Está en la página 1de 10

TEÓRICO 11

Gabriel Lombardi
El tema de hoy sigue siendo el tema 4, el decir en el análisis, que es, tal vez, la unidad
más larga. Muy importante para nosotros, es un título nuevo que hemos propuesto.
Pasamos de la pasión del significante, que es, más, menos, padecemos la posibilidad
de tomar el decir, hacer otro uso del ste. El decir como acto. Al que me gusta llamarle,
tomando una idea de Tomas de Aquino, acto propio del ser hablante, el decir como el
acto más digno, que nos pone a la altura de nuestro ser. Con lo que puede implicar
decir si o no a lo que se quiere, es decir, puede implicar un ejercicio de la voluntad, un
ejercicio del querer, del deseo y que subsiste inconsciente en nosotros durante mucho
tiempo. Lo que nos separa de la posibilidad de decir que sí a lo que queremos, decir
que sí ante otros, socialmente, es que tenemos que atravesar para decir, para hacerlo,
un umbral que llamamos la puerta del acto, o la puerta de la angustia. En todo caso la
puerta del acto, está antecedida por una zona angustiosa, que está muy bien tratada
por distintos autores como Freud, antes por Kierkegaard en El concepto de l angustia,
Heidegger en los parágrafos 40, 41 y 42 de El ser del tiempo, donde habla de la
angustia y de la cura como acto, la cura es el acto allí. Y por supuesto Lacan en ese
seminario que se llama La angustia, y que es el último seminario que él produce en el
marco de la Asociación Psicoanalítica Internacional, después de ahí lo excomulgan o
se va.
Un complemento sobre la angustia - Freud (Tomo XX)
Pag. 156, quiero resaltar lo que dice Freud aquí para resaltar lo que les ha explicado
previamente el profesor Mazzuca: hay distintas interpretaciones posibles de la
angustia y actitudes posibles ante la angustia y lo más usual es retroceder, huir,
interpretarla como ataque de pánico, que es lo que se hace hoy habitualmente en esta
época, sin ninguna reflexión, con más medicación, con más soluciones de consumo
que reflexión. Época donde la angustia es interpretada como pánico, como algo que se
debe tratar rápidamente.
La otra solución posible es la del neurótico, la del perverso, la del psicótico que es
hacer de la angustia otra cosa, transformar la angustia en un síntoma. Transformarla
en algo que tiene una trama simbólica, raigambre en el icc, en el linaje, etc.

En ISA, capitulo 10, Freud dice que hay quienes se bancan la angustia, pueden
afrontarla y hacer de ella el preliminar del acto. entonces, los peligros son comunes a
todos los seres humanos, son los mismos para todos, todos ante determinadas
circunstancias nos angustiamos. El que no conoce la angustia es simplemente porque
ha vivido en una burbuja, que todavía no se ha dado cuenta de que hay de real fuera
de la realidad cotidiana, que hay posibilidades de realización fuera de la realidad
cotidiana, fuera de lo que le dicen lo que hay que hacer. Los peligros son comunes de
los seres humanos, dice Freud, los mismos para todos. Lo que nos hace falta y no
tenemos (carencia teórica todavía) es un factor que nos permita entender cómo se
seleccionan los individuos capaces de domeñar, someter, de hacer algo con el afecto
de la angustia, de hacer algo distinto de huir o reprimirlo. De hacer algo con el afecto
de angustia a pesar de su particularidad que es tan extremadamente desagradable,
quien conoce la angustia sabe que es esa sensación espantosa que tenemos de
ahogarnos, de que nos falta el aire, de reducirnos a ser nada más que un cuerpo, de
no saber qué hacer con el deseo del otro que me interpela, de confrontarme con la
causa del deseo… Muchas formas de aproximarnos a la angustia que sin objeto, sin
objeto ste como en la fobia, donde tenemos una determinada cosas. No es, sin
embargo, sin objeto que nos indique una cierta orientación… Freud dice, nos falta
entender cómo se seleccionan los individuos capaces de someter el afecto de la
angustia a pesar de su extrema particularidad, a la fábrica normal del alma, y quiénes
están destinados a fracasar en esa tarea. Por qué algunos pueden hacer algo con el
afecto de angustia. Nos falta entender cómo se seleccionan los individuos que pueden
hacer algo con la angustia, arrancar de la angustia su certeza, dice Lacan, y los que
no pueden hacer algo con ello. No es necesario ser psicótico para tener vivencia de
certeza, la angustia es una vivencia de certeza, pero no sabemos bien de qué. Ya no
estamos en la duda, sabemos que hay un riesgo real, que estamos ante la proximidad
de algo que nos concierne pero todavía no sabemos qué es o cómo actuar.
