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La psicología de la salud 1

1. APROXIMACIÓN HISTÓRICA indisociable mente-cuerpo diferente de la mera


A LOS CONCEPTOS DE SALUD suma de esos elementos, suele conllevar un énfasis
Y ENFERMEDAD en lo que la persona puede hacer para mantener su
salud, tal como ocurrió en Grecia y en China o como
El nacimiento de la psicología de la salud habría en la actualidad propone el modelo biopsicosocial
que situarlo en un contexto en el cual, a pesar de de la salud. Por el contrario, el dualismo implica
los espectaculares avances que se han vivido dentro una visión de la salud como algo que viene dado y
del campo de la medicina y la farmacoterapia, se en la que se pone menos énfasis en la importancia
ha puesto de relieve que la salud no es sólo cuestión de los comportamientos saludables que en los tra-
de una tecnología que permita reparar los sistemas tamientos de las enfermedades, tal como en la ac-
biológicos del organismo cuando estos fallan, sino tualidad se desprende del modelo biomédico.
que ésta también depende de todo aquello que la
persona puede hacer para prevenir la enfermedad y
1.1. La relación mente-cuerpo
promover el bienestar. En este mismo sentido, la
OMS ( 1948) ya definió la salud no sólo como ausen- Un breve repaso a la historia nos permitirá ob-
cia de enfermedad, sino como un estado de bienes- servar cómo el modo de entender la salud que pro-
tar físico y psicológico. pone Ja psicología de la salud está esbozado for-
A lo largo de la historia y en todas las culturas, malmente en culturas muy distintas a Ja nuestra. En
siempre se han reconocido y enseñado comporta- la antigua Grecia se consideraba que la mente y el
mientos muy distintos y a veces contradictorios para cuerpo estaban esencialmente unidos, de tal mane-
potenciar la salud. Baste pensar, por ejemplo, en ra que se influían mutuamente. Hipócrates es, pro-
los cambios en las recomendaciones dieté~icas que bablemente, el mejor representante de esa tradición.
se han efectuado en el mundo occidental en las La salud, según él, era la resultante de un estado de
últimas décadas en relación al valor nutricional de armonía del individuo c.onsigo mismo y con el
determinados alimentos. exterior, mientras que la enfermedad devenía de la
Esas recomendaciones sobre lo que hay hacer ruptura de esa armonía por causas naturales. Dentro
para llevar un estilo de vida saludable, vienen de- de dichas causas no sólo incluía las de naturaleza
terminadas, en gran medida, por el modo en que biológica, sino también las relativas al comporta-
cada cultura ha entendido la relación mente-cuerpo. miento del individuo y su «personalidad». Mucho
Dicha relación, a lo largo de la historia de las civi- antes, en China, también se desarrolló una concep-
lizaciones, ha ido balanceándose desde una pers- ción naturalista de la salud. Esta aproximación
pectiva holística a una visión dualista. La primera, evolucionó de un modo independiente a las nocio-
que supone asumir que el ser humano es un todo nes desarrolladas en el mundo occidental. El con-

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cepto clave es el balance de fuerzas. La enfermedad René Descartes (1596-1656). Descartes planteó que
aparece cuando se rompe el balance de esas fuerzas lo físico y lo espiritual son dos realidades separadas;
opuestas, por ejemplo, cuando el cuerpo sufre mu- mientras que el cuerpo pertenecería a la realidad
cho calor o mucho frío, o cuando se sufre un acon- física, la mente sería una realidad espiritual. De
tecimiento emocional o se produce un desequilibrio acuerdo con esta visión, el cuerpo sería como una
en la dieta. Desde esta perspectiva, mente y cuerpo máquina que podría ser analizada en términos de
están indisolublemente unidos y la salud física se sus partes constituyentes y entendida, así, en tér-
ve decisivamente influida por las emociones y con- minos mecánicos. La enfermedad sería, entonces,
ductas de las personas. Esta visión sigue vigente el resultado del fallo de algún elemento de la má-
aún hoy en día en la medicina china actual (Pachu- quina y, al igual que haría un mecánico, el trabajo
ta, 1989). del médico sería el de diagnosticar dicho fallo y
Durante la Edad Media se produjo un giro en reparar la maquinaria. Desde esta perspectiva, la
esta concepción naturalista de la salud en el mundo salud y la enfermedad pasan a ser vistas como una
occidental hacia una visión dualista del ser humano cuestión meramente bioquímica, omitiéndose la
según la cual, dentro de cada persona, hay un espí- importancia de los factores sociales o psicológicos.
