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El procedimiento administrativo

Situación práctica relacionada con el desarrollo conceptual de la lectura

Retomaremos aquí la situación práctica que imaginamos como disparador para


distintas indagaciones en la lectura anterior. Recordemos: el ministro de Educación
dicta la Resolución N.° 25/2021, que dispone que los docentes que no trabajan en
forma presencial en la escuela y dan todas sus clases vía plataformas virtuales
dejen de percibir la bonificación correspondiente a zona desfavorable (que percibían
aquellos que se desempeñaban en establecimientos alejados o sitos en zonas
peligrosas). La resolución es notificada electrónicamente vía plataforma Ciudadano
digital a la totalidad de la plantilla docente, cumpliendo con los requisitos para la
notificación fehaciente que establece la Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658)1,
modificada por la Ley N.° 10 618 de Simplificación y modernización de la
Administración2.

[1] Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658). (21 de marzo de 1972). Procedimiento Administrativo. Gobernador de la provincia de
Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/3hhwCBI
[2] Ley N.° 10 618. (13 de marzo de 2019). Simplificación y modernización de la Administración. Legislatura de la provincia
de Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/3gfUUe3

Procedimiento administrativo

Clases de procedimientos administrativos


Principios del procedimiento administrativo

Recursos administrativos

Video conceptual

Referencias
LECCIÓN 1 de 6

Procedimiento administrativo

El procedimiento administrativo constituye uno de los


elementos del acto, ya que la ley establece cuáles son los pasos
previstos para que la Administración concluya en el dictado de
un acto administrativo.

Este elemento tiene una particular característica: al estar presente en el


ejercicio de la función administrativa se presenta como una doble garantía.
Por un lado, para el administrado, ya que la Administración deberá respetar el
procedimiento definido legalmente para el desarrollo de su función y así se
verá imposibilitada de actuar fuera de su competencia y, por el otro, es
garantía de eficacia, ya que cumpliendo con el procedimiento establecido por
la ley se garantiza la protección del interés público receptado en ella.

Para hacer más comprensible esta doble característica del procedimiento


administrativo hay que regresar al módulo estudiado anteriormente y
repasar la idea de Estado y las características del Estado de derecho. Es
sabido que el Estado, a través de sus órganos, es quien procura la
satisfacción del interés general y que, en el desarrollo de sus funciones, debe
respetar la ley porque es la que establece cuáles son sus funciones y
competencias.

Esta sujeción a lo establecido en la ley, hoy ampliada a todo el ordenamiento


jurídico, es la que garantiza, a quienes forman parte de un Estado, que la
Administración, en el desempeño de la función administrativa, debe respetar
el procedimiento establecido.

De esta manera se puede definir al procedimiento administrativo como “el


cauce formal de la serie de actos en que se concreta la actuación
administrativa para la realización de un fin” (García de Enterría y Fernández,
2006).

Ha sido también es definido como una “sucesión ordenada de actos y tareas


materiales y técnicas cumplida por o ante los órganos administrativos,
tendientes al ejercicio de la función administrativa” (Hutchinson, 2003).

Retomemos aquí la situación práctica hipotética que venimos


utilizando como útil herramienta para observar en la práctica
cómo operan los institutos que venimos analizando desde la
teoría. Previo al dictado de la Resolución N.° 25/2021, sin dudas
hubo un procedimiento, incluso si el acto administrativo dictado
no lo fue como consecuencia de un pedido formulado por un
ciudadano. Este tipo de procedimientos generalmente ordenan
el “camino” que seguirá un expediente administrativo, previo al
dictado del acto. Estos caminos suelen estar plasmados en un
“cursograma”. Esta herramienta es manejada en todas las
reparticiones de, por ejemplo, un ministerio. En un caso como el
propuesto, entre los pasos procedimentales a seguir tendremos,
como mínimo, la elaboración de un dictamen previo por parte
del órgano técnico de asesoramiento legal.

Publicación: La Administración Pública y el Estado de Derecho

La Administración Pública y el Estado de Derecho.pdf


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Dentro del concepto general del procedimiento administrativo expuesto, se


incluyen diferentes clases de procedimientos que, según el autor que se siga,
se podrán clasificar de distintos modos, pero pueden ser resumidas del modo
que veremos a continuación.

C O NT I NU A R
LECCIÓN 2 de 6

Clases de procedimientos administrativos

Una clasificación primaria es la de procedimientos generales y


especiales.