Pág 156: Complemento sobre la angustia. Freud dice que la situación de peligro es
una situación de desvalimiento discernida, recordada, esperada. No es un
desvalimiento como en el trauma que nos toma totalmente desvalidos. La angustia es
la reacción originaria frente desvalimiento del trauma que alguna vez de alguna
manera se experimentó, la angustia es la reacción originaria frente al desvalimiento del
trauma que más tarde es reproducida como señal (ya hay una teoría nueva de
angustia aquí) de socorro en la situación de peligro. necesidad de encontrar alguien
que nos ayude aunque sea a interpretar de qué se trata para encontrar el buen agujero
por dónde pasar, por dónde actuar. El yo que ha vivenciado pasivamente el trauma
repite ahora (término 'wiederholen'), vuelve a traer hacia sí de manera activa una
reproducción atenuada, morigerada de la situación traumática con la esperanza de
poder guiar de manera autónoma su decurso. Autónomo quiere decir que se dan su
propia norma, su propia ley, es muy fuerte en Lacan la idea de cierta autonomía, de
cierta autenticidad del deseo, Lacan llega a decir que ni hay otra ley que la ley del
deseo. Que en determinadas circunstancias es el deseo la ley, que se puede hacer
coincidir la ley con el deseo. Aquí de alguna manera Freud está diciendo que se está
tratando de reproducir en la angustia una versión morigerada de lo que vivimos en el
trauma, con la esperanza de poder guiar de manera autónoma, dándonos nosotros la
ley, su decurso. sabemos que el niño adopta igual comportamiento frente a todas las
vivencias penosas para él, reproduciéndolas mediante el juego, modalidad que tiene
esta similitud, modalidad de tránsito del padecer, de la pasividad a la actividad. juego
del fort-da, arrojar para después recuperar, es una manera de tratar de dominar el
abandono, el desvalimiento, expulsando un objeto que viene a funcionar como
mediador, como objeto winicotiano, como objeto transicional, como objeto a en Lacan,
luego. De manera que se pueda hacer algo con eso que era angustiante y que puede
tomar la forma del juego en la infancia o en la vida y que también puede tomar la
forma de la angustia, que ya es el pasaje de la pasividad a un apronte para la acción,
apronte angustioso para la acción que permite, en muchos casos, arrancar de esa
espantosa certeza de la angustia, la fuerza, la energía para el acto. Una energía que
viene del organismo, que viene de un órgano constituido en causa del deseo y con eso
se puede rearmar el sistema, darse otro estado civil, darse otra posición, a partir del
pasaje de la angustia al acto.
Voy a la guía de lectura, que van a encontrar el punto 4.1 que ya lo vimos la semana
pasada y estamos ahora en el 4.2, del trauma a la certeza de la angustia, donde les
propongo tomar indicaciones de Lacan, como la que menciono ahora "solo un acto
puede arrancar de la angustia su certeza", la certeza no es exclusiva del síntoma de la
psicosis también la encontramos en otros casos, a veces en nuestro propio caso
cuando el ste se encuentra en lo real, se encuentran allí enmarcando nuestra realidad,
de una manera que toma la forma de un agujero, de una puerta pulsionante que nos
convoca a pasar a otra cosa distinta de la realidad acostumbrada. Y ese es el caso
preciso del pase o pasaje o atravesamiento de la angustia a la acción.
Del atravesamiento de la angustia a la acción se refiere Lacan cuando habla de
destitución subjetiva: porque en el pasaje a la acción ya hay certeza y no duda, la
certeza implica la división (la quiero, no la quiero). El acto implica una suerte de
integridad, de individuación (aunque sea un término con mala prensa en el lacanismo
porque Lacan hace valer sobre todo la noción de síntoma y de sujeto dividido en la
clínica). En el momento del pasaje de la angustia al acto se necesita la noción de
destitución subjetiva donde el sujeto deja de ser sujeto, pasa a un estado de ser
dicente, de ser hablante, de ser actuante, alguien que está en el momento del acto
transformándose él mismo (y no 'agente' que implicaría un agente exterior, desde
afuera). En el momento de acto todos los momentos del circuito pulsional están todos
los reunidos en el pasaje de la pasividad por la voz media a la actividad, voz media (la
voz del yo hablo, cuando yo digo "hablo" mismo tiempo estoy hablando activamente
pero hay algo que habla de mí y, por lo cual, soy hablado y si fuera verdaderamente un
acto, porque a veces puede ser solo una mera repetición del acto de otro, si lo que yo
digo fuera verdaderamente un acto estaría en una posición de voz media, ya no de
división subjetiva). La oposición es entre división subjetiva y destitución subjetiva. La
destitución subjetiva quiere decir que ya no estamos divididos, por un momento
aunque sea, mientras que la división subjetiva se caracteriza por la contradicción, por
el hecho de que uno dice una cosa y se contradice, por la falta de ser, porque uno
quiere una cosa pero no la realiza, uno quiere decir "yo quiero decir tal cosa pero no lo
digo", por la insatisfacción porque "me gustaría satisfacerme en tal punto, aunque sea
en tal o tal punto pero no termino de realizarlo", quedó en la insatisfacción histérica,
por ej, me quedo en el desgaste psíquico del fantasear, fantasía como algo inhibitoria,
desgastante, contraria a la posibilidad de la acción y solo algunos poetas inspirados o
artistas pueden de la fantasía hacer una obra, algo que les permita gastar su vida en
otro cosa distinta de realizar y satisfacerse.