ritu eterno que vive dentro de un cuerpo finito. Este Este planteamiento dualista, que con el tiempo ha
enfoque espiritualista se hizo cada vez más domi- llegado a ser dogma oficial de la naturaleza huma-
nante debido al poder creciente de la Iglesia Cató- na (Ryle, 1949), fue admitido muy prontamente por
lica en todos los ámbitos de la sociedad en esa la Iglesia Católica, ya que el avance científico de-
época. Su influencia en la práctica médica era tal jaba de ser un peligro para sus dogmas y para el
que, en el año 1139, el Papa Inocencio U dictó una poder social que ejercía. El espíritu y la mente
norma por la que prohibía a los sacerdotes dispen- pasaban a ser entendidos como algo inmaterial, no
sar medicina, con objeto de que se dedicaran más sujeto a las leyes del mundo físico a las que estaba
intensamente a las prácticas propias de su ministe- sometido el cuerpo. Esta perspectiva de la realidad
rio (Shelton, Anastopoulos y Elliot, 1991). La en- tiene su expresión en la actualidad en el llamado
fermedad era vista como el resultado de la violación modelo biomédico.
de una ley divina y la curación como resultado de No obstante, se debe subrayar que este modelo
la fe y arrepentimiento del pecado. Esto es, el pe- de la enfermedad ha reportado (dejando al margen
cado sería el patógeno y la absolución la terapia. sus problemas, que veremos más adelante) grandes
Durante el Renacimiento se recuperó una cierta beneficios a la humanidad. Así, por ejemplo, las
conceptualización de la enfermedad en términos enfermedades infecciosas han sido en gran medida
naturalistas. Durante este período, se vivió un re- controladas, las tasas de mortalidad han decrecido
novado interés por el estudio de las ciencias, fruto espectacularmente en el mundo occidental y la ci-
del cual fueron, por ejemplo, el desarrollo del mi- rugía ha permitido tratar e, incluso, curar algunas
croscopio o la realización de autopsias. Sin embargo, enfermedades que antes resultaban fatales.
«esta visión holística del fenómeno salud-enferme-
dad, empieza a cobrar influencia en el pensamiento
1.2. El modelo biomédico
médico como un residuo ancestral notablemente
desnaturalizado. Será durante el Renacimiento cuan- El modelo biomédico descansa sobre dos supues-
do tenga lugar el hecho que cambió la historia de tos básicos (Engel, 1977). El primero de ellos es la
la medicina y posibilitó la aparición, consolidación doctrina del dualismo mente-cuerpo, descrita en el
y absoluta primacía del modelo biomédico» (Gil apartado anterior, en virtud de la cual se entiende
Roales-Nieto, 1996). que el cuerpo es una entidad física y la mente forma
Efectivamente, el modelo biomédico tuvo su parte del dominio espiritual. El segundo principio
fundamento doctrinal en el dualismo mente-cuerpo es el del reduccionismo. Se asume que todo el
y la teoría que quizá mejor la representó fue la de proceso de la enfermedad se limita a una cuestión

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de reacciones físicas y químicas. Un cáncer, por su capacidad para comprender los determinantes
ejemplo, es visto como un fenómeno de naturaleza psicológicos, sociales y culturales de los síntomas
física en el cual la proliferación incontrolada de presentados por el paciente.
células, fruto de una mutación genética, acabará En tercer lugar, la aproximación biomédica a la
dañando los órganos y tejidos del organismo, mien- enfermedad, concentrada en el estudio de la pro-
tras que la reacción emocional de la persona a esa blemática fisiológica ignora la influencia de deter-
enfermedad, así corno otros elementos, como la minadas situaciones vitales en la salud de las per-
adhesión al tratamiento, que pueden ser importan- sonas. La enfermedad no sólo está mediada por la
tes en su evolución son, generalmente, obviados. susceptibilidad biológica del organismo, sino que
En definitiva, se aborda la enfermedad atendiendo también son decisivos en ella los eventos vitales
a sus aspectos físicos, se trata un cáncer o un infar- estresantes que una la persona sufre a lo largo de
to de miocardio y no se presta atención al hecho de su vida (véase capítulo 7).
