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[Hábitos de vida para combatir los dolores articulares] 1

[Hábitos de vida]
para combatir
los dolores articulares
[Hábitos de vida para combatir los dolores articulares] 2

[CONTENIDOS]

1. Actividades del día a día


Evita el estrés
Cuida las posturas
Di no al sendentarismo
Protégete del frío
Usa un carrito para la compra
Adapta tus monitores y pantallas
2. Ejercicios
Camina o monta en bicicleta
Practica ejercicio moderado
Prueba con la natación
3. Alimentación
Aceite de oliva
Frutos secos
Grasas Omega 3
Verduras crucíferas
Alimentos perjudiciales
4. Remedios caseros
Contrastes de temperatura
Plantillas para calzado
Regálate un masaje
5. Tratamientos
Toma tu medicación (si la tienes)
Prueba con una crema tópica
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Actualmente, en España hay más de 7 millones de personas que


padecen artrosis. Y para seguir contextualizando, según un estudio
reciente, el 68% de los españoles de más de 35 años sufre de algún tipo
de dolor en sus articulaciones. En el caso de las mujeres, este
porcentaje se incrementa hasta un 73%.

El dolor articular crónico es una afección irreversible. Es decir, no


podemos hacer que el estado de las articulaciones vuelva a uno previo a
la aparición del dolor. Si no se toman medidas, estos problemas se irán
agravando y el dolor se hará cada vez más intenso, provocando un
empeoramiento en la calidad de vida de las personas afectadas.

Sin embargo, sí está en nuestra mano combatir los problemas


articulares de forma que el dolor y las molestias queden reducidos a
un nivel tolerable que permita hacer una vida prácticamente normal,
tomando siempre las precauciones correspondientes.

En este ebook, vas a aprender sobre hábitos de vida, alimentación y


ejercicios que contribuyen a cuidar y fortalecer las articulaciones, de
manera que aquellas personas que sufren dolor articular sean capaces
de poner todo de su parte para reducirlo al nivel más bajo posible y
poder disfrutar de una buena calidad de vida.
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[Actividades del día a día]


En muchos casos, ya sea por trabajo o como parte de nuestros
quehaceres diarios, realizamos una gran cantidad de esfuerzos en los
que intervienen nuestras articulaciones.

Aunque de forma imperceptible, todos estos esfuerzos van sumando,


causando que las articulaciones, al permanecer “calientes” durante
mucho tiempo, terminen resintiéndose.

Evita el estrés

Cuando te pasas la vida temiendo el dolor y evitando actividades que


podrían desencadenar un brote, terminas empeorando las cosas. Esto,
unido a las situaciones de ansiedad, nervios, preocupación o estrés
durante el día, hace que aumente el nivel de cortisol en la sangre,
factor que intensifica el dolor articular.

Cuida las posturas

Cuando te sientes, ya sea en una silla, una butaca o en el sofá, trata que
tu espalda permanezca recta y que las rodillas formen un ángulo recto
con las caderas.

Di no al sedentarismo

Cuando estemos sentados durante mucho tiempo, es conveniente


levantarse cada 50 minutos y caminar durante unos minutos para
evitar periodos de inactividad demasiado prolongados.
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Protégete del frío

Es fundamental protegerse del frío, especialmente hay que tener


cuidado con las extremidades y la cabeza, al ser las zonas más
expuestas. Procura abrigarte bien cuando salgas a la calle y usa
calentadores o guantes para las partes más afectadas.

También puedes aliviar el dolor de tus articulaciones aplicando calor


usando una bolsa de agua caliente o una manta eléctrica.

Usa un carrito para la compra

Toda ayuda, por pequeña que sea, cuenta. El clásico carrito de la


compra es un gran aliado para tus viajes al supermercado. Llevándolo,
evitarás que tus articulaciones tengan que realizar sobreesfuerzos
para cargar con el peso de las bolsas.

Adapta tus monitores y pantallas

Si tienes que sentarte frente a un ordenador durante periodos largos de


tiempo, es importante adaptar todos sus elementos para que las
articulaciones hagan el menor esfuerzo posible.