PRO C E D I M I E N T O S G E N E RA LE S PRO C E D I M I E N T O S E S PE C I A LE S

Dentro de los generales se pueden incluir a todos aquellos regidos por leyes
nacionales, provinciales o municipales, que establecen de manera genérica un
régimen determinado para la actuación de la Administración. En la mayoría de
los casos, estas legislaciones establecen patrones generales de conducta,
como así también los principios básicos del procedimiento administrativo.

PRO C E D I M I E N T O S G E N E RA LE S PRO C E D I M I E N T O S E S PE C I A LE S

Establecen cauces de actuación específicos para determinados órganos de la


Administración. Tienen que ver con el permanente crecimiento de la
regulación normativa en el ámbito de actuación de la Administración Pública,
además de la ampliación y concesión de los servicios públicos, y de la
multiplicidad de órganos que ejercen función administrativa (sobre todo a
nivel nacional), los cuales exigen la creación de regímenes especiales.

En el caso de nuestra situación hipotética, ¿de qué clase de


procedimiento crees que se tratará?

Una segunda clasificación relacionada con la actividad desarrollada por la


Administración es la de procedimientos declarativos, que son aquellos
mediante los cuales se establece de qué forma se aplica lo prescripto en la
ley; procedimientos de ejecución, que son aquellos a través de los cuales la
Administración, como su nombre lo indica, ejecuta lo declarado, y
procedimientos de simple gestión, que son aquellos a través de los cuales la
Administración prepara la elaboración de una declaración o ejecución.

Dentro de la clasificación propuesta en el párrafo anterior, resulta un tanto


más sencillo ubicar al procedimiento de nuestro caso hipotético: por cuanto
consiste en la vía preparatoria de una declaración de la Administración, sin
dudas se tratará de un procedimiento de simple gestión. En cuanto a la
continuidad del expediente (¿recuerdas que hicimos referencia a la
notificación y pase del expediente al Ministerio de Economía y luego a la
oficina de Recursos Humanos del Ministerio de Educación?), cuyo fin es la
ejecución de lo dispuesto mediante la Resolución N.° 25/2021, se tratará sin
dudas de un procedimiento de ejecución.

A su vez dentro de esta categoría puede incluirse otra subclasificación. Por


un lado, están los procedimientos recursivos, que son aquellos mediante los
cuales una parte interesada en el procedimiento impugna una decisión de la
Administración porque con ella se ha afectado un derecho subjetivo o un
interés legítimo. Por el otro, los procedimientos sancionadores, que son
aquellos a través de los cuales la Administración decide la imposición de una
sanción a un particular relacionado con ella.

C O NT I NU A R
LECCIÓN 3 de 6

Principios del procedimiento administrativo

El procedimiento administrativo tiene una doble finalidad: por un


lado, garantizar a los particulares el actuar legítimo de la
Administración y, por el otro, la autotutela de la Administración,
todo orientado siempre por el criterio rector del fin público.

En este punto podrás observar la similitud que existe entre el procedimiento


administrativo y el proceso judicial, comenzando con los principios
característicos del procedimiento administrativo que lo distinguen del
judicial.

Legalidad objetiva

Este principio establece que el actuar de la Administración debe ser siempre
conforme a la ley, pero no solo respetándola –como el deber que tiene
cualquier ciudadano–, sino obrando conforme a lo que ella prescribe.

Recordemos que el fin de la Administración es la búsqueda del bien común y,


en el ejercicio de la función administrativa, solo podrá actuar como la ley
prescribe que lo haga. De esta forma se protegen los intereses de los
particulares, pero también, y principalmente, el de todos los ciudadanos que
integran la comunidad.

En los últimos años, este principio de legalidad se ha ampliado no solo a lo


que la ley específica prescribe, sino a todo el bloque normativo. En
consecuencia, la Administración debe, en el desempeño de sus funciones,
respetar todo el orden jurídico.

Informalismo a favor del administrado



Este principio exime a los particulares de cumplir con formalidades
innecesarias para la petición ante la Administración, así se garantiza el pleno
ejercicio de sus pretensiones en el procedimiento.

Esta dispensa en las formalidades es solo en beneficio de los administrados y


solo puede ser invocada por ellos. El procedimiento es informal solo para el
administrado mientras que la Administración debe cumplir con todas las
formalidades que la ley haya prescripto.

