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Introducción

En este resumen estaremos hablando sobre la evolución social del hombre, y


hablando de la evolución tenemos que describir lo que es el Australopithecus
es un género de homínidos primitivos que existió en África durante el Plioceno
tardío y el Pleistoceno temprano. Paranthropus es un género extinto de
homínidos bípedos, propios de África Oriental y meridional caracterizado por
una gran robustez de la mandíbula y los molares. Los Paranthropus
descienden probablemente del género Australopithecus.
A principios de la década de 1990, el conocimiento de las diversas especies de
Australopithecus y los entornos en los que vivían había
superado el conocimiento convencional, pero todavía había una brecha de 4
a 5,5 MA (no olvide el descubrimiento de Australopitecos más tarde). Meave
Leakey y sus colaboradores tienen como objetivo encontrar exactamente lo que
queda de esa época.
La evolución del género humano, desde sus albores homininos, aparece
jalonada por toda una serie de hechos y circunstancias que han favorecido su
desarrollo de la forma tan específica que conocemos en la actualidad.
Durante el estudio del registro fósil se han descubierto estructuras que
han permanecido sin cambios durante muchos millones de años, pero el
cerebro humano ha experimentado un desarrollo sin precedentes en un período
de tiempo relativamente corto.
A principios de la década de 1990, el conocimiento de las diversas especies de
Australopithecus y los entornos en los que vivían había
superado el conocimiento convencional, pero todavía había una brecha de 4
a 5,5 MA (no olvide el descubrimiento de Australopitecos más tarde). Meave
Leakey y sus colaboradores tienen como objetivo encontrar exactamente lo que
queda de esa época. La persistencia de los buscadores dio sus frutos y en
poco tiempo desenterraron los restos, incluidos fragmentos de mandíbula,
fragmentos de cráneo, dientes y, lo que es más interesante, la parte superior
de la tibia, la meseta tibial, que muestra claramente que el sujeto era bípedo.
Meave Leakey y su colaborador Alan Walker llegaron a la conclusión de que se
trataba de una nueva especie a la que llamaron Australopithecus
anamensis (conocido como Hombre del Lago; "anam" significa lago en lenguaje
turkano) como posible descendiente de los anteriores Ardipithecus, aunque
debido a la naturaleza fragmentaria de los fósiles hallados, no puede saberse
con certeza si están unidos por una secuencia continúa o son el resultado de
ramificaciones en diferentes direcciones evolutivas.
Australopithecus afarensis es uno de ellos
Mucho más tiempo, casi 1 MA, cuatro veces más de lo que el Homo
sapiens recorrió la Tierra. Fue descrito por primera vez a partir de restos en
Hadar, al norte de Etiopía, en 1974 por D. Johanson et al. Vive entre 3,85 y
2,95 MA en África Oriental (Etiopía, Kenia y Tanzania). Con cara de
mono y algunos rasgos humanos, caminaba erguido como de costumbre, lo
que pudo haberle permitido escapar del entorno cerrado de la
jungla hacia áreas más abiertas. Su adaptación a la vida de los
árboles y a caminar por el suelo puede ser la razón por la que ha
sobrevivido tanto tiempo.
. Las "huellas de Laetoli" sí que pueden considerarse como "un pequeño paso
para el hombre y un gran paso para la humanidad". A partir entonces la postura
bípeda hizo fortalecer los músculos espinales, la inserción de los glúteos en la
cresta ilíaca quedó ampliada, modificó distintivamente la morfología de la
meseta tibial y la figura mostró un porte más grácil y "humano". La aparición del
bipedismo está asociada a un importante cambio climático a nivel mundial que
provocó una mayor aridez en África obligando a estos homínidos a tener que
buscarse las habichuelas en otros suelos y a caminar largas distancias.
Otros individuos del grupo de los Australopithecus son el Australopithecus
bahrelghazali (llamado Abel), hallado en Chad por M.Brunet en 1995 en un
yacimiento datado en 3,58 MA, pero considerado como perteneciente a una
línea diferente de la que evolucionó hacia Homo, y el Kenyathropus
platyops del que se encontró un cráneo muy desfigurado en una región cercana
al lago Turkana en Kenya por M.Leakey y L.Leakey en 1999 y datado en 3,5
MA.
. Australopithecus africanus es, precisamente, el que da nombre a la especie
como "mono de África del sur". La historia de su descubrimiento es uno de los
relatos más apasionantes de la investigación paleontológica. Entre los primeros
hallazgos hay que referirse a un cráneo bastante completo de un niño, llamado
"niño de Taung", un infante de poco más de tres años de edad, que
posiblemente murió atacado por un águila. El cráneo fue encontrado por un
cantero llamado M. de Bruyn al que le llamó la atención su semejanza con los
de la especie humana.
paranthropus, un género extinto que subsistía solo de plantas
resistentes, requirió el desarrollo de molares más
grandes, una mandíbula poderosa y fuertes músculos faciales unidos a la típica
cresta sagital del cráneo. El más antiguo de ellos es Paranthropus
aethiopicus, un nuevo nombre de especie propuesto en 1967 por un grupo de
paleontólogos franceses basado en los fósiles de
mandíbula incompletos descritos por C. Arambour y J. Coppens. Esta
propuesta se consideró por primera vez en 1985 cuando A. Walker y R. Leakey
excavaron el famoso "Black Skull" al oeste del lago Turkana, Kenia, cuando se
reconoció la existencia de esta nueva especie de 2,5 m de antigüedad.
