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las siguientes proposiciones, ya dadas anteriorm ente a


conocer en otra publicación: a) el psicólogo como p ro ­
fesional debe pasar de la actividad psicoterápica (en­
fermo y curación) a la de la psicohigiene (población
Ca p ít u l o II sana y promoción de s a lu d ) ; b) para ello se impone
un pasaje de los enfoques individuales a los sociales.
El enfoque social es doble: p or un lado comprende los
PSICO LO GIA INSTITUCIONAL modelos conceptuales respectivos y, por otra parte, la
ampliación del ámbito en el que se trabaja. P ara lo ­
A continuación de un seminario p ara graduados so­ grar todo esto es necesario el desarrollo de nuevos ins­
bre Higiene mental dictado en el año 1962 en el De­ trumentos de trab ajo : conocimientos y técnicas que
partam ento de Psicología de la Facultad de Filosofía puedan hacer viable la tarea y fructíferos los princi­
y Letras de la Universidad de Buenos Aires, se reali­ pios. Pero, por otra parte, estos instrumentos sólo
zó en 1964 -—también bajo mi direceión— otro sobre pueden ser logrados enfrentando paulatinamente la
el mismo tema, pero que ya se centró totalmente en taren, porque sólo en esa experiencia viva se pueden
la psicología institucional; es de este último que se ir gestando.
da aquí un resumen. El nexo entre ambos temas es muy Psicología institucional - tal como la entiendo
evidente y reside en la perspectiva y los lincamientos aquí— es un capítulo reciente en el desarrollo de la
dentro de los cuales deseamos ver desarrollarse la p si­ psicología, y nadie puede, en la actualidad, ostentar ni
cología y la profesión del psicólogo. Esta misma p u ­ apoyarse en una vasta experiencia. Tampoco puedo yo;
blicación continúa ese propósito fundamental de crear mi experiencia personal directa es hasta ahora lim ita­
inquietud, especialmente en las nuevas promociones de da e incluye fundamental y casi únicamente organis­
psicólogos, atrayendo la atención de los mismos hacia mos hospitalarios y educacionales; en otras institucio­
enfoques menos limitados — o más am plios— que p e r­ nes mi participación fue con gran frecuencia indirec­
mitan su m ejor ubicación social, un cumplimiento m ás ta, a través de la supervisión del trabajo de psicólogos.
eficaz de su rol de profesional o técnico de la psicolo­ La necesidad de promover nuevas inquietudes y de
gía, volcando su quehacer hacia actividades sociales de orientar precoz y adecuadamente la ubicación profesio­
más envergadura, trascendencia y significación. nal correcta del psicólogo hace que ahora comunique
La posición general sustentada puede resumirse en esa experiencia y conocimientos sobre el tema, tal co­
mo — en gran parte— han sido desarrollados y ela­
borados en los seminarios a que hice referencia, y en
los que h e contado con la colaboración inestimable de
un grupo de egresados de la carrera de psicología que
PSJCOHlGlüjNE V PSICOLOGÌA I jN S T lT U C lO NA L 45 46 JOSÉ »LEGER

con gran entusiasmo e inteligencia se han hecho eco cias y actividades profesionales, tales como la medici­
de la necesidad de tener conciencia clara de su rol en na; en ella, la ciencia y la investigación está en los
la sociedad y de cumplirlo lo más eficientemente p o ­ laboratorios, mientras que la práctica constituye la
sible. Entre los antecedentes fundamentales en que nos función de los médicos, quienes deben aplicar las con­
basamos se encuentran las contribuciones de Enrique secuencias de dicha investigación. Este es un esquema
Pichón Rivière y Elliot Jaques, hacia quienes debemos alienante y de efectos o resultados altamente pernicio­
dejar constancia de nuestra gratitud por la obra en sos; para los médicos, los enfermos, la sociedad y la
este sentido realizada. El Dr. Enrique J. Pichón R i­ ciencia. El experimento y el laboratorio deben cons­
vière ha sido, tam bién en este campo, un eficaz p ro ­ tituir un momento del ^proceso total de la investiga­
motor de inquietudes, tal como lo lia sido siempre en ción, que es inseparable de la práctica misma, tanto
nuestro país en la totalidad de la psicología, el psico­ como esta última se transform a, sin investigación con­
análisis y la psiquiatría. comitante, en un empirismo grosero.
Hasta ahora he subrayado la psicología institucional Con todo esto quiero señalar claramente que la psi­
en relación con el psicólogo en tanto profesional, y esto cología institucional no es una rama de la psicología
puede llevar al erro r de suponer que estamos hablando aplicada l, sino un campo de la psicología, que puede
de una actividad subalterna, de una “ parte práctica” , significar en sí mismo un avance extraordinario tanto
de aplicación de la psicología, m ientras que la “ verda­ en la investigación como en el desarrollo de la psico­
dera” ciencia psicológica y la investigación psicológi­ logía como profesión. Para decirlo de otra manera,
ca se hallan en otro lado. Tales presunciones derivan pienso que no se puede ser psicólogo si no se es ai
de una concepción abstracta e irreal de la ciencia. La mismo tiempo un investigador de los fenómenos que
psicología institucional se inserta tanto en la historia se quieren modificar, y no se puede ser investigador
de las necesidades sociales como en la historia de la si no se extraen los problemas de la misma práctica
psicología, y dentro de esta última no -c trata sólo de y de la realidad social que se está viviendo en un
un campo de aplicación de la psicología, sino fun d a­ momento dado, aunque transitoriam ente y por razones
mentalmente de un campo de investigación; no hay metodológicas de la investigación se aíslen momentos
posibilidad de ninguna tarea profesional correcta en del proceso total 2.
psicología si no es al mismo tiempo una investigación Se puede, decir que la psicología se desarrolla g a­
de lo que está ocurriendo y de lo que se está haciendo. nando terrenc> a la abstracción y afirmándose gradual
La práctica no es una derivación subalterna de la 1 Toda la así llamada psicología aplicada tiene en sí una
ciencia, sino su núcleo o centro vital; y la investiga­ alienación como vicio.
2 La distorsión aparece en tanto dichos momentos son asu­
ción científica no tiene lugar p o r encima o fuera de midos por personas distintas que se mantienen aisladas en­
la práctica, sino dentro del curso de la misma. En este tre sí y en tanto se pierde el carácter técnico que tiene el
sentido, pesa el ejemplo (el mal ejemplo) de otras cien­ aislamiento en la investigación y se desemboca en una pérdida
o carencia de la visión global y de la interacción del proceso.
PSICOHIGIENE Y PSICOLOGÍA INSTITUCIONAL 47 »OSE BLKCtl>

