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Investigación y docencia en salud mental: (I) Reflexiones para el clínico antes


de la autoinmolación

Article · March 2001


DOI: 10.4321/S0211-57352001000100006

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Jorge L. Tizón
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Jorge L. Tizón*

Investigación y docencia en salud mental (1)


Reflexiones para el clínico antes de la
autoinmolación *

RESUMEN: Se resumen algunos rasgos SUMMARY: Paper resumes sorne issues


de la conyuntura ideológica, social e of social, ideological and institutional
institucional de la investigaci6n, la forma­ context for teaching and researching in
ci6n y la docencia en salud mental y el mental health as well as its effects 'on
efecto que ciertos de ellos están poseyen­ clinic's hope and implicit pressures to
do de desmovilizar a los clínicos y provo­ "burn-out". Sorne new-mental health
car «bum-out» o «desengaño» de los mis­ professional's scandalous training deficits
mos. Se especifican algunos de los escan­ are specified: on clinical interview,
dalosos déficits formativos de los nuevos psychological techniques, shared tech­
profesionales de las técnicas de «salud niques, technical adaptations to health
mental»: en entrevista clínica, técnicas network and autochthonous context...
psicológicas, técnicas mixtas, técnicas On research issues, the author remembers
adaptadas a la red y condiciones the Utah effect and Darsee and Burt's
autóctonas... affairs with the aim to illustrate
En cuanto a la investigación, se describen methodological, epistemological and
el efecto Utah y los afer Darsee y Burt con pragmatic shunts. To end, a ironic typology
el fin de efectuar algunas reflexiones so­ is proposed for the dogmatic points ofview
bre ~fundamentaci6n metodológica y on mental health research and teaching:
epis~mológica y sobre sus repercusiones Bambi 's perspective and Godzilla's
pragmáticas. Por último, se propone ·una perspective.
tipología iróni,ca de las pespectivas dog­ KEY WORDS: Research. Continuous
máticas de la investigaci6n y la docencia Training. Teaching. Mental Health.
en salud' mental: la «perspectiva Bambi» Professional bumout. Psychopathology.
y la «perspectiva Godzil1a». Psychiatry . Culture. 'Social Context.
PALABRAS CLAVE: Investigación. For­
mación Continuada. Docencia. Salud men­
tal. Psicopatología. Psiquiatría. Cultura.
Coyuntura social.

1. Introducción: situándonos en la coyun­ la investigación y la docencia en temas de


tura social e institucional. salud mental en nuestro país. Pero no una
reflexión descontextu~lizada y general,
El objetivo de este trabajo es pro­ sino ,una reflexión vinculada a las prácti­
poner una reflexión sobre la situación de cas clínicas y asistenciales cotidianas en
• Texto reformado de la conferencia de inauguración de las Décimas Jornadas de la Asociación Madrileña de Salud Mental
(A.E.N.) Madrid, 11 y 12 de junio de 1998
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2001, vol XXI, n.o 77, pp. 69-96
(70) 884 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

esta coyuntura social y una reflexión, vin­ cambios en el «modelo» de la reforma de


culada, además y ante todo, a la situación la asistencia. Entrecomillo el término mo­
de las redes asistenciales públicas en sa­ delo porque creo que ya a menudo la situa­
lud mental. ción de partida era de inexistencia o inope­
rancia de tal modelo. Un «modelo», por
No es fácil definir la tal coyuntura cierto, tampoco claro y coherente a varios
social, pues, más que nunca, encontramos niveles, pero que ha servido para que hasta
opiniones y enjuiciamientos múltiples de la los últimos noventa se realizara una impor­
misma. Por ejemplo, hay quien opina que, tante trasformación de la orientación y dis­
en nuestro país, la- situación presupuestaria positivos de la asistencia psiquiátrica-algo
en el ámbito de la salud mental comunita­ muy lejano aún de la «salud mental comu­
ria es de un <<reajusta a la baja» o hacia la nitaria»- en numerosas comunidades. Sin
disminución relativa de los presupuestos. embargo, cabe lo anterior, lo indudable es
Pero tal perspectiva de la situación presu­ que, a menudo sin haber explicitado o pues­
puestaria es contestada por diversos gesto­ to en práctica el modelo de trasformación
res sanitarios de diversas .autonomías, como de cada comunidad o uno general, se van
por ejemplo la de Madrid l . Probablemente proponiendo o realizando cambios en ese
lo que ocurre es una situación compleja en supuesto modelo, o propuestas de un «nue­
la que, si bien en varias autonomías el cre­ vo modelo».
cimiento de los presupuestos para salud
~ental se ha detenido, o incluso está dismi­ Es el caso, por ejemplo, del tan ci­
nuyendo, en otras puede que aún continúe, tado y comentado «modelo catalán» de
si bien enlentecido, el período de aumento asistencia sanitaria y de sus concreciones
relativo de los mismos. Por otra parte, el en el campo de la «asistencia psiquiátrica
tema de la relatividad no es enfocado de la y salud mental» --que es como ahora tien­
misma forma: no hay unifonnidad de crite­ de a mencionarse el tal submodelo «psi­
rios entre los responsables de la sanidad de quiátrico». Pero es que del «modelo cata­
las diversas autonomías acerca de si dichos lán de sanidad» creo que lo primero que
presupuestos, dado su atraso histórico, de­ hay que decir es que no es un modelo de
berían crecer más rápidamente que los pre­ asistencia sanitaria. Nunca 10 quiso ser.
supuestos sanitarios generales. Dentro de los Como mucho, es un modelo de gestión ­
diversos capítulos de esos presupuestos, para combinar intereses e instituciones
tampoco existe una uniformidad de crite­ públicas y privadas, no lo olvidemos. De
rios acerca del reparto de dichos fondos esa forma, del tal modelo hoy hay que re­
entre los dispositivos hospitalarios o comu­ cordar: que, como mucho, es un modelo
nitarios de atención a la salud mental. de gestión; que modelo no significa lo mis­
mo que modélico; que su origen y funda­
A esta situación ciertamente no cla­ mentos no son precisamente catalanes,
ra, sino multifonne, se le está añadiendo una pues plantean una determinada línea para
realidad también compleja y multiforme: a la gestión de la sanidad, más parecida a la
diversos niveles, lugares, coherencia y pro­ de los USA que en el anterior modelo es­
fundidad, se van proponiendo y realizando pañol <> en varios europeos.
Investigación y docencia en salud mental (1) 885 (71)
DEBATES

A estos cuatro datos introductorios samiento único». A mi entender, en nues­


de coyuntura institucional y económica, tro ámbito la tendencia al pensamiento
habríamos de añadirle la irrupción masiva único se apoya en una repetición y en un
de la ideología dominante de nuestro mo­ aumento solapado de dos deformaciones
mento histórico. Elementos de tal ideolo­ ideológicas. La primera, la que llamo, si­
gía que quiero destacar aquí son los si­ guiendo a D. Bell (1), la mentalidad pri­
guientes: 1. Lo que he llamado la «menta­ mitiva (acerca) del Estado --es decir, del
lidad primitiva del (y acerca del) Estado». Estado y acerca del Estado-. No es mi
2. El «sobrevivencialismo». 3. El confu­ intención tratar aquí esa regresión mental
sionismo ante los «hechos diferenciales», e institucional que implica el volver a pen­
utilizados más como bandera para sar y articular los diversos aparatos del
uniformizar o para des-integrar que como Estado prescindiendo 10 más posible de los
marcadores de individualidades y autono­ componentes protectores y organizadores
mías. 4. La re-entronización del «dios de la sociedad que incluye, y dejándolo
mercado». 5. Su consecuencia directa: el cada vez más descarnadamente dedicado
«pensamiento único» con base socio-eco­ a la tarea fundamental de todos los esta­
nómica librecambista, anti-protección so­ dos: la preservación del orden y los
cial. Una manifestación de esa irrupción privelegios establecidos. La segunda pers­
del pensamiento único, librecambista y pectiva ideológica sí deseaba tratarla, si
seudoliberal, en nuestras instituciones y bien rápida y superficialmente: me refiero
nuestras prácticas, pueden observarse en a la rampante y a veces casi pornográfica
la imposición/adoración del biologismo exhibición (por parte de los poderes polí­
más extremo en sus diversas variantes, fun­ ticos y fácticos, no de la población) de su­
damentalmente farmacológicas, y la cre­ puestas perspectivas «científicas» o «de
ciente importancia que la industria quími­ interés general» que confirman siempre la
co-farmacéutica está atribuyéndose, con la necesidad de aumentar la insolidaridad
colaboración de los poderes políticos y para con los más' necesitados, para con los
fácticos, en la formación del personal en «sumergidos» en el nuevo mundo emer­
salud mental, en las organizaciones y re­ gente del librecambismo renovado. El
partos presupuestarios en nuestro campo... sobrevivencialismo, la ideología que pri­
e incluso en las diversiones y formas de ma ante todo a los esforzados urbanitas que
vida de nuestros profesionales. son capaces de sobrevivir a pesar de todos
los factores de riesgo y situaciones socia­
Parece bastante evidente que esa les desfavorables, gracias al empuje de su
nueva ideología y esas relaciones renova­ «fuerza mental e individual» -y a la de la
das de producción e intercambio están lle­ familia y otras sacrosantas instituciones
gando a nuestras instituciones, como sociales-, se va constituyendo en coarta­
microestructuras sociales que son. Y creo da para todo tipo de recortes en las presta­
que cada día vamos a resultar más afecta­ ciones sociales, sanitarias, pedagógicas
dos por esa nueva política social, funda­ públicas... Todo queda en manos de la ini­
mentada en los mismos rasgos ideológi­ ciativa privada, cada vez más voraz e
cos generales que antes nombraba: el «pen­ insolidaria, sin que se demuestre por otra
(72) 886 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

