Está en la página 1de 310

La presente traducción ha sido llevada a cabo sin ánimos de lucro, con el

único fin de propiciar la lectura de aquellas obras cuya lengua madre es el


inglés, y no son traducidos de manera oficial al español.
El staff de LG apoya a los escritores en su trabajo, incentivando la compra
de libros originales si estos llegan a tu país. Todos los personajes y
situaciones recreados pertenecen al autor.
Queda totalmente prohibida la comercialización del presente documento.

¡Disfruta de la lectura!
Créditos
Moderación de Lectura
Flochi

Traductoras
Flochi
Lyla
Jessibel

Correctoras
Flochi
Lelu

Lectura Final
Jessibel

Diseño
Bruja_Luna
Contenido
SINOPSIS
PRÓLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
PRÓXIMO LIBRO…
SOBRE LA AUTORA
Sinopsis
Después de la muerte de mi madre y sus parejas Vinculadas, me sentí
aliviada al encontrar mis propios Vínculos.

Estaba segura de que todo estaría bien si los tenía.

Nada estuvo bien.


El destino de nuestra gente está en mis manos y sé que estamos mejor si
estoy sola.

Después de cinco años huyendo, soy atrapada y arrastrada de regreso para


enfrentar a los hombres de los que hui.

Pensé que estaba haciendo lo correcto.


Ahora, no estoy tan segura.

Es posible que North, Nox, Gryphon, Atlas y Gabe nunca me perdonen,


pero una cosa es segura.

Nunca me lo perdonaré.

*Broken Bonds es una novela paranormal de harén inverso con material


que puede resultar difícil para algunos lectores. Este libro terminará en un
final abierto. Se recomienda para mayores de 18 años debido al lenguaje y
las situaciones sexuales.
Prólogo
El sueño es siempre el mismo.
Estamos todos juntos en el auto, viajando por la autopista. Estoy
discutiendo con mi madre, que está sentada a mi lado, y se debe a que estoy
muy enojada de que nos esté obligando a mudarnos de nuevo. Hice amigos
en Connecticut, amigos de verdad, y por primera vez en mi vida me sentí…
normal. Promedio. Solo una de las chicas y no como un fenómeno de la
naturaleza.
Fue la última vez que me sentiría así.
Mi padre está conduciendo, nuestro aspecto es tan parecido que no
hay duda de que es mi padre. Está escuchando las noticias y frunce el ceño,
siempre mirándome para comprobar que estoy bien. Siempre me vigila, su
amada hija.
Andrew, otro de los Vinculados de mi madre, está en el asiento del
pasajero delantero con su computadora portátil abierta mientras trabaja. Es
un chico muy serio, frío y distante con cualquiera fuera de nuestra familia,
pero es muy afectuoso y cariñoso conmigo. Me llama su razón. La razón
por la que trabaja duro, la razón por la que siempre se esfuerza por obtener
más.
Vincenzo es el tercero y último de los Vinculados de mi madre y
está sentado en la parte trasera con nosotras, sosteniendo mi mano con
fuerza mientras su pulgar acaricia el mío para darme consuelo. Siempre ha
sido el amable, afectuoso y cariñoso sin importar dónde estemos. A
menudo, cuando vivimos entre los no-Vinculados, la gente asume que es mi
padre biológico porque pasa la mayor parte del tiempo conmigo. Es un
padre que se queda en casa, el tipo de hombre que es más feliz cuidando la
casa y sus Vínculos.
Estoy enojada, pero también es la última vez que me sentí en paz…
y segura.
Lucho por no llorar; siempre he sido del tipo que estalla en lágrimas
furiosas. Mi madre intenta hacerme hablar con ella, expresando palabras
tranquilas que no puedo recordar, pero el sonido reconforta hasta lo más
profundo de mi alma. Eso es lo último que recuerdo de ellos y los últimos
momentos del sueño.
Justo antes de que se convierta en mi pesadilla.
Una de la que no puedo despertar, la que me dice que esto no es un
sueño en absoluto. Es el recuerdo de un día que no puedo borrar de mi
mente, no importa cuánto lo intente.
Algo choca contra el costado del auto a gran velocidad,
empujándolo hasta que el auto se voltea y vuela por el costado de un
barranco.
En mi conmoción, mi don fluye fuera de mí.
Entro en pánico y trato de volver a meterlo en mi cuerpo, pero me
golpeo la cabeza, aturdiéndome tanto que no hay forma de detenerlo.
Soy la única superviviente.
Y nunca dejaré de odiarme por eso.
Nunca.
Capítulo 1
Cinco años después
La sala de entrevistas está tan fría como el hielo.
Sigo usando la misma ropa que tenía cuando el Equipo de Respuesta
Táctica me sacó de las calles, cosas que realmente debería haber tirado hace
meses, pero nunca quise gastar mi dinero en ropa nueva cuando todavía
tenía un trabajo decente. La vida a la fuga no era sencilla, ni barata, y no
esperaba ser arrastrada fuera del calor del sur al más frío estado de Oregón.
También estoy bastante segura de que están tratando de llevarme al límite.
Lo que hice… huir de tus Vinculados, la gente destinada a estar contigo, eso
no es algo que pase a menudo. O nunca, de hecho. Huir de las personas que
completan tu alma, solo alguien malditamente loco haría eso.
Soy esa loca.
Pero lo hice por una razón… de hecho, lo hice por muchas razones, y todas
completamente cuerdas. Simplemente no son algo de lo que pueda hablar
sin arriesgar mi vida, a mis Vínculos y todas las demás personas en el
maldito planeta. En serio.
Aunque no puedo decirles eso.
Supongo que tengo que mantener la boca cerrada y enfrentar las
consecuencias que mis acciones han provocado.
Intento no frotarme los brazos ni hacer que sea tan obvio que me siento
incómoda, porque eso es exactamente lo que quieren. Mi piel se eriza con la
necesidad de irme, salir, correr hasta que me encuentre en una gran ciudad
donde nadie me conozca y podría intentar encerrarme de nuevo. Mis ojos se
lanzan de nuevo a la puerta, pero sé con certeza que hay un guardia gigante
al otro lado, esperando a que intente algo.
Se aseguraron de contarme todo sobre él, y sus habilidades, cuando me
arrojaron aquí, solo para estar seguros de que mantendría mi trasero en este
asiento como una buena niña. La cosa es que mantendré mi trasero aquí
porque estar paralizada no está en mi lista de cosas por hacer hoy. No, para
nada. Una gota helada de terror recorre mi espalda con solo pensar en ello.
Estoy furiosa por la actitud de los hombres por un segundo antes de que
finalmente se abra la puerta y un hombre la atraviese. Es alto e imponente,
una pared, de verdad, y diablos, espero que no sea uno de mis Vínculos.
Probablemente me ataría y me torturaría solo por su propio placer
enfermizo.
—Ah, señorita Fallows. No creo que nos hayamos conocido todavía. Mi
nombre es Brian Noakes, y estoy aquí para repasar algunos detalles clave
antes de que lleguen sus Vínculos.
Juro que siento que se empiezan a formar gotas de sudor en mi frente a
pesar del frío de la habitación.
—Claro, no es como si me hubieran dado muchas opciones.
Se sienta frente a mí y desliza un archivo por la mesa.
—No creo que comprenda completamente la situación en la que se
encuentra, señorita Fallows. Es muy poco convencional para un Vínculo
escaparse.
Intento mantener mi rostro tranquilo e inexpresivo.
—No he violado ninguna ley, no pueden retenerme aquí contra mi voluntad.
A medida que sus ojos me echan un vistazo, el hombre sonríe, pero no es
nada agradable, más bien enseña los dientes, como si fuera un depredador
que se prepara para matar.
—El Consejo ha votado. Si bien puede que no haya ninguna ley que
prohíba dejar atrás a tus Vínculos, en este caso debe tomarse una
consideración especial. North Draven está en el Consejo, es un pilar en
nuestra sociedad, y con su posición social, toda esta… “aventura” suya ha
sido bastante embarazosa para él.
Mis dientes se aprietan, mi mandíbula se cierra, así que no hay forma de
que pueda responderle incluso si quisiera, pero seamos realistas, no hay
mucho en mi cabeza, excepto exactamente cuánto desearía poder
estrangularlo con nada más que mi mente.
Sería un gran don para tener.
Él asiente hacia mí como si hubiera hablado y continúa con sus tonterías
condescendientes.
—Así que, ya ve, tuvimos que tomar una decisión. No puede volver a huir,
no con sus Vínculos siendo quienes son, y sus engaños a lo largo de los
años significan que no podemos confiar en usted.
Se necesita más voluntad de la que pensé que tenía, pero obligo a mi
mandíbula a relajarse para espetar:
—Entonces, ¿me van a encerrar aquí? ¿Van a poner rejas en mis ventanas y
me mantendrán como una maldita mascota? No importa quiénes sean mis
Vínculos, obligarme a completar el vínculo es violación y no me inclinaré
ante ellos como una buena esclava.
Toda pretensión de cortesía se desvanece cuando su llamativa sonrisa se
convierte en una mueca. Murmura algo sobre mis terribles modales y la
puerta se abre de nuevo, esta vez el guardia corpulento entra y me encojo en
mi silla. No me había dado cuenta de lo superada que estoy ahora sin poder
usar mi don.
A pesar de que es lo peor que se puede hacer en este momento, empiezo a
entrar en pánico.
La idea de estar paralizada en esta habitación con esos dos hombres… no
hay forma de evitar que el miedo se apodere de mí. La sudoración empeora
y mis manos comienzan a temblar mientras agarro mis rodillas debajo de la
mesa para que no lo vean, pero es inútil. El guardia me sonríe, notando mi
terror y probablemente excitándose. Maldito enfermo.
—Ah, Jennings, gracias por venir. Espero que la señorita Fallows esté de
acuerdo con esto sin tener que tomar medidas extremas.
¡¿Estar de acuerdo con qué demonios?!
Saca una pequeña bolsa de cuero y la abre. Todo lo que veo es el bisturí
antes de asustarme.
—¿Qué diablos crees que me vas a hacer?
Jennings sonríe y luego siento el roce hirviente de su poder sobre mí, mis
músculos se bloquean y estoy atrapada en mi propio cuerpo.
Ni siquiera puedo mover mis ojos para mirarlo o ver lo que viene. Solo
tengo que sentarme ahí y aceptarlo.
Nunca olvidaré a este hombre. Algún día, le haré pagar por esto. Si no
pusiera en peligro todo de lo que he estado huyendo todo este tiempo,
desataría mi propio poder sobre él, vería cómo demonios le gusta, pero en
cambio tengo que… aceptarlo.
Por el momento.
—Bien, bien, Jennings. Pensé que le daríamos la oportunidad de ser buena,
aunque preferiría terminar con esto sin que su boca inteligente se
interpusiera. No envidio a Draven en absoluto.
Jennings se ríe y se mueve a mi alrededor, parándose detrás de mí, así que
no tengo ni idea de lo que están haciendo.
—No sé, romperla suena como un buen momento. Siempre son las que
tienen la boca inteligente las que se rompen más bellamente.
Santa jodida mierda.
Eso es todo, voy a tener que usar mi poder y correr, de ninguna maldita
manera voy a ser violada por este tipo hoy. No. No va a suceder.
Levanta el cabello sobre mi cuello y el pánico realmente comienza a apretar
mi pecho. Mi don se hincha en mi estómago, tirando de las ataduras en
donde lo he encerrado, queriendo salir y protegerme. No puedo pensar.
Apenas puedo respirar. Si esto no termina pronto, no podré retenerlo. Como
un reflejo, una vez que se activa, no hay forma de impedir que tu don salga
como protección.
—¿Puedes relajar un poco sus músculos aquí? No podré hacerlo si no lo
haces.
Mi visión comienza a volverse más blanca, definitivamente estoy
hiperventilando.
—Puedo relajarlos un poco.
Luego siento un dolor agudo en la nuca que me saca del pánico. ¡El hijo de
puta me está cortando! Empuja y tira de mi piel, abre la herida y luego
empuja algo dentro. ¿Qué diablos está pasando?
Jennings se inclina hacia adelante para que pueda sentir su aliento en mi
cuello.
—Solo una cosita para que sepamos dónde estás en todo momento,
Oleander. Si el Sr. Draven necesita ayuda contigo, seré el primero en
ofrecerme como voluntario.
Un rastreador GPS.
Me han puesto un maldito rastreador GPS en la piel. Ni siquiera he
conocido a mis malditos Vinculados todavía y ya los odio. Sé que me
escapé, pero lo hice por una razón. No es que pudiera decirles eso alguna
vez, no sin arriesgar sus vidas nuevamente. Ni siquiera saben a todo lo que
renuncié por ellos.
Además, soy un ser humano. Un Vínculo. Tengo mi propia mente y tomaré
mis propias decisiones. ¡No pueden obligarme a hacer esta mierda!
Uno de ellos vuelve a coser mi herida, no veo cuál, pero espero que sea
Noakes, y luego ambos dan un paso atrás alrededor de la mesa donde están
de nuevo a mi vista.
Ambos están ahora en mi lista. La lista de personas tras las que vendré
algún día cuando usar mi poder no sea demasiado arriesgado. Voy a
cazarlos y hacer un maldito espectáculo de mi venganza.
—Puedes salir ahora, Jennings. Puedo ocuparme del resto de la sesión
informativa.
Su poder se aprieta a mi alrededor como una prensa antes de finalmente
soltarme, como si quisiera recordarme cuánto control tiene sobre mí en este
momento. Respiro profunda y temblorosamente.
Al menos, no intentaron violarme realmente. Estoy segura de que puedo
sacar el GPS si lo necesito.
—Ese dispositivo puede conducir suficientes voltios de electricidad para
matarte si intentas sacarlo. También podría noquearte con él si quisiera.
Toda tu existencia está ahora en la palma de mi mano, Fallows. Tus
Vínculos llegarán pronto, pero quise ponerte un bozal antes de que ellos
llegaran aquí. Draven es un amigo íntimo mío. No hay muchas cosas que yo
considere fuera de los límites cuando se trata de mantener a su Vínculo
cerca. Harías bien en completar el vínculo con él más temprano que tarde.
Solo acuéstate y sométete.
De acuerdo, tal vez no.
La bilis sube por el fondo de mi garganta incluso cuando empiezan las
lágrimas de rabia.
Sonríe y se pone de pie de nuevo, señalando el archivo que me dejó.
—Esas son todas tus reglas y pautas de lo que esperamos de ti ahora. Te
sugiero que las memorices, que las sigas. Cuanto más rápido te pongas en
fila, mejor te irá.
Y luego se va.
Maldita sea, estoy atrapada aquí.

No me molesto en mirar el archivo por ahora, principalmente porque no


quiero saber nada sobre los hombres con los que estoy atrapada y lo que
pueden hacer. En cambio, paso mis dedos por la herida cosida en mi nuca,
haciendo una mueca por el punzante y agudo dolor. Malditos bastardos.
Tengo que controlarme, encontrar esa calma dentro de mí para no perder el
control de mi don. Puede sonar enfermo, pero me imagino cómo usaría mis
habilidades para salir de aquí para recuperar la calma. Planeo cada pequeño
momento de cómo saldría y cómo me vengaría de esos hombres que me
acababan de tocar. Repaso esos planes, una y otra vez, hasta que me calmo
una vez más.
Los minutos se convierten en horas y, finalmente, sé que el sol se ha puesto
y todavía estoy atrapada aquí. Necesito orinar desesperadamente, pero no
voy a tocar la puerta y pedir un descanso para ir al baño. Mi estómago
comienza a gruñir. ¿Cuándo me encontraron y me sacaron de la calle, hace
dos días? Quizás tres ahora. Iba camino al trabajo, tarde y me había saltado
el desayuno.
Nadie me ha dado comida desde entonces. Uno de los conductores me había
arrojado una botella de agua que había engullido con avidez, pero eso tenía
que ser al menos hace un día. Estos tipos no le temen en absoluto a la
tortura porque me siento como una maldita prisionera de guerra en este
momento.
La puerta se abre de nuevo y esta vez entra una mujer mayor y de aspecto
severo. Mi pierna comienza a rebotar nerviosamente debajo de la mesa, un
viejo tic del que no puedo deshacerme.
—Sígueme, te llevaré a refrescarte.
¿Refrescarme? Miro el lío en el que está mi ropa. Probablemente yo
también apesto después de días con la misma ropa.
—Oh, sí. Gracias.
Mi cabeza da vueltas cuando me pongo de pie. Debido a la pérdida de
sangre o hambre, no lo sé, pero la dama no se da cuenta de que me balanceo
sobre mis pies. Ella solo me arruga la nariz y luego gira sobre sus talones
para sacarme de la habitación.
El edificio en el que estamos parece uno de oficinas, todos llevan traje y
corbata. Mientras caminamos por los pasillos, mi piel comienza a tensarse
cuando siento los ojos de los trabajadores aquí sobre mí. Hay mucho interés
y es bastante obvio que todos saben quién soy.
Oleander Fallows.
El Vínculo fugitivo.
La asesina.
No es que sepan que soy una asesina, estoy segura de que todo esto iría de
manera muy diferente si lo supieran. Se me forma un nudo en la garganta
mientras pienso en ello. Demonios, esa es la forma más rápida de
enloquecer y perder el control. Me doy una sacudida. ¡Deja de pensar en
eso, Oli!
El baño está lo suficientemente limpio y la ducha es una cabina real, gracias
a Dios. La mujer me empuja una bolsa, una que no había notado que
llevaba gracias a mi locura, y me espeta:
—No tengo toda la noche, así que será mejor que te des prisa. Te arrastraré
desnuda si tengo que hacerlo.
Cierto.
Que se joda esta perra.
Le doy una mirada asesina y tomo la bolsa, pisando fuerte en la cabina
como si tuviera cuatro años y no la madura de diecinueve que soy. Bueno,
creo que soy madura. He sobrevivido cinco años huyendo, viviendo en la
calle cuando lo necesitaba. No ha sido fácil, pero es mejor que la
alternativa.
Esta es la alternativa.
Que me pongan un chip y ser forzada a vivir con los hombres que
biológicamente están destinados a ser míos… esa es la peor maldita esfera
infernal que se me ocurre. No es que los haya conocido. Solo he visto fotos
de ellos, pequeños retratos que me entregaron el día después de que mi
familia fue asesinada. Apenas puedo recordar cómo lucen, pero recuerdo
sus nombres.
Me desnudo y me froto, haciendo una mueca de dolor por el estado en el
que estoy. Estoy cubierta de moretones. El equipo táctico no había sido
amable al derribarme, tres hombres adultos me habían tirado al suelo. No
soy exactamente pequeña, pero maldita sea… Un hombre que me agarrara
hubiera hecho el trabajo.
Mi cabello es un desastre, así que lo lavo y luego lo seco con cuidado. La
ropa que me dejó es fea, pantalones de chándal que son al menos tres tallas
más grandes y una sudadera vieja. El olor a colonia en él me da ganas de
vomitar, mi vínculo es tan malditamente quisquilloso con los olores.
Oigo que la mujer empieza a dar golpecitos con el pie y pongo los ojos en
blanco. ¡Qué perra!
Salgo de la cabina con mi ropa vieja envuelta en la bolsa y el cepillo en la
otra mano.
—No hay tiempo para tratar de lucir bien. Dudo que seas capaz de hacer
mucho de todos modos —espeta la mujer.
Soy una chica testaruda, la forma más rápida de hacer que me detenga es
lanzándome ese tipo de insultos.
Así que me paro frente al espejo y cepillo mi cabello, lenta y
meticulosamente, hasta que está libre de nudos y luego lo trenzo. Hago la
trenza más complicada que puedo manejar con solo un lazo para el cabello
para asegurarla. Tengo que concentrarme para asegurarme de que mis
manos no tiemblen al ver las hebras plateadas, no creo que nunca me
acostumbre realmente a este color.
Ella jadea y resopla en voz baja, pero la ignoro. No sabe lo que puedo
hacer, así que duda en intentar sacarme a rastras. Eso es algo bueno porque
no puedo usar mis habilidades, así que me vería obligada a darle un
puñetazo en la garganta.
Y lo haría.
También disfrutaría cada maldito segundo.
Finalmente, cuando no puedo posponer más las cosas, la sigo de regreso a
la pequeña sala de entrevistas que ahora es mi infierno en la Tierra. Nada ha
cambiado, el archivo sigue ahí, esperándome. La mujer me deja ahí sin
decir una palabra más.
Finalmente rompo y abro el archivo.
Maldición.
Gran error.
Hay fotos actualizadas de mis Vínculos ahí. Demonios, si mi vida no fuera
un maldito desastre gigante, estaría extasiada. Cada foto se vuelve más y
más caliente. Todos son ridículamente guapos, demasiado guapos para
alguien como yo.
De acuerdo, sé que no soy horrible o algo así, pero la foto de Gabriel es de
él trotando sin camisa y creo que el chico tiene un paquete de ocho. Tengo
que decirle al vínculo en mi pecho que se calme porque no puedo tenerlo.
Ciertamente no puedo completar el vínculo con él.
Definitivamente no tengo un paquete de ocho. Tengo una pequeña barriga
que dice que disfruto demasiado el chocolate cuando estoy hormonal y
déjame decirte que nunca lo dejaré por un estómago plano.
No.
Tampoco me di cuenta de que dos de mis Vínculos eran hermanos. Eso va a
ser… diferente. El concejal y su hermano académico. Demonios, todo esto
es un maldito desastre.
Examino las otras fotos, empeñada en encontrar algún tipo de ruta de
escape. Quiero decir, el rastreador GPS asesino significa que será
complicado, pero ya me he escapado de la maldita cosa antes. Estoy segura
de que puedo resolverlo y necesito hacerlo pronto. Me toma un segundo
darme cuenta de que falta algo vital en los documentos y examino cada
página para estar segura.
Sus dones no figuran en la lista.
Hay un campo en cada uno de los documentos que dice “dones”, pero en
todas y cada una de las páginas, se ha dejado en blanco. Ni siquiera hay una
pista que me diga de lo que es capaz cualquiera de ellos, y de repente me
encuentro locamente desesperada por saber qué pueden hacer.
Todavía estoy obsesionada con los documentos cuando la cerradura de la
puerta gira y siento una sensación en el pecho que me dice que uno de mis
Vínculos está aquí. Cada músculo de mi cuerpo se convierte en piedra
mientras espero.
Todo mi cuerpo está prácticamente vibrando de tensión cuando la puerta se
abre y miro hacia arriba, haciendo contacto visual con el bombón de ocho
paquetes, pero él aparta la mirada de inmediato.
Diablos.
Siempre había asumido que estarían molestos o decepcionados de mí, pero
no estoy en absoluto preparada para ver el odio puro y sin adulterar en sus
ojos cuando cuatro de mis compañeros entran a la sala de entrevistas.
Un maldito odio.
Trago y agacho la cabeza.
Uno de ellos resopla hacia mí, pero lo ignoro, manteniendo mi mirada fija
en mis manos, que yacen dobladas sobre la mesa frente a mí. No necesito
ver más de su odio. Me odio lo suficiente por todos nosotros, y podría
terminar encontrando un maldito puente del que saltar.
Asesina.
No. No puedo pensar en eso ahora, no cuando ya estoy nerviosa y asustada.
¿A dónde se había ido el fuego en mí? Es como si hubiera sido succionado
en cuanto todos entraron en la habitación.
Escucho el roce de sillas y me armo de coraje, mirando hacia arriba. Miro
alrededor a cada uno de ellos, contemplándolos lentamente. Es fácil
distinguirlos entre sí, incluso sin las fotos extendidas frente a mí en la mesa.
Gryphon tiene el ceño fruncido y se ve malhumorado, la cicatriz que
atraviesa su ceja se destaca aún más. Se ve exactamente como su foto, hasta
el ceño fruncido.
Gabriel resopla con la taza de café en sus manos, tan nervioso por esto
como yo, al parecer. El bombón sonriente no se ve por ningún lado. Quiero
decir, sigue siendo sexy pero se ve… miserable.
Maldición.
North, el concejal y el motivo de mi chip GPS, se sienta allí con su traje
perfectamente entallado. Él es el único que está tratando de enmascarar un
poco el odio. Está fallando en ocultarlo, pero aprecio el esfuerzo, supongo.
Nox sigue mirándome como si yo fuera lo peor que le ha pasado. Y,
demonios, tal vez lo sea, pero al menos no seré lo peor que se haya desatado
sobre toda la población del país.
Puedo vivir con el odio. Me odio a mí misma lo suficiente como para saber
lo fácil que es odiarme.
Capítulo 2
Nos sentamos en completo silencio durante lo que parecen horas,
pero estoy segura de que solo son diez minutos.
Es insoportable. Una pesadilla viviente. Sentarme allí con cuatro de
los cinco hombres que se supone que se sentirán atraídos por mí, que algún
día me amarán más que nada en el mundo, mientras me miran con total
desprecio… Lo entiendo. Lo sé, sé lo que hice, pero eso no significa que no
se sienta insoportable.
Finalmente, Gabriel resopla y grita:
—¿Deberíamos molestarnos en preguntar dónde diablos has estado?
¿O por qué te fuiste?
Es difícil, pero contengo mi estremecimiento ante la traición en su
tono. North y Gryphon me miran detenidamente, pero es la mirada
sonriente en el rostro de Nox lo que hace que se me erice el vello de la
nuca. No es solo que me odia… está listo para torturarme, para encontrar
algún tipo de venganza por dejarlo.
Tomo una bocanada de aire y lo exhalo lentamente, lista para
cualquier veneno que me vaya a escupir. Puedo verlo construyéndolo
lentamente y es solo cuestión de tiempo antes de que estalle con éste.
—Has sido muy difícil de encontrar. He desperdiciado muchos
recursos buscándote —dice North, recogiendo una mota invisible de polvo
de su traje.
Nox y él se ven muy similares, ambos ojos de oscuros y cabello
negro azabache. North tiene un corte corto y perfectamente estilizado,
mientras que el de Nox es más largo y se encrespa suavemente alrededor de
sus mejillas. Ambos son fríos como el hielo, completamente desconectados
de lo que está sucediendo.
Mi vínculo se intensifica en mi pecho, pero le digo que lo deje de
una maldita vez.
Hice lo que tenía que hacer por todos nosotros.
Gryphon no dice una palabra. Simplemente frunce el ceño como si
estuviera tratando de encontrar algo escrito debajo de mi piel, algo que
encontrará si solo mira lo suficiente. Sin embargo, soy demasiado buena
para mantener el lienzo perfectamente en blanco, así que hoy no va a
obtener nada.
Nox se burla de mí.
—Me preguntaba cómo estuviste sobreviviendo ahí fuera. Supongo
que te estuviste vendiendo a ti misma, no hay nada más que puedas ofrecer.
Tendré que esperar a que regresen los resultados de la prueba antes de
completar el vínculo y recibir lo que me deben de ti.
¿Disculpa?
¿Qué se le debe, hijo de puta?
Eso me ayuda a lidiar con mi vínculo afligido, porque no hay
manera de que deje que un Vínculo riquillo que se cree con derechos me
diga que todo lo que valgo es una rápida follada para completar nuestro
vínculo y darle más poder.
No es malditamente probable.
Aprieto los dientes y trato de hablar cortésmente.
—Eso suponiendo que quiero que me toques. No es malditamente
probable, Draven.
La sonrisa solo se hace más amplia.
—¿Y exactamente cómo me detendrás, Vínculo? Tu análisis de
sangre no demostró tu habilidad, ¿qué demonios nos escondes? ¿O eres una
no-Dotada y eres una maldita pérdida de espacio?
¿Acaba de… decir que me atacará? Estoy a punto de golpearle el
pene con mi pie y acabarlo, pero su hermano viene al rescate.
North desliza un sobre grande y voluminoso a través de la mesa en
mi dirección mientras me mira con desprecio.
—Este teléfono también debe estar contigo en todo momento. Si te
llamo, contestarás. Si tengo que llamarte por segunda vez, pagarás un
infierno. Si no atiendes, asumiré que has huido o has sido secuestrada y
enviaré todos los recursos bajo mi mando para encontrarte. ¿Entendiste
esto, Fallows?
Fallows, como si fuera uno de sus subordinados. Hablo con los
dientes apretados:
—Entendido.
Nox se burla.
—Eres bastante agradable con él. Parece que formarás tu vínculo
después de todo, hermano.
Mis ojos vuelven a mirarlo.
—No voy a tocar a ninguno de ustedes. Si tratan de ponerme un
dedo encima, estarán cometiendo un crimen, y felizmente estaré frente al
Consejo y les diré exactamente cuánto no quiero a ninguno de ustedes.
Gabriel se levanta abruptamente y sale, la puerta se cierra de golpe
detrás de él. Estoy demasiado furiosa para sentirme mal al respecto, mi
atención está completamente en Nox y su actitud de mierda.
No querer que me toquen, va más allá de lo emocional. Quiero decir,
no quiero que los chicos que me odian traten de arrastrarme a la cama solo
para fortalecer sus habilidades, pero ¿si mis habilidades aumentan?
Demonios. No.
Absolutamente no.
—Regresaré mañana por la mañana para llevarte a tu dormitorio. El
archivo que Noakes te dio tiene todo lo que necesitas saber sobre tu vida
ahora. Léelo, apréndelo y vive de acuerdo con él. No hay otro camino para
ti ahora, Fallows.
Luego se pone de pie y los otros dos se paran con él, saliendo por la
puerta y cerrándola firmemente detrás de ellos.
Estoy atrapada en esta maldita habitación de nuevo.
Y aun, nadie me ha dado de comer.

Apenas duermo.
La cama es terriblemente incómoda, los resortes se me clavan en la
espalda y la fina manta no hace nada para mantenerme caliente.
Una mujer diferente viene por la mañana para llevarme al baño, la
ropa que me da es mucho mejor que la pesadilla de pantalones de chándal y
la sudadera de ayer. Hay ropa interior limpia, un vestido y botines. Mi
estómago duele por el hambre, las galletas secas de anoche no eran comida
suficiente para seguir adelante, y después de tener un trenzado toda la
noche, mi cabello se ve como un desastre.
Sin embargo, esta mujer es un poco más agradable. Ella me ayuda
con mi cabello e incluso me desliza una bolsita con maquillaje.
Le sonrío.
—Gracias. Lamento que tengas el deber de cuidar niños.
Ella me devuelve la sonrisa, negando un poco con la cabeza.
—No me importa tanto. Estoy segura de que ayer Olivia lo convirtió
en una pesadilla para ti.
Olivia, ese es el nombre de la perra.
—Sí, no estaba muy contenta conmigo. No estoy segura de por qué
me odia tanto.
La mujer hace una mueca.
—Ella está... enamorada de uno de tus vínculos.
Oh.
Oh, maldición.
—Lo siento. Sé que debe ser difícil escuchar eso. No estoy segura
de si Gryphon alguna vez... si fue recíproco.
Gryphon. Mi vínculo silencioso, lleno de cicatrices y con botas de
motociclista que me miraba como si yo no fuera nada para él. Como si no le
importara si volvía o no.
Tengo que ignorar mi vínculo triste de nuevo y, demonios, espero
que esto no sea algo normal ahora. ¿Siempre voy a tener que lidiar con ese
maldito lamento en mi pecho por los hombres que no puedo tener? Creo
que prefiero morir. Lo empujo hacia abajo en mi pecho, más y más, hasta
que puedo respirar de nuevo.
—Gracias por hacérmelo saber. Pensé que todos en nuestra
comunidad me odiaban por correr. Sé que no es... algo que pasa mucho.
La mujer, maldición, debería preguntarle su nombre, niega con la
cabeza.
—No sucede mucho, pero... en última instancia, es tu decisión si no
quieres completar un vínculo.
Le brindo una sonrisa.
—Me tienen rastreada como un perro callejero, ya no es mi
decisión.
Agacha la cabeza, obviamente incómoda con lo que han hecho sus
superiores, pero no lo suficiente como para ayudarme, y lo dejo pasar. Ella
fue lo suficientemente amable conmigo y el maquillaje significa que hoy iré
a la universidad sin parecer un desastre.
Tomaré lo que pueda conseguir por ahora.
Ella me acompaña de regreso a la sala de entrevistas donde
encontramos a North esperándome, con otro traje inmaculado y recién
planchado, y su teléfono en la mano.
—Gracias, Carrie. Hoy se ve mucho mejor.
Habla sin mirarme ni una vez, pero la sonrisa que le brinda a Carrie
es cálida y amable. Así que hay un alma en algún lugar debajo del traje y la
corbata.
Sus ojos son mucho menos amables cuando finalmente me tocan.
—Tenemos una reunión con el decano de la Universidad Draven,
luego te llevaré a tu dormitorio.
Asiento bruscamente, no es como si pudiera decirle que no de todos
modos, y luego lo sigo fuera del edificio. Saluda y sonríe a la mayoría de
las personas con las que nos cruzamos, todos me miran como si fuera una
especie de experimento científico. Mi piel pica incómodamente con toda la
atención. He hecho todo lo posible para mezclarme durante los últimos
cinco años, y de repente ser el centro de atención es... discordante.
Incómodo. Maldita sea.
Hay un Rolls Royce con un conductor sentado en la acera, y me
tomo un segundo para rezar para que no esté aquí para nosotros.
Por supuesto que lo está.
El maldito North Draven tiene un conductor para su Rolls Royce.
Quiero vomitar. No es de extrañar que todos me odien. Sabía que era
concejal, pero no esperaba este tipo de… riqueza. El tipo que viene con
conductores, trajes y el infierno sólo sabe qué más.
Mis padres habían tenido una buena posición económica, pero ni
siquiera ellos tenían un maldito conductor.
—¿Te subes al auto o tengo que obligarte a entrar? ¿Vas a pelear
conmigo a cada paso hoy? Estoy intentando ser civilizado.
¿Esto es civilizado? Que me jodan.
—Me distrajo tu obscena demostración de riqueza.
Abre la puerta del auto para hacerme pasar, una demostración de
caballerosidad completamente falsa.
—¿Obsceno? Esta es una necesidad.
Mi estómago retumba cuando entro en el auto.
—Me alegro de que tu conductor sea una necesidad, pero dejarme
comer no lo es.
Se desliza a mi lado y me mira.
—¿No te dieron de comer?
Lo miro con los ojos entrecerrados.
—Son tu gente, ¿verdad? Entonces debes saber que han pasado
cuatro días desde la última vez que comí. Tengo un poco de dinero, me
ofrecí a comprar algo yo misma, pero me dijeron que tenía que esperarte.
Así que sí, podemos apresurarnos con esto porque estoy a punto de
desmayarme.
No reacciona en absoluto, solo parpadea.
—Ellos saben mejor que matarte de hambre. Si estás buscando
simpatía, estás muy equivocada.
Correcto.
A la mierda con él, he terminado de ser cortés.
Cruzo los brazos y cierro la boca. No le diré una palabra más
durante el resto del viaje hasta el campus de la universidad, el paisaje
exterior es hermoso pero no lo suficiente para animarme. Malditos vínculos.
Sabía que iba a ser malo pero no esperaba sentirme tan… abrumada. Siento
todo a través del vínculo interior, cada mirada y cada palabra dura
atraviesan mi alma como un cuchillo.
Cuando el auto finalmente se detiene, North sale y me abre la puerta
nuevamente, la burla perfecta de un caballero, porque ahora me siento
mareada por el hambre.
A la mierda con él.
Seguiré pensando en eso hasta que desaparezca.
Me acompaña y entra en el edificio, encanta su camino con esas
mismas sonrisas cálidas, y empiezo a sentir que podría vomitar mirándolo.
Todo es tan malditamente falso.
El decano nos ve de inmediato, nos sienta y luego se apresura a salir
de la habitación para recoger el papeleo. Supongo que este es el mejor
momento para decirle a North que me retiré mientras estaba huyendo y que
no hay forma de que pueda entrar a este lugar, ni siquiera con su ayuda.
Su nombre está en el maldito edificio.
La mirada de North es fría cuando me mira.
—¿Qué quieres decir con que no terminaste la escuela secundaria?
A pesar de todos mis esfuerzos, mis mejillas arden de vergüenza.
Maldito sea, ¿por qué unas pocas palabras suyas tienen la capacidad de
cortar mi maldito corazón en tiras?
—Me moví demasiado para quedarme en la escuela.
Pasé todo mi tiempo libre en bibliotecas, haciendo lo que podía para
estar siempre aprendiendo, pero no quiero decirle eso. ¿Y si se ríe de mí?
¿Qué pasa si solo me veo ante él malditamente patética, incluso más que
ahora?
Su mandíbula se tensa y espero su comentario mordaz, mi corazón
vuelve a mi garganta sin importar cuánto trague para moverlo. Necesito
encontrar mi maldita tenacidad alrededor de este chico. ¿Por qué los demás
no me afectan así?
La puerta de la oficina se abre de nuevo y el decano entra con una
pila de papeles en las manos.
—Tengo todo lo que necesita aquí para inscribirse, solo necesita
proporcionar sus puntajes de las pruebas de destrezas académicas y su
identificación.
Ninguno de los cuales tengo.
Abro la boca pero North me interrumpe.
—Tendremos todo para esta tarde. Si te parece bien, tenemos otras
citas a las que debemos llegar hoy.
El decano asiente y entrega los archivos mientras ambos nos
ponemos de pie. No estoy segura de cómo North planea entregar cosas que
no existen, pero mantengo la boca cerrada. No es necesario provocar al oso.
Me pregunto si es un oso. Sin embargo, no sé por qué harían un gran
secreto de que él es un cambiaformas, así que eso realmente no tiene
sentido, pero también tal vez por eso estoy tan aterrorizada de él. Tal vez
sea mi propio instinto diciéndome que con vínculo o no, es una maldita
noticia. Maldición.
Coloca una mano firme en la parte baja de mi espalda y me dirige
fuera de la habitación. Me estremezco, pero me las arreglo para no alejarme
de él, gracias a Dios. Él no se da cuenta, simplemente me empuja fuera del
edificio y dentro de su auto, el conductor abre la puerta para ambos y nos
encierra firmemente en el asiento trasero juntos.
Quisiera escapar de alguna manera.
—¿Algo va mal, señorita Fallows? —pregunta, con sus ojos
firmemente enfocados en su teléfono. Realmente no le importo en absoluto,
solo nuestro maldito vínculo.
—Nada en absoluto. No hay problema en absoluto.
No puedo evitar dejar que el sarcasmo gotee de mis palabras.
Me mira con los ojos entrecerrados.
—Entiendo que eres una adolescente petulante, pero si pudieras
intentar ser civilizada, esto será mucho más fácil para todos.
Maldición. Casi me mata no decírselo, guardar mis secretos y no
arrojarlos a su rostro, pero mis labios permanecen sellados.
—¿Nada que decir? Me pregunto por qué me han maldecido con un
vínculo egoísta. Ya es bastante malo que seas prácticamente una niña,
simple y llana. Con el poder de todos tus vínculos, asumí que ibas a ser
algo... espectacular. ¡Qué decepcionante!
No lloraré. Maldición, no voy a llorar.
El conductor se detiene frente al alojamiento de estudiantes y
rápidamente sale para abrir nuestra puerta.
Parpadeo para contener las lágrimas.
—¿Hay alguna razón por la que estamos aquí? No puedo asistir a la
universidad.
North hace un gesto para que salga antes que él, sus ojos son
acerados y tajantes.
—Asistirás. Haré los arreglos necesarios. Te sugiero que pases tu
tiempo aquí sabiamente, no toleraré la pereza y si crees que tener vínculos
ricos significa que no tienes que trabajar y mantenerte a ti misma, bueno...
nos has juzgado mal a todos.
Mis mejillas arden como si me hubiera abofeteado. ¿Acaba de… me
acaba de llamar una maldita cazafortunas? Vaya maldito descaro de este
hombre.
Preferiría morir que unirme a él.
—Gracias por el viaje y por tirar de los hilos por mí.
Casi me ahogo con las palabras, pero que me condenen si vuelve a
llamarme niña petulante y egoísta.
Él sale del auto detrás de mí, maldita sea, y asiente hacia el
conductor.
—Te veré arriba. Hay otras cosas que tenemos que discutir sobre
nuestra situación.
Oh, diablos, no.
Si cree que va a formar un vínculo en este momento, para tomar el
poder extra que tanto desea, tiene otra cosa por venir.
¿Por qué no tengo un cuchillo o una pistola o algo así? Necesito
protegerme de estos chicos.
Lo sigo escaleras arriba, evaluándolo cuidadosamente. Es más alto
que yo por al menos treinta centímetros y llena el traje muy bien. Cuando
me tropecé y él me atrapó antes, no había sentido ninguna suavidad hacia
él, todo su maldito torso estaba duro como una roca. ¿Qué parte de su
trabajo de oficina lo hace tan marcado?
Básicamente, salvo usar mi don, lo que no puedo hacer bajo ninguna
circunstancia, no tengo ninguna posibilidad contra él si intenta forzar el
vínculo. Necesito un poco de gas pimienta o, maldición, una pistola. Sonrío
de satisfacción ante la imagen que mi mente evoca de su rostro si le apunto
con un arma.
Es bastante buena.
Recibimos muchas miradas curiosas mientras nos movemos por los
dormitorios y más de unas pocas sonrisas coquetas. Todo el rostro de North
se convierte en una impresionante, sonriente y cálida máscara de concejal
chismoso. No puedo contener mis ojos en blanco. Por supuesto que es
amado. Por supuesto que es el tipo de hombre por el que la otra mujer
goteará.
Por supuesto.
Me conduce por un par de escaleras, por qué demonios no hay
ascensor, y luego a una habitación al final del pasillo, me lleva delante de
él. La habitación es sencilla, nada más que una cama vieja y larguirucha en
un rincón y un escritorio barato de pino.
—Esta es tu habitación y donde pasarás las tardes. Estarás aquí a las
seis todas las noches y no volverás a salir hasta las siete de la mañana por lo
menos. Cualquier ejercicio, grupo de estudio o socialización se llevará a
cabo fuera de estas horas. Asistirás a todas tus clases, entregarás todas tus
asignaciones y aprobarás todas las clases. No sabía sobre las deficiencias en
tu educación cuando te inscribí, pero estoy seguro de que podrás ponerte al
día.
Mis mejillas arden de nuevo y trago mi rabia que se acumula en mis
entrañas por su maldita desfachatez.
—¿Y si no me atengo a estas pequeñas reglas tuyas?
Gira sobre sus talones para mirarme finalmente, pasando una mano
por la línea de botones de su chaqueta perfectamente entallada.
—Tenerte aquí, donde puedo vigilarte, es un medio de libertad para
ti. La alternativa es encadenarte del cuello al suelo de mi sótano. No estaré
contento de hacer eso, pero no te equivoques, Fallows, te mantendré allí.
El aire se escapa de mis pulmones en un silbido.
Mi vínculo es un maldito psicópata.
Da un paso adelante hacia la puerta de nuevo, su mano se posa
alrededor de la manija de la puerta mientras me lanza una última mirada.
—No puedes comprender el daño que has causado al dejarnos.
Tengo la intención de asegurarme de que eso nunca vuelva a suceder.
Harías bien en aprender tu lección aquí y rendirte.
Luego se fue y me quedé mirando fijamente la puerta vacía.
¿Rendirme?
Creo que prefiero morir.
Capítulo 3
Una vez, había soñado con poder asistir a la Universidad Draven.
De todas las universidades del país que atienden a los Dotados, Draven es
conocida por ser la mejor. Ofrece todas las clases habituales que ofrecen las
escuelas de humanos, pero también con clases estructuradas
específicamente para nosotros, como Historia de los Dotados y Control de
impulsos 101.
Había renunciado a cualquier tipo de esperanza de una educación
superior cuando me vi obligada a dejar la escuela para huir, así que, aunque
estoy enojada y frustrada por estar obligada aquí, supongo que también
estoy bastante agradecida de tener la oportunidad de estar y aprender en una
universidad tan distinguida… mientras dure. No significa que no vaya a
intentar encontrar una manera de escapar, mientras la Resistencia esté detrás
de mí, nunca me sentiré realmente cómoda quedándome en un lugar, pero
voy a absorber tanta información y conocimiento como pueda.
Me despierto temprano en mi primer día, mi estómago está revuelto
por los nervios, y le pongo mucho cuidado a mi apariencia. Mis maletas ya
estaban en mi habitación cuando North me dejó, ni siquiera sabía que el
equipo táctico las había agarrado cuando me encontraron.
No tengo ropa de diseñador como la mayoría de las otras chicas de
mi residencia, pero puedo lucir limpia y bien arreglada, que es lo que
realmente importa. Espero no destacar demasiado, solo quiero mezclarme
hasta que pueda salir.
Para cuando me estoy trenzando el cabello, mi teléfono vibra con un
mensaje de texto de North. Mi estómago da un vuelco cuando veo su
nombre, pero el texto en sí no es tan malo.
Gabe te recogerá de tu dormitorio para acompañarte a tus clases
esta mañana.
Así que consigo que mi propio guardia me acompañe al edificio.
Fantástico. De todos mis Vínculos, creo que Gabe es el que elegiría para
acompañarme. Se veía tan miserable como yo me sentí anoche, así que
espero que eso signifique que no intentará hablar conmigo ni nada.
Podemos entrar juntos al edificio en total silencio. Hurra.
Una vez que estoy lista, me siento en mi cama y miro alrededor de
mi escasa habitación mientras espero a que llegue. Puedo hacer esto, puedo
ponerme al día con todos los que me rodean. No es tan difícil, he pasado
tanto tiempo en bibliotecas leyendo y usando Internet allí, que estaré bien.
Sigo diciéndome esto, una y otra vez, y maldita sea, rezo para que sea
verdad.
El golpe en mi puerta me saca de mi aturdimiento.
Me pongo de pie, cuelgo mi bolso al hombro y juego con el
dobladillo de la camisa durante un segundo para retrasar la apertura de la
puerta un segundo más. Tomo una bocanada de aire y la abro, esbozando
una sonrisa falsa en mi rostro.
Mi corazón da un vuelco ante la perfección que es mi Vínculo, y
luego recuerdo que me odia y necesito largarme de aquí antes de que la
Resistencia nos mate a todos mientras nuestras guardias están bajas.
Maldición, no puedo pensar en ellos ahora mismo.
No sin que mis manos comiencen a temblar y todo mi cuerpo
comience a sudar.
Sus ojos recorren mi atuendo, casi como si me estuviera evaluando
por mi gusto, y luego dice:
—Mejor que la última vez que te vi, supongo. ¿Cómo fue tu primera
noche en los dormitorios?
Que se vaya al infierno, no voy a morder el anzuelo. En cambio, me
encojo de hombros.
—Estuvo bien. He dormido en la calle antes, es mucho mejor que
eso.
Me hace una mueca, su labio se encrespa un poco, y luego me indica
con la cabeza que lo siga, como si fuera un maldito cachorro. Caminamos
juntos por el pasillo y noto todo el interés que recibe de las otras chicas
aquí. Ahora a mi mente no le importa esto, sé que él me odia, sé que todos
me odian, pero es como si pudiera sentir mi vínculo en mi pecho
protestando por la atención. La indiferencia que él me muestra es como sal
en las heridas, y nada me encantaría más que arrancar el vínculo de mí y
verlo desvanecerse. Si solo ese fuera mi poder. En cambio, hago lo que
mejor puedo, aparto el vínculo de mi mente y dejo mi rostro
cuidadosamente en blanco.
Gabe no nota esta batalla interna que estoy librando. No, está
demasiado ocupado coqueteando por los pasillos, guiñando un ojo a las
chicas en la escalera y lanzando un maldito beso al edificio TA. Es un
maldito mujeriego, claramente se ha acostado con la mitad de las chicas
aquí y ya tiene un plan en acción para hacerlo con el resto más tarde.
Cuando salimos, no esperaba que se volviera hacia mí, todas las
sonrisas fáciles y los ojos iluminados desaparecen.
—¿Te importa algo una mierda? ¿Te preocupas por alguien más que
por ti misma?
Contengo un estremecimiento y enderezo los hombros, mirando a
mi alrededor como si no supiera hacia dónde nos dirigimos, cuando en
realidad busqué obsesivamente en Google los entornos anoche.
—Si tienes algo que necesitas sacar de tu pecho, entonces bien
puedes hacerlo ahora.
Me agarra del brazo y mete un trozo de papel debajo de mi nariz.
—Si un chico empujara su número de teléfono en tu bolsillo estando
yo cerca, le arrancaría la maldita garganta y, sin embargo, ahí estás, sin
molestarte y lista para la maldita clase.
Parpadeo hacia él como una idiota. ¿Me está tomando el pelo?
—Entonces, ¿quieres que me enoje con las chicas que coquetean
contigo? No es como si hubieras intentado detenerlas. ¿Por qué debería
importarme un demonio dónde estás metiendo tu pene?
Si antes pensaba que se veía seriamente enojado, había subestimado
su rabia.
—Nox tenía razón. Eres una perra egoísta. ¿Qué diablos hicimos
para conseguir un Vínculo como tú?
Deja caer mi brazo como si yo tuviera una enfermedad contagiosa y
se aleja, sin esperarme mientras cruza la calle.
Me digo que esto es algo bueno, que cuanto más me odien mis
Vínculos y quieren alejarse de mí, más rápido puedo estar en movimiento
de nuevo, pero mi propio vínculo dentro de mí está malditamente devastado
por sus palabras.
Tengo que correr para alcanzarlo porque realmente no quiero a
North molestándome por rezagarme tan temprano en el día. Llegamos al
campus justo a tiempo para mi primera clase, y pronto se vuelve muy obvio
que todos en esta universidad saben precisamente quién soy.
Nadie quiere mirarme ni hablarme en absoluto. Solo empeora a
medida que avanza el día, cada vez que tomo asiento en clase, encuentro
que todos los asientos a mi alrededor permanecen vacíos. Gabe tiene
exactamente las mismas clases que yo todo el día, algo que sé que se planeó
meticulosamente, pero se sienta lo más lejos posible de mí en todo
momento y todos los estudiantes aquí siguen su ejemplo.
Es como si yo tuviera la peste.
Después de cinco años huyendo, nunca me había sentido tan sola en
toda mi vida como aquí. Comenzó como un aleteo nervioso en mi estómago
mientras caminábamos, pero para la hora de salir a almorzar, ese aleteo se
había convertido en un vacío cavernoso. Quiero vomitar.
Pienso en decírselos a mis Vínculos, decirles que nunca completaré
el vínculo si así es como me van a tratar, pero en cambio cierro la boca e
ignoro todo lo mejor que puedo. No mejora nada una vez que llegamos a la
cafetería para el almuerzo. Gabe continúa riendo y coqueteando en su
camino hacia allí, mirándome de reojo y con desagrado, por lo que hago
todo lo posible por ignorarlo. Ni siquiera me molesto en mirar las opciones
de comida del día, solo tomo platos sin pensar. La comida era difícil de
conseguir y nunca dejaría que nada se desperdiciara. Nunca había llegado al
punto en que me moría de hambre, gracias a Dios, pero también voy a
disfrutar tener el fácil acceso a ella.
Gabe es mucho más selectivo sobre cómo siente su predicamento.
Parece el chico del cartel de la nutrición. Solo consumiendo proteínas,
verduras y una pequeña cantidad de carbohidratos con almidón. Niego con
la cabeza hacia él sin siquiera darme cuenta de que lo estoy haciendo.
—¿Qué? ¿Crees que me veo tan bien mientras como basura? —dice
y casi se siente como si estuviera coqueteando conmigo.
Este chico podría provocarme una tortícolis.
—Realmente no podría importarme menos lo que hagas —digo, con
una mirada apática.
Me mira con los ojos entrecerrados y murmura:
—Maldita perra de corazón frío.
Sí, esa soy totalmente yo.
Tan fría que me escapé de la gente destinada a amarme para tratar de
detener el fin del maldito mundo tal como lo conocemos. Toda una maldita
perra.
Tomo la mesa más cercana con un asiento vacío y los tres
estudiantes que ya están sentados allí se levantan y se alejan. Pongo los ojos
en blanco, como que me estoy volviendo inmune a eso ahora y me sumerjo
en mi comida. La pizza está un poco recocida pero aún lo suficientemente
deliciosa.
Gabe se sienta conmigo, maldita sea.
—¿Hay algo más que necesites? —digo mientras tomo mi comida
porque dudo que su opinión sobre mí pueda disminuir aún más.
Sonríe hacia mí por encima de su plato saludable.
—Has estado recibiendo algo de interés hoy. Me aseguro de que
todos sepan que estás fuera de los límites.
No puedo evitar mirarlo boquiabierta.
—¿Interés? La gente me ha tratado como si fuera contagiosa, dudo
que haya alguien que tenga algún tipo de interés. ¿Cuál es tu perspectiva
real aquí?
Se encoge de hombros.
—Te lo dije, me aseguro de que no pienses en huir con nadie más.
Puede que no creas que tus vínculos son lo suficientemente buenos, pero
hoy te vestiste bien para llamar la atención de alguien.
De acuerdo, claramente se burla de mí.
No hay forma de que pueda pensar que mis jeans y una camiseta
vieja y gastada sean vestirse bien. Dios, ¿por qué tiene que ser tan idiota?
Lo entiendo, todos me odian, pero déjame en paz entonces.
Me pongo a la defensiva, mi boca inteligente siempre se activa
cuando lo necesito.
—¿Cuándo quieres unirte, entonces? Puedo hacerte un lugar en la
agenda para la próxima semana.
Su cabeza se echa hacia atrás.
—¿Qué?
Sonrío.
—¿Me quieres, verdad? ¿Por eso te enojaste tanto porque me fui?
Bueno, te follaré y terminaré con esto. Solo dime cuándo.
Tiene el efecto exacto que estaba buscando, su cabeza se echa hacia
atrás como si lo hubiera abofeteado. Claramente es un romántico, alguien
que se sintió destrozado cuando me fui, probablemente tenía toda nuestra
vida planeada antes de que supiera que yo existía.
—Creo que preferiría tener a cualquier otro Vínculo excepto a ti —
sisea y me encojo de hombros.
—Siento lo mismo. Déjame con mi comida, no es como si pudiera ir
a ningún lado ahora que me han puesto un chip.
Sus cejas se arquean y luego empuja su plato, caminando hacia la
puerta.
Por fin. Paz y tranquilidad.
Dura aproximadamente un segundo.
Una chica silenciosa y tímida se acerca y se desliza lentamente en la
silla frente a mí, con la cabeza gacha y las manos temblando un poco
mientras toma su café. Trato de no mirarla demasiado, claramente algo está
pasando con ella, pero mis ojos siguen moviéndose hacia ella.
—Espero que esté bien sentarme aquí —murmura y asiento.
—Por supuesto. ¿Estás segura de que quieres sentarte con la paria
social?
Se encoge de hombros y esboza una sonrisa que curva las comisuras
de sus labios.
—El espacio para los codos aquí es bastante grande y nadie vendrá
aquí, gracias a Gabe.
Mi estado de ánimo se torna amargo.
—¿Lo conoces?
Hace una mueca ante mi tono mordaz.
—Todo el mundo conoce a tus Vínculos, lo siento. No somos
amigos ni nada, solo sé que huiste porque… bueno, todo el mundo lo sabe.
Esto no es una novedad para mí, pero aun así me duele. Me
pregunto cuantos inconvenientes cansé a todos porque me fui, y luego
pienso en la fría recepción de North y en los ojos llenos de odio de Nox.
No, no creo que me importe.
Al menos todos se tenían mutuamente. Yo no tuve a nadie.
—No quise hacerte sentir incómoda. Solo quería comer en paz —
murmura y me saca de mis pensamientos.
Frunzo el ceño hacia ella.
—¿Por qué no comerías en paz?
Ella hurga en su ensalada. Su comida se ve aún más triste que la de
Gabe.
—Yo también soy una especie de paria aquí. Mi Vínculo prefiere a
su otra Vinculada. Riley me ha dejado claro que no soy lo suficientemente
buena para él. Él ya se graduó, pero Giovanna todavía asiste a Draven. Ella
no es el centro del Vínculo, así que misión en la vida es arruinarme. Listo,
creo que ahora estamos a la par. Tú también sabes todas mis malditas cosas
de mierda.
No paso por alto el uso distintivo de la palabra allí. Vinculada. En
nuestro mundo, siempre hay una persona Dotada Central en el vínculo que
está destinada a estar con dos o más personas. Una vez que el Central ha
completado sus vínculos, con sexo, se vuelven Vinculados, algo
reverenciado y muy buscado. Tu poder crece y forjas una conexión
inquebrantable.
Su Vínculo ha elegido eso con la otra chica, pero no con ella.
Ya lo odio.
Mi piel escuece debajo de la ropa.
—¿De verdad quieres pasar el rato con alguien que rechazó a sus
Vínculos? Quiero decir, estás en el otro extremo de eso.
Debería cerrar la boca y aceptar la amistad, porque probablemente
será la única que se ofrezca, pero nunca he sido buena fingiendo este tipo de
cosas.
Ella me sonríe y asiente.
—El hecho de que no tengas idea de quién soy, o cualquier cosa
sobre el lío de mi vínculo, significa que eres la persona perfecta para ser
una amiga aquí. Mi nombre es Sage, por cierto, y realmente no me
importaría salir contigo. Podría ayudarte con tus asignaciones, sé que debe
ser difícil llegar en la mitad del semestre. Además, tener toda la mesa para
nosotras será… agradable.

Supongo que es una forma de verlo.

