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INTRODUCCIÒN

El presente trabajo de investigación es elaborado con el fin de conocer un poco


de la historia de derecho procesal mercantil.
El proceso es conocido como el conjunto de hechos y actos jurídicos a través
del cual los órganos jurisdiccionales resuelven los litigios.
El derecho procesal mercantil “es la rama del derecho procesal que se ocupa
del estudio del conjunto de normas jurídicas que regulan el proceso destinado a
solucionar los litigios de carácter mercantil es decir de litigios que derivan de
actos que las leyes definen como mercantiles.”
El comercio, entendido como el intercambio de bienes o servicios tiene su
origen en el trueque.
En la Edad Antigua no se descubrieron antecedentes procesales de comercio,
pero fue ahí cuando comenzó la base del intercambio de productos,
probablemente nunca se realizó de manera externa , sino un poco más
pequeño, lo cual no causaba conflictos, porque era entendido como una
permuta, dar a cambio de algo, tiempo después viene la caída de Roma y
comienza un periodo importante que es la Edad Media, momento donde las
personas emprenden el intercambio un poco más lejos, como en ferias,
mercados, hasta se designaron días para el comercio, pero fue hasta las
batallas, llamadas “las cruzadas”, se inició el comercio internacional, muchas
personas emigraron y fue cuando le dieron demasiado valor a la moneda.
ORÍGENES DEL DERECHO PROCESAL MERCANTIL

El Derecho Procesal, tiene sus raíces en el Derecho Romano, en el que se


originan las mayorías de las instituciones que conocemos. Algunas vienen del
proceso romano-canónico que se gestó en la Edad Media.
Fue un derecho clasista, impartido por los tribunales de mercaderes, cuya
jurisdicción se limitaba a los comerciantes matriculados en las corporaciones.
El feudalismo: nació como un sistema político porque los monarcas eran
incapaces de proteger a sus propios súbditos, el feudalismo se organiza en;
nobleza, clero y pueblo llano, también se constituyó como un sistema
económico (producción para el auto consumo)
El mercader: era un tipo de comerciante profesional, la mayoría de origen
rural, que en un principio ante el aumento de la población se vieron obligados a
abandonar el campo pues, aunque se diera un aumento demográfico mayor,
las tierras eran las mismas por lo que optaron por llevar un estilo de vida
trashumante.
Tipos de comercio en la Edad Media
 El primero que se dio fue de tipo local y es el que se producía del campo a
la ciudad, en el que tanto los campesinos libres, así como los señores
feudales vendían a la ciudad sus excedentes que provenían de sus tierras
por lo que principalmente se trataban de los productos del campo, la
madera, la lana y el cuero. Posteriormente con las ganancias obtenidas ya
en la ciudad compraban otras mercancías más elaboradas y que en el
campo no podían obtener como las herramientas agrícolas o telas.
 El otro tipo de comercio que se dio fue el internacional, y para ello hubo dos
focos principales, Flandes e Italia del Norte, ambas zonas estaban muy
pobladas y se dedicaban generalmente a la manufactura de objetos, tejidos,
metal y cerámica.
Rutas y transportes principales
Las vías terrestres eran las que permitían alcanzar las zonas más profundas
donde no llegaban los ríos, sin embargo, los caminos eran muy inseguros y
malos, debían de pagar una gran cantidad de impuestos por lo que era el
medio de transporte más caro y por lo tanto el menos utilizado.
El transporte fluvial era uno de los elegidos para comerciar, aunque también
estaba sujeto a impuestos. Algunas de las redes fluviales más importantes
fueron las del rio Ródano, Rin y todo el enrejado de los diferentes ríos que hay
por la zona de Flandes.
La vía marítima fue la preferida para los comerciantes pues, aunque era mayor
la lentitud de los viajes, con tan solo un barco se podía llevar las cargas de
varios comerciantes
I. ANTECEDENTES: LA ORGANIZACIÓN CONSULAR

Las asociaciones de comerciantes para promoción del comercio y defensa de


sus agremiados o consulados se integraban por los mercaderes residentes que
llenaban los requisitos de edad, propiedades y ocupación. Los consulados
actuaban como tribunales especiales para resolver los litigios mercantiles
surgidos entre sus integrantes. Los jueces o cónsules y el prior se elegían de
dos o tres de sus miembros de manera anual. El arbitraje va a adquirir una
especial relevancia en la solución de las controversias mercantiles, dada la
necesidad de contar con resoluciones expeditas. No intervenían juristas ni
jueces profesionales, sino mercaderes conocedores del tráfico mercantil, sus
problemas y costumbres. Los litigios se resolvían con base en el usus
mercatorum y a las normas escritas privativas de cada consulado.

a. Prior: Éste no podía ser extranjero, debía estar casado o viudo, mayor
de treinta años, con casa en la ciudad en donde fueren electos,
honrados, de buena opinión, vida y fama, abonados y ricos. Debían
además ser cargadores. No podían haber sido oficiales de ningún oficio
ni haber tenido tratos humildes y bajos. No podían haber sido o ser
escribanos ni letrados.

Su encargo duraba un año, debiendo ejercer su función con toda rectitud


y hacer justicia a todas las partes. Estaban facultados para administrar
las cosas del consulado y debían reunirse con los cónsules los días,
martes, jueves y sábados de ocho a diez horas en la Sala del Consulado
para hacer Audiencia.

b. Cónsules: debían cumplir con los mismos requisitos que el prior y su


encargo duraba dos años. Cada año se elegía a un prior y un cónsul,
este último sustituía al Cónsul más antiguo de la administración anterior.

Consulados en España y América


En la Península Ibérica estos gremios de mercaderes se implantarán en los
principales núcleos mercantiles como Bilbao, Burgos o Sevilla (Consulado de
Cargadores de Sevilla) y acabaron por establecerse también en América como
acreditan los consulados de México, Lima, Veracruz o La Habana.

En términos generales, el consulado fundado en México siguió las normas


trazadas por las antiguas instituciones peninsulares. Se trató de un cuerpo
dual, formado por un tribunal encargado de dirimir los pleitos mercantiles y una
organización gremial que debía procurar y promover el comercio y los intereses
de sus miembros
En la Nueva España se fundaron formalmente tres consulados, el de México en
1592 y los de Veracruz y Guadalajara en 1795.
En España se fundaron los siguientes nuevos consulados: Sevilla (1784),
Coruña (1785), Málaga (1785), Santander (1785), Alicante (1786) y Canarias
(1786)

Fuentes de información

Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM,


sitio web: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3259/3.pdf
Sobre los consulados en general véase SMITH, 1978; sobre los consulados en
el tráfico indiano: VAS MINGO, 2000.
Revista Complutense de Historia de América 2006, vol. 32, 19-39
OTTE, 1968, en general; una muy clara exposición al respecto en MARTÍNEZ
LÓPEZ-CANO, 2001, pp.148-149

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