Está en la página 1de 11

TALLER GRUPAL

INSTRUCCIONES:

En desarrollo del control de constitucionalidad asignado a la Corte Constitucional, se emiten las


siguientes sentencias:

 C-193/20

 C-258/20

 C-416/20

Identificar y transcribir los apartes de las consideraciones, en los que se tratan los siguientes
aspectos:

1. Cuáles son los requisitos de tipo formal, que debe contener un decreto legislativo,
expedido dentro de un estado de excepción.

R/ C-193/20: En la sentencia se nombra a el articulo 215 en donde se estable que los requisitos
para un decreto legislativo son el estar debidamente motivados, firmados por el Presidente y
todos los Ministros, deberán estar destinados exclusivamente a conjurar la crisis y a impedir la
extensión de sus efectos. también deben referirse a materias que tengan relación directa y
específica con el estado de emergencia y por último podrán -de forma transitoria- establecer
nuevos tributos o modificar los existentes, los cuales dejarán de regir al término de la siguiente
vigencia fiscal salvo que el Congreso, durante el año siguiente, les otorgue carácter
permanente.

En el principio de la sentencia encontramos señalado lo siguiente:

“El artículo 215 superior prescribe que la declaratoria del estado de emergencia económica,
social y ecológica sólo puede llevarse a cabo “(…) por períodos hasta de treinta días en cada
caso, que sumados no podrán exceder de noventa días en el año calendario”. A su vez, la
misma disposición prevé que los decretos legislativos en el marco del estado de emergencia
tendrán fuerza de ley y deberán ser (i) motivados; (ii) firmados por el Presidente y todos los
Ministros; (iii) destinados exclusivamente a conjurar la crisis y a impedir la extensión de sus
efectos. Igualmente (iv) deben referirse a materias que tengan relación directa y específica con
el estado de emergencia y (v) podrán -de forma transitoria- establecer nuevos tributos o
modificar los existentes, los cuales dejarán de regir al término de la siguiente vigencia fiscal
salvo que el Congreso, durante el año siguiente, les otorgue carácter permanente.”

En las consideraciones de esta sentencia encontramos lo siguiente:

“11. El artículo 215 superior prescribe que la declaratoria del estado de emergencia
económica, social y ecológica sólo puede llevarse a cabo “(…) por períodos hasta de treinta
días en cada caso, que sumados no podrán exceder de noventa días en el año calendario”. A su
vez, la misma disposición prevé que los decretos legislativos en el marco del estado de
emergencia tendrán fuerza de ley y deberán ser (i) motivados; (ii) firmados por el Presidente y
todos los Ministros; (iii) destinados exclusivamente a conjurar la crisis y a impedir la extensión
de sus efectos. Igualmente (iv) deben referirse a materias que tengan relación directa y
específica con el estado de emergencia y (v) podrán -de forma transitoria- establecer nuevos
tributos o modificar los existentes, los cuales dejarán de regir al término de la siguiente
vigencia fiscal salvo que el Congreso, durante el año siguiente, les otorgue carácter
permanente.

Dicha disposición señala que el decreto que haga público el estado de emergencia debe indicar
el término dentro del cual el Gobierno, en cabeza del Presidente de la República, va a utilizar
estas facultades extraordinarias. Además, esta norma también señala que se debe convocar al
Congreso, si este no se hallare en funcionamiento, para que se reúna dentro de los diez días
siguientes al vencimiento de dicho término. En relación con las competencias del Congreso en
el marco de los estados de emergencia, el propio artículo 215 de la Constitución establece que
(i) examinará hasta por un lapso de treinta días, prorrogable por acuerdo de las dos cámaras, el
informe motivado que le presente el Gobierno sobre las causas que determinaron el estado de
emergencia y las medidas adoptadas, y se pronunciará expresamente sobre la conveniencia y
oportunidad de las mismas; (ii) podrá derogar, modificar o adicionar los decretos a que se
refiere este artículo, en aquellas materias que ordinariamente son de iniciativa del Gobierno,
así como ejercer sus atribuciones constitucionales; y, (iii) se reunirá por derecho propio si no
fuere convocado por el Gobierno Nacional.”