y p ro g resivamente en el terreno de lo concreto: desde c) ámbito institucional (in stitu cio n es);
una psicología inhum ana del hom bre hacia una psico­ d) ámbito com unitario (com unidades).
logía que capte lo específicamente humano. Brevemen­ Conviene aclarar que no son sinónimos y que, por
te podemos consignar las siguientes etapas: lo tanto, no coinciden psicología individual y ámbito
a) Estudio de partes abstractas y abstraídas del ser psicosocial. tanto como tampoco coinciden psicología
hum ano (atención, memoria, juicio, etc.); social con ám bito sociodinámico; la diferencia entre
b) Estudio del ser hum ano como totalidad pero abs­ psicología individual y social no reside en el ámbito
traído del contexto social (sistemas mecanicistas, ener- particular que abarcan u n a y otra, sino en el modelo
getistas, organicistas, etc.) ; conceptual que utiliza cada una de ellas; así, se pue­
c) Estudio del ser humano como totalidad en las de estudiar la psicología del grupo (ámbito sociodiná-
situaciones concretas y en sus vínculos interpersona­ mico) - - p o r ejemplo— con un modelo de la psirolo-
les (presentes y pasados). A p artir de este tercer en­ gía individual, tanto como se puede e s t u d i a r al indi­
foque conceptual y metodológico, el desarrollo se ha v i d u o ( á m b i t o p s i r o s o r i a l ) con un m o d e l o de la psi­
cumplido ampliando los ámbitos en forma progresiva: cología social . V o y ello divía anteriormente, que se im ­
a) ámbito psicosocial (individuos) ; p o n e un p a s a j e de los e n f o q u e s individuales a los so­
b) ámbito sociodinámico (grupos); ciales mi (‘1 do bl e s e n t i d o de rrjorma de los modelos
conceptuales y ampliación del ámbito de trabajo. La
psicología institucional requiere e implica ambas cosas.
En cuanto a la ampliación de ámbitos, el desarrollo
de la psicología ha seguido el curso del sentido A (en
figura 1), pero esta dirección ha coincidido en cierta
medida con una extensión de los modelos de la psico­
logía individual a todos los otros ámbitos. A medida
que vamos abarcando en la práctica nuevos ámbitos y
se estructuran nuevos modelos conceptuales adecua­
dos. se impone el sentido B (de la misma fig u ra ); es
decir, debemos retomar el estudio de las instituciones
con modelos de la psicología de la comunidad, el es­
tudio de grupos con modelos de la psicología institu­
cional y de la comunidad, y el estudio de individuos
con los modelos de la psicología de grupos, com uni­
Ambitos de la psicología: a) psicosocial; b ) sociodinám ico; dad e instituciones. Queda, en este sentido, evidente­
c) institucional; d) comunitario. Las flechas son explicadas
mente, una gran tarea por realizar en el desarrollo de
en el texto.
tSICO'HlGIENE Y PSICOLOGIA INSTITUCIONAL 49 50 JOSÉ bleger

la psicología. En rigor, este desarrollo apenas h a co­ institucional; aunque reseñaremos brevemente el ca­
menzado y es muy reciente pítulo de la psicología de las instituciones, tampoco
Cuando hablo de modelos de la psicología individual nos ocuparemos aquí de los instrumentos específicos
me refiero al hecho de que los mismos se caracterizan (las técnicas) para trab ajar en psicología institucional.
fundam entalm ente por p a rtir del individuo aislado p a ­ Del análisis realizado en nuestros seminarios surgió
ra explicar las agrupaciones hum anas y aplican a es­ comò lo más fundamental o urgente en este momento
tas últimas las categorías observables y conceptuales e^ estudio de lo que llamamos la estrategia del trabajo
que corresponden o se han utilizado p a ra el individuo institucional, y en este sentido — dentro de la estra­
aislado (organismo, homcostasis, libido, etc.), y de esta tegia— lo más importante es el encuadre de la tarca,
m anera se explican los grupos, las instituciones y la es decir, la fijación de ciertas constantes dentro de las
comunidad, por las características de los individuos. cuales se pueden controlar las variables del fenómeno,
Cuando me refiero a los m odelos de la psicología so­ por lo menos en cierta medida. Dentro de estas cons­
cial tengo en cuenta el hecho de utilizar categorías tantes, que deben ser dadas por el encuadre, dos de
adecuadas al carácter de los fenómenos de las a g ru p a­ ellas tienen una importancia relevante, a saber:
ciones hum anas (comunicación, interacción, identifi­ v ; a) la relación del psicólogo con la institución en la
cación, etc.), que en gran parte tienen que ser toda­ contratación, programación y realización del trabajo
profesional;
vía descubiertos y creados.
^ b) los criterios que sustentan dicha relación.
El conjunto de todos estos factores constituye la es­
El estudio de las instituciones abarca tres capítu­
trategia del trabajo tanto como su teoría en el cam ­
los fundamentales en estrecha relación e interdepen­
po de la psicología institucional.
dencia, pero que pueden ser caracterizados de la si­
Este enfoque es el más conveniente y el que más
guiente form a: corresponde utilizar al tratarse de profesionales psi­
/ají Estudio de la estructura y dinám ica de las ins­ cólogos, como en el caso de los seminarios realizados,
tituciones; dado que ellos poseen ya los instrumentos o técnicas
'b ) Estudio de la psicología de las instituciones; para trab ajar tanto en el ámbito psicosocial como en
(cj Estrategia del trabajo en psicología institucional. el sociodinàmico, institucional y de la comunidad (en­
Aquí no estudiaremos la institución en sí misma, es trevistas, encuestas, técnicas grupales, etc.) ; mientras
decir, su estructura y su dinámica, sino fundam ental­ que lo que hace falta es el marco dentro del cual
mente la estrategia general del psicólogo en el trabajo dichas técnicas van a ser empleadas, es decir, la forma
en que se deben administrar los conocimientos y técni­
3 " . . . l o que la psicología clásica considera como el pun­
to de partida de la psicología, es decir el conocimiento del cas. Esta aclaración se hace necesaria en función de
individuo, no puede hallarse sino precisamente al f i n a l . . . ” que es posible que para otros profesionales que inten­
PO L ITZ ER .
I' S I COHI CI EN E y psic o lo g ia in st it u c io n a l 51 52 JOSÉ BLEGER

ten abarcar o realizar tareas en el ámbito institucio­ particular en que los fenómenos son abarcados para
nal puede ser necesario o imprescindible otro tipo de su estudio o para la actividad profesional, es, en la
aproximación al problema, distinto del aquí utilizado. psicología institucional — por supuesto— , la institu­
Lo fundam ental de lo expuesto hasta ahora puede ción. Este último término tiene diversos sentidos que
ser sintetizado de la siguiente m anera: requieren ser aquí someramente examinados. En su
Diccionario de sociología, Fairchild incluye dos acep­
PSICOLOGIA INSTITUCIO NAL ciones: 1) “ Configuración de conducta duradera, com­
pleta, integrada y organizada, mediante la que se ejer­
A) Un ám bito especial, es decir, por un

Í
segmento de la extensión de los fe­ ce el control social y por medio de la cual se satis­
nómenos; facen los deseos y necesidades sociales fundam entales” ;
“ Organización de carácter público o semipúblico
que supone un cuerpo directivo y, de ordinario, un
B) Un modelo conceptual perteneciente edificio o establecimiento físico de alguna índole, des­
a la psicología
A ) Estructura social. de las in sti­
y dinámica tinada a servir a algún fin socialmente reconocido y
tuciones; autorizado. A esta categoría corresponden unidades ta­
B) Psicología de las instituciones: les como los asilos, universidades, orfelinatos, hospi­
tales, etc.” . En nuestra definición de psicología insti­
a) Fijación de
constantes;
tucional se com prende la institución en el segundo de