parte su famosa eficacia: al decir de algu­ ticos y profesionales: el «mundo ideal» es


nos, la enorme diferencia de eficacia y efi­ aquél en el cual cada profesional realiza
ciencia entre las empresas públicas y pri­ definidos y eficacísimos tratamientos,
vadas debería servir para que el modelo científicamente santificados, sobre
de la organización privada fuera ya idola­ consultantes anónimos, pasivos y
trado por todos los gestores de los servi­ parcializados, los cuales, desde luego, tie­
cios comunitarios públicos 2 • Lo que hay nen que mejorar. Y así, uno le da psicofár­
que fomentar es esa actitud de «lucha de macos; el otro, tal vez, algún modelo de
todos contra todos» y no los servicios y terapia breve o ultrabreve; la trabajadora
prestaciones sociales, los cuales, desde esa social le convence de que no hay medios o
ideología «favorecerían la dependencia y servicios más allá; el médico, de que debe
la falta de iniciativa de los más desfavo­ ir al equipo de salud mental; el equipo de
recidos». salud mental, de que debe volver a su mé­
dico de familia; y, «si la cosa se lía», el
En la medida en la que, como de­ «managed care» o un sistema similar
cía, esa ideología, unida a dificultades pre­ instaurará la figura del «manageador». Y
supuestarias, está llegando a nuestras ins­ el «manageador» no es que globalice al
tituciones y dispositivos, parece que los paciente -para ese viaje no se necesitan
clínicos, los que estamos al lado de los alforjas tan costosas- sino que
consultantes 3, los que intentamos desa­ «manageará» los servicios y «tratamien­
rrollar una perspectiva globalizada de los tos» que ese ser humano necesita. Se dice
mismos, tenemos pocas cosas que decir. que eso resulta más eficaz y eficiente...
O mejor que no digamos ninguna y vaya­ pero no vale la pena asegurarse mucho
mos desapareciendo poco a poco de la es­ sobre el tema, pues lo importante es su
cena. Un elemento implícito pero cada vez hálito de eficacia y eficiencia tecnocrática,
más visible en esa ideología dominante gestionarista, americaniza-dora, más que
antedicha consiste en la devaluación de los la realidad. 4
intentos de globalizar a los pacientes o
consultantes, de integrar sus sufrimientos Creo que esos cambios progresiva­
mentales en el conjunto de su personali­ mente acelerados en la política social do­
dad y su medio. Lo «realmente útil» (¿para minante y en la política económico-social
qué?, ¿para quién?) es la aplicación masi­ y de los servicios sociales, pueden estar
va e ilimitada (en cuanto a población y en trayendo, entre otras consecuencias, la de
cuanto a duración) de psicofármacos que que los clínicos, los que intentamos cui­
se prometen como pócimas mágicas, que dar a los pacientes-personas como sujetos,
cada vez «curan más enfermedades» y ya nos estemos quedando bastante sin la pa­
no tienen ningún efecto secundario, mo­ labra. Es visible hoy una fuerte tendencia
lestia o peligro... Vamos: el «soma» de a automarginarnos, añadida ahora a la pre­
Huxley o «el bálsamo de Fierabrás» de sión marginadora externa y a una cierta
nuestro Cervantes. La ideología -que no tendencia a la autoinmolaci6n basada en
la evidencia científica- subyacente va la desesperanza y la desconfianza: descon­
convenciendo a más y más gestores, polí- fianza en nuestras posturas, aproximacio­
Investigación y docencia en salud mental (1) 887 (73)
DEBATES

nes, conocimientos, que se han demostra­ mático «acoso y derribo» del «estado del
do parciales, incompletos, dogmáticos, bienestar» y de la ideología que lo susten­
poco eficaces y eficientes... Desesperanza taba. Y ello a pesar de que, entre nosotros,
por cuanto sentimos que no podemos evo­ en nuestro país, hablar de la «reforma del
lucionar, o evolucionar con suficiente ra­ Estado del Bienestar» es mucho hablar: ese
pidez, ante la ola del «pensamiento úni­ artilugio decimonóninico, causa de tantos
co», y que es mejor «adaptarnos» que se­ sufrimientos, ineficiencias y alteraciones
guir resistiendo, investigando y trabajan­ del mercado (si hacemos caso a las voces
do en programas de investigación, forma­ que claman contra él), la verdad es que sólo
ción y asistencia más complejos y muy parcialmente llegó a implantarse en­
globalizadores: si lo hacemos, seremos tre nosotros, por lo que hablar de su refor­
acusados de ineficaces, ineficientes, ideo­ ma a menudo es contribuir al juego mala­
lógicos, ilusorios, etc (tabla 1). Ciertamen­ barista de las palabras. Además, hay un
te, en muchos campos nuestros conoci­ «pequeño problema»: la población se acos­
mientos y técnicas se han mostrado sus­ tumbró a no valorar los «daños» que el
ceptibles de un cambio urgente y necesa­ incipiente estado de bienestar le producía
rio. Pero ¿debemos autoinmolarnos para y, ante cada nuevo recorte, se queja. ¡Pura
dar paso a toda una generación de brillan­ ignorancia, claro! Pero en el caso de.la sa­
tes gestores, brillantes científicos, «inves­ nidad se quejan ante nosotros. Y en el caso
tigadores de bata blanca sin veleidades clí­ de la atención a la salud mental, la deman­
nicas ni humanísticas»? ¿Tenemos algo da ha crecioo en cuanto la oferta se ha he­
que decir ante su «irresistible empuje»? cho algo menos tercermundista, en cuanto
¿Hemos de resignarnos a evitar el «más ha salido de la estrechez de las tapias de
dura será la caída» (nuestra) si nos resisti­ manicomio y de las consultas de la
mos? ¿Debemos ceder nuestro pensamien­ «neuropsiquiatría de zona» no reformada:
to y nuestros puestos de trabajo y activi­ de manera que ahora, con la demanda aún
dades ante estos «clínicos sin clínica» dis­ creciendo de forma imparable 5 , los
frazados de «científicos» e «investigado­ consultantes se encuentran, al menos en
res» y ante la cohorte de gestores, econo­ algunas autonomías, con que se les restrin­
mistas, administradores que les arropan, gen las visitas, las horas de personal, los
unidos todos en el santo ideario común de tratamientos psicológicos, las ayudas
la fe ciega en la biología y en la genética? psicosociales... Y por mera transferencia
¿Debemos autoinmolarnos o dejarnos mar­ institucional, muchos de ellos viven que
ginar, o aun existen motivos por ejemplo somos nosotros los que les negamos y es­
para defender una aproximación a las dis­ catimamos esos medios... Con 10 cual, los
ciplinas de la salud mental más holística, conflictos aumentan, el malestar aumen­
que siga teniendo en cuenta lo psicológi­ ta... incluso en los lugares y dispositivos
co, y, tal vez, lo bio-psico-social? en los que aumentan los medios y presu­
puestos: la demanda crece más rápidamen­
Mi impresión es que esas repercu­ te. Y, sobre todo, la demanda de mayor
siones no hacen sino reflejar, a nivel de calidad. No sólo de cantidad, sino también
nuestras instituciones sanitarias, el siste­ 'de calidad.
(74) 888 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

Esa situaci6n no hace sino aumen­ Como en mis trabajos sobre psicoanálisis
tar las ansiedades persecutorias y y cognitivismo o en las anteriores revisio­
confusionales de nuestros profesionales en nes sobre la calidad como terapias de las
el trabajo: aumenta nuestros sufrimientos psicoterapias (6, 10). Porque, a pesar de
y nuestra tendencia a la cronificaci6n. De todo, hemos de partir de que ni el pensa­
ahí el creciente interés por los estudios miento clínico ni el psicoanálisis deben
acerca del hum-out o, como prefiero de­ posicionarse en contra de racionalizar la
cir, el desengaño profesional [(cfr. por ej. asistencia en salud mental, de la investi­
Mingote (2,3)]. Si los profesionales de gación empírica e incluso experimental, de
orientación psicológica o integradora (de los intentos e investigaciones para hacer
lo bio-psico-social) somos «los ineficaces más eficaces y eficientes nuestras técni­
e ineficientes» y, si encima, tenemos que cas, del control de nuestros servicios por
soportar las quejas -precisamente noso­ parte de las organizaciones públicas, ad­
tros, porque ante otros la población tal vez ministrativas y políticas, etc.
siente que no vale la pena quejarse-, de
ahí la repetici6n de mi pregunta: ¿tenemos 2. La coyuntura en formación y docencia
motivos para no autoinmolarnos? ¿No se­ en el ámbito de la psicopatología y la sa­
ría mejor «dejarnos arrastrar por la corrien­ ludmental.
te»? Resistir, oponérnos, levantar la pala­ Es absolutamente cierto que nues­
bra y la polémica ¿no servirá tan sólo para tras aproximaciones clínicas pecan hoy de
que nos quemen o tuesten por otro lado, ineficacia, ineficiencia, falta de seguridad,
«por una pura cuestión de simetría», como oportunidad, accesibilidad, etc (tabla 1). Al
decía nuestro compañero Luis Martín San­ menos, si comparamos los progresos de la
tos en otro Tiempo de silencio? En defini­ psiquiatría y la psicoterapia con los de otras
tiva, ¿es que los clínicos, el pensamiento ramas de las ciencias médicas y soci.ales.
clínico en salud mental, sigue siendo ne­ Pero ¿qué ocurre con la formación de nues­
cesario? tros médicos, psiquiatras y psicólogos, tras
varias décadas de desprecio universitario
Quería recordarles, además, que las por el pensamiento y la aproximación clí­
reflexiones que siguen no las voy a hacer nica en psicología y psiquiatría, tras dos
desde la perspectiva estrictamente decenios de desprecio por las teorizaciones
psicoanalítica: para el programa de inves­ dimensionales y clínicas a favor de las
tigación psicoanalítico la aproximación teorizaciones categoriales y supuestamente
clínica es central e insustituíble, como he «ateoréticas» o declaradamente conduc­
intentado exponer en otros lugares (4,5). tistas?
Partir de él para defender la necesidad de
lo clínico tendría pues demasiado de tau­ En primer lugar, los que nos dedi­
tología. Por eso, cuando realizo estas re­ camos al menos parcialmente a la forma­
flexiones procuro consultar previamente ción y la docencia comprobamos que, con
autores de otros marcos de referencia: en esas profesiones, incluso con los psicólo­
particular, para ver qué dicen, en qué esti­ gos, necesitamos hacer cada día más y más
mulan mi pensamiento, qué me sugieren. formación continuada elemental por défi­
Investigación y docencia en salud mental (1) 889 (75)
DEBATES