Recientemente Evan Eichler, genetista de la Universidad de Washington en
Seattle (USA), encontró que los seres humanos modernos tienen cuatro copias
de un gen denominado SRGAP2, implicado en el desarrollo de la corteza
cerebral. Según Eichler y su equipo, una de las copias (SRGAP2C) apareció
hace unos 2,4 MA. La aparición de esta copia pudo haber facilitado la evolución
dé hacia cerebros de mayor tamaño y complejidad precisamente
cuando Australopithecus evolucionaba hacia Homo habilis y Homo ergaster,
entrando así en el gran circo del género Homo.
Homo habilis (conocido como "The Handyman") y Homo rudolfensis son los
primeros representantes del género Homo. Muchos científicos creen que fue el
antepasado del Homo erectus, pero los descubrimientos en el norte de Kenia
en 2007 mostraron que las dos especies coexistieron en el este
de África durante al menos 500.000 años. Por lo tanto, no está claro si los dos
son linajes distintos de un ancestro común. La especie estuvo presente
en 1 MA y apareció solo entre 2.4 y 1.4 MA. Lewis y Mary Leake descubrieron
los primeros restos fósiles en Olduvai Gorge (Tanzania) entre 1960 y 1964.
El Homo habilis tenía un volumen cerebral de unos 640 centímetros cúbicos,
poco más del 50 por ciento más que el Australopithecus, por lo que fue
declarado una nueva especie. Mide 1,30 cm de alto y pesa alrededor de 35
kg. Es conocido como uno de los primeros en crear las primeras
herramientas de piedra y creó la primera cultura de herramientas de piedra en
Olduvaiense.
Homo erectus, también conocido como Homo ergaster es el ser humano
primitivo más antiguo conocido de proporciones corporales semejantes a las
del hombre moderno. Muchos investigadores quieren hacer una distinción entre
la especie africana ( Homo ergaster) y la asiática (Homo erectus) mientras
otros meten a ambos en el mismo saco. En cualquier caso, parece cierto que
desciende de especies anteriores como Homo habilis, aunque, como se ha
señalado anteriormente, ambos habilis y erectus coexistieron durante algún
tiempo. Su anatomía indica una clara adaptación a la vida sobre el terreno y
abandono de la vida arbórea.
Dado que tanto habilis como erectus/ergaster forman grupos
heterogéneos que, como hemos visto, deambularon sobre la faz de la Tierra
durante más de dos millones de años, es razonable pensar que aquí van a
parar muchas de las especies que han ido - y seguiran - apareciendo a medida
que se realizan nuevos descubrimientos sin que ello implique necesariamente
que hayan de incluirse en la línea evolutiva de Homo sapiens. Un caso
paradigmático es el reciente descubrimiento de un nuevo miembro, el Homo
naledi que, por su morfología, estaría en el límite de transición entre
los Australopitecos y el género Homo. Los restos de esta nueva especie fueron
encontrados por dos espeleólogos aficionados en la cueva Rising Star a unos
50 km. al noroeste de Johannesburg an África del Sur conocida como "Cuna de
la Humanidad" (The Cradle of Humankind) por la cantidad de fósiles que allí
fueron encontrados.
La historia de Homo erectus está íntimamente unida a las aventuras, a veces
trágicas, cuando no cómicas, que supusieron los descubrimientos
de Java y China a finales del siglo XIX y principios del XX, entremezclándose
de forma tan profunda que constituyen una historia única. El primer ejemplar
descubierto está ligado a la vida de Eugène Dubois, un médico holandés
profundamente influido por las ideas de Ernst Haeckel sobre la supuesta
existencia de un "eslabón perdido" entre el hombre y el mono, en una época en
la que las pruebas de antepasados del hombre eran muy escasas o apenas
conocidas. Dubois creía firmemente en las ideas del científico alemán e,
interesándose cada vez más en hallar alguna prueba que demostrase la
existencia de esta criatura, abandonó su cómoda vida académica en
Ámsterdam y se alistó como médico en la marina holandesa arribando
a Sumatra en 1887.
Algunos años antes, en 1914, el gobierno chino había invitado al doctor J.G.
Anderson como consejero de minas. Fue el primero en interesarse por la
riqueza fósil de este país, especialmente por un lugar conocido con el nombre
de Colina del Hueso del Dragón donde, desde tiempos ancestrales, los
habitantes del lugar habían obtenido huesos, fósiles y dientes que utilizaban
como amuletos, medicinas o para vender como recuerdo a los turistas.
