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CRIMINOLOGÍA.

Sesión vigésimo primera: PARTE IV. LOS PRINCIPALES


PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO.

Tema 2. Los principales programas de prevención del delito.


• Programas de prevención sobre determinadas “áreas geográficas”
• Programas de prevención del delito a través del diseño arquitectónico y
urbanístico
• Programas de orientación comunitaria
• Programas de prevención victimal
• Programas de inspiración político social
• Programas orientados a la reflexión axiológica
• Programas de orientación “cognitiva”
• Programas de prevención de la reincidencia
Bases de una moderna política criminal de prevención del delito.

Tema 2. Los principales programas de prevención del delito.


 Antonio García Pablo de Molina (Criminología. Una introducción a sus
fundamentos teóricos. 5ª Edición. Tirant lo Blanch. Valencia, 2005).

El éxito de la filosofía prevencionista.

La asunción de la prevención como nuevo paradigma supone un sustancial giro


criminológico y político criminal.

A su consolidación han contribuido dos factores:


- El fracaso del modelo represivo clásico,
o basado en una política penal disuasoria como única respuesta al delito.
• La comunidad científica ha tomado conciencia de las escasa
efectividad y los elevados costes sociales del modelo represivo.
▪ Se enfrenta tarde e inadecuadamente al fenómeno
delictivo.
▪ Olvida que política penal y política criminal no son lo
mismo.
- Las aportaciones sobre la realidad delincuencial que ha realizado el progreso
científico de diversas disciplinas.
o El crimen es un fenómeno altamente selectivo (sabe escoger el momento
oportuno, el espacio físico adecuado, la víctima propicia, etc.)
o Una información empírica fiable sobre las principales variables que
interactúan en la producción del delito abre la posibilidad de una
prevención eficaz.

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El progreso criminológico enrique nuestros conocimientos sobre el delito y
sugiere nuevas estrategias de prevención:
▪ Se amplia el círculo de destinatarios naturales (infractor potencial,
penado) al extender la intervención a otros protagonistas del
fenómeno delictivo (la víctima).
▪ Amplía los datos, factores y elementos que estima que pueden
converger de modo decisivo en el escenario criminal (espacio físico,
clima social, diseño arquitectónico, etc.)

En el soporte empírico que proporciona la Criminología se asienta la prevención


científica del crimen,
- alejada de una intervención arbitraria marcada por el voluntarismo político o el
despotismo.

Programas de prevención sobre determinadas “áreas geográficas”.

Estos programas operan sobre el factor “espacial”:


- Presentan una marcada inspiración “ecológica”.
- Parten del presupuesto doctrinal de la existencia en todo núcleo urbano
industrializado de un determinado espacio que concentra las mas elevadas tasas
de criminalidad (Escuela de Chicago).
o El espíritu reformista de los teóricos de la Escuela de Chicago sugirió una
actitud social de compromiso y de intervención por parte de los poderes
públicos en estas áreas deprimidas.
• Consideraban que de este modo se aliviarían los problemas
sociales.
• Lo que traería un refuerzo de los mecanismos e instancias de
control social.
• Y una correlativa disminución de los índices de delincuencia.

Cuestionamientos:
- Una política prevencionista que opere básicamente sobre el factor espacial
(sobre el área geográfica) asigna al medio físico una desmedida relevancia causal
en la génesis de la criminalidad.
o El espacio puede atraer, pero no crea el delito.
- Se trata de una política criminal que no previene el crimen; lo desplaza a otras
áreas o lo pospone.
- Este tipo de programas suponen el riesgo de constituir planes regresivos y
discriminatorios:
o El esfuerzo preventivo suele perder todo contenido social, adoptando un
cariz puramente policial y represivo.
• Prevenir significa entonces; controlar, vigilar, reprimir.
o Se controla, se vigila y se reprime exclusivamente a los habitantes de las
zonas consideradas como más conflictivas y peligrosas.
• Se acentúa el impacto selectivo y discriminatorio del control
social (con la coartada o el pretexto de una inteligente acción
preventiva).

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En términos de prevención primaria, un Estado social está obligado a volcar sus
esfuerzos a favor de las áreas geográficas deprimidas:
- Mejorando su calidad de vida, el bienestar de sus ciudadanos, los niveles de
salud, educación, cultura, servicios, infraestructuras, etc.
- Interesa una intervención social y comunitaria a través de prestaciones positivas:
o No de una estrategia disuasoria, represiva y policial.

Programas de prevención del delito a través del diseño arquitectónico y urbanístico.

Este tipo de programas se basan en la detección de correlaciones estadísticas entre


espacios concretos y determinadas manifestaciones delictivas.
- Se orientan hacia la reestructuración urbana y utilizan el diseño arquitectónico
para incidir positivamente en el hábitat físico y ambiental.
o Procuran neutralizar el elevado riesgos criminógeno o victimario de
determinados espacios.
o Pretenden modificar positivamente las actitudes y motivaciones de los
vecinos o habitantes de esos espacios.

Ha quedado demostrado que los factores arquitectónicos, urbanísticos y ambientales


inciden en la delincuencia ocasional:
- Esto ha dado lugar a que surja una concepción de prevención que pretende
intervenir en los escenarios criminógenos (edificaciones y anexos):
o Dificultando la comisión del delito mediante la interposición de barreras
físicas o simbólicas que supongan un incremento del riesgo de fracaso
para el potencial infractor.
o Fomentando actitudes positivas en el vecindario (de responsabilidad y
solidaridad): que son imprescindibles para mejorar el rendimiento del
control social informal.

Se trata de una arquitectura preventiva que aprovecha la selectividad espacio ambiental


del crimen urbano.

Los programas de prevención menos ambiciosos:


- Persiguen neutralizar la peligrosidad de determinados lugares (bombas de
gasolina, parques, pasajes, centros comerciales, etc.) incrementando las
medidas de control y vigilancia.
- Tienen un cariz netamente policial y represivo.
Otros, los más ambiciosos:
- Aspiran a una efectiva reestructuración del hábitat urbano.
o Reclaman mejoras de infraestructuras, servicios y equipamiento.
- Van más allá de la estrategia defensiva.
o Intentan conseguir un cambio en las actitudes individuales y en el modelo
de convivencia urbana.
o Reclaman un compromiso comunitario en la prevención del crimen.

No debemos olvidar que estos tipos de programas NO previenen el delito:

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- Dificultan su comisión o la desplazan hacia otros lugares.
- No son programas de prevención primaria:
o Las raíces del fenómeno delictivo permanecen intactas.
- Tienen una vocación represiva que tiende a imponerse.

Programas de orientación comunitaria.

Una de las tendencias más marcadas de la moderna Criminología empírica es el giro


comunitario:
- El crimen se define como “problema comunitario”
- La prevención como “prevención comunitaria”
- Y la intervención como “intervención comunitaria”

Asistimos a una transformación del modelo penal represivo clásico en un modelo de


integración social: orientado a una política criminal participativa.
- Anclada en una ideología de la inserción, la prevención, la individualización y la
participación de la comunidad.
- Prevención y comunidad son conceptos necesariamente interrelacionados.

Estos programas son los que asumen con mayor coherencia la naturaleza social y
comunitaria del problema criminal:
- Ensayan fórmulas proactivas, participativas y solidarias para su abordaje.
- La prevención tiene un contenido positivo (no estrictamente policial ni
netamente represivo).
o Implica una actitud de compromiso y responsabilización ente el
problema común: aglutina, integra, incluye.

La prevención comunitaria no debe confundirse con la implicación directa y vehemente


de los ciudadanos o entidades privadas en la lucha y el control de la comunidad:
- Estas prácticas pueden tender al establecimiento de modelos socialmente
regresivos, antigarantistas y proclives a los excesos.

Programas de prevención victimal.

La política criminal clásica trata de prevenir el delito:


- dirigiendo el mensaje disuasorio de la pena al infractor potencial (prevención
criminal),
- reinsertando al penado para que no vuelva a delinquir (prevención de la
reincidencia).

La política criminal moderna sugiere una intervención selectiva en los grupos y


subgrupos de víctimas potenciales que exhiben mayores riesgos de padecer los efectos
del delito (prevención victimal).

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La prevención victimal parte de una comprobación empírica realizada en el sector de los
seguros:
- El riesgo de victimización no se reparte de forma igual y uniforme en la
población.
- No es producto del azar, de la fatalidad.
- Se trata de un riesgo diferencial, calculable, cuya mayor o menor probabilidad
depende de diversas variables: personales, situacionales o sociales (relacionadas
con la propia víctima).
o Las “Tablas de riesgo” demuestran que hay colectivos humanos
especialmente propicios para convertirse en víctimas del delito.

Los programas de prevención victimal pretenden informar y concienciar a las víctimas


potenciales de los riesgos que asumen,
- fomentando actitudes maduras de responsabilidad y autocontrol
o en defensa de sus propios intereses.

Persiguen un cambio de mentalidad de la sociedad hacia la víctima del delito:


- Mayor sensibilidad y solidaridad con quienes padecen los delitos.

La estrategia más eficaz para conseguir estos objetivos es recurrir a las campañas:
- Campañas generales de los medios de comunicación:
o Persiguen cambios de actitudes, hábitos, estilos de vida y
comportamiento de la población en general.
- Campañas técnicas
o Se orientan hacia determinados colectivos y grupos de riesgo,
• particularmente vulnerables
• para alertarles
• sugiriendo medidas de prevención elementales.
- Campañas de orientación comunitaria.
o Van dirigidas al vecindario.
o Su propósito es lograr un mayor control del entorno a través de una
mayor implicación en la prevención del delito, que incremente los riesgos
para el delincuente.

Programas de prevención del delito de inspiración político social.

Nos referimos a programas destinados a:


- Luchar contra la pobreza.
- Lograr una real y efectiva igualdad de oportunidades.
- Alcanzar los máximos niveles de bienestar social y calidad de vida para la mayor
parte de la población.

Parte importante del crimen que padece una sociedad encuentra su base en los
conflictos profundos de esa sociedad:
- Una ambiciosa y progresiva Política Social se convierten en el mejor instrumento
preventivo de la criminalidad.

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o Puede intervenir en las causas últimas del problema del que buena parte
de la criminalidad es un mero síntoma o indicador.
Son auténticos programas de “prevención primaria”:
- Una sociedad más justa que asegure a todos sus miembros un acceso efectivo a
cotas satisfactorias de bienestar y calidad de vida reduce correlativamente su
conflictividad y sus tasas de delincuencia.
o Y los reduce del modo más justo y racional compaginando la máxima
efectividad con el menor coste social.

Lo que resulta problemático es la realización de efectivas evaluaciones de estos


programas:
- Porque operan a medio y largo plazo.
- Porque no es fácil establecer y verificar empíricamente las oportunas
correlaciones (aunque no se cuestiona su existencia).

Programas de prevención de la criminalidad orientados a la reflexión axiológica:


revisión de actitudes, valores y pautas sociales de comportamiento.

Partiendo del concepto de prevención primaria (intervención eficaz en las causas y


raíces últimas del problema):
- Parece incuestionable que los mejores resultados en el control no se obtienen
incrementando el rigor de la respuesta al delito (con penas más severas), ni
mejorando el rendimiento y efectividad del sistema legal, sino a través de una
acción positiva en el orden social.

El comportamiento humano hunde sus raíces en un entramado de actitudes,


expectativas, motivaciones y valores.
- Los valores constituyen el marco referencial básico que guía y orienta al
individuo.
o Los valores oficiales y los realmente vividos de una sociedad trazan su
perfil más representativo.
- Existe una correlación entre los valores sociales de una determinada comunidad
y la criminalidad que padece.

Los proyectos de prevención criminal a medio y largo plazo exigen una revisión profunda
del marco axiológico (de la tabla de valores sociales).
- Es necesario sustituir los valores sociales que sustentan comportamientos
individuales indeseados.
- O modificar determinados mensajes y actitudes que hacen posible una lectura
criminógena de esos valores.

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Programas de prevención de la criminalidad de orientación cognitiva (entrenamiento
y adquisición de habilidades cognitivas).

La adquisición de habilidades cognitivas ha demostrado ser una eficaz técnica de


intervención resocializadora:
- Aísla al delincuente de influencias criminógenas.
Ello nos hace supone que una temprana adquisición de esas habilidades evitaría que la
persona se involucre en comportamientos delictivos.

El fundamento (teórico y empírico) de la función preventiva del modelo cognitivo lo


encontramos en estudios realizados sobre menores y jóvenes en el ámbito de la
intervención familiar:
- Estos estudios corroboran la eficacia del entrenamiento con relación a conductas
desadaptadas que se asocian al comportamiento criminal (impulsividad,
agresividad, etc.)
En el ámbito escolar también se han ensayado diversos programas de este tipo:
- De toma de decisiones, de comunicación, de solución de problemas y conflictos
(..) con resultados positivos.

Programas de prevención de la reincidencia.

Contribuyen a la prevención del delito, pero esta no es su finalidad específica ni


inmediata.
- Se dirigen al infractor penado y pretenden que no vuelva a delinquir,
o que no consolide su estatus de desviado.

Son programas de prevención terciaria: tratan de evitar la reincidencia del infractor, no


de prevenirla.

a) Programas que articulan mecanismos alternativos a la intervención del sistema


legal o que la mitigan.
o Sugieren reemplazar la intervención del sistema legal por otros
mecanismos que eviten su impacto criminógeno.
• La intervención de las instancias oficiales del control social formal
es siempre negativa, estigmatizadora, pues genera la carrera
criminal del infractor sellando ritualmente su condición de
desviado.
b) Programas de intervención.
Este grupo de programas pretende producir un efecto resocializador en el
penado:
o Con el objeto de que no reincida.
La finalidad específica de la intervención es pedagógica o terapéutica, no
preventiva (el impacto preventivo se produce de forma mediata).

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BASES DE UNA MODERNA POLÍTICA CRIMINAL DE PREVENCIÓN DEL
DELITO.

1. El objetivo último de una eficaz política de prevención no es erradicar el crimen,


sino controlarlo razonablemente.
2. El control de la criminalidad en el Estado social y democrático de Derecho no
justifica el empleo de cualquier tipo de programas; no se legitima el elevado
coste social que implican determinadas intervenciones.
3. Prevenir significa intervenir en la etiología del problema criminal, neutralizando
sus causas (es más que disuadir u obstaculizar).
4. La efectividad de los programas de prevención debe plantearse a medio y largo
plazo.
5. La prevención debe contemplarse como prevención social y comunitaria.
6. Implica prestaciones positivas; aportaciones y esfuerzos solidarios que
neutralicen situaciones carenciales, conflictos, desequilibrios o necesidades
básicas.
7. La prevención científica y eficaz del delito presupone una definición más
compleja y matizada del escenario criminal y de los factores que interactúan en
él.
8. También la prevención de la reincidencia contribuye a la prevención del delito.
Pero, mejor que prevenir más delito, es producir o generar menos criminalidad.

Píldora de conocimiento: La prevención del delito desde la perspectiva de la


criminalística.
https://youtu.be/qvfMLrQBW5o

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