“14. El examen formal del decreto exige verificar, en el siguiente orden, el cumplimiento de
tres exigencias básicas: (i) la suscripción por el Presidente de la República y por todos sus
Ministros; (ii) la expedición en desarrollo del estado de excepción y durante el término de su
vigencia; y (iii) la existencia de motivación. Igualmente, en los casos en los cuales la
declaratoria del estado de emergencia haya comprendido únicamente determinado ámbito
territorial, debe examinarse que los decretos de desarrollo no lo excedan.”

R/C-258/20:

1. Las disposiciones de la Carta Política que regulan los estados de excepción (Arts. 212 a 215
C.P.)

• Art. 212: El Presidente de la República, con la firma de todos los ministros, podrá declarar el
estado de guerra exterior. Mediant e tal declaración, el Gobierno tendrá las facultades
estrictamente necesarias para repeler la agresión, defender la soberanía, atender los
requerimientos de la guerra, y procurar el restablecimiento de la normalidad. La declaración del
estado de guerra exterior sólo procederá una vez el Senado haya autorizado la declaratoria de
guerra, salvo que a juicio del Presidente fuere necesario repeler la agresión. Mientras subsista el
estado de guerra, el Congreso se reunirá con la plenitud de sus atribuciones constitucionales y
legales, y el gobierno le informará motivada y periódicamente sobre los decretos que haya dictado
y la evolución de los acontecimientos. Los decretos legislativos que dicte el gobierno suspenden las
leyes incompatibles con el estado de guerra, rigen durante el tiempo que ellos mismos señalen y
dejarán de tener vigencia tan pronto se declare restablecida la normalidad. El Congreso podrá, en
cualquier época, reformarlos o derogarlos con el voto favorable de los dos tercios de los miembros
de una y otra cámara.
• Art 213: En caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente
contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana, y que no
pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de policía, el
Presidente de la República, con la firma de todos los ministros, podrá declarar el estado de
conmoción interior, en toda la República o parte de ella, por término no mayor de noventa días,
prorrogable hasta por dos períodos iguales, el segundo de los cuales requiere concepto previo y
favorable del Senado de la República. Mediante tal declaración, el Gobierno tendrá las facultades
estrictamente necesarias para conjurar las causas de la perturbación e impedir la extensión de sus
efectos. Los decretos legislativos que dicte el Gobierno podrán suspender las leyes incompatibles
con el estado de conmoción y dejarán de regir tan pronto como se declare restablecido el orden
público. El Gobierno podrá prorrogar su vigencia hasta por noventa días más. Dentro de los tres
días siguientes a la declaratoria o prórroga del estado de conmoción, el Congreso se reunirá por
derecho propio, con la plenitud de sus atribuciones constitucionales y legales. El presidente le
pasará inmediatamente un informe motivado sobre las razones que determinaron la declaración.
En ningún caso los civiles podrán ser investigados o juzgados por la justicia penal militar.

• Art. 214: Los estados de excepción a que se refieren los artículos anteriores se someterán a
las siguientes disposiciones: 1. Los decretos legislativos llevarán la firma del Presidente de la
República y todos sus ministros y solamente podrán referirse a materias que tengan relación
directa y específica con la situación que hubiere determinado la declaratoria del estado de
excepción. 2. No podrán suspenderse los derechos humanos ni las libertades fundamentales. En
todo caso se respetarán las reglas del derecho internacional humanitario. Una ley estatutaria
regulará las facultades del Gobierno durante los estados de excepción y establecerá los controles
judiciales y las garantías para proteger los derechos, de conformidad con los tratados
internacionales. Las medidas que se adopten deberán ser proporcionales a la gravedad de los
hechos. 3. No se interrumpirá el normal funcionamiento de las ramas del poder público ni de los
órganos del Estado. 4. Tan pronto como hayan cesado la guerra exterior o las causas que dieron
lugar al estado de conmoción interior, el Gobierno declarará restablecido el orden público y
levantará el estado de excepción. 5. El Presidente y los ministros serán responsables cuando
declaren los estados de excepción sin haber ocurrido los casos de guerra exterior o de conmoción
interior, y lo serán también, al igual que los demás funcionarios, por cualquier abuso que hubieren
cometido en el ejercicio de las facultades a que se refieren los artículos anteriores. 6. El Gobierno
enviará a la Corte Constitucional al día siguiente de su expedición, los decretos legislativos que
dicte en uso de las facultades a que se refieren los artículos anteriores, para que aquélla decida
definitivamente sobre su constitucionalidad. Si el Gobierno no cumpliere con el deber de enviarlos,
la Corte Constitucional aprehenderá de oficio y en forma inmediata su conocimiento.

