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EMERGENCIA
Por: Mario Rincón Pérez1
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Magister en derecho público de las Universidades Externado de Colombia, Bologna, Salamanca y Carlos III de Madrid ,
especialista en derecho administrativo de la Universidad del Rosario, especialista en derecho constitucional de la
Universidad Externado de Colombia, especialista en derecho constitucional y parlamentario de la Universidad Autónoma
de Madrid y Profesor de derecho constitucional en la Universidad Santo Tomás, Santiago de Cali y Universidad Libre
seccionales Bogotá, Cartagena y Barranquilla.
Declaratoria. La declaración de este estado de excepción solo procederá una vez el Senado
haya autorizado la declaratoria de guerra, salvo que a juicio del presidente fuere necesario
repeler la agresión, evento en el cual la declaratoria podrá ser efectuada directamente por él,
tal y como lo autoriza el numeral 6º del artículo constitucional 189, situación que supone la
existencia de un ataque armado en contra del país. Esta declaratoria se hará mediante decreto
legislativo que debe ser firmado por el presidente y todos sus ministros.
Facultades del presidente. El presidente está revestido de facultades estrictamente necesarias
para obtener cuatro objetivos: (1) repeler la agresión, (2) defender la soberanía, (3) atender
los requerimientos de la guerra, y (4) procurar el restablecimiento de la normalidad, debiendo
existir conexidad entre el contenido de las medidas que se toman y los fines buscados por el
estado de guerra.
Temporalidad de los decretos. El estado de guerra exterior dura hasta que cese la guerra y
los decretos que se expiden bajo este estado de excepción tienen vigencia temporal, mientras
dura la situación que les dio origen, suspendiendo las leyes que sean incompatibles con dicho
estado. El Congreso podrá, en cualquier época, reformarlos o derogarlos con el voto
favorable de los dos tercios de los miembros de ambas cámaras legislativas.
Controles. Este estado de excepción tiene dos controles: (1) control político, ejercido por el
Congreso, el que está facultado para declarar o no la guerra, para reunirse con plenitud de
atribuciones, y para reformar o derogar los decretos legislativos que haya dictado el
presidente en desarrollo del estado de guerra, (2) control jurídico, es el que hace la Corte
Constitucional oficiosamente por mandato expreso del numeral 7º del artículo 241 de la
Constitución. En este caso el gobierno le corresponde enviar a este Alto Tribunal el decreto
legislativo al día siguiente de su expedición, para que aquel decida definitivamente sobre su
constitucionalidad y en el evento en que no cumpliere con este deber, la Corte aprehenderá
de oficio y en forma inmediata su conocimiento.
Responsabilidad. Según el numeral 5º del artículo 214 de la Constitución el presidente y los
ministros serán responsables cuando declaren este estado de excepción sin haber ocurrido,
también lo serán los demás funcionarios, por cualquier abuso que hubieren cometido en el
ejercicio de sus facultades.
2. CONMOCIÓN INTERIOR.
Concepto. Se refiere a una grave perturbación del orden público interno, es decir, a una
alteración de la seguridad, de la salubridad o de la tranquilidad públicas. Esa perturbación
afecta la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana.
Declaratoria. La declaración de este estado de excepción también se hará mediante decreto
legislativo que lleva la firma de todos los ministros, los cuales solamente deben referirse de
manera única y exclusiva a materias que tengan que ver con la situación que determino su
declaratoria.
Facultades del presidente. El presidente esta revestido transitoriamente de poderes
extraordinarios, para superar la situación de crisis, es decir, para conjurar las causas de
perturbación e impedir la extensión de sus efectos.
Temporalidad de los decretos. Puede ser declarada la conmoción interior hasta por 90 días,
siendo prorrogable hasta por dos periodos iguales, es decir, otros 180 días, debiendo la última
prórroga tener concepto previo del Senado de la República.
Espacialidad. La conmoción interior puede ser declarada en todo el territorio o en parte de
él.
Presupuestos formales. La declaratoria de conmoción interior debe cumplir con los
siguientes requisitos:
• El decreto legislativo debe ser motivado y suscrito por el presidente y sus ministros.
• Debe señalarse en el decreto legislativo si la declaratoria acontece en todo el territorio
nacional, o tan solo en parte de él.
• El término de la declaratoria puede ser hasta de 90 días, no superior a este término, salvo
que se haga uso de la prórroga.
Presupuestos materiales.
•Que sucedan hechos que generen alteración del orden público.
•Que esa alteración sea grave y que atente contra la estabilidad institucional, la seguridad del
Estado o la convivencia ciudadana.
•Que la grave alteración no pueda ser resuelta mediante atribuciones ordinarias de policía.
•“El ejercicio de las facultades debe centrarse únicamente en aquellas tareas que sean
indispensables para conjurar el hecho perturbador, aplicando además entre las facultades
extraordinarias las que resulten menos gravosas en términos de protección de derechos y
garantías” (Corte Constitucional, 2002, p.11)
• La no interrupción del normal funcionamiento de las ramas del poder público y los órganos
del Estado.
• El deber de declarar restablecido el orden público cuando cesen las causas que le dieron
lugar.
Controles. Este estado de excepción tiene al igual que el anterior dos controles: (1) control
político, como la declaratoria de este estado de crisis, es un acto de Gobierno, la Constitución
y la ley estatutaria, señalan que es el Congreso el llamado a ejercerlo, y si no se haya reunido
dentro de los 3 días siguientes a la declaratoria del estado de conmoción interior, lo hará por
derecho propio y el gobierno le rendirá inmediatamente un informe sobre las razones que
determinaron la declaración. También deberá presentarle un informa cuando sea necesario
prorrogar el estado de crisis y cuando se trate de la segunda prórroga requiere concepto previo
y favorable del Senado de la República, (2) control jurídico, de acuerdo con los artículos
constitucionales 214 numeral 6 y 241 numeral 7º, este control recae sobre la Corte
Constitucional, a quien le corresponderá el examen de constitucionalidad de los siguientes
tipos de decreto: los que declaran el estado de excepción, los que contienen las medidas
destinadas a superar la crisis; y los que prorrogan la excepción. Ese control es automático,
posterior, integral (formal y material), definitivo y participativo, como lo explicamos en el
capítulo tercero, en el tema relacionado con el control posterior de constitucionalidad.
Responsabilidad. El numeral 5º del artículo constitucional 214, también dispone que el
presidente y los ministros serán responsables cuando declaren este estado de excepción, sin
haber ocurrido, así como por los abusos que cometieren en ejercicio de las facultades.
3. EMERGENCIA ECONÓMICA, SOCIAL, ECOLÓGICA O POR GRAVE CALAMIDAD
PÚBLICA.
3.1. Concepto. Hace relación a los hechos que perturben o amenacen perturbar en forma
grave e inminente el orden económico, social y ecológico del país, o que constituyan grave
calamidad pública, circunstancias que obligan al presidente a tomar medidas para superar esa
crisis.
“El Constituyente de 1991 ha señalado que el estado de emergencia puede ser declarado en
distintas modalidades, según sea la alteración del orden, y son: i) la económica, ii) la social,
iii) la ecológica y iv) la grave calamidad pública. Al respecto, la Corte ha señalado que
pueden coexistir estas modalidades, cuando los hechos sobrevinientes perturben de forma
simultánea colocando los derechos individuales como límites en sí mismos, frente al uso de
las prerrogativas excepcionales por parte del presidente de la república. los distintos órdenes
protegidos por el artículo 215 de la Constitución colombiana (Corte Constitucional de
Colombia, Sentencia C-135 de 2009, 2009)”. (Tobón-Tobón & Gonzales, 2017, p. 81)
Desde la expedición de la Constitución Política de 1991 se han declarado estados de
emergencia económica, social y ecológica por distintas razones: i) la fijación de salarios de
empleados públicos; ii) la crisis en el servicio público de energía eléctrica; iii) desastres
naturales; iv) la revaluación del peso frente al dólar; v) el deterioro de la situación de los
establecimientos de crédito; vi) las actividades relacionadas con el manejo, aprovechamiento
e inversión de los recursos captados del público; vii) los servicios públicos de la seguridad
social y la atención en salud; y, por último, viii) la situación fronteriza con Venezuela.
3.2. Declaratoria. Este estado de crisis se declara mediante un decreto legislativo expedido
por el presidente de la República con la firma de todos los ministros, los cuales son de carácter
restrictivo, puesto que se limitan a aquellas facultades estrictamente indispensables para
remediar la crisis e impedir la continuación de sus efectos. Pueden derogar o reformar la
legislación preexistente y tienen vigencia indefinida, hasta tanto el poder legislativo dentro
del año siguiente a la declaratoria de emergencia podrá derogar, modificar o adicionar los
decretos de emergencia incluso en aquellas materias que ordinariamente son del Gobierno.
Pero en relación con aquellas que son de iniciativa de sus miembros, el Congreso podrá
ejercer dichas atribuciones en todo tiempo (artículo 215 C. P.).
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo constitucional 215 se pueden declarar varios
estados de emergencia en un mismo año, siempre y cuando no superen la limitación temporal
de los noventa días que se estableció como restricción temporal por dicha norma.
Las facultades del ejecutivo durante los estados de excepción implican un Gobierno no
arbitrario al estar sujeto a límites procedentes de las constituciones que disciplinan la forma
de ejercicio del poder y de los tratados internacionales que circunscriben su capacidad interna
de decisión. El uso del margen de discrecionalidad no puede ser sobrepasado ni excedido por
el Gobierno de turno, aunque parezca en sí mismo legítimo, de lo contrario aboca a un
riguroso y exhaustivo control político y jurídico. (Reyes & Rojas, 2020, p. 63)
3.3. Facultades del presidente. Como se anotó anteriormente estas facultades son
excepcionales, de carácter restrictivo, destinados a conjurar la crisis e impedir la
prolongación de sus efectos. En términos generales la Constitución en su artículo 215,
señala que los límites se manifiestan principalmente en los siguientes aspectos:
• Los decretos legislativos solo podrán referirse a materias que tengan relación directa
y específica con la situación que hubiere determinado la declaración del estado de
emergencia. De este modo, se pretende circunscribir el ejercicio de la potestad
excepcional de expedir normas con fuerza de ley a los problemas relacionados con la
declaratoria
3.4. Temporalidad de los decretos. Este estado de excepción se declara por periodos hasta de
30 días en cada caso, que sumados no podrán exceder de 90 días en el año calendario. Son
de carácter permanente, salvo los que establezcan impuestos o tributos, los que dejaran de
regir al término de la siguiente vigencia fiscal, excepto que el Congreso los transforme en
permanentes. El estado de emergencia, por tanto, no se podrá prorrogar como sucede con los
otros dos estados de excepción, y las declaratorias pueden ser continuas o discontinuas,
incluso puede darse el caso de declaratorias de emergencias conjuntas o variadas.
Así, por ejemplo, se podrá declarar el estado de emergencia por calamidad pública en alguna
zona del país y al siguiente día decretar la emergencia económica en todo el territorio
nacional por una crisis financiera, siempre y cuando no se supere el término de vigencia de
los estados de emergencia de noventa días en el año calendario a la que hemos hecho
referencia.
3.5. Control político. Los decretos legislativos que declaran el estado de emergencia
económica, social y ecológica, así como los decretos que contienen las medidas destinadas a
superar la crisis, se someten a un control político realizado por el Congreso de la Republica
y conforme al artículo constitucional 215, el Gobierno, en el decreto que declare el estado de
emergencia, convocara al Congreso si no se hallare reunido para los 10 días siguientes al
vencimiento de la declaratoria, y si no fuere convocado se reunirá por derecho propio, con
el propósito de examinar el informe motivado que le presentara el Presidente sobre las
razones que determinaron la declaración y las medidas adoptadas. El Congreso debe
pronunciarse expresamente sobre la conveniencia y oportunidad de las medidas adoptadas en
virtud de la declaratoria.
3.6. Control jurídico. Lo realiza la Corte Constitucional por mandato del parágrafo del
artículo 215 y numeral 7 del artículo 241 de la Constitución. Este control recae sobre el
decreto declarativo y sobre los que contienen las medidas y tiene las características de ser
posterior, automático, integral, definitivo, jurisdiccional, estricto y participativo. Para su
ejercicio es necesario considerar la Constitución Política, los tratados internacionales de
derechos humanos que hacen parte del bloque de constitucionalidad (art. 93 constitucional)
y la Ley 137 de 1994 (estatutaria de los estados de excepción -LEEE-).
• Si el Gobierno no cumple con este deber, el presidente de la Corte solicitará copia autentica
de los decretos a la Secretaria General de la Presidencia de la República, dándole 2 días de
termino y en subsidio actuará con fundamento en el texto que hubiere sido publicado.
• El estudio del decreto legislativo será repartido al magistrado sustanciador, quien ordenará
fijarlo en lista en la secretaria de la Corte por un término de 5 días, con el propósito de que
cualquier ciudadano pueda intervenir por escrito para defender o impugnar la
constitucionalidad del decreto.
• Posteriormente se remita al procurador general de la nación para que dentro de los 10 días
siguientes rinda concepto.
• Una vez que el procurador rinda concepto regresara al magistrado sustanciador, para que
dentro de los 7 días siguientes radique el proyecto de fallo en la Secretaria General de la
Corte.
• El proyecto de fallo radicado por el ponente será remitido a los restantes magistrados para
que en el término de 20 días profiera el respectivo fallo.
• Que se encuentre firmado por el presidente y todos los ministros. Esta exigencia
constitucional, ha sentado la Corte, busca que el Jefe de Estado y sus ministros estén
políticamente comprometidos con el contenido de la declaratoria del estado de emergencia y
sus desarrollos, atendiendo la responsabilidad política del Gobierno que se establece en el
texto superior.
TABLA DE REFERENCIAS
Corte Constitucional, Sala Plena (12 de agosto del 2020) Sentencia C-307/20. [MP. Luis
Guillermo Guerrero Pérez]
Corte Constitucional, Sala Plena (2 de octubre del 2002) Sentencia C802/02. [MP. Jaime
Córdoba Triviño]
Corte Constitucional, Sala Plena (20 de mayo del 2020) Sentencia C-145/20. [MP. José
Fernando Reyes Cuartas]
Tobón-Tobón, M. L., & Mendieta-González, D. (2017). Los estados de excepción en el
régimen constitucional colombiano. Opinión Jurídica, 16(31), 67-88.
https://doi.org/10.22395/ojum.v16n31a3