¡
los sentidos dados por Fairchild, y dentro de éste se
b ) Adm inist.
incluye el estudio de los factores caracterizados en la
de conoc. y
técnicas. prim era de las acepciones. Psicología institucional
cólogo. abarca entonces el conjunto de organismos de existen­
cia física concreta, que tienen un cierto grado de p e r­
2. Teoría del encuadre. manencia en algún campo o sector específico de la
actividad o la vida hum ana, p ara estudiar en ellos to ­
Q ué es la psicología institucional dos los fenómenos humanos que se dan en relación
con la estructura, la dinámica, funciones y objetivos
Como ya hemos visto, ]a_ psicología institucional se de la institución. Con esta definición quiero subrayar
caracteriza por el ámbito (las instituciones) y por sus que a la psicología institucional no le atañen, por ejem ­
modelos conceptuales; dentro d e .s u estrategia se in ­ plo, las leyes en cuanto instituciones, sino los organis­
cluye, como parte fundamental, el encuadre de la tarea mos en que concretamente se aplican o funcionan (tri­
y la adm inistración de los recursos. bunales, cárceles, etc.) dichas leyes en su form a es­
El ámbito, que comprende la extensión o am plitud pecífica. En algunas oportunidades se dan ciertas dis­
PS1 c o HIGIENE Y PSICOLOGIA INSTITUCIONAL 53 54 JOSÉ BLECER

crepancias entre uno y otro sentido, como es el caso, no se hace de ninguna m anera imprescindible una cla­
por ejemplo, de la familia, que es una institución so­ sificación exhaustiva o rigurosa de las instituciones.
cial, pero que para el psicólogo es un grupo en cuanto D ada una institución, el psicólogo centra su atención
organización concreta que enfrenta en su tarea p ro ­ en la actividad hum ana que en ella tiene lu gar y en
fesional. De igual m anera, la religión es tam bién una el efecto de la misma p ara los que en ella desenvuel­
institución social, pero la religión de un grupo fa m i­ ven dicha actividad. P a ra ello se im pone un mínimo
liar no es una institución; p a ra la religión, las insti­ de inform ación sobre la institución misma, que, por
tuciones que interesan a la psicología institucional son ejemplo, incluye:
las de sus organismos específicos (iglesia, parroquia, a) finalidad u objetivo de la institución;
etc.). b) instalaciones y procedim ientos con los que se
Burgess (citado p o r Young) menciona cuatro tipos satisface su objetivo;
principales de instituciones: c) ubicación geográfica y relaciones con la com uni­
a)¡) Instituciones culturales básicas (fam ilia, igle­ dad;
sia, e s c u e la ); d) relaciones con otras instituciones;
b) Instituciones comerciales (empresas comerciales e) origen y form ación;
y . económicas, uniones de trabajadores, empresas del f) evolución, historia, crecimiento, cambios, fluc­
E s ta d o ) ; tuaciones; sus tradiciones;
re ) Instituciones recreativas (clubes atléticos y artísti­
g) organización y norm as que la rigen;
cos, parques, campos de juego, teatros, cines, salones
h) contingente hum ano que en ella interviene: su
de baile) ;
estratificación social y estratificación de tareas;
( d ) Instituciones de control social formal (agencias
i) evaluación de los resultados de su funcionam ien­
de servicios sociales y gubernamentales).
to; resultado p ara la institución y p ara sus integrantes.
,A ellas, Young agrega:
Items que para ello utiliza la institución misma.
ej Instituciones sanitarias (hospitales, clínicas,
campos y hogares para convalecientes, que puedan
incluirse o no en el grupo de agencias de servicio so­ Circunscripto el ámbito en el que correspondev tr a ­
cial) ; b ajar, lo que caracteriza específicamente a la psicolo­
f) Instituciones de comunicación (agencias de gía institucional es un encuadre particular de la tarea;
y ^
transporte, servicio postal, teléfonos, periódicos, revis­ dentro del encuadre se deben contar, en prim er lugar,
tas, ra d io s). dos principios, estrechamente interrelacionados:
Incluyo esta clasificación a título más bien ilustra­ a) toda tarea debe ser em prendida y com prendida -
tivo de la am plitud del trab ajo profesional en psicolo­ en función de la unidad y totalidad de la institución;
gía institucional, pero p ara nuestro objetivo presente f b) el psicólogo debe considerar muy particular-
rsTCOHICIENE Y PSICOLOGÍA INSTITUCIONAL 55 56 J O S E BLECER

mente la diferencia entre psicología institucional y el hospital y al mismo tiempo realizar en el mismo lu ­
^ trab a jo psicológico en u n a institución. gar una tarea de otro orden (asistencial o didáctica,
j i n psicología institucional nos interesa la institu­ por ejem plo). El cumplir dos roles diferentes en el
c ió n como totalidad; podemos ocuparnos de una par- mismo lugar implica una superposición y confusión
te de ella, pero siempref e n f u n c i ó n de la to talid ad . ') de encuadres con s i t u a c i o n e s que se hacen m uy difí­
P ara ello, el psicólogo deduce su tarea de su propio ciles de evaluar y manejar.
estudio diagnóstico, a diferencia del psicólogo que El o los asesores pueden ser contratados p ara el
tra b a ja en una institución pero en funciones que le estudio de un problem a definido propuesto por la ins­
son fijadas por los directivos de la misma o por un titución misma, sin que ello, por sí solo, invalide la
cuerpo profesional que no ha dejado lugar a que el condición de asesor, en tanto que. el estudio se rea­
psicólogo haya deducido su tarea de una evaluación liza dentro de la totalidad y unidad de la institución,
propia y técnica de la institución. En el prim er caso valorando el peso y significado del problema, los m o­
el psicólogo es un asesor o consultor y en el segundo tivos por los que ha sido propuesto y los términos y
es un em pleado, y la tarea concerniente a la psicolo­ relaciones del mismo.
gía institucional no se puede realizar en situación de Lo realmente im portante e impostergable es que
e m p le a d o 4, sino en la de asesor o consultor, porque la dependencia económica del psicólogo institucional
hay una distancia óptim a en la dependencia económica tiene que ser fijada en términos tales que no com pro­
y en la independencia profesional, que es básica en el metan su total independencia profesional; todos los
m anejo técnico de las situaciones. Un psicólogo em ­ detalles concernientes a la inclusión del psicólogo en
pleado — por ejemplo— p ara seleccionar personal o una institución tienen que ser recogidos po r él co­
para aplicar tests a los integrantes o socios, no realiza mo índices de las características de la institución y
una ta re a dentro del encuadre de la psicología in s­ de las situaciones que deberá enfrentar. La condi­
titucional, porque su tarea no ha derivado de su estu­ ción de tener un sueldo fijo mensual y una obligación
dio y diagnóstico de la situación, así como no ha en el cumplimiento de horarios no invalida por sí
sido deducida de lo que a su juicio profesional real­ misma y po r ese solo factor la condición de consul­
mente corresponde realizar en la institución. La ex­ tor o asesor, pero esta última debe ser siempre espe­
periencia muestra, además, que en la institución que cialmente estipulada y después siem pre defendida. La
se estudia no se debe tener sino un solo rol; p or ejem ­ experiencia aconseja fija r un honorario global para
plo, no se puede ser el psicólogo institucional en un una prim era tarea diagnóstica que tiene que ser pre­
viamente delimitada en su duración, y posteriormente
4 Empleado se refiere aquí al status en el que se realizan fijar honorarios, así como las horas diarias o sema­
tareas dispuestas por un status superior sin haber participado nales a dedicar a la institución, al mismo tiem po que
en la programación de las m ism as; en otros términos, sólo
se cumplen órdenes. establecer el horario y días de trab ajo , que luego han
PSICOHICIENE Y PSICOLOGIA INSTITUCIONAL. 57 58 JOSÉ BLECER

