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TEORÍA DE LA AGUJA HIPODÉRMICA O DE “LA BALA

MÁGICA”, EN LA COMUNICACIÓN SOCIAL


PLANTEAMIENTOS Y ENFOQUES

El trabajo de Harold Dwight Lasswell, como investigador y publicista se proyectó


con fuerza hacia el aná lisis de la propaganda, en un período marcado por las
tensiones mundiales de entreguerras y la preocupació n por los efectos de las
mediaciones periodísticas en la formació n de la opinió n pú blica.

ORÍGENES
La teoría de la “aguja hipodérmica” nació con base en la necesidad de estudiar los
efectos de la propaganda durante los añ os 20’ y los añ os 30’. Esta teoría se
desarrolla entre la primera y segunda guerra mundial. Las tragedias de dichas
guerras dieron lugar a la necesidad de estudiar los efectos que las propagandas
generaban en esa época.

Goebbels fue el responsable de propagar y popularizar las ideas del partido nazi,
inclusive antes de que llegara al poder. En 1933 los nazis llegaron al poder y
Goebbels fue nombrado Ministro de Instrucció n para el Pú blico y Propaganda. De
esta forma se convirtió en jefe de la prensa, radio, cine, teatro y virtualmente todas
las actividades culturales y científicas. Utilizó prá cticamente todos los medios a su
alcance para darle credibilidad al movimiento nazi, midió consecuencias, tamizó
informació n y teorizó sobre el fenó meno de la comunicació n de masas al definir los
puntos bá sicos de la misma: ventajas y desventajas de la informació n, pú blico,
opinió n, canal, mensaje, respuesta, etcétera.

La teoría hipodérmica es una teoría post hoc ya que se define después de la I


Guerra Mundial, después de ver los efectos que tuvo la propaganda en este
conflicto. La Primera Guerra Mundial supuso un gran despliegue de armas, de
dinero, etc. y fue una gran pérdida social. En ese momento, Gran Bretañ a y EE. UU.
no habían sufrido una guerra en mucho tiempo. Otra particularidad de esta guerra
es que se dio muy cerca de la població n civil, por lo que se hizo necesario darle una
importancia a la guerra que en realidad no tenía. Para ello se utilizó la propaganda
en una sociedad en la que los vínculos eran cada vez má s difíciles, para convencer a
la gente de que diese su vida en un conflicto mundial que, finalmente, só lo sería
beneficioso para unos pocos.

Al finalizar la guerra, en Gran Bretañ a, EE. UU. Y Alemania se empieza a reflexionar


sobre este bombardeo enorme de propaganda, como medio para manipular a la
gente, por parte de los gobiernos y de los medios de comunicació n, y se inicia así la
crítica y la formulació n de la teoría.

Contexto socioeconómico
La situació n econó mica de Europa quedó devastada al término de la guerra. Todas
sus maquinarias fueron destruidas y no había posibilidades de abastecer los
mercados exteriores como antes lo hacía. La guerra tuvo grandes consecuencias
como pérdidas demográ ficas, deudas por el costo de la guerra, alteració n en el
sistema econó mico internacional, aumento de la concentració n empresarial y
aplicació n de nuevas tecnologías. Al finalizar la guerra las deudas ascendieron a
millones de dó lares, y esto a su vez suponía un gran problema para la
reconstrucció n del continente, por esto contaron con el Tratado de Versalles o
préstamos para poder componer todo lo que había quedado dañ ado.

Características de la teoría hipodérmica

Los procesos irracionales que explica el paradigma neurobioló gico; las


características de una sociedad de masas, marcadas por el aislamiento y la
enajenació n; y el desarrollo espectacular de los medios de comunicació n hacen que
la teoría hipodérmica sea perfectamente razonable en este contexto.

Con ello se ve que la manipulació n es posible. Los medios de comunicació n de


masa vehiculizará n el mensaje. Es posible crear un estímulo, un mensaje, tan fuerte
que se "inyecte" (de ahí el nombre de "hipodérmica"): es posible dar en el blanco.
Entre el emisor y el receptor, entre el estímulo y la respuesta, no hay ninguna
intermediació n que impida conseguir los objetivos, hay una relació n directa de
causa-efecto, algo mecá nico, un vacío. De modo que la manipulació n es posible
porque frente a un poder enorme de medios de comunicació n de masas no hay
ningú n elemento de resistencia.