que detrás de ellos hay una persona cuya respuesta El modelo biomédico también puede fracasar a
(personal, familiar, etc.) a ese nuevo estado va a la hora de determinar la recuperación de la salud
influir en el curso de la patología. después de la enfermedad. Se sobrentiende, en
Engel (1977) ha puesto de manifiesto algunas de muchos casos, que la enfermedad finaliza cuando
las insuficiencias que esta perspectiva biomédica se han corregido las alteraciones fisiológicas. Sin
presenta a la hora de tratar la enfermedad. embargo, no siempre ocurre así, tal y como queda
En primer lugar, el criterio fundamental para el ilustrado en el caso del dolor crónico benigno (véa-
diagnóstico de la enfermedad es la presencia de se capítulo 8), en el cual las consecuencias sociales
anormalidades bioquímicas. Esto ignora el hecho pueden mantener las quejas del paciente.
documentado de que esas alteraciones bioquímicas Finalmente, dentro de estas críticas al modelo
son condiciones necesarias pero no suficientes para biomédico, Engel también señala el hecho poco
el establecimiento del diagnóstico. Éste sería el reconocido de que el resultado del tratamiento
caso, por ejemplo, de la llamada hipertensión de también se verá influido decisivamente por la rela-
bata blanca (véase capítulo 11) donde la medición ción médico-paciente. Si bien desde la perspectiva
de un parámetro biológico se puede mostrar insu- biomédica el énfasis se pone en el uso de medica-
ficiente e, incluso, iatrogénico en el diagnóstico y mentos u otras tecnologías, la interacción con el
tratamiento de la hipertensión esencial. Del mismo médico puede ser decisiva, puesto que de ella de-
modo que en la actualidad se discute el valor de pende, en gran medida, la cooperación del pacien-
antígeno específico de próstata (PSA) como predic- te. Además, las reacciones a la conducta del médi-
tor del cáncer de próstata. co pueden traducirse en cambios psicofisiológicos
En segundo lugar, el diagnóstico del estado fí- que alteran el curso de la enfermedad. En este
sico depende también, en gran medida, de la infor- sentido, Engel (1977) ha señalado que los requeri-
mación que proporciona el paciente. Aunque el mientos de insulina de un diabético pueden fluctuar,
examen físico y las pruebas de laboratorio son significativamente, dependiendo de la percepción
decisivas para identificar la enfermedad, el diag- que el paciente tiene de su relación con el doctor
nóstico descansa, además, sobre lo que el paciente (véase capítulo 16).
es capaz de comunicar al profesional de la salud.
Así, por ejemplo, el diagnóstico de los trastornos
1.3. Hacia una nueva conceptualización
digestivos funcionales se establece únicamente por
de la salud y la enfermedad
los síntomas que el paciente refiere, una vez exclui-
da la patología orgánica (véase capítulo 12). Por lo Ante las dificultades planteadas al modelo bio-
tanto, la exactitud en el diagnóstico también depen- médico, diversos autores han sugerido la necesidad
de, en cierta medida, de la habilidad del médico de formalizar una nueva conceptualización que
para recabar información en la entrevista clínica y permita comprender y controlar mejor la enferme-

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dad (Jasnoski y Schwartz, 1985; Berquin, 2010). sistemas. Según ésta, todos los niveles de organiza-
Aunque en este intento se plantean opciones con ción en cualquier ente están relacionados entre sí
matices distintos, existe, obviamente, un gran acuer- jerárquicamente y los cambios en cualquier nivel
do en la necesidad de incorporar los aspectos posi- afectarán a todos los demás. Por lo tanto, la salud,
tivos del modelo biomédico así como sus avances la enfermedad y la atención médica serían un con-
técnicos y farmacológicos. Lo que se pretende es, junto de procesos interrelacionados que provocan
en definitiva, superar la formulación dualista cuer- cambios en el organismo y éstos, a su vez, sobre los
po-mente. otros niveles.