de respetarse rigurosamente. Los honorarios deben ser el problem a de los objetivos del psicólogo y de la
fijados en función del número de personas que han de psicología institucional, que deben ser considerados
intervenir en la tarea, teniendo en cuenta el cómputo cuidadosamente.
del tiempo que ha de dedicarse fuera de la institución
misma al estudio del m aterial recogido o a la re ­ Objetivos de la institución y objetivos del psicólogo
dacción de protocolos e informes. Resulta totalmente
inadecuada, y contraindicada, la fijación de honorarios Cada institución tiene sus objetivos específicos y su
en función y en proporción de las utilidades que ha propia organización, con la cual tiende a satisfacer d i­
de repo rtar el trabajo del psicólogo a la institución. chos objetivos. Ambos (fines y medios) tienen que ser
No debe ser dejado sin aclaración previa ningún deta­ perfectamente conocidos por el o los psicólogos, como
lle del encuadre de la tarea; tampoco se debe dar lugar punto de partida para decidir su ingreso como p ro ­
a la ambigüedad o a los sobreentendidos tácitos, que fesional en la institución.
deben ser siempre explicitados. No es tampoco útil, Toda institución tiene objetivos explícitos tanto co­
desde el punto de vista de la tarea, la realización de mo objetivos implícitos o, en otros términos, conteni­
estudios diagnósticos con el compromiso de no cobrar dos manifiestos y contenidos latentes. Éstos deben ser
o de fija r honorarios a posteriori; ello conduce gene­ valorados en form a separada de los efectos laterales
ralmente a una desvalorización de la función del psi­ que una institución puede producir. La creación de
cólogo o lo coloca en la situación de desventaja de una industria, por ejemplo, se hace p ara producir —
tener que “ vender” su asesoramiento. Cuando señalo manifiestamente— determ inada mercancía o m ateria
que estas situaciones no son útiles o son desventajo­ prima, pero su contenido latente puede ser el de p o ­
sas, ello se refiere básicamente al hecho de que com­ blar una región por razones políticas o militares; es
promete la independencia profesional del psicólogo y distinto al caso en que dicha industria tenga como
con ello su manejo técnico correcto de las situaciones. efecto colateral el arraigo y aumento de la población
Si se ha de realizar una tarea gratuitamente, ello tam ­ de las zonas vecinas. Si bien es cierto que el efecto
bién debe ser explicitado y no dejar indecisa la situa­ colateral puede transform arse ulteriormente en un con­
ción ni menos aún a criterio de la institución. tenido latente, hasta que ello ocurra su peso es total­
Nunca he visto como favorable o positivo el ingreso mente distinto. Puede ocurrir que coexistan conteni­
en una institución como empleado (en el sentido defi­ dos latentes y manifiestos que se equilibren en su gra-^(
nido en la nota al pie de la página 55) pero con vitación y hasta entren en contradicción, y puede tam ­
la secreta intención de “ convencer” y transform arse bién suceder que el contenido latente sobrepase en su
gradualmente en psicólogo institucional de la misma. fuerza al contenido explícito. Así, por ejemplo (y
Esta actitud vicia totalmente el encuadre de la tarea. p ara utilizar uno muy sencillo), en una sala de un
Dentro del encuadre de la tarea se cuenta también hospital una situación conflictiva de este carácter apa-
PSICOHIGIENE Y PSIOOLOGÍá INSTITUCIONAL 59 60 JOSÉ BLECER

recio tras el motivo de la consulta, que fue formulado be saber que su participación en una institución p ro ­
como una desorganización crónica y desatención de mueve ansiedades de tipos y grados diferentes, y que el
la asistencia profesional a los enfermos; el problema m anejo de las resistencias, contradicciones y am bigüe­
residía en parte en que el equipo profesional, formado dades jornia parte, indefectiblemente, de su tarea. Y
totalmente p o r gente muy joven, tenía prim ordialm en­ que — además— ha de contar con estas resistencias
te propósitos u objetivos de aprendizaje, en los que aun en la parte o el sector de la institución que p ro ­
se veían totalmente frustrados. JE1 psicólogo debe sa- mueve o alienta su contratación o inclusión. Cuando
ber que siempre el motivo de una consulta no es el el psicólogo se encuentre con dos bandos, uno que
problema, sino un síntoma del mismo. lo acepta y otro que lo rechaza, debe saber que ambos
Si bien es cierto que resulta de gran utilidad para son partes de una división esquizoide y no debe tom ar
el psicólogo conocer los objetivos explícitos e im plí­ partido por ninguno. Un club incorporó un conjunto
citos de una institución para decidir y realizar su ta­ de psicólogos, a los que ofreció todas las posibilidades
rea profesional, no es menos cierto que los latentes o de trabajo, organizándoles una cena de homenaje en la
implícitos a veces sólo aparecen como consecuencia sede social. Los psicólogos son declarados cesantes
del estudio diagnóstico que realiza el mismo psicólogo. “ casualmente” después de realizadas las elecciones
Además del estudio de estos objetivos y de su di­ para renovar las autoridades integrantes de la com i­
námica y consecuencias, deben también ser valorados sión directiva: una auspiciosa recepción fue incons­
las finalidades u objetivos que la institución tiene para cientemente parte de una estrategia electoral r>.
solicitar la colaboración profesional de un psicólogo, y P a ra que una institución solicite y acepte el aseso-
aquí cuentan tanto los objetivos explici'.ados como ramiento de un psicólogo en cuanto psicólogo insti­
aquellos que forman parle de las fantasías de la ins­ tucional, la institución tiene que haber llegado a un '
titución, que pueden por otra parte ser totalmente in­ cierto grado de madurez o insight de sus problemas o
conscientes. Un servicio hospitalario solicita el asesora- de su situación conflictiva, pero la función de] psicó­
miento de un psicólogo, pero se entorpece total y per­ logo conduce tam bién a que se tome m ayor conciencia
manentemente su actividad; el examen de la situación de su necesidad.
descubre el hecho de que el interés de la institución
reside básicamente en ostentar una organización p ro ­
gresista y científica frente a otros servicios hospitala­ Los objetivos de la institución que hemos conside-
rios competidores, pero la actividad del psicólogo es ^ rado se refieren entonces a dos aspectos diferentes;
en realidad temida. uno, a sus objetivos propios (explícitos o im plícitos),
Estos hechos no invalidan, no imposibilitan la fun­ y otro, a los objetivos p ara los cuales se solicita o
ción del psicólogo, sino que son ya las circunstancias
sobre las que justamente se tiene que actuar. Éste de- 5 No corresponde desarrollar, pero sí señalar, que fue un
error concurrir al banquete tanto como aceptarlo.
PSICOHIGIENE y p s ic o l o g í a in s t it u c io n a l 61 62 JOSÉ »LEGER

