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El aporte de las noticias de cuerpo y experiencia para la comprensión de la


"discapacidad" como asunto político

Article · December 2014


DOI: 10.5354/0719-5346.2014.35709

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1 17

2 authors:

Carolina Ferrante María Pía Venturiello


National Scientific and Technical Research Council Instituto de Investigaciones Gino Germani, Argentina, Buenos Aires
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REVISTA CHILENA DE TERAPIA OCUPACIONAL
ISSN 0717-6767
VOL .X,14,
Vol. N°, X, Diciembre
Nº2, DICIEMBRE 2014
2014

EL APORTE DE LAS NOCIONES DE CUERPO Y


EXPERIENCIA PARA LA COMPRENSIÓN DE LA
“DISCAPACIDAD” COMO ASUNTO POLÍTICO

THE CONTRIBUTION OF THE NOTIONS OF BODY AND EXPERIENCE TO THE


UNDERSTANDING OF “DISABILITY” AS A POLITICAL ISSUE

Carolina Ferrante1 y María PiaVenturiello2

Resumen:
El objetivo de este trabajo es proponer una conceptualización de la discapacidad como asunto político. Para ello, partiendo de
los aportes del modelo social anglosajón, se sugiere que la incorporación de los conceptos de cuerpo y experiencia, originalmente
exiliados del análisis en esta tradición de estudios, puede brindar elementos tendientes a iluminar los procesos de discriminación,
exclusión y segregación que experimentan las personas con “discapacidad” en las sociedades occidentales contemporáneas. El
texto se compone de tres partes. En un primer momento se caracteriza el modelo social de la discapacidad. En un segundo momen-
to, se describe la exclusión del cuerpo y su necesaria dimensión política. Asimismo, se analiza el exilio de la experiencia al interior
del modelo social y se plantea la necesidad de recuperar esta dimensión para potenciar la comprensión de la discapacidad como
relación de dominación. Finalmente se elaboran unas reflexiones tendientes a discutir los límites y aperturas del modelo social para
pensar la discapacidad en nuestros contextos latinoamericanos.

Palabras clave:
Modelo social de la discapacidad, DisabilityStudies, cuerpo, experiencia.

Abstract:
The aim of this paper is to propose a conceptualization of disability as a political issue. To do this, based on input from the Anglo-
Saxon social model, it is suggested that the incorporation of the concepts of body experience, originally exiles analysis of studies in
this tradition, may provide elements intended to illuminate the processes of discrimination, exclusion and segregation experienced
by people with “disabilities” in contemporary Western societies. The text consists of three parts. At first the social model of disa-
bility is characterized. In the second stage, the exclusion of the body is described, its necessary political dimension. Also, the exile
experience within the social model is analyzed and a need to recover this dimension to enhance understanding of disability as a
relationship of domination. Finally some thoughts tending to discuss the limits and starts to think of the social model of disability in
our Latin American contexts are elaborated.

Key-words:
social model of disability, Disability Studies, body, experience.

1 Lic. en Sociología, Dra. en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. Inv. Postdoctorado CONICYT-FONDECYT (Proyecto
3140636), Universidad Católica del Norte. Av. Balmaceda 1504, 1408, Calama, Chile. (13900000). caferrrante@gmail.com
2 Lic. en Sociología, Dra. en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. Becaria Post-doctoral CONICET, Instituto de Investiga-
ciones Gino Germani, Universidad de Buenos Aires. Pte. Uriburu 950 6º piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, (1114AAD).
(+54 11) 4508.3815. venturiello@yahoo.com.ar

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INTRODUCCIÓN Sociológicamente, esta mirada sobre la disca-


pacidad -que no es la única pero sí es la dominante
Cuando hablamos de discapacidad, desde el en la actualidad-, no puede ser tomada como algo
sentido común, parecería que haríamos necesa- únicamente biológico y necesariamente penoso.
riamente referencia al lenguaje de lo biológico o Esta peculiar visión es una expresión de los modos
de lo médico. La discapacidad, automáticamente, socialmente construidos e históricos de percibir
parecería llevarnos al ámbito de la falla, la falta, los cuerpos en general y a esos etiquetados como
la “anormalidad”. Y estas imágenes asociativas no “discapacitados”, “deficitarios”, o “con discapa-
sólo significan clasificaciones de funciones corpo- cidades” en particular, estableciendo diferentes
rales, sino que van acompañadas de enunciados estrategias para dar respuesta a la disponibilidad
que cristalizan emociones negativas hacia esas de las energías corporales singulares (Scribano,
particulares formas corporales. Es decir, no sólo 2009). Y es por esto que las discapacidades, las
tendemos a pensar a la discapacidad como una deficiencias y las emociones que despiertan son
deficiencia corporal, sino que la comprendemos cuestiones políticas, en tanto aluden a la estructu-
como una experiencia dolorosa e indeseable. De ración general del poder (Scribano, 2009).
hecho, es habitual oir personas sin discapacidad Plantear a la discapacidad como un asunto po-
que dicen “preferir morir” a vivir con una disca- lítico implica necesariamente hacer alusión a al
pacidad, o, cuando se anuncia la llegada de un campo disciplinar de los Disability Studies, pio-
bebé en una familia, la mayoría de los allegados neros en sistematizar el abordaje social. Los Disa-
señalan el deseo de que el mismo “sea sanito”. bilitys Studies, que vincularon las luchas por los
La vida con una discapacidad parecería ser una derechos de las personas con discapacidad con la
vida que no merecería ser vivida, una existencia teoría marxista, establecieron un origen estructu-
no plenamente humana (Goffman, 2001). ral a la noción de discapacidad. Los autores de esa
Quizá, uno de los ámbitos sociales en que me- corriente (Filkeinstein, 1980, Oliver 1990, 1998,
jor veamos reproducida esta peculiar visión sobre Barton, 1998) tienen el mérito de haber planteado
la discapacidad sea en las campañas televisivas de a la discapacidad como una forma de opresión
las Teletones latinoamericanas. Las mismas-inspi- social, designándola como la causante de las des-
radas en la Telethon norteamericana creada por igualdades que padecen las personas en esta con-
Jerry Lewis en 1966-, transforman a los cuerpos dición, oponiéndose a las teorías que la entien-
de niños y niñas con deficiencias “en esencia y den como un problema individual. Esta postura,
símbolo de la invalidez social” (Hervey citado en que entraña un giro teórico, fue propiciada por un
Haller, 2010: 139). En esta transmutación emer- nuevo posicionamiento político de las personas
gen los dos elementos que describíamos anterior- con discapacidad.
mente: la discapacidad es reducida a un problema Si observamos los datos arrojados por el Infor-
corporal, (en el que la sociedad parecería no tener me Mundial de la Discapacidad, elaborado por
injerencia), y, es calificada como una tragedia per- la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el
sonal (Oliver, 1998), tributaria de caridad social Banco Mundial (BM) en el 2011 podemos notar
y ayuda médica. Así, a través de la rehabilitación la persistencia de diversas formas de exclusión
y recuperación de un funcionamiento corporal que afectan a las personas con discapacidad. De
“normal”, se alcanzaría una vida plena, digna de acuerdo al mismo, del 15% de población global
ser vivida (Haller, 2010).El restablecimiento de que posee alguna discapacidad, un 80% de ellas
un desarrollo corporal e intelectual considerado es pobre, poseen peores resultados académicos,
biomédicamente “sano”, se plantea como la lla- menor participación económica y cultural, ma-
ve para recuperar la humanidad perdida (Wilson, yor dependencia, peor salud que la población sin
2004; Joly, 2007). discapacidad. Estos procesos regresivos, especial-