De esta manera se pretende que el procedimiento llegue siempre a su fin, sin


interponer valladares innecesarios para los administrados. Así, por ejemplo,
no es necesaria la caratulación de las pretensiones o de los recursos, o el
patrocinio letrado en sede administrativa.

Si bien este último punto no puede encontrar un reflejo en nuestro caso


práctico, sí lo hace el relativo al principio de legalidad: este requerirá que el
acto administrativo esté fundado, con una indicación precisa de las causales
que lo justifican (motivación). El cumplimiento del “cursograma” al que
hacíamos referencia previamente, el dictamen jurídico previo, hacen al
cumplimiento del principio de legalidad.
Impulsión de oficio

En virtud de este principio, la Administración es quien debe llevar adelante el
procedimiento. Es la autoridad administrativa quien dirigirá y ordenará todo lo
necesario para que el procedimiento llegue a su fin.

Existen algunos procedimientos en los que también el administrado estará


interesado en que la Administración termine con el procedimiento y dicte una
resolución final, por esta razón es que también el interesado puede impulsar
el procedimiento.

Por lo dicho anteriormente, en el procedimiento administrativo puede operar


la caducidad de la instancia. Así, una vez vencidos los plazos establecidos por
la ley para que el administrado cumpla con determinada actuación y este no
lo hiciese, puede decretarse la caducidad y ordenarse el archivo de las
actuaciones, sin perjuicio de que el administrado podrá volver a iniciar un
nuevo procedimiento.

Verdad real

Por este principio la Administración, a lo largo del procedimiento, se encuentra
obligada a obtener la verdad material; es decir que debe averiguar lo
acontecido realmente y no puede contentarse con los hechos relatados por
una de las partes, debe necesariamente buscar la verdad de los hechos
acontecidos.

Este principio es notablemente diferente a lo que sucede en el proceso civil,


donde el juez decidirá en derecho lo que las partes hayan probado (es decir
que, en ese proceso, la verdad es la aportada por las partes y sobre ella
deberá decidir el juez). Por el contrario, en el procedimiento administrativo, al
ser la Administración juez y parte, se encuentra obligada a buscar la verdad
real en garantía de los administrados que son parte del procedimiento y del
interés general.

Debido proceso

Este principio exige el cumplimiento de un determinado procedimiento
predispuesto normativamente para la obtención de una decisión. Así se
garantiza que la Administración obtendrá una decisión siempre atravesando
las pautas fijadas por la ley. Sobre este principio señala el Dr. Claudio Martín
Viale:

La doctrina lo distingue de dos maneras: debido proceso


adjetivo, que es el conjunto de comportamientos de tipo
instrumental que se deben tener en cuenta, y debido proceso
sustantivo, en el cual los comportamientos a observar son
aquellos que exigen que las decisiones sean valiosas, es decir,
que se conformen según lo que dice el ordenamiento jurídico de
fondo o sustantivo. (Ildarraz, Zarza Mensaque y Viale, 2001, p.
629).

Veamos la importancia de esta clasificación en nuestra situación práctica


hipotética: El debido proceso adjetivo se vería plasmado en el ya mencionado
respecto al cursograma, previo a la realización de dictamen jurídico, etcétera.
El debido proceso sustantivo se observará en los elementos del acto
administrativo y en su apego al derecho vigente.
Derecho de defensa

Este principio constitucional, pilar fundamental del Estado de derecho,
establece la posibilidad de participar del procedimiento en todo su desarrollo,
aportar las pruebas, acceder a las actuaciones administrativas, tomar vista
de los expedientes, como también recurrir las decisiones de la Administración
que afecten derechos o intereses legítimos.
Es importante destacar que es posible ocurrir a cualquiera de los medios de
prueba en el procedimiento administrativo.

C O NT I NU A R
LECCIÓN 4 de 6

Recursos administrativos

Como vimos anteriormente, los recursos administrativos son parte del


procedimiento administrativo, incluso algunos autores los incluyen como una
categoría dentro de la clasificación de los procedimientos administrativos.
Ha indicado al respecto el Dr. Viale que

el recurso administrativo es el medio jurídico del que dispone un


interesado, dentro de un procedimiento, para impugnar un acto
administrativo en cuanto lo afecta una situación jurídica, ante la
propia Administración que lo produjo, para hacer valer las
razones jurídicas que lo asisten. (Ildarraz, Zarza Mensaque y
Viale, 2001, p. 654).