Asegúrate de que tu teclado y monitor estén configurados para que


puedas mantener la espalda y el cuello rectos. Mantén los pies
apoyados en el suelo y coloca el monitor de modo que tu cabeza pueda
permanecer recta mientras miras la pantalla, con el teclado donde
permita tener los hombros relajados.
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[Ejercicios]
Cuando se sufre de dolor articular, probablemente la opción más
tentadora sea quedarte todo el día en el sofá y evitar cualquier tipo de
esfuerzo. Sin embargo, la actividad física moderada es lo mejor para tu
cuerpo a largo plazo.

Camina o monta en bicicleta

El ejercicio diario es fundamental, siempre y cuando se eviten


actividades de alto impacto. Los paseos diarios, caminando o en
bicicleta, de al menos 20 minutos, evitan el agarrotamiento y
fortalecen las articulaciones.

Ten en cuenta que, como cualquier ejercicio, debe hacerse de cierta


manera para lograr los resultados deseados y poder disfrutar de todos
los beneficios:

- Es importante no dar pasos grandes y que los pasos sean rápidos.


- Mantén los hombros relajados.
- La respiración debe ser abdominal. Recuerda que caminar es un
ejercicio aeróbico y que la respiración es muy importante.
- Usa calzado y ropa apropiados.

Practica ejercicio moderado

Siempre sin sobrepasar nuestra capacidad y sin realizar


sobreesfuerzos, puedes alternar distintos tipos de actividades como
levantar pesas (o botellas de agua), subir y bajar escaleras, hacer
abdominales y sentadillas, etc.
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Si te animas, puedes atreverte con otras modalidades de actividades


suaves como el yoga, pilates o tai-chi. Eso sí, hazlo siempre bajo la
supervisión de un monitor que te aconseje sobre los ejercicios más
indicados para tus articulaciones.

Prueba con la natación

Suele decirse que la natación es uno de los deportes más completos que
existen. Además, el hecho de realizarse en el agua consigue que se
neutralice, en parte, el efecto de la gravedad, uno de los principales
enemigos de la artrosis, especialmente cuando se sufre en la espalda o
rodillas.

Si hay un ejercicio especialmente indicado para las


articulaciones es la natación. Ayuda a desarrollar los
músculos, facilitando la movilidad articular. Libera la
tensión acumulada en rodillas, columna, cadera y pies
además de relajar la musculatura, sobre todo si se nada
en agua tibia.

Realiza estiramientos musculares

Estirar tus músculos durante unos minutos a diario tiene muchos


beneficios para evitar agarrotamientos y fortalecer tus articulaciones.
Si los realizas antes de dormir, combatirás el llamado dolor articular
nocturno.
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[Alimentación]
Existen alimentos que aportan al cuerpo nutrientes que contribuyen a
fortalecer y proteger las articulaciones. Además, con una dieta
equilibrada evitarás más fácilmente el sobrepeso, factor que hace que
tus articulaciones soporten más peso y se sobrecarguen,
incrementando el dolor.

Aceite de oliva

Es uno de los elementos más destacados de la dieta mediterránea, el


cual contiene multitud de efectos beneficiosos como su elevado
contenido de ácidos grasos monoinsaturados (AGM) y componentes
fenólicos. Se ha demostrado que reduce el dolor y mejora la calidad de
vida en pacientes con artrosis.

Frutos secos

Se caracterizan por contener grasas insaturadas, abundante ácido


linoleico, arginina, ácido fólico, vitamina E y polifenoles antioxidantes,
fitoesteroles y otros compuestos fitoquímicos.

Grasas Omega 3

Se ha demostrado que una ingesta elevada de ácidos grasos Omega 3


puede tener un efecto protector por sus propiedades anti-
inflamatorias.
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Por eso, los alimentos ricos en Omega 3, como el pescado azul o el


aceite vegetal de lino, han de ser indispensables en tu dieta. El jengibre
también es altamente recomendable gracias a sus propiedades
antiinflamatorias, al igual que el ajo o la cúrcuma.

Verduras crucíferas

El brócoli, la coliflor, la col china, el repollo o el nabo son algunas


verduras crucíferas que protegen el organismo del desarrollo de la
artritis gracias a sus nutrientes, vitaminas y minerales, sobre todo.