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EL APORTE DE LAS NOCIONES DE CUERPO Y EXPERIENCIA PARA LA COMPRENSIÓN DE LA “DISCAPACIDAD” COMO ASUNTO POLÍTICO

mente observables en contextos periféricos como incorporación de estas nociones, y, otros caminos
el latinoamericano, no pueden ser leídos en forma también necesarios de ser pensados para analizar
aislada a toda una serie de indicadores negativos la discapacidad en la actualidad especialmente en
generados por el capitalismo actual: precariza- contextos como el latinoamericano.
ción del trabajo, flexibilización, desocupación,
desigualdad, retroceso del Estado en el bienestar
de la población (Castel, 1997). En un contexto 1. El modelo social anglosajón y la
darwinianamente competitivo la discapacidad discapacidad como forma opresiva
deviene más que nunca factor de producción de
diversas formas de vulnerabilidad social (Vite Pé- Hacia la década de 1970, surgen los Disability
rez, 2012). Y en este sentido, el diagnóstico del Studiesjunto con el movimiento por los derechos
modelo social anglosajón para explicar el por qué de las personas con discapacidad anglosajón. Se
de la exclusión de las personas con discapacidad trata de un grupo heterogéneo de estudios sociales,
parece más atinado que nunca. históricos y literarios tendientes a comprender a la
A través de este texto nuestra intención reside discapacidad como retórica cultural (Skliar, 2002).
en señalar la pertinencia de recuperar una lectura En efecto, estos estudios constituyen una vertiente
sociológica de los conceptos cuerpo y experien- teórica de referencia para quienes se interesan por
cia para potenciar la capacidad crítica del mo- el tema de la discapacidad. Los autores lograron
delo social de la discapacidad y superar algunas plasmar en sus escritos una mirada original que
de las limitaciones indicadas en el mismo en las estaba revelándose en diferentes partes del mundo
últimas dos décadas (Hughes y Paterson, 2008; en torno de la discapacidad y que en la actualidad
Shakespeare y Watson, 2005; Corker, 2008; Ville disputa mayor presencia desde la perspectiva de
et al, 2014). Partiendo de los aportes de autores derechos. Por ejemplo, tanto en Argentina como
enmarcados dentro del propio modelo social y un en Brasil, desde los años 70, se observan protestas
conjunto heterodoxo de autores provenientes de de colectivos de personas con discapacidad por la
la sociología intentaremos mostrar tal pertinencia conquista del derecho a trabajar, la accesibilidad
teórica. y la autonomía (Bregain, 2013). Cabe destacarse
Para este fin, seguiremos una estructura argu- que en Argentina, la lucha del Frente Lisiados Pe-
mentativa compuesta de tres partes. En la primera ronistas por el derecho al trabajo y la vivienda, fue
parte caracterizaremos el modelo social anglo- disruptiva al desafiar la lógica de reclamos aisla-
sajón, definiendo su peculiar concepción de la dos según patologías y aunarse detrás del reclamo
discapacidad como forma opresiva. La segunda de derechos reuniendo a personas con diferentes
parte se compone de tres momentos: primero, afecciones. (Joly y Venturiello, 2012).
describimos el exilio del cuerpo en el interior del Ahora bien, los supuestos e implicancias que
modelo social; luego, planteamos las potenciali- subyacían a estas praxis, fueron analizados, desa-
dades de su re-incorporación, señalando cómo el rrollados y explicitados en el ámbito académico
cuerpo deficitario permite poner en escena toda por los Disability Studies. De allí, que se los con-
una serie valores sociales históricos que fundan sidere pioneros de una mirada crítica de la disca-
a la discapacidad como relación de dominación; pacidad y la expresión teórica de un movimiento
finalmente analizamos la exclusión de la expe- que hoy sigue su desarrollo. Aquí los retomamos
riencia de la discapacidad y la necesidad de rein- puesto que esta perspectiva reunió la teoría con la
troducirla para analizar a la misma en términos práctica militante y buscó interpretaciones acerca
relacionales. En la tercera parte, elaboraremos al- de por qué la discapacidad no era reducible a su
gunas reflexiones finales tendientes a señalar las dimensión corporal ni médica, sino que constituía
potencialidades del modelo social a la luz de la una forma de opresión.