A partir de esta definición podemos entender que el recurso es la posibilidad


con que cuenta el administrado de impugnar una decisión de la
Administración, pero esta posibilidad está dada por la posición jurídica que
ocupa ese administrado. Es decir que este sujeto debe verse afectado por el
actuar de la Administración en un derecho subjetivo o un interés legítimo.
Esto es lo que se conoce como legitimación activa.
Además, hay que distinguir el recurso administrativo de la denuncia o el
reclamo. En estos últimos, el administrado no es parte en un procedimiento
administrativo (el cual posiblemente se inicie a partir de ese acto jurídico). En
cambio, en el caso del recurso, el administrado forma parte de un
procedimiento administrativo o al menos de la medida impugnada. Es lo que
sucede si se ve afectado el interés legítimo de un particular que no formó
parte en el procedimiento administrativo, pero la decisión de la
administración lo afecta. En este caso, tiene la posibilidad de recurrirla.

La decisión de la Administración que afecta al administrado debe tener el


carácter de definitiva, es decir, debe ser un acto administrativo (ya sea de
alcance general o particular) a través del cual la Administración manifieste su
voluntad y, de esta manera, afecte la situación jurídica del administrado. De
allí que la doctrina y la jurisprudencia sostengan que no son recurribles los
actos preparatorios, como tampoco los dictámenes de los órganos de
asesoramiento técnico o legal.

Por otro lado, hay que señalar que los recursos administrativos, como el
concepto lo señala, tramitan siempre en sede administrativa. Es decir que
quien resolverá la impugnación será siempre un órgano de la Administración,
el mismo que haya dictado el acto administrativo o uno superior,
dependiendo del recurso interpuesto.

Es importante destacar que el procedimiento recursivo


garantiza la posibilidad de discutir una medida dispuesta por la
Administración, que afecte el interés de uno o varios
administrados, pero no la de obtener un resultado favorable. De
esta manera, la protección al administrado es brindarle la
oportunidad de impugnar una decisión, pero no con ello se
garantiza que la cuestión de fondo introducida en el recurso
deba ser acogida por la Administración.

Habiéndose introducido al procedimiento recursivo, corresponde exponer


cuáles son los más frecuentes en las leyes de procedimiento administrativo.
Aclaramos que existen otros recursos especiales dispuestos en algunos
regímenes muy específicos.

Reclamo administrativo previo

Recordemos lo ya visto: el reclamo administrativo previo es aquella petición


mediante la cual se requiere a la Administración Pública que se pronuncie
sobre una pretensión jurídica regulada por el derecho común.

Mera denuncia: "el denunciante no es parte en las actuaciones si es titular de


un interés simple". Esta solución está contemplada en el art. 75 de la Ley N.°

5 360 (T. O. Ley N.° 6658)3. No obstante, no está exenta de críticas por parte
de la doctrina.

[3] Art. 75, Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658). (21 de marzo de 1972). Procedimiento Administrativo. Gobernador

de la provincia de Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/3hhwCBI


Recurso de reconsideración

Mediante esta vía recursiva se pretende la impugnación de un acto


administrativo ante la misma autoridad que lo dictó, solicitando su
revocación, sustitución o modificación.

Se procura mediante este medio de impugnación que el órgano


administrativo que dictó la medida revea su decisión y, por contrario imperio,
anule, modifique o sustituya el acto dictado.

Esta es la primera vía impugnativa y procede contra actos administrativos


definitivos o asimilables a tales (aquellos que, sin ser definitivos, ponen fin a
determinada etapa o impiden la continuidad del procedimiento o, en última
instancia, impiden que determinada cuestión sea revisada con
posterioridad). De esta manera, esta vía impugnativa podrá intentarse contra
este tipo de actos cuando vulneren un interés legítimo o un derecho
subjetivo.

Es presentado, como se dijo, ante la misma autoridad que dictó el acto


administrativo y es ella quien resolverá el recurso, aun en aquellos casos en
que haya actuado por delegación.

En el caso de la Ley de Procedimientos Administrativos nacional (N.° 19

549)4, este recurso es de uso facultativo y, siempre que se interponga, lleva


implícito el recurso jerárquico (es decir que el recurso jerárquico, siempre que
se propugne el recurso de reconsideración, es interpuesto en subsidio). En la
Ley de Procedimientos Administrativos de la provincia de Córdoba (N.° 5 330

–T.O. Ley N.° 6 658–)5, el recurso de reconsideración es de interposición


obligatoria para el agotamiento de la vía administrativa (es decir que, para la
continuidad de las demás vías recursivas, necesariamente en primera
medida debe interponerse el recurso de reconsideración).