acepta la labor^ del psicólogo. A ello tenemos ah o ra titución : el psicólogo no debe ser en ningún caso ni
que agregar la consideración de los objetivos del p si­ ^ .u n adm inistrador ni un directivo ni un ejecutivo, ni d e ­
cólogo mism o a los objetivos de la psicología institu­ be superponerse en la institución como un nuevo o rg a­
cional. ^ a b e m o s que la finalidad o el objetivo que se nismo.
desea alcanzar orienta la acción, form ando parte del El psicólogo no es el profesional de la alienación ni
encuadre de la tarea. En lo que concierne al psicólogo de la explotación, ni del sometimiento o coerción ni de
y sus propios objetivos, éste debe resolver acerca d e: la deshumanización. El ser humano, su salud, su in ­
dem arcación de los objetivos generales o media- tegración y plenitud constituyen el objetivo de su que­
tos^cle su tarea; hacer profesional, a los que no debe renunciar en n in ­
/b )j su aceptación o no de los objetivos de la insti­ gún caso. Su función tampoco debe ser confundida con
tución y / o de los medios que ésta utiliza para alcan­ la educacional, en el sentido corriente que tiene este
zarlos; último término.
c) diagnóstico de los objetivos particulares, inm e­ Un psicólogo fue llamado para tra b a ja r en una ins­
diatos o específicos. titución social (club) con los cadetes de la misma
f La dem arcación de los objetivos mediatos o gen era­ (un grupo de menores de doce añ o s), para lograr que
les de la tarea coincide plenam ente con los objetivos éstos “ mejoren su com portam iento” : el examen diag­
de la psicología institucional que el psicólogo debe nóstico llevó a la conclusión de que hacia este sector
tener perfectamente esclarecidos y no adm itir sobre se derivaban situaciones de conflicto en el cuerpo di­
ellos ninguna clase de equívocos. En todos los casos, rectivo, por lo que el psicólogo llevó a esclarecer la
el objetivo del psicólogo en el cam po institucional es queja como un síntoma y a atender la verdadera si­
¡ un objetivo de psicohigiene'. lograr la m ejor o rg an i­ tuación conflictiva. De otra m anera, el psicólogo h u ­
zación y las condiciones que tienden a prom over salud biera actuado como agente de coerción, como in stru ­
y bienestar de los integrantes de la institución. El p si­ mento de los adultos y como agente de afianzamiento
cólogo institucional se puede definir en este sentido de un síntom a; y el psicólogo no debe actuar nunca
como un técnico de la relación interpersonal o como como agente de coerción, ni aun con medios psicoló­
un técnico de los vínculos hum anos, y — por lo que gicos. La educación se vale aquí, fundamentalmente,
veremos después— se puede decir tam bién que es el del aprendizaje (learning) que hace la institución de
técnico de la explicitación de lo im plícito. A yuda a cómo enfrentar situaciones y poder reflexionar sobre
ellas como prim er paso p ara cualquier solución. El
com prender los problem as y todas las variables p o ­
esquema que inicialmente se ofrece al psicólogo como
sibles de los mismos, pero él mismo no decide, no re­
causa de un problema no es, generalmente, otra cosa
suelve ni ejecuta. E l rol de asesor o consultor debe ser
que un prejuicio.
rigurosam ente m antenido, dejando la solución y eje­
El segundo punto, el de la aceptación por parte del
cución en manos de los organism os propios de la ins-
P S 1C 0 H IC IE N E Y PSICOLOGÍA IN STITU C IO N A L 63 64 J O S E OLECER

psicólogo de los objetivos de la institución, plantea ^ e n c u a d r e que le perm ita tra b a ja r y operar como psi-
problem as profesionales y éticos de prim era m agnitud cólogo.
y de la m ayor gravedad. En p rim er lugar, no se debe En tercer lugar, el psicólogo no puede ni debe acep­
aceptar en ningún caso el tra b ajo en una institución tar tra b a jo en ninguna institución a la que rechaza,
con cuyos objetivos el psicólogo no esté de acuerdo o con el ánim o oculto de torcer sus objetivos o sus p r o ­
entre en conflicto; sea con los objetivos o sea con los cedimientos.
medios que tiene la institución p ara llevarlos a cabo. En cuarto termino y no menos im portante— se
En psicología, la elica coincide con la técnica, o, m e­ cuenta el hecho de que acoplar el trabajo aceptando
jo r dicho, la èlica form a parle del encuadre de la los objetivos de una institución significa solamente
tarea, ya que ninguna tarea puede ser llevada a cabo ^ una condición p a ra el encuadre de su tarea, pero los
correctam ente si el psicólogo rechaza la institución objetivos de la institución no son sus objetivos p ro fe ­
(sea en sus objetivos o en sus medios o procedim ien­ sionales. El psicólogo tiene objetivos a los que no debe
tos). Si un psicólogo, p o r ejemplo, es llam ado a renunciar en ningún caso.
cumplir sus funciones en una institución cooperativa, Los objetivos particulares, inmediatos o específicos
éste no debe aceptar la tarea si rechaza (p o r cual­ se refieren a aspectos del problem a central, pero es­
quier m otivo) el movimiento cooperativista. En se­ tudiados y m anejados en función de la unidad y to ­
gundo lugar, tam poco puede el psicólogo aceptar una talidad de la institución. El psicólogo no puede tra b a ­
tarea profesional si está demasiado incluido o p a rti­ ja r con todos los integrantes o todos los organismos
cipa en la organización o el movimiento ideológico de la institución al mismo tiem po, ni tampoco ello es
de la institución; una afinidad o identidad ideológica de desear; por ello deben exam inarse los “ puntos de „
no debe, sin embargo, ser tom ada en sí m ism a como urgencia” sobre los cuales intervenir como objetivos
una contraindicación absoluta, y la decisión depende inmediatos. Esta aclaración sobre los objetivos dife­
de la capacidad del psicólogo p a ra establecer una rencia netamente, ya desde el punto de p a rtid a , al
cierta distancia operativa e instrum ental en su tra b a ­ psicólogo trab ajan d o en una institución del psicólogo
jo profesional, de tal m anera que dentro de éste pue­ trabajand o en el ám bito de la psicología institucional.
da tra b a ja r como psicólogo y no como proselitista o El prim ero realiza una tarea que se le encomienda
político (en cualquiera de los sentidos de este térm i­ realizar; pl segundo diagnostica la situación y se p r o ­
n o ). Al psicólogo no le está vedada una intervención pone actu ar sobre los niveles o factores que delecta Jf
activa en cualquier movimiento ideológico o político, como siendo realmente de necesidad p ara la institu­
pero en este caso no actúa profesionalm ente en ese ción. El prim ero sirve con frecuencia de factor tr a n ­
sector. Se debe entender claram ente que el psicólogo quilizante (“ hay un psicólogo tra b a ja n d o ” ), m ientras
no tiene por qué exigirse neutralidad ni pasividad, pe­ que el segundo no acepta dicho rol y es básicamente ^
ro sí tiene que exigirse en su tarea profesional un j un agente de cambio. El prim ero es un em pleado; el
PSICOHIGIENE Y PSICOLOGIA INSTITUCIONAL 65 66 JOSE BLEGER

