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(Enfermería)
La enfermería es una disciplina que en su ejecución tiene una relación muy importante con la
vida y salud humanas de tal modo que siempre buscará un bien, sin embargo, es necesario que
identifique las leyes sociales y humanas que le permiten su ejercicio profesional.
Norma, es una regla obligatoria, regla que prescribe un deber, es toda regla de conducta, en
sentido estricto impone deberes y otorga derechos. El objetivo de la reglamentación de las
normas jurídicas es el comportamiento humano.
Normas que regulan la vida de las personas en sociedad. (Sociales, Religiosas, Morales y
Jurídicas
LEGISLACIÓN: Conjunto o cuerpo de leyes por las cuales se gobierna un Estado, o una materia
determinada.
Una definición de Derecho es “el arte de lo justo y equitativo a saber: vivir honestamente, no
hacer daño a nadie y dar a cada quién lo que le pertenece.”
El derecho proviene de tres fuentes distintas: formales (son los procesos creativos de las
normas jurídicas básicamente escritas) la ley, la costumbre y la jurisprudencia; reales (los
factores determinantes del contenido, de aquellas normas) e históricas (los documentos que
contienen el texto de una ley o de un conjunto de leyes de épocas antiguas, que más allá del
tiempo y del espacio conservan su ejemplaridad por la sabiduría con que fueron redactadas)
1.1. Descripción del derecho a la salud, conforme a la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
Los derechos humanos son aquellos que comprenden los derechos y obligaciones que tienen
todas las personas, sin ningún tipo de distinción racial, de género, nacionalidad, de edad u
otras.
En el campo de los derechos humanos se identifican “generaciones”: los civiles y políticos; los
económicos, sociales y culturales y los más recientes de “bienestar” –como el derecho a un
ambiente no contaminado- y los gestados por “la sociedad civil” –impulsados sobre todo por
organizaciones no gubernamentales, y que se refieren a una mejor calidad de vida y a una
mejor convivencia social. Inclusive, a una mejor gestión gubernamental-.
El camino seguido por los derechos humanos como figura jurídica presente en nuestros
ordenamientos constitucionales inicia desde la Constitución Federal de 1824, que hace
referencia a la protección, por las leyes, de los derechos de los ciudadanos. Continúa con Las
Siete Leyes de 1835 -1836, de las cuales la Primera está dedicada a “Los derechos y
obligaciones de los mexicanos y habitantes de la República”.
Las Bases Orgánicas de 1843, contienen disposiciones sobre las garantías de igualdad, libertad
y seguridad jurídica. Después, en el Acta Constitutiva y de Reformas de 1847 se establece el
amparo como el recurso del gobernado para hacer valer sus garantías individuales.
Por último, la Constitución Política de 1857 donde se contemplan en su Título I “los derechos
del Hombre”, que ocupan los primeros veintinueve artículos de ese texto constitucional. La
Constitución Política de 1917, aún cuando no se utiliza en la denominación de uno de los
Títulos o Capítulos de la Constitución, sí se le reconoce presencia (y protección) en el orden
jurídico nacional.
Son universales: Este es el principio establece el deber de los Estados de promover dichos
derechos, por encima de sus sistemas políticos, económicos y culturales.
Son inalienables. En este sentido, no pueden eliminarse, a menos que la situación sea
excepcional y exista garantía de un debido proceso legal.
Son interdependientes e indivisibles. Todos los derechos humanos se relacionan entre sí, de
manera que los progresos que se obtengan en uno de ellos benefician al resto, mientras que los
retrocesos o privaciones también afectan por igual el ejercicio de los derechos restantes.
Son no discriminatorios. Se prohíbe cualquier tipo de discriminación contra las personas basada
en raza, etnia, nacionalidad, género, preferencias sexuales o políticas, etc.
Principio de igualdad, que establece que todos los seres humanos nacen libres y en igualdad de
derechos.
Declaración Universal de los Derechos Humanos: Se llama así al documento que concentra los
30 artículos con los derechos humanos fundamentales que deben ser protegidos de manera
universal. Fue proclamada el 10 de diciembre de 1948 en la Asamblea General de las Naciones
Unidas, en París, y para su redacción se requirió de representantes de diversos países, culturas
y tradiciones ayudaron a mostrar una perspectiva amplia sobre lo que implicaban los derechos
humanos en diversas partes del mundo.
Garantías Individuales: Una vez que existe una estructura jurídica de protección frente al
Estado, los derechos humanos se llaman garantías, puesto que el sistema jurídico los respalda a
través de requisitos legalmente señalados frente a la autoridad. Esos requisitos son al mismo
tiempo los límites que la ley le impone al Estado en sus actos y el mínimo que el ciudadano
puede exigir en la ejecución de esos actos.
Las garantías individuales son mecanismos para la protección de los derechos de los individuos,
establecidos en la constitución de cada país. La diferencia es que estas últimas son las
expresiones concretas que van a permitir que efectivamente los derechos humanos puedan ser
respetados, apelando al marco jurídico de cada país.
La Constitución de 1917, en el artículo 1° establece que “En los Estados Unidos Mexicanos todo
individuo gozará de las garantías que otorga esta Constitución…” Esto significa dos situaciones.
Primero, que se parte de un principio de no discriminación, y segundo, que en el texto
constitucional “garantías” se entiende como los mecanismos, recursos, competencias, derechos
y libertades contenidos en la propia Constitución y no necesariamente como “derechos
humanos”.
Derechos fundamentales: Este tipo de derechos son de alcances nacionales; es decir, dependen
de cada país. Este tipo de derechos están protegidos procesalmente. Son derechos humanos
establecidos en la Constitución, pero se debe de mencionar que eso no basta, éstos se deben
de aplicar como tales; normas constitucionales. Éstos no son universales, son las relaciones
poder-ciudadano, que son los que regulan la norma fundamentas; es decir, que son límites al
poder.
Garantías constitucionales: Son protecciones que tenemos como gobernados, sólo que éstas
solamente se encuentran con nuestra carta magna.
Artículo 4° Constitucional: La mujer y el hombre son iguales ante la ley. Ésta protegerá la
organización y el desarrollo de la familia.
Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el
número y el espaciamiento de sus hijos.
Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo
garantizará.
Toda Persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades
para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las
entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción
XVI del artículo 73 de esta Constitución. La Ley definirá un sistema de salud para el bienestar,
con el fin de garantizar la extensión progresiva, cuantitativa y cualitativa de los servicios de
salud para la atención integral y gratuita de las personas que no cuenten con seguridad social.
Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado
garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad
para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley.
Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo
personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará
este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y
sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las
entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la
consecución de dichos fines.
Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los
instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo.
Toda persona tiene derecho a la identidad y a ser registrado de manera inmediata a su
nacimiento. El Estado garantizará el cumplimiento de estos derechos. La autoridad competente
expedirá gratuitamente la primera copia certificada del acta de registro de nacimiento.
En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés
superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos. Los niños y las niñas tienen
derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano
esparcimiento para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño, ejecución,
seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez.
Los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento
de estos derechos y principios.
El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los
derechos de la niñez.
Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que
presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales. El Estado
promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad
cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La
ley establecerá los mecanismos para el acceso y participación a cualquier manifestación
cultural.
Toda persona tiene derecho a la cultura física y a la práctica del deporte. Corresponde al Estado
su promoción, fomento y estímulo conforme a las leyes en la materia.
El Estado garantizará la entrega de un apoyo económico a las personas que tengan
discapacidad permanente en los términos que fije la Ley. Para recibir esta prestación tendrán
prioridad las y los menores de dieciocho años, las y los indígenas y las y los afromexicanos hasta
la edad de 64 años y las personas que se encuentren en condición de pobreza.
Las personas mayores de 68 años tienen derecho a recibir por parte del Estado una pensión no
contributiva en los términos que fije la Ley. En el caso de las y los indígenas y las y los
afromexicanos esta prestación se otorgará a partir de los 65 años de edad.
El Estado establecerá un sistema de becas para las y los estudiantes de todos los niveles
escolares del sistema de educación pública, con prioridad a las y los pertenecientes a las
familias que se encuentren en condición de pobreza, para garantizar con equidad el derecho a
la educación.
Toda persona tiene derecho a la movilidad en condiciones de seguridad vial, accesibilidad,
eficiencia, sostenibilidad, calidad, inclusión e igualdad.
El Estado promoverá el desarrollo integral de las personas jóvenes, a través de políticas públicas
con enfoque multidisciplinario, que propicien su inclusión en el ámbito político, social,
económico y cultural del país.
La Ley establecerá la concurrencia de la Federación, entidades federativas, Municipios y
demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, para esos efectos.
Los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales tienen como finalidad lograr una
mayor igualdad entre todas las personas, para lo cual es indispensable que éstas cuenten con
una educación de calidad y una alimentación adecuada, que gocen de un buen estado de salud,
de seguridad social y de una vivienda, que tengan acceso a la cultura y, de manera muy
importante, que posean un trabajo capaz de permitirles el disfrute de un nivel de vida digno.
Sobre este el artículo 4o., párrafo cuarto, señala que: “Toda persona tiene derecho a la
protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de
salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de
salubridad general…”.
Aunque la protección de la salud tenga como finalidad favorecer a todas las personas, este
derecho reviste una gran importancia desde el punto de vista social porque permite a aquellas
personas que carecen de los recursos económicos suficientes acceder a instituciones públicas
de salud para recibir la atención médica que requieran.
Derecho a un medio ambiente sano para tu desarrollo y bienestar: El objeto del párrafo quinto
del artículo 4o. constitucional es el medio ambiente. La razón radica en la importancia que éste
tiene, ya que es el entorno en donde tú te desarrollas como persona e interactúas en sociedad.
Derecho humano al agua El artículo 4o., sexto párrafo, establece que todas las personas tienen
derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en
forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. Éste se desprende de tu derecho a un nivel de
vida adecuado, el cual se encuentra establecido en el artículo 11o. del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
El objetivo del derecho al agua consiste en “garantizar a cada persona una cantidad mínima de
agua de buena calidad que sea suficiente para la vida y la salud, es decir, que le permita
satisfacer sus necesidades esenciales que consisten en beber, preparar los alimentos, conservar
la salud y producir algunos alimentos para el consumo familiar”.
Sobre este derecho, las obligaciones que el Estado debe cumplir se dividen en dos tipos:
a) positivas o de hacer, suministrar agua potable, evacuar las residuales y darles tratamiento y,
b) negativas o de abstención, no interrumpir el servicio de agua.
Artículo 5° Constitucional
A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo
que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por
determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución
gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la
sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial.
La ley determinará en cada entidad federativa, cuáles son las profesiones que necesitan título
para su ejercicio, las condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las autoridades que han
de expedirlo.
Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa retribución y sin su pleno
consentimiento, salvo el trabajo impuesto como pena por la autoridad judicial, el cual se
ajustará a lo dispuesto en las fracciones I y II del artículo 123.
En cuanto a los servicios públicos, sólo podrán ser obligatorios, en los términos que establezcan
las leyes respectivas, el de las armas y los jurados, así como el desempeño de los cargos
concejiles y los de elección popular, directa o indirecta. Las funciones electorales y censales
tendrán carácter obligatorio y gratuito, pero serán retribuidas aquéllas que se realicen
profesionalmente en los términos de esta Constitución y las leyes correspondientes. Los
servicios profesionales de índole social serán obligatorios y retribuidos en los términos de la ley
y con las excepciones que ésta señale.
El Estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún contrato, pacto o convenio que tenga
por objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad de la persona por
cualquier causa.
Tampoco puede admitirse convenio en que la persona pacte su proscripción o destierro, o en
que renuncie temporal o permanentemente a ejercer determinada profesión, industria o
comercio.
El contrato de trabajo sólo obligará a prestar el servicio convenido por el tiempo que fije la ley,
sin poder exceder de un año en perjuicio del trabajador, y no podrá extenderse, en ningún caso,
a la renuncia, pérdida o menoscabo de cualquiera de los derechos políticos o civiles. La falta de
cumplimiento de dicho contrato, por lo que respecta al trabajador, sólo obligará a éste a la
correspondiente responsabilidad civil, sin que en ningún caso pueda hacerse coacción sobre su
persona.
Artículo 24.- Se entiende por ejercicio profesional, para los efectos de esta Ley, la realización
habitual a título oneroso o gratuito de todo acto o la prestación de cualquier servicio propio de
cada profesión, aunque sólo se trate de simple consulta o la ostentación del carácter del
profesionista por medio de tarjetas, anuncios, placas, insignias o de cualquier otro modo. No se
reputará ejercicio profesional cualquier acto realizado en los casos graves con propósito de
auxilio inmediato.
Artículo. 33.- Poner todos los conocimientos científicos y servicios técnicos al servicio del
paciente.
Artículo 36.- Todo profesionista estará obligado a guardar estrictamente el secreto de los
asuntos que se le confíen por sus clientes, salvo los informes que obligatoriamente establezcan
las leyes respectivas.
Artículo 42.- El anuncio o la publicidad que un profesionista haga de sus actividades no deberá
rebasar los conceptos de ética profesional que establezca el Colegio respectivo. En todo caso, el
profesionista deberá expresar la institución docente donde hubiere obtenido su título.
CAPÍTULO ÚNICO
Artículo 1o.-La presente Ley reglamenta el derecho a la protección de la salud que tiene toda
persona en los términos del artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, establece las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y la
concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general. Es
de aplicación en toda la República y sus disposiciones son de orden público e interés social.
Artículo 2º señala que la protección a la salud debe lograr las siguientes finalidades:
El bienestar físico y mental de la persona, para contribuir al ejercicio pleno de sus
capacidades; La prolongación y mejoramiento de la calidad de la vida humana;
La protección y el acrecentamiento de los valores que coadyuven a la creación,
conservación y disfrute de condiciones de salud que contribuyan al desarrollo social;
La extensión de actitudes solidarias y responsables de la población en la preservación,
conservación, mejoramiento y restauración de la salud;
El disfrute de servicios de salud y y de asistencia social que satisfagan eficaz y
oportunamente las necesidades de la población;
El conocimiento para el adecuado aprovechamiento y utilización de los servicios de salud, y
El desarrollo de la enseñanza y la investigación científica y tecnológica para la salud.
Artículo 5o.- El Sistema Nacional de Salud está constituido por las dependencias y entidades de
la Administración Pública, tanto federal como local, y las personas físicas o morales de los
sectores social y privado, que presten servicios de salud, así como por los mecanismos de
coordinación de acciones, y tiene por objeto dar cumplimiento al derecho a la protección de la
salud.
Artículo 23.- Para los efectos de esta Ley, se entiende por servicios de salud todas aquellas
acciones realizadas en beneficio del individuo y de la sociedad en general, dirigidas a proteger,
promover y restaurar la salud de la persona y de la colectividad.
Artículo 25.- Conforme a las prioridades del Sistema Nacional de Salud, se garantizará la
extensión progresiva, cuantitativa y cualitativa de los servicios de salud, particularmente para la
atención integral de la población que se encuentra en el país que no cuenta con seguridad
social.
Artículo 27. Para los efectos del derecho a la protección de la salud, se consideran servicios
básicos de salud los referentes a:
I. La educación para la salud, la promoción del saneamiento básico y el mejoramiento de las
condiciones sanitarias del ambiente;
II. La prevención y el control de las enfermedades transmisibles de atención prioritaria, de las
no transmisibles más frecuentes, sindemias y de los accidentes;
III. La atención médica integral, que comprende la atención médica integrada de carácter
preventivo, acciones curativas, paliativas y de rehabilitación, incluyendo la atención de
urgencias.
Para efectos del párrafo anterior, la atención médica integrada de carácter preventivo consiste
en realizar todas las acciones de prevención y promoción para la protección de la salud, de
acuerdo con la edad, sexo y los determinantes físicos, psíquicos y sociales de las personas,
realizadas preferentemente en una sola consulta.
En el caso de las personas sin seguridad social, deberá garantizarse la prestación gratuita de
servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados;
IV. La atención materno-infantil;
V. La salud sexual y reproductiva;
VI. La salud mental;
VII. La prevención y el control de las enfermedades bucodentales;
VIII. La disponibilidad de medicamentos, dispositivos médicos y otros insumos esenciales para
la salud;
IX. La promoción de un estilo de vida saludable;
X. La asistencia social a los grupos más vulnerables y, de éstos, de manera especial, a los
pertenecientes a las comunidades indígenas, y
XI. La atención médica a las personas adultas mayores en áreas de salud geriátrica.
Artículo 32. Se entiende por atención médica el conjunto de servicios que se proporcionan al
individuo, con el fin de proteger, promover y restaurar su salud.
Para efectos del párrafo anterior los prestadores de servicios de salud podrán apoyarse en las
Guías de Práctica Clínica y los medios electrónicos de acuerdo con las normas oficiales
mexicanas que al efecto emita la Secretaría de Salud.
Artículo 34.- Para los efectos de esta Ley, los servicios de salud, atendiendo a los prestadores
de los mismos, se clasifican en:
I. Servicios públicos a la población en general;
II. Servicios a derechohabientes de instituciones públicas de seguridad social o los que con sus
propios recursos o por encargo del Poder Ejecutivo Federal, presten las mismas instituciones a
otros grupos de usuarios;
III. Servicios sociales y privados, sea cual fuere la forma en que se contraten, y
IV. Otros que se presten de conformidad con lo que establezca la autoridad sanitaria.
Artículo 35.- Son servicios públicos a la población en general los que se presten en
establecimientos públicos de salud a las personas que se encuentren en el país que así lo
requieran, regidos por criterios de universalidad, igualdad e inclusión y de gratuidad al
momento de requerir los servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados.
Los derechohabientes de las instituciones de seguridad social podrán acceder a los servicios a
que se refiere el párrafo anterior en los términos de los convenios que al efecto se suscriban
con dichas instituciones, de conformidad con las disposiciones aplicables.
Artículo 36.- Las cuotas de recuperación que en su caso se recauden por la prestación de
servicios de salud, se ajustarán a lo que disponga la legislación fiscal y a los convenios de
coordinación que celebren en la materia el Ejecutivo Federal y los gobiernos de las entidades
federativas.
Queda prohibido el cobro de cuotas de recuperación por la prestación de servicios de salud,
medicamentos y demás insumos asociados a las personas sin seguridad social.
Para la determinación de las cuotas de recuperación se tomará en cuenta el costo de los
servicios y las condiciones socioeconómicas del usuario.
Las cuotas de recuperación se fundarán en principios de solidaridad social y guardarán relación
con los ingresos de los usuarios, debiéndose eximir del cobro cuando el usuario carezca de
recursos para cubrirlas, o en las zonas de menor desarrollo económico y social conforme a las
disposiciones de la Secretaría de Salud.
A los extranjeros que ingresen al país con el propósito predominante de hacer uso de los
servicios de salud, se cobrará íntegramente el costo de los mismos, excepto en los casos de
urgencias.
Se eximirá del cobro de las cuotas de recuperación por concepto de atención médica y
medicamentos, a todo menor a partir de su nacimiento hasta cinco años cumplidos, que no sea
beneficiario o derechohabiente de alguna institución del sector salud. Para el cumplimiento de
esta disposición, será requisito indispensable que la familia solicitante se encuentre en un nivel
de ingreso correspondiente a los tres últimos deciles establecidos por la Secretaría de Salud.
Artículo 37.- Son servicios a derechohabientes de instituciones públicas de seguridad social los
prestados por éstas a las personas que cotizan o a las que hubieren cotizado en las mismas
conforme a sus leyes y a sus beneficiarios, los que con sus propios recursos o por encargo del
Ejecutivo Federal presten tales instituciones a otros grupos de usuarios.
Estos servicios se regirán por lo establecido en las disposiciones legales que regulan la
organización y funcionamiento de las instituciones prestadoras y por las contenidas en esta Ley,
en sus respectivos ámbitos de aplicación. Tratándose de las instituciones de seguridad social de
la Administración Pública Federal, éstas deberán, por cuanto hace a la prestación de servicios
de salud, mantener una coordinación permanente con la Secretaría de Salud, a efecto de
implementar de manera efectiva la política nacional a que hace referencia la fracción I del
artículo 7o. de esta Ley.
Dichos servicios, en los términos de esta Ley y sin perjuicio de lo que prevengan las leyes a las
que se refiere el párrafo anterior, comprenderán la atención médica, la atención materno-
infantil, la planificación familiar, la salud mental, la promoción de la formación de recursos
humanos, la salud ocupacional y la prevención y control de enfermedades no transmisibles,
sindemias y accidentes.
Artículo 38.- Son servicios de salud privados los que presten personas físicas o morales en las
condiciones que convengan con los usuarios, y sujetas a los ordenamientos legales, civiles y
mercantiles. En materia de tarifas, se aplicará lo dispuesto en el artículo 43 de esta Ley.
Estos servicios pueden ser contratados directamente por los usuarios o a través de sistemas de
seguros, individuales o colectivos.
Artículo 39.- Son servicios de salud de carácter social los que presten, directamente o mediante
la contratación de seguros individuales o colectivos, los grupos y organizaciones sociales a sus
miembros y a los beneficiarios de los mismos.
Artículo 40.- Las modalidades de acceso a los servicios de salud privados y sociales se regirán
por lo que convengan prestadores y usuarios, sin perjuicio de los requisitos y obligaciones que
establezca esta Ley y demás disposiciones aplicables.