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Los Disability Studies, a partir de la incorpo- poco, a las personas que tienen insuficien-
ración de los planteos desarrollados en los años cias físicas, y de este modo las excluye de
60 por Erving Goffman en torno a la construcción las actividades sociales dominantes (UPIAS,
social del estigma y por Robert Scott en relación 1976:3 en Abberley, 1998)
a la fabricación por parte del saber médico de la
dependencia de las personas con discapacidad, se Es decir que, según esta definición, la deficien-
desarrollarán en ambas orillas del mundo anglo- cia física no es lo que les impide trabajar, estudiar,
sajón, aunque privilegiando diferentes aspectos tener una vida social plena, sino un orden social
de la discapacidad en tanto modo opresivo (Ville que limita sus derechos en pos de la normaliza-
et al, 2014; Barnes, 1998). En el mundo norteame- ción requerida para la producción moderna. La
ricano lo hará con atención a los aspectos cultu- discapacidad es concebida, entonces, como una
rales, mientras que en el área de Reino Unido lo forma de discriminación: una construcción social
realizará con interés por una lectura económica que genera desventajas a una parte de la pobla-
de la discapacidad, a partir de la incorporación ción con algún tipo de impedimento físico, cuyas
de los aportes del materialismo histórico. Estos úl- necesidades específicas no son contempladas. Esta
timos darían origen a eso que Mike Oliver llama- distincióndiscapacidad y deficiencia, al poner én-
ría el modelo social de la discapacidad (Barnes, fasis en la determinación de lo contextual, condujo
1998). El mismo comprendería a la discapacidad a que el cuerpo, como categoría de análisis, haya
ya no como una cuestión individual (médica y/o sido tardíamente abordado por la sociología de la
de la caridad), sino como una forma de exclusión, discapacidad. Sin embargo, no podemos dejar de
segregación y opresión generada por la sociedad observar que sosteniendo esta distinción analítica,
capitalista (Oliver, 1998). Sin embargo, este ejer- desde sus orígenes las producciones del modelo
cicio analítico llevaría a excluir las nociones de brindaron elementos para desnaturalizar la defi-
cuerpo y experiencia al comprender que estos ciencia y eso llamado cuerpo capaz.Así, la expul-
elementos biologizaban y psicologizaban la dis- sión del cuerpo del modelo social, obedece más
capacidad, invisibilizando su carácter político. a la necesidad de afianzar la dimensión social de
Aquí proponemos un esquema con los aportes la discapacidad. En efecto, pueden rastrearse men-
teóricos fundacionales de losDisabilityStudies en ciones a la necesidad de cuestionar la categoría
su versión materialista de mayor peso, marcando de deficiencia en varios escritos. Barnes (1998) se
la centralidad de tres construcciones conceptua- refiere a la construcción del mito de la “perfección
les: a) la distinción entre deficiencia y discapaci- corporal” y el ideal de “cuerpo capacitado” como
dad; b) la distinción entre el modelo médico y el resultados de las fuerzas materiales y culturales
modelo social yc) la vinculación de la discapaci- que general al opresión de las personas con dis-
dad con el modo de producción capitalista. capacidad. Para lograr una teoría completa de la
Una de las principales características de los es- discapacidad, Abberley (1998) señala la importan-
tudios sajones es la distinción entre la deficiencia cia de encontrar el modo de incorporar la realidad
y la discapacidad. La primera responde al orden material de la insuficiencia. Es decir, que el énfa-
biológico y no implica ninguna connotación ne- sis puesto en lo social es parte de la construcción
gativa sino a partir de una estructura social quela de una teoría que busca presentar las causas de
convierte en discapacidad. Así la discapacidad se la opresión, a partir de incorporar las dimensiones
define como: cultural, política y económica hasta el momento
desestimadas, que, no obstante, no debiera redun-
la desventaja o la restricción de la actividad dar en ignorar la experiencia encarnada.
causadas por una organización social con- Acerca de la distinción entre el modelo médi-
temporánea que no atiende, o atiende muy co y el social, entendemos que se basa en una

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EL APORTE DE LAS NOCIONES DE CUERPO Y EXPERIENCIA PARA LA COMPRENSIÓN DE LA “DISCAPACIDAD” COMO ASUNTO POLÍTICO

clasificación sobre los diferentes modos concebir taciones del componente social de discapacidad,
la discapacidad a lo largo del tiempo y susideas- como miradas sobre las sociedades. Así, los apor-
dominantes. Así, se señala la discapacidad como tes más originales de los estudios sajones se refie-
“tragedia personal”, “castigo divino” y como pro- ren a la incorporación de la lectura marxista en la
blema médico para luego mostrar su interpreta- interpretación de la discapacidad. Hasta el mo-
ción desde el modelo social(Oliver, 1998; Barnes, mento no se habían trazado relaciones históricas
1998). De este modo, las lecturas biologicistas e entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las
individualistas de la discapacidad quedaron nom- condiciones de vida de las personas con discapa-
bradas bajo la titulación “modelo médico”. Para cidad. Hacia esa dirección se condujo el análisis
construir la identidad un modelo social en opo- de Oliver (1998), quien planteó que aunque siem-
sición a un modelo médico, los autores se distan- pre existieron personas con deficiencias, la con-
ciarondetodo aquello que pudiera interpretarse cepción de la discapacidad surge con las labores
como una lectura biológica de la discapacidad. de la industrialización, en las cuales el modelo de
Este enfoque era considerado como el soporte producción del hombre debe ajustarse, cada vez
ideológico del sufrimiento de muchas personas, en mayor medida, a los tiempos estandarizados de
por llevarlas a un lugar de pasividad, inercia so- las máquinas. En estas circunstancias, las personas
cial y pérdida de autonomía. Así, se consolidó en con discapacidad sufrían desventajas respecto de
esta perspectiva que las ideas surgidas desde el las demás personas, ya que encontraban más di-
campo de la práctica médica y la rehabilitación ficultades para realizar las mismas tareas. Lo que
subsumían a las personas en el “rol del enfermo” en las sociedades precapitalistas causaba una dis-
(Parsons, 1984). Las nociones de normalidad y co- minución de los ingresos, en la etapa inicial de la
rrección de los cuerpos tenían un asidero práctico industrialización fue motivo de completa exclu-
en las instituciones de rehabilitación, las cuales sión. La producción artesanal, que se acomoda-
el modelo social buscaba deconstruir y erradicar. ba a los tiempos de cada individuo, quedó atrás
Para lograrlo, como se menciona en el punto an- para desventaja de muchos, especialmente para
terior, su primer posicionamiento teórico, fue dis- aquellos que difícilmente podían imprimir a sus
tinguir al cuerpo de la sociedad que lo discapacita trabajos la creciente velocidad requerida por el
(Joly, 2008). De este modo, el objeto de estudio de capitalismo. Como resultado de ello, la discapa-
los DisabilityStudies, en tanto modelo social que cidad se vincula a la exclusión de las personas del
no reincidiría en los errores del modelo médico, sistema productivo que no se ajustan alas disposi-
era buscar las causas sociales de la discriminación ciones corporales asociadas a criterios de rentabi-
a las personas con discapacidad. Mientras acusa- lidad económica. Con respecto de la vigencia de
ban a la mirada médica de responsabilizar al in- este pensamiento, el sociólogo argentino Eduardo
dividuo de su condición desviada, el modelo so- Joly (2008) alude con ironía al incumplimiento del
cial se ocuparía de desentrañar cómo la sociedad “derecho a ser explotados” de las personas con
impedía llevar una vida plena a los portadores de discapacidad y señala que, en caso de obtener
cuerpos deficientes. Al enfatizar este aspecto, se trabajo, el mismo suele tener peores condiciones
postergó la recuperación del cuerpo como territo- laborales y menor remuneración que el que obtie-
rio moldeable por los hábitos y representaciones nen las personas sin discapacidad. De allí que las
sociales. La asimilación casi directa entre cuerpo, estrategias de supervivencia de las personas con
biología y modelo médico de la discapacidad, discapacidad debe estar ligada, en primer lugar,
tendió a desdibujar la experiencia. a la ayuda de sus familias, pese a la situación de
El último elemento que destacamos del modelo escasez económica que puedan atravesar por la
social de la discapacidad es la explicación mate- ausencia del ingreso que aportaría el adulto con
rialista que ofrece. Es decir, existen tantas interpre- discapacidad y por los gastos de su atención y cui-