cits de pregrado escandalosos. Por ejem­ te». Es decir se prima lo sincrónico y pun­
plo, las técnicas de entrevista y el entrena­ tual: porque es más barato y porque no
miento y la tutorización o supervisión para obliga al compromiso -y a compromisos
las entrevistas son descuidados en gran en el «peligroso capítulo 1»: el capítulo
parte de los programas de especialización del personal-. Así, cualquier enseñanza
-y no digamos en la formación pregrado o proceso formativo diacr6nico es desecha­
de medicina. Pero también en los progamas do para evitar el compromiso con presu­
postgrado de psiquiatría y psicología clí­ puestos diacrónicos y sujetos siempre a res­
nica. tricciones o a caprichosos cambios
estacionales.
Otro ejemplo más pormenorizado:
sólo en años recientes ha comenzado a for­ En cuarto lugar, tiende a primarse
marse a los especialistas en medicina de o bien lo te6rico y retórico o bien los siste­
familia y comunidad (MF y C) en ... mas que impliquen maquinización -que
psicosociología de la familia, técnicas de no es lo mismo que tecnificaci6n: las téc­
entrevista familiar, técnicas grupales y nicas psicosociales son también técnicas
psicosociales, etc. Y, desde mi punto de y tecnologías, aunque no utilicen máqui­
vista, todos esos ámbitos, básicos para el nas en muchos momentos.
trabajo de los «médicos de familia y co­
munidad», no son ni de lejos adecuada­ Y todo eso, en sexto lugar, no coin­
mente enseñados, supervisados, tutori­ cide con la marcha de la economía, que
zados hoy en nuestro país... Como ocurre pasa, al parecer, por una época de bonan­
con la formaci6n para la entrevista clíni­ za en nuestro país. Lo que significa que
ca, una herramienta básica en el trabajo del las restricciones que padecemos en la asis­
médico, del psiquiatra, del psicólogo y, en tencia pública, mayores si cabe en la aten­
general, de cualquier profesional ción en salud mental y psiquiatría -y
asistencial 6 • mayores aún en la formación en estos ám­
bitos-, no son económicas sino políticas.
En segundo lugar, en la docencia Y no las aplican solo «los políticos de arri­
médica, postgrado y pregrado, de espe­ ba» sino los gestores de bastante más aba­
cialistas en MF y C, en psiquiatría o en jo. Parafraseando una frase muy conocida
medicina interna, se prima, ante todo y «Si España va bien, ¿cómo es que los cui­
sobre todo, lo biol6gico. Para lo demás se dados a la salud mental comunitaria no van,
piensa más o menos implícitamente que ni de lejos, tan bien?»
siempre habrá tiempo y presupuestos.
Y por último, en séptimo lugar,
En tercer lugar, se esta tendiendo a cuando se habla de que el sistema público
primar cada vez más «el maravilloso cur­ no puede costear muchos de esos procesos
so que en muy pocas sesiones y en muy formativos, que sin embargo se creen nece­
poco tiempo va a proporcionar conoci­ sarios e imprescindibles, y que hay que bus­
mientos, habilidades y felicidad a muchí­ car financiadores, «esponsors» externos ¿no
simos clínicos, maravillosa y rápidamen­ se está disociando la realidad de que el cos­
(76) 890 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

te de muchos de esos congresos, simposios, ejemplo los grupos tipo PBI cognitivistas
jornadas, etc financiados a todo lujo sale (11, 14), como un elemento básico para la
también de las arcas públicas, por ejemplo formación en salud mental de los profe­
a través del capítulo de farmacia de nues­ sionales de atención primaria en los años
tros presupuestos, siempre creciente? futuros.
Como les decía, se trataba de un grupo
Como muestra de la situación les interprofesional e interempresarial,
quería describir el ejemplo del grupo de tutelado pero no manejado por la
trabajo, convocado por el Servei Catala de aministración... Es decir, un grupo que te­
la Salud, sobre el tema de la formación nía ciertas posibilidades de que sus reco­
continuada en salud mental para la APS. mendaciones fueran llevadas adelante, se
Fué un grupo de trabajo interdisciplinario, convirtieran en realidades. Y, tras un ren­
interparadigmático, intersectorial, interem­ queante principio, así ha sido... menos en
presarial, con representantes de todos los uno de los casos ¿Imaginan cuál de todas
estamentos profesionales, gerenciales y esas actividades formativas no se está rea­
administrativos de la sanidad catalana, con lizando, dos años después de haber puesto
representantes de la empresa pública (el en marcha el sistema? No resulta difícil
ICS) y de las empresas privadas concerta­ intuir que son precisamente los grupos o
das, de la APS y de las redes de SM, etc. «seminarios de reflexión». A pesar de que,
Un grupo realmente integrador, en el cual precisamente, se trata de uno de los siste­
logramos ponemos de acuerdo -y no fué mas formativos en salud mental más estu­
difícil, dadas las enormes carencias de las diados y validados, incluso desde el punto
cuales partimos- para definir los ámbi­ de vista empírico (cfr. un resumen del tema
tos prioritarios que debería cubrir la for­ en (11, 14). Es cierto que enfrentan difi­
mación continuada en SM para la APS. cultades y, entre ellas, que hoy por hoy
¿Cuáles eran esos ámbitos formativos que existen pocos profesionales formados para
definimos como prioritarios para los próxi­ coordinar tales grupos. Pero sobre tod<;l,
mos diez años? Los que vienen señalados tienen en su contra que son una formación
en la tabla 2: formación para la entrevista diacrónica, que necesita, por tanto, presu­
clínica, un curso básico de introducción a puestos diacrónicos y que no prometen
la salud mental comunitaria, temas dife­ maravillas a corto plazo a nadie: dos gran­
renciados por cada una de las profesiones des inconvenientes para que la adminis­
que forman la atención primaria, progra­ tración sanitaria financie dichos semina­
mas preventivos, atención primaria al due­ rios de formación continuada, mientras que
lo y las pérdidas, curas y técnicas de en­ puede estar financiado mil y un cursos y
fermería especializadas, técnicas grupales «cursetes» sobre temas variopintos, mar­
para los trabajadores sociales de atención ginales en ocasion~s... pero con promesas
primaria... Y además, el grupo de trabajo de resultados inmediatos y marvillosos,
estaba de acuerdo, sin problemas de dis­ desde luego.
cusión especiales, a pesar de la diversidad
de composición y procedencia, en desta­ Tras esas reflexiones sobre la co­
car los «grupos Balint» o equivalentes" por yuntura de la formación en salud mental,
Investigación y docencia en salud mental (1) 891 (77)
DEBATES

querría dar ahora al menos cuatro pincela­ cular avance para la ciencia física y
das generales para situar la investigación para la tecnología: se podría prescin­
en este contexto. dir de otros tipos de láser más habi­
tuales y que necesitan consumos ener­
De entrada, simplemente recorda­ géticos mucho más altos. El funciona­
ría cómo, en el momento actual, se están miento del láser se había demostrado
primando investigaciones a corto plazo que mediante impresionesfotográficas. Si­
producen «importantes descubrimien­ guió un un gran revuelo de los medios
toS»... que luego no son usados en las téc­ de difusión científicos y no científicos,
nicas ni en las prácticas de los equipos de al parecer bastante bien orquestado.
salud mental (a menos que esas investiga­ La polémica, como resultado más o
ciones sean fundamentalmente biológicas, menos directo, proporcionó una bue­
se refieran a la difusión o comercialización na cantidad de llamadas para
de fármacos producidos por las empresas confrencias, becas, cursos y ayudas
trasnacionles del sector). Por otra parte, para la investigación al equipo
ante muchas de tales investigaciones de­ liderado por Kepros. Pero en muy po­
beríamos seriamente preguntarnos qué cos meses se demostró que las famo­
parte tienen de investigación en salud men­ sas impresiones en las placas fotográ­
tal o psiquiatría y qué parte tienen de in­ ficas hablan sido producidas ... por los
vestigación en mercadotecnia. Las inves­ propios rayos X. Es decir, el láser por
tigaciones de marketing y merchandising rayos X todavía no existe. Sin embar­
son investigaciones que en nuestro mode­ go, para cuando el fraude o la equivo­
lo de sociedad no resultan, ni mucho me­ caci6n se descubrid, el equipo investi­
nos, ilegales o deshonestas... Pero no son gador tenía cubiertos sus presupues­
investigaciones en salud mental. tos para 5 años. He ahíel resultado de
una adecuada mercadotecnia sobre
Otras investigaciones, cada vez más determinado tipo de investigaciones y
frecuentes, tratan directamente de apunta­ descubrimientos cientfjicos y tecnoló­
lar al propio equipo investigador. Es elfe­ gicos. Creo que deberlamos reflexio­
nómeno o efecto Utah, del cual hablaré en nar más a menudo sobre el peso del
este trabajo en más de un momento. Se tra­ «efecto Utah» en La investigaci6n con­
ta de un fenomeno del que se viene ha­ temporánea. Al menos, en nuestros
blando en epistemología yen teoría. social ámbitos psiquiátricos, donde me pare­
de la ciencia al menos desde los años ce que hoy estájugando un papel reLa­
ochenta, tras los trabajos de Pool (15). tivamente importante en la encrucija­
da técnica, asistencial y fOmultiva de
El efecto Utah tomó su nombre de la la psiquiatría y las especialidades de
Universidad de Utah: en el año 1972, la salud mental actuales.
en esa universidad, JOM Kepros reali­ En otro orden de cosas, pero den­
zó el anuncio de que se había descu­ tro del ámbito de la investigación en salud
bierto un láser mediante rayos X. Des­ mental, ¿cuantas veces están mínimamente
de luego, ello supondría un especta­ adaptadas las técnicas que se aplican y se
(18) 892 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