Concepto

Las influencias directas de la "bala má gica" o "teoría de la aguja hipodérmica" no


fueron tan ampliamente aceptadas por académicos como lo indican varios libros
sobre la comunicació n masiva. La teoría de la bala má gica no estuvo basada en
conocimientos empíricos obtenidos de investigaciones, sino que surgió de
supuestos sobre la naturaleza humana en el momento en que fueron construidas.
Se consideraba a las personas como "uniformemente controladas por sus instintos
bioló gicos, y cuyas reacciones son uniformes a cualquier estímulo que apareciera"2
(Lowery & De Fleur, 1995, p. 400). La teoría de la "bala má gica" asume
geográ ficamente que el mensaje transmitido es una bala disparada por la "pistola"
de los medios de comunicació n a la "cabeza" del espectador.3 Similar a esto, el
"modelo de la aguja hipodérmica" usa la misma idea del paradigma del disparo.
Sugiere que los medios de comunicació n inyectan sus mensajes directamente a su
audiencia pasiva4 (Croteau, Hoynes 1997). Esta audiencia pasiva es
inmediatamente afectada por estos mensajes. El pú blico, esencialmente, no puede
escapar de la influencia de los medios y es, por lo tanto, considerada un "pato
sentado"4 (Croteau, Hoynes 1997). Ambos modelos sugieren que el pú blico es
vulnerable a los mensajes que le son lanzados por las limitadas herramientas de
comunicació n y los limitados estudios, en aquel momento, sobre los efectos que
tienen los medios de comunicació n sobre las masas5 (Davis, Baron 1981). Esto
significa que los medios explotan informació n de tal forma que se inyecta en la
mente de las audiencias como si fueran balas.6

Modelo telégrafo

Por otra parte, Lasswell planteó el llamado modelo telégrafo, que supondría en
muchos aspectos una evolució n de la teoría hipodérmica, en el que presenta una
descripció n de la situació n de comunicació n segú n "quién dice qué a quién por qué
canal y con qué efecto" (emisor-mensaje-receptor-canal-efecto). Aunque este
modelo supone un perfeccionamiento de la teoría hipodérmica, los principios
fundamentales de ésta (asimetría de roles entre emisor, que es activo, y receptor,
que es pasivo; tendencia a la unidireccionalidad o univocidad; mensaje entendido
como una serie de contenidos prediseñ ados y preconcebidos) siguen en pie.

Modelos matemáticos

Má s tarde, en la década de 1940 se presentó la teoría matemá tica de la


comunicació n7 de Claude E. Shannon y Warren Weaver, que supuso el
asentamiento de la teoría funcionalista. Esta teoría matemá tica de la comunicació n,
reconocida como el origen de la teoría de la informació n, identifica por primera vez
las mediaciones entre emisor y receptor, atendiendo al papel decisivo de los
dispositivos tecnoló gicos de la comunicació n. Es decir, con esta teoría el esquema
inicial (E-R) sería má s complejo, quedando así: fuente/codificador/mensaje-
canal/descodificador/destino.
Principales aportes de la teoría

Teoría hipodérmica.

La teoría de la aguja hipodérmica trata sobre:

La forma sobre “có mo se debe transmitir un mensaje o una informació n a las


masas”. Basá ndonos en esta teoría, podemos tener una clara idea de có mo se debe
transmitir dicho mensaje, qué palabras debemos utilizar, có mo debemos
dirigirnos, qué y có mo debemos decir.

La novedad del fenó meno de las comunicaciones de masas y la conexió n del


fenó meno con las fatales experiencias dictatorial del período histó rico entre 1920
y 1930.

El efecto de “manipulació n” que producen los medios en una sociedad de masas.

Críticas a la teoría hipodérmica

Los teó ricos que definen la teoría hipodérmica se plantean un individuo aislado,
pero saben que cada individuo no está verdaderamente aislado: se superan las
diferencias de un grupo heterogéneo para crear una unidad. El poder de los medios
de comunicació n es tan fuerte que ninguna otra circunstancia puede provocar la
respuesta que este modelo consigue.