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dado; en segundo lugar, esas estrategias pueden poder captarlas diversas formas en que la socie-
basarse en las prestaciones sociales del Estado y, dad puede generar dominación y, en tal sentido,
en tercer término, a la caridad de instituciones y a producir la discapacidad. Esto implica señalar las
la limosna (Joly, 2008). diferencias en sus vidas de acuerdo a sus sectores
Si bien este abordaje da cuenta de las condi- sociales de pertenencia y explicar las condiciones
ciones materiales de existencia de las personas materiales que generan estereotipos a partir de los
con discapacidad, una lectura unilateral de esta cuales son marginados. En estesentido, el lugar de
propuesta puede conducir a reduccionismo. Los la opresión de la discapacidad es el cuerpo. Aque-
análisis macrosociales que invisibilizan al cuer- llo que se impide hacer a esos cuerpos, como las
po, dejan de lado otras formas de estratificación “violaciones y prácticas esclavizantes” (Abberley,
social que deterioran las condiciones de vida de 2008) que se ejercen sobre ellos, configura la ma-
las personas con discapacidad, como el género y nera de vivir la opresión de las personas con dis-
la etnia (Shakespeare, 1998; Hanna y Rogovsky, capacidades.
2008). Todos estos aspectos, pueden visibilizarse
si se recupera a la experiencia de la discapacidad,
como dimensión en la que se condensan diferen- 2. Dos exiliados del modelo social de la
tes tipos de inequidades y formas de dominación. discapacidad: el cuerpo y la experiencia
En suma, es de destacar, que mediante las in-
terpretaciones señaladas, que retoman una teoría 2.1. La deficiencia: ¿nada corporal?
social crítica, el modelo social anglosajón plantea
a la discapacidad como una forma de opresión Como hemos visto, la operación metodológica
social (Oliver, 1998, Abberley, 2008), designán- establecida por el modelo social anglosajón para
dola como la causante de las desigualdades que señalar el carácter opresivo de la discapacidad en
padecen las personas en esta condición. Este cam- las sociedades capitalistas residía en distinguir de-
bio, fue propiciado por un nuevo posicionamiento ficiencia y discapacidad (Shakespeare, 2013). En
político por parte de las personas con discapaci- virtud de que se pensaba que la discapacidad era
dad. Tal colectivo irrumpió enla esfera pública y una imposición social impuesta sobre las perso-
cuestionó su marginación social como la princi- nas con deficiencias, se consideraba que la disca-
pal generadora de las desventajas que enfrentan. pacidad nada tenía que ver con el cuerpo (Hughes
En la comunión entre el movimiento por los de- y Paterson, 2008). Las personas eran “discapaci-
rechos de este colectivo y los nuevos desarrollos tadas” por algo externo a ellas: una sociedad que
conceptuales se gestó una forma de investigación no los tenía en cuenta (Joly, 2008). De esta raíz,
al servicio de la emancipación de las personas inclusive, nacía la preferencia por hablar de per-
con discapacidad (Oliver, 1998). Sin embargo, sonas “discapacitadas”, antes que de personas
existieron cuestionamientos que condujeron a con “discapacidad”, para enfatizar cómo las es-
reformulaciones y una mayor complejización del tructuras sociales son las que generan la opresión
modelo social de la discapacidad que se apoyan de este grupo (Shakespeare, 2013).
en diferentes puntos. Uno deellos es el formulado Si esta mirada permitió cuestionar visiones
por Abberley (2008) ante la falta de precisión en médicas de la discapacidad, promoviendo una
el uso del concepto de opresión. El uso de este concepción política de la misma, a la vez, esta
término, como sinónimo de explotación, consti- distinción introduciría en el modelo algunas opo-
tuye un equívoco en tanto limita su potencialidad siciones dicotómicas propias del pensamiento
para explicar relaciones de dominación que no social moderno. Es decir, el binomio deficiencia/
resultande la lucha de clases. Por el contrario, una discapacidad, útil en términos de “toma de con-
teoría de ladiscapacidad en tanto opresión supone ciencia”, incorporó el problema de pensar en

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EL APORTE DE LAS NOCIONES DE CUERPO Y EXPERIENCIA PARA LA COMPRENSIÓN DE LA “DISCAPACIDAD” COMO ASUNTO POLÍTICO

términos antagónicos “lo biológico de lo social”, lógicos. No tiene historia. Es una esencia, un
el individuo de la sociedad, “el cuerpo de la so- soporte atemporal y ontológico. Por lo tanto,
ciedad”, el cuerpo de la mente, lo médico de lo el impedimento tiene un carácter opuesto al de
político, el dolor de la opresión, el modelo médi- la discapacidad: no es un producto social (…).
co del modelo social, las personas “discapacita- [El modelo social] también propone un cuerpo
das” de las personas sin discapacidad, lo subjeti- carente de significado, una masa anatómica,
vo de lo objetivo (Hughes y Paterson, 2008: 113; corpórea y con disfunciones, inflexible en su
Shakespeare, 2013; Ville et al, 2014). resistencia a la significación y fenomenológi-
Tal como señalan desde el interior del propio camente muerta, sin intencionalidad ni capa-
modelo social autores como Bill Hughes y Kevin cidad de acción(Hughes y Paterson, 2008, p.
Paterson (2008) y Tom Shakespeare y Nicholas 111).
Watson (1996) uno de los mayores éxitos del mis-
Renunciar a deconstruir aquello definido como
mo, fue cuestionar el vínculo entre el cuerpo y la
deficiencia constituye una elección que implica
discapacidad, para indicar que la real fuente de
resignar quizá la apuesta más provocadora del
la misma se encontraba en factores extra-médicos
modelo social de la discapacidad: su propuesta
(Hughes y Paterson, 2008: 110). Sin embargo, al
de pensar a la misma como una construcción so-
partir de una concepción biologicista del cuerpo
ciopolítica.Como hemos señalado en el apartado
se naturalizó a la deficienciacomo algo “dado” y
anterior, esta problematización no ha estado del
no relevante en la experiencia opresiva de la dis-
todo ausente en el modelo social de la discapa-
capacidad (Shakespeare, 2013; Hughes y Pater-
cidad, aunque no ha sido hasta hace dos décadas
son, 2008). Desaparecidas las barreras sociales
cuando se ha empezado a pensar la necesidad
impuestas a las personas “discapacitadas”, princi-
de incorporar aportes de otras áreas de las cien-
palmente a través de la construcción de un mundo
cias sociales, como por ejemplo, la sociología del
libre de las mismas y de la inclusión a través del
cuerpo (Hughes y Paterson, 2008).
trabajo, la deficiencia no significaría ningún pro-
Precisamente, si tomamos los aportes que des-
blema en sí mismo (Shakespeare, 2013; Anasta-
de la sociología y la antropología analizaron el
siou y Kauffman, 2013).
cuerpo podremos ver que no es posible reducir al
La paradoja de esta mirada es que al valorar ex-
mismo únicamente a su expresión biológica. Tal
clusivamente los aspectos económicos y estructu-
como señaló Marcel Mauss (1979) fundacional-
rales que fundan en las sociedades capitalistas la
mente en este ámbito de estudios el cuerpo es un
segregación y distintas formas de exclusión de las
producto social, el primer instrumento a partir del
personas “discapacitadas”, con el fin de disputar
cual los grupos humanos transmiten los arbitrarios
simbólicamente las respuestas meramente caritati-
culturales que garantizan la reproducción social.
vas y médicas, se reproducía una mirada del cuer-
Así, en los modos de usar el cuerpo, de presen-
po y de la deficiencia biomédica. Dicho de otro
tarlo y de percibirlo, toda la cosmología política
modo, la lucha simbólica contra el llamado mo-
de un orden social se encuentra expresada(Mauss,
delo médico rehabilitador, a partir de la definición
1979; Bourdieu, 1991).Desde esta perspectiva,
de deficiencia asumida aceptaba la reducción del
todas las propiedades corporales –deseadas o re-
cuerpo a un mero conjunto de órganos, límite del
chazadas- están vinculadas a la división sexual
individuo (Bourdieu, 1999).
y social del trabajo, y, por tanto atravesadas por
relaciones de dominación históricas y acotadas
En el modelo social se representa al cuerpo
(Bourdieu, 1991).
como sinónimo de su impedimento o disfun-
Específicamente respecto a la deficiencia y la
ción física. Es decir, se lo define, al menos de
discapacidad, al interior de la sociología, un traba-
manera implícita, en términos puramente bio-
jo como Estigma. La identidad social deteriorada,