Porque mi día está condenadamente maldito, mi primera clase


después del almuerzo es Historia de los Dotados. Normalmente, eso sería lo
mío. Me encanta aprender de dónde venimos y cómo han evolucionado
nuestras habilidades. ¿El problema aquí?
Mi horario muestra que el profesor es Nox Draven.
Mátame ahora, maldita sea.
De los cuatro Vínculos que he conocido hasta ahora, él ha sido el
que más expresó su odio y aversión hacia mí.
Mientras camino con Sage hacia el auditorio, mis ojos se dirigen
inmediatamente al frente de la sala donde Nox está hablando con dos
estudiantes, una de las cuales le acaricia el brazo y se ríe.
Estupendo.
Mi estómago da un vuelco y le digo a mi estúpido vínculo que lo
supere. Él me odia y creo que es un idiota egocéntrico. No ayuda que todos
los ojos en la habitación estén puestos en mí mientras bajo las escaleras
lentamente para sentarme lo más lejos posible de Gabe, quien le sonríe
abiertamente a Nox. Tomo mi asiento e ignoro todo.
Claro que tendría que terminar con Vínculos que son súper sexys y
populares, pilares de nuestra sociedad y famosos por sus actos de servicio.
Por supuesto, soy la villana.
Quiero decir, soy la villana de esta historia en este momento. Incluso
si se enteraran de cómo han sido los últimos cinco años para mí… incluso
entonces, probablemente sería la mala. No es que alguna vez vayan a
enterarse. Si lo hacen, estarán muertos. Será justo cuando la Resistencia
venga y nos asesine a todos. Aunque no a mí, no, me conservarían.
Soy demasiado valiosa para sufrir una muerte honrada.
Gracias a Dios, Sage está aquí conmigo y tengo a alguien con quien
poner los ojos en blanco sobre la completa mierda de esta sala. Los susurros
ni siquiera son sutiles, solo hablan abiertamente de lo mierda que soy.
Oh, bueno.
—Vaya. Está realmente enojado contigo, ¿no? —susurra Sage
mientras desempaca su computadora portátil y se instala.
Me encojo de hombros.
—Enfadado significa que podría superarlo. Estoy bastante segura de
que superamos eso y estamos firmemente en la fase de “Ojalá Fallows
muera”.
Sage hace una mueca.
—Eso es… realmente espantoso. Giovanna también es así.
Me encojo de hombros de nuevo. No hay nada que pueda hacer al
respecto excepto encontrar una manera de salir de este infierno antes de que
haga que nos maten a todos.
Incluso cuando la habitación se llena, los asientos a nuestro
alrededor permanecen vacíos, como si tuviéramos la plaga o algo así. Los
susurros no son ni un poco discretos, a nadie aquí le importa un demonio lo
que pienso de que todos estén hablando de mí.
Disfruto del margen de maniobra que me ofrece esta mierda.
Las chicas del frente finalmente se alejan de Nox y toman sus
asientos en la primera fila, sus risitas coquetas y sonoras se esparcen en la
sala, incluso cuando todos comienzan a calmarse. Mi vínculo se retuerce en
lo más profundo de mi estómago, descontento con toda la situación, pero lo
reprimo.
—Muy bien. ¡Tranquilícense, todos! Tenemos mucho que cubrir
hoy.
La habitación se calma bastante rápido, todos los chicos parecen
respetarlo y las chicas de la clase le hacen ojitos. Incluso las que están
vinculadas lo miran con aprecio, lo cual entiendo.
Él es realmente sexy, pero también es un idiota, así que supongo que
se cancela por sí solo.
No me mira ni una vez al comenzar la lección, pero sonríe con
picardía a las chicas de la primera fila todo el tiempo que habla.
—Entonces, la semana pasada lo dejamos al comienzo de la división
de los Dotados y el surgimiento de la Resistencia. ¿Alguien recuerda lo
primero que hizo la Resistencia como acto de violencia contra los Dotados?
Una de las chicas levanta las manos, saca pecho y arquea la espalda
como si estuviera en un set de pornografía y no en un auditorio. Demonios,
la idea de pasar los próximos tres años atrapada aquí con estas chicas… no,
es toda una nueva capa que se agrega a todo lo jodido que es esto.
Nox le sonríe cuando la señala y ella le sonríe cuando responde:
—Encontraron a todos los No dotados que nacieron de los Dotados.
Las anomalías y los que no tienen Vínculos. Luego los cazaron y los
mataron, alegando que no eran dignos de nuestro linaje.
Maldición.
Sé exactamente lo que está pensando Nox, pero nada me prepara
para él girando esa mirada oscura en mi dirección. Sage se mueve en su
silla, incómoda con su mirada fulminante ahora que apunta en nuestra
dirección, pero no debería estar preocupada. Es mi sangre lo que busca.
—Fallows, únete a mí para una demostración.
Los ojos de Nox se clavan en mí, un desafío abrasador y mi piel se
eriza cuando siento que toda la clase se vuelve para mirarme también.
Levanto la barbilla, aunque me sienta incómoda, no retrocederé ante el
imbécil.
No tiene idea de lo que he sacrificado por él.
Me pongo de pie y camino por las filas hasta que estoy al frente de
la clase, todo el auditorio mirándome. Las risitas de las chicas de la primera
fila rozan la estupidez y suenan como de doce años.
—Los Vínculos no Dotados son raros pero, desafortunadamente,
ocurren. Oleander aquí es un excelente ejemplo de cuando las cosas van
mal.
Es una lucha, pero mantengo mi rostro en blanco mientras
comienzan a reírse y susurrar. Gabe se pasa una mano por el rostro pero no
se mueve para detener a Nox, la amistad y lealtad entre ellos es mucho más
fuerte que el débil vínculo que compartimos.
Al que cree que le he dado la espalda.
—Ella tiene cinco Vínculos, todos con una fuerza y habilidades
superiores a la media, y sin embargo, no tiene… nada. Ninguna habilidad,
ninguna afinidad, absolutamente nada por lo que valga la pena mantenerla
cerca.
Los susurros se hacen más fuertes y lucho para bloquearlos. Sé lo
que están pensando, he sido rechazada por mi propio Vínculo en un
espectáculo tan perverso, pero no es nada que él no me haya dicho ya.
—No somos como la Resistencia, así que no matamos gente por
nacer sin ningún uso real en nuestra sociedad, pero es importante recordar
nuestra historia, ¿no lo crees, Fallows?
Los miro a todos fijamente y memorizo sus rostros.
Podría matarlos a todos ahora mismo sin sudar, pero no soy un
maldito monstruo, no importa lo mal que me traten. Estoy más allá de esta
mierda.
Repito mi mantra en mi cabeza de nuevo.
Es mejor ser odiada y estar viva, mejor estar sufriendo que ser una
asesina, mejor estar sola y a salvo.
Capítulo 4
Sage me invita a volver a su residencia para estudiar, pero cuando
verifico la ubicación en mi teléfono, está fuera del perímetro que me dio
North y no hay forma de que quiera lidiar con ese idiota hoy. No después de
que su hermano idiota me avergonzara frente a la mitad de la maldita clase
de primer año.
Maldición.
No puedo pensar en eso sin sentir ese tipo especial de rabia que
significa que mi habilidad quiere salir a jugar y eso no puede suceder. Sin
embargo, me permito pensar en ello, lo que se siente por un segundo. Solo
para quemar un poco la rabia.
Así que en lugar de eso, me dirijo a mi propia residencia para…
sentarme y sentirme abatida, realmente. A la luz del día, la habitación
parece aún más lúgubre. Con paredes desnudas, armarios vacíos y la cama
más mierda conocida por el hombre. De verdad, he dormido en refugios
para personas sin hogar con mejores colchones y las mantas son una
pesadilla áspera.
Además, solo tengo unos ocho dólares a mi nombre, por lo que
comprar cosas nuevas no está en el presupuesto.
Desempaco mis maletas y reviso la poca ropa que me queda. Hay un
poco de maquillaje y tres pares de zapatos. No es genial, los zapatos son
parte de mi vida y el equipo táctico dejó atrás un par de botines de cuero
que fueron el mejor hallazgo de mi vida en una tienda de segunda mano.
Me niego a admitir cuánto me duele esa pérdida.
Podría haber lágrimas.
Luego paso unas horas en mi teléfono investigando trabajos que
encajen en el perímetro que me dio North, pero ninguna de las horas
funciona con su estúpido toque de queda. Parece que ganar dinero está
descartado y estoy atrapada en esta habitación de mierda tal como está.
A la mierda mi vida.
Incluso mientras huía, me las arreglé para encontrar pequeñas obras
de arte y baratijas para embellecer mis espacios. También tenía auto. Tendré
que hablar con North al respecto porque está registrado a mi nombre y no
necesito estar acumulando boletas por abandonarlo.
Maldición, si tan solo pudiera recuperar mi auto.
El verdadero problema aquí es el chip GPS asesino. Si pudiera
sacarlo, saldría de este lugar en el próximo autobús… o, diablos, haré
autostop hasta la costa este. O quizás Canadá. Necesitaría un pasaporte para
eso.
Maldición.
Finalmente, afuera oscurece y me aburro lo suficiente en mi
pequeña habitación de mierda como para prepararme para ir a la cama. Las
duchas en los dormitorios son un tipo especial de infierno gracias a todos
los susurros y chismes, pero no se necesita mucha función cerebral para
darse cuenta de que hay momentos del día en que este lugar es un pueblo
fantasma y lo uso para mi ventaja.
Estoy secando mi cabello en mi habitación cuando mi teléfono
suena con un mensaje de texto.
Extraño.
Solo Sage tiene mi número y está trabajando ahora mismo. Ella ya
me dio un resumen básico de cómo es su semana para que podamos
encontrar tiempo para estudiar juntas. Me preparo para cualquiera de mis
Vínculos que esté iniciando una nueva campaña de odio contra mí, porque
estoy segura de que North les dio a todos mi número, pero cuando lo reviso,
encuentro un mensaje de mi último Vínculo, el que ha estado desaparecido
hasta ahora.
Me dejo caer en la cama mientras leo su mensaje una, dos, ocho
veces.
Maldición.
Creo que deberíamos conocernos aquí primero. Me llamo Atlas
Bassinger y vivo al otro lado del país. Estoy terminando el semestre y
luego iré por ti, mi universidad no me dejaría transferirme a medio
término, de lo contrario estaría allí ahora. Espero que puedas entender
eso.
Oh, Dios, creo que me está pidiendo perdón por no dejarlo todo y
venir a mí. ¡A mí! Me quedo mirando mi teléfono por otro segundo antes de
responder, tratando de encontrar las palabras para decirle que soy la peor
opción para él.
¿Hablaste con los otros chicos? Estoy segura de que tienen mucho
que decir sobre por qué no necesitas dejarlo todo para venir a verme.
Su respuesta es mucho más rápida.
Me importa un demonio sus opiniones sobre mi Vínculo. Hablé
con ellos cuando llegó mi análisis de sangre y me dijeron que huiste. No
soy un idiota como el resto de ellos, huiste porque tenías que hacerlo. Lo
sé. Estaré allí en cuanto pueda y si eso no es lo suficientemente rápido
para ti, iré ahora y comenzaré el semestre de nuevo.
Mi estómago da un vuelco. Dejo caer la toalla con la que estaba
secando mi cabello al suelo y me concentro por completo en mi teléfono.
¡No puedes hacer eso! Te hice esperar lo suficiente y,
honestamente, todavía no tengo muchas ganas de quedarme.
Podría llorar, solo sollozar en mi teléfono con este pequeño
fragmento de bondad, pero eso podría romper la presa dentro de mí y, en
este punto, soy una maldita experta en compartimentar mi propio trauma.
Dudo cuando mi teléfono suena de nuevo en mi mano, luego respiro
profundo y miro.
Preséntate, Vínculo. No quiero hablar de nada más que de ti y de
mí. Eso es lo que me ayudará a pasar los próximos dos meses.
Trago saliva. ¿Qué daño hace un poco de honestidad? Puedo decirle
lo suficiente para que no me odie, pero no lo suficiente como para ponernos
en peligro a ninguno de los dos. Además, los mensajes de texto me ayudan
a ser un poco más honesta de lo que suelo ser, como que el hecho de que
esté a miles de kilómetros de distancia significa que nada de lo que diga
aquí realmente… importa, supongo. Todo es problema de la futura Oli y,
demonios, realmente no quiero pensar en ella ahora mismo porque con un
poco de suerte, me iré antes de que él llegue aquí. Siempre he sido una
persona de vivir el momento.
Tienes que serlo cuando corres por tu vida.
Realmente no hay nada que decir sobre mí. Mi nombre es
Oleander Fallows, tengo diecinueve y no quiero estar aquí. Me encontró
el equipo táctico y el Consejo hizo que me trajeran de regreso aquí. Me
han puesto rastreadores GPS ahora, así que no tengo forma de salir de
aquí. Aún.
El mensaje apenas había aparecido como entregado cuando sonó el
teléfono. Oh, Dios. Lo miro por un segundo y luego, con una mano
temblorosa, respondo a su llamada.
—Oye, ¿a qué te refieres con un rastreador GPS?
Su voz es como miel tibia, líquida y reconfortante. Trato de
mantener mi propia voz tranquila, pero es una situación difícil en la que
estar. Maldición, ¿por qué le dije algo? ¿Qué estaba esperando
exactamente?
Me aclaro la garganta.
—El Consejo me detuvo e implantó un rastreador GPS debajo de mi
piel mientras luchaba. Bueno, habría luchado si el Dotado en la habitación
no me hubiera paralizado. Tiene alguna protección, así que no puedo
arrancarlo yo misma. Al parecer, uno de mis otros Vínculos es un hombre
muy importante y lo he enfadado bastante como para que me quiten la
autonomía.
Pasa un momento de silencio y luego dice:
—Iré ahora, a la mierda mis clases de la universidad.
Mis mejillas se calientan.
—Es mi culpa. Yo fui la que hui. Nunca dejarán que lo olvide.
Demonios, probablemente también me odiaría si fuera ellos.
Gruñe y lo escucho hurgar en el fondo. Rezo para que no esté
buscando las llaves del auto o una computadora portátil para comprar un
boleto de avión.
—Sin embargo, tenías una razón, ¿verdad? No te fuiste solo por
diversión.
Frunzo el ceño.
—¿Cómo puedes estar tan seguro de eso exactamente? Podría ser
una completa idiota aquí.
Me frunce el ceño y me imagino una sonrisa irónica en su rostro.
Quiero decir, no tengo ni idea de cómo se ve, aparte de la pequeña foto en
el archivo que North me había dado, pero hay algo en su tono que me dice
que está lleno de presunción y coqueteo en este momento.
—No intentes distraerme, Vínculo. No hay forma de que me dejaras
atrás, no a propósito.
Su confianza tranquila e inquebrantable en mí me derriba y me
desplomo en mi cama.
—Es bastante arrogante asumir eso, podría ser una maldita perra
total. Maldición, de todos modos no importa. No puedo hablar de nada de
eso, no importa lo agradable que seas.
Me gruñe.
—Está bien, al diablo con esto, voy a reservar un vuelo ahora
mismo.
Cierro mis ojos con fuerza.
—No puedes, me lo recriminarán también. Solo… ¿tal vez podamos
llamarnos y enviarnos mensajes a veces? Sería bueno hablar con alguien
que no… me odie, supongo.
Se ríe por el teléfono y me tiemblan las piernas.
—Sí, me gustaría conocer a mi Vínculo. De esta manera podemos
hacerlo sin que todo el sexo se interponga, aunque tengo que admitir que
estoy mucho más feliz sabiendo que no soy el único perdiéndolo. Preferiría
que todos se mantengan enojados contigo para poder probarte primero.
Maldición.
Bueno, ¿no es genial?
Lástima que ninguno de ellos pueda probarme.
Jamás.
No sin arriesgar todo de lo que hui por mantener a salvo.

Me quedo dormida en mi pequeña e incómoda cama con mi teléfono


en la mano y dulces mensajes de Atlas rebotando en mi cabeza. Es tan…
normal. De manera aterradora, simplemente coquetea conmigo y se interesa
por mi vida, como si fuéramos dos personas normales conociéndose por
primera vez y no Vínculos con una tonelada de equipaje de mierda.
No quiero saber qué pensarán mis otros Vínculos de él si se entera
Draven antes de que averigüe cómo salir de aquí.
Paso los siguientes días de clases sin matar a nadie, lo cual es un
maldito milagro porque este lugar está lleno de idiotas y perras groseras.
Sage se queda conmigo en todas nuestras clases compartidas y en la
cafetería mientras comemos. Ella todavía permanece en silencio y un poco
rota, pero cuanto más pasamos el rato, más abierta se vuelve.
Su Vínculo es un verdadero imbécil.
Incluso más que los míos. De acuerdo, tal vez su boca no sea tan
mala como la de Nox y no sea tan dominante como North, pero el hecho de
que la haya dejado por Giovanna después de haber pasado toda su vida
juntos… es una auténtica basura. Al menos sé que mis Vínculos tienen una
razón para odiarme. Los traicioné… a sus ojos, los abandoné.
Sage es la humana más dulce, y lo malo que recibe de todos es tan
vil.
Me despierto el viernes de mal humor y para nada lista para afrontar
el día, sobre todo porque después de mis clases matutinas solo tengo una
clase vespertina, pero es un bloque de tres horas, lo que suena a tortura.
¿Qué clase posiblemente podría necesitar tanto tiempo? Algo que se ha
abreviado como “ET”, como si supuestamente supiera qué diablos significa
eso.
Cuando le pregunto a Sage al respecto, se estremece y se muerde el
labio como si hubiera sido enviada al maldito bloque del verdugo.
—¿Qué? Oh, Dios, ¿en qué diablos me has inscrito North?
Considera sus palabras.
—Es… eh, ET significa… Entrenamiento Táctico. Solo la tomas si
planeas… unirte a la Fuerza del equipo táctico algún día. Es bonito, eh…
brutal. Sé que no tienes la habilidad, así que… no sé por qué estarías
inscrita.
Maldición.
Me ha tomado por sorpresa.
Algún día, una vez que me haya alejado mucho de este lugar y de
mis Vínculos, le enviaré una carta a North y le diré exactamente qué tipo de
idiota es en realidad. Lo haré con mi mejor caligrafía, con la papelería
adecuada, porque siento que esa mierda lo lastimaría aún más, el maldito
psicópata.
—Correcto. Entonces, ¿voy a pasar por unos realmente duros
entrenamientos o lo que sea?
Sage hace una mueca.
—Sí, durante las primeras horas. Luego ellos… ejecutarán algunos
escenarios. Eso es… ah… es donde creo que vas a odiar esa clase.
¿Escenarios?
Suspira al ver la mueca que esbozo y continúa, claramente odiando
ser la portadora de esta terrible noticia:
—Hay tres recorridos de capacitación diferentes en el campus.
Todos están llenos de peligros y tienes que unirte a un equipo y trabajar
para superarlo. Tienes que aprobar todos los recorridos para graduarte, así
que… espero que te pongan en un equipo realmente bueno.
No hay forma de que me meta en un buen equipo.
Incluso si el maestro no es amigo de Nox o North, no hay forma de
que me pongan con personas que tienen experiencia con este tipo de cosas y
ser forzados a una mala situación. Me pondrán con otros estudiantes
inexpertos y deficientes y me darán una paliza en cada maldita clase.
Gabe nos sigue a las dos a todas nuestras clases matutinas, nuestra
habitual sombra con el ceño fruncido. Me he acostumbrado tanto a que él
esté cerca que si no fuera por el vínculo entusiasta que tengo en el pecho
por él, ya no notaría su presencia.
Me pregunto si alguna vez me acostumbraré a la sensación, si los
dolores agudos y despiadados en mi pecho en el enorme abismo entre
nosotros alguna vez se desvanecerán en un ruido de fondo en mi cuerpo y ni
siquiera lo notaré más.
Eso espero desesperadamente.
El tiempo que me he visto obligada a pasar en mi habitación sola y
estudiando ya está empezando a mejorar mi trabajo en clase. La sensación
abrumadora que tuve el primer día se ha aliviado y ya no me ahogo durante
las clases. Sage incluso comenta que mis notas son mejores que las de ella,
lo que me convierte en una perra presumida porque ella es toda una
sabelotodo.
Es bueno saber que no arruiné mi vida por completo mientras huía.
La inquietante presencia de Gabe mantiene vacías las sillas a
nuestro alrededor, pero me importa un demonios hacer un montón de
amigos. Sage es dulce, amable y divertida una vez que se abre un poco y
eso es todo lo que necesito.
Nos sentamos juntas a la hora del almuerzo y, cuando se acaba el
tiempo, ella duda un segundo.
—Puedo… acompañarte al centro de entrenamiento, ¿si quieres?
Le ofrezco una media sonrisa y giro la cabeza en dirección a Gabe,
donde ya se dirige hacia nosotras.
—Estoy bastante segura de que el oficial de la prisión me dirigirá
allí, pero gracias. Te enviaré un mensaje más tarde para que llores por lo
malditamente malo que es.
Hace una mueca y mira a Gabe.
—No te envidio. Mis padres querían que lo tomara este año solo
para que pudiera conocer de autodefensa, pero les señalé que, literalmente,
puedo prender fuego a la gente, así que estoy bien. Demonios, casi maté a
mi hermano pequeño estornudando hace unos años, así que necesito
control, no aliento.
Me río a carcajadas, porque dudo mucho que estuviera tan cerca, y
la saludo. Se dirige a una clase de política que suena increíblemente
aburrida por la que daría mi riñón izquierdo para ser transferida. Mis ojos se
entrecierran mientras veo a los otros estudiantes dándole un amplio espacio,
como si fuera contagiosa, gracias a su Vínculo idiota.
A la mierda todos.
Tal vez trataré de convencerla de que huya conmigo cuando
averigüe cómo salir de aquí con este estúpido chip GPS… excepto que ella
estaría en peligro entonces y no solo como objetivo social.
—Empiezo a pensar que estás enamorada de ella —se queja Gabe y
le pongo los ojos en blanco.
—¿Vamos a las sesiones de tortura o no? Supongo que te encanta
esta clase, es tu favorita, ¿no? Asqueroso.
Resopla y se aleja, sus zancadas son tan grandes que prácticamente
tengo que trotar para seguirle el ritmo.
—Lo estoy haciendo bien, no significa que me encanta. Vivian es
dura y trata de matarnos a todos. Espero que estés en forma, o esto apestará
para ti.
Teniendo en cuenta que estoy resoplando solo por seguirle el ritmo,
hoy voy a morir. Voy a golpearme contra el suelo y morir.
El centro de capacitación está en el lado más alejado del campus y
hay un curso de capacitación externo cercado en el frente que parece que
fue construido para Navy Seals y definitivamente no para estudiantes
universitarios. Trago saliva, volviéndome loca, y Gabe se ríe de mí como un
idiota. Tiene esa mordacidad, como si realmente estuviera disfrutando de mi
terror, y si no estuviera haciendo todo lo posible para asegurarme de no
tocarlo, probablemente lo golpearía.
Probablemente también sería como golpear una pared.
Los otros estudiantes que nos rodean son todos muy atléticos, altos
y musculosos, y se vuelve muy obvio que no solo voy a morir aquí, sino
que también me van a humillar por completo.
Al diablo con mi vida y que el maldito North Draven vaya al
infierno donde pertenece.
Sé antes de abrir la puerta que uno de mis otros Vínculos está en el
salón de clases. Rápidamente me doy cuenta de que es Gryphon, porque es
el único de los cuatro Vínculos aquí en Oregon con el que no he pasado
mucho tiempo. Me siento extrañamente nerviosa de que él esté aquí, de
todas mis clases para que él se presente, ¿elige la que más me preocupa?
No voy a ser la chica más rápida ni la más fuerte. Tengo dominio de
la autodefensa, pero muy poco conocimiento sobre pelear contra alguien, y
en el momento en que nos pongan en algún tipo de escenario o pelea, fallaré
porque hago todo lo que puedo para mantener a cualquiera alejado de saber
que incluso tengo poderes.
Va a verme fallar.
Hay algo en él que hace que mi vínculo quiera impresionarlo. Es tan
estúpido. No me importa Gabe o North o ese idiota de Nox así. Demonios,
Nox me había llevado al frente de la clase y me había avergonzado frente a
todos los otros estudiantes como si no fuera nada y, aunque mi vínculo
estuvo enfadado, lo esperaba de él.
Hay algo en Gryphon que podría romperme.
Gabe empuja la puerta para abrirla y me hace entrar con una sonrisa.
Capítulo 5
Sigo a Gabe y camino hacia los vestuarios para dejar mi bolso en el
casillero que me fue asignado, con una etiqueta con el nombre Fallows ya
pegada allí. Hay un uniforme y un papelito con la combinación del
casillero.
Las otras chicas están riendo y hablando mientras se cambian sus
uniformes y no puedo evitar notar que están todas muy tonificadas. Nunca
me importaron lo suficiente las opiniones de otras personas sobre mí como
para sentirme cohibida por mi cuerpo, pero, diablos, nunca antes había sido
tan consciente de mis propios defectos.
Voy a morir.
Los pantaloncillos son demasiado cortos y la camiseta demasiado
larga, por lo que casi parece que no estoy usando pantalones en absoluto.
Ninguna de las otras chicas intenta hablarme, pero todas me miran como si
estuviera enferma, susurrando y murmurando sin siquiera intentar ser
sutiles.
Respiro profundo antes de regresar a la sala de entrenamiento, solo
para recomponerme e intentar encontrar algo de fuerza interior para superar
esto, pero… nada. No hay ningún secreto dentro de mí rebosante de
fortaleza y confianza.
Sin embargo, hay un montón de mal humor y autodesprecio, así que
podría usarlos en su lugar y esperar lo mejor.
Gabe está recostado contra la pared fuera del vestuario, riendo y
bromeando con algunos de sus amigos del equipo de fútbol. Todos se
quedan en silencio cuando salgo, mirándose entre sí como si estuvieran
hablando telepáticamente sobre la mierda que soy. Demonios, podrían
hacerlo, por todo lo que sé y me importa.
—Estuve a punto de entrar allí después de ti. No puedes esconderte
de Vivian, ¿sabes? Él simplemente vendría aquí detrás de ti.
Me encojo de hombros y trato de ocultar mi sorpresa de que esta
persona dura Vivian sea un hombre. Por supuesto, habría otro hombre aquí
para empujarme y arruinar mi vida. Gabe pone los ojos en blanco ante mi
silencio, montando un espectáculo para sus amigos porque obviamente no
quiere que sepan cuánto le duele mi rechazo. Es tan obvio para mí, pero
todos comienzan a hacer bromas sobre su Vínculo defectuoso como si yo
no estuviera aquí escuchando.
Malditos cerdos.
Me alejo de ellos, hacia el frente del grupo, para encontrar a
Gryphon parado allí con ropa táctica con un hombre muy viejo y rechoncho
que parece estar enojado con el mundo porque se despertó esta mañana y
tiene que lidiar con estudiantes universitarios.
Lo reconozco porque siento exactamente lo mismo.
Gryphon me mira con ojos fríos y desinteresados y luego aparta la
mirada, lo que a mi vínculo no le gusta en absoluto, pero aparto el
sentimiento. Vivian se interesa mucho más por mí, frunciendo el ceño y
mirándome.
—¿Eres el Vínculo? Pareces tener unos doce años, ¿estás segura de
que tienes la edad suficiente para estar aquí?
Cruzo los brazos sobre mi pecho.
—No, ¿puedo irme ahora?
Gryphon ignora mi descaro y camina a mi alrededor para comenzar
a bramar órdenes al resto de la clase, dirigiéndolos a un circuito de
entrenamiento que preferiría que Sage me prendiera fuego antes que
completar.
Vivian me mira de nuevo y mientras Gryphon se acerca dice:
—Esperaba más. ¿Cuál es tu don? Será mejor que tengas algo bueno
para mí.
¿Para él? Eso es muy extraño. Me encojo de hombros.
—Nada. No tengo nada para ti.
La mirada de Gryphon choca con la mía mientras frunce el ceño,
pero no comenta que yo finalmente confirme todas sus peores pesadillas.
Un Vínculo no dotado.
Demonios, desearía que fuera verdad.
Los ojos de Vivian se entrecierran aún más hasta que casi se ven
cerrados, su boca hace una mueca.
—Te voy a sacar esta actitud, ¿sabes? Te romperás antes de que
acabe el día, estoy segura.
Dios, probablemente. Tendré suerte de durar diez minutos, pero no
le doy la satisfacción de decirlo. Solo espero a que empiece a dirigirme.
Es mucho peor de lo que pensé que sería.
Vivian me crea mi propio circuito para que pueda evaluar dónde está
mi estado físico y mis pulmones están gritando en un minuto. Para cuando
pasa media hora, no puedo sentir mis piernas. Para la hora, puedo probar
sangre y ver puntos blancos en las esquinas de mi visión.
Es solo por mi pura y obstinada voluntad que sigo adelante.
Cuando Gryphon hace sonar un silbato para señalar el final de esta
parte del entrenamiento, me sorprende descubrir que soy la única que
todavía está haciendo ejercicio, todos los demás están sentados bebiendo
agua y mirándome sudar en el elíptico.
Quiero desplomarme en el suelo en una pila, pero entonces Gryphon
grita:
—Se acabó su calentamiento, lleven sus traseros a la sala de control
para que podamos repasar el plan de la lección de hoy.
¿Calentamiento?
Tienes que ser una broma.
Quiero matar a alguien, lo quiero tanto que mi don se agita en mi
pecho y tengo que decirle que se calme porque en realidad no puedo atacar
ahora, ni nunca.
Me toma tres intentos hacer que mis piernas funcionen, pero
tropiezo tras el grupo y atravieso el edificio hasta que estamos en la sala de
control, que parece una sala de reuniones llena de pantallas de seguridad.
Están todas encendidas y mostrando los recorridos de obstáculos vacíos, las
imágenes pasan hasta que quiero llorar, cada una de ellas parece imposible
de atravesar.
Gabe se apoya contra la pared a mi lado, mira a Gryphon mientras
bebe su botella de agua. Mataría por algo, pero no hay forma de que le pida.
No cuando estamos atascados en esta sala con al menos otros cincuenta
estudiantes, todos escuchándome y juzgándome, porque todo el campus lo
escucharía decirme que lo aguante.
Así que me concentro de nuevo en Vivian y mi Vínculo con el ceño
fruncido al frente de la clase.
—Vamos a ceñirnos a algo fácil. Se dividirán en dos equipos y el
primero en hacer que todos pasen el recorrido gana. Sencillo —dice Vivian,
frunciendo el ceño a todo el mundo, pero no me engaña ni por un segundo.
No hay nada fácil en eso. Parece imposible, malditamente
imposible, y cuando dice en voz alta los nombres de las personas del equipo
rojo, no me sorprende el sonido de los gemidos y las quejas cuando llama el
mío para que me coloque en el grupo.
Probablemente voy a ser la carga más grande que haya tenido mi
equipo.
Cuando los equipos han sido nombrados, todos se mueven a la
habitación contigua, agarran brazaletes en rojo o azul y se los atan. Más de
una persona en mi equipo hace comentarios sarcásticos sobre estar
condenados gracias a mi presencia, pero incluso si tengo ganas de comenzar
una pelea, no puedo.
De ninguna maldita manera voy a terminar el recorrido, no sin
ayuda, y no hay una sola persona aquí que no me mire con desprecio.
Ni siquiera mis propios Vínculos.
De acuerdo, probablemente no sea el mejor ejemplo para usar
porque, por supuesto, los Vínculos que rechacé están mirando a su
alrededor como si prefirieran pelarse la piel antes que estar en la misma
maldita habitación que yo. En el segundo en que salga de aquí hoy, voy a
acercarme a la oficina del decano y exigir un cambio de horario. No haré
esta mierda todo el año. Podría manejar el entrenamiento y los ejercicios, es
brutal pero factible, pero ¿trabajar con otros estudiantes a quienes nada les
encantaría más que verme estirar la pata?
No.
De ninguna maldita manera.
Soy la última persona en agarrar un brazalete y Vivian mira cómo
me lo ato con el ceño fruncido. Cuando está seguro, lo miro y él mueve la
cabeza para señalarme donde está parado. Respiro profundamente,
preparándome para cualquier mierda que me vaya a lanzar.
Es un hombre mayor, su rostro un poco demacrado y lleno de
cicatrices, y cuando habla, la gruesa línea blanca que atraviesa su labio
superior distorsiona un poco el sonido, dándole el más mínimo ceceo.
—Estás en desventaja aquí porque todos los demás han hecho el
recorrido antes y lo conocen bien. Te emparejaré con tu Vínculo solo por
esta vez, para que pueda ayudarte a superarlo.
Dios mío, no.
—Dudo que quiera eso. Está bien, si muero, al menos no tendré que
volver a hacer esto.
Me mira de reojo como si pensara que estoy bromeando, pero luego
mira por encima de mi hombro al rostro que Gabe está poniendo en este
momento y se encoge de hombros.
—Como quieras, no me involucro en tonterías de vínculos. Hay
otras tres personas en la clase con dones de bajo nivel, a todos les va bien,
pero todos tienen sus Vínculos con ellos y están en mejor forma que tú.
Genial.
Excelente. Perfecto. Asiento y me deslizo hacia la pared donde
Gabe está frunciendo el ceño hacia el suelo como si personalmente lo
hubiera enfadado. La habitación es tan ruidosa que casi lo echo de menos
cuando murmura:

—Maldición, ojalá nunca hubieras vuelto.

El equipo azul entra por el lado izquierdo del recorrido, mientras


que el rojo toma el derecho. Me quedo en la parte de atrás del grupo,
principalmente para mantenerme fuera del camino, pero también para poder
ver exactamente adónde va la gente. El objetivo aquí es terminar el
recorrido sin que me saquen y estoy en desventaja con todos los demás en
este momento, por lo que cualquier ventaja que pueda darme ayudará.
Hay un grupo de chicos al frente, empujándose y mofándose unos a
otros con esa bravuconería exagerada que hace que ponga los ojos en
blanco, y un montón de chicas riéndose de sus payasadas. Todos ellos están
vestidos con pantalones cortos diminutos y camisetas sin mangas ajustadas,
con una gran cantidad de piel tonificada a la vista. Honestamente, estoy
celosa de lo bien que se ven todos, mientras luzco como un saco de papas
con el uniforme enorme. Nunca me preocupé por mi apariencia, pero al
estar aquí, rodeada de los susurros y las miradas críticas de todos, de
repente soy muy consciente de cada uno de mis defectos.
Mi trasero no se parece en nada al que la chica que mira a Gabe está
contoneando increíblemente. Me mira a los ojos por encima de su cabeza
por un segundo antes de guiñarle un ojo, constante en sus esfuerzos por
provocarme celos. Mi vínculo no es feliz, pero lo aplasto en mi pecho de
nuevo porque que se joda.
Ya ha dejado en claro que no me quiere, todas sus payasadas para
hacerme enojar son muy infantiles.
Todavía estoy ocupada eligiendo todos los rasgos que me encantaría
tener de las otras chicas cuando suena un timbre y se abren las puertas.
Gabe es uno de los primeros chicos en entrar al recorrido, saliendo de la
habitación y desapareciendo en el espeso grupo de árboles justo en la
puerta. Me acerco lentamente, mirando las figuras melancólicas de Vivian y
Gryphon antes de ingresar finalmente al recorrido.
Es mucho más grande una vez que estás dentro.
Sabía que cubría una gran cantidad de terreno, las cercas se
extendían por kilómetros, pero en el momento en que la puerta se cierra
detrás de mí con un sonoro estruendo, sé que estoy hasta el cuello.
La única ventaja es que se supone que no debemos usar nuestros
dones, por lo que es un campo de juego parejo para mí. Espera, no, todavía
no es justo, porque todos los demás han pasado el recorrido antes y saben
qué esperar y también está el pequeño hecho de que están todos marcados y
yo no, pero al menos nadie va a lanzar bolas de fuego en mi cabeza o
cambiar de forma o, demonios, volverse invisible y cortarme la garganta.
Bien, ese último podría ser mi dramatismo hablando.
Lo primero que tengo que hacer es correr hasta un río que estoy
segura de que no puede ser real. La financiación que debe haberse destinado
a este programa es una locura. Si no supiera ya que los Draven son
terriblemente ricos, lo sabría ahora. Los otros estudiantes lo están cruzando
todos juntos, riendo y bromeando entre ellos porque todo es una mierda
normal para ellos, y miro mis pantalones cortos y mis zapatos con tristeza.
Correr el resto del recorrido con zapatos mojados será una verdadera
tortura. Podría quitármelos, a quién diablos le importa el tiempo que me
llevará, pero ¿y si hay rocas afiladas o… criaturas allí?
Si pienso en alguna de las criaturas que podrían estar en el agua, es
muy posible que salga corriendo y gritando, lo cual es demasiado
vergonzoso, así que supongo que me voy a dejar los zapatos puestos, al
diablo con los pies empapados.
Espero hasta que todos los demás han atravesado el agua,
mirándolos mientras cruzan. Hay un sumidero si te diriges directamente por
el medio del camino, y todos evitan el lado izquierdo, por lo que debe haber
una razón para eso.
Una vez que han desaparecido de nuevo entre los árboles espesos,
me pongo a trabajar, haciendo una mueca de dolor por la temperatura
helada, pero apretando los dientes y caminando directamente hacia adentro.
Realmente, realmente lo odio. El barro es lo suficientemente espeso que
puedo sentirlo filtrándose en mis zapatos y cuando finalmente llego al otro
lado, tengo que quitarme los zapatos para intentar vaciar el fango.
Cuando hago todo lo posible para vaciarlos y volver a atarme las
zapatillas, miro hacia arriba para encontrar a Gabe saltando hacia los
árboles, como si se hubiera detenido a mirarme. Mi vínculo canta en mi
pecho, como si fuera una victoria que le importe un demonios que lo
atraviese, pero por lo que sé, esperaba verme ahogarme.
La tristeza que se adhiere a él cuando estoy cerca dice que está
preocupado por mí, pero no quiero pensar en eso.
Luego tengo que correr otros cuatrocientos metros, el suelo es
mucho más áspero y peligroso con zapatos mojados y viscosos. Me estoy
congelando y mis muslos están irritados, gracias al agua y los pantalones
cortos, y creo que quiero morirme.
Voy a llamar a North y a destriparlo por esta estúpida clase.
Los árboles se despejan de nuevo y encuentro a la mayoría de los
otros estudiantes huyendo del siguiente obstáculo, ya habiéndolo
completado y ganando más ventaja sobre mí. Puedo ver la espalda de Gabe
cuando me deja atrás, sin una segunda mirada esta vez y respiro profundo.
El alambre de púas está tendido a lo largo de los postes, cerca del
suelo, mientras los estudiantes se abren camino por debajo de él. Para
cuando cada uno de ellos llega al otro lado, están cubiertos de tierra y barro,
raspaduras y cortes a lo largo de sus brazos porque no se trata de
empujarnos a todos, se trata de destruir nuestra voluntad y derribarnos.
No espero esta vez, cuanto más miro el alambre de púas, menos
quiero arrastrarme debajo de él, por lo que todavía hay otros estudiantes
abriéndose camino a través de él frente a mí. Por supuesto, todos se lo están
tomando mucho mejor que yo, apenas haciendo un maldito sonido mientras
yo gruño y jadeo, pero trato de no concentrarme en eso.
Al menos estar fuera de forma me ayuda a deslizarme por debajo del
cable, gracias a mi completa falta de glúteos. Tomo la delantera sobre la
chica frente a mí, gracias a que ella tiene que cuidar su increíble trasero de
burbuja. Ya no estoy celosa de que ella tenga uno.
De acuerdo, todavía estoy un poco celosa.
Mis brazos están rasgados cuando finalmente llego al final y tengo
que hacer todo lo posible para quitar la grava y los palos que están pegados
a las heridas. La chica con la que pasé junto a mí no se molesta en
limpiarse, solo me lanza una mirada salvaje y se aleja corriendo por el
camino como si esto fuera una tarde de viernes normal para ella.
¡Qué maldita psicópata!
Tomo los siguientes cuatrocientos metros a un trote lento, cada parte
de mi cuerpo grita para que me detenga. Definitivamente habrá ampollas en
mis pobres y empapados pies cuando esta mierda termine. Me concentro en
mi respiración y me digo que todo esto terminará pronto. Podría estar
equivocada, podría haber cincuenta cosas más estúpidas por debajo y por
encima y a través, pero mi mente podría romperse si lo pienso demasiado.
Cuando el claro finalmente aparece de la nada, las lágrimas punzan
en las esquinas de mis ojos y mi nariz está goteando. Debo lucir como un
completo desastre y estoy agradecida de que no haya nadie alrededor para
verme así.
El siguiente obstáculo es un marco en forma de A con una red
encima y un gran charco de agua fangosa debajo, el olor que emana de él
me revuelve el estómago. Si caigo en eso, hay un cien por ciento de
posibilidades de que termine con una bacteria carnívora, así que incluso si
voy a salirme de esta mierda hoy, este no es el obstáculo en el que voy a
fracasar.
No estoy segura de que ninguno de mis Vínculos crea que necesite
atención médica antes de morir.
Mis brazos tiemblan y mis dedos están completamente entumecidos
mientras trato de agarrar la red de cuerda, así que reduzco la velocidad, al
diablo con la carrera y con cuidado pruebo mi agarre hasta que estoy segura
de que no voy a resbalar y caer antes de comenzar la escalada sobre el
marco en A. Me importa un demonios si soy la última persona en cruzar la
línea, llegar allí es suficiente para mí.
Puedo pensar en el equipo cuando al equipo le empiece a importar
una mierda.
Cuando llego a la cima, tengo que tomarme un segundo para ahogar
el vómito que sube por mi garganta, el olor cobrizo de la sangre en mi boca,
y simplemente me siento allí y respiro hondo varias veces. Puedo ver el
final del recorrido desde aquí, la línea de árboles justo antes de la puerta
para salir de este infierno, y respiro hondo una última vez antes de bajar por
el otro lado.
Ya casi termino, casi salgo de este lugar y regreso a mi dormitorio
para morir en paz, lejos de todos estos ojos críticos.
No es que quede nadie en este lugar.
No creo que nadie más tenga el problema que estoy superando a
través del recorrido, y ha pasado al menos una hora desde la última vez que
vi a alguien. Teniendo en cuenta que se supone que esto es una carrera, no
es tan extraño, pero cuando las cuerdas se clavan en mis manos mientras me
deslizo y me arrastro hacia abajo, me encuentro un poco frenética por salir
de aquí. Estoy tan cerca de terminar, tan malditamente cerca, y no necesito
caer en una trampa ahora y arruinarlo todo.
Tengo que trotar por otros cuatrocientos metros antes de finalmente
ver la cerca y la puerta a través de los árboles. Quiero gritar en victoria pero
mis pulmones gritan en mi pecho y creo que voy a vomitar por todas partes
en el segundo que cruce la línea de meta. Necesito ponerme en forma si esta
va a ser mi vida ahora, pero ¿saber que realmente he logrado sobrevivir a
mi primera clase sin morir o hacer el ridículo?
Es increíble.
En el momento en que llego a la línea de árboles, mi guardia está
baja, así que no veo la sombra de la chica hasta que es demasiado tarde. El
puño en mi cabeza me deja inconsciente.
Capítulo 6
Me despierto en una habitación blanca.
Paredes blancas, suelo blanco, sábanas blancas en la cama blanca.
Jesús, es como una pesadilla en la que me he despertado y tengo que
decirme a mí misma que ser noqueado significa que debo estar en el área de
la bahía médica del centro de entrenamiento.
Entonces se abre la puerta blanca y definitivamente es una maldita
pesadilla.
North entra con una mirada amarga en su rostro mientras me mira
con desaprobación.
—Si planeas lastimarte para llamar mi atención con regularidad,
debo advertirte que estaré feliz de meterte en una celda acolchada hasta que
superes la compulsión.
Me toma un segundo darme cuenta de que está enojado conmigo,
que no está aquí por algún tipo de preocupación por mí y que piensa que fui
asaltada en el maldito recorrido como una forma de actuar en su contra.
—Sé que no estás aquí para criticarme ahora mismo por una perra
que me dio un golpe de mierda. Sé que no estarías aquí para eso porque si
lo estás, voy a perder la cabeza.
Me mira con los ojos entrecerrados mientras me ve luchar por
sentarme, una de mis manos se aferra a mi cabeza palpitante y,
efectivamente, hay un bulto donde el puño de la chica conectó con mi
cráneo.
Mi cabeza da vueltas y puedo sentir mi estómago revuelto, la bilis
sube por la parte posterior de mi garganta mientras él se toma un segundo
para mirarme correctamente. Es evidente que no me cree y que no está nada
impresionado con esta supuesta farsa.
Podría gritar, maldita sea.
—¿Por qué iba a esperar hasta el último tramo para hacer un truco
como ese? Por qué iba a vadear el río, gatear sobre mi vientre sobre rocas y
tierra, y escalar ese estúpido y apestoso marco si estaba planeando…
espera, ¿qué crees exactamente que hice para dejarme inconsciente?
Maldita sea.
Lanzo mi brazo hacia él con frustración e instantáneamente me
arrepiento cuando mi cabeza comienza a girar de nuevo. Tengo un poco de
arcadas y tengo que tragar rápidamente para evitar vomitar sobre sus
zapatos.
North es difícil de leer con sus ojos fríos y su rostro inexpresivo,
pero por un segundo, creo que lo veo dudar de sí mismo, pero es algo tan
fugaz que desaparece antes de que esté segura de haberlo visto.
—No soy tan fácil de engañar, estás desesperada por llamar la
atención y con dos de tus Vínculos presentes, no puedes evitarlo.
Si alguna vez necesité mi don, es justo ahora. Ya no me importan
sus zapatos, si recriminarle significa que voy a vomitar en ellos, que así sea.
—¿Cómo estaba llamando la atención de cualquiera de ellos si Gabe
se me adelantó y Gryphon ni siquiera reconoció mi existencia?
La expresión de su rostro dice que hay un nervio ahí que he tocado,
pero maldición si sé cuál es.
—Deberías agradecerle. Gryphon te hizo seguir el recorrido fácil.
¿El recorrido fácil? Al diablo con esto, no voy a volver a esa maldita
clase y no voy a quedarme sentada para este interrogatorio de mierda que
está llevando a cabo. Aprieto los dientes de nuevo y retiro la sábana que
cubre mis piernas, haciendo una mueca de dolor por las manchas de barro y
hierba que las cubren. Me veo como un desastre y me toma dos intentos
mantener las piernas firmes debajo de mí, pero en el segundo en que estoy
segura de que mis piernas no colapsarán, salgo de la habitación.
North apenas tiene que ajustar su paso para seguirme, su mano
envuelve mi codo para tirar de mí en la dirección correcta cuando estuve a
punto de dar un giro equivocado.
—No puedes simplemente salir corriendo cuando te gritan por
comportamiento tóxico.
La rabia helada se escurre por mi columna y cuando arranco mi
brazo de su agarre, hay demasiada fuerza en él porque mi don se desliza un
poco del fuerte agarre que tiene sobre él. North frunce el ceño al ver su
mano como si se preguntara si realmente sintió la patada extra de poder y
me asusto un poco.
Distracción.
Necesito distraer su mente de eso ahora mismo.
—Sabrías mucho sobre ser tóxico, ¿se te ha ocurrido alguna vez que
tal vez no deberías amenazar a tu maldito Vínculo? ¿Que tal vez decirme
que me encadenarás a tu sótano probablemente no sea la manera de resolver
todo este… lío?
Lo digo lo suficientemente alto como para que algunos de los otros
estudiantes que merodean me escuchen y comiencen a murmurar entre ellos
y North no solo los nota también, sino que, por primera vez, creo que podría
verlo avergonzado.
No por sus acciones, sino porque la gente habla de él.
Sus labios se curvan y cuando me agarra del brazo de nuevo, siento
su don vibrando a través de sus dedos, latiendo como una advertencia del
poder que esconde debajo de sus trajes inmaculados y sonrisas
perfectamente tranquilas.
Tiene cuidado con la forma en que me arrastra fuera del edificio,
asegurándose de que nadie pueda darse cuenta de que me está arrastrando
físicamente a través del edificio hasta el auto que espera.
—Creo que si no te hubieras escapado como una niña egoísta,
manipuladora e infantil, te hubiéramos dado el mundo. No había nada en
esta Tierra que pudieras haber pedido que te hubiéramos negado, pero ahora
estás enfrentando las consecuencias de tus acciones por lo que estoy seguro
es la primera vez en tu vida. Para mí está muy claro que no has sido más
que una malcriada durante toda tu vida y no puedes pensar en nadie más
que en ti misma. Claramente tus padres…
Apenas me mantengo bajo control.
—No te atrevas a hablar de mis padres. Arrancaré el rastreador con
mis propias manos y me iré, no me presiones.
El conductor escucha todo esto mientras abre la puerta a tiempo para
que North me empuje dentro sin hacer comentarios, cerrándola firmemente
detrás de mí mientras su jefe idiota se aleja y luego se paran juntos,
ignorándome por completo mientras tienen una agradable charla sobre el
clima o alguna otra mierda inútil.
Estoy furiosa.
Esa es una maldita mala idea, lo sé porque mi don comienza a
agitarse en mis entrañas, mi piel está hormigueando y mi visión comienza a
blanquearse lentamente.
Me convierto en un maldito insecto resplandeciente y no hay una
maldita manera de que pueda encenderme en este maldito auto hoy con uno
de mis Vínculos parado justo allí. Cierro los ojos con fuerza y ralentizo mi
respiración, contando y tarareando en voz baja para tener algo más en lo
que concentrarme, pero he estado luchando contra mi don durante
demasiado tiempo para que se calme fácilmente.
El pánico que invade mi piel solo empeorará las cosas, pero no
puedo evitar que suceda. Puedo sentir que el sudor comienza a gotearme en
la frente y mi respiración comienza a trastabillar y temblar tanto que no
puedo ocultar la espiral en la que estoy. Podría desmayarme.
Hay un zumbido que rompe mi concentración.
Parpadeo rápidamente, tratando de despejar el brillo de mis ojos,
pero aunque solo puedo ver la bolsa a mis pies, la reconozco como mía de
inmediato.
Es mi teléfono el que zumba.
Busco con manos temblorosas hasta que lo encuentro, un mensaje
de texto de Atlas para mí y, aunque mi estómago sigue siendo un desastre
de rabia y ansiedad, las comisuras de mi boca se levantan al ver el pequeño
punto azul junto a su nombre.
¿Cómo sabe siempre que necesito algo para sacarme de una espiral?
Sé que los Draven son asquerosamente ricos, pero ¿qué hacen el
resto de los Vínculos por dinero en efectivo? Estoy a una clase de
Economía de mierda más lejos de dejar todo y vivir a expensas de ellos.
Dime que uno de ellos es decente y está cargado, necesito averiguar de
cuál ser amigo.
Resoplo hacia él, principalmente porque gracias a nuestros mensajes
constantes sé que está bromeando y nunca aceptaría nada de ninguno de
ellos y le envío un mensaje.
Preferiría clavarme alfileres en los ojos que aceptar cualquier
cosa de ellos, pero si te parece bien venderles tu trasero por una vida
fácil, ¿quién soy yo para juzgar? Quién sabe, es posible que te lleves bien
con ellos.
Todavía estoy sonriendo a mi teléfono, los tres puntos aparecen
cuando comienza a escribir su respuesta, cuando la puerta del pasajero se
abre y North se desliza en el asiento trasero conmigo. Mi visión ha vuelto a
la normalidad, así que creo que debo tener mi don de nuevo bajo control,
pero de todos modos no importa porque North no me mira, ni siquiera me
echa un vistazo.
Debería sentir alivio, pero honestamente me molesta lo rápido que
puede despedirme, simplemente bloquearme como si no fuera nada para él,
mientras todavía estoy luchando con todas las tonterías que me ha lanzado.
Resoplo en voz baja, sonando exactamente como la niña petulante que cree
que soy, pero me ignora por su teléfono.
Dos pueden jugar a ese juego.
Hablo con Atlas, más coqueteo que cualquier otra cosa, y me
concentro por completo en mi pantalla. Al principio solo lo hago para
bromear con North, pero Atlas es demasiado bueno como distracción y
cuando le digo que estoy molestando los otros Vínculos porque están siendo
unos idiotas, él está más que feliz de mantenerme ocupada.
No estoy segura de que alguna vez vaya a superar que pusieran ese
rastreador debajo de mi piel.
Cuando el auto finalmente se detiene y el motor para, miro hacia
arriba y me sobresalto por lo que me rodea porque definitivamente no
estamos en los dormitorios. Demonios, ¡ya ni siquiera estamos en el
campus! La casa frente a la que nos detuvimos no es una casa en absoluto,
es una maldita mansión, y solo se necesita un vistazo rápido para ver que
estamos claramente en una comunidad cerrada de mega-mansiones.
North me ha traído de regreso a su casa.
Miro para encontrarlo mirándome fijamente, sus ojos como un frío
vacío mientras el desprecio que siente rezuma hacia mí.
Que se joda. Cruzo los brazos y me dejo caer en mi asiento.
—No voy a salir de este auto.
El conductor sale inmediatamente del asiento delantero y da un paso
para abrir la puerta de mi auto, como si esperara que cedería ante su jefe
solo por este pequeño acto de consideración.
El que hace el ridículo es él, me importa una mierda.
—No sé por qué disfrutas que te amenacen, Fallows, pero puedes
estar segura de que haré lo que sea necesario para sacarte de este auto.
Estamos aquí para cenar con el resto de tus Vínculos, guarda el teléfono y
ponte en movimiento.
Salgo del auto, pero solo porque no puedo discutir con North una
vez que sale a menos que lo siga. El conductor cierra la puerta detrás de mí
y la bloquea, como si tuviera miedo de que en cualquier momento intente
volver a subir si me asusto.
La irritación sube por mi columna, pero antes de que tenga la
oportunidad de gruñirles a ambos, North lo despide con un educado
asentimiento y dice:
—Estoy seguro de que puedes comer aquí esta noche sin ser una
completa mocosa al respecto si te esfuerzas lo suficiente, Fallows. No se
requiere automutilación.
Se da vuelta para caminar por el camino que conduce a la puerta
principal sin mirarme mientras mi cerebro reflexiona sobre sus palabras.
¿Auto mutilación? ¿Qué diablos quiere decir con eso?
Entonces me golpea.
Preferiría clavarme alfileres en los ojos que aceptar cualquier cosa
de ellos. Eso es lo que le acababa de decir a Atlas y North no estaba lo
suficientemente cerca como para leer el mensaje por encima de mi hombro.
Hijo de puta.
Un rubor comienza en mis mejillas y baja por mi cuerpo.
—¡Maldito imbécil! ¿Tienes mi teléfono intervenido?
Se acomoda la corbata y se encamina hacia la casa, sus zancadas
largas significan que tengo que trotar para alcanzarlo, pero no voy a dejar
que se aleje de mí.
—Esa es una gran invasión de la privacidad…
—No, son las consecuencias de tus acciones. Ese es mi teléfono. Te
proporcioné acceso para poder contactar contigo, no para que pudieras
quejarte con Bassinger sobre los privilegios que ya te he otorgado. Asistes a
la escuela gracias a mí. Tienes una cama para dormir, comida para comer,
acceso a tus Vínculos y ese teléfono gracias a mí. ¿Y qué recibo a cambio?
Una mocosa por Vínculo que quiere sentarse a quejarse de las personas a
las que traicionó.
Abre la puerta de entrada presionando su dedo contra un escáner,
porque, por supuesto, viviría en una casa pomposa y vanguardista en una
exclusiva comunidad cerrada, y luego entra sin siquiera mirarme para
asegurarse de que lo estoy siguiendo.
Podría correr.
El chip ya ni siquiera me importa, la muerte no suena tan mal
cuando la alternativa es quedarse aquí con este maldito imbécil de hombre
que piensa que es mi dueño solo porque compartimos un vínculo. ¿Quién se
cree que es? ¡Ser concejal no lo convierte en un dios, por el amor de Dios!
Estoy a punto de echarme a correr o patearle el trasero a North
cuando veo al conductor, que ahora está abriendo la puerta principal para mí
con los ojos apartados del espectáculo que estamos haciendo, como si todo
esto fuera una cosa muy vergonzosa.
Mis mejillas se calientan.
¿Correría detrás de mí y me detendría, me derribaría al suelo y me
regañaría por ser la villana de todos estos hombres honrados en nuestra
sociedad? Ahora me imagino a todo un equipo táctico apareciendo de la
nada y llevándome. Dios, todavía me duelen los huesos de cuando me
encontraron y me arrastraron hasta aquí, no quiero volver a pasar por eso.
Entro en la mansión y trato de no quedarme boquiabierta al verla.
Suelos de mármol, alfombras afelpadas, arte en las paredes, todo parece tan
malditamente caro que tengo miedo de respirar sobre algo y romperlo.
—Por aquí, Fallows.
Me sobresalto por el tono salvaje de North y corro tras él, tratando
de no parecer tan asustada como lo estoy. Hay pinturas de muchos tipos
viejos y de aspecto ostentoso en las paredes, probablemente generaciones
de hombres Draven, y me siento demasiado intimidada como para
funcionar.
El pasillo es largo y más ancho que mi habitación en los
dormitorios, con puertas que dan a otras habitaciones gigantes y
ornamentadas. Para cuando ambos llegamos al comedor, definitivamente
puedo decir que no podría salir de aquí si me pagaras, y ese podría ser el
ángulo de North aquí.
Me congelo en la entrada al ver la enorme mesa, fácilmente lo
suficientemente grande para treinta personas, y North aprovecha la
oportunidad para enganchar sus dedos alrededor de mi codo y tirar de mí
hacia un extremo, depositándome en un asiento junto a Gabe, quien ya está
sirviendo un plato lleno de carnes asadas.
Apenas me mira, pero gruñe un saludo a North, quien toma asiento
en la cabecera de la mesa a mi derecha. Nadie habla y me quedo sentada
con mal humor, echando humo por las conversaciones telefónicas y el
hecho de que esta es mi vida ahora. North llena un plato con un poco de
todo y luego me lo desliza sin decir una palabra.
Imbécil controlador.
No quiero comerlo solo por principio, pero en cuanto el aroma
increíble invade mis fosas nasales, mi estómago gruñe y cedo,
disponiéndome a comer.
La mesa está en silencio, solo se escuchan los suaves sonidos de
nuestros cubiertos raspando suavemente nuestros platos. La comida es
increíble, pero no puedo disfrutarla con toda la tensión en la habitación.
Quiero simplemente inhalarla y luego pedir volver a la cáscara vacía de
habitación a la que ahora llamo hogar, pero con todo lo que ha sucedido
hoy, no estoy segura de que sea una opción.
—¿Cómo están tus clases, Fallows?
Miro a North pero él todavía no me mira. Empujo mis zanahorias
por el plato mientras me pregunto por qué diablos se molesta en fingir que
le importa.
—Están bien. Ya me he puesto al día. He hecho algunos amigos.
Sus ojos se entrecierran en Gabe.
—¿Quién?
Mi boca se abre. Bueno, supongo que debería alegrarme de que se
hayan confirmado mis sospechas. Ha estado rondándome espiando para
North. Malditamente perfecto.
—Sage Benson. Ella es una Llama, parece bastante agradable. No
ha alentado ninguna aventura —murmura Gabe, luciendo miserable incluso
mientras come suficiente comida para alimentarme durante toda una
semana.
La cabeza de North se inclina mientras frunce el ceño.
—¿Benson? ¿La hija Vinculada de María? ¿No es ella uno de los
Vínculos de Riley?
Gabe asiente de nuevo, suspirando mientras me mira.
—Sí, Giovanna y ella. También odia a Giovanna, así que está
tratando de concentrarse en sus estudios. Oleander y Sage han estado
haciendo horas extra en la biblioteca.
Dejo el tenedor y el cuchillo en la mesa. De ninguna manera voy a
sentarme aquí y escuchar el maldito informe.
North se da cuenta de inmediato.
—¿No es de su agrado, Fallows? Se lo haré saber al chef la semana
que viene.
—¿La semana que viene? No voy a volver.
Gabe se pone rígido, sus movimientos se vuelven más bruscos, pero
no deja de comer. No estoy segura de que algo lo detenga en este momento.
North lo mira y luego se vuelve hacia mí con una mirada penetrante.
—Estarás aquí todos los viernes en el futuro previsible. Me ha
llevado algunas semanas concretar un día que funcione para todos nosotros,
pero ahora que lo he hecho, esto va a ser algo habitual.
Frunzo el ceño.
—Veo que todo el mundo parece tomárselo en serio. ¿Puedo irme
ahora? Mi toque de queda comienza en diez minutos y no quiero llegar
tarde.
Gabe hace una mueca y toma un gran trago de cerveza. Por supuesto
que toma alcohol y yo agua. Lo que no daría por un vodka o una cerveza o
algo en este momento. Cualquier cosa para calmarme porque puedo sentir
la tensión en el aire, como si las cosas solo fueran a empeorar.
—Tu toque de queda no es un problema durante nuestras cenas. Mi
chef se esforzó mucho en cocinarnos la cena, Fallows. Lo mínimo que
puedes hacer es comerla.
Mis labios se curvan y estoy a punto de patearle el trasero cuando la
puerta se abre y entra Gryphon. Me ignora por completo y se sienta más
abajo en la mesa, donde no tendrá que mirarme.
Pongo los ojos en blanco, al menos puede alguno de ellos fingir ser
cortés, y luego Nox atraviesa la puerta a trompicones con una de sus
muchas pequeñas groupies bajo el brazo, riendo como una niña.
Mi vínculo idiota y traidor se afianza en mi pecho.
No me importa lo que haga el idiota, pero al parecer a mi vínculo sí.
—Oh, si no es mi pequeña y venenosa Vínculo. ¿Estás aquí para
arruinarnos la cena a todos? ¿Qué tal si haces lo que mejor sabes hacer y te
vas y nos dejas a todos con nuestra comida en paz?
Hace dos minutos quería desesperadamente dejar esta mesa, y ahora
voy a comer hasta la última cosa en mi plato, incluso si me ahogo con ello.
A la mierda Nox Draven.
La groupie se ríe mientras se desliza en su silla. North ignora su
presencia por completo, pero le dice a su hermano:
—Llegas tarde. Si no vas a poder llegar a cenar, por favor, dímelo de
antemano. Puedo reprogramar.
Nox se encoge de hombros y la pequeña perra risueña se desploma
en la silla junto a Gryphon, apoyándose contra su cuerpo para agarrar un
plato.
A mi vínculo no le gusta eso.
Para nada.
Gryphon levanta la mirada para encontrarse con mis ojos y sostengo
su mirada por un segundo, completamente paralizada por la rabia en mi
pecho, antes de que desvíe la mirada y rompa el momento.
Él no la aleja.
Agarro mi cuchillo con tanta fuerza que mi puño tiembla. Pienso en
todo lo que quiero decir en este momento, en todas las verdades hogareñas
que podría dar a estos vínculos arrogantes, ingratos e imbéciles, y luego me
las trago.
Definitivamente, la carretera principal no es para mí y caminar por
ella podría matarme.
Capítulo 7
Me las arreglo para pasar la cena sin apuñalar a ninguno de mis
Vínculos o la pesadilla risueña que Nox ha traído consigo, lo cual en sí
mismo es un milagro porque después de que terminamos el plato principal,
hay una elaborada variedad de postres traídos por una horda del personal de
la casa de North.
Todo se ve increíble y cualquier chocolate es una necesidad absoluta
para mí, pero en principio, una vez más intento rechazarlo.
North me llena otro plato hasta el borde.
No sé si es solo él tratando de demostrar su dominio sobre mí o está
tratando de decir algo sobre todas las curvas adicionales que tengo en
comparación con las hermosas mujeres delgadas que le gustan. De acuerdo,
estoy generalizando muchísimo aquí porque solo he visto uno de los ligues
de North y no puedes decidir el gusto de un hombre de un grupo tan
pequeño, pero hay algo en él que grita “multimillonario quisquilloso y
agresivo con un gusto por modelos” para mí.
Como un poco de todo.
La tarta de chocolate es una experiencia religiosa y tengo que
ahogar un gemido de deleite porque no hay forma de que quiera que
ninguno de ellos sepa cuánto lo amo. Me doy cuenta de que debo hacer
algún tipo de ruido porque Gabe se sobresalta a mi lado y me lanza una
mirada como si nunca me hubiera visto antes.
Interesante.
—Entonces, Oli, escuché que no tienes don. Eso tiene que apestar.
Ahí va mi subidón de chocolate. Me giro en mi asiento para mirar a
la groupie risueña y me está mirando como si fuera un mal olor en la
habitación. Gryphon la ignora descaradamente, hablando con North sobre
los nuevos programas de entrenamiento que está comenzando con los
equipos tácticos, y Gabe está completamente concentrado en el plato de
postre que tiene frente a él. De hecho, es la primera vez que lo veo comer
algo que no es súper saludable y lo está devorando como si fuera su última
comida en el corredor de la muerte.
Nox me mira desde el otro lado de la mesa como si nada le gustara
más que recoger la carne de mis huesos carbonizados.
Tal vez sea un cambiaformas, porque la mirada en sus ojos es toda
depredadora.
Miro a la chica mientras me encojo de hombros, manteniendo mi
voz casual y sin afectación.
—No pierdo el sueño al respecto.
Ella se ríe de nuevo y juro que el sonido me perseguirá.
—No puedo creerlo, ser el Vínculo Central de estos sujetos y no
tener nada. ¡Qué vergonzoso! No es de extrañar que todos busquen por ahí,
nadie se quedaría con un defecto como tú.
Mi mano se aprieta alrededor de mi tenedor de nuevo, pero esta vez
no puedo contenerme de responderle bruscamente:
—¿Cuál es tu don? Cuando te apuñale con este tenedor, ¿sanarás de
inmediato, o solo puedes hacer alguna mierda, como hablar con palomas o
cagar oro?
Gabe resopla y luego se tapa la boca con una mano como si lo
hubieran atrapado retozando con el enemigo, mirando a North como si
fuera a castigarlo. Pongo los ojos en blanco, pero sé cómo sacar mis
victorias donde puedo y me inclino para susurrar burlonamente:
—Parece el tipo de chica que puede cambiar el color de sus uñas a
voluntad.
Gabe se aclara la garganta y responde:
—Ashlee es una Elemental. Puede conjurar agua, pero solo lo
suficiente para llenar una jarra.
Me echo a reír. Puede que ahora les parezca una perra, pero siempre
me enseñaron a no comenzar peleas, solo asegurarme de terminarlas.
—Vaya, eso me hace sentir envidia de ti, Ashlee.
Sus ojos destellan ante el sarcasmo que gotea de mis palabras y
responde:
—Grandes palabras de una chica sin nada. ¿Realmente no tienes
vergüenza por ser una decepción?
Puede que sea estúpida, pero me encojo de hombros.
—Supongo que nunca lo sabrás.
Gabe empuja el plato lejos de sí mismo y se aclara la garganta.
—Voy a dirigirme a los dormitorios. Te dejaré de regreso, Fallows…
a menos que quieras que North lo haga.
Maldición, no, no quiero.
Trato de no parecer tan ansiosa y aliviada como estoy mientras me
levanto de la mesa, moliendo los dientes mientras digo con los dientes
apretados un lacónico:
—Gracias por la cena —hacia North para que no pueda acusarme de
ser una mimada de nuevo.
Nadie más reconoce que nos vamos, así que les doy la espalda a
todos y prácticamente corro detrás de Gabe. Puede que sea un idiota
conmigo en Draven, pero ahora mismo, es mi único aliado ya que me va a
sacar de aquí.
Apenas observo nuestro entorno mientras nos abrimos paso a través
del laberinto gigante de casa. Mi teléfono vibra en mi bolsillo cuando salgo
al extenso garaje, apenas apartando mi atención de los millones de dólares
en vehículos almacenados aquí. Mientras sigo a Gabe hacia una de las
motos, saco el teléfono del bolsillo.
Te extraño, Oli.
No tengo ni idea de cómo responder a eso. No tengo ni idea, y
luego, cuando recuerdo que North está leyendo todos los mensajes, mi
estómago se hunde un poco más como plomo.
Guardo mi teléfono en mi bolsillo justo a tiempo para ver a Gabe
tomar un casco de una de sus mochilas y me lo tiende. Lo miro y luego lo
miro, pero él sonríe y se encoge de hombros.
—Si no quieres que North o Nox te lleven a casa, entonces esto es
todo, Fallows.
Tiene toda la razón.
Tomo el casco y lo desprendo, tanteando un poco con la correa para
atarlo. Me mira, luciendo como si quisiera extender la mano y ayudar, pero
se refrena, y una vez que estoy lista, se sube a la motocicleta, extendiendo
un brazo para ayudarme mientras la puerta del garaje se abre frente a
nosotros.
Hace años que no me subo a una.
No puedo pensar en mi padre y su amor por las motos de cross en
este momento. No puedo pensar en tener seis años y estar sentada frente a él
en una, mi largo cabello oscuro nos azotaba a ambos mientras conducía por
las pistas. Recuerdo sentir que íbamos tan rápido cuando probablemente
solo íbamos a unos pocos kilómetros por hora.
Todavía hay un momento de déjà vu cuando me deslizo en el asiento
detrás de Gabe, dudando por un segundo antes de envolver mis brazos
alrededor de su cintura y presionarme contra su espalda mientras el motor
ruge a la vida debajo de nosotros. Patea el soporte hacia arriba y luego nos
vamos, salimos volando del garaje y recorremos el camino pavimentado sin
preocuparnos por nadie a nuestro alrededor.
Gabe conduce como si estuviera listo para morir y eso es algo que
puedo apoyar.
Incluso después de años de huir y hacer todo lo posible para
sobrevivir, hay una parte profunda y oscura de mí que escucha la llamada
de la muerte vehicular desagradable en el asfalto y la anhela
desesperadamente. Me pregunto cuánto me odiarían mis Vínculos entonces,
al saber que elegiría una muerte espantosa en lugar de tener que quedarme
con todos ellos.
Imaginar sus reacciones me mantiene ocupada durante todo el viaje
de regreso a los dormitorios.
Gabe apaga el motor en el segundo en que nos detenemos, pero no
se mueve del asiento mientras yo me balanceo. Le entrego el casco y me
aclaro la garganta un poco, terriblemente incómoda ahora que tengo que
reconocer que me ayudó.
Me salva de intentarlo.
—Ashlee es una puta perra, pero debes estar preparada. Nox traerá a
alguien cada semana y no puedes amenazarlas a todas. Crystal es una Llama
y te chamuscará las cejas en el primer segundo que pueda. Además,
Yasmine es una muñeca vudú viviente y se apuñalará a sí misma sin
pensarlo dos veces.
Frunzo el ceño y me acomodo mi bolso en la espalda.
—Por supuesto que folla locas, parece el tipo.
Gabe se encoge de hombros y mira hacia la calle para no tener que
mirarme mientras responde:

—No puedes culparlo, tú eres la que se escapó y arruinó todo.


