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HEMORRAGIA DIGESTIVA BAJA Y HEMORRAGIA DIGESTIVA DE ORIGEN OSCURO

Definicion:

Las hemorragias de vías digestivas altas es toda aquella pérdida de sangre de inicio reciente
originada por una lesión del tubo digestivo cuya localización es distal al ligamento de Treitz

La HDB no es una enfermedad si no un signo clínico por el que se manifiestan diferentes


enfermedades.

Epidemiologia

La incidencia de la HDB depende en

gran medida de la población estudiada.

No obstante, se reconoce que la

incidencia de hospitalización por año

varía entre los 20 a 27 casos cada 100.000

habitantes. De estos pacientes, un 13,6 %

presentan sangrado durante su estadía;

un 4.4 % son readmitidos antes de los 28

días de alta (7), 12,4 % a los 3 meses y

9% al año. La gran mayoría se explica

por sangrados de etiología diverticular o

angiodisplasia (8), ambas con las tasas

más altas de resangrado (9).

La tasa de requerimiento de cirugía

varía entre un 5,2 a 8,8% de los casos

(10).

La mortalidad de esta patología varía

entre 4 a 10 % (11, 12) y se asocia

principalmente a descompensaciones de

comorbilidades, sepsis y enfermedades

cardiacas (9). La mortalidad por

sangrado masivo ocurre en menos del

1% de los casos.
Clínica

La HDB no es una enfermedad si no un signo clínico por el que se manifiestan diferentes


enfermedades.

La HDB se puede manifestar de diversas maneras. Lo más

habitual es que se presente en forma de hematoquecia (san-

gre mezclada con heces) o rectorragia (emisión de sangre

fresca, con o sin coágulos), aunque no es excepcional que

aparezca en forma de melenas, si el origen del sangrado es el

colon proximal o el intestino delgado. Es fundamental dife-

renciar una HDB aguda, que se define arbitrariamente por

tener una duración menor a 72 horas y que puede ocasionar

inestabilidad hemodinámica y/o necesidad de transfusión de

hemoderivados2, de una forma crónica, que habitualmente se

puede manejar de manera ambulatoria.

A la hora de realizar la anamnesis, es importante recoger

diversos datos que nos orienten acerca del origen del sangra-

do: historia previa de diverticulosis, dolor asociado al sangra-

do, clínica rectal (tenesmo, urgencia…), antecedente de poli-

pectomía en los días previos, uso de antiinflamatorios no

esteroideos (AINE), nefropatía crónica, síndrome constitu-

cional, cambio de ritmo intestinal, etc.

Historia natural, gravedad y pronóstico

El curso de la HDB es habitualmente más benigno que el de

la hemorragia digestiva alta (HDA), autolimitándose en

aproximadamente el 80% de los casos sin requerir interven-

ción alguna3, y con una mortalidad global de alrededor de un

4% que se encuentra aumentada en pacientes de más edad y


con múltiples comorbilidades. Es difícil en la práctica clíni-

ca diaria identificar a los pacientes que presentarán una ma-

yor gravedad, y no existe un claro consenso acerca de cuál es

la definición de HDB grave.

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