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de ErvingGoffman, de 1963, (e inclusive fundacio- social negado, tributario de lástima y/o desprecio,
nal para la emergencia de los propios DisabilityS- permiten dilucidar las relaciones de dominación
tudies) nos demuestra que los potenciales efectos implícitas en la percepción de los cuerpos socia-
sociales devaluados asociados a la lectura social les. Es decir, el analizar y deshacerlos modos de
de una portación de eso llamado estigma físico, clasificar a los cuerpos y las etiquetas para nom-
expresan todo un lenguaje de relaciones entre el brarlos, constituyen un ejercicio nodal para visibi-
cuerpo y las identidades sociales. En este proceso lizar la discapacidad como cuestión política.
de estigmatización, la idea de hombre normal y Este ejercicio y la construcción de herramien-
sus expectativas normativas esperadas, no dejan tas teóricas que nos permitan llevarlo adelante,
de ser testigo de la reproducción de los valores constituyen un elemento fundamental a retomar
sociales considerados importantes y deseables en cada vez que estudiamos eso vagamente llamado
un momento histórico particular y en un contex- discapacidad y deficiencia.
to acotado. Por ejemplo, Goffman señala que en Y esto es necesario ya que básicamente, como
el caso de sociedad norteamericana de los años bien indica el antropólogo e historiador francés
60, esta concepción de hombre/cuerpo “normal” Henri JakquesStiker: “No existe discapacidad, ni
obedecía a una concepción médica y burocrática discapacitado, fuera de construcciones culturales
de la humanidad. y sociales precisas; no hay una actitud hacia la dis-
También en esta dirección, los trabajos de Mi- capacidad fuera de una serie de referencias socia-
che Foucault (2007, 1996) nos enseñan que eso les y construcciones” (Stiker, 1999, p. 14).
llamado deficiencias no puede ser considerado Discapacidad y deficiencia no pueden ser pen-
algo no interesante de ser analizado desde una sadas de modo separado, tal como nos proponía
perspectiva crítica de la discapacidad. La defi- el modelo social anglosajón en sus inicios ya que
ciencia y el déficit son construcciones históricas, ambas se encuentran “definidas en un contexto
modernas, nacidas de la mano de la idea del indi- socio-político específico y en un sistema de rela-
viduo a corregir, que no pueden ser pensada se- ciones sociales” (Anastasiou y Kauffman, 2013, p.
paradamente de la producción de cuerpos dóciles 448). De esta forma es atinado decir que la disca-
para el proceso de trabajo capitalista, ni de las res- pacidad tiene mucho que ver con el cuerpo y con
puestas institucionales que naturaliza, asociadas eso llamado deficiencia, precisamente porque los
a todo un sistema de representaciones vinculadas mismos son construcciones políticas.
a las ideas de normalidad y anormalidad (Stiker,
1999). Como puente entre dichas nociones, con- 2.2. Toda deficiencia es política
ceptos como el de ideología de la normalidad (ela-
borado por el grupo de investigación de la Uni- Afirmar que la deficiencia es política podría
versidad Nacional de Entre Ríos dirigido por Ana llevar a realizar múltiples argumentaciones. Nos
Rosato a partir de los planteos de Mike Oliver (re- interesa detenernos aquí en dos aspectos que
presentante fundacional del modelo anglosajón y mencionábamos al inicio del texto que caracteri-
George Canguilhem) (2009) o el de ideología de la za a las miradas médicas de la discapacidad3 ac-
capacidad (desarrollado por Tom Siebers, 2013), tualmente dominantes en nuestro mundo social:
nos brindan elementos para comprender a la pro- la reducción de la deficiencia a un asunto biomé-
ducción social del déficit y de la discapacidad.
Ambos conceptos, al aludir a un sistema de enun-
ciados evaluativos cuya base es el cuerpo normal
o capaz (biomédicamente definido, de acuerdo a
criterios de capacidad para el proceso de trabajo), 3 Las mismas, tal como señala la socióloga argentina radicada en
y que contrapone al déficit corporal como destino México Patricia Brogna (2009) pueden ser clasificadas en una
visión médico-reparadora y visión normalizadora-asistencialista.

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EL APORTE DE LAS NOCIONES DE CUERPO Y EXPERIENCIA PARA LA COMPRENSIÓN DE LA “DISCAPACIDAD” COMO ASUNTO POLÍTICO

dico e individual y la lectura de la misma como pacidad a la portación de un cuerpo improduc-