• Art. 215: Cuando sobrevengan hechos distintos de los previstos en los artículos 212 y 213
que perturben o amenacen perturbar en forma grave e inminente el orden económico, social y
ecológico del país, o que constituyan grave calamidad pública, podrá el Presidente, con la firma de
todos los ministros, declarar el estado de emergencia por períodos hasta de treinta días en cada
caso, que sumados no podrán exceder de noventa días en el año calendario. Mediante tal
declaración, que deberá ser motivada, podrá el Presidente, con la firma de todos los ministros,
dictar decretos con fuerza de ley, destinados exclusivamente a conjurar la crisis y a impedir la
extensión de sus efectos. Estos decretos deberán referirse a materias que tengan relación directa y
específica con el estado de emergencia, y podrán, en forma transitoria, establecer nuevos tributos
o modificar los existentes. En estos últimos casos, las medidas dejarán de regir al término de la
siguiente vigencia fiscal, salvo que el Congreso, durante el año siguiente, les otorgue carácter
permanente. El Gobierno, en el decreto que declare el estado de emergencia, señalará el término
dentro del cual va a hacer uso de las facultades extraordinarias a que se refiere este artículo, y
convocará al Congreso, si éste no se hallare reunido, para los diez días siguientes al vencimiento de
dicho término. El Congreso examinará hasta por un lapso de treinta días, prorrogable por acuerdo
de las dos cámaras, el informe motivado que le presente el Gobierno sobre las causas que
determinaron el estado de emergencia y las medidas adoptadas, y se pronunciará expresamente
sobre la conveniencia y oportunidad de las mismas. El Congreso, durante el año siguiente a la
declaratoria de la emergencia, podrá derogar, modificar o adicionar los decretos a que se refiere
este artículo, en aquellas materias que ordinariamente son de iniciativa del gobierno. En relación
con aquéllas que son de iniciativa de sus miembros, el Congreso podrá ejercer dichas atribuciones
en todo tiempo. El Congreso, si no fuere convocado, se reunirá por derecho propio, en las
condiciones y para los efectos previstos en este artículo. El Presidente de la República y los
ministros serán responsables cuando declaren el estado de emergencia sin haberse presentado
alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso
cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la
emergencia. El Gobierno no podrá desmejorar los derechos sociales de los trabajadores mediante
los decretos contemplados en este artículo. PAR.—El Gobierno enviará a la Corte Constitucional al
día siguiente de su expedición los decretos legislativos que dicte en uso de las facultades a que se
refiere este artículo, para que aquélla decida sobre su constitucionalidad. Si el gobierno no
cumpliere con el deber de enviarlos, la Corte Constitucional aprehenderá de oficio y en forma
inmediata su conocimiento.

2. Cuáles son los juicios de tipo material o sustancial, de que son susceptibles los decretos
legislativos, expedidos dentro de un estado de excepción.

R/C-416/20: En esta sentencia se establece que aunque existan un precedente jurisprudencial en


donde se encuentran los requisitos formales y materiales para la expedición de un decreto
legislativo, durante un estado de excepción (es decir la suscripción por el presidente de la república
y por todos sus ministros; la expedición en desarrollo del estado de excepción y durante el término
de su vigencia; la existencia de motivación y la definición del ámbito territorial) también se es
plenamente necesario que estos decretos tengan en cuenta 10 parámetros materiales los cuales
son:

1) finalidad
2) conexidad material
3) motivación suficiente
4) ausencia de arbitrariedad
5) intangibilidad
6) no contradicción específica
7) incompatibilidad
8) necesidad
9) proporcionalidad
10) no discriminación
En el principio de la sentencia encontramos señalado lo siguiente:

“La Corte Constitucional tiene una jurisprudencia consolidada y unificada sobre los criterios
formales y materiales que orientan el escrutinio de validez constitucional de las medidas
adoptadas por el Gobierno durante los estados de excepción. En efecto, además de satisfacer los
cuatro requisitos formales (la suscripción por el presidente de la república y por todos sus
ministros; la expedición en desarrollo del estado de excepción y durante el término de su vigencia;
la existencia de motivación y la definición del ámbito territorial), las medidas adoptadas por el
Gobierno en los decretos legislativos que expida bajo un estado de excepción deben satisfacer los
siguientes diez juicios o parámetros materiales: i) finalidad, ii) conexidad material, iii) motivación
suficiente, iv) ausencia de arbitrariedad, v) intangibilidad, vi) no contradicción específica, vii)
incompatibilidad, viii) necesidad, ix) proporcionalidad y x) no discriminación.”

en la consideración de esta sentencia podemos encontrar:

“58. La Corte Constitucional tiene una jurisprudencia consolidada y unificada sobre los criterios
formales y materiales que orientan el escrutinio de validez constitucional de las medidas
adoptadas por el Gobierno durante los estados de excepción. En efecto, además de satisfacer los
cuatro requisitos formales (la suscripción por el presidente de la república y por todos sus
ministros; la expedición en desarrollo del estado de excepción y durante el término de su vigencia;
la existencia de motivación y la definición del ámbito territorial), las medidas adoptadas por el
Gobierno en los decretos legislativos que expida bajo un estado de excepción deben satisfacer los
siguientes diez juicios o parámetros materiales: i) finalidad, ii) conexidad material, iii) motivación
suficiente, iv) ausencia de arbitrariedad, v) intangibilidad, vi) no contradicción específica, vii)
incompatibilidad, viii) necesidad, ix) proporcionalidad y x) no discriminación.”

“6. Examen de las condiciones materiales de validez del Decreto Legislativo 811 de 2020

70.La Sala Plena de la Corte Constitucional realizará el juicio de validez material del Decreto
Legislativo 811 de 2020. La metodología de análisis se basará en el precedente del propio tribunal
en el que se ha aplicado el principio de motivación eficiente y suficiente en el juicio de contraste
constitucional de las medidas adoptadas por el Gobierno durante un estado de excepción. En
consecuencia, el tribunal se referirá a una serie de decisiones en las que la Sala Plena solo ha
evaluado aquellos criterios de validez material que no fueron satisfechos por el decreto legislativo
objeto de estudio. Adicionalmente, la Corte indicará las razones por las cuales el Decreto
Legislativo 811 de 2020 devino, en su totalidad, contrario a la Constitución en virtud de que no
satisfizo los criterios de finalidad, conexidad, necesidad jurídica y no contradicción específica.”

“72. Ahora bien, cuando se trata de realizar el examen de validez material de las medidas
adoptadas por el Gobierno durante un estado de excepción, la Corte Constitucional ha identificado
un grupo de diez criterios que sirven de estructura metodológica para efectuar el control de
constitucionalidad de los decretos legislativos. En varios casos, la Sala Plena ha considerado
necesario evaluar la totalidad de los juicios de validez material para identificar cuáles de estos
fueron satisfechos o no por una determinada medida.”

“73. Eso significa que un decreto legislativo solo es declarado constitucional cuando la Sala Plena
de la Corte Constitucional ha comprobado que todas las medidas que aquel incorpora superaron la
totalidad de los juicios formales y materiales de validez. Por su parte, cuando un decreto legislativo
o algunas de las medidas proferidas por el Gobierno no aprueban uno o varios de los juicios, la
Corte ha realizado un test completo. Lo anterior implica que la Corte indica tanto los juicios de
validez formal y material que el decreto legislativo y sus medidas superaron como los juicios de
validez formal y material que no fueron satisfechos.”

“74. Ahora bien, esa metodología no ha sido constante en la jurisprudencia de la Corte


Constitucional. Existen varios precedentes en los que el tribunal ha procedido bajo el criterio de
motivación eficiente y suficiente cuando se trata de un decreto legislativo o de un conjunto de
medidas que no satisfacen uno o varios juicios de validez material. Como la superación de la
totalidad de los juicios es condición necesaria para que una medida o decreto legislativo sean
declarados conformes con la Constitución, la no satisfacción de uno solo de esos juicios implica
necesariamente la declaratoria de inconstitucionalidad del decreto legislativo bajo control.”