segundo es un asesor o consultor con total indepen­ psicológicos que en él tienen lugar. N inguna investi­
dencia profesional. gación puede ser realizada sin objetivos — explícitos o
Como es fácil entender, los objetivos m edíalos tam ­ £ implícitos— , pero los objetivos constituyen parte del
poco son fijos o inamovibles, sino que pueden y deben encuadre, una especie de telón de fondo, y en rigor
cam biar a medida que se desarrolla la tarea. tenemos que atenernos estrictamente a la investigación
misma.
El trab a jo en psicología institucional requiere aún
Método del trabajo institucional una investigación más amplia y profunda que la reali­
zada hasta ahora, que nos perm ita configurar más cla­
Es posible que se puedan enum erar distintos métodos ram ente las técnicas y criterios a emplear, tanto como
o diferentes procedimientos y encuadres p a ra el tra ­ el carácter del problem a que tenemos que enfrentar.
bajo en psicología institucional. Aquí desarrollam os Todos nuestros objetivos, el de la tarea y el de la
el que creemos más acorde con nuestros objetivos, y investigación (investigación de hechos y técnicas), sólo
descartamos todo lo que pueda significar una obliga­ i pueden ser abarcados, a nuestro entender, con la
ción, exigencia o prem ura en obtener resultados p rá c ­ utilización del método clínico. De esta m anera, lo que
ticos inm ediatos, en el sentido de que no interesa desa­ vamos a desarrollar aquí se puede resum ir diciendo
rrollar un empirismo con ciertas técnicas o reglas es­ que se refiere fundam entalm ente al empleo del m éto­
tereotipadas que nos alejen de los fines que persegui­ do clínico en el ám bito de la psicología institucional,
mos: los de la psicohigiene. Descartamos igualmente y dentro del método clínico nos guiamos p o r la siste­
toda contam inación mesiánica de instituir al psicólogo mática del encuadre introducido p o r la técnica psico-
y la psicología como “salvadores” de cualquier es­ analítica, adaptado a las necesidades de este ám bito
pecie. y a los problem as que aquí tenemos que enfrentar.
A su vez, vemos como im postergable el hecho de Sin ánimo de explicar aquí el método clínico, re ­
que el objetivo o finalidad que fijam os para la psico­ cordemos que el mismo se caracteriza por una obser­
logía institucional sea realizado con el carácter de una vación detallada, cuidadosa y completa, realizada en
investigación científica sometida a un método que d e ­ un encuadre riguroso; este encuadre se puede definir
bemos lo g rar sea progresivam ente más riguroso. El como el conjunto de las condiciones en las cuales se
objetivo que queremos alcanzar y hacia el cual ten­ realiza la observación, y constituye una fijación de va­
demos form a parte del encuadre de la tarea, y el m e­ riables o — dicho de otra m anera— una eliminación
dio de alcanzarlo es a través de la investigación. No de parte de las variables o una limitación de las m is­
se trata, en psicología institucional, de un cam po en mas, o la fijación de un conjunto de constantes, que
el cual hay que “ aplicar” la psicología, sino de un tanto nos sirve como medio de estandarización como
campo e n el cual hay que investigar los fenómenos de sistema de referencia de lo observado. Sería aquí
PSICOHIGIENE Y PSICOLOGIA INSTITUCIONAL 67 68 JOSÉ BLECER

muy interesante e im portante poder establecer las se­ tipos— , sino de una conjunción de su condición de
mejanzas, diferencias y relaciones del método clínico profesional e investigador. La investigación m odifica
con los llamados métodos o procedimientos epidem io­ al investigador y al objeto de estudio, el que a su vez
lógicos. es investigado en la nueva condición m odificada. Con
El m odelo del encuadre psicoanalítico se extiende a ello se da una praxis en la que el investigar es al
la m odalidad de la observación que se lleva a cabo, mismo tiempo operar, y el actu ar resulta una experien­
que no consiste solamente en un registro cuidadoso, cia enriquecedora y enriquecida con la reflexión y la
detallado y completo de los sucesos, sino en una inda­ comprensión.
gación operativa, cuyos pasos se pueden sistematizar
así: Técnicas del encuadre
(a)) Observación de sucesos y sus detalles, con la con­
tinuidad o sucesión en que los mismos se d an; Una vez caracterizado el método a seguir (incluidos
( b ) Com prensión del significado de los sucesos y de los criterios derivados del objetivo de la tarea), que
/ la torm a en que ellos se relacionan o interactúan; consta fundam entalm ente de un encuadre riguroso y
fe ) Incluir los resultados de dicha com prensión en de una observación operativa, se hace ahora necesario
el momento oportuno en form a de interpretación, se­ fijar la técnica del encuadre, es decir, el conjunto de
ñalam iento o reflexión; operaciones y condiciones que conducen a establecer
fcT) C onsiderar el paso anterior como una hipótesis el encuadre y que constituyen tam bién una parte del
que, al ser emitida, se incluye como una nueva v aria ­ mismo. Expuestos ya el criterio y la teoría que susten­
ble, y el registro de su efecto -—tal como en el paso tan el encuadre que deseamos, podemos exponer su
a) — . lleva a una verificación, ratificación, rectifica­ técnica en forma de reglas que comentaremos sucin­
ción, enriquecim iento de la hipótesis o a una nueva; tamente. >
con ello se vuelve a reiniciar el proceso en el paso o ) , a) L a prim era condición del encuadre se refiere al
con una interacción perm anente entre observación, psicólogo mismo, quien debe cum plir con lo que lla ­
comprensión y actuación. / maremos la actitud clínica, que consiste en el m anejo
Lo m ás im portante que ocurre es que no solamente de un cierto grado de disociación instrum ental que le
se pueden aclarar y rectificar problem as y situaciones, perm ita, por un lado, identificarse con los sucesos o
sino que gradualm ente tiene lu gar un m etaaprendizaje personas, pero que, por otro lado, le posibilite m ante­
que consiste en que los implicados en la tarea ap ren ­ ner con ellos una cierta distancia que haga que no
den a observar y reflexionar sobre los sucesos y a se vea personalmente implicado en los sucesos que
encontrar su sentido, sus efectos e interacciones. P a ra deben ser estudiados y que su rol específico no sea
el psicólogo mismo no se tra ta de una “ aplicación” abandonado. La actitud clínica form a parte del rol del
de la psicología -—que conduce rápidam ente a estereo- psicólogo, y el mantenerlo perm anentem ente en su ta ­
p s ic o h ic ie n e y p s ic o lo g ía i n s t i t u c i o n a l 69 70 JOSÉ DLECER

rea es una de las exigencias fundamentales del en­ información, y las situaciones en que dicha inform a­
cuadre; ción será sum inistrada; q u e no d e b e se r nunca fuera
b) Establecimiento de relaciones explícitas y cla­ del contexto institucional ni fuera de la tarea profe­
ras en todo lo que atañe a la función profesional y sional. No adm itir imposiciones ni sugerencias sobre
que abarca el tiempo de dedicación a la tarea, h o n o ra­ un parcelamiento de la inform ación;
rios, dependencia económica e independencia profe­ f) Secreto profesional y lealtad estrictamente o b ­
sional, de tal m anera que ha de constituirse en un ase­ servadas, en el sentido de que lo que atañe a cada
sor o consultor y no en un em pleado; grupo, sección o nivel, no será tratado sino con él
c) Esclarecimiento del carácter de la tarea profe­ o ellos en forma exclusiva. T rata r en form a abierta
sional a realizarse, eludiendo totalmente el verse com­ y franca todo aquello que pueda trascender y todo
prom etido con exigencias (explícitas o im plícitas) aquello sobre lo cual la persona, el grupo o los nive
que no puedan cumplirse o que están fuera de la tarea les implicados deseen o acceden que trascienda, res
profesional; petando totalm ente sus decisiones; un informe psico­
d) Realizar una tarea de esclarecimiento sobre el lógico no debe ser presentado hasta tanto todo lo que
carácter de la tarea profesional en todos los grupos, en dicho informe pueda constar haya sido previam en­
secciones o niveles en los que se desee actuar, reca­ te sometido a la elaboración del grupo o la sección de
bando la aceptación explícita del profesional y la ta ­ que se trate. Todo informe o interpretación debe res­
rea. D icha aceptación debe no sólo ser explícita, sino petar el “ ritm o” ( tim in g) de la elaboración de los datos.
también libre, sin coerción, y derivada exclusivamente De ninguna m anera la dependencia económica obliga
del esclarecimiento correspondiente, y no realizar nin­ a presentar dicho informe a los dirigentes de una
guna tarea con aquellos grupos, secciones o niveles de institución si el grupo al que concierne dicho informe
la institución que no manifiesten la correspondiente se opone a ello. Si el psicólogo está obligado o com­
aceptación. El tiempo que ello insume no debe ser prometido a presentar dicho informe a otros sectores
de la institución debe hacerlo saber antes de comenzar
considerado como tiempo perdido, sino un tiempo en
a tra b a jar con un grupo o con una sección;
el cual ya se está cumpliendo parte de la tarea a
g) Lim itar los contactos extraprofesionales al m íni­
través del esclarecimiento y la información am plia y
mo o, en lo posible, excluirlos totalmente; en el caso
detallada, pero recogiendo elementos de observación
de que dichos contactos no puedan ser eludidos o ex­
sobre las características del grupo, sección o nivel y
cluidos, ellos no deben im plicar ninguna información
de sus tensiones, conflicto?, tipos de comunicación, li­
ni ningún comentario sobre la tarea o el curso de la
derazgos, etcétera.
misma. El manejo de la información no es sólo un
\ e ) E s t a b l e c e r en forma previa, definida y clara, el
problema ético, sino al m ism o tiempo un instrumento
carácter de la información de los resultados, tanto co­
técnico;
mo los grupos y personas a quienes irá dirigida dicha
PSICO H1G IEN E Y PSICOLOGÍA IN ST IT U C IO N A L 71 72 JOSÉ BLECER