Alumnx: podría repetir lo.del.objeto de la angustia?
Profesor: si, yo decía que cuando uno está angustiado, está angustiado ante nada.
Está el ejemplo de alguien bastante consumista que se angustia en esa suerte de no
lugar que es el shopping, donde todos los objetos están ahí ofrecidos y se trata de una
persona que tiene la posibilidad de obtener el objeto del deseo, objeto que está
delante del deseo y, sin embargo, se angustia y se angustia en medio de un mar de
objetos que no son ninguno, no sabe ante qué se angusta. Parecería que la angustia
es angustia sin objeto. Sin embargo Kierkegaard, Heidegger, Lacan, Freud insisten en
que la angustia no es sin objeto, pero que no es el objeto que está delante del deseo,
el objeto deseable, bonito, atractivo, que se puede decir "quiero eso, sino que es el
objeto que está detrás de la angustia, causándola, detrás del deseo, causandolo.
Hay distintas formas de formular la angustia, Heidegger dice la angustia no es ante
ningún objeto intramundano, de los que se puede nombrar dentro del mundo, la
angustia es angustia ante el mundo como tal, como marco de los objetos
intramundanos. El mundo como eso que Lacan va a ubicar como objeto a o como ste
que enmarca la realidad. Hay un cap del Seminario 3 donde Lcan habla del ste en lo
real y dice que el ste en lo real que habitualmente no lo percibimos porque en general
creemos que todo son representaciones y todo tiene su significado, creemos poder
explicar que es cada uno de los objetos del mundo y no nos angustiamos por eso.
Mientras que puede haber el objeto que no es un objeto del mundo, que no tiene
ningún contenido conceptual, que no es una representación y entonces se nos
aparece, se nos aparece como un ste en lo real que en el caso de Schreiber aparecía
mediante el milagro del aullido o los gritos de socorro o esos distintos fenómenos que
venían a romper su realidad cotidiana, su realidad delirante, incluso con
manifestaciones del ste por fuera de toda significación, el ste que ahí se manifiesta
que algo por su estructura de ste nos quiere decir algo, está para que digamos algo,
para que entendamos, escuchemos pero no sabemos qué y, ahí, se presenta en su
pureza el ste, por fuera del sentido, por fuera de lo imaginario. Esto es algo que
comparten el fenómeno de franja de la psicosis descrito en el Sem 3 y la angustia, que
también en cierto sentido que plantea, según Heidegger, que el objeto de la angustia
es el mundo como tal, es el marco de los entres intramundanos de los objetos que se
pueden nombrar, que se pueden desear, que se pueden adquirir 'tarjeteando', por ej,
pero después tendrá la desventaja de que no era eso, de que los objetos
intramundanos son todos objetos sustituibles, reemplazos.
Todo esto es la oposición entre los objetos de la angustia y los objetos deseables.
Alumnx: Puede repetir de vuelta la relación entre el objeto a y el ste que retorna de lo
real.
Profesor: entiendo que no lo sigas bien porque no lo desarrollé pero pueden encontrar
la explicación o la conexión en De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible
de la psicosis, donde Lacan explica que el marco de nuestra realidad cotidiana,
común, compartida, del discurso amo que desde el icc nos ordena las cosas de cierta
manera, la de la moral y la de las buenas costumbres… lo que enmarca esa realidad
es el objeto a, que se puede ubicar como objeto a del fantasma o de la fantasía que
enmarca nuestra realidad, que viene a enmarcarla. Nuestra realidad es una realidad
que tiene bastante realidad compartida pero también es una realidad donde nos
hallamos en lo psíquico, donde nos encontramos, donde sabemos quién es quién,
donde sabemos quién nos reconoce quien no. En esa realidad el objeto a ocupa el
lugar de ste marco de ese mundo donde nos encontramos “como en casa”. Cuando el
ste de lo real o el objeto a hace intrusión en nuestra realidad cotidiana, entonces
experimentamos la sensación de irrealidad, de lo ominoso, de lo inhóspito, y ya no nos
sentimos como en casa, sentimos que ha aparecido allí como síntoma psicótico o
como objeto de la angustia algo que desrealiza nuestra realidad cotidiana, nos deja
por fuera del circuito del reconocimiento donde sabemos "esto es tal cosa, eso es tal
otra". Hay casos extremos, por ej, el caso de un joven de menos de 20 años que en
algún momento hizo una hebefrenia, esquizofrenia muy joven y que el mundo en
determinados momentos se desarmaba en trazos sumarios, en puntitos, en algo que
es intangible, el punto lo tiene dimensión, el mundo se le desarmaba en puntitos y todo
lo demás dejaba de existir. Es un caso extremo, cuando estamos angustiados la
realidad no se nos desarma tanto. Como podría pasarnos con la pantalla si en algún
momento en lugar de brindarnos imágenes y sonidos pasara a pasarnos la secuencia
de 0 y de 1 que en realidad consiste. Porque lo que estamos viendo en realidad es una
secuencia turingiana de 0 y de 1, organizados de tal manera que los gigantes del
software como Microsoft o Aple8, nos organizan de tal manera que nosotros creamos
poder encontrar dentro de la pantalla, como si ésta fuera el marco del mundo, una
segunda realidad, second life, que permite otra vida online.