Estos teó ricos del siglo XX plantean el problema producido por un enorme cambio
radical, algo que ya plantearon otros estudiosos en el siglo XIX. En la forma vieja de
funcionar, las relaciones informales hacían fá cil la empatía y la relació n con el otro.
Sin embargo, en la sociedad de masas eso es muy difícil. En el contexto de la I
Guerra Mundial se utiliza la propaganda para convencer al individuo de amar a la
patria y odiar al resto del mundo: “martillo y yunque de la solidaridad social”
(Lasswell). El fascismo y el nazismo utilizaron un bombardeo de propaganda para
que los mensajes entrasen directamente en la piel del individuo y tuviesen un
efecto en ellos. Al ver sus efectos en la I Guerra Mundial, fue utilizado por partidos
fascistas y nazis y así se erigieron en el poder. El éxito de la propaganda está en
crear la convicció n de que si se articula un mensaje de una cierta forma se
obtendrá el efecto deseado: eso es manipular. Sin embargo, Lazarsfeld hace otra
interpretació n: dice que el efecto no es tan claro, no se consigue lo deseado.

En realidad el individuo no está tan aislado. Se hace una abstracció n de ese


individuo, pero se tienen que tener en cuenta otros elementos que se sitú an en el
espacio entre el emisor y el receptor, entre el estímulo y la respuesta: no hay vacío.
No se inyecta directamente el mensaje en vena. Ese espacio está repleto de
elementos: factores sociales, econó micos, psicoló gicos, etc. La reacció n al estímulo
no es inmediata ni generalizada (cada individuo pertenece un grupo social
específico; vive en una red de relaciones, amistades, intereses econó micos, por
edades, por nivel cultural, etc.; los individuos no existen en un vacío, sino que está n
condicionados por su entorno) ni mecá nica como dice la teoría hipodérmica. É sta
queda como una teoría muy sencilla, aunque en el momento de la historia en el que
se dio encajaba completamente.

Desarrollos posteriores

A partir de la idea de que los medios de comunicació n tienen sus límites surge,
desde otra perspectiva y sin la intenció n de cuestionar la teoría hipodérmica, la
[[Teoría de los efectos limitados. Si la teoría hipodérmica toma como punto de
partida que existe determinadas reacciones idénticas a todos los individuos ante
los mismos mensajes construidos para hacer determinados efectos, las nuevas
teorías se centran en los efectos limitados de los medios.

Má s tarde surgirá la teoría crítica, la cual engloba a la Escuela de Frankfurt, a la


Economía Política y a los Estudios Culturales, las tres teorías que juzgan la
situació n de los medios de comunicació n. Esas tres corrientes tienen una influencia
marxista y hablan del capitalismo tardío. La frase "aguja hipodérmica" tiene la
intenció n de dar una imagen mental de una infusió n directa, estratégica y planeada
de un mensaje a un individuo. Pero, entre má s se desarrolló la metodología de
bú squeda, se hizo má s claro que los medios de comunicació n influenciaban de
forma selectiva a las personas.
El incidente má s famoso, comú nmente citado como un ejemplo del modelo de la
aguja hipodérmica, fue la transmisió n por radio de La guerra de los mundos en
1938 y la reacció n consecuente de pá nico en la audiencia masiva americana. Sin
embargo, el incidente en realidad desató el movimiento de investigació n, liderado
por Paul Lazarsfeld y Herta Herzog, el cual desaprobaría la teoría de la bala má gica
o de la aguja hipodérmica cuando Hadley Cantril mostró que las reacciones a la
transmisió n fueron, en realidad, diversas y, en gran cantidad, determinadas por
atributos de la situació n en la que se encontraba la audiencia.

Lazarsfeld desaprobó la "teoría de la bala má gica" y el "modelos de la aguja


hipodérmica" a través de estudios electivos en "The People's Choice".8 Lazarsfeld y
sus colegas llevaron a cabo el estudio por medio de investigaciones durante la
elecció n de Franklin D. Roosevelt en 1940. El estudio fue realizado para
determinar patrones de voto y la relació n entre los medios y el poder político.
Lazarsfeld descubrió que la mayoría del pú blico permanecía intacto por la
propaganda alrededor de la campañ a de Roosevelt. En cambio, las relaciones
interpersonales mostraron tener mayor influencia que los medios. Por lo tanto,
Lazarsfeld concluyó que los efectos de la campañ a no fueron tan poderosos como
para ser considerados una persuasió n completa a una "audiencia indefensa", una
aclamació n que la bala má gica, la aguja hipodérmica y Lasswell afirmaban. Estos
nuevos descubrimientos también sugirieron que el pú blico puede seleccionar qué
mensajes le afectará n.