75. De conformidad con esa regla, la Corte ha declarado la inconstitucionalidad de varios decretos
legislativos con base en la no satisfacción de uno solo de los juicios de validez material. En estos
casos, la práctica jurisprudencial ha sido examinar únicamente aquellos juicios que la medida o el
decreto legislativo no satisfacen y que, por lo tanto, justifican adecuadamente que la medida
objeto de estudio sea invalidada. Esta metodología, se reitera, es consecuente con la regla que
prescribe que la no superación de uno solo de los juicios de validez material fundamenta la
declaratoria de inconstitucionalidad del decreto legislativo objeto del examen constitucional. El
correlativo de esa regla es que no existe un imperativo que justifique la realización de todos los
juicios de validez restantes.”

Indicar para cada una de las decisiones, lo siguiente:

3. De cual o cuales, de los requisitos legales, carece cada decreto legislativo, para efectos de
haber sido declarados como inexequibles.

R/C-193/20: Esta sentencia carece de los requisitos legales de Motivación suficiente, ausencia de
arbitrariedad, contradicción específica, incompatibilidad, necesidad y proporcionalidad

Aquí dicha explicación de la carencia de estos requisitos en las consideraciones de la sentencia:

“59. Esta Sala encuentra que el decreto no supera el juicio de motivación suficiente. Efectivamente,
la normativa fue sustentada en los siguientes objetivos: el general relacionado con el servicio de
justicia durante la emergencia, y el específico referido a la defensa de los derechos de los NNA.
Además, adoptó medidas para cumplirlos, entre ellas otorgar funciones jurisdiccionales temporales
a los procuradores judiciales de familia para conocer de los procesos de adopción en los que no se
hubiere admitido la demanda. Con todo, la Corte encuentra incoherencias y deficiencias
argumentativas en las consideraciones, tal y como lo ilustraron casi todos los intervinientes que
solicitaron la declaratoria de inexequibilidad del decreto bajo examen. En ese sentido, no basta
exponer cualquier razón relacionada con la crisis, no puede perderse de vista que las facultades
presidenciales durante la emergencia deben ser analizadas por esta Corporación de manera
integral por lo que implican para la separación de poderes y para el sistema constitucional.
La Vista Fiscal y el Gobierno consideraron que la motivación de la normativa señaló con claridad los
efectos de la pandemia en la administración de justicia (suspensión de términos y necesidad de
adoptar medios electrónicos para garantizar la prestación de los servicios públicos de justicia) y su
impacto en los derechos de los NNA. Además, insistieron en la idoneidad de los procuradores
judiciales para ejercer estas funciones y en la importancia de hacer prevalecer el interés superior
de los NNA.

“59.2. La motivación partió de supuestos errados, pues indicó que los funcionarios de la Rama
Judicial no podían adelantar los procesos de adopción. Al respecto es importante resaltar la
intervención del Tribunal Superior de Bogotá que afirmó expresamente que esa percepción no
corresponde a la realidad sobre la capacidad y disposición de los jueces de familia, quienes incluso
lo manifestaron expresamente al CSJUD.”

60. El Decreto 567 de 2020 no supera el juicio de ausencia de arbitrariedad ya que establece
medidas que violan las prohibiciones para el ejercicio de las facultades de excepción reconocidas
en la Constitución, la LEEE y los tratados que integran el bloque de constitucionalidad.

62. Las medidas adoptadas por la normativa analizada no superan el juicio de no contradicción
específica, por lo siguiente:

62.1. Las medidas previstas por el DL contrarían de manera concreta la Constitución. Tal y como lo
afirman las intervenciones, las violaciones concretas a la Constitución se presentan en 3 grandes
grupos: (i) el desconocimiento de los principios definitorios del Estado Social de Derecho, (ii) la
alteración de las funciones constitucionales de la PGN, y (iii) la violación de cláusulas de derechos
fundamentales. La PGN considera que el DL supera el juicio de no contradicción específica porque
satisface las reglas sobre asignación de funciones jurisdiccionales a autoridades administrativas. En
efecto, el DL 567 cumple las reglas que la Corte ha desarrollado sobre el tema porque: (a) el
otorgamiento de facultades se realizó mediante disposiciones con fuerza de ley (artículo 8º de la
LEAJ); (b) y de forma excepcional, con una definición precisa de competencias y autoridades
(artículo 116 C.P.). Además, (c) las funciones asignadas no comprenden la investigación o
juzgamiento de conductas delictivas y se cumplen mientras estén suspendidos los términos
judiciales, salvo los casos en que las demandas se hubieren admitido previamente por la PGN,
supuesto en que aplicaría el principio de “perpetuatio jurisdictionis”.

63. El decreto analizado no cumple con el juicio de incompatibilidad porque las razones en las que
se apoyó para concluir que las normas legales existentes son irreconciliables con el estado de
emergencia no tienen la entidad suficiente para respaldar el ejercicio de las facultades legislativas
extraordinarias del Presidente en este caso. El Gobierno Nacional afirma que el decreto no
suspende, modifica o deroga leyes ordinarias, sino que busca garantizar el acceso a la justicia en
todos los casos en que se inicie un procedimiento de adopción. Sin embargo, para la Corte es claro
que suspendió la ley que le atribuye la competencia a los jueces de familia para conocer todos los
procesos de adopción

64. Para la Sala Plena, la normativa objeto de control no supera el juicio de necesidad ya que las
medidas que adopta no son indispensables para lograr los fines que dieron lugar a la declaratoria
del estado de excepción
65. Las medidas adoptadas no superan el juicio de proporcionalidad porque no guardan equilibrio
con respecto a la gravedad de los hechos que causaron la crisis

66. Finalmente, la Corte encuentra que el decreto no cumple con lo exigido por el juicio de no
discriminación. Aunque las medidas adoptadas no entrañan segregación alguna, fundada en sexo,
raza, lengua, religión, origen nacional o familiar, opinión política o filosófica o cualquier otra
categoría sospechosa, sí imponen un trato diferente injustificado, que se funda únicamente en la
fecha en la que se tramitó la admisión de la demanda de adopción, criterio irrelevante para
proteger los derechos al juez natural y al debido proceso de los NNA.

67. Para terminar, la Corte destaca que el uso injustificado de la competencia legislativa
excepcional en cabeza del Ejecutivo es contrario al ordenamiento constitucional. Esta facultad
debe estar reservada para asuntos imprescindibles que afronten la crisis que ha generado la
declaratoria de emergencia o mitiguen sus efectos. No puede olvidarse que esta potestad es el
resultado de una medida extrema que altera temporalmente la división de poderes y no puede
banalizarse su importancia ni su gravedad.

R/C-258/20: • Desmejora los derechos sociales de los trabajadores con expectativa de pensiones
superiores a un salario mínimo

• Dispone de recursos destinados a la financiación de las pensiones para fines distintos a


ellas

R/C-416/20: Esta sentencia carece de los requisitos legales de los juicios de finalidad, conexidad,
necesidad jurídica y no contradicción específica

Aquí dicha explicación de la carencia de estos requisitos en las consideraciones de la sentencia:

“5. Examen de las condiciones formales de validez del Decreto Legislativo 811 de 2020

El examen formal del Decreto Legislativo 811 de 2020 exige verificar el cumplimiento de cuatro
exigencias básicas: i) la suscripción del decreto legislativo por parte tanto del presidente de la
república como de todos sus ministros; ii) su expedición en desarrollo del estado de excepción y
durante el término de su vigencia; iii) la existencia de motivación y iv) el ámbito territorial de su
aplicación. La Corte encuentra que las condiciones formales de validez del Decreto Legislativo 811
de 2020 fueron satisfechas.”

“En primer lugar, según lo establecido en el artículo 17 de la Ley 1444 de 2011 (modificado por el
artículo 17 de la Ley 1967 de 2019) en Colombia existen dieciocho ministerios. La Corte ha
verificado que el Decreto Legislativo 811 de 2020 fue suscrito tanto por el presidente como por los
titulares o delegados de cada uno de los ministerios.