Alumnx: o sea que la diferencia del objeto a de una psicosis y de una neurosis, más
que en el objeto a está en el fantasma que lo encuadra? En el encuadre ese que hace
el fantasma, más que en la relación con el objeto a?
Profesor: si, se podría decir así, que lo que no hay en la psicosis es el segundo piso
del grafo, que genera un espacio del deseo, en el cual el deseo se estabiliza en la
relación de fantasía del sujeto con el objeto a. Es una manera más complicada de
decirlo pero es para abonar tu idea de que estamos enmarcados por una realidad de
fantasía. Yo trato de evitar la palabra fantasma porque rigidiza demasiado las cosas,
porque deja en una estática que no es la del análisis. El otro día Darío Z me pregunto
algo sobre qué opino, tenía que decir algo sobre el fantasma en dos páginas y yo
aclaré que en realidad el fantasma para mí es un error de traducción porque nos deja
en una estática que no es lo que necesitamos en el análisis que es que la fantasía se
muestre como la actividad que es, como el desgaste que es, eso que bos transforma
en el dios de Malebranche de nuestro propio mundo. Malebranche sostenía que para
que el mundo funcione como tal tendría que existir un dios que lo sostenga con toda
su energía y su vitalidad funcionando porque sino no se explica cómo esto puede
funcionar… a todos nos puede pasar que nos preguntemos cómo puede ser que las
cosas funcionen de una manera tan regular todos los días, por qué el sol sale todas
las mañanas a pesar de todo y cómo es que a pesar de que o lo veamos el sol
siempre esté, esas cosas. Entonces, Malebranche imaginaba que tenía que haber un
dios que sostenga eso. Bueno, el dios que sostiene nuestra propia realidad cotidiana
somos nosotros mismos con nuestra actividad, que, de alguna manera, cada mañana
nos levantamos, vivimos una noche de sueños dónde experimentamos el ste en lo real
de otra manera, pero al despertarnos reacomodamos nuestro mundo. Y cada mañana
reconstruimos nuestra realidad agendada de fantasía que podríamos tirarla a la basura
y hacer otra cosa, hay gente que hace eso.
Alumnx: el acto prescinde del otro?
Profesor: si y no, debe ser entendido de un modo muy preciso. En el momento del acto
cuando se trata de decir "sí" a lo que quiero, eso es algo que puede ser disruptivo,
algo que nos cambia, nos transforma, el acto tiene lugar de un decir, siempre pasa por
un decir porque somos seres esencialmente hablantes. Si realmente se trata de una
yo, ya después no somos los mismos. En el momento del acto dependemos nada más
que de cada uno, de sí mismo. Si hubiera otro que dijera "hacelo", caso de la orden
que nos dan otra obediencia de vida, parecería que es el acto del otro. Si es el acto del
otro no es un acto mío, estamos como los grupos de tareas de la dictadura, que
hacían supuestamente lo que indicaban otro, no había acto en lo que hacía, eso es
muy discutible, por supuesto. En el acto hay un momento en el que decimos si o no
cada uno. Hay ciertos acto rituales, por ej, el acto de la jura cuando se gradúan, o
como el acto del matrimonio, que es un ritual por el cual había que decir que sí o que
no a unirse en el amor para toda la vida. Y en esos casos de la jura o del matrimonio,
había que decir "si, juro" o "si, acepto" y eso lo tiene que decir uno, no lo puede decir
otro. Tiene que estar presente, en la situación de enunciación, tiene que coincidir el
sujeto del enunciado, el que está en el enunciado "si, juro" y además ser el sujeto
enuncia, que en ese momento coincide con el sujeto de la enunciación y además
decirlo. Tienen que coincidir el enunciación, el sujeto de la enunciación y quién lo dice.
