Cinco consejos desde las neurociencias

para planear eventos fuera de lo común

LAS NEUROCIENCIAS
DE UN EVENTO
MEMORABLE
Guía para profesionales de eventos,
logística, relaciones públicas y más
Fijarse en el recuerdo ajeno es prolongar la propia existencia, la promesa de que
estarás aunque no estés. Como lo destaca la neurocientífica Carmen Simon, la
memoria es la base de todas las decisiones.

Ser recordado es que tu voz resuene sin ti, la gran ambición de personas, escuelas
intelectuales, empresas y marcas.

Pero ¿qué hace que otorguemos a una experiencia el título honorífico de

“inolvidable”? Las neurociencias ofrecen algunas respuestas y, en esta guía digital
del Parque Explora, las repasamos para que puedas diseñar momentos dignos de
habitar en la memoria para siempre.
 EL CEREBRO:
EL MEJOR
ECONOMISTA
Un evento memorable se hace
con una idea despejada y subrayada
La evolución ha dotado al cerebro
humano de una gran capacidad de
procesar información, pero también
de optimizar energía. En el caso de
este bosque eléctrico que nos
gobierna, la ley del menor esfuerzo
no tiene nada que ver con la
mediocridad y significa, en cambio,
inteligencia, aquella que reconoce
los verdaderos problemas y los
resuelve sin derrochar recursos.

En la vida cotidiana, por

esta razón, atendemos y
recordamos con mayor
facilidad las ideas que cuestan
menos procesos cognitivos
—deducciones,
generalizaciones, resolución de
problemas, entre otros—. Las
ideas más elaboradas, por el
contrario, requieren un mayor
interés de partida para
quebrar el hastío de una
sociedad sobreinformada.

Por eso crear un evento

memorable requiere despejar el
propósito que lo funda y
subrayarlo en cada momento de la
experiencia y con cada decisión
que se toma al prepararla: los
textos e imágenes de invitación, la
elección de la comida, la
adecuación del lugar, el diseño
sonoro, las palabras de quiénes
intervienen, los souvenirs, entre
otros.
 EL RITMO Y LA
RAREZA COMO
VIRTUDES
La atención es el nido de la memoria
El cerebro solo puede recordar aquello en
lo que deposita su atención. Y solo
deposita su atención en lo novedoso.
Durante un evento, cuando un estímulo no
cambia mucho y se vuelve predecible, la
atención empieza a disiparse.
Añadir variedad a un estímulo es, por eso,
una forma de combatir la habituación. La
clave es permitir que el cerebro detecte un
patrón primero y luego lo rompa. Será más
llamativo, por ejemplo, un video
provocador de 5 minutos y una
conversación de 20 que la misma
conversación pero de 25 minutos.
Hacer que los asistentes sean testigos de
cosas fuera de su rutina aumenta su
capacidad de comprensión y de
vincularse con otras personas que han
tenido una experiencia similar.
Al organizar un evento, pregúntate cuál es la
experiencia inesperada y novedosa que hará
que los asistentes comenten y hablen entre
ellos.
La estimulación sensorial activa el lado
derecho del cerebro, aumenta la
probabilidad de que los asistentes
recuerden el evento con detalle y permite
conectarse con otros asistentes a través de
su experiencia compartida.
Para diversificar los estímulos puedes
incluir, por ejemplo, olores, sabores,
texturas, juegos, desplazamientos,
música en vivo con instrumentos
desconocidos, cambios en el espacio,
en la iluminación —¿un momento a
oscuras?, ¿un cambio de atmósfera con
colores?, ¿humo y rayos láser?—,
entradas inesperadas de personajes
gratos, entre otros.
Se trata, en todo caso, de comprometerse
con la rareza como virtud para
desacostumbrar el cerebro. Y esto
atraviesa, también, la creación de textos,
imágenes, espacios y souvenirs del evento.
Huir de las frases comunes, como “evento
inolvidable” o “experiencia imperdible”, o
de esas imágenes de archivo que han
perdido novedad por haber pasado de
mano en mano, apareciendo siempre en
afiches o invitaciones electrónicas.
 SIN ESTRÉS SE
RECUERDA MEJOR
Deshazte de distractores
Uno de los principales obstáculos para la
creación de recuerdos es el estrés: la
preocupación por otros asuntos significa
una división de la atención.
Ante situaciones que percibimos como
peligrosas o dañinas, aunque no
constituyan una amenaza de muerte
—como una ruptura amorosa o el
inofensivo vuelo de una cucaracha—, el
cerebro libera sustancias químicas en el
torrente sanguíneo, que incluyen cortisol,
adrenalina y noradrenalina.
En el hipotálamo —esa parte del cerebro
en la que se producen las hormonas que
controlan desde la frecuencia cardiaca
hasta el hambre— comienza una reacción
de lucha o huida, como si tu vida estuviera
en riesgo: el sistema nervioso simpático
induce a las glándulas suprarrenales a
secretar adrenalina, hormona que explica
los signos corporales del estrés: el cuerpo
tenso, las pupilas dilatadas, el corazón al
galope, las arterias ensanchadas y la
respiración a mil.
En un evento organizacional, procurar
un entorno tranquilo significa mitigar la
probabilidad de que ocurra esta
respuesta cerebral y, a la vez, favorecer
que la atención se concentre en las
experiencias diseñadas para que estás
se fijen en la memoria.
 EL PODER DE
UN ÍCONO
Señales: imanes para la memoria
Las señales son símbolos que asociamos
con recuerdos. Algunas son íconos
mundiales, como la torre Eiffel o los logos
de marcas dominantes —la manzana
mordida en un celular o el signo de
verificado en los tenis, por ejemplo—.
Otras son convenciones que orientan,
como el ícono de wifi, los colores del
semáforo o los pictogramas en un
aeropuerto.
Otras son signos deliberados para marcar
experiencias. Piensa, por ejemplo, en las
mascotas de los mundiales de fútbol, las
frases comerciales que la gente lleva en
las prendas de vestir o los kits
contramarcados que te entregan en un
evento. Estas son las que pueden facilitar
que un momento sea recordado.
Por ejemplo, si estás organizando un
evento de alimentación saludable, es
predecible que las señales sean frutas,
vegetales, retratos de personas
sonrientes… ninguna de estas
proporcionará una señal sólida para
evocar un recuerdo. Pero, si eliges usar
una foto de la presidenta de la
compañía disfrazada de conejo y
comiendo zanahoria o una ilustración
de una lechuga en un ring de boxeo
luchando contra una papa frita, tal vez
captures con más facilidad la
atención de quien reciba
el mensaje.