hecho patético, doloroso, digno de lástima. tivo, tributario de ayuda médica y/o social (Joly,
Respecto al primer planteo, como venimos de- 2007; 2008). Es por esto que, como afirmaJoly
sarrollando, diremos nuevamente que el déficit, (2007), la discapacidad “es una construcción so-
si puede tener que ver con lo médico y con la cial al servicio de la economía” ya que las propias
salud, no se reduce a este punto (Brogna, 2009). políticas de Estado basadas en una concepción de
Reflexionar sobre la idea moderna de déficit, en- la discapacidad como tragedia médica individual
tendido como tal una falla o falta corporal nos (Oliver, 1998) producen y gestionan la exclusión
lleva necesariamente a problematizar eso que en de las personas con discapacidad. El cuerpo dis-
nuestras sociedades modernas, capitalistas, occi- capacitado, estatal y médicamente certificado, se
dentales, se comprende por cuerpo normal, o, eso convierte en “una visa” (Venturiello, 2013) para la
que podemos llamar siguiendo a Pierre Bourdieu ilegitimidad social (Fassin, 2003). La deficiencia,
(1991) cuerpo legítimo (para enfatizar como suge- en tanto potencial garantía de “discapacidad”, de
ríamos antes con la división social del trabajo). La “invalidez laboral”, convierten, potencialmente,
configuración de la categoría “déficit”, como se- a su portador, en un “pobre merecedor”, en un
ñalábamos anteriormente recordando a Foucault agente imposibilitado de ejercer la ética del traba-
(2007), visibiliza un proceso histórico de norma- jo y, por ello, beneficiario de ciertas ayudas socia-
lización que configura en el siglo XVIII una se- les (como una pensión por ejemplo) (Rosato et al,
rie de discursos, prácticas, saberes e instituciones 2009). Como podemos notar estos planteos son
respecto al cuerpo sano-normal. Precisamente, y plenamente complementarios y van en sintonía
en plena sintonía con los planteos del modelo so- con los realizados por autores del modelo social
cial de la discapacidad, ese cuerpo es aquel que anglosajón tradicional como Mike Oliver o Colin
reúne las disposiciones corporales necesarias para Barnes.
ser dócil y útil para el proceso de trabajo capi- En tanto, las emociones despertadas por el dé-
talista. El cuerpo legítimo es un cuerpo flexible, ficit y las respuestas negativas que potencialmente
productivo y presuntamente independiente (Scri- genera en nuestras sociedades contemporáneas,
bano, 2009). Aquellos cuerpos que escapen a es- tambiénexpresan otro fenómeno político, asocia-
tas disposiciones formarán parte de los individuos do a la regulación de los cuerpos actual: la mer-
a corregir, dando origen a los diferentes déficits cantilización del cuerpo sano-bello (Bustos García
contemporáneos (ceguera, sordera, deficiencias y Sieglin, 2010). Desde la publicidad y los medios,
motrices, intelectuales) (Foucault, 2007). Los mis- pero también desde el saber médico, se nos pro-
mos serán excluidos del discurrir de la vida social mete que si nos acercamos al cuerpo sano-bello,
general e incluidos en dispositivos segregados. En seremos más felices, más plenos. Asimismo, se nos
este proceso, el Estado, como observador y garan- convence de que el acercamiento a tal ideal es el
te de la reproducción del modo de producción resultado de una decisión individual asociada al
capitalista, otorga el poder simbólico al modelo estilo de vida que elegimosdesarrollar. La capaci-
médico de la discapacidad, que a través de la dad de escoger nuestro modo de vida, dentro de
ideología de la normalidad (Rosato et al, 2009) o la sociedad de consumo constituyeuna vara que
de la capacidad (Siebers, 2013), concreta dicha estratifica subjetividades. Todos los ingredientes
naturalización, la cual es sedimentada en forma socialesque condicionan nuestro modo de vida (y
de esquemas de percepción (o habitus), en el sen- que no elegimos) son desdibujadosa través de la
tido común, en los medios, en las instituciones. ilusión de un ciudadano que gestiona su destino.
La certificación estatal de la discapacidad, con el La arbitrariedad de quedar dentro o fuera de una
porcentaje de invalidez a partir de una presunta sociedad endémicamente insegura y excluyente,
incapacidad corporal-laboral, reduce a la disca- se convierteen una responsabilidad individual de

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“amoldarse” a los requisitos delcuerpo sano-bello impliquen la interiorización exitosa de la domina-


(Castel, 1997). Es por esto que este ideal de cuer- ción. Precisamente, asumir al cuerpo como cues-
po capaz no es sólo un ideal estético sino también tión política no significa asumir que únicamente
moral (Murphy, 1991) y con consecuencias en la el mismo sea el lugar de la dominación, sino tam-
estratificación social (Ferrante, 2013). bién de la creación y posibilidad de transforma-
Esta característica de nuestras sociedades con- ción social, ya que los propios agentes sociales,
temporáneas llevan a caracterizarlas como tira- son los que recrean o no la dominación a través
nías estéticas (Hughes y Paterson, 2008) o de la de sus prácticas (Bourdieu, 1999). Si lo social está
perfección (Glassner, 1992). En las mismas los su- inscripto en los cuerpos en forma de habitus, de
jetos intentan estar máscerca de ese parámetro de esquemas de percepción, pensamiento y acción,
cuerpo ideal que describíamos anteriormente. al constituir soportes para la acción los mismos no
La apariencia corporal y el rendimiento funcio- son entelequias fijas, sino dispositivos confronta-
nal de las personasdevienen, entonces, empresas dos en cada situación (Bourdieu, 1991).
que demuestran nuestra capacidad de auto-gobier- Pero antes de seguir avanzando en esta direc-
no y canalizan nuestras ansias de reconocimien- ción, podemos indicar que este asunto nos pone
to social (Ferrante, 2013). En un contexto como de manifiesto otro problema que se puede dilu-
este, la deficiencia no puede significar más que cidar en los planteos fundacionales del modelo
un antivalor. En primer lugar, significa el cuestio- social anglosajón respecto al supuesto de “opre-
namiento a la presunta independencia (a partir de sión” que se maneja. Veíamos anteriormente que
su vinculación a la idea de enfermedad y por las desde esta teoría se creía que la portación de la
propias barreras sociales impuestas). En segundo deficiencia homologaba las condiciones de vida
lugar, debido a los procesos de estigmatización de las personas discapacitadas al modo de un gru-
es un cuerpo legítimamente improductivo. En ter- po oprimido (Shakespeare, 2013; Corker, 2008).
cer lugar, es un cuerpo que en términos generales En función de la misma se pensaba que tal opre-
escapa a los parámetros de belleza establecidos. sión era generada específicamente por el modo
En este entramado, tal como señala Harlan Hahn, de producción capitalista (Abberley, 1998; Oli-
el cuerpo discapacitado genera en el hombre sin ver, 1998). El mismo, a partir de una definición
discapacidad una ansiedad estética: el temor a la de cuerpo capaz –definido de acuerdo a criterios
muerte social y a la propia vulnerabilidad (Haller, de rentabilidad económica- excluye a los cuerpos
2010). discapacitados de la división social del trabajo,
Así, es posible afirmar que la deficiencia y la segregándolos de la vida general y/o colocándolos
discapacidad nos develan los valores fundamen- en dispositivos de inclusión excluyente (Almeida,
tales de nuestras sociedades contemporáneas y las 2009). Como resultado de este proceso, se consi-
estrategias sociales esgrimidas para dar respuesta deraba que las personas con discapacidad podían
a la disponibilidad diferencial de los cuerpos in- ser consideradas miembrosde una clase social,
dividuales (Albrecht, 2014; Scribano, 2007). Es en que homogéneamente experimentarían idéntica
este sentido que decimos que por ello la deficien- discriminación en sus interacciones cotidianas,
cia y la discapacidad son cuestiones políticas. semejantes desventajas en la estratificación social
y en el espacio físico (Venturiello, 2013; Ferreira,
2.3 La discapacidad: ¿nada personal? 2008).
Desde este planteo, la resolución de la opre-
Ahora bien, afirmar que estos elementos son sión que sufren las personas con discapacidad se
cuestiones políticas no debe ser entendido como relaciona a la remoción de los aspectos estructu-
que necesariamente la deficiencia y la discapa- rales y considerados “objetivos” que crean la des-
cidad, en todo contexto y en todo agente social, ventaja social de este grupo. Desde este esquema,