El acto es sin otro en cuanto a la decisión, en el momento que se necesita que lo diga
el, que lo diga el yo, que yo lo cometa, aunque en el momento de cometerlo no sepa
bien que estoy haciendo, aunque después se encuentre con algo distinto a lo que
estaba planificado pero transforma la realidad de un modo que uno después ya no es
el mismo.
Sin otro en ese punto, pero si es un acto social es ante el otro, con el otro, para el otro
todas las preposiciones que quieran. De hecho, hay una página maravillosa de los
escritos de Lacan, que está en Posición del inconsciente, Lacan dice que hay dos
momentos de la constitución del sujeto donde él padece, es pasión del ste, padecer el
ste, donde el sujeto es lo que es representado por un ste para otro que ni siquiera es
otro sujeto sino otro ste, es verdaderamente la alienación constitutiva del ser hablante
por la cual resulta, antes de ser hablante, un ser hablado, un ser representado,
dibujado, desvitalizado por el ste, ser cuyas necesidades vitales son reemplazadas por
exigencias stes. Este es un primer momento de constitución de sujeto, el que Lacan le
llama 'alienacion'. Pero hay un segundo momento de la constitución del sujeto, a la
que Lacan le llama separación, que es uno de los nombres lacanianos del acto,
aunque no lo retome con este nombre. Él dice que el sujeto viene a encontrar aquí, en
el deseo del otro, otro que está como deseante, no para decirle lo que tiene que hacer
pero sí para esperar que lo haga, para desear que lo haga o para desear que no lo
haga, deseado o no, siempre es cuestión de deseo. El sujete viene a encontrarse en
este segundo momento, en el deseo del otro, el equivalente de lo que él era como
sujeto alienado del inconsciente. Y entonces allí él usa la palabra 'separacion' para
decir que él aquí viene a separarse del ate que lo mortifica, de un modo que es al
mismo tiempo un tomar distancia de ese ste pero también es un parirse como ser
hablante y no como ser hablado, parirse, engendrarse que le permite formar parte de
algo que tiene que ver no con la relación alienada con el lenguaje, sino con el lazo
social que le permite incluso un estado civil nuevo, jurídico, social, que es el momento
más importante en la constitución del sujeto. Lacan lo dice de modo muy enfático,
nada en la vida de nadie desencadena más encadenamiento, implica tanto poner el
cuerpo , la carne, poner algo de sí, para llegar a eso, parece parirse, darse un
semblante, adornarse, Legos de palabras que Lacan toma, para defenderse,
separarse del ste ahí el cual él sucumbia en la alienación, el sujeto ataca la cadena en
su punto de intervalo, es por eso que yo he reducido la cadena del ste a lo más justo,
lo más preciso de una binariedad, de un S1 y un S2, para destacar que el intervalo que
se repite, que se repite en la transferencia o en distintas momentos de la vida, es lo
que da la estructura más radical de la cadena del ate, el lugar frecuentado por la
metonimia, el el objeto a, la división del sujeto, que es el vehículo del deseo.
Todo esto es para dar cuenta hasta qué punto el acto es sin otro pero con otro en la
medida que nos dan la posibilidad de lo social, nos permite/habilita formar parte de lo
social. De manera que esa fórmula de algunos discípulos de Lacan que hablan del otro
que no existe pero el otro si existe, por eso estamos en psa, en los lazos sociales, en
todo esto que nos mueve a estar aquí trabajando conjuntamente.
Alumnx: no termino de entender la frase "se arranca la certeza de la angustia"
Profesor: eso está en el Sem de La angustia, en dos clases seguidas, una es Lo que
engaña, que es el ste en tanto remite a otro ste; y después hay otra clase que es El ste
en lo real que ya no remite a todo el ste, funciona por fuera de lo simbólico, o la del
objeto causa de la angustia que es lo que no engaña. En esta clase lo que no engaña,
Lacan dice cosas tales cómo estás: yo más de una vez he anticipado, bajo formas
aforísticas incluso, que toda actividad se abre (como se abre una flor, término poético)
en la certeza, engendra la certeza, o en todo caso, en modo general la referencia de la
certeza es la acción. Nunca estamos en la certeza sino como cuando actuamos o
cuando estamos próximos a actuar. En estas clases también dice que ya hay certeza
en la angustia. La angustia es el afecto específico, la marca, el único afecto al que
Lacan le dedica todo un seminario, es más que un afecto, es una pasión, porque
estamos afectados y también estamos allí al borde del acto. Aristóteles describe que la
pasión no es solamente lo que uno padece sino también lo que lleva en determinado
momento a actuar y actuar de la manera más decidida o más violenta. Cuando
decimos que somos apasionados por algo, no es samente que estamos afectados por
eso, es que ponemos toda nuestra carne allí, todo nuestro deseo. Entonces la
angustia es un afecto muy especial, una pasión que indica lo que no engaña, lo fuera
de duda y todas las orientaciones, los brujuleos, los usos de cómo una aguja orienta,
son posibles a partir de la angustia. La verdadera sustancia de la angustia es lo que no
engaña, el fuera de duda. La angustia no es la duda, la angustia es la causa de la
duda. Pero la angustia en sí misma tiene que ver con la función de la casualidad con la
causa del deseo y con eso que puede permitirle a Lacan otro aforismo que es "sólo un
acto puede arrancar de la angustia su certeza". Van a encontrar una explicación más
detallada si leen estas clases de Lacan sobre la relación del acto con la angustia y lo
que esto tiene que ver con la certeza, incluso con el ste en lo real, que es el marco de
nuestra realidad.