Cuando mi alarma me despierta a la mañana siguiente, siento una
acumulación de pavor en lo profundo de mi estómago.
Me quedo tumbada en la cama pequeña para tratar de averiguar por
qué todo mi cuerpo se siente como el plomo, por qué la idea de salir de esta
cama me llena con zarcillos helados de miedo, pero no hay nada, no hay
razón para que arrastre mi culo hoy.
Así que alejo el sentimiento y me levanto.
Los baños comunes están ocupados y, por mucho que odie estar allí,
nunca pude ducharme después del desastre que fue la clase ET ayer y mis
piernas todavía están cubiertas de tierra, por lo que no es negociable.
Cuanto más tiempo estoy aquí en el campus, mejor me estoy
volviendo en bloquear la mierda que estas chicas insignificantes tienen que
decirme. La mayoría de ellas han empezado a fingir que no existo, como si
los crímenes que cometí al huir significaran que no valgo ni un segundo de
su tiempo, así que todas me están evitando.
Puedo manejar eso.
Son cuatro o cinco de ellas, unas idiotas crueles y bobas las que
hacen de la vida aquí una pesadilla. Me froto lo más rápido que puedo y me
visto en el cubículo. No soy lo suficientemente tonta como para caminar
con una toalla porque incluso con las reglas de todo el campus sobre el uso
apropiado de los dones, no confiaría en que ninguna de ellas se metiera
conmigo mientras era vulnerable de esa manera.
Para cuando Gabe llega a mi puerta para acompañarme, estoy
demasiado ocupada con mi bolso lleno de tareas como para prestarle mucha
atención a él o al hecho de que está absolutamente hirviendo de furia.
No es hasta que llegamos a la cafetería que descubro que todo el
cuerpo estudiantil está reprimido. No estoy acostumbrada a hacer cola sin
que haya burlas desagradables en las risitas de chismes ridículos que me
siguen. Pero todo eso falta ahora.
Miro hacia atrás y finalmente veo el estado de ánimo de Gabe.
—¿Algo pasó? Pensé que odiabas estar cerca de mí, pero ahora está
bastante claro que no eres solo tú —pregunto vacilante.
Estoy bastante segura de que incluso cuando lo dejé en visto anoche,
Atlas todavía me habría dicho si algo sucedió que fue lo suficientemente
importante como para que las noticias llegaran a la costa este. Debe ser
local.
—Sabes que algunos de los Vínculos y Vinculados están
desaparecidos ahora, ¿verdad? Bueno, tres más fueron secuestrados anoche.
Una cuarta persona fue encontrada muerta.
Suena miserable, así que lo dejo por un segundo, hasta que ambos
estamos sentados en nuestra mesa habitual, y luego pregunto:
—¿Conocías a la persona que murió?
Aparta su plato lejos de sí mismo y se pasa una mano por el rostro
con un suspiro.
—Estaba en el equipo de fútbol conmigo. Era uno de último año,
pero me había tomado bajo su protección porque él también era un
cambiaformas y sabía lo difícil que es controlar el cambio en un juego tan
violento.
Correcto.
Ni siquiera puedo disfrutar del hecho de que me acaba de decir su
don, porque la bilis está subiendo por la parte posterior de mi garganta. La
Resistencia estuvo aquí anoche, se llevaron gente y yo, por mi parte, sé
exactamente lo que les va a pasar.
Me toma un segundo poder decir un ahogado:
—Lo siento. Sé lo que se siente perder a alguien así, lo siento
mucho.
Las palabras son demasiado reveladoras, el impacto me hace menos
cuidadosa, pero está demasiado distraído para verlo. Simplemente niega con
la cabeza como para aclararla y dice:
—Brayden era un buen chico; no se lo merecía. Es bastante obvio
que lo mataron porque estaba tratando de evitar que se llevaran a los demás.
La Resistencia no busca cambiaformas. Uno de sus Vinculados fue tomado,
y me gustaría recuperarla. Sé que él está muerto y ya no le importa, pero
por su memoria, me gustaría recuperarla.
Un leve temblor comienza en mis dedos al pensar en él acercándose
demasiado a esas personas después de todo lo que he hecho para
mantenerlas alejadas. Incluso si hubiera notado los cambios en mí, no
tendría idea de por qué estoy tan conmocionada.
Algunos de sus compañeros de fútbol pasan caminando y le dan una
palmada en el hombro mientras avanzan. Agarra su plato de nuevo para
intentar comer algo y una vez que ya no está doblado en la miseria, me
encuentro capaz de comer también. Estoy tan perdida en mis pensamientos
sobre la Resistencia y cuán desesperadamente necesito salir de aquí, que no
me doy cuenta cuando Sage se acerca hasta que coloca la silla a mi lado y
toma asiento.
—¿Has oído hablar de Brayden, entonces?— murmura, y asiento.
—¿Está bien Riley? Sé que vive en los dormitorios de los chicos.
Sage hace una mueca.
—Vive en la casa de Giovanna en este momento. Ha sido así
durante meses.
Gabe le dirige una mirada severa.
—Están vinculados, se supone que él quiere vivir con ella.
Sage se estremece, pero solo lo noto realmente porque sé cómo se
ve cuando estás tratando de ocultarlo. Mis dedos comienzan a temblar con
algo que no es miedo.
—¿Tienes que ser un idiota tan insensible al respecto? No es como
si ella estuviera diciendo que estaba enojada por eso.
Me sonríe.
—Oh, ¿entonces eres un corazón sangrante por tu novia pero no te
importan una mierda tus Vínculos? Tal vez Nox tenga razón y realmente
eres lesbiana. Eso explicaría mucho.
Maldición, desearía serlo. Golpeo a Sage suavemente con mi
hombro y le brindo una pequeña sonrisa.
—Me alegro de que esté a salvo y lamento que todavía estén…
luchando.
Sage me sonríe y se encoge de hombros.
—Es lo que es. Me alegro de que él también esté a salvo, mientras
esté vivo, supongo que existe la posibilidad de que podamos arreglar las
cosas.
Gabe se estremece un poco.
—Lo siento, Sage. No quise ser un idiota al respecto. Estoy…
jodido por Brayden y mi propio lío de vínculo.
Auch.
Lo ignoro y le devuelvo una sonrisa.
—¿Quieres ir a la biblioteca esta tarde? Me encantaría un poco de
ayuda con la tarea de Economía que ambas tenemos. Eres como una maldita
genio con esas cosas.
Sage se ríe y se encoge de hombros, pero claramente es forzado.
—Realmente no quiero. Además, lo estás haciendo muy bien
poniéndote al día. No hay forma de que estuviera donde estás si hubiera
abandonado el primer año de la escuela secundaria, eres increíble.
Los ojos de Gabe se clavan en los míos.
—¿Abandonaste la escuela secundaria?
Me retuerzo en mi asiento. Supuse que North se lo había dicho a él y
al resto de mis Vínculos, pero al parecer no.
—Me mudaba demasiado como para seguir asistiendo. Sin embargo,
pasé mucho tiempo en bibliotecas.
No sé por qué ni siquiera le estoy explicando. Debe tener algo que
ver con la mirada cruda en sus ojos después de la muerte de su amigo, pero
debería haberlo sabido mejor.
—¿Tenías esa maldita intención de escapar de todos nosotros que
dejaste la escuela secundaria? Maldición, Fallows, eres una verdadera perra
maldita.
Empuja su plato, todavía medio lleno, y se marcha hecho una furia.
Me froto el rostro con una mano y finalmente me doy por vencida con mi
propio plato. ¿Cuál es el maldito punto?
—Lo siento. Solo sigo metiéndote en problemas con él, necesito
aprender a cerrar la boca —murmura Sage, y quiero abrazarla para
deshacerme de todo ese odio hacia sí misma que tiene atrapado dentro de
ella. Es un eco del mío, pero soy mejor escondiendo el mío frente a todos.
—Si no fueras tú, simplemente encontraría algo más para
desquitarse de mí y ¿sabes qué? Me escapé de él. No se equivoca en esa
parte, así que supongo que merezco su ira.
Sage se pone de pie y agarra su mochila, esperando que yo haga lo
mismo, y luego camina conmigo a nuestra clase de Economía.
—Solo te conozco desde hace unas semanas y ya sé que algo más
debe haber sucedido, Oli.
La miro de reojo y se encoge de hombros de nuevo.
—No estoy pidiendo detalles, sé que debe ser realmente malo si no
quieres decirle a tus Vínculos y quitártelos de encima. Solo quiero que
sepas que creo que eres una buena persona, no importa lo que digan.
Debo estar hormonal o algo así porque eso me da ganas de llorar en
el baño durante unas horas. En cambio, entrelazo mi brazo con el de ella y
le respondo en un susurro:
—Serás la primera persona a la que se lo diga. Si alguna vez puedo,
me refiero.
Sage y yo pasamos dos horas después de que terminaron nuestras
clases en la biblioteca juntas y, honestamente, es la mayor paz que he
sentido desde que llegué a la Universidad Draven. El pánico que sentía por
mis asignaciones comienza a disminuir una vez que ella me ha explicado
sus asignaciones anteriores con nuestra profesora de Economía y sé qué
esperar. Tengo un esquema decente y un plan sobre cómo hacerlo, ¡voy a
hacerlo genial!
No puedo esperar a ver el rostro de North cuando lleve a casa una A.
Eso le enseñará a asumir que soy una desertora estúpida.
Mi estómago ruge ruidosamente y miro mi reloj y me doy cuenta de
que mi toque de queda está a solo media hora. Suspiro y le brindo a Sage
una sonrisa de autodesprecio, enojada porque voy a tener que dejarla
plantada una vez más.
—Mi carcelero se enojará si no estoy encerrada en mi torre pronto.
Lo siento, realmente me encantaría quedarme unas horas más si pudiera.
Esto ha sido genial.
Sage se muerde el labio por un momento y luego sonríe con timidez,
sus hoyuelos destellando.
—¿Qué te parecen margaritas y tacos?
Mi sonrisa se ilumina.
—Me siento increíble con esas cosas. Sin embargo, tenemos que
hacerlo en mi habitación. North sabe exactamente dónde estoy, así que ni
siquiera puedo usar las salas comunes de los dormitorios.
Sage hace una mueca.
—Eso no parece muy… normal. Creo que tu Vínculo podría ser un
idiota posesivo.
Me echo a reír.
—Sí, también tengo esa sensación. Si no te importa mi habitación
aburrida, me encantaría pasar el rato.
Se ve tan feliz y conmocionada de que estoy castigada que envuelvo
mi brazo alrededor de sus hombros para darle un pequeño apretón. Ella está
tan rota, mucho más que yo.
O, supongo, simplemente muestra su daño donde todos podemos
verlo. Entierro el mío lo más profundo que puedo, tan abajo como sea
posible debajo de mi piel, para poder fingir que no me está matando lenta,
dolorosa, constantemente. Incluso ahora, solo pensar en el hecho de que
tengo daños, ni siquiera qué daño es, me hiela la sangre. Maldición.
Me sacudo mientras trato de darle a Sage algo de dinero en efectivo,
lo poco que me queda de mi tiempo fuera en el mundo sola, y ella se encoge
de hombros.
—Esta vez invito yo. Sé que North no te dejará conseguir un
trabajo, así que es lo menos que puedo hacer.
Pongo los ojos en blanco hacia ella.
—Tú eres quien me está ayudando. Definitivamente debería
comprar la cena.
Se ríe de mí mientras ambas nos ponemos de pie y comenzamos a
salir juntas de la biblioteca.
—¿Ah, sí? ¿Qué tan buena es tu identificación falsa para
conseguirnos esas margaritas?
Maldita sea. Me olvidé de eso. Suspiro dramáticamente, levantando
mis manos hacia el cielo como si estuviera implorando a algún dios
benévolo en el cielo.
—Era fantástica, pero luego North se apoderó de ella y ahora ya no
existe.
Sage se ríe y entrelaza su brazo con el mío.
—Sí, lo adiviné. No te preocupes, Riley me consiguió una buena.
La sonrisa desaparece de su rostro ante la mención de su nombre.
Quiero conocerlo solo para poder ver si es tan bueno como ella cree que es
debajo de todo este drama.
También me gustaría regañarlo un poco por ella, solo hacerlo
pedazos por no ver lo increíblemente increíble que es.
Aprieto su brazo.
—Esté bien, regla uno para la noche: no más hablar de nuestros
Vínculos idiotas. Sigamos con las cosas importantes, como qué color
debería teñirme el cabello a continuación. Estoy pensando en mechas verde
lima.
No agrego que estoy pensando en verde lima porque estoy segura de
que eso enojará más a North, porque lo digo en serio acerca de mantener la
conversación lejos de los chicos. No he tenido la oportunidad de pasar el
rato con otras chicas de mi edad desde que tenía catorce años y todo mi
mundo cambió, así que estoy muy emocionada por tener la oportunidad
ahora.
Además, Sage es una gran persona. Un ser humano extraordinario y
sorprendente que no se merece los montones de mierda que Riley y
Giovanna siguen amontonando sobre ella.
Deberían tener la bendición de que no pueda usar mis poderes, de lo
contrario, ambos estarían realmente jodidos.
Tenemos que separarnos fuera de la biblioteca para que pueda llegar
a mi toque de queda y Sage pueda tomar nuestra comida. Ella salta a su
pequeño y lindo VW Bug y tomo una foto rápida en mi teléfono de lo
increíblemente adorable que se ve en él. Guardo la foto de su contacto en
mi teléfono y sonrío un poco más. Maldición, tener una amiga es mucho
mejor de lo que recordaba.
Sobre todo, mis amigas preadolescentes estaban interesadas en el
drama. Solíamos pelear por la ropa y los chicos, ninguna de las otras chicas
era Dotada, así que no entendían por qué insistía en enamorarme de doce
chicos a la vez.
Recuerdo que una de las chicas me dijo que iba a ser una zorra
como mi madre y que había visto entrar y salir a chicos de nuestra casa todo
el tiempo. Mi mamá era el Vínculo Central y tuve tres papás. No puedo
recordar por qué vivíamos entre humanos, siento que tiene algo que ver con
el trabajo de mi madre, pero hicieron todo lo posible por ser discretos al
respecto.
Lo arruiné ese día cuando le dije a Alexandra Hargraves que mis
tres papás podrían patearle el trasero a su escuálido padre si no aprendía a
cerrar su boca chismosa.
Mi mamá no estuvo contenta conmigo.
Sin embargo, mis papás hicieron que chocáramos nuestras palmas
uno tras otro.
Valió la pena.
El recuerdo me mantiene feliz y cálida durante todo el camino de
regreso a los dormitorios.
Capítulo 8
—¿Una tintura lavanda? ¿Quieres que me ponga el cabello del
mismo color que los viejitos en la barra de leche?
Me atraganto con las margaritas y Sage se ríe de mí
incontrolablemente.
Hay bolsas esparcidas sobre mi cama y el piso a nuestro alrededor,
rebosantes de bocadillos y productos de belleza porque Sage decidió en su
camino que una noche de chicas solo funcionaría para las dos si se metía
con mi maquillaje.
Me pregunto cuánto tiempo ha pasado desde que pudo hacer algo
como esto, porque han pasado años desde que yo lo he hecho. También creo
que lo supuso y quiere hacer algo especial porque es así de dulce.
—Me dijiste que no soportas el aspecto platinado, lo cual es una
locura porque la última vez que intenté usar un rubio platinado me costó
una fortuna y nunca se aclaró lo suficiente como para lograrlo.
Beber y hablar de estas cosas no es una buena idea, pero hay algo
imprudente en mí acerca de nuestra amistad. Como si los años de no tener a
nadie con quien hablar o en quien confiar me hubieran vuelto estúpida
acerca de sus amables palabras dichas suavemente.
Me niego a mirar mi reflejo en el espejo junto a la puerta mientras le
respondo:
—No se trata del color, son los recuerdos que vienen con él. Intenté
volver a teñirlo de negro hace unos años, pero nunca funcionó. Es como si
mi cabello… lo rechazara.
Me arriesgo a mirar hacia donde Sage está llenando nuestros dos
vasos, pero frunce el ceño un poco ante la mezcla de alcohol y azúcar que
ha ideado.
—Bueno, ¿qué es lo peor que puede pasar con el tinte morado? Si
no queda bien, entonces al menos le hemos dado una oportunidad y si lo
hace, no más recuerdos sobre… cosas malas que te persiguen.
El resto de la noche es un borrón entre bebidas, tinte púrpura en mis
sábanas y estar en las duchas comunales en ropa interior con Sage a las tres
de la mañana para lavarme esa cosa. Es un desastre, estúpido, completa y
malditamente una bendición.
Ambas nos despertamos unas horas más tarde con resaca y
desesperadas por comer.
Gabe no se presenta para acompañarme a clase y North me envía un
mensaje para decirme que todavía tengo que asistir sin mi sombra de ceño
fruncido, lo cual está bien para mí. Recibo miradas y susurros todo el día,
pero los latidos en mi cabeza ahogan la mayor parte y lo logro, gracias a la
presencia igualmente resacosa de Sage.
Cuando terminan las clases del día, se pega a mi lado mientras
caminamos hacia mi dormitorio. La tarea conjunta que tenemos que acabar
básicamente está lista de todos modos, pero rápidamente me doy cuenta de
que Sage preferiría pasar el rato en mi patético dormitorio conmigo que irse
a casa. Nunca comenta sobre la patética falta de cosas que tengo o lo
terriblemente incómoda que es mi cama, solo actúa como si esta situación
fuera completamente normal.
Es vital para mi supervivencia.
Ella se ha convertido en la roca para mí, la única persona que
mantiene mi cordura intacta porque si no la tuviera, estoy segura de que
ahora estaría hecha un desastre furioso y vociferante.
Cuando llegamos a su auto para dejar sus libros de texto adicionales,
su teléfono suena y pone los ojos en blanco ante lo que sea que esté en la
pantalla.
—¿Riley? ¿O esa perra, Giovanna?
Sage resopla y dice:
—Ninguno, es mi papá. Mis padres están molestos por lo “retraída”
que me he vuelto. Porque en su mundo, está bien que me rechacen, pero es
completamente irrazonable que me niegue a salir a cualquier reunión social.
Mamá y yo discutimos sobre eso toda la mañana y ahora papá me ruega que
vaya al juego de fútbol.
Me encojo de hombros y subo mi bolso más alto sobre mis hombros.
—¿Odias el fútbol? Podría… ¿quizás pensar en algo y ambas
podríamos ir?
No quiero tener que llamar a North, pero si esto es importante para
ella, lo haré. Sage me devuelve una mirada tímida.
—De hecho, me encanta el fútbol. Mi hermano juega. Extraño ir
allí, pero odio estar allí sola porque sentarme con mis padres es como una
tortura. Mi mamá todavía me culpa por arruinar las cosas con Riley.
A la mierda eso. Voy a llamar al imbécil de mi Vínculo e iremos,
cueste lo que cueste.
Presiono marcar y respiro hondo, preparándome para la pelea que
será y el tono frío de la voz de North cuando responde me pone los pelos de
punta.
—Estoy a punto de entrar a una reunión, Fallows, este no es un buen
momento.
No grites, no lo maldigas, mantén la calma.
—Está bien, seré rápida. Gabe tiene un juego de fútbol esta noche y
me gustaría asistir. Sage irá y vamos a comprar perritos calientes y comida
chatarra. Solo necesito saber que no vas a enviar un equipo táctico para que
me saquen de las gradas mientras estoy viendo el juego.
Hay un momento de silencio, como si estuviera sopesando cada una
de mis palabras y probando cuán honesta estoy siendo con él, y tomo otra
respiración larga y profunda para mantener la calma.
Finalmente dice:
—Bien. Te vigilaré de cerca, Gabe se reunirá contigo después del
juego y te llevará de regreso a tus dormitorios. Si esto es un intento de huir
de nuevo, voy a hacerte la vida imposible.
Que se vaya al infierno.
—¿Quieres decir, más de lo que ya lo has hecho?
Cuelgo antes de que pueda decir otra palabra y meto mi teléfono de
nuevo en mi bolsillo, mostrándole a Sage una sonrisa, pero ella todavía está
haciendo una mueca en mi dirección al escuchar todo ese… lío.
—Realmente te odia, ¿no es así? Dios, pensé que Riley era bastante
malo.
Entrelazo mi brazo con el de ella y lo aprieto.
—Riley es horrible. Al menos le hice algo a North que hizo que se
comporte como un imbécil, tu Vínculo no tiene excusa.
Ella suspira y mira a su alrededor como si tuviera miedo de que
Giovanna fuera a saltar de los arbustos y atacarnos a las dos. Este es el
único tema del que no hablamos anoche, pero no huye de él ahora.
—Yo también me equivoqué. No soy una modelo italiana de metro
ochenta y dos de altura con piernas que los hombres quieren escalar y una
delantera fantástica. Solo soy… la vieja y simple Sage. Dios, tenemos que
hablar de otra cosa antes de que el auto-desprecio que siento se apodere de
mí y pase el resto de la noche bebiendo de una petaca en las gradas.
No hay nada que desee más que emborracharme de nuevo ahora
mismo y olvidarme de todo este maldito lío, y aunque beber nunca ha sido
algo de lo que haya rehuido antes, hay algo acerca de hablar con North que
me hace dudar.
De alguna manera, siento que me aferro a mi don con más fuerza
que nunca, pero al mismo tiempo, es cuando menos control tengo. Todos
los días que he estado aquí he tenido que presionar, rogar, suplicar, ignorar
y reprimir los deseos del vínculo, todos los días ha llamado a los hombres
con los que estoy destinada a estar, y todos los días he tenido que sofocarlo
hasta que no haya señales de cuán profundamente me ha dolido toda esta
separación.
Beber esta noche está fuera de discusión, al menos hasta que
recupere el control.
Me pongo un par de jeans rotos y un suéter viejo. Estoy sorprendida
de lo bien que ambos me quedan porque la última vez que me los probé,
estaban un poco apretados. Supongo que todo este tiempo rodeada de gente
que me odia me ha hecho adelgazar. Sage se sienta en el suelo frente a mi
espejo y se peina y maquilla. Es bastante discreta al respecto, unos cuantos
rizos y una pasada rápida de rímel, pero es tan bonita que es todo lo que
realmente necesita.
Me mata lo poco que piensa de sí misma gracias a Giovanna.
Nada me haría más feliz que matar a esa perra, y honestamente creo
que sería la primera muerte por la que no me sentiría tan malditamente
culpable. Ella sería la primera persona de la que estaba segura que era una
idiota.
¿Ser una idiota es suficiente para justificar la muerte de alguien?
Maldición, hoy ha sido demasiado largo y agotador para estar
pensando en esta mierda moral. Todo lo que importa es que no debería
matar a nadie en el campus porque North está tan metido en mi trasero que
lo descubriría. Vería a través de cada mentira que he dicho desde que llegué
aquí y lo usaría como una excusa para encadenarme en su sótano.
Sage agarra una silla para sentarse y peinarme mientras trabajo en
mi maquillaje. Hace lo poco que puede para domar los mechones recién
teñidos, agarrando grandes mechones para rizarlos en ondas sueltas para
que luzca un poco más natural y sin esfuerzo… bueno, tan natural como
puede verse el cabello lavanda. Me cuenta historias sobre crecer en una
comunidad unida, pequeñas historias sobre todos excepto mis propios
Vínculos, y tengo que concentrarme en mantener mi mano quieta debido a
todo lo que nos estamos riendo.
Hago todo lo posible con mi propio maquillaje.
Necesito mucho más para verme la mitad de bien que Sage, y han
pasado meses en este punto desde que pude sentirme bien conmigo misma
en este tipo de nivel. Elijo colores que resaltan los tonos azules de mi
cabello y cuando termino, Sage se recuesta en mi cama mientras pongo un
poco de producto en mi cabello para fijar un poco los rizos.
Hace frío afuera y no quiero perder todo su arduo trabajo.
—Me siento culpable —dice Sage, rompiendo el silencio.
Miro hacia ella, pero está demasiado ocupada desplazándose sin
propósito en su teléfono para mirarme a los ojos.
—¿Sobre qué? No es tu culpa que esté atrapada aquí y puedes salir y
tener una vida.
Suspira y deja su teléfono.
—Soy una amiga terrible. Hay una parte de mí que se siente aliviada
de que North te haya encerrado porque eso significa que te quedarás. Nunca
he tenido una amiga como tú. Dios, incluso las personas que pensé que eran
mis amigos antes de que Riley me hiciera a un lado no se parecían en nada
a ti. Yo… Dios, lo siento mucho, Oli.
Ni siquiera mis Vínculos rotos me hacen sentir así.
—¿Por qué estaría enojada por eso? ¿Cómo podría enojarme que
realmente te agrade y quieras ser mi amiga? Escucha, si las cosas fueran al
revés, te puedo garantizar que me sentiría de la misma manera.
Me sonríe pero sus ojos todavía están demasiado tristes.
—No lo harías. Eres la persona más desinteresada que he conocido.
Tomas todo lo que te arrojan tus Vínculos y simplemente… sigues adelante.
Ojalá eso fuera cierto.
¿Estaría tan segura de lo que estoy haciendo si no hubiera un riesgo
tan grande? ¿Sería tan fuerte como ahora si no fuera consciente de cuántas
personas morirán si no logro escapar de mis Vínculos, si la Resistencia me
encuentra de nuevo?
No estoy segura de que lo estaría.
Me encojo de hombros y vuelvo a apilar el maquillaje en el bolso de
Sage con cuidado, consciente no solo de que no es mío, sino también de que
son productos caros y de alta calidad, cosas que ni siquiera había
considerado antes porque no tengo un centavo.
—No me importa esa mierda, Sage. Me importan todas las otras
cualidades que tienes que te hacen la mejor amiga posible para mí. Me
importa que aparezcas aquí con los brazos llenos de maquillaje sin que te
lo pida porque sabes que no hay manera de que pueda arreglarme sin tu
ayuda. Me importa que me invites a tacos y margaritas. Me importa que
cuando tomo notas en clases cuando te las saltas, me agradeces como si
hubiera conquistado un reino para ti. Me importa que no te importe una
mierda todas las cosas que la gente dice sobre mí, elegiste conocerme antes
de emitir un juicio. Siento un millón de otras cosas por ti, pero dejémoslo
así. Eres malditamente increíble y algún día me creerás cuando diga eso.
Sonríe y agacha la cabeza.

—Tú también eres bastante buena, Fallows. Tan buena que me escaparía
contigo si decides irte de nuevo.

Vamos al juego temprano porque resulta que Sage tal vez no fue lo
suficientemente vehemente sobre cuánto adora el fútbol y debido a lo
mucho que lo ama, es muy exigente con el lugar donde nos sentamos. Está
en un nivel completamente nuevo de entusiasmo por todo el asunto,
hablando sin parar durante todo el camino hacia el estadio sobre todos los
jugadores y las estadísticas del equipo. Incluso habla efusivamente sobre
Gabe, ignorando por completo su habitual reticencia a hablar de mis
Vínculos en su entusiasmo por ver el juego de esta noche.
No me importa en absoluto porque verla tan feliz es inaudito.
Hemos sido amigas durante semanas y lo máximo que he obtenido de ella
ha sido una sonrisa tímida y una risa seca de vez en cuando, pero en este
momento está rebosante de alegría.
Tenemos que pasar por su casa de camino al estadio y espero en su
auto, enviando mensajes de texto a North como una pequeña posesión
obediente. Él envía muchas respuestas de una sola palabra, como si
realmente no valiera la pena su tiempo, así que hago mis propios mensajes
demasiado largos y demasiado detallados, solo por despecho.
Espero que lo odie.
Estoy riéndome como una niña cuando la puerta del auto se abre de
nuevo y Sage vuelve a deslizarse en el asiento del conductor.
—Agarré el pase de temporada de María para que podamos entrar
directamente. Ella trabajará hasta tarde esta noche, así que papá le enviará
actualizaciones. Y no tendremos que tolerarla —dice Sage mientras
enciende el auto y sale del camino de entrada, su lista de reproducción
comenzando y bandas indie punk sonando a todo volumen a través de la
cabina.
María es la otra Vinculada de su padre y completa la tríada
vinculada de sus padres. Trabaja para el Consejo como abogada y como una
de las principales asesoras de North, y le ha estado haciendo pasar un mal
rato a Sage por ser mi amiga.
Sage la evita a toda costa.
También voy a hacer lo que pueda por mantenerme alejada de su
trasero psicópata. ¿Te imaginas estar tan involucrada con tu jefe qué harías
lo que pudieras para interferir con las amistades de su Vínculo?
No, gracias.
Llegamos bastante temprano, como para que estacionarse sea fácil,
y Sage charla con todos los que vemos como si fueran viejos amigos suyos.
Forzado, porque todos la miran con lástima y desconfianza apenas velada,
pero todos la reconocen, así que está medio paso por encima de los demás
estudiantes de la universidad.
Sage suspira y señala a una pareja.
—Ahí están mis padres. Están sentados en mi lugar, esperándonos.
Oh, rayos.
Esto se siente como una gran presión en este momento para la que
no me inscribí, pero Sage se muerde el labio y estoy de vuelta en modo
defensivo de mejor amiga porque estoy enojada porque incluso sus padres
no son un espacio seguro para ella ya. Todos le han dado la espalda, gracias
a algo sobre lo que ella no tiene control.
Entonces, como si mi actitud de mierda fuera una señal de llamada
para él, Riley llega con Giovanna del brazo y se abren paso entre la pequeña
multitud que ha comenzado a formarse. Está mirando a su Vinculada como
si ella hubiera incendiado todo su mundo con su belleza y hay un aire
repugnante de presunción a su alrededor. Como si estar juntos no fuera
suficiente, también tienen que restregárselo en el rostro a todos.
En cuanto Riley ve a los padres de Sage, enciende el encanto y se
congracia con ellos como un completo arrastrado. Ellos también lo aceptan
con entusiasmo, simplemente apurándose para hablar con él, como si no
hubiera clavado un cuchillo en el corazón de su hija.
Repugnantes, la mayoría de ellos.
Sage vacila por un segundo antes de tirar de mi brazo para desviar
mi atención del rostro sonriente de Riley.
—¿Podemos bajar a los vestidores y ver a mi hermano? Necesito un
poco de aire.
Sí, porque aquí afuera, al aire libre de la noche, está tan sofocante
ahora que el imbécil de su Vínculo está ahí abajo haciéndose pasar por un
chico confiable.
Es una maldita escoria.
Asiento y regreso con ella, observándola mientras se abre camino a
través de cada barrera con facilidad, ignorando todas las miradas de mierda
de todos como una profesional. Yo no me lo tomo de tan buena manera y
para cuando llegamos a una de las salas de entrenamiento, estoy frunciendo
el ceño a cada persona que está allí como si fuera a convertirme en su
problema.
Sage choca mi hombro con el suyo para sacarme de mi mirada
salvaje mientras le envía un mensaje de texto a su hermano para que salga y
nos encuentre. Él no le responde, pero decidimos esperar. Afortunadamente,
no lleva mucho tiempo.
Sawyer se parece mucho a Sage, su cabello castaño ceniza es corto y
una mancha de suciedad ya está en su rostro gracias a lo que sea que hayan
estado haciendo para los calentamientos. Se ríe y bromea con sus
compañeros de equipo, pero cuando Sage lo llama, mira con sorpresa y
verdadero afecto.
Son cercanos y claramente extrañaba que ella viniera a verlo.
Honestamente, no me importa cuánta mierda reciba de North y mis
otros Vínculos por estar aquí, voy a hacer todo lo que pueda para
presentarme a todos los juegos con Sage a partir de ahora.
Sawyer frunce el ceño un poco a medida que él se acerca a nosotras,
pero atrae a Sage a un abrazo cómodo.
—¿Desafiando la tormenta? No pensé que cederías a mamá.
Sage frunce el ceño y se encoge de hombros.
—Me cansó, finalmente, y he estado deseando perritos calientes
toda la semana. ¿Cómo te sientes?
Me desconecto un poco mientras hablan sobre las estadísticas del
juego de esta noche, toda la jerga deportiva vuela directamente sobre mi
cabeza porque, aunque tengo una comprensión general del deporte,
definitivamente no entiendo la mitad de lo que están diciendo en este
momento.
En cambio, miro alrededor del corredor a todos los chicos
preparándose para el juego. La mayoría de ellos ya están vestidos y listos
para el juego, algunos están pasando por sus rituales previos al juego y
todos sonríen incontroladamente.
El mariscal de campo me sonríe, apartándose el cabello mojado de
los ojos, pero sus ojos se detienen en Sage por un segundo antes de alejarse.
Definitivamente es mayor que nosotros, probablemente un estudiante de
último año, y es súper sexy. Cabello rubio arena y ojos azul claro, hay un
hoyuelo en su mejilla que derretiría a la mayoría de las chicas, pero soy
inmune a los chicos y sus encantos, gracias a mi enrevesada situación de
vínculos. También hay una tristeza que se aferra a él cuando mira a Sage
que me pone los vellos de punta.
¿Por qué todos están tan obsesionados con compadecerla y tratarla
como una mierda?
—Maldición, lo siento, Sawyer, esta es Oli. Olvidé que ustedes dos
aún no se han conocido.
Parpadeo dejando de mirar al chico y le sonrío a Sawyer, tratando de
no ofenderme por la mirada inquieta que me está brindando. Probablemente
esté preocupado de que Gabe lo mande al diablo si es un poco amable en mi
dirección, así que me muevo sobre mis talones y le brindo una sonrisa
tensa.
—Encantada de conocerte y buena suerte con el juego de esta
noche.
Me devuelve un breve asentimiento y luego duda antes de decir:
—Gracias por venir con Sage esta noche. Significa mucho para mí
que ella esté aquí.
Me encojo de hombros y me alejo un poco más de él.
—No te preocupes, tenía la intención de venir a ver de qué se trata
todo este alboroto.
Sage me sonríe pero no llega a sus ojos, y me alejo de ambos para
darles un segundo para hablar sin que los escuche y haga las cosas más
incómodas. Trato de mezclarme con la multitud, lo que es imposible gracias
a mi notoriedad, y me encuentro de nuevo en uno de los pasillos. Sé en qué
dirección debo dirigirme para volver a nuestros asientos, pero me detengo y
jugueteo con mi teléfono para parecer ocupada mientras espero a Sage. No
quiero irme y dejarla sola con toda esta maldita gente.
Estoy allí durante unos minutos antes de que algo me llame la
atención.
La puerta de otra de las salas de entrenamiento está un poco abierta
y puedo ver a Gabe estrechando la mano del capitán del otro equipo. No
hay nada innovador en esa muestra de deportividad excepto… excepto que
hay algo en sus manos que acaba de entregarle. ¿Drogas? Espera, no, es un
pedazo de papel. Ambos miran a su alrededor como si estuvieran haciendo
algo altamente ilegal y entonces los ojos de Gabe se encuentran con los
míos a través de la puerta.
Me ve.
Lo veo.
No tengo ni una maldita idea de lo que está haciendo, pero estoy
segura de que podría entrar en el vestuario y encontrar a su entrenador y
arruinar su vida ahora mismo. El pequeño destello de pánico en sus ojos me
dice que no me equivoco, que está haciendo algo que lo echaría del
equipo… o lo encerrarían por la noche.
Nos quedamos allí de pie y nos miramos el uno al otro durante
demasiado tiempo, tantas idioteces flotando silenciosamente entre nosotros.
—Oye, perdón por tardar tanto. Deberíamos ir a buscar nuestros
asientos.
Me sobresalto y encuentro a Sage mirándose los pies, con los ojos
un poco rojos. Me saca del pequeño trance en el que estaba y desvío la
mirada de Gabe, deslizando mi brazo a través del suyo hasta que
caminamos pegadas.
Nunca he sido una soplona y no voy a convertirme en una solo
porque Gabe se ha comportado como un idiota conmigo.
Regresamos a nuestros asientos y Sage me presenta a sus padres en
la conversación más incómoda en la que he estado desde que llegué aquí.
Ambos claramente no me quieren cerca de su hija, pero sonríen y fingen ser
educados, probablemente porque esta noche ella vino aquí gracias a mí.
Le sigo la corriente y los ignoro, charlando y fingiendo que todo
está bien con Sage cuando comienza el juego y realmente se entusiasma. En
algún momento después del medio tiempo, cuando ya comimos y reímos
hasta que me duele el estómago, sus padres reciben una llamada y se paran
para ir a buscar algo de comer para ellos. Una chica que nunca antes había
visto se desliza junto a Sage y ésta se tensa instantáneamente,
inmediatamente en alerta máxima.
¿Por qué las tonterías de esta noche nunca terminan?
Pasa un instante de silencio mientras los vítores a nuestro alrededor
son ensordecedores, pero cuando la multitud se calla, Sage habla.
—Oli, esta es Gracie. Su hermano, Félix, está en el equipo.
No parece preocupada ni molesta, así que sigo su ejemplo y me
inclino hacia delante para echarle un vistazo a la chica. Es bonita, tiene el
cabello rubio peinado de una bella manera, pero lleva una camiseta de
banda y tiene un aro en la nariz. Se ve fuera de lugar aquí pero totalmente a
gusto.
Gracie asiente hacia mí con una pequeña sonrisa.
—Gracias por pasar el rato con mi chica. Ha estado muy triste estos
días, pero tampoco quiere venir a pasar el rato conmigo para animarse.
La miro y luego a Sage, pero los ojos de ella están fijos en su
hermano. Proyecto mis vibras de amiga leal.
—Es mi mejor amiga, siempre estaré aquí para ella.
Sage se sobresalta, sus ojos se encuentran con los míos, y luego
sonríe.
—Tú eres la que se arriesga con el equipo táctico para pasar el rato
conmigo, creo que mereces un pequeño agradecimiento.
Pongo mis ojos en blanco.
—No me lo recuerdes. Entonces, Gracie, ¿cuál es Félix? Apenas
tengo las reglas claras, no podría distinguir a los jugadores por más que
quisiera.
Se ríe y señala al mariscal de campo, el mismo que encontré antes
en el vestuario.
—Ese es él. ¿Sage te dijo que está obsesionado con ella? Ha estado
tratando de que salga con él desde que Riley se convirtió en el idiota más
grande del mundo, pero ella se ha convertido en un fantasma.
La miro, sorprendida, pero Sage se encoge de hombros.
—No quiero una cita por lástima. Entiendo que es amigo de Sawyer
y se preocupa por mí, pero no voy a empeorar una situación mala.
Gracie pone los ojos en blanco, un reflejo de mi reacción.
—Él ha estado obsesionado contigo durante años. Destrozó la sala
de entrenamiento cuando descubrió que Riley y tú eran Vínculos. Esto no
tiene absolutamente nada que ver con Sawyer.
Miro entre ellas, pero Sage tiene los labios sellados y se niega a
pronunciar nada más, incluso después de que Gracie se despide con tristeza
y nos deja de nuevo.
No es hasta mucho después de que Gabe y su equipo ganan el juego
y estamos esperando en el vestuario para que me lleve de regreso a mi
dormitorio que finalmente vuelve a hablar.
—Algún día, él va a encontrar a sus Vínculos y no puedo soportar
perder a alguien más. Hace mucho tiempo… una vez pensé que tal vez yo
era el Vínculo Central y podría tenerlos a ambos. Estúpida. Trato de
mantenerme alejada de Félix ahora porque incluso si no somos Vínculos,
verlo con otra persona va a doler. No puedo saber lo que es tenerlo y luego
perderlo. Riley ya es bastante malo.
Asiento porque lo entiendo. Lo entiendo mejor que nadie. Al estar
cerca de mis Vínculos ahora, la mejor protección que tengo es su ira y odio
hacia mí. Si no tuviera eso, me derrumbaría bajo el peso de todo lo que
tenemos contra nosotros.
Me destrozaría.
Capítulo 9
Mi vida encuentra un patrón extrañamente normal.
Es todo tan enloquecedoramente extraño notar los patrones
mundanos que comienzan a hacerse cargo. Estudiar con Sage, ir a clases
con Gabe como mi sombra, morir durante mis clases de ET y sentarme a la
mesa en la mansión de North en un silencio incómodo durante las cenas
tortuosas. No estoy para nada satisfecha sobre tratar de salir de este lugar,
pero cuando me despierto todos los días y sé exactamente cómo va a ir,
empiezo a pensar que me voy a quedar atrapada aquí... hasta que mi pasado
me encuentre y todo de lo que he estado huyendo durante los últimos cinco
años finalmente me tragará por completo.
Estoy bastante ocupada como para no pensar en ello con demasiada
frecuencia.
Cuando mi primer trabajo de mi clase de economía regresa con una
B+, quiero gritar a los cuatro vientos porque estoy tan orgullosa de mí
misma. Sage busca un par de pastelitos con remolinos gigantes de glaseado
en la parte superior para celebrar durante el almuerzo, e incluso Gabe se las
arregla para gruñir un “bien hecho” hacia mí mientras mastica su comida de
conejo.
Hago lo que puedo para mantenerme fuera del radar de mis
Vínculos, la paz tentativa que encontramos tiene mucho que ver con nuestra
capacidad de mantenernos alejados el uno del otro. Veo a Gabe todos los
días y a Nox durante la clase, pero solo veo a North y Gryphon durante la
cena una vez a la semana y eso me parece bien.
Estoy complacida.
Empiezo a olvidar lo mucho que todos me odian.
El golpe en la puerta de mi dormitorio después de clases y la cena
agita las aguas. La abro y me encuentro a Gracie de pie allí, luciendo
increíblemente sexy con un par de pantalones cortos y una camiseta sin
mangas diminuta, con una sonrisa tímida en su rostro mientras me mira de
arriba abajo de una manera amable pero evaluadora como lo hacen las
chicas atractivas. Parezco un montón de mierda con un viejo par de
pantalones de chándal y un suéter tejido que es tres tallas más grande para
mí pero extremadamente cómodo para permanecer en la cama.
Mantengo la puerta cerrada para que no pueda ver mi habitación
vacía y vergonzosa, pero no pestañea hacia ella.
—Perdón por venir sin avisar, pero es imposible encontrarte en
línea. Demonios, ¡incluso tu número de teléfono está como protegido al
nivel de la CIA! ¿Sage siquiera lo tiene? Ella ya no contesta mis llamadas,
así que no pude conseguirlo de todos modos.
Dios.
—Eh, está bien… ¿en qué puedo ayudarte?
Ella mira alrededor del pasillo vacío, pareciendo incómoda y un
poco avergonzada.
—¿Puedo pasar? No estoy segura de que Sage quiera que ventile
esto en público con todas las tonterías con las que lidia a diario.
Maldita sea.
Es como si supiera que Sage es la única razón por la que dejaría
entrar a una chica extraña en mi espacio, porque esa chica lo es todo para
mí.
—De acuerdo, entra.
Gracie sonríe y da un paso a mi alrededor, mirando el espacio vacío
con la misma curiosidad que había mostrado por mi apariencia. La cosa es
que no parece que me esté juzgando, es más que está catalogando todo y
guardándolo en caso de que lo necesite, y eso todavía no es algo que quiera
apoyar.
—Sin ofender, pero estoy ocupada, tienes como tres minutos antes
de que regrese a mis libros.
Ella me sonríe y entonces lo suelta todo.
—El cumpleaños de Sage es esta semana. Sus padres están
organizando una gran fiesta, invitando a la mitad del Consejo y a un montón
de gente a la que no podría importarle menos que nuestra chica cumpla
diecinueve años. Necesito que vengas. No creo que Sage te fuera a pedir
que vinieras porque no querría causarte molestias, y todo se convertiría en
un contenedor de basura en llamas, pero tienes que venir.
Sage me lo había mencionado y cuando me ofrecí a ir, dijo que no.
Con la Vinculada María de su padre trabajando para North, Sage no quería
que tuviera que lidiar con la animosidad que inevitablemente estará ahí para
mí.
Miro a Gracie y ella hace una mueca, pero inmediatamente
interviene con su razonamiento:
—Escucha, no quiero pedirte esto más de lo que quieres que te lo
pidan, pero Riley y Giovanna aparecerán y harán que toda la noche sea una
maldita pesadilla viviente para Sage, y ya no voy a quedarme atrás en esta
mierda. Ella es… no lo sé, no más fuerte, supongo, pero más resistente
ahora que te tiene a ti, así que me siento menos rara por tratar de apoyarla a
través de esto.
Hago todo lo posible por no mirarla abiertamente porque Sage ya
me ha dicho que todos sus amigos la abandonaron por Riley y Giovanna,
entonces, ¿por qué Gracie de repente está tratando de estar metida en sus
cosas?
No me parece genuino en absoluto, pero eso solo hace que quiera
asistir más a esta fiesta, porque Sage necesita apoyo.
Suspiro y agito una mano hacia ella.
—De acuerdo. Hablaré con Sage al respecto y le haré saber que voy.
Lo digo como si fuera fácil, como si no fuera a tener que rogar
patéticamente a North para obtener un pase para ir. No confío en esta chica,
así que no le voy a dar ningún detalle del lío con mis vínculos.
La comunidad de Dotados ya tiene mucho que decir al respecto.
Cuando llamo a North a la mañana siguiente, toma mi solicitud
mejor de lo que esperaba, y esa es mi primera advertencia real de que esta
no es una fiesta a la que quiero asistir, pero cuando hablo con Sage antes de
las clases, la mirada de puro alivio en su rostro es suficiente para que mi
perra testaruda interior se ponga en marcha.
Iré, aunque ello me mate.
Mantengo la cabeza gacha y me concentro en mis clases por el resto
del día, olvidándome de la fiesta hasta que me separo de Sage para ir a ET y
Gabe trota para alcanzarme. Inmediatamente se me ponen los pelos de
punta porque hemos llegado a un acuerdo tácito en el que no lo atacaré
verbalmente ni lo molestaré por acecharme siempre y cuando mantenga la
boca cerrada y no se acerque demasiado a mí.
Mi vínculo disfruta demasiado de su cercanía y es aterrador para mí,
la idea de que voy a dejarlo de nuevo en el segundo que pueda y perder este
sentimiento de paz y satisfacción es... insoportable.
Así que lo mantengo lo más alejado posible de mí sin enfrentarme a
la ira de mierda de North y a él le ha parecido bien mantener esos límites,
hasta ahora.
—¿Ahora qué? —digo arrastrando las palabras, hago una pequeña
concesión porque es un tono más agradable que espetárselo como quiero
hacer.
—Te recogeré para la fiesta de Sage mañana, no dejes tu dormitorio
sin mí.
Pongo los ojos en blanco, pero él simplemente niega con la cabeza
hacia mí, mi actitud no lo desalienta como suele pasar.
—No, esto no se trata de que te siga porque no confío en ti, esto es:
hay muchos miembros del Consejo yendo debido a los padres de Sage, y
ninguno de ellos van a… ser personas con las que deberías hablar.
No quiero hablar con nadie que no sea Sage, pero tampoco me gusta
que Gabe me diga con quién puedo y no puedo hablar.
—¿Tienes miedo de que vaya a avergonzarlos?
Resopla y agarra mi brazo, sacándome del camino y llevándome
hacia el lado del edificio donde tenemos una pequeña cubierta.
—Tal vez deberías dejar de estar tan enamorada de la narrativa de la
víctima que tienes en la cabeza y pensar en esto como un ser humano
racional por un segundo. No todos en el Consejo son amigos. No es un club
de chicos en el que North está tratando de arruinar tu vida. Son los líderes
de nuestra comunidad y la base de nuestra sociedad… y la mitad de ellos
piensa que North debería obligarte a vincularte con él porque no deberías
tener derecho a decirle que no. La mitad de ellos piensa que la violación es
el curso de acción apropiado aquí.
Se me cae el alma a los pies y él asiente.
—No todos son buenas personas. Solo los eligieron como cabezas
de sus familias y consiguieron un asiento en la mesa. Te llevaré y me
quedaré contigo para que no termines sentada en un rincón oscuro con
Sharpe o Vittorio hurgando en tu cerebro con sus dones.
Sharpe y Vittorio, tomo nota de sus nombres porque hay demasiados
secretos acechando en lo más profundo de mi mente que podrían
arruinarnos a todos.
Miro a Gabe por un minuto, vacilando si confiar en él, y hay una
sensación palpitante en mi pecho que me hace balancearme contra él solo
un poco. Hay un tic en su mejilla mientras aprieta los dientes que me dice
que está tan afectado por esta cercanía como yo y de repente toda esta
situación se siente peligrosa para mí.
Recuerda que todos te odian.
Lo empujo lejos de mi cuerpo, sobresaltándome cuando me doy
cuenta de que mis manos ya se habían encontrado deslizándose por su
pecho sin que me diera cuenta y de repente mi cerebro está lleno de
información que no necesito en este momento.
Como lo tonificado y sólido que se siente debajo de la camisa que
lleva puesta.
Ambos nos miramos por un segundo antes de que el hechizo se
rompa cuando mi cerebro finalmente se da cuenta del hecho de que mis
malditas manos todavía están presionadas contra su pecho y las quito,
dándome la vuelta y alejándome de él.
Mi tono es mordaz y un poco tembloroso cuando digo:
—Esperaré a que me lleves a la fiesta, pero voy a pasar el rato con
Sage allí. No me importa si nos sigues, pero no la dejaré atrás solo porque
quieras pasar el rato con tus amigos imbéciles.
Estoy esperando que me responda con brusquedad o me maldiga
como suele hacer, pero simplemente me sigue obedientemente, dos pasos
detrás de mí como siempre, como si nada hubiera pasado. Llegamos al
edificio de entrenamiento del ET y cuando me detengo para abrir la puerta,
Gabe retrocede de mi cuerpo, inclinándose cerca para murmurarme:
—Tal vez no eres tan fría como pretendes ser.

Maldita sea, necesito serlo.

