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SISTEMA TRIBUTARIO EN EL PERÚ

El “Taller jurídico: introducción al sistema tributario en el Perú”, organizado por la


Facultad de Derecho de la Universidad de Lima, a través de su revista Ius et Praxis, se
llevó a cabo el 24 de junio. Participaron ponentes con amplia experiencia de derecho
tributario y política fiscal, quienes tuvieron como moderador al alumno de Derecho
Ulima y miembro de la revista Ius et Praxis, Mateo Dueñas.
Los tres reconocidos abogados que participaron como expositores fueron: Luis Javier de
la Cruz Rodríguez, especialista en consultoría tributaria y planificación fiscal; Rosella
Bambarén Repetto, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima; y
Percy Castle, miembro del Instituto Peruano de Derecho Tributario, la International
Fiscal Association y la International Bar Association.
Mateo Dueñas ofreció una bienvenida a los expositores y explicó que el evento estaba
enfocado en el análisis de términos tributarios utilizados con frecuencia en la vida
cotidiana, así como a la importancia de cumplir con los deberes tributarios, pues de ello
se deriva una serie de beneficios y ventajas para la población. También advirtió que los
ponentes buscarían transmitir conocimientos elementales del sistema tributario para
comprender su uso y su importancia.
La primera intervención correspondió al doctor Luis Javier de la Cruz, quien expuso
sobre la clasificación del derecho tributario en dos grandes grupos. Por un lado, el
derecho privado y, por otro, el derecho público, que regula el primero de estos. El
derecho privado, comentó, se rige por principios como la autonomía de la voluntad, y
manifestó que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, incluido el hacer lo
que la ley no prohíbe. En cuanto al derecho público, expresó que este se refiere a las
normas que regulan el correcto funcionamiento del Estado y, en cierta medida, las
relaciones entre el Estado y los particulares. En el caso de la actuación estatal, esta se
restringe a aquello que expresamente señala la ley, para evitar arbitrariedades en el
actuar del Estado.
Es en este último contexto dentro del cual se ubica el derecho tributario, que tiene como
objetivo la obtención de ingresos públicos a través del cobro de los tributos. Se entiende
que los tributos son el ingreso público, pero el Estado tiene también otras modalidades
de ingresos públicos, como los rendimientos que tiene por los préstamos que hace a
otras entidades o estados. También, en algunas economías, el Estado puede obtener
ingresos de la realización de actividades empresariales.
El expositor expresó que el derecho tributario es una rama del derecho comprendida
dentro del derecho público y, al día de hoy, tiene aspectos en común, principios que se
aplican de manera supletoria. Tiene cierta similitud y relación con el derecho
administrativo financiero. Una de las primeras subdivisiones que resulta de fundamental
importancia es la rama del derecho constitucional tributario. Este regula los principios
que gobiernan la creación de los impuestos. Una segunda subdivisión importante
corresponde al derecho tributario sustantivo.
Por otro lado, mencionó delitos con contenido tributario: delitos patrimoniales, como
por ejemplo la defraudación tributaria, que consiste en evitar pagar impuestos; o la
falsificación de facturas y el llevado de doble registro contable.
Otra subdivisión tiene que ver con el derecho internacional tributario, un campo en
crecimiento, en la medida que realiza operaciones en jurisdicciones que involucran a
más de una administración tributaria.
El doctor De la Cruz mencionó, entre otros impuestos, el de promoción municipal, que
sale del impuesto general a las ventas (IGV). La tasa del IGV es de 16 %; el 2 %
adicional es el impuesto de promoción municipal que se carga en la misma operación,
pero sus destinatarios son los gobiernos regionales y locales, no el gobierno central.
Finalmente, expresó que la ley marco del Sistema Tributario Nacional se refiere a otros
tributos, como las contribuciones de seguridad social y algunas otras que se pagan a
otras entidades que realicen actividades de interés general, como Senati y Sencico, que
forman profesionales en carreras técnicas.
Actividad financiera del Estado
La siguiente intervención fue de la doctora Rosella Bambarén. Ella enfocó la política
fiscal como la actividad financiera del Estado, la cual está directamente vinculada con la
actividad económica del Estado, no solamente el Gobierno Central, sino también los
gobiernos regionales, los gobiernos municipales distritales y provinciales, que van a
realizar gastos inherentes a la función que les han encomendado. Estas fueron sus
palabras:
“El Estado tiene que conformar un patrimonio para cumplir con los fines para aquello
que fue creado. Debe ser regulador, planificador, promotor, liberal, intervencionista,
estatista, etc. Depende mucho de qué tipo de gobierno haya, para saber cómo será su
actividad económica y financiera. En estos momentos, de acuerdo con nuestra
Constitución, tenemos un Estado que debe ser planificador y regulador, en el sentido de
que debe evitar los monopolios, la competencia desleal, y debe ser promotor de las
mypes. La función del Estado es cubrir las necesidades de la población”.
Indicó que, cuando hablamos de ingresos, nos referimos a dos fuentes importantes, las
fuentes originarias que se obtienen a través del patrimonio del Estado y de las
actividades del Estado. El Estado peruano tiene empresas y realiza cierto tipo de
actividad empresarial, a través del Banco de la Nación, Editora Perú y muchas empresas
de energía. Toda esta actividad genera ingresos. También el arrendamiento y la
explotación directa de sus bienes le generan ingresos.
La segunda gran fuente, la más importante, es la que se obtiene mediante la fuente