[4] Ley N.° 19 549. (3 de abril de 1972). Procedimiento Administrativo. Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de

https://bit.ly/3ggPejS

[5] Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658). (21 de marzo de 1972). Procedimiento Administrativo. Gobernador de la

provincia de Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/3hhwCBI

Los plazos de interposición varían: a nivel


nacional es de 10 días y en la provincia de 5 días,
en ambos casos desde que se notificó el acto
administrativo de carácter particular o desde su
publicación, en el caso de los actos
administrativos de alcance general.

La pretensión objeto del recurso puede variar de acuerdo a cuál haya sido el
agravio sufrido. De esta manera puede solicitarse la anulación total del acto
atacado, o puede solicitarse la modificación por no estar totalmente
contemplada la pretensión inicial, si fuere el caso, o también solicitarse la
sustitución del acto.

El recurso de reconsideración es facultativo pero necesario porque puede, o


no, presentarse. Sin embargo, si no se interpone, el acto queda firme.

Como ya hemos analizado las distintas hipótesis recursivas (cuáles son


procedentes y cuáles no) y los posibles resultados de cada una de ellas en el
marco de otra situación práctica planteada en un concepto central anterior,
no redundaremos en ello en este concepto central. Sí nos limitaremos a
indicar que un eventual recurso de reconsideración planteado ante la
Resolución N.° 25/2021 debería ser resuelto por el mismo ministro de
Educación, que fue quien la dictó.

Recurso jerárquico

Es el medio impugnativo a través del cual se manifiesta la relación jerárquica


que caracteriza a la organización administrativa, ya que mediante este
recurso es el superior jerárquico de quien haya dictado el acto perjudicial
quien deberá resolver la impugnación. De esta manera se ejerce el control de
juridicidad de los actos administrativos por toda la estructura jerárquica, y el
administrado podrá conocer a través de la resolución la opinión de la máxima
autoridad jerárquica del órgano administrativo. El recurrente podrá, en esa
instancia, ampliar los fundamentos expuestos, a fin de que el superior
jerárquico resuelva en forma fundamentada y, de esta manera, quedará
expedita la vía judicial.

El recurso puede ser interpuesto en forma subsidiaria con el de


reconsideración o directamente una vez resuelto este. Se presenta ante el
órgano emisor del acto lesivo y este lo elevará a su superior para su
resolución. Es decir que se presenta ante el emisor, pero se sustancia (con
pruebas, pericias, etc.) ante el superior, quien será el encargado de resolver.

En el caso de la provincia de Córdoba, el recurso debe ser


interpuesto dentro del plazo de 10 días de resuelto el recurso de
reconsideración. Recordemos que, en esta provincia, el recurso
de reconsideración es de carácter obligatorio, por lo cual el
jerárquico siempre será presentado contra la resolución de una
reconsideración, ya sea expresa o tácita. Además, existe la
posibilidad de presentarlo en forma subsidiaria con la
reconsideración. Así, resuelta esta se elevará al superior a los
fines de que resuelva el jerárquico y, en plazo de 10 días
posterior a la resolución de la reconsideración, el administrado
podrá ampliar fundamentos.

En el orden nacional, el recurso jerárquico es de presentación obligatoria para


lograr el agotamiento de la vía administrativa y el plazo para presentarlo es
de 15 días. Por esta razón, siempre que se interponga un recurso de
reconsideración, llevará implícito el jerárquico en subsidio sin necesidad de
expresarlo, ya que se interpreta que quien pretende que la medida se revea
mediante un recurso que no es obligatorio, con mayor razón, pretenderá que
se lo haga mediante un recurso que sí es obligatorio.

Artículo 83, Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.o 6 658): Recurso jerárquico. Forma,
plazo y procedimiento

El recurso jerárquico se interpondrá por escrito y fundadamente,


por ante la autoridad administrativa de la que emanó el acto
impugnado, en forma subsidiaria con el de reconsideración o
dentro de los diez (10) días siguientes al de la notificación o
fecha de producción presunta por silencio de la denegatoria de
aquel.

