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Voces: - ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA - PAGO DE LO NO DEBIDO - BANCOS -

INCUMPLIMIENTO CONTRACTUAL - DEPÓSITOS BANCARIOS - CHEQUE RECHAZADO -


CIERRE DE CUENTA CORRIENTE - PAGO INDEBIDO DE CHEQUE - PROTESTO -
INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS - RECURSO DE APELACIÓN - RECURSO ACOGIDO -

Partes: Banco de Chile c/ Elizalde Jiménez, Ibar | Recurso de apelación

Tribunal: Corte de Apelaciones de Antofagasta

Fecha: 15-dic-2010

Cita: MJCH_MJJ25733 | ROL:512-10, MJJ25733

Producto: MJ

Se ha demostrado que efectivamente se configuró un pago de lo no debido, en tanto todo pago


supone una deuda, una obligación destinada a extinguirse y en autos se ha acreditado que en
realidad el pago que ejecutó el Banco demandante fue producto de un error computacional.

Doctrina:

1.- Corresponde acoger el recurso impetrado por la demandante, en virtud de que debido a un
error computacional del Banco librado, éste pagó una obligación inexistente en la medida en
que procedió a abonar en la cuenta del recurrido valores, que correspondían a cheques de una
cuenta corriente que se encontraba cerrada, lo que configura una hipótesis de enriquecimiento
sin causa, producido por un error y es en virtud de este error en el hecho que se justifica
repetir lo indebidamente pagado.

2.- El desplazamiento entre patrimonios puede ser lícito, cuando encuentra justificación en una
situación previa que el ordenamiento jurídico considera bastante para llevarla a cabo, como por
ejemplo un contrato, una sentencia o una ley. Pero este desplazamiento también puede ser
ilícito, revistiendo este último carácter aquel aumento del patrimonio de una persona en
desmedro de otra, sin que, para producirlo, concurra un negocio jurídico válido y eficaz o una
disposición legal que lo autorice. Aquí cobra vigencia un principio general del derecho que se
denomina del enriquecimiento sin causa, en virtud del cual, la persona que injustamente ha
aumentado su patrimonio sin causa, debe restituir a la otra el importe de su enriquecimiento.

3.- El error es un fenómeno psíquico, que afecta la capacidad cognoscitiva del agente a raíz de
una equivocada representación de la realidad externa, determinándolo a celebrar un acto
jurídico o a poner en movimiento una determinada potestad que, teniendo un conocimiento
verdadero de la realidad, no hubiere celebrado o puesto en marcha. En cuanto a los efectos del
error en el campo jurídico, es precisamente el artículo 2295 del Código Civil, el que establece
una norma doctrinariamente considerada como básica para su regulación, prescribiendo que si
el que por error ha hecho un pago, prueba que no lo debía, tiene derecho a repetir lo pagado.
De este modo, el no otorgar la restitución de lo que en virtud de un error, irregularmente se ha
logrado, atenta en contra de disposiciones expresas de nuestro ordenamiento. El negar el
derecho a perseguir el reembolso de lo que se entregó por error, importa en el fondo imponer
una sanción a aquel que en él incurrió, constatación que repugna a los más elementales
principios de equidad, pues la noción de sanción está siempre ligada a la existencia de falta o
culpa, la cual no se da en los supuestos de error.

4.- El pago de lo no debido, genera la obligación de restituir lo indebidamente percibido, pero la


cuantía de la obligación dependerá de la buena o mala fe del accipiens. Estando acreditado
que el demandado giró cheques por la cantidad exacta a la cual ascendían los depósitos
erróneos; que tras cartón haya procedido a cerrar la cuenta, sin que existiera motivo conocido
para hacerlo; que se negara a llegar a acuerdo con la institución bancaria para solucionar la
situación; y el hecho de haber contestado la demanda, de lo que, conforme el inciso 2° del
artículo 2301 , se infiere que ya no podía ignorar que había recibido un pago indebido,
constituyen todos elementos de juicio que provocan en el ánimo de estos sentenciadores pleno
convencimiento de que en la especie el demandado trató de obtener provecho indebido de una
situación irregular, no comportándose conforme a las normas de corrección y lealtad para su
contraparte que son dables de exigir en toda relación contractual, resultándole aplicable lo
dispuesto en el inciso 2° del artículo 2300 del Código Civil.