investigan? ¿Hasta qué extremo están biopsicosocial? Pues no se sabe claramente


contextualizadas, es decir, poseen una ade­ cuánto está aumentando su recpetaci6n,
cuaci6n, continuadad, efectividad (o «efi­ pero un dato indirecto es escalofriante: en
cacia en condiciones reales»), oportunidad, USA, en seis años (1990-1997) aument6
seguridad, etc.(tabla 1), estudiada en nues­ en el 500%, en Alemania, entre 1990 y
tras coyuntura social y no en los U.S.A.? 1994, en el 300% ... Esa progresión pare­
O, ¿es que no interesa que lo estén, por­ ce de todo punto disparatada y está dando
que interesa uniformizar? lugar cada día a más problemas clínicos y
asistenciales. Pero es que en España so­
Probablemente, el coste de los nue­ mos más rápidos: en un s610 año (1996­
vos psicofármacos, si se administraran, 1997)... ¡aumentó dicha fabricaci6n en el
como se propone en los programas y reco­ 484 %!. Claro está que tal vez se use como
mendaciones biologistas, al 1 a ~% de la abono para que las plantas crezcan más
poblaci6n, arruinarían a los sistemas de Sa­ felices...
lud, al menos al sistema de salud español.
Por ejemplo, como muestra la tabla 3 (16, y aquí, en el campo de la investi­
18), durante 1996 el consumo DDH de los gaci6n y consumo fannacológico hay una
antidepresivos en Cataluña, creci6 en el diferencia notable con respecto al ámbito
48% con unas variaciones interpro­ de la docencia: con la excepci6n de algu­
vinciales absolutamente inexplicables des­ nas facultades de Psicología, el predomi­
de el punto de vista de la salud mental y nio de la investigación biológica, el pre­
epidemio16gico-psiquiátrica: desde 12 do­ dominio en la investigación estrictamente
sis/ mil habitantes/día en Tarragona hasta biológica y a veces biologista, es abruma­
20 dosis/ mil habitantes/día en Girona dor. Y son investigaciones muy parecidas
¿Como pueden producirse esos datos? Si entre sí, a menudo «IIlulticéntricas», con
se le añade el consumo de benzo­ metodología similar, realizadas al mismo
diacepinas, que en Cataluña ascendía ya tiempo sobre psicofármcos iguales o dife­
ese año por 44,29 dosis/ mil habitantes/día rentes... Son investigaciones que suelen ser
(80 DDH en realidad, si se tiene en cuenta publicadas posteriormente en «revistas de
el consumo no regular, no recetado por el impacto internacionales» y que proporcio­
SCS), y también con otras llamativas di­ nan importantes beneficios de todo tipo
ferencias interprovinciales, tenemos la rea­ (sobre todo, académicos) a los equipos in­
lidad de que probablmente estarán usando vestigadores: es una manfiestaci6n desco­
psicofánnacos de forma cr6nica en Cata­ llante de lo que ha dado en llamarse el efec­
luña entre 1 de cada 11 y 1 de cada 12 ca­ to Darsee, fenómeno que vale la pena re­
talanes en este momento. ¿Y qué decir del cordar aquí (19).
consumo del metilfenidato, que parece ser John Darsee era un investigador en
que habría que administrar durante años a camiologÚl cl(nica y experimental de
todo supuesto niño «hiperactivo», hacién­ la Universidad de Harvard. A raíz de
dole realmente drogodependiente, sin da­ un t(pico concurso universitario, tuvo
tos empíricos que sustenten tal uso en in­ que reconocer que habfafalseado unos
vestigaciones a cinco años y de enfoque datos de un estudio publicado en una
Investigación y docencia en salud mental (1) 893 (79)
DEBATES

revista de primer orden internacional; falsos si el «investigador» conocía bien los


que, por lo tanto, había engañado al mecanismos de publicación y se halla ade­
comité de selección con datos abierta­ cuadamente «representado» y «reconoci­
mentefalsos. Eso puso en marcha toda do» (efecto Utah) en el ambiente acadé­
una serie de comités cient(ficos, de éti­ mico y de las publicaciones.
ca y de la redacción de las principales
revistas de la especialidad de los USA Mi duda es si son posibles hoy en
(recuerden que la cardiología clínica día planteamientos y políticas muy dife­
y experimental es una especialidad alta rentes de la investigación y la publicación,
relevancia para la vida de los pacien­ especialmente en los «países secundarios
tes). Un resultado es que se encontró del Imperio». Porque en la medida en que
que en 3 años, del 78 al 81, John la investigación se base en los planteamien­
Darsee había publicado 109 trabajos tos y formas de publicación puestas en evi­
experimentales y empíricos lo que daba dencia por el «afer Darsee», queda facili­
una media de un trabajo cada 10 días. tado por un lado el derroche presupuesta­
Eso significaba, como luego se demos­ rio; por otro lado, el efecto Utah y el efec­
tró, que gran parte de los trabajos es­ to Darsee. En consecuencia, la poca efi­
taban llenos de fraudes, falacias, men­ ciencia de la investigación. Y ya que aho­
tiras, inventos de datos y demás y, sin ra a los clínicos nos están juzgando por la
embargo, gracias a la «autopromo­ eficiencia, y creo que hemos de estar de
ción» (al «efecto Utah») habían pene­ acuerdo en que esa valoración se haga ­
trado en todas las revistas, no solo de aunque de forma menos simplista y
la Universidad de Harvard, sino en las sesgada de como se hace, pero esa es otra
revistas de máximo prestigio interna­ cuestión- no estaría mal que a los inves­
cional de la especialidad. Incluso el tigadores se les juzgara también por su efi­
New England, una de las revistas más ciencia, por los resultados y mejoras que
estrictas en cuanto a su selección de sus investigaciones proporcionan en la tec­
originales, puso en marcha todo un co­ nología, técnicas y prácticas asistenciales.
mitéparajuzgar las publicaciones pu­ Ya que las investigaciones en «ciencia bá­
blicadas por John Darsee en su revis­ sica» no pueden ser muy frecuentes en los
ta. países secundarios del Imperio, al menos
la eficiencia con respecto a la sociedad que
Al contrario de lo que suele decir­ costea esas investigacioens debería ser
se, este tipo de problema no es ocasional, también un criterio fundamental en las in­
circunstancial o personal: como algunos vestigaciones tecnológicas, sobre ciencias
comités y pesonalidades admitieron a raíz aplicadas y técnicas terapéuticas.
del afer, más tarde repetido en innumera­
bles ocasiones, el asunto apuntaba al «co­ 3. Dos perspectivas de la investigación y
razón de la publicación científica» y po­ la docencia en psiquiatría y demás «disci­
nía en entredicho los motivos para publi­ plinas de la salud mental»
car y la capacidad de las revistas más pres­ Para situar el conjunto de datos an­
tigiosas par evitar la publicación de datos teriores en nuestra coyuntura sociopolitica,
(80) 894 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

