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1. DEFINICIÓN DE SALUD:
Mundo clásico (Antigua Grecia): Mente (alma) y cuerpo estaban unidos, de tal
manera que se influían mutuamente. Si estoy sano, ambas partes deben estar sanas.
Hipócrates (Tª de los humores), principal representante de la tradición, decía que la
salud era el resultado de un estado de armonía entre el propio individuo (interior) y su
contexto (exterior), siendo la enfermedad lo que rompía con dicha armonía por causas
naturales (naturaleza biológica, conducta y personalidad del individuo). Por otro lado,
en China mucho antes se decía que la enfermedad aparecía cuando se rompía el
balance de unas fuerzas, es decir, cuando el cuerpo sufría mucho frío o calor, un
contratiempo emocional, etc. Desde esta perspectiva, mente y cuerpo están
indisolublemente unidos y la salud física se ve influida por las emociones y conductas
de las personas. Esta visión sigue vigente aún hoy en día en la medicina china actual.
Edad Media: Visión más dualista del ser humano, en la que la mente y el cuerpo son
independientes y diferentes. En cada persona hay un espíritu eterno que vive dentro de
un cuerpo finito. A esto se le denomina enfoque espiritualista. Este enfoque se hizo
cada vez más dominante debido al poder creciente de la Iglesia Católica. Su influencia
en la práctica médica fue tal que, en el año 1139, el Papa Inocencio II dictó la norma
de que los sacerdotes no utilizasen medicina como tal para curar: la enfermedad era
vista como el resultado de la violación de una ley divina, y la curación como resultado
de la fe y arrepentimiento del pecado. Pecado: patógeno; absolución:terapia.
1300-Hasta ahora: Durante el Renacimiento comenzó una revolución cultural y
científica (positivismo), lo cual posibilitó la aparición, consolidación y primacía del
modelo biomédico. Este modelo se basaba en el Dualismo Cartesiano de René
Descartes: mente (alma) y cuerpo están separados: mientras el cuerpo era solo una
realidad física, la mente era una realidad espiritual. La enfermedad sería, entonces, el
resultado de un fallo de la máquina (cuerpo), siendo el médico, (tal y como lo haría un
mecánico) el encargado de solucionar dicho fallo. La salud y la enfermedad son
cuestiones bioquímicas, omitiéndose los factores sociales o psicológicos.
Las enfermedades crónicas no se pueden curar, pero sí tratar. Las causas de estas
enfermedades son múltiples, y entre sus determinantes están los “estilos de vida”. No hay
causa directa: una emoción no provoca cáncer.
Las emociones tienen un correlato fisiológico. Por estar deprimido no voy a tener un cáncer.
Conclusión: Las emociones influyen, pero no provocan.
- Infancia: No se tiene una correlación causal de la salud, pues se cree que una
persona enferma de forma mágica, sin saber las verdaderas razones. Empiezan a
plantearse preguntas sobre la enfermedad. Menores de 7 años piensan en magia; de 8
a 11 años piensan en la aparición causal.
- Adolescencia: Interrelación mente-cuerpo. Aparece el papel del estrés, causas de las
enfermedades. Ya es frecuente que los niños hagan elaboraciones de otro tipo. Por
ejemplo, explicar que el hecho de estar nervioso por estar en épocas de exámenes me
produce dolor de cabeza (más de lo normal). Tengo migrañas y, al estar de exámenes,
los dolores aumentan.
- Edad adulta: Tiene un papel más responsable y activo, es decir, se adquieren más
responsabilidades y se pone en marcha la información que se tiene. Las enfermedades
crónicas son vividas como inesperadas.
- Vejez: La discapacidad física es percibida como tener una mala salud. Existe una
peor adherencia (cumplimiento de la prescripción médica), es decir, si te tienes que
tomar 50 pastillas al día, es más difícil que te las tomes todas, al contrario de si te
tienes que tomar 1 al día.
- Modelo biopsicosocial:
Este modelo fue elaborado por Engel (1977) y representa un intento de integrar los
tres factores: biológicos (genéticos, virus, bacterias o lesiones), psicológicos
(conductas, creencias o estilos de afrontamiento del estrés) y sociales (el empleo o la
clase social).
Finalmente, este modelo adopta una perspectiva holística que, en el mundo occidental,
se fraguó a lo largo del siglo XX y en virtud de la cual se sostiene la continua
interacción entre la mente y el cuerpo. No es sólo que la enfermedad pueda tener
consecuencias psicológicas, sino que los factores psicológicos pueden contribuir al
desarrollo y mantenimiento de algunas enfermedades (dimensión social).
El conocido aforismo que a finales del siglo XIX pronunció Claude Bernard: «no hay
enfermedades sino enfermos» es, quizás, el mejor resumen de este enfoque sobre la
salud.
- Medicina conductual:
El término «medicina conductual» fue utilizado por primera vez en 1973 apareciendo
en el título del libro Biofeedback: Behavioral Medicine (Birk, 1973). Se presenta este
término como un sinónimo y complemento del biofeedback y se reconoce así la
importancia que tuvo el biofeedback en el nacimiento de esta disciplina. No obstante,
el término equivalente en el ámbito infantil behavioral pediatrics ya había sido
empleado en 1970 en un artículo sobre los factores conductuales en la etiología y el
curso de la enfermedad somática en el contexto hospitalario.
Tal y como expresa el concepto, la medicina conductual nace como una extensión de
la tradición teórica conductista, por lo cual su preocupación principal fueron las
conductas de salud y enfermedad, las contingencias que las mantienen y los cambios
necesarios que habría que operar en las mismas para modificar dichas conductas. En la
práctica clínica, la medicina conductual emplea las técnicas de modificación de
conducta para la evaluación, prevención y tratamiento de la enfermedad física o
disfunciones psicofisiológicas, además de la utilización del análisis funcional de la
conducta para la comprensión de las conductas asociadas a los trastornos médicos y
problemas en el cuidado de la salud.
En base a esta formulación dos son las diferencias fundamentales que se pueden
enfatizar entre la psicología de la salud y la medicina conductual. En primer lugar, en
la medicina conductual se pone el acento en su naturaleza interdisciplinaria, frente a la
psicología de la salud que se presenta como una rama de la psicología y, en segundo
lugar, mientras que la medicina conductual parece centrarse en el tratamiento y
rehabilitación de la enfermedad, la psicología de la salud se preocupa, especialmente,
del ámbito de la promoción de la salud. Es por ello, quizá, que el término medicina
conductual suele ser utilizado por los investigadores y clínicos que trabajan en el
ámbito médico (hospitales, facultades de medicina, etcétera), mientras que el término
psicología de la salud suele ser asumido por los psicólogos que se dedican a la
investigación dentro de los distintos departamentos de las facultades de psicología. No
obstante, en el trabajo profesional cotidiano ambos términos no están tan distantes
como las discusiones conceptuales a veces dan a entender y, de hecho, la mayor parte
de los psicólogos que trabajan en el campo de la conducta, la salud y la enfermedad
combinan los elementos de ambas disciplinas.
Diferencias:
- Psicología de la salud:
Ejemplo: insulina: una chica se tenía que pinchar insulina en clase, sin embargo, los
compañeros se reían de ella. En consecuencia, la niña decidió dejar de pincharse para que los
compañeros dejasen de burlarse de ella: la salud está en peligro a causa de la falta de apoyo
social.
- Psicopatología
6. CONCEPTOS:
- Epidemiología
- Colectivismo e individualismo