Justo cuando creo que me estoy poniendo en mejor forma durante la


parte del entrenamiento de la clase de ET, Vivian cambia mis series y una
vez más destruye mis ganas de vivir. Todavía entreno lejos de los demás en
la clase porque estoy muy por detrás de ellos, pero ya comencé a notar la
creciente fuerza en mis extremidades y la forma en que estoy bajando un
poco de peso.
Todavía pierdo hasta en el último de los escenarios de
entrenamiento.
Después de la primera clase en la que fui dejada inconsciente,
Vivian deja que toda la clase use sus dones durante los escenarios y no hay
forma de que pueda competir con ellos.
Una de las chicas es una dosis andante de cloroformo.
Ella también me odia con todo su ser y me ataca cada maldita vez
que cruzamos la línea de salida. Vivian elabora su plan de juego al instante
y comienza a hacer que le resulte más difícil llegar a mí, sobre todo para
enseñarle cómo elaborar estrategias y enseñarme a evadir a la perra, pero es
como un maldito sabueso.
Lo odio.
Naturalmente, Zoey está enamorada de Gabe y pasa cada segundo
que puede coqueteando con él frente a mí. Esto probablemente debería
molestarme más de lo que lo hace, pero hay una parte cruel y enojada de mí
que disfruta lo mucho que Gabe quiere que yo reaccione. Cada vez que veo
a Zoey pasar una mano por su bíceps sin siquiera inmutarme, puedo ver
cuánto lo enoja.
Sin embargo, nunca la aleja y eso dice demasiado sobre cómo se
siente realmente.
El único aspecto positivo de tomar esta clase con Gabe es que
después de que terminamos el día, me lleva a cenar a casa de North cada
semana, reduciendo el tiempo que tengo que estar atrapada en un espacio
pequeño y confinado con North y su chofer.
La moto es íntima pero el coqueteo con la muerte la convierte en mi
método preferido de ser arrastrada a estas estúpidas cenas semanales. Gabe
tampoco intenta hablarme o menospreciarme por mi existencia general
como lo hace North, más puntos a su favor.
También siempre se sienta a mi lado en la mesa, agregando
pequeños comentarios y fragmentos de información cada vez que una de las
invitadas de Nox comienza a meterse conmigo, que es todo el maldito
tiempo.
Estoy convencida de que Nox solo trae a la mesa a las chicas más
conflictivas y completamente locas que puede encontrar.
Esta noche no es diferente y aunque Lana es menos obvia con su
enamoramiento por Nox, sus pullas me cortan un poco más al hueso que las
otras cabezas huecas que se ríen tontamente.
—Escuché que viviste en la calle durante años, vendiéndote para
comer. Debe ser difícil volver a vivir una vida “normal” después de haber
sido usada de esa manera.
Vendiéndome.
Gabe se pone rígido y le lanza una mirada, su labio se retira
mostrando sus dientes. Sin embargo, ya sé que en realidad no va a hacer
nada al respecto y cuando baja la mirada hacia mí, hay una vacilación en él
que me duele porque hay una parte de él que piensa esa mierda sobre mí.
Estoy a punto de desatar todo un mundo de dolor sobre él cuando
North interrumpe:
—Necesitamos discutir algunas reglas básicas para la fiesta.
Casi me ahogo con el aire.
—¿Por qué tendríamos que hacer eso? Te evitaré como a la peste,
Gabe se pegará a mi trasero como si fuera pegamento y pasaré el rato en la
esquina con Sage mientras las dos rezamos para que la muerte nos lleve y
podamos salir de allí.
Nox finalmente se aparta de Lana, que sigue sonriéndome como si
hubiera ganado algo, interesándose en la conversación por primera vez.
—Me follé a una Llama una vez. Se corrió con tanta fuerza que
prendió fuego a la cama. Debería llamar a tu amiguita y ver si necesita
algo… de relajación.
Es el mayor desafío que he enfrentado para mantener mi don en
secreto y mis dientes se llevan la peor parte, mi mandíbula se aprieta con
tanta fuerza que siento que mis dientes crujen y rechinan brutalmente.
Es la primera vez que el vínculo en mi pecho no lo anhela,
lamentando la idea de que toque a alguien más que a mí, y estoy agradecida
por las pequeñas misericordias porque tal vez finalmente se haya dado
cuenta del hecho de que no hay salida de esto.
Él me odiará hasta su muerte.
Aparto mi plato de mí, la bilis sube por mi garganta al pensar en él
follándose a mi única amiga y Gabe lo mira y luego vuelve a mirarme.
—North necesita que revise algunos papeles, no podemos irnos
todavía.
Bajo la mirada para encontrar mis manos temblando violentamente e
inmediatamente las meto debajo de mis muslos.
—Voy a caminar de regreso entonces. No me quedaré aquí con él.
—Te llevaré —dice Gryphon y palidezco.
Ni siquiera ha tratado de hablarme, de hecho, ni siquiera me ha
mirado. Pensé que haría todo lo posible para alejarse de mí.
—Gracias —digo y se aparta de la mesa sin otra palabra ni siquiera
una mirada en mi dirección. No me importan las sutilezas, solo necesito
largarme de aquí.
Me lleva al Camaro que se encuentra en el frente y me abre la puerta
antes de rodearlo para llegar a su lado. Nunca he estado en un auto sin
cierre centralizado antes. Se ve impecable, los asientos de cuero son más
viejos, pero está claro que cuida muy bien esta cosa. Me siento con
delicadeza, como si de alguna manera mi trasero fuera a destruir este auto
solo por estar aquí.
Gryphon se desliza con menos vacilación pero no menos cuidado,
claramente ama este auto y me sorprende que esto sea lo primero que sé
sobre él, aparte de su trabajo en un equipo táctico y la forma en que se viste.
Sé mucho sobre Gabe, gracias a nuestra proximidad forzada, y los
dos hermanos Draven han mostrado demasiado de sus asombrosas
personalidades en la mesa. Atlas ha pasado nuestras semanas de contacto
entre nosotros enviándome pequeñas historias y fragmentos sobre él, nunca
me presiona para que haga lo mismo a cambio, pero inevitablemente
sacándomelas. Incluso desde que le dije que North estaba monitoreando mi
teléfono, ha sido riguroso en sus intentos de conocerme.
Gryphon ha hecho todo lo posible para mantenerse alejado de mí.
Mi vínculo se extiende hacia él, estirándose contra las fuertes
ataduras que mantengo sobre él mientras lo alejo antes de que me haga
rozarme contra él. Hay algo en su distancia y la forma en que se ha
mantenido alejado de mí que hace que mi vínculo esté desesperado por él.
Es el más peligroso de todos.
Cuando se detiene frente a los dormitorios, apaga el motor, el
silencio repentino en la cabina sin el ruido del motor es incómodo. Espero
por un momento, pero cuando no dice una palabra salgo, murmurando un
gracias en voz baja antes de regresar a mi habitación.
Con mi vínculo llorando en mi pecho más fuerte que nunca.
Capítulo 10
Por mucho que me gustaría usar un lindo y diminuto vestido que
muestre todo mi arduo trabajo en esa estúpida clase de ET, también soy
muy consciente del hecho de que me subiré a una motocicleta con Gabe y
probablemente no sea la mejor idea molestarlo así, especialmente porque
tuvimos ese pequeño… momento el otro día. Nunca he sido tan consciente
de mi propio vínculo y de cómo reacciona ante el mundo que me rodea.
Algo acerca de estar aquí, alrededor de estos hombres con los que
estoy destinada a estar, ha encendido un fuego en mí que estoy desesperada
por sofocar.
Compruebo mi atuendo en el espejo una última vez mientras salgo y
suspiro porque no tenía exactamente muchas opciones. Toda esta cosa de
privación en la que North me tiene es la tortura perfecta porque podría
romperme por conseguir un par decente de lindas botas y jeans que abracen
mi trasero un poco mejor. Sin embargo, no me veo mal, y la chaqueta que
Sage me prestó me cubre lo suficiente como para que el corte bajo de mi
camiseta sea sexy sin serlo demasiado.
Cuando bajo las escaleras hasta donde me espera Gabe, verlo me
deja sin aire en los pulmones. Jeans azul oscuro, una camiseta blanca que se
estira sobre su amplio pecho y su chaqueta de fútbol colgada sobre sus
anchos hombros, parece el sueño húmedo de toda chica universitaria. Su
cabello castaño claro está peinado por primera vez, no mucho, pero lo
suficiente como para saber que está poniendo algo de esfuerzo en su
apariencia esta noche, lo que genera dudas. ¿Soy yo o las otras personas que
van a la fiesta a las que quiere impresionar? ¿Es porque los miembros del
consejo asistirán y él no quiere hacer quedar mal a North? ¿Debería siquiera
preocuparse por ese tipo de cosas?
Todo esto es demasiado difícil y enrevesado para pensarlo y, Dios,
no es inteligente, pero mi vínculo se retuerce dentro de mi pecho con celos
porque él está aquí afuera, viéndose así, con la mitad de las chicas de mi
dormitorio pasando tratando de llamar su atención.
No soy tan estúpida como para hacer algo al respecto ahora mismo,
pero, demonios, quiero hacerlo.
Cuando sus penetrantes ojos azules se encuentran con los míos, hay
una mirada de suficiencia en su rostro, sabe que lo estoy mirando y tengo
que luchar para salvar el rostro.
—¿Esperando recoger a alguien esta noche?
Se burla de mí y me tiende su casco de repuesto.
—Si estuviera buscando sexo, no tendría que esforzarme. Podría
acostarme con cualquiera de estas chicas sin decirles una palabra.
Le sonríe a alguien detrás de mí como si estuviera demostrando un
punto y, efectivamente, escucho las risas y los suspiros. Me hace apretar los
dientes y le arrebato el casco de las manos, agarrándome y aplastando mi
ira antes de que se vuelva demasiado obvio lo celosa que estoy por eso.
Gabe me tiende un brazo para que pueda balancearme detrás de él y
se detiene por un segundo antes de encender el motor, simplemente sentado
allí y mirando al otro lado de la calle antes de finalmente ponerse su casco.
Mis instintos comienzan a gritar al instante.
—¿Qué sucede?
Se encoge de hombros y patea la pata.
—No es nada. Nada de lo que tengas que preocuparte, de todos
modos.
Al diablo con eso, lo golpeo en las costillas, pero es un muro de
músculos y apenas reacciona cuando enciende el motor y nos marchamos,
sorteando el tráfico y volando en el aire de la noche a velocidades que
definitivamente no son legales.
No puedo ver nada fuera de lo común sin usar mi don, que Gabe sin
duda sentirá gracias a lo cerca que estamos, así que solo tengo que confiar
en él por ahora.
Es algo con lo que lucharía incluso si él no me odiara, pero
¿sabiendo lo herido que estuvo por mi desaparición? Hace que sea casi
imposible sentarse allí y saber que está pasando algo y que no pueda
resolverlo.
Afortunadamente, la casa de Sage no está muy lejos del campus y
pasamos un buen rato con la conducción imprudente de Gabe. Está en una
comunidad cerrada como la de North y, aunque es un poco más pequeña
que la suya, está claro que también son asquerosamente ricos.
La mayoría de las familias dotadas lo son.
Tiene sentido, por supuesto, porque generalmente hay tres o más
adultos en cada grupo de Vinculados, todos ellos trabajando y aportando a
la unidad familiar. Dios, el potencial de ganancias de mis Vínculos es irreal
para pensar, incluso si los Draven no fueran malditamente ricos. Seis
ingresos pueden recorrer un largo camino y después de años de sobrevivir a
duras penas, ese es un pensamiento tentador.
Entonces pienso en la suposición de North de que soy una mocosa
cazafortunas y toda la pequeña fantasía de no morirme de hambre y tal vez
tener lindos atuendos simplemente desaparece.
Todavía no he elaborado un plan de acción sobre lo que quiero hacer
después de la universidad, principalmente porque nunca he considerado un
futuro en el que mi vida no esté en peligro… o el peligro.
Nos detenemos frente a la casa y obligo a mi mente a despejarse
porque eso es exactamente lo que Gabe me había advertido. Dotados que
pueden leer mi mente, hurgar allí y sacar todos mis secretos hasta que la
Resistencia venga a llamarme.
Me bajo de la motocicleta, me quito el casco y se lo entrego a Gabe
para que lo meta en la mochila. Dudo por un segundo antes de hacer de
tripas corazón y simplemente esperarlo. No quiero montar una escena y que
él haga algo para arruinar la fiesta de Sage.
Ella ya está tan nerviosa por eso.
Cuando tiene todo asegurado, tira un poco de su chaqueta para
enderezarla y luego se vuelve hacia mí, levantando una ceja cuando me
encuentra de pie allí.
—No pensé que sería tan fácil como pedirte que te quedaras cerca.
Pongo los ojos en blanco mientras lo sigo como un cachorrito
obediente.
—Estoy aprobando todas mis clases gracias a Sage y es la única
razón por la que no estoy completamente loca en este estúpido lugar, así
que si tengo que quedarme contigo para pasar esta noche por ella, entonces
lo haré.
No llama ni toca el timbre, simplemente empuja la puerta y entra
como si hubiera estado aquí un millón de veces antes. Sé que está en el
equipo de fútbol con Sawyer, pero todavía me resulta extraño.
—¿Estás segura de que no te la estás follando? Nox es…
Lo interrumpo.
—Si quieres que me quede contigo, deja de hablar de los hermanos
Draven. North es un imbécil controlador y Nox es un completo psicópata.
Al menos eres tolerable cuando mantienes la boca cerrada.
Las mejillas de Gabe se sonrojan un poco debajo de su bronceado y
habla entre dientes:
—Tú misma eres una maldita pesadilla, Fallows, no puedes hablar
exactamente. ¿Qué pasa con Gryphon o Bassinger? ¿También son
tolerables?
Ambos son completamente inalcanzables y distantes, por lo que
están a salvo, pero no le voy a decir eso. Me salva de hablar un grupo de
personas que charlan y se ríen por el pasillo, en voz alta y rezumando ese
tipo de alegría familiar que obtienes de las personas que se conocen desde
que nacen.
Hace que me duela el pecho de celos y supongo que ese es el
sentimiento de la noche para mí, maldita sea.
Estoy feliz de pasar junto a ellos para encontrar a Sage, pero uno de
los chicos se vuelve y llama a Gabe, indicándole que se acerque. Le frunzo
el ceño, pero Gabe simplemente engancha sus dedos alrededor de mi brazo
y tira de mí hacia el grupo, esa sonrisa relajada suya pegada nuevamente
como si no estuviéramos todavía en la garganta del otro.
Es solo cuando nos acercamos que veo a Riley de pie allí con ellos y
me congelo, totalmente fuera de lugar de pie alrededor del pasillo de Sage,
con el imbécil del Vínculo de Sage, como si esto no fuera una completa
traición para ella.
Está bien, estoy siendo dramática pero eso me parece, y soy una
amiga leal hasta el final.
—Pensé que odiabas a tu Vínculo, Ardern, ¿qué haces intimando
con ella? —dice una de las chicas como si yo no estuviera parada aquí con
todas ellas.
Estoy demasiado ocupada alejándome poco a poco de todos ellos,
pero entonces Gabe pasa un brazo por mis hombros y sonríe de nuevo.
—Tuvimos algunos problemas iniciales, pero Oli ha descubierto
dónde se supone que debe estar ahora.
Todos se ríen como si esto fuera una gran broma y decido que
prefiero que el peor enemigo de North me atraviese el cerebro que
quedarme con estos imbéciles. Me escapo de los brazos de Gabe y empiezo
a caminar por el pasillo, ignorando las burlas y los silbidos que me lanza el
grupo.
Para cuando llego a la cocina, elijo una puerta al azar y tengo suerte,
Gabe trota para alcanzarme y vuelve a rodearme los hombros con el brazo.
—Si me veo obligado a mantenerte fuera de problemas, lo menos
que puedes hacer es aceptar un poco de calor. Esa mierda fue leve en
comparación con lo que he tratado desde que te fuiste.
—No me importa, y es tu culpa por andar con ese tipo de personas.
Estoy aquí por Sage y si quieres pasar el rato con unos malditos idiotas,
entonces adelante —espeto justo cuando Giovanna se interpone en mi
camino y esto es todo, este es el momento en que seré echada de esta fiesta,
porque la mirada en el rostro de esa chica me pone los pelos de punta y mi
temperamento está listo para encenderse.
—¿Idiotas? Todos son la próxima generación de miembros del
consejo y líderes de la comunidad Dotada. Hasta el último de ellos proviene
de familias distinguidas, Vinculados que se han ganado su lugar aquí. Eres
la forastera del linaje mancillado.
Puedo manejar un montón de mierda, estar aquí me ha demostrado
eso, pero de ninguna maldita manera ella hablará mierda sobre mis padres.
—Cierra la boca antes de que te rompa la mandíbula.
El brazo de Gabe se desliza lejos de mis hombros solo para que
pueda enganchar sus dedos en mi brazo de nuevo, tirando de mí hacia atrás
como si pudiera evitar que le diera un golpe a esta perra. Sage me ha
contado todo sobre su don y la telequinesis no significa nada para mí en
este momento.
No es como si fuera lo suficientemente fuerte como para usarlo en
mi contra.
Ella chasquea la lengua hacia Gabe con condescendencia.
—Deberías mantener una mejor correa sobre ella, está insultando a
la familia equivocada.
La miro de arriba abajo, lentamente y con el desprecio brotando por
cada poro de mi cuerpo.
—Si tu familia es tan importante, entonces la comunidad está jodida
porque eres la perra más vil y mezquina con la que me he visto obligada a
interactuar.
Sus labios se curvan y observo con una pequeña pizca de victoria
que la barra de lápiz labial rojo es un tono demasiado anaranjado para su
tono de piel.
—¿Por qué me importaría la opinión de una putita fugitiva? No eres
nada para la comunidad, para mí o para mi Vinculado.
Vinculado, incluso la palabra es una bofetada porque ella le quitó
eso a Sage. Gabe vuelve a intentar apartarme, pero ahora estoy demasiado
enojada, demasiado fuera de control con mis palabras y respondo
bruscamente:
—He hecho más por esta comunidad de lo que tú jamás harás,
pequeña y patética ramera que busca atención.
Su mano retrocede para golpearme, pero antes de que tenga la
oportunidad de hacerlo, un muro de hombre se interpone entre nosotras y
todo lo que puedo ver es cuero, pero mi vínculo ronronea en mi pecho ante
la repentina proximidad de Gryphon.
Nunca ha estado tan cerca de mí antes.
Su voz es áspera en todas las formas correctas, maldita sea, cuando
dice:
—Estoy seguro de que no estás tratando de iniciar una pelea en la
cocina de los Benson en este momento, Giovanna, porque sería bastante
estúpido, incluso para ti.
Sus mejillas arden, pero finalmente se aleja, girando sobre sus
talones por lo que su falda fluye para mostrar sus piernas largas y
bronceadas de las que Sage se siente tan insegura.
Personalmente, no creo que sean tan geniales, y el resto de ella es
malditamente repugnante. No sé cómo Riley puede soportar tocarla porque
su apariencia no puede compensar la personalidad de mierda.
Gryphon se da la vuelta, su rostro tan solemne y malhumorado
como suele ser, pero ahora mismo tengo que lidiar con otro Vínculo.
—Oli está… —comienza Gabe, pero arranco mi brazo de su agarre
tan brutalmente que da un paso lejos de mí mientras le espeto:
—Eres un imbécil cobarde y si vuelves a poner una mano sobre mí,
la romperé, ¿entendido?
Sus ojos se mueven rápidamente hacia Gryphon y lo que sea que ve
en su rostro, se cierra rápidamente, maldiciendo por lo bajo.
Quiero decir mucho más sobre el asunto, pero Gryphon me
interrumpe:
—Hacer enojar a la hermana de Daniella no es una buena idea si
quieres mantenerte fuera del radar de North.
Le lanzo una mirada pero sus ojos no están en mí mientras asiente a
un hombre mayor al otro lado de la habitación, apenas prestándome un
segundo de atención, a pesar de que vino a intervenir por mí. Bueno, estoy
segura de que vino a asegurarse de que no golpeara a Giovanna contra una
pared por atreverse a hablar mierda sobre mis padres muertos. La odiaba
antes, pero ahora quiero cazarla y… bueno, no puedo seguir pensando en
todas las formas en que mi don la arruinaría ahora mismo o terminaré
persiguiéndola y arruinándola.
Me doy la vuelta, lista para encontrar a Sage y simplemente
desaparecer por el resto de la noche, solo para descubrir que Gabe nos está
frunciendo el ceño a ambos, hosco como un maldito cachorro pateado, pero
estoy cansada de su maldita actitud por esta noche.
Ni siquiera intentó respaldarme, y si realmente tiene la intención de
asegurarse de que esté a salvo esta noche, entonces un strike y está fuera.
Definitivamente no soy una chica deportista y tres oportunidades no es mi
tipo de trato.
—¡Oli! ¡Lo lograste, gracias a Dios! Sage está escondida junto a la
piscina, ¿puedes ayudarme a sacarla? ¡Oh! ¡Gryphon, no te vi!
Gracie definitivamente no es la salvadora que quiero en este
momento, pero lo aceptaré. Me deslizo junto a Gryphon y hago lo mejor
que puedo para ignorar las miradas alegres y coquetas que ella le está
lanzando.
—Señálame la dirección correcta y la encontraré.
Parpadea ante mi tono salvaje, sin parecer arrepentida por haber
babeado sobre Gryphon, y agita un brazo a un lado de la habitación con
descuido. Sí, ella realmente se acercó a mí como una forma de acercarse a
mi Vínculo, el hombre con el que estoy destinada a estar.
Maldición, odio este lugar.
Me alejo sin otro pensamiento, definitivamente sin pensar en si
Gryphon está correspondiendo o no a todos los encantos y risitas coquetas
de Gracie. Me abro paso entre los otros invitados con facilidad, localizo a
North en un rincón con un vaso de líquido ámbar y cubos de hielo en él,
charlando con otros hombres en trajes como si hubiera nacido para esta
vida. Agacho la cabeza antes de que pueda verme y acelero el paso hasta
que llego al extenso patio trasero, completo con una piscina, una cocina al
aire libre y una hoguera.
Es una hermosa noche, aire cálido y con las luces centelleantes
sobre uno de los setos parece sacado de un cuento de hadas. Me tomo un
segundo para disfrutarlo antes de recordar el tanque de tiburones del que
acabo de salir y voy a buscar a Sage, encontrándola junto a la fogata con su
hermano como si ambos se escondieran de la fiesta.
Cuando me acerco a los dos, Sawyer levanta la vista, sobresaltado, y
luego hace una mueca de dolor como si mirarme fuera una dificultad. Lo
admito, me siento un poco dolida, pero también estoy un poco nerviosa en
este momento para lidiar con las tonterías de alguien.
—Oh, Dios, ¿qué pasó allí? —Sage gime, luciendo un poco
borracha, e inmediatamente quiero un trago también.
—Te contaré la historia detallada de mí casi arrancándole la cabeza
a Giovanna si me consigues un trago. Necesito olvidar cómo suena la voz
de esa perra. Sage, eres una maldita santa. Cómo la aguantas sin prenderle
fuego el culo, nunca lo sabré.
Sawyer resopla hacia mí antes de agacharse para besar a Sage en la
mejilla y levantarse.
—Les traeré bebidas a ambas… traten de no iniciar un motín
mientras no estoy.
Asiento con una sonrisa tensa, la mueca todavía duele un poco, pero
luego me lanzo a una versión completamente cierta y nada exagerada de lo
que pasó con esa zorra bronceada.
Ambas nos morimos de la risa cuando Sawyer y Félix nos
encuentran allí, con suficientes botellas de cerveza entre ellos como para
ahogar a un hipopótamo. Hago una mueca porque la cerveza no es mi
favorita, pero Félix me sonríe y se encoge de hombros.
—María nos atrapó tomando las cosas buenas, así que tuvimos que
ceder.
Me encojo de hombros y tomo una de las botellas de él.
—De acuerdo, solo necesito el alcohol para olvidar lo enojada que
estoy, de verdad.
Sage frunce la nariz pero también toma una botella, presentándonos
a Félix y a mí correctamente, aunque estoy segura de que ambos ya
sabemos mucho el uno del otro. Es incómodo por un segundo, con Sage
tratando de deslizarse más cerca de mí para hacer espacio y los ojos de
Félix siguiéndola con un anhelo que ni siquiera está intentando reprimir,
pero luego empiezo la historia de Giovanna de nuevo, con más adornos y
comentarios, y el aire se aclara a nuestro alrededor y no hay otro silencio
incómodo entre nosotros.
Es una buena noche, una que nunca esperé.
Mientras miro al grupo de chismosos, con Gabe una vez más
aceptado en el redil, me acerco a Sawyer para escuchar su historia y la
mirada de pura rabia que Gabe me envía se siente como una victoria.
Capítulo 11
Se requieren tres semanas para recuperar nuestras calificaciones en
las asignaciones, pero en cuanto atravieso las puertas y entro en la sala de
conferencias, mi vínculo me dice que algo anda mal con esta situación.
Puede que odie tener ese llamado extraño, casi consciente, en mi
pecho, pero también nunca se equivoca. Viví en Los Ángeles durante un
verano hace unos años y me salvó de un incidente con una bebida
adulterada, así como de un atracador de autos. Desde que llegué a la
Universidad de Draven, pateando y gritando, se ha vuelto aún más agudo,
como si el simple hecho de estar tan cerca de mis Vínculos hiciera que la
llamada fuera tan aguda y precisa como la mira de un rifle de francotirador.
Cuando mis pasos se hacen más lentos, Sage me lanza una mirada y
se pone a caminar conmigo, lo que esperaba, pero cuando Gabe hace lo
mismo, con el ceño fruncido grabado en su hermoso rostro, empiezo a
preocuparme.
¿Hay una bomba en la habitación?
¿Un tirador?
¿Qué diablos tiene todos mis vellos de punta de esta manera?
Todo el mundo entra en fila en la habitación como si no pasara nada
malo, tomando asiento y charlando entre ellos, y empiezo a sudar porque
¿cómo no sienten este pánico como un puño en el pecho como yo?
¡¿Estoy perdiendo la puta cabeza?!
Nox entra solo en la habitación por primera vez en meses, y con
solo mirarlo a la cara me dice que la sensación ominosa en la habitación
que solo Gabe y yo podemos sentir es completamente creación de Draven.
Por el amor de Dios.
Me desplomo un poco en mi asiento ahora que no estoy buscando a
un maldito terrorista, y Sage golpea suavemente mi hombro con el suyo con
una sonrisa triste, solidaria frente a la tontería de mi Vínculo porque si
alguien en esta sala puede entender eso, es ella.
En cuanto comienza a hablar, todos los ojos se fijan en Nox y las
conversaciones y los chismes se acallan de inmediato. No llama la atención,
su mera presencia la demanda y, como una jerarquía de manada, cada
estudiante se alinea obedientemente. Hay un respeto aquí que ha cultivado
que una vez más me hace sentir curiosidad sobre lo que puede hacer, cuál es
el peligro real que representa para todos nosotros, porque tiene que haber
algo más que respeto por un profesor aquí.
Estoy demasiado ocupada pensando en poderes potenciales para
notar que Gabe se inclina hacia mí hasta que su aliento sopla la curva de mi
oreja, baja por mi cuello y provoca una ráfaga de piel de gallina que no
quiero que note.
—Sea lo que sea, reaccionar solo lo empeorará. No te mereces el
aviso, pero te lo daré de todos modos.
Mantengo mis ojos en Nox mientras le doy un breve asentimiento.
Puedo mantener la calma aquí, me he enfrentado a cosas peores que las
novatadas de un imbécil. No puedo pensar en las cosas a las que me he
enfrentado aquí, ahora mismo, con mis barreras mentales hechas trizas
gracias a la mala vibra que Nox ha puesto en el mundo y que mi Vínculo ha
notado. Me siento demasiado… en carne viva.
La clase se prolonga una eternidad.
Es toda la historia que conozco, gracias a mis sesiones de estudio
con Sage. La enemistad de larga data con la Resistencia no es algo que
tome a la ligera, no puedo permitirme el lujo, pero hay tanto que escuchar
sobre los secuestros y adoctrinamientos de Vínculos y Vinculados sin sentir
que es una nueva y muy específica forma de tortura.
Las teorías sobre qué familia realmente inició la Resistencia son
interesantes. En realidad, nadie se ha hecho responsable del grupo, aunque
se rumorea que lo inició una de las familias más antiguas y prestigiosas.
Los Draven son una de las ocho familias dotadas que dirigen los consejos
en la costa oeste y tomo algunas notas sobre el potencial allí.
He visto a algunos miembros del círculo interno de la Resistencia.
Podría identificar a la gente, sus caras se han grabado en mi cerebro
y no hay forma de que los pase por alto en una fila. Es una posibilidad
remota pero, demonios, ¿qué más puedo hacer aquí hasta que descubra
cómo sacar mi chip?
Cuando Nox finalmente da por concluida la clase, anuncia que las
tareas han sido corregidas y entrega pilas de papeles a sus asistentes para
que los repartan. Los estudiantes comienzan a salir de la sala cuando les
devuelven su trabajo, ansiosos por llegar a sus siguientes clases. Gabe se
queda atrás, sus ojos se dirigen entre Nox y yo. Lo ignoro, meto mis cosas
en mi bolso y murmuro con Sage sobre la clase de economía que tenemos a
continuación mientras esperamos que nos devuelvan nuestras
calificaciones.
Cuando la asistente finalmente llega a nuestra fila y me entrega mi
trabajo con una risita, lo tomo con los dedos entumecidos porque no hay
duda de la calificación que me dio.
Una F gigante, roja, dentro de un círculo.
—¿Qué demonios es esto?
Las palabras se me escapan, la advertencia de Gabe es arrojada a un
lado, porque no hay manera de que este ensayo tenga esa calificación. Miro
a Sage y, sí, efectivamente, tiene una respetable A- en el suyo. Estudiamos
juntas, tomamos notas juntas, leímos el trabajo de la otra… no hay forma de
que ella obtuviera una A- y yo reprobara.
—Es tu inútil excusa de ensayo, Fallows. Si no quieres reprobar,
deberías esforzarte un poco más.
La voz de Nox se escucha claramente en la habitación,
transmitiendo exactamente lo que me ha hecho, excepto que nadie aquí
creerá que está mintiendo.
Todos en la habitación se detienen y miran. Mis mejillas se sonrojan
ante la atención, ama nada más que una humillación pública, pero levanto la
barbilla.
—No puedes hacer esto. No puedes darme calificaciones de mierda
solo porque me odias.
Una sonrisa lenta se extiende sobre su rostro incluso mientras sus
ojos se entornan y se oscurecen de forma poco natural. Cualquiera que sea
su don, quiere salir a jugar.
—Tal arrogancia de una desertora de la escuela secundaria sin
dones.
Mi temperamento se enciende más rápido que un incendio forestal
en pleno verano.
—Eres un maldito pedazo de mierda, Draven. Eres un maldito idiota
que no puede manejar el rechazo con una pizca de integridad. ¿Qué Vínculo
querría tener que cargar con un imbécil como tú?
Sage jadea y tira de mi mano, pero Gabe simplemente gira sobre sus
talones y se aleja, abandonándome tan fácilmente como cree que los
abandoné a ellos. Miro a mi alrededor y hay teléfonos por todas partes,
chicas filmando abiertamente esta mierda.
Nox mueve una mano desdeñosa hacia mí.

—Sígueme a la oficina del decano, Fallows.


Me niego reconocerlo o sentirme mal por mi reacción, pero me
siento frente a la oficina del decano con lágrimas calientes corriendo por
mis mejillas. No estoy asustada o molesta, fueron desencadenadas por la
rabia impotente que me invade.
Impotente porque no hay nada que pueda hacer al respecto, excepto
usar mis malditas e inútiles palabras y rezar para que sea suficiente para que
vuelvan a revisar mi ensayo, pero también soy muy consciente de que esto
es la Universidad de Draven. Como si hubiera alguna posibilidad real de
que el decano se ponga de mi lado sobre el condenado homónimo del
instituto.
Cuando un grupo de estudiantes risueños entra para resolver alguna
tontería, la asistente del decano los hace pasar antes de que puedan echarme
un buen vistazo, colocando un pequeño paquete de pañuelos en mi mano
cuando pasa junto a mí. Es una mujer mayor, mayor de lo que sería mi
mamá si todavía estuviera aquí, y eso solo hace que las lágrimas sean más
fuertes.
Miro fijamente a los rasguños de los viejos tenis que estoy usando,
una vez más pensando en esos estúpidos zapatos que el equipo táctico dejó
cuando agarraron mis cosas porque no me siento como yo misma en este
lugar. No tengo ninguna de mis posesiones más preciadas, no tengo ninguna
de las libertades que disfruté incluso mientras huía y luchaba por ganar
dinero para alimentarme. Toda mi identidad me fue arrancada para venir
aquí y ¿para qué?
Vínculos que harían cualquier cosa para arruinarme.
Quizás debería empezar a contraatacar. Quizás debería arriesgarme a
la pequeña bomba de relojería que enterraron en mi piel y simplemente
empacar una maleta, salir de este lugar. Las cosas no podrían empeorar,
¿verdad? Estoy haciendo todo lo que puedo para aprobar todas mis clases,
me presento al ET todas las semanas y casi muero cada vez por la única
razón de mantenerme a distancia de mis Vínculos en todo momento.
Nada de lo que hago importa aquí.
—Gracias por llamar, Sherry. Arreglaré esto para que no tengas que
ver más a mi Vínculo llorando.
Me congelo, por supuesto que las cosas pueden empeorar y han
empeorado, porque North acaba de llegar, luciendo como un rico sueño
húmedo en un traje, sonriendo con fuerza a la asistente mientras pasa
rápidamente por la oficina.
La asistente, Sherry, le hace una mueca y me lanza una mirada
amable.
—Ella no es una molestia en absoluto, Sr. Draven, es solo que creo
que necesita algo de apoyo.
Apoyo.
Como si fuera a hacer algo aquí para ayudarme.
Él le susurra algo, lo suficientemente bajo como para que no lo
entienda, pero tampoco quiero saber qué fue cuando Sherry jadea un poco y
dice:
—¡Es tan joven y no tiene padres! Es bueno que te tenga a ti.
Dios mío, quiero arrancarle los ojos por eso. Entrar aquí luciendo
como mi salvador, un caballero de blanca armadura para salvar el día,
cuando en realidad está aquí para prolongar la tortura.
North se detiene frente a mí y miro hacia arriba para encontrarlo con
el ceño fruncido.
—Sherry dijo que esto es sobre un ensayo, ¿lo tienes contigo?
Asiento y él no dice una palabra más cuando se gira para entrar en la
oficina del decano. Soy lo bastante estúpida como para mirar hacia la puerta
abierta y mis ojos se encuentran con los de Nox, el oscuro brillo de
satisfacción me hiela hasta los huesos.
Se siente bastante engreído por este lío.
Quiero morirme.
Mi teléfono vibra en mi bolsillo pero no puedo sacarlo aquí, no con
los espías de North por todas partes y siendo el nuevo teléfono que me
envió Atlas. Presiono mi mano contra él a través de mis pantalones, ese
peso es como un consuelo porque Atlas es un lugar seguro para mí. Es un
Vínculo con el que puedo hablar sin tener que preocuparme porque está a
miles de kilómetros de distancia, es alguien con quien puedo tener al menos
un poco de honestidad porque estaré fuera de este lugar antes de que él
llegue aquí.
Él es la pequeña astilla en mi revestimiento de plata.
Cuando la puerta se abre de nuevo, Nox sale sin decir una palabra ni
mirarme a mí ni a Sherry y me desinflo como un globo, toda la tensión que
me mantenía erguida se esfumó hasta que estoy derrumbada en mi asiento.
—Señorita Fallows, únase a nosotros —dice el decano, su tono es
un poco más cálido que cuando Nox me arrastró aquí en primer lugar.
Sherry me sonríe mientras lo sigo adentro, tomando el asiento que
Nox acaba de desocupar mientras trato de no vomitar por los nervios ante el
olor de él todavía adherido a la tela. ¿Por qué tiene que oler bien? ¿Por qué
tiene que arruinar el Aqua di Gio para mí?
Imbécil.
El decano vuelve a tomar asiento y se ocupa de unos papeles en su
escritorio por un momento, aclarándose la garganta e hinchando su pecho
como si fuera tan importante. La postura es tan obvia y definitivamente no
para mí, las miradas que le da a North rozan lo obsesivo.
—Señorita Fallows, esta es una situación muy inusual en la que nos
hemos encontrado y voy a tomar eso en consideración con mi decisión aquí.
Si bien el Sr. Draven es su profesor y debería tener la última palabra sobre
sus calificaciones, entiendo que los delicados detalles de su Vínculo
significan que se requerirán algunos cambios.
Lo único que es delicado por aquí es el maldito ego de Nox.
Asiento y mantengo mis ojos en él, mi resolución no es lo
suficientemente fuerte como para manejar incluso una mirada en la
dirección de North en este momento. Los ojos del decano se deslizan hacia
el imbécil de mi Vínculo mientras continúa:
—El concejal Draven tiene las mismas calificaciones que su
hermano y se ha ofrecido a corregir tus tareas para el resto de tus clases con
el Sr. Draven. Dadas las circunstancias, estoy dispuesto a acudir a la junta
escolar con esto y confío en que aceptarán estos términos. Todavía se te
pedirá que asistas a tus clases y talleres, todas tus fechas de entrega
seguirán siendo las mismas, el único cambio aquí será que tus tareas se
enviarán al Concejal.
Quiero voltear la mesa.
Quiero desatar mi don sobre ambos y solo verlos enfrentar la ira que
tengo construyéndose en mis venas.
Quiero golpear a North y a su maldito hermano sin agallas en la
cara.
—Gracias, Decano Myers. Agradezco su indulgencia y sus
esfuerzos en este delicado tema —digo, en cambio.
No puedo evitar que se me escape el sarcasmo, pero el decano no se
da cuenta, solo le sonríe a North como si hubiera hecho un trabajo
sobresaliente en esto y todos nos ponemos de pie como uno.
Estoy lista para volver a casa para calmar un poco mi ira, luego
North se comporta extraño y dice:
—Oleander, te llevaré a casa.
Mi nombre. Dice mi verdadero nombre completo sin ninguna de las
tonterías burlonas y controladoras que dice con mi apellido y, maldita sea,
me estremezco ante el sonido de mi nombre que sale de entre esos labios
carnosos suyos.
¡¿Qué mierda fue eso?!
Está bien, necesito arrojar lejía en mi cerebro en cuanto regrese a mi
habitación porque definitivamente no voy a pensar en ese imbécil
dominante de esa manera, sin importar lo que piense mi vínculo. Maldición.
Recuerdo dónde diablos estoy y le brindo al decano un asentimiento de
aprobación antes de seguir a North fuera del edificio de oficinas.
No intenta reducir la velocidad por mí y, una vez más, me encuentro
trotando para seguir el ritmo de sus piernas estúpidamente largas. Tengo
que resoplar las palabras, sin aliento y exasperada:
—Sé que me odias y, honestamente, me sentiría de la misma
manera, pero trabajé duro para ese ensayo. No he hecho nada más que
estudiar y apegarme a tus reglas de mierda, no tengo libertad, ni una maldita
vida, ¿y aun así te vas a subir a tu caballo de superioridad y me dirás todo lo
mimada que soy? No, vete a la mierda, North. No merezco esto.
Se detiene cuando llega al auto y mantiene la puerta abierta para mí,
haciéndome pasar, y estoy lo suficientemente distraída por la mierda en mi
cabeza que no me doy cuenta de Gryphon hasta que ya estoy sentada. Él ya
tiene abrochado su cinturón en el asiento del medio en la fila trasera y me
deslizo para alejarme lo más que pueda de él y de North, con la vergüenza
retorciéndose en mi vientre porque una vez más mi humillación tiene que
ser un deporte para espectadores. Sus ojos me recorren con fría apatía,
deteniéndose por un segundo en mis mejillas, y rápidamente las froto con
una mano en caso de que haya hecho algo mortificante como llorar frente a
ellos.
North se desliza detrás de mí, sentándose en su asiento habitual.
—Nox no es conocido por su sutileza, le has hecho daño y se
asegurará de que todo el mundo lo sepa. No puedes culparlo por suponer
que harías un trabajo terrible, él sabe que abandonaste la escuela secundaria
por un capricho, Fallows.
Hablo entre dientes.
—No es como si tuviera otra opción, Draven.
North mira a Gryphon, con el ceño fruncido, y Gryphon se encoge
de hombros.
—Ella dice la verdad.
Bufo.
—Bueno, gracias por tu voto de confianza, Gryphon. ¿Por qué
diablos estás aquí? ¿No deberías estar torturando a la gente en otro lugar, en
algún lugar que no sea cerca de mí?
Me mira hasta que se me pone la piel de gallina y quiero
desesperadamente apartar la mirada de él, pero la obstinada voluntad dice
que tengo que mantener su mirada hasta que sea él quien la aparte. Estoy
ganando totalmente la disputa de miradas y entonces North me sobresalta
con su tono gruñón e imbécil.
—No esperábamos el desvío aquí para tratar contigo, están
desapareciendo Vínculos y Vinculados, ya sabes.
Como un cuchillo atravesando mi corazón, él nunca podría saber
cuánto me dolieron esas palabras. Digo con voz ahogada:
—Soy consciente.
Un silencio helado se apodera del auto y resisto la tentación de
desenterrar mi teléfono para jugar con él como escudo. North simplemente
espiará lo que sea que haga y no puedo sentarme aquí con su trasero
presumido mientras esto sucede. El viaje a mi dormitorio solo toma un par
de minutos y cuando el conductor abre mi puerta, vacilo por un segundo
antes de abrir mi bolso, buscando la tarea que comenzó con toda esta
mierda.
La gran F escrita en rojo y en un círculo es como un faro para todos
nosotros, todos los ojos la miran y me juzgan por volver a aparecer como un
defecto.
Excepto que esta vez no lo soy.
No voy a dejar que mi propia ira por esta situación de mierda
deshaga todo mi arduo trabajo. Trago el nudo que tengo en la garganta y le
entrego los ensayos a North.
—Te agradezco que te hayas ofrecido a calificar mi trabajo en vez
de Nox. Si estás de acuerdo con su evaluación, la aceptaré y solicitaré una
asignación de recuperación. Puedo… hacer eso, ¿verdad?
North no parece impresionado por mis palabras o el ensayo cuando
me lo quita de las manos.
—No tienes más remedio que aprobar todas tus clases. Lo
reescribirás hasta que sea adecuado.
Me niego a darle una respuesta, me enderezo y cierro la puerta antes
de que el conductor tenga la oportunidad de cerrarla por mí. Es un largo
camino hasta mi habitación ignorando a los otros estudiantes que ya se
enteraron de lo que pasó hoy. Me cambio y me pongo ropa cómoda y me
acuesto en mi cama por un segundo para respirar. Los resortes se clavan en
mi espalda, pero en este punto, estoy tan acostumbrada a la sensación que
es casi un consuelo para mí.
Me doy cinco minutos para revolcarme en mi rabia y despecho.
Luego me levanto y empiezo a trabajar en mi tarea de recuperación
porque, que me parta un rayo si dejo que el maldito Nox Draven gane.
Capítulo 12
North me envía un correo electrónicos una semana más tarde con
una calificación de B- y aunque estoy segura de que merece una
calificación más alta que eso, le respondo el correo electrónico para
agradecerle y luego golpeo los libros aún más fuerte.
Sage nos consigue una reserva de mesa permanente en la biblioteca
y se une a mí en mi misión de destruir al maldito Nox Draven, solo con mis
notas. Bueno, me dice que sus padres solo la dejan evitar a todo el mundo si
dice que está estudiando. Estoy feliz por eso durante medio segundo antes
de que ella agregue que su familia espera que Riley cambie de opinión
acerca de rechazar a su Vínculo si ella se gradúa con honores y consigue un
trabajo bien pagado… como si hacerle ganar mucho dinero podría serle útil.
Algún día, voy a matarlos a todos.
Puedo sentirlo gestándose en mi interior, como si algún día fuera a
desbordarse y no tuviera más remedio que arruinarlos a todos. Quiero decir,
ya estoy allí con Giovanna porque Sage no estaba exagerando sobre lo
malvada que es la perra. En todo caso, es demasiado amable con ella. Algo
en sus miradas engreídas y sus sonrisitas se me clava en la piel y me irrita
hasta la médula. Nunca he sido una elitista de poder, mi tiempo con la
Resistencia me inculcó eso, pero hay algo acerca de una chica que sin
esfuerzo se basa completamente en su apariencia que simplemente me
corroe.
Después de la primera semana de pasar el rato juntas en la
biblioteca, Sawyer aparece y estudia con nosotras. Es cortés conmigo, pero
sigue siendo rígido y distante al respecto. Sage se da cuenta y se ofrece a
decirle que se vaya, pero soy terca y quiero agradarle, así que me esfuerzo
por encantarlo. No estoy segura de que funcione, pero él nunca es grosero
conmigo, así que lo llamaré una victoria.
Gracie intenta sentarse con nosotros una vez, pero Sage la calla tan
rápidamente que tengo que contener las lágrimas de risa. Cuando le conté
que Gracie babeaba sobre Gryphon, no se sorprendió, solo puso los ojos en
blanco y la rechazó cada vez que intentó unirse a nosotros.
La verdadera complicación es cuando aparecen Félix y Gabe.
Por un lado, aparecen juntos, lo que instantáneamente le hace perder
a Félix todos los puntos que le había dado mentalmente después de la fiesta
de Sage. Por otro lado, Gabe mira a Sawyer como si estuviera a punto de
arrastrarlo afuera para matarlo a golpes cuando nos ve sentados juntos.
—Todos estamos bastante seguros de que Oli es lesbiana, Benson,
no tiene sentido tratar de ligar con mi Vínculo —espeta él, pero antes de
que tenga la oportunidad de desinflar su ego y recordarle que Vínculo o no,
nunca lo tocaré, Sage interviene.
—Si empiezas a meterte con mi hermano, Gabe, quemaré todo lo
que amas. Tu motocicleta, tu estadio de fútbol, tu pene… todo.
Me giro para mirarla porque, ¿quién diablos es esta chica dura y
dónde diablos la ha estado escondiendo todo este tiempo?
En cambio, tal vez estoy enamorada de ella.
Félix mira entre ellos y luego me lanza una mirada.
—¿Vas a intervenir o debería hacerlo yo?
Me encojo de hombros y le sonrío, apoyando mi barbilla en mi
mano.
—Prefiero ver a Sage asesinar a todos en esta habitación que sofocar
esta actitud suya hoy. Probablemente sea por eso que mis Vínculos están
obsesionados con la idea de que me la folle… o tal vez sea un fetiche, no
me importa lo suficiente como para descifrarlo.
Los ojos de Gabe parpadean y sé que he tocado un nervio, pero él lo
comenzó, así que puede vivir con las consecuencias. Félix nos mira a cada
uno nuevamente antes de sacar un asiento al lado de Sage, sentarse y abrir
sus propios libros de texto. Ella lo mira de reojo, pero cuando él no intenta
inclinarse hacia ella o hablarle, lo deja pasar.
De hecho, creo que él es perfecto para ella y que el mundo es un
lugar terrible para no estar destinados a estar juntos.
Cuando todos lo ignoramos por el tiempo suficiente, Gabe
finalmente resopla y saca un asiento junto a mí, extendiendo sus libros y
papeles sobre el escritorio hasta que también ocupa la mitad de mi espacio.
Estoy segura de que lo está haciendo para sacarme de quicio, pero hago lo
mejor que puedo para no desplazarme al espacio de Sawyer y estropear
cualquier progreso que haya hecho con él.
Sage observa todo esto con los ojos entrecerrados, pero solo niego
con la cabeza porque pelear con Gabe en realidad nunca me lleva a ninguna
parte. Lo mejor que puedo esperar es que se canse de estar cerca de mí y me
deje en paz. Estoy segura de que puede convencer a North para que lo
apruebe, no es como si yo hubiera intentado escapar.
Aún.
Cuando termina nuestro descanso de estudio y tengo que dirigirme a
mi sesión de Entrenamiento de Tortura, como Sage está llamando ahora a
ET, guardo todo y la abrazo rápidamente, apretándola por un segundo y
esperando que pueda sentir cuán agradecida estoy de tener su amistad
ferozmente protectora.
Me sorprendo cuando Sawyer también tira de mi en un rápido
abrazo, ignorando el malhumorado resoplido de Gabe detrás de nosotros, y
luego acompaña a Sage, Félix asiente en mi dirección y luego los sigue a
ambos.
Desearía desesperadamente ir a clase con ellos, pero tal vez una
tarde de destruir mi cuerpo en todas esas máquinas de tortura realmente me
haga sentir mejor. Genial, Vivian y su programa de entrenamiento de alguna
manera me han adoctrinado para amar la sensación de todo mi cuerpo
quemándose y convirtiéndose en gelatina.
¡Qué horrendo!
Logro salir de la biblioteca y llegar a la luz del sol de afuera antes de
que Gabe trote para alcanzarme, igualando mi paso en lugar de los tres
pasos detrás de mí como suele hacer. Aprieto los dientes y lo ignoro,
acelero el paso para poder esconderme en el vestuario del centro del ET
hasta que comience la clase y Vivian esté demasiado concentrado para que
me moleste.
El problema es que algo claramente se le ha metido en el trasero a
Gabe sobre mí hoy y no va a dejar pasar nada, lanzándose frente a mí para
bloquear mi camino, y no tengo más remedio que dejar de caminar o me
estrellaré contra él.
No puedo volver a presionarme contra él ahora mismo.
—No voy a hacer esto contigo hoy. ¿No fue suficiente la advertencia
de Sage para que lo dejaras pasar?
—Nunca dejaré pasar esto, Fallows. ¿Cómo puedo hacerlo cuando
se supone que eres mi Vínculo y en lugar de eso te estás cubriendo con
cualquier otro chico en el campus? ¿Qué diablos salió mal contigo para que
puedas actuar así?
Pierdo la cabeza. Mi voz sale como un chillido indignado y sueno
tan estúpida.
—¿¡Yo!? Todo lo que he hecho desde que me arrastraron a este
campus de mierda es seguir las pequeñas reglas de ustedes. ¿Qué, esperabas
que volviera y me inclinara por todos? ¿Recostarme y aceptarlo para que
puedan vincularse conmigo y todo el poder que viene con ello? Preferiría
morir. En serio, Gabe, mírame a los ojos ahora mismo y acéptalo porque
prefiero morir antes que hacer eso.
Su labio se curva hacia arriba y todos sus estremecimientos
habituales desaparecen cuando se inclina hasta que está justo frente a mi
rostro.
—Y prefiero morir que sentarme y ver cómo te follas a los de la
clase de primer año. Si tus Vínculos no son lo suficientemente buenos para
ti, entonces estarás sola y miserable, me aseguraré de ello.
Frunzo el ceño en su dirección y giro sobre mis talones, lista para
correr al centro de entrenamiento si eso es lo que se necesita para alejarme
de su locura hoy, pero me agarra del brazo y me da la vuelta para mirarlo,
gruñéndome en mi rostro:
—Te fuiste, tú hiciste eso, cualquier mierda con la que tengas que
lidiar ahora se debe a lo que hiciste. Si nos odias, está bien, lidia con las
consecuencias.
Pongo los ojos en blanco y me alejo, pero su mano aprieta mi brazo.
—Suéltame…
—¿Qué vas a hacer, romperme el brazo? ¿Cómo vas a lograr eso
exactamente? Gryphon parece pensar que podrías hacer algo de daño si
quisieras, pero no lo veo.
Ah. No pensé que Gryphon me había prestado suficiente atención
para saber de lo que era capaz, pero claramente estoy haciendo algo bien en
el ET si cree que puedo enfrentarme a un jugador de fútbol y sobrevivir.
Sin embargo, no necesito mi don o entrenamiento para superar a
Gabe, muestra demasiado sus sentimientos a la vista como para que no sea
fácil.
Doy un paso hacia él, presionándome contra su pecho y observando
cómo se sobresalta. Lo que sea que estaba pasando por su cabeza antes para
sofocar sus reacciones ahora se ha ido y se tensa al sentir mi cuerpo sobre el
suyo.

—Quítame la mano de encima antes de que pruebe que Gryphon tiene


razón. Podría estar siguiendo las reglas por ahora, pero si me presionas,
descubrirás exactamente de lo que soy capaz.
—Nos dirigimos al sótano hoy, así que planifiquen sus
entrenamientos en consecuencia.
Toda la habitación gime como si nos acabaran de decir que estamos
a punto de ser enviados al infierno para luchar contra el mismísimo diablo
pero, como siempre, no tengo idea de qué está hablando Vivian. Todos se
mueven hacia el equipo del gimnasio, arrastrando los pies más de lo
normal, y me quedo cerca de Vivian, preparándome para cualquier circuito
al que me lleve hoy.
No se mueve inmediatamente hacia mí como suele hacer, sino que
observa a los otros estudiantes por un segundo, como si estuviera tomando
nota de lo que están eligiendo hacer. Es lo suficientemente confuso como
para girarme y verlo también, pero no puedo entender qué es tan
condenadamente interesante para él.
Todos están eligiendo las máquinas más fáciles, las cosas que todos
encuentran más fáciles. He pasado tanto tiempo en la cinta de correr y las
máquinas elípticas viendo a todos los otros estudiantes hacer sus pasos
mientras trato de olvidar el dolor que siento que sé que Gabe y sus amigos
siempre terminan en las máquinas de pesas después de un partido de fútbol
particularmente duro. Vivian generalmente les grita órdenes a los chicos
para que pasen al cardio y se pongan manos a la obra, pero él simplemente
se queda de pie y los observa a todos.
Cuando finalmente se dirige hacia mí, señala con la cabeza la cinta
de correr y dice:
—Tómatelo con calma hoy, esto es solo un calentamiento.
Frunzo el ceño en su dirección.
—¿Qué es tan aterrador sobre el sótano? Si el Hombre de la Bolsa
está ahí abajo, me gustaría saberlo ahora, para poder suicidarme en lugar de
ir allí. Ya estaba planeando tirarme de un puente, lo adelantaré.
Me mira con severidad, sus cicatrices lo hacen parecer aún más
hosco, pero he estado en esta clase y he trabajado con él durante tanto
tiempo que simplemente agito mis pestañas hacia él.
—Soy un informante obligatorio para los estudiantes en crisis, no
digas esa mierda a mi alrededor porque preferiría no tener que completar
todo ese papeleo, niña —gruñe.
Le sonrío y me encojo de hombros, fingiendo docilidad.
—¿Tienes algún maestro que odies? Estoy feliz de hablar mal en
otro lugar como una disculpa.
Niega con la cabeza hacia mí, refunfuñando por lo bajo sobre su
escala salarial y lidiar con esta mierda, pero eso no es nada fuera de lo
común.
Elijo seguir con mi entrenamiento habitual porque a veces soy terca
y estúpida. Lo que sea que se esconde en el sótano no me impedirá
probarme a mí misma ante Vivian, y no es como si North me permitiera
morir aquí, sin importar cuánto lo desee algunos días.
No creo que muera hasta que él lo firme.
Después de la hora completa, cada músculo de mi cuerpo se siente
como gelatina y mis piernas apenas me sostienen. Estoy tan acostumbrada
ahora que apenas noto el temblor, solo resoplo con frustración cuando mi
botella de agua tiembla en mi mano demasiado para que pueda tomar un
trago decente.
Vivian solo nos da un minuto para hidratarnos antes de bramar
órdenes y señalar la puerta en la pared del fondo, una por la que nunca
habíamos pasado antes y siempre supuse que era solo almacenamiento.
Supongo que me equivoqué allí.
—Te arrepentirás de haberte ejercitado tan duro como lo hiciste,
marginada —gruñe Zoey cuando pasa a mi lado empujándome, golpeando
mi hombro con tanta fuerza que lo tuerce.
El hormigueo que llega hasta la punta de mis dedos significa un
problema para mí, pero hago todo lo posible por ignorarlo, frotándome el
hombro y el cuello lo mejor que puedo con mi mano temblorosa.
—Ella no se equivoca.
Pongo los ojos en blanco ante el sonido de la voz de Gabe, pero no
le respondo ni reacciono, no tengo energía de sobra para él y su mierda en
este momento.
Necesito averiguar cómo sobrevivir a lo que sea que nos lleve
Vivian hoy.
—Estarás fuera en los primeros tres minutos si no te unes a alguien.
Es una pena que Sage o Sawyer no estén en esta clase, podrías haber
sobrevivido si tu amiga estaba cerca para salvarte.
Estamos en la parte de atrás del grupo, así que me siento lo
suficientemente cómoda para regañarlo por su actitud una vez más.
—Tus celos retorcidos se están mostrando de nuevo. Sabes, si
dejaras de ser un imbécil, también podríamos ser amigos. Si quieres tanto lo
que Sage y Sawyer tienen conmigo, todo lo que tienes que hacer es dejar de
chuparle el culo a North y simplemente ser mi amigo.
Me gruñe y niega con la cabeza.
—No quiero ser tu maldito amigo, Fallows.
Me río de él, un sonido oscuro y burlón.
—No, quieres poseerme y tomar lo que crees que te debo. Eres tan
malo como el resto de ellos.
Un par de sus compañeros de fútbol nos echan un vistazo y
escuchan lo suficiente de lo que estamos diciendo como para mirarnos. Les
levanto mi dedo medio y Gabe me golpea con el hombro suavemente, pero
gracias al trato rudo de Zoey me sacude y me deja sin aire.
—Mantente alejada de todos en el laberinto. Vivian tiene gente
viendo toda la simulación, pero aún podrías resultar bastante lastimada si no
tienes cuidado. Este es el único lugar en el campus donde se nos permite
usar nuestros dones al máximo y hay muchos chicos a los que les gusta
demostrar su fuerza aquí porque es bastante seguro hacerlo. Todo el sótano
es a prueba de bombas. Unser una vez explotó allí y el lugar sigue en pie,
así que sabemos que es seguro.
¿Unser? Levanto una ceja hacia él, pero Gabe todavía está enojado
conmigo y solo sonríe, encogiéndose de hombros con fingida indiferencia.
Me alejo de él para que no vea cuánto se me afecta no saber de quién está
hablando.
¿Qué diablos significa “explotó”? ¿Una bomba viviente? ¿Una
llama a la que le sacó un poco más de provecho? Las posibilidades son
literalmente infinitas en la comunidad de Dotados, así que tendré que
preguntarle a Sage más adelante.
La escalera es larga y sinuosa, la temperatura sube a medida que
bajamos hasta que se siente como si el aire estuviera hecho de sopa, pesado
y caliente en mis pulmones. Hay un pequeño aleteo de pánico en mi
estómago, el peor lugar para estar porque mi don comienza a tensarse ante
el fuerte control que tengo sobre él en respuesta.
La última vez que estuve atrapada bajo tierra de esta manera, fui
torturada.
Me obligo a pensar en algo, cualquier cosa, excepto en ese
momento. Me obligo a pensar en Sage y Félix, a preguntarme si Félix podrá
encontrar alguna forma de convencer a Sage de que le dé una oportunidad.
Es algo en lo que he estado pensando mucho desde su cumpleaños porque
no había duda de la adoración en sus ojos cada vez que la miraba. A veces
los vínculos no son una bendición y simplemente complican las cosas y
esos dos son un ejemplo clásico de eso.
Gabe mirándome como si estuviera imaginando cómo se sentiría
sofocar mi vida es otra cosa.
Cuando llegamos al final de las escaleras, encuentro una pequeña
habitación. Tres de los muros son de piedra y el muro del otro lado está
compuesto en su totalidad por gigantescas puertas contra incendios
excavadas en una puerta de hormigón. Sea lo que sea que esté del otro lado,
está claro que entraré a ciegas.
Vivian espera hasta que estamos todos reunidos en el espacio y
luego grita, su voz resuena en el pequeño espacio:
—Se dividirán de nuevo, esta vez en grupos de tres. No, no pueden
elegir con quién están. No, no me importa si creen que esto es justo o no.
No, no hay ningún lugar donde puedan presentar una queja porque no me
importan sus opiniones y sentimientos aquí. Me preocupo por entrenarlos lo
mejor que pueda. Tuve doscientos cuarenta y tres estudiantes que se fueron
de aquí y llegaron a los Equipos Tácticos y la mayoría están vivos hoy,
gracias a este entrenamiento, así que cierren la boca y lleguen al centro con
vida si quieren pasar esta clase. El primero en llegar a la bandera gana un
pase automático en esta clase para el año.
De acuerdo.
Llegar al centro sin morir.
Ni siquiera voy a fingir que tengo la oportunidad de llegar primera
al centro, pero, maldición, al menos intentaré llegar allí en la próxima hora.
No parece tan malo, y si tengo otros dos estudiantes que me necesitan viva
y coherente para pasar, entonces debería estar bien. Esto no es tan malo.
Al menos, no fue tan malo hasta que me emparejaron con Zoey y un
chico del que nunca había oído hablar antes, pero que le sonríe a Zoey así
que todo va a ser una maldita fiesta.
Gabe me lanza una mirada pero no intenta hablar con sus amiguitos
y hacer que no sean idiotas conmigo, simplemente se acerca a sus propios
compañeros elegidos y comienza a murmurarles. Supongo que el laberinto
requiere estrategia, pero Zoey y Brenton no me dicen ni una palabra
mientras me acerco para reunirme con ellos. Tampoco les digo una palabra,
ya sé que no tiene sentido.
Estoy sola en esto.
En cuanto las puertas se abren, veo exactamente lo que quieren decir
con simulación y ¿en serio? Estoy total y completamente jodida.
Solo un viernes por la tarde normal para mí.
Capítulo 13
La habitación está completamente a oscuras.
Como siempre, soy la última en caminar hacia el laberinto, pero esta
vez realmente no funciona a mi favor porque todos los demás obviamente
han hecho esto lo suficiente como para saber que en el momento en que
nuestros pies cruzan el umbral de la simulación, todos nuestros sentidos son
arrancados.
Al menos espero que seamos todos y no solo yo.
Me imagino que así es como debe sentirse tener un derrame
cerebral. No puedo ver ni escuchar nada y solo hay una vaga sensación del
suelo debajo de mis pies que dice que mis pies todavía deben estar
moviéndose. No tengo ni idea de cómo es posible esta simulación, cómo el
campus de Draven logró crear este paisaje infernal, pero estoy
completamente indefensa.
También debería haberme tomado las cosas con calma en mi
entrenamiento.
No sé cuánto tiempo camino a través de la nada desolada, solo que
cuando termina y finalmente puedo ver de nuevo, la luz es cegadora, mis
ojos lloran y mi cabeza duele con un dolor agudo. Mi vínculo reacciona de
inmediato al dolor, mi don se tensa bajo mi control y tengo que detenerme
por un segundo para recuperar el control. No hay nadie a mi alrededor, ni
rastro de las docenas de otras personas en la clase, y no sé si eso es solo
porque he ido muy lento o si la… magia o lo que sea que está sucediendo
aquí nos ha puesto a todos en diferentes lugares del laberinto.
Todo lo que sé es que las paredes están todas hechas de ladrillos
negros y el suelo es de concreto, manchado en algunos lugares y
obviamente la sustancia derramada es sangre. Demonios, hay una mancha
tan grande que la persona tuvo que haber muerto allí, sin importar lo que
Gabe dijera sobre que este lugar estaba siendo monitoreado.
La muerte no es exactamente la peor opción aquí, pero tampoco es
mi primera opción.
Estoy demasiado ocupada enloqueciendo como para notar el sonido
de los pasos, pero el rugido de algo definitivamente llama mi atención.
Hay un cambiaformas cerca.
No sé en qué se puede convertir Gabe, pero hay otros tres
cambiaformas en nuestra clase, así que no puedo asumir que haya venido a
buscarme. Conociendo mi suerte, Brenton también es un cambiaformas y ha
venido a arrancarme la garganta y dejar una nueva mancha en el suelo.
Todos necesitamos llegar al centro para ganar, pero estoy segura de que a
Zoey no le importa perderme y recibir el golpe en su cuenta de puntos.
Doy un paso atrás, presionando mi espalda contra la pared detrás de
mí y preparándome para lo que sea que esté a punto de suceder cuando hay
un sonido de chirrío, crujido y chirrido…
Y entonces las paredes comienzan a moverse.
¡¿Qué mierda de Harry Potter es esto?! Tengo que saltar lejos de la
pared detrás de mí, pero no es la que se mueve. No, es la que está frente a
mí, corriendo hacia mí y estoy a punto de morir aplastada si no controlo mis
rodillas temblorosas y muevo mi trasero.
El pánico que inunda todo mi cuerpo en realidad es algo bueno
porque estoy condicionada para trabajar en mi máximo rendimiento
mientras me aterrorizo absolutamente, así que me las arreglo para que mis
piernas funcionen y salgo disparada del camino. Hay un crujido y un ruido
sordo, luego un pequeño destello de luz antes de escuchar el gemido de
quienquiera que sea el cambiaformas que ahora está atrapado al otro lado de
la pared, muy obviamente herido.
¿Los llamo? ¿Llamo y espero que alguien venga a ayudarlos o
simplemente delataré mi posición al hacerlo y me matarán por mi
amabilidad?
Una voz grita y toma una decisión por mí:
—Demonios, Martínez, ¿qué haces siendo golpeado por las
paredes? ¡Eso es mierda de novato!
No tengo ni idea de quién es, pero el cambiaformas jadeante
responde:
—Pude oler a la chica nueva, pensé que podríamos usarla como
cebo para la perra del estanque.
Uhm, primero que nada, a la mierda Martínez. No puedo creer que
iba a ayudar al imbécil, pero en segundo lugar, y lo más importante, ¿qué
demonios es la perra del estanque?
Creo que voy a vomitar.
Tampoco tengo tiempo para dejar que mis nervios me superen, así
que sigo adelante, eligiendo el único camino que puedo que parece rodear
todo el laberinto. La única otra dirección en la que puedo ir es hacia atrás y
no quiero volver a pasar por el área de privación, muchas gracias. Tengo
que bloquear los gritos de los otros estudiantes tanto como me sea posible
mientras resuenan en la habitación.
Empiezo a caminar, pero luego empiezo a asustarme por las paredes
que se derrumban sobre mí y acelero el paso, trotando para no quedarme sin
energía tan pronto.
Los sonidos en este lugar son un poco aterradores.
Hay una llama aquí en alguna parte y cada vez que veo los destellos
de luz reflejados en el techo ridículamente alto, empiezo a entrar en pánico
de nuevo por la calidad del aire y todo el sótano ardiendo. Mis pies se
mueven más rápido sin siquiera intentarlo, la adrenalina se activa y solo
disminuyo la velocidad cuando finalmente llego a la esquina al final del
edificio.
Me detengo y respiro allí, obligando a mi ritmo cardíaco a disminuir
porque el pánico es un gran motivador, pero necesito usar mi cerebro aquí.
No tengo acceso a mi don, y aunque el entrenamiento en esta estúpida clase
ha aumentado mi resistencia, todavía tengo muy pocas habilidades de
defensa personal.
Si doy la vuelta a esta esquina y me encuentro mirando a un lobo o
puma completamente cambiado o algo así, estoy bien jodida.
Me esfuerzo para tratar de escuchar algo, pero no hay nada allí, solo
los sonidos distantes de los estudiantes peleándose y gritándose entre sí, así
que lentamente me deslizo hacia adelante para mirar alrededor de la pared
de piedra.
Hay un jardín allí.
Toda una maldita habitación excavada en el sótano con plantas por
todas partes. Es… bueno, es un poco deslumbrante, enredaderas que crecen
sobre las paredes y flores brillantes que se abren paso a través de la
vegetación profunda y hermosa. Es como algo salido del País de las
Maravillas, como si todo este sótano fuera una versión retorcida y
enfermiza de todos mis cuentos favoritos.
Sólo que cuanto más miro, más veo que esto no es un paraíso.
Las enredaderas se están moviendo por separado, extendiéndose
lentamente hacia mí como si estuvieran a punto de envolver mi cuerpo y
sacarme. Las flores están todas llorando, el líquido que sale de ellas está
carcomiendo el suelo mientras cae, y luego está la pequeña cuestión de las
espinas.
Están apareciendo por todas partes.
Me miro y maldigo los pantalones cortos y la camiseta que estoy
usando porque no me van a proteger del ataque, pero una vez más, el
tiempo juega en mi contra aquí y cuanto más tiempo estoy indecisa, los
horrores en la habitación se están volviendo más grandes y más peligrosos.
De acuerdo.
De acuerdo, esto está bien. Puedo caminar a través de espinas y
ácido mientras esquivo enredaderas. Totalmente razonable. Mi don no me
ayudaría con esto de todos modos, así que no sirve de nada sentirme mal
por no tenerlo, simplemente pasa por esto, Oleander.
Hablarme a mí misma realmente no ayuda, pero imaginar todo lo
que le voy a hacer a toda esta maldita escuela en el segundo en que ya no
sea impotente sí lo hace. Cuando la primera espina se clava en mi muslo,
pienso en poner a North Draven de rodillas. Cuando el ácido comienza a
abrirse camino a través de las suelas de mis zapatos, me imagino la mirada
en el rostro de Nox cuando le muestre exactamente cómo podría abrirlo.
Pienso en probarme a mí misma ante Gryphon, mostrándole que no soy una
maldita malcriada inútil.
Y Gabe.
Vaya, los pensamientos de exactamente lo que le diría a Gabe
bloquean perfectamente el dolor desgarrador de las enredaderas que se
envuelven alrededor de mi muñeca y tiran de mi brazo lesionado. Cuanto
más dolor puedo ignorar y superar, más agresivo se vuelve el jardín tratando
de detenerme, tratando de lastimarme tanto que dejo de intentar pasar.
Cuando finalmente llego a la pequeña abertura, las suelas de mis
zapatos han desaparecido por completo y mi camisa está hecha jirones, la
sangre corre por mi estómago por las heridas en todo mi torso. Hay
enredaderas envueltas alrededor de mis brazos y mis muslos, retorciéndose
y apretándose dolorosamente, y tengo que estrellarme contra la pared y
luego retorcerme en la esquina para arrancarlas, tropezando sobre mis
rodillas cuando finalmente se parten y se separan de la planta principal.
Entro en pánico, asumiendo que todavía podrán envolverme o que de
repente se convertirán en serpientes, porque esa es la mierda de espectáculo
de terror que espero aquí, pero instantáneamente se alejan de mí como si
realmente fueran solo enredaderas todo el tiempo.
Permanezco de rodillas por un segundo más, jadeando y girando los
hombros dolorosamente hacia atrás, tratando de poner a prueba los
músculos y los gritos a mi alrededor alcanzan un punto álgido.
¿Vivian tiene algún maldito fetiche sadomasoquista que nunca quise
conocer? ¿Le gusta torturar a los estudiantes y escuchar su terror?
Definitivamente voy a preguntarle sobre eso más tarde porque no
tengo ninguna maldita vergüenza por regañarlo. Se supone que esto es una
clase universitaria, por el amor de Dios. ¿Quién en su sano juicio les hace
esto a sus alumnos?
Un arrastrar de pies me llama la atención primero.
Me sobresalto y retrocedo antes de que mi cerebro capte lo que en
realidad estoy viendo. En la puerta del jardín asesino hay lo que pensé que
era el tronco de un árbol, pero en realidad es un estudiante envuelto
completamente en enredaderas. Está viva, puedo ver su respiración, pero
está inconsciente. Tiene cortes por todo el cuerpo a causa de las espinas y
sus pies están descalzos, pero se ve casi en paz ahora que está inconsciente.
¿Cuál es exactamente el protocolo aquí?
Tengo el deseo de no dejarme ser asesinada o lastimada por otro
estudiante que me odia con todo su ser, pero si existe la posibilidad de que
esto la mate, ¿soy realmente del tipo que simplemente la abandona?
—Vivian, un poco de orientación aquí hubiera estado bien —
murmuro para mí, sobre todo para no sentirme tan malditamente culpable
por irme porque, seamos sinceros, me voy a ir.
Una luz parpadea a la vida en la pared.
Es roja y está justo sobre la chica, como si llamara la atención sobre
ella. Decido que es suficiente señal de que alguien debe venir a buscarla y
pongo mi trasero en movimiento. Saco los restos de mis zapatillas y las tiro
a un lado, haciendo una pequeña mueca por el frío concreto en mis pies
descalzos mientras vuelvo a trotar. Mientras miro hacia las otras paredes
mientras corro, veo otras pequeñas luces rojas parpadeantes y mi corazón
finalmente se me sale de la garganta. Debe ser normal, algo que pasa
cuando a un alumno lo han sacado de la carrera, y en un conteo rápido
desde donde estoy, hay por lo menos diez personas fuera. Solo puedo ver
una pequeña sección de las paredes desde donde estoy, así que espero que
no quede mucha gente aquí para enfrentarme.
Los gritos también se calman un poco a medida que me adentro en
el laberinto, menos frecuentes ahora, lo que prueba que hay menos gente
torturada aquí. Tengo que agacharme detrás de una de las esquinas para
evitar a un trío de estudiantes. Uno de ellos era una chica que sostenía una
palma llena de fuego mientras uno de los chicos sostenía un campo de
fuerza y los ojos del otro brillaban. Todos se ven maltratados y magullados,
pero están vivos y trabajando juntos, así que obviamente son mi elección
para llegar al centro y obtener la calificación aprobatoria.
El chico con los ojos brillantes miró hacia abajo en mi dirección,
pero no comentó si me vio o si notó algo fuera de lo común, así que no
pudo verme o no tiene interés en alimentar conmigo a la perra del estanque
como el imbécil de Martínez.
Maldito Martínez.
Le voy a dar un puñetazo en el rostro en cuanto salga de este
laberinto.
Cuando el trío se ha ido, me levanto de mi posición en cuclillas,
cada centímetro de mi cuerpo grita en señal de protesta, y luego sigo
abriéndome camino a través del laberinto lentamente, echándome hacia
atrás después de cada callejón sin salida. Es frustrante y lento,
especialmente ahora que estoy descalza, y algunas veces me encuentro con
un estudiante inconsciente o un misterioso charco de sangre que me
revuelve el estómago.
El verdadero terror comienza cuando encuentro otra habitación, esta
vez con una gran masa de agua, y empiezo a entrar en pánico por haber
encontrado el infame estanque porque no estoy segura de poder luchar
contra una criatura marina en este momento.
Sin embargo, solo tengo una forma de ir y es la puerta delineada al
otro lado.
No hay manera de cruzar nadando, incluso si no me hubieran
advertido, porque el agua apesta y no quiero vomitar en este momento. Hay
rocas y cantos rodados a un lado por los que podría escalar, pero mis brazos
de gelatina odian esa opción, así que camino alrededor de la orilla del agua
por un segundo, como si pudiera hacer aparecer un puente resistente con
nada más que mi desesperación.
No hay tal suerte.
Escalar las rocas será. Las piedras pequeñas muerden mis pies y las
rocas más grandes se mueven un poco bajo el peso de mi cuerpo, lo que es a
la vez insultante e inquietante. Trepo hasta el punto más alto y luego me
tomo un segundo para respirar e intento recuperar algo de fuerza en mis
brazos. Ahora sé cuánto han hecho por mí esas sesiones de entrenamiento
porque incluso mi yo de hace seis meses habría estado envuelta en las
enredaderas.
Desde este punto de vista, puedo ver lo cerca que estoy del centro y,
joder, está cerca. Memorizo el camino, y gracias a Dios que subí esta
estupidez porque hay tres cuartos que puedo evitar si lo hago bien.
No puedo ver a Gabe, pero hay un enorme leopardo de las nieves en
una de las habitaciones luchando contra… está bien, es tan asqueroso que
no quiero decirlo, pero hay una plaga de ratas en una de las habitaciones y
de repente entiendo todos los gritos porque no. No, prefiero enfrentarme a
la perra del estanque tranquila y ausente que a un millón de ratas enfermas
y repugnantes, gracias.
Mi piel se eriza como si pudiera desmayarme y morir, así que decido
que es hora de largarme de aquí y rezo para que las paredes no se muevan
sobre mí porque, ¡maldita sea, necesito algo de suerte por una vez!
En el momento en que empiezo a arrastrarme por el otro lado de la
roca, me encuentro cara a cara con la perra del estanque y deseo tanto poder
borrarla de mi mente porque la maldita pesadilla es repugnante.
Una vez fue humana, creo. Su piel es gris y se desliza lejos del
hueso de su cráneo, su cabello ha desaparecido en su mayor parte, solo
pequeños mechones sobresalen en pequeños parches. Sus dientes están
rotos y puntiagudos mientras me mira boquiabierta con ojos blancos como
la leche, su mandíbula abriéndose y cerrándose como si estuviera sin aire, y
oficialmente nunca volveré a dormir porque esta perra definitivamente me
perseguirá.
Su mano se envuelve alrededor de mi tobillo, el agua sucia del
estanque gotea de su cuerpo de pesadilla sobre la piel desnuda de mi pie, y
todo lo que puedo pensar es que voy a obtener algún parásito carnívoro de
ella.
Apago la parte de mi cerebro que se está volviendo loca y vuelvo a
encender mi modo de supervivencia, agarrando los bordes de la roca y
luego balanceando mi pierna libre hacia arriba hasta que puedo dar una
buena patada, golpeando su hombro primero. Cuando eso no me la quita de
encima, hago de tripas corazón y la pateo en el rostro, sus dientes cortan el
talón de mi pie, pero con un grito gorgoteante, su mano se afloja lo
suficiente como para apartar mi pie.
Me deslizo por la roca, desollando la parte posterior de mis muslos y
destrozando mis manos, pero en tiempos desesperados, medidas
desesperadas. Cuando aterrizo en el fondo, rompiéndome el trasero y
quedándome sin aliento, me escabullo tan rápido como me lo permite mi
cuerpo roto. Incluso cuando paso el umbral de la habitación y vuelvo al
pasillo sigo gateando, los sonidos de gorgoteo de la perra del estanque
rebotando en las paredes de ladrillo.
Voy a dejar esta maldita clase.
Doblo dos esquinas sobre mis manos y rodillas antes de finalmente
reubicar mi orgullo y luchar para ponerme de pie. Me gotea la nariz, me
arden los ojos y mi pecho vibra con cada respiración, pero estoy viva.
Voy a necesitar un sanador en cuanto salga de aquí y partiré a North
por la mitad con mis propias manos si trata de evitar que acceda a uno.
Afortunada, benditamente, las paredes se mantienen en su lugar y
llego al centro del maldito laberinto. Mi cuerpo se derrumba en el suelo en
un lío agitado y tembloroso.
El maldito centro de este estúpido, asesino e imbécil laberinto.
Ni siquiera tengo la oportunidad de sentirme orgullosa de mí misma,
de sentirme feliz de haberlo logrado sola y sin usar mi don ni una sola vez,
porque encuentro a Zoey y Brenton corriendo por la puerta del otro extremo
de la habitación, sus ojos se posan en la bandera por un segundo antes de
que noten que estoy desplomada aquí.
Zoey sonríe a medida que se acerca a mí, la blusa corta que lleva
puesta está apretada sobre su pecho y empapada de lo que sea que haya
estado enfrentando en el laberinto hasta ahora, pero en general se ve un
millón de veces mejor que yo. Sea lo que sea a lo que se haya enfrentado,
Brenton se ha llevado la peor parte. Está destrozado como yo, pero sigue en
pie.
Mis ojos se mueven rápidamente hacia la bandera a solo unos
metros de distancia, pero con mi “cloroformo ambulante” aquí, no hay
posibilidad de que lo consiga.
Odio a esta perra.
Siento que su don se apodera de mí, su veneno toca mi piel y flota
por mis venas. Mi cuerpo está tan acostumbrado a eso ahora, algo que
ocurre regularmente los viernes, que no me sorprende cuando mi nariz
comienza a gotear sangre y mi boca se llena en respuesta.
Es tan exasperante.
Le escupo, mi sangre roja brillante en su mejilla, y su chillido es
música para mis oídos.
—Eres una completa idiota y algún día te vas a arrepentir de esta
mierda. Soy paciente, puedo esperarte.
Me sonríe.
—Como si tuviera miedo de una marginada sin don. Buenas noches,
perra.
Y luego me deja inconsciente.
Capítulo 14
—No puedo creer que Zoey preferiría noquearte que ganar un pase
en el ET. ¡Es la clase más difícil en Draven, todo el mundo sabe que eso no
se tira a la basura!
Frunzo el ceño y presiono el hielo contra mi sien un poco más
fuerte, pero no sirve de nada, nada va a detener el palpitar que siento allí.
En el momento en que me desperté, ensangrentada y rota en el suelo
de la sala principal del centro de entrenamiento, me acerqué cojeando a mi
bolso para enviarle un mensaje a Sage y cancelar nuestros planes para la
noche porque no hay forma de que pueda estudiar y comer pizza en el piso
de mi dormitorio de mierda en el estado en que me encuentro ahora.
Inmediatamente movió su trasero para ver cómo estaba, arrastrando
a Félix detrás de ella porque es un sanador. Al parecer, mi estado afectado
es suficiente para que ella lo llame de buena gana.
Traté de disculparme con él, pero se encogió de hombros y comenzó
a trabajar en todas las heridas de mi cuerpo. Hay otros sanadores aquí, pero
yo soy la que peor luce, muchas gracias, Vivian. Gabe está del otro lado,
sosteniendo a uno de sus amigos mientras un sanador le restablece el hueso
de la pierna y solo me miró una vez en todo este tiempo. No estoy
sorprendida ni decepcionada, es solo otro strike contra el imbécil.
—Ella es una maldita perra loca y Sage, literalmente te pagaré
cualquier cosa si la prendes fuego por mí. Tu fianza, el dinero de la
escapada, empecemos una nueva vida en algún lugar lejos de aquí donde
Vivian nunca pueda encontrarme de nuevo y obligarme a entrar en una
habitación con la perra del estanque otra vez.
Sage me mira con horror por un segundo y Félix se estremece.
—Te enfrentaste a ella, ¿eh? Es una especie de leyenda urbana por
aquí.
Frunzo el ceño de nuevo, mirando a los otros estudiantes mientras él
reajusta mi hombro porque aparentemente me lo disloqué cuando me
desmayé, todo los golpes y jalones del día finalmente lo sacaron al final.
Quiero morir cuando finalmente lo vuelve a colocar.
—Hijo de puta, chupa penes, maldito imbécil, honestamente le
arrancaré la piel a esa miserable…
—Jesucristo, tienes una gran boca para una cosa tan pequeña.
Fulmino con la mirada a Vivian, que ahora está de pie junto a mí
con el ceño fruncido y me devuelve la mirada fulminante.
—No somos amigas, rescindo mi oferta de darles papeleo por días a
tus compañeros enemigos.
Félix resopla en mi dirección, sofocándolo hasta convertirlo en tos
ante la mirada severa en el rostro de Vivian mientras el chico duro revisa su
trabajo.
—Ahora, ahora, no puedes pasar ET sin enfrentarte a lo peor que
puede hacer nuestra especie. Lo hiciste bien, chica. Si no tuvieras tantos de
tus propios enemigos, estarías libre y despejada por el resto del año.
Suena demasiado alegre por esto y estoy a punto de insultarlo de
nuevo, cuando Félix se mueve para restablecer mi costilla rota y me
encuentro completamente incapaz de pensar, respirar o funcionar, y mucho
menos hablar.
Sage deja de mirar a todos los que nos rodean por un segundo y
frota mi espalda con movimientos lentos y relajantes que evitan todos los
rasguños y cortes. Incluso hay un par de espinas todavía incrustadas allí en
las que no quiero pensar, porque estoy segura de que se sentirán
malditamente asombroso al salir.
Vivian se aclara la garganta y gruñe un poco por lo bajo antes de
finalmente hablar:
—Deberías estar orgullosa de ti misma, todo lo que hiciste allí fue
perfecto. La mitad de los demás no pasaron de su primera habitación. Sólo
un puñado sobrevivió una segunda. Y solo otro estudiante logró pasar a la
chica del estanque en su primer intento. Se alimenta del miedo y apenas le
diste nada con lo que trabajar.
Estupendo.
De acuerdo, eso me hace sentir un poco mejor, supongo. La chica
del estanque se veía horrible, pero en realidad no era tan difícil pasarla,
siempre y cuando no pensara en las enfermedades que tiene en la boca y
que ahora están en mi pie.
Asqueroso.
Vivian mira a los otros estudiantes y luego baja un poco la voz:
—Treinta años en un equipo táctico me enseñaron que tu don no
significa una mierda sobre quién eres… es lo que vas a hacer con él. Mira a
Gryphon, con su trayectoria profesional estarías pensando que es un
cambiaformas o algún otro don físico, pero él demuestra todos los días que
no lo necesitas. Si no tienes nada más que tus agallas, niña, estarás bien ahí
afuera.
Eso es tan agradable y dulce para mí hoy y ahora me siento mal por
lo mucho que maldije al viejo en mi cabeza mientras estaba en ese infierno
de su laberinto.
Suspiro y presiono el hielo contra mi sien un poco más firme,
haciendo una mueca cuando Félix me saca una de las espinas de la espalda.
—¿No deberías odiarme por rechazar a tu estudiante favorito?
Se encoge de hombros.
—Las mejores cosas de la vida no vienen sin trabajo duro. Si te
quiere, debe probarse. He conocido a muchos chicos malos en mi tiempo
aquí, tú no eres una de ellos.
Luego gira sobre sus talones y se aleja, bramando órdenes a los
otros estudiantes que nos rodean. Ni siquiera es un poco amable con
ninguno de ellos y eso me hace sentir mejor por un segundo antes de que
Gabe aparezca y se derrumbe en el suelo frente a mí. Tiene barro y
suciedad, pero por lo demás está intacto, lo cual es molesto, especialmente
cuando Félix encuentra otra espina en mi espalda para sacar.
—¿Hasta dónde llegaste? Escuché que Zoey te saboteó y perdió la
bandera por eso.
Pongo los ojos en blanco.
—No vengas a restregármelo, no estoy de humor para eso y si
piensas que soy una perra contigo normalmente, no tienes idea de lo que
soy capaz de hacer cuando me arrebataron la calificación aprobatoria.
Se endereza y parpadea hacia mí, el exterior de imbécil se derrite en
un instante.
—¿Llegaste a la bandera?
Espeto entre mis dientes:
—Sí, imbécil, llegué allí primero y luego tu pequeña novia…
—Ella no es mi maldita novia. ¿Llegaste a la bandera y Zoey te
noqueó allí? ¿Estás bromeando?
Oh, por supuesto, porque una mocosa sin dones no podría vencer a
todos estos atletas increíbles y dotados. Por supuesto, no podría controlar
mis miedos y superar mi dolor como los demás. Por supuesto que no.
Así que sonrío y me encojo de hombros, la imagen de una perra
engreída.
—¿Qué, como si fuera difícil? Honestamente, estoy un poco
decepcionada con tus habilidades si no pudiste pasar sin ayuda.
Félix resopla y luego mira a Sage por un segundo, como si estuviera
midiendo su respuesta a lo que sea que tenga que aportar aquí. Cuando su
mirada finalmente vuelve a mí, me ofrece una sonrisa torcida.
—Los huesos están listos y las espinas están fuera. Si puedo poner
mi mano en tu pecho, entonces puedo arreglar todos los cortes y rasguños a
la vez… ¿está bien?
Las cejas de Gabe se arquean con fuerza y yo simplemente espeto:
—¿Qué, prefieres que me cure lenta y dolorosamente después de
atravesar dos habitaciones y todo el jodido laberinto yo sola?
No le doy la oportunidad de responderme. En lugar de eso, tiro
hacia abajo el escote de mi camiseta y digo:
—Gracias, Félix, aprecio que me ayudes por la única razón de
nuestra amistad.
Sage tose como si ahora fuera ella la que ahoga la risa y Félix
resopla ante la mirada en el rostro de Gabe mientras presiona su palma
contra mi pecho, su don fluye hacia mí y cura todo lo que toca.
Siento el momento en que toca mi propio don, rodeándolo
respetuosamente.
Los ojos de Félix saltan a los míos.
Le doy la menor sacudida de mi cabeza que puedo manejar y,
bendito sea, él aprieta sus labios firmemente en respuesta silenciosa. Decido
que lo respaldaré con Sage si alguna vez me pide mi opinión porque ese allí
es un hombre realmente bueno.