científico-técnica e institucional, yo les nalmente defienden psicoanalistas,


propondría una reflexión sobre las dos psicodinamistas, humanistas, algunos
perspectivas, más o menos explícitas y sistémicos, algunos cognitivistas, etc: se­
conscientes o más o menos "implícitas e gún esa perspectiva, la investigación no
inconscientes, con las que se tiende a afron­ tiene por que ser en ciencias básicas y se
tar la investigación y la docencia en nues­ subraya la importancia de la «investiga­
tro ámbito. A esas dos perspectivas, un ción clínica» y de la reflexión sobre la clí­
poco humorísticamente, las he llamado nica -aunque a veces se confunde re­
«perspectiva Bambi» y «perspectiva flexión con investigación.
Godzilla»7. Me parece sugerente designar
así dos perspectivas de la investigación y Desde la perspectiva «Bambi» se
docencia en salud mental, tal como son priman las investigaciones psicológicas
vividas y difundidas en nuestra comuni­ particularizadísimas de lo individual o de
dad técnica: la una, la investigación «fuer­ grupos sin controles y, por lo tanto, poco
te», sobre «ciencias básicas», apabullante, comparables por definición. En pocas oca­
pero con indudables valores y utilidades, siones se plantean investigaciones
diferentes a veces de su aspecto «básico y psicosociales, epidemiológicas, sociológi­
fuerte». La otra, la respuesta y la oposi­ cas. Cierto que la perspectiva Godzilla se
ción en nombre de la «sensibilidad», la orienta a menudo hacia una investigación
<<reflexión», la «hennenéutica»... pero que, reducionista, casi nunca biopsicosocial,
con cierta frecuencia, singifica un lastimo­ mientras que la perspectiva Bambi tiende
sa inoperancia, una paralización de las a esas investigaciones tan, tan cualitati­
ideas e iniciativas por fantasías sadoma­ vas... que, por ejemplo, pocas veces se in­
soquistas sobre «lo nefastos y monstruo­ vestigan las terapias que en realidad hace­
sos que son los partidarios»... de la postu­ mos: se tiende a sustituir la metodología
ra anterior. Son las dos posturas que he por la reflexión y a idealizar y aceptar vi­
intentado resumir en la tabla 4. siones dogmáticas y no operativizadas de
los conceptos y técnicas, lo cual invalida a
Según la perspectiva Godzilla, la menudo estas supuestas investigaciones.
investigación debe ser una investigación La epistemología de la perspectiva Bambi,
básica, científica, orientada a la biología, sin embargo, suele estár mucho más ac­
reduccionista, casi nunca biopsicosocial, tualizada: metateóricamente a Bambi le
con una metodología muy estricta y con sustenta la hermenéutica o la epistemolo­
una epistemología que casi siempre es gía constnlctivista o contruccionista... aun­
empirista (empirista decimonónica a me­ que algunos planteameintos de fonnación
nudo), con fuertes influencias del y docencia parecen más basados en la pura
solipsismo y el mecanicismo en numero­ «epistemología del sentido común» - y a
sas ocasiones. Pero a ella se le suele opo­ veces, tan de sentido común que parece
ner en nuestros medios de salud mental, y dadaista.
en especial en las instituciones
extrahospitalarias de salud mental, una Desde la perspectiva pragmática
perspectiva «Bambi». Es la que tradicio- (tabla 5) la postura Godzilla de la investi­
Investigación y docencia en salud mental (1) 895 (81)
DEBATES

gaci6n es «imperial» por definición: es la Bambi», que suelen defender, a menudo


que se hace en el Imperio. El imperio de­ quijotescamente, que la buena investiga­
termina qué centros hacen las investiga­ ción es la propia de las mentes pensantes
ciones y cuáles .son las grandes líneas de y sensibles, más allá de la ciencia, más allá
investigación que deben ser primadas (<<la de los protocolos...
década del cerebro» es una buena mues­
tra; el Proyecto del Genoma Humano, Es la investig~ciónGodzilla la que
otra). Pero la contestación, desde la pers­ se publica en las revistas de prestigio in­
pectiva «Bambi», es una especie de con­ ternacional, con más penetración mediá­
fusa propuesta en la que «la buena investi­ tica: pero el fenómeno Darsee muestra
gaci6n y la buena docencia» son asuntos hasta qué extremo las «revistas de presti­
de grupos e individuos aislados, solitarios, gio internacional», y el mismo hecho de
no integrados... La perspectiva Godzilla publicar, pueden ser pervertidas en sus raí­
admite la posibilidad de investigar tanto ces por intereses espúreos y falseadores.
científica como tecnológicamente, es de­ Ante esa situación, la «perspectiva Bambi»
cir tanto en ciencia como en tecnología; se acantona a menudo en un desprecio más
ahí la perspectiva Bambi le contesta a me­ que excesivo, autodestructivo, hacia el
nudo con propuestas que se llaman «in­ hecho de publicar en esas revistas y hacia
vestigaciones» y que en realidad tienen los sistemas, técnicas y medios protoco­
mucho que ver con divagaciones, lizados, comunicables, difundibles en pro­
idealizaciones, repeticiones... o con un cesos formativos sistematidos... Es decir:
cierto seguidismo de grandes figuras que en último extremo, ante una perspectiva
se endiosan y que se reproducen Godzilla (empirista, biologista, metodo­
bibliofílicamente. La perspectiva Godzilla logista, pero poderosa) se le opone aqué­
es una perspectiva que habla de la eficacia llo de «¡Cómo hacerle comprender al mun­
y se centra en la eficacia. Erróneamente, a do que lo nuestro es maravillosamente.dis­
este «funcionalismo» la perspectiva Bambi tinto!». A mi entender, es una vía equivo­
opone el hincapié en lo humano, en la her­ cada para contestar a la perspectiva
menéutica. La perspectiva Godzilla defien­ Godzilla. Pero no es la única. Existen otras
de la investigación y la docencia desde las perspectivas, tal vez menos sectarias, de
instituciones psiquiátticas: pero el trasfon­ la investigación y la docencia en salud
do de esta idea es que sólo considera «ins­ mental en nuestra coyuntura sociocultural
tituciones» a las instituciones totales, en que voy a intentar plantear a continuación.
el sentido de Goofman (20): servicios de
psiquiatría hospitalarios, hospitales psi­ Es cierto que la investigación do­
quiátricos, universidad... En contadas oca­ minante es la supuestamente básica, al
siones, si no es utilitaristamente, se tiene menos en biologías. Pero hay muchas vías
en cuenta a los equipos de Salud Mental y ámbitos en los que perfectamente se po­
Comunitarios o las pequeñas instituciones drían desarrollar líneas de investigación
en la comunidad... Pero en esa falta de con­ aplicada y pragmática. Es cierto que la in­
sideración colaboran abiertamente con fre­ vestigación más comunicable y verifica­
cuencia los partidarios de la «perspectiva ble es la investigación científica; la que, a
(82) 896 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

medio plazo, abre más posibilidades y vías table y (casi) perfecto». Naturalmen­
para el conocimiento y trasformación de te, para estudiar estos temas debía
la realidad. Pero eso no elimina el valor de hacerlo con amplias muestras de ge­
las investigaciones técnicas y tecnológicas, melos -a ser posible, monocigotos.
que también siguen la metodología cientí­ Logró reunir una amplia muestra de
fica. Y no hay que olvidar que, aunque no 76 gemelos univitelinos que fueron es­
lo parezca así, la influencia ideológica es tudiados mediante amplias baterías
básica en la investigación en ciencias bá­ psicológicas. Para ello, desde luego,
sicas: y mayor, cuanto más medios econó­ se necesitaba ayuda. Y la obtuvo: to­
micos y apoyos necesiten las investigacio­ dos sus trabajos de esa época estánfir­
nes para ponerse en marcha. El afer Burt mados, además de por él mismo, por
es una buena muestra de la contaminación la Srta J. Conway y la Srta Margareth
de1a investigación básica por cuenta de la Howard. Molestos investigadores (23­
ideología, como 10 es, en nuestros días, el 25), han demostrado una y otra vez, a
frecuente arrumbamiento de psicofár­ pesar de los ataques personales y des­
macos que pocos años (iO meses!) antes calificaciones de Eysenk y Jensen, que
habían sido presentados como fantásticos existían todo tipo de falsedades y
curalotodos o solucionadores de intrinca­ falacias en. los datos aportados por
dos y complejos problemas, como ocurrió, Burt y, en último extremo, que la Srta.
sin ir más lejos, en 1998 con un psicofár­ Conway y la Srta Howard no solo no
maco que al año del lanzamiento comer­ eran psicólogos, no estaban inscritas
cial se mostró involucrado en varias muer­ como tales en el Reino Unido, sino que
tes por problemas cardíacos. probablmente nunca existieron: es de­
Como ustedes saben, Sir Cyril Burt, cir, que gran parte de esos datos sobre
uno de los fundadores de la Psicolo­ la herencia del coeficiente intelectual
gía inglesa y maestro de H. Eysenck, fueron totalmente inventados.
fue nombrado Sir por su Majestad Bri­
tánica en honor a sus aportaciones a Se trata de una muestra más de que,
la investigación psicológica. Uno de si bien la investigación científica es nece­
sus temas fundamentales de investiga­ saria y la fuente más fiable de datos para
ción versaba sobre la heredabilidaddel conocer y trasformar la realidad, también
cociente intelectual, tema en el que puede resultar penetrada sin embargo por
mantuvo una tenaz y acérrima postura todo tipo de deformaciones ideológicas,
«genetista» (como la de su discípulo errores, autoengaños, falsedades, etc.
H.J. Eysenck, para el cual, cerca del
80 % del el está genéticamente deter­ Otro dogma similar se resume en
minado) (21, 22). En su época, ade­ el aserto de que la investigación científica
más, la demostración de tal «hereda­ es acumulativa y reductora del desconoci­
bilidad» del CI proporcionaba impor­ miento (tabla 6). Se trata de una idea bas­
tantes apoyos «científicos» a la ideo­ tante elemental y simplista desde el punto
logía de la derecha, a menudo al ra­ de vista epistemológico: es cierto que la
cismo y, desde luego, «a un mundo es- ciencia disminuye el desconocimiento
Investigación y docencia en salud mental (1) 897 (83)
DEBATES