En el seminario 3, en la clase 10 del significante en lo real, Lacan dice que estos
fenómenos que sufre Schreiber, iluminación en franja del mundo exterior, alrededor de
su realidad delirante o alucinatoria, no es una realidad fantaseada la de él, es una
realidad delirante o alucinatoria, pero hay ciertos que son más claramente ligados al
ste en lo real que configuran para schreber un transespacio ligado a la estructura del
ste y de la sción como una topología, una espacialización previa a toda finalización
posible del fenómeno del lenguaje, antes de que se constituya el vos y el yo, el tú y el
yo, que se dualice el lenguaje, está ese transespacio de la estructura del ste en la
alienación fundamental en la que estamos metidos antes de ser hablantes, llegamos a
un mundo del lenguaje como seres hablados. Habrán visto que los bebés en el primer
año todavía no hablan pero ya son hablados, ya sé dicen de ellos un montón de cosas,
algunas de ellas en algún momento las empiezan a tomar como propias o a
rechazarlas, "eso no".
Alumnx: la presencia del a equivale a un arte S1 que retorno en lo real, no me queda
claro esa equivalencia.
Profesor: Bueno, remitite a De una cuestión preliminar,
Alumnx: tenía entendido que el objeto a y el ste se repelen
Profesor: el objeto a es un objeto del intervalo, no es S1 ni S2, tomando la referencia
que vengo de traer de Posición del inconsciente, es un objeto no representable, no
significadizable, no es un objeto de la representación sino que suele atacar a la
representación, en ese sentido sí se repelen. Pero cuando hablamos de ste en lo real
ya no se está hablando de ste en lo simbólico, tampoco se está hablando de stes en la
representación, que es el ste en su relación con lo imaginario, con las imágenes, con
los conceptos, con el saber. Sino que se habla del ste suelto que, a veces, se presenta
de manera más o menos alucinatoria, o más o menos bajo la forma del objeto a.
Hay un seminario posterior de Lacan que se llama De un Otro con mayúscula al otro
objeto a con minúscula, donde Lacan hace un recorrido para explicar que el otro del
reconocimiento, que nos dice “tal o cual”, “este sos vos”, nos muestra en el espejo
quienes somos, nos titula, no da ciertos atributos, nos da nombre, apellido, etc. todo
eso que forman los dispositivos del reconocimiento. De todas maneras, en algún
momento, traumático, donde nos encontramos con algo, una palabra, una mirada, algo
que nos saca del programa de la educación, del programa de los padres no
traumáticos e introduce el educador perverso, traumático, los padres traumáticos. Por
lo cual, nos encontramos con algo que es del orden del ste en lo real o que es del
orden de la causa del deseo (que en cierto sentido se equivalen). Lacan hace toda una
deducción cómo del Otro del reconocimiento se puede llegar al otro S1 fuera del otro o
al otro en forma de objeto a, que se deforma como objeto a. Después Lacan avanzará
en el Seminario 19 “O peor” donde trabaja con el S1 y el a, casi prescindiendo del otro,
hay el 1 pero no hay ningún otro, no en el lazo social, sino en la relación del sujeto con
lo sexual, con el goce, con el deseo. Allí introduce la idea de que los dos elementos
fundamentales de referencia del sujeto son el ste en lo real y el o causa del deseo.
Esto lo dejo en el horizonte para que un día ustedes lo estudien.
Alumnx: está relacionado cuando dice que la angustia aparece cuando falta la falta
como objeto a?