Cuando sea procedente, se elevarán las actuaciones y sus


antecedentes al ministro del ramo o al Poder Ejecutivo, según
correspondiere, a fin de que se resuelva. En los asuntos en que
las leyes considerasen corresponde al régimen económico y
administrativo de sus respectivos departamentos, los ministros
serán la autoridad con la facultad para decidir en última
instancia en sede administrativa y contra sus actos en esta
materia no procederá el recurso jerárquico.

Corresponderá la vista al Fiscal de Estado solo en aquellos


recursos jerárquicos que deban ser resueltos por el Poder
Ejecutivo.6

[6] Art. 83, Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658). (21 de marzo de 1972). Procedimiento

Administrativo. Gobernador de la provincia de Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/3hhwCBI

Suponiendo que el ministro de Educación es la máxima autoridad


competente para entender en el caso de marras, el recurso de
reconsideración agotaría la vía administrativa y sería formalmente
improcedente el recurso jerárquico.

Recurso de alzada

Es un medio administrativo de impugnación contra las


resoluciones de los órganos o entes administrativos que forman
parte de la descentralización administrativa.

Las resoluciones de estos entes en ejercicio de la función


administrativa (es decir, cuando las actuaciones llevadas a cabo
estén regidas por normas de derecho administrativo) podrán ser
recurridas por este medio. Estas resoluciones deben tener el
carácter de definitivas y provenir de la máxima autoridad del
ente.
Este recurso encuentra íntima relación con los principios de organización
administrativa, en virtud de los cuales la Administración central puede
descentralizar ciertas funciones administrativas en órganos o entes
autárquicos para un mejor ejercicio. De allí que órgano competente para la
resolución del recurso será la máxima autoridad administrativa de la
Administración central (presidente, gobernador, intendente),
independientemente de que esta podrá estar delegada legalmente en otro
funcionario.

Mediante este recurso el impugnante solicitará que la medida dispuesta por


el ente descentralizado sea revisada por la autoridad de la cual se
descentralizó la función administrativa.

El recurso es una opción del administrado, no será necesario interponerlo a


los fines del agotamiento de la vía administrativa.

En cuanto al fundamento del recurso, en el caso de los entes


descentralizados de la provincia de Córdoba y de los nacionales creados por
el Congreso, solo podrán cuestionarse aspectos relacionados con la
legitimidad del acto y no con razones de mérito, oportunidad o conveniencia,
motivo por el cual la resolución del recurso solo dispondrá la anulación, o no,
del acto impugnado, pero no podrá modificarlo o sustituirlo.

El art. 84 de la Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658) de Córdoba establece lo
siguiente:
Contra las decisiones definitivas de los entes autárquicos,
deberá interponerse recurso de reconsideración en los términos
previstos en la presente ley. Desestimado este procederá a
opción del interesado el recurso de alzada o la vía contencioso
administrativa. El recurso de alzada será resuelto por el Poder
Ejecutivo, previa vista al Fiscal de Estado. Se interpondrá por
escrito y fundadamente por ante la autoridad administrativa de
la que emanó el acto impugnado, en forma subsidiaria con el de
reconsideración o dentro de los diez (10) días siguientes al de la
notificación o fecha de producción presunta por silencio de la

denegatoria de aquel. 7

[7] Art. 84, Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658). (21 de marzo de 1972). Procedimiento

Administrativo. Gobernador de la provincia de Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/3hhwCBI

Asimismo, respecto de la procedencia de los dos últimos recursos


analizados, debe indicarse lo sostenido por el art. 88 de la misma ley:

Los recursos jerárquicos y de alzada, no proceden:

a) Cuando una ley especial así lo disponga para la tramitación de


determinadas cuestiones administrativas.

b) Contra los actos administrativos definitivos que dejen


expedita la vía contencioso–administrativa.
c) Cuando se pretenda cuestionar el mérito de una decisión

emanada de un ente autárquico.8

[8] Art. 88, Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658). (21 de marzo de 1972). Procedimiento

Administrativo. Gobernador de la provincia de Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/3hhwCBI

Recurso de revisión

Este medio de impugnación, a diferencia de los anteriores, es un recurso


extraordinario, debido que el acto que se pretenderá impugnar tendrá el
carácter de firme. Es decir que el acto no habrá sido impugnado en el tiempo
dispuesto para ello o, si lo hubiese sido, ya estará resuelto, razón por la cual
no podrá volver a ser discutido.