Antofagasta, 15 de diciembre de 2010.-

VISTOS:

Que se han elevado estos autos para el conocimiento y resolución de los recursos de casación
en la forma y apelación, conjuntamente interpuestos por la parte demandante, en su
presentación de fojas 280.

I)EN CUANTO AL RECURSO DE CASACIÓN EN LA FORMA:

PRIMERO: Que en lo principal de su presentación de fojas 280, el abogado señor Fernando


Yung Moraga, en representación del demandante, Banco de Chile, ha recurrido de casación en
la forma en contra de la sentencia de primer grado corriente a fojas 269 y siguientes de autos,
solicitando su invalidación y la dictación de la correspondiente sentencia de reemplazo, basado
en lo prescrito en el N°5 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en relación con lo
dispuesto en los artículos 170 N° 4 , 160 , 342 , 346 N° 3 , 384 y 399 del mismo código; N° 6
del Auto Acordado de la Corte Suprema, de fecha 30 de Septiembre de 1920, sobre la forma
de las sentencias ; y artículos 1545 , 1700 , 1711 y 1713 del Código Civil, consistente en
haberse efectuado un análisis parcial de la prueba documental y testimonial, omitiendo
examinar la totalidad de la prueba rendida por el actor.Sostiene que también se habría incurrido
en la causal del N° 5 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en relación con lo
dispuesto en el artículo 170 N°s.4 y 5 del mismo código, N° 8 del Auto Acordado de la Corte
Suprema, de fecha 30 de Septiembre de 1920, sobre la forma de las sentencias y artículos
1437 , 1445 , 1467 , 1468 y 1469 del Código Civil, esto es, en la omisión de consideraciones
de derecho que le sirven de fundamento al fallo, en la medida en que se omitió señalar las
disposiciones que establecen la acción ejercida, vicios éstos que habrían tenido influencia
sustancial en lo dispositivo de la sentencia, ya que de haberse dado cumplimiento a las normas
citadas, debió necesariamente pronunciarse por la aceptación en todas sus partes de la
demanda interpuesta, con costas.

SEGUNDO: Que si bien en la sentencia impugnada se advierten razonamientos jurídicos para


adoptar la decisión a que se arribó, efectivamente no se contiene un análisis de la totalidad de
la prueba rendida por el actor y se omite la cita de las disposiciones legales en que la acción
deducida se funda, sin embargo, teniendo en consideración que el perjuicio sufrido por la parte
recurrente puede repararse por la vía del recurso de apelación que se interpusiera en autos
conjuntamente con el de casación, de conformidad con lo establecido en el penúltimo inciso
del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, se procederá a desestimarlo.

II)EN CUANTO AL RECURSO DE APELACIÓN.

Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de sus considerandos quinto, sexto,


séptimo, octavo, noveno, décimo, undécimo, duodécimo, decimo tercero, décimo cuarto,
décimo quinto, décimo sexto, décimo séptimo, décimo octavo, décimo noveno, vigésimo y
vigésimo primero que se eliminan,

Y TENIENDO EN SU LUGAR Y ADEMÁS PRESENTE:

TERCERO:Que la demandante fundamenta su recurso de apelación en que la acción ejercida


