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Edorgers Junior Mercedes

TV- Act. 1 analizan situaciones problemáticas en el contexto escolar vinculadas con la


evaluación

La evaluación de nuestros estudiantes desde el principio es de gran importancia para


nosotros, los docentes. Nos permite comprender el punto de partida y llevar a cabo un
proceso sistemático y continuo para recopilar información relevante. Por esta razón, en
la Ordenanza 2-2016 se establece la evaluación como un proceso social, participativo y
holístico, orientado a mejorar la calidad de la educación.

En el artículo 7 de esta ordenanza, se describen los tres momentos en los que se puede
llevar a cabo la evaluación:

 Evaluación diagnóstica o inicial.

 Evaluación formativa o de proceso.

 Evaluación sumativa o final.

Se reconocen tres tipos de evaluación según los participantes:

 Autoevaluación.

 Coevaluación.

 Heteroevaluación.

Al analizar directamente el contexto en el que trabajo, puedo observar cómo la


evaluación puede tener diferentes efectos cuando se aplica correctamente, tanto a favor
de los docentes como de los estudiantes. Es fundamental que los docentes tengan claros
los criterios de valoración de los aprendizajes. En ocasiones, he visto casos de colegas
que desconocen estos criterios y asignan calificaciones al azar. Al final, los estudiantes
con mejor desempeño reciben calificaciones injustas, mientras que aquellos que no
desarrollaron sus competencias obtienen calificaciones más altas. Esto provoca que el
docente sea percibido como irresponsable en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por
lo tanto, es crucial ser conscientes y preocuparnos por utilizar instrumentos pertinentes
para cada nivel, así como crear un ambiente afectivo que influya en los resultados. Esto
implica establecer relaciones de confianza, seguridad y entusiasmo.
Entre las estrategias, técnicas e instrumentos utilizados para evaluar el desarrollo del
aprendizaje, se pueden mencionar:

 Rúbricas.

 Listas de cotejo.

 Registros de observaciones.

 Registros anecdóticos.

 Escalas de valoración y estimación.

Para las producciones de los estudiantes y los trabajos prácticos, se pueden emplear:

 Portafolios.

 Ensayos.

 Debates.

 Puestas en común.

 Estudios de casos, entre otros.

En conclusión, al evaluar el dominio de las competencias de los estudiantes, es


necesario hacerlo de manera equitativa, con criterios válidos y confiables, de forma
transparente y continua. Esto implica abordar todos los momentos del proceso de
enseñanza-aprendizaje y obtener resultados significativos.

Equidad: Asegurarse de que el proceso de evaluación sea justo y trate a todos los
estudiantes de manera equitativa. Evitar sesgos y discriminación.

Validez: La evaluación debe medir de manera precisa las competencias y habilidades


que se están evaluando. Asegurarse de que los instrumentos y criterios de evaluación
sean apropiados y estén alineados con los objetivos de aprendizaje.

Confiabilidad: La evaluación debe ser consistente y confiable. Esto implica que, si se


repite la evaluación en las mismas condiciones, se obtengan resultados similares.
Utilizar criterios claros y objetivos para la evaluación.
Transparencia: Los estudiantes deben comprender los criterios y expectativas de
evaluación desde el inicio. Debe haber claridad en cuanto a qué se evalúa y cómo se
evalúa. Proporcionar retroalimentación constructiva y significativa para que los
estudiantes comprendan sus fortalezas y áreas de mejora.

Continuidad: La evaluación no debe ser un evento aislado, sino un proceso continuo


que se lleva a cabo a lo largo del tiempo. Se deben proporcionar oportunidades para que
los estudiantes demuestren su aprendizaje en diferentes momentos y situaciones.

Diversidad de enfoques: Utilizar una variedad de métodos y enfoques de evaluación


para tener una imagen más completa del desempeño de los estudiantes. No limitarse
solo a exámenes escritos, sino también considerar proyectos, presentaciones, trabajos
prácticos, entre otros.

Retroalimentación: Proporcionar retroalimentación oportuna y constructiva a los


estudiantes para que comprendan cómo pueden mejorar su aprendizaje. La
retroalimentación debe ser específica, relevante y orientada al crecimiento.

Contexto y aplicabilidad: Tener en cuenta el contexto en el que se desarrolla el


aprendizaje y la aplicabilidad de las competencias evaluadas en situaciones reales.
Considerar cómo los estudiantes pueden transferir y aplicar sus conocimientos y
habilidades en diferentes contextos.

Al tener en cuenta estos aspectos, se promoverá una evaluación más efectiva y


significativa, que respalde el crecimiento y el desarrollo de los estudiantes.

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