Las señales solo funcionan bien si hay

una fuerte conexión con el contenido
—es decir, si subrayan la idea que
vertebra el evento— y si se destacan
en el entorno —de nuevo, la rareza
como virtud—. Si eliges un texto, una
imagen o un concepto muy usado y
predecible, pasará desapercibido ante
el cerebro.
 EMOCIONES:
ARQUITECTAS
DE RECUERDOS
La empatía es la mejor
organizadora de eventos
Las emociones intensas favorecen la
creación, el almacenamiento y la
evocación de recuerdos activando un par
de almendras que reposan a cada lado de
tu cabeza, las amígdalas cerebrales, que,
valga aclararlo, no son las que se asoman
en tu garganta.
Al activarse, las amígdalas cerebrales
estimulan el hipocampo, la estructura con
forma de caballito de mar responsable de
la creación de recuerdos. Se ha
encontrado, por ejemplo, que pacientes
con alteraciones en las amígdalas tienen
más dificultades para recordar eventos
emotivos en el largo plazo.
¿Cómo hacer que un evento sea
también una oportunidad de crear
vínculos emocionales? Una vez
despejada la idea central de la
experiencia, es preciso identificar las
motivaciones, recuerdos e intereses de
quienes participarán en el evento.
Aquí es útil recurrir a las manifestaciones
culturales que el imaginario social vincula
con emociones: canciones, películas,
personajes, voces, expresiones populares,
prácticas compartidas, entre otros.
Parque Explora y Planetario de Medellín
SOMOS EXPERIENCIAS
que transforman la emoción de
conocer y relacionarnos con el mundo
Somos un escenario ideal para el desarrollo de experiencias
fuera de lo común en las organizaciones. Conoce cómo
podemos acompañarte a desarrollar tus eventos

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Impossible to Ignore:
Creating Memorable
Content to Influence
Decisions
Escrito por Carmen Simon
Las audiencias olvidan hasta el 90 por
ciento de lo que comunicas. Pero las
personas toman decisiones y actúan con
base en lo que recuerdan. Basándose en
las últimas investigaciones en
neurociencia y psicología cognitiva,
Impossible to Ignore es una guía práctica
paso a paso que te mostrará cómo influir
en el 10 por ciento que tu público
recuerda mediante la creación de
contenido que atraiga la atención,
agudice el recuerdo y guíe la toma de
decisiones hacia una acción deseada.
A Sense of Self: Memory,
the Brain, and Who We
Are
Escrito por Veronica O'Keane
La psiquiatra Veronica O'Keane ha pasado muchos
años observando cómo se entrelazan la memoria y
la experiencia. En esta rica y fascinante exploración,
ella pregunta, entre otras cosas: ¿Por qué los
recuerdos pueden parecer tan reales? ¿Cómo están
conectadas nuestras sensaciones y percepciones
con ellos? ¿Por qué es tan importante el lugar en la
memoria? ¿Existen cosas como recuerdos
“verdaderos” y “falsos”? O'Keane utiliza los
recuerdos rotos de la psicosis para iluminar el
cerebro humano integrado, ofreciendo una nueva
forma de pensar sobre nuestras propias
experiencias personales.
Aprender, recordar y olvidar
Claves cerebrales de la
memoria y la educación
Escrito por Ignacio Morgado
Libro dirigido a todas aquellas personas
interesadas en conocer cómo el cerebro se las
arregla para aprender, almacenar y retener los
conocimientos. Para entender cómo se
refuerzan, debilitan o cambian las memorias,
cómo recordamos y por qué olvidamos. En
definitiva, un estudio de las razones y las claves
científicas que permiten establecer los
mejores procedimientos para enseñar y
aprender con eficacia.
Educar la atención
con cerebro
Escrito por Charo Rueda Cuerva
Los avances en psicología cognitiva y neurociencia
que se han producido en las últimas décadas han
propiciado grandes avances en el conocimiento de las
habilidades cognitivas superiores del ser humano.
Charo Rueda, catedrática de Psicología en la
Universidad de Granada, describe en un lenguaje
asequible y preciso los avances en el campo de la
atención, abordando su desarrollo a lo largo de la
vida, los factores genéticos y educativos que
proporcionan la base de este desarrollo y su
importancia para el aprendizaje. El libro desemboca
en ideas, estrategias y recomendaciones para
potenciar el funcionamiento óptimo de esta
capacidad tan crucial para el comportamiento
inteligente, social y emocionalmente ajustado del ser
humano.