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Este documento describe diferentes enfoques para la prevención del delito. Explica que la prevención del delito involucra a actores como la policía, el sistema de justicia penal y la comunidad. También describe tres tipos de prevención (primaria, secundaria y terciaria) dirigidas a diferentes grupos. Finalmente, discute dos modelos de prevención: la prevención social, que se enfoca en las causas subyacentes de la delincuencia, y la prevención situacional, que intenta reducir las oportunidades para cometer delitos.
Este documento describe diferentes enfoques para la prevención del delito. Explica que la prevención del delito involucra a actores como la policía, el sistema de justicia penal y la comunidad. También describe tres tipos de prevención (primaria, secundaria y terciaria) dirigidas a diferentes grupos. Finalmente, discute dos modelos de prevención: la prevención social, que se enfoca en las causas subyacentes de la delincuencia, y la prevención situacional, que intenta reducir las oportunidades para cometer delitos.
Este documento describe diferentes enfoques para la prevención del delito. Explica que la prevención del delito involucra a actores como la policía, el sistema de justicia penal y la comunidad. También describe tres tipos de prevención (primaria, secundaria y terciaria) dirigidas a diferentes grupos. Finalmente, discute dos modelos de prevención: la prevención social, que se enfoca en las causas subyacentes de la delincuencia, y la prevención situacional, que intenta reducir las oportunidades para cometer delitos.
1.- UNA VISIÓN INTEGRAL DE LA PREVENCIÓN DEL DELITO
Para prevenir la delincuencia, la criminología estudia los diversos tipos de delito y aporta 2 tipos de conocimiento. Por un lado, un conocimiento general basado en las teorías criminológicas y, por el otro, un conocimiento específico referidos a formas concretas de delincuencia. El delito es una actividad pautada que tiene lugar en un espacio y un tiempo definidos, con unos objetivos claros y unas víctimas determinadas. La reducción de la delincuencia no es tarea sólo del sistema penal, sino también de las distintas políticas de prevención que adoptan los parlamentos y el Gobierno. Estas políticas están diseñadas específicamente para un tipo de delincuencia en concreto. Por ejemplo, para prevenir la corrupción y el abuso de la fuerza por parte de los funcionarios, se aplican unos controles en la Administración Pública, para prevenir el alcoholismo y la drogodependencia se aplican políticas de sanidad pública… Peeters diseña un modelo denominado ‘’giro preventivo’’, en el que distingue 3 fases: ● 1a fase: Se pone énfasis en la prevención penal y policial. Es una etapa destinada a los delitos. ● 2a fase: A las prevenciones anteriores se les suma la prevención de carácter administrativo. Se concentra en determinados colectivos y requiere una movilización de todas las políticas de prevención y una mayor presencia de la policía en las calles. Es una etapa destinada a los actos incívicos en la vía pública. ● 3a fase: Las autoridades públicas muestran mayor discrecionalidad y la prevención se libera de las restricciones impuestas en la 1a fase por las autoridades judiciales. a. Los actores Las políticas de prevención del delito tienen como objetivo reducir y/o gestionar la delincuencia. La elección de una política u otra conlleva opciones éticas pero cada una presenta una serie de dificultades y costes. Para empezar, en ocasiones no hay medios suficientes o hay una falta de coordinación entre los distintos agentes que deben intervenir. La prevención del delito se puede clasificar en diversos tipos siguiendo estos criterios: ● Quién realiza la prevención ● A quién va dirigida ● Qué modelos de prevención existen i. Prevención penal Prevención realizada por los agentes de la justicia penal a través de las penas. Estas penas son un arma de prevención de todas las sociedades porque el castigo que se impone a una persona intimida a toda la población (prevención general) o porque afecta a la persona castigada reformándola, intimidándola o incapacitándola (prevención específica). La imposición de penas tiene una larga lista de pros y contras ya que, a la hora de castigar un delito, se tienen muchos más aspectos en