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EL APORTE DE LAS NOCIONES DE CUERPO Y EXPERIENCIA PARA LA COMPRENSIÓN DE LA “DISCAPACIDAD” COMO ASUNTO POLÍTICO

derribadas las barreras que fundan la discapaci- bien de nuestro bienestar físico y emocional, y,
dad, la deficiencia en sí misma no significaría nin- posteriormente, por nuestra capacidad de tra-
gún problema para sus protagonistas (Finkelstein, bajar contra la discapacidad (Crow citada en
1980; Oliver, 1996). En pos de garantizar este Shakespeare, 2013, p. 217).
horizonte, desde las ciencias sociales y desde la
En la misma dirección, el antropólogo nor-
lucha por los derechos, los aspectos experiencia-
teamericano con una discapacidad motriz adqui-
les de la discapacidad no revestían ningún valor-
rida Murphy en TheBodySilent, en 1987, recupe-
ya que se consideraba que carecían de valor po-
rando a Goffman y a partir de su propia vivencia
lítico (Ville et al, 2014; Shakespeare, 2013). Así,
de adquisición de una cuadriplejía, narra cómo la
tal como indican Isabel Ville, EmanuelleFillion y
experiencia de la deficiencia es inseparable de la
Jean-François Ravaud (2013):
discapacidad y que por ello es una postal de las
Desde esta perspectiva, cualquier lectura de la discriminaciones experimentadas, pero también
experiencia subjetiva de la discapacidad era resistidas por esta minoría. El autor relata cómo
vista con suspicacia; podía fortalecer la segre- en su caso la deficienciageneró, en un primer
gación y la discriminación y la idea de que la momento,un daño al sí mismo por la pérdida de la
aparición de una deficiencia constituía una in- autonomía corporal en un mundo histórico en el
evitable tragedia, que las personas son víctimas cual la independencia es un factor que jerarquiza
pasivas. (Ville et al, 2014 p. 120). a los agentes sociales (Murphy, 1991). Sin embar-
go, con el tiempo, el agente describe la estrategia
De este modo, podemos indicar que detrás del
de la desencarnación para dar respuesta y cuestio-
rechazo a incorporar la experiencia de la disca-
nar esa herida y las respuestas negativas. Es decir,
pacidad en el modelo británico tradicional es po-
aquí vemos cómo la experiencia no está separa-
sible detectar tres prejuicios interconectados. En
da de los procesos de dominación, pero también,
primer lugar, devela un preconcepto que opone
como los mismos no son destinos predetermina-
“lo objetivo” (la opresión materializada en diver-
dos, sino que los propios agentes sociales erigen
sos aspectos extra-corporales, impuestos sobre las
sus energías sociales para cuestionar los mismos.
personas discapacitadas), a “lo subjetivo” (la ex-
Como podemos advertir, entonces, reconocer
periencia de esa opresión y de la deficiencia en
la importancia de la experiencia de la deficien-
general) en donde lo político estaría ausente (Ville
cia o aún que la misma signifique en sus primeros
et al, 2014).
momentos una auténtica tragedia que exige reor-
En segundo lugar, supone que para todas las
ganizar el sí mismo y la biografía personal, no im-
personas con discapacidad las deficiencias no
plica asumir que necesariamente la misma deba
constituyen un problema en sí mismo. Autoras
adquirir siempre esta connotación.
y autores como Jenny Morris, Sally French, Liz
Es aquí que debemos desarrollar un tercer ele-
Crowo Robert Murphy, en los años 90, señalaron
mento antes apenas mencionado. No puede darse
pioneramente la importancia de la experiencia de
a la infravaloración u opresión de las personas con
la deficiencia en la vivencia de la discapacidad
discapacidad como algo pre-dado (Shakespeare,
(Shakespeare, 2013; Ville et al, 2014).
2013). Este modo de concebir a la dominación
En esta dirección, Crow en 1992 indicaba:
niega toda posibilidad de cuestionamiento de los
Como individuos, la mayoría de nosotros sim- agentes sociales y presta poca atención a los as-
plemente no podemos pretender que nuestra pectos relacionales de este proceso. Si volvemos
creencia con los deterioros son irrelevantes otra vez al clásicoEstigma deGoffman (2001)nue-
porque afectan cada parte de nuestras vidas. vamente podemos encontrar una pista interesante
Debemos encontrar la manera de integrar en para no olvidar que la estigmatización no alude a
nuestra propia experiencia e identidad por el un lenguaje de atributos, sino de relaciones socia-