Profesor: claro, en general, nos encontramos con objetos que son sustitutos, objetos
que en realidad son disfraces de la falta, objetos que nos engañan, objetos deseable
que compramos, pagamos por ellos pero después nos enteramos que no son, que son
como el adorno de una falta. El objeto a, en cambio, tiene otras características, no es
sustituto, no es un objeto que falte, puede estar perdido, puede estar muy cerca pero
no notar que no está, pero no falta. Muchas veces, estamos sumergidos en nuestro
mundo visible, observando las cosas que nos gustan y no mirando las que no nos
gustan, o viceversa, pero, en general, nos atenemos a la distribución ya conocida de lo
que nos gusta y lo que no nos gusta dentro del campo visual, por ej. Son objetos que
en gral solemos reconocer o preguntar que son, pero nos mantenemos dentro del
registro del reconocimiento. Pero a veces pasa que cuando estamos sumergidos
dentro del campo de los visible de repente nos sentimos mirados. Y damos vuelta la
cabeza hacia la derecha y justo alguien nos está mirando, es casi alucinatorio, es
como encontrarse con el objeto mirada cuando uno estaba dentro del campo de lo
visible pero sin la presencia de la mirada como algo evidente.
La mirada siempre está. Lacan dedicó 4 clases del seminario de los cuatro conceptos
fundamentales al objeto mirada, y éste aunque no lo veamos, siempre está. Siempre
está organizando el campo visual, está perdido con respecto a lo visual, pero está. Y
cuando la mirada invade nuestro campo visual (dar una clase, un examen, que nos
sentimos avergonzados, porque no nos sentimos a la altura o en condiciones) y
sentimos demasiado la presencia de la mirada, allí nos falta la falta. El objeto perdido
ha sido reencontrado y está ahí fuertemente interpelándonos.
Alumnx: ¿esto sería la frase de Lacan del Seminario 11, “el objeto es causa de deseo
en tanto está ausente y es causa de angustia en tanto está presente”?
Profesor: exactamente. Es precisa la afirmación.
Alumnx: no terminé de entender la diferencia entre la fantasía y el acto. La fantasía
sería aquello que inhibe, que impide el acto.
Profesor: la referencia ahí es el texto La represión de Freud, donde dice que la
fantasía prolifera en el icc, sosteniendo una insatisfacción. Insatisfacción histérica o la
imposibilidad obsesiva, pero cualquier otro modo de la fantasía. O también de quienes
realizan en el escenario perverso determinados actos que el neurótico jamás se
atraveria, que lo hacen de una manera perfectamente legal que se puede hacer en la
secrecía, en el escenario acotado, rígido pero que muchas veces se quedan
insatisfechos cuando la imposibilidad de hacer pasar eso a lo social. Por eso se habla
de pasaje al acto en la perversión, distinto a la sublimación del sujeto sujeto perverso
que puede ser como Picasso, capaces de torturar a sus mujeres y también realidad
obras de arte.
La oposición entre fantasía y acto es que la fantasía deja el deseo insatisfecho,
imposibilitado o en el secreto, fijación de un secreto. Mientras que entendemos por
acto algo que es social, que tiene que ver con un decir, en tanto el ser hablante realiza
allí su ser en lo social.
El deseo es realizable, Lacan dedica el seminario 7, que se llama La ética del PSA y
después otros, para explicar que el deseo puede actuarse en la pulsión, que el deseo
es realizable, que es algo que no necesariamente tenemos que dejar para toda la vida
reprimido en el icc porque a veces puede realizarse. Lacan llega a decir en su último
seminario que se llama disolución que él nunca pretendió ir más allá de Freud, que
siempre permaneció freudiano, que solamente se dedicó a desarrollar las formaciones
del icc para explicar que el deseo freudiano, indestructible puede ser un destino de lo
pulsional, de eso que en los actos, a través del circuito pulsional.
Alumnx: cómo puede ser el deseo realizable si no decible, si cada vez que uno intenta
decir algo sobre ese deseo en realidad está diciendo lo contrario o no le está pegando
en el clavo?
Profesor: la referencia para responder esa pregunta está en el texto que es La
dirección de la cura. Pto 1. Hacia dónde va la dirección de la cura de un análisis? Pto
2. La palabra tiene allí todos los poderes, los poderes especiales de la cura, se está
bien lejos por la regla fundamental, de dirigir al sujeto hacia la palabra plena, hacia el
discurso coherente, pero se lo deja libre de intentar esa plenitud o esa coherencia. Esa
libertad es la que el analizante tolera peor, le cuesta cada vez que se acerca a una
palabra libre le duele. Está libertad duele, cuesta, que en el caso de un acto, implica
pagar con una libra de carne o con uno deja de lado para poder elegir eso.
Pto 4. La demanda, la exigencia ste, S1, al ser puesto entre paréntesis en el análisis,
está excluido que él analista satisfaga ninguna demanda, porque la demanda en sí
misma es algo frustrante al nivel del deseo.
Pto 5. Al no oponerse ningún obstáculo a la confesión del deseo, es hacia allí que el
sujeto es canalizado. Se lo deja intentar, puede confesar, puede decir lo que quiere.
Pero la resistencia a esa confesión, el último análisis no puede sostenerse de ninguna
otra cosa sino de la incompatibilidad del deseo con la palabra.