Solo por vía de revisión el administrado podrá pretender impugnar el acto,


motivado únicamente en las causales expresamente establecidas en la ley,
que son las siguientes:

a) Cuando resultaren contradicciones en su parte dispositiva.

b) Cuando aparezcan documentos de valor decisivo para la


resolución del asunto, ignorados al dictarse el acto o en tal
momento de imposible aportación al expediente.

c) Cuando hubiere sido dictado fundándose en documentos o


circunstancias declarados falsos por sentencia judicial firme.
d) Cuando hubiere sido dictado mediante cohecho, prevaricato,
violencia o cualquier otra maquinación fraudulenta o grave

irregularidad comprobada.9

[9] Art. 89, Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658). (21 de marzo de 1972). Procedimiento

Administrativo. Gobernador de la provincia de Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/3hhwCBI

Además de concurrir alguna de estas causales, estas no deberán ser


imputables a quien pretende impetrar el recurso. Deber ser interpuesto ante
la misma autoridad que dictó el acto impugnado, invocando exactamente
cuál es la causal en la que se encuentra incursa.

En la Nación, el plazo de interposición es de 30 días desde que se toma


conocimiento de la causal y, a nivel provincial, el plazo es de 20 días.

Es muy importante destacar lo establecido por el art. 87 de la ya referida Ley


N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658):

Recurso contra decisiones definitivas: Contra los actos


emanados de autoridades con facultad para decidir en última
instancia, a los fines de agotar la vía administrativa, se deberá
interponer recurso de reconsideración, salvo los casos
previstos por el artículo 82. Podrá ofrecerse prueba de acuerdo

al artículo 47, si se impugnaren actos dictados de oficio.10


[10] Art. 87, Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658). (21 de marzo de 1972). Procedimiento

Administrativo. Gobernador de la provincia de Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/3hhwCBI

 NOTA IMPORTANTE: La mayoría de los institutos que hemos


analizados encuentran su correlato en el texto de la Ley de
Procedimiento Administrativo nacional y su decreto
reglamentario N.° 1976/72, ordenado en el año 201711.

[11] Decreto N.° 1 759. (3 de abril de 1972). Reglamento de Procedimientos Administrativos.


Decreto 1759/72 - T.O. 2017. Presidencia de la Nación. Recuperado de https://bit.ly/3j0Zs9T

Pueden verlo en:

DECRETO REGLAMENTARIO DE LA LEY 19


DECRETO 1759/72 - T.O. 2017 TÍTULO I ARTÍCULO 1°.- Órganos competentes. Los
expedientes administrativos tramitarán por medios electrónicos y serán resueltos con
intervención del órgano al que una ley o un decreto hubieren atribuido competencia; en su
defecto actuará el organismo que determine el reglamento interno de la JEFATURA DE
GABINETE DE MINISTROS, del Ministerio o del cuerpo directivo del ente descentralizado,
según corresponda.
MÁS INFORMACIÓN INFOLEG 

C O NT I NU A R
LECCIÓN 5 de 6

Video conceptual

C O NT I NU A R
LECCIÓN 6 de 6

Referencias

Decreto N.° 1 759. (3 de abril de 1972). Reglamento de Procedimientos


Administrativos. Decreto 1759/72 - T. O. 2017. Presidencia de la Nación.
Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/20000-
24999/21715/texact.htm

García de Enterría, E. y Fernández, T. R. (2006). Curso de derecho


administrativo (con notas de Agustín Gordillo, Tomo II, 1ra. Edición). Buenos
Aires: Editorial La Ley.

Ildarraz, B., Zarza Mensaque, A. R. y Viale, C. M. (2001). Derecho


Constitucional y Administrativo. (2da. Edición). Córdoba: Editorial Eudecor.

Ley N.° 5 350 (T. O. Ley N.° 6 658). (21 de marzo de 1972). Procedimiento
Administrativo. Gobernador de la provincia de Córdoba. Recuperada de
http://www.saij.gob.ar/5350-local-cordoba-ley-procedimiento-administrativo-
lpo0005350-1972-03-21/123456789-0abc-defg-053-5000ovorpyel?

Ley N.° 10 618. (13 de marzo de 2019). Simplificación y modernización de la


Administración. Legislatura de la provincia de Córdoba. Recuperada de
http://www.saij.gob.ar/10618-local-cordoba-simplificacion-modernizacion-
administracion-lpo0010618-2019-03-13/123456789-0abc-defg-816-
0100ovorpyel?#CT001

Ley N.° 19 549. (3 de abril de 1972). Procedimiento Administrativo. Poder


Ejecutivo Nacional. Recuperado de
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