se encuentra instituída en nuestro derecho como un cuasicontrato regulado en los artículos
2285 , 2295 y siguientes del Código Civil, y que para su procedencia se requiere de la
concurrencia del enriquecimiento de una persona; del empobrecimiento de la otra; de una
relación de causalidad entre ambas situaciones; y, de la carencia de causa tanto en el
enriquecimiento como en el empobrecimiento de cada una de las partes. Así entonces, razona,
el que prueba que no debía un pago efectuado por error, tiene derecho a repetir lo pagado.
Señala que el tribunal a quo consideró que no procedía repetir lo pagado al entender que
habría existido negligencia por parte de la demandante manifestada en actos erróneos,
pretextando una falla computacional de la cual es del todo responsable, sin que se pueda
trasferir dicha culpa a un cuentacorrentista que ha actuado en forma normal. Al razonar de ese
modo se dice que la sentenciadora confunde la negligencia con la manifestación válida de
voluntad, lo cual es improcedente ya que en la especie el banco negó estar obligado al pago de
los documentos lo que se patentiza en la circunstancia que, de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 33 de la Ley sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques, el protesto es un
acto solemne que tiene por finalidad la comprobación de parte del banco librado de su rechazo
a pagar el documento. Agrega que la simple lectura de las actas de los protestos agregadas a
cada uno de los cuatro cheques acompañados, permite deducir que aquellos se efectuaron el
mismo día en que fueron presentados a cobro y cumpliendo con las formalidades legales.En
consecuencia, concluye, si en dichas actas se especificó el motivo de la causa de pago y
habiéndose cumplido con los demás requisitos, se configuró un acto público y solemne de
rechazo, suficiente para acreditar un error si es pagado, el que no puede desnaturalizarse bajo
el equivocado concepto de existir requisitos adicionales, como erróneamente se sostiene por la
falladora en los motivos duodécimo, décimo cuarto y vigésimo de su sentencia. Agrega que de
conformidad a lo dispuesto por el artículo 1445, para que una persona se obligue a otra por un
acto o declaración de voluntad, es necesario que se consienta en dicho acto y que ese
consentimiento no adolezca de vicio, como asimismo que el acto tenga una causa lícita,
sosteniendo que a ese respecto, los abonos de dinero que se realizaron en la cuenta corriente
del demandado fueron indebidos desde que existían protestos previos, lo que obsta a que se
haya generado obligación alguna de este hecho, desde el momento en que no concurrió su
consentimiento o voluntad. Igualmente, agrega, de acuerdo al artículo 1467 del Código Civil,
no puede haber obligación sin una causa real y lícita, resultando incuestionable que los abonos
registrados en la cuenta corriente del demandado y su posterior disposición han carecido de
una causa jurídica.Más adelante, refiriéndose a errores adicionales que cree ver en la
sentencia, indica que al discurrir la sentenciadora sobre el oportuno conocimiento de los
protestos, señalando que sólo se habrían efectuado un mes después de realizado el depósito,
afirma que es un hecho probado documentalmente y mediante la testimonial que analiza y que
se rindió con valor de plena prueba, al tenor de la regla tercera del artículo 384 del Código de
Procedimiento Civil, el que conjuntamente con efectuar el protesto, el banco estampó dichos
antecedentes en el libro que se mantiene en la sucursal y envió, el mismo día 26 de
Septiembre de 2007, aviso por correo privado, sin perjuicio que adicionalmente, el día 27 de
Septiembre se le enviaron cuatro avisos relativos al cargo en su cuenta corriente. Asegura que
conforme a la misma prueba quedó acreditado que el banco puso a disposición del demandado
los cuatro cheques protestados, con el fin de que ejerciera las acciones correspondientes en
contra del girador y endosantes, asentando en una hoja aparte la frase "sin ulterior
responsabilidad para el Banco de Chile". Señala que el tribunal no consideró dicha exención de
responsabilidad y que el demandado se negó a retirar los cheques protestados. Refiere que el
tribunal negó todo valor a los contratos de cuenta corriente celebrados entre las partes, los que
conforme al artículo 1545 del Código Civil, son ley para los contratantes, reproduciendo las
clausulas del celebrado con el Banco de A. Edwards, antecesor del actor, en que aparecen
reglas inherentes al protesto de cheque; de la responsabilidad para el evento de
incumplimiento; y responsabilidad del banco frente a problemas computacionales,
estipulaciones que se mantuvieron vigentes en el nuevo contrato de cuenta corriente que el
demandado celebró con el Banco de Chile, algunas de cuyas clausulas reproduce.Expone que
el día 1° de Septiembre de 2007, al entrar en vigencia un nuevo sistema computacional, y por
una circunstancia no imputable a su representada, en los casos de protesto de cheques por
causal de cuenta cerrada, el sistema no reflejó inmediatamente en la respectiva cuenta
corriente la devolución y rebaja de valores, sino una vez que el sistema central pudo conciliar
todas las cuentas migradas desde el antiguo al nuevo sistema. Indica que el tribunal no tomó
en consideración la actitud asumida por el demandado una vez protestados los cheques, ya
que no sólo aseguró al contestar que la sociedad "Fredes y Compañía Limitada" no tenía
cuenta corriente cerrada y contaba con fondos suficientes para el pago de los cheques, sino
que efectuó giros sucesivos contra su cuenta corriente que carecía de fondos y luego procedió
a cerrarla, invocando, sin perjuicio de las obligaciones contractuales, el artículo 22 de la Ley de
Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques que establece la responsabilidad del demandado
para responder con fondos suficientes para atender el pago de los cheques y el artículo 37 ,
que regla la responsabilidad solidaria del librador y los endosantes frente al tenedor, señalando
que el cheque girado en pago de obligaciones no produce novación de éstas cuando no es
pagado. Por último, expresa que si el tribunal hubiera ponderado debidamente la abundante
prueba rendida, debió concluir que el demandado debía restituir lo indebidamente percibido, ya
que el pago de lo no debido es un caso calificado de enriquecimiento sin causa y en la especie
concurrían los requisitos del artículo 2295 del Código Civil.

