
Una lista de personas a las que puedes llamar cuando estés deprimido.
Una lista con frases de la Biblia que te animen y consuelen. Por ejemplo, Salmo
34:18; 51:17; 94:19 y Filipenses 4:6, 7.