El modelo biopsicosocial conlleva, como es na-
tural, distintas implicaciones clínicas. En primer
1.3.1 . El modelo biopsicosocial
Jugar, se sostiene que el proceso de diagnóstico
El modelo biopsicosocial sostiene que es el con- debería considerar siempre el papel interactivo de
junto de los factores biológicos, psicológicos y so- los factores biológicos, psicológicos y sociales a Ja
ciales el determinante de la salud y de la enfermedad hora de evaluar la salud o enfermedad de un indi-
(Reig, 2005). De este modo, tanto los que se podrían viduo. Por lo tanto, el mejor diagnóstico es el que
calificar de macroprocesos (apoyo social, trastornos se hace desde una perspectiva multidisciplinar (véa-
de salud mental, etc.) como los microprocesos (alte- se capítulo 8).
raciones bioquímicas) interactúan en el proceso de Por otra parte, el modelo también sostiene que
salud-enfermedad. Lo cual implica que la salud y la las recomendaciones para el tratamiento deben tener
enfermedad tienen una causación múltiple y que en cuenta los tres tipos de variables antes mencio-
múltiples, también, son sus efectos. El modelo biopsi- nadas. Se trata, en definitiva, de ajustar la terapia a
cosocial, además, pone en el mismo ámbito de su las necesidades particulares de cada persona, con-
interés la salud y la enfermedad (frente al modelo siderando su estado de salud en conjunto y hacien-
biomédico que se ocupa fundamentalmente de la do aquellas recomendaciones de tratamiento que
enfermedad) y sostiene que la salud es algo que se sirvan para abordar el conjunto de problemas que
alcanza cuando el individuo tiene cubiertas sus ne- esa persona plantea.
cesidades biológicas, psicológicas y sociales y no En tercer lugar, el modelo biopsicosocial desta-
como algo que le es concedido como un don. ca explícitamente la importancia de la relación
En el ámbito de la investigación, el modelo sos- entre el paciente y el clínico. Se reconoce que una
tiene que para comprender los resultados en el buena relación entre ambos puede mejorar de un
dominio de la salud y la enfermedad, se deben tener modo sustancial la adhesión del paciente al trata-
en cuenta todos los procesos implicados y se deben miento, la propia efectividad del mismo y acortar
tratar de medir los tres tipos de variables antes el tiempo de recuperación de la enfermedad. En
mencionadas. Si ello no se hace así y el investigador definitiva, desde este modelo se insiste en la nece-
atribuye a un tipo particular de variables el prota- sidad de que el clínico debe comprender, además
gonismo principal, se deberá sobrentender que los de los factores biológicos, los factores psicológicos
otros tipos de variables son condiciones necesarias y sociales que contribuyen al desarrollo y mante-
para que tenga lugar el proceso. Por ejemplo, en el nimiento de la enfermedad con objeto de abordarla
caso de un infarto de miocardio, si se atribuye al adecuadamente.
estrés el papel de desencadenante del mismo se está
asumiendo que ciertas condiciones biológicas del
organismo han sido necesarias para que este proce- 2. EL NACIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA
so ocurra (véase capítulo 7). DE LA SALUD
Para comprender el proceso de interacción de las
variables biológicas, psicológicas y sociales, los En un contexto interesado por este modelo ho-
investigadores, en general, han adoptado la teoría de lístico de salud, surge el nacimiento formal de la

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psicología de la salud (Ballester, 1998), coincidien- Las atribuciones de esta disciplina y sus áreas
do ello, además, con la propuesta formulada a fina- de trabajo quedan descritas en la vigente, y am-
les de los sesenta, de considerar la psicología como pliamente aceptada, definición de Matarazzo
una profesión sanitaria, al reconocerse que la con- (1980, p. 815):
ducta del ser humano puede ser crucial tanto en el
mantenimiento de la salud como en el origen y «La psicología de la salud es la suma de las
evolución de la enfermedad. contribuciones profesionales, científicas y edu-
Básicamente, son tres las razones que se suelen cativas específicas de la psicología como disci-
plantear como causas particulares de la emergencia plina, para la promoción y mantenimiento de la
de la psicología de la salud. En primer lugar, desde salud, la prevención y tratamiento de la enfer-
mediados del siglo xx se asistió a un cambio en la medad, la identificación de los correlatos etio-
preocupación sanitaria que se desplazó, en una lógicos y diagnósticos de la salud, la enfermedad
medida importante, desde las enfermedades infec- y la disfunción asociada, además del mejora-
ciosas a los trastornos de carácter crónico de etio- miento del sistema sanitario y la formulación de
logía pluricausal que están ligados al estilo de vida una política de la salud».