CUARTO: Que el demandante acompañó a los autos, bajo el apercib imiento del N° 3 del
artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, los siguientes documentos que no fueron
objetados: a) mediante presentación de fojas 86, contrato de cuenta corriente celebrado entre
el Banco de A.Edwards y el demandado; b) contrato de cuenta corriente bancaria suscrito por
el accionado con el Banco de Chile; c) cuatro cheques, serie 2205JG, N°s.1293437, 1293438,
1293439 y 1354741, endosados y presentados a cobro por el señor Elizalde, con constancia
del protesto por cuenta cerrada; d) carta de fecha 8 de Octubre de 2007, enviada por el
demandado al banco, mediante la cual le comunica el cierre de su cuenta corriente; e) a fojas
142, boleta de depósito en la cuenta corriente N° 34-78-890266, de 26 de Septiembre de
2007, de los cuatro cheques presentados a cobro por el demandado. A su vez, con citación,
acompañó los siguientes documentos: a) carta de 18 de Octubre de 2007, enviada por el
banco al demandado dando respuesta a su solicitud de cierre de cuenta corriente; b) a fojas
121, certificado de 8 de julio de 2008, en el que se hace constar que la firma "Sociedad Fredes
y Compañía Limitada", mantuvo cuenta corriente en el Banco de Chile, la que fue cerrada el
día 12 de Julio de 2006; c) a fojas 122, cartola histórica de la cuenta corriente del demandado
en la que aparece el depósito efectuado por él, con cheques del mismo banco, por la suma de
$12.360.000; d) a fojas 123, cartola histórica en la que constan los giros efectuados por él los
días 1 y 2 de Octubre de 2007, contra los 4 cheques depositados; e) de fojas 124 a 127,
copias autorizadas de los 4 comprobantes de cargo efectuados en la cuenta corriente del
demandado, por devolución de cada uno de los cheques, por la causal "cuenta cerrada"; y, f)
de fojas 128 a 131, copias autorizadas de las 4 hojas del libro de protestos del banco,
consignando el protesto de los cheques con indicación de la fecha, número, monto y causal de
cada uno de ellos.

QUINTO:Que, asimismo la parte demandante produjo la confesional del accionado, cuya acta
rola a fojas 191, diligencia en la cual el señor Elizalde reconoció que había suscrito con el
banco los contratos de cuenta corriente bancaria que se le exhibieron; que efectivamente, con
fecha 26 de Septiembre de 2007, depositó en su cuenta corriente los cuatro cheques ya
referidos; que, con fecha 1° de Octubre de 2007, giró contra su cuenta corriente con cargo a
los depósitos efectuados, la suma de $7.955.852 y con fecha 2 de Octubre, las sumas de
$2.000.000 y $2.500.000; que el día 8 de Octubre de 2007 presentó al banco una carta
solicitando el cierre de su cuenta corriente; y que utilizó los dineros proveniente de los cuatro
cheques girados a su nombre por "Fredes y Compañía Limitada".

SEXTO: Que con la documental y confesional producidas ha quedado acreditado en autos; i)