Artículo 41.- Los servicios de salud que presten las entidades públicas o empresas privadas a
sus empleados y a los beneficiarios de los mismos, con recursos propios o mediante la
contratación de seguros individuales o colectivos, se regirán por las convenciones entre
prestadores y usuarios, sin perjuicio de lo que establezcan las disposiciones de esta Ley y demás
normas aplicables a las instituciones de salud respectivas.
Artículo 41 Bis. Los establecimientos para la atención médica del sector público, social o
privado del sistema nacional de salud, además de los señalados en los artículos 98 y 316 de la
presente Ley, y de acuerdo con su grado de complejidad y nivel de resolución, contarán con los
siguientes comités:
Artículo 43.- Los servicios de salud de carácter social y privado, con excepción del servicio
personal independiente, estarán sujetos a las tarifas que establezca la Secretaría de Economía,
oyendo la opinión de la Secretaría de Salud.
Artículo 44.- Los establecimientos particulares para el internamiento de enfermos, prestarán
sus servicios en forma gratuita a personas de escasos recursos, en la proporción y términos que
señalen los reglamentos.
Artículo 49.- La Secretaría de Salud y los gobiernos de las entidades federativas, en el ámbito de
sus respectivas competencias, coadyuvarán con las autoridades educativas competentes para la
promoción y fomento de la constitución de colegios, asociaciones y organizaciones de
profesionales, técnicos y auxiliares de la salud, y estimularán su participación en el Sistema
Nacional de Salud, como instancias éticas del ejercicio de las profesiones, promotoras de la
superación permanente de sus miembros, así como consultoras de las autoridades sanitarias,
cuando éstas lo requieran.
Artículo 78.- El ejercicio de las profesiones, de las actividades técnicas y auxiliares y de las
especialidades para la salud, estará sujeto a:
I. La Ley Reglamentaria del artículo 5o. Constitucional, relativo al ejercicio de las profesiones en
la Ciudad de México;
II. Las bases de coordinación que, conforme a la ley, se definan entre las autoridades educativas
y las autoridades sanitarias;
III. Las disposiciones de esta Ley y demás normas jurídicas aplicables, y
IV. Las leyes que expidan los estados, con fundamento en los artículos 5o. y 121, fracción V, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Artículo 80.- Para el registro de diplomas de las actividades técnicas y auxiliares, la Secretaría
de Salud, a petición de las autoridades educativas competentes, emitirá la opinión técnica
correspondiente.
Artículo 81.- La emisión de los diplomas de especialidades médicas corresponde a las
instituciones de educación superior y de salud oficialmente reconocidas ante las autoridades
correspondientes.
Para la realización de los procedimientos médicos quirúrgicos de especialidad se requiere que
el especialista haya sido entrenado para la realización de los mismos en instituciones de salud
oficialmente reconocidas ante las autoridades correspondientes.
El Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas tendrá la naturaleza de
organismo auxiliar de la Administración Pública Federal a efecto de supervisar el
entrenamiento, habilidades, destrezas y calificación de la pericia que se requiere para la
certificación y recertificación de la misma en las diferentes especialidades de la medicina
reconocidas por el Comité y en las instituciones de salud oficialmente reconocidas ante las
autoridades correspondientes.
Los Consejos de Especialidades Médicas que tengan la declaratoria de idoneidad y que estén
reconocidos por el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas,
constituido por la Academia Nacional de Medicina de México, la Academia Mexicana de Cirugía
y los Consejos de Especialidad miembros, están facultados para expedir certificados de su
respectiva especialidad médica.
Para la expedición de la cédula de médico especialista las autoridades educativas competentes
solicitarán la opinión del Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas.
Artículo 83.- Quienes ejerzan las actividades profesionales, técnicas y auxiliares y las
especialidades médicas, deberán poner a la vista del público un anuncio que indique la
institución que les expidió el Título, Diploma, número de su correspondiente cédula profesional
y, en su caso, el Certificado de Especialidad vigente. Iguales menciones deberán consignarse en
los documentos y papelería que utilicen en el ejercicio de tales actividades y en la publicidad
que realicen al respecto.
Artículo 84.- Todos los pasantes de las profesiones para la salud y sus ramas deberán prestar el
servicio social en los términos de las disposiciones legales aplicables en materia educativa y de
las de esta Ley.
Artículo 85.- Los aspectos docentes de la prestación del servicio social se regirán por lo que
establezcan las instituciones de educación superior, de conformidad con las atribuciones que
les otorgan las disposiciones que rigen su organización y funcionamiento y lo que determinen
las autoridades educativas competentes.
La operación de los programas en los establecimientos de salud se llevará a cabo de acuerdo a
los lineamientos establecidos por cada una de las instituciones de salud y lo que determinen las
autoridades sanitarias competentes.
Artículo 86.- Para los efectos de la eficaz prestación del servicio social de pasantes de las
profesiones para la salud, se establecerán mecanismos de coordinación entre las autoridades
de salud y las educativas, con la participación que corresponda a otras dependencias
competentes.
Artículo 87.- La prestación del servicio social de los pasantes de las profesiones para la salud, se
llevará a cabo mediante la participación de los mismos en las unidades aplicativas del primer
nivel de atención, prioritariamente en áreas de menor desarrollo económico y social.
Artículo 88.- La Secretaría de Salud y los gobiernos de las entidades federativas, en sus
respectivos ámbitos de competencia, con la participación de las instituciones de educación
superior, elaborarán programas de carácter social para los profesionales de la salud, en
beneficio de la colectividad, de conformidad con las disposiciones legales aplicables al ejercicio
profesional.
Artículo 89.- Las autoridades educativas, en coordinación con las autoridades sanitarias y con la
participación de las instituciones de educación superior, recomendarán normas y criterios para
la formación de recursos humanos para la salud.
Las autoridades sanitarias, sin perjuicio de la competencia que sobre la materia corresponda a
las autoridades educativas y en coordinación con ellas, así como con la participación de las
instituciones de salud, establecerán las normas y criterios para la capacitación y actualización
de los recursos humanos para la salud.
Artículo 92.- Las Secretarías de Salud y de Educación Pública y los gobiernos de las entidades
federativas, en sus respectivos ámbitos de competencia, impulsarán y fomentarán la formación,
capacitación y actualización de los recursos humanos para los servicios de salud, de
conformidad con los objetivos y prioridades del Sistema Nacional de Salud, de los sistemas
estatales de salud y de los programas educativos.
Artículo 95.- Los aspectos docentes del internado de pregrado y de las residencias de
especialización, se regirán por lo que establezcan las instituciones de educación superior, de
conformidad con las atribuciones que les otorguen las disposiciones que rigen su organización y
funcionamiento y lo que determinen las autoridades educativas competentes.
La operación de los programas correspondientes en los establecimientos de salud, se llevará a
cabo de acuerdo a los lineamientos establecidos por cada una de las instituciones de salud y lo
que determinen las autoridades sanitarias competentes.
III. Control de los efectos nocivos del ambiente en la salud, adoptando medidas y promoviendo
estrategias de mitigación y de adaptación a los efectos del cambio climático;
IV. Salud ocupacional, y
V. Fomento Sanitario
Artículo 110.- La promoción de la salud tiene por objeto crear, conservar y mejorar las
condiciones deseables de salud para toda la población y propiciar en el individuo las actitudes,
valores y conductas adecuadas para motivar su participación en beneficio de la salud individual
y colectiva.
Artículo 162.- Para los efectos de esta Ley, se entiende por accidente el hecho súbito que
ocasione daños a la salud, y que se produzca por la concurrencia de condiciones
potencialmente prevenibles.
Artículo 164.- La Secretaría de Salud coordinará sus actividades con la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social, así como con la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes y
en general, con las dependencias y entidades públicas y con los gobiernos de las entidades
federativas, para la investigación, prevención y control de los accidentes.
La Secretaría de Salud deberá realizar convenios con los gobiernos de las entidades federativas
para determinar los exámenes psicofísicos integrales que se practicarán como requisito previo
para la emisión o revalidación de licencias de conducir, así como para establecer otras medidas
de prevención de accidentes.
Artículo 166.- Los servicios de salud que proporcionen las instituciones de seguridad social con
motivo de riesgos de trabajo, se regirán por sus propias leyes y las demás disposiciones legales
aplicables y se ajustarán a las normas oficiales mexicanas en materia de salud. En este caso, las
autoridades sanitarias propiciarán con dichas instituciones la coordinación de acciones en
materia de higiene y prevención de accidentes.
TÍTULO OCTAVO BIS.- De los Cuidados Paliativos a los Enfermos en Situación Terminal
Artículo 166 Bis 2. Corresponde al Sistema Nacional de Salud garantizar el pleno, libre e
informado ejercicio de los derechos que señalan esta Ley y demás ordenamientos aplicables, a
los enfermos en situación terminal.
Artículo 166 Bis 3. Los pacientes enfermos en situación terminal tienen los siguientes derechos:
I. Recibir atención médica integral;
II. Ingresar a las instituciones de salud cuando requiera atención médica;
III. Dejar voluntariamente la institución de salud en que esté hospitalizado, de conformidad a
las disposiciones aplicables;
IV. Recibir un trato digno, respetuoso y profesional procurando preservar su calidad de vida;
V. Recibir información clara, oportuna y suficiente sobre las condiciones y efectos de su
enfermedad y los tipos de tratamientos por los cuales puede optar según la enfermedad que
padezca;
VI. Dar su consentimiento informado por escrito para la aplicación o no de tratamientos,
medicamentos y cuidados paliativos adecuados a su enfermedad, necesidades y calidad de
vida;
VII. Solicitar al médico que le administre medicamentos que mitiguen el dolor;
VIII. Renunciar, abandonar o negarse en cualquier momento a recibir o continuar el
tratamiento que considere extraordinario;
IX. Optar por recibir los cuidados paliativos en un domicilio particular;
X. Designar, a algún familiar, representante legal o a una persona de su confianza, para el caso
de que, con el avance de la enfermedad, esté impedido a expresar su voluntad, lo haga en su
representación;
XI. A recibir los servicios espirituales, cuando lo solicite él, su familia, representante legal o
persona de su confianza; y
XII. Los demás que las leyes señalen
Artículo 166 Bis 4. Toda persona mayor de edad, en pleno uso de sus facultades mentales,
puede, en cualquier momento e independientemente de su estado de salud, expresar su
voluntad por escrito ante dos testigos, de recibir o no cualquier tratamiento, en caso de que
llegase a padecer una enfermedad y estar en situación terminal y no le sea posible manifestar
dicha voluntad. Dicho documento podrá ser revocado en cualquier momento.
Para que sea válida la disposición de voluntad referida en el párrafo anterior, deberá apegarse a
lo dispuesto en la presente Ley y demás disposiciones aplicables.
