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Tomás de Aquino: razón y fe y la existencia de Dios

A la hora de comparar a Tomás de Aquino, podemos buscar parecidos y diferencias con


otros autores medievales. Para dar una visión más completa, estableceremos las diferencias
entre Tomás de Aquino, San Agustín y Guillermo de Ockham:

 Para empezar, su posición respecto al tema de razón y fe es bien distinta. Mientras


que San Agustín no verá necesidad de separar ambas formas de conocimiento (para
él lo importante será alcanzar la verdad), Santo Tomás dirá que están separadas
aunque comparten una zona de confluencia (las verdades comunes). Ockham optará
por una perspectiva aún más extremista: razón y fe deben separarse de un modo
completo, no tienen nada que ver entre sí. Son dos formas de conocimiento
distintas, que no deben subordinarse la una a la otra, y que no comparten ningún
tipo de verdad.
 También será distinta su postura respecto a la existencia de Dios. Para San Agustín
no es necesario demostrarla, ya que es una verdad accesible por medio de la fe.
Ofrecerá, eso sí, algunos argumentos (como el del consenso o la creación divina),
pero no pretenden tener un carácter demostrativo. Frente a esto, Santo Tomás dirá
que la existencia de Dios no es evidente para nosotros, pero sí demostrable por sus
efectos, tal y como explica en las famosas 5 vías. Guillermo de Ockham, en el otro
extremo, dirá que la existencia de Dios no es demostrable racionalmente, pues es
una verdad de fe. Para el filósofo franciscano es absurdo que la razón se empeñe en
demostrar algo que no puede demostrar.
 En cuanto al tema de los universales, también son distintas las posturas de los 3
filósofos medievales. Para San Agustín, los universales existen de un modo
separado e independiente en la mente divina. En su acto de creación, Dios tiene una
idea de lo que quiere crear, y esa idea sería el universal (nótese la influencia
platónica en esta idea). Santo Tomás adopta una postura más realista: el universal
existe, sí, pero no separado e independiente, sino en las cosas mismas, reflejando así
la influencia del realismo aristotélico. Guillermo de Ockham adoptará una
perspectiva diferente: el universal no existe, ni en la mente divina ni en las cosas. Es
una abstracción creada por la razón sin existencia propia, y que puede además
alejarnos de las cosas. Tiene utilidad como signo mental a partir del cual se crea un
signo lingüístico, pero no tiene existencia real.
 Como consecuencia del anterior, su posicionamiento será distinto en lo tocante a la
teoría del conocimiento: si San Agustín está muy próximo al racionalismo platónico
(en su versión religiosa o teológica, con ciertos toques de misticismo, sería la
doctrina de la Iluminuación), Santo Tomás defenderá la colaboración entre la razón
y los sentidos, mientras que Guillermo de Ockham negará cualquier participación de
la razón, que tan sólo puede entorpecer y obstaculizar el conocimiento humano, que
consiste en la intuición sensible, directa e inmediata, de la realidad.

Las semejanzas podemos establecerlas entre Tomás de Aquino y Aristóteles, pues es el


autor griego el que ejerce una mayor influencia sobre el aquinate.

 En primer lugar, el realismo aristotélico aparece también en la filosofía del aquinate.


Las formas aristotélicas son las esencias de las que habla Santo Tomás, que Dios se
encargó de introducir en cada espacie en el acto de creación. La dosctrina de los
universales de Santo Tomás es claramente deudora de todos los escritos aristotélicos
sobre filosofía primera.
 También en teoría del conocimiento se deja notar la influencia del estagirita. Santo
Tomás defenderá la necesaria colaboración entre los sentidos y la razón: el
conocimiento comienza por los sentidos y continúa con la participación del
entendimiento, que se encargaría de crear los conceptos de las cosas a partir de la
información de los sentidos.
 Los parecidos en ética y política son también destacables: la ética teleológica de
Aristóteles se ve acompañada de una interpretación teleológica. Dios como fin del
hombre. Además de esto, la concepción de la virtud tomista es similar a la
aristotélica, y también coincidirá con el pensador griego en todo lo tocante a la
virtud. La tendencia al medio se deja sentir también en la política: la propuesta del
modelo de gobierno, la clasificación de las formas de gobierno... Con la gran
salvedad, claro, de que en todo momento la política aristotélica estará subordinada a
ideas cristianas.

Antes de terminar, es necesario advertir que, a la hora de realizar la comparación de Tomás


de Aquino, es necesario tener en cuenta que las preocupaciones e inquietudes de su
filosofía son muy diferentes a las de Aristóteles. Por ello, las similitudes de ambos autores
no siempre se podrán ceñir al tema que se haya preguntado en el apartado 2 del comentario.
Es por esto que conviene advertir esto antes de exponer las similitudes entre ambos autores
(para ver cómo se puede hacer esto, se conveniente consultar el comentario resuelto)

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