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¿Qué fue el Periodo Helenístico?

Se conoce como Periodo Helenístico, o Helenismo a la etapa de la Edad Antigua que


abarca desde la muerte de Alejandro Magno en 323 a. C. hasta la conquista del
Mediterráneo oriental y Asia Menor por parte de la República romana, en 31 a. C. ×

Este periodo está marcado por la fragmentación del imperio alejandrino y la aparición
de diferentes reinos independientes en los territorios de Grecia, Egipto, Anatolia, el
Levante, Mesopotamia y Asia central. A su vez, la fusión de la cultura griega con las
culturas orientales dio como resultado la creación de un tipo de cultura nueva, atravesada
por tradiciones de diferente origen. Es un periodo en el que las artes, la filosofía y las
ciencias aplicadas tuvieron un gran desarrollo, ya que se implementaron políticas de
mecenazgo y estímulo para artistas y eruditos en diferentes reinos.

Características del periodo helenístico


Las principales características del Periodo Helenístico son:

 La fragmentación política del imperio alejandrino.


 La expansión de elementos culturales griegos en Asia Menor y el Próximo
Oriente.
 La aparición de nuevas ciudades como centros políticos y culturales del mundo
antiguo.
 La conformación de nuevos reinos, bajo el poder de las dinastías antigónida,
ptolemaica y seléucida.
 El desarrollo de un sincretismo religioso, que combinó creencias y mitos de la
cultura griega con cultos y costumbres orientales.

La organización política durante el Periodo Helenístico


Tras la muerte de Alejandro Magno, surgió el problema de la sucesión del trono y la
dificultad de organizar, administrar e integrar un imperio tan grande. Al principio, los
diádocos (generales macedonios) y el ejército apoyaron la designación conjunta de
Alejandro IV (el hijo recién nacido de Alejandro Magno) y Filipo III (el medio hermano de
Alejandro Magno, que padecía limitaciones mentales), bajo la regencia de colaboradores
cercanos al grupo familiar. Sin embargo, en los hechos, este grupo no tenía poder real y,
con el tiempo, las aspiraciones personales de muchos de los diádocos llevaron en
una guerra interna por el poder imperial. Hacia 281 a. C., la unidad interna se había
desintegrado y, en su lugar, se fundaron varios Estados independientes:

 Macedonia, que controlaba también parte de las ciudades griegas y fue donde se
estableció la dinastía antigónida.
 Egipto, con capital en Alejandría, bajo la dinastía ptolemaica.
 Imperio seléucida, que integró los territorios del Levante, Mesopotamia y América
Central, con capital en Antioquía.
Además, se crearon otros reinos de menor tamaño, como Pérgamo en Anatolia, Armenia
y Capadocia. En los reinos helenísticos, no había reglas de sucesión precisas y el poder
se alcanzaba a través de la fuerza y la imposición personal. Por eso, fueron muy
frecuentes los conflictos entre los diversos aspirantes al trono y durante todo el periodo
las fronteras fueron cambiando. Cuando la república romana comenzó su expansión
territorial hacia el oriente, se encontró con reinos helenísticos debilitados por las disputas
internas y la guerra continua entre estados vecinos.

Cultura helenística
Durante el reinado de Alejandro Magno, se difundió la cultura griega que, a su vez, se vio
influenciada por las culturas de las diversas civilizaciones integradas al imperio. Se
produjo una fusión de elementos occidentales y orientales que llevó a la aparición de
una nueva cultura híbrida, llamada helenismo o cultura helenística.

Los rasgos característicos de la cultura helenística fueron:

 Sincretismo religioso. La religión helenística era sincrética, es decir, mezclaba y


hacía convivir el panteón clásico griego con dioses y deidades provenientes de
oriente, como:
 Tique
 Serapis
 Isis
 Cibeles.
 Artes plásticas. El estilo helenístico refleja la combinación de lo antiguo y lo
nuevo. Su principal característica es la variedad y la experimentación. Los
escultores helenísticos perfeccionaron la figura humana idealizada del periodo
griego clásico, pero además produjeron imágenes realistas de individuos de toda
edad, género y categoría social. Existe un interés profundo por el individuo como
sujeto especial y único. Se destaca de este periodo la producción de miles de
figurillas de terracota, con un trabajo y un material que las hacían accesibles a gran
parte de la población.
 Nuevas capitales culturales. La dinastía ptolemaica de Egipto se empeñó en
hacer de Alejandría el centro cultural del mundo griego. Los diferentes gobernantes
y su corte ofrecieron su mecenazgo a los intelectuales, fomentaron el arte y
fundaron instituciones culturales. Entre ellas, se creó un centro de investigación
cultural llamado Museo (porque estaba dedicado a las nueve musas, patronas
divinas del arte) y una gran biblioteca, con la aspiración de poseer copias de todos
los libros escritos en griego. Se cree que la biblioteca de Alejandría llegó a albergar
700.000 rollos de papiro. Otras ciudades importantes por sus instituciones
culturales fueron Atenas, Antioquía y Rodas.

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