Artículo 166 Bis 5. El paciente en situación terminal, mayor de edad y en pleno uso de sus
facultades mentales, tiene derecho a la suspensión voluntaria del tratamiento curativo y como
consecuencia al inicio de tratamiento estrictamente paliativo en la forma y términos previstos
en esta Ley.
Artículo 166 Bis 6. La suspensión voluntaria del tratamiento curativo supone la cancelación de
todo medicamento que busque contrarrestar la enfermedad terminal del paciente y el inicio de
tratamientos enfocados de manera exclusiva a la disminución del dolor o malestar del paciente.
En este caso, el médico especialista en el padecimiento del paciente terminal interrumpe,
suspende o no inicia el tratamiento, la administración de medicamentos, el uso de
instrumentos o cualquier procedimiento que contribuya a la prolongación de la vida del
paciente en situación terminal dejando que su padecimiento evolucione naturalmente.
Artículo 166 Bis 7. El paciente en situación terminal que esté recibiendo los cuidados paliativos,
podrá solicitar recibir nuevamente el tratamiento curativo, ratificando su decisión por escrito
ante el personal médico correspondiente.
Artículo 166 Bis 10. Los familiares del enfermo en situación terminal tienen la obligación de
respetar la decisión que de manera voluntaria tome el enfermo en los términos de este título.
Artículo 166 Bis 11. En casos de urgencia médica, y que exista incapacidad del enfermo en
situación terminal para expresar su consentimiento, y en ausencia de familiares, representante
legal, tutor o persona de confianza, la decisión de aplicar un procedimiento médico quirúrgico o
tratamiento necesario, será tomada por el médico especialista y/o por el Comité de Bioética de
la institución.
Artículo 166 Bis 12. Todos los documentos a que se refiere este título se regirán de acuerdo a lo
que se establezca en el reglamento y demás disposiciones aplicables.
Artículo 166 Bis 13. Las Instituciones del Sistema Nacional de Salud:
I. Ofrecerán el servicio para la atención debida a los enfermos en situación terminal;
II. Proporcionarán los servicios de orientación, asesoría y seguimiento al enfermo en situación
terminal y o sus familiares o persona de confianza en el caso de que los cuidados paliativos se
realicen en el domicilio particular;
III. De igual manera, en el caso de que los cuidados paliativos se realicen en el domicilio
particular, la Secretaría pondrá en operación una línea telefónica de acceso gratuito para que se
le oriente, asesore y dé seguimiento al enfermo en situación terminal o a sus familiares o
persona de su confianza;
IV. Proporcionarán los cuidados paliativos correspondientes al tipo y grado de enfermedad,
desde el momento del diagnóstico de la enfermedad terminal hasta el último momento;
V. Fomentarán la creación de áreas especializadas que presten atención a los enfermos en
situación terminal; y
VI. Garantizarán la capacitación y actualización permanente de los recursos humanos para la
salud, en materia de cuidados paliativos y atención a enfermos en situación terminal.
CAPÍTULO IV.- De los Derechos, Facultades y Obligaciones de los Médicos y Personal Sanitario
Artículo 166 Bis 14. Los médicos tratantes y el equipo sanitario que preste los cuidados
paliativos, para el mejor desempeño de sus servicios, deberán estar debidamente capacitados
humana y técnicamente, por instituciones autorizadas para ello.
Artículo 166 Bis 15. Los médicos especialistas en las instituciones de segundo y tercer nivel,
tendrán las siguientes obligaciones:
I. Proporcionar toda la información que el paciente requiera, así como la que el médico
considere necesaria para que el enfermo en situación terminal pueda tomar una decisión libre e
informada sobre su atención, tratamiento y cuidados;
II. Pedir el consentimiento informado del enfermo en situación terminal, por escrito ante dos
testigos, para los tratamientos o medidas a tomar respecto de la enfermedad terminal;
III. Informar oportunamente al enfermo en situación terminal, cuando el tratamiento curativo
no dé resultados;
IV. Informar al enfermo en situación terminal, sobre las opciones que existan de cuidados
paliativos;
V. Respetar la decisión del enfermo en situación terminal en cuanto al tratamiento curativo y
cuidados paliativos, una vez que se le haya explicado en términos sencillos las consecuencias de
su decisión;
VI. Garantizar que se brinden los cuidados básicos o tratamiento al paciente en todo momento;
VII. Procurar las medidas mínimas necesaria para preservar la calidad de vida de los enfermos
en situación terminal;
VIII. Respetar y aplicar todas y cada una de las medidas y procedimientos para los casos que
señala esta ley;
IX. Hacer saber al enfermo, de inmediato y antes de su aplicación, si el tratamiento a seguir
para aliviar el dolor y los síntomas de su enfermedad tenga como posibles efectos secundarios
disminuir el tiempo de vida;
X. Solicitar una segunda opinión a otro médico especialista, cuando su diagnóstico sea una
enfermedad terminal; y
XI. Las demás que le señalen ésta y otras leyes.
Artículo 166 Bis 16. Los médicos tratantes podrán suministrar fármacos paliativos a un enfermo
en situación terminal, aún cuando con ello se pierda estado de alerta o se acorte la vida del
paciente, siempre y cuando se suministren dichos fármacos paliativos con el objeto de aliviar el
dolor del paciente.
Podrán hacer uso, de ser necesario de acuerdo con lo estipulado en la presente Ley de
analgésicos del grupo de los opioides. En estos casos será necesario el consentimiento del
enfermo.
En ningún caso se suministrarán tales fármacos con la finalidad de acortar o terminar la vida del
paciente, en tal caso se estará sujeto a las disposiciones penales aplicables.
Artículo 166 Bis 17. Los médicos tratantes, en ningún caso y por ningún motivo implementaran
medios extraordinarios al enfermo en situación terminal, sin su consentimiento.
Artículo 166 Bis 18. Para garantizar una vida de calidad y el respeto a la dignidad del enfermo
en situación terminal, el personal médico no deberá aplicar tratamientos o medidas
consideradas como obstinación terapéutica ni medios extraordinarios.
Artículo 166 Bis 19. El personal médico que deje de proporcionar los cuidados básicos a los
enfermos en situación terminal, será sancionado conforme lo establecido por las leyes
aplicables.
Artículo 166 Bis 20. El personal médico que, por decisión propia, deje de proporcionar
cualquier tratamiento o cuidado sin el consentimiento del enfermo en situación terminal, o en
caso que esté impedido para expresar su voluntad, el de su familia o persona de confianza, será
sancionado conforme lo establecido por las leyes aplicables.
Artículo 166 Bis 21. Queda prohibida, la práctica de la eutanasia, entendida como homicidio
por piedad así como el suicidio asistido conforme lo señala el Código Penal Federal, bajo el
amparo de esta ley. En tal caso se estará a lo que señalan las disposiciones penales aplicables.
Artículo 456.- Al que sin autorización de la Secretaría de Salud o contraviniendo los términos en
que ésta haya sido concedida, elabore, introduzca a territorio nacional, transporte, distribuya,
comercie, almacene, posea, deseche o en general, realice actos con las substancias tóxicas o
peligrosas a que se refiere el artículo 278 de esta Ley, con inminente riesgo a la salud de las
personas, se le impondrá de uno a ocho años de prisión y multa equivalente de cien a dos mil
días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate.
Artículo 457.- Se sancionará con pena de uno a ocho años de prisión y multa por el equivalente
de cien a dos mil días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate,
al que por cualquier medio contamine un cuerpo de agua, superficial o subterráneo, cuyas
aguas se destinen para uso o consumo humanos, con riesgo para la salud de las personas.
Artículo 458.- A quien sin la autorización correspondiente, utilice fuentes de radiaciones que
ocasionen o puedan ocasionar daños a la salud de las personas, se le aplicará de uno a ocho
años de prisión y multa equivalente de cien a dos mil días de salario mínimo general vigente en
la zona económica de que se trate.
Artículo 459.- Al que por cualquier medio pretenda sacar o saque del territorio nacional sangre
humana, sin permiso de la Secretaría de Salud, se le impondrá prisión de uno a diez años y
multa por el equivalente de cien a quinientos días de salario mínimo general vigente en la zona
económica de que se trate.
Si el responsable es un profesional, técnico auxiliar de las disciplinas para la salud, a la pena
anterior se añadirá suspensión en el ejercicio de su profesión u oficio hasta por cuatro años.
Artículo 460.- Al que saque o pretenda sacar del territorio nacional derivados de la sangre
humana sin permiso de la Secretaría de Salud, se le impondrá prisión de uno a cinco años y
multa por el equivalente de diez a ciento veinticinco días de salario mínimo general vigente en
la zona económica de que se trate.
Si el responsable es un profesional, técnico o auxiliar de las disciplinas para la salud, a la pena
anterior se añadirá suspensión en el ejercicio de su profesión u oficio hasta por cuatro años.
Artículo 460 Bis. Al que introduzca o pretenda introducir en el territorio nacional sangre
humana o cualquiera de sus componentes, sin permiso de la Secretaría de Salud, se le
impondrá prisión de uno a cinco años y multa por el equivalente de diez a ciento veinticinco
días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate.
Si la introducción de sangre humana o de cualquiera de sus componentes a que se refiere el
párrafo anterior produce algún contagio en la población se impondrán de seis a diecisiete años
de prisión y multa por el equivalente de ocho mil a diecisiete mil días de salario mínimo vigente
en la zona económica de que se trate.
Artículo 461.- Al que traslade o realice actos tendientes a trasladar fuera del territorio nacional,
órganos, tejidos y sus componentes de seres humanos vivos o de cadáveres, sin permiso de la
Secretaría de Salud, se le impondrá prisión de cuatro a quince años y multa por el equivalente
de trescientos a setecientos días de salario mínimo general vigente en la zona económica de
que se trate.
Igual sanción se aplicará al que traslade o realice actos tendientes a trasladar fuera del
territorio nacional tejidos de seres humanos que puedan ser fuente de material genético (ácido
desoxirribonucleico) para estudios genómicos poblacionales en contravención de los artículos
317 Bis y 317 Bis 1 de esta Ley.
Si el responsable es un profesional, técnico o auxiliar de las disciplinas para la salud, a la pena
anterior se añadirá suspensión en el ejercicio de su profesión u oficio hasta por siete años.
Artículo 462. Se impondrán de seis a diecisiete años de prisión y multa por el equivalente de
ocho mil a diecisiete mil días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se
trate:
I. Al que ilícitamente obtenga, conserve, utilice, prepare o suministre órganos, tejidos y sus
componentes, cadáveres o fetos de seres humanos;
II. Al que comercie o realice actos de simulación jurídica que tengan por objeto la
intermediación onerosa de órganos, tejidos, incluyendo la sangre, cadáveres, fetos o restos de
seres humanos;
III. Al que trasplante un órgano o tejido, sin atender las preferencias y el orden establecido en
las bases de datos hospitalarias, institucionales, estatales y nacional a que se refiere el artículo
336 de esta Ley;
IV. A los que promuevan, favorezcan, faciliten o publiciten la obtención o la procuración ilegal
de órganos, tejidos y células o el trasplante de los mismos;
V. Al receptor del órgano que consienta la realización del trasplante conociendo su origen
ilícito;
VI. Al que trasplante un órgano o tejido cuando el receptor y/o donador sean extranjeros, sin
seguir el procedimiento establecido para tal efecto, y
VII. Aquella persona que con intención cause infección de receptores por agentes transmisibles
por transfusión de sangre y sus componentes.