pero, además, con los cambios de perspec­ fica, como si la única metodología posible
tiva o paradigma que promueve, reduce y fuera la metodología estadístico­
cambia los dogmas, es decir los pseu­ correlacional de los estudios clínicos de
doconocimientos. La teoría geocéntrica no rigor. Pero hablar del «método científico»
era un desconocimiento: numerosos datos ya muestra de entrada un importante
factuales, empíricos, militaban a su favor. reduccionismo. Hemos de recordar que,
Los fenómenos que parecían favorecer otra normalmente, cuando así hablamos, esta­
postura, por ejemplo la teoría heliocéntrica, mos designando nada más los métodos
pudieron así ser rechazados durante científicos para la comprobación de hipó­
milenios, hasta Copémico y Galileo, por­ tesis, para el contexto de justificación.
que podían ser interpretados como simples Nada decimos entonces de la pluralidad de
«anomalías» de la teoría geocéntrica. métodos para el contexto de descubrimien­
to. En este caso, los métodos se podrían
Como ustedes saben, en la investi­ contar por decenas (28). Pero, como digo,
gación actual en psiquiatría y salud men­ tampoco los métodos científicos para la
tal predomina de forma abrumadora la in­ comprobación de hipótesis pueden redu­
vestigación biológica. La investigación cirse a uno sólo, con la hipostasía dogmá­
biológica durante la segunda mitad del si­ tica subyacente de la metodología experi­
glo XX ha realizado, además, grandes mental. Actualmente ya están suficiente­
aportaciones teóricas y técnicas. Pero eso mente delimitados y descritos otros méto­
no debería hacemos perder de vista la po­ dos científicos para la comprobación de
sibilidad, tal vez más adaptada a nuestros hipótesis: el estadístico-correlacional, el
medios, de hacer investigación psicológi­ observacional y el experimental -a los
co-clínica, psicosociológica, psicobio-l6­ cuales, los físicos teóricos y los estudio­
gica, asistencial, epidemiológica, sobre sos de grandes flujos proponen añadir el
técnicas mixtas (incluyendo las biológi­ método simulativo como un método direc­
cas), etc. Por ejemplo, parece que la in­ tamente apoyado en el desarrollo de la in­
vestigación sociológica sobre las institu­ formática.
ciones y la salud (mental) ha desaparecido
de nuestras revistas científicas ¿se tratará A otro nivel, la base epistemológica
tal vez de una «especie sesentaiochesca» de la mayor parte de la investigación y la
en vías de extincion? docencia en salud (mental) es el
empirismo: se cree, más o menos itnplíci­
Otra tendencia dominante, tanto en tamente, que la investigación y la docen­
la investigación como en la docencia, es cia van orientadas hacia y por «la Verdad»,
el reduccionismo. A menudo, el reduc­ «la Realidad», a la cual se llega por la acu­
cionismo es tal que parece simple y llana­ mulación de datos (empíricos). Pero tal vez
mente mecanicismo (26, 27). En otras oca­ fueran mucho más rentables perspectivas
siones, se trabaja con una reducción im­ ontológicas y epistemológicas emergen­
plícita de la metodología para la fompro­ tistas y, sobre todo, constructivistas y
bación de hipótesis, con una imp ícita re­ construccionistas: de hecho, entes tales
ducción extrema de la metodolog a cientí­ como la «Verdad», con «V» mayúscula,
(84) 898 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

son entes muy difíciles de descubrir, so­ docencia norteamericanas son dudosamen­
bre todo desde Heissenberg y su principio te aplicables en nuestras formaciones so­
de indeterminación, y «la realidad» (o los ciales, con una sanidad pública para toda
diversos tipos de realidades) se construye la población y con una eficiencia que sitúa
en la interacción sujeto-objeto al sistema sanitario español, con todas sus
(eonstructivismo). deficiencias, entre los cinco o seis prime­
ros del mundo, además de uno de los po­
A niveles más pragmáticos (tabla cos que han podido combinar un cierto
7), el aserto dominante, como decíamos, desarrollo de la atención primaria con un
es el que propone una «división interna­ cierto desarrollo de la salud mental comu­
cional del trabajo de investigación» entre nitaria pública. Hay mucho que investigar
el Imperio y sus Centros Secundarios: las en este sistema particular y mucho en qué
grandes líneas las marca el Imperio y en ampliar nuestra formación para mantener­
los Cen~os Secundarios el papel funda­ lo y mejorar su efectividad y eficacia, sus
mental consiste en la replicación de expe­ disfuncionalismos, su equidad...
riencias o líneas y papeles secundarios con
respecto a las líneas maestras marcadas y ya que hablamos de investigación
desde ese Imperio (trasnacional). Pero ¿por de las «cualidades de nuestras técnicas y
qué hacerlo así?'-¿No tendríamos más po­ nuestro sistema», es evidente que habría
sibilidades investigando diferencias, inves­ que desbordar de una vez por todas las sim­
tigando cualidades, investigando en otras plistas investigaciones sobre la eficacia de
tecnologías «blandas», por ejemplo fármacos, psicoterapias, tratamientos mix­
psicosociales, investigando nuevas técni­ tos, y pasar a estudiar el resto de las «cua­
cas o adaptaciones tecnológicas a nuestras lidades de una terapia o sistema tecno-sa­
forrilaciones sociales? No hay que olvidar . nitario cualquiera» (tabla 1): eficiencia,
la realidad de que, si bien de los niveles de seguridad, oportunidad, accesibilidad,
eficacia-y..de productividad de algunos cen­ equidad, calidad de vida a la que contribu­
tros asistenciales e investigadores norte­ ye, etc. Yeso puede hacerse en todo tipo
americanos tenemos mucho que aprender, de «instituciones sanitarias» y no sólo en
posiblemente no estamos tan por debajo las «grandes instituciones» u hospitales.
-sino probablemente por encima- del
nivel medio de eficiencia del sistema sa­ Probablamente, las necesidades de
nitario. Y el nuestro es, además, con sus investigación en uno y otros contextos son
multiples defectos e insuficiencias, mucho bien diferentes: puede ser una razón para
más generalizado y equitativo. Ni nos relativizar el aserto dominante de que «la
movemos tan por debajo del nivel medio investigación es 10 que publican las 'Revis­
de la institución media investigadora o tas de Prestigio internacional' y los bancos
universitaria norteamericana. Son datos de datos como MEDLINE y similares».
que, no por conocidos, resultan suficien­ Hoy en día existen otras posibilidades de
temente tenidos en cuenta en las perspec­ revisión de cualquier tema de investigación
tivas europeas de investigación y docen­ probablemente más fiables y seguros: re­
cia: numerosas líneas de investigación y des paralelas de investigadores, foros infor­
Investigación y docencia en salud mental (1) 899 (85)
DEBATES

males, consulta de revisiones y metaanálisis Por otra parte, del valor real, de la
de instituciones independientes como la efectividad (o eficacia real) de la investi­
Colaboración Cochrane, participac~6n en gaci6n estadístico-correlacional en el mun­
grupos de discusión como los de Internet y do actual, dominado por el Dios mercado
similares, consultas directas a grandes cen­ yel «efecto Utah», da una buena muestra
tros bibliográficos mundiales, etc. la retirada anual de fármacos para los cua­
A nivel de ejemplo, vale la pena les, unos años antes, se ha postulado todo
recordar aquí una experiencia que es tipo de excelencias y superioridades. An­
muy común entre todos nosotros. Con tes he p~esto un ejemplo de un psicofár­
fines docentes o de investigación, nu­ maco retirado del mercado en 1998, en un
merosos investigadores españoles rea­ tiempo récord tras su entrada en el merca­
lizan búsquedas, por ejemplo e.n do: menos de un año. Algo similar debe­
Medline. En mi caso, yo hago al me­ ríamos decir del «tolcapone», otra estrella
nos una búsq~eda anual de trabajos fugaz de la farmacología contemporánea,
acerca de la prevención de salud men­ en este caso de la galaxia de los
tal. Con las marcadores que utilizo, antiparkinsonianos... ¿qué ocurre enton­
cada año aparecen preseleccionados ces? ¿Que esa metodología científica debe
unos seis o siete mil trabajos. Tras un ser reconsiderada, pues deja demasiado
cribado general inicial, suelen quedar abierto el campo a la aleatoriedad, el «efec­
entre 300 y 500 trabajos que tal vez to Rosenthab>9, a la hipótesis nula...? ¿O
posean algún interés remoto. Entran­ bien .que, hoy por hoy, es imposible en
do ya en los resúmenes de los traba­ nuestros ámbitos sustraemos al «efecto
jos, la siguiente selección los deja en Utah», como han demostrado bien recien­
40 o 50. Y estudiando después esos temente el lanzamiento qe cierta fluoxetina
trabajos, el grupo de expertos sobre y la «reconversi6n» de las indicaciones de
el tema de la SEMF y C encuentra que algún otro psicofármaco para incluir «la
tienen un cierto interés para nosotros timidez», o, unos años antes, el de.scu­
entre 3 y 4 trabajos (desde luego, un brimento del virus de la ,¡nmu­
máximo de 10). Yeso para un gr~po nodeficiencia humana (VIH), y este mis­
de trabajo dedicado especí-ficamente mo año, del «sildenafilo» o «Viagra»?1O
al tema de Prevención en Salud Men­ Es evidente que, en ocasiones, esos
tal dentro de la Sociedad de Medici­ efectos se buscan intencionalmente:
na Española y Comunitaria. Atrás ese es el caso por ejemplo de lafusión
quedan, cada año, centenares y miles fría descubierta (en la imaginación) en
de trabajos que en este país yo no sé 1989 por Stanley Pons, un investiga­
si se publicarían, pero que, desde lue­ dor norteamericano, probablemente de
go, muchos no leeríamos. Y seguro ­ origen catalán, y Martin Fleischmann,
que esta experiencia resulta replica­ un profesor checoeslovaco afincado en
da por otros muchos investigadores y Inglaterra. .. Sería mo,ravilloso que sim­
estudiosos españoles con ese y otros . plemente con la introducción de elec­
«bancos de datos» y con algunos pro­ trodos de paladio en agua pesada fue­
ductos punteros similares. rti posible convertir el hidrógeno en
(86) 900 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