h) Ser prescindente y no tom ar partido profesio­ blemas para trasm itir lo conocido en un momento
nalmente p or ningún sector ni posición de la institu­ dado;
ción; n) No to m ar como índice de evaluación de la ta ­
i) Lim itarse al asesoramiento y a la actividad p ro ­ rea profesional el progreso de la institución en sus
fesional, no tom ando ninguna función directiva, ad m i­ objetivos, sino el grado de “ com prensión” ( insight),
nistrativa ni ejecutiva. El psicólogo no dirige, no educa, de independencia y de m ejoram iento de las relaciones;
no decide, no ejecuta decisiones; ayuda a com prender es decir, el progreso en los objetivos de la psicología
los problem as que existen y ayuda a problem atizar las institucional;
situaciones. N o transform ar una institución en una clí­ o) L a única form a de o p erar es a través del sum i­
nica de conducta. No tra ta r problem as personales en nistro de inform ación. La operancia de la misma no
form a individual o grupal. C entrar el trabajo psicoló­ sólo depende de su grado de veracidad, sino tam bién
gico en la tarea o ¡unción que se realiza y en cómo del lim ing (momento en que es dada) y de su cuanti-
se la realiza; ficación (graduación de la m ism a). En últim a ins­
j) El psicólogo debe com partir responsabilidad en tancia, no se trata de inform ar, sino de hacer com pren­
la parte en que los efectos de una medida o de un der los factores en juego; en otros términos, de la tom a
cambio dependan de su asesoramiento y su actuación, de insight;
pero no debe asum ir responsabilidades ajenas; p ) El psicólogo debe contar siempre con la p re ­
k) No fo rm ar sobreestructuras que desplacen o se sencia de resistencias (explícitas o encubiertas) aun
superpongan con las autoridades o líderes de la o rg a­ de parte de quienes manifiestam ente lo aceptan. El
nización form al o inform al de la institución. Tom ar investigar la resistencia form a parte fundam ental de
en cuenta la parte en que las autoridades de una ins­ la tarea profesional, y al investigarla el psicólogo se
titución se sientan afectadas o menoscabadas por tener constituye indefectiblemente y por ese solo hecho en
que re c u rrir a otro profesional; un agente de cambio, que puede increm entar o prom o­
1) No fom entar la dependencia psicológica (intra ver resistencias;
o in te rg ru p a l), sino todo lo contrario : ayudar a resol­ q) U na institución no debe ser considerada sana
verla ; o norm al 6 cuando en ella no existen conflictos, sino
m ) Estricto control y limitación de la inform ación, cuando la institución puede estar en condiciones de
en el sentido de que la misma no sobrepase lo que explicitar sus conflictos y poseer los medios o la p o ­
realmente se conoce o deduce científicamente. En este sibilidad de a rb itrar medidas p a ra su resolución;
sentido, un criterio fundam ental es el del control de
los rasgos de la propia omnipotencia, en no actuar 6 Los términos “salud o normalidad” son más adelante reem­
ni adm itir la aureola de mago ni del “ puédelo todo” . plazados por la expresión “grado de dinámica”, que entende­
mos más adecuada para referirnos a estos conceptos al tratar
La función es la de un estudio científico de los p ro ­ de instituciones.
PSICO H IG IE N E Y PSICOLOCÍA IN STITUCIO N A L 73 74 JOSÉ BLEGER

r) No aceptar plazos fijos p ara tareas y resultados, etapa difícil y al mismo tiempo una etapa generalmente
sino solamente para el caso de un informe diagnós­ decisiva de todo el encuadre posterior. Desde este
tico. No ac eptar tampoco exigencias de soluciones punto de vista conviene, p o r lo menos en las prim e­
urgentes (rjue son evasiones del insight). ras etapas de la tarea, solicitar la supervisión de un
colega, quien, p o r el solo hecho de estar fuera o ■
no estar tan com prom etido en la situación, podrá siem-
Inserción del psicólogo en la institución pré resultar de gran utilidad.
Los prim eros contactos que establece el psicólogo
Los contactos y las relaciones que el profesional to­
con la institución deben llevar el propósito definido
ma con la institución constituyen, desde el prim er m o­
de establecer el encuadre de la tarea, el conocimiento
mento, el m aterial que el psicólogo debe recoger y eva­
de las ansiedades frente al cambio (intensidad y cu a­
luar. Ello le dará la posibilidad de conocer, ya desde
lidad, mecanismos de defensa), el grado de aceptación
el comienzo, tanto situaciones vitales de la institución
o rechazo del psicólogo, las disociaciones entre grupos
como los factores negativos y positivos que ten drá que
que aceptan y otros que rechazan, las fantasías que
enfrentar, ya que la form a en que la institución se
se proyectan sobre el psicólogo, el grado de realidad
relaciona con el psicólogo es un índice del g rad o de
y adecuación de las expectativas, etc. Todos los p ri­
insight de sus problemas, de las defensas y resisten­
meros contactos conducen ya a una impresión preli­
cias frente a los mismos, de los esfuerzos y direcciones
m inar de carácter diagnóstico, p a ra lo cual se debe
en que se ha tentado la solución o encubrim iento hasta
conocer tam bién la historia de la institución y — p o r
ese momento.
lo menos— los grandes lincamientos de sus caracte­
Conviene que el psicólogo tome nota y escriba cui­
rísticas.
dadosamente todos los detalles de los prim eros con­
tactos y prim eras entrevistas, porque el estudio de este
protocolo y aun su simple redacción darán la o p o rtu ­
"Grado de dinámica" de la institución 7
nidad de evaluar m ejor y tom ar en cuenta detalles que
pasan fácilmente inadvertidos pero que son signifi­ El m ejo r “ grado de d inám ica” de una institución
cativos: todo ello h ará que el psicólogo pueda org a­ no está dado por la ausencia de conflictos, sino por la
nizar m ejor los pasos sucesivos que tiene que dar. posibilidad de explicitarlos, m anejarlos y resolverlos
Cuanto m ejor se maneje el método clínico y sus ins­ dentro del marco institucional, es decir, por el grado
trumentos, cuanto m ás seguro se sienta en el estable­ en que son realmente asumidos p o r sus actores e in ­
cimiento del encuadre, tanto m ejor p od rá el psicólogo teresados en el curso de sus tareas o funciones. El con-
tratar con las distintas alternativas de su inserción en
el campo de trabajo, que sigue siendo siem pre una 7 Ver pág. 72 nota al pie,
PSICOHIGIENE Y PSICOLOGÍA INSTITUCIONAL 75 76 JOSÉ »LECER