El desenmascaramiento de Lazarsfeld a estos modelos de comunicació n dio un


camino para nuevas ideas sobre los efectos que los medios tienen en sus
audiencias. Lazarsfeld introdujo la idea del modelo de dos pasos [1] en 1944. Elihu
Katz contribuyó al modelo en 1955 a través de estudios y publicaciones9 (Katz,
Lazarsfeld 1955). El modelo de dos pasos asume que las ideas fluyen de los medios
de comunicació n masiva a la opinió n de líderes, quienes a su vez lo transmiten a
una gran audiencia. Ellos consideraban que el mensaje de los medios era
transmitido a través de la opinió n de líderes. Los líderes de opinió n son
categorizados como individuos con la mejor comprensió n del contenido de los
medios y también como los que tienen mayor acceso a los medios. Estos líderes, en
su esencia, toman la informació n de los medios y la explican y difunden a otras
personas10 (Katz, 1957).

Así, el modelo de dos pasos y otras teorías de la comunicació n sugieren que los
medios de comunicació n ya no tienen una influencia directa en los espectadores.
En cambio, conexiones interpersonales, e inclusive exposició n selectiva, juegan un
mayor rol en influenciar al pú blico en la era moderna11 (Severin, Tankard 1979).
PRINCIPAL REFERENTE

Harold Dwight Lasswell

Harold Lasswell (1902 - 1978). Actualmente está considerado como uno de los
padres fundadores de la investigació n en comunicació n por sus trabajos sobre la
propaganda y la comunicació n política. Fue uno de los má s influyentes activistas de
la necesidad de desarrollar investigació n en materia de comunicació n y cumplió un
rol importante en poner en marcha la institucionalizació n de esos estudios.
Precisamente, en uno de sus estudios sobre la propaganda, publicado en 1927,
decía: «…Cuando se han descartado todas las objeciones, y cuando todas las
estimaciones extravagantes han sido reducidas a lo esencial, persiste el hecho de
que la propaganda es uno de los instrumentos má s poderosos del mundo
moderno». (ref: en L. de Fleur, op. cit., p 220).
LASSWELL dijo: “La propaganda es la forma de adherir a las masas, es má s
econó mica que la violencia o la corrupció n”.

ÁMBITO EN EL QUE SE DESARROLLARON SUS IDEAS

La teoría de la aguja hipodérmica es el trabajo de Harold Dwight Lasswell, basado


en el aná lisis de la propaganda y sus efectos sobre la formació n de la opinió n
pú blica.

Se originó en el lapso de tiempo entre la Segunda Guerra Mundial, cuando se


propagaron las ideas del partido nazi por parte de Joseph Goebbels, Ministro de
Instrucció n para el Pú blico y Propaganda para el Tercer Reich.

El fundamento de la teoría de la aguja hipodérmica, se basa en el hecho de que los


medios de comunicació n “inyectan” informació n tratada y filtrada, de modo que el
contenido presentado es dado por cierto.

Esto hace que las poblaciones tengan la percepció n de que lo que dicen los
noticieros y medios de comunicació n es cierto y no tiene que ser verificado ni
contrastado.

Desde este punto de vista, son muchos los peligros que pueden surgir cuando las
masas no ponen en entredicho la informació n que reciben a través de los medios y
la dan por cierta de manera automá tica

Segú n la teoría de la aguja hipodérmica es posible moldear su conducta y hacer que


desarrollen comportamientos favorables a las intenciones e intereses de los grupos
de poder, tanto pú blicos como privados.

https://www.proyectoambulante.org/teoria-de-la-aguja-hipodermica/

https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_hipod%C3%A9rmica

https://ferlugonzalez.medium.com/estudio-de-las-teor%C3%ADas-de-comunicaci
%C3%B3n-lasswel

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