propio de las sociedades industrializadas. El incre-
mento de estas «nuevas» enfermedades (como el En esta formulación de Matarazzo se recogen
cáncer o los problemas cardiovasculares) es, en las cuatro líneas de trabajo fundamentales del psi-
definitiva, producto de comportamientos y hábitos cólogo de la salud. En primer lugar se destaca la
poco saludables o insanos, que, actuando sinérgi- promoción y el mantenimiento de la salud, que
camente, facilitan la aparición de enfermedad. incluiría todo el ámbito de las campañas destinadas
En segundo lugar, este tipo de enfermedades a promover hábitos saludables. La segunda línea de
crónicas, con las cuales el paciente tiene que con- trabajo la constituye la prevención y el tratamiento
vivir durante muchos años, suelen conllevar una de la enfermedad. La psicología de la salud enfati-
serie de cambios importantes en su estilo y calidad za la necesidad de modificar los hábitos insanos con
de vida (por ejemplo, mantener una buena adhesión objeto de prevenir la enfermedad, sin olvidar que
a los tratamientos crónicos) a los que las personas se puede trabajar con aquellos pacientes que sufren
deben adaptarse. enfermedades en las cuales tienen gran importancia
Finalmente, el modelo médico de la enfermedad, ciertos factores conductuales, además de enseñar a
como ya hemos señalado, entiende la enfermedad la gente que ya ha enfermado a adaptarse con más
en términos de un desorden biológico o desajustes éxito a su nueva situación o aprender a seguir los
químicos y, en definitiva, asume el dualismo mente- regímenes de tratamiento. En tercer lugar, la psico-
cuerpo. Esta perspectiva es, a todas luces, insufi- logía de la salud también se centra en el estudio de
ciente, tanto para entender como para tratar los la etiología y correlatos de la salud, enfermedad y
problemas de salud crónicos que han emergido con las disfunciones. En este contexto la etiología hace
fuerza a lo largo del siglo xx. referencia al estudio de las causas (conductuales y
Por todas estas razones y en pleno desarrollo de sociales) de la salud y enfermedad. Dentro de las
esta perspectiva emergente de los problemas de mismas se incluirían hábitos tan referidos como el
salud, la Asociación Americana de Psicología (APA) consumo de alcohol, el tabaco, el ejercicio físico o
creó, en 1978, como una más de sus divisiones, la el modo de enfrentarse a las situaciones de estrés.
38 concretamente, la Health Psychology (división Finalmente, también se atribuye como competencia
de psicología de la salud) que al año siguiente, en de la psicología de la salud el estudio del sistema
1979, publica su primer manual Health Psychology. sanitario y la formulación de una política de la
A Handbook (Stone, Cohen y Adler, 1979). En 1982 salud. En definitiva, se trataría de analizar el im-
también aparece la revista de esta división de la pacto de las instituciones sanitarias y de los profe-
APA con el título Health Psychology. sionales sobre el comportamiento de la población

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y desarrollar recomendaciones para mejorar el cui- conocimiento equiparable al de la medicina y se


dado de la salud. plantea la necesidad del desarrollo de técnicas te-
rapéuticas eficaces para el tratamiento de la enfer-
2.1. Delimitación disciplinaria medad psicosomática. Este cambio de orientación
queda plasmado en los objetivos que, según Lipow-
La psicología de la salud no es la única disci- ski (1977), le corresponderían a la medicina psico-
plina que se ha ocupado del campo antes descrito. somática: 1) el estudio del papel de los factores
A continuación, trataremos de puntualizar las di- psicológicos, biológicos y sociales en la homeos-
ferencias y los puntos de encuentro que mantiene tasis del ser humano; 2) una aproximación holísti-
con otras disciplinas próximas. ca a la práctica de la medicina, y 3) una relación
con la práctica psiquiátrica de consulta-apoyo.