flicto es un elemento norm al e im prescindible en el P o r todo ello conviene que el psicólogo o el equipo
desarrollo y en cualquier m anifestación h u m an a: la institucional no pertenezca a la institución, sino p o r el
patología del conflicto se relaciona, más que con la solo y único ligam en profesional de asesor o consultor
existencia del conflicto mismo, con la ausencia de los en el sentido m ás estricto; ello p erm itirá o facilitará
resortes necesarios p a ra resolverlos o dinamizarlos. en cierta m edida que el psicólogo conserve cierta dis­
La estereotipia es una de las defensas institucionales tancia p a ra no asum ir I09 roles que en él se proyectan.
frente al conflicto, pero se tran sfo rm a asimismo en un En psicología institucional es im posible actu ar en dos
{ problem a detrás del cual hay que encontrar los con­ roles al mismo tiem po; como asesor y como m iem bro
flictos que se eluden o evitan. El desiderátum del psi­ integrante de la institución. Así, p o r ejem plo, en una
cólogo no es log rar una ausencia de conflictos ni de escuela no conviene que se actúe como psicólogo ins­
tentar u n a conciliación entre los términos de los m is­ titucional al mismo tiempo que como profesor del
mos; y aun en el caso de la estereotipia, su función equipo docente.
es la de movilizarlos, es decir, lograr que se m anifies­ El encuadre riguroso d e la tarea significa conver­
ten los conflictos. tir el m ay o r núm ero posible de variables en constantes,
El psicólogo es — aun por su sola presencia— un de tal m an era que la labor se realice dentro de ciertos
agente de cambio y un catalizador o depositario de límites fijos que dan m ay o r seguridad y sirven de es­
conflictos, y por ello las fuerzas operantes en la ins­ quem a referencial. Este encuadre es el que no puede
titución van a actu ar en el sentido de anular o am o r­ ser m antenido con dos roles distintos de la misma p e r­
tiguar sus funciones y su acción; una de las m odali­ sona. C uanto más b a jo sea el grado de dinám ica en
dades m ás comunes en que esto se intenta o se logra que se encuentra la institución, m ás se verá atacado el
es la d e enquistar al psicólogo en alguna actividad encuadre del psicólogo y más hechos o cu rrirán que
estereotipada, con lo cual se logra un efecto mágico traten de com prom eter al psicólogo como persona, y
tranquilizador (“ hay un psicólogo” ) a la vez que se no como profesional. Un índice aún más bajo se e n ­
elude su acción o se lo inmoviliza. P o r ello, el grado cuentra en el caso en que el encuadre se ve atacado
y fo rm a de aceptación y rechazo del psicólogo son de m anera latente, totalmente disociada de las e x p re­
índices del grado de dinám ica de la institución. En siones m anifiestas.
otros casos, se anula su función profesional envol­ P a ra que una institución re c u rra al psicólogo insti­
viendo y comprometiendo personalmente al psicólogo tucional requiere llegar a tener un cierto g rad o de
en alguno de los conflictos o de los grupos controver­ insight de sus conflictos o de que “ algo está pasando” .
tidos o con una densa red de rumores. En todos los Cuando ello no existe, el psicólogo debe desistir de
casos, la función del psicólogo es la de reconocer to ­ todo esfuerzo p or incluirse en la m ism a como consul­
dos estos mecanismos y no actuar en función de ellos, tor o asesor. Un m ínimo de insight y colaboración
sino actuar sobre ellos, tratan d o de modificarlos. resulta indispensable p a ra una aceptación activa del
PSICOHIGIENE Y PSICOLOGIA. INSTITUCIONAL 77 78 JOSÉ BLECER

psicólogo (aun siendo esta aceptación co n trad icto ria), tranquila. Se tratab a de una sala de cirugía en la que
y si no hay una aceptación activa es q u e jjo se. d an J a s existía un alto índice de complicaciones postopera­
condiciones mínimas para que el psicólogo trab aje en torias de índole psiquiátrica que no se justificaban
ella, p o r lo menos con los instrumentos, encuadre y por el tipo y calidad de asistencia m édica que allí se
objetivos con que lo hacemos en el presente. prestaba. Se llegó a la conclusión de que este “ p ro ­
El tipo de motivación que se da p ara solicitar o blema” era sólo un síntom a — y por lo tanto no un
aceptar al psicólogo debe ser uno de los prim eros h e ­ problema— , y que el problema residía en un mal m a ­
chos que tiene que ser sometido a un análisis riguroso, nejo de la relación del cuerpo medico con los fam ilia­
porque generalm ente sólo es un síntom a y no el con­ res de los pacientes; ello prom ovía situaciones de ex­
flicto mismo. Desde un comienzo pueden presentarse trema ansiedad en los familiares, que se “ canalizaban”
conflictos, problem as o dilemas. en los pacientes.
En el conflicto se presentan fuerzas controvertidas Los dilemas constituyen índices de mal pronóstico
en interjuego, y generalmente el conflicto que se aque­ o índice de una tarea muy ard u a que tiene que realizar
ja encubre los verdaderos conflictos o los problemas, el psicólogo, porque encubren, en última instancia,
que no sólo se hallan desplazados así en sus objetos situaciones de mucha confusión y ambigüedad. El fac­
sino que tam bién pueden estarlo en los niveles de es­ tor más p ertu rb ad o r y más difícil de m an ejar no es
tratificación de la institución: el conflicto de un nivel el conflicto, sino la am bigüedad, que actúa como un
se. acusa en otro. En el problem a se presentan v aria­ am ortiguador o “desdibujador” de los conflictos. P a ra
bles o disyuntivas de una situación que requieren ser poder tra b a ja r, se requiere tran sfo rm ar la am bigüe­
orientadas y dirigidas en alguna dirección; cuando dad en conflicto y los conflictos en problem as.
grupos distintos asumen las diferentes orientaciones Igualm ente se puede pronosticar una tarea m uy di-|
(las e n c a rn a n ), el problem a se transform a en conflic­ fícil si los conflictos recaen sobre objetos m uy perso­
to. En el dilema se plantean opciones irreconciliables-^ nificados individualmente, o se los tiende a referir
que han dejado de estar dinám icam ente en interjuego, como estrictos conflictos individuales; de igual ma-j
como en el caso del conflicto, y ya no existe ninguna ñera, cuando se tiende reiteradam ente a resolver un!
interacción sino sólo la posibilidad de eliminación. conflicto con la segregación o eliminación de uno o
El dilema es la form a defensiva extrema de los pro- varios individuos. En este últim o caso, el psicólogo
blemas o conflictos. debe prever que se canalizarán en él los conflictos y
En el problem a se debe resolver o confirm ar si se que se intentará “ resolverlos” segregando al psicó­
trata realmente de un problem a o de un seudopro- logo de la institución, cuando la segregación se ha
blema. Así, en un sanatorio se pidió la colaboración convertido en la form a autom ática de “ resolver” con­
de psicólogos p a ra lograr que los pacientes pudiesen flictos y problemas.
descansar m ejor y tra n sc u rrir el día en form a más Se p o d ría llevar aún más Iejo9 la diferencia o la
PSlCOHIGIENE Y PSICOLOGIA INSTITUCIONAL 79

clasificación de los conflictos, en individuales, intra-


grupales, intergrupales, de niveles o status, de tareas,
ideológicos, de estrategia institucional, etc., p ero to­
davía no tenemos p ara ello suficientes conocimientos
ni experiencia.

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