helio, con la gran liberación de ener­ entre el conocimiento como fin en sí mis­
gía que ello supone. Si esa transfor­ mo cabe el conocer para transformar y, por
mación se consiguiera, supondría la lo tanto, se halla enormemente sujeta a in­
liberación de los actuales problemas fluencias ideol6gicas y socioculturales. En
energéticos actuales de la humanidad. ocasiones parece que casi «intrínsecamente
Que lástima que esa supuesta <<fusión sujeta» a esas influencias, a pesar de que
fría» sólo fuera posible realizarla en todo el método científico es una búsqueda
tres ocasiones: una, Pons y Fleisch­ (¿prometeica?) de la «objetividad», del
mann. Pero las primeras venían ya de desligamiento de las ataduras del científi­
1927 y 1929 de tres científicos (¿o ha­ co y la humanidad como sujetos. Por otro
bría que decir fabulado res ?): un sue­ lado, toda investigación, por científica que
co y dos alemanes (19, 29) La propia se postule, es en realidad más o menos tec­
revista «Science» revelaba el artilugio nológica, es decir tiene que ver con la tec­
de relaciones e influencias que los in­ nología --en el sentido de la tablas 8 y 9.
vestigadores anglosajones habían uti­
lizado para conseguir introducir la no­ La tecnología, a diferencia de la
ticia ...¡en el «Financial Times»! (29) ciencia, busca elaborar una regla para pro­
Pero para entonces, plenamente mon­ ducir un acontecimiento concreto a partir
tados en el «efecto Utah», Pons y de unas condiciones definidas. La investi­
Fleischmann ya habían conseguido gación básica tiene más que vez con el co­
ayudas a la investigación ¿ tal vez para nocer como fin en sí mismo. Pero, como ha
unos 10 años? .. defendido Quintanilla (30) y yo mismo (5,
10), en realidad toda investigación científi­
Todo lo anterior, si no hutJtéramos ca tiene mucho de tecnol6gica, máxime en
caído demasiado en una deformación dog­ el momento actual. Con ello, está sujeta a
mática del ideal y el valor de la ciencia, no las urgencias y presiones determinadas por
debería llevamos a «rasgarnos las vesti­ organizaciones, estructuras e ideologías
duras». En realidad, no hay que olvidar que concretas de concretas coyunturas
toda investigación implica una dialéctica socioculturales y econ6mico-sociales.
Investigación y docencia en salud mental (1) 901 (87)
DEBATES

Tabla 1.
COMPONENTES DE LA CALIDAD DE UNA TERAPIA CUALQUIERA

= Facilidad con la cual los consultantes pueden


obtener atención cuando la necesitan.

= Forma de provisión de un cuidado o terapia,


según el estado del desarrollo tecnológico.

= La atención necesaria está coordinada entre·


diferentes profesionales, dispositivos,
organizaciones y a lo largo del tiempo.

= Las técnicas o procedimientos se


proporcionan de forma adecuada, según el
desarrollo tecnológico medio (<<eficacia real»).

= Capacidad de una técnica para solucionar


los problemas para los cuales está indicada.

= Consumo de esfuerzos, economía, personal,


repercusiones indeseables, etc de una técnica.

= Grado en el cual los procedimientos están


libres de azar o peligros potenciales.

= Grado en el cual la atención se proporciona


cuando se necesita.

= Evaluación «objetiva» y mediante entrevista de


la satisfacción de los mismos.

= Variación en la calidad de vida, evaluada


según los sistemas habituales, entre el «antes» y
el «después» (o «durante») de una terapia.

= Grado de incorporación de los pacientes y sus


sus familias en los procesos de decisión de la
técnica y en los procesos y procedimientos
exploratorios y terapéuticos.
(88) 902 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

Tabla 2.EL PROGRAMA PRIORIZADO DE FORMACiÓN CONTINUADA


EN SALUD MENTAL PARA LA ATENCiÓN PRIMARIA
DE SALUD DE CATALUNYA
~$~4~~~~~~I~,f%;'p~nt~~~W~~r)y~~'ry~¿r!f<~:l~~"ff1~~~.

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1. Curso de 1. Curso de 1. Curso de 1_. Curso de


entrevista clínica entrevista clínica entrevista clínica entrevista clínica

2. Curso básico de 2. Curso básico de 2. Curso básico de 2. Curso básico de


formación en S.M. formación en S.M. formación en S.M. formación en S.M.
para A.P.S. para A.P.S. para enfermeras para T.S. de A.P.S.
de A.P.S.
(Intervención
psicosocial 1)

3. Introducción 3. Introducción 3. La intervención 3. La intervención


a la atención a la a la atención a la psicosocial de la del T.S. con grupos
FAMILIA desde FAMILIA desde enfermera (nivel específicos de
la A.P.S. la A.P.S. 11) consultantes.

4. Introducción a 4. Abordaje del 4. Aspectos 4. Técnicas


los PROGRAMAS DUELO Y LAS psicológicos de grupales para
PREVENTIVOS PÉRDIDAS los CUIDADOS T.S. de A.P.S.
para pediatría DE ENFERMERfA
de A.P.S.

5. Grupos de 5. Grupos de 5. Grupos de s. Grupos de


Reflexión (tipo Reflexión (tipo Reflexión (tipo Reflexión (tipo
BALINn ó BALINT) ó BALINn BALiNn
Seminarios de Detección y
Antropología tratamiento precoz
básica de la DEPRESiÓN

(Qerivada del Documento Final del Grupo de Trabajo sobre «Formación Continua­
da en Salud Mental para la A. ~S.» del Programa de Salut Mental (Servei Catalá de la
Salut), coordinado por el autor, 1996),"
Investigación y docencia en salud mental (1) 903 (89)
DEBATES

Tabla 3. FARMACOEPIDEMIOLOGfA y FARMACOECONOMrA


DE ALGUNOS PSICOFÁRMACOS

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,,~$SKwi ;W~' "i@!
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ATD * 17 DHD 13'23 DHD 9'26 DHD


(entre 12 y 20)

* 5'7 % de los
fármacos = 75 %
de los recursos.

* 48% de 26,3 % en un año 247 % (10 años)


incremento en
2 años

BZD * 44'6 DHD 50'16 DHD 22'12 DHD


(entre 39 y 49).

80 DHD reales 100 DHD reales 70 DHD reales


97 %

en 5 principios

Incremento:
20'7 % en un año. 106 % en 1 O años

Consumen Psicofármacos de formg, habitual:


Al menos/ 2-3 % de la población
(90) 904 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

Tabla 4. DOS PERSPECTIVAS DE LA INVESTIGACiÓN (y la Docencia)


EN NUESTRA COYUNTURA sociocultural (1)

Básica · Investigación clínica y


· reflexión sobre la clínica.

Científica · Aplicada, no de conceptos, Teorías y


modelos básicos.
· Tampoco investigación tecnológica

Biológica · Psicológica
· Particularizada (??)
· de lo individual o de grupos sin
controlo comparación.
· pocas veces psicosocial,
asistencial, sociológica...

Reduccionista, · En contadas ocasiones se investiga la


casi nunca bio-psico-social combinación de tratamientos
(agorafobia, tr. obsesivos...)

Metodología Reflexión
Epistemología empirista Ept. hermenéutica, dadaísta,
del sentido común, ingenua...

Solipsista, mecanicista... Constructivista, construccionista... ?


Investigación y docencia en salud mental (1) 905 (91)
DEBATES

Tabla 5. DOS PERSPECTIVAS DE LA INVESTIGACiÓN (y la Docencia) EN NUES­


TRA COYUNTURA sociocultural

* Imperial y de los Centros * De grupos e indivíduos aislados,


Dependientes del Imperio finisecular. heroicos, solitarios, no integrados...

* La Imperial, * «Distracciones», papeles


tanto investigación científica secundarios, seguidismo... ?

como tecnológica

* de la Eficacia * de lo humano, la hermenéutica...

* propia de «las Instituciones» * propia de las «mentes pensantes y


(= las grandes instituciones y ensibles, más allá de la ciencia,

las instituciones «totales»). antiprotocolos»

* lo que publican las «Revistas de * desprecio de la publicación en esas


Prestigio internacional» Revistas y sistemas «protocolizados»
(92) 906 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

Tabla 6.
OTRA PERSPECTIVA, tal vez menos sectaria, DE LA INVESTIGACiÓN
(y la Docencia) EN NUESTRA COYUNTURA sociocultural

Básica · Pero también APLICADA


y de la PRAGMÁTICA.
Cien'tífica Pero también en la Investigación «básica»
pesan:
· la Ideología: el affair Burt
· La INVESTIGACiÓN TÉCNICA
Y TECNOLÓGICA.
Acumulativa y · Contra el desconocimiento y los
reductora del desconocimiento dogmas (=seudoconocimientos).
· Con «revoluciones científicas»
Biológica · Psicológico-clínica
· Psicosociológica
· Asistencial, es decir, socioeconómica.
Reduccionista · BIO-PSICO-SOCIAL
· Emergentista.
· Constructivista
Metodología · Hay diversos modos de investigación
y diversas metodologías científicas.
Estadística ·Estadístico-correlacional, observacional,
experimental, simulatival ...
Epistemología empirista · Inv. Tecnológica con metodología científica
y Ept. del realismo no representativo,
constructivista, construccionista•••
Orientada hacia la Verdad, · La REALI DAD como METÁFORA se
La Realidad construye RELACIONAL YCONTEXTUALMENTE:
· Principio de Indeterminación
· Efecto Rosenthal
· Efecto UTA
Investigación y docencia en salud mental (1) 907 (93)
DEBATES

Tabla 7.
OTRA PERSPECTIVA, tal vez menos sectaria, DE LA INVESTIGACiÓN
(y la Docencia)
EN NUESTRA COYUNTURA sociocultural (11)

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* Similar en el Imperio y en sus Centros * En los países y centros secundarios


Secundarios del Imperio no hay otros programas

más eficientes?

* de la EFICACIA 1 * o también de la EFICIENCIA,


SEGURIDAD, OPORTUNIDAD,

ACCESIBILIDAD, etc?