que el demandado, don Ibar Elizalde Jiménez al día 26 de Septiembre del año 2007, era titular
de la cuenta corriente N° 0-34-78-890266 del Banco de Chile, Sucursal Antofagasta; ii) que,
con esa misma fecha, el cuentacorrentista hizo depósito en su cuenta corriente, de los
siguientes documentos: 1. Cheque serie 2205JG, N°1293437, por la suma de $3.520.000; 2.
Cheque serie 2205JG, N°1293438, por la cantidad de $2.200.000; 3. Cheque serie 2205JG, N
° 1293439, por $2.649.000; y, 4. Cheque serie 2205JG, N° 1354741, por la suma de
$4.000.000; iii) que los cheques alcanzaban a la suma total de $12.360.000; iv) que los
documentos precedentemente individualizados habían sido girados contra la cuenta corriente
N° 034-01407-01, que en el mismo banco había mantenido la "Sociedad Fredes y Cía.Ltda.";
v) que dicha cuenta corriente se encontraba cerrada desde el 12 de Julio del año 2006; vi) que,
no obstante ello, los valores fueron efectivamente abonados en la cuenta corriente que el
señor Elizalde mantenía en el Banco de Chile; vii) que, con fecha 1° de Octubre de 2007, el
demandado procedió a girar la suma de $7.855.852 contra los fondos en ese minuto
disponibles en su cuenta corriente, girando al día siguiente dos cheques, el primero por la
suma de $2.000.000, y el segundo por $2.500.000, órdenes todas que fueron cumplidas por el
banco librado y que, en consecuencia, generó un pago a favor del demandado por la cantidad
ya anotada de $ 12.360.000.; viii) que posteriormente, seis días después del último giro y con
fecha 8 de Octubre de 2008, el demandado procedió a cerrar su cuenta corriente.

SÉPTIMO: Que además, a fojas 148 y siguientes, el banco presentó a cinco testigos, quienes
legalmente examinados, sin tacha y dando razón de sus dichos, estuvieron contestes en
afirmar que el señor Elizalde pudo girar de su cuenta corriente la suma de dinero que se ha
demandado, porque debido a un proceso de modernización en su sistema iniciado por el Banco
de Chile en el mes de Agosto del año 2007, se suscitaron problemas en relación a ciertas
cuentas corrientes, el que redundó en que, por un error computacional -aún cuando
operacionalmente se hizo todo el procedimiento que correspondía-, la información no se
reflejara en la cartola, porque la cuenta a la que pertenecían los cheques estaba cerrada.

OCTAVO: Que ha quedado acreditado entonces que el Banco de Chile, debido a un error
computacional, pagó una obligación inexistente en la medida que procedió a abonar en la
cuenta corriente de don Ibar Elizalde la suma de $12.360.000, en circunstancia que por
corresponder ella a cheques de una cuenta cerrada, tal obligación no existía.

NOVENO:Que el desplazamiento entre patrimonios puede ser lícito, cuando encuentra


justificación en una situación previa que el ordenamiento jurídico considera bastante para
llevarla a cabo, como por ejemplo un contrato, una sentencia o una ley. Pero este
desplazamiento también puede ser ilícito, revistiendo este último carácter aquel aumento del
patrimonio de una persona en desmedro de otra, sin que, para producirlo, concurra un negocio
jurídico válido y eficaz o una disposición legal que lo autorice. Aquí cobra vigencia un principio
general del derecho que se denomina del enriquecimiento sin causa, en virtud del cual, la
persona que injustamente ha aumentado su patrimonio sin causa, debe restituir a la otra el
importe de su enriquecimiento.

DÉCIMO: Que, para que haya enriquecimiento sin causa deben concurrir los siguientes
requisitos: 1.- Que una persona se haya enriquecido: se requiere que el patrimonio del receptor
haya experimentado un aumento efectivo a consecuencia de un beneficio de carácter
patrimonial, no siendo necesarias ni la mala fe ni una conducta ilícita del enriquecido, el que
incluso puede haber actuado con ignorancia o de buena fe. En el caso sub judice ha quedado
acreditado que el demandado, don Ibar Elizalde, ha experimentado un incremento en su
patrimonio, en tanto en cuanto en su cuenta corriente el banco librado le hizo depósito de la
suma de $12.360.000. 2.- Que exista un empobrecimiento correlativo en el patrimonio de otra
persona: es necesario que el enriquecimiento vaya acompañado de una pérdida correlativa en
el patrimonio ajeno. En relación a la concurrencia de este requisito, en autos se ha demostrado
que el banco demandante ha sufrido un empobrecimiento, desde el momento en que al
resultar los cheques depositados por el demandado, protestados por falta de fondos, el egreso
no encontró una contraprestación correlativa que le permitiera recuperar lo abonado. 3.- Que el
desequilibrio entre ambos patrimonios carezca de causa.Se entiende por causa el motivo que
induce al acto o contrato; lo normal es que el enriquecimiento tenga una causa justificada, esto
es un título o fundamento jurídico que legitime la atribución patrimonial, como la venta, la
donación o la asignación hereditaria. Para que se configure el enriquecimiento sin causa, es
necesario que éste carezca de ese título que lo justifique. Esta condición también ha quedado
demostrada en autos, desde el momento en que, por tratarse de documentos que pertenecían
a una cuenta cerrada con más de un año de antelación, lo que hubiere correspondido era que
coetáneamente con su protesto por esa causal, los fondos no hubieren sido abonados en la
cuenta corriente del demandado, autorizando así, sin existir causa legal, la transferencia en
dominio de una determinada cantidad de dinero al cuentacorrentista sin experimentar el
beneficio propio de ese modo de extinguir obligaciones.