En el caso de las fracciones III, IV, V y VI se aplicarán al responsable, además de otras penas, de
cinco a diez años de prisión. Si intervinieran profesionales, técnicos o auxiliares de las
disciplinas para la salud, se les aplicará, además suspensión de cinco a ocho años en el ejercicio
profesional, técnico o auxiliar y hasta seis años más, en caso de reincidencia.
Artículo 462 Bis 1.- Se aplicará de uno a nueve años de prisión y una multa de cien a mil veces
la Unidad de Medida y Actualización, al que por sí o por interpósita persona:
I. Cobre en una institución pública de salud la aplicación de una vacuna incluida en el Programa
de Vacunación Universal o destinada a acciones ordinarias o extraordinarias de vacunación, y
II. A sabiendas de ello, venda las vacunas que sean propiedad de las instituciones públicas del
Sistema Nacional de Salud.
Artículo 463.- Al que introduzca al territorio nacional, transporte o comercie con animales vivos
o sus cadáveres, que padezcan o hayan padecido una enfermedad transmisible al ser humano
en los términos del artículo 157 de esta Ley, teniendo conocimiento de este hecho, se le
sancionará con prisión de uno a ocho años y multa equivalente de cien a mil veces la Unidad de
Medida y Actualización.
Artículo 464-Bis.- Al que por sí o por interpósita persona, teniendo conocimiento o a sabiendas
de ello, autorice u ordene, por razón de su cargo en las instituciones alimentarias a que se
refiere el artículo 199-Bis de este ordenamiento, la distribución de alimentos en
descomposición o mal estado que ponga en peligro la salud de otro, se le impondrá la pena de
seis meses a dos años de prisión o pena pecuniaria de 500 a 5 mil días de salario mínimo
general vigente en el Distrito Federal o la zona económica de que se trate.
Cuando la conducta descrita en el párrafo anterior sea producto de negligencia, se impondrá
hasta la mitad de la pena señalada.
Artículo 464 Ter.- En materia de medicamentos se aplicarán las penas que a continuación se
mencionan, a la persona o personas que realicen las siguientes conductas delictivas:
I.- A quien adultere, falsifique, contamine, altere o permita la adulteración, falsificación,
contaminación o alteración de medicamentos, fármacos, materias primas o aditivos, de sus
envases finales para uso o consumo humanos o los fabrique sin los registros, licencias o
autorizaciones que señala esta Ley, se le aplicará una pena de tres a quince años de prisión y
multa de cincuenta mil a cien mil días de salario mínimo general vigente en la zona económica
de que se trate;
II.- A quien falsifique o adultere o permita la adulteración o falsificación de material para
envase o empaque de medicamentos, etiquetado, sus leyendas, la información que contenga o
sus números o claves de identificación, se le aplicará una pena de uno a nueve años de prisión y
multa de veinte mil a cincuenta mil días de salario mínimo general vigente en la zona
económica de que se trate;
III.- A quien venda u ofrezca en venta, comercie, distribuya o transporte medicamentos,
fármacos, materias primas o aditivos falsificados, alterados, contaminados o adulterados, ya
sea en establecimientos o en cualquier otro lugar, o bien venda u ofrezca en venta, comercie,
distribuya o transporte materiales para envase o empaque de medicamentos, fármacos,
materias primas o aditivos, sus leyendas, información que contenga números o claves de
identificación, que se encuentran falsificados, alterados o adulterados, le será impuesta una
pena de uno a nueve años de prisión y multa de veinte mil a cincuenta mil días de salario
mínimo general vigente en la zona económica de que se trate, y
IV. A quien venda, ofrezca en venta o comercie muestras médicas, le será impuesta una pena
de uno a nueve años de prisión y multa equivalente de veinte mil a cincuenta mil días de salario
mínimo general vigente en la zona económica de que se trate.
Para los efectos del presente artículo, se entenderá por medicamento, fármaco, materia prima,
aditivo y material, lo preceptuado en las fracciones I, II, III, IV y V del artículo 221 de esta Ley; y
se entenderá por adulteración, contaminación, alteración y falsificación, lo previsto en los
artículos 206, 207, 208 y 208 bis de esta Ley.
Artículo 464 Quater.- En materia de dispositivos médicos, a que se refiere el artículo 262 de
esta Ley, se impondrán las penas que a continuación se mencionan, a la persona o personas
que realicen las siguientes conductas:
I. A quien adultere, falsifique, contamine, altere o permita la adulteración, falsificación,
contaminación o alteración de dispositivos médicos, de sus envases finales para uso o los
fabrique sin las autorizaciones sanitarias que correspondan en términos de esta Ley, se le
impondrá una pena de tres a quince años de prisión y multa de cincuenta mil a cien mil veces la
Unidad de Medida y Actualización vigente al momento de la comisión del delito;
II. A quien venda u ofrezca en venta, comercie, distribuya, interne al país o transporte con fines
de comercialización, dispositivos médicos adulterados, falsificados, contaminados o alterados,
en cualquier lugar o por cualquier medio; o bien, venda u ofrezca en venta, comercie,
distribuya, interne al país o transporte con fines de comercialización, material para envase o
empaque, de dichos insumos para la salud, etiquetado sus leyendas, la información que
contenga números o claves de identificación se encuentren adulterados o falsificados, le será
impuesta una pena de uno a nueve años de prisión y multa de veinte mil a cincuenta mil veces
la Unidad de Medida y Actualización vigente al momento de la comisión del delito, y
III. La misma pena a que hace referencia la fracción II de este artículo se impondrá a quien
adultere, falsifique, o permita la adulteración o falsificación de material para envase o empaque
de dispositivos médicos, etiquetado, sus leyendas o la información que contenga o sus números
o claves de identificación.
Para los efectos del presente artículo, se entenderá por adulterar, contaminar, alterar y
falsificar, lo previsto en los artículos 206, 207, 208 y 208 Bis de esta Ley.
Artículo 465.- Al profesional, técnico o auxiliar de las disciplinas para la salud y, en general, a
toda persona relacionada con la práctica médica que realice actos de investigación clínica en
seres humanos, sin sujetarse a lo previsto en el Título Quinto de esta Ley, se le impondrá prisión
de uno a ocho años, suspensión en el ejercicio profesional de uno a tres años y multa por el
equivalente de cien a dos mil días de salario mínimo general vigente en la zona económica de
que se trate.
Si la conducta se lleva a cabo con menores, incapaces, ancianos, sujetos privados de libertad o,
en general, con personas que por cualquier circunstancia no pudieran resistirse, la pena que fija
el párrafo anterior se aumentará hasta en un tanto más
Artículo 465 Bis. A quien contrate, autorice, conduzca, participe o desarrolle pruebas
cosméticas en animales se le aplicará pena de dos a siete años de prisión y multa equivalente
de doscientas a dos mil veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización.
Artículo 466.- Al que sin consentimiento de una mujer o aun con su consentimiento, si ésta
fuere menor o incapaz, realice en ella inseminación artificial, se le aplicará prisión de uno a tres
años, si no se produce el embarazo como resultado de la inseminación; si resulta embarazo, se
impondrá prisión de dos a ocho años.
La mujer casada no podrá otorgar su consentimiento para ser inseminada sin la conformidad de
su cónyuge.
Artículo 467.- Al que induzca o propicie que menores de edad o incapaces consuman, mediante
cualquier forma, substancias que produzcan efectos psicotrópicos, se le aplicará de siete a
quince años de prisión.
Artículo 467 Bis. Al que venda o suministre a menores de edad o incapaces, mediante cualquier
forma, substancias que se encuentren comprendidas dentro de los supuestos a que se refieren
las fracciones [IV] y V del artículo 245 de esta Ley, se aplicará de 7 a 15 años de prisión.
Artículo 468.- Al profesional, técnico o auxiliar de las disciplinas para la salud, que sin causa
legítima se rehuse a desempeñar las funciones o servicios que solicite la autoridad sanitaria en
ejercicio de la acción extraordinaria en materia de salubridad general, se le aplicará de seis
meses a tres años de prisión y multa por el equivalente de cinco a cincuenta días de salario
mínimo general vigente en la zona económica de que se trate.
Artículo 469.- Al profesional, técnico o auxiliar de la atención médica que sin causa justificada
se niegue a prestar asistencia a una persona, en caso de notoria urgencia, poniendo en peligro
su vida, se le impondrá de seis meses a cinco años de prisión y multa de cinco a ciento
veinticinco días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate y
suspensión para ejercer la profesión hasta por dos años.
Si se produjere daño por la falta de intervención, podrá imponerse, además, suspensión
definitiva para el ejercicio profesional, a juicio de la autoridad judicial.
Artículo 469 bis. Se impondrá pena de cuatro a siete años de prisión, y multa de mil a
quinientos mil días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal, a cualquier persona
que desvíe del objeto para el cual fueron transferidos o entregados los recursos en numerario o
en especie, según el caso, a que se refiere el Título Tercero Bis de la presente Ley o para la
prestación de servicios en materia de salubridad general, si por razón de sus funciones o
actividades los hubiere recibido en administración o por cualquier otra causa.
La pena prevista en el presente artículo es sin perjuicio de las sanciones administrativas u otras
penas que puedan determinarse conforme a lo dispuesto en la Ley General de
Responsabilidades Administrativas, así como en la Ley General de Contabilidad Gubernamental
y demás disposiciones jurídicas aplicables.
Artículo 470.- Siempre que en la comisión de cualquiera de los delitos previstos en este
capítulo, participe un servidor público que preste sus servicios en establecimientos de salud de
cualquier
dependencia o entidad pública y actúe en ejercicio o con motivo de sus funciones, además de
las penas a que se haga acreedor por dicha comisión y sin perjuicio de lo dispuesto en otras
leyes, se le destituirá del cargo, empleo o comisión y se le inhabilitará para ocupar otro similar
hasta por un tanto igual a la pena de prisión impuesta, a juicio de la autoridad judicial.
En caso de reincidencia la inhabilitación podrá ser definitiva.
Artículo 471.- Las penas previstas en este Capítulo se aplicarán independientemente de las que
correspondan por la Comisión de cualquier otro delito.
Artículo 472.- A las personas morales involucradas en la comisión de cualquiera de los delitos
previstos en este Capítulo, se les aplicará, a juicio de la autoridad, lo dispuesto en materia de
suspensión o disolución en el Código Penal.