* propia de «las INSTITUCIONES. * Necesidades diferentes de


(= las grandes instituciones y las la investigación en SM actual

instituciones «totales»).

* lo que publican las «Revistas de * Otros sistemas de revisión:


Prestigio internacional. y Medline meta-análisis, Colaboración Cochrane,

y similares.. etc.

* «Colegios invisibles».
* Internet.
~

* Contando con las condiciones

reales para publicar un trabajo

* rigurosamente CO~TROLADA . Es cierto en Medline?:

. el fenómeno Oarsee.
(94) 90& Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

Tabla 8.
DIFERENCIAS FORMALES Y EPISTEMOLOGICAS
ENTRE CIENCIA Y TECNOLOGíA
(modificada de Quintanilla, 1978, 1981 YTizón 1995)

It:TI:T:'~~~:irT~~!C~~~f~~?~~':~~];J~r~'~~~~~~¡~~~rt!~=0.~!
t~?¡'~:~i0!~. &0k;;Y~. k~f*»~~~~\.~<tM$'<l%(.~ ,,<~,>~<~"<'2é~l~~~~At~J&~_4A'1'.
W",'i(;, ,,~,~ ,~¡{;'¿«d é= ~ ., iW!W~.,.'.; ~ x
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Punto de A Acontecimiento Resultado


partida a explicar a producir
C Condiciones en las que Condiciones en las que
se produce A. conviene producir A

Objetivo L Ley o teoría que explique LEY que permita elaborar


la dependencia de A una REGLA para producir
respecto de C A a partir de C

Tabla 9. Investigación científica e investigación tecnológica.

EN REALIDAD TODA INVESTIGACiÓN

= dialéctica entre
EL CONOCIMIENTO COMO FIN EN sí MISMO

versus

EL CONOCER PARA TRANSFORMAR

y, por tanto,

1) ENORMEMENTE SUJETA A INFLUENCIAS


IDEOLÓGICAS Y SOCIOCULTURALES

2) SIEMPRE MÁS O MENOS TECNOLÓGICA


Investigación y docencia en salud mental (1) 909 (95)
DEBATES

NOTAS

1 Comunicación verbal realizada por los respresentates de la administración de la Comunidad de Madrid en la


Inaguración de las X Jornadas de la Asoc. Madrileña de Salud Mental (AEN), 11 de junio de 1998.

2 No olvidemos, sin embargo, que los mayores «agujeros financieros» producidos en los últimos decenios en
nuestro país, han sido producidos por la «iniciativa privada». Y que entonces, la solidaridad de los medios e
instituciones públicas si se ha invocado, se ha puesto en marcha y ha tenido que aplicarse con consecuencias
políticas graves y, a menudo, paradógicas: algunos malos administradores han usado y abusado durante afios,
gracias a las ayudas públicas recibidas, de una gran popularidad mediática y social.

3 Etimológicamente, clínico y clínica vienen de lecho y, por lo tanto, de «estar junto al lecho», en la cabera de los
pacientes o consultantes.

4Pues la realidad clínica y social es tozuda e investigaciones indePendientes como las de la Fundación Cochrane
no dejan en buen lugar la pretendida eficacia y eficiencia del «managed care».

5 Con una demanda que, en el caso de la Unidad de Salud Mental de Sant Martí Nord (Barcelona), en la que
trabajo, sigue SUPerando una incidencia en servicio anual del uno por ciento de la población desde hace más de
dieciséis años.

6 En este sentido recuerdo a menudo que, si bien las técnicas de auscultación, radiológicas, de laboratorio, de
imagen computerizada, etc. son básicas en la asistencia médica y los médicos deben formarse adecuadamente en
ellas, niguna de las mismas es usada en más del 20 a 30 por ciento de las entrevistas o visitas... Por el contrario,
la entrevista clínica y sus técnicas (o la carencia de ellas) es usada ... ¡en el 100 por cien de las entrevistas,
naturalmente!

7 Aunque vengo nombrándolas así desde hace años, como ustedes saben, en 1997 Hoolywood ha hecho tan
popular a Godzilla que, tal vez, convendría cambiar el nombre de la segunda de ellas. Antes, Godzilla era un
simple monstruo de films japoneses de serie B y C, sobre el cual se llegaron a realizar decenas del filmes. Un
gran monstruo procedente de la prehistoria que, como tal vez King-Kong, posee atributos humanos: ternura,
sentido del humor, sarcasmo en ocasiones... Y resultaba menos grandioso y apabullante que King-Kong. Por el
contrario, «Bambi» podría representar la quintaesencia de la sensibilería de determinada cultura occidental, una
forma refinada de utilizar el sadomasoquismo en los mitos y cuentos familiares, y uno de los métodos más
eficaces para sujetar a los niños frente al vídeo, durante los últimos 20 o 30 años.

8Pero no ocurre lo mismo en las disciplinas psicológicas, psicosociales y sociológicas de las «ciencias y técnicas
de la salud mental»: la investigación básica resulta a menudo desdeñada o pospuesta por intereses inmediatistas
y pragmáticos. O, simplemente, por el desinterés.

9 ¿Pero cómo, si gran parte de los estudios valorados son bianónimos, aleatorizados controlados?

10 Puedo poner hoy aquí un ejemplo procedente de mi propia eXPeriencia personal que radicaliza la complejidad

de lo que vengo diciendo: Aunque a algunos les parezca casi un sueño, el franquismo existió. Y una parte de la
contestación al mismo, al menos en sus fases tardías, estuvo representada por el movimiento de la reforma
psiquiátrica. Las huelgas de Oviedo y la solidaridad con los trabajadores del Hospital Psiquiátrico de Oviedo fué
uno de sus momentos álgidos: la solidaridad y las huelgas de solidaridad (por definición «huelgas políticas») se
extendieron por el país a través de las huelgas en otras instituciones de salud mental. Aunque no aparezcan
muchos datos ni en la «historias oficiales» ni tan siquiera en las historias alternativas, algunos de los que partici­
pamos en estas huelgas solidarias, tras ser intimidados de diversas formas por las empresas y las «fuerzas del
orden» (se trataba de «huelgas políticas») fuimos deSPedidos por ello. Más tecnocráticamente, «nuestros contra­
tos no fueron renovados»... En algunos casos, a pesar de las promesas anteriores. Pero no sólo fuimos despedidos
(96) 910 Investigación y docencia en salud mental (1)
DEBATES

sino que funcionaba un sistema, que por entonces se llamaba «listas negras», que significaba que cuando uno iba
a buscar trabajo era rechazado una y otra vez en virtud de los informes políticos previos acumulados por tales
«actividades subversivas». La terquedad y primitivismo de tal sistema represivo fué tal que yo mismo tengo la
experiencia de ir a comenzar un nuevo trabajo maftana por la maftana y por la noche recibir una intempestiva
llamada de mi futuro director (y amigo) que te dice con voz ronca y entrecortada: «Pues mira, no puedes entrar...
y se que entrabas maftana, pero ...» Esa situación llevó a más de uno a la emigración y a otros nos obligó a
trabajar como médicos de cabecera en el INP... y complementariamente, a trabajar como contratados en la indus­
tria ~uíll)ico-fannacéutica. Y con ello, como digo a veces con humor negro, Franco, sin saberlo, nos enseftó
m~has cosas contra el «pensamiento ártico», del que él mismo rué un adelantado y primitivo defensor. En mi
caso, pasé dos afIos trabjando en un «departamento de investigación» de una industria químico-farmacéutica
nacional asociada con uno de los laboratorios mundiales punteros en la investigación en farmacología del SNC.
Mi obligación consistía en seleccionar los trabajos clínicos, farmacológicos y de investigación que me parecían
metodológicamente más correctos y recomendar o realizar su traducción o resumen. Es decir: personalmente
valoraba, de entre centenares de trabajos internacionales referidos a los principios activos del laboratorio, cuáles
iban a utilizarse para la valoración y difusión de los productos. Uno de los productos de tal laboratorio y de sus
asociados intenacionales, se mantuvo entre 3 y S aftos como líder de ventas nacional e internacional... Por mis
manos pasaron centenares de trabajos clínicos y farmacológicos referidos al mismo. Como el caso de los referi­
dos a otros fármacos, estoy seguro que la mayoría, si no todos aquellos trabajos, eran metodológicamente correc­
tos... La mayoría obedecían a UDa metodología «bianónima cruzada» o «aleatorizada controlada». Y sin embar­
go, hoy ese producto ha desaparecido del mercado, no por haber sido superado por otros más modernos, sino
porque estudios independientes anteriores y posteriores mostraron su total ineficacia y las bases míticas sobre las
que estaba «explicado» su mecanismo de acción. Para mí es una buena muestra de que «hay un fantasma en la
máquina»~de que no se trata tan sólo de mala voluntad y prácticas corropt8S de los investigadores y las empresas
químico-farmacéuticas. Todos tenemos noticia de «ensayos clínicos» cuyos datos y pacientes se fabrican en una
noche de insomnio o de borrachera, pero ¿centenares de estudios, de centenares de investigadores en decenas de
países? Por eso digo que esa experiencia me hizo «aprender mucho», «gracias a (o a pesar de) Franco»: de ahí
viene una parte de mi convicción personal de que existen una serie de sesgos intrínsecos en la situación actual de
la ciencia y la tecnología

BffiLIOORAÁA
las referencias bibliográficas aparecerán en la segunda parte

* Psiquiatra de Atención Primaria y Psicoanalista.


Director de la Unidad de Salud Mental «Sant Martí-Nord»
Institut Catalá de la Salul. Barcelona

Dirección:
Unitat de Salud Mental de Sant Martí-Nord (I.C.S.)
Plaza de la Infancia, sin
08020 - Barcelona

Fecha de recepción: 23-Vlll-2000

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