2.1.1 . Medicina psicosomática
A pesar de esta notable evolución, las diferencias
entre la medicina psicosomática y la psicología de
La medicina psicosomática constituyó el primer la salud se plantean de un modo evidente. El énfa-
intento de investigar, dentro del ámbito médico, las sis de la primera en la enfermedad y en el trata-
relaciones entre las variables psicosociales y las miento frente al interés de la segunda en la salud y
alteraciones psicofisiológicas. El término fue acu- la prevención son alguno de los contrastes que se
ñado en 1918 por Heinroth (Reig, 1981). Con él se acentúan si se atiende a la metodología o a las
quiso dar cuenta de las relaciones entre los procesos técnicas de intervención. Al margen de su papel
psicológicos y las estructuras somáticas. Histórica- histórico de sensibilizar a los médicos y psicólogos
mente se han descrito dos momentos en la evolución hacia la interacción de las emociones y los desór-
de la medicina psicosomática (Lipowski, 1986). El denes físicos, el interés casi exclusivo de la medi-
primero comprende entre 1935 y 1960 y se carac- cina psicosomática por el tema de la enfermedad
teriza por la notable influencia del psicoanálisis. De (en detrimento de la salud), su inicial vinculación
hecho, en esta fase, la medicina psicosomática se con la teoría psicoanalítica y atención limitada a un
centró fundamentalmente en el estudio de la etio- pequeño grupo de alteraciones fisiológicas, reduje-
logía y patogénesis de la enfermedad física desde ron las posibilidades de esta disciplina para hacer-
una perspectiva abiertamente psicodinámica. Se se cargo de la temática de la salud en su sentido
asumía que las causas de algunas enfermedades más amplio.
orgánicas concretas se encuentran en ciertas carac-
terísticas de personalidad, conflictos interpersona-
2.1.2. Psicología médica
les y el modo de responder a dichos conflictos. Si
se suma una cierta vulnerabilidad orgánica, consti- La definición muy amplia y general de lo que es
tucional o adquirida a la presencia de los tres facto- la psicología médica formulada, por Asken ( 1979),
res antes mencionados, el resultado será una enfer- puede ilustrar perfectamente el campo diverso y
medad específica. Según uno de sus representantes disperso que se le asigna a esta disciplina. Según
más relevantes en ese momento, Alexander (1950), este autor su objetivo es:
las alteraciones de salud más importantes que po-
dían considerarse de naturaleza psicosomática serían «... el estudio de los factores psicológicos
el asma, la neurodermatitis, la úlcera de duodeno, relacionados con cualquiera de los aspectos de
la colitis ulcerosa, la artritis reumatoide, la hiper- la salud física, la enfermedad y su tratamiento a
tensión esencial y la diabetes. nivel del individuo, el grupo y los sistemas. La
A partir de 1965 se observa un cambio de orien- psicología médica no representa una orientación
tación en esta disciplina. Se abandonan progresiva- teórica particular; los problemas de la misma
mente las formulaciones psicoanalíticas para expli- pueden ser conceptualizados desde cualquier
car la enfermedad, se busca una base más sólida de orientación deseada. La psicología médica tiene,

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además, como foco, todas las áreas de interés Tal y como expresa el concepto, la medicina
académico: investigación, intervención, aplica- conductual nace como una extensión de la tradición
ción y enseñanza» (p. 67). teórica conductista, por lo cual su preocupación
principal fueron las conductas de salud y enferme-
Desde esta perspectiva dentro de la psicología dad, las contingencias que las mantienen y los cam-
médica cabría prácticamente todo. Se podría re- bios necesarios que habría que operar en las mismas
coger en ella la medicina psicosomática en su para modificar dichas conductas. En la práctica
primera etapa, se aceptaóa la intervención psicoló- clínica, la medicina conductual emplea las técnicas
gica en el ámbito médico desde posiciones teóricas de modificación de conducta para la evaluación,
distintas e, incluso, contradictorias o, simplemente, prevención y tratamiento de la enfermedad física o
cabría el uso de técnicas psicológicas (de tipo disfunciones psicofisiológicas, además de la utili-
psicométrico, por ejemplo) para el diagnóstico y zación del análisis funcional de la conducta para la
evaluación de la enfermedad física. A pesar de comprensión de las conductas asociadas a los tras-
todo ello, la psicología médica no ha podido eng- tornos médicos y problemas en el cuidado de la
lobar todo el ámbito de trabajo que caracteriza a salud (Pormelau y Brady, 1979, p. xii).
