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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
ÁREA BÁSICA
Campus SJR
Materia: Introducción al psicoanálisis II.
Nombre del docente: María Guadalupe Reynoso Nieto.
Estudiante: Raldan Ruben Castillo Monroy.
El ello y el yo
¿Qué es lo que quiero saber?

Hemos visto mucho al respecto del ello y del yo en “Esquemas del psicoanálisis”, lo
único que podría preguntarme es ¿Qué más podemos saber sobre estas instancias?
¿Acaso juegan otro papel importante además de su función base? ¿De qué otra
forma se puede representar en la vida? Me quedó con esta última pregunta, debido
a que leer no es lo mismo que sentir, en estos días es cuando me empieza a
cuestionar esto ¿De qué forma se van representando mis instancias?
¿Qué fue lo que aprendí?

Para comenzar, se menciona que dentro del yo existe un inconsciente –que desde
el punto de vista dinámico- se comporta como lo inconsciente reprimido, véase, las
resistencias en el análisis, los actos fallidos, los olvidos, el sentimiento de culpa, etc.
Sabemos que la represión es causa por el yo, libera fuerzas represoras, “…a un
inconsciente se oponía un yo”. Más adelante tratare de ejemplificar esto.
Continuemos, Freud alega que el yo es mucho lo inconsciente, ya que aquí en el
núcleo de yo podems encontrar lo que se conoce como preconsciente. Así es como
comienza la introducción del texto, dándonos una pequeña probadita del contenido.

El inicia del texto comienza con una crítica a la psicología del yo, defendiéndose de
los filósofos y psicólogos, suponía que estos rechazaban tanto el psicoanálisis como
la idea de algo psíquico. Puntualiza que estos son incapaces de solucionar
problemas del sueño y de la hipnosis. Respecto a esto, me he puesto a cuestionar
la psicología de yo, junto con todo el coaching que se ésta propagando, frases
típicas escucho por parte de estos: “Tu puedes” “Si yo he podido, tú también”
“Venga, hombre, para de quejarte”, etc. Considero que hace falta profundizar sobre
el porque la gente es como es. El decir que debería hacer una persona, puede
ocasionar dos efectos: Que siga el camino de alguien más, o que simplemente no
consiga nada. A mi parecer, uno como psicólogo solo debería limitarse a acompañar
y a orientar.
Freud en una parte menciona que el psicoanálisis ha encontrado los medios
necesarios para cancelar la fuerza contrarestante hacer consciente lo inconsciente,
empero, no se menciona que medio utiliza para ello, a lo mucho se me viene a la
mente el método de la asociación libre ¿Cuáles son los otros medios de los que
habla Freud, y que tan eficaces para el sujeto pueden ser?

Bien, lo reprimido es para los psicoanalistas el modelo de lo inconsciente. Aquí


resido todo lo desalojado por el yo. Encontré otra cuestión personal en esta parte:
“El prcc, suponemos, está mucho más cerca de la Cc que el Icc”. ¿Por qué supone
esto, será por el puente entre consciencia e inconsciente? Haciendo énfasis en el
yo, se menciona que de este parten las represiones, a raíz de las cuales ciertas
aspiraciones anímicas deben excluirse no sólo de la consciencia, sino de las otras
modalidades: Vigencia y de quehacer. Me parece que lo último es un tanto confuso,
exactamente a que se refiere con ‘vigencia y quehacer’. Quiero pensar que hace
hincapié a que no solo se reprime la emoción, sino que también la consecuencia de
la tal emoción, nótese, una conducta, un comportamiento, una idea, un
pensamiento; en definitiva, se reprime todo un kit completo de subjetividad al terreno
inconsciente, con lo cual, me cuestiono nuevamente ¿Qué sucede con el
inconsciente de aquellas personas que sufrieron mucho en su infancia, queda
saturado, liberado o fracturado? Mencionó esto, ya que, considerando que exista un
dolor “promedio” –por así decirlo-. El paciente experimentará dificultades al
momento de dictar sus asociaciones, incluso fallaran, al momento de aproximarse
a lo reprimido, al parecer cuando se presentan esas resistencias se trata de una
buena señal. Para finalizar el primer apartado, Freud sostiene lo siguiente: “Hemos
hallado que en el yo mismo algo que es también inconciente, que se comporta
exactamente como lo reprimido, vale decir, exterioriza efectos intensos sin devenir
a su vez consciente, y que se necesita de un trabajo particular para hacerlo
conciente”. A mi parecer, se refiere a los síntomas, mismos que hacemos
cotidianamente e inconscientemente, mientras estamos medio conscientes de que
los hacemos, verbigracia, al escuchar cierta canción inmediatamente me trae un
recuerdo nostálgico, soy consciente de lo que me pasa, empero, soy inconsciente
de porque me pasa y porque a veces pongo esa canción por accidente, espero
haber ilustrado mi ejemplo, en casos extremos, está la histeria con sus síntomas,
que los pacientes cometen sin darse cuenta.
Otra cuestión de lo más interesante, es la siguiente: “…solo puede devenir conciente
lo que ya una vez fue percepción cc; y, exceptuados los sentimientos, lo que desde
adentro quiere devenir conciente tiene que intentar trasponerse en percepciones
exteriores. Esto se vuelve posible por medio de las huellas mnémicas”. De groso
modo, la palabra es propiamente el resto mnémico de la palabra oída, dejando en
claro – de cierta manera- que dichas huellas mnémicas se tratan de las
representaciones-palabras que hemos estado adquiriendo a lo largo de nuestras
vidas. Respecto al pensar en imágenes, es sólo un muy “imperfecto devenir-
conciente”. ¿Exactamente, a que se refiere con esto? Otro cuestionamiento que me
gustaría hacer al texto de Freud, es el siguiente: Exclama que se pueden desplegar
ciertas fuerzas pulsionantes sin que el yo note la compulsión, véase, tensiones
provocadas por la urgencia de necesidad, puede permanecer inconsciente el dolor.
La justificación de Freud ante esto dictamina que las sensaciones y sentimientos
sólo devienen conscientes si se alcanza el sistema Preconsciente; si les es
bloqueada su conducción, no afloran como sensaciones. Entonces ¿Cómo esta tan
seguro de que se tiene que traspasar un sistema Preconsciente para sentir, además
qué le hace pensar que dentro de nosotros hay sensaciones reprimidas que no
podemos detectar? En tal caso ¿Cómo podemos identificarlas, si ni siquiera pueden
aflorar, acaso se referirá a los momentos que en que uno experimenta un
acontecimiento grave, que se olvida de un sentir suyo?