La Sima de los Huesos forma parte del complejo de Cueva Mayor y para
acceder a ella hay que reptar durante 500 m. hasta un pozo de unos 13 m. de
profundidad en el fondo del cual se encuentra uno de los depósitos fosilíferos
más grandes del mundo, conteniendo el 90% de los restos humanos conocidos
en el registro fósil europeo de Homo heidelbergensis.
Excalibur, descubierto en 1998. Recientes estudios genéticos del
homínido Sima de los Huesos sugieren una estrecha relación con los
denisovanos (una comunidad euroasiática que vivió hace entre un millón y un
millón de años, hace 40.000 años) y la presencia de algunos rasgos
neandertales puede revelar algunos datos interesantes. sobre el origen del
Homo neanderthalensis. Las pruebas genéticas en
2018 revelaron que varios restos fósiles de una mujer denisovana conocida
como "Denny" son actualmente el único homínido híbrido
entre neandertales y denisovanos, es decir, descendientes directos de las dos
especies de personas diferentes.
Homo floresiensis, el hombre de Flores apodado "hobbit", corresponde
a una especie extinta del género Homo descubierta recientemente. Esta
especie fue descrita por primera vez por P. Brown en 2004 en base a los restos
encontrados el año anterior en la cueva de Liang Bua en la isla de Flores, al sur
de Indonesia. Contemporánea del hombre moderno, los "hobbits" vivieron
aislados en este remoto lugar desde hace 74.000 años hasta hace 12.000
años, habiéndose sugerido que una erupción volcánica provocó su
desaparición. El hombre de Flores es muy diferente en forma y tamaño a otros
miembros del género Homo.
En la segunda salida de África (Africa Exit 2), que tuvo lugar hace 50.000
años, el Homo sapiens se extendió no solo por África sino también por Europa,
Asia, Australia y luego a través de Beringia hasta los rincones más remotos de
América del Norte. Puede que no haya llegado al Polo Sur porque el
agua es muy fría, pero su distribución es amplia y actualmente es la única
especie existente del género Homo.
La evolución del género humano, desde sus albores homininos, aparece
jalonada por toda una serie de hechos y circunstancias que han favorecido su
desarrollo de la forma tan específica que conocemos en la actualidad.
Durante el estudio del registro fósil se han descubierto estructuras que
han permanecido sin cambios durante muchos millones de años, pero el
cerebro humano ha experimentado un desarrollo sin precedentes en un período
de tiempo relativamente corto. Este tipo de paquete o evolución única puede
resultar de la duplicación de ciertos genes, que se ha encontrado que
favorecen la variación fenotípica y la evolución adaptativa.
Tampoco hemos de olvidar que hace poco más de 40 - 50.000 años
deambulaban sobre el planeta hasta cinco especies diferentes de Homo, cada
una con su particular morfología y especificidad de las que sólo Homo
sapiens ha sobrevivido hasta la actualidad.

Conclusión
Al llegar a la conclusión de este trabajo me puede dar cuenta que hay varios
tipos de Australopithecus y Paranthropus están los que son:
Australopithecus anamensis. Vivieron en la zona de Kenia hace 4,2 y 3,9
millones de años y presentan molares anchos y de esmalte denso.
Australopithecus afarensis. Existieron hace 3,9 y 2,7 millones de años y eran
muy semejantes a los chimpancés contemporáneos en su registro sonoro.
Australopithecus bahrelghazali. Fue la única especie del África oriental,
existieron hace 4 y 3 millones de años en las regiones de Chad.
Paranthropus aethiopicus
Es la primera especie de este género (aparece hace aproximadamente 2,5
m.a). Poseía una cara especialmente maciza. Se considera que pudo dar
origen paralelamente a las dos especies posteriores. Habitó en África Oriental.
Paranthropus boisei
Tenía una apariencia más robusta. Sus características craneales están
especializadas para el consumo de vegetales duros. Gran dimorfismo sexual,
siendo mucho más grande el cuerpo del macho que de la hembra. Situado
entre 2,3 y 1,2 m.a. Habitó en África Oriental.
Paranthropus robustus
Se caracterizaba por unos huesos especialmente gruesos. Volumen craneano
de entre 500 y 530 cm³, cara alta y alargada. Piezas dentarias macizas.
Situado entre 1,8 y 1,5 m.a. El Paranthropus robustus coexistió con los Homo
durante un millón de años, hasta que se extinguió. Habitó en Sudáfrica.
Y hablando del homo sapiens Homo sapiens es un género de Homo, como
el Homo Nearhentalis o el Homo erectus. Sin embargo, él fue el único
sobreviviente. El término incluye tanto a los humanos modernos como a las
personas llamadas "anatómicamente modernas" que tienen al
menos 200.000 años.

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