la psicología de la salud ni la conceptualización En este sentido, Schwartz y Weiss formularon
del objeto de estudio de la misma. A modo de una definición de la medicina conductual, amplia-
ejemplo, la psicología médica no pone en primer mente aceptada, en la que se recogen sus caracte-
plano la salud como objeto de intervención y olvi- rísticas esenciales:
da, además, el papel de otras profesiones clínicas
en el cuidado de la salud, subordinando el campo «La medicina conductual es un campo inter-
psicológico al médico y confundiendo el objeto disciplinario ocupado en el desarrollo e integra-
de estudio con la competencia profesional (Gil ción de la ciencia biomédica y conductual, co-
Roales-Nieto, 1996). nocimiento y técnicas relevantes para la salud y
la enfermedad y la aplicación de esas técnicas y
ese conocimiento para la prevención, diagnósti-
2.1.3. Medicina conductual
co, tratamiento y rehabilitación» (Schwartz y
Posiblemente, deslindar la «medicina conduc- Weiss, 1978, p. 250).
tual» de la «psicología de la salud» constituye
el ejercicio más difícil de delimitación concep- En base a esta formulación dos son las diferen-
tual dentro de esta área de conocimiento, ya que cias fundamentales que se pueden enfatizar entre
hasta los años ochenta ambos términos se usa- la psicología de la salud y la medicina conductual.
ron casi indistintamente para referirse a esta nueva En primer lugar, en la medicina conductual se pone
aproximación de tipo biopsicosocial a la salud. El el acento en su naturaleza interdisciplinaria, frente
término «medicina conductual» fue utilizado por a la psicología de la salud que se presenta como
primera vez en 1973 apareciendo en el título del una rama de la psicología y, en segundo lugar,
libro Biofeedback: Behavioral Medicine (Birk, mientras que la medicina conductual parece cen-
1973). Se presenta este término como un sinónimo trarse en el tratamiento y rehabilitación de la enfer-
y complemento del biofeedback y se reconoce así medad, la psicología de la salud se preocupa, espe-
la importancia que tuvo el biofeedback en el naci- cialmente, del ámbito de la promoción de la salud
miento de esta disciplina. No obstante, el término (Godoy, 1999).
equivalente en el ámbito infantil behavioral pedia- Es por ello, quizá, que el término medicina con-
trics ya había sido empleado en 1970 en un artícu- ductual suele ser utilizado por los investigadores y
lo sobre los factores conductuales en la etiología y clínicos que trabajan en el ámbito médico (hospi-
el curso de la enfermedad somática en el contexto tales, facultades de medicina, etcétera), mientras
hospitalario (Friedman, 1970). que el término psicología de la salud suele ser asu-

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mido por los psicólogos que se dedican a la inves- psicología de la salud ha tomado un camino errado
tigación dentro de los distintos departamentos de porque se está haciendo, mayoritariamente, una
las facultades de psicología (Kaptein y Van Rooijen, psicología de la enfermedad y se han descuidado,
1990). de un modo muy importante, los aspectos relacio-
No obstante, en el trabajo profesional cotidiano nados con la prevención.
ambos términos no están tan distantes como las En el polo opuesto (Gil Roales-Nieto y Luciano,
discusiones conceptuales a veces dan a entender y, 1996; Pelechano, 1996) se han postulado distintas
de hecho, la mayor parte de los psicólogos que razones para justificar la existencia de una psicolo-
trabajan en el campo de la conducta, la salud y la gía de la salud desligada de la psicología clínica.