Evidentemente acá Lacan suscribe a lo que él compañero decía, la incompatibilidad
que hay del deseo con la palabra. Sin embargo, Lacan, que evidentemente se
encuentran con la dificultad de cómo puede ser entonces que entre la palabra y el
deseo haya una incompatibilidad porque la palabra tiene que ver con stes alienantes
siempre, y el deseo es algo que necesitamos allí del respiro del intervalo, de que no
haya ate en cierto sentido allí, cómo hacer para compatibilizar una cosa con la otra?
Justamente por eso Lacan no hace un desarrollo, como pueden hacerlo Kant o
Schopenhauer sobre la voluntad, no existe la voluntad en Lacan como concepto, salvo
para caracterizar la voluntad de goce que fracasa en la perversión (en Kant con Sade
o en el Sem 7).
Sin embargo, en el seminario 16, de Un Otro al otro, dice que si hay una instancia
dónde tenemos que recurrir a la noción de voluntad, a su pesar, es cuando se trata de
decir que sí o que no a lo que se quiere. No es el deseo del otro, es esa juntura del
deseo del otro que me fue instilado traumaticamente alguna vez en el icc, que es un
deseo que está en el icc pero al mismo tiempo es del otro y me angustia. En el
momento de la realización del deseo se trata de decir que sí o que no a lo que se
quiere, a lo que es del orden del deseo.
Luego va a transformar su enseñanza en torno a un término que es el término 'decir',
que no es enunciar, que casi no se usaba prácticamente en la lingüística de su época
y que en los años '80 va a desarrollar como distinto de la enunciación. Decir hacía el
otro, ante, contra, pero al mismo tiempo es del orden de una afirmación deseante, de
la que podríamos tomar como ej las primeras pag de la Conferencia El orden del
discurso de Foucault, donde comienza explicando todas las dificultades que tiene para
tomar la palabra allí donde sin embargo es convocado. La categoría de decir va a
tomar en Lacan una noción central.
Alumnx: por qué el acto analítico no se ve como acto preliminar al acto del sujeto en
análisis?
Me hace ruido cuando dice que no hay acto que sea efecto de otro acto.
Profesor: esa afirmación "no hay acto que sea efecto de otro acto" es una afirmación
de Austin, inventor inglés de los acto de palabras, speech act, la idea es que para
cometer un acto hay que decirlo en primera persona. Ahora bien, efectivamente está
esa objeción de que el acto del sujeto tiene un preliminar que es el acto analítico.

En el Seminario de La angustia Lacan dice que están aquellos que no entregan su


angustia, en el cap Más allá de la angustia de castración, cap 4, donde dice que lo que
habría que enseñarle a darle al neurótico es nada, solamente que entregue su
angustia. Ese punto donde él tropieza con la castración. Porque el neurótico no quiere
entregar, y por eso, como no pasa de la ang al decir, al acto, se le pide al menos que
entregué un equivalente, que comience por dar un poco de su angustia, de su síntoma
que es un desarrollo blah blah blah de la angustia, un desarrollo simbólico. Es por esta
razón que un análisis comienza por una puesta en forma de los síntomas. Que hable
de sus síntomas y al final terminará entregando su angustia.
Efectivamente no hay un acto en el caso del neurótico que sea directo, es un acto que
parecería ser consecuencia de haber pasado por el acto analítico, pero al mismo
tiempo, lacan se plantea esta preg durante todo el Sem de El acto analítico, de cuál es
la el sujeto de ese acto (analítico), es el analista? Más bien, él analista es el resultado
de un análisis previo, es el ser destituido que resultó de un análisis previo que ahora
es capaz de encarnar la causa del deseo para un nuevo sujeto al que le ofrece la
posibilidad allí de abrir su división subjetiva. El sujeto del nuevo acto analítico es en
verdad el analizante, el que resultará destituido Al final de ese nuevo recorrido. O sea
que para Lacan tampoco hay acto del acto, no hay acto que sea efecto del acto. Y por
eso dice también que nadie resulta analista por los efectos didácticos de su propio
análisis, por más que uno se analice por determinado tiempo, para ser analista, entre
otras cosas, van a terminar su análisis y los efectos didácticos, no sólo los terapéuticos
de su propio análisis, no los autoriza como analistas. Además tendrán que hacer un
acto suplementación que es decir sí, ahora me interesa encarnar la causa del deseo
de este otro que está dividido/angustiado y no sabe qué hacer con eso. O sea, no solo
hay que terminar un análisis sino entusiasmarse en encarnar los residuos del horror
del saber icc que tiene que ver con un desecho, un resabio, residuo causal.
Alumnx: puede entonces pensarse que el decir en tanto acto corresponde a una
operación de separación?
Profesor: exactamente

También podría gustarte