En el momento en que estoy curada y Félix se aleja, todo mi cuerpo se


prepara para una buena siesta. Sage chilla un poco cuando me atrapa, mi
cuerpo se desploma contra el de ella, y mi último pensamiento es sobre la
suerte que tengo de haber encontrado amigos como Félix y ella, con sus
mágicas manos curativas de oro.
Me despierto en mi pequeña e incómoda cama en mi dormitorio.
Todavía estoy vestida con los harapos de mi equipo de
entrenamiento ET, pero me han arrojado una manta y me han dejado un
vaso de agua en la pequeña mesita de noche. Me lo trago todo y luego
reviso mi teléfono para ver la hora, y encuentro mensajes de Sage, Atlas y
North esperándome.
Gabe te cargó todo el camino de regreso a tu habitación. Félix y
yo también vinimos y te arropé en la cama, llámame si necesitas algo. x
Sage es mi favorita, y aunque Gabe obtiene puntos por llevarme
físicamente a casa, sigue siendo un imbécil.
Llamé a Draven cuando perdiste nuestra llamada habitual, te
enviaré algo por la mañana. Le dije a tu carcelero lo que es, así que no
debería ser demasiado idiota al respecto.
Atlas ha comenzado a llamar a North tantos nombres despectivos y
groseros como puede en nuestros mensajes y llamadas telefónicas ahora que
sabe que estamos siendo monitoreados. Estoy un poco sorprendida de que
lo haya llamado por algo tan pequeño como perderme una llamada, pero
siempre me ha tratado como si fuera algo precioso.
Todavía me siento terriblemente culpable por ello.
Y luego está el mensaje de North.
Si estás demasiado herida para asistir al estudio o a las clases, te
enviaré otro sanador. No hay excusas para reprobar tus clases.
Respondo a Sage y Atlas de inmediato y dejo a North en leído
porque, por lo que a mí respecta, puede atragantarse con un pene, luego
hago el lento y doloroso viaje al baño para orinar y frotar los horrores del
día lejos de mi piel. Félix hizo un trabajo increíble recomponiéndome, pero
me queda un dolor en los huesos y los músculos que hace que respirar sea
insoportable. No es que me queje, porque esto es un millón de veces mejor
que sanar sin ayuda, pero, hombre, quiero morir en el segundo en que el
agua me golpea como mil agujas ardientes en mi piel en carne viva.
Las duchas suelen ser mi espacio seguro, la única experiencia
placentera de mi día, y que me lo quiten me hace maldecir a Vivian de
nuevo. El hecho de que me guste el viejo idiota no significa que no pueda
odiarlo al mismo tiempo por esta mierda. Cuando logro arrastrarme de
regreso a mi habitación, inmediatamente me desmayo y duermo todo el día.
Me despierto por la tarde, desorientada y hambrienta.
Me pongo ropa, lo que sea cómodo, y camino sola hacia el comedor
del campus para cenar temprano. Estoy esperando algún comentario
negativo de alguien por parecer una vagabunda con mis pantalones de
chándal y la sudadera con capucha sobre mi cabeza, pero nadie me
reconoce o tienen demasiada resaca de un gran viernes por la noche para
notar que estoy aquí.
Como suficiente comida para llenar un equipo de fútbol.
Ser curada por un Dotado siempre te da hambre pero, joder, tres
platos menos y todavía estoy pensando en agarrar otro palito de pan y
mojarlo en la salsa de espagueti, espolvorearlo con un poco de queso…
Dios, para cuando termino un quinto plato creo que mi estómago está en
peligro real de reventar.
Qué manera de morir.
Mi camino de regreso a los dormitorios es más lento ahora que llevo
nueve kilos adicionales de carbohidratos y salsas sin digerir, y hay un
paquete esperándome en el escritorio cuando regreso al edificio.
Flores de Atlas con un peluche, una tarjeta que se disculpa por ser
cursi a pesar de que estoy llorando por su amabilidad y una caja llena de
dulces y chocolates. Honestamente, es lo mejor que un hombre ha hecho
por mí y no tengo idea de cómo agradecerle sin sentir que le estoy dando
falsas esperanzas.
La culpa vuelve a asentarse y tengo que apartarla porque… bueno,
he sido honesta con él, tan honesta como puedo ser. Le he dicho que no
quiero quedarme. Le he dicho que no puedo estar con ninguno de ellos. ¿Es
eso suficiente para aceptar estos regalos sin sentir que soy el peor tipo de
perra?
Soy demasiado inepta para lidiar con los lazos y el equipaje
emocional que los acompaña para navegar esto sin causar daño.
Regreso a mi habitación y me doy un atracón de dulces como si no
acabara de comer una gran comida en el comedor, todas mis emociones
abren un agujero negro dentro de mí que necesito que el azúcar llene. Le
envío un torpe agradecimiento a Atlas y luego apago mi teléfono porque
soy una cobarde en este momento y no puedo pensar en cómo hablar con él.
Estoy considerando seriamente enviarle un mensaje a Sage para
quejarme de la mierda que es mi vida, cuando llaman a mi puerta.
¿Quién diablos es ahora?
Porque Sage enviaría un mensaje primero y nadie más con quien
paso el rato aparecería aquí sin ella. Cuando me acerco a la puerta, mi
Vínculo da un pequeño tirón en mi pecho, mi mano se detiene a medio
camino de la manija de la puerta porque no hay forma de que quiera
enfrentar a North o Gabe en este momento.
Estoy demasiado adolorida como para pelear verbalmente con
cualquiera de ellos, y no quiero que North piense que me ha roto solo
porque no estoy en mi modo glorioso de malcriada total habitual.
—Abre la puerta, Oli.
Malditamente típico.
Por supuesto, sería Gryphon apareciendo para arruinar todo mi
maldito día porque él es el Vínculo que realmente puede perturbarme. Las
mariposas en mi estómago me están gritando peligro, pero abro la puerta y
lo enfrento de todos modos.
Él es el más difícil de todos para enfrentar.
Creo que es la forma en que no me ha confrontado, no ha tratado de
derribarme verbalmente o darme un golpe, simplemente se ha sentado y me
ha observado, la mirada en su rostro siempre dice mucho sobre que no
cumpliré con sus expectativas.
Sus ojos recorren mi atuendo, mis mejillas se calientan cuando
recuerdo el hecho de que parezco una vagabunda, y luego da un paso hacia
mí como si estuviera tratando de entrar a la fuerza en la habitación.
Funciona, me alejo de él como si su toque fuera a quemarme, y
cierra la puerta firmemente detrás de él. La cerradura es endeble y frunce el
ceño por un segundo antes de girarla de todos modos. Tengo la sensación de
que no estoy segura de que funcione mantener a alguien fuera de aquí si se
esfuerzan un poco.
—El sanador hizo un trabajo decente. Estaba seguro de que estarías
postrada en cama por la mordedura de la perra del estanque.
Hago una mueca cuando mi trasero aterriza en mi pequeño colchón.
No hay ningún lugar para que él se siente excepto en la cama conmigo y
podría morir si lo hace. ¿Cuándo fue la última vez que lavé las sábanas?
¿Por qué me importa su opinión sobre mi cuarto de mierda y la
manchita de salsa en mi sudadera? Contrólate, Oleander.
—Ella no fue tan mala.
Mientras se recuesta contra la puerta, me mira fijamente, cruzando
los brazos sobre su pecho, y de repente me doy cuenta de lo malditamente
en forma que está. Lo supe cuando se deslizó entre Giovanna y yo en la
fiesta de Sage, pero el crujido de su chaqueta de cuero tensándose sobre sus
bíceps es casi obsceno en este momento.
Mi vínculo es una perra cachonda y necesitada en mi pecho.
—Se alimenta del miedo. La mayoría de los Dotados se enfrentan a
ella absolutamente aterrorizados porque se convierte en la peor pesadilla
que han tenido que vivir. No le diste nada, incluso después de que te asustó.
Esa no es una respuesta normal.
Correcto, así que esto es un interrogatorio.
Es diferente de las órdenes contundentes de North o las pullas
mordaces de Nox. Incluso las explosiones melancólicas y malhumoradas de
Gabe están a años luz de esta conversación tranquila y directa y, demonios,
si no es desarmante.
Tengo que elegir mis palabras con mucho cuidado.
—Nunca dije que era normal.
Si no deja de mirarme fijamente, es posible que me derrumbe y llore
como un bebé. ¿Es este su don? Simplemente mirar fijamente a la gente
hasta una crisis mental completa, porque puedo confirmar que es bastante
bueno ejerciendo este poder.
—Creo que cometiste un error y en lugar de admitirlo y hacer las
paces, lo has redoblado. Deberías haber confiado en nosotros… lo que sea
que haya pasado en esa habitación del hospital que te hizo huir, deberías
haber corrido hacia nosotros en su lugar.
El terror de pensar en ese día en que desperté en esa habitación
estéril es como hielo en mis venas. Si estuviera enfrentando a la perra del
estanque ahora, ella me comería viva, engullendo la comida que esos
recuerdos harían para ella.
Los ojos de Gryphon se entornan hacia mí, el claro color jade de
ellos golpean y queman mi piel. Toda la lucha deja mi cuerpo a la vez, la
desesperación y el odio hacia mí misma y el infierno en el que estoy
atrapada me abruma hasta que mi boca se pone en marcha. Diría cualquier
cosa para sacarlo de aquí antes de que realmente pierda la cabeza.
Las lágrimas que brotan casi me ciegan, pero las ignoro.
—Esas opiniones me dicen que hice lo correcto y no estoy enojada
por eso. Puedes odiarme todo lo que quieras porque al menos estás
respirando, Gryphon. Por favor, vete, todavía estoy exhausta por la curación
y no puedo hacer esto en este momento.
Capítulo 15
Duermo todo el resto del fin de semana, despertándome cada dos
horas para beber un poco de agua y cojear para ir al baño, pero mi cuerpo
básicamente se apaga para procesar la sanación que Félix me hizo. Es
molesto, pero mi cerebro se convierte en nada más que la necesidad de
sobrevivir, así que al menos no tengo que pensar en la pequeña visita de
Gryphon.
En el momento en que Gabe llega a mi puerta el lunes puedo sentir
la diferencia en el aire entre nosotros.
Todavía estoy lista para odiarlo y discutir como si el mundo entero
se estuviera acabando y fuera su maldita culpa, pero se ve tan malditamente
miserable y algo así como un cachorro triste, incluso yo no soy tan perra
como para estar pateando cachorros tristes.
A medida que cruzamos el campus hacia el comedor, se queda cerca
de mí, sus ojos se agudizan mientras observan todo lo que nos rodea, como
si realmente me estuviera protegiendo de algo. Mis sentidos se ponen en
alerta máxima junto con él y cuando mi vínculo se acerca al suyo,
rozándolo en busca de tranquilidad, se sobresalta y me mira. Lo entiendo, lo
he mantenido tan atado que él nunca lo había sentido antes y me maldigo en
silencio por dejarlo pasar.
Su voz es áspera y ronca, respondiendo a la pregunta que aún no he
encontrado la voz para formular:
—Anoche se llevaron a tres Vinculados más de una de las
comunidades cerradas a unos veinte minutos de aquí. Mi primo era uno de
ellos.
Mierda.
Mi estómago se desploma tan fuerte que, si tuviera algo dentro,
probablemente estaría vomitando en sus zapatos ahora mismo.
Se están acercando a mí.
He sido meticulosa para no dejar escapar mi don, ni siquiera una
pequeña explosión de poder, así que no sé si es una coincidencia que estén
avanzando poco a poco en mi ubicación, o si ese hombre ha encontrado una
manera de rastrearme sin usar mi don como faro.
Estoy demasiado ocupada enloqueciendo por las posibilidades que
Gabe nos lleva al comedor y me llena un plato de huevos antes de salir del
pánico para quitarle el plato. Es grosero de mi parte no ofrecerle mis
condolencias, pero si abro la boca en este momento, Dios sabe lo que
realmente saldrá.
Probablemente me volveré loca y rogaré que me deje ir, que me deje
escapar antes de que todos estemos muertos y pudriéndonos gracias a la
Resistencia y su misión interminable de dominación completa.
Nos sentamos y comemos en silencio, el plato de Gabe está casi
completamente vacío antes de que lo rompa.
—Cuando desapareciste por primera vez… todos pensamos que te
habían secuestrado. Hubo muchos grupos en el área y, bueno, era
demasiado joven para saber los detalles, pero mis padres estaban en el
Consejo, así que escuché lo suficiente como para tener miedo por ti. Cada
vez que oíamos que aparecían cadáveres, pensaba que eras tú. Cada vez que
había noticias sobre niños que aparecían con el cerebro lavado, maldición,
esperaba que fueras tú para que pudiéramos llevarte a casa y salvarte, y
todo ese tiempo, solo estabas pasando el rato en alguna ciudad, viviendo la
vida que querías.
Es una pequeña historia triste, pero hay algunas cosas muy
importantes en las que se ha equivocado. No puedo corregir la mayoría de
ellas sin causar una maldita tormenta, pero hay una cosa que puedo aclarar.
—Sabes que estuve en el hospital por un accidente automovilístico,
¿verdad? Toda mi familia murió en él. Tenía catorce años y estaba
completamente sola en el mundo. Estaba aterrada. No es como si me
hubiera escapado saltando hacia la puesta de sol para vivir una vida feliz y
alegre por mi cuenta. Tal vez deberías tratar de ver más allá de tu propia
historia por una vez, y las cosas podrían ir un poco mejor entre los dos.
Traga y mira alrededor del comedor, pero todavía es un pueblo
fantasma tan temprano en la mañana. Es por eso que a ambos nos gusta
tanto, creo, ninguno tiene que preocuparse por quién nos está viendo comer.
—North le dijo a toda mi familia que te habían visto en Florida,
trabajando en una tienda de discos y sin marcas ni vínculos con la
Resistencia. Dejó en claro que todas las señales apuntaban a que solo
estabas huyendo. ¿Cómo exactamente se supone que debo mirar más allá de
eso?
Me encojo de hombros.
—¿Cómo te lo tomarías si toda tu familia muriera en un solo
accidente? ¿Si fueran arrancados de ti así?
Me mira fijamente y luego empuja su plato lejos de sí mismo.
—No tengo que imaginarlo. Se llevaron a mi papá hace dos años y
encontramos su cuerpo mutilado una semana después. Mi madre renunció al
consejo al día siguiente, pero aun así nunca ha vuelto a casa. Si me pides
que mire más allá de mi historia, entonces tal vez deberías mirar más allá
de la tuya también.
Realmente no hay nada que pueda responder a eso y trato de
concentrarme en terminar mi desayuno, los huevos saben peor de lo normal
ahora que la habitación está llena de nuestro dolor.
Era mucho más fácil odiarlo cuando pensaba que solo era un
Vínculo enfadado y celoso sin una historia propia.
Cuando termino con mi plato y agarro mi bolso para ir a nuestra
primera clase, Gabe me sigue, con la sonrisa fácil en su rostro mientras
saluda a los chicos a nuestro alrededor con su habitual energía
despreocupada. Me detengo de pensar en lo mucho que odio este lugar por
un segundo y solo observo todo lo que nos rodea. Todos los chicos del
fútbol lo aman, las chicas con las que están todos lo miran con corazones en
los ojos, e incluso los profesores lo saludan calurosamente.
Ninguno de ellos me mira dos veces.
Sage nos recibe a ambos en las puertas de la clase de Economía, sus
ojos van de uno a otro, pero no hace ningún comentario. Cuando Gabe se
sienta a mi lado en lugar de su habitual a tres sillas de distancia, ella levanta
las cejas hacia mí pero no dice una palabra.
Hay una razón por la que es mi mejor amiga.
Espero hasta que comience la clase y todos estén concentrados en
tomar notas antes de inclinarme hacia él y susurrar:
—No quiero vincularme, pero dejaré de ir por tu garganta si haces lo
mismo.
Es la única rama de olivo que puedo darle en este momento y podría
ser una mala idea incluso ir tan lejos.
Resopla y no me responde hasta que la clase termina, se cierne sobre
Sage y yo a medida que empacamos nuestros papeles y libros.
—Eso se llama ser amigos, Oli, y lo intentaré si tú también.
Podemos averiguar la mierda del vínculo más tarde.
Frunzo el ceño hacia él y tiro mi bolso sobre mi hombro.
—Si esto es una estratagema de “chico bueno” de pretender ser mi
amigo solo para follarme y obtener tu vínculo, entonces te golpearé en las
bolas ahora mismo y me alejaré sin pensarlo.
Sage estalla en carcajadas, golpeando una mano sobre su boca que
no hace exactamente nada para sofocar las carcajadas que sacuden su
cuerpo. Gabe lo fulmina con la mirada, pero en su mayor parte es
exasperación.
—En este punto, Fallows, tendrías que rogarme que te folle. Amigos
con cero beneficios, excepto que estaré observando cada uno de tus
movimientos y estarás buscando una oportunidad para huir de todos
nosotros.
Me encojo de hombros y golpeo los hombros con Sage mientras
salimos juntas.
—Suena bien, pero la primera regla del Club de Rechazados es que
odiamos a Giovanna y queremos asesinarla. Si no puedes respaldar eso,
entonces ya estás fuera.
Niega con la cabeza cuando Sage comienza a protestar,
menospreciándose constantemente por esa pesadilla de chica.
—No la queremos muerta, solo deseamos que me odie un poco
menos.
Bufo.
—Al diablo con eso, la quiero muerta. Me la pido primero en el
apocalipsis. Gabe puede eliminar a Riley y tú puedes follarte a Félix en su
lugar, él tiene mi voto.
Doblamos la esquina para encontrar a Félix parado allí, sonriendo
como un maldito diablo, y Sage instantáneamente se pone roja como una
remolacha.
—Sabía que salir corriendo para curarte trabajaría a mi favor.
Gracias, Fallows —grita cuando pasamos junto a él, guiñándole un ojo a
Sage, que está tratando de no parecer como si quisiera que la tierra se la
trague por completo.
Gabe se echa a reír conmigo y es espeluznante estar parada con él y
no planear su muerte. Sé que no durará, pero incluso por un momento, es
una posición extraña en la que estar.
Sage clava un codo en mis costillas y murmura:
—No está disponible para votación. Deberíamos darnos prisa,
estamos a punto de llegar tarde a Historia y Nox comenzará una nueva
campaña de desprestigio contra ti, Oli.
Argh.
Mátame.

Aprendo algo muy importante en el momento en que Gabe se sienta


conmigo en Historia y es exactamente el poder que tiene en esta escuela. En
el momento en que la gente nos ve hablando en voz baja, hay un cambio
inmediato, como si todos estuvieran cambiando la forma en que hablan de
mí ahora que me ha “perdonado”.
No necesitan saber los detalles para cambiar su posición, y Zoey se
encuentra sola de repente.
Sage lo ve primero y lo señala, murmurando para mí:
—Se lo merece por perra.
Estoy completamente de acuerdo y cuando le doy un codazo a Gabe
con una mirada inquisitiva, es mucho menos sutil al respecto.
—Ella rompió las reglas establecidas por Vivian. Te merecías la
victoria y él ya la echó de la clase. Sus padres están furiosos, pero Gryphon
fue a hablar con ellos. No puedes unirte a un equipo táctico si no eres leal a
tu equipo.
Bueno, maldita sea.
Ni siquiera me importa que no se trata realmente de mí, se trata de
su integridad, todavía se siente como una victoria. Tal vez ser interrogada
no fue tan malo si este es el resultado.
Mis buenos sentimientos duran diez segundos más antes de que Nox
entre y absorba las buenas vibraciones de inmediato. Se ve bien hoy
también, más sexy que Hades mientras entra en el salón de clases como un
Dios del inframundo, aquí para atormentar mi maldita alma.
Necesito salir de esta ciudad antes de que mis hormonas me lleven
directamente al infierno tras él.
Los ojos de Nox se mueven hacia donde Gabe ahora está sentado
conmigo, pero no reacciona, no hay señales de si está sorprendido o
enojado de vernos a los dos sentados aquí juntos. Simplemente conecta su
computadora portátil y se para frente a la clase y espera hasta que la sala se
quede en silencio, su apariencia es todo lo que se necesita para dominar la
habitación.
—Alguien cuénteme sobre el Sistema de Niveles.
Preferiría morir antes que levantar la mano en cualquiera de las
clases de Nox, pero hay toda una fila de chicas desesperadas por demostrar
su valía ante él, como si responder a esta pregunta hiciera que se bajara los
pantalones y les diera de comer su pene.
Mi vínculo se retuerce dentro de mí ante la idea, pero me torturo por
un segundo más, como si tal vez pudiera convencerlo de que es una maldita
pérdida de espacio en lo que a mí respecta.
Él elige a Amy, cuyo nombre conozco porque Sage la detesta, e
incluso el sonido de su voz me pone los pelos de punta.
—Cuando los tres Consejos de las comunidades de Dotados se
unieron para crear la red centralizada de Vínculos, crearon un sistema para
categorizar a los Dotados y sus habilidades. Los Dotados más fuertes tienen
tres niveles de poder; primario, secundario e incidental. La mayoría de los
Dotados tienen dones primarios, algunos también tienen dones secundarios
y muy pocos tienen dones incidentales.
Nox asiente y le da la espalda sin decir una palabra más, su
estrategia constante de “trátalos mal” obliga a toda la sala a permanecer
sentados. De acuerdo, estoy segura de que soy la única que lo ve
obsesivamente y odia cada segundo, pero es lo que es.
—Correcto. Entonces, los análisis de sangre y la secuenciación del
ADN pueden decirnos más que quiénes son sus Vínculos, también pueden
darnos señales de cuál es su don. Luego se realizan pruebas dentro de
parámetros especialmente considerados para medir en qué nivel se
encuentra su don. ¿Por qué se hace esto?
Se levantan más manos, pero en realidad esto es algo que me
interesa, así que mantengo mis pensamientos sarcásticos bajo llave por un
momento para poder escuchar su razonamiento.
No es que crea que él siempre tiene razón.
Siempre hay una maldita píldora recubierta de azúcar que se le da al
público en general y luego está la verdad, y este es un caso sobre el que
estoy segura de que mentirán.
—Los derechos de fanfarronear. Todos quieren saber quién es el
mandamás.
No conozco a esta chica, pero su camiseta está tan baja que estoy
segura de que Nox está teniendo una excelente vista de sus pezones en este
momento.
No es que esté impresionado.
—Estás adivinando y estás equivocada, no pierdas el tiempo aquí.
¿Alguien más?
Esta vez se levantan muchas menos manos, pero Nox elige a Gabe
para que responda. En realidad, nunca los he visto interactuar entre ellos
fuera de las estúpidas cenas de vínculo en las que todos estamos atrapados,
y no disfruto tener los ojos de Nox en mí mientras nos mira fijamente a los
dos.
—Los equipos tácticos se eligen con el nivel más alto de Dotados.
El Consejo se eligió originalmente entre los más fuertes de nuestra
comunidad, pero en estos días también es un sistema de “etiquetar y
liberar”. Si la Resistencia se lleva a alguien, entonces necesitamos saber qué
tan fuerte es para cuando se le lave el cerebro. Nada más peligroso que una
bomba de relojería andante con la cara de tu vecino.
Cristo.
Lo cerca que estuve de ser uno de esos zombis con el cerebro lavado
devueltos a la comunidad con el único propósito de encontrar otros Dotados
de alto nivel y arrastrarlos de vuelta a la Resistencia, matando a cualquiera
que intentara detenerme… es aterrador.
El bolígrafo en mi mano tiembla a la vez que mis dedos tiemblan.
Nox se aleja y comienza la lección, destacando todo lo que dijo
Gabe porque mi vínculo había acertado. Sage se da cuenta de mi mini susto
y me lanza una mirada preocupada, su mano acaricia la mía suavemente
para tranquilizarme, pero no hay nada que ninguno de los dos pueda hacer o
decir en medio de la clase. No sin que Nox pierda su paciencia conmigo en
otro espectáculo público en el que no tengo ningún interés, así que respiro
hondo y lo supero.
Mientras tomo notas, mi mano se desliza hacia la parte posterior de
mi cuello, frotando el bulto debajo de mi piel donde está enterrado el chip
GPS asesino, como un recordatorio para mí misma de que no importa
cuánto desee correr, no es una opción para mí.
Capítulo 16
Mis únicos planes para las vacaciones de primavera son estudiar y
explorar los terrenos del campus un poco más para tratar de encontrar un
lugar donde pueda conseguir un trabajo.
Si puedo ganar algo de dinero, puedo correr el riesgo de que mi
cerebro explote con el chip. En este punto, estoy bastante segura de que
North en realidad no me mataría, no a menos que hiciera algo terrible o me
convirtiera en un peligro para todos, pero sin dinero, todavía estoy atrapada
aquí.
No hay una sola persona en esta comunidad cerrada que no sepa
quién soy y el hecho de que un equipo táctico me arrastró hasta aquí, así
que no hay posibilidad de que haga autostop para salir de aquí. Necesito
dinero y necesito que alguien saque el chip de debajo de mi piel.
Hay un café y la librería del campus como posibles trabajos, pero
cuando dejo mi currículum, ambos me descartan en el acto. Entiendo lo de
la librería porque North probablemente les advirtió, pero el café tiene
menos sentido para mí hasta que Sage aparece en mi puerta para
arrastrarme a su casa y me dice que la hermana de Gryphon es la dueña y lo
dirige.
No tenía ni idea de que él tuviera una hermana.
La mujer que me había atendido parecía tener al menos noventa
años, así que al menos no me avergoncé frente a su familiar pero, Dios, creo
que no puedo volver a mostrar mi rostro allí ahora.
Sage se ríe de mi vergüenza y me ofrece una bebida en el momento
en que entramos en su habitación. Sawyer ya está allí bebiendo y aunque no
quiero ir a la fiesta a la que asistirán ambos, Gabe ya me envió un mensaje
para decirme que me consiguió un pase gratis de North para asistir, y no
quiero tener que hablar con el pendejo dominante para explicarle por qué
prefiero quedarme en casa.
Principalmente es porque Sage ahora está obsesionada con la idea
de que Gabe y yo resolvamos nuestros asuntos. Está tan obsesionada que en
el momento en que comienza a beber antes de la fiesta, es todo de lo que
puede hablar.
—Vas a terminar Vinculada a él. No hay forma de que veas a Gabe
sin camiseta en la fiesta de esta noche y no lo folles hasta dejarlo sin
cerebro.
Me atraganto con mi propia bebida tan fuerte que me sube por la
maldita nariz, quemándome todo el camino porque Sawyer no sabe cómo
hacer un cóctel sin la amenaza inminente de intoxicación por alcohol, razón
por la cual sus mezclas son siempre mis favoritas.
Una vez que puedo respirar de nuevo, lo miro con severidad al
trasero borracho de Sage.
—Lo he visto, y aunque no se puede negar que está malditamente
bendecido, no voy a follar con nadie en el corto plazo. Tengo telarañas que
ningún hombre va a limpiar durante, ya sabes, un siglo o dos, a este paso.
Sawyer hace una mueca sin mirar en mi dirección, toda su atención
en el teléfono frente a su rostro. Sage lo patea, ya tropezando con la línea de
achispada y borracha, pero ha sido una semana difícil para ella.
Giovanna publicó sobre su anillo de Vinculados que Riley le dio.
Los anillos de Vinculados son un gran asunto en el mejor de los
casos, lo más cerca que alguien en la comunidad de Dotados llega a un
compromiso, pero el verdadero problema aquí es que él le dio una reliquia
familiar, una que siempre le había dicho a Sage que le daría a ella. Era de su
abuela, introducido de contrabando en el país durante una guerra, y
aparentemente es un Gran Maldito Asunto.
Solo otra maldita fractura que le causó y ahora se unió a Giovanna
en la parte superior de mi lista de asesinatos. Si se presentan a la fiesta en la
piscina esta noche, voy a montar una escena.
Por la mirada de Sawyer, podría estar ahí conmigo.
No sé si son mis modales encantadores o el hecho de que se ha visto
obligado a pasar el rato conmigo todos los días durante nuestras sesiones de
estudio, pero creo que finalmente se ha encariñado conmigo. Quiero decir,
claramente todavía no soy su persona favorita, pero ya no se estremece al
verme o se encoge cuando hablo, así que lo tomo como una señal de que
estamos a punto de ser los mejores amigos.
Mi segundo teléfono vibra en mi bolsillo y lo reviso mientras tomo
otro trago, el alcohol quema mis senos paranasales.
Envíame una foto de lo que llevas puesto esta noche, Vínculo.
Atlas también está bebiendo, puedo decirlo porque pasa de dulce y
amable a mandón y sexy en un minuto caliente. No puedo creer que lo
encuentre atractivo teniendo en cuenta el trato que me da North, pero hay
algo en su capacidad de ignorar todos mis intentos de mantenernos a
distancia que me hace desmayar un poco.
Si me emborracho lo suficiente, podría pedirle una foto esta noche,
pero con mucha menos ropa.
—Si Atlas y tú comienzan a sextear, confiscaré tu teléfono. Si estoy
condenada a no ser amada y a estar sola para siempre, lo menos que puedes
hacer es mantener esa mierda amorosa lejos de mi rostro.
Sage hace un puchero y me burlo de ella.
—Probablemente solo está cachondo, eso no es amor. Además, me
quedaré sin vincularme para siempre, ¿recuerdas? No hay pene para mí. Ni
siquiera si Gabe es el bombón de mis sueños.
—Jesús, maldición, si ustedes dos van a emborracharse y llorar por
los chicos y sus tristes vidas sexuales, entonces las dejaré aquí.
Sage se ríe de él, un gran sonido para escuchar incluso si está tan
borracha, y luego se inclina hacia mí para pretender susurrar:
—Los hermanos son lo peor. Sawyer está enojado porque su novio
no viene esta noche y tiene que cuidarnos a las dos sin la promesa de ligar
cuando regresemos.
Novio, no Vínculo. Es una pequeña elección de palabras, pero una
clara distinción en nuestro mundo que hace toda la diferencia. Quienquiera
que esté destinado a estar con Sawyer, aún no lo ha encontrado y no está
esperándolo. Lo entiendo, encontré a mis propios Vínculos a una edad tan
temprana, lo que sesgó mis propias decisiones en ese frente.
A Sage también le quitaron sus opciones.
—¿Quién es tu novio? ¿Alguien que conozco? ¿Es sexy? Dios, por
favor, dime que estás follando un maldito bombón de ensueño para que
pueda vivir indirectamente a través de ti.
Frunce el ceño hacia mí, pero luego toca su teléfono y gira la
pantalla para mostrarme un jugador de hockey muy bueno con hoyuelos y
bíceps más grandes que mis muslos.
—¡Santa mierda! Sawyer, maldito cabrón. Por favor, dime que su
pene coincide con el resto de él.
Sage me gruñe y se derrumba en la cama.
—No lo hagas empezar con el pene de Grey. Ya escuché mucho
sobre eso y todo lo que hace es recordarme lo desesperadamente sola que
estoy… obteniendo cero penes. O flores, dulces y ositos de peluche.
Oh, Dios.
Cuando vio los regalos de Atlas, pensé que iba a estallar en lágrimas
por eso. Me sentí culpable por medio segundo antes de que declarara que
Atlas era su favorito y que deberíamos llevarlo con nosotras cuando nos
fuéramos. A este ritmo, vamos a tener que contratar un maldito autobús
porque Sawyer claramente no va a dejar que su hermana vaya a ninguna
parte sin él y nunca dejaría que se deshaga de Grey solo para venir.
Félix perseguiría a Sage, estoy segura.
No quiero pensar en mis Vínculos o en escaparme o en la cantidad
de pene que no estoy recibiendo gracias a toda esta mierda, así que agarro
mi vaso y lo inclino hacia atrás, terminando el fuego líquido en dos tragos
antes de sostener el vaso a Sawyer de nuevo para que lo rellene.
Él lo toma con una sonrisa.

Esta noche va a ser malditamente desastrosa.

No estoy equivocada.
Sawyer hace que Sage y yo comamos algo y nos pongamos un poco
sobrias antes de llevarnos a la mansión Halliwell para la fiesta en la piscina.
Sin embargo, aparentemente es la reunión social en la que debemos estar,
así que tenemos que estacionar al final de la cuadra y caminar calle arriba,
los autos están estacionados en doble fila por todas las calles. Sin embargo,
la mayoría de las comunidades cerradas por aquí están llenas de familias
Dotadas, por lo que nadie se inmuta mientras todos nos amontonamos. Mi
borrachera se ha ido casi por completo cuando el aire de la noche me da una
bofetada en la cara. Hace un calor sorprendente y mi boca se seca por
completo. Necesito otro cóctel, inmediatamente.
La casa me habría parecido lujosa e increíble hace unos meses, pero
después de pasar tanto tiempo en la casa de North y luego en la de Sage,
todo el espectáculo de la mansión se ha desvanecido para mí. Realmente me
importa una mierda cuántas bibliotecas con paneles de madera y alas de
mayordomo tenga una casa.
Me importa si las personas en ellos son o no idiotas.
Sage roba un par de botellas de vino en nuestro camino por la casa y
aunque el vino sabe a culo, se siente como una victoria. Ninguna quiere
estar aquí o tratar con ninguna de estas personas, por lo que ambas estamos
completamente a bordo del tren de emborracharse.
Inmediatamente decido que la comunidad de Dotados es demasiado
pequeña porque, una vez más, hay miembros del consejo en todas partes, lo
que significa que North probablemente esté aquí, acechando en una esquina
en algún lugar y bebiendo alcohol que no ha tenido que robar mientras
charla con todos los otros imbéciles estirados y condescendientes aquí.
Sawyer trata de encontrar discretamente copas de vino mientras nos
abrimos paso por la cocina y el comedor, pero no estoy dispuesta a esperar
ese tipo de lujo y lo bebo directamente de la botella, riéndome con Sage
como niñas cuando encontramos una habitación en algún lugar del primer
piso para escondernos hasta que todos los miembros del consejo salgan de
la casa y entren al jardín.
Necesitamos estar tan borrachas como sea posible antes de eso.
Como estamos en una mansión obscenamente lujosa, hay un sofá y
una mesa en el trastero. También hay algunos taburetes apilados, y el wifi
es tan bueno aquí que Sawyer solo saca un asiento y juega con su teléfono
mientras Sage y yo bebemos el vino como si fuéramos profesionales.
Sage chasquea sobre su teléfono:
—Félix no puede asistir, irá a estudiar algo con los otros estudiantes
de pre-medicina.
Resoplo porque no está engañando exactamente a nadie con sus
intentos de mantenerlo a distancia. Estoy orgullosa de mí misma cuando
mis palabras salen sin siquiera un poco de dificultad,
—Definitivamente deberías follarlo. Solo una vez, darle un intento
y, si no es tan bueno, volver a ser amigos incómodos para que ambos
puedan seguir adelante con sus vidas.
Gime y bebe un poco más de vino. Su teléfono vuelve a vibrar y
vuelve a enviar mensajes de texto a Félix, totalmente absorta porque está
tan obsesionada con él como él con ella. Lo único que los mantiene
separados es el miedo y el daño que Riley le ha hecho a Sage. Creo que con
suficiente paciencia y un empujón suave, superará eso y será mucho más
feliz con el futbolista enamorado.
Gabe nos encuentra una hora más tarde, encerrados y riéndonos
juntos sobre nuestros teléfonos. Nos mira a todos y pone los ojos en blanco.
—Demonios, esa es una botella de vino de mil dólares la que estás
bebiendo, Vínculo.
Me encojo de hombros y se la ofrezco.
—Sabe a bazofia.
Sacude la cabeza hacia mí, toma la botella y luego frunce el ceño
cuando se da cuenta de que ya está vacía. No estoy segura de poder
ponerme de pie y mantener las piernas debajo de mí si insiste en que
salgamos y socialicemos, pero al menos ya no me importa… bueno, nada.
—¿Trajeron al menos trajes de baño?
Sawyer se burla y pone los ojos en blanco.
—Bueno, no trajeron los malditos flotadores y se ahogarán sin ellos
en este estado.
Decido que este tipo de calumnias contra mi capacidad para
contener el licor es inaceptable y me pongo de pie, lo suficientemente lento
como para estar segura de que no voy a caer de cara al suelo de madera, y
Sage gime por mi decisión de seguir adelante.
—Si me he visto obligada a meterme en uno de los trajes de baño de
Sage y venir a esta estúpida fiesta de idiotas del círculo del consejo,
entonces puedes apostar tu trasero a que voy a nadar.
Sawyer tiene que ayudar a Sage a salir del cuarto, pero cuando Gabe
me ofrece un brazo, lo descarto. Me resopla y muy amablemente me guardo
que podría haberle dicho que mantuviera su maldito vínculo lejos de mí
mientras no estoy a plena capacidad porque mi propio vínculo todavía se
está estirando hacia él en mi pecho. Si me toca, podría terminar
follándomelo en medio de la maldita fiesta solo para tomar un descanso de
todo este… anhelo.
Ew.
Se siente mal incluso pensar de esa manera, pero, Dios, el dolor y el
esfuerzo cada vez que termino cerca de uno de mis Vínculos me están
volviendo loca lentamente. Tal vez llamar a una tregua con Gabe no fue una
buena idea porque apenas estoy manteniendo mi control.
Cuando pasamos por la cocina, Sawyer maldice por lo bajo y se
mueve para cubrir el trasero de Sage que se tropieza y tambalea. Me
sobresalto cuando Gabe hace lo mismo por mí, sus hombros de alguna
manera se doblan en ancho y me oscurecen por completo de… lo que sea
que hayan decidido protegernos.
Soy lo suficientemente inteligente como para mantener la boca
cerrada hasta que estemos afuera, pero Sage está demasiado perdida y
Sawyer se ve obligado a taparle la boca con una mano, murmurando
amenazas y maldiciéndola.
Cuando encontramos un lugar afuera que no está completamente
lleno de cuerpos y alcohol, Gabe me murmura:
—North y Sharpe están teniendo un desacuerdo sobre el protocolo
ahora que la Resistencia se está acercando al campus. Ya ha hecho saber
que no está por encima de ir tras de ti. Odia a North todo lo que quieras,
pero él te está manteniendo alejada de un montón de mierda en este
momento.
Maldita sea.
No quiero deberle nada a ese hombre, pero ni siquiera yo puedo
negar que está ayudando mucho con esa mierda.
Me saco el vestido por la cabeza y lo doblo, agachándome con
cuidado para meterlo en el bolso de Sage porque mis senos son un poco
más grandes que las de ella y hay un peligro real de que se deslice un pezón
esta noche. Cuando me enderezo, encuentro a Gabe mirándome fijamente
como si me hubiera crecido una cabeza extra y tengo que mirar hacia abajo
para asegurarme de que en realidad no estoy mostrando mis tesoros a toda
la maldita fiesta.
—¿Qué? ¿Qué demonios estás mirando?
Me gruñe, sacude la cabeza y murmura por lo bajo mientras salta de
cabeza a la piscina:
—Te odio.
Bueno, ¿qué diablos le he hecho ahora?
Sawyer choca contra mí mientras se mueve para cubrir a Sage
mientras ella se desnuda.
—Vamos, Fallows, no estás tan borracha. Dale al chico un descanso.
Estoy perdida, completamente perdida, pero luego Sage se acerca a
mí y se ríe.
—Supongo que tuvo que enfriarse un poco. Es posible que
necesitemos conseguirte un traje de baño que realmente se ajuste a tus
increíbles senos.
Frunzo el ceño hacia los dos porque no puede ser eso. Hay al menos
otras diez chicas aquí con una delantera mejor que la mía, y Gabe
probablemente se las ha follado a todas, las miradas que le lanzan dicen
mucho sobre el tema.
Tenemos un poco de suerte porque no se ve a Riley por ningún lado,
pero luego veo a Giovanna sentada en uno de los sillones reclinables junto a
la piscina con un diminuto bikini que hace que el mío parezca
increíblemente grande. Para ser honesta, ni siquiera es un bikini, lleva
puesto un hilo rojo que apenas cubre sus pezones y su raja. Es temprano en
la noche, la iluminación exterior y la fogata ya están encendidas, por lo que
no es como si estuviera bronceándose y no estoy tratando de avergonzar a la
zorra, pero no es práctico.
Sage la nota en el momento en que nos deslizamos en el agua, su
alegría feliz y despreocupada simplemente se derrite hasta que sus brazos se
cruzan sobre su pecho y se ve cohibida nuevamente.
A la mierda eso.
—Sawyer, necesitamos algunos cócteles. ¿A quién le tenemos que
chupar el pene para conseguirlos? Siento que deberías tomar uno para el
equipo aquí, amigo mío.
Me frunce el ceño, claramente no está de acuerdo con más alcohol, a
medida que se desnuda y salta para unirse a nosotras. Hay un enorme
tatuaje que se extiende por toda su espalda y no tenía ni idea de que lo tenía
el pequeño chico nerd-de-las-computadoras-barra-deportista-ricachón.
Estoy impresionada. No es de extrañar que haya embolsado al
bombón del hockey sobre hielo.
Mantengo medio ojo en Gabe donde está hablando con otros
jugadores de fútbol, riendo y bromeando con ellos a solo unos metros de
nosotros. Incluso cuando intentan convencerlo de que se lleve a cabo un
torneo de cerveza pong lo más lejos posible de la mierda del consejo, él
dice que no, y señala con la cabeza en mi dirección sin más explicaciones.
Me hace sentir como una carga y no hay nada que odie más que esa
mierda.
—No entiendo por qué tengo que estar aquí —me quejo, y es un
maldito gemido porque no entiendo por qué insisten en que esté aquí si solo
voy a ser el problema de todos. Una fiesta en la piscina. Una fiesta en la
piscina llena de Dotados, Vínculos y Vinculados. El Consejo. ¡¿Riley,
Giovanna, North y sabe quién más?! Se siente como una receta para el
desastre.
Sage se encoge de hombros.
—Aparentemente es un rito de iniciación. No quería venir, pero
aparentemente se supone que esto es algo que recordaremos, dentro de
años, y estaremos muy agradecidos de haber asistido.
Literalmente puedo decir cuál de sus padres se lo dijo porque María
está tan obsesionada con que Sage sea “normal”. Está destrozada por la idea
de que Riley la rechazó y ahora sale conmigo, ¿qué significará eso para el
buen nombre Benson?
Es estúpido y Sage se merece algo mejor.
—Deberíamos ir a buscar la mesa de las bebidas, con suerte algo
será lo suficientemente fuerte como para recuperar nuestra borrachera.
Sage se muerde el labio y me lanza una media sonrisa, pero está
claro que ver a Giovanna aquí le ha arruinado toda la noche. De repente me
siento abrumada por lo tonto que es toda la situación porque Sage,
literalmente, no ha hecho nada malo. Nada.
Aunque me resista a admitirlo, al menos mis propios Vínculos
tienen una razón para odiarme, e incluso si me culpan por algo que está
fuera de mi control, no es como si pudiera decirles eso.
El agua a mi alrededor ondula.
Nadie más se da cuenta, gracias a Dios, pero es un buen recordatorio
de que debo calmarme. Así que dejo de mirar a Giovanna y dejo de pensar
en Gabe y en la carga que soy para él. Dejo de pensar en todas las cosas que
están mal con esta estúpida y maldita fiesta y me divierto.
Arrastro a Sage y Sawyer al otro lado de la piscina donde hay una
cascada y un tobogán. Nos sentamos en el borde y Sawyer logra convencer
a un par de estudiantes de último año para que nos traigan unas cervezas.
Sage todavía está callada, pero algo de la tristeza alrededor de ella se disipa
y podemos disfrutar durante cinco malditos minutos.
Cuando la multitud comienza a moverse hacia las mesas de comida
que están preparando los servicios de catering, porque, por supuesto, esta
fiesta universitaria está siendo atendida, hacemos un balance de cómo nos
sentimos y decidimos que la comida no es una buena idea en este momento.
Bueno, la comida es una gran idea, pero intentar caminar no lo es.
Gabe se ofrece a traerme algo, se acabó su actitud de mierda, pero lo
rechazo, observándolo mientras sale del agua y camina hacia las mesas sin
molestarse en agarrar una toalla o cubrirse. Jesús, realmente está demasiado
bueno para las palabras.
—Estás babeando. ¿Estás segura de que no puedes simplemente
follarlo? —me susurra Sage demasiado fuerte y la salpico con el agua.
Sawyer pone los ojos en blanco desde donde está sentado en el
borde de la piscina.
—No sin vincularse con él y aparentemente eso está fuera de la
mesa.
Asiento, acercando mi rostro a la imagen de seriedad.
—Absolutamente no, sin vinculación.
Miro a Gabe y lo encuentro parado allí con North, hablando juntos
antes de que ambos se vuelvan para mirarme.
Maldita sea.
—Demonios, sí, Grey acaba de regresar. Tenemos que irnos de aquí
ahora —dice Sawyer, poniéndose de pie y agitando las manos hacia Sage.
Ella se ríe mientras intenta, y falla, salir del agua, y necesitamos
tanto a su hermano como a mí para sacarla. Las cervezas me habían
devuelto el zumbido, pero no tanto como para no poder controlarme.
—Tengo que esperar a Gabe, solo para hacerle saber que me
llevarán a casa a salvo… me llevarán de regreso, ¿verdad?
Sawyer se burla de mí.
—Por supuesto, no te dejaremos aquí borracha y vulnerable.
Me río de él, feliz de lo fácil que se ha vuelto entre nosotros ahora,
ya no se estremece ante mi mera presencia.
—¡Qué delantera! Marginada, puedo ver por qué eres tan popular.
Me congelo con el sonido de su voz y cuando finalmente me doy la
vuelta, sí, efectivamente, es el maldito Martínez. Sage le frunce el ceño,
pero extiendo un brazo para evitar que haga algo acerca de él.
Solo quiero irme, la opinión de algún cobarde sobre mi carácter o mi
cuerpo significa menos que nada para mí.
—¿Qué diablos le acabas de decir a mi Vínculo, Martínez?
Me giro e instintivamente me empujo contra el pecho agitado de
Gabe. Es un mal movimiento porque ambos estamos prácticamente
desnudos y mi propio vínculo tiene un maldito día de campo en toda la
acción de piel con piel. Sin embargo, apenas me nota, la ira que lo atraviesa
es más que suficiente para distraerlo de mí.
Hace un poco de calor y tengo que recordarme a mí misma que no
tiene nada que ver con él protegiéndome y todo que ver con su propia
reputación.
—Justo cuando pensaba que Gabe no podía volverse más patético,
está embobado detrás de la chica que lo dejó tirado. ¿Cómo es ese sabor a
vaginaa rechazada, Ardern?
Gabe se mueve a mi alrededor tan rápido que todo lo que veo es el
borrón de su gran cuerpo moviéndose y luego ambos están en el suelo.
Choco con Sawyer mientras ambos nos arrojamos frente a Sage, lo cual es
una tontería porque ella es la ruda que podría prendernos fuego a todos si
quisiera.
Hay gritos en la casa principal, pero estoy demasiado ocupada
apoyando a Sage contra la cerca de la piscina, tratando de mantenerla
alejada de la pelea de cambiaformas que está ocurriendo, para darme
cuenta. Estoy extrañamente orgullosa de ver que Gabe le está pateando el
trasero a Martínez, simplemente golpeándolo en la cara como si pudiera
hacerlo todo el maldito día.
Se siente como karma.
Sawyer gime y luego se arma de valor mientras se mete en la
refriega para sacar de encima a Gabe de Martínez, evitando por poco un
puño en el estómago. Gabe no pelea con él, pero cuando ambos se
enderezan, sus ojos tienen una mirada muy felina, sus iris están rodeados de
fuego y todavía siguen a su presa como si estuviera imaginando arrancar
carne de los huesos y escarbarse los dientes con un palillo.
No debería ser tan caliente.
—¿Qué diablos está pasando aquí? ¿Qué le has hecho a mi hijo?
Miro a mi alrededor para encontrar una multitud formándose a
nuestro alrededor, murmurando y con un montón de teléfonos apuntando en
nuestra dirección. Ojalá tuviera una toalla a mi alrededor, pero ese es el
menor de nuestros problemas ahora que el padre de Martínez está aquí con
una mirada salvaje en su rostro.
Es más bajo que Gabe y viste traje, probablemente es del consejo o
trabaja para alguien que lo está. Se parece mucho a su hijo, y tiene el mismo
aire de imbécil sin agallas que me pone los dientes de punta.
Gabe echa los hombros hacia atrás, con la mandíbula apretada como
si estuviera planeando aceptar cualquier cosa que este imbécil le diga, y eso
no me sienta bien en absoluto.
—Siempre tuviste un temperamento vicioso, te sacaré del equipo de
fútbol por esto…
Salto sin pensar en cómo se ve o cuáles de los concejales rivales de
North nos rodean.
—Fui yo. Gabe dio un golpe por mí.
Como si hubieran sido llamados por mi admisión, la multitud se
aparta y Gryphon y North aparecen. North sostiene un plato de comida, que
mi cerebro registra, pero en realidad no hace mucho porque sus rostros son
máscaras gemelas de machos alfa enojados y estruendosos.
Genial.
Los ojos de North recorren toda la escena y luego dice:
—¿Qué pasó, David?
Nadie dice una palabra, así que aprovecho el momento para
entrometerme, arrojándome debajo del autobús. Gabe dio un golpe por mí y
no voy a dejar que cargue con la culpa por eso. El fútbol es su vida, no
tengo nada que perder.
—Martínez cambió en el laberinto durante ET y me persiguió para
usarme como cebo para la… chica del estanque. Empezó a hablar mal y
Gabe me estaba defendiendo.
Los ojos de Gryphon se mueven entre nosotros dos, los nudillos de
Gabe siguen sangrando donde el diente del defensor de línea rompió la piel.
Contengo la respiración, lista para que nos llame a los dos y termine con
ello, pero luego se vuelve hacia el otro y dice:
—No puedes culpar a Gabe por proteger a su Vínculo… incluso si
lo llevó demasiado lejos.
Los ojos de David vuelven a mí y cuando comienzan a brillar,
Gryphon se planta frente a mí, con las manos relajadas a los lados, pero la
tensión en sus hombros me dice que está listo para enfrentarse a este
hombre Dotado si intenta algo.
North me empuja el plato de comida y cuando da un paso hacia
David, la multitud que nos rodea de repente se queda en silencio, el miedo
que se propaga por todos es tan palpable que casi me ahogo.
Lo que sea que pueda hacer, los tiene a todos temblando.
—Llévala a casa, Gabriel. A Sage también, sácalas a ambas de aquí.
Nadie se atreve a cuestionarlo. Gabe tampoco parece desconcertado
por la severa orden, solo agarra una toalla y me la arroja sobre los hombros
mientras Sawyer hace lo mismo con Sage, ambos acompañándonos hacia
afuera. Mis piernas están firmes debajo de mí y, sorprendentemente,
también lo están las de Sage.
Cuando llegamos a la casa, Gabe resopla y sacude la cabeza hacia
mí, inclinándose cerca para murmurar:
—Eres demasiado buena mintiendo, Vínculo. Solo un profesional
sabe cómo superar a Gryphon de esa manera, incluso North estaba
convencido.
Capítulo 17
Debes estar lista a las 6.
El mensaje de texto de Gabe me despierta a las cinco de la mañana y
mi cabeza todavía está llena de dolor, asco y no, gracias. Bebo un poco de
agua porque me niego a creer que esto es una resaca y la deshidratación
debe ser la culpable.
Después de lo de ayer, no puedo enojarme por haber sido despertada
por él, pero todavía no me emociona estar cerca de Gabe tan temprano en la
mañana sin siquiera una maldita razón.
Me acompañó a mi habitación después de la fiesta de anoche, me
acompañó a salvo hasta la puerta y no me juzgó por gemir y tropezar
escaleras arriba, así que creo que hemos encontrado un verdadero acuerdo
de paz, como si ahora que he demostrado mi valía mintiendo y
encubriéndolo, en realidad va a darle una oportunidad real a esta amistad y
dejará de arremeter contra mí cada segundo que tenga.
Me visto con ropa informal porque nada en el campus está abierto
excepto el comedor a esta hora de la mañana, así que no es como si
necesitara impresionar a nadie allí. Me doy cuenta de nuevo de la forma en
que mi camiseta se infla sobre mí ahora que me he tonificado mucho y
realmente, realmente necesito encontrar un ingreso para obtener algo nuevo.
Ni siquiera puedo mostrar todo mi arduo trabajo, maldita sea.
Bajo las escaleras, haciendo suficiente ruido para despertar a todo el
edificio porque de todos modos todas son perras chismosas, así que no es de
mi incumbencia si arruino su último sueño de las vacaciones de primavera.
Llego al frente del edificio al mismo tiempo que Gabe, yendo directamente
hacia su motocicleta cuando me tiende su casco de repuesto.
Me he convertido en una profesional en atarlo correctamente y
subirme a la motocicleta detrás de él, así que en menos de un minuto,
estamos volando por la carretera con un rugido del motor. El sol de la
mañana ya está brillando en el cielo, pero el frío de la mañana todavía está
mordiendo la piel desnuda de mis manos donde están envueltas alrededor
de su cintura. Cuando finalmente nos detenemos frente al centro del ET,
Gabe apaga el motor y extiende su brazo para que pueda bajar sin aterrizar
sobre mi trasero.
No es donde esperaba terminar, pero Gabe tiene una llave para
entrar y dirige el camino, enciende las luces y se mete en el vestuario de
chicos para sacar su bolso. Me meto en el de damas para hacer lo mismo, el
nuevo par de zapatillas que aparecieron mágicamente después del baño de
sangre del laberinto aún brillantes y blancas, donde solo las he usado una
vez.
No me di cuenta de que la universidad tenía un presupuesto para
reemplazar los artículos dañados, pero supongo que Draven cobra una gran
cantidad de dinero por la matrícula por una razón.
Gabe me sonríe cuando me uno a él, luciendo demasiado alegre y
digo arrastrando las palabras:
—¿Me sacaste de mi dormitorio al amanecer, antes de que se
levante mi toque de queda, para hacer ejercicio? ¿Cómo superaste la
obsesión de North de mantenerme encerrada?
Gabe sonríe ante el tono áspero y grave de mi voz mientras arroja su
bolso al suelo junto a la pared y se quita la camiseta. Hago todo lo que está
en mi poder para no ver la ondulación de sus músculos demenciales, pero
solo soy una humana, y demonios, realmente es demasiado sexy para las
palabras.
Maldición. No, tengo que dejar de mirar antes de que mi vínculo
entre en juego.
—North no te inscribió en ET como una forma de torturarte, no
importa cuánto quieras creer eso. La Resistencia está sacando Vínculos de
las calles todos los días. Los que escuchamos no son ni la mitad de los
casos reales. Necesitas saber cómo defenderte, especialmente porque no
tienes un don propio para usar. Lo estás haciendo bien en ET, pero aún no
hemos cubierto nada sobre defensa personal y cuando le dije a North que te
ayudaría a entrenar y hacer ejercicio, estuvo de acuerdo en que necesitas
toda la ayuda que puedas conseguir.
Auch.
Quiero decir, es verdad, pero eso no significa que esas palabras que
salen de esa boca no duelan. Especialmente cuando está parado allí sin
camiseta mientras busca algo en su bolso. Dios, incluso su espalda tiene
músculos tensos, ¿cómo diablos consigues estar tan marcado a nuestra
edad? ¿Ese tipo de cosas no toma tiempo? Tal vez los genes cambiaformas
lo hacen por él y, Dios, estoy disfrutando los frutos de ello.
—Estás babeando —dice Gabe, la petulancia gotea de cada sílaba, y
hay algo en este momento que hace que sea seguro coquetear un poco.
Sé que no me parezco en nada a las chicas alegres y perfectamente
tonificadas de esta clase, pero me han mostrado suficiente interés en el
pasado para saber que no soy una completa bruja. Cuando dejo mi bolsa
junto a la suya y me saco la camiseta por la cabeza, quedándome solo con el
sostén deportivo, finjo que me agacho para sacar mi camiseta de
entrenamiento de la bolsa.
Hace un ruido estrangulado y luego deja de respirar.
Tengo que tragarme el júbilo que sube por mi garganta y cuando me
pongo la camiseta por encima de la cabeza, arqueo la espalda un poco más
de lo necesario, mis senos se ven más erguidas que de costumbre.
—Eso es malditamente malvado. Estoy aquí para ayudarte y eres la
que eliminó el sexo de la mesa —dice Gabe con voz ahogada, agarrando su
botella de agua y acercándose a una de las máquinas de pesas.
Suelto una carcajada, sonando como una idiota depravada, pero
demasiado cansada y engreída como para preocuparme por cómo me veo
para él en este momento.
—Juego para ganar, deberías aprender esa lección ahora antes de
que te muerda el trasero.
Se encoge de hombros y comienza a configurar la máquina para mí.
—Has hecho suficiente daño como para que ahora sea a prueba de
balas, Fallows. ¿Cuánto es lo máximo que puedes levantar ahora?
Maldita sea.
Tengo que ignorar su indirecta hacia mí y obligo a mi voz a estar
tranquila cuando respondo:
—Dos kilos y medio.
Pone los ojos en blanco y luego me echa un vistazo.
—Sé que te estás comportando como una malcriada en este
momento, pero si tenemos que comenzar con dos y medio, esto continuará
para siempre. Nunca saldrás de aquí.
Quiero decir, realmente no bromeaba, pero no discuto con él cuando
agrega nueve kilos y luego me hace un gesto con la cabeza para comenzar.
Me tomo mi tiempo, principalmente para meterme con él, pero también
porque no tengo idea de si realmente puedo hacer esto.
Media hora después, decido que prefiero morirme.
Preferiría acostarme y morir si la Resistencia me persigue porque no
hay nada en el mundo que pueda ser peor que todo esto. Demonios, y
pensar que había pensado que el circuito de entrenamiento de Vivian era
malo. Gabe lo humilla completamente y empiezo a arrepentirme de haberle
extendido esa estúpida rama de olivo.
Así es como me está castigando por dejarlos.
—No voy a hacer nada más. Si intentas ponerme en otra máquina,
pondré el grito en el cielo y saldré corriendo de aquí. Voy a ir a la policía,
los no-Dotados definitivamente me ayudarán a escapar de este tipo de
abuso.
Gabe pone los ojos en blanco ante mi dramatismo, y aunque también
está sudando con el entrenamiento, su voz sale firme y sin el jadeo que yo
estoy haciendo:
—Puedes molestar a Gryphon por esto más tarde si lo odias, él es el
que establece las repeticiones. Pareció pensar que podrías manejarlo, pero
supongo que puedo llamarlo y decirle que te quejaste.
Maldición.
Maldita sea, ha descubierto cómo tocarme como un jodido violín
porque esa mierda es una bandera roja que me agita y al instante vuelvo a
levantar pesas y espero morir. Se necesitan todas las técnicas de distracción
que he aprendido para superarlo, pero aguanto toda la hora, mi cuerpo se
derrumba sobre las colchonetas en el momento en que murmura que hemos
terminado.
—No voy a llevarte de vuelta a los dormitorios, así que será mejor
que cooperes, Vinculada.
Lo maldigo, pero sale un lío confuso de gemidos y jadeos de los que
solo se ríe. No hay forma de que me vuelva a mover, así que acepto que
vivo aquí ahora, en este lugar exacto en las esteras. Realmente necesito
cambiarme mi ropa asquerosa y sudorosa, pero mi bolso está al menos a un
metro y medio de mí y casi lloro ante la sola idea de llegar hasta allí por mi
cuenta. Gabe resopla ante mis gemidos y me lanza la bolsa en su camino
hacia el vestuario de los chicos. Oigo que abre la ducha y supongo que
tengo unos diez minutos para levantarme del suelo.