enfermedad combinan los elementos de ambas dis- Se sostiene que una aproximación biopsicosocial,
ciplinas. tal y como se ha presentado en este capítulo, lleva-
da a sus últimas consecuencias comportaría una
visión unitaria de la clínica y de la salud, en tanto
2.1.4. Psicología clínica
que lo que se busca es romper la dualidad entre lo
Respecto a la delimitación de campos entre la psicológico y lo físico. Aunque desde una perspec-
psicología clínica y la psicología de la salud existe, tiva conceptual y académica esto parecería idóneo,
en nuestro país, una interesante polémica (Pelecha- su aplicación a la práctica profesional que día a día
no, 1996). Se trata de definir si son disciplinas desempeña hoy el psicólogo, parece más difícil. En
distintas o si cualquiera de ellas puede asumir los cualquier caso, asumir este planteamiento holístico,
contenidos y tareas de la otra. Frente a este dilema tanto conceptualmente como en sus consecuencias
se han decantado dos posturas opuestas. Por un lado, aplicadas, obligaría a un replanteamiento integral
algunos autores sostienen que no hay justificación del mundo académico y profesional, con la creación
para la creación de una nueva especialidad de psi- de un tronco disciplinar común que podría girar en
cología de la salud (Belloch, 1996; Botella, 1966; torno a las llamadas ciencias de la salud.
Echeburúa, 1996; Blanco-Picabia, 1996), ya que En definitiva, parece que, como ha ocurrido siem-
consideran que la psicología clínica puede asumir pre en la historia de la ciencia, la emergencia de
todas las funciones que se pretenden desempeñar una nueva disciplina que se desgaja de otra genera
desde el ámbito de la psicología de la salud. Entre siempre tensiones de muchos tipos (profesionales,
los argumentos que se han desgranado para defen- académicos y conceptuales). No obstante, en el caso
der esta postura se encuentran: que no existen ele- que nos ocupa parece que la psicología de la salud
mentos suficientes que diferencien adecuadamente no es reductible a la psicología clínica, al menos en
la psicología clínica de la psicología de la salud; el mundo académico. Sin embargo, esa distinción,
que la psicología clínica puede contener a la psico- hoy por hoy, no es tan clara en el mundo profesio-
logía de la salud porque el único elemento que nal, sin que ello presuponga que la psicología de la
quedaría, hoy por hoy, fuera de la primera, sería el salud no pueda ser la matriz de la psicología clíni-
de la prevención, de la que también se podría hacer ca, al menos desde una perspectiva conceptual.
cargo el psicólogo clínico; que aceptar la división
entre la psicología clínica (dedicada a los trastornos 2.2. La práctica profesional
emocionales) y la psicología de la salud (dedicada
de la psicología de la salud
al tratamiento de la enfermedad física) supondría
reasumir la dualidad mente-cuerpo que es, precisa- Tal como hemos apuntado, en la actualidad, el
mente, lo que se intenta superar; que lo único que ejercicio profesional de la psicología de la salud en
se intenta es cambiar la etiqueta, pero sin que ello nuestro país no se puede deslindar claramente de
suponga un auténtico cambio de funciones en lo la práctica de la psicología clínica. Sin embargo, sí
que ha venido siendo el trabajo del psicólogo clí- han emergido campos de trabajo que forman parte
nico y, finalmente, que, al menos en España, la de la lógica conceptual de esta nueva especialidad.

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En un estudio sobre las ofertas de empleo en EE.UU. enfermedad (Costa, 2008), tal como ocurre en el
para psicólogos de la salud, Brannon y Feist (2001) caso de los trastornos alimentarios, del abuso de
observaron que las áreas de trabajo más demanda- sustancias o de las enfermedades de transmisión
das eran el manejo del estrés, Jos trastornos de sexual. No obstante, en un mercado tan competiti-
alimentación y el dolor crónico. Muchas de esas vo como el de la salud, todavía queda pendiente la
ofertas de trabajo estipulaban que la persona con- aportación profesional de los psicólogos a otra
tratada debía formar parte de un equipo multidisci- amplia gama de problemas, sobre los cuales se
plinar. En nuestro país, muchos psicólogos clínicos están llevando a cabo múltiples investigaciones en
se están ocupando de estos temas, además de otros las universidades del mundo desarrollado. Los pro-
como el cáncer. Asimismo, cada vez es más fre- blemas cardiovasculares, los trastornos gastrointes-
cuente Ja participación del psicólogo en el diseño tinales o el asma son algunos ejemplos (Gatchel y
y ejecución de los programas de prevención de la Oordt, 2003).

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