derivada de su potestad tributaria. Solo el Estado tiene este poder, con el que puede
solicitar a la población que colabore y entregue una parte de sus ingresos, de su riqueza,
a través de tributos.
Refirió la expositora:
“El año 2020 fue una situación excepcional, en la que la actividad económica estuvo
sumamente deprimida, los ingresos tributarios del Gobierno Central ascendieron a 93
mil 065 millones. En relación con el 2019, fue un monto menor en 17 mil 703 millones.
Quiere decir que decreció la recaudación en un 15.98 % respecto del año 2019, lo cual
es lamentable si consideramos que los ingresos son básicos y esenciales para que el
Estado pueda gastar en cubrir las necesidades”.
Por otro lado, señaló que la potestad tributaria del Estado no es ilimitada. Se limita en
mérito a cuatro principios contemplados en el artículo 74 de la Constitución: el
principio de reserva de ley, que nos dice que los tributos solo pueden ser creados por ley
o por una norma con rango de ley. El otro principio es el de no confiscatoriedad. Es un
mecanismo de defensa, que implica que el hecho gravado tiene que estar dentro de lo
razonable y proporcional. El monto destinado al impuesto no puede absorber parte
importante del capital ni perjudicar la fuente que genera los ingresos.
Otro principio es la igualdad o la capacidad contributiva. Quiere decir que el tributo
debe ser igual para los iguales y desigual para los desiguales.
La doctora Bambarén manifestó:
“Esto quiere decir que tenemos que ver la capacidad de cada contribuyente. Es decir, si
ganas más, debes pagar más y, si ganas menos, debes pagar menos. Y si todos ganan lo
mismo, deben pagar lo mismo. El cuarto principio es el respeto a los derechos
fundamentales. Cuando se crea el tributo, este no puede afectar ningún derecho de los
contribuyentes: a la propiedad, a la libertad empresarial, a la reserva tributaria, a las
comunicaciones, etc.”.
Mencionó también que el impuesto tiene que gravar alguna manifestación de riqueza:
“Si no tenemos riqueza, no vamos a pagar impuestos. La riqueza determina nuestra
capacidad contributiva. Si mis ingresos solo sirven para subsistir, ¿cómo voy a
contribuir con el Estado? Por otro lado, la función del Estado es redistribuir lo que
recauda. Obtiene la riqueza de unas personas y la redistribuye a aquellos que no la
tienen”.
Ahora bien, ¿cómo se reflejan estas riquezas? La expositora respondió lo siguiente:
“Con la renta, con nuestros ingresos, con nuestro patrimonio, con el número de casas y
autos que tenemos… Otra manifestación es nuestro consumo. ¿Cuánto gasto? Cuántos
televisores me he comprado, cuántos viajes he realizado... Estas son las tres
manifestaciones de riqueza que considera el Estado para visualizar si una persona tiene
capacidad contributiva para el mantenimiento del Estado. Se puede gravar la renta, el
patrimonio o el consumo”.
Recaudación tributaria
A su turno, el doctor Percy Castle Álvarez manifestó que en materia tributaria hay dos
lados, como en cualquier relación jurídica: el sujeto activo y el sujeto pasivo. El primero
es el Estado, que ejerce su potestad de cobrar a todos los que generamos ciertas
actividades; del otro lado está el sujeto pasivo o contribuyente. Indicó que el Estado ha
designado a ciertas entidades para que lo representen. Para ello, la institución principal
es el Ministerio de Economía y Finanzas, dentro del cual está la Sunat. También están
los gobiernos locales. Y hay tributos de carácter nacional y local, tributos generales y
municipales.
“Cuando yo era joven, había alrededor de 500 tributos en el país. Muchos años atrás,
siguiendo un ejemplo de la reforma tributaria boliviana, se hizo una reducción a
solamente seis tributos. Los principales son: el impuesto a la renta, el impuesto general
a las ventas, el impuesto temporal a los activos netos. Y existen otros tributos que
también ve la Sunat, como el impuesto a las transacciones financieras, que es cuando se
deposita o retira dinero de los bancos, que no tiene una finalidad recaudatoria”.
¿Cuál es la importancia de la Sunat? Esto indicó el doctor Castle:
“Es la entidad que se encarga de recaudar los recursos que el Estado necesita para
solventar sus gastos. Es sustancial. Su segunda función principal es fiscalizar, es decir,
ver si pagaron lo que debieron pagar, en la oportunidad que debieron pagar y dónde
debieron pagar. Y las otras son de propuesta legislativa, tiene funciones normativas, etc.
Sea la Sunat o los gobiernos locales, esas son sus funciones: recaudar y fiscalizar. Esas
son las esenciales”.
Señaló también que las administraciones tributarias tienen un procedimiento de
fiscalización y que ahora se ha agregado un procedimiento de fiscalización mucho más
agudo. Por ejemplo, las administraciones judiciales han suscrito acuerdos con
administraciones de otros países, con lo cual hay un intercambio de información con
base en acuerdos multilaterales. Y añadió:
“Antiguamente, cuando uno quería saber si un ciudadano peruano estaba cometiendo
elusión o evasión de impuestos, acudía al Ministerio de Relaciones Exteriores, que a su
vez acudía a sus pares de otros países y de allí a la entidad tributaria del país y así
sucesivamente. Pero a partir del 2018, los países suscribieron un acuerdo internacional a
través de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y acordaron
intercambiar información y que los países que no cooperen deberían tener un castigo”.
Detalló a continuación que el Perú no forma parte de esta organización, pero sí ha
suscrito acuerdos con la finalidad de facilitar a la administración tributaria peruana, por
parte de otras administraciones del mundo, el ver si existen personas que están
realizando mecanismos destinados a evadir o eludir. Así, las funciones ya trascendieron
las fronteras, y se entrelazan las tributaciones de otras jurisdicciones.

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