Necesito cada segundo que pueda obtener.


Decido que ser amiga de Gabe podría terminar siendo más difícil de
lo que vale si él insiste en hacerme entrenar todas las mañanas, pero una vez
que finalmente me levanto del suelo, nos lleva al comedor y comemos
juntos en una especie de silencio agradable que ninguno quiere romper.
Es impactante para mí cuántos estudiantes lo conocen y lo aman, y
paso la mitad del tiempo que estamos comiendo siendo presentada a alguien
nuevo que se detuvo en la mesa para hablar con Gabe sobre algunas
tonterías deportivas. Soy educada pero no amistosa porque, sinceramente,
mi círculo ya parece demasiado grande para mi gusto. Estaba feliz solo con
Sage, pero ahora están Sawyer, Félix, Gabe y, maldición, Atlas, cuyos
mensajes siguen siendo lo primero que veo cuando me despierto y lo último
que leo antes de dormirme todas las noches.
No puedo darme el lujo de extrañar a todas estas personas cuando
las deje atrás.
Le doy excusas a Gabe sobre la necesidad de terminar unas tareas y
me acompaña de regreso a mi dormitorio sin cuestionar el cambio repentino
en mi estado de ánimo. Cuando vuelvo a mi habitación, le envío un mensaje
de texto a Sage y Atlas con la misma historia sobre estudiar y luego paso el
resto del día jugando con mi teléfono y tratando de no perder la cabeza por
estar atrapada aquí con toda esta gente que estoy empezando a… necesitar.
Maldición, los necesito a todos. Necesito sus amistades como nunca antes y
estoy completamente perdida.
Finalmente me obligo a abrir mis libros de texto por la tarde y luego
me meto en la cama cuando siento que mis ojos están sangrando alrededor
de la medianoche.
Me despierto a las cuatro de la mañana por el timbre de mi teléfono.
Lo ignoro, porque a la mierda con cualquiera de mis Vínculos que
está tratando de arruinarme la semana despertándome ahora mismo. Me doy
la vuelta en la pequeña maldita cama y luego empujo una almohada sobre
mi cabeza cuando el teléfono comienza a sonar de nuevo. Sé que es mejor
no ignorarlo, sé que no me estarían molestando de esta manera y que
probablemente esté pasando algo importante, pero después del
entrenamiento con Gabe ayer, estoy muy exhausta.
Los golpes en mi puerta que comienzan diez minutos después no
son tan fáciles de ignorar.
Podría asesinar a quien sea que esté aquí.
Salto de la cama y abro la puerta, lista para derramar un poco de
sangre, solo para encontrar a Gabe de pie allí, jadeando y enloquecido.
Olvido mi furia debido a que me despertara mientras lo miro. No lleva
puesto nada más que un par de pantalones cortos de baloncesto, cada
centímetro de su piel dorada brilla con el resplandor de mi maldita lámpara
de noche.
Es malditamente magnífico.
Algunas de las puertas del pasillo se abren, chicas con el ceño
fruncido asoman la cabeza para mirarme como si fuera mi culpa que Gabe
haya aparecido como un maldito toro furioso en una tienda de porcelana al
amanecer.
—¿Dónde está tu teléfono? ¿Por qué diablos no respondiste? —
gruñe Gabe, pero estoy demasiado ocupada tratando de reiniciar mi ahora
muy roto cerebro para responder, todo mi descaro y sarcasmo habituales se
han ido al verlo, y cuando pasa a mi lado para entrar en mi habitación, me
doy cuenta que tiene los pies descalzos. Es posible que mi cerebro no esté
en pleno funcionamiento, pero algo encaja para mí.
Se transformó y corrió hacia aquí.
—¿Qué pasó? Maldición, Gabe, ¿qué diablos sucede?
Cierro la puerta y me recuesto contra ella, tratando
desesperadamente de no mirarlo mientras camina alrededor, mirando todo
como si esperara tener que defendernos a ambos contra todo un maldito
ejército que está al acecho detrás de mi espejo roto y de mierda.
—Doce Dotados fueron secuestrados esta noche. Tres de ellos eran
de este edificio, regresaban de una fiesta y los tomaron afuera. North dijo
que tu GPS no se había movido pero… tenía que comprobarlo por mí
mismo.
Maldición.
Maldición. Esto se está yendo de las manos, si no me dejan ir
pronto, voy a ser atrapada y será el final de todo. El miedo me hace gritarle:
—¡No necesito una maldita niñera!
Se da la vuelta para gruñirme:
—¡Entonces contesta tu maldito teléfono!
Soy más abierta de lo que normalmente sería porque en realidad es
demasiado dulce pensar que corrió todo el camino hasta aquí solo porque
no contesté mi teléfono, pero todavía estoy enloqueciendo por tener amigos
y lazos que me mantienen aquí.
—¡Acabas de decir que North revisó el GPS, no hay razón para que
te apresures aquí y despiertes a todo el maldito edificio!
Sus ojos se entrecierran y luego su pecho se agita cuando inhala
profundamente para tranquilizarse, del tipo que probablemente significa que
está tratando de encontrar un poco de paciencia para lidiar con mis asuntos.
—Dijiste que éramos amigos… bueno, esto es lo que hacen los
amigos, Oli. Cuando no contestaste el teléfono, tuve que asegurarme de que
no te llevaron. Así es como se ve la amistad conmigo, tómalo o déjalo.
No tengo más remedio que aceptarlo porque estoy tan cansada de
discutir con él. No puedo cambiar nuestra situación, y definitivamente no
puedo bajar la guardia a su alrededor, pero toda la lucha en mí que
normalmente tengo por él se ha ido.
—De acuerdo. Muy bien, bien, ahora sabes que estoy viva y te
prometo que contestaré mi estúpido teléfono la próxima vez. Vete a casa y
déjame dormir unas cuantas horas más.
Me desplomo en mi cama, finalmente me doy cuenta de que estoy
usando nada más que un par de viejos pantalones cortos andrajosos y una
camiseta sin mangas, pero Gabe no ha notado ni comentado exactamente lo
vagabunda que luzco, gracias a Dios. Me recuesto contra la terrible
almohada y trato de ponerme cómoda, pero es imposible hacerlo con la
forma en que él está allí de pie mirándome como si fuera tan malditamente
interesante aquí en mi habitación de mierda sin absolutamente nada
personal. Ni siquiera un buen juego de sábanas o una manta.
Le brindo una mirada que él ignora por completo mientras se desliza
hacia el suelo, su espalda presionada contra la puerta y sus ojos brillan un
poco en la oscuridad, la única prueba de que está luchando con su don en
este momento.
Realmente no puedo pelear con él, mi voz suena cansada y
exhausta:
—Todavía estoy cansada, Gabe, por favor, déjame dormir.
Se encoge de hombros y aparta la mirada para ver por la pequeña y
mugrienta ventana.
—No te voy a dejar sola aquí mientras hay una maldita Resistencia
secuestrando gente. Solo vete a dormir y en la mañana iré al comedor
contigo antes de la clase.
Resoplo y subo mi manta hasta mi barbilla, pero es demasiado
extraño intentar dormir con él sentado allí, así que me rindo antes de
intentarlo de verdad.
—¿Qué hace el Consejo al respecto? No puedes decirme que
simplemente están sentados dejando que la gente sea secuestrada.
Escucho a Gabe exhalar una larga bocanada pero mantengo mis ojos
en el techo.
—Algunos de ellos quieren hacer exactamente eso. Son demasiado
cobardes para formar un plan e ir tras ellos, soltando tonterías sobre ser
mejores y mantener la paz.
Al diablo con eso, no existe tal cosa como ser mejores cuando se
trata de esta gente. Tomarán cualquier debilidad o muestra de moralidad y
la usarán para destruirte.
Sé que es un hecho.
—¿Y qué piensa North al respecto? ¿Qué está haciendo por la
comunidad con todo ese dinero y poder suyo? —Mi voz es mordaz y Gabe
no me responde por un minuto, la habitación se convierte en un silencio
cargado que está lleno de todos nuestros secretos.
Mi teléfono vibra debajo de mi almohada y, sin pensarlo, lo saco
para ver el mensaje de Atlas.
Escuché sobre los secuestros. Ha habido siete aquí durante la
noche también. Voy a presionar para que me transfieran, no me voy a
quedar sentado y dejarte sola para que enfrentes esta mierda.
Trago porque realmente no quiero que venga. Es el poquito de
alegría que me permito por la distancia que nos separa. Si aparece, entonces
tendré que poner entre nosotros la misma distancia que tengo con los demás
y eso me parece tan devastador en este momento.
—¿De quién es ese teléfono?
Maldición.
Lo dejo caer sobre las fundas, pero no sirve de nada esconderlo
ahora, Gabe lo vio y se dio cuenta de que definitivamente no es el modelo
viejo de iPhone que North me había dado. No, es el brillante y nuevo que
me envió Atlas. Está en su plan telefónico y me permito aceptar eso de él
porque es el único al que le envío un mensaje.
—Oli, ¿de dónde diablos sacaste eso?
Pongo los ojos en blanco y luego le doy la espalda porque una vez
más me está demostrando que todos creen que son mis dueños y tienen
derecho a quitarme hasta la última de mis libertades.
—Atlas me lo envió, ahora corre a delatarme a North como el buen
perrito faldero que eres.
Hay silencio de nuevo y luego murmura en voz baja:
—Maldición, eres una perra, Fallows.
Aun así no se mueve para levantarse y al final el sueño me reclama.
Capítulo 18
Somos lanzados de nuevo en nuestras clases como si nada hubiera
pasado y es tan malditamente extraño.
Gabe finge que no discutimos sobre su viaje improvisado a mi
dormitorio y nuestra pelea por el teléfono, y comenzamos a pasar todas las
mañanas en el centro de entrenamiento haciendo ejercicio y siguiendo la
rutina de entrenamiento de defensa personal de Gryphon. North no aparece
en mi puerta para arrebatármelo, así que tengo que asumir que Gabe
mantuvo la boca cerrada al respecto. Nadie más parece preocupado por los
secuestros, aunque noto la seguridad adicional en el campus, vigilándonos
sutilmente a todos mientras nos movemos por los edificios.
Sawyer se pega al lado de Sage, dejándola solo para ir a sus propias
clases, y estoy segura de que solo lo hace porque sabe que Gabe nos sigue a
ambas. Cuanto más miro alrededor de los pasillos, más veo que todos se
mueven en grupos, como si todos los grupos de Vinculados se pegaran entre
sí por seguridad, por lo que tal vez no estén tan afectados como parece al
principio.
El viernes, Gabe y yo nos separamos de Sage y Sawyer para
dirigirnos a ET e incluso con los entrenamientos adicionales que ahora
estamos haciendo antes de la clase, me encuentro temiendo volver allí con
los otros estudiantes. Espero a que Vivian nos lleve al laberinto de nuevo,
mi cuerpo aún siente los dolores y molestias de la última vez.
Él no nos lleva.
Una vez que estoy vestida con mi equipo y vuelvo al área de
entrenamiento, encuentro a muchos chicos del equipo táctico parados
alrededor. La mitad de ellos se vuelven para mirarme bien, lo que es
realmente desagradable, especialmente cuando queda claro que los
conozco.
Son los que me agarraron y me arrastraron de vuelta aquí.
Estoy a punto de acercarme a uno de ellos, el chico que me había
derribado y tirado contra el suelo en el café en el que había estado
trabajando, y patearlo en las bolas con tanta fuerza que sus malditos
antepasados lo sintieran, cuando Vivian grita para comenzar la clase:
—Vamos a trabajar en técnicas de defensa personal y regresaremos
a las colchonetas.
Estoy esperando el mismo tipo de gemido que el sótano había
sacado de todos, pero en cambio hay un murmullo que recorre la habitación
al instante. Todas las chicas comienzan a mirarse entre sí y los chicos
comienzan a flexionarse como si esta fuera una oportunidad para
impresionar.
Me quedo en mi lugar habitual en la parte de atrás del grupo, pero
Gabe se acerca a mí, un par de sus amigos de fútbol se unen a nosotros con
un respetuoso asentimiento en mi dirección. Golpeo suavemente a Gabe con
mi hombro y señalo al chico que quiero asesinar a sangre fría y pregunto:
—¿Cómo se llama?
Frunce el ceño y se inclina para murmurar en voz baja en mi oído:
—Kieran Black. Es el segundo de Gryphon y tiene mal genio, así
que aléjate de él.
Asiento, pero creo que se está olvidando de que yo también tengo
temperamento y que se ha encendido, ardiendo dentro de mí y listo para
quemar a ese imbécil hasta los cimientos.
—Veamos cuánto han olvidado, ¿de acuerdo? Hanna, Ty, súbanse a
las colchonetas y expliquen las posturas, los golpes y los bloqueos que ya
hemos pasado.
Uno de los compañeros de fútbol de Gabe se acerca, así como una
de las chicas. Hanna no es chismosa ni coqueta, y sus hombros son tan
musculosos y definidos que creo que va a aplastar a cualquiera que se
enfrente a ella, porque claramente es una chica ruda. Es casi suficiente para
hacerme sentir extremadamente intimidada.
Bien.
Excepto que la cuestión es que ya he estado trabajando en estas
posiciones, gracias a mi tiempo con Gabe, pero no soy tan estúpida como
para decirle eso a nadie. Solo observo cómo Hanna y Ty hacen los
movimientos como si estuviera empapándome de algo nuevo.
Hanna es mucho mejor que yo, obviamente, pero el juego de pies de
Ty es descuidado. Lo veo al mismo tiempo que lo hace Vivian, su boca se
tuerce hacia abajo, y cuando patea el tobillo de Ty, los dos caen en una pila
sin aliento y gimiendo.
Ahogo una risita que me gana el ceño fruncido de Kieran. Gryphon
no intenta mirarme, lo que ya sé es gracias a su creencia de que soy una
malcriada sin valor, así que eso arde un poco.
Una vez que vuelven a ponerse de pie, Vivian sube al espacio vacío
y grita con su voz atronadora:
—Las reglas son simples; el primero en poner a sus oponentes sobre
la lona, gana, y bajo ninguna circunstancia se les permite usar su don.
Ah, perfecto, el tipo exacto de competencia que en realidad tengo la
oportunidad de ganar y con las posturas y los lanzamientos que Gabe ha
estado haciendo conmigo, estoy tranquilamente segura de que venceré… a
alguien. Incluso si es solo la primera persona que me subestima, será bueno
para mi confianza y mi estado de ánimo después del espectáculo de mierda
de una semana que hemos tenido.
Tal vez mis Vínculos retrocedan un poco si saben que puedo
defenderme incluso sin un don. Lo dudo, pero bueno, así es la esperanza.
—Fallows, súbete a las esteras. Necesito ver qué tan atrasada estás
con esto para poder averiguar cómo diablos voy a hacer que nos alcances.
Pongo los ojos en blanco hacia Vivian antes de lanzarle una sonrisa.
—Si sigues molestándome, la gente hablará, anciano.
Los chicos del equipo táctico frente a mí se ponen rígidos como si
estuvieran en estado de shock porque estoy hablando con su amado
entrenador de esta manera, pero Gryphon simplemente niega con la cabeza,
sus ojos todavía en cualquier lugar menos en mí.
Lo odio tanto.
—Es suficiente. No te voy a dejar ir solo por soltar tu lengua.
Vamos, lleva a Hanna a la lona y estaré lo suficientemente impresionado
como para no hacerte hacer suicidios1 por burlarte de mí.
Me burlo de él incluso cuando empiezo a moverme.
—Si crees que eso es burlarme, no me has visto en mi mejor
momento, pero está bien, tírame al fondo para tu propio disfrute enfermizo.
Gabe sonríe, agachando la cabeza contra las colchonetas para que
Vivian no lo vea disfrutando de mí insultando al viejo entrenador. Tengo la
sensación de que no se saldría con la suya tanto como yo.
Hanna tiene el físico marcado, y cuanto más me acerco a ella, más
dudo porque no esperaba que fuera tan firme mirándola de cerca. No sonríe
ni intenta incitarme, solo espera a que me quite los zapatos y dé un paso al
frente. Nos quedamos allí y nos miramos hasta que Vivian decide comenzar
el combate.
—Empiecen.
Su primer error es que inmediatamente pasa a la ofensiva, corriendo
hacia mí y golpeando, pero después de una semana completa con Gabe
haciendo lo mismo, estoy preparada para ello. Es tan fácil como respirar
para usar su propio impulso contra ella y darle la vuelta sobre mi hombro y
plantarla sobre las colchonetas.
Gabe es fácilmente el doble de grande que ella, así que soy un poco
dura al respecto, pero antes de que pueda relajarme y disculparme por ser
una imbécil, su don me empuja y me envía volando por la habitación,
golpeándome contra la pared.
El chillido que sale de mí es vergonzoso, pero no hay forma de que
pueda evitarlo ante la sorpresa de que rompa las reglas solo porque le gané
de manera muy eficiente.
—Jesucristo, ¿podremos alguna vez pasar una clase sin que uno de
ustedes dañe a Fallows? La chica va a necesitar un pase rápido a atención
de urgencia a este ritmo —se queja Vivian, pero me pongo de pie y hago un
gesto con la mano hacia él.
—Estoy bien, que no se enreden las bragas por el papeleo.
Los estudiantes a mi alrededor estallan en una risa nerviosa, como si
pensaran que serán asesinados por reírse conmigo.
Froto la parte trasera de mi cabeza pero no estaba salvando la cara,
realmente estoy bien. Me sorprende cuando Hanna aparece en mi línea de
ojos con el ceño fruncido.
—¡Lo siento, no puedo creer que acabo de hacer eso! No he perdido
el control de mi don en años. No tengo ni idea de cómo sucedió eso. ¿Estás
bien? ¿Necesitas ayuda para ir a la bahía médica?
Suena bastante sincera y le hago señas para que no le dé
importancia.
—No es la primera pared contra la que me tiran, está bien.
Ella asiente y se endereza, volteándose hacia Vivian, pero
permaneciendo cerca de mí como si esperara que me desmayara o algo así.
Intento volver a centrar mi atención en la clase, pero es como si el aire de la
habitación hubiera cambiado y ahora hay tensión filtrándose por todas
partes. Miro a mi alrededor, pero no hay señales de dónde viene, así que
obligo a mi atención a regresar al combate que está ocurriendo en las
colchonetas.
Me veo obligada a quedarme fuera durante el resto de la sesión, pero
comienza una especie de competencia dura y es demasiado genial verla.
Ronda tras ronda, observamos cómo los grupos se hacen cada vez más
pequeños. Hay un extraño tipo de orgullo de Vínculo dentro de mí de que
Gabe gane todas las peleas hasta que es el último en pie.
Vivian le gruñe un “bien hecho”, pero Gabe se pavonea como si
hubiera recibido un sinfín de elogios, y es muy extraño. Todos regresamos a
los vestuarios para cambiarnos y Hanna se queda demasiado cerca de mí
todo el tiempo. Empiezo a pensar que su disculpa fue solo una cortina de
humo y que está a punto de darme un puñetazo mientras estoy parada en
ropa interior, pero luego respira profundo en el momento en que la puerta
del vestuario se cierra.
—Maldición, honestamente pensé que todo el equipo táctico de
Shore estaba a punto de arruinar mi vida por arrojarte. Te lo juro, no quise
hacer eso. No tengo idea de por qué mi don se estropeó.
Sus palabras salen apresuradas y me toma un segundo recordar que
el apellido de Gryphon es Shore.
—Está bien, probablemente estaban sorprendidos de que te hubieras
saltado las reglas de Vivian. No estoy herida, no te preocupes por eso.
Ella gime y se desnuda para ponerse los jeans y la camiseta. Estoy
un poco más incómoda cuando me cambio frente a todos, pero solo porque
la mitad de mi ropa ya no me queda bien y es vergonzoso no lucir de la
forma en que quiero vestirme.
—Todos sabemos lo que le pasó a Zoey, sé que no debo perder la
cabeza a tu alrededor. Nunca dejaré que vuelva a suceder.
Le frunzo el ceño, pero sigue murmurando para sí misma y tengo
que entrometerme para decirle:
—Zoey perdió su lugar porque se enfrentó a una compañera de
equipo, no tuvo nada que ver conmigo. Relájate, Gryphon honestamente no
me soporta. Estás bien.
Se detiene, me mira fijamente durante un instante y luego niega con
la cabeza.
—Él fue a su familia personalmente. Me encontraba en su casa para
terminar una tarea que teníamos juntas y fue lo más aterrador que he visto
en mi vida. Dejando a un lado los problemas personales, sigues siendo su
Vínculo, y Gryphon Shore no es alguien a quien decidas enfadar por
capricho.

Se cuelga el bolso al hombro y sale corriendo antes de que pueda descifrar


la mitad de lo que ha dicho. Me quedo allí de pie en el vestuario a medida
que se vacía, con mi sudadera con capucha aferrada en mis manos, mientras
todo lo que creía saber sobre estos Vínculos míos es cuestionado.

Cuando Gabe y yo llegamos a la mansión de North para nuestra


cena de vínculo, sigo siendo una pila de emociones retorcidas y
desordenadas. No me gusta sentirme así, como si realmente no supiera cuál
es mi posición con ninguno de ellos, y Gabe sigue mirándome como si
estuviera preocupado de que esté a punto de estallar en lágrimas.
Quiero decir, no se equivoca mucho porque podría hacerlo.
Abre la puerta principal como siempre, pero cuando entramos, dos
miembros del personal de la casa y el conductor de North nos detienen de
inmediato. Gabe no parece preocupado, pero me siento muy incómoda
porque he visto a estas personas docenas de veces y todavía no sé sus
nombres. Se siente esnob y como si fuera una imbécil por no presentarme
adecuadamente.
El conductor inclina la cabeza hacia mí con respeto y hace un gesto
al personal de la casa.
—Señorita Fallows, el concejal Draven asistirá a una cena en la
ciudad esta noche y se unirá a él. Está en una llamada en este momento,
pero ha dejado instrucciones para que estés lista en la próxima hora, por lo
que debemos actuar rápidamente.
Oh, mierda no. Absolutamente no.
—No voy a…
—Señorita Fallows, realmente debe darse prisa. El concejal Draven
no estará disponible para hablar con ustedes durante algún tiempo y hay
mucho que hacer.
Estoy a punto de girar sobre mis talones y correr gritando de regreso
al campus a pie, pero Gabe pone una mano en mi espalda y me empuja
suavemente en dirección al personal de la casa, impulsándome a toda esta
farsa nocturna.
Me llevan a través del laberinto de casa a un dormitorio en algún
lugar del segundo piso e inmediatamente hay mujeres “trabajando” en mí,
desnudándome y trabajando para convertirme en la linda, obediente y sin
voz Vínculo que North quiere para la noche.
Me doy cuenta de que no es culpa de la mujer que me está metiendo
en un deslumbrante vestido de Dior, ni de la tímida chica que chasquea la
lengua ante los tonos lavanda de mi cabello, así que cierro la boca y dejo
que hagan su trabajo. Puedo asesinar el presumido y pretencioso imbécil de
North cuando salga de cualquier roca bajo la que se esconde.
El personal es demasiado bueno para saber cómo maniobrarme, así
que en lugar de llevarme escaleras abajo a donde sea que esté el maldito
North, me llevan directamente al garaje en un ascensor que no sabía que
existía y me depositan directamente en uno de los Rolls Royces, cerrando
las puertas para que no pueda escapar.
Tengo que usar una variedad de técnicas de meditación que he
aprendido a lo largo de los años para calmarme porque estoy a punto de
apuñalar a alguien. No ayuda que ya tengo mi periodo y todas las hormonas
adicionales me tienen tan locamente sedienta de sangre que mi don me
ruega que lo deje jugar.
Estoy encerrada a salvo en un comportamiento helado cuando North
finalmente llega, deslizándose en el asiento a mi lado sin siquiera un saludo
o una disculpa, y lo ignoro por completo.
Voy a arruinarlo durante esta cena.
El viaje a la ciudad es terriblemente silencioso e incómodo.
Hago todo lo posible por no preocuparme por mi vestido, pero
nunca me he puesto algo tan elegante en mi vida. Hay una parte de mí que
está preocupada de que me vea como una idiota, como una niña jugando a
disfrazarse en el armario de su madre, y el rechazo total de North hacia mí
no ayuda en nada. Ni siquiera tiene su teléfono en la mano como excusa,
solo frunce el ceño por la ventana como si fuéramos una pareja casada que
disfruta nada más que el silencio forzado.
No es hasta que nos detenemos en un semáforo en rojo frente al
restaurante que finalmente me habla.
—Esta cena es más importante que tu actitud. Si realmente te
preocupas por la comunidad de Dotados tanto como dices, entonces te
comportarás de la mejor manera, sea lo que sea.
Lo odio.
Lo odio a él y a todas sus manipulaciones. Cada parte de esta
experiencia proviene de que me observa y aprende sobre mí sin que me dé
cuenta, solo para que todo se use en mi contra para obtener exactamente lo
que quiere.
Lo detesto.
El conductor se detiene en el área de entrega del servicio de aparca
autos y North espera a que nos abra la puerta a los dos, ajustando el Rolex
en su muñeca y echando los hombros hacia atrás como si estuviera
preparándose para ir a la guerra.
Me controlo y me preparo para hacer lo correcto, puedo esperar
hasta que termine la noche antes de arrancarle los ojos por ser el peor
humano que he conocido, e incluyo al cabrón al que llama hermano en esa
evaluación.
North me ayuda a salir del auto y luego me dirige al restaurante y
hacia la mesa con una mano firme en mi espalda. La piel debajo de su
palma se siente cálida y hormigueante y tengo que decirle a mi vínculo que
se calme porque lo odiamos. A él no le importo, no me ha traído aquí como
su amado Vínculo, solo soy un peón en su juego de ajedrez.
Los otros miembros del consejo se levantan de sus asientos cuando
nos ven acercarnos. Mis rodillas comienzan a temblar porque esto es mucha
maldita presión para haberme lanzado sin ninguna advertencia o
entrenamiento. Solo espera que sepa qué diablos hacer aquí y, sinceramente,
probablemente lo arruinaré sin querer.
Hay al menos veinte personas asistiendo y todas saben mi nombre,
me saludan como saludan a North, ¡y me siento como una idiota parada allí
con él en un vestido, maquillaje, tacones y un condenado cabello color
lavanda!
Todos me miran de arriba abajo, evaluando cada centímetro de mí, y
eso me hace sentir como una cerda premiada en una feria rural. Cada uno de
ellos quiere tomar en cuenta todos mis atributos, la longitud de mis piernas,
los tonos azules de mis ojos, exactamente qué tan erguida estoy parada, y
darme una marca en consecuencia. Puedo decir cuál de ellos me encuentra
deficiente y esa rabia violenta chispea en mí nuevamente.
North saca una silla para mí y murmuro un “gracias” en voz baja
mientras me siento con cuidado, alisando el vestido sobre mis muslos
mientras intento acomodarme.
Estoy a punto de sobresaltarme cuando North se inclina para
presionar un beso en la parte superior de mi cabeza como si fuera una
persona preciosa para él y tengo que morderme la lengua. Todo esto es un
acto, una muestra de unidad y control para que no haya dudas sobre su
poder e integridad.
Sé exactamente cuánta tortura puedo soportar y no hay nadie en esta
habitación que pueda sacarme esta verdad a la fuerza. North es en realidad
un maldito gran concejal.
Cada pequeño chisme sobre sus políticas y planes que he escuchado
desde que me arrastraron al campus de Draven es algo con lo que estoy de
acuerdo, como que la comunidad de Dotados hace más para ayudar a los
no-Dotados o encuentra mejores soluciones para los niños Dotados
huérfanos ahora que la Resistencia ha estado secuestrando y matando a
tantos Dotados. No quiere quedarse sentado y ver cómo lastiman a la gente,
es proactivo en cuanto a la seguridad y nivela la brecha de riqueza entre las
familias de la alta sociedad y los Dotados en las áreas de ingresos más
bajos.
Aquí no tengo más remedio que interpretar al obediente Vínculo.
Pongo una dulce sonrisa en mi rostro y hago contacto visual con
cada persona en la mesa. Cuando North se sienta junto a mí, deslizo mi
mano en la suya sobre la mesa donde todos pueden ver, porque si él puede
montar un espectáculo, yo también.
No reacciona más que sus dedos tensándose ligeramente bajo mi
toque, y trato de no pensar en mi Vínculo sintiendo repulsión por la
sensación de mi piel sobre la suya. Maldición, ¿cómo voy a pasar esta cena
sin derrumbarme o gritarle? Es muy difícil, pero mantengo la sonrisa
pegada a mi rostro, incluso cuando mi propio vínculo comienza a llorar
dentro de mí.
—Entonces, ¿todo está bien en tu mundo otra vez, Draven? —dice
el hombre mayor y de aspecto distinguido en el otro extremo de la mesa.
Es bastante guapo, pero hay algo desagradable en la sonrisa en su
rostro.
Su Vinculada es una mujer delgada, de aspecto desesperado, sentada
a su lado con una mueca de desdén apuntando en mi dirección. Ni siquiera
trata de ocultar su desdén por mí y me encuentro sentada más erguida,
poniéndome en una pose de lucha porque no hay nada como una mirada de
disgusto para prepararme para la pelea.
—Oleander necesitaba algo de tiempo para encontrarse a sí misma.
Tiene una veta salvaje que ninguno de sus Vínculos quería sofocar, aunque
estamos contentos de tenerla de nuevo con nosotros. —Su voz es suave e
intensa, gesticulando hacia mi cabello como si el color solo probara que soy
demasiado para manejar y no que soy simplemente una chica de diecinueve
años con voluntad y mi propio sentido de la personalidad.
Sonrío y agito mis pestañas hacia él como si me hubiera felicitado y
estuviéramos perfectamente sincronizados, no hay problema aquí,
absolutamente emocionados de estar atrapados juntos para toda nuestra vida
debido a este estúpido vínculo.
Sus dedos se aprietan alrededor de los míos de nuevo y no sé si me
está advirtiendo que pare o mostrando sorpresa por la facilidad con la que
he decidido aceptar esta mierda que me está imponiendo.
—Yo, por mi parte, estoy muy feliz de verlos a los dos juntos. North
ha hecho demasiado por nuestra gente para quedarse atrás por una niña
rebelde —dice la mujer sentada a mi izquierda.
Sus ojos se clavan en los míos y hago todo lo posible por no apartar
la mirada, por no encogerme ante esta demostración de poder que está
intentando. Está perfectamente maquillada, su cabello cuidadosamente
recogido y su vestido cortado a la altura del pecho, de modo que se ven
indicios de sus senos a través del encaje verde esmeralda, lo que la
convierte en la viva imagen de la elegancia. Mezcla su cóctel con su don,
girando su dedo sobre el borde en una flexión de poder sin esfuerzo que
muchos de los miembros del consejo en la mesa están observando con
cautela.
Me hace preguntarme de qué son capaces todos ellos.
North se ríe por lo bajo y tira de mi mano debajo de la mesa para
que nuestras manos unidas descansen sobre su muslo. Los ojos de la mujer
siguen el movimiento y veo el estremecimiento. Oh, Dios mío. Oh,
maldición, Dios mío, esta es otra de sus ex amantes aquí metiéndose
conmigo porque está enojada de que sea su Vínculo. Está sentada allí
gruñéndome tonterías no porque abandonara a mi vínculo, sino porque está
enfadada porque he vuelto y ahora tiene que competir conmigo.
Bueno, le salió el tiro por la culata, no quiero tener nada que ver con
este bastardo despiadado. Mi sonrisa se convierte en una que muestra los
dientes.
—Soy consciente de lo grande que es mi Vínculo, gracias.
¿Se puede terminar esta cena ahora, por favor?
Algo tan simple como descubrir que mi Vínculo se ha estado
acostando con una de nuestras invitadas a la cena es suficiente para cambiar
mis planes de presentar un frente unido.
North puede sentir el cambio en mí de inmediato, y me pregunto si
es simplemente una habilidad innata leer a la gente o si tiene algo que ver
con el don que está escondiendo debajo de esos trajes perfectos suyos. Sus
dedos aprietan los míos de nuevo y tiro de ellos fuera de su alcance.
Si pensó que yo era una malcriada petulante antes, no tiene idea de
lo que su cena ha provocado en mí ahora. Podría estar dispuesta a apretar
los dientes y luchar a través de esto por el bien común, pero en el momento
en que salgamos de este lugar, me lanzaré de lleno sobre este imbécil.
Capítulo 19
La cena va de mal en peor muy rápidamente, pero me las arreglo
para mantenerme completamente fuera de la refriega. No es una tarea fácil,
especialmente con North insistiendo en ordenar todos mis platos por mí
como si yo no fuera capaz de elegir nada por mi cuenta. Es tan insultante y
degradante que realmente tengo que convencerme de no apuñalar al idiota
en la garganta con mi tenedor.
El salmón en papillote está para morirse y lo odio por elegirlo para
mí porque ¿cómo diablos sabe que prefiero el pescado y el marisco a
cualquier cosa si me dan la opción?
Dos de los concejales se pasan toda la cena discutiendo con él de esa
forma educada de “club de chicos” que tienen todos. Mantengo la boca
cerrada, solo hablo cuando se dirigen directamente a mí, y sonrío
calmadamente a todos los camareros porque nadie más aquí tiene modales
en absoluto.
Para cuando regresamos al auto, quiero morir.
No solo porque toda la noche me ha quitado las ganas de vivir, sino
también porque tengo cólicos como un hijo de puta y es muy probable que
esté sangrando por todo este ridículo vestido en este momento. Le pido a
North que detenga el auto en una farmacia en el camino de regreso y me
ignora por completo, dirigiendo el auto de regreso a las residencias y me
deja allí sin una sola palabra amable o, no sé, diciendo gracias, maldición
por lidiar con esta noche muy bien.
Realmente lo odio.
Me quito el vestido en cuanto llego a mi habitación y, por supuesto,
hay sangre por todas partes. Me envuelvo en una toalla y camino hacia los
baños compartidos, a pesar de que es la hora pico y todas se ríen y mofan de
mí por mi estado.
No me importan sus opiniones pero, demonios, un rostro amistoso
estaría bien en este momento. Hago lo mejor que puedo para ignorarlas, y
todas las tonterías con las que voy a tener que lidiar debido a esto, y en su
lugar me meto en mi pequeña e incómoda cama. La fina manta araña mi
piel hipersensible, pero estoy temblando y necesito toda la ayuda que pueda
conseguir para regular la temperatura de mi cuerpo.
El dolor en mi estómago es tan fuerte que puedo sentirlo irradiando
a través de los dedos de mis manos y pies, ni un solo centímetro de mi
cuerpo se salva del dolor. Rápidamente reviso mi teléfono para ver si hay
alguna farmacia cerca a la que pueda llegar antes de mi toque de queda sin
suerte. Cada una en esta pequeña ciudad universitaria estaría al menos a
media hora de ida y vuelta.
No creo que North consideraría esto una buena razón para romper
mi toque de queda, especialmente porque ni siquiera se detuvo en la
farmacia por mí. Todo lo que obtendría de él sería un sermón sobre cómo
merezco sentir algo de incomodidad después de lo que les había hecho
pasar.
Trato de descansar, pero en lugar de eso me despierto de a ratos, el
dolor me despierta la mayoría de las veces, y no sé cuánto tiempo ha pasado
cuando me sobresalta un golpe en la puerta. Me planteo ignorarlo porque
levantarme me va a costar. Me acuesto allí y trato de averiguar si puedo
levantarme, y luego escucho que la puerta se abre.
¿Quién demonios tiene la llave de mi puerta?
Se abre y Gryphon entra. Él es el último de mis Vínculos que espero
que esté aquí. Se para y me mira críticamente, sus ojos observan cada
centímetro de mi forma desaliñada. Nunca he sido tan consciente del lío que
debo parecer. Está parado allí vestido con sus jeans rasgados y botas de
motociclista, con una chaqueta de cuero colgada sobre sus hombros y su
cabello ondulado hasta su barbilla. Su mandíbula sigue flexionándose como
si estuviera rechinando los dientes y parece como si estuviera echando
humo.
—Voy a necesitar que seas realmente honesta en este momento,
Oleander. Las chicas de abajo dicen que esto es un aborto fallido. Revisé tu
rastreador GPS y sé que no puede ser a menos que lo hayas hecho en un
baño sola durante la hora del almuerzo. Entonces, ¿qué sucede?
Las lágrimas calientes de rabia llenan mis ojos y pienso en
arriesgarme a la ira de North huyendo de este maldito lugar.
—¿Importa lo que te diga? No es como si me creyeras de todos
modos.
Sus ojos siguen las huellas silenciosas de las lágrimas por mis
mejillas y las limpio rápidamente. ¡Maldito sea por verme en un punto tan
malditamente vulnerable!
—Sólo dime la verdad.
Pongo los ojos en blanco a pesar de que me duele hacer un
movimiento tan pequeño.
—Bueno, no me hice un maldito aborto y tampoco es un aborto
espontáneo. Tengo mi periodo y siento mucho dolor. Es así cada vez que lo
tengo, pero normalmente puedo conseguir analgésicos que me ayudarán. No
tengo una tarjeta bancaria para que me los entreguen y todas las farmacias
están demasiado lejos para volver a tiempo para el toque de queda. Me
quedaré aquí esta noche y mañana, tendré que llegar tarde a clases para
conseguir el maldito Midol.
Sus ojos se agrandan. Supongo que no esperaba ese tipo de
honestidad de mí esta noche. O eso, o él no me cree, lo cual, para ser
honesta, tengo suficiente dolor como para que no me importe. Solo quiero
que me deje en paz hasta que me sienta bien para este tipo de interrogatorio.
Asiente hacia mí lentamente y luego apaga las luces, toda la
habitación se hunde en la oscuridad. Mi respiración se vuelve un poco
inestable lo que, de nuevo, duele mucho.
—¿Qué demonios estás haciendo?
No me responde. Da un paso más cerca de la cama y luego escucho
el susurro de su ropa. Juro por Dios que podría reírme en su rostro. ¿Le
acabo de decir que estoy en completa agonía y quiere vincularse?
—Tienes que irte. No puedo darte lo que quieres en este momento.
Me frunce el ceño y siento sus manos moviéndose sobre la cama de
modo que estoy tambaleándome en el borde, luego se desliza detrás de mí.
Mi corazón comienza a latir tan fuerte que puedo oírlo latir en mis oídos.
—Gryphon, ¿qué demonios…?
—Solo cállate —espeta.
Me vuelve a acercar a su pecho para que me acueste un poco más en
la cama, y luego una de sus manos se extiende sobre mi estómago desnudo
debajo de mi camisón delgado. Su palma es cálida pero se vuelve
abrasadora cuando su poder fluye a través de su piel hacia la mía.
El dolor se detiene.
Empiezo a llorar de nuevo.
Me quedo rígida en sus brazos, principalmente para evitar que los
sollozos se apoderen de todo mi cuerpo y le dejen saber exactamente lo
malditamente patética que soy. No le molesta, comienza a moverme, solo
pequeños ajustes hasta que estoy más segura en sus brazos y los dos
estamos cómodamente envueltos juntos.
Espero hasta que creo que mi voz será firme y no estará empapada
de lágrimas antes de chillar:
—Gracias.
Tararea por lo bajo restándole importancia. Me siento como la
jodida perra más grande del mundo y es por eso, o por la sensación cálida y
narcotizante de su poder, que agrego:
—Dejarte fue lo más difícil que he tenido que hacer. Este dolor no
se compara en nada a eso.
Sus brazos se aprietan a mi alrededor hasta que creo que no puedo
respirar, pero solo me hace sentir… más segura.

Me duermo más fácil y más profundamente que en años.

Me despierto sola en mi cama.


Mis cólicos han regresado pero mucho más manejables, gracias a
Dios. Me siento hinchada, malhumorada y lista para arrancarle el rostro a
cualquier perra que comience conmigo hoy. Voy y tomo una ducha,
agradecida de que el baño compartido esté felizmente vacío.
Me río un poco al pensar en el rostro de North si se entera de que
me peleé con algunas de estas chicas. Solo puedo imaginar lo terriblemente
vergonzoso que sería para el gran Concejal. Entonces recuerdo que me
despidió por completo cuando me dejó aquí anoche y la sonrisa
simplemente desaparece de mi rostro. No importa lo que piensen. Seguiré
diciéndome eso hasta que se me grabe.
Me seco y vuelvo a mi habitación para vestirme para el día. Apunto
a estar cómoda y linda, necesitando la poca armadura que pueda tener
contra estas personas, y tengo la camisa a la mitad de mi cabeza cuando
Gryphon abre la puerta de mi habitación y entra. No me mira ni se da
cuenta de mi estado de desnudez mientras agarra la puerta para cerrarla y
bloquearla detrás de él.
Me las arreglo para poner la camiseta sobre mi sostén antes de que
sus ojos finalmente me toquen. No muestra ningún signo de estar
sorprendido, pero se toma su tiempo para arrastrar sus ojos sobre mis
piernas desnudas. Me alegro de haber elegido ropa interior bonita hoy
porque normalmente prefiero la comodidad mientras tengo la menstruación.
Las braguitas negras son simples pero bastante sexys.
Me mira.
—Agarré las pastillas que necesitas. También agarré un paquete de
calor y algo de comida chatarra. Mi hermana vive de dulces cuando tiene
síndrome premenstrual, así que supuse que tú también querrías eso —dice,
tendiéndome la bolsa de plástico.
Me quedo allí y parpadeo por un segundo.
—¿Por qué harías eso?
Deja la bolsa en mi cama cuando está claro que no voy a tomarla.
Finalmente recuerdo que no estoy usando pantalones y me acerco a mi
bolso para agarrar mis jeans, olvidando mis planes para los pantalones de
yoga ahora que Gryphon está aquí luciendo tan caliente como el infierno.
Me alejo de él para meter mis piernas y trato de no hacer una mueca
mientras los levanto. ¿Por qué no pueden hacer lindos jeans que no aprieten
tu útero como una maldita prensa?
—Te voy a hacer una pregunta y quiero que me la respondas con
sinceridad.
Hago una mueca y lo miro de reojo.
—¿Y por qué lo respondería para ti?
Frunce el ceño.
—Te ayudé anoche, ¿no? Es una pregunta simple, nada demasiado
revelador.
Mis ojos se entrecierran mientras lo observo. Él me ayudó, me
ayudó más de lo que sabe. No me ayudó solo con el dolor que sentía, estaba
empezando a sentir que no podía seguir aquí, pero él cambió eso con un
solo acto de bondad. Supongo que le debo algo.
Me encojo de hombros.
—Responderé lo que pueda. No puedo prometerte más que eso.
Saco el Midol de la bolsa y lo tomo sin agua, la pastilla se desliza un
poco por mi garganta, luego me siento en la cama para ponerme los zapatos.
No me queda mucho tiempo para que comiencen mis clases y necesito
comer algo antes o tendré que esperar hasta el almuerzo y eso suena como
otra forma de tortura. Realmente no quiero a uno de los hermanos Draven
en mi trasero hoy. Es muy probable que le dé un puñetazo en la garganta a
uno de ellos y necesito aferrarme a mi control.
Cada vez es más difícil hacerlo.
—¿Quisiste huir de nosotros, o te obligaron?
Es una pregunta abierta, lo suficientemente abierta como para poder
responderla honestamente sin arruinar mi vida por completo, así que suspiro
y le ofrezco una sonrisa irónica.
—Responderé, pero no me creerás de todos modos. No tenía otra
opción. No puedo decir nada más sin arriesgarte a ti y a los otros Vínculos
y, a pesar de lo que pienses, todo lo que he hecho es para mantenerlos a
salvo.
Sus ojos queman en mi piel, más calientes que su poder en mi
estómago la noche anterior.
—Dime quién te está amenazando.
Niego con la cabeza.
—No puedo decírtelo. No puedo decírselo a nadie.
Observo mientras vuelve a apretar los dientes, algo que claramente
hace cuando lo enojo. Apenas hemos pasado tiempo juntos y, sin embargo,
ya sé esto de él.
—¿Qué pasa si prometo no decirle a los otros Vínculos, me lo dirás
entonces? Podríamos mantenerlo entre nosotros y yo me ocuparé del
problema.
Me río de él mientras me pongo de pie y cuelgo mi bolso sobre mi
hombro.
—Nox es tu mejor amigo, te sientas a conversar con él en las
estúpidas cenas. No hay forma de que no le digas. No importa de todos
modos, no puedo decírtelo.
La mirada de enfado en su rostro se oscurece y cuando doy un paso
hacia la puerta, él no se aleja. Tendré que rozar su cuerpo para pasarlo, pero
cuando me muevo para hacerlo, sus brazos salen disparados y me agarra.
Mi aliento se escapa de mis pulmones.
Demasiado cerca. Él está demasiado cerca y estoy demasiado cerca
de derrumbarme.
Me mira a los ojos por un segundo antes de sacar una tarjeta de
crédito de su bolsillo y deslizarla en el mío.
—Esto es tuyo. Lo usarás para lo que necesites a partir de ahora.
Pide comida, pastillas, una maldita cama nueva, no me importa. Solo úsalo.
Santo cielo.
Frunzo el ceño y lucho por encontrar las palabras adecuadas.
—¿Por qué harías eso? No quiero quitarte nada. Si pudieras hacer
que North me dejara encontrar un trabajo, podría cuidar de mí misma.
La mano que todavía tiene alrededor de uno de mis brazos se
aprieta.
—Dime que lo usarás si lo necesitas.
Pongo los ojos en blanco por ignorarme.
—De acuerdo.
Saco mi brazo de su agarre y doy otro paso hacia la puerta, pero
claramente no tiene intención de dejarme ir. Me agarra de nuevo, girando
hasta que puede sujetarme contra él con su cuerpo. Un grito ahogado sale
de mi garganta y se inclina hacia abajo, sus ojos todavía calientes con ese
intenso calor suyo, y susurra:
—Dilo y dilo en serio. No hay nada peor que un mentiroso.
Trago saliva y jadeo:
—Lo usaré si es necesario, pero aún quiero un trabajo propio.
Levanta una de sus manos para trazar un lado de mi rostro.
—North nunca se arriesgará a perderte de nuevo. No creo que
alguna vez te deje encontrar un trabajo, pero si le preguntas directamente,
me pondré de tu lado.
No puedo respirar con él tan cerca de mí, con las líneas duras de su
pecho presionadas contra mí, y no hace un movimiento para alejarse, solo
me mantiene allí contra la puerta. El zumbido de su teléfono en su bolsillo
presionado entre nosotros rompe el hechizo y maldice por lo bajo mientras
se aleja.
—Agarra tus cosas, te llevaré al comedor.
Sale de la habitación sin decir una palabra más, cerniéndose junto a
la puerta hasta que la cierro. El pasillo está lleno de chicas, todas ellas lo
miran como si fuera un trozo de carne, pero no las reconoce. Camina lo
suficientemente lento como para que pueda mantener el ritmo sin correr, no
es que fuera a hacerlo hoy con lo malditamente hinchada que estoy, y luego
me doy cuenta de que él lo sabe y se está adaptando a mí.
No sé qué hacer con ese tipo de consideración.
Esta vez me siento tan incómoda subiendo a su auto como la
primera vez. Le envío un mensaje de texto a Gabe para decirle dónde estoy
y luego meto el teléfono en mi bolso. Gryphon no dice una palabra y el
viaje en auto de tres minutos es silencioso.
Cuando llegamos al comedor, me aclaro la garganta.
—Realmente aprecio…
—¿Vas a intentar huir de nuevo? —me interrumpe, sus ojos
escudriñan el campus como si estuviera esperando que me arrebataran de la
acera a plena luz del día.
Frunzo el ceño y me froto la nuca, la pequeña protuberancia del chip
GPS sigue siendo fácil de encontrar. Todavía me duele un poco y lo empujo
para sentir realmente el ardor.
—No.
Los ojos de Gryphon se posan en mi inquietud y dice:
—¿Huirías si no pudiéramos seguirte?
Puede oler mis mentiras, así que voy con la verdad.
—Huiría. Es mejor así.
Asiente lentamente.
—Podrías decírmelo, ya sabes. Podría cambiar muchas cosas para ti
por aquí.
Me encojo de hombros.
—Ambos sabemos que no lo hará. Tu mejor amigo ya me ha dicho
que no hay una excusa lo suficientemente buena como para que él la acepte.
Estoy atrapada aquí, y debido a eso, van a pasar cosas malas. Estoy
haciendo todo lo que puedo para detenerlo, pero… es probable que suceda
de todos modos.
Sus dedos tamborilean sobre el volante.
—El problema es que sé que crees eso. También sé que sea lo que
sea, deberías haber acudido a nosotros en lugar de huir. Deberías haber
confiado en nosotros.
Me río de él, oscura y malditamente desesperada.
—¿Oh, sí? Tenía catorce años. ¿Sabías que mis padres murieron
justo antes de que me hicieran la prueba? ¿Sabías que perdí todo y…
sucedió? Había descubierto que iba a tener Vínculos y todo iba a estar bien.
Los había perdido, ¿sabes? Lo había perdido todo.
Las manos de Gryphon se aprietan con tanta fuerza que el cuero del
volante cruje.
—¿Querías a tus Vínculos? ¿En aquel entonces?
Parpadeo para contener las lágrimas que siempre vienen cuando
pienso en ese momento.
—Más que nada, eso es lo que quería.
Asiente.
—¿Y ahora? ¿Quieres a tus Vínculos ahora?
Alcanzo la manija de la puerta para escapar. Tengo que largarme de
este auto antes de que me saque otra verdad, la única verdad aquí que me
carcome cada vez que me encuentro atrapada con uno de ellos.
—Oli, respóndeme. ¿Quieres a tus Vínculos o no? —gruñe,
presionando el botón de bloqueo para evitar que salga.
Vuelvo a mirarlo, mirándolo con enfado por hacerme esta mierda.
—No tiene sentido responder. No puedo tener a estos Vínculos.
Todos me odian y sé que es demasiado peligroso intentarlo. Estoy mejor
sola.
Salgo pero escucho sus palabras antes de que la puerta se cierre
detrás de mí.
—Esa podría ser tu verdad, pero no es la mía.
Tengo que mantenerme alejada de todos ellos.
Capítulo 20
Gabe pregunta por qué Gryphon me estaba llevando al campus, pero
lo descarto con facilidad, todavía enfadada porque ayudó a llevarme a la
maldita cena del Consejo con North. Sin embargo, no se da cuenta de lo
enfadada que estoy y simplemente me sigue como de costumbre.
No es hasta que nos sentamos con Sage y Sawyer a almorzar en el
comedor, que escucha el resumen de lo que realmente sucedió y se da
cuenta de lo enojada que estoy con él por eso.
—¡Me enteré de la cena al mismo tiempo que tú! ¿Cómo diablos es
mi culpa que la hayas pasado mal? Si interactuar con chicas que tus
Vínculos se han follado es suficiente para arruinarte el día, tengo malas
noticias para ti.
Lo golpeo en las costillas, no es que se dé cuenta porque está hecho
de músculo apilado sobre maldito músculo.
—¡Me empujaste a su gente y me dejaste! Casi muero, y luego tuve
que lidiar con toda la mierda que son los chismes de mi dormitorio porque
North no fue capaz de detenerse en una maldita farmacia por mí.
Sage hace una mueca hacia mí.
—También escuché los rumores. Obviamente no los creí, y le dije a
Gracie que si hablaba al respecto le contaría a su madre que estaba jadeando
por los Vínculos de otra persona.
Gabe frunce el ceño y mira entre nosotras.
—¿Qué rumores? No escuché nada.
Sawyer le frunce el ceño y finalmente levanta la vista de su teléfono.
—Por supuesto que no lo escuchaste, están hablando mierdas sobre
el Vínculo con la que acabas de hacer una tregua. ¿Crees que Zoey y su
pequeño grupo de perras tontas te dirían en tu rostro que están acusando a
tu Vínculo de un aborto auto-administrado?
Siento su control sobre su don resbalarse y no hace falta ser un
genio para darse cuenta de que no está mintiendo sobre no tener idea.
Mantengo mis ojos en mi comida porque no necesito su mierda de caballero
de blanca armadura.
—Por eso te trajo Gryphon. Escuchó…
Lo interrumpo.
—Sí, y tuve que convencerlo de que no era cierto…
—¡Bueno, por supuesto que no es cierto! ¿Quién lo dijo? ¿Cuál de
las amigas de Zoey? Voy a matar…
—No vas a matar a nadie…
Sawyer interrumpe:
—Es mejor que ustedes dos no comiencen a follar en la mesa aquí
en el comedor porque todo esto se siente como un juego previo realmente
enojado para mí y, sinceramente, solo quiero comer mi pizza en paz.
Lo fulmino con la mirada, pero casi al instante tengo que cambiar
mi enfoque de nuevo a Gabe, que está a punto de voltear una mesa por esto.
Supongo que esto se acerca demasiado a las consecuencias de la
desaparición de su Vínculo y ahora está sediento de sangre.
—Solo olvídalo. Sinceramente, me importa una mierda lo que
algunas chicas mezquinas y celosas piensen de mí. Mientras no me cause
ningún dolor con los Draven, no me importa.
Sage hace una mueca de nuevo, sobre todo porque tanto North como
Nox la aterrorizan, y le ofrezco una mirada de agradecimiento. Estoy
agradecida de que ella esté aquí, escuchándome gemir y no juzgándome por
ser una cabrona gruñona sobre todo.
Gabe empuja lo último del pollo a la parrilla de su plato de tristeza a
su boca y dice:
—Gryphon lo aclarará con North. Nox aún podría mencionarlo
porque él es… así.
Empujo mi bolso en mi espalda y me pongo de pie, lista para
terminar con este día.
—Esa es una buena manera de decir que es un completo imbécil que
lo mencionará en la mesa durante los próximos cincuenta malditos años.
Pasamos el día y, aunque Sage me invita a su casa para comer tacos
y hacer las tareas, la abandono, mi estómago sigue siendo un desastre
hinchado y dolorido. Solo quiero deprimirme en mi habitación y odiar mi
vida en silencio por la noche. Ella lo entiende, porque qué chica no lo hace,
y me deja atrás con un abrazo y la promesa de ver cómo estoy mañana.
Ceno temprano y luego vuelvo a las residencias para ducharme y
ponerme algo cómodo. Le devuelvo el mensaje a Atlas, solo un mensaje
general para contarle sobre mi día y hacerle saber que estoy bien, y luego
me sumerjo por completo en los libros.
Un poco después de la medianoche, todavía estoy revisando mis
libros de texto para la próxima tarea que Nox nos tiene haciendo cuando mi
puerta se abre y Gryphon entra, con una bolsa colgando de una mano.
—¿Ya ni siquiera vas a intentar llamar a la puerta? —digo, mi voz
cansada y mi mano temblando un poco mientras tomo notas porque estoy
muy ridículamente cansada. Debí haber parado hace horas pero mi cerebro
no quiere parar todavía.
—Esperaba que estuvieras dormida, no estudiando. No pensé que
los exámenes llegaran hasta varios meses.
Me encojo de hombros y observo cómo se quita los zapatos. No
tengo ni maldita idea de lo que está pasando ahora mismo.
—Soy una desertora de la escuela secundaria, ¿recuerdas? No tengo
más remedio que pasar todo mi tiempo libre con la nariz en mis libros de
texto.
Se quita la chaqueta y la arroja sobre la percha en la parte trasera de
la puerta, cubriendo el espejo roto y hecho mierda. Observo mientras se
quita la sudadera con capucha también, parado allí con sus jeans de cintura
baja y una camiseta negra suave, luciendo como la personificación del sexo.
Maldita sea.
—¿Tienes hambre? Traje un burrito, pero puedo dividirlo.
Hay literalmente un Twizzler colgando de mi boca, así que niego
con la cabeza. Sinceramente, todavía estoy tratando de entender lo que está
sucediendo en este momento en mi cerebro exhausto. Está aquí, en mi
habitación, ofreciéndose a dividir la comida conmigo sin ninguna razón que
yo sepa.
Se siente como una trampa.
—Deja de mirarme así, Oli. Estoy aquí para asegurarme de que estás
bien. Anoche lloraste en mis brazos durante horas, incluso después de
quedarte dormida.
Oh Dios, eso es vergonzoso.
—Estoy bien. Es mejor con las drogas y te aseguraste de que tenga
un gran suministro de ellas. En serio, vete a casa y olvídate de mí.
Me gruñe y ubica su trasero en el suelo, un espejo de Gabe hace solo
unas semanas, y desgarra su comida. Vuelvo a concentrarme en mis libros y
me pierdo en la historia de los análisis de sangre y en cómo se descubrieron
los marcadores de los Vínculos.
Lo siguiente que sé es que me estoy despertando con la mano de
Gryphon moviéndome suavemente hacia la cama. Trato de murmurar un
gracias, pero sale como un lío confuso. Resopla hacia mí, sosteniéndome en
sus brazos y esa maldita mano mágica suya se desliza sobre mi estómago.
Podría volverme adicta a esto tan malditamente rápido.
Esta vez, cuando me despierto, todavía está tendido en la cama a mi
lado, usando nada más que un bóxer negro. La cama es demasiado pequeña
para que me dé la vuelta, así que me quedo allí, demasiado asustada para
respirar en caso de que lo despierte y pierda este momento.
Obtendría esto todo el tiempo si tuviera permitido Vincularme con
él.
En el momento en que lo pienso, me odio a mí misma porque mi
vínculo inmediatamente comienza a estirarse hacia él, desesperada por
tenerlo. Soy brusca cuando tiro de él de regreso, la frustración sale de mi.
Hay un fuerte golpe en la puerta que despierta a Gryphon. Sale
disparado de la cama, instantáneamente en alerta máxima, y saca un arma
que no tenía ni maldita idea de que estaba en la habitación, fuera de su bota
mientras da dos pasos hacia la puerta.
Mi cerebro ni siquiera se ha dado cuenta del hecho de que alguien
está aquí, cuando agarra el picaporte de la puerta y la abre, sin camisa, con
la cama revuelta y en toda su gloria matutina.
Sage y Sawyer lo miran como imágenes idénticas de sorpresa.
Sería absolutamente divertido si no fuera también completamente
vergonzoso. No hay forma de que salga de esto sin que hagan algún
comentario que me dará ganas de morir porque con solo mirarlo, tienen que
asumir que hemos pasado toda la noche follando como conejos en celo.
—¡Bueno, discúlpanos! Sage, tenemos que irnos. Ahora. Muévete.
Gimo mientras Gryphon lo mira fijamente, finalmente baja el arma
y se aleja para dejarlos entrar, excepto que Sage está pegada al suelo
sorprendida. Salgo de la cama y me apresuro a tratar de explicarle que esto
definitivamente no es lo que parece.
Escucho a Gryphon hurgando detrás de mí, así que asumo que se
está vistiendo, gracias a Dios, pero en cuanto abro la boca, Sawyer me
interrumpe:
—Tenemos que intercambiar historias de penes porque hay muchos
rumores sobre él y necesito saber cuáles son verdaderos.
Sage le da un codazo en el vientre con tanta fuerza que en realidad
gime y le sonrío.
—Lo siento, olvidé poner una alarma. Me tomará un minuto
mientras me pongo algo de ropa y podemos comprar comida en el camino,
¿verdad? Explicaré…
Gryphon me empuja fuera del camino, sus llaves en sus manos
mientras frunce el ceño a todo el pasillo lleno de chicas boquiabiertas.
—¿Qué hay que explicar? Eres mi Vínculo.
Luego se aleja como si no les hubiera confirmado casualmente a las
chicas aquí que me folló anoche y me quiero morir. No es que haya nada
malo que tengamos sexo, pero he sido tan inflexible en odiarlos que siento
que de repente me he inclinado por él porque preguntó.
Suspiro y hago pasar a los hermanos, gimiendo mientras cierro la
puerta detrás de ellos.
Sage se queda incómoda allí como si estuviera tratando de no tocar
nada, pero Sawyer se desploma en mi cama.
—Maldita sea, realmente pensé que finalmente te habías acostado
con uno de ellos. Estoy extrañamente decepcionado.
Rápidamente empiezo a ponerme ropa, canturreando un poco
cuando encuentro la sudadera con capucha de Gryphon que dejó atrás.
—Lo siento, él solo estaba aquí para aliviarme el dolor. No pensé
que me creerías. Me sorprende tu confianza, Sawyer.
Me mira con los ojos en blanco y tira de las sábanas.
—No hay olor a sexo. Reconozco el olor de un buen polvo cuando
lo huelo.
Eso es extrañamente repugnante y cuando finalmente coloco mi
bolso en mi espalda, encuentro a Sage mirándome con preocupación.
—¿Estás segura de que estás bien? ¿Deberías ir a clases si sientes
tanto dolor?
Estoy bien ahora y no hay forma de que llame a North para obtener
un pase por enfermedad.