UNDÉCIMO: Ahora bien, un caso típico de enriquecimiento sin causa lo constituye el pago de
lo no debido. Al efecto, el artículo 2295 del Código Civil determina que: "Si el que por error ha
hecho un pago, prueba que no lo debía, tiene derecho para repetir lo pagado". En este caso la
obligación simplemente no existe, el que pagó lo hizo por error. Como está dicho, todo pago
supone una deuda, una obligación destinada a extinguirse. Luego, el que paga por error lo que
no debe tiene acción para repetir lo pagado. Para nuestro Código Civil, la obligación que pesa
sobre quien recibió el pago en orden a restituir lo que recibió indebidamente tiene su origen en
un cuasicontrato.

DUODÉCIMO: Que para su configuración el pago de lo no debido requiere de la concurrencia


de dos condiciones: 1° Que la obligación sea inexistente. El pago supone una obligación previa
entre dos personas, acreedor y deudor, que se va a extinguir por el cumplimiento.En cambio,
siempre que hay pago indebido, es porque se cumple una obligación que no existe, ya sea que
carezca totalmente de existencia y nunca la haya tenido, o se haya extinguido, o se yerre en la
prestación, en quien la hace o en qué se hace. Si no hay obligación, si se paga a quien no es
el acreedor, o creyéndose pagar una deuda propia se cancela una ajena, y se cumple el
requisito que luego se dirá, hay un pago de lo no debido; y, 2° que el pago se haya efectuado
por error. Según el artículo 2297 del Código Civil, tanto el error de hecho como el de derecho
justifican invocar el pago de lo no debido y exigir repetir lo indebidamente pagado. A contrario
sensu de lo dispuesto en el artículo 2297, si el pago tenía por fundamento una obligación
natural, no habrá derecho a repetir.

DÉCIMO TERCERO: Que, cabe tener presente que el error es un fenómeno psíquico, que
afecta la capacidad cognoscitiva del agente a raíz de una equivocada representación de la
realidad externa, determinándolo a celebrar un acto jurídico o a poner en movimiento una
determinada potestad que, teniendo un conocimiento verdadero de la realidad, no hubiere
celebrado o puesto en marcha.

DÉCIMO CUARTO: Que, en cuanto a los efectos del error en el campo jurídico, es
precisamente el ya citado artículo 2295 del Código Civil, el que establece una norma
doctrinariamente considerada como básica para su regulación, prescribiendo, como está dicho,
que "si el que por error ha hecho un pago, prueba que no lo debía, tiene derecho a repetir lo
pagado." De este modo, el no otorgar la restitución de lo que en virtud de un error,
irregularmente se ha logrado, atenta en contra de disposiciones expresas de nuestro
ordenamiento.No sólo eso, si bien se ve, el negar el derecho a perseguir el reembolso de lo
que se entregó por error, importa en el fondo imponer una sanción a aquel que en él incurrió,
constatación que repugna a los más elementales principios de equidad, pues la noción de
sanción está siempre ligada a la existencia de falta o culpa, la cual no se da en los supuestos
de error.

DÉCIMO QUINTO: Que, por consiguiente, en la especie se ha demostrado que efectivamente


se configuró un pago de lo no debido, en tanto en cuanto, insistimos, todo pago supone una
deuda, una obligación destinada a extinguirse y en autos se ha acreditado que en realidad el
pago que ejecutó el Banco de Chile era indebido.