La ética personal hace referencia a los valores, actitudes y comportamientos que rigen la vida
diaria de un individuo y sus relaciones personales. La profesional en el sentido de que las
personas pueden aplicar sus principios y valores durante el ejercicio de su profesión. La
empresarial se refiere a las decisiones éticas de las organizaciones en un contexto comercial.
La ética profesional en Enfermería: Entre los principios básicos está el respeto a la vida y a los
derechos humanos, la conducta honesta durante el cuidado de las personas y la protección de
su integridad ante cualquier problema de salud y bajo prácticas sanitarias libres de riesgos.
Mi Código se convierte en un pacto personal, entre los usuarios y yo, por eso:
Respeto mi trabajo. Me comprometo con mi trabajo.
Soy responsable en mi trabajo Trabajo orgulloso de mi trabajo.
Colabora en mi trabajo. Ayudo y sirvo al prójimo.
Realizar con profesionalismo las tareas que corresponden al puesto sin descuidar las que le
sean encomendadas explícitamente.
Estar dispuesto a aprender y ampliar los conocimientos que obtenga por si mismo o a través
de la capacitación, para mejorar el desempeño de las actividades que tiene encomendadas.
Reconocer las propias limitaciones y pedir ayuda cada vez que se tenga una duda o que el
enfermo requiera atención especial.
Atender de manera cálida y humana al usuario del servicio.
Brindar con mesura, prudencia y calidez al usuario la información que solicita, respetando la
dignidad; en el caso de que no se conozca dicha información, enviar al usuario hacia un área
mejor informada.
Una persona enferma no tiene siempre ánimo para comportarse con amabilidad. El
personal tiene la obligación de brindar un trato cordial, respetuoso y confidencial.
El personal de salud puede contribuir, a propagar hábitos saludables entre los usuarios.
No es ético demandar o aceptar cualquier tipo de favores que atenten contra el pudor, la
moral y las buenas costumbres.
Responsabilidad: Significa estar comprometido con las labores que realiza y consiente de
los alcances o consecuencias que ello implica.
Trabajo en equipo: Significa conocer y respetar las habilidades de los compañeros y
mantener con ellos relaciones cordiales y de cooperación orientadas siempre a un objetivo
común, que será el que señale la institución.
Colaboración: Significa que el servidor público de la salud deberá estar dispuesto a aceptar
y facilitar las revisiones de los procesos que la institución tenga a bien practicar.
Integridad: “Dicho de una persona recta, proba, intachable”. Significa negarse a aprovechar
la información, los bienes muebles e inmuebles, el instrumental médico o de educación, de
promoción o de prevención, pertenecientes a la Secretaria y dedicados a atender a los
usuarios, para fines de lucro o cualquier otro fin personal.
Sensibilidad: Significa tomar en cuenta las opiniones de los usuarios sobre los servicios que
presta las instituciones y en la medida que sea factible dar respuesta a sus demandas.
La bioética pretende distinguir entre lo que debe ser o debe hacerse y lo que no debe ser o no
debe hacerse, en los actos que afectan la vida (humana y no humana); aplicada a los actos
médicos se conoce como ética médica.
La importancia radica en la necesidad de normar los actos médicos en un mundo en el que los
descubrimientos científicos y los avances tecnológicos suceden rápidamente, abriendo nuevas
posibilidades de acción. El que puedan hacerse muchas cosas, no significa que todas ellas deban
hacerse.
La ética médica juzga los actos médicos con base en cuatro principios fundamentales:
a) De no maleficencia: Es considerado el más importante, y significa que cualquier acto médico
debe pretender no hacer daño alguno, de manera directa o indirecta. Con frecuencia se hace
referencia a este principio con su versión en latín, primum non nocere, que significa
literalmente primero no dañar.
b) De beneficencia: Se refiere a que los actos médicos deben tener la intención de producir un
beneficio para la persona en quien se realiza el acto. Cuando un médico prescribe un
tratamiento debe tener dos intenciones en mente: no hacerle daño, y beneficiarlo. Considera
los potenciales beneficios y los potenciales efectos adversos de un tratamiento, está haciendo
un análisis de riesgo/beneficio, y en la decisión final de prescribir o no un tratamiento.
c) De autonomía: Alude al derecho del paciente de decidir por sí mismo sobre los actos que se
practicarán en su propio cuerpo y que afectarán de manera directa o indirecta su salud, su
integridad y su vida. El ejemplo máximo es el consentimiento informado, que significa que es
necesario que el paciente otorgue su permiso para que cualquier acto médico sea practicado en
su persona. Para que un paciente pueda autorizar un acto médico, debe contar con la
información suficiente y necesaria, en términos que le sean claramente entendibles.
d) De Justicia: Obliga a tratar a cada paciente como le corresponde; esto es, sin más ni menos
atributos que los que su condición amerita. También debe considerarse en los costos de la
atención a la salud.
En ocasiones surge un conflicto ético, es decir, una situación en la que los valores de alguno de
los actores involucrado no corresponden con los valores de otro y dificultan la toma de
decisiones. En estos casos, la aplicación de los cuatro principios de la bioética es de utilidad
para llegar a una solución.
Código de Conducta que guíe sus actividades y acciones, con el propósito de contribuir a
mejorar la calidad de los servicios y favorecer la satisfacción de los pacientes y de la comunidad,
así como de los profesionales que los atienden, de manera tal que se incremente la confianza
en las instituciones y en su personal.
1.- La relación profesional será amable, personalizada y respetuosa hacia los pacientes y quien
tutele sus derechos, a los que habrá que dirigirse por su nombre, sin diminutivos ni
familiaridades.
2.- De la misma manera, el equipo de salud se esforzará por establecer vínculos de
comunicación efectiva con el paciente y sus allegados, y obtener así su confianza en el personal
que los atiende y en su institución.
3.- El trato de los integrantes del equipo de salud habrá de ser digno y considerado respecto de
la condición sociocultural de los pacientes, de sus convicciones personales y morales, con acato
a su intimidad y pudor, independientemente de su edad, género y circunstancias personales.
4.- Proporcionar información clara, oportuna y veraz, que a cada uno corresponda, entregada
con mesura y prudencia, considerando la aguda sensibilidad de los pacientes y sus familiares,
procurando favorecer su aceptación gradual, sobre todo de noticias desfavorables.
5.- Sustraerse de establecer relaciones románticas o sexuales con los pacientes y familiares,
explotando la confianza, las emociones o la influencia derivada de sus vínculos profesionales.
6.- Los profesionales de la salud deberán evitar comentar en público aspectos médicos y
sociales de los pacientes o de la institución.
7.- Constituirse en ejemplo de probidad profesional ante los pacientes y de acatamiento a la
vida sana, libre de adicciones, y practicar algún tipo de ejercicio físico.
8.- La presentación, el arreglo debido y el lenguaje empleado por el personal que presta
servicios de salud son considerados importantes en la relación con los pacientes.
9.- Preparar a los pacientes que irremediablemente van a morir, así como a sus familiares, junto
con los demás miembros del equipo de salud, para que con lucidez mental disponga de sus
bienes, se despida de sus seres queridos y resuelva, en su caso, sus problemas de conciencia y
asuntos religiosos, respetando su credo.
10.- El personal de salud respetará profundamente el secreto profesional confiado al médico, y
no deberá comentar con ligereza o desdén hechos de la vida de los pacientes, aunque
aparentemente no tengan importancia, pero que para ellos tienen gran significación.
1.- Perfeccionar su vida profesional y cuidar con su conducta la fuente de empleo, así como
coadyuvar a la conservación del patrimonio institucional y nacional.
2.- La relación con los compañeros del equipo de salud deberá ser afable y respetuosa, evitando
comentarios y acciones dolosas que lesionen el prestigio o la imagen de los demás o de la
institución donde labora.
3.- Colaborar honestamente con los procesos de auditoría interna o externa, como con los
correspondientes a la supervisión, asesoría o evaluación.
4.- Abstenerse de utilizar con propósitos de difusión la información generada en la institución
donde preste sus servicios, inclusive la que considere de índole profesional personal, a menos
que cuente con la autorización correspondiente.
5.- Velar por la conservación del buen nombre y prestigio de la institución y, en caso de que
identifique situaciones que los afecte, deberá con lealtad, por los conductos institucionales,
hacerlo del conocimiento de sus superiores o de las autoridades competentes.
6.- Atender solícitamente las quejas que se presenten con motivo de la atención proporcionada
a los pacientes, y colaborar ampliamente con la investigación que realicen las instancias
formales que correspondan.
7.- Contribuir a la solución de los conflictos que con tal motivo se presenten, actuando con
imparcialidad, responsabilidad, equidad, honestidad y respeto a las instituciones, a sus
compañeros de trabajo, a los pacientes y familiares, y a las obligaciones que como miembros de
la sociedad les corresponden.
8.- En el ámbito de sus atribuciones, contribuir y colaborar a la observancia de aquellas medidas
tendientes a preservar el medio ambiente.
PRINCIPIOS BÁSICOS:
1.- Toda persona tiene, en principio, derecho a la protección de su salud. Los habitantes de la
República Mexicana y los mexicanos que habiten en el extranjero deben gozar de este mismo
derecho. El personal de salud está obligado a buscar los medios para que se cumplan los
deberes de equidad y justicia, paradigma prioritario de la Bioética.
2.- Las acciones de atención a la salud proporcionadas por el personal profesional y técnico
deben ser aplicadas en beneficio de la población en un marco científico y humanitario.
3.- El personal de salud debe atender a todos los que demanden sus servicios sin distinción de
edad, sexo, nacionalidad, religión, ideología política, posición socioeconómica; sin escatimar
tiempo, ni espacio, respetando siempre la dignidad y derechos humanos.
4.- El personal de salud tiene el compromiso de salvaguardar el prestigio de las profesiones que
participen en las actividades de la atención médica, con atributos de honradez, capacidad y
eficiencia.
5.- Es necesario afirmar que el respeto a la dignidad humana se basa en el principio
fundamental de que los seres humanos poseen igual valor.
6.- La población sana o enferma merece recibir del personal que presta atención a la salud lo
mejor de sus conocimientos y destrezas en su beneficio, con interés genuino de mantener su
salud y bienestar, y un trato amable, respetuoso, prudente y tolerante.
7.- El personal de salud tiene la obligación de participar en el ámbito de su competencia en
actividades que contribuyan al beneficio de la salud de la comunidad, así como en la atención
médica en casos de emergencia y desastres.
8.- La actitud del equipo de salud debe mantener e incrementar la confianza de los individuos a
su cargo, especialmente de los pacientes y personal que los asiste, puesto que el
humanitarismo con el que se preste la atención al enfermo contribuye directamente a su
estabilización, recuperación o rehabilitación.