El yo esta confluyendo con el ello. El yo es el representante de la razón y prudencia,


por oposición al ello, que contiene las pasiones, “El yo es sobre todo una esencia-
cuerpo; no es sólo una esencia-superficie, sino, él mismo, la proyección de una
superficie”.

Cómo puntualización que deja mucho de que pensar, Freud, afirma que “…el
carácter del yo es una sedimentación de las investiduras de objeto resignadas,
contiene la historias de estas elecciones de objeto”. Me llego a preguntar ¿Qué
sucede con estas elecciones de objeto, queda resignadas en el inconsciente?
Quizás por ello Freud alegaba que el yo es en parte inconsciente ¿Cuáles son las
consecuencias de esas resignaciones de objeto? Los efectos de las primeras
identificaciones, que se producen en la edad temprana, serán universales y
duraderas. Este hecho nos reconduce a la génesis del yo, ya que en este se
esconde la identificación primera y que es de mayor valencia: la identificación con
el padre. Se describe a esta como una identificación primera e inmediata que
cualquier otra investidura de objeto. Es por ello, que la masculinidad experimenta
una reafirmación en el carácter del varón por obra del sepultamiento del complejo
de Edipo. En el caso de la niñita sucede algo parecido, se desemboca su
identificación con la madre con dicho sepultamiento, afirmando así su carácter
femenino. Ahora comprendo porque constantemente me dicen –incluso, he llegado
a escuchar en casos ajenos- que me parezco a mi padre, no solo por el físico, sino
por, ocasiones actuar como él. Aunque no todos los casos son así, puesto que en
el niño existe una ambivalencia comprobada en la relación con los padres, la
bisexualidad en el niño puede hacer que se identifique con uno de los dos padres.

Ahora, para concluir que instancia se configura de hacernos esto, citaré


textualmente una frase: "Así, como resultado más universal de la fase sexual
gobernada por el complejo de Edipo, se puede suponer una sedimentación en el yo,
que consiste en el establecimiento de estas dos identificaciones, unificadas de
alguna manera entre sí. Esta alteración del yo recibe su posición especial: se
enfrenta al otro contenido del yo como ideal del yo o superyó”. El vínculo que tiene
con el yo es de advertencia: Debes/no debes compórtate de tal manera. El superyó
conserva el carácter del padre, cuanto más intenso haya sido el complejo de Edipo
y más rápido se produjo la represión, tanto más riguroso devendrá más tarde el
imperio del superyó como conciencia moral, o como sentimiento inconsciente de
culpa sobre el yo. Al analizar esto, me doy cuenta que no podemos generalizar a
las personas, ahora comprendo porque tenemos que ir caso por caso, depende de
cómo le fue en la feria a cada quien. En mi caso particular, el sentimiento de culpa
me es constante por ciertas situaciones, y las relaciono con la educación que tuve
de niño, y que hasta la fecha, me sigue persiguiendo, por eso acudo a terapia
analítica.
Freud, S. (1961). Tomo 19. El ello y el yo. En Obras completas de Sigmund Freud (pp. 3-

40). Amorrortu editores

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