—Olvidemos que esto sucedió. Gryphon todavía me odia, también es un ser


humano decente. No volverá pronto.

Una semana después, casi he olvidado cómo se siente mi cama sin


Gryphon en ella. Es mucho más discreto con sus estancias allí, siempre
entra después de que me he quedado dormida y se va antes de que me
despierte por la mañana, pero siempre hay pequeñas señales de que ha
estado aquí.
Me levanto y trato de ignorar el hecho de que mi cama está vacía
otra vez. Desearía que se quedara para despertarse conmigo, solo una vez,
pero también sé lo peligroso que es porque está socavando mi resolución de
mantenerlos a todos a distancia. No puedo permitir que eso suceda, no
importa lo desesperadamente que lo desee.
El baño compartido está lleno de chicas y tengo que apretar los
dientes para ignorar todas las miradas y susurros. Una pensaría que todas
podrían encontrar algo mejor que hacer que chismear sobre mí y mis
imbéciles Vínculos, pero no, nada les gusta más que hablar de lo geniales
que son todos en la cama mientras me froto el cuerpo como si estuviera
tratando de fregar al diablo de mi piel. Solo una vez me gustaría limpiarme
sin escuchar lo increíble que es Nox con su lengua o lo grande que es el
pene de Gryphon. ¡Solo una vez!
Los comentarios de Gryphon me afectan un poco más estos días.
Para cuando llego a mi habitación, estoy tan enojada por lo groseras
que son todas las chicas en este maldito edificio que ni siquiera me molesto
en mirar mi teléfono para ver mi habitual mensaje de buenos días de Atlas.
Meto mis piernas en un par de pantalones de yoga y arrojo una sudadera
con capucha sobre mi cabeza, nada más que un sostén debajo. La sudadera
con capucha es una de Gryphon, la que usó aquí anoche, y me digo a mí
misma que solo la uso porque hace frío afuera y no porque me haya vuelto
adicta a su olor. Si Gabe derrama algo sobre mí en el almuerzo y me obliga
a lavarla, lo apuñalaré… o algo así. Demonios, le pediré a Sage que le
prenda fuego.
Sin embargo, no le diré por qué estoy enojada.
Mientras me río para mis adentros por prenderle fuego a uno de mis
Vínculos, llaman a mi puerta y pongo los ojos en blanco, esperando que
Gryphon regrese para robarme su sudadera con capucha o regañarme por
algo, pero cuando abro la puerta con el ceño fruncido y fuego en mi alma,
estoy lista para desatar mi maldito humor sobre él. En su lugar, encuentro
que me quedo sin aliento.
La foto que me envió Atlas de sí mismo no le hacía justicia en
absoluto.
Me quedo atónita mientras me quedo allí y lo observo. Alto, moreno
y guapo. Compruebo para asegurarme de que no estoy babeando ante la
maldita vista de él elevándose sobre mí. Ocupa todo el marco de la puerta,
sus hombros anchos y definidos en la camiseta ajustada que lleva puesta.
¡Maldita sea! Sus brazos están cubiertos de tatuajes que suben por su cuello
para meterse debajo de su barbilla y mis ojos los siguen obedientemente. Es
solo cuando llego a su rostro que veo la sonrisa descarada plasmada ahí ante
mi embelesamiento y me sonrojo.
—¡Bueno, maldita sea! Te ves aún mejor en persona y puedo decirte
que estaba malditamente impresionado con tu foto —dice arrastrando las
palabras, y le frunzo el ceño, recuperándome de mi vergüenza ahora que su
boca inteligente se pone en marcha.
—¡Podrías haber llamado antes y decirme que vendrías! ¡Estoy
usando pantalones de yoga, por el amor de Dios! Al menos, podría haber
intentado verme linda.
Se ríe de mí y agarra mis caderas con sus grandes manos,
llevándome hacia atrás a mi habitación y cerrando la puerta de una patada.
Lo juro por Dios, mi corazón da un vuelco o cinco.
—Si así no eres linda, no creo que esté preparado para eso.
Me sonrojo y agarro mi bolso, el sonrojo se profundiza cuando Atlas
me lo quita y lo balancea sobre su propio hombro como un adolescente
enamorado.
—Puedo llevar eso, ¿sabes? —le digo, esperando que las palabras
suenen coquetas y no bruscas. Mi mente sigue dando vueltas con la
conmoción de que él esté aquí y la rabia no gastada de tratar con las otras
chicas.
Sonríe y se encoge de hombros.
—Sí, pero me dejarás hacerlo hoy. Esperaba que pudiéramos
quedarnos aquí por el día, dejar que me conozcas un poco mejor, pero si
insistes en salir, entonces me dejarás cuidarte un poco en su lugar.
Las dulces sonrisas que me está dando hacen que sea aún más difícil
mirarlo.
—No tengo permitido faltar a clases. El rastreador GPS significa
que North lo sabrá y personalmente vendrá aquí para castigarme.
Toda la alegría burlona y juguetona desaparece de Atlas. Pasa de
verse coqueto y dulce a tener la mirada fría como una piedra de una bestia
que ha olido a su presa.
—Sí, voy a arreglar eso para los dos muy pronto. Puede que North
esté en el Consejo de este lado del país, pero mi familia controla el Consejo
en la Costa Este. Si él va a ser un idiota por esto, entonces te llevaré a casa
conmigo y ellos pueden pudrirse aquí por lo que a mí respecta.
Un escalofrío se apodera de mí.
—Si pensara que podemos salirnos con la nuestra, estaría totalmente
de acuerdo. Pero tengo la sensación de que North Draven nunca se rebaja a
comprometerse.
Atlas me sonríe, apartando el cabello de mi hombro y besando mi
mejilla suavemente.
—Dulzura, me importa una mierda lo que quiera North Draven. Si
se interpone en mi camino o te molesta, lo joderé de verdad.
De acuerdo, ahora sin duda alguna estoy embelesada.
Tengo que recordarme que estoy tratando de no acercarme
demasiado a estos tipos y doy medio paso hacia atrás.
—Deberíamos ir a clase. No quiero quedarme atrás.
No parece enojado conmigo por retroceder, sino que extiende una
mano y entrelaza sus dedos con los míos. Cuando abre la puerta para
sacarme, encontramos a Gabe acercándose para acompañarme a clase, la
sonrisa en su rostro dirigida a la chica que asoma la cabeza fuera de la
habitación contigua a la mía. Ésta desaparece cuando ve a Atlas parado allí,
sosteniendo mi mano y mi bolso.
Oh, maldición.
Una especie de risita vertiginosa burbujea en mi estómago, pero me
contengo. Atlas aprieta mi mano suavemente y se inclina para susurrarme al
oído:
—Cierra la puerta, dulzura.
Lo miro de reojo, no tenía que acercarse tanto a mí para decir eso,
pero hago lo que dice, dándoles la espalda a ambos para cerrar con el
candado extra seguro que Gryphon instaló.
Un gruñido sale de Gabe y lucho contra mi instinto de darme la
vuelta para enfrentarlo, confiando en que Atlas vigile mi espalda expuesta
contra mi Vínculo cambiaformas. Me aseguro de que todo esté asegurado y
luego giro lentamente, como si la idea de un maldito lobo arrancándome las
extremidades no fuera nada preocupante. Hay mucho interés en lo que está
a punto de pasar aquí. Todas las puertas están abiertas y hay chicas por
todas partes. Incluso algunos chicos parados con sus propios Vínculos y
novias, mirando.
Atlas se ríe.
—Oli no necesita a su carcelero haciendo pucheros hoy, Ardern, así
que vete a la mierda.
Los ojos de Gabe comienzan a brillar y respiro profundo. ¿A quién
diablos llamo si pierde la cabeza? Agarro mi teléfono, Gryphon va a ser mi
mejor respaldo, pero nunca contesta mis mensajes. Nox es un imbécil, y
prefiero sacarme los ojos que hablar con North. Bueno, maldición.
—No me digas lo que puedo y no puedo hacer con mi Vínculo,
Bassinger —espeta entre dientes y Atlas deja caer mi mano para pasar su
brazo sobre mis hombros.
—Nadie quiere un imbécil enfurruñado detrás de ellos, así que
lárgate, Ardern. Hazlo antes de que te obligue. Realmente no quieres que te
obligue.
Gabe lucha por controlarse a sí mismo, el cambio ondea sobre su
rostro mientras sus ojos brillan y la piel de sus brazos se oscurece hasta
convertirse en una piel suave. Nunca antes lo había visto perder el control,
incluso cuando Martínez fue a por él, mantuvo su don bajo estricto control.
Realmente no quiero hacer esto, y ciertamente no en el pasillo de mi
dormitorio con todas las chicas chismosas aquí.
—¿Podemos simplemente ir a clase, por favor? No quiero llegar
tarde y asumo que necesitarás organizar tu horario, Atlas.
Se encoge de hombros y me tiende una mano para que la tome.
Dudo por un segundo, porque esta vez se siente como algo más que una
pequeña muestra de afecto, pero no le molesta.
—Si quieres ir despacio, entonces vamos despacio. Toma mi mano,
Vínculo.
Respiro profundo.
Y luego tomo su mano.
Capítulo 21
Comer el almuerzo suele ser mi parte favorita del día, pero estar
atascada entre Atlas y Gabe, con Sage y Sawyer muriéndose de risa por sus
viciosos golpes el uno al otro, me lo arruina todo. Atlas había elegido un
horario que lo ubicaba en todas las mismas clases que Gabe y yo, y me
sonrió cuando le pregunté al respecto.
—Estás en los cursos generales, si tengo que repetir, al menos
vamos a hacer las cosas fáciles.
Pongo los ojos en blanco con un resoplido, sobre todo porque
definitivamente no se siente fácil para mí, y nuestra familiaridad relajada
molesta a Gabe. Luego nos sigue a ambos, frunciendo el ceño y
gruñéndonos cada vez que Atlas se inclina hacia mí o me hace reír con su
humor tranquilo.
Recuperé mi bolso y mantuve mis manos quietas tan pronto como
llegamos a los terrenos del campus, pero Atlas no hizo ningún comentario,
solo aceptó los límites que estaba poniendo en el lugar como si todo
estuviera yendo exactamente de la forma en que él lo esperaba.
Sage y Sawyer habían aceptado a Atlas sin ningún problema, ambos
ya lo apoyaban en la “carrera de vinculación”, como Sawyer ha apodado tan
bien el desastre que es mi vida.
Cuando termina el almuerzo, Sawyer se dirige a su clase de ciencias
de la computación, y tengo un momento incómodo tratando de esquivar a
Gabe para caminar con Sage a nuestra siguiente clase, pero él no está
dispuesto a dar un paso atrás y dejarme caminar con ella. Atlas le sonríe
cuando finalmente lo empujo para que se mueva, y decido que preferiría
abandonar y lidiar con la reacción mordaz de North que lidiar con esto
todos los días hasta que salga de este lugar.
Llegamos a nuestra clase de economía y encontramos al segundo de
Gryphon, Kieran, de guardia fuera de la sala de conferencias. Es mi menos
favorito de toda la seguridad del equipo táctico, y lucho por mantener el
desdén fuera de mi rostro cuando me doy cuenta de que es el que revisa las
identificaciones de los estudiantes para entrar y me veré obligada a hablar
con él.
Olvidé que Atlas no tiene ni idea de nada de la historia entre
nosotros y cuando ve la mirada en mi rostro, instantáneamente se mueve
para acurrucarme contra su costado, apoyándose un poco para cubrirme.
—¿Quién diablos es ese y qué te hizo?
Niego con la cabeza hacia él, porque no tengo idea de quién está a
nuestro alrededor y cuáles son sus poderes, pero Gabe, que nos observa a
los dos con una especie de obsesión malhumorada, murmura:
—Está en el equipo táctico de Gryphon. Ella simplemente lo odia.
Sage frunce el ceño y mira fijamente a Kieran, como si fuera
venenoso y ella tuviera miedo de ser golpeada con ese ácido.
—Él fue quien la atrapó, la tiró al suelo a plena luz del día como si
fuera una criminal, y luego la arrastró de regreso aquí para que el concejal
Draven le quitara todas sus libertades. Por más contenta que esté de tener a
Oli aquí, lo odio por hacerle eso a ella también.
El brazo de Atlas se tensa a mi alrededor por un segundo, pero luego
se relaja, esa sonrisa vuelve a aparecer en su rostro, y estoy aprendiendo
muy rápido que la sonrisa deletrea peligro.
Tenemos que esperar en la fila mientras se verifica la identificación
de cada estudiante. Busco a tientas la mía y Sage maldice mientras hurga en
su bolso, las hojas sueltas de papel crujen por su trato rudo. Gabe se para
allí como una pared de ladrillos, frunciendo el ceño y resoplando por lo
bajo ante la espera.
Cuando finalmente nos acercamos a la puerta, tengo que tomar una
respiración profunda y tranquilizadora, comprobando mi don y mi vínculo
para asegurarme de que estén bien asegurados. Kieran es enorme y
aterrador así de cerca, pero actúa como si yo no existiera, le sonríe a Gabe y
le da una palmada en el hombro mientras lo conduce sin dudar, ignorando
por completo el ceño fruncido en el rostro de mi Vínculo. Comprueba la
identificación de Sage, pero solo porque ella ya la tiene, y también le indica
que pase rápidamente.
Extiende un brazo cuando Atlas se acerca, arrastrándome con él.
—¿Quién eres? No hay asientos adicionales en esta clase para un
observador.
Incluso su voz me hace apretar la mandíbula, pero Atlas solo le
muestra su propia identificación.
—Acabo de transferirme. Deberías mover el brazo.
Los ojos de Kieran se entornan hacia él hasta que no son más que
rendijas oscuras, pero no mueve el brazo.
—Bassinger. ¿Eres pariente de Athena Bassinger del Consejo de la
Costa Este?
—Mi tía. No voy a pedirte que te muevas de nuevo.
Gabe da un paso atrás a través de la puerta y dice:
—Está diciendo la verdad, es el otro Vínculo de Oli.
Finalmente, sus ojos bajan hacia mí y el disgusto en su rostro es
palpable, como una fuerte bofetada en mi mejilla, e inmediatamente me
sonrojo como si hubiera hecho algo malo.
A Atlas no le gusta esa reacción en absoluto y cuando la sonrisa
desaparece, Kieran finalmente se da cuenta de que Atlas no es solo un chico
sonriente y arrogante. Es un Dotado que hace amenazas.
Debido a que las cosas solo pueden empeorar para mí y porque eso
es exactamente lo que necesito en mi vida, Gryphon dobla la esquina y
avanza hacia nosotros, leyendo la atmósfera malévola a la perfección.
—Hazte a un lado, Black. Llegan tarde a clase y sé que no ibas a
usar tu don en los terrenos del campus, Bassinger. Esa es la regla número
uno aquí.
Atlas sonríe y se encoge de hombros.
—Tengo una exención, Shore. No puedo apagar el mío, es parte de
mí. A tu rufián no le gustó que no esté preocupado por él. ¿Sinceramente?
Creo que no le gustó que no fuera una chica sin don de la mitad de su
tamaño que pueda arrojar.
Oh Dios, no quiero estar presente en esta competencia de balanceo
de penes y definitivamente no quiero que toda mi vida se airee en el pasillo
con demasiados ojos en todos nosotros.
—A la mierda esto, voy a clase. Si quieren sacarlos y medirlos para
terminar con esto, entonces adelante, no me quedaré.
Kieran se burla de mí y espeta:
—Por supuesto que huyes. Oleander Fallows es exactamente del
tipo que simplemente desaparece cuando las cosas se ponen difíciles.
Me alejo porque no hay nada que pueda responderle. No quiero ver
ninguna de las reacciones de los demás y Sage se mueve de inmediato para
colocar su brazo en el mío, acercándose a la última fila de asientos donde
normalmente nos sentamos juntas, como si toda la sala no estuviera
escuchando el drama que sucede en la puerta. Literalmente, toda la clase
está esperando a que mis Vínculos resuelvan sus problemas y se sienten
para que el profesor pueda comenzar la clase.
Quiero gritar.
—Ignóralo, esto no tiene nada que ver contigo. Todos están
nerviosos porque se están llevando a los Dotados y Atlas ha aparecido para
sacudir el barco —susurra Sage, lanzando a Zoey y sus amigas riendo una
mirada cuando todos nos miran fijamente.
Los bloqueo a todos. Cuando Atlas finalmente se sienta a mi lado,
todavía se ve tranquilo y estable, sacando libros de texto y su computadora
portátil para tomar notas como si nada hubiera pasado. Gabe se sienta al
lado de Sage y está furioso todo el tiempo, una bomba de relojería andante
hoy. Estoy segura de que planea destruirme con la rabieta que se está
gestando.
Cuando la clase finalmente termina y todos nos dirigimos a la
biblioteca para estudiar, Altas pasa un brazo por encima de mis hombros
cuando salimos. Kieran no se ve por ningún lado y su reemplazo ni siquiera
nos mira cuando pasamos caminando.
La biblioteca está más ocupada de lo normal y cuando finalmente
nos abrimos paso entre la multitud hacia nuestra mesa, encontramos a
Sawyer y Félix esperándonos. Les sonrío a los dos y le presento a Atlas a
Félix, quien lo acepta en el redil como si todo esto fuera completamente
normal y no hubiera una especie de furia hirviente irradiando de Gabe en
este momento.
Estoy decidida a ignorarlo y concentrarme en mis condenadas
tareas, pero ahora también estoy preparada para las formas de mierda de
Sawyer.
—Escuché sobre la disputa esta mañana, pero la verdadera pregunta
aquí es, ¿cuál de tus Vínculos tiene el pene más grande? Dinos para que
sepamos quién ganó, Fallows.
Sage gime y entierra su rostro entre sus manos.
—Por el amor de Dios, ¿podemos dejar de hablar de penes durante
cinco malditos minutos?
Sawyer sonríe como si fuera a torturar a su hermana, pero Gabe
interviene:
—Kieran podría ser un imbécil, pero no se equivocó, ¿verdad? Es
difícil defender a alguien cuando todos conocen sus antecedentes penales.
Atlas desliza su mano en la mía sobre la mesa, entrelazando
nuestros dedos donde todos pueden verlos. Creo que tiene más que ver con
reclamarme que con mostrarme algún tipo de afecto.
La mirada de Gabe cae y se fijan allí y Atlas le sonríe.
—¿Oh, sí? Bueno, a diferencia de ti, no tengo miedo de decirles a
los demás que se vayan a la mierda y quedarme mi Vínculo para mí. No me
importa lo que haya pasado en el pasado, esa mierda se acabó. Ella es mía y
has elegido que no sea tuya.
Las fosas nasales de Gabe se ensanchan.
—No es tan fácil como decir que ella es mía. Hay más en juego…

—Me importa una mierda —lo interrumpe Atlas, y luego lo ignora


resueltamente por el resto de la tarde, sin importar cuánto Gabe quiera la
pelea.

Estudiamos hasta que el comedor abre para la cena, la mesa cae en


una especie de silencio tenso mientras todos metemos tanto conocimiento
en nuestros cráneos como sea posible.
Sawyer, Félix y Gabe se van para ir juntos a la práctica de fútbol.
Me doy cuenta de lo mucho más tranquila y menos estresada que está Sage
por andar con Félix ahora y enarco una ceja al respecto mientras nos
dirigimos a cenar juntos.
Mira a Atlas y luego murmura:
—Le dije que solo quería pasar el rato como amigos… por ahora.
No ha insistido en el tema y, quiero decir, ha sido agradable tenerlo de
vuelta. Todavía estoy segura de que encontrará su Central y me dejará,
pero… bueno, tal vez no sería tan malo disfrutar el tiempo hasta entonces.
Meto mi brazo en el de ella otra vez y le susurro:
—Absolutamente deberías. ¿Por qué deberías estar sola para
siempre si Riley ha tomado su decisión? No le perteneces, Sage. Puedes
hacer lo que quieras.
Se encoge de hombros con una pequeña sonrisa, mirando a Atlas,
quien finge muy amablemente que no puede escuchar nada de lo que
estamos diciendo y no tiene interés en lo que estamos hablando. He
desahogado mi enojo por la situación de Sage con su Vínculo antes, solo
mierda general y ninguno de los detalles personales que ella me ha
confiado, así que estoy segura de que tiene una idea bastante clara de lo que
sucede.
Cenamos juntos, una lasaña muy seca y sin sabor, a la que Sage
renuncia en dos bocados gracias al lujo de tener un auto, dinero y acceso a
una nevera en casa. Atlas se come todo el suyo pero no parece feliz por eso.
Me atraganto con todo el plato y trato de no enojarme de nuevo por
mi falta de opciones.
Sage me abraza antes de irse a casa por el día, dejándonos a Atlas y
a mí solos por primera vez desde que abrió la puerta de mi habitación para
encontrar a Gabe dirigiéndose hacia nosotros esta mañana.
De repente, estoy completamente insegura de qué hacer.
Atlas toma mi mano de nuevo y le da un apretón.
—Te acompañaré de regreso a tu habitación, Oli, a menos que
quieras ir a otro lugar primero.
Niego y trato de no parecer que me estoy acobardando por
completo, lo cual, para ser justos, lo estoy haciendo sin duda. Es por eso
que mantuve a todos los demás a distancia… bueno, en realidad no, porque
los hermanos Draven han sido los que han puesto distancia entre ellos y yo.
Gabe es una anomalía porque creo que está desesperado por cerrar la brecha
entre nosotros, pero tampoco está dispuesto a dejar de lado el daño que mi
supuesto abandono le hizo. Luego está el pequeño hecho de que Gryphon
no solo duerme en mi cama todas las noches ahora, sino que también estoy
usando su sudadera con capucha en este momento y simplemente me
sumerjo en su aroma como si fuera una droga sin la cual moriría.
Mis piernas se mueven en piloto automático mientras trato de
averiguar qué demonios le voy a decir, qué explicación le puedo dar por no
poder hacer nada con él, sin importar cuánto me guste.
En el momento en que llegamos a los dormitorios, mi piel comienza
a erizarse ante los ojos que nos siguen a ambos todo el camino hasta mi
habitación. Claramente se ha difundido la noticia de que Atlas es el último
de mis Vínculos, vino del otro lado del país para estar aquí con su Vínculo
Central defectuoso, y la atención que estamos recibiendo es suficiente para
hacer que enderece más mi espalda.
Maldición, odio este lugar.
Llevo a Atlas a mi habitación sin pensar, desesperada por perder de
vista a todo el maldito edificio. Abro la cerradura y arrojo mi bolso sobre la
cama, haciendo una mueca por el hecho de que no la hice esta mañana y se
ve desordenada.
Tampoco quiero admitir que no me gusta hacer la cama porque
todavía puedo ver la marca en el colchón de mierda donde durmió Gryphon,
lo cual es muy patético, estúpido y demasiado desconsolado para lo que
estoy tratando de proyectar aquí.
Está claro que he olvidado lo sombría que es la habitación porque
me toma un segundo darme cuenta de por qué los labios de Atlas se tuercen
mientras mira alrededor.
—¿Cómo diablos no me di cuenta de lo malo que es esto esta
mañana? Haz una maleta, Oli. Te mudas conmigo.
Una risa nerviosa sube por mi garganta.
—¡No puedo hacer eso! Aquí es donde me puso el Consejo, lo están
pagando. No tengo dinero ni nada. No me dejarán conseguir un trabajo.
Siento la vergüenza enroscándose en mi estómago. Odio admitir lo
mala que es mi maldita situación. No tengo nada, ni dinero, ni trabajo. La
educación que estoy recibiendo es solo para mantenerme bajo sus pulgares
y no para ayudarme a encontrar el trabajo que quiero. Estoy completamente
impotente y apesta.
La tarjeta de Gryphon que está en mi bolso me está provocando,
pero ya he decidido que no usaré ese pequeño rectángulo de plástico a
menos que alguien se esté muriendo.
—Empaca una maleta. Parece que no te han dejado tener nada aquí
de todos modos, así que todo cabrá en tu bolsa de lona. Vas a venir conmigo
ahora y me ocuparé del Consejo si tienen preguntas. Eres mi Vínculo, yo
cuidaré de ti.
Mis mejillas se sonrojan de vergüenza.
—No necesitas hacer eso, puedo cuidarme sola. Bueno, podría si
North me dejara trabajar. Estoy un poco… aburrida sentada aquí todo el día.
Atlas me mueve suavemente hacia la cama con una mano debajo de
mi codo.
—Empaca. Podemos resolver cómo conseguirte un trabajo más
tarde, una vez que estés fuera de este agujero de mierda. Sería un honor
para mí cuidarte mientras te enderezas, Oli. ¿No harías lo mismo por mí?
Respondo sin pensar.
—Bueno, por supuesto, pero los demás se enfadarán porque estás
haciendo esto y… no puedo vincularme contigo. Tampoco puedo darte
ninguna razón, esto es un maldito desastre.
Frunce el ceño.
—Resolveremos nuestro vínculo cuando estemos listos, no me
debes una maldita cosa y, Oli, necesito que entiendas que me importa una
mierda lo que piensen. Me importa nuestro vínculo. Me importa conocerte y
tomar decisiones juntos. Mi casa no es elegante ni nada, es solo un
apartamento, pero es mejor que esto. También podemos comer comida real,
no la basura de la cafetería que tuvimos que tragar.
No hay discusión con él y tiene razón, solo me toma un minuto
empacar todo en la pequeña bolsa de lona que tengo. Honestamente, la
única razón por la que parece razonablemente llena es porque tengo otras
dos sudaderas con capucha que Gryphon dejó atrás y ocupan mucho
espacio.
Me quita la bolsa de lona y se la echa a la espalda, sonriéndole a una
de las chicas cuando salimos juntos de la manera más arrogante y engreída
que me hace reír. Ella se ve sorprendida y un poco temblorosa cuando
regresa a su habitación.
—Vamos, dulzura, salgamos de este agujero.
Me lleva al pequeño estacionamiento detrás del dormitorio en el que
nunca he puesto un pie porque todos siempre me recogen en la zona de
carga en el frente. Sé qué auto es suyo de inmediato porque no hay ningún
auto que grite Confianza en Sí Mismo como el Dodge Challenger Hellcat
negro, y la sonrisa que me lanza cuando lo abre es de un completo idiota
presumido. Es lindo, y también un poco asqueroso, lo bien que lo logra sin
parecer un completo idiota.
Su departamento está a solo unas pocas cuadras de distancia, a tan
corta distancias del campus que se puede ir caminando. Conduce con tanta
confianza como Gryphon y con un poco menos de locura suicida que Gabe
en su moto.
El apartamento está en el último piso y definitivamente lo estaba
subestimando cuando dijo que no era nada lujoso. Claro, no es la mansión
de North, pero hay una vista de todo el campus y dos dormitorios en el
lugar. La cocina es grande con encimeras de granito y el baño tiene una
tina.
El dormitorio se siente como una pequeña choza sucia en
comparación con este lugar.
Cuando Atlas termina el recorrido en su baño, deja caer la bolsa de
lona sobre la cama, se pasa una mano por el cabello y exhala.
—Puedo tomar el sofá.
Miro por la puerta abierta y luego lo miro con incredulidad. El sofá
es de dos plazas y no hay forma de que quepa. Demonios, yo tampoco cabré
en él.
—Está bien, no me importa compartir. Quiero decir, somos
Vínculos, ¿verdad? Tenemos que acostumbrarnos en algún momento.
Sonríe, los hoyuelos destellando hacia mí.
—Esperaba que estuvieras un poco más entusiasmada por compartir
una cama conmigo, pero podemos trabajar en eso.
Frunzo el ceño y empujo un poco su pecho.
—No es eso, solo… Todavía me siento mal por vivir a costa tuya al
estar aquí. No sé qué hacer para encontrar un trabajo. North puede
rastrearme, incluso si me acerco a los bordes de campus, me llama y me
regaña.
Atlas se agarra dramáticamente el pecho donde lo empujé y pasa
junto a mí hacia el refrigerador, sacándonos una botella de agua para cada
uno.
—Hay muchas cosas que puedes hacer en línea, de esa manera
puedes quedarte aquí y North nunca se enterará. Dinero y secreto, es un
ganar-ganar.
Me siento en el sofá, todavía un poco incómoda.
—¿Qué, como una chica de cámara? Supongo que podría mostrar
los senos. ¿Crees que tengo voz para el trabajo sexual?
Estoy bromeando, no hay forma de que alguna vez tenga la
confianza para hacer ese tipo de cosas, pero la mirada que Atlas me dispara
es algo impresionante. No he tenido ningún tipo de acción posesiva de
ninguno de mis Vínculos como esta, así que hacer que se preocupe por mis
senos… es genial.
—Sobre mi maldito cadáver, Fallows. Nunca, y ciertamente no antes
de que haya llegado a verlas.
Me río y meneo las cejas hacia él.
—Juega bien tus cartas y puede que las saque más tarde.
De nuevo, estoy bromeando. Lo conozco en persona desde hace
unas diez horas, pero la mirada que me da derrite mis bragas de mi cuerpo.
—Estoy jugando para ganar, Oli. Esta es una mano que me niego a
perder.
Maldición, y estoy bastante segura de que también lo hará porque
estoy luchando por mantener la calma en este momento y ni siquiera está
tratando de seducirme. No voy a ser capaz de manejar nada de lo que me
arroje en este momento. Se da cuenta de todo mi cerebro derritiéndose y
sonríe lascivamente mientras enciende la televisión y cambia de tema.
Al principio es incómodo simplemente sentarme con él y pasar el
rato, pero es el perfecto caballero, nunca me presiona ni me cuestiona, y me
estiro en el piso frente al televisor con todos mis libros de texto para
trabajar en mi próxima tarea para entregarle a North. Se ha convertido en
mi obsesión, pero probaré que ese hombre está equivocado aunque me
mate.
Cuando los dos finalmente nos dirigimos a la cama, hay un
momento incómodo en el que quiero avergonzarme de la vieja camiseta de
algodón demasiado grande que tengo como pijama y el bóxer de seda, pero
no soy exactamente el tipo de chica que usa lencería. Los ojos de Atlas me
recorren apreciativamente de todos modos, como si solo estuviera de pie
aquí en encaje, y me encuentro volviéndome adicta al calor en su mirada.
—¿Te parece bien si duermo solo con mi bóxer? Hace demasiado
calor para una camiseta —murmura mientras retiro las sábanas y me subo.
Me encojo de hombros.
—Lo que sea cómodo para ti.
No menciono a Gryphon y su inclinación a hacer lo mismo. Mi
pecho duele al pensar en él apareciendo en mi dormitorio esta noche para
encontrarla vacía, así que le envío un mensaje de texto rápido para decirle
dónde estoy. Ya sé que no contestará, pero al menos lo he intentado.
Capítulo 22
El sonido de una puerta pateada me despierta.
Atlas rueda sobre mí, preparándose mientras avanza para no
lastimarme, y luego salta de la cama a mi lado, interponiéndose entre la
cama y quien sea que acaba de llegar. Todo es demasiado suave para mí,
definitivamente ha tenido entrenamiento y estoy celosa de lo rápido que su
cerebro se ha conectado porque todavía estoy tratando de averiguar qué
diablos sucede en este momento.
—¿Qué diablos…? ¿Estás bromeando? ¿Cuál es tu maldito
problema, Draven?
Mis ojos finalmente se adaptan a la luz que entra en la habitación
desde la cocina y descubro que aquí efectivamente está North, irrumpiendo
en el apartamento con todo un maldito equipo táctico porque me atreví a
romper sus estúpidas reglas… durmiendo en el apartamento de Atlas, a dos
cuadras de las residencias.
Probablemente sea porque me desperté a las dos de la mañana, pero
de repente quiero estallar en lágrimas de rabia y desesperanza. Atlas se
enfrenta a él, mirando a los hombres vestidos con su equipo antidisturbios
como si fuera a enfrentarse a todos por aparecer aquí.
No siento ningún tirón por ninguno de ellos, así que al menos
Gryphon no está aquí para ver este lío.
—Tiene toque de queda y lo sabe —dice North, su voz suena igual
que siempre, fría y sin afectación, pero puedo sentir la diferencia en él. Me
he visto obligada a pasar suficiente tiempo con él para saber que bajo todo
ese hielo, está furioso, enojado porque me atreví a desafiar sus reglas.
Me siento como una maldita niña siendo regañada y el ceño
fruncido en el rostro de Atlas dice que él se siente de la misma manera.
—Ella es mi Vínculo y si quiero que duerma en mi maldita cama, lo
hará. Trata de evitar que venga aquí.
North se pasa la mano por la corbata.
—Buena suerte haciendo que el resto del Consejo vaya en mi
contra.
Finalmente me mira, sus ojos calculan y no se impresionan por el
estado desaliñado en el que estoy sentada allí con mi pijama viejo y
andrajoso.
—Nos vamos. Levántate, Fallows.
Levanto mis rodillas hasta mi pecho mientras miro a los hombres
que están parados allí.
—Ni siquiera estoy usando sostén, no quiero…
—No estaba preguntando qué querías hacer. Te estoy diciendo que
bajes las escaleras y te subas a mi auto, Fallows.
Mi corazón sube a mi garganta y trata de ahogarme.
—Atlas también es uno de mis Vínculos. ¿Por qué no puedo
quedarme aquí?
North no se mueve y su boca está sellada en una línea de
desaprobación. Bueno, maldición. Atlas se mueve hacia adelante como si
fuera a atacarlos a todos y realmente no quiero ser parte de eso. No puedo
darme el lujo de que eso suceda, si activa mi don, será un gran final del
juego para mí, así que suspiro y salgo de la cama.
Las lágrimas arden en mis ojos cuando me voy sin mirar a Atlas. No
necesito ver lo que sea que está mostrando en su rostro, solo me empujará al
maldito borde. Quizás se ha dado cuenta de que soy un maldito problema.
Quizás finalmente se dio cuenta de que no soy buena para ninguno de ellos.
Maldición.
Pienso en correr pero esto me abandona tan rápido como viene.
North me encontrará, no importa a dónde vaya, él me encontrará.
El ascensor está detenido y cruzo los brazos sobre mi pecho cuando
el miembro del equipo táctico me mira, escoltándome hacia abajo como si
estuviera a punto de salir corriendo a los gritos en la noche en mi maldito
pijama.
Más lágrimas inútiles amenazan con caer y las contengo.
El conductor abre la puerta cuando me acerco y aprieto los brazos
sobre mi pecho para tratar de ocultar un poco la falta de sostén. Sonrío y le
doy las gracias, pero él me ignora por completo y cierra la puerta con
firmeza detrás de mí. Genial. Todo el mundo me odia, incluso el maldito
conductor de North.
Me siento y me sumerjo en mi propia miseria sombría hasta que la
puerta se abre y el hombre del momento entra, se sienta frente a mí para que
estemos uno frente al otro. El auto arranca y salimos calle abajo, en la
dirección equivocada.
Me muevo nerviosamente, incapaz de quedarme quieta en el
silencio sofocante.
North, como siempre, no se ve afectado. Completamente a gusto
mientras mira hacia el campus de la universidad.
—Si la vivienda que se te proporcionó es inadecuada, entonces haré
que te traslades a mi residencia. Puedes viajar desde allí.
Querido Dios, no. Apenas puedo manejar la cena allí una noche a la
semana.
—El campus está bien. Puedo volver allí. Puedo llamar a un taxi,
solo déjame salir.
Sus ojos son tan agudos que estoy segura de que debo estar
sangrando.
—¿Sucede algo, Fallows? ¿Alguna razón por la que no quieres
viajar conmigo? Te proporcionaré todo lo que necesites.
Trago saliva.
—Iba a quedarme con Atlas para poder estar con uno de mis
Vínculos. El campus está bien, puedo ir… a casa desde allí.
La palabra casa se queda atascada en mi garganta, pero la obligo a
salir, cualquier cosa por salir de este maldito auto.
—Estás de suerte. En mi casa viven tres de tus Vínculos, así tendrás
a uno de nosotros contigo en todo momento.
Miro por la ventana para que no vea las lágrimas inútiles que
empiezan a brotar de mis ojos. Perfecto. He pasado de una habitación de
mierda, pero solitaria, a algo que es probablemente exagerado en su lujo
pero lleno de hombres que me odian.
—¿Algo más que quieras decir, Fallows?
Parpadeo para contener las lágrimas.
—No, gracias.

Mi voz sale ronca, pero bastante clara. North saca su teléfono, así que
supongo que esa es toda la conversación.

En cuanto salimos del auto en el garaje de North, somos recibidos


por tres miembros del personal de su casa. Mantengo mis brazos cruzados
sobre mi pecho con fuerza, como si nadie fuera a darse cuenta de que
parezco una vagabunda si mantengo mi pecho cubierto, pero ninguno de
ellos mira en mi dirección de todos modos.
—El concejal Eversong ha llegado, está esperando en su oficina.
North maldice en voz baja y toma la carpeta de uno de los hombres,
hablándome en el mismo tono frío que ha tenido toda la noche sin ni
siquiera mirar en mi dirección:
—Evelyn te mostrará tu habitación, Fallows. Te recogeré allí por la
mañana para llevarte a desayunar, espero que te quedes allí hasta entonces.
Perfecto.
Genial.
Malditamente maravilloso.
He pasado de una existencia limitada a una maldita jaula y no hay
nada que pueda hacer al respecto. Esta mansión hermosa y obscenamente
ornamentada ahora es más que un lugar al que vengo cada semana para ser
torturada… ahora es el infierno en el que estaré atrapada hasta que muera.
Tal vez que la Resistencia me encuentre no sería la peor opción.
North y los dos hombres se alejan sin darse cuenta de la furia
hirviente en la que estoy atrapada, dejándonos a Evelyn y a mí atrás para
dirigirnos a mi nueva celda.
—Si pudiera seguirme, señorita Fallows. Su habitación está en el
tercer piso.
No quiero nada más que arremeter y decirle que se vaya a la mierda,
pero luego miro y la encuentro mirando al suelo con sumisión. No tengo ni
idea de cómo North trata a su personal, pero todos son cautelosos como si
fuéramos monstruos a los que han sido esclavizados y eso me hace sentir
extremadamente incómoda.
Así que mantengo la boca cerrada y le ahorro a la pobre mujer el
vitriolo que me ronda por la cabeza.
Tengo que empezar a seguir las direcciones en este lugar porque
después de dos vueltas, ya estoy completamente desorientada y perdida.
Cuando bajamos por uno de los largos pasillos hacia el ascensor, me
sobresalto con el ding porque, sinceramente, pensé que el ascensor estaba al
otro lado del edificio la última vez que me obligaron a entrar.
Evelyn no habla, no mira nada a su alrededor ni se alborota con la
ropa en un tic nervioso. Ella es la imagen de una criada servil en una
mansión que ve todo y nada.
No tengo exactamente nada de su compostura. Me estremezco y
pellizco mi piel como si pudiera sentir un millón de insectos arrastrándose
por mis venas.
Doblamos otra esquina y nos encontramos cara a cara con la
verdadera razón por la que no quiero quedarme en esta maldita casa porque
mi peor maldita pesadilla se dirige directamente hacia nosotras, vestido
informalmente con pantalones negros y un suéter de cachemira suave. Los
ojos de Nox se posan en Evelyn y él la despide con un simple:
—Déjanos.
Eso es todo.
Una palabra es todo lo que necesita para que quede varada en un
pasillo con el único de mis Vínculos que estoy segura de que me quiere
muerta. Evelyn simplemente se va corriendo sin decir una palabra.
Una vez que estamos solos, no pierde el tiempo yendo a por mí
garganta.
—¿Por qué estás vestida como una puta común? ¿North tuvo que
cazarte en alguna fraternidad? Seguro que sabes cómo enfadar a mi
hermano, ¿verdad, Veneno?
Veneno.
Por supuesto, él sería la persona que vincularía mi nombre con la
terrible posición en la que sin darnos cuenta nos he puesto a todos. Soy el
veneno que se ha esparcido en su familia.
No lloraré, y ciertamente no le dejaré saber cuánto me está
afectando.
—Una chica tiene que divertirse donde pueda, Nox. ¿Por qué te
importa tanto? No es como si me quisieras. Tienes más que suficiente en tu
plato, ¿verdad?
Da un paso adelante, empujándome contra la pared.
—Quizás debería vincularme contigo, Veneno. Quizás debería
probarte para que la próxima vez que me folle a mi novia, lo sepas todo y
sientas que tu corazón está siendo arrancado de tu pecho. Podría ayudarte a
entender por lo que nos hiciste pasar al resto cuando te escapaste.
Se acerca a mi cuerpo, la diferencia de tamaño entre nosotros
significa que se cierne sobre mí y tengo que obligarme a mantenerme firme.
Nunca ha estado tan cerca de mí antes. Una vez pensé que la ira ardiente en
sus ojos era caliente, pero no es nada comparado con el calor de su cuerpo
mientras me presiona contra la pared. Siento su vínculo rozar mi cuerpo y
tiro del mío más cerca, luchando contra éste mientras se extiende hacia él.
No hay manera de que termine atada a este hombre.
Preferiría tener a cualquiera de mis otros Vínculos antes que a él.
Maldita sea, aceptaría a North con una sonrisa y un “gracias, señor” antes
que a este imbécil.
—No puedes ocultarlo, Veneno. Puede que no tengas un don, pero
puedo sentir tu vínculo y me desea.
Me importa una mierda lo que quiere mi vínculo, no me uniré a él.
Quiero plantar mis manos en su pecho y empujarlo lejos de mí, pero
está tomando cada fibra de mi ser mantener mi vínculo bajo control. Mis
manos están cerradas en puños a mi lado, mi mandíbula apretada con
fuerza, y mis rodillas están fijas para evitar que tiemblen.
No puedo decir una palabra cuando su mano se acerca para rodear
mi garganta, sus dedos se flexionan allí como si estuviera imaginando
exprimirme la vida, y luego nos movemos hacia atrás juntos, su cuerpo
presiona contra el mío cuando mi espalda golpea la pared. Estoy atrapada
de todas las formas posibles. Mi vínculo está muy apretado, mi mente está
atascada sosteniendo los hilos de mi cordura juntos para no atarme a él, y
físicamente, no hay forma de que pueda luchar contra él.
Empuja una de sus rodillas entre mis piernas y de repente me doy
cuenta del hecho de que solo estoy usando mi viejo bóxer de seda, un
hallazgo de tienda de segunda mano nuevo con etiquetas que en ese
momento me pareció tan maduro y provocador, pero ahora estoy temblando
como un maldito cordero por la forma en que me empuja, su pierna
meciéndose y rozándome. Maldición, esto es lo más difícil que he hecho en
mi vida porque en el momento en que me corra, mi vínculo se desatará,
uniéndonos para siempre, lo que suena terrible, pero ni siquiera es la peor
parte de esta situación.
Si mi poder crece estamos todos jodidos.
Su mano alrededor de mi garganta se flexiona un poco y luego se
inclina hacia adelante de nuevo, sus labios rozando el lóbulo de mi oreja
mientras susurra en un tono áspero y oscuro:
—Quiero mi poder. Quiero lo que me debes. He esperado cinco años
para esto. Había estado esperando cinco años antes de eso. He estado
esperando toda una década para tener todo mi poder, ¿y vienes aquí y nos
dices que no a todos? Maldición, no lo creo, Veneno.
Lucho por alejarme de él, no hay forma de que me incline en un
pasillo por este idiota arrogante, pero no es nada para él simplemente
empujarme hacia adelante y atrapar mis labios en un beso mordaz.
Mi vínculo reacciona inmediatamente.
Nunca se había sentido así antes, la oleada de poder dentro de mí
casi me pone de rodillas, y se necesita todo en mí para evitar que ocurra la
unión, la unión de nuestras almas para siempre.
Mientras Nox muerde mi labio y me obliga a abrir la boca, nuestras
lenguas se enredan mientras hace uso de mi incapacidad para protestar o
moverme, mi vínculo trata de liberarse con más fuerza que nunca, pero lo
ato, aplastándolo hasta que está contenido.
Estoy tan malditamente concentrada en evitar que mi vínculo lo
reclame como propio que mi cuerpo se pone en piloto automático,
volviéndose maleable y fácil de mover y controlar como demonios desee.
No hay nada suave o sensual en lo que está haciendo. Sabe exactamente lo
que se necesita para que se produzca un vínculo y es absolutamente
despiadado al moverse a través de los pasos.
En algún lugar, en un rincón oscuro y lejano de mi mente, estoy casi
impresionada por lo rápido que es capaz de trabajar conmigo. Besando,
acariciando, la rodilla entre mis piernas empujando mi cuerpo hasta que mis
caderas se balancean solas, no hay forma de que pueda luchar contra él y mi
vínculo al mismo tiempo.
Cuando su vínculo choca contra mí, una fuerza en sí mismo, casi
lloro porque lo deseo mucho. Maldición, mi cerebro ya ni siquiera es mío.
Todo lo que conozco es el vínculo. Todo en lo que puedo pensar es en el
vínculo y lo deseo mucho.
Acepto que va a hacer que llegue al orgasmo.
Lo odio y odio que me esté haciendo esto, pero el menor de los dos
males en este momento es mantener mi cordura. Cuando sus dedos me
tocan, rozando la camisa vieja y andrajosa y empujando los pantalones
cortos de seda por mis piernas hasta que tiene pleno acceso a mi sexo
traidor, casi cedo a la unión. Casi pierdo el control y solo le devuelvo el
beso porque, ¿por qué diablos no debería perderme en el placer? ¿Por qué
no debería ceder ante el poder que me atraviesa, desesperadamente atrapado
dentro de mi piel porque no dejaré que toque su vínculo donde me está
acariciando?
Entonces mi cerebro vuelve a estar en línea y recuerdo toda la
devastación que ya ha venido de mi poder. No puedo permitirme ser más
fuerte. No puedo convertirme en el mal que la Resistencia quiere que sea.
Ni siquiera puedo empujarlo porque si muevo un solo músculo en
este momento, mi vínculo se apoderará de mí y luego todo terminará. Todo
lo que he trabajado tan malditamente duro para detener, todo sucederá y no
dejaré que eso suceda con el peor, el más arrogante y el más privilegiado de
mis Vínculos.
Tiene demasiada experiencia con mujeres, claramente, porque no
tiene problemas para encontrar mi clítoris, deslizar un dedo a través de mis
pliegues húmedos y usarlo para hacer círculos, acariciar y trabajar sobre mí
como un maldito profesional.
Es casi insultante lo fácil que es todo para él.
Sus dedos son despiadados mientras me lleva más y más alto, y por
un segundo creo que está disfrutando esto tanto como yo.
Cuando me separo de sus labios para gemir y jadear, luchando
desesperadamente por controlarme, se inclina hacia atrás para susurrar en
mi oído:
—¿Y bien? Veamos qué tienes entonces, Veneno.
A medida que el orgasmo me atraviesa, tengo que obligar a mi
habilidad a mantenerse oculta, y el dolor que conlleva quema mi piel y mis
músculos hasta que creo que estallaré en llamas de verdad. Un sollozo sale
de mi garganta y mis rodillas finalmente ceden. Nox ni siquiera intenta
sostenerme, su labio se curva mientras se aleja de mí, y su vínculo se aleja
de mi piel cuando se da cuenta de que no está obteniendo lo que quiere de
mí. Me deslizo por la pared hasta que estoy de rodillas ante él, todo mi
cuerpo arde por el dolor de contener la unión.
Nox me frunce el ceño, su voz sigue siendo el mismo tono mordaz y
furioso suyo que atraviesa mi piel hasta la médula:
—Malditamente patética, Veneno, ni siquiera puedes vincularte
bien. No eres más que un lastre.
Y luego se aleja por el pasillo, dejándome con mis pantalones cortos
alrededor de mis tobillos y mi orgullo hecho jirones a mi alrededor.
¿Qué he hecho?
Está bien, no, no hice nada malo aquí. Entonces, ¿por qué
exactamente me siento como la peor maldita persona del planeta en este
momento? Hice lo correcto. No me vinculé, eso era lo correcto… ¿no? Esto
es su culpa.
Una voz suave me saca de mi miseria:
—¿Señorita? Puedo mostrarle sus habitaciones.
Las lágrimas recorren mis mejillas mientras miro a la sirvienta que
se cierne sobre mí, deliberadamente sin mirar mi mitad inferior muy
expuesta. Es más joven que Evelyn, pero no estoy segura de si eso lo hace
mejor o peor.
Me pongo de pie y me cubro mientras digo con voz ronca:
—Gracias, te lo agradecería mucho.
Ella asiente y espera a que me recupere, luego me lleva por el
pasillo. Mi habitación está apartada, lo más alejada posible de las vistas al
mar, pero es tranquila y privada, y eso es todo lo que realmente necesito.
La sirvienta se queda un segundo después de que entro y luego dice:
—La puerta se cierra desde adentro y solo el señor Draven tiene una
copia de la llave para abrirla. Es decir, el señor North Draven. Estará… a
salvo aquí, señorita Fallows.
Oh genial, ella ha visto lo suficiente de lo que pasó entre Nox y yo
para estar preocupada.
—Gracias… Lo siento, soy tan grosera, ni siquiera te pregunté tu
nombre.
La sirvienta sonríe y agita una mano.
—No se preocupe por eso, señorita. Vendré a limpiar por la mañana,
solo déjeme una nota si necesita algo. El señor Draven me ha indicado que
me asegure de que tiene todo lo que necesita.
Libertad, independencia y un billete de avión para salir de aquí.
—Mi bolso estaba en el auto de North, tiene mi ropa adentro.
Ella asiente.
—Lo tendré aquí en breve. Buenas noches, señorita.
Me deja y reviso el baño rápidamente antes de meterme en la ducha
para lavar la culpa y la horrible sensación que me ha dejado Nox.
No tengo más remedio que volver a ponerme el pijama y dejar el
bóxer en el cesto de la ropa sucia. Nunca los volveré a tocar. Realmente
debería quemarlos. Me pregunto distraídamente cuánto costará
reemplazarlos y, de repente, convertirme en una chica de cámara se ve aún
más tentador.
Alguien por ahí debe querer pagar por ver mi delantera, ¿verdad?
Mi bolso está sobre mi cama cuando vuelvo a mi habitación y eso
me recuerda cerrar la puerta con llave antes de meterme en la cama.
Agarro mi teléfono y encuentro el mensaje de texto de Atlas
esperándome.
Ya llamé al Consejo y presenté una queja formal. Probablemente
fallarán a favor de North, pero voy a presionar para que estés aquí algunas
noches a la semana, Oli. Lo siento, no me di cuenta de lo irracional que es
contigo. Dulces sueños, dulce niña.
Aunque no soy dulce. Realmente soy un maldito veneno, como dijo
Nox. Soy todo lo que está mal con nuestro vínculo. Si no hubiera nacido…
equivocadamente, esto nunca hubiera pasado. Nunca tendría que dejarlos de
nuevo y todos estaríamos completos ahora mismo en lugar de ser estas
personas rotas.
Nox está tan malditamente dañado por lo que me obligaron a hacer,
que no creo que me perdone nunca.
Sé que no lo perdonaré.
Ni siquiera seré capaz de mirar al chico al rostro nunca más.
Maldición.
Mi teléfono vibra en mi mano otra vez.
Veo que has leído el mensaje, Oli, dime que estás bien. Porque si no
lo estás, voy a ir allí ahora mismo, a la mierda con el Consejo.
Froto mi dedo sobre la foto de él en mis contactos. Al diablo, somos
vínculos, ¿verdad?
Nox está enojado y trató de vincularse conmigo. No funcionó y me
ha dicho que soy defectuosa. Probablemente deberías ser advertido de que
estás tratando de solidificar un vínculo con alguien que no vale la pena.
Voy a apagar mi teléfono para irme a dormir. Buenas noches, Atlas. Eres el
mejor chico que he conocido y lamento mucho que tengas un Vínculo
defectuoso.
Apago mi teléfono en el segundo en que aparece el texto como
entregado. No necesito saber cuál es su respuesta, solo necesito olvidarme
de este absoluto espectáculo de mierda que es mi vida y desmayarme.
No puedo huir de esto para siempre, pero puedo hacerlo por esta
noche.
Capítulo 23
La casa me sacude para despertarme.
Estoy segura de que es un terremoto y entro en pánico porque no sé
exactamente qué diablos hacer en un terremoto. Entonces recuerdo que
estoy en la casa de North y por lo general, ni siquiera sé cómo salir de este
lugar, y mucho menos durante un desastre natural. ¿Qué demonios se
supone que debo hacer?
Enciendo mi teléfono, lista para comenzar a llamar a mis Vínculos
hasta que alguien conteste y me diga qué diablos hacer en este momento,
solo para encontrar treinta mensajes de Atlas.
Cuando la casa vuelve a retumbar, me doy cuenta de que el temblor
está absolutamente relacionado con mis Vínculos e inmediatamente pulso
marcar su número.
—¿Oli? ¿Dónde estás? ¿Qué planta? Te llevaré a casa.
Salgo de la cama y tropiezo hasta la ventana, tirando de las cortinas
hasta que puedo ver la calle. Efectivamente, ahí está él.
La puerta también está hecha escombros.
—Qué demonios… está bien, no importa. El tercer piso, pero buena
suerte para pasar…
Me interrumpe:
—A la mierda los Draven. Derribaré toda la puta casa si intentan
detenerme. Ese idiota de North me dijo que estarías a salvo aquí y luego ni
siquiera puede protegerte de su propio hermano. Voy a matar al cabrón.
Jesús, ten piedad.
—No es exactamente así, Atlas. Por favor, solo escucha…
Se escucha el sonido de una llave en mi puerta y casi dejo caer mi
teléfono antes de recordar las palabras de la sirvienta. Solo North tiene una
llave, así que al menos Nox no vendrá aquí para decirme de nuevo lo inútil
que soy como humana y como Vínculo.
La puerta se abre y North enciende la luz, mirando a la cama y luego
alrededor de la habitación hasta que me encuentra. Estoy demasiado
sorprendida por su apariencia para decir algo porque nunca antes lo había
visto sin un traje y, sin embargo, ahí está, con los pantalones de chándal
colgando de sus caderas, y maldita sea. ¿Están todos en forma? ¿Quién
hubiera pensado que estaba escondiendo todo eso debajo de los Tom Ford?
—¿Oli? Oleander, ¿qué diablos está pasando ahí arriba?
Me sobresalto ante el sonido de la voz de Atlas en mi oído y los ojos
de North se entrecierran en mí.
—¿Lo llamaste aquí?
Antes de que pueda decir una palabra, Atlas espeta:
—Ponme en altavoz, Oli.
No hay forma de salir de esto sin que mi reputación, cordura y ganas
de vivir sean absolutamente destrozadas, pero hago lo que él dice.
—Abre tu maldita puerta, Draven, porque no me iré sin mi Vínculo.
Y ya que estás en eso, dile a tu hijo de puta hermano violador que lo mataré
en cuanto lo encuentre.
Oh, maldición
Oh, Dios. Abro la boca, pero no hay nada allí, no hay palabras para
ninguno de los dos mientras North me mira fijamente. Se ve furioso,
malditamente echando humo, y me alejo de él cuando da un paso adelante.
En realidad, no le tengo miedo, pero mi ego está demasiado magullado en
este momento para que alguien más me ataque verbalmente.
Aprieta la mandíbula y luego la afloja, su voz es baja y un poco más
cálida de lo habitual cuando dice:
—Baja, Oleander. Dejaré entrar a Atlas mientras hablo con Nox.
—Date prisa —espeta Atlas y luego cuelgo porque necesito
averiguar cómo diablos explicarles a los dos que… no fue… ¡mierda!,
definitivamente fue algo que sucedió, pero tal vez no es el escenario que
ambos están pensando.
¿No es así?
No lo fue. Definitivamente no lo fue.
Maldición.
—Toma un suéter, la casa está fresca durante la noche.
Podría discutir con él por la demanda porque una vez más me está
dando órdenes, pero no me queda nada. Sin fuego ni pelea, solo el
caparazón hueco tratando de resolver decir que tomé una decisión esta
noche que estoy segura de que todos me avergonzarán a pesar de que hice
lo mejor que pude.
Maldición.
Desearía que North se pusiera un suéter porque en el momento en
que lo sigo por la puerta, metida en las capas adicionales, mi vínculo se
despierta nuevamente. Estoy furiosa por esta situación ridícula en la que
estoy ahora, así que lo empujo violentamente lejos.
Con tanta violencia que North me mira con el ceño fruncido, como
si estuviera cuestionando si realmente sintió la onda de poder que mi
frustración dejó escapar. Vuelvo a intentar decirle algo, esta vez manejando
palabras reales.
—Puedo hablar con Atlas y arreglar esto. Solo necesito un minuto,
no tienes que intervenir.
Aprieta el botón del ascensor sin mirarme.
—No, llegaré al fondo de este lío antes de que se salga de control.
Me están pasando demasiadas cosas con las que lidiar, sin agregar una
disputa con mi Vínculo a la lista. Me ocuparé de Nox si eso es lo que se
requiere.
El ascensor es demasiado pequeño para lidiar con todo mi pánico.
¿Por qué estoy tan asustada? No hice nada malo… excepto que el Vínculo
que odio más que a nadie ni a nada me besó, me empujó contra una pared,
me animó a frotar toda su pierna y luego agregó dedos a la mezcla hasta que
llegué al orgasmo tan fuerte que me dolió.
Tampoco completé el vínculo.
Todos son hechos, y yo solo tenía control sobre algunas de esas
cosas y ciertamente no sobre el orgasmo… entonces, ¿por qué no puedo
decirle eso ahora antes de que Atlas pierda la cabeza por ese estúpido
mensaje de texto que le envié?
Por supuesto que había venido aquí a buscarme.
Por supuesto, siempre ha sido protector y posesivo, incluso desde el
otro lado del maldito país.
El ascensor se abre y North sale, deteniéndose para asegurarse de
que lo estoy siguiendo, y luego me lleva al vestíbulo. Trato de tomar
algunas notas sobre dónde estamos, pero en un minuto, estoy tan perdida
como siempre.
El conductor de North está parado en la puerta con otros tres
hombres, todos ellos mirando el desastre que Atlas está haciendo en el
jardín delantero.
—Llamé a las autoridades y a la asociación de propietarios, estamos
a cargo del control de daños, señor.
North asiente a su conductor.
—Gracias, Rafe. Yo me ocupo desde aquí.
Tomo nota del nombre de Rafe, porque no puedo seguir llamándolo
el conductor en mi cabeza, y luego observo cómo North se adelanta para
abrir la puerta, su cuerpo bloquea el camino, pero puedo ver lo suficiente de
la carnicería en el frente para estremecerme un poco por la factura de daños.
Debería haber mantenido la boca cerrada. Nunca debí haberle
enviado un mensaje de texto a Atlas y confiado en él.
En el momento en que North se hace a un lado, Atlas entra en el
vestíbulo, claramente con la intención de atraerme a sus brazos, pero apenas
estoy manteniendo a raya mi vínculo y me alejo de él.
El estado de ánimo en la habitación se vuelve malévolo.
Me doy cuenta de lo que he hecho de inmediato, y como el mundo
está en mi contra, Nox elige este momento exacto para llegar, saliendo por
la puerta del garaje, con el olor a whisky adherido a su ropa.
Levanta la vista para mirarme directamente, su boca se tuerce en
una mueca, e instintivamente me acerco para agarrar el brazo de Atlas. Con
una acción, probablemente salvé la vida de Nox.
La sonrisa permanece fija mientras mira a Atlas, todo su cuerpo
irradiando energía petulante de imbécil, pero vacila un poco cuando ve a
North parado allí en toda su gloria semidesnuda y despeinado por el sueño.
—¿Qué sucede?
North me mira y este es el momento en el que quiero salir corriendo,
gritando de la habitación y lejos de la vergüenza de este momento, pero aún
no puedo entender cómo diablos explicar todo lo que pasa por mi cabeza.
Atlas no espera ninguna de las cuidadosas políticas familiares que
claramente suceden a nuestro alrededor.
—Lo que sucede es que intentaste forzar un vínculo con Oli, y crees
que ser un maldito Draven significa que puedes salirte con la tuya. Voy a
torturarte y luego a matarte.
Bueno, maldición.
Me estremezco un poco porque estoy esperando una réplica mordaz
inmediata o que me lancen un puñetazo, si no algún tipo de uso de don,
pero la habitación vuelve a estar extrañamente silenciosa.
North mira fijamente a Nox por un segundo y luego dice:
—¿Lo hiciste?
Solo los he visto interactuar en la mesa de la cena y North siempre
lo deja arrancarme tiras con sus palabras, nunca interrumpiendo o
diciéndole que me deje en paz. Esto parece… extraño. Está actuando como
si Nox fuera un hombre roto, guantes de seda y palabras tranquilas en su
dirección. Ese no es en absoluto el hombre que conozco y del que detesto
estar cerca.
Nox sonríe y levanta una ceja hacia él.
—Ella no dijo que no. Ni una sola vez. Llegó al orgasmo en mi
mano, así que no, hermano, no la violé.
¿Podría el suelo abrirse y tragarme entera? Eso sería genial, gracias.
No quiero vivir esto en absoluto. No, dame el dulce abrazo de la muerte
porque a la mierda esto.
Esperaba que Atlas volviera algo de su ira hacia mí, que exigiera
una respuesta o que simplemente se largara de aquí, pero no lo hace. No, da
un paso delante de mí hasta que me cubre por completo, un movimiento
obviamente muy protector.
—Literalmente enseñas Dotados 101, todos sabemos que usaste su
vínculo en su contra. Sabías exactamente lo que estabas haciendo, y no voy
a dejar que trates a Oli así. No eres tan malditamente intimidante cuando te
enfrentas a alguien con un don, imbécil.
Una sonrisa se extiende sobre el rostro de Nox y sus ojos se vuelven
completamente negros.
—¿Estás seguro de eso? Vamos entonces, pruébame.
Mi cerebro se apaga por un segundo porque sus ojos son negros.
Negros. Nunca he visto a alguien con los mismos vacíos profundos que los
míos, y luego los de Atlas se vuelven blancos y el peligro de la situación
finalmente me golpea. Estoy a punto de encontrarme en medio de una
maldita pelea de Dotados sin forma de protegerme.
Atlas le devuelve la sonrisa a Nox y empiezo a buscar algo detrás de
lo que esconderme o una salida apareciendo mágicamente.
—Si alguno de ustedes lanza un solo ataque el uno al otro en mi
casa frente a mi Vínculo, terminaré esto y ninguno de ustedes quiere eso.
Miro hacia North y casi me desmayo, porque no solo sus ojos están
negros, sino que su mano, que está extendida y lista para lanzarles cualquier
cosa que pueda hacer a ambos, también se está volviendo negra lentamente.
Realmente debería haber sido más insistente en averiguar qué
diablos pueden hacer todos porque... bueno, ¿con qué diablos los está
amenazando a ambos que incluso Nox está dudando? ¿Qué otros dones les
darían a ambos unos ojos negros y brillantes, tan parecidos a los míos?
—Bassinger, eres bienvenido a quedarte esta noche con Oleander.
Podemos discutir los arreglos de vivienda mañana, pero por ahora, todos
tenemos lugares para estar en la mañana.