Alimentos perjudiciales

Aunque a veces cueste renunciar a ciertos alimentos, las personas que


padecen enfermedades relacionadas con una inflamación articular, o
que están sometidas a algún tratamiento para articulaciones, deben
evitar consumir ciertos productos como los azúcares, las harinas
refinadas, el alcohol y las carnes rojas procesadas.
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[Remedios caseros]
Contrastes de temperatura

La terapia de calor puede abrir los vasos sanguíneos para promover el


flujo sanguíneo, mientras que la terapia de frío aprieta los vasos
sanguíneos para reducir la inflamación. Como regla general, para el
dolor crónico se usa calor; mientras que, si se trata de una lesión aguda,
es conveniente aplicar frío. Sin embargo, a algunas personas con brotes
agudos les puede ir mejor con el calor, o alguien con dolor crónico
puede encontrar más alivio con el frío, así que lo mejor es probar
ambos y descubrir cuál te hace sentir mejor.

Para aplicar calor en tus articulaciones, puedes usar bolsas de agua


caliente o una manta eléctrica. A la hora de aplicar frío, puedes hacerlo
con bolsas de hielo o dándote un baño con el agua fría.

Plantillas para calzado

Tus pies te llevan de un lugar a otro, soportando el peso de tu cuerpo en


cada paso y, a veces, ese impacto puede causar dolor, no solo en los pies
y los tobillos, sino también en las rodillas y las caderas. Una plantilla
personalizada te proporcionará una amortiguación apropiada para tus
articulaciones.

En las ortopedias, y algunas farmacias, pueden elaborar una plantilla


adaptada a la forma de tu pie. Otra opción es acudir a un podólogo que
pueda ofrecerte sugerencias según la altura del arco y el empeine de
tus pies.

Regálate un masaje

Los masajes no son solo para aliviar el estrés, también pueden


proporcionar a tus articulaciones el alivio del dolor que tanto necesitan.
Un estudio realizado con pacientes de artrosis determinó que aquellos
que habían recibido masajes de presión moderada tenían menos dolor,
mejor rango de movimiento en hombros, codos y muñecas; y una fuerza
de agarre más fuerte.
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[Posibles tratamientos]
Toma tu medicación (si la tienes)

Si un médico te ha prescrito medicamentos para tratar tus


articulaciones, tómalos siempre siguiendo sus indicaciones. Es
fundamental hacerlo en la cantidad y número de dosis estipuladas por
el médico y sin saltar ninguna toma. De lo contrario, nunca se logarán
los efectos deseados con la medicación ni se conseguirá reducir el dolor
articular.

Prueba una crema tópica

Existen cremas que pueden aplicarse directamente sobre la piel y que,


aplicadas de manera regular y sostenible en el tiempo, garantizan una
gran eficacia en el alivio de los dolores de muchas personas aquejadas
de problemas de articulaciones.

Artrosy es una crema de uso tópico externo cuya formulación incluye


altas concentraciones de los mejores principios activos naturales, los
cuales, han demostrado durante años una alta eficacia en ayudar a las
articulaciones que sufren estados inflamatorios, de dolor y con
limitación de movilidad.
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[Conclusiones]
El dolor articular puede combatirse y reducirse hasta niveles que te
garanticen una mejor calidad de vida y te permitan seguir realizando
gran parte de las actividades de tu día a día sin tener que estar
sufriéndolos de manera constante.

Como has podido comprobar en los consejos de este ebook, puedes


lograr este objetivo realizando pequeños cambios en tus hábitos de
vida, haciendo ejercicio moderado y llevando una dieta equilibrada.
Nada que suponga un gran sacrificio.

Además de seguir estos consejos para el cuidado de tus articulaciones,


cuenta siempre con el asesoramiento de un médico especializado.
Cada cuerpo es diferente y cada articulación tiene ciertas
peculiaridades, por lo que ponerte en manos de profesionales es la
mejor manera de contar con un tratamiento perfectamente adaptado a
ti, asesoramiento personalizado y, sobre todo, una vida con menos
dolor articular.

¿Necesitas más consejos


para tu problema articular?
¡Te respondemos!

954 028 034


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