9.- Las instituciones de salud, conforme con sus posibilidades, deberán asignar a cada médico u
otros prestadores de servicios el número adecuado de personas de acuerdo con la complejidad
de su atención de salud, considerando que la sobrecarga de trabajo y la fatiga son poco
propicias para otorgar servicios de alta calidad.
10.- Con base en las políticas de la Institución y en casos urgentes, si el paciente es incapaz de
tomar una decisión para su diagnóstico y tratamiento y en ausencia de su representante legal,
el personal de salud podrá aplicar las medidas que considere pertinentes y sean
profesionalmente aceptadas.
11.- Es deber de los médicos y de las instituciones de salud realizar el seguimiento de los
pacientes durante una enfermedad crónica o aguda y no abandonarlos mientras dure su
enfermedad o se rehabilite.
12.- El prestador de servicios de salud tiene la responsabilidad de sus enfermos a los que debe
estar dispuesto a atender. Tratará de resolver cualquier diferencia o falta de afinidad con algún
paciente, reconociéndole su autonomía, y presentándole alternativas en su tratamiento y, sólo
cuando lo amerite por no contar con los medios adecuados, lo derivará a otro colega o nivel
para su atención.
13.- Los enfermos son personas que padecen trastornos que alteran su estado físico, emocional
y social, lo que los hace particularmente vulnerables, por lo que deben recibir un trato de
consideración, amabilidad y respeto. Esto mismo es aplicable a sus familiares, que comúnmente
presentan angustias e inquietudes.
14.- El paciente, o su representante legal, debe ser informado por el médico tratante, con
sentido humano, sobre su enfermedad, las alternativas para su tratamiento, las probables
complicaciones y cómo evitarlas. Esto se expresará con lenguaje claro y veraz, de forma que sea
inteligible para el enfermo, lo que le permitirá ser partícipe en el manejo de su propia
enfermedad.
15.- La información que pudiera producir inquietud o daño psicológico al paciente debe
proporcionársele con la prudencia debida, en el momento oportuno, en la extensión que el
paciente determine y del modo que el equipo de salud considere más adecuada a las
circunstancias para el beneficio del enfermo.
16.- La información de la enfermedad de un paciente debe guardarse con confidencialidad,
salvo cuando la normatividad epidemiológica determine su notificación o que sea requerida por
orden judicial o instancias legales que correspondan.
17.- La responsabilidad del manejo confidencial de los expedientes clínicos, escritos o en
registros electrónicos, recae en todas aquellas personas que tienen acceso a esa información.
18.- Todo paciente tiene derecho a que se le respete su privacidad cuando proporciona
información al prestador de servicios, cuando se comunica con sus familiares o cuando su
pudor así lo exige. Las instituciones de salud deben contar con los medios para que este
precepto se cumpla y el personal cuidará que no se quebrante.
19.- El paciente estará informado de los nombres y cargos del personal de salud que lo trata,
sobre la probabilidad de ser atendido por otras personas y dónde acudir a presentar alguna
queja.
20.- El enfermo, en cualquier momento de su vida, puede expresar por escrito su voluntad
anticipada para evitar que si sus condiciones no le permiten tomar decisiones o expresarlas, se
le apliquen medidas extraordinarias por su alta complejidad o desproporcionadas en relación
con los resultados esperados, con las que se intente prolongarle la vida, si no existen
probabilidades razonables de regresar a una vida física, psicológica o socialmente aceptable.
21.- El personal de salud debe realizar, en coordinación con las autoridades competentes, las
medidas preventivas pertinentes que sean estrictamente necesarias para el bien de la
población y adicionales a la normatividad establecida, tales como saneamiento básico, agua
potable, eliminación sanitaria de excretas, control de fauna nociva, inocuidad de alimentos,
vacunaciones, aislamiento de pacientes infectocontagiosos o agresivos y otras acciones que
considere convenientes en provecho colectivo.
22.- Las instituciones de salud, de acuerdo con su nivel de atención, deberán proporcionar con
oportunidad en calidad y cantidad suficientes, el equipo, instrumental, materiales de consumo
y medicamentos que requiere el personal para proporcionar la adecuada atención.
23.- Los prestadores de servicios de salud, deben actualizar y certificar sus conocimientos y
destrezas para otorgar a sus pacientes la mejor atención posible. Las instituciones oficiales o
privadas donde laboran estarán comprometidas a realizar actividades académicas y
proporcionar los medios de aprendizaje como libros, revistas, programas electrónicos y otros,
de acuerdo con los servicios que otorguen.
24.- Es responsabilidad de los directivos y docentes de las instituciones académicas que
preparan profesionales y técnicos en las ramas del cuidado de la salud, que la capacitación sea
del más alto nivel, con el apoyo de las instituciones de salud.
25.- Los miembros del equipo de salud tienen derecho a percibir una remuneración adecuada
por su trabajo, en relación con su capacidad profesional y el número de horas que laboran en la
institución, o según el acuerdo previo que hayan tenido con un paciente privado. Esta
remuneración debe tener relación con las costumbres y el nivel socioeconómico de la
población, sin caer en abusos y con un espíritu de condescendencia y compasión por los
pacientes con escasos recursos.
26.- El personal de salud puede expresar a las autoridades directivas y administrativas de la
institución con toda libertad y respeto las ideas que considere pueden beneficiar a la institución
y a los pacientes. Con este criterio, si un miembro del equipo de salud considera que algún
reglamento o alguna ley son injustos, pondrá su empeño en que las instancias modifiquen esas
disposiciones por los canales debidos.
27.- El personal de salud deberá contar con las instalaciones, equipos, instrumentos y
materiales para el desempeño de sus actividades con las medidas de higiene, protección y
seguridad. De no contar con ellos, podrá rehusarse a aplicar los procedimientos diagnósticos y
terapéuticos, sin contravenir los principios bioéticos, manifestándolo por escrito y procurando
que el paciente sea referido a otra unidad médica.
28.- El personal de salud podrá rehusarse a aplicar medidas diagnósticas y terapéuticas que a su
juicio pongan en riesgo la vida, la función de los pacientes o su descendencia, bien sea a
petición de los propios pacientes, de sus superiores jerárquicos o autoridades institucionales,
cuando se oponga a la práctica médica comúnmente aceptada, a los principios bioéticos, a sus
capacidades profesionales o a razones de objeción de conciencia.
29.- La población debe informarse del cuidado de la salud y procurar desarrollar actitudes y
conductas sin riesgo para su salud y la de la comunidad.
30.- Los pacientes o representantes legales tienen la responsabilidad de informar con veracidad
al personal de salud, así como de manifestar las dudas y preocupaciones relacionadas con su
enfermedad.
31.- El consentimiento válidamente informado del paciente es la más sólida expresión de su
autonomía, por lo que deben plantearse las alternativas de atención para la toma de sus
decisiones. El consentimiento informado establece su autodeterminación para aceptar o
rechazar métodos de diagnóstico, tratamiento y cuidados generales, excepto cuando de existir
rechazo suponga riesgos de salud pública.
32.- El paciente tiene derecho a que se respete su decisión de aceptar o no cualquier
procedimiento de diagnóstico o tratamiento. Este precepto debe aplicarse a los niños, ancianos,
o pacientes con trastornos mentales leves, si su estado de madurez y lucidez es apropiado para
tomar la decisión correspondiente. Su aceptación en estos casos debe ser ratificada por los
padres, tutores o responsables.
33.- El paciente, después de haber recibido la información detallada y aceptar las prescripciones
médicas, está comprometido a cumplirlas con precisión. Tiene el deber de informar al personal
que lo atiende cuando por cualquier motivo ha dejado de cumplir las indicaciones.
34.- El enfermo que sabe que tiene una enfermedad contagiosa adquiere, al saberlo, la
obligación de evitar por todos los medios que otras personas enfermen por su contacto con él.
35.- La persona que se sabe portadora de información genética adversa susceptible de
transmitirse a su descendencia adquiere el compromiso de seguir el consejo genético que se le
proporcione, según el caso y asume completamente la responsabilidad de sus actos.
36.- La capacidad de los miembros del equipo de salud, su colaboración, armonía y disposición
de cooperar con los demás en beneficio de los pacientes y de la comunidad, constituyen las
bases de la conducta bioética y el sustento de la calidad de los servicios de salud.
37.- Es deber del equipo de salud transmitir sus conocimientos a sus colegas, alumnos,
pacientes y a la sociedad en general. La enseñanza y la información sobre los medios para
proteger la salud han de ser consideradas como unas de las obligaciones más relevantes de los
prestadores de salud.
38.- Las dicotomías o dividendos económicos entre el personal de salud por la derivación de
pacientes a otros médicos, laboratorios y gabinetes, o por la prescripción de tratamientos son
actos inaceptables, contrarios a la dignidad y a la ética de los profesionales y técnicos de la
salud y al bienestar del paciente.
39.- El personal de salud puede señalar las fallas o desacuerdos que a su juicio se presenten con
otros profesionales y técnicos, siempre con respeto, procurando no dañar el prestigio de algún
colega o colaborador al hacerlo.
40.- El beneficio que los pacientes y la comunidad obtienen de las actividades médicas se basa
en el progreso de las ciencias de la salud que se fundamenta en la investigación. Participar en
las investigaciones es una obligación moral del personal, fuente de su propio desarrollo.
41.- Las investigaciones básicas, clínicas u operacionales en las que interviene el equipo de
salud deben apegarse a la legislación sanitaria y ser aprobadas por los Comités creados ex-
profeso en las instituciones donde laboran, previo análisis de los protocolos diseñados por los
participantes en el estudio.
42.- Los investigadores recabarán el consentimiento informado por escrito de las personas
sujetas a investigación o en su caso, de sus apoderados o tutores. El consentimiento se
obtendrá con la clara descripción del estudio, de sus riesgos, beneficios y el planteamiento del
derecho del paciente a retirarse de la investigación cuando así lo desee, sin que ello afecte en
modo alguno su ulterior atención médica.
43.- Las investigaciones promovidas por la industria farmacéutica u otros productores de
insumos para la salud deben sujetarse estrictamente a las normas de cualquier investigación en
humanos y asegurar a las personas involucradas el máximo beneficio durante la investigación,
cumpliendo además con la normatividad y justificando su realización.
44.- Particular cuidado se tendrá en no emplear en una investigación como grupo de estudio o
grupo testigo a personas que estén dispuestas a aceptar su colaboración sólo por su condición
de subordinados o cautivos, o por el ofrecimiento de incentivos económicos.
45.- Los animales de experimentación se emplearán sólo cuando resulten indispensables y no
haya pruebas alternativas confiables. En todo caso, se cumplirán las normas de protección y
respeto para evitar sufrimiento innecesario.
TEMAS BIOÉTICOS ESPECÍFICOS
46.- La donación de órganos y tejidos para trasplantes debe ser promovida por el personal de
salud y por la población en general.