Incluso Nox no puede discutir con eso.

North acompaña a Atlas y a mí de regreso a mi habitación sin


decir una palabra y luego cierra la puerta detrás de sí mismo. Todavía me
retuerzo de vergüenza por toda la experiencia terrible, pero Atlas
inmediatamente se queda en su bóxer y se sube a la cama como si fuera
muy normal y no la peor noche de mi vida desde que llegué aquí.
Duermo terriblemente y cada vez que abro los ojos durante la noche,
encuentro a Atlas mirando al techo con el ceño fruncido, así que sé que él
tampoco ha pegado ojo. A las seis de la mañana, me despierto con un
mensaje de texto de Gabe diciendo que me recogerá para nuestro
entrenamiento matutino y decido levantarme y comenzar mi día.
Me doy una ducha rápida, emocionada como el demonio a pesar de
mí misma porque tengo un baño privado sin chismes que hablen mierda de
mí mientras me limpio. Cuando estoy vestida y lista, vuelvo a la habitación
para encontrar a Atlas vestido y esperándome en la cama, su rostro aún
solemne.
Entro un poco en pánico y mi boca es un poco más rápida que yo.
—He estado entrenando con Gabe, es una rutina brutal que Gryphon
armó, pero ha estado ayudando con ET. Vivian está impresionado con lo
lejos que he llegado desde que llegué aquí. Te gustará, es gruñón e intenta
que nos maten a todos en el laberinto del sótano, pero a mí me cae bien el
viejo.
—Sé muy bien quién es Vivian Wentley, Oli, pero estoy más
preocupado por ti en este momento. Necesitamos descubrir nuestro plan de
juego aquí porque ya hablé con mi familia. Quieren que regresemos a
Filadelfia, que nos separen algunos kilómetros de los malditos Draven hasta
que tengamos la oportunidad de conocernos un poco mejor… Tienes
muchas opciones aquí, no quiero que te hagan pensar que esto es todo. No
eres una prisionera. No eres propiedad de la que Nox pueda abusar.
Me estremezco y paso una mano por mi rostro.
—Escuchaste lo que dijo, no era lo que estabas pensando. Podría
haberlo empujado y no lo hice. Es mi culpa.
Se pone de pie y deja escapar un suspiro.
—También escuchaste lo que dije, Oli. Él sabía lo que estaba
haciendo. Eres una Central, literalmente, cada fibra de tu ser quiere el
vínculo y él lo usó en tu contra.
Realmente no me gusta lo que dice porque me hace sentir como si él
pensara que estoy indefensa para el vínculo dentro de mí y creo que anoche
probé que no lo estoy. Me agarré del borde como una maldita máquina e
incluso si las consecuencias no fueron tan buenas, estoy bastante orgullosa
de mí misma por eso.
—No quiero hablar más de ello. ¿Podemos simplemente… ir al
entrenamiento y luego decidir todo lo demás más tarde? Solo estoy… estoy
cansada.
Deja escapar otro suspiro y asiente, frotando una mano en su nuca y
extendiendo la otra para que yo la tome. No importa si estoy un poco
dolorida por sus palabras, igual la tomo porque al menos sé que está
tratando de hacer lo mejor para mí.
Nadie más puede decir lo mismo.
En el momento en que la puerta se cierra detrás de nosotros, me doy
cuenta de que no tengo ni puta idea de cómo llevarnos abajo, pero cuando
palidezco, Atlas se ríe y me lleva.
—Memoricé el camino anoche.
Resoplo hacia él por ser demasiado bueno con las direcciones, pero
me alegra que no tengamos que llamar a North y pedirle que nos dirija.
Cuando llegamos al vestíbulo, Gabe ya está allí esperándonos a los dos,
vestido con su ropa de entrenamiento y con el ceño fruncido.
Atlas salta a la ofensiva, siempre listo para pelear con alguien que
no sea yo.
—Si esperabas tener a Oli solo para ti, no tienes suerte porque no
voy a confiársela a ninguno de ustedes después de anoche. Maldición, no.
Los ojos de Gabe se mueven hacia mí, pero evito mirarlos.
Honestamente, solo quiero terminar con el día de hoy lo antes posible.
Quiero subirme a una cinta de correr y tener algo de tiempo a solas para
descubrir qué diablos voy a hacer.
¿Debería ir a Filadelfia con Atlas y comenzar una nueva vida allí?
¿Debería continuar con mi plan de huir de todos ellos?
Gabe no nos dice una palabra a ninguno de los dos, claramente ya
escuchó la versión de alguien sobre lo que sucedió anoche, y en su lugar
regresa a su motocicleta y se pone el casco.
Atlas agarra mi mano y me lleva a su auto, me abre la puerta y me
ayuda a entrar como el perfecto caballero. Mi cabeza es un revoltijo y
realmente no tengo fuerzas para tener una pequeña charla con él esta
mañana.
Escuchamos música en el camino, ninguno de los dos habla, y solo
cuando llegamos al campus y encontramos obras en la carretera bloqueando
la entrada, Atlas maldice en voz baja.
—¿Sabes dónde más puedo estacionar que esté cerca?
Lo dirijo hacia el otro lado del campus y encontramos a Gabe
esperándonos allí, así como una docena de autos más.
La siguiente hora es un tipo especial de tortura.
Atlas tiene como misión vencer a Gabe en todo, los dos se hacen
comentarios mordaces todo el tiempo, y nunca en mi vida había deseado
tanto auriculares y música pop a todo volumen.
Cuando Sage me envía un mensaje para que nos reunamos con ella
para desayunar en el comedor, estoy lista para matarlos a ambos y
simplemente irme sola. Ambos me siguen, flanqueándome como mi propia
guardia ceñuda, pero no tengo ganas de intentar aligerar el ambiente.
Con suerte Sawyer estará con Sage y él puede tomar el relevo.
Estamos a mitad de camino hacia el edificio principal cuando mi
don comienza a retorcerse en mis entrañas, como una advertencia temprana
dentro de mí de que algo anda muy, muy mal aquí. Ambos chicos se
detienen, agarrando mis brazos para que me detenga con ellos.
Atlas levanta una ceja hacia mí, pero los ojos de Gabe parpadean en
blanco mientras mira a su alrededor, usando su habilidad de cambiaforma
para mejorar su vista, y luego maldice brutalmente por lo bajo, su teléfono
está afuera en un segundo y sus dedos vuelan por la pantalla.
—Corran. Tenemos que llegar a un refugio ahora mismo.
No necesita decirlo dos veces.
Despegamos hacia el edificio principal, mis piernas doloridas no
están contentas de volver a correr, pero soy mucho más rápida y resistente
ahora que hemos estado entrenando durante tanto tiempo. Silenciosamente
le envío a Vivian un agradecimiento por todo el tiempo que he pasado en la
caminadora gracias a él. Puedo ver a Atlas obligándose a sí mismo a seguir
mi ritmo, obviamente es más rápido sin tener que cuidarme, pero Gabe está
acostumbrado a quedarse conmigo. Saca su teléfono sin perder el ritmo, lo
toca y luego lo vuelve a meter en el bolsillo.
—North está en camino y Gryphon ya está en el campus, solo
necesitamos llevarte a un punto de evacuación —dice Gabe, su voz es
aguda para que solo podamos escucharla por encima del golpeteo de
nuestros pies en la acera.
Atlas asiente, listo para seguir su ejemplo incluso después de haber
estado en la garganta del otro toda la mañana porque sabe más sobre este
lugar que cualquiera de nosotros. Cuando llegamos al comedor, hay una
explosión en el lado este del campus, el sonido es tan fuerte que me
castañetean los dientes y Atlas me agarra de inmediato, me levanta y se
enrosca a mi alrededor como un escudo humano. No puedo respirar por un
segundo y luego Gabe nos empuja fuera del camino y detrás de un edificio.
—¿Este es un punto de evacuación? ¿Pensé que teníamos que llegar
al edificio principal? —espeta Atlas, pero Gabe apenas escucha.
—¿Dara? Maldición, no puedo ver una mierda, debes estar por aquí.
Literalmente está hablando con una pared de ladrillos y estoy a
punto de comenzar a revisar su cabeza en busca de heridas cuando el aire a
nuestro alrededor brilla y de repente hay un grupo de estudiantes parados
allí juntos, tan blancos como las sábanas y murmurando entre ellos sobre
qué diablos está pasando
—¡Gracias a Dios! Ardern, ¿dónde están Shore y los Draven?
¡Hemos visto al menos ocho grupos de la Resistencia, debe haber cincuenta
o sesenta de ellos aquí!
Maldita sea, reconozco la voz de inmediato y, efectivamente, es el
jodido Martínez. Trato de convencerme de que ahora probablemente no sea
el mejor momento para guardar rencores, pero tampoco puedo evitar odiar
al tipo.
—Los equipos tácticos ya los está neutralizando, solo necesitamos
mantener un perfil bajo y esperar —dice Gabe, su voz segura y clara.
El cambio en el grupo es instantáneo, parte de la preocupación y el
pánico disminuyen como si su palabra realmente significara algo para
todos. Desearía sentir lo mismo, el miedo aún me atraviesa, pero mi cabeza
aún está lo suficientemente clara como para ver lo que sucede a mi
alrededor.
Eso no es necesariamente algo bueno, especialmente cuando otro
grupo de la Resistencia pasa corriendo junto a nosotros vestido con equipo
antidisturbios. Sello mis labios, sofocando mi propia respiración en caso de
que sin darme cuenta haga algún ruido y nos delate.
Luego, las puertas del edificio al otro lado del patio se abren y los
estudiantes salen corriendo en todas direcciones. La Resistencia gira e
inmediatamente avanza tras ellos, uno de los tipos en el frente envía una ola
de fuego y tengo que mirar hacia otro lado porque no hay forma de que esté
viendo a las personas siendo quemadas vivas en este momento.
—Ardern, no te apartes del lado de Oli —espeta Atlas, y luego se
va, corriendo a través del escudo y dirigiéndose directamente hacia la
Llama justo cuando comienzan los gritos de sus víctimas.
Gabe maldice por lo bajo, mirando a su alrededor para ver quién
más está en el grupo con nosotros, pero ninguno de ellos se mueve para
ayudar. Me mira de nuevo y asiento.
—Hazlo. Ve a ayudarlo, estaré bien.
Duda de nuevo por un segundo y luego agarra mis dos brazos.
—Dara es la mejor Escudo que he visto en mi vida, nadie sabrá que
estás aquí mientras ella esté contigo. No te muevas de este lugar, Oli.
Prométemelo.
Hay otro sonido de explosión y luego Gabe se quita la ropa, se quita
los zapatos y cambia tan rápido que apenas puedo decir que lo he
presenciado. Un segundo está parado allí, toda piel dorada tensa sobre su
cuerpo musculoso, y al siguiente hay un enorme lobo parado en su lugar.
Nunca he visto un cambiaformas de cerca.
Es malditamente increíble.
Me quedo ahí sin ninguna intención de moverme. No puedo, no sin
usar mi don, y no hay razón para que lo haga ahora. No puedo ayudar a las
personas que se queman, y confío en que Gabe y Atlas harán lo que puedan
para detener la lucha. Ambos son más útiles que yo en este momento y
tengo que creer que los demás están en camino hacia nosotros en este
momento.
Entonces lo escucho, los gritos de Gracie vienen detrás de nosotros.
—¡Dios mío, Sage! ¡SAGE!
No.
Absolutamente no, maldición. Sobre mi maldito cuerpo muerto me
quedaré quieta mientras algo le sucede a la única persona que me aceptó sin
ninguna razón o expectativa.
—Fallows, eres tan estúpida…
No espero el resto de la opinión de mierda de Martínez, me voy a
toda velocidad. Hay humo por todas partes, pero sigo el sonido de los gritos
de Gracie hasta que, literalmente, corro directamente hacia ella, con la
visión completamente afectada por las secuelas de la explosión.
—¿Oli? Dios mío, por favor, ¿dónde están tus Vínculos? Tienen a
Sage, ellos…
Agarro sus brazos y la sacudo, como si pudiera sacarle la
información que necesito.
—¿Dónde, Gracie? ¿Dónde diablos está ella?
No puede responderme porque escucho una voz que esperaba no
volver a escuchar nunca más en mi maldita vida gritar:
—¡Sobrecarga de energía! Agarren a esa.
Ya sé que Sage es fuerte, he escuchado historias sobre cómo llegó a
su poder y su control elemental es de élite. Es por esta razón que no salgo
corriendo inmediatamente gritando cuando la voz de Olivia atraviesa el
caos.
Olivia Turner.
El perro rastreador de la Resistencia está aquí para encontrar al
Dotado que valga la pena tomar, lo que significa que ya han conseguido a
Sage y ahora me han encontrado a mí. No puedo ayudar a Sage a menos
que deje que me lleven también.
Es estúpido e imprudente y me importa una mierda porque ella es
mi mejor maldita amiga.
Así que me quedo allí, empujando a Gracie lejos de mí mientras le
digo:
—Corre —y luego dejo que me lleven a mí también.
El humo es demasiado denso para verlos hasta que sus manos ya se
están cerrando alrededor de mis brazos y me retuerzo un poco como si
quisiera escapar mientras tiran de mí. Los dos hombres que me sostienen
tienen máscaras que cubren completamente sus rostros, por lo que han
venido preparados para la precisa guerra que planearon hoy.
Cuando nos detenemos en la parte trasera de un camión de convoy,
miro hacia arriba para mirar a los ojos a una Sage absolutamente
aterrorizada, atada y amordazada en la parte de atrás. Sus párpados se abren
y comienza a sollozar al verme. No es un alivio tenerme con ella. No, está
asustada de que yo también estoy en peligro ahora.
Si antes no estaba segura de que estaba haciendo lo correcto, ahora
lo estoy.
—Cárguenla, los Draven están despejando el patio y si no salimos
en los próximos treinta segundos, estaremos muertos.
Agacho la cabeza ante la voz de Olivia. Maldición, espero que no
me vea en este momento, y luego los hombres que sostienen mis brazos me
atan y me tiran en la parte de atrás con Sage. Uno de ellos se desliza detrás
de mí y luego nos vamos, el camión arranca demasiado rápido, y todos
chocamos y nos empujamos mientras intentamos mantenernos erguidos sin
brazos para mantener el equilibrio o agarrarnos.
Hay otro grito y luego el camión se desvía bruscamente en la
carretera, pasando por un bache que casi nos envía a una zanja, pero el
conductor logra corregir y mantenernos a todos con vida. Miro hacia atrás
por la abertura para ver a Kieran corriendo detrás de nosotros, con un arma
en la mano, pero no hay un tiro claro para él, no sin correr el riesgo de
golpear a uno de los cautivos o hacer que el camión ruede.
Lo último que veo es a él con el teléfono pegado a su oreja.
Capítulo 24
Me doy cuenta muy rápido de que no estamos tratando con los
soldados de nivel inferior en este vehículo.
Hay un Amortiguador sentado en la otra fila que está haciendo que
todos los que han capturado no tengan sus dones y definitivamente hay un
Escudo a bordo porque sorteamos el tráfico y las luces rojas sin un solo
problema o una bocina a todo volumen, y después de mi cautiverio forzado
en el campus Draven, no tengo idea de dónde estamos o hacia dónde nos
dirigimos. Sage mantiene la cabeza agachada, pero puedo verla mirando
discretamente la vista y controlando dónde estamos, así que espero que
podamos encontrar el camino de regreso una vez que descubramos cómo
escapar de este lío en el que estamos. Soy muy consciente de que ninguna
de nosotras está Vinculada y solo hay un chip GPS en mí para ayudarnos a
ubicarnos.
Podría ser peor.
No hay muchas formas en que podría ser peor, pero ninguna de
nosotras está gravemente herida o muerta, nadie está intentando torturarnos
o violarnos todavía, y hay alguna forma de localizarnos, así que me
concentro en eso.
El chico que me ató los brazos hacia atrás está sentado entre Sage y
yo, con la máscara aún colocada sobre su rostro como si estuviera
preocupado de que uno de nosotros esté a punto de emitir un gas nocivo y
noquearlo o algo así. Maldita sea, ¿dónde está Zoey cuando necesitamos a
la perra?
Hay otros tres estudiantes en el camión, todos atados y
amordazados, y dos más de la Resistencia. Nadie habla, los sonidos del
motor y el camino afuera son demasiado fuertes para distinguirlos en la
parte trasera abierta. Cuando la vista comienza a cambiar rápidamente de
edificios y estacionamientos a pastos abiertos y áreas escasamente
boscosas, empiezo a ponerme nerviosa. Esperaba que tuvieran un edificio
blindado en la ciudad para mantenernos adentro por unos días. Ese es su
modus operandi habitual, esperar hasta que el calor se levante un poco antes
de transportar su cargamento de humanos.
Un campo significa que están planeando probar y eliminar.
Sage sobrevivirá y será transportada. Si no accedo a mi don, es muy
probable que intenten matarme, lo que solo activará mi don para
protegerme y luego, nuevamente, todos estaremos jodidos.
Dentro o fuera, tengo que decidir ahora.
De repente, el camión se sale de la carretera otra vez sin reducir la
velocidad y mi cuerpo choca contra el chico que está a mi lado, sacándome
el aire de los pulmones. El chico gruñe y me empuja como si fuera mi culpa
que el conductor esté claramente loco y que no tenga manos libres para
agarrarme. Uno de los chicos en la otra fila de asientos sale volando y
termina tirado en el suelo frente a todos nosotros, con sangre brotando de
una herida en su cabeza.
Se me encoge el estómago y tengo que recordarme a mí misma que
las heridas en la cabeza sangran como un hijo de puta y que probablemente
no esté tan lastimado, pero de todos modos es difícil no vomitar al verlo.
Nadie intenta ayudarlo a levantarse y cuando pasamos por otro bache, gime
por el dolor de ser arrojado.
El camión se detiene abruptamente y el chico que está entre Sage y
yo gruñe, golpea con el puño el panel de metal y grita:
—¡Por el amor de Dios, Daniels, cálmate antes de que nos mates a
todos!
Daniels.
Es un viejo hábito, pero hacer un seguimiento de tantos nombres
como puedo me ha salvado la vida antes, así que vuelvo a ese hábito. Hay
puertas que se abren y se cierran de golpe a nuestro alrededor, pero nadie se
mueve hasta que se abre la parte de atrás. Es frustrante para mí que todavía
tengan puestas esas máscaras porque no sé si alguno de ellos me reconoce.
No lo sabré hasta que sea demasiado tarde.
Uno de ellos habla, pero es imposible decir cuál.
—Sáquenlos, vamos a ser transportados en cinco y no vamos a
tomar arrimados o caridad.
El chico en el suelo es movido primero, tirado y arrojado al suelo, y
finalmente uno de los miembros de la Resistencia se quita la máscara para
mirarlo. Ella tiene el cabello rubio cortado cerca de su cráneo y un tatuaje
de una rosa debajo de uno de sus ojos. No parece malvada, pero ya aprendí
que incluso las personas más dulces y amables pueden ser monstruos.
—Es fuerte, un elemental. Yo lo mantendría.
Uno de los otros se quita la máscara y espeta:
—Los elementales son más problemáticos de lo que valen.
Necesitamos luchadores, no alguien que se asegure de que sea un buen día.
Ella se encoge de hombros y mueve al chico hacia la izquierda, saca
un arma y le dispara a quemarropa en la cabeza. Uno de los Dotados que
está frente a mí en el camión grita, el sonido queda amortiguado por la
mordaza, pero rompe los oídos de todos modos.
Se me ocurre que aquí es donde se muestra mi propio trauma porque
no hay nada sobre los fragmentos de cráneo que vuelan por todas partes o la
sangre y la materia cerebral que me moleste. Es como si la versión de mí
que antes estaba mareada por un poco de sangre se hubiera ido hace mucho
tiempo y hubiera sido reemplazada por la mía superviviente. La chica que
una vez… bueno, digamos que mis manos no están tan limpias como me
gustaría.
Realmente no hay mucha diferencia entre la rubia con el arma y yo.
Nada más que de qué lado de la disputa estamos.
Uno por uno somos sacados para ser probados. Sage obtiene un pase
instantáneo, empujada para pararse y esperar al resto de nosotros. La otra
chica es una cambiaformas y pasa. El último chico también es una Llama,
pero no es tan fuerte como Sage. Discuten por un minuto antes de decidir
quedarse con él. Soy empujada frente a la probadora última y mi respiración
se queda atrapada en mi pecho.
Así de cerca, la reconozco.
Tengo que obligarme a no entrar en pánico. El plan no ha cambiado,
si ella me reconoce entonces dejo salir mi don y uso cada gramo de control
que tengo para evitar que Sage o uno de los otros Dotados terminen como
daño colateral.
Luego, corro.
Carlin, la rubia con la pistola que era una morena sin un tatuaje en el
rostro la última vez que la vi, frunce el ceño mientras me observa. No me
reconoce, pero tampoco tiene idea de lo que soy o de lo que soy capaz.
El tipo sin la máscara espeta:
—¿Y bien? ¿La conservamos o no? Como ahora el transporte está a
menos de dos minutos, tenemos que movernos.
Sus labios se curvan y espeta:
—Ella es demasiado poderosa para descartarla, pero no puedo ver lo
que es. Ella está… en blanco.
—No vamos a tomar arrimados, mátala.
Carlin guarda su arma y niega con la cabeza.
—¿No me has oído, Daniels? Literalmente está filtrando energía por
todas partes, no matas ese tipo de potencial.
Él resopla y me agarra del brazo.
—No puedo sentirlo, pero está bien, puedes pincharla y probarla
más tarde para descubrir qué está pasando debajo del capó.
Por supuesto que no puede sentirlo, solo las personas como Carlin
pueden sentir el poder que estoy reprimiendo desesperadamente para evitar
que lo sepan. La he visto cargar a niños pequeños y evaluar con precisión
sus habilidades, es más fuerte que la mayoría en lo que puede hacer.
Se pondrá furiosa cuando se dé cuenta de quién soy.
Nos trasladan a un campo abierto, el camión y el cadáver del Dotado
quedan atrás sin pensar, y aunque no puedo ver un marcador, nos detenemos
en un lugar muy específico. Luego, la Resistencia se quita los guantes y se
agarra entre sí y a cada uno de nosotros hasta que todos nos tocamos, piel
con piel.
Hay un sonido de estallido y luego, de la nada, aparece una mujer,
golpeando con una mano a Carlin.
El siguiente estallido es más fuerte y mi estómago se tambalea
mientras somos transportados.
Odio esta mierda.
Podríamos estar en cualquier lugar ahora. Literalmente en cualquier
lugar. Una vez me trasladaron a Egipto durante dos semanas para alejarme
de un equipo táctico de exploración particularmente bueno. La sensación de
ser movida de esta manera me enferma y en el momento en que nuestros
pies están de nuevo en el suelo, me desplomo, con arcadas y tratando de no
vomitar.
Daniels me agarra y me pone de pie bruscamente, empujándome con
él, y tengo que luchar contra el caos en mi cabeza para ver bien dónde
estamos.
No reconozco el campamento, pero he estado en uno de estos antes.
Es un limbo, una forma de clasificar las existencias y examinar a los
Dotados que han sido secuestrados hasta encontrar los que realmente
quieren. Pasé dos semanas en uno cuando me secuestraron por primera vez
y creo que fue más para asustarme porque sabían antes de secuestrarme que
yo era valiosa.
Nos trasladan a todos a una tienda de campaña y cuando nos
arrastran adentro, encontramos las jaulas y las niñeras.
Por un golpe de suerte, Sage y yo somos metidas en jaulas una al
lado de la otra, nuestras manos son desatadas y las mordazas quitadas antes
de que las puertas estén firmemente cerradas detrás de nosotras. Espero
hasta que desaparezcan antes de mirar alrededor correctamente.
Las niñeras nos ignoran, como si cuatro caras nuevas no significaran
nada para ellas, y estoy segura de que realmente no nos registran en
absoluto. Su trabajo es noquearnos si comenzamos problemas y escuchar
todo lo que decimos, recopilando información que podría usarse en nuestra
contra.
Las solapas de la tienda se abren de nuevo y tres tipos enormes
entran cargando a otro Dotado atado y amordazado entre ellos. Mis ojos se
cierran con fuerza mientras mantengo mi Vínculo dentro de mí, forzándolo
a no reaccionar y arremeter porque no puedo dejarles saber que el Dotado
que están arrastrando y yo somos Vínculos.
Cierro los ojos con fuerza cuando los escucho tirarlo al suelo,
gruñendo y azotándolo mientras cierran la puerta de la jaula detrás de ellos.
—Eliminó a dieciocho hombres, es un muerto caminando.
Los escalofríos me recorren la espalda, pero Carlin les ronronea
desde la puerta:
—Él es uno de los Vínculos de la familia Draven, si alguno de
ustedes lo toca, personalmente les daré su castigo. Estamos cerca.
Daniels mira en cada una de las jaulas, sus ojos no ven nada especial
cuando me mira.
—Él se entregó. Una vez que tengamos toda la carne fresca aquí,
tendremos que encontrar a quienquiera por quién haya venido porque
apuesto a que tenemos su Central en algún lugar de este grupo.
Bueno, demonios.
Maldición.
Carne fresca.
Han pasado años desde que pensé en ese hermoso término, cinco
años desde que tuve que tener esa etiqueta adherida a mí antes de que me
diera cuenta y supiera cómo funcionaban las cosas en los campos de la
Resistencia.
Voy a usar esa mierda a nuestro favor hoy.
Si pude escapar una vez, puedo hacerlo de nuevo. Ya he aceptado el
costo de eso.
Cierro los ojos y finalmente, finalmente, dejo que mi don llene mis
venas, todo mi cuerpo se siente más fuerte y más capaz en el momento en
que abro esa puerta dentro de mí y dejo que se haga cargo. Es como si
hubiera bebido un elixir de luz pura, cada célula de mi cuerpo se transforma
y vuelve a la vida. Han sido tres años de aprender a existir sin esto,
perdiéndome lentamente mientras mi cuerpo se adaptaba y se convierte en
nada más que… humano. No Dotado.
Normal.
Los ojos de Sage se abren de golpe mientras me mira, sus propios
sentidos se ponen en alerta máxima cuando siente que mi don irradia de mí.
Hay demasiado poder latiendo en mis venas para que ella no lo sienta, la
maldición de mi vida es que todos los Dotados pueden sentir lo peligrosa
que soy. Todos tenemos ese poder de detección incorporado para saber
cuándo el peligro está cerca.
Llevo un dedo a mis labios para indicarle que se calle y ella asiente
sutilmente, con cuidado de no atraer más la atención de nuestros captores,
pero todos están ocupados moviendo toda su carne fresca. Traen cinco
Dotados más, pero no reconozco a ninguno de ellos.
Mantengo la mirada baja y me concentro en la respiración de Gabe.
En cuanto se despierte, nos largaremos de aquí.

Solo toma diez minutos antes de que los Dotados comiencen a


hablar entre ellos, susurrando y enloqueciendo sobre dónde estamos, qué
nos van a hacer o cómo vamos a salir de este lío. Cuando Sage me mira,
presiono un dedo en mis labios y ella asiente, ambas mirando de nuevo a las
niñeras.
Solo tenemos que ser pacientes y rezar para que Gabe se despierte
pronto, porque ninguna de nosotras puede cargarlo y nuestros dones
tampoco ayudarán con esto. Así que esperamos. Nos sentamos allí y
esperamos mientras el día avanza. Hay alaridos y gritos afuera algunas
veces, pero nadie más entra a la tienda. Las yemas de mis dedos comienzan
a hormiguear con poder, como si mi don estuviera enojado porque lo he
llamado, pero no he hecho nada todavía, y los ojos de Sage se abren de par
en par cuando lo siente.
Cuando Gabe finalmente gime, no puedo evitar dejar escapar un
pulso, mi alivio sale en una ola tangible que hace que toda la tienda se
quede en silencio.
Ambas niñeras me miran, su atención finalmente despertó lo
suficiente como para acercarse.
—Fue la anómala, Fiona. Deberías tratar con la chica para que no
nos pateen el trasero por jugar con ella.
Fiona se despliega del catre en el que estaba desplomada, sus ojos
oscuros me recorren antes de que empiecen a brillar.
Nada.
Ni siquiera registro su intento de noquearme y mi poder canturrea
un poco, engreído por sí solo de que finalmente ya no estamos a merced de
todos.
Soy menos presumida porque sé mejor que estar emocionada por
volver a ser yo.
—¿Demasiado fuerte para ti? Bueno, no podemos permitir eso,
¿verdad? —habla el hombre de nuevo, poniéndose de pie y caminando
hacia mí.
Sus ojos parpadean hacia mí, pero cuando no pasa nada, maldice en
voz baja:
—Es un vacío, tampoco puedo noquearla.
Es tan fácil como respirar. El mismo plan que usé la primera vez
para alejarme de la Resistencia. Gimo y me doblo por la cintura para
agarrarme el estómago, fingiendo una herida. No van a intentar ayudar,
pero, por supuesto, se acercan para verme bien.
Hay otro gemido y un gruñido y echo un vistazo para ver a Gabe
despierto, con los ojos abiertos y mirándome fijamente. Titubeo por un
segundo, mi poder trastabilla en mis venas, porque tal vez podría convencer
a Sage de mantener esto en secreto, pero no hay forma de que Gabe
mantenga mi don en secreto.
Pero miro a Gabe a los ojos y decido que ya es suficiente. No puedo
perder a nadie más, maldita sea.
No importa que no haya tocado mi poder en años, el pozo sigue ahí,
esperándome. Es como finalmente tomar una respiración profunda después
de un jadeo superficial durante todo este tiempo, sentir el verdadero poder
dentro de mí cuando lo invoco.
Me siento completa de nuevo.
Gabe finalmente lo nota, puede olerlo en mí, y sus ojos se abren
como platos. Es lo suficientemente inteligente y lo suficientemente
coherente como para mantener la boca cerrada, pero puedo ver la
conmoción grabada en sus rasgos.
Aprieto los dientes y me concentro, mi mano tiembla donde cuelga a
mi lado, pero necesito hacerlo bien. Si no lo canalizo bien, podría perder a
mi mejor amiga y a mi Vínculo, y he vivido suficiente dolor y
desesperación. No necesito agregar sus muertes a esa lista, incluso si
quisiera alejarme de todos ellos.
Fiona finalmente lo nota y reconoce el poder, sus ojos se abren de
par en par.
—Santa mierda. Maldición, ¿qué está haciendo ella aquí?
El hombre da un paso adelante como si estuviera tratando de verme
mejor, solo que mi poder ataca e inunda sus cuerpos, aferrándose a sus
almas. Mi don quiere tomar todo, pero lo contengo, provocando la
oscuridad en ellos.
Todavía es tan horrible como la primera vez que lo hice, ver lo peor
de sus pesadillas y miedos y las partes feas de ellos mismos los inundan
hasta que se retuercen en el suelo, con la mente irreparablemente rota.
Atrapados en sus propios horrores, nunca escaparán hasta que
alguien los saque de su miseria.
Doy gracias a Dios que ninguno de ellos hace un sonido, por lo
general hay al menos un grito estrangulado o algo así cuando caen, pero
ahora que todos los miran con asombro y horror absoluto, no hay un solo
sonido en la tienda.
—Oli, ¿qué diablos fue eso? ¿Qué diablos hiciste con ellos? —Miro
de nuevo para encontrar a Gabe luchando por sentarse con las manos
todavía atadas a la espalda, con los ojos muy abiertos mientras me mira,
pero ahora el tiempo juega en nuestra contra.
Cualquiera podría entrar aquí y ver lo que he hecho.
Extiendo la mano hasta que rodeo la pierna del tipo y, bendita sea su
puta alma, Sage inmediatamente se mueve para ayudarme a moverlo. Es
terriblemente difícil, pero logramos cachearlo a través de los barrotes hasta
que encontramos un juego de llaves.
—¿Qué demonios están haciendo ustedes dos?
Me sobresalto, pero es solo el tipo en la esquina más alejada,
finalmente sale del estupor que le produjo ver mi Don en acción. En lugar
de responderle, levanto un dedo a mis labios para indicarle que necesita
cerrar la maldita boca antes de que nos delate. Parpadea como si nunca
antes le hubieran dicho que se callara.
Malditos idiotas.
Abro mi jaula y luego la de Sage, moviéndome rápidamente hacia
Gabe mientras una de las otras chicas comienza a sollozar. Espero que sea
de alivio y que lo supere rápidamente porque hay un largo camino por
recorrer antes de que estemos siquiera cerca de estar a salvo.
Sage abre su jaula y pasa a la siguiente persona, mientras yo me
deslizo para liberarlo y sacarlo de allí. Parpadea hacia mí adormilado, sus
ojos luchan por enfocarse, y mi corazón se oprime en mi pecho al ver lo que
sea que le han hecho.
Cuando me agacho hacia él, gruñe:
—¿Cómo evitaste que te noquearan? He visto a Zoey hacerlo
cientos de veces.
Busco a tientas la cuerda alrededor de sus muñecas mientras lucho
por liberarlo.
—Viste a Zoey noquearme sin don. Estoy un poco más sobrecargada
en este momento. No tengo tiempo para explicar esto, ¿puedes desgarrarla y
quitarte esto?
Su cabeza da vueltas sobre sus hombros y empiezo a preocuparme
adecuadamente de que tenga una conmoción cerebral o que haya sufrido
demasiado daño en esa bonita cabeza suya.
—Uno de ellos me drogó, no puedo acceder a mi cambio. ¿Cómo
diablos sigues consciente, Oli?
Resoplo y le doy un último tirón a la cuerda, casi gritando de alegría
cuando finalmente se suelta:
—Obviamente no has prestado suficiente atención en Dotados 101.
Estoy más arriba en la cadena alimenticia que esas pequeñas perras, tan
alto, que no son nada para mí… exactamente igual que tú y tuvieron que
recurrir a drogarte. ¿Puedes pararte? Tenemos que movernos ahora.
Lo ayudo a levantarse y salir de la jaula. Afortunadamente, puede
llevar su propio peso, solo necesita ayuda para mantenerse firme sobre sus
pies. Cuando tengo que agarrar su brazo para evitar que se caiga, su
mandíbula se aprieta y observo cómo se recupera, parpadeando
furiosamente y frotando su rostro como si pudiera sacar las drogas de su
sistema por pura voluntad.
Me aclaro la garganta para llamar la atención de la habitación, los
diez ahora fuera de nuestras jaulas, y luego hago un gesto indicando que
tenemos que salir de aquí.
Soy lenta, observándolos a cada uno de ellos para asegurarme de
que entienden lo que estoy diciendo. Entonces hago la mímica: ¿quién
puede seguir usando sus dones?
Sage puede, y otros tres. Tenemos una Llama, un Cambiaformas y
otros dos que no pueden hacer mímica con precisión porque creo que o
tienen habilidades mentales o dicen que han recibido un golpe en la cabeza.
Genial.
Cierro los ojos y lanzo mi don hacia afuera y dejo que cree un mapa
para mí. Esto es peligroso, pero solo si golpeo a Carlin u otro probador con
su nivel de habilidad. Entonces, sucede algo malditamente mágico.
Encuentro a Gryphon.
Lo siento sobresaltarse cuando mi don lo golpea. Siento su
incredulidad y luego la oleada de adrenalina, el alivio de que estoy viva y
aquí. Dondequiera que nos hayan llevado, o estaba cerca o él también tiene
un transportador. Kieran está con él y ni siquiera puedo estar enojada
porque ese idiota esté aquí.
Entonces encuentro a Nox.
De acuerdo, estoy menos feliz con eso, especialmente cuando su
don se acerca al mío. Está tratando de averiguar qué demonios puedo hacer,
cómo los mapeo a todos y todos los demás secretos que les he ocultado.
Me alejo de ellos.
Mis ojos se abren y me pongo de puntillas para presionar mis labios
en la oreja de Gabe, susurrando tan suavemente que apenas es más que mi
aliento:
—La caballería está aquí.
Cuando comienza a mecerse sobre sus pies, paso el brazo de Gabe
por mis hombros y envuelvo mi brazo alrededor de su cintura a medida que
nos muevo hacia la entrada de la tienda. Ralentizo mi respiración lo
suficiente como para usar mis sentidos agudizados.
Demonios, es bueno tenerlos de vuelta.
Estoy feliz por exactamente medio segundo antes de que se
escuchen disparos y sonidos de pelea.
Mis Vínculos han sido descubiertos.
Capítulo 25
Una de las chicas nos impide salir inmediatamente de la tienda, el
pánico en ella es tan fuerte que se derrumba en el suelo sollozando. Trato de
recordar que nunca ha tenido que enfrentar este tipo de cosas antes,
probablemente nunca antes experimentó este tipo de terror o pérdida, pero
es difícil no perder los estribos.
—Uno de ustedes tendrá que cargarla o la dejaremos atrás. Tenemos
que movernos ahora.
Bajo mi tono y aunque Sage me mira, no está sorprendida o
disgustada por mis palabras.
Me mira como si estuviera esperando instrucciones, un soldado
perfecto en una crisis. Realmente debería estar en ET con agallas como
estas, pero no voy a convencerla de que se una a las sesiones de tortura
conmigo.
Uno de los chicos se agacha para murmurarle a la chica que llora, la
toma en sus brazos y se pone de pie. Presiona su rostro contra su pecho y
ahoga los sonidos. Espero hasta que sé que ella está lo suficientemente
segura en sus brazos, y luego asiento hacia él.
Probablemente acaba de salvarle la vida.
Miro a Sage y ella se mueve más cerca de inmediato, tomando el
otro lado de Gabe como si estuviera lista para defender a mi Vínculo
drogado conmigo todo el camino fuera de este maldito agujero y le lanzo
una mirada de gratitud.
Se encoge de hombros hacia mí.
—Serías la primera en defender a Sawyer… o Félix.
Maldita sea, lo haría. No hay forma de salir de todo esto a menos
que todos colaboremos y hagamos lo del equipo. Miro a mi alrededor por
un segundo antes de murmurarle, lo suficientemente bajo como para que
solo ella y Gabe puedan escucharme:
—Necesito saber si puedes usar tu poder si lo necesitas… que
puedes eliminar a alguien si nuestras vidas dependen de ello. No te estoy
presionando ni juzgando, necesito saberlo para poder cubrirte si necesitas
que lo haga.
Gabe se pone rígido en nuestros brazos, pero Sage solo me mira
fijamente, tan firme como siempre.
—Puedo hacerlo, Oli. Ya voy a necesitar una tonelada de terapia
después de esto, ¿por qué no agregar algo de homicidio a la mezcla?
Fallo miserablemente en mantener una sonrisa en mi rostro, pero no
me siento culpable por eso porque a la mierda la Resistencia.
—Esa es mi chica. Te enseñaré a compartimentar como una
profesional cuando estemos en casa a salvo.
El brazo de Gabe se aprieta a mi alrededor y murmura:
—Vamos a hablar de eso cuando regresemos, Oli. Vamos a hablar de
muchas cosas.
Pongo los ojos en blanco y luego los cierro para descargar mi poder
y verificar dos veces que todavía tenemos vía libre para salir de aquí,
sobresaltándome de inmediato y sacudiéndome hacia adelante para abrir la
puerta de la tienda.
Kieran trota hacia nosotros.
—¿Cómo diablos llegó aquí tan rápido? —siseo y Gabe suspira de
alivio al ver a mi miembro menos favorito del equipo táctico.
—Black es un Transportador.
Damos un paso atrás para dejarlo entrar en la tienda, todo el espacio
se reduce en el segundo en que entra vestido completamente con su
uniforme completo con una gran cantidad de potencia de fuego atada a su
cuerpo.
Le echa un vistazo a Gabe, quien lo desestima.
—Me drogaron, pero estoy bien. Cada vez eres más rápido para
encontrar civiles.
Kieran lo mira y luego me señala con la cabeza.
—El don de Fallows es como un faro. Lo seguí hasta aquí hasta
todos ustedes. ¿Alguna lesión? Necesitamos movilizarnos y movernos.
Shore solo puede mantenerlos a raya durante cierto tiempo, incluso con la
ayuda de Draven.
Sus ojos finalmente se posan en Fiona y su pequeño amigo, donde
ambos todavía se sacuden y tienen ataques en el suelo junto a las jaulas. La
sangre comienza a gotear lentamente de sus oídos y ojos, pero trato de no
mirar demasiado de cerca a ninguno de ellos. Si lo hago, mi don comienza a
emocionarse demasiado y debo tener cuidado de no dejar que se apodere de
mí, que me consuma y destroce a todos y todo lo que se encuentre en mi
camino, ya sean amigos o enemigos.
Lo observo procesar su estado, sus hombros retroceden un poco y
cuando me mira de nuevo, se muestra cauteloso, como si esperara ser el
próximo en mi lista negra.
Disfruto la sensación demasiado.
—Estamos listos para irnos —le responde Sage por todos nosotros,
desviando su atención de mí y cuadrándose de hombros mientras se prepara
para una pelea.
De Kieran o la Resistencia, no estoy segura, pero de cualquier
manera, mi dinero está en ella.
—Fallows, quédate detrás de mí y conmigo todo el camino. Eres mi
principal prioridad y, si pasa algo, mi única orden es llevarte con vida al
punto de evacuación, cueste lo que cueste. Si quieres que Ardern y la Llama
sobrevivan, debes mantener tu trasero en línea, porque los abandonaré en un
segundo para sacarte de aquí.
Este maldito hombre y su tropiezo con mis puntos
desencadenantes… Voy a terminar eliminándolo antes de que regresemos a
mis Vínculos.
Mis manos aprietan su agarre sobre Gabe y mi labio se curva hacia
él.
—Buena suerte para que deje a cualquiera de ellos atrás, te tendría
gritando en el suelo antes de que me pusieras las manos encima. No
importa, todos vamos a seguirte. No me saltaré las reglas, vámonos de aquí.
Kieran se mueve tan rápido fuera de la tienda que no tengo tiempo
para ponerme nerviosa o preocupada, mis piernas simplemente se mueven
en piloto automático para seguirle el paso. Gabe tropieza un poco con el
primer paso y luego es firme como una roca, apenas necesitando el apoyo
que tanto Sage como yo le estamos brindando.
No miro hacia atrás para ver si todos nos siguen, hemos hecho todo
lo posible por los demás y todo lo que tienen que hacer es seguir el ritmo,
pero mis ojos están ocupados asimilando los cambios en el campamento
desde la primera vez que fuimos arrastrados por aquí hace un par de horas.
Hay sangre por todas partes, agujeros de bala y marcas de
quemaduras que ensucian todas las tiendas y el césped que nos rodea.
También hay cuerpos, gritos y disparos en todas direcciones, y tengo que
obligarme a respirar con normalidad.
—Necesitamos un maldito Escudo —murmura Gabe, tratando de
alejarse de mí, pero lo agarro con más fuerza.
Mantenerlo en movimiento es una gran distracción de la carnicería
que nos rodea, y también significa que sé dónde está en todo momento. Mi
vínculo late en mi sangre, es un flujo constante que pide protegerlos a todos
sobre el que no tengo control.
Necesito que esté a salvo.
Kieran tiene que eliminar a tres de la Resistencia que huyen para
pasar las tiendas y me resulta demasiado fácil, hasta que doblamos la
esquina y veo de qué diablos están huyendo.
No es realmente un campo de batalla, es una masacre.
Una niebla espesa y negra cubre todo el campo, excepto que es…
consciente. Consciente y llena de criaturas apenas formadas que se parecen
más a demonios de pesadilla que a cualquier cosa que exista en la
naturaleza. Mis pies tropiezan y Gabe gruñe cuando me atrapa,
murmurándome:
—Es Nox, no nos tocarán.
Ah.
Siento que Nox definitivamente dejaría que su don me quitara una o
dos partes y cuando Kieran se mueve para asegurar su máscara sobre su
rostro como si también estuviera preocupado por meterse allí, decido que
no quiero.
—Oli, la evacuación está del otro lado. Tenemos que mover…
Kieran interrumpe a Gabe:
—Haz que se mueva, Ardern, o pasará por encima de mi hombro el
resto del camino.
No tengo más remedio que seguirlos.
Pensé que sabía lo malo que era, pero no tenía idea. En el momento
en que todos atravesamos la oscuridad, cubriéndonos los ojos para
adaptarnos al entorno turbio, puedo ver a toda la Resistencia atrapada aquí
siendo mutilada y destrozada por las criaturas.
Ni siquiera me doy cuenta de que me detuve de nuevo hasta que
Kieran agarra mi brazo, el que no está envuelto alrededor de Gabe, y me
gruñe:
—No tenemos tiempo para tu crisis por las deliciosas creaciones de
los Draven. Lo entiendo, es un monstruo, pero necesitas mantener tu trasero
en movimiento.
Me alejo de él instintivamente, pero no puedo ir muy lejos con el
fuerte agarre que tiene sobre mí. Se niega a soltarme, arrastrándome por el
campo hasta que nos volvemos a encontrar con el equipo táctico, completo
con Nox y sus ojos negros vacíos mientras destruye hasta el último
miembro de la Resistencia que toca su horror ahumado.

Si los Draven son monstruos, ¿en qué me convierte eso?

Kieran nos transporta fuera del campo de la Resistencia y esta vez,


vomito sobre sus zapatos.
La mirada que me da cuando todos comienzan a alejarse de nosotros
es salvaje y después de limpiarme la boca con el dorso de la mano, le
brindo una sonrisa porque si tenía que arruinar los zapatos de alguien, me
alegro de que fueran los suyos.
Entonces Gabe sale de mis brazos y se derrumba en el césped y
tengo cosas más importantes en las que pensar.
—¿Tenemos sanadores aquí? Maldición, por favor, no te mueras.
Gryphon se acerca, esa mano brillante que tiene presionando la
frente de Gabe y casi instantáneamente recupera algo de color en su rostro.
Sage se acerca para poner su brazo en el mío, una muestra de solidaridad
como siempre.
Nox ya me ha dado la espalda, fingiendo como siempre que no
existo.
Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que no tengo ni maldita
idea de dónde estamos. Más campos vacíos por kilómetros, podríamos estar
en cualquier parte del mundo ahora mismo.
—¿Dónde estamos? —Mi voz es ronca y áspera gracias al vómito,
pero Gryphon me escucha lo suficientemente bien, mirándome. Nox no se
molesta, sus ojos permanecen fijos en el horizonte.
—Kieran no pudo llevarnos a todos de regreso a casa de una sola
vez, y en lugar de dejar atrás a algunos de los otros, llegamos a un punto de
encuentro. Nos recogerán de aquí en unas pocas horas. Encuentra un lugar
cercano para sentarte hasta entonces.
Camino de regreso hacia Gabe y ubico mi trasero junto a él, lista
para pasar las horas allí, e instantáneamente mis ojos comienzan a cerrarse.
He pasado tanto tiempo sin usar mi don que es agotador usarlo ahora, como
pasar meses sin ir al gimnasio y luego morir después de tu primera sesión
de regreso.
La cabeza de Gabe se mueve lentamente hasta que descansa sobre
mi muslo, su respiración se nivela. Gryphon finalmente se aleja de los dos,
se pone de pie y camina hacia Kieran para hablar entre ellos.
Pierdo tiempo en la neblina de mi agotamiento, y solo me despierto
cuando una voz femenina grita:
—¿Esperamos alguna cobertura del suelo?
Mis ojos se vuelven a abrir, la luz me ciega, a mucho movimiento a
mi alrededor. Es difícil de ver desde el suelo, pero puedo distinguir el
convoy del ejército a través de las piernas.
Todo un maldito convoy.
—Mierda. Samual, cúbrenos y rápido.
Instantáneamente, hay un escudo que nos cubre a todos, todo el
equipo táctico cambia de posición en los bordes como si estuvieran
esperando la apertura para desatar el infierno sobre estas excusas humanas
sin valor. Pero cuando los vehículos se abren, las corrientes de cuerpos que
se amontonan afuera parecen nunca terminar, y mi estómago se revuelve al
darme cuenta.
Nos superan en número, al menos diez a uno.
—Saca a Oli de aquí ahora.
Mi cabeza se levanta para ver a Gryphon y Kieran revisando sus
armas juntos, sus manos se mueven rápidamente sobre sus cuerpos. Kieran
no parece feliz con esta sugerencia.
—No tengo suficiente energía para volver, encontraremos otra
manera.
Cuando mira a Nox, Gryphon niega con la cabeza.
—Draven no puede hacerlo de nuevo, está agotado y no voy a dejar
que supere su capacidad.
Lo miro, sorprendida de que se haya agotado cuando se ve
completamente bien, pero tan pronto como lo miro, realmente lo miro,
puedo verlo. Hay una tensión alrededor de sus ojos y sombras en su rostro.
Parece obvio ahora que Gryphon lo ha dicho, acaba de enfrentarse a
docenas de la Resistencia y se ocupó de ellos él mismo. Los Dotados no
suelen ser ilimitados.
Ni siquiera los Dotados de Primer Nivel.
Hay otro grito y luego uno de los autos es levantado y arrojado
contra el escudo, rebotando sin ningún daño, pero luego la nariz de Samual
comienza a sangrar y todos sabemos que nos estamos quedando sin tiempo.
Es hora de un último intento desesperado… aquí nos vamos a morir
sin uno. Me pongo de pie, dando un paso hacia el escudo.
—Ponte detrás de nosotros, Oleander —gruñe Gryphon, pero niego
con la cabeza. La luz curativa no nos va a ayudar aquí. El equipo táctico
está revisando sus armas, evaluando cuánta munición les queda, pero no
estamos en un buen punto.
—No sirve de nada morir aquí, Veneno. Solo tendrás que culparte a
ti misma. Don o no, hay al menos cien hombres —escupe Nox, todavía con
la intención de odiarme.
Gabe también se mueve para ponerse de pie, balanceándose sobre
sus pies, y Sage se ve tan pálida mientras lo ayuda a mantenerse erguido.
Pálida pero lista, como si ya hubiera hecho las paces con cualquier final que
vayamos a encontrar aquí hoy.
Respiro profundo. Esos dos significan algo para mí, vale la pena
protegerlos, sin importar el costo. Gryphon… No puedo dejarlo morir, hay
algo ahí. El potencial para algo tal vez.
El orgullo obstinado y testarudo significa que tampoco puedo dejar
que Nox muera aquí, aunque solo sea porque quiero demostrar que está
equivocado.
Enderezo mis hombros y dejo salir mi poder, suavemente y con
cuidado, sus zarcillos se extienden como una red lanzada al océano. Toca
hasta el último miembro de la Resistencia, todos ellos inconscientes de mi
toque.
Sin embargo, mis tres Vínculos aquí pueden sentirlo, sin esconder
esta mierda de ellos, y saben lo que estoy haciendo. Me giro para mirar a
Nox a los ojos, un desafío y una demostración de lo mucho que me ha
subestimado a mí, a su Vínculo, al que se supone que debe adorar y
proteger.
Luego, de repente, desencadeno los terrores y las pesadillas dentro
de ellos. Noventa y dos hombres y mujeres se retuercen de dolor en un abrir
y cerrar de ojos.
Y no siento nada.
Los ojos de Nox resplandecen, pero no aparta la mirada de mí, solo
mantiene sus ojos pegados a los míos. Los que nos rodean no están tan
cohibidos.
—Santa mierda.
—¿Ella hizo eso? ¿Pensé que era no-Dotada?
—¿Cómo diablos eliminó tantos a la vez?
—Monstruo.
Gryphon se mueve para pararse frente a mí de inmediato,
bloqueándome de la vista de todo su equipo y de los demás que fueron
rescatados. Gabe agarra mi mano y tira de mí hacia su cuerpo como si
estuviera preocupado de que mi propia gente esté a punto de atacarme.
Tengo que romper mi competencia de miradas con Nox, pero creo que he
probado mi punto.
Me alejo de Gabe, mi don todavía está demasiado emocionado de
que lo dejen jugar y no puedo dejar que me toque en este momento. Me
frunce el ceño, pero luego sigue mis ojos hasta mis dedos y traga saliva
cuando ve el fino temblor en ellos.
Finalmente da un paso alejándose, tropezando un poco solo para ser
atrapado por Nox, ambos luciendo como muertos vivientes en este punto.
Nox, ignorando los gemidos de dolor de Gabe, espeta:
—No creas que nos hemos olvidado de tus decisiones idiotas
tampoco, Ardern. ¿Qué demonios estabas pensando? Habrías sido más útil
para nosotros si te hubieras quedado atrás y mantenido a Bassinger
amordazado. Malditamente inútil.
Mi don explota fuera de mí.
No puedo detenerlo ni contenerlo, la oleada golpea a todos a nuestro
alrededor, y todo el grupo se aleja de mí, dejando solo a Gryphon allí
conmigo. Todo el equipo táctico se pone a cubierto como si pudieran
dejarme atrás, pero apenas pienso en ninguno de ellos, cada fibra de mi ser
se centra en el lugar donde Nox está sujetando el brazo de Gabe y
reprendiéndolo.
No me gusta eso.
—Nox… déjalo ir —dice Gryphon, desviando la atención de mí
mientras todos miran hacia lo que me ha provocado.
Muy lentamente, como si tuviera cuidado de no asustarme, la mano
de Nox se aleja de Gabe. Mi cuerpo se mueve sin pensar, acechando a Gabe
como si una fuerza invisible nos estuviera empujando juntos, y me planto
entre mis dos Vínculos.
No tengo ni puta idea de lo que estoy haciendo, pero mi vínculo
finalmente se calma un poco una vez que mi espalda está presionada contra
el pecho de Gabe.
—Alertas, el avión está aquí.
Hay un grito de alegría y el equipo táctico se recupera de mi
pequeño momento de rabieta, moviéndose a nuestro alrededor para
prepararse para nuestra recogida. Me quedo allí con Gabe y observo el
descenso sin decir una palabra entre nosotros. Cuando el avión llega a la
pista, aterrizando perfectamente, con el rugido de los frenos y el motor en
marcha atrás, ambos exhalamos como si hubiéramos estado conteniendo la
respiración durante horas, días en este momento.
—¿Cómo diablos le contamos esto a North? Ni siquiera sé cómo
llamarlo —le murmura Gryphon a Nox, su mirada se mueve rápidamente
por encima de su hombro hacia mí, y respiro profundamente.
No puedo decirle una palabra porque él siempre ve a través de mis
mentiras, y ¿cómo podría explicarle esta situación? ¿Cómo le digo que las
pesadillas son horribles pero el menor de nuestros problemas?
Ojalá fueran lo peor que puedo hacer.
Próximo libro…

Las cosas han cambiado en el Campus Draven, debido al don que corre
por mis venas.
Ya no soy la rechazada No Dotada, ya no soy la chica que es el blanco de
los otros estudiantes por atreverme a huir de mis Vínculos.
Pero hay problemas mayores en mi camino.
Mientras el destino me empuja cada vez más cerca de cada uno de mis
Vínculos, lucho con uñas y dientes contra la naturaleza para mantener mi
distancia.
Pero ellos están luchando arduamente para mantenerme a su alcance.
Cuando queda claro que la Resistencia está más cerca de lo que
pensamos, no sé en quién puedo confiar.
¿Puedo finalmente tomar el control de mi don, o éste tomará el control
de mí?

*Savage Bonds es una novela paranormal de harem inverso de larga


duración con material que puede ser difícil para algunos lectores. Este
libro terminará en un final abierto. Recomendado para lectores mayores de
18 años debido al lenguaje y las situaciones sexuales.
Sobre la Autora

J. Bree es una soñadora, escritora, madre, granjera y domadora de


gatos. La orden de prioridades cambia a diario.
Vive en una pequeña granja en un pequeño pueblo rural de Australia
del que nadie ha oído hablar. Pasa sus días soñando con todos los novios
literarios, escuchando a su pareja gemir sobre cómo el viñedo está
creciendo y consintiendo a sus dos niños con bocadillos.
Para obtener actualizaciones sobre los próximos lanzamientos, visita
su página web http://www.jbreeauthor.com y regístrate para recibir el
boletín o únete a su grupo en Facebook
https://www.facebook.com/groups/JBreeReadersGroup/
Notes
[←1]
Suicidios: Hacer suicidios no es otra cosa que una carrera de muy corto recorrido en la que
se parte siempre del mismo sitio, se toca un cono o una línea en el suelo y se vuelve al punto
inicial.

También podría gustarte