cuenta y las penas sólo aportan otro motivo para que la gente no delinca. Además, los castigos son un símbolo que tiene mucho impacto sobre las personas (la gente no delinque por miedo al castigo que le impongan). La prevención penal presenta unos costes muy altos y requiere que exista un sistema penal, que haya un proceso, un juicio, que existan unas instalaciones (cárceles, sobretodo)... y, por ese motivo, los gobiernos optan por otras medidas que no sean la pena de prisión como, por ejemplo, las sanciones o multas (que son más rápidas). De hecho, en España, tan sólo un 2% de los delitos cometidos finaliza con una condena. ii. Prevención policial La policía, por su mera presencia y/o por su actuación, es capaz de conseguir que se reduzca la delincuencia. Por ejemplo, en un estudio criminológico, se concluyó que la mayoría de los jóvenes tenía miedo de ser detenido en público porque se podían enterar sus padres, amigos, profesores... más que por la pena que les podía caer. A partir de los años 80, el factor clave para reducir la delincuencia y mejorar la calidad de vida de las personas en los distintos barrios era la policía comunitaria. Sin duda, la policía más eficiente es la que está más en contacto con la comunidad ya que, de esta manera, se conocen mejor los problemas de las personas, los vecinos dan más información a la policía y se incrementa su legitimidad (importante para conseguir que la gente respete la ley). La presencia de la policía es importante para la prevención de los delitos. Por eso, en aquellos barrios donde no hay una intervención policial, un Estado social y unas políticas sociales, suele haber más delincuencia (generalmente hurtos y robos) y esto provoca un aumento del sentimiento de inseguridad entre los ciudadanos. Además esta ausencia policial puede dar a entender que aquellas personas que viven en esos barrios “no importan”. Sin embargo, la policía se siente más llamada a luchar contra delitos mayores como el crimen organizado, el terrorismo, delincuencia transnacional y global. Esto comporta un ligero desinterés hacia la delincuencia pequeña y actos incívicos y hace que se olvide el trabajo que lleva a cabo con su presencia, su visibilidad en el espacio público y su contacto con la población. Por esto, se ha afirmado que una de las mayores ventajas del modelo “tolerancia cero” en NYC fue que permitió combinar la represión de los actos incívicos con la prevención de delitos porque se observó que había una correlación entre las zonas que sufrían pequeña delincuencia y delitos mayores. i. Prevención comunitaria A veces, está valorada positivamente porque implica una participación por parte de los individuos de la sociedad pero, otras veces, está valorada negativamente porque se delegan en la comunidad la tarea de reducir el delito en sus zonas. La prevención comunitaria engloba: ➢ Movilización de los recursos sociales de los que dispone la sociedad (ayuda social, formación profesional, salud mental...). Cuando alguien ha estado en el sistema penal o en riesgo de exclusión social, se procura siempre reintegrarse en la sociedad. ➢ Elaboración de programas para mejorar las condiciones de vida de aquellas personas que vivan en barrios desfavorecidos, desestructurados y deteriorados (barrios pobres). Estos programas implican a los residentes y movilizan los recursos para mejorar la vida de esa comunidad. ➢ Neighborhood watch: Vecinos que vigilan los barrios y avisan a la policía si ven extraños. El problema con este tipo de vigilancia es que hay barrios que están demasiado desestructurados y pobres como para prevenir el delito y, por eso, necesitan una intervención gubernamental. b. ¿A quién va dirigida? i. Prevención primaria Campañas que se dirigen a toda la sociedad en general. Busca cambiar los valores culturales y las creencias y conseguir que un determinado comportamiento sea percibido como inofensivo. La intervención se dirige a alterar estas condiciones para que el delito no se cometa. ii. Prevención secundaria Prevención dirigida a grupos específicos de riesgo. Consiste en realizar algún tipo de intervención para evitar que estos colectivos cometan un delito. Este tipo de intervención puede ser más eficaz que la prevención primaria porque, al dirigirse a un colectivo en concreto, puede transmitir el mensaje