47.- La interrupción de un embarazo no es jamás un acto deseable. La ley ha establecido cuáles
pueden ser los casos en que no está penalizado, entre los que se encuentran los que ponen en
riesgo la vida o la salud de la mujer gestante, que justificarían esta intervención, sin que se
pueda obligar a participar al personal que manifieste cualquier objeción.
48.- Es éticamente adecuado utilizar los avances de la ciencia para ayudar a las parejas infértiles
a tener hijos mediante procedimientos de reproducción asistida que tengan alto grado de
seguridad para la salud de la madre y practicados por personas expertas en instalaciones que
cuenten con los equipos y demás medios necesarios.
49.- La investigación genética para conocer los fenómenos biológicos de la herencia y que
pueden favorecer la reproducción humana para la aplicación con fines terapéuticos debe
preservar en sus métodos la dignidad y los derechos humanos.
50.- Al paciente terminal se le aplicarán los procedimientos más actuales de la medicina
paliativa para aliviar en lo posible sus sufrimientos físicos y psicológicos, aunque esto pudiera
acortar su vida sin que ello implique provocar su muerte.
51.- El personal de salud ejercerá la influencia moral que tiene ante la sociedad y ante las
autoridades para promover las medidas de preservación de los sistemas ecológicos, la limpieza
del agua, de los alimentos y de los factores que protejan la salud humana y la biodiversidad.
La toma de decisiones es un proceso que atraviesan las personas cuando deben elegir entre
distintas opciones. Diariamente cada individuo está ante situaciones en las que debe optar por
algo, y esa decisión no siempre resulta simple. El proceso se activa cuando se presentan
conflictos en diversos ámbitos de la vida a los que hay que encontrarles la mejor solución
posible.
A) Factores internos: Se refieren a los intereses, las aptitudes y las actitudes, las habilidades, las
motivaciones, la personalidad que posee la persona. Cómo somos, qué nos define, en definitiva,
la identidad de una persona.
b) Entorno social: Las relaciones que se mantienen con amigos y conocidos también, en cierto
modo, influyen en esta toma de decisiones.
d) Medios de comunicación. A través de ellos se difunde información que también puede influir
en la toma de decisiones y determinar.
Familiares: Decidir los estudios teniendo en cuenta los más cercanos en el entorno familiar o
por presiones familiares.
Sociales: Decidir según los comentarios de los demás sobre unos estudios o estar condicionado
por el hecho de vivir en una zona rural o urbana, y en consecuencia, no tener acceso a la
totalidad de la oferta formativa. La moda y los estereotipos también suelen ser factores
condicionantes.
Personales y psicológicos: Cómo por ejemplo el género, la edad, la personalidad, el nivel de
aspiraciones, el grado de madurez en el momento de la toma de decisiones y las capacidades
físicas.
Económicos: El importe de la formación puede influir en nuestra toma de decisiones. La
duración y el precio de los estudios junto con la situación económica también pueden influir.
Educativos: Tener en cuenta las vías de acceso o que existan unas pruebas de acceso
específicas a los estudios y puedan suponer un impedimento. Por otro lado, el rendimiento
académico, los hábitos de estudio o la opinión del tutor también suelen ser factores que
pueden influir.
Social: Es todo aquellos que rodea e involucra al sujeto en los diferentes ámbitos en los que
coexiste, ya sea el político, económico, educativo, etc. Y es el factor determinante para
establecer el rol que desempeña el individuo en la sociedad.
El entorno está formado por sus condiciones de vida y de trabajo, los estudios que ha cursado,
su nivel de ingresos y la comunidad de la que forma parte. Cada uno de estos factores influye
en la salud del individuo: por eso, a nivel global, las diferencias entre los entornos sociales de
los distintos países crean disparidades en materia de salud.
Entre los objetivos que se proponen este tipo de iniciativas, se encuentran la creación de
puestos de empleo, la mejora de la calidad y la seguridad en el entorno laboral, la masificación
del acceso a las prestaciones sociales y el aumento de la financiación para asistir a las regiones
más pobres.
Existen varios conceptos que nos ayudan a profundizar acerca del entorno social. La noción de
socialización, por ejemplo, define al proceso mediante el cual el ser humano adquiere la
experiencia necesaria para interrelacionarse con el prójimo. En otras palabras, la socialización
es el proceso a través del cual el individuo se adapta progresivamente al medio en el que vive.
Cultural: Es todo aquello que forma parte del medio ambiente o entorno y resulta significativo
en la formación y desarrollo de un grupo humano específico. La cultura nacional son los valores
y actitudes que comparten los habitantes de un país y que definen sus comportamientos y
convicciones sobre lo que es importante.
Política: La naturaleza de los vínculos políticos sobre las decisiones que ase deben adoptar
deberían influenciar el tipo de información sobre el valor que se presentará y cómo será
calculada y utilizada.
Una clara uniformidad es el precepto de que LA VIDA ES SAGRADA se considera que la vida es
un don de dios y que debe ser respetada por las personas. Sin embargo, hay un contexto para el
judío y los cristianos para fundamentar sus decisiones morales en su vida genera en las áreas de
la ética médica.
ÉTICA PROTESTANTE: También llamada la ética del trabajo, es un código moral basado en los
principios de austeridad, disciplina, trabajo duro y el individualismo. El principal formulador del
concepto fue el filósofo alemán Max Weber.
¿QUÉ ES EL ISLAM? Es una religión abrahamica cuyo dogma de fe se basa en el libro de Corán,
el cual establece fundamentalmente para sus creyentes que " No hay más Dios que Ala y que
Mahoma es el último mensajero de Ala ". La cultura influye en la manera de tomar decisiones
Éticas ya sea por cultura religión o principios.
ÉTICA ISLAMICA: El hombre en su desempeño en la vida debe lograr alcanzar los ideales éticos
y practicarlos. En lo relativo a la ética islámica, aclara "En el islam no hay división de ética entre
la ética y ley". Históricamente, los musulmanes derivan su ética islámica del Corán y del Hadiz.
El Corán tiene varios mandamientos que los seguidores de Mahoma deben de obedecer. Los
musulmanes ven a Mahoma como el ser humano ejemplar, aquel que todas las personas deben
procurar imitar.
MARXISMO: Doctrina y teoría social, económica y política basada en la obra de Karl Marx y sus
seguidores, indisolublemente unida a dos ideologías y movimientos políticos: el socialismo y el
comunismo.
¿Cuál es la diferencia entre la ética médica judía y la ética medica secular? Una diferencia
fundamental está enraizada en la creencia en el Eterno (Kadosh BarujHu) y Su Torá, al contraste
con las bases de la ética secular, que reconoce como fundamentos primordiales, el humanismo
y el intelecto racional.
Tiene como base la Ley escrita (Torá) y la Ley oral (Talmud), incluyendo tanto los preceptos de
relaciones entre el ser humano y Dios, careciendo de vez en cuando de lógica humana, como
entre el ser humano y su semejante que son lógicas y explicables en términos humanos.
Los debates sobre dilemas de ética médica, de punto de vista Halájico, tienen sus orígenes en la
Edad Media. Hasta muy reciente, no se usaba un término específico para la ética médica ni
constituía un área separada de estudio. La ética Médica Judía, en términos de aplicación
halájica y principios de ética judía, para solucionar problemas, se difiere de la secular en cuatro
puntos:
1. El ámbito de los debates y puntos de vista.- La Halajá se dedica a todas las preguntas que
plantea la ética médica secular, sean actuales o antiguas. La Halajá decide igualmente asuntos
médicos específicos que afectan solo a los judíos, especialmente a aquellos que respetan los
preceptos de la Torá. La toma de posición básica en la ética judía es la misma en todos los
asuntos tratando: enfermedades terminales, abortos, trasplantes de órganos, tratamientos en
Shabat, Tajara Mishpaja (pureza familiar) o las leyes para la mujer en el periodo de ciclo
menstrual.
2. Métodos de análisis y discusiones.- La Ética Médica Judía suele analizar los asuntos de ética
médica, con los mismos métodos y principios halájicos que normalmente se aplican en la
análisis de todos los asuntos de Halajá usando principios básicos y fuentes enunciados en el
Talmud, en los Códigos de Ley Judía o en la literatura de Responsa de todas la generaciones. Se
presentan primero los datos científicos y médicos para que después sean evaluados y debatidos
con las herramientas de la Halajá. No siempre es fácil llegar a conclusiones halájicas respecto a
cuestiones médicas.
Esta necesidad surge del hecho de que el desarrollo es muy rápido, los asuntos halájicos muy
complicados y las diferencias en los asuntos de ética son substanciales. Así, que la Halajá va a
tener que anticipar los progresos científicos y establecer seguridad halájica en los asuntos
mayores de la medicina. En todos los casos, estas decisiones podrán ser tomadas sólo por
autoridades rabínicas excelentes con conocimientos excelentes en medicina moderna así como
con experiencia en este ámbito.
La estructura halájica para resolver asuntos de ética médica es tripartita incluyendo al paciente
y/o su familia, al médico y al rabino. El paciente está obligado a buscar la mejor asistencia
médica. Tiene la elección libre respecto al médico y al rabino, pudiendo expresar todos sus
deseos personales. El medico esta obligado a tratar al paciente usando los mejores medios de
diagnóstico y de tratamiento según sus conocimientos y su juicio. El rabino esta obligado de
entender todos los hechos respecto al asunto médico, tomar en consideración los puntos de
vista del paciente y del médico y tomar una decisión según la Halajá y a su experiencia en el
ámbito.
4. Principios básicos.- Los principios básicos de la Ética Judía Médica en comparación con la
ética médica secular son los siguientes: La Ética Judía, incluyendo la ética médica, está basada
en deberes, obligaciones, preceptos y responsabilidad mutua. La aceptación de la Torá y Sus
Preceptos se caracteriza como “yugo del cielo” y “yugo de la Torá”. La aceptación de este yugo
representa el propósito final del judío en este mundo y trae realización y satisfacción espiritual.
La palabra “recto” significando “estoy autorizado para hacer algo” en su sentido moderno, no
existe en la literatura bíblica y talmúdica.
ÉTICA MÉDICA CATÓLICA: La Iglesia Católica es la sociedad de todos los que están bautizados,
creen y confiesan la fe de Cristo, participan de unos mismos sacramentos y reconocer por
Vicario de Cristo en la tierra al Sumo Pontífice de Roma, el Papa.
La Iglesia Católica hace énfasis en la unidad cuerpo-alma y el fin trascendental del hombre. Por
tales razones, el médico que acepta estos conceptos acepta la trascendencia de los actos
médicos, es médico de cuerpo y almas, y como tal, no solamente deben velar por la salud
corporal, sino en funcionamiento.
Servicios Profesionales
Responsabilidad civil
Código Penal
Comisión Nacional de los Derechos Humanos
Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED)