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occidental:
La cultura griega contribuyó definitivamente al desarrollo de la cultura occidental.
Roma, adoptó las instituciones griegas, difundiéndose así a España hasta llegar a
nosotros. Desde el punto de vista político, occidente adopta el sistema
democrático donde existe la facultad de elegir a sus propios gobernantes en
elecciones libres, universales y secretas.
Grecia, con un clima mediterráneo. Se encuentra ubicada en el sureste de Europa,
comprende la zona sur de la Península Balcánica, las islas del mar Egeo y las
costas de Asia Menor, en la actual Turquía. Entre sus manifestaciones culturales
se destacaron entre otras, en Arte, Literatura, Historia, Filosofía, como se describe
en la primera parte de este trabajo.
en las actuales Grecia y parte noroccidental de Turquía como países de origen y en este de
España, sur de Italia, y una pequeña parte del norte de África donde se fundaron colonias.
6) porque Atenas se convirtió en la polis más peligroso:
Se denomina período helenístico' o helenismo o periodo
alejandrino(por Alejandro Magno) a una etapa histórica de la Antigüedad cuyos
límites cronológicos vienen marcados por dos importantes acontecimientos
políticos: la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) y el suicidio de la última
soberana helenística, Cleopatra VII de Egipto, y su amante Marco Antonio, tras su
derrota en la batalla de Accio (30 a. C.). Es la herencia de la cultura helénica de la
Grecia clásica que recibe el mundo griego a través de la hegemonía y supremacía
de Macedonia, primero con la persona de Alejandro Magno y después de su
muerte con los diádocos o sucesores, los reyes de las tres grandes dinastías e
imperios: Ptolemaica, Seléucida y Antigónida. Estos soberanos supieron conservar
y alentar el espíritu griego tanto en las artes como en las ciencias. Entre la gente
culta y de la aristocracia «lo griego» era lo importante y en este concepto
educaban a sus hijos. El resto de la población de estos reinos tan dispares
(Egipto, Siria, Macedonia) no participaba del helenismo y continuaba con sus
costumbres, su lengua y sus religiones. Las ciudades-estado griegas
(Atenas, Esparta, Tebas…) habían llegado al declive y habían sido sustituidas en
importancia por las ciudades modernas de Alejandría, Pérgamo y Antioquía, cuyo
urbanismo y construcción no tenían nada que ver con las anteriores. En todas
ellas se hablaba la lengua griega, en la variante llamada koiné (κoινή), que es un
adjetivo griego que significa «común». Vale decir, la lengua común o panhelénica,
principal vehículo de cultura.
Es considerado como un período de transición entre el declive de la época clásica
griega y el ascenso del poder romano. Sin embargo, el esplendor de ciudades
como Alejandría, Antioquía o Pérgamo, la importancia de los cambios económicos,
el mestizaje cultural y el papel dominante del idioma griego y su difusión son
factores que modificaron profundamente el Oriente Medio antiguo en esta etapa.
Esta herencia cultural será asimilada por el mundo romano, surgiendo así con la
fusión de estas dos culturas lo que se conoce como «cultura clásica», fundamento
de la civilización occidental.
El término «helenístico» fue utilizado por primera vez por el historiador
alemán Johann Gustav Droysen en Geschichte des Hellenismus (1836 y 1843), a
partir de un criterio lingüístico y cultural, es decir, la difusión de la cultura propia de
las regiones en las que se hablaba el griego (ἑλληνίζειν – hellênizein), o
directamente relacionadas con la Hélade a través del propio idioma, un fenómeno
alentado por las clases gobernantes de origen heleno de aquellos territorios que
nunca tuvieron relación directa con Grecia, como pudo ser el caso
de Egipto, Bactriana o los territorios del Imperio seléucida. Este proceso de
helenización de los pueblos orientales, y la fusión o asimilación de rasgos
culturales orientales y griegos, tuvo continuidad, como se ha mencionado, bajo
el Imperio romano.
Los trabajos arqueológicos e históricos recientes conducen a la revalorización de
este período y, en particular, a dos aspectos característicos de la época: la
importancia de los grandes reinos dirigidos por las dinastías de origen griego o
macedónico (Lágidas, Seléucidas, Antigónidas, Atálidas, etc.), unida al cometido
determinante de decenas de ciudades cuya importancia fue mayor que la idea
comúnmente aceptada durante mucho tiempo.
los mas importantes fueron los del acropolis de atenas.. como el partenon y el templo de atenea
que son las mas conocidas.
tambien estan estas :
Partenón
Antiguo templo de Atenea
Erecteión
Estatua de Atenea Promacos
Propileos
Templo de Atenea Niké
Eleusinión
Santuario de Artemisa Brauronia
Calcoteca
Pandroseión
Arreforión
Altar de Atenea
Santuario de Zeus Polieo
Santuario de Pandión
Odeón de Herodes Ático
Stoa de Eumenes
Santuario de Asclepio o Asclepeion
Teatro de Dioniso Eléuteros
Odeón de Pericles
Temenos de Dioniso
Aglaureión
Tras la caída de la monarquía romana en 509 a.C., el paso al régimen republicano no sólo
afectó a las instituciones del Estado, sino que influyó en la sociedad. Los patricios tomaron
posesión de las mejores y más grandes parcelas de terreno durante el proceso de
privatización de la tierra, mientras que los plebeyos contaban con minúsculas propiedades o
se dedicaron al artesanado, al comercio o eran asalariados de los patricios. Por otro lado, en el
ámbito político, los patricios tenían el mando, acaparando los puestos en el Senado, mientras
que los plebeyos aun no poseían incluso una conciencia de grupo definida que dificultaba su
unión para hacer frente de modo común a sus problemas. Por ello, el patriciado se convierte
en un grupo aristocrático cerrado, mientras que entre los plebeyos, surge la aparición de una
élite económica plebeya enriquecida principalmente gracias al comercio y que llega dispuesta
a liderar la lucha por la igualdad política, ya que esta élite plebeya quería participar también
en las decisiones del Estado
La religión romana consistía, igual que entre los griegos, más en un conjunto de cultos que
en un cuerpo de doctrinas. Había dos clases de cultos: los del hogar, que unían
estrechamente a la familia, y los públicos, que estimulaban el patriotismo y el respeto al
Estado. En la época imperial se añadiría el culto al emperador. En términos generales, se
trataba de una religión tolerante hacia todas las religiones extranjeras, pues los romanos
acogieron a dioses griegos, egipcios, frigios, etc. También era una religión contractual, pues
las plegarias y ofrendas se hacían a manera de pacto con los dioses, es decir, para recibir
favores, y si el creyente entendía que la divinidad no le cumplía, dejaba de rendirle culto. 1