de manera más precisa. iii. Prevención terciaria Se dirigen a las personas que ya han delinquido y que están condenadas para que no reincidan. Son impuestos por los jueces penales y son obligatorios, a no ser que la persona los realice de forma voluntaria después de cumplir su condena. Ej.: Tratamientos cognitivo-conductuales para conseguir un cambio en las creencias, actitudes y comportamientos de los condenados. Programas de desintoxicación (drogas y alcohol). c. Modelos de prevención Se critican las teorías criminológicas porque estas pretenden alterar la motivación y asumen el mismo factor como relevante para todos los tipos de delincuencia y se concentran solo en la delincuencia hecha por aquellas personas que están en riesgo de exclusión social. Frente a este modelo (prevención social) se opone el estudio de los factores situacionales que precipitan la comisión de delitos (prevención situacional). En este modelo de prevención se pretende incidir sobre las oportunidades físicas para que el delito no se lleve a cabo porque se dificulta o se obstaculiza la posibilidad. Opta por intervenir en las zonas en que se cometen los delitos que se pretenden prevenir. Se basan en un diseño ambiental y comprenden una serie de medidas concretas que impiden la comisión del delito (ej.: cámaras de seguridad). CRÍTICAS: Por un lado, no se ocupan de las causas últimas de la delincuencia sino que se pretende incidir sobre el espacio donde ocurre el delito. Por otro lado, se duda si lo anterior es suficiente o sólo consigue desplazar el delito a las zonas con menos recursos y con menos protección. Es cierto que la prevención situacional no pretende alterar las causas estructurales de la delincuencia pero también es cierto que no todos los delitos están vinculados con la pobreza. Por lo tanto, si se incide sobre la oportunidad y se dificulta la comisión del delito, algunas personas podrán buscar otra forma de delinquir pero también puede ser que se elimine la motivación inicial. 2.- PLANES DE PREVENCIÓN Y SEGURIDAD Actualmente, muchos ayuntamientos han puesto en marcha diversos planes de seguridad para reducir la delincuencia en una determinada área e incrementar el sentimiento de seguridad ciudadana. Parten de la hipótesis de que el desorden de un área influye en la tasa de delincuencia. Por lo tanto, se preocupan más por los comportamientos que dan una imagen desfavorable y de deterioro urbano (desorden) y que no necesariamente tienen que ser criminalizados (ej.: prostitución, venta ambulante, botellones...). Estas conductas crean sentimientos de inseguridad que provocan que la comunidad se retraiga y deje de ejercer el control social y esto da como resultado un territorio en el que es más sencillo cometer un delito. En conclusión, si se consigue disminuir el desorden social en una zona e incrementar el sentimiento de seguridad, se conseguirá también disminuir la delincuencia. En segundo lugar, los avances tecnológicos y la introducción de programas informáticos han facilitado mucho la preparación de los planes de intervención y seguridad. Por ejemplo, el NYPD ha desarrollado un programa informático que realiza mapas cartográficos de la delincuencia. Estos mapas permiten analizar las zonas donde más se delinque (hot spots). Además, se analiza la frecuencia, la naturaleza de los delitos, la victimización... Este modelo también se ha extendido a otros países peor aún no ha sido evaluada para comprobar su éxito. Además, se analiza la frecuencia, la naturaleza de los delitos, la victimización... Este modelo también se ha extendido a otros países pero aún no ha sido evaluado para comprobar su éxito. En España, desde las reformas del Código Penal en 2010 y de la LO 1/2015, se ha centrado mucha atención sobre los programas de prevención de delitos en personas jurídicas (programas de compliance penal). Se llevan a cabo análisis de riesgo de incumplimiento y establecimiento de medidas preventivas y de detección (canal de denuncias y sistema disciplinario interno) y los órganos de gobierno y de la dirección deben impulsarlos en una “cultura del cumplimiento”. El fin de estos programas es evitar que las personas jurídicas cometen delitos, impedir que infrinjan normas administrativas, de protección de datos y fomentar la buena reputación de las organizaciones.
3.- EVALUACIÓN DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DE PREVENCIÓN
Para Tilley, los programas de prevención deben recoger los datos sobre un delito en particular, analizar las condiciones que facilitan la comisión, estudiar las formas que permitan bloquearlo, aplicar las más convenientes y supervisar y evaluar la experiencia. A la hora de elaborar y aplicar un plan de prevención nos podemos encontrar con muchas dificultades ya que implica a mucha gente e instituciones, se tropieza con muchos intereses de diversos agentes y se deben superar muchos obstáculos. Además, la llevada a cabo se deja a la discrecionalidad de quienes están a cargo de su aplicación. En consecuencia, siempre es posible que cuando se aplica un plan falle algún elemento y se concluya que no fue bien aplicado. La evaluación no es siempre técnica (reunión de la información, elaboración de conclusiones y presentación de recomendaciones) ya que también implica un acto normativo ya que sugerir la mejor política no se puede separar de unos valores u otros y eso provoca que sea imposible hacer una evaluación totalmente objetiva y neutra. Tilley también propone diversas maneras de evaluación. Una de ellas es el experimento natural o cuasi experimento pero advierte que, dadas las dificultades que se presentan, lo único posible es la evaluación de “antes y después” o sólo la del “después” de la intervención. Finalmente, en España, esta cultura de la evaluación es muy escasa tanto antes como después de la introducción de una medida de prevención. Es necesario que los programas de prevención y los efectos de las penas se evalúen.
4.- TIPOS DE DELINCUENCIA
Actualmente, los criminólogos contemporáneos coinciden en que se debe aplicar un modelo de prevención de la delincuencia mucho más específico. No significa que las teorías criminológicas generales no sean válidas, sino que estas se deben complementar con los estudios y conocimientos específicos de los distintos tipos de delito. a. Delincuencia violenta La delincuencia violenta puede ser diferente según si consideramos violentos los medios o también lo que conlleva un resultado de muerte. Quizá deberíamos incluir las muertes como consecuencia de los delitos contra la seguridad vial, de las infracciones de las normas de seguridad en el trabajo o de los delitos contra la salud de los consumidores. Aun así, muchos de los casos de homicidio se han decidido estudiar en categorías diferentes (violencia de género, terrorismo, narcotráfico, genocidio...). En EEUU, la delincuencia violenta letal es el mayor problema y ocupa gran parte de la atención de los criminólogos. Mientras tanto, en España, este tipo de delitos sólo representan un 7% de los casos de delincuencia pero son los más difundidos y los más tratados por los medios de comunicación. a. Agresiones sexuales Representa un 1% de toda la delincuencia registrada en España. Es un tipo de delincuencia que genera gran preocupación y está muy presente en los medios de comunicación, sobretodo en la actualidad. En España, se distingue entre agresiones sexuales (cometidas con violencia) y abusos sexuales (cometidos sin violencia). También se distingue entre los casos cometidos por extraños y aquellos cometidos por un familiar de la víctima (son los más numerosos). Actualmente, en los casos de agresiones sexuales, también se estudian los abusos a menores y el uso de Internet para perpetuarlos. Para explicar este tipo de delincuencia, se recurre a la teoría biológica o psicológica para estudiar la personalidad de los agresores y determinar si están enfermos. Aun así, es poco probable que el que haya cometido este delito se le considere como un enfermo o inimputable y se le exima de la pena. Además, también es necesario estudiar otros factores como los valores culturales. Debemos mencionar que las agresiones sexuales no ocurren de la misma manera ni con la misma frecuencia en todos los países del mundo y la mayoría de las víctimas suelen ser mujeres. El sistema penal responde a este tipo de delincuencia mediante diferentes programas de tratamiento para los delincuentes en las prisiones, medidas penales alternativas, penas de prisión con posterior privación o restricción de libertad, supervisiones después de la condena... Por otro lado, también son importantes las medidas de apoyo a la víctima que permiten disminuir el daño del delito. Hay mucha preocupación ciudadana sobre este tipo de delincuencia pero las tasas de reincidencia en este tipo de delito son bajas. También se intenta evitar la victimización secundaria (permitir que la víctima denuncie o no). b. Delincuencia común Ocupa la mayor parte del tiempo y de los recursos de la policía y son: ● Delitos contra la vida, la integridad y la libertad de las personas ● Delitos contra el patrimonio: se lleva a cabo en lugares públicos, tiene menor gravedad pero es más frecuente, afecta de forma visible a mucha gente. ● Lesiones ● Agresiones sexuales ● Tráfico de drogas Podríamos pensar que la delincuencia común es más grave por diversos motivos: ● Se comete en la calle ● Está cometida por personas vinculadas a la exclusión social y a las que atribuimos al peligro para la estabilidad del orden social ● Hay una amenaza latente de violencia Los medios de comunicación y el sistema penal les ofrecen mucha atención. c. Delincuencia de ‘’guante blanco’’ Es cometida por aquellas personas en situación de poder. Está vinculada a la teoría de la asociación diferencial y a la teoría de las subculturas. Tanto las estadísticas oficiales como las encuestas de victimización no recogen estos indicadores. Además, el sistema penal no es lo suficientemente eficaz como para perseguir a estos delincuentes poderosos. Todo esto es debido a que este tipo de violencia es muy complejo, tiene poca visibilidad y hay poca visibilidad. Además, los ciudadanos tampoco son conscientes del daño social que estos delitos provocan en general. Los tipos de delitos de “guante blanco” son: ● Delincuencia corporativa ● Delincuencia económica ● Corrupción ● Lavado de dinero ● Delincuencia ocupacional... a. Delincuencia organizada Comprende todos aquellos delitos como el tráfico de drogas, de armas, de personas, lavado de dinero, terrorismo... Designa a los comportamientos delictivos cuando se sitúan en el mundo de la economía ilegal. Según Levi, hay delincuencia grave que produce grandes beneficios y se realiza en más de un Estado. b. Delincuencia juvenil Es un tipo de delincuencia determinada por la edad. Los delincuentes son gente joven y en la mayoría de los casos, cuando la persona crece abandona este tipo de delincuencia pero hay algunos casos en que ésta persiste a lo largo de la vida del delincuente y el objetivo de los criminólogos es averiguar por qué. Diversos estudios han elaborado una lista extensa de factores de riesgo: ● Factores individuales: edad, inteligencia, capacidad de autocontrol... ● Factores familiares: abusos, malos tratos, abandono... ● Factores escolares: fracaso escolar, amistades con delincuentes... ● Factores sociales: pobreza, área de residencia... El conocimiento de estos factores de riesgo es muy importante porque nos permite predecir si se va a cometer un acto delictivo e intervenir. Para determinar si una persona deja la delincuencia cuando supera la etapa de la juventud o sigue siendo delincuente toda su vida, hablamos de las “ventanas de oportunidad” como encontrar una pareja, el matrimonio, tener hijos, conseguir un puesto de trabajo... Cuando se presentan estas oportunidades, el delincuente puede decidir, y decide, dejar las actividades delictivas y organizar su vida sin delinquir. Otros criminólogos también han estudiado este fenómeno y han concluido que otros factores que producen la delincuencia juvenil son: ● Frustración por no tener acceso a oportunidades ● Sentimiento de agravio por la discriminación que sufren ● El papel de los medios de comunicación ● El rol del género ● La falta de atención policial en los barrios marginales con mucha delincuencia También se estudian los factores protectores como la familia, la escuela, las redes sociales establecidas a través de los trabajadores sociales, los mediadores y líderes vecinales o religiosos, y una policía legítima que responde en colaboración con la comunidad,que permiten explicar por qué en algunos barrios los conflictos no se producen. c. Violencia contra las mujeres Es un tema de estudio relativamente reciente. Recibe muchos nombres. Para empezar, la violencia doméstica se lleva a cabo en el hogar e incluye la violencia contra la mujer, entre parejas, contra los hijos y contra los padres. Sin embargo, el término más utilizado es “violencia de género” ya que en este caso se enfatiza que la víctima mayoritaria de la violencia es la mujer “por el hecho de ser mujer”. La violencia de género abarca el estudio de numerosos tipos de violencia contra la mujer (agresiones sexuales, acoso sexual, trata de mujeres, mutilación genital, homicidios, matrimonios forzosos...). Por último, ha existido mucha polémica acerca de si la prostitución debería considerarse como violencia de género o no. En el caso de España, especialmente desde 2004, se han desarrollado muchos programas de prevención contra los homicidios y los malos tratos contra la mujer en las relaciones de pareja. Estos se han centrado básicamente en la creación de unidades especiales de policía y juzgados, imposición de un gran número de condenas a prisión para los agresores, creación de programas de tratamiento para los agresores, programas de protección de víctimas...
5.- DATOS SOBRE LA DELINCUENCIA EN ESPAÑA ¡¡VER PÁG. 99-100!!