En segundo lugar, el decreto legislativo fue expedido dentro del término del estado de emergencia.
En efecto, el Decreto Legislativo 637 del 6 de mayo de 2020 declaró el estado de emergencia
económica, social y ecológica en todo el territorio nacional y dispuso que este tendría vigencia
durante treinta días calendario contados a partir de su entrada en vigor. A su turno, el decreto
legislativo bajo examen fue expedido el día 4 de junio de 2020.

En tercer lugar, el decreto legislativo contiene la exposición de los fundamentos constitucionales,


los hechos y las consideraciones técnicas, fácticas y jurídicas que originaron su expedición.
También indica tanto la finalidad y necesidad de las medidas adoptadas como su relación con la
declaratoria del estado de emergencia.

Finalmente, en lo que respecta al ámbito territorial de aplicación, las medidas adoptadas a través
del Decreto Legislativo 811 de 2020 siguen la regla del decreto declaratorio del estado de
emergencia que estableció esa situación de excepción para todo el territorio nacional.”

“6. Examen de las condiciones materiales de validez del Decreto Legislativo 811 de 2020

La Sala Plena de la Corte Constitucional realizará el juicio de validez material del Decreto Legislativo
811 de 2020. La metodología de análisis se basará en el precedente del propio tribunal en el que se
ha aplicado el principio de motivación eficiente y suficiente en el juicio de contraste constitucional
de las medidas adoptadas por el Gobierno durante un estado de excepción. En consecuencia, el
tribunal se referirá a una serie de decisiones en las que la Sala Plena solo ha evaluado aquellos
criterios de validez material que no fueron satisfechos por el decreto legislativo objeto de estudio.
Adicionalmente, la Corte indicará las razones por las cuales el Decreto Legislativo 811 de 2020
devino, en su totalidad, contrario a la Constitución en virtud de que no satisfizo los criterios de
finalidad, conexidad, necesidad jurídica y no contradicción específica.”

“6.2. El Decreto Legislativo 811 de 2020 no superó los juicios de finalidad, conexidad, necesidad
jurídica y no contradicción específica

La Sala Plena de la Corte Constitucional estableció que el Decreto Legislativo 811 de 2020 no
superó los juicios de finalidad, conexidad, necesidad jurídica y no contradicción específica.

El juicio de finalidad está previsto en el artículo 10 de la LEEE. A la luz de este juicio, toda medida
contenida en los decretos legislativos debe estar directa y específicamente encaminada a conjurar
las causas de la perturbación y a impedir la extensión o agravación de sus efectos. Como ha
indicado la Corte, el juicio de finalidad “(...) es una exigencia constitucional de que todas las
medidas adoptadas estén dirigidas a solucionar los problemas que dieron origen a la declaratoria
de los estados de excepción.

En relación con los juicios de finalidad y conexidad material externa, para la Sala Plena, las medidas
adoptadas a través del Decreto Legislativo 811 de 2020 no están directa y específicamente
encaminadas a conjurar las causas que dieron origen a la declaratoria de la emergencia o a impedir
la extensión o agravación de sus consecuencias. Esto es así en tanto el Gobierno no demostró que
las medidas establecidas en el decreto legislativo tuvieran una relación inmediata, por ejemplo,
con la necesidad de ejecutar acciones urgentes de contención de la pandemia o de sus efectos. La
Sala Plena respalda esta conclusión en cuatro consideraciones.”

“102. Para la Sala Plena de la Corte Constitucional existen cinco razones que permiten afirmar que
el Decreto Legislativo 811 de 2020 no superó el juicio de no contradicción específica. En primer
lugar, la Corte verificó que las medidas adoptadas por el Decreto Legislativo 811 de 2020 vulneran
directamente las previsiones establecidas en el artículo 150.9 de la Constitución. En efecto, de
conformidad con esa norma constitucional, cuando el Gobierno pretenda la enajenación de las
empresas estatales o de la participación accionaria del Estado, se requerirá de un debate
democrático previo y robusto. Este solo se puede concretar en el Congreso de la República, como
ya ocurrió en el pasado con la expedición de la Ley 80 de 1993 o la Ley 226 de 1995.