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les, en donde ese etiquetado como portador de un Existen un conjunto de dimensiones tales como
estigma físico, es calificado exitosamente como la clase social, el tipo de deficiencia, la edad de
tal por otro social. Las opciones que se abren en adquisición, el grupo familiar, la orientación se-
los encuentros mixtos –entre personas con dis- xual, el género, la religión, la participación en
capacidad y sin ella-, por poner sóloun ejemplo, asociaciones de personas con discapacidad, el
contemplan muchas variables: la posibilidad de contexto social que particularizarán tal vivencia.
manejo de la información por parte del estigmati- No es lo mismo tener una discapacidad motriz y
zable, la mirada del otro –estigmatizante o reco- ser una joven de clase alta, profesional, con una
nocedora-. familia propia constituida, que vive en Santiago
Si introducimos este ejemplo a la teoría de la de Chile o Buenos Aires, a ser una joven de la
dominación de Pierre Bourdieu (1999, 1991) po- misma edad, con una deficiencia motriz similar,
demos agregar que, entonces, la dominación no pero ser de clase baja, no haber terminado la
es un mecanicismo garantizado a priori. La mis- educación básica, poseer escasas redes sociales
ma es el resultado de la incorporación exitosa de vivir en el norte de Chile o de Argentina y sobre-
la violencia simbólica, es decir, de un arbitrario vivir a través de la mendicidad. Existen múltiples
social vuelto naturaleza (en este caso: la reduc- variables que se superponen a la discapacidad y
ción de la discapacidad a un déficit individual que dotarán a los agentes de diferentes capitales
que imposibilita para la vida social). Desde este para manejar el estigma, esbozando trayectorias
esquema, la dominación nunca está asegurada, sociales muy disímiles. La recuperación de tales
puede ser aceptada, cuestionada, tensionada de vivencias, entonces, sociológicamente pueden ser
acuerdo a una serie de variables que singulari- elementos nutritivos para evidenciar la influencia
zan la experiencia de la discapacidad. En este de los factores contextuales en la discapacidad,
sentido, la experiencia de la discapacidad no para denunciar la amputación de las energías so-
puede ser homologada idénticamente para todas ciales particulares.
las personas que portan una deficiencia y es re- Pormenorizar la dimensión vivencial de la dis-
duccionista sostener la idea de grupo oprimido. capacidad, entonces no necesariamente significa
La discapacidad no es un atributo estático, sino negar sus aspectos macro-sociales, sino tratar de
que es dinámico y se construye en la interacción recuperar esas coloraciones singulares que nos
entre el agente y una situación social (Panta- recuerdan que existen agentes sociales, con ca-
no, 1987; Venturiello, 2010). Como bien señala pacidades de creación y transformación social.
Brogna: En todo caso, pensar que en esas narrativas bo-
rran lo social y lo político es también parte de un
La discapacidad toma cuerpo en un espacio si-
prejuicio que opone la observación de lo micro o
tuacional, dinámico einteractivo entre alguien
de lo macro, lo subjetivo de lo objetivo.
con cierta particularidad y la comunidad que
Pensar a la experiencia como exclusivamente
lo rodea. Si lo graficáramos como sigue: socie-
subjetivo conduce a pensar que el agente social
dad-persona con discapacidad la discapacidad
es un sujeto ahistórico, cuando desde un planteo
estaría EXACTAMENTE en el guión que las re-
sociológico esto no es admisible. La experiencia
laciona. Entendida comouna creación social,
social es uno de esos terrenos que nos demuestra
significada dentro de una situación relacional,
la constante ambigüedad entre la sedimentación
puesta en perspectivacomo un evento situa-
de lo social en esquemas de percepción, pensa-
cional, la discapacidad es entonces el espacio
miento y acción –filtrados diferencialmente de
contingente y arbitrarioque se le asigna a ese
acuerdo a clase social, género, edad, etc.-, y la
sujeto y por lo tanto la situación de desventaja
espontaneidad de la situación particular (Bour-
aumenta o disminuyen función de su contexto
dieu, 1991).
social (y económico) (Brogna, 2006, p. 2).

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EL APORTE DE LAS NOCIONES DE CUERPO Y EXPERIENCIA PARA LA COMPRENSIÓN DE LA “DISCAPACIDAD” COMO ASUNTO POLÍTICO

Desde este punto de vista, el cuerpo, en tan- en el exilio de las nociones de cuerpo y expe-
to pivote de la experiencia (Merleau Ponty, 1985) riencia, dimensiones apartadas en los inicios de
adquiere el papel de constituir no solo el espacio dicho modelo. Como indicamos, en los años 70
de la dominación, sino también, de la posibilidad se creía que tales conceptos biologizaban y psi-
de su cuestionamiento o fisura. La indignación y cologizaban la discapacidad. Sin ser originales,
bronca contra la discriminación experimentada ya que muchos autores vienen planteando estas
hacia las personas con discapacidad puede con- cuestiones desde los años 90, a través de este tra-
vertirse en lucha política, en intención de trans- bajo buscamos mostrar el carácter desacertado de
formar lo dado; el potencial estigma puede deve- tales juicios.No optamos para ello el camino de
nir un orgullo, una exigencia de reconocimiento desarrollar una sociología de la discapacidad o de
(Hughes y Paterson, 2008). Tal como señala el la deficiencia(Hughes y Paterson, 2008), tal como
sociólogo argentino Adrián Scribano (2007) “el sugieren algunos autores inscriptos en la tradición
cuerpo es el locus del orden y del conflicto”. de los Disability Studies ya que consideramos que
una mirada amplia puede ser más fructífera en tér-
minos teóricos. Las ciencias sociales y las humani-
DISCUSIÓN dades, y no solamente la sociología, nos brindan
elementos para esbozar múltiples recorridos para
En este textohemos partido de la recuperación abordar esta cuestión. Alguno de los mismos los
del llamado modelo social de la discapacidad y hemos transitado muy sucintamente por este tex-
del rastreo de su potencia para comprender a la to. Podrían abrirse otras lecturas e inclusive otros
discapacidad como cuestión política. Caracteriza- diálogos con disciplinas como las humanidades
mos sus aspectos fundacionales, surgidos en los médicas o el derecho y es seguro que esos inter-
años 70, y su positivo impacto en la lucha por el cambios enriquecerían el punto de vista.
reconocimiento de las personas con discapacidad. Cuerpo y experiencia, o también, cuerpo/expe-
Revisando brevemente algunos datos actuales riencia4 (ya que es imposible pensar al primero sin
sobre las condiciones de vida de las personas con un sujeto que lo habita, y es impensable la segunda
discapacidad en el mundo, arrojadas por el Infor- si no es encarnada en una corporalidad) son pro-
me Mundial de la Discapacidad e imposibles de ductos sociales atravesados por relaciones de do-
ser leídos sino es de la mano de los procesos re- minación arbitrarias, históricas. La discapacidad es
gresivos generados por el capitalismo actual, he- una de esas formas de dominación. La deficiencia,
mos indicado que en pleno 2014 el modelo social o mejor, el cuerpo deficiente, tampoco escapa a
sigue siendo una herramienta fundamental para esta producción socio-política. La misma es el re-
entender y explicar la persistencia de diversas for- sultado de la clasificación de los cuerpos sociales
mas de exclusión que afectan a las personas con en función de una ideología de la normalidad (Ro-
discapacidad. satoet al, 2009) que naturaliza en la forma de falla,
No obstante ello, también hemos señalado que falta o incorrección corporal/intelectual un modo
en los planteos originales del modelo social de de dominación particular.Es por esto que todo aná-
la discapacidad existen algunas cuestiones teó- lisis crítico de la discapacidad debe incluir una pro-
ricas a ser revisadas no para anularlo, sino para blematización al respecto. La división deficiencia/
fortalecer su capacidad analítica. Tal constructo, discapacidad, presente en los planteos fundaciona-
como fiel testigo de la época, incorpora algunos les del modelo social debe ser tensionada. Aceptar
clásicos antagonismos modernos derivados de la el carácter político del cuerpo no lleva a medica-
oposición cuerpo/mente; naturaleza/cultura; mi-
cro/macro; subjetivo/objetivo; experiencia/socie-
dad. Puntualmente, aquí nos hemos concentrado
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REVISTA CHILENA TERAPIA OCUPACIONAL 59

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