DÉCIMO SEXTO: Que, además se ha acreditado en autos que las partes de este juicio, a la
época de los acontecimientos que han dado origen a esta litis, se encontraban ligadas por un
contrato de cuenta corriente bancaria. Ahora bien, por imperio de lo dispuesto por el artículo
1546 del Código Civil, los contratantes han debido afrontar todas las obligaciones
concernientes al referido contrato de buena fe, que es el deber de toda persona de actuar
correcta y lealmente en sus relaciones con otros, concepto que se relaciona con la rectitud,
corrección, algo contrario al engaño, malicia o mala intención y que se define como la creencia
del sujeto de estar procediendo correctamente, conforme a derecho, aunque la realidad sea
otra. El derecho reconoce y otorga protección a esa conciencia, le da valor. Esa protección la
da excusando al sujeto o aminorando las consecuencias derivadas de la irregularidad.
DÉCIMO SÉPTIMO: Que, el pago de lo no debido, genera la obligación de restituir lo
indebidamente percibido, pero la cuantía de la obligación dependerá de la buena o mala fe del
accipiens.Ahora bien, estando acreditado en autos que el señor Elizalde hizo depósito en su
cuenta corriente de cuatro cheques de una cuenta que se encontraba cerrada desde el mes de
Julio del año 2006; que el sólo hecho de mantener en su poder los cheques durante tan
prolongado lapso, hace presumir que efectuó las averiguaciones destinadas a desentrañar la
calidad de los documentos que justificaban su acreencia; si a ello se agrega la circunstancia
que rápidamente giró en contra de los fondos que erróneamente le fueron abonados en su
cuenta; que los giros lo fueron por la cantidad exacta a la cual ascendían los depósitos; que
tras cartón haya procedido a cerrar la cuenta, sin que existiera motivo conocido para hacerlo;
que se negara a llegar a acuerdo con la institución bancaria para solucionar la situación; y el
hecho de haber contestado la demanda, de lo que, conforme el inciso 2° del artículo 2301 , se
infiere que ya no podía ignorar que había recibido un pago indebido, constituyen todos
elementos de juicio que provocan en el ánimo de estos sentenciadores pleno convencimiento
de que en la especie el demandado trató de obtener provecho indebido de una situación
irregular, no comportándose conforme a las normas de corrección y lealtad para su contraparte
que son dables de exigir en toda relación contractual, resultándole aplicable lo dispuesto en el
inciso 2° del artículo 2300 del Código Civil.

DÉCIMO OCTAVO: Que, en virtud del pago indebido, quien paga por error lo que no debe
tiene derecho a solicitar la restitución de lo pagado indebidamente. En el caso concreto que se
analiza, el Banco de Chile, por un error computacional pagó sin causa a don Ibar Elizalde
Jiménez la cantidad de $ 12.360.000.Para reparar esta injusta lesión, la ley proporciona al
empobrecido la acción denominada actio de in rem verso, o de restitución, que es aquella que
la víctima puede intentar para restaurar el equilibrio patrimonial que ha sido injustamente
perturbado, motivo por el cual, la que se ha ejercido en autos para obtener el reembolso de
aquello en que el demandado se ha enriquecido, resulta plenamente procedente.

Y visto además lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil, se declara: I.- Que se rechaza el recurso de casación en la forma interpuesto en lo
principal del escrito de fojas 280;

II.- Que SE REVOCA en lo apelado la sentencia definitiva de primera instancia, dictada con
fecha siete de Mayo de dos mil diez, a fojas 269, y se hace lugar a la demanda de restitución
interpuesta a fojas 6 y siguientes, condenándose al demandado, don Ibar Elizalde Jiménez, a
reembolsar al Banco de Chile la cantidad de $12.360.000.- (doce millones trescientos sesenta
mil pesos), por concepto de pago de lo no debido;

III.- Que el demandado deberá, asimismo, enterar los reajustes que de acuerdo a la variación
del Indice de Precios al Consumidor, se hayan devengado en relación a la señalada suma,
desde el día 2 de octubre del año 2007, hasta el día del pago efectivo, más los intereses
corrientes para operaciones reajustables, devengados desde la fecha en que el demandado se
constituya en mora; y,

IV.- Que la parte demandada deberá pagar además las costas de la causa.

Regístrese y devuélvase.

Redacción del Abogado Integrante, señor Dagoberto Zavala Jiménez.


No firma la Ministro Titular Sra. Virginia Soublette Miranda, no obstante haber concurrido a la
vista y acuerdo de la causa, por encontrarse haciendo uso de feriado legal.

Pronunciada por la Primera Sala integrada por las Ministros Titulares, señoras Laura Soto
Torrealba y Virginia Soublette Miranda y el Abogado Integrante señor Dagoberto Zavala
Jiménez.

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