En segundo lugar, para la Sala Plena, la exigencia establecida en el artículo 150.9 de la Constitución
tiene un contenido epistémico. Por esa razón, se impone que sea el Congreso de la República el
que valore todas las aristas económicas, políticas, sociales y estratégicas de una operación de
enajenación de las propiedades de la Nación. El rol del Gobierno en ese debate es fundamental
porque se trata de materias sobre las cuales tiene la iniciativa exclusiva. De manera que el
Congreso solo aborda ese tipo de temas cuando el Gobierno los incluye dentro de la agenda
legislativa. Ahora bien, como indicará la Corte en esta providencia, esa deliberación, en ningún
caso, se puede trasladar del Congreso al propio Gobierno para que este decida sobre ese ámbito y
luego proceda a autohabilitarse para realizar tales enajenaciones mediante un decreto legislativo
expedido bajo un estado de excepción. Asimismo, del hecho de que estas materias sean de
iniciativa legislativa exclusiva del Gobierno no se infiere que este pueda prescindir completamente
del Congreso en esos mismos asuntos mediante un decreto legislativo.

En tercer lugar, para la Corte es diáfano que, desde la perspectiva de las fuentes del derecho, un
aval autoconferido por el Gobierno en un decreto legislativo para enajenar la propiedad de las
empresas nacionales puede satisfacer mínimamente la reserva de ley. Sin embargo, la lectura del
artículo 150.9 de la Constitución permite inferir que este no se limita a una mera reserva de ley,
sino que implica un debate democrático sobre la enajenación de las empresas de propiedad de la
Nación. De allí se infiere que la Constitución impone un estándar de deliberación democrática
sobre este tipo de operaciones. Este no se agota en la mera expedición de una norma de rango
legal que habilite la actuación del Gobierno.

En consecuencia, la legitimidad de este tipo de actos se basa en la participación conjunta y


coordinada de dos de los poderes del Estado. Por una parte, debe existir un escenario de
deliberación en el que el Gobierno expone la necesidad de vender la propiedad del Estado y el
Congreso realiza un escrutinio y ponderación de esas razones. A continuación, el Congreso de la
República profiere la norma general de habilitación. Finalmente, el Gobierno ejecuta las
operaciones de enajenación. De manera que es la coincidencia entre el debate parlamentario y la
voluntad del Gobierno la que respalda democráticamente ese tipo de operaciones de venta de la
propiedad de la Nación.

La coincidencia y coordinación entre los dos poderes se concreta tanto en el debate parlamentario
y la ley de autorización como en los actos de ejecución (i.e. contratos, empréstitos, subastas o
martillos) que realice el Gobierno. Cuando uno solo de los poderes asume el triple rol de debate,
habilitación y ejecución, se desconoce la garantía constitucional de deliberación. Eso implica que ni
el Congreso de la República se puede autohabilitar para enajenar por su cuenta las empresas del
Estado, ni el Gobierno se puede autohabilitar para enajenar la propiedad accionaria de la Nación a
través de sus funciones excepcionales, transitorias y limitadas para expedir algunas normas con
fuerza de ley durante los estados de excepción.
En cuarto lugar, esta comprensión del artículo 150.9 de la Constitución también incorpora una
dimensión representativa al proceso para la enajenación de los activos del Estado. Bajo esa
perspectiva, el decreto legislativo sub examine constituye una violación directa del artículo 150.9
de la Constitución porque el Gobierno no puede asumir las funciones deliberativas del Congreso de
la República cuando se trata de las autorizaciones establecidas en ese mandato constitucional. De
manera que el Gobierno no puede modificar o ampliar las autorizaciones legales proferidas por el
legislador ordinario mediante un decreto legislativo expedido bajo un estado de excepción.”

“117. Con base en estos fundamentos, la Sala Plena de la Corte Constitucional declarará
inexequible el Decreto Legislativo 811 de 2020 en tanto este no superó los juicios de finalidad,
conexidad, necesidad jurídica y no contradicción específica.”

 Canal de presentación: Vía electrónica al correo cpalomino@uceva.edu.co

 Referencia del correo: “Resolución Taller Corte 1”

 Formato de presentación: PDF

 Fecha límite de presentación: 15/09/2023

Mariana Rios Lopez

Juan Alejandro Fernández Martínez

También podría gustarte